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ENM

UNAM

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


ESCUELA NACIONAL DE MÚSICA

ISBN 968-36-6358-3

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Manual de construcción de
cañas para oboes
Roberto Kolb Neuhaus

ENM
UNAM

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


ESCUELA NACIONAL DE MÚSICA
1998
Fotografía:
Bob Schalkwijk (herramienta)
Roberto Kolb (carrizo)

Dibujo:
Alejandra Sotelo

Diseño gráfico: Para A"y$on' Laura ^Susana-


tacuache ta.ler-G.adys P. Campero/C.audio Arau]o

Ilustración de portada:
Ricardo Peláez

Primera edición: 1998


D.R. © Roberto Kolb Neuhaus, 1995
D.R. © Universidad Nacional Autónoma de México, 1998
Escuela Nacional de Música
Xicoténcatl 126, Col. Del Carmen, Coyoacán
C.P. 04100, México D.R

ISBN 968-36-6358-3
Impreso en Méx\co/Prínted in México
ÍNDICE
Prefacio 13

Láminas: Cosecha y procesamiento del carrizo


Instrumental para la construcción de cañas 1s

Primera parte: Procedimientos para la construcción de una caña 27

Introducción 29

1. Selección y cepillado del carrizo 30

2. Selección y perfilado de las palas 33

3. Montaje de la pala perfilada sobre el tudel 37

4. Procedimientos prácticos para la ejecución del corte 46


Primera etapa: delineación del corte 46
Segunda etapa: apertura de la caña 50
Tercera etapa: tallado de la sección de ataque 53
Cuarta etapa: balance del dorso respecto de la sección
de ataque 56
Quinta etapa (eventual): balance del dorso respecto
del cuello 64
Sexta etapa: control de la caña 65
Séptima etapa: ajustes cotidianos de la caña 68

5. Equilibrio global de los elementos de una caña 69

6. Construcción de cañas para:


Oboe de amor -. 75
Corno inglés 75
Oboe barroco ' 77

7. Problemas en la construcción de cañas 79


La caña es muy "pesada" 79
La caña es muy "floja" ai
La apertura de la caña es excesiva 82
La caña es demasiado dura 84
La caña es demasiado suave 86
La afinación de la caña es alta 87
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Prefacio
En una buena caña, suele decirse, radica la mitad del arte de ejecutar
el oboe. Esto se debe a que la caña determina el timbre, el rango di-
námico y las posibilidades de articulación y modulación del sonido:
nada menos que el mismísimo potencial expresivo del instrumento.
Sin embargo, llama la atención que en toda Europa, cuna y escenario
del desarrollo del oboe desde el siglo xvn hasta nuestros días, prácti-
camente no existan tratados sobre la construcción de cañas. Esta au-
sencia es tanto más notoria si, por contraste, recordamos la amplia
difusión de célebres tratados de interpretación escritos por composi-
tores y ejecutantes tales como Quantz y C.Ph.E. Bach en el siglo xvín,
Ferling, Barret y Luft en el xix, y más recientemente a Bozza y Gillet.
La explicación de esta carencia metodológica se encuentra en
el carácter eminentemente artesanal de la construcción de una caña.
Se requiere de una buena coordinación de las manos, de una sensibi-
lización de los ojos para detectar en gran detalle las particularidades
del tallado y de un entrenamiento de los labios para evaluar las carac-
terísticas de flexibilidad, elasticidad y sonoridad de una caña: todas
éstas son habilidades cuyo desarrollo toma muchos años. Tradicional-
mente esta práctica ha sido transmitida de generación en generación
del mismo modo en que en la Edad Media un carpintero o un reloje-
ro capacitaba a sus aprendices. Al igual que éstos, en el siglo xvni, los
alumnos del oboe —que usualmente debían ejecutar también la flau-
ta de pico y la transversa— aprendían por imitación no sólo a cons-
truir cañas sino, con frecuencia, incluso los instrumentos mismos.
Hoy en día no se espera de un oboísta que construya su pro-
pio instrumento ni que domine simultáneamente otros tantos, pero
en cuanto a la enseñanza de la construcción de cañas, poco ha cam-
biado. La eficacia del aprendizaje por imitación visual y la experiencia
práctica difícilmente pueden ser reemplazados por un instructivo im-
preso. A lo más, un manual ayuda a ordenar este adiestramiento prác-
tico y a proporcionar algunos conocimientos teóricos que comple-
mentan y explican la conducta caprichosa de la caña y del carrizo,
materia prima cambiante e impredecible que el oboísta debe en-
frentar a diario.
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Nauhaui

La enseñanza por transmisión oral en Europa ha funcionado,


porque dicho continente cuenta con una tradición fuerte e ininterrum-
pida en el terreno que nos concierne. No obstante, las condiciones en
América Latina son distintas. Con respecto al oboe y a la construcción
de sus cañas, en nuestro territorio no existe tradición alguna. Hasta ha-
ce poco, los escasos oboístas con los que se contaba se habían hecho
en buena medida solos, o se habían dejado influir por las más varia-
das escuelas en encuentros furtivos con oboístas itinerantes del Viejo
Mundo o de la Norteamérica anglosajona.
El hecho es que carecemos en América Latina de un criterio
técnico y estético propio y uniforme y, consecuentemente, de maes-
tros que puedan heredarlo a sus alumnos. No tenemos siquiera una
nomenclatura hispana o portuguesa homogénea que nos permita
compartir información sobre el tema.
Estas lamentables carencias, que contrastan con el ansia de co-
nocimiento y la euforia musical que vive actualmente la juventud de
América Latina, dieron pie a la redacción de un texto sobre la construc- _-., Láminas
ción de cañas dirigido al mundo hispanoparlante. El presente manual Cosecha y procesamiento del carrizo instrumental para la
sugiere, en primera instancia, una nomenclatura técnica que permita
construcción de cañas
sistematizar los conocimientos y términos, haciendo posible una comu-
nicación fructífera en torno al tema. Una vez establecidas estas bases,
propone un sistema de construcción de cañas generalizable que, sin
embargo, está abierto al desarrollo de variaciones singulares.
Este esfuerzo primero en habla hispana—se dirige tanto a aque-
llos que nunca han intentado construir una caña o no tienen a quien imi-
tar, como a los que han experimentado durante años y desean confron-
tar sus dudas y soluciones con las de otro colega latinoamericano.

Roberto Kolb Neuhaus


México, 1998

15
Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

Cosecha y procesamiento del carrizo

Lámina 1
Carrizal joven (aproximadamente tres
meses de crecimiento). Aunque la ma-
yor cantidad de carrizo crece a lo largo
de ríos y zanjas, en México el campesi-
no acostumbra tener junto a la choza
un pequeño carrizal que le servirá para
múltiples fines: techumbres, cercados,
cestería, herramientas de trabajo e in-
cluso la construcción de casas en climas
cálidos.
El carrizo utilizable para la construc-
ción de cañas debe tener más de dos
años de crecimiento y se reconoce por
la presencia de ramaje en la parte su-
perior de la planta.

Lámina 2
Carrizo para corno inglés y oboe, pela-
do y preparado para el desflemado.

17 LAmlnai
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaui Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

Lámina 3 Lámina 5
Proceso de desflemado. El carrizo se Proceso de añejamiento. Idealmente el
coloca a la intemperie en un lugar bien carrizo en tubos debe permanecer en
ventilado, aunque protegido de la llu- un lugar bien ventilado durante dos
via y del sol. Así permanece por lo me- años o poco más, periodo en el cual la
nos seis meses, mientras pierde su hu- fibra del carrizo adquiere mayor con-
medad y reduce considerablemente su sistencia y estabilidad. A partir de ese
peso. momento está listo para la fabricación
de cañas.

Lámina 4
Proceso de asoleado. El carrizo, des-
pués del desflemado, se corta en tubos
y se selecciona de acuerdo con su gro-
sor. Después se coloca al sol hasta que
pierda el tinte verdoso que aún conser-
va luego del desflemado. También es
común asolear las varas antes de cor-
tarlas en tubos.

Instrumental para la construcción de cañas


Lámina 6
a) Hilo de nylon: es el único material con suficiente resistencia.
b) Rodillo para el hilo: el que se muestra es de fabricación casera. De-

18 19 Lámina*
MANUAL DI (ONItHUí t ION l>r (ANAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuh«ui Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

be ser suficientemente grande y delgado para caber cómodamente en Lámina 7


la palma de la mano. Una ranura delgada en un extremo permite en-
sartar el hilo para enredarlo con facilidad. El rodillo le da a la mano
mejor sostén para tensar el hilo.
c) Alambre de latón: se sugiere un grosor de 0.35 mm. Como material
es preferible el latón al cobre, pues este último tiende a ser demasia-
do blando.
d) Cilindros de apoyo para corno inglés y oboe: sirven para rebajar los
extremos de la pala y para localizar y marcar el centro de la misma con
objeto de doblarla.
e) Cuña para el tallado del corte: la que se muestra en la imagen es de
madera de granadillo. El objeto de usar una cuña de madera es pro-
teger el filo de la cuchilla. La superficie de la cuña es convexa y se
amolda a la forma de las lengüetas, de manera que no es necesario mandril. Al adquirir nuevos tudeles, conviene cotejar siempre su coni-
presionarlas para tallar. El color oscuro permite observar mejor el aca- cidad con la del mandril para garantizar la uniformidad de éstos.
bado de la cabeza de la caña que, por su delgadez, es traslúcida. Tam- c) Lima semirredonda: se utiliza por algunos (sobre todo por los ho-
bién existen cuñas de acero planas, convexas, blancas y ennegrecidas. landeses) para la ejecución del corte. Ayuda a lograr desvanecimien-
f) lúdeles de oboe y corno inglés: existen en el comercio tudeles hechos tos graduales pero estropea la fibra de la superficie y no sirve para el
de latón o de una aleación de níquel y plata. acabado de secciones muy delgadas.
g) Navaja industrial: se usa para perfilar el carrizo y puede conseguir- d) Pinzas de nariz plana: el ancho de la nariz debe tener aproximada-
se en las ferreterías. Se pueden utilizar también los denominados cut- mente 5 mm.
ters (mangos de plástico con cuchillas reemplazables), que están a la e) Mandril de madera para el tallado de la caña: el que se muestra es
venta en cualquier papelería. de producción casera. Lo diseñé con el objeto de relajar la tensión de
h) Bloquecillo para trozar la cabeza de la caña: debe estar hecho de la mano izquierda que suele generarse con los mandriles tradiciona-
madera dura. Su superficie debe ser levemente convexa. les debido a la flexión excesiva de la mano. Este mandril reduce la ten-
sión y descansa cómodamente la palma de la mano.
Lámina 7 f) Cortauñas de filo recto: es una de las opciones para el corte de la ca-
a) Cuchillas para tallado: se muestran aquí beza. Realiza un corte limpio fácilmente. Su desventaja consiste en que
sólo dos de las más usuales: la de dos pare- no se puede ver con claridad el fragmento de la cabeza que se está cor-
des cóncavas y la de una pared oblicua. La tando. Otra posibilidad es usar una buena tijera recta o un cuchillo de
primera permite lograr un filo muy fino y dos lados cóncavos, apoyándose sobre el bloquecillo (lámina 6 h).
es muy útil para el tallado de la cabeza. La
segunda es muy útil para el rebajado de la Lámina ?
corteza y el dorso, pues su grosor hace que a) Cuero de asentar: la modalidad ilustrada está montada sobre super-
no vibre al tallar. Existen además otros ti- ficies de madera flexibles. Cuenta con un cuero de superficie tosca y
pos de esmerilado, como se observa en la otro de superficie fina. Se utilizan en ese orden para asentar el filo ob-
figura segunda. tenido con una piedra. Para hacer más efectivo el asentado se le apli-
b) Mandriles de oboe y corno inglés: la co- ca al cuero una pasta abrasiva.
nicidad del tudel debe coincidir con el

21 Lámlnai
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb N*uh«ui Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

Lámina 8 Lámina 9

b) Piedra de afilar: existe en una variedad de materiales naturales y


sintéticos. Las piedras más usadas son las del tipo Arkansas. Para el afi-
lado de nuestras cuchillas se utilizan los grados medio y fino. La pie-
dra mostrada aquí es sintética y está manufacturada a base de polvo d) Perfiladores tipo "Prestini" (oboe y corno inglés): permiten perfilar
de diamante. más de una pieza de carrizo a la vez. El resultado suele ser poco pre-
c) Aceite abrasivo: funciona como lubricante para facilitar el roce del ciso en comparación con los otros sistemas.
metal sobre la piedra. Debe usarse solamente en piedras que requie-
ran aceite como lubricante, ya que hay piedras que utilizan agua pa- Lámina 10
ra este propósito. a) Triseccionador holandés, su diseño más grueso en la parte trasera
d) Cilindros de porcelana: son una de las adiciones más recientes a los hace que las tres secciones de carrizo se separen conforme baja el tri-
sistemas de afilado. Son extremadamente fáciles de usar y no requie- seccionador por la cavidad del tubo.
ren lubricante. En la fotografía se muestran cilindros para afilar y pa- b) Precepilladores (oboe y corno inglés): su función es preparar las pie-
ra asentar el filo. zas de carrizo (después de guillotinarlas) de manera que embonen
perfectamente en la cuneta del cepillo.
Lámina 9
a) Perfiladores de tipo francés con mango automático (oboe y corno
inglés): el mango permite intercambiar perfiladores. Las "orejas" en
el extremo superior del perfilador ayudan a evitar el desplazamiento
lateral de la pala.
b) Perfilador tipo alemán: permite cambiar perfiladores. No tiene ore-
jas. Las pinzas sujetan el carrizo en dos puntos para evitar su despla-
zamiento lateral. Su empleo es más sencillo y rápido, además de
desgastar el filo de las cuchillas o navajas en menor medida que en el
sistema francés.
c) Perfilador italiano para corno inglés: perfilador y mango forman
una sola pieza. Es muy difícil colocar el carrizo sin maltratarlo. No es a
recomendable.

22 (.Aminas
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Robarto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb N«uh«ui

Lámina 11 rrizo. La guillotina es deficiente; en cambio, el sistema de perfilado


Cepillo y guillotina: en la fotografía se muestra el que seguramente es es lo más avanzado que existe. Perfila y dobla la pala en sólo unos
el mejor cepillo en venta. Proviene de Kunibert Michel (Hannover). Es cuantos segundos. Se ofrecen al cliente cerca de un centenar de per-
de gran exactitud y de tecnología muy avanzada. Sus rasgos más lla- files distintos, cuando los fabricantes tradicionales no suelen ofrecer
mativos son: ajuste micrométrico del grosor, ajuste radial de la cuchi- más de tres o cuatro opciones. Este sistema permite incluso la fabri-
lla, doble rastrillo que impide el movimiento lateral de la pala, carro cación de un perfil específico al gusto del cliente.
montado en la barra con baleros que no requieren lubricación y cuyo
desgaste es casi nulo. Lámina 13
Esta máquina sólo se puede adquirir bajo pedido, en cuyo caso se de- Perfilador del corte: introducido y fabricado también por Kunibert
be especificar el diámetro del tubo de carrizo que se utiliza (10 mm, Michel en Hannover, esta máquina significó una verdadera revolución
10.5 mm, 11 mm) y el radio de la cuchilla, con el objeto de obtener la- en el quehacer oboístico. Con base en un molde de acero obtenido de
dos más gruesos o delgados en las palas cepilladas. una caña del cliente, la máquina es capaz de copiar en medio minuto
el tallado de una caña con gran exactitud. (Véase discusión en el capí-
tulo O de la segunda parte.)

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Lámina 12
Cepillo eléctrico, guillotina y perfilador: este aparato es de reciente
diseño y es fabricado por A. Hórtnagel en Austria. Tiene capacidad pa-
ra cepillar hasta 100 palas en una hora sin mayor esfuerzo físico, pero
sólo es costeable para quien debe cepillar grandes cantidades de ca-

25 Uái
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaus

Lámina 14
Micrómetro (indicador micrométrico): se muestran dos modelos, el
manual y el de base, que descansa sobre la mesa mientras se usa. Am-
bos sirven para medir el espesor de las palas cepilladas y su lengüeta
puede ser insertada dentro de la apertura de la caña para medir con
exactitud el espesor de los distintos sectores del corte. Personalmen-
te, encuentro mucho más cómodo el sistema manual.

Lámina 15 Primera parte


Medidor de densidad y de espesor: diseño reciente introducido por R. Procedimientos para la construcción de una caña
Potratz (Alemania). Mide el espesor de las paletas, mas no el de los
sectores del corte. La novedad que ofrece, sin embargo, es la medición
de la densidad del carrizo, pues ésta determina en gran medida los re-
sultados finales de la construcción de una caña. Permite preseleccio-
nar, con un pequeño margen de error, las palas de carrizo con mayor
potencial. (Véase discusión en el capítulo P de la segunda parte.)

27 Primara part
26
Introducción

El oboe, con su enorme capacidad expresiva, suele suscitar con la


sola mención de su nombre suspiros entre los amantes de la mú-
sica. Su sonido seduce a muchos a probar suerte e intentar apren-
der a tocarlo, pero nunca falta el "experto" que trata de disua-
dirlos de su propósito advirtiéndoles las dificultades insalvables
que enfrentarán al toparse con el "problema" de las cañas.
Es verdad: la maestría en la construcción de cañas re-
quiere el esfuerzo de años y nos roba mucho tiempo, que sería
mejor empleado en el estudio del instrumento mismo. Pero, ¿es
verdaderamente la caña un obstáculo en el aprendizaje del
oboe?
Es cierto que el largo proceso de sensibilización y apren-
dizaje de esta disciplina puede ir aparejado con grandes dosis de
frustración, impaciencia e incluso desesperación. Pero tarde o
temprano llega para la mayoría el momento en que la caña, le-
jos de interponerse entre el músico y su música, se vuelve un ve-
hículo maravilloso que le permite expresar tanto o más que en la
mayoría de los instrumentos.
Pocos son los instrumentos que poseen la riqueza expre-
siva del oboe en cuanto a posibilidades de articulación, agili-
dad, coloración del sonido y contrastes dinámicos. Y es precisa-
mente la caña la que permite esta versatilidad.
Un oboe no es tal hasta que se le inserta la caña termi-
nada. La caña consta de dos lengüetas de carrizo amarradas so-
bre un tubo metálico de forma cónica que, de facto, constituye
la continuación, también cónica, de la perforación del oboe. Al
mojar las lengüetas y soplar a través del orificio que las separa,
éstas comienzan a vibrar, produciendo el sonido básico del
oboe. Ya introducida en el instrumento, éste le dará al sonido
amplitud y color, además de permitir controlar su altura.
Lograr la construcción de una caña que emita un sonido
no es en sí tan difícil. De hecho, esto se puede lograr en pocas
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Nvuhauf Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

sesiones de aprendizaje. Dominar este arte, sin embargo, signi- te que el alumno domine esta parte del proceso de construc-
fica algo muy diferente. Supone no sólo el dominio total de las ción de cañas.
habilidades artesanales implicadas sino el logro de un equilibrio En el capítulo correspondiente se explican las variantes
absoluto entre nuestro cuerpo, la caña y el instrumento con el mencionadas y su influencia sobre el balance de la caña. Aquí da-
que ésta nos vincula. Supone, también, el desarrollo de un con- ré sólo algunas indicaciones prácticas para realizar el cepillado.
cepto sonoro propio y el conocimiento práctico requerido para Antes que nada se escogerán los tubos que se pretende
reproducirlo en una caña. Tarde o temprano la caña dejará de cepillar. Se descartarán aquellos que tengan un tono verdoso
sentirse como un cuerpo extraño e incómodo entre nuestros la- en la corteza o en la parte visible de su carnosidad. Se buscarán
bios y se transformará en una continuación de nuestro cuerpo, tubos cuya corteza sea tersa y brillante y cuyo diámetro sea
ligando al propio oboe orgánicamente a él. adecuado (10 a 10.5 mm).
Por último quisiera citar un pensamiento del oboísta ale- Un tubo torcido longitudinal o lateralmente resulta ina-
mán Ingo Goritzki: lejos de lamentarse de los problemas que decuado, aunque por lo común éste contiene un segmento uti-
pueden causar las cañas, nos recordaba que somos afortunados lizable. Debe cuidarse también la redondez del tubo. Un tubo
dado que tenemos la suerte de poder lograr, a través de la cons- ovalado debe ser desechado.1
trucción de cañas, una personalidad tímbrica y musical absoluta- Después de escoger los tubos procedemos a remojarlos
mente individualizada. La cantidad de sonidos distintos que una en agua de cuatro a ocho horas, cuidando que estén sumergi-
caña, según su diseño, es capaz de producir en un oboe es infini- dos en su totalidad. Luego pasamos a triseccionarlos longitudi-
ta. Y el timbre que logran algunos oboístas es tan característico nalmente con la herramienta adecuada (lámina 10a).
que, al escuchar una grabación, un oído sensibilizado lo recono- Utilizamos, a continuación, la guillotina, que viene co-
ce de inmediato. Más allá del oboe, sólo la voz humana tiene la múnmente integrada al cepillo. Cada segmento de carrizo debe
capacidad para alcanzar ese grado de individualidad tímbrica. El ser guillotinado en sus dos extremos. Es muy importante que, an-
timbre característico de una caña añade, así, una dimensión ex- tes de guillotinar, se escoja la parte más recta del carrizo.
presiva más a la capacidad interpretativa de cada oboísta.

1. Selección y cepillado del carrizo

Muchos oboístas acostumbran adquirir el carrizo ya cepillado y


en ocasiones incluso perfilado. Con ello ahorran no sólo tiem-
po, sino también el gasto elevado que implica adquirir un cepi-
llo de buena calidad. Personalmente siento que el cepillado es
tan importante como el mismo tallado de la caña. Las variables
existentes en el proceso del cepillado son trascendentales para
el funcionamiento de la caña terminada. En el diseño de una
' Eventualmente puede medirse el radio de la circunferencia de dicho tubo y rescatarse al menos una de las
caña entran sin duda estas variantes y, por tanto, es convenien- 11 el pul» que suele rendir cada tubo.

