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INTRODUCCION

El presente trabajo monográfico está referido a desarrollar el derecho de defensa,


que constituye un derecho fundamental del que gozan todas las personas sin
excepción que acuden al llamado ante una autoridad el estado, para defender sus
intereses y pretensiones. Si se niega el derecho a los testigos, no nos encontramos
ante una restricción del derecho, sino ante una supresión o suspensión del derecho
que está prohibida por el ordenamiento jurídico.

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Capítulo I

MEDIOS DE PRUEBA

1.- EL TESTIMONIO

El testimonio, constituye la declaración del tercero ajeno al proceso, siendo el medio


de prueba que al lado de la declaración del imputado predomina en el proceso penal,
y, conforme a lo ya expuesto, respecto del imputado, el testimonio coincide con ser
una declaración y medio de prueba personal, no obstante ello, se diferencia en cuanto
al sujeto que produce la declaración, el interés en el fallo final y el nexo con el litigio.

Siendo las características más resaltantes, que los datos brindados por el testigo, son
datos que han sido percibidos por sus sentidos (tanto de vista, oído, de tacto, de olfato
y de gusto).

En ese mismo sentido, Parra Quijano, nos dice que, el testimonio es la declaración
de tercero ajeno a la contienda y el proceso, referente a hechos percibidos a través
de los sentidos y relacionados principalmente con los hechos objeto del proceso
(causa pretendí).

Queda claro de esta forma que el testimonio para tener tal valor, ha de sustentarse:

a) En los hechos que los testigos han percibido exactamente.

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b) Que su memoria conserve firmemente al recuerdo del hecho percibido y,
c) Que manifiesten todo lo que sabe.

Es por ello que para que un testimonio tenga validez debe ser creíble, para ello es
necesario establecer un modelo de credibilidad que sea:

 Consecuente con la experiencia común.


 Consecuente con la experiencia interna de quién lo relata.
 Consecuente con los hechos conocidos.
 Debe contener detalles.

Lo expuesto no hace más que afirmar las condiciones normales, en que se manifiesta
el testimonio, por tanto, cauces ajenos a ello, pueden interpretarse como faltar a la
verdad, ya sea afirmando, negando u ocultando la existencia de alguna circunstancia
que pueda servir de prueba sobre el hecho principal, o que aumente o disminuya su
gravedad, por lo que el testigo incurrirá en el delito previsto en el artículo 409 del
Código Penal, siempre y cuando su intervención sea dolosa, es decir que trate de
engañar a la justicia; porque si simplemente incurre una falsedad creencia, esto sólo
implicaría un vicio de voluntad y no un delito.

En el mecanismo de la producción de la prueba testimonial se observan tres etapas:

a) El ofrecimiento, que debe hacerse dentro del periodo de instrucción y como


excepción durante la celebración de la vista, pero condicionando a que verse
sobre los hechos que se investiguen.
b) La admisión, que previamente exige que el ofrecimiento se haga tiempo y que
el que la ofrezca tenga personalidad para ello, que sea lícita y pertinente para
el objeto que se persiga.
c) La recepción, que incumbe a los tribunales y que debe llevarse a cabo con las
formalidades establecidas por la ley.

El testigo, como sujeto físico, en todo caso es ajeno al proceso, citado por el órgano
jurisdiccional, a efectos que preste declaración, sobre hechos conocidos porque
puede conocer elementos de prueba o convertirse en fuente de ella, relevantes para

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el proceso penal, sin duda su testimonio, es valioso, siempre que disponga de
capacidad de ejercicio o no tenga impedimento taxativamente señalado por ley. Sin
embargo, la sola imputación del testigo, sin otra prueba que lo corrobore no es
suficiente para imponer una sentencia condenatoria; que en todo caso existe duda al
respecto, la misma que le favorece en atención al principio Universal del in dubio pro
reo consagrado en el inciso 11 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado.

De lo expresado podemos inferir que los requisitos de un testimonio son: la


Judicialidad, Objetividad, Oralidad, Inmediación, Determinación y Retrospectividad.

Sólo queda agregar que los testigos, pueden ser tachados, si su declaración importa
un cuestionamiento de la capacidad del testigo de su imparcialidad, tales como, por
ejemplo tener una clara enemistad con el que propone la tacha. En todo caso, al
proponer la tacha, los hechos en que se fundan deben ser acreditados para poder ser
declarada fundada.

2.- Capacidad para rendir testimonio - capacidad testifical

Por norma general, todos están obligados a concurrir ante el llamado de la autoridad,
previa citación, y a declarar oralmente cuando supiesen sobre los hechos, en virtud
del deber genérico que toda persona tiene de prestar auxilio a la Administración de
Justicia.

