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Depresión a fin del siglo XX*

Trabajos originales

Autor Resumen Summary

Al señalar características de la psiquiatría actual By pointing out features of present psychiatry as


Humberto Casarotti como sustrato de los sistemas de diagnóstico, substratum of diagnosis systems, the importance
se considera la importancia de algunos cambios of some evolving changes regarding mood
Médico Psiquiatra, evolutivos con relación a la patología del humor: el pathology is considered, namely: giving up of the
Neurólogo y Legista. Centro
abandono del uso de la denominación “depresión use of the denomination “neurotic depression”,
de Estudios e Investigación
en Psiquiatría Henri Ey. neurótica”, la extensión del área de los trastornos extension of the range of bipolar disorders,
bipolares, la investigación de formas menores investigation about minor and persistent forms
Presidente Berro 2531. y persistentes de depresión, el replanteo de los of depression, reconsideration of depressive
E-mail: trastornos de personalidad depresivos, etc. personality disorders, etc.
hcasaro@adinet.com.uy

Frente a la referencia de que existen “epidemias Facing the reference that there are “depression
de depresión”, se analiza qué es lo que permite epidemics”, the facts that allow to assert that “a
afirmar que “un caso” sea patológico, señalando el case” is pathologic are analyzed, pointing out the
valor diferente de los criterios diagnósticos según different value of diagnostic criteria, according
su forma de aplicación. Los datos de prevalencia to the way they are applied. Prevalence data on
de depresión, resultado de la aplicación de depression resulting from the use of criteria by
los criterios por técnicos y dentro del contexto technical staff within a clinical context, are
clínico, son muy inferiores a los obtenidos much lower than those obtained by non-technical
por la utilización por no técnicos de criterios staff using modified diagnostic criteria and
modificados y en encuestas de población. Para population surveys. In order to avoid the increase
evitar el incremento de casos “falsos positivos”, of “false positive” cases, it became necessary
fue necesario revalorizar como aspecto esencial to re-value clinical judgment as an essential
del diagnóstico el juicio del clínico, por lo que aspect of diagnosis; thus, the so called “clinical
se agregó el llamado criterio de “significación significance” criterion was added.
clínica”.

Palabras clave Key words

Depresión Depression
Epidemia Epidemic
Diagnóstico Diagnosis
“Significado clínico” “Clinical significance”

No siendo fácil presentar el estado actual de finalmente, reflexionar sobre la referencia que
una categoría clínica como la de los trastornos se reitera en la actualidad acerca de que existe
del humor a un auditorio cuya formación es una “epidemia de depresión”.
* Conferencia realizada en el
Coloquio sobre Depresión predominantemente psicopatológica, esta A
organizado por la Coordina- disertación se limitará a tres puntos. En
dora de Psicólogos el 9 de Con relación al primer punto, conviene
setiembre de 2000, junto al primer lugar, poner en común conceptos señalar algunos de los rasgos que caracterizan
neurobiólogo L. Barbeito y centrales, luego considerar algunos aspectos la fase de desarrollo en que se encuentran, a fin
al semiólogo F. Andacht.
de la evolución histórica de este problema y, de siglo, la psicopatología y la psiquiatría:

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1) Después de más de cien años de evolución, DSM-IV distingue, por un lado, los síndromes
Trabajos originales
hoy se postula que entre las estructuras del humor como estructuras psicopatológicas
de la vida mental normal y las estructuras que se describen, pero que no se codifican
psicopatológicas existe una diferencia cuali- (episodios: depresivo, maníaco, mixto, etc.) y
tativa que es objetivada por el diagnóstico por otro, los tipos de enfermedades afectivas
psiquiátrico. que sí se codifican (trastornos: depresivo
2) Por otro lado, al diagnosticar los trastornos mayor, distímico, bipolares, por enfermedad
mentales se distingue entre el diagnóstico médica o por sustancias, etc.). Tipos a los
de los tipos psicopatológicos (por ejemplo, que se agregan otras dos categorías, una
síndrome de demencia, síndrome maníaco, que es patológica (los trastornos adaptativos
depresivo, etc.) y el diagnóstico de los tipos con depresión) y otra que no se considera
de procesos patológicos (trastorno bipolar, patológica (el duelo). Este capítulo de DMS-IV
depresión breve recurrente, enfermedad de se completa con la consideración de diferentes
Alzheimer, enfermedad vascular, etc.). Lo que características semiológicas y de aspectos
significa que la praxis psiquiátrica actual ya evolutivos longitudinales así como con la
no es más la de los años 60 que en la práctica proposición de categorías depresivas “en
se agotaba en el diagnóstico de una estructura estudio” de validación (por ejemplo, formas
psicopatológica, sino que ese diagnóstico depresivas menores: trastorno mixto ansioso-
psicopatológico debe completarse –cuando es depresivo, depresión depresivo breve recurrente
posible– con el del proceso organógeno que y el trastorno de personalidad depresiva).
lo determina.
3) Finalmente, los desarrollos neurobiológicos
van confirmando la hipótesis de organicidad
B
de los trastornos mentales, entendidos como Con relación a la evolución histórica vale la
formas de desorganización organísmica del pena repasar algunos momentos evolutivos
“organismo psíquico” 1). Aunque el modo para comprender qué elementos subyacen al
como esto es expresado sea aún confuso, se esquema del DSM-IV y qué dificultades fueron
va haciendo necesario, por un lado, distinguir sorteadas hasta llegar a los tipos diagnósticos
entre psiquiatría dinámica y psicoterapia actuales.
psicoanalítica (Gabbard2) y por otro, superar En la primera mitad del siglo pasado durante
definitivamente las contradicciones de las el paradigma de la alienación mental, es decir3,
teorías órgano-mecanicistas y psicogene- cuando se pensaba que solo existía una única
tistas eliminando la tradicional dicotomía enfermedad mental, se reconocía al lado de la
“organogénesis/psicogénesis”. “monomanía alegre” una “monomanía triste”
Este marco conceptual es el que fundamenta o lipemanía. De ese diagnóstico indiferenciado
a los sistemas de codificación diagnóstica de lipemanía, se fueron distinguiendo4 (al
desde el DSM-III en adelante. Son ejemplos abandonar el modelo de la “psicosis única”
la organización de los ejes I y II para los tipos y pasar al de “enfermedades mentales”),
psicopatológicos, separados de las categorías además de la melancolía o depresión mayor
“organógenas” del eje III, y el establecimiento actual, otras afecciones: la confusión mental,
del capítulo de “motivos de consulta” que no la neurosis obsesiva, el estupor catatónico y
son propiamente un trastorno mental (por los delirios crónicos de persecución.
ejemplo, problemas de “psicología médica”, A fin de siglo, los estados melancólicos fueron
dificultades de relación padres/hijo, de pareja, integrados por E. Kraepelin junto a los episodios
con relación al género, etc.). Circunstancias maníacos, en una psicosis crónica periódica:
que, por la historia de la especialidad, forman la “psicosis maníaco-depresiva”. Percepción
parte de la consulta psiquiátrica aun cuando clínica de la relación de dos síndromes polares
conceptualmente queden por “fuera” de lo que también había sido reconocida por autores
nuclear de esta especialidad médica. como Baillarger y J.P. Falret. Kraepelin define a
Un ejemplo de lo dicho lo aporta la conside- esta “vesania” centralmente por su repetición,
ración de la patología del “humor”, que es uno es decir, por su “cronicidad periódica” distinta
de los capítulos más estudiados actualmente. El a la “cronicidad persistente” de las demencias