31 Primara parta
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuh«Mt MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
Roberto Kolb Neuhaus

Una vez guillotinado el carrizo, se procede a preceplllar- Una vez cepillada la pieza, es costumbre invertirla y re-
lo. Para ello se utiliza la herramienta mostrada en la lámina pasarla con el cepillo para garantizar un perfil simétrico. Des-
10b. Durante este proceso, la mano izquierda presiona el carri- pués de esto se miden el centro y los lados de la paleta en va-
zo hacia abajo, mientras la derecha lo empuja con el cilindro rios puntos de su longitud para comprobar su grosor. Para ello
poco a poco a través de la cuchilla. Debe evitarse el preceptua- se utiliza un micrómetro como los que se observan en la lámina
do en un solo movimiento, por el riesgo de lastimar los dedos 14. Medidas en su centro, las palas cepilladas deben medir en
con la cuchilla. promedio 0.58 mm. (Véase el capítulo B, segunda parte.)

2. Selección y perfilado de las palas

El perfilado es un asunto importantísimo en la construcción de


cañas. Diferencias en el perfil de una caña son determinantes
de factores tan diversos como resistencia, timbre, estabilidad,
afinación y potencia. Por eso me parece fundamental que cada
oboísta conozca el proceso del perfilado.
En el capítulo C de la segunda parte se encontrará una
discusión amplia sobre el uso de los perfiladores. Aquí nos con-
formaremos con un mínimo de sugerencias prácticas para el
Ahora pueden colocarse los segmentos de carrizo en la perfilado.
cuneta del cepillo. El carrizo debe estar bien sujeto por ambos la- Antes que nada debemos seleccionar las palas que nos
dos y asentar bien dentro de la cuneta. Se cuidará que el carrizo proponemos perfilar en función de su flexibilidad y elasticidad.
quede bien centrado y que durante el cepillado no se desplace Sujetando una pala mojada por los extremos y torciéndola longi-
lateralmente, pues esto causaría cantos de grosor desigual, lo tudinalmente, medimos la resistencia que opone (flexibilidad) y
cual constituye un error muy grave. soltándola después en uno de los extremos observamos el grado
y velocidad en que recobra su forma original (elasticidad).
Comparando palas, desecharemos aquellas que se flexio-
nan sin oponer resistencia y carecen de elasticidad. El carrizo ideal
es aquel que es flexible pero elástico. Con la práctica el alumno
desarrollará sensibilidad para detectar el carrizo adecuado.
Antes de proceder al perfilado es necesario doblar la
pala por la mitad. Para esto quisiera sugerir dos métodos al-
ternativos:

32 33 Primera partí
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
Roberto Kolb Neuhaui

1. Se coloca la pala húmeda2 sobre el cilindro de apoyo


(véase la lámina 6d). Siguiendo la hendidura central del rodillo,
hacemos una marca suave a lo ancho de la corteza con la cuchilla.

mos. Enseguida, entresaco el dedo y presiono el doblez, toda-


vía curvo, hasta aplanarlo.
Este método no sólo es más rápido sino que permite un
control adicional de la flexibilidad del carrizo. Si durante este
proceso se raja la pala o la corteza se separa notoriamente de
Ahora apoyamos la pala sobre el filo de la cuchilla de la- la fibra interior en el doblez, habremos detectado a tiempo un
dos cóncavos y la doblamos. carrizo demasiado duro.
Para colocar la pala doblada sobre el perfilador debe-
mos antes hacer un corte de las esquinas del doblez, para dar
lugar a las "orejas" del perfilador.3

2. Personalmente, prefiero un método más sencillo y di-


recto. Sin recurrir del todo al rodillo para marcar el carrizo, co-
loco la pala mojada sobre el dedo índice izquierdo (a la altura
de la uña) y la doblo sobre éste, haciendo coincidir los extre-
La pala debe haber permanecido en agua por lo menos die:z minutos antes de realizar el doblez. Este procedimiento es necesario sólo cuando se aplican perfiladores del sistema francés.

lera parte 35 Primer* p*


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Al colocar la pala en el perfilador debemos cuidar que Debe cuidarse que la pala terminada quede justo a ras
quede centrada y que sus dos lados coincidan perfectamente. El con los lados del perfilador.
doblez de la pala no necesita asentar a fondo sobre el extremo Hay que poner atención en que la pala esté bien sujeta
superior del perfilador. Se puede colocar dejando una holgura por las pinzas del mango, para que no resbale lateralmente an-
de hasta 1 mm en la parte superior. te la presión de la navaja.

3. Montaje de la pala perfilada sobre el tudel


Antes de proceder al montaje de la caña es necesario hacer una
serie de preparativos.
Primero marcaremos la pala para poder localizar la altu-
ra a la cual la colocaremos sobre el tudel. Puesto que el carrizo
ha sido remojado será difícil que se reconozca una marca de lá-
piz o pluma. Por eso conviene hacer una marca leve con la cu-
chilla sobre el cuello en el lugar adecuado. El cilindro de apoyo
nos facilitará esta tarea.

Ahora podemos iniciar el perfilado, utilizando una nava-


ja de cuchillas desechables o navajas industriales de un filo.
Haremos varios cortes, retirando poco a poco el carrizo
excedente y comenzando siempre en el extremo de las orejas.
Colocando la pala perfilada sobre el rodillo procedemos
a rebajar la corteza de sus extremos con la cuchilla de filo obli-
cuo. Esto disminuirá el peligro de rajadura y facilitará el mon-
taje de la pala sobre el tudel.

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Ahora podemos iniciar el montaje.


Colocaremos primero el tudel sobre el mandril, cuidan-
do que mandril y tudel coincidan.

El tudel deberá estar bien fijo en el mandril. Sujetamos


con la mano izquierda el mandril y el tudel. Colocamos ahora la
pala doblada sobre el tudel, asegurándonos de que la marca
coincida con el extremo del tudel y de que la pala descanse so-
bre el lado más plano del óvalo.

El hilo de nylon deberá ser amarrado a un gancho o cla-


vo sujeto a una mesa sólida. El hilo estará enredado en un ca-
rrete que permita un manejo firme y cómodo.

A partir de este momento, pulgar e índice izquierdos su-


jetarán las dos lengüetas sobre el tudel.
Tomamos ahora el carrete en la mano derecha permi-
tiendo que el hilo pase entre índice y medio o medio y anular,
como se observa en la figura superior de la p. 41. La distancia

parte
39 Primera parta
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entre el gancho y el carrete no debe ser menor de 20 cm, per- Estamos listos ahora para realizar los primeros giros, co-
mitiendo suficiente espacio para maniobrar. mo se indica en la figura siguiente.
Sobre el hilo tensado colocamos ahora el tudel con la
pala doblada. El hilo deberá estar a tres o cuatro vueltas de dis-
tancia del óvalo del tudel (aproximadamente 2 mm).

Durante cada giro mantendremos tenso el hilo. Antes de Ahora haremos los giros necesarios (tres o cuatro) para
iniciar el amarrado nos cercioraremos de que las lengüetas es- que el hilo llegue hasta justo antes de la marca en el carrizo.
tén bien centradas sobre el tudel y que no sobresalga una so- Gradualmente estiramos el hilo con el fin de sellar las lengüe-
bre la otra al observarlas desde arriba. tas entre sí y en torno al tudel.

parte 41 Primera pirt


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9ÍO
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Esto debe hacerse con lentitud, girando varias veces el Como se observa en la siguiente figura, hacemos ahora
mandril en una y otra dirección, con objeto de controlar que las un giro diagonal sobre las vueltas hechas previamente, sin rela-
lengüetas se cierren simultáneamente en ambos lados. Si esto jar la tensión de ambas manos.
no sucede, las lengüetas no estaban bien centradas sobre el tu-
del antes de iniciar el amarrado. En tal caso se afloja la tensión
del hilo y se reajusta la posición de las lengüetas.
Es muy importante que las lengüetas cierren al mismo
tiempo, para evitar que los cantos de un lado asienten uno so-
bre otro con más presión que los cantos del otro lado. Esto pro-
vocaría problemas posteriores cuya causa sería difícil detectar e
imposible corregir.
Igualmente, es necesario insistir en que las lengüetas, al
cerrar, no queden desfasadas una respecto de la otra y cuidar
que el hilo no pase más allá del extremo del tudel.

Resta sólo continuar los giros en dirección del corcho,


atrapando en cada vuelta el hilo que viene del gancho. Convie-
ne estirarlo tras cada giro, para que quede bien apretado en tor-
no al carrizo. Se cuidará de que no quede espacio abierto entre
vuelta y vuelta del hilo. 1 mm antes de llegar al corcho procede-
Manteniendo la tensión del hilo, giraremos el mango mos a hacer el nudo, como lo indican las siguientes dos figuras:
del mandril hacia nosotros y nos cercioraremos de que la pala
esté bien alineada con el tudel (no hace ya falta que los dedos
de la mano izquierda sujeten las lengüetas).

43 Primera partí
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Es muy importante que el índice izquierdo apriete el Es aconsejable mantener la cuchilla recostada sobre el
hilo en todo momento, como se observa en la figura anterior. canto al momento de cortar las orejas, para evitar que se modi-
Con la mano derecha jalamos el hilo hacia el corcho (sin fique el perfil de la caña.
soltar el índice izquierdo) y apretamos con fuerza el nudo en el
espacio expuesto del tudel.

Para finalizar quisiera añadir algunas precisiones sobre


el montaje de la pala perfilada sobre el tudel.
Para que los costados de las lengüetas cierren bien al
apretar el hilo tiene que coincidir la circunferencia del tudel en
su extremo con el ancho de la pala perfilada.
Repetimos una vez más el procedimiento de las figuras Debido a que varían mucho las dimensiones de los tude-
anteriores para obtener un doble nudo. Cortamos ahora el hilo les tanto como el desvanecimiento de cada perfilador, se reque-
a 5 mm del tudel, utilizando una tijera. rirá cierto grado de experimentación hasta encontrar el punto
Por último, retiramos las orejas de la pala con una cuchi- justo para el amarre. Si el ancho de la pala no es suficiente en el
llo de filo oblicuo, como se observa en la siguiente figura. punto de amarre, no cerrarán los lados. Si el ancho de la pala es
excesivo en el punto de amarre, se formará una joroba en ese si-
tio, perdiéndose una transición natural del carrizo al tudel.

»«rte 45 Primera i
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ñutos. A lo largo de todo el proceso del corte el carrizo deberá


4. Procedimientos prácticos para la ejecución mojarse periódicamente para mantenerlo húmedo, tal como
del corte deberá estar a la hora de tocar. Un carrizo seco no responderá
de manera adecuada a la cuchilla.
Con la ayuda de un calibrador o de una reglilla se medi-
Anatomía del corte: nomenclatura rá y marcará la longitud del cuello, o sea, el punto donde se ini-
ciará el corte. Esta marca habrá de hacerse también en el lado
El corte Cabeza
opuesto.
Cabeza o ^ l Pendiente
punta pendiente Corazón Medidas globales de una caña
Dorso -^i Flancos
Costados

Cuello

Sección de ataque \
Sección dorsal (dorso) ]

i i

Primera etapa: delineación del corte

Antes que nada el carrizo montado en el tudel deberá remojar-


se en agua (sumergido hasta antes del hilo) durante cinco mi-

47 Primer* par
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Se hace una incisión suave en forma de media luna con Giro de la cuchilla para marcar la media luna
una cuchilla gruesa, ejerciendo presión verticalmente. Hay que
repetir este mismo procedimiento en el lado opuesto.
Con la misma cuchilla empujamos varias veces y con fir-
meza desde la media luna hasta la punta en un solo pulso, reco-
rriendo el radio completo del corte de costado a costado. Esta
operación se repite en ambos lados de la caña hasta que se ha-
ya retirado la misma cantidad de carrizo a lo ancho y largo de
toda la superficie del corte. Se retirará tanto carrizo de la corte-
za como sea necesario para que sea claramente visible la veta de
la madera interior. Esta veta, que debe ser continua en toda su
longitud, facilita la detección de cualquier irregularidad en el re-
Extensión del movimiento y ángulos de inclinación de la cuchilla. La cuchilla de-
bajado. Este tallado inicial continúa simplemente la misma ten- be ser apoyada y conducida por el pulgar izquierdo, que se desplaza con ella.
dencia de rebajado de la máquina cepilladora de carrizo.

Veta

Incisión

Incisión vertical con presión ligera Prueba:

Observar ambos lados de la caña a contraluz. Se notará que en su


centro (dorso) el corte es más oscuro que en los flancos. La transición
de claro a oscuro ha de ser limpia y gradual. El grado de transparen-
cia en ambos lados del dorso tiene que ser igual. La franja más oscu-
ra deberá estar exactamente en la mitad.

48 49 Primera par
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bloquecillo. Enseguida trozamos las esquinas en ángulo de 45


grados aproximadamente y con una profundidad de medio mi-
límetro (esta medida es opcional)

Trozado de las esquinas


margen de seguridad Trozado en bloquecillo

\s mas comunes:

1. Se retira más carrizo del corazón que de los flancos.


2. No se retira del todo la corteza en los costados.
3. Se presentan cortes transversales a la veta cuando se atora la cu-
chilla (véase el capítulo D de la segunda parte).
4. Se retira demasiado carrizo del dorso cuando el pulgar izquier-
do no se mueve conduciendo la cuchilla.

Prueba:

Comprobar, introduciendo una cuña entre las lengüetas, si el troza-


do no provocó una rajadura en el carrizo. Si esto sucede a menudo,
se puede optar también por trozar las lengüetas después de iniciar
la pendiente (véase la tercera etapa).

Error más común:


Segunda etapa: apertura de la caña
El trozado no resultó en ángulo recto respecto de la caña.
Se mide y marca la que será la longitud total del corte, dejando
como margen de seguridad medio milímetro en exceso. Enton-
ces procedemos a cortar con decisión las lengüetas, utilizando
un cortauñas recto o apoyando la punta de la caña sobre un

ra parta 51 Primera partí

O
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Tercera etapa: tallado de la sección de ataque

Empezamos a perfilar con la navaja lo que será la sección de


ataque. El corte se inicia desde la línea elíptica de la pendiente,
buscando que ésta se desvanezca en forma paulatina hasta la
punta.

Elipse desde donde se inicia el trabajo de la pendiente. Las flechas indican el


movimiento frontal y lateral de la cuchilla.

Error más común:

Una lengüeta quedó más larga que otra por no sujetar verticalmen-
te la cuchilla durante el corte.

Rebajado gradual de la pendiente

Los costados de la pendiente quedarán más desvanecidos que


su centro (corazón), el cual deberá ser un tanto más empinado
aunque también gradual en su rebajado.

ira partí
53 Primara parí
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Pruebas:

1. Durante esta etapa es preciso observar frecuentemente la caña a


contraluz. La transición del color del dorso a la punta muestra con
claridad posibles irregularidades en la pendiente.
2. También es buena costumbre observar la caña de perfil contra un
fondo oscuro para detectar posibles irregularidades en el desvaneci-
do gradual.
3. Si presionamos con suavidad la lengüeta mojada sobre la cuña po-
dremos observar con claridad la hechura de ésta. Es recomendable
usar una cuña de superficie curva y de un material oscuro, preferen-
temente madera preciosa.
Antes de iniciar el rebajado de la punta se debe tener
básicamente resuelta la pendiente. Así habrá poco carrizo que Error más común:
remover al tallar la punta y la cuchilla tendrá más libertad de
movimiento. Se presentan "escalones" en la pendiente.
El rebajado de la punta es el más difícil, por delicado y
riesgoso. Utilícese preferentemente una navaja de lados cónca-
vos. El extremo de la cuchilla es el más apropiado para el reba-
jado de la punta. Nunca debe intentarse lograr la delgadez má-
xima en la cabeza de un solo tajo. Se irá repasando repetidas Error mas común:
veces todo lo ancho de la punta girando la cuchilla en forma
tangente a los radios de ésta, hasta que quede por completo El acabado de la cabeza queda resquebrajado.
transparente. El rebajado de la punta suele generar mucha ten-
sión muscular en manos y brazos. El cansancio provocado por
esta tensión no pocas veces causa que malogremos una caña
con un tajo impaciente y torpe. Por eso se recomienda descan-
sar las manos de tiempo en tiempo o alternar el trabajo en pen-
diente y punta con más tajadas parejas en la totalidad de la sec-
ción dorsal de ambas lengüetas, combinando así el tallado de la
tercera etapa con el de la cuarta.
Error mas común:
Tallado de la cabeza
El corazón queda demasiado empinado o desvanecido.

54 55 Primer* par
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Para lograr buenos resultados es indispensable una bue- más los costados, flancos e incluso el corazón. Pero es necesario
na iluminación. Las lámparas más adecuadas me parecen las de observar que la transición entre todos los elementos del corte
los arquitectos, ya que son flexibles, se pueden acercar a la ca- debe ser gradual para permitir una flexión correcta y con ello
ña sin necesidad de acercar el cuerpo (con la caña) a la fuente una vibración adecuada.
de luz. Esto permite a la vez una buena postura de trabajo, fun- Durante esta fase comenzamos ya a probar la caña dentro
damental dada la gran cantidad de horas que dedica un oboís- del oboe. Conforme la caña vibra con mayor libertad, el timbre
ta a la manufactura de cañas en su vida profesional. tenderá a ser cada vez más oscuro y el sonido más resonante. Se
Existen también vidrios de aumento iluminados y móvi- requerirá cada vez menos esfuerzo para producir un sonido.
les que disminuyen el esfuerzo que realizan los ojos y permiten Logrado un equilibrio general entre la sección de ataque
un acabado más preciso. y la dorsal, procuraremos mantener en los ajustes subsecuentes
La luz que emita la lámpara debe estar dirigida a la ca- un dorso que vibre libremente. En otras palabras: a partir de
ña y nunca a los ojos. Debe ser potente, pues el detalle con que ahora ajustaremos siempre la consistencia de la sección de ata-
se trabaja exige un gran esfuerzo a los ojos. que en función de un dorso que vibra libremente. Tratar de li-
berar la vibración del dorso alargando la sección de ataque pro-
duciría una caña mal balanceada.
Cuarta etapa: balance del dorso respecto
de la sección de ataque Pruebas
Antes de hablar sobre las pruebas es indispensable introducir
Tenemos ahora una caña que tal vez ya vibra, pero que tiene un dos conceptos importantes que suelen causar confusión debido
dorso demasiado grueso respecto de la sección de ataque. En es- a que están interrelacionados:
te estado la caña resulta muy dura para la embocadura y pesada La resistencia a la columna de aire se refiere a la presión
al soplar, responde mal y su sonido suele ser áspero y sordo. de aire necesaria para hacer vibrar la caña. Si se tiene que ha-
A partir de ahora se trata básicamente de rebajar el cora- cer un gran esfuerzo abdominal para lograr la vibración, habla-
zón, flancos y costados (sección dorsal) hasta lograr un equilibrio mos de una caña "pesada". Cuando, por lo contrario, el sonido
con respecto de la sección de ataque (pendiente y cabeza). se produce con un esfuerzo tan escaso que sentimos no tener
Es fundamental observar que el dorso se debe desvane- control sobre la caña en cuanto a afinación, articulación, color
cer de manera gradual hacia la sección de ataque y que el des- y dinámica, hablamos de una caña demasiado "floja".
vanecimiento es más pronunciado en los costados y flancos La resistencia a la embocadura se refiere al esfuerzo que
que en la franja del corazón (compárese con las medidas indi- deben realizar los músculos labiales para hacer vibrar la caña. Ha-
cadas más adelante en la figura de la p.110). Este desvaneci- blamos de una caña "dura" cuando tenemos que morder la caña
miento permitirá la flexión balanceada de las lengüetas, y con para lograr producir un sonido. Esta caña cansará pronto nues-
ello una caña que vibra libremente y se siente cómoda en la tros labios y sus posibilidades expresivas y de articulación son res-
embocadura. tringidas. Si el sonido se produce demasiado fácilmente en la
El grado de desvanecimiento del dorso está en función boca, aunque sin posibilidad de modular dinámica o formas de
de la dureza del carrizo. Si éste es duro, será preciso desvanecer articulación diversas, hablamos de una caña demasiado "suave".

