Está en la página 1de 12
cesde el principio de la década de los ios 80, se puede observar una prali- feracién de estudios dedicados a la evolucién del sindicalismo en el mun- do con referencias constantes a la llamada “cri- sis” sindical. Las razones de esta renovacién del interés sobre la tematica sindical son conocidas ¥_no es necesario insistir sobre este punto? Nadie contesta, hoy dia, que el sindicalismo conoce actualmente una de sus crisis mds pro- fundas. En efecto, se puede observar una baja, casi general, de los efectivos sindicales y, en Ia ‘mayoria de los paises, la influencia de los sindi- catos va disminuyendo, Hay ademés una crisis de credibilidad sindieal y una incontestable des- movilizacin de los trabajadores, consecuencia de varios factores: la situacién econémiea, Ia ‘amenaza del desempleo, el reajuste industrial, Ja ofensiva patronal, la evolucién de las menta- lidades, ete. Por todas estas razones, el sindiea- lismo se encuentra actualmente en una eneruci- jada de caminos. Como tuveocasién desubrayarloen estu- dios anteriores,’ las modificaciones que conoce hoy en dia la escena sindical no deberian ser aisladas del conjunto de las mutaciones econé- micas y sociales que afectan la economia y las estructuras industriales, las tocnologias, los métodos de organizacién de la produccién y de gestién de las empresas, el sistema politico, la forma y el contenido del trabajo, Ia composicién. ylaestructura dela poblacién activa, el contexto Sociocultural, ete. Los diversos elementos de cambio son, en efecto, interdependientes. Si hay El futuro de los sindicatos GEORGES SPYROPOULOS' crisis del sindicalismo, os porque las institueio- nes del trabajo en su conjunto—la empresa, los sistemas de organizacién del trabajo, los meca- rnismos de relaciones laborales, el Estado-provi- Gencia, etc.— estén también afectados por los fendmenos de cambio. ‘De todos modos, es legitimo preguntarse sieldebilitamientosindical actual es un fenéme- no duradero e inexorable. {Es verdad —como lo piensan algunos representantes de la escuela neoliberal— que los sindicatos constituyen hoy en dia una forma de reprosentacién de los inte- reses de los trabajadores que ha perdido en gran parte su razén de ser? Hay que rechazar esta manera de ver, porque, a pesar de Ia crisis actual, ol sindicalismo no parece haber perdido su vitalidad. En lugar de preguntarse sobre laa Posibilidades de sobrevivencia del sindicalismo © de eternizarse sobre las razones del declive sindical, uno deberia, més bien, poner énfasis sobre las adaptaciones necesarias de la organi- zacién y de la accién de los sindicatos. Bs lo que trataré de hacer en el presente estudio después de haber recordado algunos de los aspectos mas salientes de la situacién actual. I. LA ORISIS DEL SINDICALISMO: TENDENCIAS RECIENTES: Indieadores de crisis Los cambios a los cuales deben hacer frente los sindieatos se refieren esencialmente a 3. Ex director del Departamento de Condcianeay Medic Ambiana da‘Tvabio de a Oficina Internacional el Teabajo (Ginebra sesso et Gonase de Superviain del Canis Buropeo “rat y Soidad”(aatrlet) presente dol Conela de Adsinstacin della i Salad, Seguridad y Coneinas de Teabyj (Atenan 2 Deli sbundanteUoratura dipanile, at saci ibigrtin propueta al fin dal presete enti, 4, Vésse, por ejemplo, mis tres extutins moneionade e a elaecin bibiogafen Que Geom eae aril, sao 1985, Panorama del sindicalismo cinco grupos de mutaciones: cambios econémi- cos, industriales y tecnolégices; evolucién de !a composiciéa de la poblacién activa; cambios ins- titucionales y nuevas précticas en materia de relaciones laborales; nuevas actitudes y compor- tamientos individuales ante el trabajo, y globs- lizacién de la economéa.* ‘Los ndicadores della crisis sindical men- cionados mas arriba—baja de las tasas de sindi- calizaci6n, pérdida de nfluencia, crisis decredi- bilidad, desmovilizacién de los trabajadores— pueden parecer un poco exagerados por su gen2- ralidad. Es obvio que hay muchas excepcionesa esta enumeracién, Estos indicadores son plena- mente aplicables a los movimientos sindicales de ciertos paises industriales, tales como les Estados Unidos, el Reino Unido o los pafses dal Sur europeo, pero son menos apropiados para identificar los problemas actuales de los sindica. tos en otros paises industriales (por ejemplo, ls paises del Norte europeo, especialmente los pat ses escandinaves y Alemania). Enel caso de los paises ex socialistas, los indicadores dela crisis sindical son también dio parcialmenterelevantes. Elacontecimientoms importante delos diltimos afios en estos patses es el abandono del principio del papel dirigente dal partido comunista y el reconocimiento del plura- lismo sindical y del multipartidismo politiec.? En loqueconciernealasituacién en los paisesen desarrollo, los cuatro indicadores pueden, sin duda, servir, pero reflejan una situacién que no es nueva y son, por consiguiente, insuficientes para dar una idea clara de la novedad do los problemas y para permitir una reflexién util sobre las medidas que hay que tomar para si de la crisis.” ‘Segundo ejemplo de diferenciacién: ‘a crisis de los sindicatos parece més aguda en las pafces donde hay una conjuncién detresfaetores de cambio: una aceleracién de las innovaciones teenolégicas