H. Casarotti|Revista de Psiquiatría del Uruguay|Volumen 66 Nº 1 Junio 2002|página 57


Trabajos originales precoces y sin acentuar la semiología polar, mentales, y no distinguiendo estructura
maníaca o depresiva de los episodios. La psíquica de causalidad, se desinteresaron por el
unificación que este autor propuso y que diagnóstico. A partir de los años 60 el desarrollo
encontraba fundamento en el reconocimiento terapéutico de la psiquiatría, generado por
de los estados mixtos (episodios con síntomas los tratamientos biológicos aplicados de modo
maníacos y depresivos) se produjo dentro diferencial (convulsoterapias, psicofármacos,
de un modelo médico de enfermedad. Este etc.), obligó a recuperar el diagnóstico clínico.
modelo, enfocando la descripción clínica Este trabajo de recuperación se objetivó en
y la evolución longitudinal, consideraba a los manuales diagnósticos de la APA desde el
las enfermedades mentales como entidades DSM-III6, y posteriormente en la 10ª edición
clínico-etiológicas. de la clasificación de enfermedades de la OMS7.
Manuales diagnósticos que a veces son criticados
Posteriormente, la postura de E. Bleuler,
pero también utilizados como referencia, incluso
con su reconocimiento de la obra freudiana,
en las publicaciones psicoanalíticas8.
refiriéndose a la melancolía como “trastornos
afectivos” flexibilizó y debilitó el concepto Durante la mayor parte del siglo XX la
kraepeliniano de entidades. Al insistir menos práctica psiquiátrica en depresión fue muy
en lo evolutivo, su obra facilitó la utilización semejante. Estos pacientes eran tratados
progresiva de criterios diagnósticos transver- en dos espacios de atención: en los servicios
sales lo cual, especialmente en Norteamérica, de hospitalización se atendía a las formas
determinó un incremento del diagnóstico de mayores, esporádicas y de la psicosis maníaco-
esquizofrenia y una disminución correlativa del depresiva (episodios de depresión y de manía),
diagnóstico de las crisis maníacas delirantes. y las formas menores eran asistidas en los
Esta confusión diagnóstica es solucionada servicios externos, en la medida que la práctica
cuando al diagnóstico son reintegrados los clínica se descentraba del hospital. Este
criterios longitudinales evolutivos, por ejemplo, esquema asistencial generó un esquema
de curso bifásico, de buena remisión, de conceptual dicotómico, entre “depresión
respuesta a los reguladores del humor, etc.). psicótica” y “depresión neurótica” o formas
En EE.UU., como bien lo señala J.F. Goodwin5, “endógenas” y “reactivas”. Esta distinción, a
debido a la influencia del modelo psicoanalítico, pesar de ser criticada por diversos autores9,
al considerar esta afección se enfatizaban los persistió en el pensamiento médico corriente
factores psicosociales, entendiendo a la psicosis hasta hace unos veinte años e impidió durante
maníaco-depresiva como una de las formas décadas percibir que el área de los trastornos
de reacción de la “unidad psicobiológica” de afectivos era más compleja. Esta percepción
acuerdo con los conceptos de A. Meyer. solamente se logró cuando la psiquiatría en su
evolución comprendió que el diagnóstico de
Dentro de esta historia el descubrimiento
una estructura psicopatológica es solamente un
freudiano transformó a la psiquiatría al hacer
paso en el diagnóstico psiquiátrico del proceso
comprender que el sujeto está implicado
de enfermedad. Lo que se asiste psiquiátrica-
en su patología mental. Desde entonces las
mente no son “estructuras psicopatológicas”
enfermedades mentales son conceptuadas
sino pacientes que padecen trastornos, cuya
no sólo como “enfermedades” al igual que
naturaleza es lo que hace “especial” a esta
todas las demás afecciones, es decir, como
especialidad, médica y psicológica.
experiencias padecidas, sino también como
específicamente “mentales”. Es decir, como El esquema tradicional de los trastornos
experiencias de algún modo “queridas” donde afectivos con su división en dos tipos de
la intención es inconsciente propiamente depresiones, que hasta 1980 presentaron
dicha. Este descubrimiento se acompañó a lo los sistemas diagnósticos (por ejemplo, el
largo del siglo XX, dentro de las psiquiatrías de DSM-II), se completaba con el agregado,
orientación psicoanalítica, de una negligencia dentro de los “trastornos de personalidad”, de
cuando no de una negación del diagnóstico formas afectivas (en particular, el “trastorno
psiquiátrico. Durante la mayor parte del ciclotímico”). Es decir, como rasgos o tendencias
siglo XX los psiquiatras, atendiendo más al patológicas a la oscilación afectiva, pero no
carácter de intencionalidad de las enfermedades valorados como va a suceder posteriormen-

