Está en la página 1de 6

Nutrición Mineral.

Los nutrientes minerales, como el nitrógeno, fósforo o potasio, son elementos que las plantas
adquieren del suelo en forma de iones inorgánicos. Todos los nutrientes minerales son
reciclados a partir de todos los organismos vivos, pero entran en la biosfera principalmente
gracias al sistema radicular de las plantas, por lo que podríamos decir, en cierto sentido, que
las plantas actúan como los “mineros” de la corteza terrestre.

Denominamos “Nutrición Mineral” a la disciplina que se dedica al estudio de cómo las


plantas obtienen y usan los nutrientes minerales. Esta área de investigación es muy
importante en la agricultura moderna y en la protección medioambiental. Un alto rendimiento
agrícola depende de una adecuada fertilización con nutrientes minerales. De hecho, los
rendimientos de la mayor parte de los cultivos vegetales aumentan de forma lineal con la
cantidad de fertilizantes que pueden absorber.

Elementos Esenciales:

Las plantas requieren para su normal desarrollo el aporte de 16 elementos esenciales de los
cuales tres son aportados por la naturaleza (Carbono, Hidrogeno y oxigeno), los restantes
deben ser incorporados mediante un plan de nutrición, estos están divididos en tres grupos,
los elementos mayores (Nitrógeno, Fosforo y Potasio); secundarios (Calcio, Magnesio y
Azufre) y menores (Hierro, Manganeso, Cobre, Zinc, Boro, Molibdeno y Cloro).
Funciones en el metabolismo vegetal.

Para entender el complejo mundo de la nutrición vegetal y mantener a las plantas creciendo
sanamente requerimos entender sobre las funciones que tiene cada nutrimento y la
interacción entre ellos. Para maximizar los rendimientos y la rentabilidad de nuestro cultivo
tenemos que recordar la ley de Liebig la cual establece que el crecimiento de las plantas no
es controlado por la cantidad total de nutrimentos disponibles para las plantas, pero sí lo
determina los elementos limitantes en cierto periodo. Los nutrimentos en los que invertimos
para maximizar los rendimientos, calidad de los frutos y rentabilidad, no trabajan
aisladamente, sino que funcionan en un proceso de interacción compleja, que juntos
aprovechan la luz solar para convertirlo en fuentes de alimento para el hombre.

Nitrógeno (N). Es el componente principal de las sustancias básicas o elementales de las


plantas como los aminoácidos, enzimas, hormonas y proteínas. Las plantas absorben
activamente el nitrógeno a través de las raíces en forma de nitratos (NO3) y amonio (NH4).
La absorción foliar del N es maximizado como amoniaco (NH3), NO3 y aminoácidos, y en
ciertas condiciones en forma de urea líquida. Generalmente el NH4 es tomado por las raíces
en pH neutro y la absorción decae cuando el pH baja. Caso contrario al NO3 que es absorbido
rápidamente en pH ligeramente menor al neutro. La mayor parte del NH4 absorbido por las
plantas es asimilado rápidamente en aminoácidos constituyendo a las proteínas antes de ser
transportados a las vacuolas de las hojas. En cambio, el NO3 es reducido a NH3 antes de ser
utilizados por las plantas, este proceso se da principalmente en las hojas.

El nitrógeno es transportado dentro de las plantas principalmente en forma de aminoácidos y


NO3. Ya que las hojas son abastecidas de aminoácidos hasta que llegan a la madurez el mayor
movimiento del nitrógeno se da en las hojas jóvenes. Para que el N pueda convertirse en
aminoácidos, algunas interacciones con otros nutrimentos son necesarias, por ejemplo; el
Azufre (S) es necesario para algunos aminoácidos y proteínas. O bien el Cobre (Cu), Fierro
(Fe) y Molibdeno (Mo) son constituyentes de las enzimas. El Fósforo parte de los ácidos
nucleicos, mientras que el Magnesio (Mg), Manganeso (Mn), Zinc (Zn) y Azufre (S), están
involucrados en la producción de clorofila, responsable de la coloración verde de las plantas.

Fósforo (P). La absorción de este elemento se da principalmente en forma de fosfato


monovalente y divalente. Depende de gran medida del pH del suelo o solución nutritiva pues
declina rápidamente con el incremento del pH. La absorción del P es también incentivado
por la presencia de micorrizas arbusculares.

