DOMINGO 11 DURANTE EL AÑO-17 DE JUNIO 2018 -Nº 2411-CICLO B
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“EL REINO DE DIOS ES COMO UNA SEMILLA…”
Las dos parábolas, que la liturgia
de este domingo propone, son la
descripción de dos cualidades del
Reino de Dios.
La primera parábola (Mc 4,26-29): La
semilla que germina y va creciendo
sin que sepa el viñador, indica la
fuerza milagrosa con la que crece
el Reino de Dios. Da fruto porque la
fuerza y la vida están dentro de la
semilla. Ahora bien, la aclamación
al Evangelio aclara que “la semilla
es la Palabra del Señor, el sembrador es Cristo…”. Por
tanto, todo el crecimiento de la Iglesia y los frutos que
se van viendo en estos tiempos, la actividad misionera
no se deben a la capacidad humana de organizar, de
convencer a los otros; sino porque la semilla ya lleva en
sí la fuerza transformadora. Sin la Palabra del Señor no
podemos hacer nada. En cambio, el Espíritu que está
en la pequeña semilla es el que hace el milagro de la
comunión, del cambio de vida y de la evangelización
misionera.
PREGUNTAS ¿Qué mensajes concretos sacas para tu vida cristiana de ambas parábolas?// En tu trabajo pastoral ¿te
DE REFLEXIÓN desanimas ante las dificultades o confías totalmente en Dios y sigues adelante? Amplia tu respuesta.
RITOS DE ENTRADA
M. El Evangelio de este domingo nos habla del crecimiento del
Reino de Dios mediante dos parábolas inspiradas en la semilla
que crece. Con gozo, iniciemos nuestra celebración en la que
sentiremos la alegría de ser parte de la expansión del Reino de
Dios.
1. CANTO DE ENTRADA “Vamos cantando al Señor” (VSJ 41 E.R. 10)
Vamos cantando al Señor:
Él es nuestra alegría.
La luz de un nuevo día venció a la oscuridad:
que brille en nuestras vidas la luz de la verdad.
La Roca que nos salva es Cristo, nuestro Dios:
lleguemos dando gracias a nuestro Redentor.
2. SALUDO
C. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
C. La paz, la caridad y la fe de parte de Dios Padre, y de
Jesucristo, el Sembrador de la semilla de la Palabra, estén con
todos ustedes.
R. Y con tu espíritu.
3. ACTO PENITENCIAL
C. Hermanos: El Señor Jesús que nos invita a la Mesa de su
Palabra y de la Eucaristía, nos llama a la conversión. Ahora,
reconociéndonos pecadores imploramos su Misericordia.
(Silencio breve).
C. En Tí creemos:
Todos: Señor, ten piedad.
La segunda parábola (Mc 4,30-32),
“del grano de mostaza”, subraya la
desproporción que existe entre el
inicio pequeño, humilde, y que en
su desarrollo se convierte en la más
grande de todas las hortalizas, donde
“los pájaros del cielo se cobijan a
su sombra”. En la lógica del mundo
cuanto más grande es el poder de
influencia, mayor y más eficiente
debe ser los recursos mediáticos y
de dinero. La parábola nos dice que
el Reino de Dios siempre comienza
pequeño y humilde. En efecto, Cristo nuestro Salvador
quizo salvarnos así: con humildad y muriendo en la cruz.
En esta pequeñez crece la Iglesia y acoge a todos los
pueblos y culturas (= las aves que vienen a guarecerse en
las ramas del árbol).
La maravilla es que no obstante las dificultades externas e
internas de la Iglesia, el Reino de Dios crece continuamente
y se renueva paso a paso, porque la fuerza y la energía de
la Palabra de Dios mueve y cambia nuestros corazones.
C. Queremos convertirnos a Tí:
Todos: Cristo, ten piedad.
C. En Tí ponemos nuestra esperanza:
Todos: Señor, ten piedad.
C. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén
4. CANTO DEL GLORIA: “Gloria a Dios sea en el cielo” (VSJ 473; E.R. 709)
Gloria, gloria a Dios, gloria, gloria a Dios.
Gloria a Dios sea en el cielo
y en la tierra al hombre paz.
Por tu gloria te alabamos, por tu infinita bondad;
por tu amor te bendecimos, Dios Padre, Rey celestial.
Tú que quitas el pecado, Cristo, Cordero de Dios:
Apiádate de nosotros, escucha nuestra oración.
Porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú eres el Señor,
en la gloria de Dios Padre, con el Espíritu, amor.
5. ORACIÓN COLECTA
C. Oremos (Silencio). Dios nuestro, fuerza de los que esperan en
Ti, escucha con bondad nuestros súplicas, ya que sin tu ayuda
nada puede la fragilidad humana, y concédenos la gracia de
cumplir tus mandamientos para agradarte con nuestras acciones
y deseos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos
de los siglos. Amén.
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6. PRIMERA LECTURA El justo florecerá como la palmera,

