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Con el nacimiento del Estado y la propiedad privada y el incremento de las

diferencias entre los hombres, se va acentuando el carácter clasista de la


impartición de justicia. El papel del Estado como árbitro para resolver las
desventajas entre los miembros de un grupo social, logra que se vaya perdiendo la
llamada esa gran diferencia existente en el principio de los estados de Derecho.

Con el pasar de los siglos y añadido a esto el estudio lógico y el instinto de reacción
de defensa del hombre primitivo, ha llevado a la elaboración de un alto y complicado
sistema de instituciones procesales. El poseer leyes que forman la pirámide
moderna del derecho y la forma de actuación de los encargados de su aplicación,
donde la responsabilidad de la armonía social esta en nuestras manos para
garantizar una paz social. Se separa entonces de lo que clásicamente venía
planteándose de justicia reparadora o retributiva, entrando en el camino de justicia
humana objetiva y necesaria.

La aplicación de la justicia, como necesidad básica de todo grupo social, tiene que
adaptarse a los cambios en las condiciones históricas, sociales, políticas y
económicas para así tener un fin lógico. Esto lo encabeza la Constitución de la
República, que para mi criterio provienen de las costumbres sociales de la época
en la cual se consagra.

Buscando el significado de constitución política encontré esta:

“Una Constitución que es un texto codificado de carácter jurídico-político, fruto de


un poder constituyente, que tiene el propósito de constituir la separación de
poderes, definiendo y creando los poderes constituidos (legislativo, ejecutivo y
judicial), que antes de la constitución estaban unidos o entremezclados, define sus
respectivos controles y equilibrios (checks and balances),3 además es la ley
fundamental de un Estado, con rango superior al resto de normas jurídicas,
fundamentando (según el normativismo) todo el ordenamiento jurídico, incluye el
régimen de los derechos y libertades de los ciudadanos y delimita los poderes e
instituciones de la organización política”.

Desde el punto de vista histórico este movimiento, que se podría denominar


Constitucionalismo, nace como consecuencia y a la luz de las grandes Revoluciones
(Norteamericana y Francesa).

Es sabido que, la Constitución adquiere una gran relevancia, no sólo porque ocupa
la posición de primer nivel en el ordenamiento jurídico, sino porque es
materialmente donde los derechos en conflicto son fundamentales, de relevancia
Constitucional, al estar integrados, de un lado, por el derecho de penar que ejercita
el Ministerio Público y de otro por el derecho a la libertad del imputado que hace
valer la defensa.

Es así como la constitución debe de ser ese estandarte que garantice a cada
individuo sea nacional o extranjero, dentro del territorio nacional, sus derechos;
además de que el estado sea el tutor judicial por excelencia sin trabas ni
dilataciones. El proceso es un producto de la convención, del trato o contrato social.
Pertenece a la sociedad, a cada individuo en particular y éste se materializa cuando
se presenta un caso concreto ante la jurisdicción y, en consecuencia de ello, se
actúa la denominada voluntad de la Ley a dicho caso. Otros autores vienen
haciendo uso de la expresión proceso justo. Esto debe de nacer desde la principal
fuente del derecho en cada nación, que es, la constitución.

Debo terminar diciendo que muchos creemos en la supraconstitucionalidad de la


convención en muchas materias; principalmente dentro de los derechos humanos,
es así como muchos han denominado al debido proceso “Ius cogens” ya que
muchas normas constitucionales van en contra de un derecho que esté al alcance
de todos sin desigualdad.

Creado por Francisco Martínez


Cedula 110980809

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