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TRATADAS
M.I. Luciano Sandoval Yoval
Objetivo particular:
Introducción
La presión que ejerce la demanda de agua para consumo humano de pueblos y ciudades,
principalmente de zonas áridas y semiáridas, sobre las fuentes de agua superficiales y
subterráneas que tradicionalmente han sido utilizadas para riego de cultivos y los
requerimientos de agua de calidad no potable para la agricultura, han hecho que las aguas
residuales domésticas se conviertan de un desecho a un recurso valioso para su uso en la
agricultura y en servicios al público, como riego de jardines, llenado de lagos y canales
recreativos y fuentes de ornato.
Por otro lado, el uso de las aguas residuales para riego de plantas debe permitir el
aprovechamiento de los nutrientes contenidos en las mismas para disminuir los gastos en
el consumo de fertilizantes químicos.
La normatividad para el reúso de aguas residuales en México está basada en las normas
oficiales de carácter obligatorio conocidas como NOM-001-ECOL-1996 (con correcciones
publicadas el 30 de abril de 1997) y la NOM-003-ECOL-1996 (Tablas 4.1 y 4.2). La primera
establece los límites máximos permisibles de contaminantes para las aguas residuales
tratadas que se reúsen en servicios al público. Estos límites fueron diseñados para dar una
protección suficiente a los grupos de riesgo con la tecnología y recursos disponibles en
México. La revisión de muchos procesos de tratamiento dieron como resultado las normas
211
microbiológicas para irrigación restringida y no restringida. Un nivel más estricto de
concentración de helmintos hubiera requerido que las plantas de tratamiento convencional
tuvieran que usar filtros, lo que hubiese acarreado significativas implicaciones financieras
(Peasey, et al, 2000).
A la luz de los resultados de los estudios epidemiológicos realizados en zonas de riego con
aguas residuales en México (Cinfuentes, 1998 y Peasey et al, 2000) han propuesto cambios
en los límites máximos permisibles para parámetros microbiológicos de la NOM-001-
ECOL-1996, relajando la concentración de coliformes fecales para irrigación restringida y
haciendo más estricta la concentración de huevos de helmintos en ambas formas de
irrigación, tal como se muestra en la tabla 4.3, indicando que donde se encuentre un rango
del límite, el nivel aceptable de riesgo a la salud determinará el límite que se adoptará en
la región donde se reutilicen las aguas.
212
4.1 Tratamiento de aguas residuales
Cuando el agua residual es tratada con la intención de utilizar el efluente para riego
agrícola y no la descarga a cuerpos receptores, los criterios de calidad más importantes son
los relacionados con la salud pública y las necesidades de los agricultores mas que los
criterios ambientales y los relacionados con la protección de la vida acuática en cuerpos
receptores. En términos de salud pública la remoción de coliformes fecales y de huevos de
helmintos son más importantes que la remoción de compuestos orgánicos (DBO). Además,
para los agricultores el volumen de sólidos suspendidos y nutrientes como nitrógeno y
fósforo son importantes ya que incrementan la fertilidad del suelo y disminuyen la
necesidad de aplicar fertilizante.
4.1.1Aprovechamiento de nutrientes
Como parte inicial de una investigación o proyecto en el cual se pretende hacer un reuso
de agua residual municipal, es necesario contar con una planta de tratamiento, la cual
facilite el estudio. Por lo que para tal efecto, se construyó un sistema de aireación
extendida en el IMTA (Diagrama 4.1 y foto 4.1)) a la que se le modificó el sistema de
operación de la aireación continua a fin de hacerla intermitente.
213
EFLUENTE
TANQUE DE
CONTACTO
DE CLORO
214
Se experimentaron con 15 escenarios durante dos años, donde se varió el tiempo de
aireación de 20 a 180 minutos en ciclos de tres horas dentro de un solo reactor, en
consecuencia, a la aireación le seguían ciclos de no aireación que variaron de 160 a 0
minutos. Esta aireación intermitente favorece las condiciones para la transformación de
nitrógeno orgánico y amoniacal contenido en las aguas residuales a nitratos en
condiciones aireadas, mediante una biomasa de microorganismos nitrificantes para
posteriormente en condiciones anóxicas o de ausencias de oxígeno disuelto favorece su
transformación a nitrógeno gas por medio de microorganismos desnitrificantes y por
consecuencia se eliminación del agua residual al incorporarlo a la atmósfera.
