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Un Puente para Dos Miradas
Un Puente para Dos Miradas
ARA DOS
MIRADAS
CONVERSACIONES
CON EL DALAÍ LAMA
SOBRE LAS CIENCIAS
DE LA MENTE
DOLMEN
F. N S A Y O
UN PUENTE PARA
DOS MIRADAS
© Edición en inglés:
Gentle Bridges
Shambhala Publications Inc.
300 M assachussets Ave.
Boston, MA 02115, USA.
N° de Inscripción : 100538
DOLMEN EDICIONES S.A.
Cirujano Guzmán 194, Providencia Santiago.
I.S.B.N : 956-201-335-9
UN PUENTE PARA
DOS MIRADAS
Traducción:
Cristóbal Santa Cruz L.
D O L M E N E D IC IO N E S
INDICE
P refacio ...................................................................................... 7
Observaciones prelim inares............................................ 13
Percepción y cerebro.......................................................... 73
Francisco J. Vareta
Los seres sensibles. C onversación................................... 91
Empiricismo Lógico
1 Ver Frederick Suppes, The Structure ofScientific Theories [La Estructura de las
Teorías Científicas] (Champaign, III: University of Illinois Press, 1974).
cias para ver si es realmente así cómo se realizan. Cuan
do nos preguntamos si, por ejemplo, la física atómica o
la biología de la evolución o la psicología cognitiva tie
nen la forma que el empiricismo lógico indica que ten
drían que tener, la respuesta casi universal es no. El
empiricismo lógico como una base filosófica para la cien
cia puede ser algo muy simpático, pero no es así como
se fundan las ciencias en la realid ad. A sí, pues, el
empiricismo lógico, como teoría sobre el método cientí
fico, falla en su propia prueba.
Otro gran problema interno para el empiricismo ló
gico está relacionado con la idea de la confirmación, paso
cuarto del método científico. En el paso tercero tenemos
una predicción y queremos confirmarla. Si podemos pro
bar mediante la observación que la predicción es correc
ta, entonces podemos decir que nuestra teoría es válida.
¿Pero cómo podemos confirmar esto? No podemos con
firmar en absoluto una observación. De alguna manera
esto es muy obvio. Pero es muy difícil para cualquiera,
incluido los científicos, de aceptar. Imaginémonos que
yo quisiera comprobar que todos los cisnes son blancos.
Veo un cisne y es blanco. Bien. Veo otro cisne, es blanco.
Veo un millón de cisnes, todos blancos. ¿Acaso esto prue
ba que todos los cisnes son blancos? Por supuesto que
no. Simplemente puede suceder que el millonésimo pri
mer cisne sea verde. En principio, la teoría de la confir
mación por observación simplemente no funciona.
Esto requiere la creación de una teoría de la refuta
ción —el primer paso en el derrumbe del empiricismo
lógico. Yo puedo, ciertamente, refutar la afirmación de
que todos los cisnes son blancos. Si encuentro un cisne
verde, esa teoría es refutada. Tenemos entonces que acor
dar que no podemos desarrollar un criterio de confir
mación de teorías por observación, pero que tal vez po
demos desarrollar un criterio de refutación. ¿Qué tene
mos, pues, ahora? Tenemos este llamado mundo objeti
vo. ¿Cómo nos habla? ¡Sólo nos dice cuando estamos
equivocados, pero no cuando tenemos razón! Se vuelve,
pues, claro (y esto, de alguna manera, está dentro del
empiricismo lógico que ha vuelto a ser pensado) que tene
mos que reflexionar respecto de las teorías como algo más
o menos probable. No podemos decir que una observación
o teoría describa ciertamente cómo es el mundo. Sólo pode
mos decir que ella nos dice cómo es probablemente el mun
do. Luego tenemos que desarrollar una teoría acerca de lo
que haría más probable una teoría. Es cuán lejos podemos
llevar el empiricismo lógico. Pienso que la mayoría de los
científicos está familiarizado con la idea de la refutación y
piensa que la ciencia se acerca cada vez más a la descrip
ción de la realidad objetiva, pero que esta descripción nunca
puede ser algo objetivo. Este es el cuestionamiento desde
adentro.
Ahora, volviendo al cuestionamiento desde afuera. Los
estudios llevados a cabo por psicólogos cognitivos cues
tionaron la idea de una observación pura, esto es, observa
ción objetiva. En los años cincuenta, los psicólogos experi
mentales comenzaron a sugerir que la percepción es, de
alguna manera, un proceso activo, que el ojo y el cerebro
no se limitan a tomar fotografías de lo que hay afuera, sino
que, de alguna manera, influencian lo que parece haber allá
afuera. Esto cuestiona el paso 1 y 4, los estadios de la ob
servación. ¿Podemos realmente obtener información pura
que esté libre de nuestros deseos o teorías? Los numerosos
cuestionamientos externos al empiricismo lógico se centran
en esta cuestión. Hay varios aspectos en este cuestio
namiento. Uno señala que todas nuestras observaciones
están, de alguna manera, empapadas de teoría previa. El
lema aquí es, "La observación está cargada de teoría". Un
segundo aspecto es que los términos con los cuales descri
bimos nuestras observaciones agregan otra capa subjetiva
y teórica a lo que eran supuestamente observaciones obje
tivas. Naturalmente, los significados de los términos de la
teoría están cargados de teoría. Pero incluso los términos
de la teoría están cargados de teoría. Un tercer aspecto de
esta intervención de factores subjetivos es que aquello que
amerita ser calificado como hecho también dependa de
nuestra teoría.
