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Tema 3. 2016-2017
Tema 3. 2016-2017
TEMA 3
LOS FUNDAMENTOS DE LA PARTICIPACIÓN PÚBLICA
EN LA ACTIVIDAD ECONÓMICA
ÍNDICE:
CONCEPTOS:
Se denominan fallos del mercado o fallos del Sector privado los defectos o
deficiencias en el funcionamiento de los mercados que conducen a que los
resultados del sistema económico (la resolución de los problemas económicos)
no sean los esperados por la sociedad.
Los fallos del mercado pueden afectar a la asignación eficiente de los recursos, al
crecimiento estable de la actividad económica o a la distribución equitativa de la
renta y la riqueza, y pueden tener distintas causas u orígenes:
1. Que exista libertad de entrada y salida del mercado para cualquier agente
económico que desee participar en el mismo, sea como oferente o como
demandante.
El libre acceso a los mercados puede fallar por estar limitado o por verse
impedido a causa de barreras técnicas, económicas o legales que, a su vez,
pueden afectar a la movilidad de los productos o de los factores de
producción.
Conforme a la hipótesis o
Ley de los rendimientos
decrecientes, dada una
cantidad fija de factores
de producción, a partir de
un cierto punto su
productividad marginal
disminuye a medida que
aumenta la cantidad (Q)
producida de mercancías;
es decir, sensu contrario, a
partir de un determinado nivel de producción en la empresa, el coste de
producir una unidad adicional de mercancía (el coste marginal CMa) se
eleva continuamente. Por tanto, la curva de coste marginal de una empresa
(que inicialmente tiene un tramo descendente) crece a medida que
aumenta la producción, porque las nuevas unidades de mercancía resultan
cada vez más costosas.
Conforme a la hipótesis o
Ley de la utilidad marginal
(UMa) decreciente, cuanto
mayor es la cantidad (Q)
que se consume de una
mercancía, menor es la
utilidad que aporta la
última unidad consumida;
en consecuencia, también
será cada vez menor el
precio que un consumidor
racional estará dispuesto a pagar por ella.
En segundo lugar, los bienes públicos se contraponen a los bienes impuros (que
reciben en la literatura económica muy distintas denominaciones: "bienes
públicos impuros", "bienes privados impuros", "bienes mixtos", "bienes
artificialmente escasos", "bienes propios de monopolio natural", etc.), que se
caracterizan porque con ellos sí es posible aplicar el principio de exclusión y
porque su consumo es inicialmente no-rival aunque puede llegar a ser rival por
congestión o saturación.
Según su ámbito de influencia, los bienes públicos (tanto puros como comunes)
pueden considerarse globales, generales, intermedios o locales; este criterio es
relevante para determinar qué nivel de gobierno debe asumir las competencias
relativas a su provisión o garantía de suministro o de buen aprovechamiento (o
de no agotamiento, en su caso).
Salvo los bienes privados, todos los demás bienes y servicios plantean problemas
para su asignación eficiente por los mercados.
En definitiva: existirá un fallo del mercado, que deberá ser suplido por el Sector
público garantizando la prestación o el suministro de los bienes públicos puros
en condiciones asequibles de cantidad, calidad y precios.
Las externalidades son pecuniarias cuando los efectos se limitan al interior del
propio mercado; y se llaman económicas, o externalidades en sentido estricto,
cuando afectan a un mercado distinto a aquél en que se generan —es decir,
cuando afectan a agentes que no están en el propio mercado en que se
ocasionan—.
1. Monopolio legal. Es el originado por una decisión de los poderes públicos, sea
mediante una concesión administrativa (generalmente para asegurar el
abastecimiento de la mercancía estancada en el monopolio o por razones de
seguridad como en el caso de la venta de explosivos) o sea por la explotación de
una patente (concedida para estimular la investigación, el desarrollo y la
innovación) o un derecho de autor.
El monopolio natural es un
mercado con un único oferente
que obtiene rendimientos
crecientes a escala, de manera
que cuanto mayor es su nivel de
producción (Q), menor es su
coste marginal (CMa). Por tanto,
en el monopolio natural la curva
de coste marginal es decreciente
para los niveles de producción
que pueden ser absorbidos por
los consumidores.
Por otra parte, si el monopolio natural es gestionado por una empresa privada se
pueden plantear problemas de ineficiencia ya que serán agentes privados los
que tomarán las decisiones relativas a los costes empresariales (por ejemplo, los
sueldos de los directivos), a sabiendas de que posteriormente serán soportados
por los contribuyentes (envueltos en el déficit tarifario). Y asimismo, dado que la
información técnica relativa a la estructura de costes de la empresa (información
imprescindible para determinar el precio máximo a regular por los poderes
públicos) solamente la tienen los propios gestores del monopolio, se pueden
plantear problemas de corrupción (que invitan a establecer controles externos
sobre el comportamiento de los representantes de los intereses generales que
se encuentren en el consejo de administración del monopolio o que deban
verificar las cuentas del monopolio para proponer los precios máximos a
regular).