y del proceso de reestructuracién industrial; la presencia en el poder de dirigentes. politicos neoliberales favorables a la desregula- cién del mercado de trabajo y ala flexibilizacién del marcojuridieo dela proteecién social; por fin, tuna ausencia de consenso sobre el fenémeno sindical. Durante la década de los aiios ochenta, los Estados Unidos eran el paismés representa. tivode tal conjuncidn de factores susceptibles de desestabilizar ol movimiento sindical. ‘Tereer ejemplo de difereneiacién: las di- ferencias que existon entre paises de unidad sindical y paises de pluralismo sindical. Como lo muestran los ejemplos de los paises del Norte ‘europeo, es en los paises donde habia sindicatos uunificados y centralizados por decisis y volun- tad de los trabajadores que el movimiento sindi- cal ha resistido mejor a los cambios de los Glti- ‘mos aos. Tal noes el caso de sindicatos unificados de manera autoritaria, En los regimenes mar- xistas leninistas, por ejemplo, la fuerza numé- rica de los sindicatos no fue nunca un indicador suficiente de representatividad, como enelcaso dolas sociedades pluralistas, donde la adheeiéa al sindicato es totalmente libre. A pesar de las altas tasas de sindicalizacién encontradas en la ex URSS y los otros paises de Buropa Oriental, los sindicatos atravesaban ya hace muchos afios antes de su desaparici6n una crisis profunda de identidad y de eredibilidad por haber subesti- madola importancia de la funcién de proteccién de los trabajadores, por haber perdido su poder de movilizacién social y por haberse transfor- ‘mado en érganos burocraticos. Son estas defi- ciencias que explican la rapidez y la facilidad con las cuales las antiguas estructuras sindica~ les burocratizadas fueron echadas abajo y re- emplazadas por nuevas, més espontaneas y, todavia, frégiles. Evolucién de las estrategias sindicales ‘Las consecuencias para los sindicatos de las mutaciones del entorno econémico, social, teenol6gico e institucional son conocidas por haber sido analizadas en numerosos estudios. Los cambios oourridos so refieren exancialmente a tres aspectos de la vida sindical: las estructu- ras, la composiciin y la representatividad sindi- calla evolucién de las orientaciones ideolégicas de los sindicatns,y las actividades sindicales.* 4. Vonso,ontre tres, ATR, 1988, 199; Bibes, Mouraux, 199; Casper yore, 1996; IL, 1988; Spyropauln, 1987, 1991, 196; Sex, 1960, Syadleate drops", 1005; Vals Dut Re, pas, 194; Visser, 109. 5, Sebrelaeolucién dal siadieaiso europe, véae Bibs, Mouriaus, 1990; Dsalar,Lachor, 1991; Hyman, 1991 IIRL, 1088; 186, 1962- 1963, 199, Noblecurt, 1380; Ko ©, Véase Hthy, 1981; HEL, 1981 Spycepou alin, 1888 Spyropotes, 1987, 1981; Sussex, 1985 “Syadieala d'Europe", 108; Visser, 1990. [REVISTA de TRABAJO aroseorrau ehenta, vesenta- ables de las di- uunidad Comolo aL Norte adicatos yvolun- tosindi- Jos alti- ifieados es mar- anumé- dierdor ra dhesién de las lasenla rriental, os afios undade subesti- ateceidn poder cansfor- as defi- acilidad sindica- doy re- neas y, catos do » social, das por studios. almonte structu- dsindi- ol6gicas icales* Hi Suser, 188, 1982 1996, TRADAO Pero, para captar mejor la dinamica del proceso de reajuste del sindicalismo frente a los factores de cambio externos alos sindicatos, hay que tener también en cuenta los factores de cambio internos a los sindicatos (su funciona- miento interno, la practica de la democracia sindical, la participacién de la “base” en la toma dedecisiones, ete.) es decir las ostrategias de los propios sindicatos frente alos cambios del entor- po econémico, politico y socal En los debates respecto a la “erisis” del sindicalismo, los sindicatos estén a menudo pre- sentados como elementos pasivos del eambio, es docir sometidos a los cambios externas. Tal con- cepcién parece omitir dos aspectos importantes: primero, que los sindicatos tienen la posbilidad do reaccionar a los cambios extornos y que, de hecho, sepuede observar en los varios paises tuna amplia gama de reacciones sindicales; segundo, que los sindicatos forman parte, junto eon los empresarios y las organizaciones patronales, de tuna amplia red de mecanismos y de relaciones que sirven de marco institucional para la formu- lacion de sus estrategias como de las estrategias de los demas actores sociales? Desde hace algunos aris, los observado- res dela escena social insiston sobroel fenémeno de diversiticacién de las estratogias adoptadas por los sindieatos y los otros actores sociales, Comparto esta manera de ver y pienso quo esta divorsficacién constituye quizais hoy en dia una de las caracteristicas mds interesantes de la escena sindical y social, La evolucin reciente de los sindicatos y demés instituciones del trabajo en el mundo, bajo la presién de la crisis econémica y del cambio teenolégico, noha confirmado las teorias de los aiios 1950 y de los principios de a década de 1960 relativas a una supuesta convergencia Progresiva ontre los varios sistemas de organi- 2acién industrial y social existenteson las varias partes del mundo, tanto occidental como orien- tal Al contrario, se puede observar, ya en la década de los sesenta, es decir antes del primer choque de petréleo, una diversifieacién creciente de los arreglos institucionales, incluso en paises que