M. El profeta comunica a los exiliados los planes de crecerá como los cedros del Líbano:
salvación que Dios ha de ejecutar muy pronto. Dios como trasplantado en la Casa del Señor,
buen jardinero y podador, cuidará de los árboles “buenos” florecerá en los atrios de nuestro Dios.R.
y humillará a los árboles soberbios.
En la vejez seguirá dando frutos,
Lectura de la profecía de Ezequiel 17, 22 -24 se mantendrá fresco y frondoso,
para proclamar qué justo es el Señor,
Así habla el Señor: mi Roca, en quien no existe la maldad. R.
Yo tomaré la copa de un gran cedro, cortaré un brote de
la más alta de sus ramas, y lo plantaré en una montaña 8. SEGUNDA LECTURA
muy elevada: lo plantaré en la montaña más alta de Israel. M. Nuestra vida presente es transitoria. Nuestra vida
definitiva es estar con Dios para siempre, luego de pasar
Él echará ramas y producirá frutos, y se convertirá en un por el tribunal de Jesucristo.
magnífico cedro. Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a
Pájaros de todas clases anidarán en él, habitarán a la los cristianos de Corinto 5, 6-10
sombra de sus ramas. Hermanos:
Y todos los árboles del campo sabrán que Yo, el Señor, Nosotros nos sentimos plenamente seguros, sabiendo
humillo al árbol elevado y exalto al árbol humillado, hago que habitar en este cuerpo es vivir en el exilio, lejos del
secar al árbol verde y reverdecer al árbol seco. Señor; porque nosotros caminamos en la fe y todavía no
vemos claramente.
Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.
Sí, nos sentimos plenamente seguros, y por eso, preferimos
Palabra de Dios. dejar este cuerpo para estar junto al Señor; en definitiva,
Te alabamos, Señor. sea que vivamos en este cuerpo o fuera de él, nuestro único
deseo es agradarle.
7. SALMO RESPONSORIAL 91, 2 – 3.13-16 Porque todos debemos comparecer ante el tribunal de
R. Es bueno darte gracias, Señor. Cristo, para que cada uno reciba, de acuerdo con sus
obras buenas o malas, lo que mereció durante su vida
Es bueno dar gracias al Señor, mortal.
y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre;
proclamar tu amor de madrugada, Palabra de Dios.
y tu fidelidad en las vigilias de la noche. R. Te alabamos, Señor.

9.
EVANGELIO
M. Las dos parábolas que relata el Evangelio
ponen de relieve el crecimiento del Reino de
Dios, que se parece a la semilla que crece por
sí sola y al pequeño grano de mostaza que
se convierte en un árbol, en cuyas ramas se
cobijan las aves.
Aleluia.
La semilla es la Palabra de Dios,
el sembrador es Cristo;
el que lo encuentra permanece para
siempre.
Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Marcos 4, 26 - 34
Jesús decía a sus discípulos:
«El Reino de Dios es como un hombre que
echa la semilla en la tierra: sea que duerma
o se levante, de noche y de día, la semilla
germina y va creciendo, sin que él sepa
cómo. La tierra por sí misma produce primero
un tallo, luego una espiga, y al fin grano
abundante en la espiga. Cuando el fruto está
a punto, él aplica en seguida la hoz, porque
ha llegado el tiempo de la cosecha».
También decía: « ¿Con qué podríamos
comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola
nos servirá para representarlo? Se parece a
un grano de mostaza. Cuando se la siembra,
es la más pequeña de todas las semillas de la
tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega
a ser la más grande de todas las hortalizas, y
extiende tanto sus ramas que los pájaros del
cielo se cobijan a su sombra».
Y con muchas parábolas como éstas les
anunciaba la Palabra, en la medida en que
ellos podían comprender. No les hablaba sino
en parábolas, pero a sus propios discípulos,
en privado, les explicaba todo.
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor, Jesús.
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COMUNIDAD EUCARÍSTICA: COMUNIDAD MISIONERA