Los resultados obtenidos indicaron que para una remoción del 90% del nitrógeno total era
necesario una aireación durante 50 minutos seguida de una no aireación de 130 minutos.
En este sistema de aireación intermitente, la remoción biológica del fósforo fue menor al
30% y en algunos escenarios incluso hubo un aumento de la concentración en el efluente
del sedimentador secundario. Esto mostró que, en este tipo de sistemas de aireación
intermitente donde la purga de lodos se realiza en el sedimentador, el fósforo era
alternadamente absorbido y liberado intermitentemente durante las condiciones anóxicas
y aerobias dentro del reactor sin permitir que los microorganismos almacenaran todo el
fósforo soluble para así ser eliminado durante la purga del sedimentador.
Durante el escenario de aireación continua (en ciclos 180 minutos), la remoción del
nitrógeno total fue menor al 15%. Sin embargo, más del 97% del N-amoniacal fue
transformado a nitratos. En el escenario de 20 minutos de aireación y 160 de no aireación,
la eficiencia de remoción de nitrógeno total fue del 30%, con una conversión del 45% de N-
amoniacal a nitratos.
215
LAGUNA DE MADURACION
TANQUE DE TANQUE DE SEDIMENTADOR SECUNDARIO
REGULACION AIREACION
CAJA REPARTIDORA
DEL INFLUENTE
PRETRATAMIENTO
Los resultados obtenidos muestran que una sola laguna de maduración con 23 días de
tiempo de residencia hidráulico (TRH) sólo cumplió en el 75% de las muestras analizadas
con la normatividad de < 1000 coliformes fecales NMP/100ml, para riego no restringido y
riego de áreas verdes sin contacto directo al público. Cuando a la laguna se le colocaron
mamparas, este límite se alcanzó en solo 5 días de TRH y se necesitó poco menos de la
mitad (13 días) del tiempo de la laguna de maduración para alcanzar el límite de < 240
coliformes fecales para riego de áreas verdes y llenados de lagos donde el público entra en
contacto directo con el agua residual tratada.
El diseño convencional de lagunas de maduración muestra que son necesarias tres lagunas
en serie con un TRH de tres días para cada una, para alcanzar el límite para uso no
restringido cuando el valor de entrada de coliformes fecales es de 5.3 * 103, mientras que
son necesarias cuatro lagunas con un TRH de tres días para cada una y así alcanzar el
límite para servicios al público con contacto directo.
216
Foto 4.2 Vista de la laguna de estabilización con mamparas y macrófitas flotantes
Una vez obtenidas las condiciones de operación de la planta para poder controlar las
concentraciones de nutrientes en el efluente se procedió a realizar la segunda parte de la
investigación, la cual consiste en el reúso para el cultivo de hortalizas.
La escasez de agua en zonas semiáridas es una realidad actual. En el México del siglo XXI,
la principal fuente de irrigación se originará del reúso del agua, principalmente efluentes
tratados. Existe una gran variedad de patógenos humanos que son excretados en el agua
residual, los cuales incluyen bacterias, virus, quistes de protozoarios y huevos de
helmintos. En el agua cruda, los patógenos humanos alcanzan números altos, y van
decreciendo en cada proceso de tratamiento.
217
responsables de aproximadamente 250 millones de infectados al año y de 10 o 20 millones
de muertes a escala mundial (Anónimo, 1996).
La necesidad de conocer la calidad sanitaria del agua, el suelo y el fruto, se debe a que los
virus y helmintos pueden causar enfermedades en el hombre, con tan solo la ingestión de
un organismo de cualquiera de estos. En cambio se necesita ingerir millones de bacterias
para que causen enfermedades. Para que bacterias de E. coli infecten a un individuo y
provocarle la enfermedad, se necesite ingerir de 1 x 106 -1 x 1010 microorganismos; e 1 x 103
– 1 x 108 organismos de Vibrio cholera; 1 x 105 – 1 x 109 de Salmonella o de 1 x 102 – 1 x 103
de Shigella. (Cooper, 1991).
Para regular y controlar la calidad microbiana del agua para descargas a cuerpos
receptores según su uso, en nuestro país se tiene la Norma Oficial NOM-001-ECOL-1996.