56 57 Primera p
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Sin embargo, estos dos factores de resistencia no pue- En todo caso debemos reducir la resistencia de la caña hasta que
den ser evaluados por separado sin antes haber logrado un el graznido se produzca de inmediato al aplicar un apoyo normal,
equilibrio entre los distintos sectores de una caña. Aun así, los sin que haya la necesidad de incrementar la velocidad del aire para
dos tipos de resistencia siempre permanecerán vinculados en- provocarlo.
tre sí. Por ejemplo: un dorso demasiado grueso impide tam- Durante las primeras etapas del corte, en las cuales se flexiona
más la punta que el dorso y cuello, el graznido se manifiesta con
bién la flexión de la sección de ataque y nos hace sentir dura un sonido muy agudo (armónico agudo). Conforme tallamos el
la caña. (Aquí sería erróneo tratar de suavizar la caña alargan- dorso, permitiendo el paso de las vibraciones hacia atrás, aparece
do o adelgazando la sección de ataque. Lo correcto sería adel- en el graznido un sonido grave (una octava abajo del armónico ini-
gazar el dorso, facilitando de este modo también la flexión de cial). El graznido ideal es el que se produce sin mucho esfuerzo y
presenta un equilibrio entre los sonidos grave y agudo.
la sección de ataque, hasta que se establezca un equilibrio en- Para que la prueba del graznido tenga validez, la apertura de la
tre ambos sectores.) caña deberá ser normal. En una caña nueva o recién remojada la aper-
Asimismo, una sección de ataque demasiado pequeña o tura suele ser demasiado grande y el graznido producido así será en-
con una pendiente demasiado empinada nos hace sentir la ca- gañoso. Por eso, antes de producir el graznido, es necesario compri-
mir las lengüetas entre los dedos, reduciendo así en forma temporal
ña pesada, aun habiendo rebajado adecuadamente el dorso.
la apertura. Sólo así podremos juzgar con mayor objetividad la resis-
(Aquí sería erróneo tratar de aligerar la caña rebajando más el tencia a la columna de aire.
dorso. Lo correcto sería tallar más la sección de ataque para fa-
cilitar la transmisión de vibraciones hacia el dorso y obtener
una caña más ligera.) 2. Prueba de resistencia a la embocadura:
De la factura de la sección de ataque (radio de la elipse,
delgadez de las esquinas, ancho y largo de la punta y pronuncia- Al igual que en la prueba anterior, ésta no deberá realizarse sin an-
ción de la pendiente) dependerá la resistencia a la embocadura. tes reducir la apertura de la caña temporalmente con los dedos.
De la factura del dorso (desvanecimiento de corazón, Para empezar tomaremos en la boca la caña suelta y, soplando de
flancos y costados hacia la sección de ataque y longitud del cor- manera normal (como para emitir un sonido mezzoforté), produci-
remos un sonido generado por el mero flujo del aire y sin articular
te) dependerá la resistencia a la columna de aire. con la lengua. Si no se produce sonido, habrá un exceso de resisten-
Para controlar ambos factores de resistencia recurrire- cia ante la embocadura: las lengüetas no se pliegan con facilidad
mos a las siguientes pruebas: suficiente para producir un sonido cómodamente. Para producirlo
sería necesario incrementar la fuerza de los labios (morder) y/o au-
1. Prueba de resistencia a la columna de aire: mentar el apoyo abdominal. Aun así, el sonido quizá surja de for-
ma muy abrupta. Además observaremos que el sonido, lejos de ser
Como prueba de la resistencia a la columna de aire recurrimos al puro, irá acompañado de un siseo provocado por el paso audible
"graznido": el graznido debe producirse si colocamos la caña suelta del aire.
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entre los labios hasta justo donde comienza el amarrado y, sin mor- En resumen, para ofrecer una resistencia adecuada a la embocadu-
der, soplamos con apoyo normal (el mismo que usamos al ejecutar ra la caña deberá satisfacer las siguientes condiciones:
un mezzoforté al tocar). Si no se produce un graznido (vibración), no a. Deberá ser posible producir un sonido con apoyo y embocadura
habremos rebajado suficientemente la caña. Si, en cambio, éste se normal sin utilizar la lengua para articularlo.
produce con demasiada facilidad y no tiene un centro tonal, habre-
mos quitado demasiado carrizo del corte. b. El paso del aire a través de la caña deberá ser inaudible.

parte 58
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c. El sonido no deberá surgir en forma abrupta y deberá ser posible una consistencia que permita un síaccaío fuerte sin que el sonido se
desvanecerlo de manera gradual y controlada hasta que desaparez- desdoble en sus armónicos.
ca (morendo). Por lo general, la falta de consistencia se corrige acortando la ca-
beza, lo cual restituye el equilibrio entre la sección de ataque y el
d. Por ningún motivo deberá ser necesario morder para producir el dorso. Al hacer esto se debe cuidar que la punta permanezca siem-
sonido. pre claramente diferenciada de la pendiente.

Debemos ambicionar siempre una caña de ejecución


muy cómoda, tanto en lo que se refiere a los labios como al es- 4. Pruebas visuales:
fuerzo abdominal. Es decir: una caña suave y ligera. Pero hay
que señalar también que en nuestro afán por lograr esto pode- a. Se observará la caña a trasluz. Todas las transiciones de color de-
berán ser graduales. Vista de perfil ésta no deberá mostrar escalo-
mos ir demasiado lejos: es posible que suceda que la sección de nes, jorobas o valles en el desvanecimiento del dorso hacia la punta,
ataque y/o el dorso queden "flojos", produciendo un problema pasando por la pendiente.
de consistencia en el sonido. Para controlar este factor recurri- b. Observaremos la forma en que se cierra la apertura comprimien-
remos a las siguientes pruebas: do las lengüetas poco a poco entre los dedos. Idealmente deberá ce-
rrar toda la longitud de la apertura al mismo tiempo. Si se pliegan
3. Pruebas de consistencia del sonido: primero los lados, habremos retirado demasiado carrizo de flancos
y/o costados. También puede ser que no hayamos retirado suficien-
Se puede comprobar la consistencia del sonido de diversos modos: te material del corazón o que su pendiente sea insuficiente. Si se cie-
a. Tocaremos, con la caña dentro del instrumento, algún pasaje en rra el centro de la apertura antes que los lados, habremos retirado
fortissímo. La calidad del sonido debe ser aceptable. Si a la caña le demasiado carrizo del corazón y/o dejado más carrizo del debido en
falta consistencia (por lo común debido a una sección de ataque flo- flancos y costados. En ambos casos tenemos un rebajado del corte
ja respecto del resto de la caña), el timbre en el fortíssimo será muy mal equilibrado.
agresivo y áspero.

b. Intentaremos también un pasaje desíaccaío, manteniendo cómo-


da la embocadura (no mordiendo) y observaremos la calidad del so-
nido sobre todo en notas difíciles tímbricamente como "si" y "do".
El son|do deberá mantener su consistencia y un timbre homogéneo
en toda la escala.

c. En la doble articulación (doble staccaío), los sonidos guturales


(con "k") deberán sonar igual que los sonidos articulados con la len-
gua ("t") y mantener la misma altura de sonido. Si a la caña le falta
consistencia (está "floja"), los sonidos guturales serán más bajos que
los mismos articulados con la lengua.

d. Cuando falta consistencia a la caña se escuchan armónicos al pro-


ducir un staccaío con la caña fuera del instrumento. Se debe buscar

>»rt« 60 61 Primer* parí


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Errores más comunes:

En la figura de la página siguiente se observan nueve cañas talla-


das en forma incorrecta:

a. No se retira suficiente carrizo de los costados, de lo cual resulta un


desbalance del corte, cuyos lados demasiado duros hacen inflexible
la caña.

b. Se dejan los costados más gruesos que los flancos y el corazón. Se


produce un sonido de timbre nasal y calidad muy pobre.

e. La pendiente se desvanece en exceso, afectando el corazón. La


flaccidez resultante en la sección de ataque producirá un sonido ás-
pero y de poca consistencia. La afinación será inestable, sobre todo
en los agudos.

d. Hay un hendiente entre cuello y corazón. La caña no tiene buena


respuesta al articular. Se siente tiesa.

e. Se retira demasiado carrizo de los flancos y costados. La apertura


no cierra totalmente. Se pierde elasticidad. No hay una respuesta
confiable. A veces se escucha un siseo al tocar.

f. Se deja una cabeza desproporcionadamente larga. Se produce


flaccidez en la sección de ataque, lo cual se manifiesta en un sonido
áspero e inestabilidad del sonido, sobre todo en los agudos.

g. La cabeza no está diferenciada de la pendiente con claridad. La ca-


ña articula con dificultad y produce un sonido áspero.
En la gráfica siguiente se pueden observar tres cañas ter-
h. Se retira demasiado carrizo del corazón. Resulta una caña con so- minadas y equilibradas, si bien con conceptos un tanto cuanto
nido delgado y nasal con poca consistencia. variados respecto del balance de los elementos del corte.
i. Se retira más carrizo del debido de los flancos entre costados y co-
La primera no utiliza un corazón muy grueso, pero esto
razón, rompiendo la transición gradual entre estos elementos. Hay compensa manteniendo los flancos casi con el mismo espesor y
un colapso de elasticidad con la consecuente pérdida de calidad so- la curva de la pendiente poco pronunciada.
nora y contabilidad de articulación. La apertura no se cierra de ma- La segunda, por el contrario, se basa en un corazón
nera simultánea.
grueso pero angosto. Esto quiere decir que los flancos deberán
ser proporcionalmente más anchos y delgados.
La tercera caña concentra más carrizo cerca del cuello.
Esto es compensado con una pendiente más pronunciada del

63 Primera par
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corazón y más luz en el triángulo de las esquinas, permitiendo a. Carrizo demasiado duro (densidad excesiva).
así la flexión cómoda de la caña, de otro modo entorpecida por b. Cepillado demasiado grueso.
la carnosidad del corazón. c. Diámetro del tubo de carrizo demasiado pequeño.
d. Perfilador demasiado ancho.
e. Combinación de dos o más de los factores anteriores.

Si el problema es recurrente y no se debe a un carrizo de-


masiado duro, habrá que modificar una o varias de las demás va-
riables: cepillar más delgadas las palas de carrizo, utilizar tubos
de un diámetro mayor o escoger un perfilador más angosto.
Si la tensión excesiva se debe a la dureza del carrizo, po-
dremos recurrir a los siguientes métodos para reducirla:
a. Lijar levemente el barniz del cuello con una lija de
agua muy fina.
b. Hacer una incisión longitudinal en el centro del cuello
que corra desde el hilo hasta el principio del corte (véase la fi-
Puede concluirse de estos ejemplos que no hay un están- gura de la p. 82).
dar absoluto en cuanto al diseño de una caña. Los elementos c. Sacar del cuello pequeñas tajadas de corteza a lo lar-
que la constituyen pueden combinarse entre sí de muchas for- go de toda la superficie (véase la figura superior de la p. 83).
mas. Lo importante es lograr que la relación entre éstos sea or- d. Utilizar de manera temporal un alambre en el cuello
gánica y equilibrada. (véase el capítulo J de la segunda parte).
e. Alargar levemente el corte.
Quinta etapa (eventual): Antes de recurrir a alguna de estas correcciones pro-
balance del dorso respecto del cuello puestas debe tomarse en consideración que cierto exceso de
tensión en una caña nueva es normal y que ésta tiende a dismi-
Sucede en ocasiones que, a pesar de haber seguido paso a pa- nuir en forma natural a lo largo de los primeros días, sobre to-
so las indicaciones de las cuatro etapas anteriores, nuestra caña do usándola. Es fundamental, por lo tanto, no hacer ajustes fi-
sigue sintiéndose dura y pesada. Ello se debe por lo común a nales sino hasta pasado este periodo de asentamiento.
un exceso de tensión en las lengüetas, que se manifiesta casi
siempre en una apertura demasiado grande que no puede ser Sexta etapa: control de la caña
domada con un simple masaje entre los dedos. Para tocar con
estas cañas es necesario morder, y ello provoca a los pocos mi- Saber evaluar las características de una caña es muy importan-
nutos dolor en los labios. te. Con frecuencia se pone poco cuidado en esta disciplina, y a
la hora de enfrentar una caña a las necesidades impuestas por
Las causas de este exceso de tensión pueden ser: una orquesta sinfónica resulta que la caña no es satisfactoria.

i parte 64 65
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Para evaluar una caña es fundamental proceder en forma sis- bial. La caña debe ser un vehículo que contribuya de manera po-
temática, controlando individualmente cada una de sus carac- sitiva a la ejecución y expresión musicales, no un obstáculo.
terísticas. 8. Vibrato: la caña debe vibrar con libertad suficiente pa-
Las siguientes son algunas de las pruebas a las que hay que ra permitir la producción y el control de un buen vibrato. Una
someter una caña antes de utilizarla en un ensayo o concierto: caña dura obstaculiza la producción del vibrato. Una caña floja
1. Respuesta: la caña debe responder confiablemente en produce un vibrato inestable y desafinado.
todos los registros (incluyendo las notas más graves) en dinámi- 9. Timbre: debido a las diferencias entre cada pieza de
ca pianissimo, sin hacer un esfuerzo exagerado con los labios carrizo, habrá también una diferencia audible en el timbre pro-
(morder). Debe ser posible producir un sonido sin utilizar la len- ducido. Sin embargo, si las características arriba enumeradas
gua y sin que éste surja de forma explosiva. tienen calidad satisfactoria, es probable que el timbre de la ca-
2. Morendo: el morendo (desvanecer el sonido hasta ña sea también aceptable. Intencionalmente propuse el control
que desaparezca) debe ser posible en notas tan graves como del timbre como última prueba ya que, de hecho, es menos im-
so/1. Por ningún motivo debe romperse el sonido en forma portante que las anteriores.
abrupta e involuntaria. Las indicaciones sobre cómo corregir las fallas que se pu-
3. Staccato: el staccato deberá ser ágil en todos los regis- dieren presentar en relación con las características arriba enun-
tros, a la vez que tener buena consistencia aun cuando se eje- ciadas se encuentran en el capítulo 7.
cute en forte. Lo mismo vale para el doble y triple staccato. És- Cabe agregar que pocas veces una caña llega a satisfa-
tos deben producirse con facilidad y los sonidos guturales (con cer simultáneamente todas estas exigencias. Una caña con un
"k" o "g") deben mantener su afinación y consistencia en rela- ataque ideal en las notas graves, por ejemplo, rara vez posee
ción con los sonidos producidos con la lengua (con "t" o "d"). una consistencia ideal en las agudas. O, con triste frecuencia, una
4. Afinación: la caña debe estar construida para produ- caña demasiado pesada posee un timbre muy agradable. La ca-
cir una afinación específica previendo el calentamiento del ins- ña de uso cotidiano es, pues, siempre el producto de un acomo-
trumento. do. Sacrificamos un tanto la calidad tímbrica por una ejecución
5. Estabilidad: la estabilidad del sonido se comprueba más cómoda o cierta estabilidad por una respuesta más fácil en
tocando octavas desde so/1 hasta do3. Éstas deben estar afina- las graves, etcétera.
das sin necesidad de incrementar la presión labial y abdominal. Los estudiantes, por lo común en busca de un ideal sono-
6. Consistencia: una caña tendrá consistencia suficiente ro perfecto, sacrifican cualidades esenciales de articulación y eje-
cuando soporta la ejecución de un pasaje en fortissimo sin que cución cómoda que resultan de mayor importancia en la práctica.
se desvirtúe el timbre del sonido, volviéndose exageradamente En forma complementaria se recomiendan algunas me-
áspero. Al ejecutar un staccato en forte, el timbre deberá guar- didas de control de carácter técnico:
dar, asimismo, su calidad. 1. La caña no debe mostrar fugas en sus costados.
7. Comodidad: sin sacrificar estabilidad ni consistencia del 2. Las lengüetas no deben estar desfasadas entre sí.
sonido, la caña debe tener una resistencia a la presión labial y ab- 3. El rebajado no debe mostrar rebabas, jorobas u otras
dominal tal que se toque con ella confortablemente y sin que se Irregularidades en el tallado.
generen cansancio exagerado, angustias respiratorias o dolor la-

66 67
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Séptima etapa: ajustes cotidianos de la caña Por otra parte, la misma saliva es también portadora de
sedimentos que se fijan dentro de la caña y tienden a obsta-
En realidad una caña difícilmente se puede considerar termina- culizar la vibración de las lengüetas. Por eso es recomendable
da puesto que el material del cual está hecha está en continuo remojar las cañas con agua (y no con saliva) y limpiar con re-
proceso de cambio. gularidad el interior de las mismas con un limpiapipas, una pe-
Hay dos procesos responsables de este comportamiento: queña pluma de pájaro o, mejor aún, sumergiendo la caña en
Un endurecimiento de las cañas aparejado con un en- un limpiador de ultrasonido, capaz de desalojar los sedimentos
grosamiento de las lengüetas en el corte, que se manifiesta so- que se han introducido en los poros del carrizo (véase el capítu-
bre todo durante los primeros días. Es probable que este fenó- lo M de la segunda parte).
meno se produzca al romper la morfología celular del carrizo al
realizar el tallado. 5. Equilibrio global de los elementos
Una pérdida general de tensión a lo largo de semanas, que de una caña
se manifiesta en el tamaño gradualmente decreciente de la aper-
tura. Las mejores cañas suelen tener un leve exceso de tensión du- Son seis básicamente los elementos de una caña que deben
rante los primeros días, arribando después a un nivel utilizable. equilibrarse: el corazón, la cabeza, los flancos, los costados, la
La resultante de la interacción de estos dos procesos de- pendiente y la longitud del corte. Antes de hablar de equilibrio
terminará el comportamiento de una caña, sobre todo durante es conveniente, sin embargo, hacer algunos comentarios sobre
los primeros días. (A veces una caña se siente más dura y pesa-
cada uno de estos elementos.
da o blanda y ligera al día siguiente de su tallado.) El corazón es la franja central que recorre al corte desde
La conclusión obvia es que no se debe tratar de llevar a su incisión trasera hasta la pendiente, incluyéndola. En el cora-
término el tallado de una caña sino hasta pasados varios días, zón siempre se acumula el máximo grosor de carrizo respecto
cuando los procesos de cambio morfológico en el carrizo se de los demás elementos del corte. Sus funciones son:
hayan estabilizado o sean más graduales. A partir de ese mo- 1. Mantener una buena elasticidad (resorte) entre las
mento, se realizarán ya tan sólo los ajustes menores cotidia- lengüetas. Ésta es fundamental para efectos de una articulación
nos que requieran las condiciones climáticas y acústicas, las cómoda, confiable y variada de la caña. Restar demasiado ma-
exigencias específicas de la música o la pérdida gradual de terial al corazón disminuye la elasticidad y afecta las posibilida-
tensión de la caña.
des de articulación. A su vez, un corazón demasiado carnoso
Cabe aquí mencionar algo sobre la influencia de la sali- impedirá ataques confiables, sobre todo en el píaníssimo, y la
va sobre el carrizo. Como se sabe, la saliva inicia, por medio de caña será inflexible en la embocadura. Será también difícil eje-
sustancias acidas, el proceso digestivo del hombre. Seguramen-
cutar un morendo, sobre todo en el registro grave.
te estas sustancias atacan también la estructura morfológica del 2. Dar consistencia al sonido. Un corazón demasiado del-
carrizo, que de ninguna manera es impermeable a éstas. Aun
gado producirá un sonido pequeño y nasal. Por lo contrario, un
así es difícil determinar en qué medida la pérdida gradual de
corazón demasiado grueso dificultará la plegadura de las len-
tensión ("envejecimiento" de la caña) puede vincularse con es- güetas, ya que dejará pasar más aire del necesario, generando
te proceso.
siseos. El sonido resultante tenderá a ser sordo.

69 Primera p
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La cabeza es la parte más delgada de la sección de ata- del sonido, puede disminuir en demasía la elasticidad, provo-
que. De su factura depende en gran medida la confiabilidad y cando problemas de articulación y afectando la consistencia y
facilidad de los ataques. Son de considerarse las siguientes va- estabilidad del sonido.
riables: el largo de la cabeza. De suyo, una cabeza larga (p.ej.
1.5 mm en el centro) ayuda a la vibración de las lengüetas y a
la articulación.

Los flancos son el eslabón que une al corazón con los


costados. Permiten la flexión de las lengüetas y se los puede
imaginar como el cauce por el cual corren las vibraciones desde
la cabeza hasta el cuello.
Sin embargo, tendería fácilmente a generar un timbre ás- Es importante que la vinculación entre el grosor del co-
pero, sobre todo en las notas agudas, debido a la predominan- razón, los flancos y los costados sea orgánica. El desvanecimien-
cia de vibración concentrada en la cabeza de esta caña. (La fle- to de espesor del corazón a los flancos deberá ser gradual. Sin
xión de las lengüetas debe repartirse en forma equilibrada entre embargo, el ancho de los flancos es variable. Un carrizo duro tal
cabeza, pendiente, dorso y cuello, yendo de más a menos.) vez requerirá flancos más anchos y un corazón más angosto.
Una cabeza demasiado corta dificultará la articulación Por el contrario, un carrizo más blando necesitará más corazón,
y será complicado liberar el sonido sin quitar demasiada sus- esto es, flancos más angostos.
tancia al corazón. Además, la caña se sentirá inflexible en la
embocadura. Los costados, por su grosor y por la forma en que se des-
La curvatura de la cabeza. Como se ve en las siguientes vanecen hacia la cabeza, son muy relevantes. Su función es, al
gráficas, la cabeza es más larga en sus lados que en su centro y igual que la del corazón, garantizar suficiente elasticidad y
tiene la forma de una curva. Una curva poco pronunciada difi- apertura.
culta los ataques e impide la transmisión de vibraciones de la Costados demasiado gruesos dificultarán la plegadura
cabeza al dorso. de las lengüetas, lo cual se traducirá en un esfuerzo excesivo
para la embocadura y posiblemente en un sonido duro. Desva-
neciendo los costados lograremos un sonido más cálido y mejor
respuesta de la caña.
Costados demasiado delgados generan falta de elastici-
dad, lo cual se manifiesta de inmediato en un mal staccato, pér-
dida de rango dinámico y falta de confiabilidad en los ataques,
Una curva demasiado pronunciada, aunque facilita en sobre todo en el registro sobreagudo. Es difícil que una caña de
mucho la plegadura de las lengüetas y con ello la producción estas características pueda ser reparada.

irte 71 Primera p«rt«


Roberto Kolb N«uhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Robarte Kolb Nmihaui

Un carrizo duro tolera costados más delgados sin perder Aunque pueda parecer redundante, vale hacer hincapié
elasticidad. Cuando la caña permanece dura e inflexible ante la aquí en que el desvanecimiento de la pendiente siempre es me-
embocadura es recomendable acentuar su desvanecimiento ha- nor en el corazón, se incrementa en los flancos y es mayor en
cia la cabeza. Ello permitirá una flexión más fácil de la cabeza. los costados.
Los costados siempre deberán desvanecerse en forma
gradual hacia la cabeza. Una transición abrupta se traducirá en La longitud del corte influye sobre varios factores:
una caña dura e inflexible en la embocadura. 1. Elasticidad: un corte muy largo reduce la corteza y dis-
minuye con ello la elasticidad, fundamental para las caracterís-
ticas de articulación de la caña.
2. Resistencia a la embocadura: con un corte muy peque-
ño y un cuello largo aumenta la elasticidad. Sin embargo, la du-
reza de la corteza puede resultar excesiva para la fuerza de los
labios, cansándolos innecesariamente o incluso causando dolor.
3. Volumen: cuanto más alarguemos el corte, acortando
el cuello, la apertura de la caña será menor y disminuirá con
ello el potencial dinámico de la caña.
4. Timbre: una variación en la longitud del corte debe
compensarse en otros elementos. Un corte largo, por ejemplo,
La pendiente une la cabeza con el corazón. Su función es requerirá de un corazón más grueso y/o una cabeza corta. En
transmitir las vibraciones de la cabeza hacia el dorso. Si ésta es este caso la caña se flexionará en forma distinta de como suce-
abrupta hará que las vibraciones se queden estancadas en la ca- de con una caña de corte pequeño y delgado. Ello modificará el
beza. El resultado será una caña inflexible, con mala articula- timbre resultante de la caña, aunque es difícil definir las carac-
ción y un sonido duro. Una pendiente demasiado desvanecida, terísticas de ese cambio.
por el contrario, afectará al corazón y generará flaccidez en la 5. Estabilidad sonora: un corte pequeño facilita la esta-
sección de ataque con las consecuencias antes señaladas. bilidad del sonido, sobre todo en el registro agudo.
El desvanecimiento adecuado de la pendiente no puede Para lograr un equilibrio justo es conveniente aplicar
ser desvinculado de factores como el largo de la cabeza o el es- una estrategia de tallado, dejando inicialmente más cantidad
pesor del corazón. Una cabeza larga debe compensarse con una de carrizo en todos los elementos del corte para poder retirar
pendiente más empinada; lo mismo vale para un corazón del- material en forma gradual, según sea necesario. De esta mane-
gado. A la inversa, una cabeza corta y/o un corazón muy grue- ra, conviene que la caña tenga las siguientes características an-
so requieren de una pendiente más gradual. tes de iniciar el ajuste final:
También la dureza del carrizo es un factor de equilibrio a. Una cabeza relativamente larga y gruesa (que puede
en este sentido. Un carrizo blando requerirá una pendiente más ser acortada y adelgazada).
empinada. A la inversa, un carrizo duro requerirá una pendien- b. Un corazón grueso y ancho (que puede hacerse más
te más desvanecida. angosto, delgado o desvanecido).

