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123 BIBLIOTECA de EDUCACION S\ ojo Ss SeRie TEMAS DE CATEDRA Ao\ copies “ as counts en esta yee ss ft Ue ian cafuerzo eompartigo entre Is Facultad te Filosofia y Letras de la Universidad de Buenos Aires y a Edite- Fial Gecign-TEMAS DE CATEDRA fue ereada pura dur logo a (exo intro ‘ductors esertos por profesres de diversas dreas de las Humunidndesy con tebiles espeiaimexte para estudiantes universitarios. Inclaye obras reves y Secesibles que ahordan de manera original las aetvalesdiscusiones de cada Ascii. 4 PACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS. UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES iS Explorando algunos De Fale Susier 2 ng re temas de arqueologia Secretario Académico Lie Garfos Cullen Soriano Senin testi _ i crt de Psa Ana M. Aguerre a Sagi dna José Luis'Lanata role Compiladores Seoretara de‘Tansferencia ‘Lie Sivia Llomov: nestor Estudianti Seorsta Prof Rene Girardi Secretaria de Relaciones fsiuetonales Lie Jorge Peosseretario de Pabllesiones ‘Lie Jorge Panesi ‘Coordinadorn de Publicaciones Fabiola Fea ae @ cedisa ‘Alei Bonil- Arvo Cette - Gracia Dragos - EAvarto Grier aie Sauna Removes Hliyam Pldfeber - Laure Linen Gonzalo Blanco Usivernd de Buenos aires ' 70 toe Chalo ! aulad Ge Floats y Laas editorial Disco decubierta: Sebustn Puigges me ii: Mans 204, Budo | © rl Gain SA Paco Donner 3 O02 Ben pu Ti o32s9 0964 F5133253 0905 Coro ies pincer heqohewngeticcom ISBN: 84.9784-0224 lenpees por Indogis S.A, Sanches de Lavi 225167 (1241) (Baenor Ae) Inpro en Aging Pill gene dts phi erin eo pe i xo pi poe angi mao dengan, cqbean ini eecasornic ence er caging Prefacio Introduccida It ARQUEOLOGIA Y TEORIA ientifico eb eee 17 1, Las bases te6ricas del conocimiento Jost Lis Lanta y Ana Gabriela Gur 2. La reaccién de la década de 1980 y fa diversidad teériea posprocestal José Luis Lainasa, Marcelo Cardio, Virginia Pinca "y Sileana Rosenfeld... 35 1 ESTUDIAR EL PRESENTE PARA COMPRENDER FEL REGISTRO ARQUEOLOGICO 3. La naturalera del dato arqueol6gico José Luis Lanata y Ana M, Aguerre ..+0e00es+0 85 4 4, Etnoarqueologi, arqueologla experimental y tafonomia ‘Marta Magdalena Frere, Marta Isabel Gonetlec, ‘Ana Gabriela Gurdieb y Andrés Sebestidn Mutoz .....° 97 ku LOS COMIENZOS DEL COMPORTAMIENTO MODERNO Elambiente durante ol Pleistoceno Ana M. Aquerve y Siloana Buscaglia 5. La inquietinte humanidad de los Neanderthales licit Hajlée Tapia Modelar el otigen de for humsnos modernos José Lats Lanata Nuevos enfogues en el estudio del Paleolitico Supericr na M. Aguerre, Siloana Buscaglia, Masta Ones y Matilde Lanza 121 125 153 Prefacio Después de casi dos décadas de dictar Fundamentos de Prehistoria en la Universidad de Buenos Aires nos decidimos a enfrenrar este desaffo, Durante todo ese tiempo muchos han sido los cambios y rodujimos en la forma ds acercarnos a los alumnos d Jas Antropolégiens. La tarea no era a que por nuestra cicedca pasan no s6lo les Futuros ar- queslogos sino taimbign alguns estudiantes indecivosy los ques guen otras orientscianes. Por lo tanto, nuestro auditor es siem- pre muy hererogéneo, lo que hace que ef mensaje que debemos haceces llegar sea claro, simple y directo. Y ms atin si se considers ilo de la hummani- {que nuestca responsabilidad es mostzar el dad a lo largo de los cleimos tres millones de afios. £ ‘sBundamenross, como la conocen ios estudiantes, ef unica apor- ‘unidad de tener contacto con los temas que tratammas. Fstamos muy reconocidos a los eclegas de la citadra que contri bbuyen eon sus trabajos en este libro, Percenecetios a listintas gene- raciones ~algunos fueron alumusos nuestros y este es un esfuerze poco comiin en nuestro medio. Pero codas coincidimos en querer fa much fransmitiy alos estudiantes que la arqueoldgfa se puede llevar a> boy quela pasidn existe. Como americanos, eonsideramos que los temas que desariollamos tienen una imaporcaneia intrinseca en ml~ chas esferas. Estas abarcan desde el problema de la dispersién hu- tana en nuestro continente hasta el aanzamiento de nuevas me todologiasy el desarrollo dela ceorla arqueolégica como un preiceso centffico per sey sin distinci6n de nacionslidades 0 regionalismos. Esperamos tratar en préximas obras problemas y temas més deta- —llados—- = == a Biglornde aly ean de nesta Quiad deban los colegas'de otros paises disculpar nuescra osadia por escribir sobre temas que puedan parecerles distantes de noso- tos, O tal ver aos lean com curiosidad. Sin embargo, no olvidernos que una de las caracteristicas de nuestra especie es su conducta ex ploratoria. Ast que nos dedicamos a ver los diferentes temas de esta ‘compilacién como un espejo, ya que son tuna via de acercamiento que nos devuelve ala realidad dle unos y otros. ‘Muchas son las personas'a las que debemos agradecer habernos ayadado en este libro, En primer lugae a las autoridades de la Fa ccultad de Filosofia y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y en ‘especial a Julia Zullo, de la Oficina de Publicaciones. A Yamila Se- villa y Juliana Orihuela, de Editorial Gedisa, por su paciencia a lo largo del proceso de edicidn. Muchos colegas nos ban aportado ideas, crabajos ylo sugerencias. A Paul Bahn, Jean Cloctes, Robert: Foley, Michélle Julien, Claudine Karlia, Daniill Lavallée, Randall ‘McGuire, Martha Mirazsn Laks, Hector Neff, Mike O'Brien, Ser- gio Ripoll Lépez, Mike Shott, Lawrence G. Straus y David H. Thomas nuesteo sincero reconocimiento y amistad. Finalmente, a ‘odos los adscriptos ~alumnos de los dlkimos afios de la cartera— que allo largo de estos aos han colaborado de multiples y vatiadas formas, Ya lector, que deseamos que explore y disfrure estos temas como nosotros lo hacemos. Anay José Luis Introduccién, vs, wy ombre mg pre- No hace mucho y antes iba en un aurob re guuncd cl era mi cabajo,“Arquediogo, le je y 4! me contest "Eo dees marvin, Fara ee eit sto rin on p> de sue’. Me om gn dmpecanersro de ques vit dl arqueblogo no coincidta con fait El imaginaba que los arquesto gos nnn ae’ lity eoracnie le logon gveles que descubren algo que an no se conoce, y que toys los aryuedloges pasnmos esta vida tratando de descubrr cons nica. Baten ie ea cen ue el vex es my propia pie elas que yo mismo veo!a arqueo- siglo 1%, pera no en las teminos en los que * Ala, Ceo que los arquedloges son més que simples “desevbrdors" La rguolg no puerta on adele se say eadalogi, Lor arguelogs nection convient to exlicos; es eso que mantiene vivo este canipo y hace qué no mimes esemos argumentandoy dtctenda siempre quit dene ra- an eno concern acstepunto.o otter nol iene. La oct fleva al cambio, pero en si misma es un desafio. Undenfo que ‘ied eomparsinos as coma la paleontalo- iad compartimos co algunas poss cence ~com lp sede pee, Perle aos faarqeogl ho ca isi ede eure pasado directamente,y que pueda rertengise an Barcus cone me gle hee cl autobe May pore conta es una xpi ue depndecompleanent de be inferencias que hacemos respecto del pasado y que realininos sobre materiales encontrads en el mundo eotemnporinco, oe El dato arqucolégco, desforcanadamente, no posee sigrificado Go ds fl sera est ail aie aise LR. Binford (1983) 2 ‘Stora agus {a Taega cita representa en forma muy pertinent ‘a idea de lo que en ciendi Hlamnamos “sentido comin’, y expiesa ke que es en realidad el desaffo de !2 arqueologia como ial. Este “sentido co- rmiin” no ha jugado a favor de nuestra ciencia, Pacecerla que fa Jimptesidn del “hombre del aucobiis’ de que cualquiera puede ser arquedlogo ~aun cuando tenga ofco titulo universitatio estd bas- ante extendda. Para muchos bests con habrr encontrado.un fe5- to descerdmica, coleccionada unas cuantas punsas de proyectil, 0 visitado ciertas rwinas para estar habilitado por cse conocimiento a hablar con autoridad sobre un determinado aspecto de fa con- ducts humana. Sin dud, los padres de la arqueologla provienen de otras disc plinas, A ellos les dehemas al crecimiento d= nuestea ciencia, pues tambicn mantavieson los estindares académicos de se ae Hey en dia, sin embargo, la complejidad de la ciencia ar- gica exige una formacién universicaria més sistemitica, ‘Si bien la arqueologta es una ciencia joven desde el punto de vista académico, podemos remontar sus orfgenes al ao 583 antes denuestra em, cuando Nabonidus, el ltimo emperador del Impe- tip Neobabi énico, excavay econstruyeremplos dela Babilonia fntigua'y da inicio asia lo que los historiadores aman Anticuatis- zo. Pero no vaines a hacer aqul una historia de la arquedlo tno que tenernos objetivos particulates. El primero de clos es presenar las corticntes tedricas mas im ortantes de. siglo xx, denuo del marco de la Teor‘a General de la ‘Arqugologia, donde anstiznremos las nerspectivas mvs relevantes & to largo del Clkimo sigio. En este sentido ias momentos mis recien- {es en nuestin disciplina son los mas dificiles de comentat y expo- nes, pues de una u otra forma estamos involucrados en alguna de las perspectivas que presentamos. Pero, sin duda, conocer sus li- ‘neampientos pfineipales es lo que pesmitird al lector comprender el, papel que cada arque6logo asume en su eleccién para entender fas conductas humanas a través del estudio del registro material que catas dejan, Asi como no existe una investigacién cientifica que no posea un metco ceérico, rampoco podemos negar que su eleccién ——————— stigador. Si «std condicionada por las vivenelas preserses del i ‘len aucstra epecialidad se encueneen maynemence conacimiento del pasado, son el presence y la eleccié de un marco te6tico los que indiean cémo aproximarngs para entender lo que sueedlis en tn dempo pretérito. Ast lus axgucslogos vomuibuianos al conccimiento en las diferentes cienctas hurwanas. [Exponer algunas caracteristicas y peculiaridactes tanto del r-gis- tro como del dato acquzoidgica y cules som algunas de las meiado~ logias de anilisis ¢ interpretacidn emplesdas e1 iiestro eegundo objedivo.