del 24 al 30 de setembre de 2018 www.parroquialavilavella.

es

S a g r a d a F a milia - La V ila vella

otaº 


CELEBRACIONES E INTENCIONES

Lunes 24 Martes 25 Miércoles Jueves 27

Nuestra Señora de 26 San Vicente de Paúl,
la Merced A las 9:30h
A las 19:00h presbítero
Misa en sfgr.
A las 19h Misa Misa y
de Roberto
en sfgr. de Rosario Novena en A las 19:00h Misa
Notari y
Badenes Romero Dolores Esteve honor de la y novena a la
(1er aniversario) Virgen del Virgen del Rosario
(Virgen del
Rosario (2)
Carmen)

Viernes Sábado Domingo 30

28 29 XXVI Domingo del tiempo
ordinario
A las A las
A las 7 Canto y Rosario Aurora.
19:00h 19:00h
Misa y Misa y A las 8:00 Misa en sfgr. de Jesús Canós, Mª
novena a la novena a la Teresa Bonet, Ramón Canós, Maria Rosa
Virgen del Virgen del Vicent.
Rosario (3) Rosario (4)
A las 11:00h Misa y novena a la Virgen del
Rosario (5)
del 24 al 30 de setembre de 2018 www.parroquialavilavella.es

PREGUNTAS DE NIÑO
Cuando viene un niño, todo inocente, y te
hace una pregunta, prepárate. Hace un par de días
uno me preguntó “Mossèn, ¿que quiere decir
Aleluya?”. Sin seguir leyendo, a pesar de ser una
palabra tan frecuente en la liturgia, sinceramente,
¿hubieras sabido contestarle?.

Es palabra hebrea que la liturgia ha mantenido

en su lengua original sin traducirla, como también
ha hecho con “Amén” y con “Hosanna”. Aleluya se
considera una palabra sagrada. Se prefirió
mantenerla en su lengua original. San Agustín así lo
explica: “hay palabras que por su autoridad más santa, aunque en rigor
pudieran ser traducidas, siguen pronunciándose como en la antigüedad,
tales como son el Amén y el Aleluya”. San Isidoro de Sevilla, coincide con
él: “No es en manera alguna lícito ni a griegos ni a latinos ni a bárbaros
traducir en su propia lengua, ni pronunciar en otra cualquiera, las palabras
Amén y Aleluya… Tan sagradas son estas palabras, que el mismo san Juan
dice en el Apocalipsis que, por revelación del Espíritu Santo, vio y oyó la
voz del ejército celestial como la voz de inmensas aguas y de
ensordecedores truenos que decían: Amén y Aleluya. Y por eso deben
pronunciarse en la tierra como resuenan en el cielo”. O San Beda el
Venerable: “Este himno de divina alabanza, por reverencia a la antigua
autoridad, es cantado por todos los fieles en todo el mundo con una
palabra hebrea”.

Se compone de dos partes: “Hallel” y “yah”, correspondientes a

“Hallel”, que significa “alabad” y “yah”, del nombre Yahvé. “Alabad al Señor”
o “Alabad a Dios”, y al decirlo, aleluya, ya se está alabando con el canto y
el júbilo de corazón.

Hay numerosas muestras en la Sagrada Escritura. Aleluya es el canto

de los redimidos, Aleluya es la alegría del corazón ante el Señor. Con unas
pocas sílabas se contiene y se manifiesta júbilo, gozo, alegría, fe,
exultación. Ahora ya lo sabes.
del 24 al 30 de setembre de 2018 www.parroquialavilavella.es

EL PECADO VENIAL
Si uno intenta seguir al Señor en serio, procura vivir en gracia de Dios y
evitar el pecado mortal. Pero en muchas ocasiones no se lucha con
determinación para evitar el pecado venial deliberado. Y esas faltas, pequeñas
en apariencia, dificultan que podamos crecer en santidad. Si uno considera
esas faltas de poca importancia, si somos indiferentes a él, en plan “es una
tontería” es imposible participar en la vida divina, es imposible una vida de
caridad perfecta. “El que desprecia lo poco, poco a poco se precipitará” (Ecli
19, 1), “El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho” (Lc 16,10).

El pecado venial deliberado es (ahí va la definición) una transgresión

consciente de un mandato divino cometido con pleno consentimiento. Un
pequeña mentira, una falta de caridad o de obediencia…No es un
apartarse del todo de Dios, pero en vez de su voluntad hacemos la nuestra
(rencores, murmuraciones…). Queremos mas un placer cualquiera, una
satisfacción, una cosa terrena por encima de la voluntad del Señor. Y así
rechazamos una inspiración, una gracia, en la que si hubiéramos
correspondido, si hubiéramos dicho que si, el Señor nos habría dado otras
mayores y un aumento de caridad.

Con estas pequeñas infidelidades pequeñas el Señor se muestra mas

reservado en sus dones, y por tanto uno mete la pata mas todavía.
Mengua la fe, peores tendencias naturales, disminuye el fervor… Se pierde
ese buscar a Dios por encima de todas las cosas, de buscar su amor, y se
va uno cansado, perdiendo alegría y
fuerzas.

Con el tiempo pueden llegar a

convertirse en pecado venial habitual.
Se transforma en un hábito, se
enquista. Muchas almas aún piadosas
se encuentran en una infidelidad casi
continua en pequeñas cosas: son
impacientes, poco caritativas en sus
pensamientos, juicios y palabras, falsas
en su conversación y en sus actitudes,
lentas y relajadas en su piedad, no se
del 24 al 30 de setembre de 2018 www.parroquialavilavella.es

dominan así mismas y son  demasiado

frívolas en su lenguaje, tratan con ligereza la
buena fama del prójimo.

Y lo peor es que uno pude darse cuenta

de todo esto, incluso confesárselo, pero no
arrepentirse con seriedad ni poner los
medios para prevenirlos. Y poco a poco van
tirando para abajo, y uno empieza a pensar
desde el punto de vista mundano y no
divino. El alma pierde el esplendor de su
belleza, y el Señor se va retirando mas de ella. Y es normal, porque
estamos siendo tacaños con Dios. Elegimos lo que Él desprecia y
aborrece, nos ponemos a sabiendas en peligro… Esto solo puede acabar
en la debilidad, la indiferencia y la tibieza.

Bueno, ya esta bien de plantear el tema ¿Soluciones?. No te van a

pillar por sorpresa.

Oración. No basta el deseo y el esfuerzo humano. Es preciso que nos

ilumine la gracia divina. Hay que pedir librarse de esos pecados. También
se nos dará el valor, vigor y fortaleza para combatirlo.

Tener los principios claros. Que las cosas pequeñas son tan
necesarias de vencer como las grandes. Esto implica valorar perfectamente
la gravedad del pecado venial. No considerarlo insignificante, sino que es
una lacra, una ofensa a Dios que obstaculiza y arrincona la gracia.

Confesarse con frecuencia. Este sacramento no solo perdona los

pecados cometidos sino que fortalece y prepara el alma.

¡Estar atentos!. “Velad y orar para no caer en tentación” (Mt 26, 41).

Pero lo mas importante es el amor a Dios y el prójimo. Si uno, en vez

de ir con “mínimos” va a “máximos” eso pecados caen a los lados por su
propio peso. Es un combate contra el amor propio, que siempre está ahí
tocando las narices, y que nos impide adquirir el amor de Dios.