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Pueblo Aymara:

Conocido también por Aimara, es un pueblo amerindio que habita en la alta meseta del lago Titicaca, en
el Alto Perú y Bolivia, y el altiplano chileno.

Los aymara fueron conquistados por los incas en el año 1450, cuando formaban unos 80 reinos
dispersos en un amplio territorio y enfrentados entre sí. A partir de 1535 los españoles conquistaron el
Altiplano boliviano al mando de Diego de Almagro y ocho años después, en 1542, el virreinato del Perú
incluiría ya la totalidad de su territorio. Actualmente en el territorio que habitan los aymara se
encuentran los centros arqueológicos de Tiahuanaco y Pucará. Basan su subsistencia en la agricultura
con la obtención de papa, maíz, cebada, quina y coca, el pastoreo de la llama y la alpaca, y la pesca en
el lago Titicaca.

También son diestros artesanos del metal, la cerámica, los tejidos y la cestería. La organización social
está basada en el ‘ayllu’, forma andina del clan, al que pertenecen todos los parientes que tienen
vínculos de sangre y que realizan en común las tareas agrícolas y ganaderas.

La lengua aymara está muy difundida y la hablan diversos grupos indígenas como los colla, lupacas,
pacasés y otros. Hoy, numerosos grupos aymara han adoptado la lengua quechua. En la actualidad
viven aproximadamente 1.250.000 aymaras en Bolivia y 300.000 en Perú. No olvidemos que los
aymaras se asentaron en chile entre los limites de Perú y Bolivia, hasta el curso inferior del río Loa.

Pueblo Chango

Se ubicaron en el sector costero desde Arica al río Choapa, vivían de la pesca y de la caza de lobos
marinos y ballenas. Además, recolectaban especies marinas; se caracterizaban por sus embarcaciones
de cuero de lobos marinos inflados, los cuales les permitían aventurarse hasta 30 km. mar adentro.

Establecían sus campamentos en lugares aptos para el marisqueo y la pesca, reconociendo los lugares
en bandas. Comerciaban con los indígenas del interior (Aymaras, Diaguitas y Atacameños), de los cuales
obtenían productos agrícolas.

Su habitación era un toldo de cuero de lobo marino afirmado por troncos o costillas de ballenas. Entre
sus implementos de pesca destacaban las redes, anzuelos y arpones con puntas de cobre.

Pueblo Diaguita

Antiguo pueblo amerindio del extremo sur del continente americano, asentado en zonas de Catamarca y
de La Rioja en Argentina, y en la región situada entre los ríos Copiapó y Choapa (Chile).

Es frecuente hallarlos en la bibliografía junto con los calchaquíes, como parte de una misma cultura, ya
que participan de un mismo espacio cultural. Comparten la misma base agrícola, la tipología de aldeas y
viviendas, las industrias, la estructura sociopolítica y las creencias, fuertemente influidas por sustratos
panandinos.

En lo que se refiere a la cerámica, destaca su abundante producción de urnas funerarias muy


características: de cuerpo globular, bordes excavados, pequeñas asas lazo y base plana, decoradas con
pinturas crema, ocre, marrón y negro. Se utilizaron para guardar cuerpos, que se cree eran de niños
sacrificados.

Pueblo Picunche

Pueblo de la historia precolombina de Chile que habitaba al sur de la cultura diaguita y al norte de los
mapuches en una zona situada entre los ríos Choapa y Toltén, recibiendo, de este modo, influencias de
ambas culturas. Los picunches o ‘gente del norte’ eran un pueblo agricultor y alfarero, cuyo lenguaje era
el ‘mapudungun’ o lengua propia de los mapuches.

Los picunches pertenecían al pueblo araucano que fue invadido y dominado por los incas, etapa durante
la cual se acostumbraron a tributar y ser dominados por un poder extranjero. Por ello, los españoles
encontraron muy poca resistencia y los picunches fueron serviciales y cooperadores durante el periodo
de la conquista española.

A pesar de pertenecer a los araucanos, eran un pueblo pacífico dedicado fundamentalmente a la


agricultura y, en menor medida, a la ganadería. Conocían también la alfarería —mucho más elaborada
que la mapuche— y los textiles. Sus viviendas eran de materiales sólidos, por lo que todavía se pueden
encontrar casas de piedra que prueban la influencia diaguita e incaica en esta cultura.
Pueblo Mapuche

Pueblo amerindio de la familia lingüística araucana que habita en diversas zonas de la parte central y
meridional de Chile y del occidente de Argentina. Su nombre en quechua es ‘auca’ y en idioma araucano
es ‘mapuche’, que significa ‘gente de la tierra’.