pertenecen al mismo tipo de organizacién econdmicay politica, En efecto, son cada vez més ‘numerosos los que rechazan toda idea de deter- ‘minismo en la evolucidn de las sociedades con- tempordneas.!! En la ausencia de un camino Gnieo que seguiria la evolucién institucional, varios obser- vadores pionsan que serfa oportuno profundizar los eriterios que permiten explicar la diversifica- cid de las estrategias adoptadas por los actores sociales, tanto en situaciones diferentes como, y sobre todo, on situaciones similares. De esta manera, uno podrfa reemplazar los modelos ba- sados sobre un supuesto determinismo de la evolucién de las sociedades contempordneas por un andlisis basado en las interrelaciones entre factores de cambio externos (coonsmicos, teeno- légicos, politicos, sociales y culturales) y las estrategias adoptadas por los actores sociales, Seria oportino privilegiar'? las opeiones estratégicas do los actores sociales y la impor- tancia que tales opciones tienen en el proceso de adaptacién de los sindicatos y de las demas instituciones del trabajo. El estudio de las interrelaciones entre las “opciones estratégicas” y los factores externos de cambio permite, sin duda, una mejor comprensién de los mecanis- mos de la evolucién del sindicalismo, Estabilizacién progresiva de los arreglos institucionales en materia laboral y sindical Hay que insistir sobre tres aspectos fun- damentales de la evolucién sindical durante la década de los ochenta: la interdependencia do los fenémenos de cambio social; el cardcter tran- sitorio de los arreglos institucionales en el mun- 8, VéaseB, Kase yD, Maran, “Linvenir du synicalisme dans la pays industrial oanemie de marché, Rapport de ayathie” en UBL, 1588, 10 ay que recordar, por aaa, ln tudes ealizados durante ls ésndas de 1950 1960 por ol oqupo de invent igdores evan ‘sorteaerieano Bj Ia direeien de Clark Ker, Joha Dunlap, Preece Harbrony Charles Myers, Vente por Gemplo et br denn ‘uatroeepeialistas, ndustritim and Induatrial Man (Cac Industrial Relations (Suara York, Baxi Books, ne, 1988), 12. Come ugire entre atros Th Kochan ens eatadi“Laveie dl eprventatin uve: le point do woe des Beata Ue 1288, 1. Br eideate au Mase, Harvard Usiverity Prova, 1960) 11. Véaan IBS, 1990; Comporoy ore, 103. Ade Th. A Koshan,arey © Katey Robert 8 Mek The Pransformation f American en BL, “opciones eateagias de on acters no 0 sino una de ns varias dimensions dal prblema; en fet, tales ‘ones dependen dela naturale del apiead a a eualoarro, de la vein dela econmie,del gro de penetraciondalasevas ‘snologia en ns prozess de predaceén y del papel que desempxaa, en ead pls, stad, lt grupo cals y son orgnizacione, JUNIO 1995 Panorama del sindicalismo Go del trabajo durante los iltimos veinte afios, y ta diversificacién ereciente de los arreglos ins tucionales en materia laboral y sindical. ‘Bl concepto de interdependencia nos re- ‘cuerda que las modificaciones que pueden ser ‘cbsorvadas a nivel de los sindicatos no deberian ser aisladas del conjunto de las mutaciones cco- ‘némicas, sociales ¢ institucionales de las cuales forman parte integrante. El énfasis sobre el fenémeno de diversifi- cacién de los arreglos institucionales y de las festrategias de los actores sociales implica el rechazo de un supuesto determinismo ex Ia evolucién de las sociedades eontemporaneasy Ia adopeién de un método de andlisis basado en las interrelacionesentrelasmutacionesdelentorn0 socioecondmica, teenol6gico, politico, cultural e jnstitucional, por una parte, y lac eatrategias ‘adoptadas por los actores sociales, por otra. La nitilizacién de este método implica ademés que Jos sindicatos no son meros elementos pasivos del proceso de cambio; como las demas institu: ‘iones del trabajo, los sindicatos tienon La posibi- Tidad de definir sus propias opciones estretégi- cas frente a las mutaciones externas. ‘Por iiltimo, las referencias al cardcter transitorio de los arregios institucionales cbser- vados —que se trate de sindicatos o de otras instituciones del trabajo, tales como las ongani- zaciones patronales, las empresas, el ararato cestatal en materia laboral, los mecaniszzos de Jos sistemas nacionales de relaciones labora- los— son necesarias porque Haman la atencién del observador de la escena social sobre la flui- dez de la situacién durante un periodo deacele- racién del cambio institucional. “Ahora bien, zen qué medida los aconteci- mientos de los primeros afios dela décadz delos noventa han venido a confirmar, modificar 0 desmentir estos tres puntos? No creo que haya. signos de cambios significativos de cardeter cualitativo en las tendencias identificadas por {os estudios publicados durante la década de los. ochenta, Las mutaciones econémicas y sociales externas siguen desempefiando un papel im- portante y las implicaciones para los sindicatos no han cambiado fundamentalmente de natu 1M. Viase etre oon A. Ojeda Ai "Pail Inboral ycntraton de trabas: endencing sain i er pbcadoen AIR, 1069(8 Conqrone Mundial et, 1982, Brosels) Ay at mano Trex, vege tambien Hictor Hogs Barbagelata, Los imites de Sane gro, pre ao publica am conecimients ade. Ermita Fae Cindusraliendon: pres Gen debate", ea Derecho Zabel eign dal marca de trabajoy rasta pos 138, y on el nism velmen os ation do Host font del mercado