& lo largo de lis vias décadas, nuestra ciencia ha experimentade un importanre x ance :netodolégico. Fillo se debe en gran mesida als cambios que se produjeron a par- tir dela década de 196¢ y rambign al incrementa des inter de la arqucologia con otras ciencias. Acercatrientos y conflvencias a diferentes disciplinas desembocan en una mayor cautela en las in~ terpretaciones y explicaciones del registto arqueoKigico. Pero ade- misen el desarrollo y fortalecimiento de lineas y programas de in- vestigacién pauticulates que caracterizan a la arqueologia cientifica contempordnes 2n su inset fz-con otras ciencias. Finalmente, y en un intento de mostrar sintéticamense apli- caciones de Ins coutienes eedricas y alguna de las nuevas mero dologlas, presentamos tn breve detalle de uno de fos momentos si interesantes en la historia del surgimiento de nuestra espe- cie, el final del Pleistoceno. Comenzamos con un andlisis de uno de sus enigias, los Neanderchales, centrindonos en sus diferen- ces estrategias adaprativas determinadas récientemente ala luz de la aplicacidn de merodologias innovadoras. Luego nos adencza- mos en los diferentes modeles que analizan el origen del Homa sspiens. En este caso el lector podré tanto observar Ia diversidad de marcos teSricos como comprender a través de elios el proce- so de dispersién global de nuestra especie. Concluimos con la presencacidn de los nuevos enfoques que se han adoptaco recien- temente paia comprender un particular desarrollo cultural: ef Paleolitico Superior, en el que nuestra especie acelera su proceso de diversificacién cultural y comienza a expresarse a través de ‘manitestaciones artisticas. \_ Laimagen del “hombre del auobiis" mencionado por Binford perdura ranco en la generalidad de a sociedad como en aquellas ex- plicaciones ¢ interprecaciones que, basadas en el esentido comuine, Kin se brindan del registro arqueolégico. La arqueologia cientifica thos muestra un camino mucho més complejo y apasionante. A lo largo delos temas tratados el lector podri observar esto, Yentusias- arse y adentrarse en este prolongado y eterno camino dela inda- acién como lo hacemos los investigadores. AM. AguecteyJ. L. Lanata Bibliografia Sinfords 1. R. 1983. tn Paris of he Pare Decoding she Archaeological Record endes, Thames &¢ Hudson, (Ex bude pavada Barcelona, Ciica, 2003] ARQUEOLOGIA Y TEORTA 1 i Las bases tedricas del conocimiento cientifico José Luis Lanata y Ana Gabriela Gurdieb A fo fargo de esta introduccién general al conocimiento de las co- riences tebricas més signlicatvas dela arqueologta durante ol dick so siglo nos interesa que el lector rescate res aspectos impoctantes Uno tiene que ver con los esténdsres cientlfices existentes en los momentos en que tales corrientes se desarollaron, Estos se van mmodificrnde de una maneca que a veces es imperceptible pars los arqueslogos. Determinadas técnias, novedosas chante un tien po. pasan lucgo a ser parte def protocalo normal de las investiga ciones. En definitiva, los estindares en cada reconoclu> que “abe una comunicaciéa no verbal a través de I> cul material, Af se fo- menté la idea de una herencia social sor muy paca posivitidad de Gaicamerte pot pr0- cirabio interno, Bl cambio cusiural sees 20 cxsos que venian desde fuera de la culcara, desconeciendo asl el ‘inamismo que Is caracteriza. §:codos los indviduos que pactici- paban de una cultura cenian ideas, ceglas y normas seanejances acerca de la forma de hacer fas esas, de cararse. de Ia eeligién, de fa organizacién social y -omercial, extonces de dande venir el racedenvia ern eccerna. Vir cambio? La sespuesra fue simple: sa nia desde afuere. a «savSs de tres nsecanismos principal fusion de sarges, b} la raigracidn de ina'viduos poseedo Ts Cult Hose cunctesi6 pu a decepeibn de os ma rales aqueolégicos » wa discurso coinguia! hist gadores se esforzaban en la cbtencin de informacién mediance la scumwacién casi indiscriminads de materiales axyueolégicos. Las sociedades pasades eran interpretadas br} >€! 54 las investigaciones antropoldgicas que se sstabar. llevando a cabo en esos momentos, De esta forma no oudiezon salvar el abismo {que separaba el pasado del presente. Esto, que era una consecuen- Gade la visién del progreso 2omo motor del cambio culcural da- cante fa primera mitad del siglo 2% significd incerpreta el registo arqueol6gico ala luz de la svaloesnaeadia, Si contextualizamos ur-poct tance la primera mitad del siglo 2%, observamos que la arqueolegia de exe momento mantuvo las escindares acadéincos de ia época. Eran las deseripciones 4 los artefactos las que les peciniti renciar las culturas arqueolégicas. Asi es entendible, por ejemplo, a 2 Flori algunas tena de slg lahinecdeseripcién quel caracreriaa, canto en le teabajos de eam Po como en ef laboratorio y en Is publicaciones. A os arquedlo- sob del Culzare History les debemos reconocet une serie de dese ollos imporcantes que resolvieron distintos problemas de acide con’ los conocimiento’ de su época. En principio, ya desde fi incipio, ya desde fines del siglo xix advirtieon la irmportancia dela excavacidn esteatiges- fica. Las investigaciones de Thomas Jefferson, en 1787, en dife- Fenites monticulos localizados sobre el rio Misisipi son las prime ras en aplicar los principios eseratigedfidos en arqueologis, Para ello comaron de ia geologia Tos principios de superposieién y co- srelacién y los aplicaron a sus excavaciones. Se trata de las leyes acufiadas por el ge6logo Nicolaus Srena en 1669, cuyos principios atin se mantienen, a pesar de las modificaciones tecnolégicas y metodigis Biscamenee releren que los sediments oe tanto son més antigugs. Este principio permite correlacionar sedi- menor igus en Aiferntes sectors yipgiones Tambien paras conrelaciones se emples el concepto de indice fesi-que toma ens cxsenta tipo y densidad de Files por eseato geclSyi, Exo les de, ba un primer esbozo del ciempo, dels profundidad temporal de los imac, pero no Ia datacién. Las estimaciones cronolagicas eran coralmente intuitivas, ya que es en 1949 cuando W, Li dlescubrelaposibilidad de daar median el iséropo 14 de aie no. Correlacionar las estratos y/o capas sedimentatias es posible gracias ala aplicacisn de la idea del indice fs. Los arquedlogos fomaron este concepto y, en lugat de utilizar las especies Fésiles co- mo la gcologia, eruplearon los artefactas arqueolé i zat sus correlaciones,* Como consecuencia, empezaron a consteisit Jas unidades caleurales sobte fa base de tipos morfoldgicas, Estas * conforman una agrupacién de artefactos semejantes y por elle se * Exo ya habla so empléad porT ees ac , Fetsom para comelacionar ls nivel en les mantiulos cxeavados en Virginia, Estados Unidos. ta ns nike leanne einen 23 tranformaton en el primer pato analitica pata deseribie ol rahe arqueol6gico de forma adecuada y euidadosa, Los artefactosliti- os, las vasijascerdanicas, las escructuras habitecionales puilieron, set agrupados de acuerdo con sus caracterts ales en dife- _rentes caregoriasyy clases, Fn otras palabras, los arquedogos de fa Culeure History fundacon las bases de la saxonomia arqueoldgica Lod arquedlogos tradicionales emplearon los tipos morfolégi cos como construcciones definidas por el investigadora fia de f litar su descripcisn y clasificacin y con ello definieron sus eulturas argucoldgicas, Pero les quedaba por resolver cbmo monicoregr el cambios través del tiempo. Este segundo paso analitico surgis de ‘condeet las asociaciones temnporales de tipos morfolégicos en dife- sentes sitios en deteeminadas regiones, De all nacié la idea de foil ula ~cambién conocido como, tiga temporal y sime marker, que Toy definiiamos como elementos del registro arqucolégico pari- cilares de un bloque espacio-tiempo. Sin embargo, en esta éscucla fos arcefactos decerminan la presencia de una sculturan y eto se r+ faciona con Ta concepeién normativa que sus practicentes tienen della. | ~ Finalmente, octa herramienta analftica que caracteriza a la CCaleure History es la seriacién\ Esra les permite transforma: los diz ferentes ipos de exilos definidos en [a lasficacién de los artefc~ “sos en secuencias temporales eelatvas. La seriacién da por sentado ‘que la conducta de los humanos es indecisa c impredecible y que por lo tanto fos estlos de los artefactos pueden cambiar « medi dda que surgen nuevas tecnologias, Dichas tecnologias aparecen poco a poco y van reemplazando a otras pare luego ser reempls zadas por otras nuevas. La seriacidn, permite comprobsilo’ me- diance la consteucci6n de curvas de frecuencia en el nmero de los arcefactos de las muesttas arqueolégicas. Uno de los principa- les referentes de este tipo de estudios fue James Ford. La seriacida funciona tomando en cuenta fa proporcidn de los diferentes tipos emporales en diferentes muestras arqueoldgicas, que deterinisian tana Secuencia temporal selativa. Los diagrams de seriacién supo- 4 Exon alge tenn te arson non implicitamence que en la variabilidad chservada se derecta el cambio a través dei tiempo, ai :nastrat ci surgimniento, apogeo y desaparicién de determinados artefacws en sitios o regiones ar~ queclogieas. | Podrfa decirse que ya desde la posguerra el mundo habia en- trado en un acclerado proceso de cambio y la arqueologia no esca- ip6'acllo, El eriterio de autoridad, caracteristico de la arqueologia durante la primera mitad del siglo xx fue desaflado, quizd por priv ‘mera ver, por W. W. Taylor en 1948, al proponer que los artefac- tos arqueoligicos no deberian rer ncendidos por af solos sino interconectados con les demas componentes de una cultura, Las ideas del neoevolucicnismo, det macerialismo y de la ecologfa cul- tacal:comenzaron a formas parte dsl discurse antropolégice y at- ‘queoligico. La década de 1950 ofteci6 un atimero importante Ge libros y artfculos sobre mctodslog‘a en arqueologla, por ejemplo ‘Willey y Phillips (3958). Sir embargo. también en esos momen- | cos surgieron una scric de novedades y eesarollos tecncligizos 6 ‘tas ciencias ~por cjemple, la datncidn radiocarbénira ("C}~ que no cardarianen teansformar los erates de fa Culture Hong en ‘otios nuevor. Sélo era cuestiin de rizmape 2. La rebelién de la década de 1960 El moments llegé en un ambiente de importante convulsi5a! anda sail some el que se dio en la década de 1960, caracteriza- fs por moyimientos sociales, hippies, estudianuiles.de derechos humanos, excetera. En ese contexto emergié en los paises anglosa~ Jjahes a llamada Nueva Arqueologia (New Archazology), posterior- ‘mente arqueologia procesual, Surgis como una reaccidn frente alo que arquediogos como Lewis Binford (1962 y 1965) en Estados Unidos y David Clarke (1968) en Inglaterra corsideraban insufi- leacias etrel modo de hacer arqueologia por parte de aquellos que hhablan dominado la escena académica en fa primera mitad del si- tates tos delenit niten D> glo Xx. Estos arquedlogos, jévenes y descontentes, no estaban ée acyerda con fa forma en qu. fos conjuntes de objeras que se en- contraban en las excavaciones ezan convettides en discursos sobre el pasado. Durante el periodo 1950-1969, dos coztientes del pensarsiento anteopotégico —no muy papullares por ese exonces~ influyese sobre la Nueva Arqueologis: el neoe ‘olucios smo y la aloga tural El necevalucionismo difere def eve! cionisma unilineal del siglo xix y de la Cudbure Hizory en que trata al progreso como una caracteristiea mis de Ja culeura en general, aunquie no necesaria- mente de cada cultura en particular. Sus dos maximos exponentes en ese momento fueron Leslie Whitey Julian Steward. White deb- 1ié la culeura como un complejo sistema termodindmico, Al mis- rma tiempo, el fue légico evidenclado en las cexplicaciones surgié de consideras gue tna'ogia el nicieo cul- cural~ es intermedia ceunologia la que permite laa dela mano de Julian Stewed, desarrolando un enfogue mis em pitico, mulibineal y ecoiégico para explicar el canbio celal Sreward (1955: 209) consideraba que wel propésico de la antropo- fogfa evolusiva debia ser explicar ca tas en estadios similares de desarrollo, més que las paricularidades Tpieas, teas y 0 Tecurrentes, que podtan scr atibuidas a acci- dentes histéricos». A estas dos corrientes les sumé alguna inz fuencia del materialismo y principalmente de la Teor Geneiai de Jos Sisteraas) muy en boga en esos momentos. Esta teoria habis ‘comenzadd a desarrollase en la déeada de 1940 en la biologia y lx geografia. Buscaba entender a entidades tan diversas como gla es 0 eqiuipos cleetrénicos en téeminos de componences que in- teraccaaban entre si, componiends un todo (Tigges, 1989). La adhesibn de los nuevos arquedlogos a la Teora de Genera de los Sistemas hizo que la cultura fucra esuidiada en el mismo sentido, I Eshedkstee. xpincands agua tens de orquetaga Seanalizaba cada uno de los subsistemae que la componen: sub sistencia, eonologls, organizacign social, psicologiae ideologi Respecto de la arqueologia tradicional, la Nueva Arqueologia constituyé un punto de inflexién en muchos aspectos (Renfiew y Bahn, 2000), asaber: 1. Lxplicacién: Ba momentos previos, la mera de la arqueologia hhabfa sido reconstruit el pasado. Por el contrario, iz Nueva Ar- gues cones que debia tener como objetivo la cxpli- «aciéa de los Gambio¥ que se produjeron en el pasado, mis que is geconseruccidn deun momento o sociedad en pattieular 2. Generalizacién: La Nueva Arqueologia era entendida como 4 una ciencia y, como cal, debfa utilizar generalizaciones en eles. tudio del proceso cultural y en la explicacidn de los cambios. 