ra parta 73
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MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaui Roberto Kolb Neuhaus

c. Flancos casi tan gruesos como el corazón (que pueden 6. Construcción de cañas para oboe de amor,
ensancharse y/o adelgazarse). corno inglés y oboe barroco
d. Costados espesos (que pueden desvanecerse hacia la
cabeza)
e. Pendiente abrupta (que puede desvanecerse gradual- Oboe de amor
mente, sobre todo en flancos y costados).
f. Longitud de corte pequeña (que puede alargarse). La construcción de cañas para el oboe de amor no difiere mu-
Al ajustar los elementos de una caña debemos conside- cho de la de las de oboe. Se puede utilizar incluso un perfilador
rar que cada acción de la cuchilla produce no sólo el efecto di- para oboe, siempre y cuando el ancho de éste sea suficiente (7.5
recto buscado sino también una modificación del equilibrio ge- mm aproximadamente). Existen, sin embargo, perfiladores es-
neral de la caña. peciales para oboe de amor. Su costo es elevado y no se justifi-
Así, por ejemplo, si adelgazamos la cabeza de la caña es- ca a menos que se utilice con regularidad. Es bueno, cuando no
tamos —proporcionalmente— haciendo más grueso el dorso y se toca oboe de amor con frecuencia, comprar las palas de ca-
aumentando con esto, quizá, la resistencia de la caña. rrizo ya cepilladas y perfiladas. El tudel para la caña de oboe de
Si, en cambio, adelgazamos el dorso, estaremos —pro- amor es más pequeño (25-26 mm) que el de oboe, pues es la
porcionalmente— haciendo más gruesa la sección de ataque, lo prolongación de un tudel mayor, curvo, que se inserta en el
cual es posible que se manifieste en un incremento en la resis- oboe y sobre el cual se coloca el primero. Los tudeles curvos son
tencia de la misma. parte del instrumento y vienen por pares, uno más largo que
Más allá del efecto de una alteración en los elementos ad- otro, para una afinación global más alta o más baja.
yacentes del corte, existe una afectación global. Es fundamental, La elaboración de la caña de oboe de amor es en esen-
por tanto, considerar el efecto de cada alteración al corte no só- cia la misma que la del oboe, excepto que todas las medidas de-
lo en lo individual, sino también en su repercusión sobre los ele- berán ser proporcionalmente más grandes. La longitud de la
mentos adyacentes y el equilibrio global de la caña. lengüeta será de 26-27 mm y el corte un poco más largo (11 mm
en promedio). El ancho de la caña podrá fluctuar entre 7.5 y 7.9
mm. El grosor de cepillado podrá fluctuar entre 0.60 y 0.65 mm.

Corno inglés
Para las cañas de corno inglés se requiere un perfilador espe-
cial, puesto que las dimensiones de la caña son considerable-
mente mayores que las de oboe. El ancho del perfilador podrá
fluctuar entre 8 y 8.5 mm.
Asimismo, deben utilizarse tubos de carrizo con un diá-
metro mayor (11.5a12mmo12a12.5mm). Existen también ce-

parta 74 75
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Roberto Kolb Neuh;

pillos especiales para corno inglés. Estas máquinas son recomen- de los problemas específicos a resolver es el de la proyección so-
dables para quienes se dedican profesionalmente al corno inglés. nora. No es difícil lograr un timbre agradable en el corno inglés,
Desde luego, es posible adquirir en el mercado las palas de carri- pero esto no garantiza su proyección adecuada. Para lograr és-
zo para corno inglés, si se quiere evitar el gasto que implica la ta es recomendable utilizar carrizo de alta densidad y una bue-
compra de la máquina. E¡ grosor de cepillado podrá fluctuar en- na apertura.
tre 6.5 y 7 mm, dependiendo de la dureza del carrizo.
Los tudeles para la caña suelen medir 27 mm, aunque
desde luego existen otras medidas. Es muy importante adquirir Oboe barroco
tudeles cuya conicidad coincida con la del tudel curvo, para
poder asegurar un buen ajuste, libre de fugas de aire, entre am- Con el rescate de la música de los siglos xvn y xvín (riquísima en
bos tudeles. literatura para el oboe) y la frecuencia con que cada vez más
La lengüeta medirá en promedio 28 mm y la longitud conjuntos y orquestas trabajan con copias de instrumentos de
del corte podrá variar entre 11 y 13 mm. la época, surge también la investigación en torno a las cañas
Es común utilizar un collar de alambre para fijar la apertu- utilizadas entonces.
ra en las cañas de corno inglés, pues las diferencias de apertura Los oboes del barroco, muy distintos de los actuales en
afectan notoriamente aspectos como resistencia, color, volu- su construcción, requieren cañas que deben satisfacer las si-
men y afinación. guientes condiciones:
Es importante hacer notar, en relación con el corno in- 1. Una respuesta extremadamente fácil, que permita las
glés, la importancia del tudel curvo. Entre uno y otro hay tanta diferencias sutiles de articulación utilizadas en el barroco y
variación como entre los instrumentos mismos. Hay una gran esenciales para la correcta interpretación de ese estilo.
cantidad de modelos y marcas de tudeles de corno inglés y los 2. Poca resistencia a embocadura y columna de aire, pa-
que se venden junto con el instrumento no necesariamente son ra poder ejecutar con comodidad pasajes largos y permitir la
los idóneos o los mejores. Es indispensable dedicar tiempo a ex- ejecución de música que utiliza el oboe en forma casi ininte-
perimentar con tudeles distintos hasta encontrar uno o varios rrumpida, sin causar un cansancio excesivo.
que se ajusten al instrumento específico y lo hagan sonar bien. 3. Cañas con estabilidad interna suficiente para permi-
El tudel curvo tiene influencia determinante sobre el tir la octavación cómoda y afinada. (En el oboe barroco no
timbre, la resistencia a la columna de aire, el centro o consisten- existe la llave de octava y el registro agudo se obtiene incre-
cia del sonido, el volumen de éste, la afinación interna del ins- mentando la presión abdominal y labial.)
trumento (relación de graves respecto de agudas, afinación de 4. Cañas con un grado de libertad suficiente para permi-
notas específicas problemáticas como mi\2, fa sost.2 y tir la resonancia adecuada de las notas más sordas del instru-
so/2) y otros. Ni la mejor caña puede resolver los problemas cau- mento. (En el oboe barroco los orificios son muy pequeños y al-
sados por un tudel curvo equivocado o de mala calidad. gunas notas son particularmente sordas.)
El tallado de una caña de corno inglés es esencialmente En general, como se puede derivar de lo dicho hasta
el mismo que el de una caña de oboe, incrementando de mane- aquí, requerimos una caña mucho muy suave a la vez que esta-
ra proporcional, desde luego, todas las medidas del corte. Uno ble, misma que puede lograrse con un cepillado relativamente

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Roberto Kolb N«uhi

delgado (6.5 mm), la utilización de carrizo de diámetro grande 7. Problemas en la construcción de cañas
(hasta 14 mm) y un corte comparativamente largo (18 mm en
promedio). A continuación se enumeran las fallas más comunes en la cons-
Las cañas para oboe barroco suelen ser cortas y anchas. trucción de cañas y se sugieren formas para corregirlas. Desde
Se ha hecho costumbre utilizar, como en el caso del corno luego, no todas las cañas son susceptibles de ser habilitadas. Es-
inglés, tudeles de conicidad y longitud varia (para influir sobre to sucede, por ejemplo, cuando el carrizo no cuenta con las ca-
aspectos de afinación, timbre, respuesta y estabilidad de los racterísticas adecuadas de flexibilidad y elasticidad.
agudos), sobre los cuales se fijan los tudeles de las cañas. Estos Como se verá, existen varias opciones para abordar cada
últimos pueden ser los mismos que se usan en el corno inglés. uno de los problemas. De ningún modo es necesario aplicar todas
La longitud de la lengüeta es de alrededor de 23 mm y las opciones en cada caso. Por lo regular una es suficiente. Se pue-
el ancho de la caña de 8.5 a 9.5 mm. El perfilado suele hacerse de, también, trabajar con la combinación de dos o más opciones.
a mano, lo cual requiere mucha destreza. (En la actualidad ya La observación cuidadosa y la experiencia del oboísta ayudarán a
es posible comprar perfiladores construidos en especial para el determinar el camino indicado para resolver cada problema.
oboe barroco, pero antaño éstos seguramente no existían.) Las opciones de corrección están enlistadas aquí siguien-
El cepillado también representa un problema considera- do el orden de la frecuencia con que suelen utilizarse.
ble, ya que solía (y suele) hacerse manualmente por medio de
una gurbia, asentando el carrizo dentro de una cuneta de ma-
dera que debe fabricarse antes. Es evidente que este proceso es
lento y no muy preciso, aunque coincide con la costumbre anti-
gua. Sin embargo, algunos oboístas utilizan con éxito cepillos ICaña muy pesada (exceso de resistencia a la columna de aire).
de corno inglés (para carrizo de diámetro grande). Existe, des- El graznido requiere de mucha presión para producirse y predominan en él
armónicos agudos, a pesar de que la apertura de la caña es normal. En el re-
de luego, la posibilidad (costosa) de mandar a construir un ce- gistro grave las notas tienden a saltar a la octava. El vibrato es difícil de eje-
pillo especial. cutar. El sonido no se siente libre.
Es muy probable que el estilo de tallado haya sido un
asunto tan variado y personal como lo es en la actualidad, aun- dorso no ha sido rebajado lo suficiente.
que sería atrevido hablar de escuelas nacionales como las cono-
cemos ahora, puesto que no se han encontrado muestras sufi- H Controlar las medidas del corte. Rebajar primero
cientes de cañas antiguas para sostener tal aseveración. Baste flancos y posiblemente costados, manteniendo
con decir que la aplicación de las indicaciones contenidas en es- una relación orgánica con el corazón. Puede ser
necesario desvanecer más la pendiente del dorso
te manual son válidas también para una caña barroca, siempre (incluyendo el corazón).
que se modifique el equilibrio de los elementos con miras a sa-
tisfacer los objetivos arriba enumerados.

79

U
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ÍCorte pequeño en relación con la dureza del carrizo. Si el mi- Bla cabeza es muy corta y/o la pendiente muy abrupta.
crómetro nos indica que hemos rebajado al máximo tolerablt
los elementos del corte, convendrá alargar poco a poco (en
;econstruir la sección de ataque para obtener
pasos de 0.5 mm) el corte, cuidando que la nueva incisión sea
una cabeza un poco más larga. Si es necesario,
clara y su grosor se continúe con el resto del dorso. Debe de-
debe desvanecerse un poco más la pendiente,
tenerse este procedimiento si la consistencia o la estabilidad comenzando por los flancos.
del sonido sufren en las notas agudas.

HGrosor excesivo en el cepillado del carrizo. Hcaña muy floja (falta resistencia a la columna de aire).
El sonido es pequeño y de timbre áspero, sobre todo en notas como el s/'
y do2 y en el registro agudo. La respuesta en las notas graves es poco con-
fiable (tienden a saltar a la octava). Por lo regular la caña tiene poca elas-
Hcontrolar el grosor con el micrómetro. Preferen-
ticidad y tiende a cerrarse al poco rato de tocarla. El sonido tiene una con-
temente no tendría por qué ser mayor de 0.55
sistencia pobre y no resiste un síaccato en dinámica fuerte.
mm en el centro. Si resulta demasiado grueso, se
debe compensar con un corte más largo.
carrizo es muy blando (poca densidad).

¡Acortar la caña y reconstruir la sección de ataque


¡El carrizo es muy duro. con una cabeza corta y una pendiente más
abrupta, sin alargar el corte. Si esto no ayuda,
debe desechar la caña.
3Esto se manifiesta con frecuencia en una caña
con apertura grande que no se doma al tocar y
resulta cansada para los labios. Se ha de contro-
lar primero la apertura por medio de un collar
de alambre. Después se probará, y si es necesario
se alargará el corte hasta que se sienta cómoda
entre los labios. En ocasiones un carrizo duro
produce un sonido muy agresivo. Esta tendencia
puede acentuarse si intentamos hacer más có-
moda la caña para los labios. Cuando sucede es-
to, conviene desechar estas cañas.
Día apertura es demasiado pequeña.
Ello puede deberse a un carrizo de poca densidad. Coloque
collar de alambre para abrir la caña.

re parte
81 Primera parí
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•Caña muy abierta (exceso de resistencia a la embocadura por tensión de-


masiado pronunciada a las lengüetas).
Se manifiesta en una apertura demasiado grande y en la necesidad de
"morder" la caña para producir el sonido. Éste es difícil de controlar y los
labios se cansan muy rápido, pudiendo incluso llegar a doler. El registro
agudo es bajo respecto del grave y debe compensarse con mayor presión
>¿
abdominal y labial. (Considérese, sin embargo, que una caña nueva debe
tener una buena apertura y que ésta disminuirá en forma gradual con el resionar con cuidado las lengüetas con una pin-
uso. Deberá desarrollarse la sensibilidad necesaria para detectar una ca- za de ropa de muelle suave durante una noche.
ña cuya apertura será buena al cabo de algunos días y una caña que re-
quiere cerrarse artificialmente.)
Lijar levemente el cuello completo con lija de
agua fina, hasta matar el brillo de la corteza.
BEI carrizo es duro (densidad excesiva).

s posible reducir el tamaño de la apertura modi-


Icolocar un collar de alambre para cerrar la aper- ficando la forma del tudel. Esto se logra introdu-
tura a un punto normal. Si después de algunos ciendo el mandril en él y aplicando presión con
días la tensión cede, podrá retirarse el collar una pinza, como se indica en la figura siguiente.
(véase el capítulo J de la segunda parte). Desde luego, este procedimiento acorta la vida
del tudel y se recomienda sólo en caso de emer-
gencia. Antes de reutilizar el tudel afectado es ne-
•Hacer una incisión longitudinal en el cuello de la cesario restituir su forma original.
caña para disminuir la tensión.

xtraer del cuello pequeñas tajadas de corteza


para facilitar su flexión.
Si el problema es recurrente, éste puede deberse al uso de
tubos de carrizo de diámetro demasiado pequeño. Utilice tubos
de carrizo con diámetro mayor (por ejemplo, de 10.5 a 11 mm).

83
Robarlo Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Robtrto Kolb NtuhMM

Si el problema es recurrente, puede deberse a un capilla*


do con cantos muy gruesos respecto del centro o a un cepillado
grueso en general.
Revisar la relación de grosor entre centro y cantos. ÉitOl iRebaje también los flancos, haciendo más angos-
deben disminuir 30 por ciento respecto del grosor del centro. SI to el corazón.
En última instancia también puede hacerse un
los cantos no disminuyen lo suficiente habrá que mandar reafl- poco más gradual la pendiente del corazón a lo
lar o sustituir la cuchilla al fabricante. Revise el grosor general largo del dorso.
de cepillado. Un cepillado grueso genera gran tensión en la ca-
ña y por tanto una apertura considerable y difícil de controlar.
Corrija cepillando palas más delgadas.
Si el problema es recurrente, puede deberse a un perfi-
lador demasiado ancho. Utilice experimentalmente un perfila-
dor más angosto.

Isi las cañas tienden a ser duras, conviene traba-


jar con un grosor de cepillado más delgado (has-
ta 0.55 mm).
¡Caña muy dura (exceso de resistencia a la embocadura, aunque la apertu-
ra es normal o ha sido reducida de manera artificial). liando el carrizo es duro, corresponde utilizar
Se manifiesta en la dificultad para ejecutar los cambios de registro, en es- un corte más largo para que se establezca un
pecial los intervalos descendientes. Notas como s/' y do2 son ásperas. Es di- equilibrio entre el dorso y el cuello.
fícil ejecutar dinámicas suaves y el morendo en las notas graves. Los labios
se cansan con rapidez y pueden llegar a doler.

(Carrizo demasiado duro (densidad excesiva). ,.-.~ se ha retirado suficiente material de los flancos y costados
o del corte en general. No hay un desvanecimiento adecuado
de corazón, flancos y costados hacia la sección de ataque.
aga más pronunciada la curva de la pendiente;
esto es, adelgace las esquinas, rebajando cantos
en forma gradual de la cabeza hacia el dorso,
Hcontrolar medidas del corte con el micrómetro.
para facilitar la flexión de la caña.
De ser necesario, proceda como en la solución de
la página anterior.

Mías lengüetas se han traslapado.

84 85 Primera p«rt«
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
Roberto Kolb Ntuhau* Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

llnsertar la cuña y colocar las lengüetas en fase. Un La cabeza es demasiado larga.


pequeño masaje con movimientos laterales sobre
la cuña suele corregir la tendencia al traslape.
•Acortar la cabeza y reajustar la sección de ata-
También puede ayudar un collar de alambre.
que si es necesario.

•Caña demasiado suave (falta de resistencia a la embocadura).


«h» Los costados son demasiado delgados a la altura de la sección
Se manifiesta en un sonido de consistencia pobre. Las lengüetas están flo- de ataque.
jas y no se pueden controlar. La afinación de los agudos puede ser baja,
La caña no resiste dinámicas fuertes ni permite articulaciones como un rtar la cabeza y reajustar la cabeza si es nece-
staccato en forte o ataques suaves. El timbre es pobre (áspero).
sario.

.a apertura es demasiado pequeña, por lo general debido a


un carrizo poco denso.
lEI dorso se ha rebajado en demasía.

Colocar un collar de alambre para abrir ésta. Es


¡Acortar la caña y reajustar la sección de ataque
posible ampliar la apertura por medio de una pin-
sin alargar el corte.
za, presionando sobre el tudel. Este sistema debe
utilizarse sólo como solución emergente, debido a
que perjudica el tudel a la larga; además, tiende a
separar los cantos en vez de reducir el radio de la
BE! cepillado de la pala es demasiado delgado.
apertura, que es lo que en realidad se pretende.

ontrolar con micrómetro. Acortar la caña y rea-


justar sección de ataque sin alargar el corte. De
ser necesario, hacer más angosto el perfil de la
caña, raspando los cantos con la cuchilla.

Día afinación de la caña es alta.

Las lengüetas son muy cortas en relación con el perfilador.

arte
87 Primera partí
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaui Robarlo Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

ledir la longitud de las lengüetas. Deben medir el problema es recurrente puede deberse a que el instru-
25 mm en promedio. El problema se puede resol- mento ha sido fabricado con una afinación alta, como se acos-
ver en forma temporal sacando un poco la caña tumbra en determinados países (Alemania, Austria).
del instrumento, hasta obtener la afinación re-
querida. (La caña no deberá sacarse más de 2 @ Para corroborar esto es posible consultar al fabri-
mm, a riesgo de falsear la afinación interna del cante o comparar la afinación de un oboe de afi-
instrumento.) Si las lengüetas de 25 mm de lon- nación conocida con el nuestro, utilizando la
gitud producen una afinación consistentemente misma caña. Dado el caso de una afinación alta
alta, conviene revisar la embocadura en función de fábrica, sólo es posible resolver el problema
de la relajación y colocación adecuada en la ca- usando tudeles más largos (48 o 49 mm).
ña. Puede ser necesario utilizar un perfilador
más ancho o tudeles más largos. Pero no es reco-
mendable alargar las lengüetas más allá de la
medida sugerida.
H Embocadura incorrecta

I Controlar la embocadura en cuanto a su posición


lia apertura es muy pequeña. y relajación. Si se introduce la caña demasiado
profundamente dentro de la boca, esto provoca-
rá una afinación alta, además de una escala de-
lÜAbrir la caña con un collar de alambre.
sigual con problemas de homogeneidad tímbrica
y dinámica. Por otra parte, si se ejerce una pre-
Si el problema de la apertura pequeña es recu- sión excesiva con los labios ("morder"), el resul-
rrente, conviene utilizar carrizo con un diámetro tado será una afinación alta, un timbre sordo y
más pequeño y/o un perfilador más ancho. un rango dinámico restringido.

.a caña no ha sido liberada lo suficiente. lAl construir la caña no se consideró el calor ambiental y/o el
calentamiento natural del instrumento al tocarlo.
Iconforme liberamos las vibraciones de la sección
de ataque hacia el dorso y cuello, generando un temperatura ambiental alta provoca una
graznido cómodo y bien balanceado, la afina- afinación alta en el oboe. Esto se corrige en for-
ción de la caña bajará hasta llegar a su punto ma temporal sacando la caña un tanto del oboe.
ideal. Pero si la temperatura del sitio donde se toca es
siempre caliente, se deberán construir cañas más
bajas, con tudeles más largos.

parte 88 89
•••
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaui Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

ls¡ queremos obtener un la de 440 vibraciones BE| carrizo es muy blando y carece de elasticidad.
por segundo, tendremos que calcular que la ca-
ña colocada sobre un oboe frío produzca un la Süeseche la caña.
de 438 vibraciones por segundo. Al tocar, nues-
tro aire calentará el instrumento y elevará la afi-
nación al punto deseado.
Bse ha rebajado demasiado la caña (graznido flojo).