Se tens, documento presenta Yate, 109; y Ae Bronstein, “La Tecbilidad dol taboo (Giostovides), © 300T, s-153enero-naro 198. raleza. Es asi, por ejemplo, que la llamada “crisis” sindieal en los paises industrializados ‘con economia de mercado no parece todavia haber sido totalmente superada. ‘Sin embargo, uno puede descubrir, en los acontecimientos de los tltimos dos o tres afios, fina disminucién de la velocidad del cambio feconémico y tecnolégico y la aparicién de los primeros signos anunciadores de una cierta es- tabilizacin de los arreglos institucionales en ‘materia laboral, Uno después del otro, os paises industeiales estén saliendo de la large y grave crisis econdmica de los tltimes veinte afos. En varios de estos paises, la reactivacion de Ia ‘economia parece deber conducir a tasas de creci- tniento anuales superiores a3 por ciento. Por st parte, lastasas de desempleoempiezan aestabi- Tizarse incluso, en algunos paises, han empeza- doa bajar. La reestructuracin industrial pare- ‘ce haber legado, sino.a su término, porlomenos ¢ cierto punto de equibibrio y de consolidaci6n. ‘Alcontrario de lo que ciertos observado- res de a escena social habfan previste a media- dos de la década de los ochenta, la tendencia a la desregulacién en materia social y laboral no se ha generalizado en los paises industriales. ‘Varios estudios publicados en los tiitimos cinco aiios hacen pensar que el proceso de “flexibiliza- cin” del mercado de trabajo (que sin duda ha contribuide mucho a la disminucién de los efec- tivos sindicales y de la influencia sindical en general) estd entrando quizés en su fase termi- ral. Con Ja salida progresiva de la crisis y el Comienzo de una nueva fase de expansién, 3¢ Talentiza la velocidad de adopeidn de medidas s regislativas, contractuales o unilaterales— Ge flexibilizacién y parece agotarse la imagina- cin de los gobiernos (y quizds también de los. fempleadores) en la bisqueda de estructuras ‘més flexibles."* "Asi, si el primero y el segundo de Tos tres procesos mencionados més arriba —es decir, la interdependencia de los fendmenos del eambioy ta diversificacién de las estrategias de los acto- res sociales—siguen operando mas o menos con Ja misma intensidad, el tereero —relativo al cardcter transitorio de los arreglos instituciona- raps Oosieata’ lamada alizados todavia r,enlos 8 aos, cambio ade los iertaes- rales en, ospaises y grave os. Ea ade la decreci- >, Porsu aerabi- omenos idacion, servado- amedia- dencia a boral no striales. tos cinco xibiliza- duda ha los efee- dical en 2si6n, se medidas ors maa sin de los ructuras los tres decir, la cambioy los acto- venos con, lativo al ituciona- emmanao, tes— empieza a perder su importancia con la multiplicacién, durante los sltimos aiios, de sig- nos de consolidacién y de estabilizacién institu- cional. Por supuesto, es todavia imposible decir silos signos que se pueden observar son preeur- sores de una estabilizacién institucional genera- lizada y duradera; si, en otras palabras, hemos yaentrado definitivamente, después de corca de vyeinte afios de cambio institucional rapido y profuundo, en una nueva fase de relativa estabi- lidad. ‘Sea lo que sea, la salida progresiva de la crisis ya tendencia hacia la estabilizacién de los arreglos institucionales deberia ser benéfica, a medio y largo plazo, para la adaptacién y la ‘consolidacién de los sindicatos, después de quin- co aiios de pérdidas de sus efectivas, de disminu- cidn de su influencia y de una actitud defensiva frente a las iniciativas patronales. Que se trate, por ejemplo, delas tasasdesindicalizacién, dela utilizacidn, por los sindicatos, de In negociacién colectiva para la promocién de las reivindicacio- nes de los trabajadores o de la organizacién de hnuelgas, hay, en los acontecimientos de los tlti- ‘mos aiios, algunos signos alentadores de conso- lidacién de los efectivos sindicales y de toma de iniciativas por parte de los sindicatos. IL, LA SALIDA DB LA CRISIS: LA NECESARIA ADAPTACION DEL SINDICALISMO Qué podemos conchuir del andlisis que precede en lo que se refiere ala evolucién futura de los sindicatos? ;Cusles son las perspectivas previsibles para los principios del siglo 2x1, teniendo en cuenta las tendencias econémicas y sociales actuales? Después de veinte afos de crisis y de mutaciones econdmicas, sociales y eulturales profundas, se ha disipado Ia ilusién de que las ificultades actuales del sindicalismo son provi- sionales y de cardcter meramente coyuntural. Las transformaciones que eonocen las socieda- des contempordneas —tanto al Norte como al Sur— requieren un sindicalismo diferente del sindicalismo tradicional, un sindicalismo de ‘transformacién, adaptado a los cambios del en- toro econémico, politico y social No cabe duda de que las tendencias re- cientes recordadas en la primera parte de este estudiocontinuarén manifestindose a corto pla- %.Pero,a medio plazo, las predicsiones sehacen JUNIO 95 ‘mis aleatorias, e incluso peligrosas, puesto que suelen estar mas influidas por las preferencias e ideologias de quien las formula y menos por un anilisis cientifico. Por supuesto, son los trabajadores mis- ‘mos y sus organizaciones sindicales los que de- ben pronunciarse, en prioridad, sobre el papel futuro del sindicalismo, ¥ es obvio que las opcio- nes