Hablan el mapudungun, que tiene varios dialectos. Los principales pueblos araucanos supervivientes son
los picunches, mapuches, huilliches y cuncos. En el siglo XVI, los araucanos vivían en pequeños poblados
y subsistían exclusivamente de la caza y la pesca.
Apenas practicaban la agricultura y sólo cultivaban maíz, papa, frijol y calabaza. En la actualidad, la
labranza y la cría de ganado constituyen su ocupación principal. Son diestros artesanos en la confección
de adornos de plata, sillas de montar, guarnicionería (talabartería) y alfarería, así como en el tejido de
mantas (cubrecamas) y prendas de abrigo. Algunos ejercen actividades en la milicia, la docencia y la
política.

Los araucanos se vieron envueltos durante más de 300 años en una guerra interminable en defensa de
sus posesiones y expulsaron reiteradas veces a los españoles. Su capacidad de resistencia comenzó a
debilitarse a finales del siglo XVIII; sin embargo, no se rindieron hasta 1881, tras la pacificación de La
Araucanía por militares chilenos y la firma de un tratado en la ciudad de Temuco.

La primera fase de su lucha contra los conquistadores españoles quedó inmortalizada en La Araucana
(1569-1589), poema épico que describe las hazañas del jefe mapuche Caupolicán y del caudillo
araucano Lautaro, obra del escritor y militar español Alonso de Ercilla y Zúñiga.

Pueblo Huilliche

Pueblo precolombino de la zona central de Chile, habitaba entre el río Toltén y el golfo o seno de
Reloncaví. Los huilliches o ‘gente del sur’ compartían con todos los grupos culturales araucanos el idioma
mapuche o ‘mapudungun’.

Asimismo, la actividad económica se basaba principalmente en la agricultura de la papa, el maíz y la


quinoa, y en la ganadería de auquénidos (llama, alpaca, vicuña y guanaco), que les proporcionaba carne
y lana. La alfarería, cestería y la labranza de la madera les facilitó la elaboración de utensilios.

La estructura social y política se basaba en el levo o tribu, que se caracterizaba por tener una estructura
patrilineal. Las tribus más cercanas a los lagos del sur de Chile utilizaron la dalca, embarcación de tablas
cosidas con lianas, que emplearon para su desplazamiento en dicha región.

Pueblo Tehuelche

Actualizado el 09-Jul-2004 (Lecturas: 7646)

Pueblo precolombino que ocupaba las estepas patagónicas, en el sur de la Patagonia continental, desde
el río Santa Cruz (Argentina), por el norte, hasta el estrecho de Magallanes (Chile), por el sur. Se
denominaban a sí mismos ‘aonikenk’.

Los tehuelches se caracterizaban por ser un pueblo de cazadores-recolectores, de alta estatura y vida
nómada, dedicados principalmente a la caza del ñandú y el guanaco; de este último utilizaban su carne
como alimento y su piel para cubrirse y construir sus viviendas. Para esta actividad debían recorrer los
territorios cargando arcos y flechas, hondas, lanzas y boleadoras, instrumento compuesto de dos o tres
bolas de piedra forradas de cuero que se unían por ramales a una anillo. En la caza participaba toda la
tribu.

Las mujeres y los niños transportaban la carga para que los hombres pudieran acorralar a sus víctimas y
atraparlas. En ocasiones se disfrazaban con pieles de animales para dicha acción. Cuando llegaron los
españoles, los bautizaron con el nombre de patagones (y a la zona que habitaban como Patagonia), ya
que, debido al tipo de calzado de cuero utilizado, las huellas impresas de sus pies quedaban
acrecentadas notoriamente en la nieve.

En su asentamiento vivían bajo toldos construidos sobre estacas de madera cubiertas con pieles de
guanaco y caballo, animal que fue asimilado con la llegada del español. Como vestimenta usaban largas
capas hechas con piel de auquénido

Los atacameños: Vivían en el Norte de Chile, hasta el río Copiapó. Cultivaban la tierra en terrazas,
sembraban may, quínoa, camotes y ají. Tenían rebaños de llamas. Hacían hermosas vasijas de cerámica
y trabajaban los metales y la madera. Teñían la lana de llama, hacían hermosos canastos y tallados en
madera. Vivían en aldeas.
LOS PEHUENCHES.

Los pehuenche fueron una etnia recolectora y cazadora, de vida nómada, que recorrían los valles
transandinos en busca de la abundante flora y fauna característica de la región cordillerana. Actualmente
son agricultores

Hacia 1540-1550, se ha calculado una población de unos 40.000 individuos, de las cuales algunas
bandas pasaban a Chile, ocupando valles ínter montanos.