El fosfato es relativamente movible dentro de las plantas, por lo que se puede transportar de
manera ascendente y descendente en el floema, es decir, que las hojas jóvenes pueden ser
abastecidas rápidamente de fósforo absorbido por las raíces o traslocados de hojas maduras,
o bien, se pueden dar casos que el P traslocado a las hojas nuevas es movido a hojas viejas.
El fosfato es necesario para la energía que las plantas requieren en el metabolismo y conduce
a reacciones químicas en los tejidos vegetales. Estimula el desarrollo temprano de la raíz,
floración y viabilidad de las semillas. Este nutrimento se puede almacenar en el suelo y estar
disponible en siguientes ciclos de cultivo.
Potasio (K). Este nutrimento puede ser absorbido de manera activa o pasiva principalmente
en la etapa de crecimiento. Se trata de un elemento muy movible dentro de las plantas y es
transportado directamente a las hojas jóvenes y meristemos apicales. Durante la alta
absorción de K otros nutrimentos pueden ser afectados como el Mg y Ca. El K es involucrado
en la formación de enzimas, aminoácidos y proteínas, juega un papel importante en la
absorción del agua y afecta directamente la tasa de transpiración mediante el cierre y apertura
estomática. Es un elemento crítico para que las plantas puedan resistir a los ataques de
patógenos. El vigor y rigidez de las plantas son controladas por este nutrimento, es esencial
para la formación de almidones y se ve reflejado en una buena maduración de los frutos con
color intenso, firmeza y mayor vida en anaquel.

Calcio (Ca). La absorción de este nutrimento se da de manera pasiva y es absorbido


principalmente por los pelos radicales. El Ca es traslocado de la raíz al xilema y de éste a los
meristemos apicales. El transporte del Ca es controlado por la transpiración. Debido a la baja
movilidad del Ca dentro de las plantas y la nula traslocación de este elemento de hojas
jóvenes a maduras, las plantas requieren un suministro constante de Ca. La función principal
del Ca es la elongación celular y una división celular vigorosa (crecimiento).
El Ca es requerido para formar nuevos tejidos, especialmente nuevas raíces, desarrollo de
pelos radicales y meristemos apicales. Su oportuna aplicación estimula el vigor de las plantas,
la viabilidad del polen, contenido proteico de granos y semillas. Así mismo, su buena
aplicación conduce a plantas resistentes al estrés y tolerancia a la sequía. Un bajo suministro
de Ca se refleja en hojas débiles y necrosis apical en frutos. El Ca, requiere de una atención
especial, pues es el único nutrimento que en su ausencia total, causa la muerte inmediata de
las plantas. Se ha comprobado que cuando se cesa la aplicación de este elemento, después de
7 días las raíces ya no son capaces de absorber agua y nutrimentos y consecuentemente la
planta muere.

Azufre (S). Es absorbido de manera activa por las raíces y de manera foliar. En ciertas
condiciones, su absorción puede inhibir al fosfato y nitrato. Su trasporte se da de manera
ascendente a través del xilema. Es un componente integral de aminoácidos y ayuda a la
formación de proteínas, y acumulado en las semillas. En la etapa de crecimiento el S participa
activamente en el crecimiento, recuperación rápida al ataque de plagas y patógenos,
resistencia al estrés y enfermedades.

Magnesio (Mg). Al igual que el Ca, es absorbido de manera pasiva. Cuando se da una
elevada aplicación de Mg se puede inhibir la absorción del Ca, K y NH4 y esto puede resultar
en deficiencia de estos nutrimentos. El Mg es relativamente movible dentro de las plantas y
es transportado tanto en el xilema como en el floema. Es extremadamente necesaria para la
producción de clorofila y regula la absorción de otros nutrimentos actuando como
transportador. El Magnesio como el fósforo, se involucra en las reacciones metabólicas y es
necesario para la mayoría de las funciones vitales de las plantas. Por todo lo anterior se debe
recordar siempre que la aplicación de algún nutrimento afectará al resto en cierta manera ya
sea directa o indirectamente y concluimos con la ley de Liebig que dice “el crecimiento de
las plantas no es controlado por la cantidad total de nutrimentos disponibles para las plantas,
pero sí lo determina los elementos limitantes en cierto periodo”.
Antagonismo y Sinergismo.

Los nutrientes minerales son esenciales para mejorar el crecimiento y desarrollo de los
cultivos; pero muchas veces su proceso de absorción, asimilación y transporte en sus formas
iónicas por las plantas son explicados como si fueran procesos independientes uno de otro,
cuando en realidad todos estos nutrientes interactúan entre sí. Al momento de su absorción
estos compiten por los transportadores debido a que estos muchas veces no son específicos
para un ion en particular. La competencia entre los nutrientes está influenciada por las
propiedades del transportador y la concentración de los iones del nutriente en la solución; por
lo tanto, las interacciones que se dan entre los iones de los nutrientes pueden ser sinérgicas o
antagónicas.