que los sindicatos deberén realizar en los ppréximos afios no se basarén en especulaciones abstractas, sino que estarén impuestas por la evolucién de la situacién econémica, del clima social, asi como por la dindmica de las relaciones sociales. Pero es natural, por otra parte, que los interlocutores de los sindicatos y los observado- res de la escena social emitan también una opinién a este respecto y formulen sugerencias. En mi caso, mis bien que hablar del “futuro posible” de los sindicatos, quisiera evo- caren las lineas quosiguen un futuro deseable”. Limitaré mi propésite a la formulacién de algu- ‘nas observaciones de cardecter general. Me refe- riré, en primer lugar, a la importancia —para toda predicei6n dol futuro— de los eatudios y las investigaciones sobre la situacién presenta y la evolucidn futura del sindicalismo y terminaré con algunas sugerencias relativas a la necesaria adaptacién del movimiento sindical. Necesiclad de un marco conceptual general ara el estudio comparativo del sindicalismo El gran numero de estudios disponibles sobre la crisis actual del sindicalismo son muy hheterogénoos y nose refieren a un marcoconcep- tual y analitico general, es decir compatible y ‘comparable, sino comin, En vista de la gran diversidad de situaciones, el estudio del sindica: lismo necesitaria un esfuerzo especial de aclara- ign de los conceptos utilizados y de elaboracién de tipologias diversificadas segrin el contexto/ econémico, politics, social y cultural en el cu: desempefia sus actividades un movimiento sin! ical dado, En conclusién de la répida recapitula- cidn de los principales aspectos de la crisis sindi- cal actual en la primera parte del presente estu- dio, cabe formular algunas observaciones sobre elestado actual de os estudios teéricos relatives ala evolucién de los sindicatos. Mi propésito es sugerir al lector, ala luz de los estudios realiza- dos durante los iltimos afios, algunas Iineas de Panorama del vindicalismo investigacién adicionales en materia de adapta cin sindical, y balizar asf el camino para los futuros estudios comparativos sobre la evolu ign del sindicalismo. Lasconclusiones de los estudios relativos alacrisis sindical formuladas durantela déeada de los ochenta™ siguen siendo validas en sus Iineas generales, poro necesitarfan hoy ser afi nadas y completadas para reflejar mejor los acontecimientos de los dltimos afios, entre otros, los cambios ocurridos en los pafses ex socialistas durante los tltimos cinco afios, la especificidad de los sindicatos en los paises en vias de desarro- lo, la aceloracién de los fenémenos de globaliza- cién de la economfa, la estabilizacién progresiva de los arreglos institucionales, etostera, Sin pretender presentar en el marco del presente estudio una proposicién detallada so- bre un nuevo modelo teérica del andlisis de le evolucién del sindicalismo.** Pienso, sin embar- 0, que, en el estado actual de nuestros conoci- mientos, es posible mejorar la comparabilidad de los estudios dedicados a la evolucién de! sindicalismo. Como lo hace resaltar el cuadre adjunto, los estudios futuros deberian hacer mejor resaltar tres aspectos de Ia adaptacién sindical: a) laimportancia de los factores institucionales de cambio; ) la manera en que operan las interrelaciones entre factores de cambio externos (tanto las mutaciones econdmicas y sociales, como las mutaciones institucionales) y las caracteris- ticas internasy las estratogias adoptadaspor los actores sociales; ©) loscriterios que permitan explicar|a diversi- ficacin de las estrategias adoptadas por los sindicatos y las demés instituciones del tra- bajo. ‘La utilidad de tal enfoque analitico de la evolucién del sindicalismo es permitir un mejor entendimiento de la dinémica del cambio, En efecto, el modelo propuesto toma en considera- cidn tres elementos adicionales del proceso de adaptacién sindieal: En primer lugar, se trata de hacer mejor 15. Vine AIRT, 1989, 1992; Campero otro, 3999, pg. 63 2 Vale Dal Re, 194 p4g, 121 ys ade: O-Spyropnte resaltar la importancia de la participacién acti- va de los sindicatos en el proceso de cambio. ‘Fuera deser meros testigos pasivos de las rmuta- ciones externas, los sindicatos pueden, bajo cier- tas condiciones, influir sobre la evalucién de los arreglos institucionales, tanto a nivel local, re- gional y nacional, como a nivel transnacional e internacional. El modelo de organizacién, el ca- rrécter unitario o pluralista, el grado de centrali- zacién de las estructuras sindicales, el estado de finanzas, la tasa de sindicalizacién, la naturale- za de las relaciones con los partidos politicos, el sistema de funcionamiento interno, Ia practica de la democracia sindical, el perfil de Ins activi- dades sindicales,otc.,son algunos de los factores determinantes en la evolucién de los sindicatos en un pais dado y en una situacién dada, Son estos factores que explican porqué, frente a fac- tores de cambio externos similares, las situacio- nes sindicales pueden variar mucho de un pafs a otro y de un sector a otro, ‘En segundo lugar, hay que relativizar la importancia que tienen, a medio y largo plazo, Tas mutaciones econdmicas y sociales externas ara la evolucién futura de los sindicatos. Por supuesto, no se trata de negar la existencia de Jas repercusiones