Para el riego en la agricultura esta norma destaca el control sobre la calidad microbiológica
cuando se trata de aguas residuales domésticas. En la cual para determinar la
contaminación por patógenos se toma como indicador a los coliformes fecales, el límite
permisible para la descarga de aguas residuales vertidas en aguas, suelos de uso agrícola y
vienes nacionales son de 1,000 y 2,000 NMP/mL en 100 mL para el promedio mensual y
diario respectivamente. Siendo el límite permisible para huevos de helmintos, un huevo
por litro para riego no restringido, y de cinco huevos por litro para riego restringido.
Hasta hoy en día todos los estudios realizados sobre la calidad sanitaria de los cultivos
regados con aguas residuales crudas y tratadas se han efectuado directamente en el
campo, en donde no se pueden controlar los factores de aire, lluvia, insectos, animales,
hombre, etc, como posibles portadores de contaminantes microbiológicos externos y que
no pueden asegurar que la contaminación de los cultivos sea únicamente del agua
residual. Aislados los factores de contaminación cruzada, mencionados anteriormente
¿Cuál sería el grado de contaminación microbiológica residual medida como E. coli y
huevos de helmintos en cultivos de hortalizas de raíz, hoja y fruto, regados por gravedad y
en condiciones sanitarias controladas?.
Existen estudios que señalan con claridad las fuerzas sociales que han definido la
evolución de los estándares microbiológicos para el uso el agua residual. Hasta principios
de la década de los ochenta los criterios sobre la calidad y uso de agua para riego agrícola
exigía niveles de pureza equivalentes al agua para beber; con esa idea se formularon los
estándares de California, que posteriormente fueron retomados como guía internacional
por muchos países en desarrollo. (Shuval, 1991).
218
A mediados de los ochenta un grupo de científicos de diferentes disciplinas se reunió en
Endelberg, para evaluar los estándares vigentes y las implicaciones de los pocos estudios
epidemiológicos disponibles en lo que se indicaban cuáles eran los riesgos por usar el agua
residual en la agricultura y acuacultura. En la segunda mitad de esa década, diversos
organismos internacionales, como el Banco Mundial y la Organización Mundial de la
Salud (OMS), auspiciaron nuevas reuniones en las que se revisaron diversos aspectos
microbiológicos, epidemiológicos, técnicos y sociales. Como resultado, se propuso un
modelo que describe los riesgos de la salud relacionado con el empleo de aguas residuales
en la agricultura. A finales de la década, la OMS resumió la información epidemiológica y
microbiológica, (Shuval, 1991)
Los resultados de las reuniones de Engelbert y la de la OMS proporcionaron las bases para
sugerir nuevas medidas de protección para los trabajadores agrícolas y consumidores de
productos regados con aguas residuales. Los estándares bacteriológicos se relajaron y se
introdujo el criterio de monitoreo de huevos de helmintos viables, debido a que los nuevos
parámetros se pueden alcanzar con relativa facilidad mediante el tratamiento del agua
residual cruda (Cifuentes, et. al. 1994).
219
filtración por goteo, comprando con lechugas del mercado de la localidad y a los
estándares de la ICMSF (1974) (>105) coliformes fecales. Los estudios indicaron,
inicialmente, altos niveles de bacterias fecales, pero después del cese de la irrigación, las
condiciones climáticas restringidas, es suficiente para descontaminarlas en los mercados
locales, donde por ejemplo, salmonella después de cinco días no se pudo detectar. La alta
población inicial de coliformes fecales decrece al principio, pero su contaminación residual
persiste en niveles considerablemente altos. Coliformes fecales o E. Coli, decrecen
continuamente después de cesar la irrigación, hasta el séptimo día, las bacterias
sobrevivientes persisten a los mismos niveles hasta el término del experimento.
Para la calificación sanitaria para el consumo, el riego con efluente se comportó como una
fertilización nitrogenada aumentando el rendimiento del ajo y la cebolla en 10% y 15%,
respectivamente. La aceptabilidad para el consumo del ajo se obtuvo luego de la limpieza
de tierra y raíces a los 90 días de la cosecha. La cebolla fue limpiada en el momento de la
cosecha y la aceptabilidad se obtuvo a los 55 días. En el momento de la cosecha, ni el
cultivo regado con el efluente, ni el regado con el testigo obtienen la calificación de
aceptable.