Veamos el artículo 162 del Código Procesal Penal expresa una norma general con dos
excepciones: “Capacidad para rendir testimonio.- 1. Toda persona es, en principio, hábil para
prestar testimonio, excepto el inhábil por razones naturales o el impedido por la
Ley.”

Las excepciones de inhabilitación para testificar provienen de dos razones: Por


razones naturales o impedimento por Ley.

2.1 Inhabilitación de testimonios por razones naturales

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La inhabilidad natural puede estar determinada por deficiencias físicas o psíquicas
que obstaculizan o limitan las condiciones de percepción, o en todo caso que
imposibilitan la transmisión de las percepciones de manera inteligible y del modo
previsto en la ley.

El testigo debe tener una idoneidad física o psíquica, la misma en algunos casos
requiere su probanza mediante pericia. Según el artículo 162 CPP la Capacidad “para
valorar el testimonio es necesario verificar la idoneidad física o psíquica del testigo, se realizarán
las indagaciones necesarias y, en especial, la realización de las pericias que correspondan.”

El testimonio de menores y los que adolecen de alguna anomalía psíquica son


recepcionados en el proceso judicial con ciertas limitaciones e especiales. En estos
casos el artículo 170 inciso 2, del CPP prescribe que “No se exige juramento o
promesa de honor cuando declaran (…) menores de edad, los que presentan alguna
anomalía psíquica o alteraciones en la percepción que no puedan tener un real
alcance de su testimonio o de sus efectos.”

Similar contenido encontramos en el artículo 171 inciso 3 del Código Procesal Penal.
“Cuando deba recibirse testimonio de menores (…) que hayan resultado víctimas de hechos
que las han afectado psicológicamente, se podrá disponer su recepción en privado. (…)
Igualmente, permitirá la asistencia de un familiar del testigo.”

El testigo con alguna limitación para expresarse puede declarar con el apoyo de un
intérprete, establece el artículo 171 inciso 1, del CPP: “Si el testigo es mudo, sordo o sordo
mudo, o cuando no hable el castellano, declarará por medio de intérprete.”

2.2 Los testigos impedidos por Ley

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Los impedimentos de ley son de carácter funcional o procesal, según afecten a los
funcionarios judiciales, fiscales, secretarios, personal técnico, administrativo y auxiliar
que conocen de un mismo proceso.

Los jueces no pueden ser testigos si antes han intervenido como juzgadores en una
causa que les toco resolver, así establece el artículo 53 del CPP.

Los testigos podrán abstenerse a declarar en causas en que estén involucrados


familiares dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad a tenor
del artículo 165 inciso 1del CPP: “Podrán abstenerse de rendir testimonio el cónyuge del
imputado, los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad (…).
Todos ellos serán advertidos, antes de la diligencia, del derecho que les asiste para
rehusar a prestar testimonio en todo o en parte.”

5.- Obligaciones del testigo

Citado como testigo tiene el deber de concurrir, salvo las excepciones legales
correspondientes y de responder a la verdad a las preguntas que se le hagan (Art.
163.1).Desde que una persona es llamada formalmente a la instancia jurisdiccional,
para declarar sobre un asunto penal, recae sobre ella una obligación que se deriva
de una relación jurídico-publica, al cual se someten todos los ciudadanos bajo los
presupuestos del estado de derecho, cuya obligatoriedad únicamente puede ser
enervada por las excepciones previstas en la ley.

Se trata de un particular que, cuando es requerido, cumple con el deber cívico de


testificar, lo que tiene menores restricciones en el proceso penal. .Asimismo al testigo
le asiste la obligación de decir la verdad, no la verdad antológicamente considerada,
sino a la sinceridad del testimonio, de conformidad con los valores de justicia y al
principio de veracidad, sustentada en la misma finalidad del proceso penal, que es de
llegar a una verdad formal. En tal merito cuando el testigo proporcione una
información falsa a la administración de justicia será pasible de ser denunciado por
falso testimonio en juicio (Art.409 del C.P.)

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El testigo no puede ser obligado a declarar sobre hechos de los cuales podría surgir
su responsabilidad penal. El testigo tendrá el mismo derecho cuando, por su
declaración pudiere incriminar a algunas de las personas mencionadas en el numeral
1 del Art 165 ( Art.163.2).

El testigo solo debe ser inquirido a declarar en relación al hecho punible objeto de
persecución penal, los cuales se encuentran contenidos en la denuncia, solo sobre el
imputado recae la persecución penal estatal. En tal sentido, su declaración testimonial
no puede ser dirigida a establecer algún tipo de responsabilidad personal sobre su
persona, pues su intervención testifical se circunscribe al esclarecimiento de hechos
que sustentan la incriminación del imputado.

El principio acusatorio es claro al prescribir la máxima” sin acusación no hay derecho”,


es decir mientras no exista una imputación sobre la persona del testigo, su
intervención en el proceso penal no puede orientarse a sustentar su propia
responsabilidad penal, puesto que se desnaturalizaría el objeto de esta prueba, que
es de ofrecer conocimiento sobre el hecho punible al imputado.