Miremos un poco más de cerca estos tres aspectos. Uno
de los clásicos ejemplos de cómo la teoría influencia lo que
vemos es el dibujo de una mujer joven-mujer vieja (ver fi
gura 1). Uno podría mirar este dibujo como una mujer jo
ven o una mujer vieja, todo depende de nuestro punto de
vista. Este tipo de ambigüedad perceptual es tomado como
un indicador clave de que algo sucede en la percepción di
ferente del hecho de simplemente ver. ¿Cómo decidimos cuál
interpretación es correcta? En este caso podríamos decir:
"Esto es, qué duda cabe, una mancha negra sobre un papel
blanco". Una realidad más básica que la mujer vieja o la
mujer joven es la línea en el papel. Pero qué decir de cuando
los colegas de Galileo miraron a través de su telescopio e
insistieron en que las lunas de Júpiter eran simples
imperfecciones del instrumento o, en un ejemplo más re
ciente, algunas personas simplemente se negaron a aceptar
las observaciones del experimento que medía la dirección
de la luz en diferentes direcciones (experimento Michelson-
Morley) porque las observaciones no eran conformes a su
teoría acerca del éter —el medio sutil por el que la luz
tenía, supuestamente, que viajar. Fue necesario el genio de
Albert Einstein para preguntar cuáles serían las consecuen
cias de aceptar estos resultados. ¡Una de las consecuencias
fue que la gente tuvo que dejar de creer en el éter!
El segundo aspecto del cuestionamiento se refiere a
los términos que usamos en nuestras teorías. ¿Qué en
tendemos por electrón? A fines del siglo XIX, cuando los
electrones fueron "descubiertos" por primera vez, la gen
te pensó que se trataba de pequeñas partículas. "Elec
trón" significaba una partícula diminuta de un cierto tipo
con una carga eléctrica. Luego apareció la mecánica
cuántica señalando que un electrón no puede ser pensa
do simplemente como una partícula diminuta. Es mu
cho más complicada. Es también una onda. Ahora el sig
nificado del término "electrón" ha cambiado totalmen
te. En otras palabras, el significado depende de nuestras
teorías. Cada vez que una teoría científica cambia o se
hacen nuevas observaciones, cambian los significados de
los términos para incluir las nuevas comprensiones so
bre éstos. Pero si este es el caso, entonces no tenemos
método científico, porque los términos en los que hemos
formulado nuestras hipótesis siguen cambiando de sig
nificado durante el curso de nuestro trabajo. Cualquier
cosa observada pasa a ser incluida en nuestro término
electrón. Para que el empiricismo lógico funcione tene
mos que ponernos en un significado definitivo de elec
trón. Tenemos que decir, "Esta es nuestra teoría sobre
los electrones, ahora vamos a experim entar". Pero en la
realidad sucede que el significado de electrón sigue cam
biando, al mismo tiempo que los experimentos introdu
cen cambios en las teorías que le dan sentido al término.
Es una situación circular. Es por este motivo que se dice
que los significados de los términos son teórico-dependien-
tes y no corresponden a una realidad independiente.
Finalmente, en lo que concierne al tercer aspecto del
cuestionamiento, se señaló que cualquier hecho sugerido
por la observación que vaya contra las teorías imperantes
tiende a ser descartado, de la misma manera que se "crean"
otros hechos para corroborar teorías imperantes.
Conversación
La Lógica de la Existencia
Ilusión de la Percepción
W---- M I — *
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extensión
¿Qué es la Adaptación?
La Materia Viviente
Introspeccionismo
Conductismo
FIGURA 6
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Psicología Cognitiva y de
Procesamiento de Información
FIGURA 10
pájaro alas
atributo
A
> amarillo
atributo
FIGURA 11
Finalmente, tenemos un campo de investigación que
concierne específicamente a los diferentes tipos de co
nocimientos humanos. He aquí un ejemplo del tipo de
teoría y experimentación llevadas a cabo en este campo.
En nuestro conocimiento acerca del significado de los
sustantivos hay relaciones de clases. Por ejemplo, un ca
nario es un pájaro y un pájaro es un animal. Algunos
atributos de los canarios les son específicos —un cana
rio es amarillo; otros son compartidos con los demás pá
jaros —un canario tiene alas; y otros son compartidos con
todos los animales —un canario tiene piel (ver figura 11,
pág. 139). Esto es parte de la lógica de nuestro sistema
de clasificación zoológica y de la lógica de nuestro len
guaje. La pregunta que se formulan los psicólogos que
investigan la memoria semántica es si acaso el sistema
de memoria para este conocimiento está almacenado y
estructurado del mismo modo —una relación de clases
con sus atributos: "am arillo" almacenado con "canario",
"alas" con "pájaro" y "p iel" con "anim al". La teoría pos
tula que la figura 11 corresponde a grandes líneas a la
memoria de los sujetos y que les toma un tiempo real
desplazar su atención dentro de este cuadro estructural.