3. Razonamiento deductive: Del mismo modo, la arqueolog: Giencifica que proponia [a Nueva Arqueologis involucraba el uso del razonamiento deductivo, El proceso dedueti - pronde le posrlacén deduce y Ingontncitn densa) plausibles para explicar los cambios. 7 ek c 4, Validacién mediante prueba: Segin los nuevos estindares, las bipétesisy los modclos no debian ser aceprados segiin la autori- dd det investigador que los enunciaba sino que debian set so- metidos a una comprobacién riguross. ee 5. Diseto de investigacidn: Antes de comencar un proyecto, debla 4 Sistr un disefio de investigacién que planceara las preguntas ‘genetales y especificds que se esperaba responder, De exe modo sc evitarla la generaclén de datos inapropiados. 6. Metodologia cuantitativa: En concordancia con la aspiraciéns & una arqucalogla cienifica se adopts una metodolopie exta- ‘distica para el caramfento delos datos, Se abandonaron los mé= todos cualitativas o euantitativs informales 0 sesgados por el interés del investigedos, 7. Optimisme: Los «uevos arqueslogos» erain muy optimistas y Sreyeron en sus comienzos que Jas tdcnicas que desarallaban Lar aes terns el conaceono cree a oda utilcaive pare arvojur Jue sobee todos los aspectos, in- cluyendo Ia organizacin socal y los procesos cogni:vas de los sefes humanos del pasado. i 2.1 La argueologia como una ciencia antropoldgica ' El desacuerdo con el aspecto descriptive y con el peso que se daba a los enfoques historicistas hizo que la Nueva Atqueologia propusiera convertir a fa disciplina en algo diferente. La evidencia etnogeéfica, uutilizada acrisicamence por los enfoques eradicionales, mostraba una ‘gran diversidad en las conductas humanas y en les procesos culeura- les, Sin embargo, esta diversidad quedé oculta en las interpretacio- nes de la Cullure History debido al excesivo énfasis histérico, hacien- do que desapareciera de las interpretaciones arqucoldgicas. En parte por ello la Nueva Arqueslogta propuse slir de ese tipa de interpee- taciones, buscando otras még antropolégicss. Para lograr.tal fin, también five necesario desarrollar nuevas metodologias y generar un cuerpo tedrico que fuera claramente arqucelSgico. Entonces, pode ™ mos decir que la Nueva Arqueologia, al entender ala arqutologia comp una ciencia antropolégica, puso énfues en dos arpectos: a) st __adecuacién a los esténdaces académicos de fa época y b) la sustiru- ign dela interpreracida hiseSrita por oxmacgnsropoléica. “Adecuarse a los estindates académicos significabe acentuat él requisita, propio de cualquier disciplina cientifica, dz adquirie el conocimienco a través de un proceso racional, evaluado de for- ma tigurosa, Esto implicaba tambign que todo juicio que se emi- ( Serasobre el pasado debfa ser probado cieritificaménte a través de la verificacigh o ef descarce de hindtesis y modelos que éonteni- plaran aspectos especificos de lo que se queria investigar. Obvia- mente, out0 requisite indispensable era que estos modelos ¢ hipdtesis hubieran sido previamente énunciados. De esti manera deduecidn, hipdtesis, verificacién, explicacién generalizdora, y rechazo a toda proposicién no comprobable fueron el Let matifde a loro ples wie de nepal los primetos sfios de la Nueva Arqueologfa. Pero llegarom aun mis ijos en su afi: de convercic ala arqueotogia ex ina ciencia rigurosa. El puimer método cientifvo utilizado por esta cousiente fue el nomoléyica-deductivo, de lo que se desprendia que podtan cenutaciatse leyes generales acerca del comportamiento humane, Esco era semejance a las leyes generales que se promulgan en las ciencias exacta, Esca visidn un tanto extremisca del positvismo logice tuvo su expresign méxima en el libro de Watson et al (1972). Laaplicacién de este método se encontré con un sexi in- conVeniente: 1esulsaba-précticamente imposible llegar a construir tuna ley general acerca del comporcamicnto humane que fuera re- al en todo memento y lugar. Poco a poco ests enfoque extrem, ‘en cierta forma inconducente, fue abanconado por versiones mis * blindas del pasicivismo que utilizaban un mécodo hiporérico-de- ductivo, sin dejar de lado fa generalizacién, pero sin fa intencién de logcarleyes universales, Sibien ya desde fines del siglo xix (Pice- Rivers, 1887) y princi- pios del xx (Kidder, 1924, Boas, 1940) la arqueologfa era vista y ‘ntendida como una tama de la antropologta,” no fue hasta que Binford publieé su cldsco articulo «Archaeology 2s anthropology» en 1962 que I anteopologia comenzs a tener un mayor peso en las interpreraciones arqueol6gicas. Explicicamente, Binford sefialé que ela acqueclogia es el em 0 pasado dela antropologis., deFa:- cign que se irstalé fuerternente en una parte importance de esa nueva generacién de aquedlogns, Es'9, conjunsa-c.te oon lose: ~ tudios etnogréfieos en los que sc comenzé 2 observar la diversidad no. delas conductas human ‘para tomnat el presets pasado humano, Tal es el 1968), en el qre las poblaciones de cazadores-recolectores contem- aoe 7 Ror gemplo Keer (1524) deine al arqucologia como uma dels aneo- pologis que esmdia a as personas dela presto, hizo que esta idea legara tan lejos come te oer et enact eon 9 poziners estudiadsas son vistas como usa pr-historia_ivience, "- dependiencermente de las crtcas que p. hizo que, con el paso de! tiempo, Ja Nueva Arqueologia defara ce ser ral para cransformasse en ar- queologis procesual, enfatizancia el estudio de los diferentes proce- sos cukurales y déndole ios elementos para abandonar la tacibn hiscoricista de la Culture History. serpre- 2.2 La culrura como sistema y su relavién con el ambiense Hemos hablado acerca de eémo sargié la Nueva Arqueologfa, de cual fue su intencién al convertir a fx disciplina en uma cicacia de acuerdo con los estindares del momento, del método utilizade, a como de las corrientes antropol6gicas que influyeron sobre ella. Ahora bien, zcuil fue el objerivi sientifice de la Nueva Asgaz ologia? En def nitiva, podeines decir que su perspective pretendia aislary analizar los distintos procesos culturales que se dan en y en tte sociedades humanas. Para ello puso énfasis en ef estudio de las pricticas de subsistencia y econdmicas, asi como del ambiente con cl gue estas sociedades interactuaron, Asimisme, snalizaron la re- pereusién de estos aspectos en los sistemas de creencias de las socie- aes y sus diferentes tipos de interacciones. En este dmbito, la influencia de la Teoria General de los Site- mas fue muy imporcane, ye que tal med de entender los procesos “culrurales implica pensar ala culeura de una esta Sptic, la cultura configura un sistema en el gue cada aspecto que la define constituye un subsistema y se-encuentra inextricable- mente vigeulado alos demds por reliciones de retroalimentaciba, Log sistemas culturales se encuentran ademds interconectados con otto sistema, el ambiente, Cuando algtin factor interno dela cule- rao cxierno del ambiente afecta a uno de estos subsistemas por ——y rs de arqvelagi ejemplo, la economia, la ideologla, las celaciones sociales~ todos {os demas subsiscemas también son afectados en alguna medida. Paca encontrar uni nuevo punto de equilibrio, los subsistemas de bern adecuars® al cambio producido en tno de los componentes, cambiand® 2 su ver. Elequilibrio en el que se encuentran los sisto- mas culturales es, porlo tanto, dinémic. Debe hacerse hota que 4a consideracién del ambiente en las interpretaciones arqueolgicas no era una novedad cn la década de 1960. Con un enfoque evolucionista wnilineal y muy deeeeminise ta, ya desde el siglo xix muchos investigadores hablan llamado la stencién acerca del papel del ambiente en las poblaciones uma. as. Bn la década de 1950, Julian Steward, uno de los primeros ‘andlogos en adoprar una visidn macerilista dela conducta huma- na, concedié gran importancia a los Factores ecoldgicos en el mo- delado de los siscemas socioculturales. La novedad incorporada for ls Nueva Argueologi fi ata al ambient como interante fe una trama de relaciones, de acuerdo con el enfoque de la'Teo. daGeherl de eSinemes aaa Bajo el paradigma de le cultura entendida como sistema en in- teueg conelansa se puso derive un nce concep eh arqueologfa: el de adapecid El hombre desarolla estetegias para spare def mane tec s sdfeenes nao nce guclnrenes clas elec Uno de los medios que emplea ata ello es la cultura. En sus primeros eseritos, Binford dope la ceflaiton del eenlogo L- White quien cmanehh cculeura como ula parte extrasomitica de la adapracién del hoinbre al medio ambientes. 2.3 El estudio de lis diferencias / Qui objetivo de la Nueva Arqueologia fue comprender y estidiar las diferencias presentes en la evidencia arqueolégica, obviamence desde un enfoque cientifico, en parte oponiéadose a la Culture se eke tse lle su History. Esto conllevé In necesided de aprender a clecsionar as muestras de materiales de mado que fuera posible el aramiento posterior de los datos a avés de pruebas estadisticas, Estas técieas de muestreo son indispensables, ya que se debe tener cercera de que las muessras bajo estudio son representativas del usiverso posi- ble de evidencia arqueotégica. A partir de In década de 1970 comenzaron a ser més usuales los tratamientos estadisticbs de la informacién, cada ver. mis sofisticados. Mas adelante, st pbpulati- zacién llevé a muchos investigadores a plantear sino seestaba abu- sando de esa técnica en aras de detectar [a diversidad del registco arqueol6gico. } 2.4 Las investigaciones de rango media Para fa Nueva Arqueologia, la brecha entre pasado y presente es insalvable aplicando una Sptica tradicional, Binford reconoce que l registro arqueolégico es presente y estética. A particde estas.ca- / racteristicas, el arquedlogo debeGinferit imica delas cohduc- tas del pasado, Este proesso de inferenci e250 dk iwcol6gica—: el contratio, la Nueva Arqueologia se destaca por el desarrolio que ha dado a las uievas metodaloglas, afianzandio la Tearfa de Rango Medio. ‘Desde un punto de visca tedrico, los aspectos mis relevantes te Ja Nueva Arqueolog'a han sido.su visiSn evelue “ laridadts er: lox grocesns cul ied y siggémico) El tratar de entender les vaciadas jas eociedades humanas y el ambiente hizo ‘que en los proyectos llevados adelante por arquedlogos procesuales, tuvieran gran importancia las relaciones interdisciplinarias, Sin embargo, aquellas caractertsticas que mencionamos como logros también han sido vistas como imitaciones y objeto de criticas por parte de las corrientes pasprocesuales, cransformandose en un cam- po de investigacién para otras corrientes teiticas. Bibliografia Binford, LR. 1962: Archaeology 2s anthropology, American Anelguity, rm, 28, pp. 217-225, 1965. Archacologal systematics and the std of culture process, Ameren “Arig, xi. 30, pp. 203-210. ; 1978. Nienoniut Ethnoaschaclogy. Nueva Yor, heademic Press, = 2001, Contracting Fane of Reference, As Arabica Lesbo for Arcola ‘ou Theory Billing Ung Mintr-Catherer and Ensronmentel Dae Se es- ely, Universi of Calforaia Press Vonoisiedood, cn TERT ET 's t M Eratoranto gros tense le angina ‘Clarke, D. L. 1968. Analysical Archaenligy. Londres, Mecheun & Co, ‘Washington, Smichsosian Inatruion Pres. see ‘Aleal, 1993.) 