Amonio/Potasio. Ambos cationes son monovalentes, por lo que existe un efecto antagónico
entre ambas formas iónicas. Se ha demostrado a través de muchos estudios, que entre más
elevada sea la cantidad aplicada de amonio se tendrá una menor absorción de potasio por las
raíces y viceversa. También podemos esperar que ante un exceso de potasio ocurra una
deficiencia de magnesio, por estar presente este último en la solución del suelo en forma de
catión. Para evitar el fenómeno antagónico entre estos nutrientes es recomendable realizar
análisis de suelo para diagnosticar la disponibilidad nutrimental y establecer programas de
fertilización balanceados.

Cloro/Nitrato. Un fenómeno similar al que ocurre entre amonio y potasio, ocurre entre los
aniones monovalentes de cloro y nitrato. Esta relación de aniones en especial debe cuidarse,
ya que el exceso de nitrato puede ocasionar problemas en la salud humana como la
metahemoglobinemia, la cual afecta principalmente a los bebes, además de desencadenar la
producción de compuestos carcinógenos en hortalizas de hoja. Bajo la relación antagónica
que tienen estos aniones, una de las estrategias para reducir el contenido de nitratos en las
hortalizas de hoja es la aplicación de cloruros, que permite reducir la absorción excesiva de
este anión.

Manganeso/Magnesio. Suelos ácidos tienen generalmente grandes cantidades de


manganeso soluble, este catión reduce la absorción de magnesio por las plantas. También
altas cantidades de manganeso disminuyen la tasa de absorción del potasio. Otro problema
de los suelos ácidos es el alto nivel en el contenido de aluminio soluble; este catión también
reduce la absorción de iones como calcio y magnesio.

Cobre/Nitrógeno. Altas cantidades de nitrógeno inmovilizan al cobre y con ello aumenta el


riesgo de su deficiencia. Se ha demostrado que las plantas presentan deficiencias de cobre
cuando estas son sometidas a tratamientos donde la aportación de cobre es mínima, mientras
que la de nitrógeno es elevada, demostrando que altos niveles de este último inhiben la
absorción del cobre, disminuyendo el rendimiento de los cultivos.

Fósforo/Zinc. Entre mayor sea la aplicación de fósforo menor absorción de zinc.


Tradicionalmente se creía que la razón de este antagonismo se debía a que se formaban
complejos de Zn-P que se precipitaban; es una teoría validada, pero sin un sustento en su
totalidad, se ha visto criticada por investigaciones recientes que mencionan que este
antagonismo no está directamente relacionado con la interacción de estos dos iones, sino más
bien a una inhibición de la actividad de las micorrizas, responsables de la absorción de más
del 35 % del zinc por las plantas, las cuales reducen su actividad por las altas concentraciones
de fósforo. El crecimiento del cultivo entonces se ve reducido por efecto de las altas
concentraciones de fósforo, aunque niveles adecuados de zinc con niveles altos de fósforo
favorecen y potencian el rendimiento. La aplicación de micorrizas, sólo es necesaria en suelos
degradados, es decir, con un bajo contenido de materia orgánica. El fósforo también induce
la deficiencia de hierro

Sinergismo entre nutrientes El sinergismo entre los nutrientes ocurre generalmente entre
nutrientes que tienen diferente valencia y principalmente con nutrientes catiónicos que están
relacionados con la absorción de los iones de nitrógeno en forma de nitrato.

Cobre/Nitrógeno. No se debe exagerar en la dosificación de nitrógeno para evitar su


antagonismo con el cobre como se ha explicado anteriormente. Cuando el suministro de
cobre es suficiente y se tiene un aporte alto de nitrógeno, se genera un efecto positivo sobre
el rendimiento del grano en el cultivo. El rendimiento que se alcanza al suministrarlos
suficientemente, es superior al que se obtiene si se aplican de manera individual.

Potasio/Fósforo. Su efecto conjunto en el rendimiento del cultivo es superior al rendimiento


que se obtiene por su aplicación individual. Entre mayor sea la cantidad aplicada de los
elementos, la respuesta en el rendimiento se mejora hasta un punto máximo.