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te, como formas subsindrómicas de humor lista de síntomas, sino por una descripción de
Trabajos originales
patológico. los síntomas que permita percibir la estructura
Al abrirse progresivamente la psiquiatría a la subyacente que organiza esos síntomas (de
comunidad los datos epidemiológicos respecto donde la posibilidad de diagnosticar una
a depresión se fueron modificando, pasando misma estructura psicopatológica por medio
de un 2-3% de formas mayores a un 15-20% de distintas sumatorias de síntomas; 4) esos
de formas menores e incluso más. síndromes psíquicos son fisonomías típicas,
cualitativamente distintas a las variaciones
Estos y otros hechos cuestionaron y final-
psíquicas normales, pero por ser psíquicos su
mente modificaron el esquema tradicional:
tipicidad u homogeneidad no puede ser irreal;
a) la no confirmación de que los tratamientos
5) son síndromes que “trastornan” al paciente
psicológicos fuesen tan eficaces como se
por estar asociados a malestar o a déficit en
afirmaba en las formas menores de depresión;
diferentes áreas de funcionamiento; 6) los
b) la comprobación, por el contrario, de que
síndromes psicopatológicos están asociados
la convulsoterapia también era eficaz en
a diferentes variables que, si bien no entran
muchas formas de depresión menor; c) el
necesariamente en su definición, deben ser
descubrimiento de los antidepresivos y su
conocidas por su importancia en el diagnóstico
aplicación relativamente sencilla en las formas
de los tipos de enfermedad y, por consiguiente,
menores; d) la percepción clínica de que
con relación al pronóstico y al tratamiento.
muchos pacientes en la evolución longitudinal
de su trastorno presentaban depresiones En 1957 K. Leonhard, buscando mayor
mayores y menores; e) la comprobación de claridad en el área de los trastornos afectivos,
que existían formas de depresión que eran optó por dividir a los pacientes depresivos en
de menor duración; y finalmente, f) de que dos grandes grupos: los depresivos unipolares y
los episodios depresivos persistían, a veces en los bipolares. Los primeros teniendo solamente
forma sindrómica como depresiones crónicas y episodios de depresión (tanto psicótica como
otras veces, con mayor frecuencia de la que los neurótica) y los segundos presentando episodios
esquemas indicaban, en formas subsindrómicas, maníacos y depresivos.
como “trastornos del comportamiento”. Las formas de depresión “neurótica” o
La ampliación del número de casos de menores, frecuentes en los servicios externos
depresiones menores y la cuestión de la (más del 40%), por su heterogeneidad no
relación beneficio/riesgo en la aplicación de tenían consistencia nosológica. En la práctica,
los tratamientos biológicos, exigían responder al hablar de “depresión neurótica” se estaba
a la pregunta: ¿cuándo es que los síntomas haciendo referencia a formas que eran leves,
depresivos definen a un caso como depresión? raramente incapacitantes, no psicóticas, no
Pregunta que derivó en encarar nuevamente endógenas, comórbidas con síntomas neuróticos
el “diagnóstico”, minimizado por la psiquiatría aunque no dominasen el cuadro, reactivas o
de tipo psicoanalítico. comprensibles a pérdidas recientes o circun-
El diagnóstico de depresión configura una stancias adversas, y con rasgos depresivos de
de las principales áreas del trabajo que finalizó carácter (posición negativa frente a la vida,
con la presentación del DSM-III en 1980 y dependientes, voraces, manipulativos, etc.).
posteriormente del cap. F de la CIE-10 en 1992 Estudiados los episodios de “depresión
y del DSM-IV en 1994. El trabajo que concluyó neurótica” (Akiskal10, 11) se comprobó que
en la utilización de un método “algorítmico y los pacientes de ese grupo correspondían
probabilístico” para establecer los diagnósticos a diferentes trastornos: alrededor del 20%
psiquiátricos, partió de varios supuestos: eran formas de trastornos bipolares, ya que
1) los trastornos psíquicos son de la persona presentaban en la evolución episodios maníacos
en su individualidad psicofísica; 2) estos e hipomaníacos; un 22% eran trastornos
trastornos implican dos diagnósticos: el de depresivos unipolares, no siendo el resto
los síndromes psicopatológicos y el de los trastornos afectivos sino pacientes que presen-
procesos de enfermedad que los generan; taban intermitentemente síntomas depresivos.
3) el diagnóstico psicopatológico no puede ser La tendencia a la recurrencia, las respuestas
establecido por un “punto de corte” en una hipomaníacas a los antidepresivos y los an-