Bla afinación de la caña es baja. HAcortar la caña, reajustar la sección de ataque y


no alargar el corte.
lias lengüetas son demasiado largas.

HLa longitud estándar es de 25 mm, pero es posi- cepillado de las palas es demasiado delgado.
ble acortar la caña hasta un mínimo de 23 mm.
Esto puede ser necesario cuando la afinación de
fábrica del oboe es baja o cuando se usa un per- Bs¡ el carrizo tiende a ser demasiado blando, se
filador muy ancho. recomienda incrementar el grosor de cepillado
(aunque no más allá de 0.60 mm).

La apertura de la caña es demasiado grande.


lEI tudel es demasiado largo en relación con el perfil de la ca-
ña o de la afinación natural del instrumento.
anse las soluciones de las páginas 82 y 83.
Sutilizar tudeles más cortos.

La caña es demasiado ancha.


La caña responde mal, sobre todo en el registro grave.

iReducir el ancho de la caña, sobre todo a la altu-


Oka vibración de la caña no ha sido suficientemente liberada
ra del cuello. Si el problema es recurrente debe
(exceso de resistencia a la columna de aire).
utilizarse un perfilador más angosto.
Hüberar la vibración de las lengüetas (véanse las
soluciones de las páginas 79 a 81).

ra parte 90 91 Primera pi
Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaut

cabeza es demasiado corta, sobre todo en sus lados. . imbas condiciones provocan problemas de res-
puesta. En el primer caso, porque es necesario
"morder" la caña para obtener un sonido. La
Bla cabeza debe estar bien diferenciada del inicio tendencia de esta caña será a producir el sonido
de la pendiente. En los lados puede ser bastante en forma abrupta haciendo difícil obtener ata-
más ancha que en su centro (cuanto más duro ques suaves (sobre todo sin lengua). Esto es par-
sea el carrizo, más ancha podrá ser en el centro, ticularmente notorio en el registro grave.
pero sobre todo en los lados). Cuando la caña tiene una apertura muy
pequeña se presenta otro tipo de problemas de
articulación. Ésta no soporta un ataque fuerte,
porque el sonido salta de inmediato a la octava
,a cabeza es demasiado gruesa. al atacar las notas graves. La sección de ataque
se pliega con demasiada facilidad y no ofrece a
los labios la resistencia necesaria para poder con-
grosor de la cabeza debe estar en proporción trolarla. Así, si intentamos un ataque suave, sin
a su largueza y depende también un tanto de las lengua, el ataque tenderá a ser más bien abrup-
características de densidad del carrizo. Aunque to (véanse los problemas de las páginas 82 y 86).
no existen medidas absolutas en cuanto al gro-
sor de la cabeza, podemos considerar algunas re-
glas generales:
a. Una cabeza larga debe compensarse ¡Los cantos no se desvanecen en forma suficiente hacia la
con mayor grosor. cabeza.
b. Un carrizo blando requiere también
mayor grosor en la cabeza. HEste problema está en cierto modo vinculado con
c. Se recomienda adelgazar las esquinas el largor de la cabeza en las esquinas. Si observa-
respecto al espesor del centro de la cabeza para mos la caña lateralmente, podemos observar có-
obtener una mejor respuesta. Sin embargo, si mo se desvanece el espesor de los cantos hasta su
exageramos esta tendencia podemos afectar la mínimo a la altura de la cabeza. Dicho desvaneci-
estabilidad y consistencia del sonido, sobre todo miento debe ser muy gradual. Cuando esto es ma-
en el registro agudo. yor, la caña se plegará con mayor facilidad, lo cual
d. En climas secos es necesario adelgazar puede significar una respuesta muy cómoda. Si se
más la cabeza que en climas húmedos. desvanecen demasiado los cantos, surgirán pro-
blemas de articulación similares a los que se pre-
sentan cuando la apertura es demasiado pequeña
(véase la segunda solución de la página anterior).
Por tanto, deberá precederse con mucho cuidado
La apertura de la caña es demasiado grande o pequeña. al desvanecer los cantos. Se tallará siempre empe-
zando por el extremo de la cabeza, probando va-
rías veces la caña durante el tallado.

ira parte 93
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaut Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

¡Dificultad de articulación de las notas sobreagudas. Blas lengüetas son muy largas respecto del perfilador.

HFalta de consistencia en la sección de ataque. .cortar las lengüetas o hacer más angosto el
perfil raspando los cantos con la cuchilla o liján-
cortar la cabeza para darle mayor consistencia. dolos, para lo cual los cantos deberán estar apo-
Cuidar que la cabeza no quede demasiado larga. yados sobre una lija de agua. Si el problema per-
Conviene que tenga suficiente grosor, incluso en siste, conviene experimentar con un perfilador
las esquinas. más angosto.

pertura demasiado grande o pequeña. apertura es demasiado grande.

iontrolar el tamaño de la apertura (véanse las


lAjustar el tamaño de la cabeza por medio de un soluciones de las páginas 82 y 83).
collar de alambre.

I El carrizo es de baja densidad (caña floja).


¡Baja densidad del carrizo (caña floja).

¡Tratar de dar consistencia a la caña acortándola y


HTratar de darle consistencia a la caña acortándo- reconstruyéndola con un corte pequeño o dese-
la con un corte más pequeño.
charla.

ÜRegistro agudo bajo respecto del grave.


perfilado es demasiado ancho.
Ella sección de ataque está floja.
BÍReducir el ancho de la caña como se indica en la
primera solución de esta página o utilizar un per-
ar mayor consistencia a la sección de ataque, filador más angosto si el problema es recurrente.
acortándola y reconstruyéndola con una pen-
diente más pronunciada.

cuello de la caña es demasiado ancho.

>»rt« 94 95 Primer* p«rtt


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MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaut

1AI montar la pala perfilada y doblada sobre el lEI sonido es pequeño y proyecta mal.
tudel debe cuidarse que sobre éste quede sólo el
carrizo suficiente para que sellen bien los cantos. Bs¡ el sonido es poco resonante es probable que no se haya li-
Si bajamos más la pala sobre el tudel, se formará berado en forma adecuada la vibración de la caña.
en el perfil una joroba en el punto donde se
unen y el cuello quedará muy ancho.
Adelgace el cuello con la cuchilla o expe- Bliberar la vibración como se indica en el proble-
rimente con un perfilador más angosto. ma de la página 79.

HE| sonido es áspero, sobre todo en el registro agudo y en las ¡Cepillado demasiado delgado de la pala.
notas s/1 y do2.
Hlln cepillado muy delgado disminuye el rango di-
Bla sección de ataque no tiene suficiente consistencia. námico de la caña y, en consecuencia, también su
proyección. Utilice un espesor de cepillado un
poco mayor.
eajustar la sección de ataque para mayor con-
sistencia. Controlar con el micrómetro que la ca-
beza tenga suficiente espesor.

ensidad baja del carrizo (caña floja).

I La cabeza es demasiado corta, sobre todo en su centro, don- esechar la caña.


de no se diferencia con claridad de la pendiente.

argar un poco la cabeza, separándola del ini-


cio de la pendiente. ¡El sonido es delgado y "nasal".

ISe ha retirado demasiado carrizo del dorso (incluyendo el co-


razón).
I La apertura es demasiado pequeña.
y un problema de equilibrio entre dorso y cue-
•Agrandar la apertura por medio de un collar de llo. El primero no transfiere en forma adecuada
alambre. Si esto ayuda y el problema es recu- las vibraciones hacia el cuello y la flexión predo-
rrente, conviene utilizar carrizo con diámetro minantemente frontal de las lengüetas favorece
menor. un timbre muy claro y delgado.

ira parte
97 Primer* part
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaui

(Carrizo de baja densidad.

Hoesechar la caña.

¡•Dificultad para controlar piano y morendo (el sonido tiende a cortarse).

La sección de ataque no es flexible.

La pendiente puede ser demasiado abrupta. Ate-


nuarla sobre todo frente a los flancos. Si hace-
mos más angosto el corazón a la altura de la
pendiente, estaremos en posibilidad de prevenir Segunda parte
interrupciones involuntarias del sonido. Materiales de apoyo

I La vibración de la caña no ha sido liberada de manera sufi-


ciente.

Liberar la caña como se indica en el problema de


la página 79.

ra parte Segunda p
A. La materia prima: el carrizo
El carrizo es una planta muy común que se encuentra en gran
cantidad en países con regiones subtropicales y climas cálidos
templados. Tiene cierto parecido con el bambú y con frecuen-
cia se le confunde con éste. Su tallo es hueco y en su longitud
está dividido por nodos que distan entre sí de 10 a 25 cm. La
medida de su diámetro varía de 1 a 5 cm en la base. El grosor
de las paredes del tallo fluctúa entre 1 y 5 mm.
El carrizo joven es verde y crece rápidamente durante los
primeros meses (hasta 50 cm por semana). Los retoños surgen
con el mismo diámetro en la base que tendrán cuando estén
maduros.
En cada nodo crece una hoja que envuelve al tallo hasta
más allá del próximo nodo. En el carrizo joven estas hojas son
verdes pero se ponen amarillas hacia finales de la primera tem-
porada de crecimiento. Después de la segunda temporada las ho-
jas adquieren un color café o gris, para pudrirse después y caer.
Las plantas de carrizo llegan a medir hasta 4 o 5 m de
altura La madera del tallo está conformada de manojos micros-
cópicos de conductos huecos que lo recorren longitudinalmen-
te y a través de los cuales fluye la savia. Estos ductos están
rodeados por fibras protectoras. La corteza consiste en una cu-
tícula dura y un tanto cerosa.
El carrizo crece en colonias. Todos los tallos están conec-
tados por un sistema de raíces en forma de rizomas. Éstos se ex-
tienden bajo tierra a una profundidad de 30 cm, más o menos,
y producen retoños de tiempo en tiempo. El carrizo es una
planta muy tenaz y sólo puede ser exterminado por la extrac-
ción total del conjunto de rizomas.
En torno al carrizo han surgido toda clase de mitos. Así,
por ejemplo, se dice que el carrizo francés es el único que sirve
para construir cañas. En realidad, el carrizo que se produce en
Francia no es suficiente para satisfacer la demanda internacio-
nal. De hecho, en ocasiones, los agricultores franceses se ven

101 Segunda p<rt«


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obligados a comprar carrizo de otros países para poder cubrir la deran que seis meses son suficientes, mientras otros no aceptan
demanda. menos de tres años. En realidad el tiempo para el curado está de-
La cosecha del carrizo destinado a fines musicales se terminado por la demanda y, puesto que ésta excede en mucho
realiza siempre en los meses más fríos del año (diciembre a fe- a la oferta, es muy probable que el carrizo que consumimos no
brero). Durante estos meses la planta está "dormida". Ha de- tenga por lo común más de un año de curado. Con frecuencia
jado de crecer temporalmente y poca o ninguna savia fluye a compramos un carrizo inmaduro y estamos obligados a curarlo
través de sus conductos. en casa por cierto tiempo antes de poder utilizarlo.
Los únicos tallos adecuados para fines musicales son los Finalmente, los tallos son seccionados con cortes hechos a
que tienen de dos a tres años de edad, lo cual es fácil de detec- un centímetro a cada lado de los nodos, los cuales se desechan.
tar gracias al color café o gris de las hojas y del ramaje que se Los tubos restantes se seleccionarán en función de su utilidad pa-
desarrolla a partir del segundo año de crecimiento. ra fines musicales. La mayor parte de los tubos se desechará o se
La vida de una planta de carrizo es de cuatro o cinco utilizará para fines no musicales. No más de cinco por ciento de
años. Después de éstos la planta muere y se transforma en ma- la cosecha cumple con los requisitos necesarios para construir ca-
dera seca. Las cañas fabricadas con este tipo de carrizo suelen ñas de oboe, corno inglés, clarinete, fagot y saxofones.
ser demasiado duras y quebradizas. En lo que respecta al clima, el carrizo requiere una hu-
Las manchas que se encuentran con frecuencia en la cor- medad atmosférica relativamente baja, como la que se encuen-
teza del carrizo son causadas por hongos o bacterias de las ho- tra en las zonas costeras templadas. Es necesario que las tempo-
jas en su proceso de descomposición y no tienen ningún efecto radas cálidas sean lo suficientemente largas para permitir el
negativo sobre la calidad del carrizo. crecimiento deseado de los tallos. Es indispensable también un
Su procesamiento se realiza en tres etapas: secado, aso- invierno considerablemente frío para "dormir" la planta duran-
leado y curado. Con los tallos recién cortados se forman mano- te dos meses, por lo menos. Ésta requiere asimismo suficiente
jos que habremos de proteger del sol con tallos de desperdicio. agua para garantizar un crecimiento adecuado.
Luego de cuatro meses en este estado, bien ventilado, el carrl-, De igual forma, es importante que el suelo sea rico en
zo perderá toda su humedad. minerales, particularmente nitrógeno, y que sea tan ligero co-
El asoleado se realiza en los meses cálidos (mayo o junio). mo para permitir el desenvolvimiento del sistema de rizomas.
Antes de esto hay que quitarle las hojas restantes y lavarlo. Se re- Es posible encontrar estas condiciones en muchas partes del
cuesta después sobre soportes en forma horizontal o inclinada de mundo. No sólo en el sur de Francia, cuyo carrizo, por un mero
modo que reciba sol de manera directa. Diariamente se giran los accidente histórico, se volvió tan famoso. Se han fabricado bue-
tallos con el fin de lograr un asoleado parejo en toda su circun- nas cañas utilizando carrizos de países tan dispares como Rusia
ferencia. El asoleado le quitará el restante tono verdoso al carri- (en el Caucase), Grecia, la ex Yugoslavia, Italia, el norte de Áfri-
zo, dejándolo de color amarillo. Se suele asolear el carrizo duran- ca, Argentina, México y Estados Unidos. La mayor parte del ca-
te varias semanas, dependiendo de la cantidad de sol. rrizo comercial proviene de Francia, España y Portugal.
Después del asoleado, el carrizo se deposita en almacenes
bien ventilados y frescos para su curado. Las opiniones en torno
al tiempo requerido para esta fase varían mucho. Algunos consl-

da parte 103 Segunda par


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B. El cepillado Esto es muy notorio cuando cambiamos un perfilador


ancho por uno angosto: utilizando este último, debemos retirar
Como ya se mencionó en el capítulo 1 de la primera parte, no considerablemente mayor cantidad de carrizo para hacer vibrar
todos los oboístas acostumbran cepillar su carrizo. Sin embargo, la caña.
el uso de una máquina de cepillar nos permite influir en forma 2. La dureza del carrizo. En general resultaría muy incó-
importante sobre varios aspectos de las cañas. modo ajustar el cepillo a las exigencias de cada pieza de carrizo,
Las máquinas de cepillar rebajan las palas de carrizo de- además de que éstas son difíciles de evaluar. Sin embargo, el ca-
jando más pulpa en el centro que en los lados, usualmente en rrizo de un mismo lugar y cosecha tiende a tener características
proporción aproximada de dos a tres. similares, lo cual permite un ajuste global de grosor en el cepillo.
Si el carrizo tiende a ser duro, se deberá cepillar más delgado. En
caso contrario, habrá que dejarlo más grueso. Recomiendo variar
el grosor de cepillado entre 0.55 mm y 0.60 mm.
3. La humedad del ambiente. Si el clima es húmedo, las
cañas vibrarán con mayor facilidad. En este caso convendrá un
cepillado más grueso, para evitar flaccidez en la vibración. En
climas secos puede ayudar un cepillado más delgado (0.55 mm
hasta 0.57 mm) para facilitar la vibración de la caña.
4. La función musical. En una orquesta sinfónica se requie-
En un cepillado grueso el centro de la pala es de 0.6 mm re de un sonido grande y denso, con buena proyección. Esto se
y sus lados medirán usualmente 0.45 mm. En un cepillado me- logra mejor con un cepillado grueso que con uno delgado.
dio, el centro de la pala mide 0.58 mm y los lados aproximada- En música de cámara, en cambio, buscamos un sonido
mente 0.43 mm. Un cepillado de 0.55 mm en el centro de la pa- muy flexible y rico en posibilidades de articulación y modula-
la se considera delgado. Para determinar el grosor ideal de ce- ción tímbrica. En esta música se hace indispensable, también,
pillado tomaremos en cuenta los siguientes factores: una caña ligera que no provoque cansancio, aun en repertorio
1. El ancho del perfilador. Cuanto más ancho sea éste, musicalmente denso y técnicamente demandante. En este caso,
más delgados serán los costados y vibrarán más pronto las len- la potencia (proyección) del sonido no es tan relevante. Con un
güetas. cepillado más delgado podemos lograr una caña con estas ca-
racterísticas.
Un cepillado más grueso favorece la estabilidad del soni-
Perfilador angosto: costados más gruesos do en el registro agudo y resulta más adecuado para ejecutar el
primer oboe en una orquesta. Para el segundo oboe es reco-
mendable un cepillado más delgado con el fin de lograr un tim-
bre algo más oscuro, un sonido menos potente y facilitar la ar-
Perfilador ancho: costados más delgados ticulación en el registro grave.

104 105 Segunda pi


MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
Roberto Kolb Neuh Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

C El perfilador cañas. Es recomendable experimentar con varios (en la medida


de lo posible) antes de decidirse por uno, pues son bastante cos-
En Europa y Estados Unidos existen varios fabricantes de perfi- tosos.
ladores. Cada uno ofrece por lo general entre tres y cinco mo- Las tendencias generales de los perfiladores pueden re-
delos diferentes de perfilador para oboe (para oboe de amor y sumirse como sigue:
corno inglés la variedad suele ser menor). Los perfiladores difie- 1. Perfilador ancho
ren en su diseño mecánico (véase la lámina 9). a. Apertura mayor
Pero lo importante es observar la forma del perfilador en b. Sonido más oscuro
sí; no sólo el ancho a la altura de su cabeza, sino la forma en que c. Volumen mayor
se desvanece hacia el cuello. A la altura de la cabeza los perfila- d. Mayor facilidad para hacer vibrar la caña (costados
dores suelen variar entre 6.8 y 7.5 mm (en el caso del oboe); a la más delgados)
altura del cuello deben tener un mínimo que garantice que las e. Comodidad en la respuesta de las graves
lengüetas, al montarse sobre el tudel, sellen efectivamente. f. Posibles problemas en la estabilidad de los agudos
La forma del desvanecimiento de la cabeza al cuello es g. La afinación tiende a ser más baja
irregular. Por lo general es menor a la altura del corte y mayor h. Peligro de afinación baja de agudos respecto de
a lo largo del cuello. La variedad posible en su diseño no tiene graves
límites.
A continuación se muestran, para su comparación, algu- 2. Perfilador angosto
nos perfiladores de uso bastante difundido y calidad probada: a. Apertura menor
b. Sonido más claro
RDG núm. 1 RDG núm. 2 K. Michel (RFA) c. Mejor estabilidad en los agudos
(E U A)
A. Hórtnagel
(Schellenberger) (Austria) d. Buena relación graves-agudos
(Goritzki) e. Volumen posiblemente menor
7.O
7.2 7.0»
f. Mayor dificultad para hacer vibrar una caña
(costados más gruesos)
g. Posibles problemas en la respuesta de las graves
7.1
h. La afinación tiende a ser más alta
6.2 6.55

5.1
Este listado pone en evidencia las tendencias favorables
5.5
y desfavorables que puede tener un perfilador y da cuenta de
la necesidad de experimentar en este terreno. En principio es
recomendable usar un perfilador de ancho medio (7.2 mm), lo
cual nos ayudará a lograr una caña bien balanceada sin aumen-
Es difícil prever los resultados acústicos que generará de- tar los riesgos potenciales mencionados arriba al trabajar un
terminado perfilador sin probarlo construyendo con él algunas perfilador muy ancho o angosto.