Potasio/Nitrógeno. El potasio mejora la absorción y transporte del nitrógeno, especialmente


en forma de nitratos en las raíces. Se ha comprobado mediante estudios que para potenciar el
efecto del nitrógeno dentro de las plantas, es esencial el aporte de cantidades adecuadas de
potasio para alcanzar rendimientos elevados. También se ha visto que cuando se tienen
niveles adecuados de potasio, el cultivo responde positivamente a las aportaciones crecientes
de nitrógeno.

Azufre/Nitrógeno. Un nivel de suficiencia de azufre es clave para mejorar el uso del


nitrógeno por las plantas. Al igual que en potasio, niveles deficitarios de azufre ocasionan
una acumulación de nitratos, aminoácidos y aminas debido a la reducción de la biosíntesis
de proteínas, que causa una menor conversión de compuestos nitrogenados a proteínas.
Dichos compuestos nitrogenados solubles, en los tejidos vegetales ejercen un efecto negativo
en la absorción de nitrógeno por la raíz. El azufre y el nitrógeno son sinérgicos y se deben
aplicar al mismo tiempo al igual que potasio. El azufre favorece el aprovechamiento y la
absorción de una mayor cantidad de nitrógeno por kilogramo de fertilizante nitrogenado
aplicado. Muy pocas veces se aplica azufre, esto hace que la eficiencia de absorción del
nitrógeno sea baja y las dosis de aplicación incrementen, al igual que los costos. Además, se
contribuye a la contaminación del ambiente.

Nitrógeno-Fósforo-Potasio/Zinc. La fertilización con nitrógeno-fósforo-potasio mejoran


los rendimientos conforme su dosis de aplicación se incrementan, aunque esto es cierto hasta
cierto punto, donde el cual partir decrece la eficiencia de su utilización. El suministro de zinc
mejora la respuesta de la fertilización con nitrógeno-fósforo-potasio.
Boro y la absorción de nutrientes. Una adecuada nutrición con boro es necesaria para el
mantenimiento de la absorción de nutrientes por las raíces, probablemente debido a su
contribución directa con la integridad estructural y funcional de las membranas celulares de
la raíz, al igual que el calcio, además de mantener un mayor gradiente en el potencial de
membrana de la raíz. Un adecuado nivel de boro mejora la absorción de calcio, potasio y
fósforo.

Funciones del Sodio, Selenio, Silicio, Yodo, Cobaldo, Galio.

Sodio: El sodio no es un elemento esencial para las plantas, pero puede ser usado en pequeñas
cantidades, al igual que los micronutrientes, como auxiliar para el metabolismo y la síntesis
de clorofila. En algunas plantas, puede ser empleado como sustituto parcial de potasio y es
útil en la apertura y el cierre de estomas, lo cual ayuda a regular el equilibrio interno de agua.
El cloruro es necesario en pequeñas cantidades y coadyuva en el metabolismo de las plantas,
la fotosíntesis, la ósmosis (movimiento de agua hacia dentro y fuera de las células de las
plantas) y en el equilibrio iónico en el interior de sus células.

Silicio: El silicio parece beneficiar a ciertas plantas cuando están bajo estrés. Se ha
comprobado que mejora la tolerancia a las sequías y retrasa la defoliación prematura de
algunos cultivos que no se riegan y que puede mejorar la capacidad de resistencia de las
plantas a las toxicidades de micronutrientes y de otros metales (por ejemplo, aluminio, cobre,
hierro, manganeso, zinc, etc.). Además, se ha comprobado que el silicio ayuda a incrementar
la resistencia del tallo. Por ejemplo, las investigaciones demostraron que cuando el arroz y el
trigo tienen deficiencia de silicio, sus tallos se debilitan y colapsan bajo la lluvia o el viento
(un estado llamado encorvamiento) y las flores de Pascua tratadas con silicio han mostrado
una reducción en la cantidad de tallos rotos.

Cobalto: El papel del Co en las plantas es aún poco comprendido. Algunos efectos de este
elemento que se han observado son: 1) retraso en la senescencia foliar, 2) aumento en la
resistencia de las semillas a la sequía, 3) regulación en la acumulación de alcaloides en
plantas medicinales, y 4) Bloqueo de la síntesis de etileno. A pesar de esos efectos, la función
más conocida del Co es como constituyente de la coenzima cobalamina (vitamina B12 y
derivados), de la cual dependen distintas enzimas para la fijación de nitrógeno (N2) por
bacterias de los géneros Rhizobium y Bradyrhizobium que viven en los nódulos de las raíces
de las leguminosas. La cobalamina ayuda en la síntesis de leghemoglobina, proteína que
ayuda a proteger a las enzimas involucradas en la fijación de N2, que son sensibles al oxígeno
(O2).

También podría gustarte