Este derecho se extiende a los supuestos en los que se pudiese incriminar a los
parientes más cercanos del imputado. Ciertamente la calidad del imputado no puede
ser confundida con la de un testigo, ya que ambos ocupan lugares esencialmente
distintos en el proceso penal, la relación adversarial solo fluye entre el imputado y el
acusador público; de tal modo que obligar al testigo a declarar sobre hechos que
infieren su responsabilidad es tratarlo como un “imputado”, situación insostenible en
un sistema procesal habilitante de las garantías jurídicas de los sujetos.

El testigo policial, militar o miembro de los sistemas del estado no puede ser obligado
o revelar los nombres de sus informantes. Si los informantes no son interrogados
como testigos, las informaciones dadas por ellos no podrán ser recibidas ni utilizadas
(Art.163.3).
Por razones estrictas de seguridad nacional o en defensa de la seguridad del estado,
se proscribe que los agentes militares, policiales o de los sistemas de inteligencia,
puedan revelar la identidad de sus informantes, como una forma de tutelar la

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seguridad de los informantes y de que no se filtre información estrictamente
reservada, en virtud de su naturaleza sumamente delicada; pues, a razones de justicia
a veces se van a sobreponer intereses de carácter nacional y estatal(ponderación de
intereses en conflicto).
En palabras de MORENO CATENA, el secreto de los funcionarios públicos vienen a
preservar, dentro del proceso penal, los secretos que estos conozcan por razón de
sus cargos, bien se trate de secretos de estado (materias clasificadas como “secretas”
o como “reservadas”).

6.- Contenido de la declaración

La declaración del testigo versa sobre lo percibido en relación con los hechos objeto
de prueba (art.166.1). El testigo es requerido por la instancia jurisdiccional en razón
de los hechos relacionados con el objeto de prueba (esclarecimiento de los hechos
supuestamente delictivos que han sido percibido por sus facultades sensoriales, por
lo tanto, su manifestación se circunscribe a este ámbito con cognitivo, o pudiendo ser
rebasado a efectos de preservar su relevancia e idoneidad como medio de prueba.

Si el conocimiento del testigo es indirecto o se trata de un testigo de referencia, deberá


señalar el lugar, las personas y medios por los cuales lo obtuvo. En el caso de que el
testigo se negase a proporcionar la identidad de esa persona su identidad no podrá
se señalada. El testigo puede conocer de los hechos, no solo de forma directa sino a
través de otros medios de conocimientos indirectos, debiendo para tales efectos
indicarlas al Juzgador parar que puedan ser recogidas en toda su amplitud, sin
embargo, tratándose de otras persona, - testigo de referencia-, el testigo no estará
obligado a proporcionar la identidad del o aquellos.

No se admite al testigo expresar los conceptos u opiniones que personalmente tenga


sobre los hechos o responsabilidades, salvo que se trate de un testigo técnico (art.
166.3). Al testigo se le llama para que se pronuncie parar los hechos que tiene
conocimiento, más no, sobre su apreciación personal que tenga sobre la punibilidad
de la conducta u otro tipo de incidencias concomitantes, como la catadura moral del

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imputado que nada tienen que ver con el objeto de testifical, salvo de un testigo
técnico, que podría ser un psicólogo, medico u otro profesional que tenga que
pronunciarse sobre personalidad del imputado. En este último caso, nos referimos a
la persona del perito, lo cierto es que, a pesar de reunir ciertas cualidades, esta clase
de órganos de prueba es en realidad un testigo y no un perito, debido a ello a lo que
originaría y motiva su llamamiento a declarar en la circunstancia de suponer que haya
percibido hechos conducentes al esclarecimiento del suceso, o bien de cualquier otro
hecho pertinente para el conocimiento de la verdad.

7.- Tacha al testigo

Esto significa alegar contra un testigo algún motivo de índole legal, para que no sea
creído en la causa o por poner reparos a sus declaraciones, por encontrarse afectado
por algún impedimento o defecto legal que induce a pensar en una parcialización.
Esta tacha deberá ser debidamente fundamentada y corroborada con el medio de
prueba pertinente; y esta deberá ser formulada tan pronto se reciba la notificación de
admisión de la testimonial, pero nada impide que la tacha se deduzca a pesar de
haberse recibido el ya testimonio. Lo básico de la tacha contra un testigo es objetar
la eficacia del testimonio por su evidente parcialización; por su falta de idoneidad
moral o por adolecer de una severa deficiencia sensorial que le haya impedido percibir
aquello sobre lo que ha de declarar. Finalmente le interposición de la tacha no impide
el recibir la declaración testimonial. El valor probatorio de una testimonial sujeta a
tacha, será compulsada en su debida oportunidad, es decir antes de formularse
acusación o al momento de emitirse su sentencia.