7 = ‘ila ga pO ele en 2 La reaccién de la década de 1980 y Ia diversidad tedrica posprocesual José Luis Lanata, Marcelo Cardillo, Virginia Pinca y Silvana Rosenfeld Sibien los postulados de la Nueva Arqueologia se affanzan en un immportanse mimero de arquedlogos y aumenta su presencia en la liveracura cientifiea a pateir de 1970, la Culture History siguis pri- mando, Este panorama eambié progeesivamente a medida que los discipulos de Binford, Clarke, Longacre, Thomas y Flannery entre otros arquedlogos procesuales- van desarrollando la Teo- ‘la de Rango Medio y ocupando posiciones en diferentes yniver- sidades. Desde este punto de vista, la década de 1980 muestra un sinniimero de libros y arrfculos dowide su affanzamicaco es no- table, Durante los primeros afios de esa década se publican una serie de trabajos paradigméticas qué muestran las nuevas liness aque surgen. En algunos casos lo haéen como reaccién =a veces icreconciliable, otras no tanto~ ante los pastulados de la Nueva Arqueologia; en otros, como marcos inferenciales totalmente nuevos. : 1 A diferencia de lo sucedido en los ifios sesenia, cuando Ja vebe- én fie un movimiento relativamenté homogénco én cucnto a sus postulados ~ranto en Europa como én Estados Unidos-, Ja reae- iin de ladleada de 1980 es mucho mas heterogénea y dispar: Lejos de formar una corriente tedrico-metadoldgica organica, deritro del posprocesualismo se incluyen una serie de enfoques tan diferente’ 7D) la arqueotogia conductual 2,)el posmodernismo arqueolégico; ‘ 19 fens gga logis y la nueva agecia saci . laarquesiogia marxisea, la arqueniogia cognitiva: das égorias evel tivas neodarwinianas en arqueologta Presentaremgs a coninuactén fos principales postulades de ea- da una de estas corrientes posprocenuales. Quizé a primera soacciéa surge dentco de la misma Nueva Arqueo ogi jeffeson Reid, Wiliam Rathi y Michadl Schified ieinpranamente en 1974 sefialan la necesicad de focalizar Ja atenciéa sobre Jas conductas humanss, ya que son estas las que . tproducen los vestigios arqueol6gicos. La arqueologi conducrual "se autodefirce como el estudio de las ss entre Jas cond cas humanas y Jus asieictos —la cul ‘lugar y.espacio, Se censraliza en la investigacidn de Ia conducts humana entendida casi como una actividad cotidiana, Las act vidades son las interacciones pautadas entre las personas y los ar- cefucios. Asi, las conductas humanas.no pueden definize sin Tener en cuenta ios artefactos, Son estos los que reaizan las fun- -clones va sea tecnolégicas, sociales 9 simbélicss. La meta final “del en el enfoque conductuz! ~cwlies positivistas consideran que el sexo biolégico. deer] es péne'o. En este caso stt estudio significa identificar a las. “nnujeres y Tos hombres bioldgicos en !a prchistoria (e.g. fa explora cidn de las diferencias en Ja diera, e~fermedades y mortalidad entre los sexos). Una de las técnicas para identificar a las mujeres en la prehistoria utiliza la eyidencia contextual (evidencias ostcolégicas. representaciones iconogrifcas, exzos histSticos), Otra técnica em- ples le analogla etnogrdfice (Ia evaluacién de Ia asociacién ehtre wn acsividades parciculares). Por ejemplo, Christine Hastort (1996) -natiza las relaciones ociales y de género en la prehistoria, yn partiular en las niyjores 2 46 Explnrandt ngenos tas de arquecagia aninas, 2 wavés del estudio de los alimentos. Sostiene que as co ine el uso y Ia diseubucidn de ls alimentos puede expres rels- | Glones politics, sociales y econdmmica, tambien tefles el desaren llo y el mantenimienco de las relaciones de génicro en un ‘grupo {octal Hastorfpostula que, sin imporcar eul es el enero a ange dla preparacién de la comida, la expresim de las re hombres y muj sentee bees i opers donde los alimentos se producer, prepa ran, sitven y/o descartan. La autora examina las relaciones etno- ices andinas entee alimentos y género en lo econdmico y polt- tico, Centra su anilisis en la interpretacién de los alimentos y la deca en el regiscto arqucoldgico de la sociedad Sausn en Pera (1300 21532 dC), especialmente en los datos paleoetnaborinicne Has. orf utiliza dos enfoques complementatios, Primero dsteibuciones espaciales de los restos de alimentos como indice dlotes de fos roleside hombres y mujeres, - Luego observa la ingesta de alimentos de hombres y mujeres. través del andlisis de isétopos eerables en esqueletos masculinos y femeninos para entender tno el acceso a diferentes alimentos puede significar diferentes po. siciones sociales, SSS : Los estudios pospositivistas entienden al consttucciones sociales. En este tipo de a ‘ruir las dindmicas del género 2 teavés del a CGreoreepecificos, El géneca ex entendide como eoutingente y contextual, como una construccién que varia de sociedad en so- cicdad. Joan Gero y Margaret Conkey ( 1991) definen al gésero Como un demento consticutivo de les claciones sociales humae Sasedo en diferencias y similicuder adsripta cultralniente oe muchas sociedades se teconocen mas de des | género y al sexo 0") ndlisis se busta recons-. undlisis de contextos his- # géneros, y al géneto puede tener di rentes sipnificadas segiin la edad y el coritexto o- aad facién entre los roles sexu: ales bioligicos y los roles alizada desde ls arqueolopia erni- logia feministar), igadores como Yates (1994) sostienen que nuestra propia icin de as diferencias sexuales biolopicas es en agin puns tein de Is diferencias sexuales biolégicas es, en sociales fue una concribucidn ses nista (véase el apartado wArqueo Jove explora las - ec dea nt 180 y de, ‘t ino ylo intaum bioldgico entce lo ofemenino» y cultural. Existe un conrinees oe =masculino» en distintas dimensiones. La mana sea dye iene que elegimos son, en gran parte, lees sa Gano na oye sero noc dad sna ess odie

to cue pa- alos autores neomancstas existe uit relacidn dialécica entre am as. La ee-ructura no es visible sino que esta enmascarida por la ela. En la arqueologis, a culeura macerial tiene un papel ac- tivo, ya que acti para que el sistema funcione, Por esto, 21 ps tiene que ser interpretado por la ideologia del pasado. La arqueolo- ‘gla marxista intenta encontrar en las sociedades del pasac'o los ‘| mecanismos de las clases dominantes para perperuarse en el poder. Sto pueds observarse tanto en los elementos te ‘uso cciidiano wo- ' mo.en loselementos de lujo, ia acquircctura y otcos tipos del regis- qro arquedlbgico. am sel atguologls mansitarecha del arqueloals ance e determinismo ambiental, ya que el cambio est dado por las con- taadicciones gue se generan dentro dc Ja misma sociedad. une e- totes ecolbgicos son vist6s sélo com« antes, Bl cambio dentro de las sociedades se da a partic de de> ripos de consradi 42) entre Jos interescs de los grupos sociales debido a la division de. clases con invereses antagénicas, bb) entre las Fuerzas productivas y Is relaciones de produecién. En elcasode las sociedades precepitalista, algunos autores marxis- tas plancean que el lugar de las relacionts de produccién lo « ‘man las relaciones de parentesco. Fos mete a dct de 980 yb resi 3 ¥. Gandoa Childe fle el primer arquedlogo occidental ~en Cran Bretana~ que aplicé a teoria miarxisya ea su ciabajo. Childe vio a la arqueologia como un medio de poner 2 prueba y perfec- cionar las observaciones marxistas a largo plazo. En sus libros planted su visisn matertalisca de la prehistoria europea Introdujo un concepto de evolucién en el cual los cambics «el con cimiento tecnoidgico producen cam! ondmizos, Vio a los factores sup Auencia negativa o conservadora que opera vont cial. En Estados Unidos fue Leslie White. uno de los ; rimeros a ropélogos en mostrar influencia de Engels y Morgen, fo que le levé a propone: su teocia de evolucién cultural; esa influencia tambign se uprecia en algunos aspectos de fa propuesta ecalégico- ‘cultural de L. Steward. Si bien los primeros enféiques marzistas surgen en Europa. ‘América Latina los desarrolla tempronamente, En el cuadro 2.1 comparamos la aplicacién del a 7 smo con el transcurso del tiem- 1 carabio so poy delos cambios politicos a nivel mundial 24+ 58 splocny algunos tutes agate ta reaclin de nad de 1080 y In desta, 2 1950-196 Corrente en Amética Latina Cor es rents angloajonas 760-2000 Corinto Aenea Latina Corrientes anglsaionas + Bs dle Segunds Gaaa Munda neo {lay despre salsjoun einen miner logon ‘ino phen edie mega ‘cen invergandcn Tr Ba Mic | no Sena Psy un nia gern empinas ator ney cel Valede Mesca (Ec Wal hagel he | mee cmon iagel Pa | idearde econ Peto Anis). ee epecbn coat Se e Europe oven los Exalos Unidos luce ln guerra, como Wintel Polanyi, : TSaAlingtitzodace en Te aequcologia os conerptor dg econ. Init deecpcolad sis de eivociad Yysedaribuives de Poon + Pocos invsigones stpanTes fo seca ues engintah desilsionndos poe de cerota dela Gueres Ci Espatoay po ef temor salt * Esplondor del acarsions qe lis a posilones quelos autores pudieron eomar fa adheres y VG! Clee cvolcionise aa + Died Rt eaginicnod nampa [> Olea ee eoncceendadelpems | aor com vimigntarjvoludonaies Panam alts » EEE ee mabderowitn | Laaackinon ceAmétg Laagorlimpotcen deg | cpio sae hocs Laut nanizosee | cvqeroanian, Nga Nuer Aula Tk cnpesa + SSR ETO S aicenes | bsprenan Find de Soltis, dns auctor | cogurtnsn marae ~F Bate y J. Montang erigran 2 México y comierzan a arabsjar en fs Bscucln | cornienea sus Nacional Je Ansapolagine Hitoia(INAB). | escudinsen fet Leone as el enfoque imavastaaplico al equeologfa hatin En nos putes -Méseo,Pedy Venenscla~st ple continu om ot desrolo del enfagu, + 39835 forma el Grupo Oaxepee—o Grupo ei Pacifico con & Bree, 1. Vatgas, L Lum | + Déeadade 70: bres). Montang M. Gindaray MC Sanoja. | mgrsisme fveynis Vielven sobre los taba de Marey Engelsy | prominenteen Gran rechazan al ranismo esructurlista faneés | Bresfin qucen! ten su ides de que los modos de produccién | Estados Uralos pueden exisir como encidades sepstadas. |» porque estoy dimes Buscan una tora dela rotalidad socl. A di- | tomaron mis en * ‘rencia de ete considersn alas foxmaciones | - cuentaal socials comoaaaces, sseraceuralisno + Grapo Oarcepec influyé en la arqueotogla | francés del mundo hispanoparlance. Esto no sedebe | + Década de 990: en silo al idioma sino a que muchos arquéso- | Estados Unidos, 0s Latinoamericano y expafcks cneventran | Randall McGuice alaarcueologie anglopacante macsisay pos | revicaiza la. cenfoques manstea procesulita supetiil y mayormente ine reresala on bss huchas polticas denico del mundo acadtiien mie que en of dasrollo de rors altemativas sobre a sociedad. iblicamenee (Cundio 2.1. Comparacin de la apicacin de a perspeciva massa ch arqueologia durante el siglo xx. Cundio 2.1. Comparacign dela aplicacidn de Mt perspeciva mamiss en srueologis durante el siglo 26 (eohiiausein). o ovornaa ign tena eae 5, Arquealogia cognitiva La arqueologia cognitiva estudia a las sociedades poniendo especial Enlasis en 05 procesos de pensamiento human y en su conducta simblica, Aun euando o registro arqucol6zico s$lo comssie en Ios ‘estos materiales de las actividades humans y ne cettemos informe cidn directa sobre los tipos te sistemas de creeneia: 9 sobre los pre: cesos del gensamiento que evistieron en las mences de los que los cicaron, eta cortiente sostiene qus.cs posible infertios, ya que el regisito arqueolégico poste informacién sobre ellos. La arqueclog cognitva sfiema que rate el pasado, " queol6gico, como lo son el origen de !a agriculrure y el desarsaita deta sociedad debe camier 2"- tesquela sociedad de rangos pueda emergery ia orsgralia pede ser utlizada para reforzar los valores niit.se8 & 103 j petencia. Un ejemplo concrero ée aplicaciéa Flannery y Marcus estudian el papel de la eligi: en con docuimentas etnabistéricos como los zapoteces del antiguo México’ Esve mécodo consiste en: » Beimparantesscordar aque Banners fie sno dls oracles refesonte de ‘a Nueva Arqueologis, desle sus mics. Ee por elle us Gabe sec ls procs nua dla corventecogrivy el coal debe’ ca e pores niga temas de eiclgin 1) Consteuit un modelo de Ia religién antigua a pastir del andise de los documenus e«nohistéricos. 