Se caracterizaba esta zona por sus espesos bosques naturales donde dominaba el pehuen (araucaria
araucana), cuyo fruto el piñón, fue el principal alimento de la población pehuenche.

En las inmediaciones del siglo XVIII se inicia un intercambio comercial con los mapuche, donde los
piñones e incipiente industria del cuero, se cambiaba por productos agrícolas, textiles y otros objetos
manufacturados, que el habitante mapuche desarrollaba. Esta actividad comercial supone que produjo
una difusión de la cultura mapuche que llegó hasta el Atlántico, en siglo pasado, razón por la cual, se
dice que la etnia pehuenche se habría "araucanizado".

El intercambio comercial se vio favorecido por la cantidad de pasos cordilleranos que existen en las
inmediaciones del volcán Antuco y Paso Lonquimay, lo que permitió el contacto con comunidades
mapuche de Angol, Temuco o Traiguén.

La gran movilidad de los pehuenche se debió al uso del caballo, que adquirieron de los españoles en sus
campañas contra los mapuche y huilliches. Contaban con rebaños de caballares y vacunos que traían
consigo en sus desplazamientos migratorios.

LOS CHONOS Y CUNCOS

Hacia 1535, su número aproximado de habitantes ha sido calculado en 100 000 individuos, distribuidos
en la zona de Maullín, Chiloé e islas aledañas. Al igual que los Huilliche, Mapuche y Picunche hablaban
mapudungun

El hábitat insular de los cuncos, representada por numerosas caletas y puertos litorales, incentivó el
desarrollo de la pesca y recolección litoral, donde la caza del lobo de mar reviste gran importancia. La
zona del Golfo de Reloncaví constituyó, junto a las numerosas islas adyacentes, el establecimiento más
numeroso del indígena local, por cuanto las condiciones del medio permitieron la práctica de una
economía mixta, basada en la agricultura y ganadería junto a la pesca y recolección marina

Su establecimiento y modo de vida se ha definido como semi-nómada, por cuanto pasaban largas
temporadas en sus embarcaciones, denominadas dalcas (dalcahue), dedicados a la pesca y caza,
alcanzando islas muy lejanas donde también cultivaron la papa. No tuvieron pueblos organizados y su
población estuvo repartida por todas las islas.

Existe evidencia de la presencia de algunos objetos al parecer de origen polinésico, como el remo de
paleta ancha denominado pagaya y el empleo de un ancla de madera y piedras llamada sacho, lo que
teóricamente confirmaría los viajes de grupos polinesios a las costas de Chile, y especialmente a Chiloé.

Su organización social consistía en bandas muy pequeñas que solo se mantenían permanentemente
unidas a nivel familiar. Las mujeres participaban en actividades económicas básicas, mariscando en las
playas; criaban perros lanudos, cuyo pelo era aprovechado para fabricar telas muy toscas.

La alfarería aparentemente les fue desconocida, pero fabricaron lanzas, masas o garrotes, anzuelos de
madera y redes de fibra vegetal.

La recolección terrestre queda limitada a plantas y frutos silvestres y algunos hongos que crecen en los
árboles. La caza del pudú y zorro pequeño, constituyeron los mamíferos de fácil captura.

Según referencias históricas, una importante fuente de alimentación la constituyó el "curanto", herencia
que se mantiene hasta hoy en día en el acervo cultural chilote. Este consistía en cocer una gran cantidad
de mariscos, carnes, verduras y papas, en un hoyo al que agregaban piedras muy calientes. Para su
cocimiento lo tapaban con ramas hojas y tierra. Indiscutiblemente la recolección de mariscos era una
tarea diaria aún para mujeres y niños. De hecho se sintieron más apegados al ecosistema marino y
litoral, que a las actividades de la tierra.
LOS ATACAMEÑOS

Pueblo sedentario que vivía en la hoya del río Loa, especialmente en sus afluentes de la orilla izquierda
(Rió San Pedro, Toconce, Inacaliki, Vilama, etc) y en todos los oasis del desierto al sur y sureste de esta
hoya hidrográfica.

En el desierto de Atacama, desde el río Loa hasta Copiapó, se desarrolló un proceso cultural de gran
importancia. A unos diez kilómetros al noreste de San Pedro de Atacama, se han encontrado vestigios de
civilización humana de una antigüedad que fluctúa entre los 12 mil y los 10 mil años, existiendo allí
testimonios arqueológicos, como cuchillos y puntas de proyectiles.