Se tendrá en cuenta que la tacha no tiene la condición de recurso impugnativo, sino


más bien tiene la condición de incidente que está dirigido a lograr que el Órgano
Jurisdiccional pueda declarar la no validez de un medio probatorio propuesto o
actuado en el proceso penal. No existe norma expresa que declare que la incidencia
tenga que tramitarse en incidente aparte, de allí que lo pertinente es que se tramite
dentro del proceso, pudiéndose si, resolver en plena causa o sino al final con la

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sentencia o con el informe final, y esto según la naturaleza y la oportunidad de la
tacha.

Debemos aclarar que no solo los testimonios pueden ser objeto de tacha, ya que
además lo serán los documentos, peritos, pericias e informes técnicos, grabaciones
de diversas clases, pruebas que se consideren prohibidas, actas, etc.

Nuestro anterior código de procedimientos penales regulaba la tacha en forma


dispersa, es decir la trata en un determinado capitulo, así la tacha o los testigos se
encuentran previstos en el artículo 156, tacha a peritos en el art.165, tacha a interprete
en el art. 258. En cuanto a los fundamentos para la interposición de la tacha, estos
pueden ser varios:

 La existencia de impedimento para ser testigo; y,


 falsedad o inverosimilitud del testimonio, que los peritos no sean idóneos,
adulteraciones, notorias contradicciones, etc.

Específicamente en cuanto a la tacha del testigos, en forma general, esta se interpone


antes del día en que se recibió la testimonial, aunque nada prohíbe que pueda
formularse con posterioridad y del mismo lado incidiremos en el hecho de que la
formulación de una tacha, no impide en ningún caso que la declaración de este sea
recibido por el juez penal, pero si es que la tacha es declarada fundada, dicha
declaración testimonial se tendrá como no recibida, lo que origina cierto prejuicio a la
parte que la ofreció como medio probatorio.

La tacha de un testigo se formula en razón de la falta de capacidad o de incapacidad


de un testigo, considerándose así que su testimonio no será fiable para la acreditación
de los hechos materia del juzgamiento.
Son varias las causales en cuya virtud puede producirse esta falta de idoneidad para
declarar como testigo y estarán determinados por las circunstancias del caso
concreto, debiendo ser acreditadas, para que declare fundada en una tacha deben
acreditarse hechos que importen un cuestionamiento de la capacidad del testigo o de
su imparcialidad, tales como por ejemplo, atribuirse habitualmente en el consumo de
alcohol o tener enemistad con el propuesto testigo. A diferencia del art.141 del código

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de procedimientos penales, el actual código adjetivo penal no hace una relación de
dichas causales, no obstante lo cual, podemos realizar una aplicación supletoria de
aquella normatividad.

8.- Testimonios especiales

El testimonio se toma a toda persona que esté en la capacidad de hacerlo y que a la


vez le consten los hechos, pero existen casos especiales como los siguientes:

Si el testigo es mudo, sordo o sordo mudo, o cuando no hable el castellano, declarará


por medio de intérprete. Es claro, que ante testigos que presentan déficit
comunicacionales se pueda tender un puente de viabilización, mediante un intérprete,
de esta forma se garantiza plenamente el derecho de defensa, así como la objetividad
del contenido de la prueba testifical.

El testigo enfermo o imposible de comparecer será examinado en el lugar donde se


encuentra. En caso de peligro de muerte o de viaje inminente, si no es posible aplicar
las reglas de prueba anticipada, se le tomara declaración de inmediato. Ante el peligro
que se pierda la fuente de información y por ende el fin del procedimiento, se deberán
tomar las medidas de precaución necesarias para que pueda ser prestada la
declaración del testigo, con todas las garantías del acusatorio. Desde una perspectiva
garantista, el proceso probatorio se conduce en varias fases:

• Adquisición.
• Actuación.
• Valoración.
• Decisión.

Dicho esto se entiende que la actuación probatoria debe únicamente realizarse en el


juicio oral, pues es en este nivel donde fluyen todas las garantías para los justiciables.
Empero por razones de peligro en la demora (irreproducibilidad del acto de
investigación – periculum in mora), surge la necesidad excepcional de adquirir y
actuar el medio probatorio en una sola conducción, a efectos de que el Proceso Penal

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alcance sus fines propios de descubrimiento y sanción con los hechos delictivos
producidos. A esta conducción probatoria se le denomina “prueba anticipada”. En tal
sentido, el precepto establece que en caso de peligro de muerte o de viaje inminente,
se tomará la declaración de inmediato, al no poderse aplicar las reglas de la prueba
anticipada, pues la realización de esta última requiere la observancia de una serie de
requisitos, que se inicia con una solicitud, se corre traslado a los sujetos procesales,
se dispone su realización y se da lugar a una audiencia, etc., lo cual en esos casos
es imposible de cumplir por los riesgos implícitos que el paso del tiempo pueden
ocasionar de forma inevitable.