2) Aislar aquellos elementos, como esieueruras de templos o are. ff ‘actos rituales, que posiblemente se preservan en el registio st. ‘queolégico, 3) Realizar un andlisis de los planes del antiguo templo yun ands sis contextual de la parafernalia ritual, 4) Comparar y contrastar los restos arqueolégicos observades con l patréa esperado derivado de los documentos etnohistdricos @ Pot parte, la posiciin evolurvo-cognitiva analiza In gro isn de la mente humana. Sostiene que el r Giona los medlios esencisles para reconsteuir stcuit el pensamiento y Sonducta del pasado, y lis presiones selecivas sobre los cualere Gols cvolucién cognitiva, Los estudios de files humane arte: facto jlecesitan se seguidos en una forma muy integra aon “Himos reconstric la evolucién de la mente humana, la ulenn década ha visto un desarrollo interesante del eema en redidad el pricdlogo Merlin Donald (1991), fue el primero en proponer una ‘teoria de la evolucién cognitiva, haciendo un uso imporranite de! informacién arqueoidgica Los desarrollos més importances en la arqueologié cogniciva son los de Mithen (1996), quien intenté integear esta covriente con la pricologla evoluciva, Mithen sostiene que los huuinanos pre, modernos por ejemplo, Homo ereceus, Neanderchales~tenla ena stentalided dominio-espectfica y que exto se veen el carherer parti ilar de su registrd arquenlégico. En su modelo, el surgimiento del Hts el pensamiento religioso y el pensamiento cientfice -eirea 30.000 aes, es decir 70.000 aftos despues de los humanos aac. ‘micamence modemos- tienen origen en una habilidad nueva: Esta parece relacionarse con una interaccién centre fas formas del pensa- Imiento y los dfereniestipos de conocimienco, y sto qiedé vaten, pade» en dominios cognitivas especifices, ina priin ‘aractesiaa por la prevalencia del dominio de una inteligencis a stn le in in oe 198 y I era 6 maaas. Aqul aractetiaa a las diferentes especies no hu ae caclaprenduaiey le coma dedacone ssa ro are sainararrente un finitado nlmero de inforrnacién y reali sando rutinariamente un limicade: om = zando simples interrelaciones para resolver problemas se a cura fie, sungeun dominio misespecilzado eal ovals ini dieans andes pauses Aeron arefictos de msde un con ‘al equocimienco del mun artefactos de mas de un componente, y el ¢ gcimience del man donarural es indo 1 Fal reer _ eg Sr oi simple en hs pblv oes rchuar- Bo aia fag mis mgs aoe cn face ana trabajar en forma més vine aos inconevas corienaan a aba : eesalinpey an dasa ss oxaiade de er ales, Esto es lo que haria surgi pe Midd - cae “iipreinienwe humavo,caactertado por una capacdd pr ake ice problemas, crear artefaccos y produces dear thea sey slg, Des near sant i deca pedir comportaniass msc ot “Siorarngr deh sclen ao pnroi Gove, Para Mth jidestte en ef desarrollo particular, Sons. Para Mithen esto resulta evident : & t ain desde hace circa 30.000 afios y, sobre anal cle deter acumulativo del conocimiento, algo gue habla eseado aus fede ar CaS STON. 6. Teorias evolutivas neodarwinianas La Teorfa de la Evolucién posee una larga historia dentro de-las jeacas sociales y, en especial, dentro de,[a-arqueclogés y.la an- ropologia, ae Mie alo com los erabajos de Le HL Mergny Marx ‘en sus sistetnatizaciones de cambio y. deal 30 a v8 ca equa de progres o desl sol politen En arqueologia especificamente, estos esquemas de progreso colecciones de instruments junco.con la aplicaron al estudio de colecciones de ji utilizacién de analogias de diferentes pucblos ernogréfices consem: “ anc alguns tee de equal posineos, Sin embargo, la usiizacién del cancepto de progreso y ireccional dad en et cambio proviene de los desarrollos de Herbert Spences; centempordnee de Darwin y Wallace, que adapeé el mo- elo de evolucign por seleccién natural deambos auroresa last s humaras. E] impacto de este simple modelo ce progreso fve ‘enorme. Principalmente porque se ajustaba a fo que parecta see el resulcado actual de ese proceso en las sociedad occidentales, yen especial deaquellas que se encontraban dentro del marco de la Re- volucién Industeal Pac'atinamente, dicho modelo enconcrd sus tisnicaciones. EL avance de las investigagiones, tanto en antropologia como en arqueologis muestra que la diversidad y complejidad de las wr2- yeetorias dz canibio reguidas por las sociedades humanas no es te- iukiible am simnple rogresista. La necesidad de superar estas Timiaciones cedricas y de buscar programas més refinadas ‘de cambio cultural llevé a inicios de 1980 a la eparicién de, 405 modelos formulacos a partic dela Teoria de ta Fralucis Charles Darwin (Betiinges, 1980; Dunnel!, 19: 1E89) Winterhalder y Smith, 1981), es decir no, spenceriana niLwnili “neal, Si-bien son muchos sas aspectos y ramificaciones, todos Comparten aspectos te6ricas y mietodolégicos communes. Nos cen- traremoé aqui en aquellos més bdsicos de la aplicacién de fa Teo- ‘da de la Evolucign en arqueologla y ausropologla, analizando tres otigntaciones dentro de esta corriente: la arqueologia seleccionis- “ta, i ecologta evolutiva de la condueta humana y la teoria de ls hhevencia dual. 6.1 Arqueologta seleccionista Robert Dunnell (1980) y David Rindos (1980) ceplantean el foco de estudio de la arqueologla el primero la ancropalogta ~el s- ‘guido, proponiendo un cambio en el marco tesrico-epistemolé- ‘Dunnell plantea este cambio a partir dela incorporacign de torent deb nan de 180 yt len 6 nad Bsa teoria cientfica se centra idac y en la dindmica mgs que en tenden- cias comunes yen la construcci6n de periodos estéticos, como lo bicen lis cortientes tradicionales y procesuales. Dor'elementos fundamentales esteucturan la djversidad v el cambio en el seleccionismo: 1) la vatiacién azarosa (no dire-rinnal) 72) laselecci6n natural, La primera implica que los infividsy neran variacién a caves de diversas condycras i.e aprendl plicacidn, falta de informacién-, es decir, generan nuevas de conducts, observables empirccamente a través de los arte Deesta manera, un individuo al confeccionar an instrume) puede generar nuevas formas por exrores en el proceso de talla, 0 aTonovar en las tGonieas de esas, p-oducir nuevas conductas reis~ cicadas con las prictieas de subsistencia. Sin embargo, que ‘igcién sea azarosa no implica que: ean agentes (Ge. al jnstrumentar espuesta aun indivi ‘mento aleatorio es fundamentad en el miedelo de eazabio neodar- winiano, ya que la seleccid ‘un proceso que H0 posee . Intenta dar creas principalmente de psoceses en los 2 para influie sobre ‘itencia de los rasgos culcurales y biciégicos en e! tiempo. Su Mhecodclogia se basa tanto en mésodos estadiscieas commune’ en antropelogfa como en los wtilizados en paleobiologia, como fa disticay otror métodos de inferencia filogenésca, La ecologia ev hu a. ents de proceso so i pial stant. waves ce una sete de modelos formalizados matemdticamente y imedlante un conjunto de variables reducidas. Son féciles de aplt cary sehan auttido deinformacion ecogafica y rqueoldgica. Su foco deandliis son tanco las exfategias de eee que la sleceida nasal ha Jats von {os eee lb acne SHO ta dria n escrategins refproductias o de, cooperacién y formacidn de grupos sociales, Finalmente, la teocla de la harencia dial se ocupa de pro- = p Ta interaccién entre fg evolucién culcaral y li{genética. Su principal faco de andlisis son losmecanismos y mo- fe apiondigae, la aparicidu yc manienipicuw de mos caoperativds a grar escala y las coaductas maélsdaptazaits. Se Zodos esti. tices sencills y en el uso de » del mente. Al concentrarse eh pracesos fnt0 culeurales como geréricos abarca procesos rani de esc al seleccioniss:0 como ala ecologia cvolutiva Por ditimo hay que remazcar qu, a pesar de sus difs estas cortientes internas poseen un tseno rig de la Evolucién de Dacwin, tanto en sntropologla como ar- queologia, Este necho permite que comparcan un campo analitico de referencia comin y por lo tanto puedan complemen tare en la prictica, La escala analitica en que definen sus mode- Jos la evolutiva- es semejante y acorde con el modo como se presenta el registro arqucolégico, mayormente promediado espa- ial y ternporalmente, mostrando procesos que ocucrieron en ¢s- ‘alas amplias, transgeneracionales. Asimismo, petm/ten tener ‘eceso a preguntas que se relacinnan con la evolucién cultural, ‘que es uno de los objecivos centuales de ls anuzopologia y de la ar- queologia, Este hecho a sido en parce la causante de la crecien- te difusién y aplicacién de estos modelos en ambas disciplinas. 7. La arqueologia en el siglo x1 Si bien es por demés ingenuo pensar que el cambio de mitenio ‘onlleva un cambio paradigmético en nuestra ciencia, la descrip- cién de las corriences posprocesuales muestra una importante mtul- Splicidad de acercamientos te6ricos al registro arqueolégico, La arqueologia escé cambiando. Bl nivel de discusibn se trans- formé, las técnicas disponibles para discutir problersas ahora son 78 Splorine algunos sis de agolgia ‘otras, Las Formas de acerearnas alas tema se han modificado, Hoy Podemos hacer una identificacidn genética de sexo en restos hu- “manos, recuperare identificar ADN y/o proteinas qui incluso pu diecon quedar atrapadas en las sures de instrumentos, detetsninat ambientes precisos sobre la base de estudios de isdtopos estables én testes humanos o establecer migraciones puntuales, reconstruie paisjes a través de Sistemas de Informacién Geogrifica (cis), com- parar esctucturas de fibras de colégen en huesos a craves de ar (atone force microscopy) y establecer cotselaciones entre poblacio= nes, usar anilisis cladisticos paca reconstruiefilogenias arcefacrua- les, determinar pestes a través de estudios arqueoentomolégicos, examinar tatuajes en momias 0 esteblecer la procedencia de cer. ‘micas aplicando rayos infrarrojos, difeaccidn de rayos y/o espectto- graflas, utilizar redares ~Grownd Penetrating Radan- para ubicar ‘cuevas, paleosuelos y paleolagos, lo por citar algunos estudios publicados reciensemente Parte de este cambio se debe a que el registro arqueoligico nos bbrinda mucha mis informacién hoy en dia. No porque el registra arqueolégico sea diferente, sino sencillamente porque cl desarrollo tecnolégico mos permite vextraem de él muchos mas datos, infor- macién més novedosa y distinta. Nuevamente, los esténdates se hhan modificado, Lejos estamos de la primera mitad del sigho 10%, cuando la informaciéa se obtenia tras una meticulosa acumula. cid, desetipeién y comparacién de las excavaciones y de los atte- factos. Aunque no lo estamos tanto del cambio que signiffcs poder fechar los sitios mediante diferentes métodos, tenet un disefio de investigacién gle orientara nuestras preguntas, de reconocet la idea de proceso en el cambio humano a eavés del tiempo y del es- pacio y de entender los miltiples Factores que intervienen ef la formacién del registto arqucoldgico. Y no can lejos estams de ha- ber reconacide que no code conducta humana esté tinicamente relacionada con una modificacién en el ambiente natural, que las diferentes esferaé de un grupo social cambién pueden dejat eviden- cias en el egistro