-m- 107 Segunda pi


Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhauf

La forma de la parábola que da cuerpo al desvaneci- 1. Conviene que la ba-


miento de los costados desde la cabeza hasta la base del cuello se sobre la cual asentaremos
puede influir sobre la afinación interna del instrumento. Un el carrizo sea firme. La espiga
cuello demasiado ancho puede restar estabilidad y baja afina- móvil del indicador deberá
ción del fa sostenido2 y del sol2. Una parábola que produzca un terminar en una punta ligera-
cuello muy angosto puede eventualmente elevar en forma des- mente redondeada o aplana-
proporcionada notas individuales como el mi2, fa sostenido2 y da con el fin de que no se in-
sol2 o el registro agudo en su totalidad entre mi2 y do3. cruste en la fibra del carrizo,
Para finalizar, se muestran algunas gráficas de perfilado- falseando la lectura.
res de oboe de amor y de corno inglés. 2. Considérese, al medir, que el carrizo muy húmedo se
hincha, aumentando su grosor. La diferencia de espesor entre el
carrizo mojado y el seco puede llegar a ser hasta de 0.02 mm.
RDG núm. 1 RDG-1N Prestini núm. 1 Convendrá tener en cuenta esta variable al determinar el gro-
(oboe de amor) (corno inglés)
sor de cepillado deseado.
6.0 8.3
Existen indicadores es-
pecialmente construidos para
poder medir los elementos del
7.7 7.9
corte en una caña terminada o
7.6
por terminarse. En estos apa-
«.a 7.0 ratos la espiga cae sobre una
— delgada lengüeta, en la cual se

•• 5.6 ^
5.8
puede insertar la apertura de
1\J
la caña. Estos indicadores tam-
bién pueden utilizarse para la
medición del grosor de cepilla-
do de las palas.
La costumbre de medir los elementos del corte en ambas
D. El indicador micrométrico
lengüetas es excelente. No sólo nos sirve para detectar errores
o asimetrías no reconocibles a simple vista o a contraluz, sino
El indicador micrométrico (micrómetro) cumple dos funciones
que si registramos en una gráfica las medidas de nuestras me-
en la construcción de cañas. La primera es la medición del espe-
jores cañas descubriremos pronto ciertas constantes. Después
sor de las palas cepilladas, tanto en su centro como en sus lados.
podremos invertir el proceso y utilizar el indicador no sólo pa-
La segunda es la medición de los diferentes elementos del cor-
ra controlar el resultado final, sino también para controlar el
te en una caña terminada.
proceso mismo del tallado de la caña. Esto resulta de gran ayu-
Para la medición de las palas habrán de tomarse en
cuenta los siguientes factores:

109 Segunda parí


-18-
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Roberto Kolb Neuhaus

da sobre todo para los principiantes, cuya vista no se ha sensi- E. El afilado de las cuchillas
bilizado lo suficiente como para detectar defectos sutiles en el
acabado del corte. La calidad del filo de nuestras cuchillas es de enorme importan-
Como ejemplo, valga ilustrar las medidas de espesor del cia para lograr buenas cañas. Sucede con frecuencia que cons-
corte de una caña específica. truimos gran cantidad de cañas pero sistemáticamente con ma-
los resultados. Uno de los motivos puede ser el descuido del filo
de la cuchilla, y para contrarrestar esta posibilidad es convenien-
te formarnos el hábito de repasar el filo de nuestra cuchilla an-
tes del tallado de cada caña nueva.
Existen, desde luego, cuchillas de muy buena calidad
que no requieren de un afilado tan frecuente, pero son difíci-
les de encontrar. Contrariamente a lo que muchos piensan, el
acero más duro no es el que produce el mejor filo, más bien
su filo tiende a resquebrajarse. Un acero blando de buena ca-
lidad necesita afilarse con mayor frecuencia, pero produce un
filo mejor.
Para el tallado de cañas recomiendo dos tipos de cuchi-
llas. Para el trabajo pesado (corteza y dorso) resulta ideal la cu-
chilla de filo oblicuo, ya que su pronunciado grosor impide la vi-
bración del filo y permite un corte parejo a lo largo de todo el
dorso. Para el trabajo delicado (pendiente y cabeza) resulta más
útil la cuchilla de caras cóncavas, ya que permite lograr un filo
en extremo agudo.
No cualquier piedra de afilar nos será útil. Para lograr
un buen filo deberemos incluso utilizar más de una piedra.
Las medidas de esta gráfica no deben tomarse, desde Entre las mejores, aunque de alto costo, están las llamadas
luego, como ley. Son cifras que funcionan sólo para las cañas de Arkansas. Suelen encontrarse graduadas en tres niveles de ter-
un oboísta específico y son el producto de una combinación al- sura: grano grueso, medio y fino. Para nuestros fines, una pie-
tamente individualizada de características tan variadas como su dra de grano medio y otra de grano fino deberán ser suficien-
instrumento, embocadura, carrizo, perfilador, concepto sonoro tes. El grano grueso sólo nos servirá si nuestra cuchilla tiene el
humedad ambiental, grosor de cepillado, tudel y muchas otras filo muy estropeado.
que determinan conjuntamente la "personalidad" de su caña. Utilizaremos la piedra de graduación media para afilar y
En un clima muy seco o en un sitio elevado con baja pre- la piedra de grano fino o "dura" para asentar el filo obtenido.
sión atmosférica, por ejemplo, el grosor de los elementos del Es posible encontrar piedras combinadas con un tipo de gra-
corte deberá ser menor. duación en cada lado. El tamaño ideal de la piedra es de apro-

Segunda par
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ximadamente 5 por 10 cm, aunque a veces su elevado costo nos


obliga a optar por un tamaño menor.
Por lo común se aplica un lubricante en la piedra. Éste
suele ser aceite abrasivo, petróleo o agua. Al adquirir la piedra
deberemos consultar acerca del lubricante adecuado para ella.
Antes de afilar hay que cerciorarnos de que nuestra piedra es-
té bien asentada sobre la mesa. Generalmente se coloca la pie-
dra dentro de una cajita de madera, la cual se fija de alguna
forma a la mesa.
En la figura siguiente se observa claramente cómo se En la figura siguiente se pueden observar los dos movi-
apoyan los dos tipos de cuchillas sobre la piedra de afilar. Nóte- mientos de afilado más comunes. El movimiento circular es rá-
se que en ambos casos la cara que se está afilando descansa por pido y no muy fácil de ejecutar. El movimiento en forma de "8"
completo sobre la piedra. produce un rozamiento menos directo y afila más lentamente,
sin embargo, tiene la ventaja de minimizar el riesgo de clavar el
filo en la piedra y es más fácil de realizar.

La figura que sigue, en cambio, muestra un ángulo poco Los mismos métodos son válidos para la cuchilla de filo
recomendable, en mi opinión, del filo respecto a la piedra, sin oblicuo, pero en este caso es definitivamente preferible el mo-
embargo, muchos oboístas utilizan exitosamente este ángulo vimiento en forma de "8".
de afilado respecto a la piedra. Al afilar la cuchilla deberán observarse las siguientes
reglas:

ida parte 112 113 Segunda pai


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1. Se realizará siempre la misma cantidad de movimien-


tos en cada lado de la cuchilla.
2. Se comenzará el afilado con el filo de la cuchilla diri-
gido hacia nosotros y se concluirá a la inversa. Esto es indepen-
diente del número de veces que invirtamos las caras de la cuchi-
lla. Si el filo de la cuchilla está en buenas condiciones, suelen
bastar unos cuantos movimientos por cara.
3. Se ejercerá una presión suave pero firme y pareja a lo
largo de toda la cuchilla con los dedos de la mano izquierda. Am-
bas manos conducirán conjuntamente a la cuchilla. Una presión
excesiva aumenta el riesgo de que el filo se atore en la piedra y
se eche a perder. Una presión insuficiente nos puede hacer per-
der el control sobre la cuchilla, la cual puede resbalar. Una pre-
sión desigual de los dedos a lo largo de la cuchilla producirá de-
formaciones en el filo, tal como se muestra a continuación:
Al raspar con suavidad la superficie de la uña, la cuchilla
debe cortar fácilmente y sin atoros. No debe ser necesario ejer-
cer presión vertical para que corte. Si el filo resbala, esto puede
deberse a que no hay suficiente filo o bien a que la cuchilla se
afiló más de un lado que del otro.
Finalmente, hay otros medios de afilado. Uno de ellos, el
más barato, consiste en afilar la cuchilla sobre una lija de agua
muy fina, fijada sobre una superficie plana (por ejemplo un blo-

c
quecillo de madera). Se utiliza agua como lubricante.
Existe también el cinturón de asentar que usan los pelu-
queros para sacar filo a sus navajas de afeitar. Su función es me-
ramente la de asentar y agudizar el filo cuando éste ya existe.
Es buena costumbre echar mano continuamente de un cinturón
4. Al hacer los movimientos sobre la piedra se buscará de asentar, así nuestra cuchilla no requerirá de un afilado tan
recorrer en forma pareja toda su superficie, de manera que és- frecuente. Los cinturones de asentar están hechos de varios ma-
ta se mantenga plana durante muchos años. En otras palabras: teriales: los más comunes son cuero, lona y hule.
el desgaste de la piedra debe ser uniforme. Ahora también podemos encontrar en el mercado las
Para controlar la calidad del filo obtenido pueden utilizar- barras de porcelana, que producen un filo extraordinario con
se las uñas de la mano izquierda, como se muestra enseguida: gran rapidez y facilidad. Éstas son recomendables para asentar
un filo previamente obtenido en la piedra de afilar.

-tí*- 115 Segunda part


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En lugar de la tradicional piedra de afilar mineral o sin- Ángulo de corte adecuado para el flanco derecho
tética, existe actualmente una "piedra" cuya superficie está tra-
tada con polvo de diamante. Este dispositivo ayuda a lograr un
filo con mayor facilidad y rapidez, utilizando agua como lubri-
cante.

F. El manejo adecuado de las cuchillas

Como se vio en el capítulo anterior, se utilizan dos tipos diferen-


tes de cuchillas: una para el trabajo grueso y otra para el de Ángulo de corte adecuado para el flanco izquierdo
ajuste fino.
Para retirar la corteza y trabajar la sección dorsal usare-
mos una cuchilla de filo oblicuo, cuyo notorio grosor impide su
vibración.
Para esta fase del trabajo vale tomar en cuenta las si-
guientes recomendaciones:
1. La cuchilla siempre avanzará sobre el carrizo apoyada
y conducida por el pulgar de la mano izquierda. Este pulgar no
deberá permanecer estático. Se moverá junto con la cuchilla y
ejercerá la presión necesaria para controlar la penetración del En la siguiente gráfica se observa el movimiento correc-
filo de la cuchilla en el carrizo. Una presión excesiva hará que to de la cuchilla al trabajar la sección dorsal.
el filo se atore.
2. Los movimientos en el tallado de la sección dorsal de- Posición inicial y final del movimiento (nótese el ángulo máximo de la cuchi-
berán ser largos y uniformes, recorriendo cada vez con un solo lla respecto al corte)
movimiento toda su longitud.
3. Se debe evitar que la cuchilla forme un ángulo recto
respecto de la veta, en cuyo caso tenderá a atorarse en el carri-
zo, formando incisiones indeseadas y difíciles de allanar (véan-
se las figuras siguientes).

117 S«gund« p

-US-
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Obsérvese que el pulgar ha avanzado junto con la cuchi- Para evitar este riesgo conviene llevar la cuchilla siempre
lla. De no hacerlo, ésta se inclinaría tanto que se atoraría en hasta justo antes de la punta, acumulando ahí la viruta. Para re-
el carrizo y no podríamos controlar efectivamente la cantidad de tirarla hay que empujar la cuchilla hacia adelante sin ejercer la
carrizo que queremos retirar. menor presión hacia abajo. Además, de esta forma la cuchilla
Para delinear la pendiente utilizamos también la cuchi- nunca entrará en contacto directo con la cuña, con lo que ésta
lla de filo oblicuo. quedará protegida tanto como el filo.
En este caso, para lograr mejor control sobre la cuchilla
introduciremos un movimiento nuevo: a la par de empujar, co-
mo antes, la cuchilla hacia adelante, la jalamos lateralmente,
como se muestra en la siguiente figura.

Cuando sea necesario atenuar la pendiente o corregir po-


sibles escalones en ésta, conviene mover la cuchilla lateralmente,
raspando el carrizo excedente.

Desvanecido de la pendiente derecha

\J
Esto nos permitirá un mejor "amarre" de la cuchilla con
el carrizo y mayor control sobre la cantidad de material que re-
tiramos. Si bien este movimiento combinado es difícil de reali-
zar en un principio, a la larga facilita mucho el trabajo y permi-
te mejores resultados.
Desvanecido de la pendiente izquierda
Para controlar el desvanecimiento gradual de la pendien-
te y tallar la sección más delicada (la cabeza), es recomendable
una cuchilla de filos cóncavos. Nuestros movimientos ahora serán
cortos, frecuentes y muy cautelosos. Ejerceremos poca presión so-
bre la cuchilla, raspando, más que cortando, el carrizo. Así evita-
remos arrancar involuntariamente un pedazo de la cabeza, lo
cual puede echar a perder por completo una caña.

119 Segunda parí


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G. La afinación de la caña 8. La resistencia de la caña: una caña muy resistente pue-


de ser alta, mientras que una de vibración libre tiende a bajar
La afinación de la caña depende de varios factores: la afinación.
9. La afinación del graznido: un graznido en la nota do
1. La afinación de fábrica del instrumento: debido a la
suele dar la afinación correcta. Un graznido más alto o más ba-
alta afinación utilizada hoy en día por algunas orquestas euro-
jo afecta de la misma manera la afinación de la caña.
peas, los fabricantes de oboes suelen construir sus instrumentos
10. El grosor de cepillado: un carrizo con un cepillado
con una afinación de 442 a 445 vibraciones por segundo para el
delgado (0.5 mm, por ejemplo) produce cañas más bajas de afi-
la. Es necesario conocer la afinación de fábrica de nuestro ins-
nación que un cepillado grueso.
trumento para poder ajustar nuestra caña de acuerdo con ésta.
11. El perfilador: un perfilador angosto eleva la afina-
2. La embocadura y presión del aire del oboísta: la pre-
ción. Además, la curva específica de un perfilador es capaz de
sión de aire (apoyo) y la colocación de la caña dentro de la bo-
afectar la afinación de ciertas notas en forma aislada.
ca hacen variar la afinación global. A más presión labial y abdo-
minal (apoyo) subirá la afinación de la caña. Sin embargo, la
embocadura y el apoyo del oboísta debe ser una constante y, de
ser posible, no debe modificarse para compensar la desafina- H. La apertura de la caña
ción de una caña o de un instrumento.
3. La temperatura del medio ambiente: la caña deberá El tamaño de la apertura de la caña es un factor determinante
ajustarse para dar la afinación adecuada de acuerdo con el lugar en su funcionamiento, porque influye sobre aspectos musicales
en donde se utilizará predominantemente. El calor del instru- tan determinantes como la afinación, el rango dinámico y el
mento y del medio hacen subir la afinación; el frío la hace bajar. timbre sonoro, así como sobre las posibilidades de articulación
4. La apertura de la caña: cuando está muy abierta, la y, en general, expresivas de la caña.
afinación es más baja; conforme se va cerrando, la afinación su- Éstos son los efectos globales de una apertura anormal:
be. Esto debe tomarse en cuenta cuando se ejecuta un la para Apertura demasiado grande:
afinar un ensamble. a. El registro agudo tiende a ser demasiado bajo y es
5. La longitud de las lengüetas: cuanto más largas, más difícil de controlar.
baja es la afinación. b. La afinación global de la caña es baja, además de
6. La longitud del tudel: se recomienda para nuestro mo- que ésta ofrece demasiada resistencia a la emboca-
delo de caña usar tudeles de 47 mm. Con tudeles más largos (48 dura y a la columna de aire.
y 49 mm) podemos bajar la afinación, mientras que tudeles más
cortos (46, 45 y 42 mm) nos ayudarán a subirla. Siempre es pre- Apertura demasiado pequeña:
ferible cambiar de tudeles a modificar la longitud de las len- a. La caña tiene resistencia global pobre
güetas (25 mm) cuando queremos cambiar la afinación. b. El rango dinámico es pequeño (p-mf)
c. Los agudos tienen un timbre áspero debido a la
7. La longitud del corte: un corte más largo tiende a bajar
la afinación, aunque en escasa medida. No es recomendable alar- presencia en el sonido de armónicos sobreagudos
gar el corte como medida para bajar la afinación de una caña. discordantes desproporcionadamente fuertes.

lunda parte
121 Segunda p
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d. La afinación global de la caña es alta carrizo muy duro produce una apertura grande y difícil de
e. La articulación de las notas graves no es confiable controlar con los labios.
y no es posible controlar la afinación ni la dinámica 4. Humedad. Una caña seca suele cerrarse total o parcial-
de estas notas mente. Se abre remojándola con agua o saliva. Así, si la remo-
f. El staccato es pobre en todos los registros, en parti- jamos durante mucho tiempo en toda su longitud vibrante, la
cular en el grave apertura será grande. La humedad ambiental se hace sentir de
g. La falta de elasticidad de la caña y la consistencia manera notoria en la apertura. En climas húmedos la tendencia
del sonido imposibilitan una doble y triple articula- es a abrirse y en climas secos al contrario.
ción satisfactoria. 5. Presión labial. La presión labial modifica la apertura al
tocarla. Sin embargo, los labios no deben usarse para controlar
Es difícil prescribir una medida exacta para la apertura una caña demasiado abierta. La relajación y tensión de los la-
(un poco menos de 1 mm suele ser adecuado). El ideal depende bios debe utilizarse sólo para controlar los cambios de dinámi-
tanto de la factura del instrumento que se use como de la em- ca y color.
bocadura del oboísta. En todo caso la apertura adecuada debe 6. Temperatura ambiental. Un ambiente caluroso tiende
definirse no en milímetros, sino en su respuesta a las exigencias a abrir la caña; uno frío tiende a cerrarla.
musicales: staccato cómodo y rápido libre de siseo; estabilidad 7. Edad de la caña. Una caña nueva o en proceso de ta-
sonora en la doble y triple articulación; ataques confiables en llado tiende por lo común a tener una apertura grande. Con el
las notas graves; sólida consistencia del sonido en todos los re- uso —"domando" la caña— la apertura se normaliza. Confor-
gistros y timbre aceptable y homogéneo en todos los registros; me envejece debido al uso, una caña tiende a aminorar su aper-
rango dinámico y amplio. tura hasta llegar a ser inutilizable.
Sobre el tamaño de la apertura influye una serie de fac- 8. Longitud de la lengüeta. Una lengüeta muy larga
tores que se describe a continuación. Todos deben tomarse en tiende a tener una apertura más pequeña que una corta.
cuenta en el diseño general de una caña. 9. Montaje del carrizo sobre el tudel. Dependiendo de
1. Ancho del perfilador. Cuanto más ancha sea la caña a la cantidad de carrizo colocada sobre el tudel, se produce un
la altura de la cabeza, mayor será la apertura. efecto de fulcro que modifica notoriamente la apertura, como
2. El tudel. La forma del orificio pequeño del tudel influ- muestra la figura siguiente.
ye sobre el tamaño de la apertura. Un orificio más ovalado pro-
duce una apertura más grande (además de un timbre más claro
y menor resistencia). Un orificio más redondo produce una
apertura menor (además de un timbre más oscuro y una resis-
tencia mayor).
3. Dureza del carrizo. Un carrizo blando difícilmente
mantiene su apertura. Abriendo ésta artificialmente con los
dedos, se cierra al poco rato por acción de la embocadura. Un

122 123 Segunda pi


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Si se coloca menos carrizo sobre el tudel, resulta una En cuanto a la forma del tudel se pueden hacer las si-
apertura mayor. Sin embargo, a cada tudel en combinación con guientes aseveraciones:
determinado perfilador corresponde un solo punto indicado 1. Un orificio grande en el extremo angosto del tudel pro-
para el montaje. No debe utilizarse el efecto de fulcro para mo- duce una caña de respuesta fácil. La afinación del registro agudo
dificar el tamaño de la apertura. es más alta y requiere de menos apoyo de la columna de aire.
2. Un orificio más pequeño en el extremo angosto del
tudel produce cañas más pesadas. La afinación del registro agu-
I. El tudel do es más baja, requiriendo un apoyo mayor al tocar.
3. Una apertura más ovalada tiende a producir un tim-
Los tudeles que se pueden adquirir en el mercado difieren en bre claro, y una apertura más redonda un sonido más oscuro.
dos aspectos: longitud y conicidad.
La selección de tudel depende de varios factores. En pri-
mer lugar, el tipo de caña que estamos construyendo. Una len- J. El collar de alambre
güeta muy ancha o larga puede requerir un tudel corto para
compensar su afinación baja. Lo contrario sucede con una len- Algunos oboístas suelen colocar un collar de latón a la altura
güeta muy angosta. Por otra parte, el tudel no es otra cosa que del cuello de la caña para controlar la apertura. Si bien la utili-
la continuación de la perforación cónica del oboe, y como tal dad del mismo es muy debatida, en mi opinión las ventajas de
puede influir sobre aspectos importantes como la afinación ge- un collar pesan más que las desventajas.
neral del instrumento, su afinación interna y la homogeneidad Como ya se mencionó anteriormente, la apertura de la
tímbrica del mismo. En este sentido conviene preguntar al cons- caña es fundamental. Sin embargo, el tamaño de la apertura es
tructor del instrumento qué tudel recomienda, ya que con fre- determinado por una multiplicidad tal de factores que ponen
cuencia existen tudeles diseñados especialmente para una mar- en evidencia la dificultad de lograr en forma permanente una
ca de oboe, o a la inversa, oboes construidos de acuerdo con las apertura ideal, sin tener que recurrir a constantes ajustes de la
dimensiones de un tipo o marca específicos de tudel. misma con los dedos o con la embocadura.
En el mercado se distribuyen tudeles de una aleación de El uso de un collar permite controlar la apertura con re-
plata y níquel, o de latón, que son un poco más baratos. Los pri- lativa independencia de los factores condicionantes ya antes
meros generan una resistencia ligeramente mayor a la caña y mencionados.
producen un timbre algo más oscuro. Sin embargo, la diferen- He aquí algunas de las ventajas de su uso:
cia entre ambos materiales es tan pequeña que puede ser igno- 1. Durante el rebajado del corte permite mantener cons-
rada. En todo caso las características del carrizo y del corte in- tante la apertura, lo cual ayuda a juzgar la resistencia de la ca-
fluyen mucho más sobre el timbre y la resistencia resultantes. ña con mayor objetividad.
Las medidas más usuales de longitud de tudeles y los 2. Hace innecesario el uso de pinzas para modificar la
países donde predominan son: 47 mm en Alemania, Francia y forma del tudel cuando queremos afectar la apertura.
Estados Unidos; 42 mm en Holanda y 37 mm en Austria. Existen 3. Sella cualquier fuga de aire que pueda haber en los
además medidas especiales de 45, 46, 48 y 49 mm. costados del cuello.