El período agroalfarero de la cultura atacameña distingue tres momentos: el primero de ellos se sitúa
entre los años 400 y 900 de la era cristiana, y se caracteriza por una alfarería roja pulida, por cántaros
antropomorfos (con formas de hombre) y el uso de adornos y vasos de oro. El segundo, entre los años
900 y 1.200 de nuestra era, muestra el empleo de una alfarería negra pulida, la influencia de la cultura
peruana Tiahuanaco o Tiwanaku, el empleo de las tabletas para aspirar alucinógenos, con figuras
esculpidas de hombres, cóndores y felinos, y el uso del tambetá o adorno labial. El tercer período,
comprendido entre los años 1.200 y 1.500, recibe la influencia de la civilización incaica y deja como
exponente la construcción de fortalezas o pukarás de piedra rodeadas de murallas con angostas calles y
apretadas habitaciones.

La decoración de su alfarería y los dibujos de los petroglifos confirman que los atacameños poseían una
cultura con una elevada sensibilidad estética.

KAWESKAR:

Los antiguos Kawésqar o Alakalufes habitaron los fiordos y canales del extremo sur del continente
sudamericano. En sus canoas, recorrían desde el Golfo de Penas y la península de Brecknock, hasta el
estrecho de Magallanes y archipiélago sur de Tierra del Fuego.
Se alimentaban de lobos marinos, nutrias, focas y ballenas.
La familia kawésqar, cuando aún era nómade, necesitaba pocos y simples materiales para vivir: una
canoa, una choza liviana de base ovalada, cubierta de pieles, cortezas y follajes, de rápido montaje y
desmontaje, y utensilios de pesca, caza y recolección de alimentos.
Su vivienda era un toldo desmontable cubierto con cueros de lobo marino.

Los Kawésqar, al igual que la mayoría de los indígenas de Chile, son bilingües, ya que para comunicarse
con la cultura dominante deben aprender el castellano como segunda lengua.
Así, la lengua Kawésqar es utilizada sólo en las actividades internas de la comunidad, mientras que el
español lo hablan en todas la actividades externas en las que se encuentre un colono.

Los adultos hablan el español en menor medida que los más jóvenes, debido a su educación escolar, lo
que trae como contrapartida el olvido gradual de su lengua originaria.
Al cambiar su forma de vida y costumbres, de nómades marinos a sedentarios, la lengua kawésqar se ve
afectada porque ya no se usan expresiones ligadas a la caza y pesca, actividades tradicionales de su
cultura original.

La explicación y visión del mundo kawésqar, está basada en un conjunto de seres malignos que
poblaban su tierra. Estos seres son un reflejo de las duras condiciones climáticas y telúricas en las que
vivían.
Ayayema: Es un ser temible. Domina las fuerzas naturales y al hombre.
El fuerte viento del noroeste, que da vuelta las embarcaciones y el fuego de las viviendas, eran vistos
como manifestaciones de este ser maligno.
Kawtcho: Es el espíritu rondador de la noche. Es descrito como un hombre bajo, que de día camina por
debajo de la tierra, y por la noche emerge desde las orillas de las aguas, anunciado por el ladrido de los
perros.
Mwono: Habita en los glaciares y las cimas de las montañas. Es el espíritu del ruido, que se manifiesta
en las avalanchas de fiordos y glaciares.

Pueblo Aonikenk

Los Aonikenk o tewelches, hoy extintos en el territorio chileno, pertenecen a un grupo nómade terrestre
de la Patagonia.
Son reconocidos como una de las etnias más altas del mundo, llegando a medir hasta 2 metros.
Su territorio natural se extendía entre el Estrecho de Magallanes y el río Santa Cruz, el que recorrían
cazando animales y recolectando el alimento que les proporcionaba la vegetación de la pampa.
Los europeos, al verlos por primera vez, los bautizaron como patagones. Sus entusiastas versiones
sobre las enormes huellas de sus pies, dieron orígen a la leyenda de los Gigantes de la Patagonia y al
nombre con que fue designado este vasto territorio.
Con la adquisición del caballo, en el siglo XVIII, los Aonikenk ampliaron sus recorridos por la estepa
austral mostrando gran destreza en el manejo de este importante medio de transporte.
Aonikenk y Selk'nam estarían emparentados. Algunas similitudes entre ambos pueblos son las
características físicas, como su altura. También tienen un parentesco lingüístico, ya que ambas lenguas
provienen de un mismo tronco lingüístico: el Tshon