y que podemos tratar de analizarlas arqueolégica- ta rence deb nda de FORO a versa te mente. Tado «sto ya forma parte del protacolo cientifico dels ar- ucologia de este nuevo siglo. ros cambiosteenodgjeas y ls tebrco-metadoldgicos experi srentados por la arqueologa en los iltimos afi estén dejando su impronta, Se ha generado una nueva interrelacién, una nueva in- ez con ou Cenc logis, fisiea, recfye con otfas cienclas ~por ejemplo, biologia, gealogia,fsies, “quimica, computacién, genética, evolucién, ecologiay-scha mo- dificado la existent com ls clisicas, por ejemplo, historia emagss- fs, antropotgla. Nadie pede negar que a arqucoogia gue se estudia hoy es diferente de aquella que extudiaion algunos de los rofasores que e! lector tiene, ha tenido tended, La nacuralezaidel {ato anqueogco ha cambiado, ¥a a0. an s6loclartelac, esi fio, o la regina interfaz con otras ciencias ha ampliado ls varie dad de datos que un arquesiogo cienctfco puede explorac ‘Como han dicho recientemente algunos colegas: [Aontas incoepora y evaaar sre eres cambios son los deafosde la arqueologia del préximo milenio. ¥ el mayor desafio parece ser iantnar ligne ceetien que como cena narqucologh debe e fet eB evan nvlcrados odes yada odo uedlogos profesionales sin distincidn de nacionalidad y/o cortiente ee eee ‘cao de bdagueda de dencdad y experimeneacén de enfoques quest ha ido conaalidanda en bi divetitdd tebet-rnerodolgpierge hoy podemos reconocer, Es est €l momento eh el que debemos comersar a sraluar las vensjae de cada una de esas perspectives, poniéndelas a teabajar en pos de una meta comin; el Fortalecimi‘ento de la Cignela Arqueolégica (Lanata, Neffy Aldenderfer, 2001: ix,muests traduc~ cin) i 0 pasado ots hoy, yttas haber revisado someramente nuestro pate Bee easaane podriamos contestarle al chombre del auto- bits» mencionedo en la introduccién de este libro: «Caminante no hay camino, se hace camino al andar. : wo xptecndo algunos ese amctoa Bibliografi Boxing RL 1980. 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Can pp. 31-72 Ieee see ese eaters ea recege ae ot tnaaeeee iL ESTUDIAR EL PRESENTE PARA COMPRENDER EL REGISTRO ARQUEOLOGICO ies sentence itn 3 La naturaleza del dato arqueolégico José Luis Lanatay Ana M. Aguerre Fue la asqueologla proessual la primera en seconocer que el regis tuo anqueoldgico no es isomésfica con el co:nportamnienco humane aqueledio origen. A partir de los crabajos de Binford (1978) y Schif- fer (1976) y del consiguiente desarrollo de las nuevas lineas de in- vestigacién, comienaa una nueva intercelacién entre lo testi y lo empitico. Esco permitié conectar, de manera significativa, el regis- ‘uo arqueolégico con las diferentes hipstesis y con los modelos pantados por distintos autores para cada uno de los casos estuciae [ez por ello ene actualmente los arquedlogos, ranco provesuae le: como un gran némero densro de varias de las corstentes posprocesuales, dedican una especial atencién a la generacisn de infocmacin mediante cl empizo de la Teosfa de Benge Medio, El punto de partida de esics estudios es viswelias Ia evidencia suqueoldgiea como una asociacin, tlpesente edie pero que fue gener “Hes de una inanera desconocida pa 2 wis radica no slo en recuperat estos objets maceziaies sino también en observa las caractertsticas de! sedimente que los redes, contiene y/o sostiene ~masriz~, [a localizacion espacial donde oc ‘encuentran los materiales ~procedencia~ y las felaciones que tienen tcarre sf los diversos objetos —asociacidir en concordancia con las cexcalas témporo-espaciales ce [a investigaci6n, Asi, el registro ar- _quecl6gico no os un eflejo directo de ls “irener conduc > ar quele diet origen en un eepeco-rerapo dado. Al ser un Shite COntemiporaneo “existe ae Os hoy y-ahorares deci abjetos cae se encuentran ‘pasado -dinamai- dou, Nuesiro inte> 36 Sxpiortn sigue tenn de aanctagia 5 tiempo nranigresio, uno de k ess uno de los primeras pasos en una investiga a eenocer Brado de imegrided que posee Debom en ac_cudles han sido los distine agence Fee aa, han sido los dlstincor procesos y agentes gue a Fotmacid de cada reistn anqucoldgico, Ura vatiedad desconocida de a ida de procesos y agentes, canto humanos co "atures, han aetuado a lo largo de coda su histotia de vida Shona, pened ese = eu nsramenoeseme lepositacign en un estrato 0 s hase su recuperacidn, Enos procesos lo esuemanas dene te disponcmos para conocer e studios aculiiens (éae cap. 4) POU: Son 1. Registro y dato arqueolégico esti formado por fa eviz dencia material del sistema dé conductas que le dieron luzar eq al- Yin momento. El eomexto arqueol6gico es lo que los arawedlogos Fan recuperado a través de excavaciones 3/o recoleccioreé de st pevfcie, En esa dicotomia exiica-dindmica del registro arqucols- fico, el contexco arqueolégico representa ala primers parte de ela Eslo que tenemos, lo que nos ha quédado de los comportamjentos humanos. En eambio, el contexto sistésnico es lo dinémico, aque ilo que pretendemos entender, modelar y/o reproducir. La figura 3.1 esquematiza los diferentes contextos En esta dicotomta, Schiferplanen qu code esigno a e vésde un deverminado contexto arquedl6gico, debe conoter elon texto sistémica o acercarse To mas posible a el, Es este ultimo el ‘verdadero sistema de conductas que una vez estuvo en vigencia y que generé los'estos materiales que estudismos. La utilidad de es tos conceptos de contexto radica principalmeate en diferencias la naturaleza de ambas situseiones. Una concreta,cxatica y actual -el rastos yo huellas. 2 ede ase dwg - [i CONTEXTO coum | ‘SISTENICO. i ARQUEOLOGICO | Desearve, —— residue primario te — pe esidvo secundhtio sesidvo de x0 | Otrerc ree manic owt ; porte i el i i LX See Le ‘Figura 3.1. Zaquema de los concent siscémico y arqueolégien. ‘Baiado en Sehilfer (1972; 1970) ‘ contexto arqueolégico~, y o1ra desconocica, interida, reconstruics, ‘0 modelada, formada por aquellas actividades ‘sumanas que tavit- rom lugar sn algin otro momento. Esto fo mencioua también Bin- fokd: el registro arqueo!6gico es el remanence estitico de lo que alguna ves Fue un sistema dindmico, Fu cualquier momento de ese sistema, ios residuns matesiales de esas conductas pueden haber de- Jado evidencias materiales en uno o varios contextos acqueolégices Si jdentifcamos en nuestras investigaciones cvdles de esios pasos pueden reconocerse en una muestra particular, poder 2s poten- cialmente determinar qué diversidad y tipos de actividades usvis- ron fugarailt 2.2 Convexto y ecologta Dutantela década de 1950 comienza la infuencia de ls trabajos de Steward y White en la arqueologfa. Eure ios principales aportes se observ: la importancia del medio)en la adapracién humana y ios to nbn del dt nig 2 correlatns exolézicos que ello involucra. La arqueologia procesual romé estos conceptos camo una de sus banderas mis impostances. Sin embargo, tuvo impaccas diferences entre sus seguidores. algunos la influencia del ambiente era algo dago, en ranto que. para ‘otto! autores formé parte de sus Iineas de investigacion. Uno de loz casos més celevantes donde comienzan las aplicaciones ecoldgicas sede con Flannery y su equipe. A comiencos de la décads cc 1970, yen sus estudios de las villas tempranas mesoamericanas, Fas"wery cofatiza el concepto de ecosistema y de los intercambics existentcs 2s poblaciones humanas y sy ambience. Para ello, toma en sus plantcoe diferentes concepros ccolégicos que fusran enuncia- dos por Odvin en 1953 y Bates en 1960, pioneios de la ecologia. En susecetia histésica, Willey y Sebs!~‘F (1974) sefialan que e! con- cepco de gcosistema que apliza fa arqueologia debe entenderse como las inferacciones existences entse materia y eneraia, en las poblaciones vivientes. Aqui puede vease la influes Jos arquedlogas procesalee Te como Ia ecologis. Para estos sucores, ccoldgicas son tina gran promsa en este sentido, Ast y haciendo referencia a los estudios de Flannery, indican que la aplicacién de tuna perspectiva ecolégica conforma un paso importante en le ne- cesatis reconstruccién de los sistemas sociales que se han extingui- <, aportanco ademés los medios adecuado: para su contrastacion y verificacion. Para Willey y Sabloff considerar a la cultura como: ‘un sistema total ~en el cual la ecologia tenga un peso relevante— puede llevar a la arqueologia a tener un mejor conocimiento y ma- ores posibilidades de explicer diferentes situaciones de estabilidad cambio culcural. > Karl Burzer 2 pregunta sobre el significado de contexto en ar- ‘queologia, Ast reconace que los arquedlogos han considerado co- ‘mo contexto a una rama qué conforma un decerminado blogu fonma un davminade blog) ‘egpacio-temporal. Este bloque es susceptible de inchuir en él tanto umedi cultural como un medio no cultural, La ventaja de esta aptoximacién es que puede aplicasse ranto 2 un solo artefucto co- coer on Explonetn aimee eras de arssngin ue aun conjunto de sitios o yacimientos en una regién, Esta psi bilsdad de variacton de seals analicieas es muy importante y pss 4 fener un uso mds diftindido ence los arquedlogos a parts dele ctteada de 1980. Asl Buer (1980)propone una anguedloga con. Zestual en la que Fasiona mds explcitamence als arqueologis stopolgica de Ia Nueva Arqueologia los principios ecolagenr Bropuestos para la antropologia por Steward y White durancels década de 1950, Batcer propone un enfoque que tascienda el énfsis particule y habitial de los arqueslogos por los arcefactos y algunos sition se lads. Intenta con ello tener una apreciacis ms realy conerera de Iss estructutae de los paloambienres, Ello pecmite shovary concuit las posiblesinteraciones espaiales, econdmicasy soci, les que pudieron tener lugar en un deverminado sitens ce zsencamiento y de subsistencia, Para Butzer la clave del enfgie contextual radica én que considera fa multidimensionalidad de ~fateraccidn env las decisoies hummanas yel medio-amblenie Ce, shocer esta inceraccién posibilitard alos arquedlogos acercasse a los dliferences fenémenos ecoldgicos que tienen influencia en las es sas culturales, biolégicas y fiscas de las poblaciones humangs, Ea Sse sentido hay cinco temas centraes que considerar: espacio, Gils, complejided interaccion y estabilidad, Elgspacioks relevante, ya que los diferentes fendmenos cultura ‘es no estén distribuidos homogéneamente en una region determi- nada. Las poblaciones humanas, cualquiera sea su economta de base, se encuentran influenciadss en mayor 6 menor ghado por la icos climticos,Bioldgices y sociales tienen repercusiones ex dife. fentes escalas de ticmpo y de espacio, Por lo tanto, les Procesos nla historia dela humanidad gon zelevantes de acierdo con una gicala dewerinada, Ast es que debe exist: und alec ‘elicén cate el tema de invesigacin y las unidades de espacio y Ede viempo que delimice un investigador, Por tjemplo, si nos intere- i i | i | Lr wart el ato argues bs scone a frase ues er scales denounca ls vnends de un pobio ineie debremos ale ua mi cose, i em cambio, nor ner conocer la procedenia de cere rod eae eececie ee ee eee al or na maaosta ¥sinesines dati el pecs de hon aizaciéa, la megaescala serd la més adecuada, “Las relaciones sociales, rligiosas, econdmicas, ec. dentro de na poblacién y ence diferentes poblaciones, asi como Ins de estas conslmedio ambiente ro son homggnssysencs, a idea de ee le delimicar y carac- Ginplejidad pone de manifiesto la necesidad di a Hl cerizan las relaciones ecalogh- éad de respuestas diferentes que caract col cas enate humanos y medio, Esto a su vez lleva a que debam: Scere ere oat ae eee Iss poblaciones humanas coma delas arras.cormunidades hil=— — ~4, —dclss poblacioné humanas Much: interacciones shan basaco en andlogos viernes (eae el cape jecesariamente modernos (véase el cap. 4) pero sabemos que no ns Senoulizon dae onl pda Brpor clo qo tv arqeloos eben estar abiertos a conocer situaciones de interaccién descono- cidas en la zetualidad, como lo sefalé Binford. En un ecosistema dado sus diferentes incegrantes tambiga soa afectados por situaciones de recroalimentacién negativa, ya sa fe procesos internos o por influencias externas. Scripta 7 loys engan te sactone consent near, ina ee lxconsones sd esabilidad. En tal sentido, en un decermina { que interactia una poblacién humana debe ser demos: rema en of que interactia us “Tada ia ‘una situacién dada, Esto es relevancedn k Fe one osc ya.que mds aid de a escala de and Tetigaciones arqueolgicas, peeedaeer peste sis stuaciones de equilbviosincstables y dinamismos fluereans arcen srl situaciones ecolgicas ms comune i Oe ee eae = los quedlogos que se dedican a la Teor(a de Rango Medio los que'se + 9 spleen gan tea de argent dedicardn a construit los puentes encte la estaticidad del regis arqueoldgico y ei dinamismo de las conductas que le diezon ofi- gen. En exte sentido, tees disciplinas son las que experimentaron tun mayor cesatrollo, logrando progresos y perfeccionamientos propive, aportando ademas informacion para otcas clencias. En el ‘préximo capfculo conoeeremos sus principios y campos de aplicr- cidn fundarentales. Bibliograiia Diogo. R 1978, Dimensional ani af ichavior ae se suc: ea sn Roman Ekin anc sen ner ining nn 1. p. 30 36). Bunch K, 1980, Conte in aehicology fen of Fld Anchen. 