Cuando deba recibirse testimonio de menores y de personas que hayan resultado


victimas de hechos que las han afectado psicológicamente, se podrá disponer su
recepción en privado. Si el testimonio no se actuó bajo las reglas de la prueba
anticipada, el Juez adoptará las medidas necesarias para garantizar la integridad
emocional del testigo y dispondrá la intervención de un perito psicólogo, que llevará
a cabo el interrogatorio propuesto por las partes. Igualmente, permitirá la asistencia
de un familiar del testigo.

La Justicia Penal debe ofrecer a la víctima todo un conjunto de normas, que eviten
una segunda victimización, pues, éstas en el caso de delitos violentos, han sido
afectadas no sólo en su esfera somática, sino también el hecho delictivo ha
repercutido en su ámbito emocional y psíquico. Por lo tanto, el testimonio de una
persona que ha sido víctima de hechos que la han afectado psicológicamente, se
podrá realizar en privado, con el fin de que su intimidad no se vea amenazada por la
publicidad de dicha actuación judicial.

En el caso, que la prueba testifical no pueda realizarse bajo las normas de la prueba
anticipada, el Juzgador deberá adoptar las medidas de protección que sean
necesarias, y de ser el caso, disponer la asistencia de un perito psicólogo a fin de
cautelar la indemnidad del testigo, permitiéndose también la asistencia de un familiar
que de seguro le va otorgar mayor confianza al menor.

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Para la declaración del agraviado, rigen las mismas reglas prescritas para los testigos.
Sin duda, el agraviado (declaración preventiva) debe ser premunido también de las
mismas garantías y facultades procesales, al igual que el testigo, más aun, cuando
este es quien ha sido afectado perjudicialmente en su esfera de libertad personal, es
pues, el sujeto pasivo de la conducta delictiva.

9.- Testigos residentes fuera del lugar o en el extranjero

Si el testigo no reside en el lugar o cerca de donde se debe prestar testimonio, siempre


que resulte imposible conseguir su traslado al despacho judicial, se podrá disponer
su declaración por exhorto. De ser posible y con preferencia, podrá utilizarse el medio
tecnológico más apropiado como la videoconferencia o filmación de su declaración, a
la que podrán asistir o intervenir, según el caso el fiscal y los abogados de las partes.
La competencia por territorio se define según el principio de ubicuidad, es decir, el
lugar donde se cometió el delito, en el caso de la infracción de las normas prohibitivas
donde se dio inicio a los actos ejecutivos o donde se consumó efectivamente, y en el
caso, de la infracción de la nomas de mandato, aquel donde el garante omitió realizar
la medida de precaución salvadora para el interés jurídico objeto de protección.
No obstante lo acotado, puede que sea imposible (por motivo personales o
materiales) que el testigo pueda acudir al lugar donde debe presentar su testimonio
en tal virtud se dispondrá que declare vía exhorto. Y, para tal fin, puede utilizarse
todos los medios y soportes materiales, caracterizados por los nuevos avances
tecnológicos, en tal caso, a efecto de tutelar el derecho de defensa y el contradictorio,
se le permitirá asistir a los sujetos procesales interesados.

10. Las citaciones

La citación es eminentemente un acto formal, mediante el cual el testigo podrá ser


citado por medio del Policía, por el personal oficial de la Fiscalía o del Órgano

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Jurisdiccional, según las directivas que sobre el particular dicte el órgano de gobierno
respectivo. En el caso de testigos dependientes, sometido a una relación de
subordinación, el empleador o superior jerárquico perteneciente a la esfera de la
administración pública, está en la obligación de procurar los mecanismos posibles
para que el testigo pueda rendir su testifical en el día y hora, bajo responsabilidad

El testigo podrá presentarse espontáneamente, lo que se hará constar, quiere decir


que también se reconoce la facultad discrecional que tiene el testigo para poder
presentarse de mutuo propio a la instancia jurisdiccional, a fin de proporcionar la
información que aquella le conste. De esta forma, se prioriza el deber de los
ciudadanos de colaborar con la administración de justicia, para esclarecer el objeto
de prueba en el procedimiento penal.

Si el testigo no se presenta a la primera citación se le hará comparecer


compulsivamente por la fuerza pública. La obligación de comparecer debe asegurarse
de forma intimidatoria y coactiva, una vez que somos llamados por las instancias
jurisdiccionales a testificar, no queda otra alternativa que comparecer. Omitir el
llamado de la justicia, implica perturbar la realización de la justicia, y con ello, dificultar
el esclarecimiento de los hechos materia de la investigación, en tal sentido; la Justicia
Penal a través de la fuerza coactiva del Estado de Derecho, procederá a decretar la
comparecencia compulsiva del testigo, a efectos de garantizar la recepción de su
información testifical. Esta fuerza pública será efectivizada por efectivos del orden
público.