El Aonikaish, lengua de los aonikenk, está emparentada con el idioma selk'nam, ya que ambos
pertenecerían al tronco lingüístico Tshon, distinto del indoamericano que agrupa al resto de los
cazadores-recolectores de Sudamérica, (según Roberto Lehmann-Nistche).
El Aonikaish, esta compuesto por, aproximadamente, 25 sonidos básicos, de los cuales seis son similares
a las cinco vocales españolas, más una de sonido similar a la ö, en alemán.
El estudioso Spegazzini (1884), describe del siguiente modo al aonikaish: «todos hablan con voz muy
gruesa, haciendo repercutir las consonantes, muy despacio como si estuvieran cansados; la garganta es
la que emplean más, como si fueran ventrílocuos; las vocales son pocas, y sólo las de las primeras
sílabas pueden determinarse con seguridad, y escribirse, las demás son ininteligibles o semimudas».
Para un hablante de esta lengua, como lo era el explorador Lista, el Aonikaish, no sólo tiene una voz
propia para cada objeto de la naturaleza, sino que también expresa ideas abstractas de un orden
superior.

Cada etapa en la vida de los Aonikenk, se iniciaba con un ceremonial específico.


Durante la gestación, la embarazada era separada de su pareja para evitar el contacto sexual, ya que se
creía que el semen agrandaba el feto y dificultaba el parto. Debía comer carnes secas y evitar los
alimentos líquidos. Su madre o su abuela la asistían en el nacimiento del hijo.
El recién nacido era pintado de color blanco y se le asignaba el nombre que, habitualmente,
representaba características físicas, lugares de alumbramiento o el nombre de un familiar muerto.
A los cuatro años de edad, asistían a la Ceremonia de los Aros: a las niñas se les perforaban ambos
lóbulos de las orejas y a los niños, sólo uno. Una aguja y crines de caballo eran los instrumentos con que
se hacían los orificios, que más tarde ocuparían los aros.
Al final del ritual se sacrificaba una yegua, momento en que los hombres ejecutaban el Baile de las
Avestruces.

Pueblo yagan:

Al sur del Estrecho de Magallanes, en la región del canal Beagle, isla Navarino e islas adyacentes habita
el grupo étnico más austral del continente: el pueblo Yagan o Yamana, del cual subsisten en la
actualidad 74 personas, que habitan mayoritariamente la Villa Ukika y Puerto Williams, en la Isla
Navarino.
La principal arma de caza del pueblo yagan era el arpón, que medía casi tres metros de largo. En el
extremo superior se le adosaba una punta de hueso de pescado dentada, por uno o ambos lados.
La punta de flecha, inicialmente de piedra, terminó siendo elaborada en vidrio debido a la mayor
facilidad para tallarla. El vidrio comenzó a ser usado por los nómades australes, a lo menos, en el siglo
XVIII. Su cultura, al igual que la de los kawésqar, era la de los nómades del mar dedicados a la pesca y
caza marina.

Sus canoas y vestimentas eran similares a las kawésqar. La canoa, llamada Anán, era construida con
tres piezas de cortezas de árbol, al igual que la canoa de los kawésqar. El Yagan o Yamana, la lengua
más austral del mundo, fue hablada hasta fines del siglo XIX por un grupo de canoeros nómades
extendido a lo largo de los archipiélagos y canales del confín mismo de América, entre la península de
Brecknock y el Cabo de Hornos. Actualmente se encuentra en los momentos finales del proceso de
extinción.

Pueblo Selk'nam

Los Selk'nam eran un pueblo nómade, que mantenía una economía de subsistencia basada en la caza
terrestre, principalmente aves, que se complementaba con la recolección de frutos, hongos y raíces
silvestres; junto con algunos productos marinos.
Se caracterizan por la elaboración de puntas de proyectil más perfeccionadas y eficaces que las de sus
antecesores.
Los Selk'nam estarían emparentados con los Aonikenk o Tewelches del sur a través de un tronco común,
del cual los primeros se habrían separado ocupando la Tierra del Fuego.
Selk'nam es el nombre con que los habitantes nómades de Tierra del Fuego identificaban a su pueblo y
cultura. Por ello hoy en día se privilegia esta denominación, ya que el nombre Ona otorgado por los
yagan y luego popularizado desde la colonización del territorio austral, no emanó de la propia cultura
Selk'nam.
Esta cultura, poseía un amplio mundo espiritual manifestado en ceremonias como el Hain, ritual de
iniciación sexual en el que se revelaba a los adolescentes ciertos secretos tendientes a preservar su
orden social: el patriarcado.

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