7 p72. stiles ae 8 1972, Arcaesogialconex and system coment, Ameria “ns ni. 37,99. 156163. 1970 ned, Nr Yo Reade res Tine Rey Ahmors, We 2000, Arebclegy. Dieneing Our Pat Box Me Gea pig, hy Seo A974. A Mi af rican Ale. Eronan and Co, Yorba H 1991 Informacn cl analog ineprencié del egio pros, Shad 3 1p BIS 4 Emoarqueologia, arqeeotogia experimental y tafonomia Maria Magdalena Frere, Marta Isabel Gonzalez, Anat Gabriela Gurdieb y Andrés Sebastien Mufiox: La arqueologia cientifica aborda el esrudio del registro arqueolé~ sico 2 partir de 1a definicidn de un problema de investigacién, planteando hipstesis y sus expeccaivas tanto generales como parti- culates, Es el probiema de inves-igacisn el que deterrsina qa in formacida debe buscarse, en que escala analitiea, por medio de qué csirategia metodolégica, Por otta parte, los arquedlogos nos hemos dado cuenta de que un contexte arqueoldgico no es el zeflejo dizec- ‘ode los comportamientos humanas en un tiempo dado. Por el cenden exa obserando I tecologate em ateiéon ya ave aon concetentes de qu la tecnologia ica de este grupo: et bso beta le hace muchas décadas. wt os ; Seiad que los trabajos etnoatquealégicos: Plonsros Be Binford con los Nunamit “Alaska, Yellen con los !Kung en han marcado el Botsuanao Longcre con os Kling de Flipinas- han mare ‘camino de muchas Investigaciones relacionades, vas erin aligns teas te tea Z aologl lea y ceca como.con arros apecos comma uso.de paco, ez: de actividad, ecétera. Este exe caso de-Biniond-entre Tox Numa de Alaska: divereos ess evaluacon los conrelvos natetiaies de distintas conducts tecnoldgicas; 70s analizaron ¢| cexpacio en sus distntas escalas prineipalmente intr sitio y los pa- cranes de formacién de conjuntos artefactuales. "Asimisrio, en los tlcimos afos, el crecieareincerés por identif- cat Factores de caéerer social o ideslégico que podsian producir tina maven dentficable en el registro arqueolégico no escapé alt cunoarquecloia. # part: de la dézada de 1990, diferentes aucores von distintos resultados han tratado de identificar fs zeflejos wna- terites-vinculados con la identidad y la ideologfs politica predo- tninante, Pos ejersplo, Politis pone énfasis en In consideracid= de sopectos sociales yritlesen fa formacién del rept arqucolsgi- de sobre le base de sus estudios con los Nukak de Colombia vA caver, Moore realizé un estudio etoarqueolégico encte Ios ‘marakwerdel Afri oriental. Deseubrié que los concepeiones que ye grupo seafa sobre el gener afectaban a disposiion en el pcio de, coustnucziones del poblado. La oxganizacién cepacia elas casts y demas instalaciones tenia selacién con sus ideas sor belo que, para elios,signficaba ser kembre0 mujer. De esta rae ota, las distiotas éctructuras domeésticas eran masculinas Emeninas También, Hod sr piensa que, para poder entend los actckes que afecran a I p-ovssos de abando«e de! = | “echos ‘cq necesario, entre otras cosas, indagat en as acticuces ce fe genee yas eeenela. En su eabajo con los Nuba en Attica orical b= cevé la distibacién de hueses de cerdo y de vecuno en distintos seentam‘entos, Enconerd grandes cantidades de uesos de cerdo 2 end recineo den grupo y muy pocosen el de otro, Fasselos Nu- blo emenino se ssoca con los cedes (ella som as responses de culdalosy limentitlos). En uno de los grupos exist aceeen- Ca enue los hombres Ce que las mujeres eran impuras, por es0 bs ctouetucae se mancenian limpias de huesos de cerdo. En ove grue po, este tipo de.creencias se maniestaba muy debilmente, por lo ineneavedina, xrqetogi esperiental yin fo) quel gete de esta zona no prestabaatencién a a inpieza de fox ints {Los estudios esnoarqueol6gicos realizados por represencances de Gli coat utenti cee serealed ‘ron alpunos aspectos que se contraponen alas postures prucsoue les. Lor ejemplo, se ech la confianza mostrada por Binford ex las porencialidades de la Teorla de Rango Media como abizro new cal ns explicaciones alma. Se reafiemé la idea de la im- portancia que tenlan las. creencias)de le gente y su poder sitrbolizae’én y a idea de «jue Tas cuteuras nee podion pal inicameute en términes de adaptacién al medio, Ademés, se orser- v6 claramente que la gente hace un uso muy diverso de los objeros en fimeidn de distintasestategias sociles. La culcura material noes simplemente un ceflcjo de un conjunte de normas. 3. Arqueolegta experimental En la década de 1960, Ascher fue uno de les proptitoces de Ia a ueologia experimental, consideréadcla como tna metocoiugia fl pra inveigcin arqueolégica. Esta especialidad rzeibi6 va gran impulso can los trabsjos d= investigadoves como Coles, “Tingham y Callahan, en los que se pone a prueba el papel de los experimentos en la inferencia y explicacién arqueoldgica, Caishan (1975) la arqueologle experimental es une discipline que implica la replicacién, el andlisis y/o la interpretacién de materis- {es arqueoldgicos a través de los medios de Ia experimentacién entific, A diferencia ce la ets arqueologt rqueologis, en s4 que el arqued- logo es un observador, en la arquealogia exp pri investigador confecciona los artefactos. La finalidad de estos estu- Gos sacs en conocer ao la manufac de materiales como, los comportamientos humanas que estén involucrados en el pro~ craved el dea, el detecioro y la ecuperacién de lus restos ‘ales. . eee un pheno algunos tenws ce arquceog La arqucologia experimental permite observar posibles pasrey gestos técnicas, pod ejemplo en Ia fabricacién de un artefacto, as como los vestigios resultantes que quedan de las actividades rel 2adus, y compacarlos con los arefactos arqueoldgicos. Esto ayaa Ja conscruccién de modelos explicativos ¢ interpretativos, Tam- bién, cuandp deseamos estudiar la tecnologia cerémica, obtenemos informacién desu contexto de produceién: manutfactura, coccién, uso y descarte de vais. Esto brinda un conjunto de datos que po, sibilita la elaboracién de modelos ils para el estudio de la cers ‘mica arqueol6gica. Los experimentos, para tener tigurosidad cientifica, deben con- tar con abjetivos y metodologias claros y explicitos. Ademis, de. ben tener la posibilidad de repetisse y de controlae las diferentes variables que se ponen en juego, las que deben poseer una signif «acidn arqueolégiea dentro del problema a resolver, La variedad de experimentos posbles es muy grande. Yen algunos casos se requie ze tener alguna capacitacién en otras disciplinas Asi los arqueslo- {05 han de contar eon ciestos conocimientos de fisica, quimice, geomorfologis, de acuerdo con las temas que experimentatn, Fe {0 es necesario, tanto para evaluat los resultados obteiios ie los experimentos como para poder establecer relacions interieipli- natiasfructiferas, Es también aconsejable una concordancla Ia cscala del estudio general yla del experimento que se lleva a oe ‘bo, Asimismo los experimentos requieren una seleccidn dle mate, Hlales y métodos apropiados y una honesca evaluacién de los procedimientos. Otro especto fundamental es la documentacién del wabajo experimental, que inclaye Fotografias, videos, ibujos y tan registro detallado de las vatiables considerads y de los davos obtenidos, Finalmente, e relevane saber que lo resultados experi- mentales no pueden ser tomados como prueba que contrasta una {corla, sino que son sus lecturas las que nos ayudan a explicar de- ‘etminadas cuestiones, Podemos diferenciar distintos niveles en la experimentaciéa. El mds bisico de ellos comprende las observaciones no rigutosas 0 de roccgneseni arucogincxperinentaly lafonents ug E wueologia experimental wisn de erica spor ello quela arquoleyla experimen tbe confurdase con el aprendizae de los procs enn Porejemplo, aprender atallat una punts de proyectil 0 manu sia es un paso previo para analizarcinlquier raruna vasija de aaa ‘to relacionado con fa cadena tecrolégica, pero p< — ‘més que la adquisicién de una destreza. Oe pe & Z tudo experimental es aque! con bajo o poco a le oe a En esce caso la experimentaci6n se cealiaa ea aeaer peel dtiles para el faule ces Ja toma de datos es parcial. Son Giles p: : estudio de aspectos concretos, o como complemento eee Peinieaiaey realizados, en los que se conece csino atin a minadas variables del experimento. Final ecru vie experimental riguroso es: aque! que ae fore : i aust En pran medida, fos principios de las leyes de ca dot = oe Estos tendrén mayor aera gare eer tégico cuanto mayor sea el conte contcastar un problema arqueolsgi pots eanel ‘variables que se ponen en juego, aun cuando 2 se edn resolver las problemas: de la equifinalidad. fait “a pa de aplicaciones de los sabe cexperimentale} = muy variados. Un caso clisico de expetimentacién Shan evel cerealén y fos consruido eh 1560 en Overton Dawn, oa tur de inglacersa. La finalidad de este expesimento oe lee sat modo como se alteran Tag estieturae monvicalares yel foso a apa ne - Ademés se observard qué sucede con los o rentes materiales, cerdmica, cuero, tejidos, que fueon ene Se planificaron controles experimentales con una eidicidad aada cubriendo un lapso de 128 afios. EL objetivo de estas: Petimencos en una perepectiva temporal de Largo alae ecm pres stars agentes sromoselich es ue pueden ini él formacitn del regio arquengin: Los wealeados ‘de estos estudios sc han publicado en diferentes revi oO ted ral srehispdnica rambién conocimientos sobre la metalurgia prhispénicaambicn anda puestos a prucbaa través de la experimentacién. En el ig___ alone nen tne voting tio Bruin Grande, Andes Centates peruanos, se han hhallado yaci- eae conespondicnts a alleres de fundicion con hovnes mnienios rsnas prehistércas ricas en cobre. En f regién hhubo fadiciSn de cobre a eseala industria ent el wo 907 Y chai 1ga dC, Los estos expeimmenaes de éplica de ta fundicién, wreeando an borno de 600 afos de ancgiedad, ap demoscrado jquese podinn sleanaae eemperatiras de 1100°Ca 1250°C. Parare- See Fmineal de cobreaescoriay core merlico eran neces sproximadamente tres hors de remperatss elevadas manteaidas tran sopado consnwe, Los hows poss huaber contenide de $ ede eicoray eabre fendidos (Shimada 1990). 