Nuestro ordenamiento jurídico penal reprime la conducta del testigo, perito, traductor
o interprete, que siendo legalmente requerido se abstiene de comparecer o prestar la
declaración respectiva, por tal razón, la omisión del deber testificar supone una
afectación relevante a los principios sobre los cuales debe desarrollarse la actuación
pública, de objetividad, imparcialidad y legalidad. Esta conducta el normal desarrollo
del proceso penal.

10.1.- Finalidad de las citaciones.

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La citación judicial tiene por finalidad hacer comparecer a las víctimas, testigos,
peritos, intérpretes, depositarios y otros que correspondan, en el tiempo y lugar
prefijados, para llevar a cabo una actuación judicial, en los casos que el órgano
jurisdiccional considere necesaria su presencia.

10.2.- Forma y contenido

La citación se hará en forma personal y se procederá conforme a lo dispuesto por el


artículo 15 del Reglamento Nro. …………….., en lo que fuere pertinente.

En caso de urgencia, la citación podrá ser realizada por teléfono, por correo
electrónico, facsímil, telegrama o cualquier otro medio de comunicación, de lo que se
hará constar en autos.

10.3.- La citación deberá contener

a. Nombres y apellidos del citado.


b. Identificación del proceso.
c. Motivo de la comparecencia.
d. El órgano jurisdiccional que la ordenó y al que debe comparecer.
e. La fecha y hora de la audiencia o acto procesal para el cual se convoca.
f. La advertencia de que si la orden no se obedece, sin perjuicio de la
responsabilidad penal correspondiente, la persona podrá ser conducida por la
fuerza pública y pagar la multa correspondiente, salvo justa causa.
g. Indicar que, en caso de impedimento, deberán comunicarlo y justificarlo ante
el órgano jurisdiccional, con anterioridad a la fecha de audiencia o acto
procesal, si fuera posible.

10.4.- Procedimiento
Una vez que el órgano jurisdiccional determine la necesidad de hacer comparecer a
las personas indicadas en el artículo 21 del Reglamento, la citación judicial será
remitida al encargado de notificaciones quien procederá a hacer entrega de la misma

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al destinatario de la citación. En casos especiales dispondrá que sea la Policía la
encargada de notificar.

11.- La conducción compulsiva

El contenido del concepto de “conducción compulsiva” se ha modificado con el nuevo


modelo procesal. Si bien no existe una definición legal, se entiende como tal a “la
medida coercitiva personal por la que un sujeto procesal es traslado ante el juez penal
mediante la fuerza pública con el objeto de asegurar su presentación en juicio”.
Pueden ser objeto de tal medida tanto los testigos y peritos como el propio imputado.
Se pretende la colaboración de los indicados para que ofrezcan su declaración en
juicio y, en el caso del imputado para garantizar su presencia en su propio
enjuiciamiento.

Ordinariamente los operadores jurídicos entienden que, la medida se materializa con


el “hecho de que el obligado sea puesto ante el despacho de juez”. Es una
interpretación muy restringida y una comprensión inadecuada de la institución; por lo
que para su entera aprehensión se requiere explicar los presupuestos que la justifican
y, los explicaremos a partir de la facultad estatal punitiva enfrentada con el derecho a
la libertad ciudadana. El imputado, al amparo de la presunción de inocencia, puede
asumir una desinteresada actitud ante el proceso penal, al punto que puede – sin que
pueda calificarse como “derecho”- desatender los llamados de la justicia para
someterse al proceso penal; mientras que del otro lado, la facultad punitiva estatal
obliga perseguir a los delincuentes dentro de determinados límites. En esa medida, la
persecución estatal no puede extenderse más allá del “plazo razonable”, por lo que
ante la desobediencia del imputado (contumaz) puede tomar las medidas restrictivas
que aseguren que éste se sujete a sus mandatos. La conducción compulsiva tiene
como finalidad, por tanto, asegurar que el procesado obedezca a los mandatos
estatales y se someta a la jurisdicción penal para su juzgamiento. Si tal es el objeto,
entonces la Policía Nacional tiene no sólo que ponerlo físicamente en el despacho
judicial sino que, ha de esperar que, se inicie el juicio oral con el ánimo de asegurar

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su presencia en el mismo. Según nuestra norma procesal, cuando menos hasta el
momento en que se formula oralmente la acusación fiscal para certificarnos de que
efectivamente conoce los cargos imputados. Dejarlo en la puerta del despacho
indicando “ya cumplí, me voy”, expone el riesgo de que vuelva escapar.