125 Segunda parí


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flexible, conviene calentarlo al rojo vivo con un encendedor o


4. Cancela el esfuerzo extraordinario que tiene que ha-
cerillo, mientras se lo sujeta con una pinza. Ya frío, tendrá la
cer la embocadura durante su construcción y en la "doma" co-
tidiana durante los primeros días. flexibilidad necesaria.
El fragmento de alambre se coloca centrado a la altura
5. Permite estandarizar la apertura de las cañas, reducien-
correcta (aproximadamente 4 mm del hilo) en la cara invisible
do notoriamente las diferencias entre unas y otras, y con ello la
del cuello, sujetándolo después con el índice izquierdo.
variación del ajuste de embocadura que requiere cada una.
La mano derecha voltea el extremo derecho del alambre
6. Prolonga aparentemente la vida de la caña porque es
hacia el lado opuesto sobre la cara visible del cuello.
capaz de conferir cierta consistencia a un carrizo que, por el
uso, la está perdiendo.
7. Impide el traslape de las lengüetas.
Como desventaja del uso de un collar queda solamente
que éste acorta la superficie vibrante de la caña, lo cual puede
afectar de manera negativa al timbre. Sin embargo, pienso que
este problema tiene remedio si se realiza el balance de la caña
tomando en cuenta desde un principio la presencia del collar.
Posiblemente una buena solución intermedia sea utilizar el co-
llar de alambre durante el periodo de estabilización de la caña
(cuando la apertura tiende a ser demasiado grande), retirándo-
lo después. En este caso se deberá usar el collar no más de 4 mm
arriba del hilo, para evitar que la resistencia de la caña cambie
en forma abrupta al retirar el collar (el collar de alambre incre-
menta sensiblemente la resistencia de la caña).
El collar de alambre se coloca directamente durante la pri-
Hace lo inverso con el extremo izquierdo
mera etapa (delineación del corte). Yo suelo colocarlo sobre el
cuello aproximadamente a 4 mm del hilo. Colocarlo más cerca del
corte permite un uso más eficiente del alambre para modificar la
apertura, pero reduce el espacio de acción de la embocadura so-
bre las lengüetas. Colocarlo más cerca del hilo le quita la fuerza
necesaria para influir efectivamente sobre la apertura.
Es preferible utilizar alambre más grueso cerca del hilo
que alambre delgado cerca del corte. Yo utilizo alambre de la-
tón de 0.35 mm. de grosor.
Para un mejor apoyo se inserta un mandril en el tudel
antes de aplicar el collarín. Se corta un pedazo de alambre de
aproximadamente 5 cm de longitud. Si el alambre no es muy

127 Segunda pa
ida parte
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Ahora se gira la caña 180° y el índice izquierdo vuelve a Trenzando y jalando al mismo tiempo corremos el peli-
sujetar el alambre en la cara invisible. Repetimos una vez más gro de que se rompa el alambre.
el proceso anterior con la mano derecha. El alambre debe quedar bien ajustado, mas no debe in-
crustarse visiblemente en los costados de la caña.

Volvemos a girar la caña 180° y el índice izquierdo vuel- Finalmente, cortamos la trenza a 4 o 5 mm del primer
ve a sujetar el alambre por abajo. La mano derecha cruza los ex- nudo y la doblamos hacia el hilo para que no estorbe a la em-
tremos sobre la cara visible. bocadura.

Por lo regular es necesario ajustar el collar levemente (dos


Con una pinza de cabeza plana se trenzan ahora esos ex- giros de pinza al collar) a los pocos días, pues suele aflojarse.
tremos. Para ello se alternan siempre dos movimientos: jalar
con la pinza para apretar el collar y después, relajando la ten-
sión, girar la pinza para trenzar.

lunda parte
-¿a- Segunda par
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K. La embocadura tándolas a las condiciones climatológicas. Si el grado de hume-


dad relativa es muy alto debe evitarse que las lengüetas vibren
Al sistema de cañas aquí delineado corresponde también un de- demasiado en toda su longitud. Conviene entonces dar mayor
terminado tipo de embocadura. Aunque la descripción con pa- consistencia al cuello por medio de un cepillado más grueso del
labras de una embocadura es muy difícil, cabe mencionar que, carrizo o de un corte más pequeño. En climas muy secos se pro-
en comparación con otras, la alemana tiende a "envolver" las cede a la inversa, pues se trata de ayudar a la caña a vibrar. En es-
lengüetas, de manera que una mayor cantidad de superficie te caso debe alargarse el corte un poco o recurrir a un cepillado
carnosa está en contacto con el carrizo. Los labios, al sujetar las más delgado para permitirle vibrar con mayor facilidad.
lengüetas, "cubren" el sonido, amortiguando en cierta medida Asimismo, es recomendable utilizar perfiladores más an-
la presencia de armónicos agudos en la vibración y producien- chos en climas secos, para facilitar la vibración de la caña. Con-
do así el característico timbre pastoso y oscuro del sonido ale- trariamente, en un clima húmedo conviene más un perfilador
mán. La flexibilidad en la embocadura alemana permite variar angosto para lograr la consistencia, que suele perderse cuando
en forma notoria el timbre de la caña, lo cual es muy deseable las lengüetas vibran con mucha facilidad.
en cualquier música de ensamble, en donde el oboe debe en Una desventaja de los sitios elevados de baja presión at-
ocasiones sobresalir y en otras fundirse en el contexto instru- mosférica es la escasez de oxígeno, responsable del esfuerzo ex-
mental. Permite también un control eficaz de los diversos traordinario que se requiere para tocar el oboe en estos luga-
modos de articulación, así como flexibilidad de entonación, be- res. Tales condiciones nos inducen automáticamente a restarle
néfica sobre todo en las notas graves del oboe, que suelen ser resistencia a las cañas, lo cual, a su vez, hace difícil un sonido
problemáticas en otros sistemas. consistente y agradable al oído. Es considerablemente más difí-
Para poder construir y juzgar adecuadamente una caña cil lograr buenas cañas en climas caracterizados por sequedad
es recomendable poseer una embocadura experimentada. Por ambiental o baja presión atmosférica.
buena que sea una caña, no producirá los resultados deseados Como se señala en el capítulo sobre la apertura de la ca-
en una embocadura inadecuada. ña, también la temperatura ambiental afecta el funcionamien-
to de ésta. Un ambiente cálido facilita la vibración de la caña,
en tanto que el frío la vuelve tiesa e inflexible.
L. Condiciones climatológicas

Para muchos oboístas es conocida la dificultad que representa M. Limpieza de la caña


lograr buenas cañas en sitios de alta elevación sobre el nivel del
mar. Usualmente esto se debe a la escasa humedad ambiental y Una de las razones del incremento paulatino de resistencia de
baja presión atmosférica que van aparejadas con la altura. En las cañas es la suciedad y los sedimentos de saliva depositados
climas con un grado de humedad relativa media y alta las cañas en las lengüetas.
tienden a vibrar mucho mejor. En climas secos es muy proble- Esta película de sedimentos se puede retirar en la parte
mático mantener húmeda la caña y vibra con dificultad. Por externa (visible) del corte raspando suavemente con la misma
tanto, es necesario balancear en forma diferente las cañas, adap- cuchilla y cuidando de no alterar el corte.

131
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Para limpiar la superficie interna de las lengüetas suele Las causas de estas crisis pueden ser muchas. Sin embar-
recurrirse a un limpiapipas, introduciéndolo por el lado del tu- go, aquí solo podemos dar algunas sugerencias que podrían
del y extrayéndolo por el lado de las lengüetas. Los depósitos ayudarnos a prevenirlas o solventarlas.
que se adhieren al limpiapipas dan una idea clara de la impor- Antes que nada procede corroborar con el indicador mi-
tancia que reviste limpiar regularmente las cañas. crométrico si nos hemos desviado en forma significativa de al-
Otros métodos de limpiar las lengüetas consisten en for- guna medida de nuestro estándar. Si no es el caso, trataremos
zar agua a presión a través de la caña por el lado del tudel o re- naturalmente de modificar elementos del corte en espera de
mojarla por algún tiempo en agua oxigenada. mejores resultados. Conviene, en este caso, no modificar más
Una de las formas más efectivas de limpieza consiste en la de un elemento a la vez, para localizar sin lugar a dudas al cau-
utilización de un dispositivo de ultrasonido, capaz de extraer in- sante del problema. El éxito de nuestros esfuerzos al construir
cluso los sedimentos que penetran en los vasos conductores de una caña, independientemente de nuestra destreza (que puede
savia, que hasta ahora no se habían podido extraer. Este fenóme- ser grande), depende en medida importantísima de las cualida-
no explica por qué con frecuencia una caña nueva, observada a des del carrizo que utilizamos.
contraluz, es mucho más transparente que una caña usada. Si utilizamos carrizo demasiado blando o duro es impo-
El sistema de ultrasonido está siendo utilizado con éxi- sible la obtención de una caña buena. De hecho sólo un porcen-
to y sus distribuidores sugieren un incremento en la vida útil taje muy bajo (de 10 a 20 por ciento) de las palas rebajadas sue-
de la caña de dos a tres veces. Es posible que el uso cotidiano le tener la flexibilidad y elasticidad necesarias para lograr una
del limpiador de ultrasonido contribuya a mantener estables caña. En vez de utilizar todo el material rebajado para hacer ca-
las características de vibración de la caña sin necesidad de ñas, es importante aprender a discriminar el carrizo con buenas
ajustaría con la cuchilla, alargando así su vida útil. Se ha rea- posibilidades del de calidad inferior, desechando este último
lizado todo tipo de experimentación para alargar la vida de antes de intentar construir cañas con él. Ello se puede lograr de
una caña. En mi opinión, ningún método ha demostrado su varios modos:
eficacia de forma fehaciente. 1. Utilizando el medidor de densidad, medir la dureza
de las palas de carrizo en función de su grosor de cepillado. En
poco tiempo la experiencia nos dirá qué medidas corresponden
N. Periodos de crisis en la construcción a un carrizo prometedor, permitiéndonos desechar el que es de-
de cañas masiado blando o duro (véase el capítulo P: "El medidor de
densidad") y ahorrándonos mucho tiempo y frustración.
De tiempo en tiempo todo oboísta, estudiante o profesional, 2. Si no tenemos acceso a un medidor de densidad, es
sufre periodos durante los cuales ninguna caña le resulta acep- posible medir manualmente la dureza del carrizo por medio de
table, por más tiempo que invierta en su construcción. Estas cri- la resistencia que ofrece la pala cepillada a la torción (véase el
sis producen una merma considerable en su autoestima, ya que capítulo 2 de la Primera parte: "Selección y perfilado de las pa-
una caña insatisfactoria es capaz de reducir notoriamente la ca- las"). En general, tendremos mejor suerte utilizando las piezas
lidad de su ejecución. más duras, desechando aquellas que se flexionan con demasia-
da facilidad.

igunda parte 133


-US-
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
Roberto Kolb Neuhaus

3. Otra forma de combatir las crisis es previniéndolas, ta- nuevo intento. En relación con los problemas de tensión acu-
llando una caña nueva todos los días, aun cuando poseamos va- mulada, resulta también recomendable mantener los procesos
rias cañas satisfactorias para tocar. Así se evita un hábito muy mecánicos de cepillado, perfilado y montaje del carrizo separa-
común: en vez de mantener en estado óptimo sus cualidades de dos del tallado del corte, que es un trabajo delicado y difícil. Por
respuesta por medio de los ajustes necesarios, el alumno tiende ello conviene dedicar semanalmente una sesión a cepillar, per-
a adaptar inconscientemente su embocadura a los cambios de filar y montar cañas (de 8 a 10). Resta así tan sólo, para el tra-
resistencia, apertura, facilidad de articulación, timbre, etc., que bajo cotidiano, el tallado de las cañas, lo que no requiere más
inevitablemente sufre la caña con el uso. de 15 minutos por caña.
Si bien es necesaria y normal cierta adaptabilidad de la El tallado cotidiano de una caña nos ayuda a mantener
embocadura a la especificidad de la caña, no debemos depen- en buena condición la capacidad manual y la sensibilidad para
der de ella para encubrir las fallas de una mala caña. Idealmen- juzgar el funcionamiento de una caña. Una pausa de varios días
te nuestra embocadura debe estar al servicio de la expresividad puede generar torpeza. Así como debemos mantener constan-
musical y no utilizarse para compensar problemas de dureza y te nuestra condición física de embocadura y dedos, también es
flaccidez de una caña. necesario mantenerla en el manejo de la cuchilla.
Este problema, muy común entre los principiantes, se Por último, sólo resta mencionar la inconveniencia de ta-
debe al temor —sólo en parte justificado— de que una gran llar cañas en situaciones de tensión. Las presiones de la vida co-
cantidad de ajustes al corte con la cuchilla acorte la vida útil de tidiana de cualquier índole reducen la concentración y tranqui-
la caña, además del miedo de echarla a perder por medio de un lidad necesarias para lograr resultados satisfactorios.
ajuste desafortunado. Empero, si tenemos siempre cañas en
preparación, se reducen considerablemente estos riesgos.
Si comenzamos a construir cañas nuevas cuando las vie- O. La máquina de tallado
jas han dejado ya de funcionar, la desesperación nos resta pa-
ciencia para ejecutar un corte de manera cuidadosa. El trabajo La introducción de esta máquina es la contribución más impor-
constante en cañas nuevas, en cambio, nos hace menos depen- tante al conjunto de instrumentos para la construcción de ca-
dientes de las cañas viejas, y nos da más tiempo y calma para ñas. Fue desarrollada por Kunibert Michel en Hannover, Alema-
trabajar en las nuevas. nia. Funciona a base de un molde de acero obtenido a partir del
Tampoco deberíamos intentar construir demasiadas cañas perfil del corte de una caña específica construida manualmen-
en poco tiempo. Nuestra capacidad de concentración y de visión, te. Con este molde es posible reproducir en una lengüeta vir-
de relajamiento manual y psíquico, tienen un límite. La ejecución gen el corte de la citada caña con alta precisión.
del corte de una caña exige un esfuerzo considerable. Tallar más Además, con la máquina de tallado se reduce el tiempo
de una caña por sesión genera tensión, impaciencia y falta de necesario para realizar el corte a medio minuto, aproximada-
concentración, lo que resulta en cortes mal ejecutados. mente. Desaparecen también la tensión que suele generar el
Si tallamos una sola caña al día, las probabilidades de corte manual y el esfuerzo visual.
éxito son mayores. Aunque ésta resultase poco prometedora o Pero si bien esta máquina facilita en mucho la tarea de la
inutilizable, conviene esperar el día siguiente para hacer un construcción de cañas, de ninguna manera nos libra de la necesi-

135 Stgundif
Roberto Kolb Nvuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

dad de comprender a fondo los mecanismos de funcionamiento Un oboísta no debe adquirir una máquina de tallado
de una caña, que nos permiten hacer los ajustes indispensables a hasta que no haya madurado, a través de los años, sus concep-
cada una, dependiendo de sus características específicas. tos sonoros y técnicos en torno a la construcción de cañas. La
No existen dos palas de carrizo con propiedades idénti- máquina no es capaz de sustituir esta experiencia.
cas. Ello nos obliga a adaptar las proporciones de nuestro corte
a las exigencias individuales de cada pieza de carrizo. Esta má-
quina debe ser utilizada entonces para avanzar considerable- P. El medidor de densidad
mente el rebajado del corte, dejándolo en la fase en donde ya
sólo requiere leves ajustes manuales. El medidor de densidad es la más reciente herramienta añadida
Si poseemos un carrizo de calidad con propiedades homo- al instrumentario del oboísta y fagotista. Su introducción se basa
géneas de flexibilidad y elasticidad, la máquina de tallado produ- en la hipótesis de que la flexibilidad y elasticidad del carrizo son
cirá un porcentaje alto de cañas utilizables. Un carrizo de carac- producto de la densidad de sus fibras. Al medir esta variable de-
terísticas muy desiguales disminuirá en mucho este porcentaje. be ser posible, por tanto, pronosticar en cierto grado el potencial
A continuación caben algunas sugerencias para el oboís- de la pieza de carrizo que utilizaremos para construir la caña. En
ta que planee adquirir una máquina de tallado. vista de que la calidad del carrizo en el mercado no suele ser bue-
Para fabricar el molde de acero, el interesado debe pro- na, lográndose tan sólo 25 por ciento de cañas exitosas como
porcionar una caña que considere buena. Al escoger esta caña se promedio, el uso de un aparato que nos ayude a detectar las pa-
debe considerar ante todo que esté cuidadosamente tallada. A las de calidad inferior nos puede ahorrar mucho tiempo y ener-
veces obtenemos cañas excelentes, aunque mal talladas, porque gía, que serán mejor invertidos en el estudio del instrumento.
el carrizo resultó excepcional mente bueno. Sacar un molde de es- Si bien su costo es elevado, resulta invaluable para el
ta caña tiene muy poco sentido. Es preferible, pues, seleccionar oboísta profesional. Personalmente he utilizado el densímetro
una caña satisfactoria cuyo corte esté bien ejecutado y pueda con gran satisfacción y durante el tiempo suficiente para com-
considerarse como prototipo del tallado que acostumbre el inte- probar su utilidad.
resado. El hábito de medir con el indicador (micrómetro) el gro- Quisiera sólo agregar algunas recomendaciones para su
sor de los puntos cruciales del corte (cabeza, corazón, flancos y empleo:
costados) es invaluable en este sentido. Nos permite saber cuáles 1. La densidad del carrizo deberá medirse siempre en
son las medidas que mejores resultados nos dan en promedio. seco. La medición en carrizo mojado es poco precisa y fluctuan-
Ésas son las medidas que debe reproducir la máquina de tallado. te, dependiendo del tiempo que haya permanecido sumergido
Debe advertirse también que no siempre resulta satisfac- en agua.
torio un molde, y puede ser necesaria la fabricación sucesiva de 2. Del grosor de cepillado depende la medida de densi-
varios moldes hasta lograr uno satisfactorio. dad (a mayor grosor, mayor densidad). Para obtener medicio-
Debe considerarse la posibilidad de adquirir el molde es- nes confiables de densidad es necesario mantener constante el
tándar que acompaña a cada máquina, ya que su efectividad grosor de cepillado. Un poco de experimentación nos permitirá
está probada. Los poco experimentados pueden, incluso, apren- elaborar una tabla de densidad ideal para nuestro grosor de ce-
der mucho de un buen molde, aunque sea ajeno. pillado específico.

-tí*- Segunda parí


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3. El densímetro también puede ser utilizado para deter- Si construimos nuestras cañas en lugares con acústica
minar el grosor ideal de las palas. Es factible, por ejemplo, cepi- muy reverberante, tenderemos a hacer cañas con bastante re-
llar todo el carrizo en una medida estándar (0.58 mm) y selec- sistencia. Si, en cambio, las construimos en sitios de acústica
cionar de ahí las piezas duras y rebajarlas un poco más (hasta muy seca (alto grado de absorción), tenderemos a rebajar en
0.55 mm). Así habilitaremos el carrizo que de otro modo hubie- exceso el corte, hasta lograr un sonido muy libre y más rico en
se producido cañas insatisfactorias. armónicos. Pero si trasladamos esta caña a un recinto reverbe-
Adquirido el densímetro, en muy poco tiempo aprende- rante, nos resultará excesivamente brillante.
remos a discriminar el carrizo excesivamente blando o duro. Po- Debemos diseñar nuestras cañas en función de su per-
dremos desecharlo antes de perder el tiempo tratando de res- cepción en la sala de conciertos. Para lograr los mejores resulta-
catar una caña condenada de antemano al fracaso. dos es siempre recomendable dar los últimos toques a la caña
directamente en el sitio del concierto. Sólo así se evitarán las
sorpresas desagradables de que se hace mención arriba.
Q. Elementos de acústica

Es conocida la decepción del oboísta que logra construir una ca- R. Escuelas de construcción de cañas
ña excelente en su casa sólo para encontrarse con que en la sa-
la de conciertos no lo es. El problema reside probablemente en A lo largo de la historia el ideal sonoro del oboe ha sufrido
que el músico no tuvo en cuenta las cualidades acústicas del re- transformaciones importantes, motivadas sólo en pequeña me-
cinto en donde elaboró su caña o las de la sala de conciertos. dida por el gusto del oboísta. En la Edad Media los ancestros del
Para explicar este fenómeno cabe introducir algunos oboe, bombardas y chirimías, eran instrumentos usados predo-
conceptos de acústica. minantemente al aire libre, en música de exteriores, como fan-
La reverberación es una multiplicidad de ecos (reflejos farrias y bandas militares y acompañamiento de danzas. Se los
de sonido) superpuestos que modifica la percepción del sonido. consideraba instrumentos poco refinados para participar en en-
Dependiendo del material de la construcción que cubre las pa- sambles cortesanos debido a su timbre penetrante y crudo. Pe-
redes, la forma del recinto y su tamaño, variará la cantidad de ro era justo este timbre el que les daba su efectividad al aire li-
reverberación. bre, en donde eran claramente distinguidos.
La absorción es el debilitamiento de ondas sonoras debi- Apenas en el siglo xvn se desarrolla el oboe como tal y
do a una reflexión incompleta del sonido. Por lo general se de- comienza a conquistar su lugar en los ensambles de cámara. Pa-
bilita primero el sector agudo del espectro armónico. Esto suce- ra ello necesita moderar su sonido burdo y mejorar su capaci-
de en recintos cuyos muros, plafón y pisos están cubiertos de dad de modulación dinámica, tímbrica y de entonación.
materiales no reflejantes (absorbentes), como tapetes, libros, En los siglos subsecuentes, sin embargo, la orquesta de
cortinas, etcétera. cámara crece, multiplicando varias veces su tamaño, y el oboís-
La atmósfera (al aire libre o en recintos muy grandes) ta termina enfrentándose a grandes salas que debe llenar de
también es factor de absorción y afecta ante todo a los armóni- sonido, manteniendo a la vez su capacidad de diferenciación di-
cos agudos, haciendo que una caña pierda brillantez. námica, tímbrica, de articulación y de entonación. Debe ser ca-
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Roberto Kolb Neuhius

paz de sobresalir con fuerza en un contexto instrumental masi- La escuela alemana



vo pero sin perder refinamiento, y debe saber igualmente desa-
parecer del primer plano cuando así lo exige la instrumentación El sistema alemán pretende, con su corte relativamente peque-
del compositor. En este sentido quedan circunscritos los experi- ño, su corazón pronunciado y un cepillado delgado, distribuir
mentos que en materia de cañas han hecho los oboístas del pre- las vibraciones a lo largo de la lengüeta y fortalecer en el espec-
sente siglo. Con base en estas exigencias debemos también eva- tro sonoro los primeros armónicos, debilitando los agudos, pa-
luar nuestras propias cañas. ra quitarle lo áspero al timbre.
Al intentar una descripción de las principales escuelas de Esta concepción de equilibrio combinada con una embo-
construcción de cañas es inevitable incurrir en ciertas generali- cadura envolvente generan el timbre alemán característico,
zaciones. Asimismo, es imposible emitir un juicio valorativo e descrito por lo común como "oscuro", "cubierto" o "pastoso".
imparcial acerca de las mismas. Si bien he desarrollado mis pre- Precisamente estas cualidades lo hacen útil tanto en la orques-
ferencias a lo largo de muchos años de experimentación, resul- ta como en música de cámara. Su capacidad para amalgamarse
ta erróneo defender la superioridad de una escuela sobre otra. con el contexto instrumental es notoria. La construcción de es-
Sólo hay oboístas buenos o malos. La escuela a la que pertene- tas cañas permite una articulación variable y fácil a lo largo de
cen codetermina en medida muy escasa su calidad interpretati- todos los registros. La caña alemana requiere una embocadura
va. Me limito, por ello, sencillamente a la descripción objetiva un tanto más activa que la de otros sistemas, pero permite mo-
de los conceptos de equilibrio de cada escuela. dular en mayor medida el color del sonido y ayuda a lograr un
Antes, sólo una advertencia: describir un timbre sonoro timbre homogéneo en todo el registro del instrumento. Las
con palabras es una tarea poco menos que imposible. Lo que graves no necesitan ser toscas y las agudas tienen una consis-
para uno es "brillante" para otro es "nasal". Lo que para un tencia equivalente a las medias. La acción de la embocadura
tercero es un timbre "plateado" para otro será un timbre "po- permite una coloración diversificada del timbre, enriqueciendo
bre". Por eso trataré de recurrir lo menos que pueda a la adje- las posibilidades expresivas del instrumento.
tivización, que es, a final de cuentas, subjetiva. Son dignas representantes de esta escuela Lothar Koch,
Intentaré en cambio describir el timbre en función de la Karl Steins, Hans-Jórg Schellenberger, Helmut Winschermann e
presencia relativa de la fundamental y de armónicos de fre- Ingo Goritzki, entre muchos otros.
cuencia media y aguda en el sonido de determinada escuela
oboística, consciente de la simplificación en que incurro y de La escuela estadounidense
que esta forma de abordar el sonido no elimina por completo
la subjetividad del juicio que se haga cada cual sobre un timbre Esta escuela es, supuestamente, una derivación (ahora ya muy
determinado. lejana) de la francesa. Su creador fue un oboísta francés, Mar-
Para contrarrestar esta deficiencia recomiendo a algunos cel Tabuteau, quien radicó la mayor parte de su vida profesio-
oboístas representativos de cada escuela. Escuchar sus grabacio- nal en Estados Unidos. A través de la influencia que ejerció Ta-
nes resulta, así, complemento indispensable de este capítulo. buteau, junto con algunos de sus más notables alumnos, este
sistema ha logrado una preeminencia casi total en aquel país.