Si este fuera el caso, le debería tomar más tiempo a una
persona contestar la pregunta: "¿Tiene alas un canario?"
que contestar: "¿Es amarillo un canario?" y más tiempo
aún: "¿Tiene piel un canario?" Para probar esto, los su
jetos son sentados frente a un computador en el cual apa
recen afirmaciones de ese tipo. Ellos tienen que presio
nar una tecla lo más rápido posible para indicar si cada
una de esas afirmaciones es verdadera o falsa (afirma
ciones verdaderas tales como "una canario tiene alas" y
afirmaciones falsas tales como "un canario tiene pela
je"). La variable medida es el tiempo de reacción de los
sujetos. Los resultados de este experimento son confor
mes a lo esperado; mientras más apartados, en términos
lógicos, se encuentren el atributo y el objeto poseedor
de dicho atributo, más tiempo requiere el sujeto para ve
rificar la validez de la afirmación. Aun cuando la inter
pretación de este experimento en particular ha sido muy
debatida, es mediante prácticas como ésta que los psicó
logos esperan poder acceder, en alguna medida, a la
manera en que está estructurado y almacenado el cono
cimiento en la mente. Modelos más elaborados de cono
cimiento pueden incluir el conocimiento de la gente acer
ca de su propia sociedad, los planes y las metas que cada
unose propone a sí mismo y todo lo que pueda ser parte
de un modelo de saber humano. La única precaución que
hay que tomar es definir el modelo de manera que pue
da ser ejecutado en un computador o investigado expe
rimentalmente.
A modo de conclusión, por el momento, podemos
considerar el sistema de procesamiento de información
como un todo. Ustedes habrán observado que en la figu
ra 10, las diferentes cajas que hay dentro de la gran caja
están todas relacionadas entre sí mediante flechas. Esto
muestra el reconocimiento, en la psicología del procesa
miento de la información, de las interrelaciones que hay
entre los diferentes procesos cognitivos. Es así como se
requiere atención para colocar, en primer lugar, la infor
mación en los órganos sensoriales, y luego para llevar la
información del registro sensorial a la memoria de corto
plazo y de ahí a la memoria de largo plazo. Esta dirección
en el flujo es llamada " bottom-up" [de abajo hacia arriba].
En cambio, los procesos de mayor nivel de la memoria de
largo plazo dirigen la atención e influyen sobre los proce
sos de más bajo nivel —por ejemplo, se puede mantener
más información en la memoria de corto plazo si el objeto
tiene sentido. Esto indica un flujo de "arriba hacia aba
jo". Por lo tanto, los dos procesos se llevan a cabo simul
táneamente. Ambos influyen sobre la toma de decisión
de las personas y, por ende, sobre la acción en el mundo,
la cual, a su vez, influirá sobre la situación de los indivi
duos y sobre la información que estará disponible para
sus órganos sensoriales4.
Conversación
Yo y Ausencia del Yo
¿Qué es un Computador?
Programas
El Sistema Experto
La Sociedad de la Mente
GREENLEAF: No.
Conversación
El Origen de la Conciencia
Niveles de Conciencia
5De acuerdo a la tradición tántrica budista del Tibet, todo está compuesto
de los elementos tierra, agua, fuego, aire y espacio. Al momento de la
muerte, la base elemental de la vida en un cuerpo físico se disuelve
como sigue: la tierra se disuelve en el agua, el agua en el fuego, el fuego
en el aire, y el aire en el espacio, o conciencia.
Esto demuestra que si uno es capaz de llevar su nivel de
conciencia a un estado sutil, uno puede ligar su vida con
el pasado y el futuro.
Esta explicación se basa en el sistema del yoga tantra
superior y en la experiencia de muchos meditadores. Yo
mismo he conocido a varios. Sin embargo, otros lo ex
plican a través del sutrayana. De acuerdo a esta versión,
se puede alcanzar, sin la menor práctica tántrica, una
conciencia más elevada, en la cual se pueden experimen
tar acontecimientos de la vida pasada y tener premoni
ciones. Esta afirmación se funda en la sexta conciencia
mental de los niveles más ordinarios de la mente. ¿Cómo
es posible? No sabría decirlo claramente.
Fecundación
somitas
FIGURA 15
VARELA: Exactamente.
Cretáceo
Jurásico
Triásico
Gotiutiúda
Perm iano
Clymcnida
Devónico
FIG U RA 16
La Nueva Síntesis
La Evolución M olecular
El Origen de la Vida
F I G U R A 17
El Altruismo
Karma y Evolución
quecida y esperanzadora.