Es usual el temor de la Policía Nacional y hasta de los propios jueces a que se


interponga un habeas corpus1, bajo el entendimiento de que la “conducción
compulsiva” no supone una detención preliminar ni una prisión preventiva; sin
embargo, se desatiende a que comparte con éstas la naturaleza de “medida coercitiva
personal” y tiene una finalidad específica: que el conducido se presente en juicio; en
consecuencia, una vez que, el juez conoce de la detención tiene obligación de citar a
juicio oral –si es que la orden compulsiva no lo especifica ya- con lo que, no bastará
con trasladarlo desde el lugar de la captura hasta el juzgado penal que lo ha requerido
sino que, además es necesario custodiarlo hasta el momento mismo del juicio.

Otro tema peliagudo es el de la temporalidad. Suele decirse que, ésta no puede durar
más de 48 horas, pero ¿sí el contumaz es hallado en un lugar que está a más de un
día de distancia del juzgado requirente? Es evidente, y el sentido común así lo indica,
que el traslado debe efectuarse lo más rápido posible más allá que del tiempo que se
requiera para su materialización. Y una más ¿Qué ocurre si el juzgado está cerrado
o el juez se encuentra en otra diligencia? Sin olvidar que, el estado de contumaz la
ha generado el propio conducido, éste deberá sufrir las consecuencias de su propia
conducta omisiva, con lo que deberá esperar a que se le programe la audiencia; sin
que el juez deba abusar del llamado “tiempo razonable”, que supone el suficiente para
garantizar, también, que las otras partes procesales puedan ser notificadas para el
inicio del juicio oral, dígase el Ministerio Público y, el actor civil de ser el caso. Así, el
tiempo que pueda demorar esta restricción de la libertad, en realidad, debe ser
asumido por el propio afectado, pues responde en último término a su desinterés por

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EXP. N° 04194-2012-PHC/TC. AREQUIPA.

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el proceso. De haberse presentado en la oportunidad en que fue emplazado, no
estaría en la condición de contumaz y, menos, en la de “conducido compulsivamente”.

La Constitución Política señala que los detenidos (la conducción compulsiva supone
una detención fáctica) deben ser puestos a disposición del juez “dentro de las
veinticuatro horas o en el término de la distancia”. Ese el término temporal de
referencia, aunque habrá que salvar el asunto de sábados y domingos y los feriados
que extienden el fin de semana.

12.- Testimonio de a los dignatarios

En general todos los altos funcionarios del estado comprendidos en el art.99 de la


Constitución del Estado, así como otras personas que la ley señale, declararan a su
elección, en su domicilio o despacho. El juez podrá disponer se reciba su testimonio
por escrito, cursando el pliego interrogatorio correspondiente, el mismo que se
elaborara a instancia de las partes.

Se debe aclarar que estos altos dignatarios de la nación no estas exceptuados al


deber de testificar ante la instancia jurisdiccional, la referencia normativa hace alusión
a algo distinto, esto es, la forma y modo como se va a tomar este testimonio, el
ejercicio persecutorio de los órganos predispuesto tienen ciertos límites en el marco
constitucional de derecho, y estos límites vienen definidos por ciertas prerrogativas
que se le reconocen a determinados altos funcionarios del estado como una forma de
equilibrar las fuerzas políticas de los poderes públicos estrictamente basados en el
principio de división de poderes.

En tal virtud, se confiere determinadas prerrogativas y privilegios a quienes ejercen


función pública en los más altos niveles de la administración pública, en este caso, de
rendir su declaración testimonial en su domicilio o despacho, a efectos de
salvaguardar el normal desarrollo de las más altas investiduras del poder público. Sin
embargo el art. 167.2, establece que se procederá de forma ordinaria, salvo el caso
de los presidentes de los poderes del estado y del presidente del consejo de ministros,

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cuando el juez considere indispensable su comparecencia para ejecutar un acto de
reconocimiento, de confrontación o por otra necesidad.

Ciertamente las realizaciones de ciertas diligencias jurisdiccionales necesitan de la


intervención personal del testigo, como una confrontación u otra diligencia in situ
(inspección judicial), que son de suma relevancia para el esclarecimiento del tema
probandi a partir de la percepción directa de la diligencia. No obstante lo acotado, los
presidentes de los poderes del estado, intervendrán en estas diligencias de forma
especial, a efectos de cautelar su alta investidura que les confiere el poder político.

Es condición legal que la prueba se desahogue en el lugar en que tenga su sede la


autoridad judicial que instruya el proceso y deba recibir el testimonio; pero fuera de la
sede del Órgano Jurisdiccional, por excepción, cuando se trate de la declaración de
altos funcionarios del Estado, esta debe llevarse a cabo a elección de estos altos
Funcionarios del Estado y altos dignatarios, quienes pueden escoger en qué lugar
pueden declarar y bajo qué forma lo hacen, (directamente al magistrado ya sea en su
despacho u hogar indirectamente, mediante un pliego interrogatorio, en este último
caso nos encontramos ante declaraciones vía oficios).