141
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MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaus MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CANAS PARA OBOES
Roberto Kolb Neuhaus

Esquema aproximativo de una caña estadounidense: Como representantes de esta escuela podemos citar a
Ray Still y a John Mack.

La escuela holandesa
Cabeza larga
Transición abrupta al dorso
Las cañas holandesas están claramente diferenciadas de otras
Costados gruesos con corteza a lo,
largo de casi todo el corte escuelas en el equilibrio de sus elementos: cepillado muy grue-
so (0.75-0.8 mm), perfilado muy ancho (7.5-8 mm), tudel muy
Corazón grueso Ventanas: región más delgada que el
corazón corto (42 mm) y corte relativamente largo (dos tercios de la len-
Espina dorsal muy pronunciada (en güeta).
ocasiones con corteza)

Corte muy largo

Excusando las generalizaciones sobre una escuela hoy en


día altamente diferenciada, las características fundamentales
de este sistema son: un corte muy largo, así como también una
cabeza relativamente larga. Para compensar la flaccidez que es-
to sugiere, suele dejarse un corazón carnoso al cual se llega en
transición bastante abrupta desde la cabeza y se deja intacta la
corteza en las franjas de los costados. Además algunos oboístas
rebajan las llamadas "ventanas" tras el corazón, que tienden a Esta escuela fue desarrollada en su versión contemporá-
dar aún más solidez y estabilidad al sonido, aminorando al mis- nea por Jaap Stotijn, maestro de los más conocidos oboístas ho-
mo tiempo la resistencia global de la caña. landeses de la actualidad. Su objetivo al concebir este sistema
El concepto estadounidense busca —con la cabeza y el era lograr una caña que exigiera el mínimo esfuerzo al ejecu-
dorso muy largos— un timbre con un espectro de armónicos tante en cuanto a presión labial y abdominal, persiguiendo má-
muy amplio (el sonido norteamericano es a la vez oscuro y cla- xima relajación y flexibilidad de ejecución y reduciendo noto-
ro) y una resistencia muy razonable a la embocadura, para co- riamente el cansancio.
modidad de ejecución. La riqueza y la estabilidad de su sonido Las cañas responden a una presión labial muy ligera y la
lo hacen muy útil para el trabajo orquestal. La embocadura in- •mbocadura es muy relajada. Sin embargo, el grosor tan pro-
fluye poco sobre el sonido en comparación con otras escuelas. nunciado del cepillado y la cabeza también gruesa garantizan

143 Segunda parte


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un sonido estable y de buena proyección. La predominancia de Esta caña se basa fundamentalmente en la vibración
vibraciones concentradas en cabeza y pendiente produce un so- frontal y produce una articulación muy fácil, aunque tal vez un
nido rico en armónicos medios y agudos de timbre muy claro. tanto brusca. La flexión de las lengüetas en un corte como éste
Son representantes de esta escuela Han de Vries y Jaap produce un timbre en el cual los armónicos medios y agudos
Stotijn. predominan sobre los graves. De ahí el carácter "nasal" con el
cual se suele describir al sonido francés.
La escuela francesa Debe observarse, sin embargo, que en el último medio
siglo el desarrollo del sonido orquestal de los ensambles más
Francia no sólo es el país que inventó y desarrolló el oboe prominentes del mundo ha tendido hacia un timbre cada vez
moderno. Ha producido además, desde el siglo xvn hasta la fe- más denso y oscuro, en contraste con el sonido ligero y claro
cha, oboístas de primera línea, para quienes los compositores que predominaba a principios de siglo. Por lo mismo, el sonido
franceses han escrito obras importantes, exigiendo con frecuen- francés de la actualidad ha ganado mucho en refinamiento de
cia un alto grado de virtuosismo. timbre y articulación, sin perder su tradicional flexibilidad.
De hecho, desde el siglo pasado la cultura instrumental Como representantes tenemos a Fierre Pierlot, André
francesa ha puesto una atención considerablemente mayor en Lardrot y Maurice Bourgue.
el desarrollo de la destreza técnica del músico que en otros as-
pectos de la interpretación. A algunos sorprenderá mi selección de escuelas nacionales en la
Bajo la influencia del criterio virtuosístico se generó construcción de cañas. No es imposible, desde luego, que exis-
también la caña francesa. Las proezas técnicas que requieren tan otras claramente definidas (¿Austria, Checoslovaquia?). Mi
ciertos compositores se pueden aplicar sólo con una caña ex- criterio de selección toma en cuenta aquellos sistemas cuyo di-
tremadamente cómoda, es decir, que ofrezca un mínimo de seño general es utilizado en forma homogénea en un país de-
resistencia a la columna de aire y a la embocadura. Esto se terminado y que están, además, claramente diferenciados entre
logra rebajando notoriamente el corte en su primer tercio, sí. Muchos países, aun teniendo oboístas sobresalientes, no tie-
reduciendo incluso el corazón, fundamental en otros sistemas. nen un sistema predominante o utilizan cañas de diseño muy
Cepillado delgado (0.5 mm); corte pequeño (8 mm o me- variable, explicable mejor en términos de hibridación entre sis-
nos); corazón pequeño, cabeza muy larga y delgada. temas establecidos como los que menciono aquí. Ello, desde
luego, no va en demérito de la capacidad o importancia de es-
tos oboístas.
No quisiera tampoco que se olvide que el sonido de un
oboísta, más allá del sistema de caña por el que opta, depende
en gran medida del instrumento que utiliza, de su propia cons-
titución física, de la forma en que produce el sonido e incluso
de sus criterios estéticos personales.
Si meditamos un poco sobre las diferencias entre los di-
seños arriba esbozados, puede concluirse que son meramente

c
145

(
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Nauhaut Robarte Kolb Nauhaut MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

el producto de un equilibrio distinto de los elementos que cons- La presión disminuida al interior hace que la presión ma-
tituyen cualquier caña. Si bien el dominio sobre la construcción yor en el exterior cierre la apertura entre las lengüetas.
de una caña de una escuela determinada lleva mucho tiempo,
esta experiencia, sumada a la comprensión del funcionamiento Momento 2. Al cerrarse las lengüetas se reduce a O el flu-
general de las cañas, facilita y acelera en mucho el aprendizaje jo de aire que fluye a través de ellas.
de un sistema distinto.
Aunque este manual describe en detalle lo referente a la
construcción de cañas alemanas, quien comprenda y domine lo
aquí dicho tendrá poca dificultad en imitar una caña que co-
rresponda a otro concepto.

Momento 3. Al interrumpirse el flujo de aire se normali-


S. Mecanismo de vibración de las lengüetas za la presión interna y la elasticidad del carrizo hace que las len-
güetas se vuelvan a separar.
Aunque no es directamente relevante para la construcción de
cañas, he decidido incluir información básica sobre la física de
la vibración de una caña. Esto nos permitirá comprender por
qué vibra una caña y qué tipo de onda sonora produce.
Las gráficas que siguen ilustran el ciclo de una vibración
(flexión), provocada por el flujo de aire a través de las lengüetas:

Momento 1. La caña se encuentra en posición normal. Momento 4. Debido a la inercia en el movimiento de


apertura, las lengüetas rebasan su posición del momento 1,
provocando una apertura mayor.

El aire es forzado a través de la apertura de las lengüetas.


La alta velocidad del aire que pasa entre las lengüetas reduce la
presión entre éstas, de acuerdo con el teorema de Bernoulli.
En este momento, con la apertura máxima, el flujo de ai-
re crece proporcionalmente. Esto reduce la presión entre las
lengüetas con respecto a la externa, obligándolas a cerrarse,
para volver al momento 1; llegado este punto se remida el ci-
clo descrito.

146 147 Segunda p«i


(i

MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Neuhaus Roberto Kolb Neuhaui MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
((

En la gráfica siguiente se representa el flujo de aire a nido por encima de otros, quedando así definido el timbre par-
través de la caña. La diagonal representa un flujo ascendente de ticular de ese sonido.
aire y la vertical una interrupción brusca de este flujo en el mo- Sin embargo, explicar técnicamente cómo una determi-
mento en que las lengüetas están cerradas. A diferencia de otros nada forma de flexión —resultante de cierto tipo de tallado—
instrumentos como la flauta, cuyo sonido es producto de un flu- produce un timbre específico es muy difícil. Es aquí donde sólo
jo ininterrumpido de aire, el sonido del oboe es producto de un la experimentación nos puede sugerir conclusiones y directivas.
flujo interrumpido, a manera de pulsos. El sonido generado de
esta manera consta de ondas del tipo "diente de sierra", que co-
múnmente se representa como sigue:

La altura del sonido de una caña depende de la frecuen-


cia de estos ciclos y ésta depende de la longitud y anchura de
las lengüetas. Cuanto mayores sean, vibrará más lentamente la
caña y producirá un sonido más bajo. La afinación de la caña
que resulta así, influirá sobre la afinación global del oboe al in-
troducir esta caña en él.
Al tocar, la frecuencia de vibración de la caña permanece
esencialmente la misma en todo momento. Pueden lograrse va-
riaciones ligeras en la frecuencia de vibración incrementando o
reduciendo la presión del aire y/o la presión labial sobre las len-
güetas. De este modo es posible afectar levemente la altura de
un sonido determinado, subiéndolo o bajándolo de afinación. És-
tos son los dos recursos físicos que se utilizan para entonar.
La escala del oboe no depende de la frecuencia de vibra-
ción de la caña. Ésta resulta de alargar o acortar la longitud del
tubo, lo cual se logra al abrir y cerrar orificios en el instrumento.
El timbre de un sonido está determinado por la forma
de flexión de las lengüetas. La forma de flexión depende del ta-
llado de la caña. Una forma determinada de flexión tenderá a
acentuar ciertos componentes del espectro armónico de un so-

149 Segunda partí


parte
MlMrto Kolb Ncuhaui MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

Bibliografía selecta y comentada

Girard, Alain, Le roseaux chantant, DasSchilfrohrsíngt, TheSin-


ging Reed, Musikakademie der Stadt, Basel (Edición tri-
lingüe), Suiza, 1983.

Una de las publicaciones más recientes sobre el tema. Destaca por la


belleza de presentación, la claridad de diseño y la calidad de las foto-
grafías. Las traducciones al alemán e inglés son excelentes. Este libro
no analiza una escuela específica de confección de cañas; sugiere —
aunque en forma muy elemental— varias opciones (sistemas francés,
alemán, inglés y norteamericano). De hecho, el subtítulo "Introduc-
dón a la construcción de cañas de oboe" lleva implícita la crítica fun-
damental a este libro: no contiene la información suficiente que se re-
queriría para construir profesionalmente una caña de oboe. Es de
suponer, sin embargo, que el comprador de una publicación cara y es-
pecializada como ésta pretende algo más que una mera introducción.
En mi opinión no se justifica la publicación de un libro sobre el tema
si no ofrece información completa y actualizada sobre el mismo. ¿A
quién, entonces, está dirigido este libro?

Rothwell, Evelyn, The Oboist's Companion, vol. 3: Reeds, Oxford


University Press, Inglaterra, 1977-1979.

Una de las más valiosas contribuciones de la gran pedagoga inglesa al


quehacer oboístico. Un libro que destaca por su gran exactitud, orde-
namiento cuidadoso y amplitud informativa. Útil tanto para el profe-
sional como para el aficionado o principiante. El libro contiene foto-
grafías y gráficas de buena calidad. La presentación del texto lo hace
fácilmente utilizable en forma recurrente. Una de sus pocas limitacio-
nts es que analiza sólo su propio concepto de construcción de cañas:
una forma modificada de la escuela norteamericana. Aunque escrito
por una inglesa, es quizá el mejor texto sobre dicho sistema.
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Ntuhau* Roberto Kolb N«uh«u» MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES

Ledet, David, y Sprenkle, The Art of Oboe Playíng. Problems Light, Jay, The Oboe Reed Book, edición del autor, Estados
and Techniques of Oboe Reedmakíng, Summy-Birchard, Unidos, 1983.
Princeton, New Jersey, 1961.
Publicación reciente, un tanto rudimentaria no sólo en su presenta-
Sin duda uno de los más destacados libros sobre el tema, aunque ana- ción sino también en sus planteamientos. Se preocupa sólo por el sis-
liza solamente el sistema norteamericano. Llama la atención la cali- tema norteamericano. No contiene fotografías. Las gráficas son de
dad extraordinaria de las fotografías (aunque la herramienta fotogra- poca calidad, algunas incluso incorrectas. Este texto es el único que
fiada es muy anticuada y requiere actualización). Es uno de los pocos pretende presentar el tema en forma "graciosa", lo cual, en sí, nada
textos que sobrepasan el nivel empírico, sugiriendo —entre líneas— tiene de malo, pero su "gracia" no resiste una segunda lectura.
algunas hipótesis sobre el porqué de los comportamientos específicos
de carrizo y cañas.
Ledet, David A., Oboe Reed-Styles. Theory and Practice, Indiana
University Press, Bloomington, Estados Unidos, 1981.
Steins, Karl, Rohrbau für Oboen, Bote und Bock, Berlín, 1964.
El libro contiene una selección de 168 cañas fotografiadas, provenien-
Este pequeñísimo instructivo (más un folleto que un libro) era hasta tes de catorce países, acompañadas de comentarios de sus constructo-
hace poco la única referencia sobre el sistema alemán de construcción res y de mediciones precisas y muy útiles. Un trabajo de recopilación
de cañas, hasta donde me consta. (Tradicionalmente los conocimien- verdaderamente encomiable por parte de su autor. Más allá de los li-
tos sobre la materia han sido transmitidos en forma oral.) Si bien hay ncamientos generales que circunscriben una escuela particular de
que reconocer que los comentarios contenidos son certeros, es nece- confección de cañas, el texto demuestra que hay tantas formas de
sario señalar la carencia total de valor pedagógico del texto. La infor- confeccionar una caña como oboístas hay en el mundo. En última ins-
mación es tan escasa que resultaría muy difícil construir una caña a tancia, cualquier intento de esquematizar la construcción de cañas es
partir de ésta. El texto es casi exclusivamente significativo para quien rebasado por la multiplicidad de personalidades musicales que impri-
ya conoce la materia. men un sello particular a cada caña, contribuyendo a la riqueza ina-
gotable y siempre sorpresiva del sonido del oboe.

Hentschel, Karl, Das Oboenrohr, Eine Bauanleitung, Moeck Ver-


lag, Celle Nr. 4033, Alemania, 1986.

Un libro largamente esperado sobre el sistema alemán de construc-


ción de cañas. Es mucho más específico y completo que el de Karl
Steins, el cual caduca por completo al publicarse este último. Contie-
ne gráficas precisas e instructivas con mediciones exactas y muy útiles.
La calidad de las fotografías es aceptable. Está bien ordenado y es fá-
cil de consultar en forma recurrente.

153 Bibliografía
crr&OL ÜGIÉS ALEMÁN FRANCÉS
Hmitt* wire Zwingendraht fil de fer pour ligature
Baudruche fish skin Goldschlágerhaut baudruche
Bloquedilo billot, cutting block Abschneideblock billot de bois
Cabeza (punta) tip Spitze pointe
Caña reed Rohr anche
Carrizo cañe Schilfrohr roseau
Carrizo cepillado gouged cañe Gehobeltes Schilf-Rohr roseau gougé
Carrizo doblado folded cañe Gefaltetes Schilf-Rohr roseau plié
Carrizo perfilado shaped cañe Zugeschnittenes Schilf-Rohr roseau taillé
Carrizo en tubo tube cañe Holzstange roseau en canon (tube)
Cepillo gouging machine Innenhobel machine pour gouger
Cilindro easel Halbierholz chevalier
Corazón heart Herz coeur
Corte sera pe Bahn grattage
Corteza bark Schale vernis
Cuchilla scraping knife Schabemesser couteau de grattage
Cuello throat Fersenaille talón
Cuña plaque Schabezunge plaquette
Flancos sides of scrape Seiten der Bahn cotes
Graznido crow Kráhen cri
Hilo string Aufbindegarn fil de soie
Lima file Feile lime
Mandril mandrel Dorn mandrin
Micrómetro micrometer Messuhr micrométre
Pendiente lay Übergang zur Ansprache
Perfilador shaper tip Fassonschneider taílle-anche
Máquina detallado profiling machine Aussenhobel machine á gratter
Piedra de afilar sharpening stone Schleifstein pierre á aiguisér
Pinza pliers Zange pince
Precepillador pregouger Vorhobel pregougeur
Resistencia resistence Widerstand resistence
Tudel staple Hülse tube
Trisecdonador cañe splitter Holzdrittler fleche
MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES Roberto Kolb Ncuhius Kalh N.uh.u» MANUAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAÑAS PARA OBOES
VP-I

Apéndice 2 ^Q•j^B lurepai


Fuentes de abastecimiento de herramienta y material ÍW fi HIH,O|» Alllaud F-84310 Moriéres-les-Avignon [A]
224, Rué de la République, Francia
Estados Unidos: ^E!
^^——•B^B
IIP limit* HlNiotto Domaine de la Vernéde [A]
Waldemar Bhosys 123-09 109th Ave. [C] 1 .\) (F) 83480 Pugel-sur-Argens, Francia
South Ozone Park, NY, 11420
é^m¡1*^
Charles Double Reed Co. 85 Fourth Place [ABCDE]
V3••V MnK.IU Ghys Avenue Jules Grec [A]
Brooklyn, NY, 11231-4007
L_
•Bfc Glotln
F-06600 Antibes, Francia

1 5, Rué du Progrés [A]


Mark Chudnow 13757 Victory Blvd.
Van Nuys, CA, 91401
[ABDE] VS w9*
I
95460 Ezanville, Francia

• ^^ f Lorét Rué du Vert-Bois [ACD]


Stuart Dunkel 51 Stuart St. IAI «A"iM^
w* 75003 París, Francia
Watertown, MA, 02172 i^
1 Pr»»tlnl Rué Barbusse [AB]
Forrest's Music 1849 University Ave. [ABCDE] — .. F-83310 Cogolin, Francia
Berkeley, CA, 94703 J^
^^^W I""
• P "" Stríiier-Mariguaux Boulevard de la Vilette 144, [D]
Robert D. Gilbert 943 N. La Ciénega Blvd. [ABCDE] F-75019 París, Francia
P.O. Box 691278 a^Htt
Los Angeles, CA, 90069 •3 IH^F
T^
^^
Tony Allcock 217 Curzon St.
Long Eaton, Notthingham, NG
[C]

McFarland Double Reed P.O. Box 1350 [ABCDE] 104 FJ Inglaterra


Shop Atlanta, Georgia, 30324
M
ViIW Howarth 31 Chiltern St. [ABDE]
Edmund Nielsen 53 E. St. Charles Rd. [ABCDE] 1 Londres W1M 1HG, Inglaterra
Villa Park, II, 60181 i-

Nora Post 61 North Midland Avenue [DI •9


V*
^^B Kunlbtrt Michel Sutelstrasse 25
D-3000 Hannover, Alemania
[C]
Nyack, New York, 10960 •^
i
Ak^k G«org Rleger Alois Degler Str 42 a [C]
Claude Reynolds P.O. Box 18005 [ABDE] ^D D.7560 Gaggenau, Alemania
Dallas, Texas ^^^^N
|^
^^ Adolf Hortnagel Schófenstrasse 9B [C]
Alvin L Swiney One South Barksdale [ADE] ^Htf A-6143, Pfons, Austria
Memphis, TN, 38104 w •
F^1 Norb«rt Kautzky Schóffelgasse 26-28 [C]
A-1180, Wien, Austria

(A| carrizo en tubo/cepillado/perfilado


(I) herramienta menor
|C) maquinaria: cepillo, perfilador de corte
|D| venta de oboes nuevos/usados
j(| reparación y mantenimiento de oboes

(I
156 157

(I
Manual de construcción de cañas para oboes,
se terminó de imprimir en marzo de 1998,
en los talleres de Estampa Artes Gráficas,
Priv. Dr. Márquez 53, Col. Doctores.
El cuidado de la edición estuvo a cargo del
Departamento de Publicaciones de la ENM.
En su composición se emplearon tipos Frutiger.

Se tiraron 1,000 ejemplares más sobrantes


para reposición.

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