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10. HOMILÍA/SILENCIO 14. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
11. PROFESIÓN DE FE C. Señor, que nos alimentas con estos dones, y nos
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la renuevas con tu sacramento, concédenos que nunca nos
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que falte el sustento para el alma y para el cuerpo. Por Jesucristo,
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de nuestro Señor. Amén.
santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, PLEGARIA EUCARÍSTICA
al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. 15. CANTO DE COMUNIÓN “Por un pedazo de pan” (VSJ 205; E.R. 2320)
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Por un pedazo de pan y por un poco de vino,
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la yo he visto a más de un hermano
comunión de los santos, el perdón de los pecados, la abandonar su camino.
resurrección de la carne y la vida eterna. Amén Por un pedazo de pan y por un poco de vino,
yo también vi a mucha gente
12. ORACIÓN UNIVERSAL volver nuevamente
C. A Dios Padre, que por su Hijo, nos regala la semilla del al encuentro con Dios.
Reino, presentemos nuestras oraciones con confianza. A
cada petición respondemos: Por Cristo, Presencia de tu Por un pedazo de pan, por un poco de vino,
Reino, óyenos. Dios se nos hizo manjar, se nos hizo camino,
por un pedazo de pan, por un pedazo de pan.//
Por la Iglesia Cristiana Católica: para que a pesar de
las dificultades siga trabajando por el crecimiento del Al no tener vino y pan, y por faltarle comida,
Reino en todas las naciones. Oremos. yo vi a más de un hermano
amargado de la vida;
Por los que gobiernan las naciones: para que y por no dar de su pan, y por no dar de su vino,
desarrollen programas y políticas sociales a favor del he visto a más de un creyente
bien común y contribución en la expansión del Reino perder de repente el sentido moral,
de Dios proclamado por Jesús, el Señor. Oremos. vi que el camino se hará
Por las personas que sufren y se encuentran en si se siembra justicia, amor e igualdad.
problemas: para que apoyadas en el mensaje de Jesús 16. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
y en nuestra solidaridad, contribuyan al crecimiento del C. Te pedimos, Padre, que así como la comunión que hemos
Reino de Dios en la familia y en el país. Oremos. recibido es signo de la unión de los creyentes en Ti, también
se realice la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro
Por el éxito del “5º Congreso Americano Misionero”: Señor. Amén
para que este acontecimiento eclesial impulse a todas
las Iglesias a trabajar por la expansión del Reino de
Dios en todo el Continente. Oremos. RITO DE CONCLUSIÓN
Por todos nosotros: para que con la Fuerza del Espíritu M. Hermanas y hermanos: El Señor ha sembrado en nuestros
Santo seamos fieles servidores del Reino de Dios en corazones la semilla de su Reino. Hagámosla crecer y
permanente crecimiento. Oremos. esparcirla en el país con nuestro trabajo perseverante de
Discípulos – Misioneros.
(La comunidad ora por los hechos acontecidos en la semana)
17. BENDICIÓN
C. Dios Padre, que en Jesucristo, tu Hijo, nos has entregado C. Y la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo (✝)
tu Reino para que colaboremos en su crecimiento, danos y del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe
fuerza, santidad y sabiduría para lograrlo. Por Jesucristo siempre. Amén.
nuestro Señor. Amén. C. Pueden ir en paz.
T. Demos gracias a Dios.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA 18. CANTO FINAL: “El Señor hizo en mí” (VSJ, 246/E.R. 55769)
13. CANTO DE LAS OFRENDAS. “Te presentamos” (VSJ. 158; E.R. 1522) El Señor hizo en mí maravillas.
Te presentamos el pan y el vino que cada día, Gloria al Señor.
tú nos regalas; son los trabajos y los sudores; Engrandece mi alma al Señor,
es la fatiga del caminar. se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador.
Se inclinó a la pequeñez de su esclava;
Recibe, Padre, nuestras ofrendas; desde ahora dichosa me dirán todos los siglos.
de Ti nos vienen, aquí las tienes.
Bendito seas por tus bondades; Maravillas hizo en mí el Poderoso
bendito seas siempre, Señor. y Santo es su nombre.