H. Casarotti|Revista de Psiquiatría del Uruguay|Volumen 66 Nº 1 Junio 2002|página 59


Trabajos originales tecedentes familiares de enfermedad bipolar, bipolar exige un largo seguimiento de los
aparecían como siendo buenos predictores de pacientes.
la posibilidad de trastorno afectivo.
Algunos pacientes del grupo unipolar que Este subdiagnóstico constituye una insufi-
presentaban episodios depresivos “neuróticos” ciencia relevante de la práctica asistencial,
cuando se toman en cuenta los siguientes
pero recurrentes pasaron a formar parte de
datos: a) el beneficio que deriva del uso de
la psicosis maníaco-depresiva (situación que
los reguladores del humor, tanto para los
nosográficamente no correspondía al concepto
episodios maníacos como depresivos, y el
de que los episodios depresivos de la psicosis
riesgo que implica la utilización no técnica
maníaco-depresiva debían ser “psicóticos”). El
de los antidepresivos; b) la importancia que
hecho de integrar a formas menores de de-
tiene para el estudio de la evolutividad de
presión dentro de la psicosis maníaco-depresiva
esta enfermedad el análisis cuidadoso de las
también era apoyado por otras evidencias:
crisis, de los factores que determinan los
la presencia de frecuentes antecedentes
empujes y de los cambios introducidos por los
patológicos familiares, algunas diferencias tratamientos, y sobre lo cual aún se sabe poco;
neurofisiológicas, efectos farmacológicos c) la frecuencia con que estos trastornos
peculiares (mayor posibilidad de hipomanía se inician en la infancia y en la adolescencia,
por los antidepresivos), diferente respuesta al donde pueden ser diagnosticados por medio
tratamiento con litio, etcétera. de criterios estándares y donde ciertas cons-
Sin embargo, esta inclusión de las formas telaciones de síntomas y algunos rasgos ca-
menores de depresión en la psicosis maníaco- racterológicos pueden ser indicadores de riesgo;
depresiva encontró diversas dificultades, d) la frecuencia del abuso de alcohol y drogas
porque era una inclusión fácil cuando a los en los trastornos bipolares, donde es prioritaria
episodios depresivos se agregaban episodios su identificación porque frecuentemente
maníacos o hipomaníacos, con lo cual el esta comorbilidad comienza por los episodios
trastorno se diagnosticaba como “bipolar”. depresivos, porque el abuso de sustancias es
Pero, en cambio, no era tan sencilla cuando el predictor de suicidio y porque disminuye el
criterio de inclusión era su carácter recurrente, control de impulsos y empeora la evolución
tanto porque en las depresiones unipolares las de la enfermedad afectiva; e) la frecuencia
recurrencias no tienen la misma frecuencia del suicidio en psicosis maníaco-depresiva,
como por la dificultad de establecer límites netos especialmente durante el primer episodio y
con los trastornos de ansiedad y con diversos durante la primera década de la enfermedad,
tipos de trastornos de personalidad. que es 30 veces mayor que en la población
También se comprobó que no sólo el grupo general, “mortalidad –dice J. F. Goodwin– que
es mayor que la mortalidad que tienen las
unipolar era heterogéneo sino que también lo
afecciones cardíacas y el cáncer”. Los factores
era el grupo bipolar. Varios autores distinguieron
de riesgo a tener en cuenta son: no recibir
entre el trastorno bipolar I con episodios
tratamiento, los estados mixtos (por el estado
maníacos o mixtos, y el trastorno bipolar II con
de inquietud, la disforia y el aumento de la
episodios solamente de grado hipomaníaco. El
impulsividad), las formas delirantes y las de
espectro de lo bipolar creció posteriormente
ciclado rápido, los trastornos del sueño, el
por la inclusión de las formas “bipolares III”,
abuso de alcohol/drogas, etc.; f) la importancia
es decir, de pacientes con manifestaciones de
que tiene en los primeros episodios el control
tipo hipomaníaco pero sólo secundarias al uso
de los factores de estrés ambiental, la cual
de antidepresivos o con antecedentes familiares disminuye a lo largo de la evolución, donde
alejados de trastornos afectivos. la enfermedad se vuelve más endógena; g) el
Otro problema clínico es que a pesar de que hecho de que 2/3 de los trastornos bipolares
el grupo bipolar tiene una incidencia semejante tienen antecedentes patológicos familiares, lo
al unipolar en seguimientos prolongados, cual facilita mejorar la prevención secundaria,
las formas bipolares se subdiagnostican. reduciendo la morbilidad y posibilitando un
Este diagnóstico es más que el diagnóstico mayor dominio psicológico personal y familiar
transversal psicopatológico y, por consiguiente, de la enfermedad.
poder afirmar o no la presencia de un trastorno