Si los efluentes finales contienen aún una gran fracción de estos patógenos, ellos
significarán un riesgo a la salud pública (Feachmen et. al. 1983). Entre los cultivos regados
con efluentes, los vegetales son los más vulnerables a la contaminación (Asano y
Tchobanoglous, 1991; Armon and Shelef, 1991, Armon et. al. 1994). Los vegetales que
generalmente se consumen crudos (sin cocer) o con ricos aderezos (lo que causa
220
recrecimiento de algunas bacterias patógenas) son la principal amenaza para los humanos
(Shelef, 1991).
En México, en los últimos años las hortalizas han cobrado un auge sorprendente desde el
punto de vista de la superficie sembrada, y en el aspecto social debido a la gran demanda
de mano de obra y a la captación de divisas que generan, sin embargo, si se observa desde
el ángulo de la dieta alimenticia del mexicano este factor es casi nulo, debido al
desconocimiento de la gran cantidad de hortalizas que se pueden explotar en el país.
También, sucede que cuando se les conoce se ignoran sus propiedades nutritivas.
En México las principales regiones agrícolas están establecidas en los estados de Sonora,
Guanajuato, Baja California, Veracruz, Michoacán, Sonora, Tamaulipas, Morelos, Nayarit,
Jalisco, Colima y Guerrero. De la producción total se destina el 80% al abasto interno, el
14% para exportación y el 6% para la industria y usos diversos. Aproximadamente el 4%
de la superficie sembrada es de hortalizas, y éstas representan el 10% de la producción
agrícola nacional.
México presenta la ventaja de que durante todo el año se producen hortalizas, siendo el
ciclo de invierno el que representa una ventaja, ya que se pueden producir cualquier tipo
de hortalizas de fruto para los países donde el invierno representa una limitante por las
bajas temperaturas.
En este caso en particular las hortalizas en estudio fueron cebolla, lechuga, rábano y
cilantro.
4.2.2 Metodología
221
a) Invernadero
Por lo anterior fue necesario construir un invernadero tipo túnel con estructura y arcos de
PTR calibre 14 y cubierta de plástico con estabilizador de rayos UV, cortinas enrollables y
malla antivirus, con dimensiones exteriores de 19x7x2.50 m (Foto 4.3).
Al interior del invernadero se cuenta con doce camas de 1 metro de ancho por 5 de largo y
de 1 de altura, distribuidas en lotes de cuatro, el suelo está cubierto con malla de
polipropileno para evitar el crecimiento de malezas (Foto 4.4).
Para el abastecimiento de las diferentes calidades de agua, se utilizaron seis tanques con
una capacidad de 1000 litros cada uno. Cada tanque alimenta a dos camas mediante
tuberías de PVC hidráulico. Al pie de la cama, la tubería se bifurca para regar cada uno de
los surcos. El gasto determinado para cada riego, se aforó volumétricamente en cada una
de ellas, aplicándose como riego rodado (Diagrama 4.3).
Cada cama o unidad experimental fue rellenada con 30 cm de suelo virgen o sin haber
sido regado previamente con aguas residuales crudas o tratadas. La preparación de las
unidades experimentales, fue tipo cama melonera a fin de evitar el contacto directo del
producto comestible con el agua de riego. Las dimensiones de la misma fueron de 0.70 x
4.80 x 0.30 metros, siendo la base menor de la misma de 0.20 m.
222
Foto 4.3 Invernadero de la PTAR del IMTA
223
Foto 4.5 Control de temperatura dentro del invernadero
I II III IV V VI
Calidad de agua
I. Pozo IV. Efluente terciario
II. Pozo + fertilizante V. Efluente secundario s/desinfección
III. Efluente secundario c/desinfección VI. Agua cruda
Diagrama 4.3 Alimentación de las diferentes calidades del agua al invernadero
224
b) Diseño de cultivos
Vista de planta
4.8 m
0.8 m
Tipo de agua
I. Pozo
II. Pozo + fertilizante III III IV IV
III. Efluente secundario 0.3 m Vista transversal 0.4 m
c/desinfección
IV. Efluente terciario Tierra de cultivo
V. Efluente secundario
s/desinfección
VI. Agua cruda
1 2 3 4
1m 0.4 m
Análisis bacteriológicos
Una vez preparadas las camas de cultivo se tomaran muestras de tierra para establecer
una posible contaminación bacteriológica, y por lo tanto, si era necesario realizar una
desinfección previa al periodo de cultivo.