directas que han tenido cier- tas mutaciones del entorno econémico sobre los sindicatos: por ejemplo, las consecuencias catas- ‘r6ficas, para las tasas de sindicalizacién, del desempleo masivo durante Ia crisis econémica de la primera mitad de los afios 1980; o las dificultades encontradas por los sindicatos fren- te a la recomposicién de Ia poblacién activa, consecuencia dela reestructuracién industrial y de la aceleracién de las innovaciones tecnolégi- cas; 0aun los cambios en las estructuras sindiea- les provocados por la globalizacién de la econo- mia. Sin embargo, comollo hicieron observar, con azén, algunos observadores de la eacena so- cial,""los efectos de las mutaciones econémicas sobre el crecimiento sindical son mucho mas importantes y tangibles durante los perfodos de aceleracién delos cambios institucionales, mien- tras que, en los periodos subsecuontes de estabi- lizacién institucional, son los fuctores sociopolé- ticos que prevalecen. Enotras palabras, para referirnosanues- ;IRBS, 1992, dg 402y sig: Spyropaslo, 1091, pg. 92y 24; Julia God adaptation da syadicats aux mutations en cra: larecherched'un mele ‘fanalya comparative, on tudes offerte Maren! David, Quer, Eden Caligrascen, 188, pp, 914390. 16. ease, por empl, el mos de adaptabiad de la repeetentasn de lon tenbajadoresproporsto por Blazane Kane yD, Marsden senau estudio, ya mencoando EL, 1988). 17. ease nti de Pricey Ban, “The comparative analy of ulon growth", en AIRT, 1969, REVISTA de TRABAJO cuad Mode trac sivo lap rej fase del tant tone tion. enic los inst, loh aun 2B yeruna oe Los swaicaros ‘isn acti- cuadro oe ee Modelo de andlisis de la evolucién del sinicalismo las muta. bajocier- i delos oes ve wacones Mutaciones : sectseondmeas ‘ttuonles coe i 5 seentrali- estadode naturale. ios, et « préetiea a active sfactores —| Seger indicatos lae on ate ‘situacio- t unpaisa 1. Mutacions socecondmics: a) dterraién 2. Mutaones intone) mao [uo das lac tiviear te Golasiuacin ecoromca;b) eesiucuacn nesters: b)mecanrosJoroguacéndalmarzudo do ‘go plazo, Indistls) muncaleacén dala oconomis:<) aba, rodtbuién do la conta, potacain soda mk Cambio nia cones do a polecan astm plead) organza rina comparariarsy Sctve:®) nuevas atudoay comporeriontoe ffuanea doles actors soosla) ocodad conan atos. Por inven. conti teacia de aido cier Acros solos Factors quo ntuyo sb aus extatogas: sobre los 5. Sines) moelo do egaizatn {ipo do aicate, carter ua o pala, rad de convatzadé, ee sian nan) ga do organization epeseiatidad (ses de selcalzain, rac deorganzacién por secre, clog, soo, = neentmiot na (eal espana ce igen, datas, doa tein, del Base, sstema de toma do decsions, camacacia snes, mtn, 6) pal ea accén sine conémica (reactors eon lo parte pes, negocialn va. con, prepason a vaca rvles, sone os 80; 0 las floors, ot) ate 4. Esta (6 oni rarenaciona): toma polio, grado de nuetazactn, grado y marara do twoncn on asunos laborala, grad do alenanfaconcdidealas actresses, ote n activa, 5 Enploaore: clarion pod alos angeates, nogecladén clei lalones untae, plas Justrialy soci, amano dolas omprasas,cmpolivded, oe se Tt. Sprepo 19, i Ta econo vrvar,eon voena80- tra época, silos factores econémicos fueron desi-_porfodode crisis, ls factoros econdmiens dosom- anémiens sivos para a evolucién del sindicalismodurante _pefian un papel preponderante, la salida de la cho més Ja primera fase de la crisis econémica y del crisis (que coincide a menudo con la consolida- Hfodoa de reajuste industrial (1970-1985), su papel en a cin delosnuevos arreglosinsitucionales) nece- 3,mien- faso actual de consolidacién y de establizacién sta un eonjunto de decisiones y de acomodacio leestabi- ialcambininstitaconelestouchetmesovimpor. aii obbeaidas porintermadio de eaintarralacio. rociopol- tante. nes entre el Estadoy el poder de las organizacio- Julio God aonmodale D. Marsden e7masaso. Por tiltimo, los estudios futuros deberfan tenermas en cuenta laimportanciacreciente que tienen los factores sociopoliticos ¢institucionales en Ia evolucién sindical, especialmente durante los perfodos de estabilizacién de los arreglos institucionales, como la actual. En efecto, como lo he subrayado mas arriba, si, al iniciarse un 20 1998 nes sindicales y paironales en presencia, de los grupos dirigentes y delas clases sociales. Dutan- te esta fase, los procesos puramente econémicos dejan de ser determinantes. Entre os factores sociopoliticos, laactua~ ign del Estado en materia laboral (én su calidad de legislador, de mediador de los interesés en Panorama del sindicalismo presencia y de empleador) tiene una importan. cia crucial para la evolucién del sindicalismo." ‘Una observacién similar podria ser hecha cor. respectoa la actuacidn delas entidades transna- cionales o internacionales, privadas o intergu: bernamentales, Infortunadamente, poco nume- rosos son los estudies que reconocen con sufi: ciente claridad el papel que desempefia este nuevo actor social."™ Bvolucidn futura: objetivos, modos de onganizacién y actividades sindicales {Cémo definir un “futuro deseable” para los sindieatos? {Cudles son las medidas quo podrian ser propuestas para hacer frente a las debilidades actuales del sindicalismo, sobre todo en los pafses en vias de desarrollo (debilidad do organizacién a nivol de la empresa, falta de autonomfa, politizacién extrema, relevancia nacional contestada, legitimidad societal limita- a, ete.)