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Otro cambio introducido fue la modificación Los estudios clínicos longitudinales, a
Trabajos originales
del concepto de los trastornos ciclotímicos y diferencia de los análisis transversales de
distímicos, considerados hasta ese momento naturaleza psicopatológica, han mostrado la
formas de trastornos de personalidad. Por importancia pronóstica y terapéutica de algunas
encontrar, durante los períodos de modificación características evolutivas: a) la presencia o no
del humor de estos trastornos, los mismos de distimia previa, b) el ser un episodio único
factores no psicológicos de “validación exter- o recurrentes, c) la recuperación completa o no
na” que se encontraban en los episodios del entre los episodios. En base a esos criterios se ha
humor, se entendió que eran también formas creado un sistema de clasificación que permite
subsindrómicas del mismo tipo de episodios. al clínico diferenciar subtipos evolutivos tanto
Con lo cual pasaron a engrosar el subcapítulo de depresión mayor como de distimia.
de trastornos del humor como formas más En la segunda línea de trabajo y en íntima
persistentes pero igualmente beneficiables del relación con el estudio de las formas de de-
uso de los antidepresivos y/o de los reguladores presión crónica, ha ido replanteándose la
del humor. necesidad de considerar la posibilidad de un tipo
Sin embargo, en los últimos años estos de trastorno depresivo de personalidad13.
planteos han sido revisados por líneas de
Una tercera línea de desarrollo ha sido la
estudio12 dedicadas al análisis de tres problemas
consideración de las formas de depresión menor
que tienen relación entre sí: a) las formas
(ya sea por menor severidad o por duración más
persistentes de depresión, b) el trastorno de-
corta del episodio) que incluyen: la depresión
presivo de personalidad y c) las formas menores
menor pd, la depresión breve recurrente y el
(depresión menor, depresión breve recurrente
trastorno mixto ansioso-depresivo.
y trastorno mixto ansioso-depresivo).
Estos son trastornos frecuentes: a) que
La primera línea de trabajo atendió a la
generalmente no reciben tratamiento, a pesar
distimia y a las formas de depresión crónica,
de que aun siendo formas subsindrómicas
estudiando el peso de la persistencia en los
implican malestar subjetivo e incapacidad
trastornos afectivos y algunos factores de
severos; b) donde la ansiedad, como lo señalaban
evolución longitudinal.
los autores clásicos, aparece como un aspecto
En distimia se buscó afinar sus criterios que integra la depresión; b) los patrones
diagnósticos de “depresión crónica subsin- de comorbilidad para depresión menor son
drómica no episódica”, tomando en cuenta semejantes a los de distimia y de depresión
que previamente al confundir las diferencias mayor; c) la eficacia de las diferentes opciones
en evolución y severidad no se reflejaban las de tratamiento debe ser reconsiderada; d) sus
relaciones posibles entre distimia y depresión relaciones con la personalidad exigen dispo-
mayor. Lo que en la práctica implicaba que ner de un modelo que permita discriminar
los pacientes con distimia, al consultar habi- adecuadamente entre “estado” y “rasgo de
tualmente por una depresión agregada (“doble personalidad”; e) el riesgo de suicidio es
depresión”), eran diagnosticados tardíamente elevado en las formas breves con episodios
no beneficiándose, por consiguiente, de la de 4-7 días de duración, con una recurrencia
posibilidad de tratamiento. aproximadamente mensual.
Con relación a depresión mayor los seguimientos
por largo tiempo, discutiendo el concepto tradi-
cional de que la depresión fuese simplemente C
un trastorno episódico, llevaron a plantear la Finalmente, es necesario considerar la
posibilidad de formas crónicas, ya que un alto afirmación que se repite hoy en día de que
porcentaje de pacientes no se recupera (12% existe una “epidemia de depresión”, ya que los
después de 5 años y 7% aun después de 10 años). números que aportan estudios de población
Asimismo, más del 25% de los pacientes que realizados en nuestro medio refieren una
consultan por un episodio depresivo mayor han prevalencia de alrededor del 30%, lo cual
tenido previamente manifestaciones depresivas configura un dato que excede en mucho la cifra
menos severas persistentes y la mayor parte tradicional de prevalencia del 4-6%.
continúa teniéndolas.