Durante el periodo de cultivo se realizó al menos tres muestreos de los seis tipos de agua
empleados, para posteriormente establecer su impacto bacteriológico en los frutos.
225
Las muestras de hortalizas se colectaron al menos dos días antes de la fecha establecida
para su cosecha, con la finalidad de poder repetir algún análisis que proporcionara algún
resultado que mostrara una desviación de lo esperado y que pudiera ser significativo para
el desarrollo de la investigación.
Para el análisis del agua de enjuague se pesaron 150 g de la hortaliza y se enjuagó con
agua estéril, la cual se recogió en un vaso de precipitado también estéril. Con esta agua se
realizaron diluciones de 10 –1 a 10-4 para su análisis y además se realizó otro sin dilución.
Durante el periodo de cultivo se realizaron al menos tres muestreos de los seis tipos de
agua empleados, para posteriormente establecer su impacto en la productividad de los
frutos.
4.2.3 Resultados
Los resultados se presentan de acuerdo como se fueron obteniendo, esto es, de acuerdo al
desarrollo de la investigación.
a) Análisis de suelo
Bacteriológico
El 5 de junio del 2003 se llevó a cabo un muestreo de suelo para conocer su calidad
bacteriológica y establecer si era necesario realizar una desinfección de la misma. Las
muestras fueron compuestas, de tal manera que la uno incluía tierra de las camas 1 a 6, y
así sucesivamente. Los resultados obtenidos son los siguientes.
226
Tabla 4.4 Resultados bacteriológicos de tierra (1)
El 19 de agosto del 2003 se llevó a cabo un segundo muestreo de suelo y las muestras
fueron compuestas, de tal manera que la uno incluía tierra de las camas 1 a 3, y así
sucesivamente. Los resultados obtenidos son los siguientes.
Aunque los resultados muestran la ausencia del la bacteria E. Coli , existe presencia de
otro tipo de bacterias, las cuales pueden ser Citrobacter y/o Enterobacter que son ubicuas,
esto es, no son de origen fecal, y su presencia se debe básicamente por manejo de la
muestra o por el propio ambiente, y por tanto no representan un foco de infección.
Nutrientes
La tierra de las camas de cultivo (1 a 8, 11 y 12) se fertilizaron cada una con sulfato de
amonio, sulfato de potasio y superfosfato de calcio, de acuerdo a la siguiente relación 280,
168 y 8.4 g respectivamente. Es conveniente aclarar que las camas 9 y 10 que son regadas
con agua de pozo, están consideras en el diseño experimental sin fertilizante. Esta se
realizó después de la germinación, esto fue el 25 de septiembre del 2003.
227
b) Calidad del agua
Como se planteó en la metodología se realizaron tres muestreos del agua que se empleó en
la investigación, mediante los cuales se pretendía conocer la calidad bacteriológica y
química (nutrientes) de la misma. Los resultados se muestran a continuación (tabla 4.6).
228
muestran la tendencia esperada de acuerdo a la calidad de agua. Así, el efluente terciario
(IV) que es la salida de la planta de tratamiento del Instituto, es el que presentó valores
medios en relación a los parámetros analizados, el agua cruda y del sedimentador
secundario (VI y V) que no tienen desinfección y no están tratadas o parcialmente tratadas,
presentaron concentraciones altas, caso contrario en relación al agua que proviene de
pozo.
