Está en la página 1de 4

SÁNCHEZ ASCENCIO LUIS FELIPE

HUELGA DE CANANEA

Esta huelga se llevo a cabo en Sonora, el 1° de Junio de 1906, esta lucha fue
sumamente similar a la ocurrida en Rio Blanco, sin embargo, la huelga de
cananea fue en la industria minera/metalúrgica y no en la industria textil.

La huelga inicialmente empieza por la relación contractual tan precaria que los
obreros de la mina tenia, ya que sus contratos incluían los abusos de autoridad de
los empleados de privilegio, jefes y carceleros, por otra parte, también contaban
con el inhumano maltrato que debían padecer de manos de parte de los
contratistas estadounidenses.

Algunos mineros y otros vecinos del lugar se afiliaron en 1905 al Partido Liberal
Mexicano, dirigido por los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón. Los líderes
de la organización magonista que funcionaba de manera clandestina en Cananea
eran Manuel M. Diéguez, Esteban Baca Calderón y Lázaro Gutiérrez de Lara,
quienes años después desempeñarían papeles destacados durante la Revolución
mexicana.

Los magonistas convencieron a sus compañeros de la necesidad de organizarse


para luchar por condiciones de trabajo dignas y para hacer valer las leyes
mexicanas en una población donde todo era dictado por la compañía y eran
palpables los abusos de los funcionarios y de los capataces extranjeros.

El 31 de mayo de 1906 los trabajadores de la mina Oversight recibieron el aviso


de que se reduciría el personal, con lo cual aumentaría la carga de trabajo, pero
no los salarios, de los operarios que no fueran despedidos. Esa misma noche, los
mineros decidieron suspender sus labores y la madrugada del 1 de junio empezó
la huelga, que poco a poco se extendió a otras minas.

También esa tarde iniciaron los enfrentamientos entre la policía y los capataces de
las minas contra los huelguistas. Por otra parte, un grupo de rangers de Arizona
cruzó la frontera para colaborar en la represión del movimiento, no sin antes
combatir a los aduaneros mexicanos.
SÁNCHEZ ASCENCIO LUIS FELIPE

El gobernador de Sonora, Rafael Izábal, autorizó que esos rangers fueran


empleados por la compañía para resguardar sus instalaciones. Luego llegó un
destacamento del ejército mexicano que aprehendió a los dirigentes de la huelga;
Diéguez y Baca Calderón fueron enviados a la cárcel de San Juan de Ulúa,
donde estuvieron presos hasta 1911. Los demás huelguistas fueron obligados a
regresar al trabajo.

El 5 de junio terminó la huelga, pero la arbitrariedad de la compañía extranjera y la


soberbia de su actuación fortalecieron el espíritu nacionalista de muchos
mexicanos, quienes llevarían ese impulso y esas preocupaciones sociales a la
revolución de 1910 y a la Constitución de 1917.
SÁNCHEZ ASCENCIO LUIS FELIPE

LA HUELGA DE RIO BLANCO

La huelga de Río Blanco es el nombre dado a la rebelión protagonizada por


obreros mexicanos en el estado de Veracruz, esta se produjo el 7 de enero de
1907 y sus protagonistas fueron, sobre todo, los trabajadores de la empresa textil
de Río Blanco, inaugurada unos años antes por el presidente Porfirio Díaz.

Las condiciones laborales de los trabajadores eran miserables, por lo que poco a
poco se empezaron a organizar diversos colectivos que luchaban por la mejora de
la legislación al respecto. Porfirio Díaz lideró el país durante 30 años y se
caracterizó, entre otras cosas, por su cerrado apoyo los empresarios.

Ya con la huelga lista y sin empleo, aparte de que Díaz estaba de parte de los
empresarios, los obreros deciden pasar a la acción. Así, el día en el que estaba
previsto que volvieran a sus puestos, el 7 de enero de 1907, se plantan en la
puerta de las fábricas negándose a entrar. Unos 2000 trabajadores inician
entonces la rebelión, lanzando piedras y atacando la tienda de raya.

Tras esto se dirigen a la comisaría a poner en libertad a varios de sus compañeros


apresados por defender sus posiciones. Igualmente, prenden fuego a varias
posesiones de los empresarios y comienzan una marcha hacia Nogales.

Allí los esperaba el 13º batallón del ejército, que comienza a disparar
indiscriminadamente a las posiciones de los trabajadores.

Las autoridades habían dado órdenes a los soldados de acabar con la rebelión
usando toda la fuerza necesaria. Tras unos días de revuelta, el número de
muertos entre los obreros se contaba por cientos.

Algunos líderes de la revuelta fueron fusilados en los días siguientes, mientras que
otros consiguieron huir a las montañas.
SÁNCHEZ ASCENCIO LUIS FELIPE

Al acabar la rebelión, Porfirio Díaz organizó un lujoso banquete para los


propietarios de las fábricas, todos extranjeros. Era su manera de compensarles
por las molestias sufridas.

Aunque la huelga de Río Blanco acabó sin que los trabajadores consiguieran sus
peticiones (aparte de costar a los empresarios bastante dinero por los destrozos) y
se les privara del derecho a huelga, lo cierto es que las repercusiones fueron muy
importantes.

Porfirio Díaz y su gobierno sufrieron una importante pérdida de prestigio y


credibilidad.

Los movimientos obreros no desaparecieron, sino que se fueron fortaleciendo a


pesar de la aparente derrota. Desde esa fecha, se sucedieron varias rebeliones
protagonizadas por los trabajadores.

También podría gustarte