13.- Testimonios de miembros del cuerpo diplomático

Los miembros del cuerpo diplomático, acreditados en el Perú, disponen del beneficio
de realizar sus declaraciones por medio escrito y por conducto del Ministerio de
Relaciones Exteriores, este beneficio alcanza también a aquellos agentes
diplomáticos y consulares, que no se encuentren en el Perú por haber culminado su
servicio en el país.

Para tal efecto se les enviara, por el conducto del ministro de relaciones exteriores, el
texto del interrogatorio que será absuelto bajo juramento o promesa de decir la
verdad. De igual manera procederá si el agente diplomático o consular culminó su
misión y se encuentra en el extranjero. En principio todos aquellos que ejercitan labor
consular o diplomática en el territorio nacional, se encuentra revestido de una
inmunidad que le permite sustraerse del ámbito de aplicación de la ley penal,

19
obviamente esta prerrogativa se somete a una serie de excepciones pues inmunidad
diplomática no quiere decir de ningún modo “inmunidad”. De igual modo en el campo
procesal penal se confiere una serie de prerrogativas fundadas y justificadas en la
comprensión de la investidura diplomática, en la medida, que estos individuos
representan sus respectivos países en territorio peruano, como caracterización
importante de las relaciones internacionales del Perú, como parte de una política
internacional integracionista. En tal sentido, los agentes diplomáticos brindaran su
declaración testifical por escrito, haciendo el ministerio de relaciones exteriores las
veces de una especie de canal entre la jurisdicción penal y el agente diplomático
llamado a testificar.

De otro lado, el hecho de que el testigo se encuentre revestido de dichas


prerrogativas, no implica de ningún modo que se renuncie al principio de veracidad y
al deber de lealtad que le asiste a todo testigo con la administración de justicia, en la
medida de que el testo del interrogatorio será absuelto bajo juramento o promesa de
decir la verdad, por ende, podría también incurrir en el delito de falso testimonio. El
mismo trámite procesal se realizará en caso de que el agente diplomático o consular
haya culminado su misión y se encuentre en el extranjero, para tales casos, se deberá
utilizar los canales diplomáticos respectivos.

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CONCLUSIÓN

PRIMERA.-

El testimonio es un medio de prueba que debe estudiarse desde una


concepción objetiva y subjetiva, esto es desde el contexto de la
previsión de la ley procesal penal, porque la aducción, admisión y
valoración del testimonio son actos del proceso que deben cumplir un
procedimiento previamente establecido, pero también desde una
consideración subjetiva, por cuanto el testimonio es rendido por una
persona natural, por lo que hay que estudiar y entender a la persona
humana en cuanto es testigo.

SEGUNDA.-

El principal objeto del testigo es la información que requerimos para


construir la historia o el trozo de historia que este nos puede
proporcionar. Esta es la etapa en que elaboramos la mayor parte de
nuestra versión de los hechos en la teoría del caso.

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TERCERA.-

La “conducción compulsiva” no supone una detención preliminar ni una


prisión preventiva; sin embargo, se desatiende a que comparte con
éstas la naturaleza de “medida coercitiva personal” y tiene una finalidad
específica: que el conducido se presente en juicio.

CUARTA.-

Cuando se trate de la declaración de altos funcionarios del Estado, esta


debe llevarse a cabo a elección de estos altos funcionarios del Estado
y altos dignatarios, quienes pueden escoger en qué lugar pueden
declarar y bajo qué forma lo hacen.

QUINTA.-

Los miembros del cuerpo diplomático, acreditados en el Perú, disponen


del beneficio de realizar sus declaraciones por medio escrito y por
conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores, este beneficio
alcanza también a aquellos agentes diplomáticos y consulares, que no
se encuentren en el Perú.

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BIBLIOGRAFIA

NEYRA FLORES, JOSE ANTONIO; 2017; CODIGO PROCESAL PENAL


COMENTADO; JURISTAS EDITORES E.I.R.L.; Perú.

BORIS BARRIOS GONZÁLEZ, El Testimonio Penal


https://borisbarriosgonzalez.files.word press.com/2011/08/el-testimonio-penal-boris-
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NEYRA FLORES, JOSE ANTONIO; 2017; Codigo Procesal Penal Comentado;


JURISTAS EDITORES E.I.R.L.; Perú.

TOMAS ALADINO VILLEGAS, WILLIAM ROBANAN PALACIOS, HAMILTON


CASTRO TRIGOSO, “El Código Procesal Penal” JURISTA EDITORES E.IR.L.
Edición Julio 2010.

FERNANDO UGAZ ZEGARRA, Medios de prueba en el Juicio Oral,


http://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/3307_9._mediosdeprue
ba_pruebaindiciaria_03.11.pdf

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