ENJUAGUE LICUADO
MUESTRA C.T. (NMP/100 E. coli C.T. E. coli
ml) (NMP/100 ml) (NMP/100 ml) (NMP/100 ml)
Rábano
I 798 050 0 11 670 0
II 1 255 700 0 10 770 0
III 109 300 0 31 750 0
IV 54 050 0 32 750 0
V 765 000 10 164 300 0
VI 183 400 10 210 53 570 0
Cilantro
I 47 800 0 92 000 0
II 54 000 0 28 450 0
III 9 580 000 5 951 500 0
IV 1 060 500 0 108 500 0
V 9 395 000 50 942 500 0
VI 12 100 000 2 650 765 000 54
Lechuga
I 12 229 000 0 31 450 0
II 13 150 000 2 19 350 0
III 1 529 000 0 14 955 0
IV 477 500 9 152 500 0
V 1 750 850 10 250 0
VI 13 825 000 9 75 200 0
Cebolla
I 12 400 000 42 14 000 0
II 15 300 000 0 20 400 0
III 19 800 000 345 550 0
229
ENJUAGUE LICUADO
MUESTRA C.T. (NMP/100 E. coli C.T. E. coli
ml) (NMP/100 ml) (NMP/100 ml) (NMP/100 ml)
IV 24 200 000 956 8 575 0
V 24 200 000 1 670 2 420 000 0
VI 3 950 000 1 730 2 000 0
d) Productividad
Rábano
230
Foto 4.7 Rábano
De acuerdo a lo anterior las camas que fueron regadas con agua de pozo y fertilizante (II)
fueron las que proporcionaron el mayor número de frutos, sin embargo, también fueron
las de menor peso promedio por rábano, como lo muestra la gráfica 4.1. En esta misma, se
puede observar que las camas regadas con agua residual cruda y la que proviene de
sedimentador secundario (ambas sin desinfección) proporcionaron los mayores valores de
peso, esto es 40 y 39.3 g/ rábano respectivamente.
Estos tipos de agua son de las que mayor concentración de nitrógeno y fósforo presentan,
lo cual sugiere además, que no importa la forma en que esté el nitrógeno, ya que de igual
forma será aprovechado.
231
En relación al agua del tipo IV, que es la de interés para la investigación, se pudo
establecer que estuvo en promedio con los restantes tipos de agua (32.8 g/rábano).
42,0
40,0
40,0 39,3
GRAMOS/RÁBANO
38,0
36,0
33,6
34,0
32,6 32,8
31,4
32,0
30,0
I II III IV V VI
TIPO DE AGUA
Cilantro
Al igual que el rábano, el cilantro se sembró el 5 de septiembre en forma de boleo (Foto
4.8).
232
La cosecha se realizó los días 17 y 18 de octubre. Se midió la altura que alcanzó el cilantro
en 3 puntos: a la izquierda, al centro y a la derecha de la cama. Se realizó un solo manojo y
se pesó. Los resultados se muestran en la tabla 4.9.
Foto4.9 Cilantro
Los resultados son algo contradictorios, ya que las camas que fueron regadas con agua de
pozo sin fertilizante (I) fueron las que proporcionaron la mayor cantidad de cilantro
(3247.5 g) así como la mayor altura, como lo muestra la gráfica 4.2. En esta misma, se
puede observar que las camas regadas con agua residual cruda (VI), la que proviene de
sedimentador secundario (V) (ambas sin desinfección) y la del efluente terciario (IV)
proporcionaron pesos menores a los seis kilos, esto es 5.61, 5.07 y 5.25 Kg respectivamente.
Las cuales presentan las mayores concentraciones de nitrógeno y fósforo.
233
Tabla 4.9 Resultados del cultivo de cilantro
7000
6495
6320
6500
6050
6000 5610
5250
5500 5070
5000
GRAMOS
4500
4000
3500
3000
2500
2000
I II III IV V VI
TIPO DE AGUA
234
Lechuga
235
Tabla 4.10 Resultados del cultivo de lechuga
Los resultados que se muestran en la tabla anterior revelan que la lechuga requiere de
nutrimentos para desarrollarse, y en las que más existen son la III, V y VI, que fueron en
las que se obtuvieron los frutos de mayor peso promedio, a saber 711, 741 y 613 g.
Al contrario de estos resultados las aguas de pozo, aun con fertilizante, y la que proviene
del tratamiento terciario fueron las que proporcionaron lechugas con un peso entre 400 y
500 g, existiendo una diferencia de hasta 300 g con las primeras.
236
741,0
750,0
711,5
700,0
650,0
GRAMOS/LECHUGA
613,3
600,0
550,0
507,5 511,7
500,0
450,0
413,0
400,0
I II III IV V VI
TIPO DE AGUA
Cebolla
La cosecha se realizó el día 24 de diciembre (Foto 4.13), en la cual se pesó cada cebolla
individualmente con y sin rabo y se contó el número de frutos obtenido por cada cama.
Los resultados se muestran en la tabla 4.11.