H. Casarotti|Revista de Psiquiatría del Uruguay|Volumen 66 Nº 1 Junio 2002|página 61


Trabajos originales Reflexionar sobre si existe o no una tal El área de las encuestas de “depresión” de
epidemia es inseparable del problema de poblaciones es la que ha ilustrado de modo
precisar qué es “un caso” patológico. Este especial todas estas dificultades. A lo largo de
problema sigue configurando una dificultad los años diferentes autores han señalado la
no completamente resuelta, aunque como lo necesidad de hacer escrutinios cuidadosos de
señalan B. Cooper y B. Singh14 no constituya las técnicas de medición, al comprobarse la
hoy la dificultad metodológica central que heterogeneidad de las escalas de evaluación
fue a inicios de la década de los 80 para la diagnóstica de depresión (en particular de sus
epidemiología psiquiátrica. El peso de ese formas menores15) y la frecuencia con que sus
problema ha disminuido en el ámbito de la ítems eran seleccionados arbitrariamente16.
actividad clínica por el desarrollo de criterios D. Regier17, al destacar los avances concep-
diagnósticos confiables, de glosarios y de tuales y técnicos realizados en estos últimos
técnicas de entrevistas estandarizadas, pero, años, señala también que “las modificaciones
por el contrario, se agudizó con relación en los criterios diagnósticos y en los instru-
a identificar la prevalencia de trastornos mentos de evaluación son muy sensibles a
mentales en comunidad. pequeños cambios” y que, en consecuencia,
Los criterios diagnósticos operacionales “no queda claro que los trastornos mentales
logrados tienen valor cuando son aplicados en encuestas de poblaciones sean equivalentes
en el contexto clínico de la entrevista porque a los identificados por los mismos criterios
el paciente es visto después del proceso de en los medios clínicos”. Porque aunque los
selección hecho por las personas del entorno trastornos identificados en dos de los estudios
del paciente. En ese contexto la posibilidad de epidemiológicos de población más importantes
“falsos positivos” (de personas que no siendo de EE.UU., el ECA18 y el NCS19, 20, 21, presentan
enfermas son diagnosticadas como tales) es la misma distribución de factores de riesgo
baja porque el diagnóstico de “caso” se hace que los de las muestras clínicas (edad, sexo,
basada en el juicio clínico que se agrega al estado civil, otras variables socio demográficas,
“diagnóstico de sentido común” hecho por los etc.22), aún no se sabe si son formas leves de
familiares, amigos, empleadores, etcétera. los mismos trastornos o si constituyen otras
estructuras.
Los criterios diagnósticos usados en las
encuestas de población son generalmente En la evolución del DSM-III al IV, para
aplicados por medio de formatos modificados y disminuir la posibilidad de falsos positivos23, se
por no técnicos. En consecuencia, al no existir agregó a casi la mitad de los tipos el criterio de
selección previa y al no aplicarse el juicio “significación clínica”. Criterio que requiere
clínico, la posibilidad de “falsos positivos” que el malestar o la incapacidad que el paciente
se incrementa. Es lo que ha sucedido con las presenta sea mayor que la que especifican los