? La literatura disponible sobre los re- ‘medios ala risis sindical es abundante.*Pormi parte, me limitaré a una répida presentacién ce enatro aspectos de la necesaria adaptacién dal movimiento sindical relativos a los objetivos de Jos sindicatos, ala representatividad sindical,a los modos de organizacién y de funcionamien:o sindicales y a la accién sindical. Enloqueserefiere,en primer lugar, alos objetivos de los sindicatos, hay que insistir enla necesidad de mantener intacto el objetivo pri- ‘mordial, verdadera razén de ser del sindicalis- ‘mo: la defensa de los interoses de los trabajado- res, tn objetive que no puede ser subordinade a ningiin otro. ‘Aun si las prioridades varian segiin los, ‘paises los grupos de trabajadores, es necesario que los sindicatos sigan luchando por la protec- ci6n de los derechos fundamentales de susmiem- bros, contra el desempleo y vigilen que el cre- cimiento econémico y el desarrollo teenolégico sean socialmente controlados, El sindicalismo hha de persistir como un actor politico indepe diente, de visibilidad nacional y, al mismo tiem- po, encontrar versiones alternativas a su papel tradicional de reivindicacién y de contestaciin. De todos modos, los cambios del entorno obligan 18, Vona Letadio al sindicalismo a buscar y definir una nueva estrategia y visién sindical de la sociedad y del desarrollo econémico y social ‘Uno podria resumir las principales di- mensiones de los objetivos sindicales en los cinco puntos siguientes: — Primero, los sindieatos deben salvaguardar el valor del trabajo humano, su dignidad, su significacién social; aun en una sociedad po- sindustrial, el trabajo permaneceré como un. elemento esencial de la cindadania, un as- pecto determinante de la vida humana. — Segundo, los sindicatos deben seguir siendo los guardianes de la igualdad de oportuni- dad y de trato; si la diversidad necesaria a toda sociedad democrattica debe ser respeta- da, pertenece a los sindieatos oponersea toda discriminacién o exelusién que no sea justifi- cada. — Tercero, a pesar de las dificultades actuales, en particular de la diversificacién creciente del trabajo, de la fragmentacidn de la comu- nidad obrera, del aumento del nimero de marginales o desempleados, los sindicatos deben seguir inspirdndose en el principio de solidaridad que ha guiado sus primeros pa- 0s; en la negativa, los sindicatos corren el riesgo de ser transformados en meros grupos de presién, al servicio de intereses particula- — Cuarto, los sindicatos deben ser un elemento de estabilidad social, en su calidad de cané liaadores de la protesta obrera; en efecto, es por intermedio de los sindicatos que los tra- bajadores pueden participar en los mecanis- ‘mos de didloge social, cuyo establecimiento constituyelacondicién sinequa non del desa- rrolloeconémicoyy social, de conformidad con lag normas internacionales del trabajo de la orr. — Por iltimo, los sindicatos deben, cualesquie- raque sea el precio, salvaguardar su autono- mia y su independencia frente a los otros eentros del poder (el Estado, los partidos politicos, los ompresarios, etc.), lo que no significa, por supuesto, que los sindicatos no tengan el derecho de mantener relaciones més omenos estrechas con estos centros ade 439, Vena, entre eta, Spyropaal, 191; “Syndicat 'Buope, 1963, 20, Venus ante ror AIR, 198, 1992, Cage ere, 199; IRES, 1982; Resanvallon, 1988; Spyropouio, 1087, 1991; "Syadiats tBrrope, 1990; Valdéa Dab, 1994 REVISTA de TAABAIO P li agus Esta cid} sindi auto sini: lacié Esta dela alne deln ica alge estr jor sana a nueva vdad y del pales di- nlosecinco ‘aguardar midad, su ziedad po- air siendo ‘oportuni- Frespeta- srsestoda ie ti ractuales, reciente 21a comu- elemento ade cana- efecto, es tue los trax lecimiento midad con. abajo de la nalesquie- suautono- ‘Tos otros 3 partidos To que no dicatos no relaciones ontroso de ny "Syatinte \aeTRARASO proponer objetivos econémicos y sociales va- lidos para la sociedad en su conjunto. En América Latina —pero también en algunos paises de Europa del Sur—, donde el Estado ha mostrado en el pasado una predilec- ciGn para el control politico de las organizaciones sindicales y desu accién, el fortalecimiento dela autonomia sindical es, sin ninguaa duda, la ‘inica respuesta correctaala presentedesarticu- lacién de la antigua relacién “protectora” del Estado con los sindicatos, ala puestaen cuestién de la misiGn del Estado de redistribuidor social, al neoliberalismo y a la flexibilizacién creciente del mundo del trabs EI manteaimiento y fortalecimiento de 1a representatividad de los sindicatos es un segundo aspecto de la necesaria adaptacién de! sindicalismo a la evolucién del mundo de la produccién. Es una banalidad recordar que aélo ‘un sindicalismo que representa ala gran mayo- ria de los trabajadores podra pretender hablar en ol nombre de la comunidad de los asal dos. Lo que est en juego es vital para el sindi- calismo; se trata de demostrar que su legitimi- dad no depende del apoyo y dela ayuda externa (estatal u otra) o de compromisos politicos, sino de su propia eapacidad de reprosentar a los asalariados. Nuevos métodos para atraeral sindicato fla mayoria de los no