SUGERENCIAS PARA LA CELEBRACIÓN

4Después de la Homilía, el que preside la celebración, dialoga con los fieles de la Asamblea sobre el mensaje de
las parábolas del Evangelio.
4En el rito de ofrendas, juntamente con el pan y vino, llevar diversas semillas de las plantas de la región.
4Antes de la oración después de la comunión, el que preside retoma el mensaje de las parábolas a partir de las
semillas que se llevaron en el rito de ofrendas.
4Antes de impartir la bendición, los fieles oran por el éxito del “5° Congreso Americano Misionero”. El texto está
en la cuarta página de esta hoja litúrgica.
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El Reino de Dios,
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una tarea a la que estamos llamados a contribuir

• Una semilla pequeña en la palma de nuestra mano, ¿qué puede sugerirnos?
Escuchemos lo que nos dice el Papa Francisco:
“Jesús se dirigía a quienes le escuchaban con palabras
sencillas, que todos podían entender. Él nos habla a
través de breves parábolas, que hacen referencia a la
vida cotidiana de la gente de esa época. Jesús enseña
qué es el reino de los cielos, cómo se le encuentra y qué
hay que hacer para poseerlo. ¿Qué es el Reino de los
cielos? Jesús no se preocupa por explicarlo. Lo enuncia
desde el comienzo de su Evangelio: “El Reino de los cielos está cerca”; —también hoy está cerca,
entre nosotros— sin embargo nunca lo deja ver directamente, sino siempre de manera indirecta,
narrando el obrar de un propietario, de un rey, de diez vírgenes… Prefiere dejarlo intuir, con parábolas
y semejanzas, manifestando sobre todo los efectos: el Reino de los cielos es capaz de cambiar el
mundo, como la levadura oculta en la masa; es pequeño y humilde como un granito de mostaza, que,
sin embargo, llegará a ser grande como un árbol.”  (Homilía, 26 de julio de 2014).
¿Qué mensajes para mi vida tomo de lo que me dice el Papa Francisco?

Oración de Preparación al
“5º Congreso Americano Misionero”

La dulce y confortadora alegría de evangelizar

Padre bueno, creador de todas las cosas,

concédenos tu misericordia que borre de nosotros la tristeza egoísta
que brota de un corazón cómodo y avaro,
de una vida enfermiza de caprichos y de la conciencia cerrada a los demás.

Que siempre podamos encontrarnos con tu Hijo Jesucristo,

que Él cautive nuestro corazón,
de modo que su mirada serena lo fortalezca en la fe y lo abra a los hermanos
y, a pesar de nuestros límites,
seamos capaces de mostrar al mundo el gozo de una vida nueva,
la que surge de su divino Corazón.

Que tu Iglesia inundada por la dulce y confortadora alegría de evangelizar

y fecundada con nuevos hijos,
pueda contemplar agradecida cómo se expande, arraiga y desarrolla
la bondad, la verdad y la belleza con la fuerza renovadora de tu Espíritu Santo.
Que la Virgen María, Estrella de la nueva evangelización,
nos haga descubrir la fortaleza de la humildad y la ternura,
y, en los momentos áridos y difíciles,
su materna intercesión nos conforte,
enseñándonos a poner en Ti toda nuestra confianza
y a sostenernos los unos a otros con la oración.
Amén.
(Papa Francisco)

Dios nos habla cada día: del 18 al 24 de Junio

Lunes: 1R 21,1-16; Sal 5,2-3a.5-7; Mt 5,38-42 Liturgia de las Horas: III Semana.
Martes: 1R 21,17-29; Sal 50,3-6a.11.16; Mt 5,43-48
Miércoles: 2R 2,1.6-14; Sal 30,20-21.24; Mt 6,1-6.16-18
Jueves: Eclo 48,1-14; Sal 96,1-7; Mt 6, 7-15
Viernes: 2R 11,1-4.9-18.20; Sal 131,11-14.17-18; Mt 6,19-23
Sábado: 2Cro 24,17-25; Sal 88,4-5.29-35; Mt 6,24-34
Domingo: Solemnidad, Nacimiento de san Juan Bautista: Is 49,1-6; Sal 138,1-3.13-15;
Hch 13,22-26; Lc 1,57-66.80

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