llamadas encuestas de 3ª generación. Las en- criterios diagnósticos.
cuestas anteriores a la segunda guerra mundial, La aplicación del criterio de “significación
realizadas principalmente por psiquiatras y clínica”, creado para mejorar la distinción entre
mediante entrevistas no estructuradas, referían
“trastorno” y “no trastorno”, ha determinado
una prevalencia de trastornos mentales del
una interesante evolución práctica y conceptual.
4%, mientras que las encuestas de los años 70,
Por un lado, ha mejorado la aplicación de
hechas también por psiquiatras pero utilizando
algunas entrevistas estandarizadas, mostraron los criterios diagnósticos, aunque no quede
una prevalencia del 20%. Cuando finalmente claro aún cuál es el real valor de este criterio
la evaluación fue realizada por no técnicos, en la resolución del problema de los falsos
mediante cuestionarios y sin interpretación positivos24. Por otro, ha planteado la necesi-
clínica de las respuestas (ECA, NCS), esa cifra dad de operacionalizar este criterio en los
se elevó a valores entre 44 y 48%. Valores que, instrumentos epidemiológicos para que no
tanto por su magnitud como por la divergencia sean sobrevaloradas las formas menores25. Y
con los datos clínicos, han planteado la dificultad finalmente, en el plano conceptual ha traído
de su validez diagnóstica al comprobarse que nuevamente a la discusión la cuestión de
los resultados dependen en parte del modo la naturaleza de los trastornos mentales,
como se organiza el cuestionario. entendidos cada vez más como “disfunciones

página 62|Volumen 66 Nº 1 Junio 2002|Revista de Psiquiatría del Uruguay|Depresión a fin del siglo XX
biológicas” de “mecanismos psicológicos” (cf 6. American Psychiatric Association
Trabajos originales
Spitzer 99). Diagnostic and Statistical Manual
Tomando en cuenta lo antedicho es necesario of Mental Disorders. Third Edition
reconsiderar el dato de una prevalencia del 30% Washington, DC: American Psychiatric
porque es muy probable que esa frecuencia Association; 1980.
se deba a los cuestionarios utilizados y a su
aplicación por no técnicos. 7. World Health Organization Interna-
tional Statistical Classification of
En consecuencia, es necesario ser cuidadoso
Disease, 10th Revision (ICD-10) Geneva,
en la presentación de los hallazgos epidemio-
Switzerland: World Health Organization;
lógicos, ya que es imprescindible, a la hora de
1992.
discutir las políticas de salud pública, “tener
información clara sobre la prevalencia de los
8. Asociación Psicoanalítica del Uru-
trastornos mentales” para que “datos tan
guay. Los duelos y sus destinos. Depresión,
diferentes no confundan” y porque es necesario
hoy. T I, II. 1er. Congreso de Psicoanálisis,
distinguir entre “diagnóstico y necesidad de
mayo 2000. Grafica, Montevideo, 2000.
tratamiento”26, 27. De otro modo se corre el riesgo
de orientar los recursos a las formas menores
9. Ey H. Contribution à l’étude des relations
de depresión sin encarar en profundidad
des crises de mélancolie et des crises de
las formas mayores, con sus secuelas de
dépression néurotique. Evolut. Psychiat.,
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