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Un niño en forma de pez

Una tarde, cuando el viento soplaba


Y ya no quedaba trabajo en mi conciencia,
Abro mi puerta raudamente y meditaba
Cuándo llegará ese niño, con impaciencia.

Con impaciencia pensaba


¿Cuándo llegará mi felicidad?
Seré feliz con ese niño,
Seré mejor hombre con seguridad.
En el momento, alguien la puerta tocaba.

Abrí la puerta y veo un ser escamoso,


Húmedo que brincaba,
Era un niño en forma de pez,
En forma de pez, Dios Mío en forma de paz.

El mostraba alegría,
Sus branquias, su mirar,
Miré al cielo furibundo
¿Por qué? ¿Por qué a mí?
Un niño en forma de pez,
Dios, laceras mi alma en lo profundo.

El niño crecía, yo pensaba


Que conviva con otros seres,
A lo mejor tuerzo el destino ya chueco, pensaba.
Ocultaba sus aletas y branquias en un uniforme de lino
Bajo un sistema distinto al acuático,
Donde la bocina y el hollín
Reemplazaba la armonía del plantom.

Un día se preguntó ¿Por qué tengo branquias?


¿Tú no tienes?
Yo tuve que decirle, de aquella noche,
Cuando el viento soplaba,
Lo recibí en mi puerta, húmedo por el rocío invernal.

El ser acuático lloró,


Su ser chocaba con otra sociedad, un vacío,
Un vacío seco y mundano
Cundía en su alma acuosa.

Cayó en los vicios propios de un ser común


Hasta que se percató lo que poseía,
Branquias poseía.
Escamas poseía.
Un ser acuático era,
Decidió entonces sacarse su traje mundano
Y vivir en un ambiente acuoso.

Yo todavía sigo esperando esa oportunidad,


De criar un hijo,
De pasar penurias y alegría,
De criar un hijo,
Que me cuide en la vejez, y ría conmigo en la felicidad,
Aunque sea en forma de pez,
Sin su acuática realidad.
Un 23 de Abril sin ti

Un día 23 de Abril,
La brisa surcaba la ciudad de costumbre,
Los coches y las micros con sus bocinas
Daban sonido a mi silencioso corazón.

Un día 23 de Abril,
Mi frustración era grande,
No sé si por la ida al bar estaba febril.
Un hielo embargaba tanto que mi corazón arde.

Prometí no pensar más en ti,


No pensar en tu carácter,
Tu cuerpo y tu ser
Pero sigo sin entender
Pensar en ti es un lastre
Que hace lenta esta marcha triste.

Quizás este 23 de Abril será duro,


Mirando esa copa de vino,
Aunque de saberlo no vendrías.
Tu sombra en la penumbra
Sería rememorar viejos tiempos,
En que yo era escultor y te modelaba en mi mente.

Pero tu sombra no está,


Nunca hubo sombra.
Este 23 de Abril será olvidado,
O quizás recordado porque he llorado por algo que me perteneció,
O quizás nunca fue mío y nunca lo será
Pero algo se sabrá,
Este 23 de Abril en mí es lluvia primaveral.

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