237
Foto 4.12 Transplante de plantula de cebolla
238
Tabla 4.11 Resultados del cultivo de cebolla
105,0 102,1
100,0
95,9 95,0
95,0
GRAMOS/CEBOLLA
90,0
85,2 86,1
85,0
80,0
76,3
75,0
70,0
I II III IV V VI
TIPO DE AGUA
239
En términos generales y de acuerdo a la gráfica 4.5 se puede establecer que conforme la
calidad del agua empeora la productividad de la lechuga y del rábano se incrementa, sin
embargo, la del cilantro y la cebolla disminuye.
En un análisis más detallado se ordenaron los valores de productividad de cada fruto del
mayor al menor (Tabla 4.12) y se les asignó un valor, esto es, 10 para el mayor, 9 para el
siguiente y así sucesivamente hasta 5 para el menor (Tabla 4.13). Después se agruparon en
frutos de bulbo (rábano y cebolla) y de hoja (lechuga y cilantro) y finalmente se sumaron
los puntos (Tabla 4.14). Los resultados de este análisis se visualizan mejor en las gráficas
4.6 a 4.8.
3500,0 120,0
3000,0
100,0
2500,0
80,0
Cilantro
GRAMOS
GRAMOS
2000,0
Lechuga
60,0
Rábano
1500,0
Cebolla
40,0
1000,0
20,0
500,0
0,0 0,0
I II III IV V VI
TIPO DE AGUA
240
Tabla 4.12 Jerarquía del tipo de agua de acuerdo a la producción
241
19,0
18,0
17,0
16,0
PUNTOS
15,0
14,0
13,0
12,0
11,0
10,0
V I VI III IV II
TIPO DE AGUA
En la gráfica 4.6 se puede observar que los tipos de agua V y VI, los cuales tenían la mayor
concentración de nutrientes, son ideales para el cultivo de hortalizas, tales como rábano y
cebolla. Además, compiten en productividad con un agua de tipo I (agua de pozo), por lo
que se puede establecer que ésta bien puede ser sustituida por una agua residual tratada, y
así disminuir su manda sin afectar la productividad.
En relación a las hortalizas de hoja (lechuga y cilantro) se observó que si se cuenta con un
agua de mejor calidad puede mejorar su productividad, como es el caso del agua que
provienen del sedimentador secundario con desinfección química (agua tipo III) (Gráfica
4.7) y de igual manera que en la gráfica 4.6, el agua de tipo I, V y VI, proporcionan un
buen rendimiento, por lo que nuevamente se puede establecer que el agua de pozo puede
ser sustituida por una agua residual tratada, y así disminuir su manda.
242
18,0
17,0
16,0
15,0
PUNTOS
14,0
13,0
12,0
11,0
10,0
III I V VI II IV
TIPO DE AGUA
34,0
32,0
30,0
PUNTOS TOTALES
28,0
26,0
24,0
22,0
20,0
V I III VI II IV
TIPO DE AGUA
Sumando los puntos de los análisis anteriores (Gráfica 4.8) se ratifica lo establecido en los
dos párrafos anteriores. Se puede obtener una buena productividad de hortaliza con agua
de pozo o proveniente de un tratamiento secundario con o sin desinfección, puntualizando
243
solo una cosa, y es que la disposición de nitrógeno debe ser en forma de nitratos y
finalmente reafirmando que el agua residual tratada pude sustituir al agua de pozo y así
disminuir su manda sin afectar la productividad.
244
Conclusiones
5. En términos generales se puede establecer que conforme la calidad del agua empeora
la productividad de la lechuga y del rábano se incrementa, sin embargo, la del cilantro
y la cebolla disminuye.
6. Los tipos de agua V y VI, los cuales tienen la mayor concentración de nutrientes, son
ideales para el cultivo de rábano y cebolla.
10. El agua residual tratada pude sustituir al agua de pozo y así disminuir su manda sin
afectar la productividad.
245
Autoevaluación
Instrucciones: Lea cuidadosamente cada una de las preguntas y responda en forma breve y
precisa.
1. ¿Cuáles son las normas mexicanas en las que se establece la calidad del agua para su
reúso?
2. ¿Cuáles son los términos generales utilizados para designar los diferentes grados de
tratamiento?
3. ¿Cuáles son las condiciones del ciclo de aireación que proporcionan una remoción del
90% del nitrógeno total?
4. ¿Con qué tipo de agua se obtuvo el mayor rendimiento agronómico de las cuatro
hortalizas?
246
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