1 produccin de xépicas de instruments cos arqueslsi cos een puede claboear cot a etermaacisn de los proses senologios involucrados ax como de su ranula clesfuer- wo requerido cn ella. Arquedloges como Keeley 7 ch (1981) han “Glicadoy walizado una gras vated de tikes iticas encontrr aoe aL yacimiento de Kooti Fora en Keniay de na ant jguedad Fee E 9 millones de a6, Sus extudios experimental or dgncios de que Is lacas simples paecen habe sido las hestae Tmientas utlizadas, Con antenioridad a rstos ‘experiments, © pen faba que las lascas se decachaban, ye gue fos niicleos eran el prodiuere final. Los experimentos mmostraron la eficacia de las lascas en tareas de corte. Primero, Toth ceplicd y usé lascas en el crozae se Saeo dé animales, Las laseas uses por Tosh Fron analizades for Keeley empleando lupascon poserosos aumento) Jas com paré con los intrumencos del Paeolsen Inferior de Koobi Fors Per pservs que el pasrdn de micropulide uatooso er semejante ae oer insraraentosarquecgjcory aquellos produces expeti aa ente, Estos ios habian side empleados en el corte de Shene y diferentes tejidos blandos de animales ae gego desu breve storia la etnoarqusclogl sequeolo- ia experimental han deserolado una fructtera snceelocidn, Su _ Gomplemencacién ha mostado ls comlela relacign que existe ea- sae eiivara aera y él comportamiento horsane; J8e delos | mosqueolgi. emalnga expertly onan ta _Hinarquclngs solos ame casos mds emblemsticos es el de los esudios de Skibo (1992) entre toe Kalinga. Ese grupo habita el centro-norte des ila Luzon, File pins. Las inverigaciones som parte de un proyecto eroarqucel Feo algo placo, iniciado por Longaere en 1973: En el momento th qe informa Skibo, los Kalinga se enconteabaa en cl proceso de teemplazat las vasjatceadicionales de cerdmica cies por tech fientes de mec. Aunque en cas sodas las cass tenen sufcentes tecipiantes metiicos paral cocina, silo preparan en ellos el sin Ores alimentos, como los vegecales y la carne, se cueoen en tec\- pienges de cecdmica. Las meres Kalinga argumentan qu ls re “pientes metilicos son wsados para aeroz porque de esa forms se acing mdz edpidamente. Estudios experimentales demostraron Gq teciplences de metal aleanzan el punto de ebulicién ence wre yeanco ininucos cms rapido que las vasjas de cerimica. A las trujres Kalinga se es pregunts por qué no usaban los eeipicates Se para cocina también ln care y los vegeales. Empleando ren egumenca sobs [a remperatura, contestsfon que eS:# teipienres socinzban d-mv:sinsa répido, quermabav I eam a difciles de laver. Un scaitdad, los estudios expeti mentees in- dican que los restos de los alimentos ‘quemados, adheridos en el fondo de los reeipientes metilicos, no ateran el proceso de coccién pero su spariencia La diferencia ycon ello cl use diferencia de Frefactos esed dado por otra actividad: la limpices. Los re inetdlicos adquisten gu imporrancia particular entre los Kalinga porque son tratados cero obj .0s de prestigio, Se limpizn, con e frayr enidado para conseguir 2 queden brillantes y peder col giles ast en el interior de las cass. "Las estos experiments oonsataror que Ia difecencta de Gempo de coccisn entre unos envases y otfos era poco relevant. Porsu part, las observaciones einoarqueolSgicas demostraron que Javalopacién de los enyases culiaarios se relacionaba tanco con 1 peccegcicn de ia gente acereae so eficiia exlriea coma coh fos. soe de prestigio. La percepcién de a elicaca calsca y l pres go, dos factores difflles de mediz en el registro arqueotégico, ss ua Explorande alguns ens de recta son fos elemenras que han do el cart movorizado el eambiv ex fa cultura mse terial de los Kalinga. Como bienes preciados, las vasiar mecdien Peden leg cota hasta die veces mis quel de cerca adquisicién demuestra modernizacidn y buena posieiSn econdei ca, Deal que su uso se resttnge la ptpannaide deveined ‘comidas - n de determinadat 4, Tafonomia Los materiales arqueol i 6 arqueolégicos son sometidos a la accién de diferen- tes agentes af lego desu historia de vida, Sus tesultaos soa funcién de diferentes variables, pero son los restos orgénicas los que muchas veees resulta mids sensiles a gee ultan mas sensible ala accidn de estos proce: Jos naturales como los culturales. El paleontdlogo Ele 10), sobre la base de las invesigaciones de Richer y we Belt, propone por primera vex el sémino tafonomnla para designss el estudio de los procesos de fosilizacién y entecramieivo de a La arqueologia de la década de 1970 ‘percibe su utilidad y lo a = Binford, Gifford y Lyman, transformandolo in campo especifico, con un programa de investigacidi io ype et Girt (1981) nbn bey sistemariza fa naturalezay efectos de los procesos que actan as los restos onginicos después de la muertes incluyendo tento los vestigios vegetales como animles, En otras palabras, etd transicién de los diferentes restos biol6gicos desu contewe dvds asucontexte (ily los dfeemes aspects implcados en el proce so. En esa ciiplinn argueolic, como cualquier cenca quetee sit con sels fils, se per con dos cipo de evden Por un lado, con los restos y trazas de organismos presentes ta un rexi to: y porous, con los cntesgeleicoven ute crete fn Los ogo aquellas partes de los organismos que han perdurado de alguna manera en sl registco arquealgica (e.g, hue- 98 semillas). Por su part, las erazas son evidencias que relejan ioonqueolagia. arcs eerie ytlonoain us interaccién de un organismo con los diferentes elementos cle ut ambizntey que quedan registradas en sastratos orginicos ¢ indrgé- nicos. Ejemplo de ello son las mateas de dientes en un [sies0,0 cas, _ del paso del contexco de vida al fSsil de un resto or- {ginico involuera dos campos: a) bioestratinomia y b) diagenesis © fosikdiagéness. La bigestratinomits abarea desde la muerte del of- ganismo hasta su enterramienvo, en canto que diagénesi¥involucra desde el momento en que los restos se incorporai al sedimerivo hasta su recuperacién. Esta divisin results de uclidad pues enfati- zalos procesos y agentes acruantes sobre los restos de erganismos en dos escenarios diferenciados: subaézeo y subsupericial, Ambos ‘scenarios tienen consecuencias diferentes en la historia tafonémi- cade los restos de organismos. Con posterioridad a la raueste y rmientras los restos escin en superticie, se ven afecrados por difecen- tesagentes y procesos. En el caso de animales, esto implica la diso- ciacién anatémica del esqueleto, fractura de huesos, ercétera. En esta etapa, el animal muerto es fuence de energla para una variedad de seres vivos ~desde vegetales hasta carnivores € insectos-, con la consiguiente sustraccién, adicién y modificaciones de ls restos del organismo. Estos constituyen también pirticulas sedimentatias y, como tales, ven afectados por [a accidi de los elementos (aire, fuego, ticrra y agua). La aceidn de agentes y procesos taforémicos sobre los rests de animales y vegetales condiciona el estade en.que estos iltimos se incorporan 2 la litosfera. De tal modo, fa composi- cidn de los conjuntos fosiles suele diferit del conjunto original al momento de muerte. Esto hace, por ejeinplo, que fa cantidad de Inuesos que componen el esqueleto y los que realmente se recupe- ran en una muestra fil varie tras la accign de diferentes procesos Las transformaciones que ocurren durante {a bioestratinomia de- terminan las diferencias entre el conjunto al momento dela muer- cede un animal y el que se deposita y entlera. Esta diserepaacias tienen que ver con la accién de agentes bidticos y abiticos,los que através del transporte y fa destruccién diferencial condicionan la 16 teptoena nna ema de arenge Hee parce que efectivamenteingresoed al strato. [! punto imporanté faut es que fs eres humanos son un agente buético ms al igus que ottos animales-. que actia desde el momenco de muerte 9 Gosteriormence, desenyendo y ansportando ciferencialmence fs parees esque etarias El paso ala litosfera implica ua cambio de medio iraportante ‘en a historia tafondmica de los restos de los organismos. Uaa vet ‘enterrados, algunos procesos importantes en los.ambienk tulereos sminuyen su intensidad eg. metoornarin= 0 dese patecen, Pero otros adquieren relevancia, en especial ls elacions: sor con el hecho de que los restos de organismos son, en estaetaps, paticulas sedimentarias ya incorporadas a un tipo de sediment Ae qucedler esta, los restos dscos pueden ser deformadios por el pe- xb de los sedimentos, afectando la localizaci6n de puntos anaté- ‘nicds en an hueso, o incluso ser fraccurados, afectando su posibilidad de identifcacibn. Otsos procesos diagenéricos afectan Ireuperficie de los hueses con difecentes efectos, por ejemplo otrande 5fo desvaneciesdo hvtllas culturales dejacas por instru entos, Los procesos diayenéticas llevan también a la desinegra~ ion quimica de Los huesos, semillss y maderas, borrando tods Geral visible de ellos. Ast, estudiar rafondunicamente una muestra arqueolbgica da cuenta de la variedad de factores muleidimenso- sales que b han afectado a lo largo de su historia. Pocemos iden: tifcar los agentes que lo formaron y el conrexto conductual que produjo ea particular asocacién de huesos. Son muchas fs fen res de variabilidad que afectan la composici6a de los restos orgi- tnicos en vina muestra arqueol6gica (e.g. tansporte y destruccién de huesos por animales). “Bn [a cetualidad existe una vaiedad de enfoques tafonsmicos ‘que oftecen diferentes propuestas westico-metodolégicas que «n= iquecen las investigaciones intexdiseiplinariss del Cuatennario. Desde haze algo més de dos décadas, « partir de la incosporaci6a sisvematica de los estudios tafondmicos, ls arqueologla ha realia- ddo importantes contribuciones en este senvido, La safonomis pe: incanqucetagin aneto experimental ytafonegia Ww ate dotatde significado eco!égico alos patrones que observer 0s cova registyo arquzofauntstico, y &. el que mucis elas conductas huruanas, sus tendencies y procesos, pueden ser esplicades. 5, Consideraciones finales ‘Amodo de sintesis ssearios cesaltar algunos puntos que conside- ramos rlevantes. Una de las eaveas més arduss para el acquedlogo 6 poder inferir conducras a parti de los vestigios arquealégicos Tallados en los diferentes sitios. En este sentido, los estudios actun- listens han conteibuido en forma significativa a entender la mac taleza del registro arqueolgico. Todas las investigaciones que po- seen un aspecto actualistico som importantes para I construcetén deinstrumentos con los que concrolar las ideas weiliandas en las ex- ieaciones del pasado. No obstante es fundamental tener en cue~ ta que tanto la arquevlogia experimental como le emoarqueologia qh tafonomia tesulran mis elevantes size encaran desde wna pers- pectva regional} consideran un eéala temporal largo plazo. En Ire sentid de espera que las investigaciones actualisticas pueda sec generadoves de hipétsss para vincular la cultura material con foceo-postamientos, conuibuyendo a la construccion de eoneci- nuestro pasado, Bibliografia Fifer, LR, 1978. Nimamine Etoarchaevlogx. Nucva York, Academic Press, sat. Consrucing Frames of Reference. An Arabica etio fr Archacolog tal Theory Building Uring Hanter-Gasheerand Ensrenmentel Data Se. Ber- bey Univetsny of California Press. Boosizhven, R. 1973. Milles camp: an experiment in archaeology, World “rehacrlogy, i. 4, pp- 277-291. 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