organizados deberdn ser concobides, que se trate de las mujeres, de los Jévenes, delos cuadros, de los téenicos y trabaja- dores intelectuales, Tal esfuerzo necesitard, por supuesto, una diversifieacién de los métodos de reclutamiento y de los servicios que los sindica- tos procuren a sus miembros. Silos sindicatos no mantienen su aspira- ‘i6n tradicional de representar al conjunto dela clase trabajadora, incluso.ala masa creciente de los trabajadores precarios y de los que estan dosprovistos de empleo, corren el riesgo de ser transformados en una constelacién de pequefias corporaciones luchando cada una separadamen- te para la defensa de los intoreses particulares de sus miembros. Un tercer aspecto de Ia adaptacién sin- ical se refiere a la necesidad de revisar en algunos casos los modos de organizacién y las estructuras sindicales actuales para tener me- Jor en cuenta las mutaciones ocurridas en el 3k ruruao oF Lor ainoicaros ‘mundo del trabajo y en los procesos de produe- ci6n, En este caso, la necesidad de cambio os urgente y podria ser comparada-a la necesidad de cambio que se manifest6 en los paises indus- triales, hace casi un siglo, con el debilitamiento progresivo del sindicalismo de oficioy la apari- cién y el fortalecimiento consiguiente del sindi- calismo de industria Pionso que al lado de las estructuras sindicales existentes (organizacién por rama de actividad, por oficioopor empresa), seria posible enel contextoaetual imaginar otras maneras de organizar a los trabajadores. Por ejemplo, serfa «qinds posible hacer coexistir las estructuras de onganizacién tradicionales con otras —formales o informales—que reunirian alas mujeres, alos J6venes oa los téenicos y cuadros de una misma profesion pero trabajando en empresas 0 secto- res de actividad distintos ‘Ademés, hay que imaginar nuevos méto- dos de asociacién entre asalariados, trabajado- resindependientes del sector informal y desocu- pados. Seria también altamente deseable erear estructuras especificas para los trabajadores de Jas pequeiias y medianas empresas, que podrian ser articuladas con las de las grandes empresas. Las varias tareas propuestas son de realizacién dificil, pero la trensformacién del sindicalismo necesita imaginacién y perseverancia e implica una reflexién original sobre nuevas éress posi- bles de organizacin colectiva y de solidaridad. Dolequese hadicho més arribasobrolos tres primeros aspectos de la adaptacién sindical se desprende quo las actividades sindicales de- beran también ser revisadas, El faturodel sindi- calismo depende dé su capacidad de proponer nuevas respuestas a las necesidades y a las aspiraciones de los trabajadores. Seria, por ejemplo, necesario diversificar las actividades sindicales, sein las varias eato- gorias de los afiliades. Por otra parte, los sindi| catos deberian desarrollary diversificarsus ser. vieios a los miembros. La aecién sindical deberia tener mas cuenta de la transformacién de las actitudes y comportamientos individuales, ela subida del individualismo, de esta nueva forma de separatismo social que manifiestan ciertas categorias de asalariados, en una palabra de la existencia de una constelacién de intereses apa- rentemente incompatibles. Por cltimo, las acti- vidades sindicalesdeberian serreorientadas para |. Véae Campero y ota, 199; Brida, 19%; Juli» Gado on F Valdes Dsl, 1994, Panorama del sindicalismo dar un nuevo énfasis sobre los aspectos cualita- tivos de la vida de trabajo: liberacién del tiempo de trabajo, contenido del trabajo, organizacién del trabajo, control social de las nuevas tecnolo- fas, etestora. ‘Recordando lo que se ha dicho més arri- ba, diria que la evolucién de las actividades sindicales debe soguir esoncialmente tres direc cones: ir mds allé que la concepeién reivindica- tiva tradicional, clarificar la especificidad sindi- cal yla relacién del sindicato con el poder paliti- 0, y redefinir el concepto de solidaridad. ‘La nuova estrategia sindical deberit.co- nectar el nivel micro (empresa) y el nivel macro (nacional), Lo que signifiea que los objetivos sindicales deberian estar bien articulados eatre si por una parte, fortalecimiento de la presencia sindical en ol nivel de empresa y, por otra parte, robustecimiento del movimiento sindical omo actor nacional e internacional.” Hay a menudo—en América Latinay en otras regiones— una desadecuacién obvia de la estrategia sindical clésicacon el nuevopapel que adquiere la empresa y el empresario. En un estudio reciente realizado por un equipo d> in- vestigadores latinoamericanos* se hace obser- var con razén que, en América Latina, donde el sindicalismo se construyé como actor corporati- voa partir de una consolidacién desde arriba (es, decir al nivel nacional), las importantes trans- formaciones al nivel de empresa a partir de la década de los ochenta no han sido en muchos casos la fuente suficiente para generar por si solas una nueva estrategia sindical. El sindicalismo debord hacer un esiuer- 20 especial para mantener y fortalecer su pre- sencia en la empresa. Mas quejamas, la empre- a constituye para los sindicatos un terreno prioritario de accién. Una organizacién sindical nuinea es més fuerte que sus bases: el afiliado individual tiene que estar siempre en el centro del trabajo sindieal. ¥ no hay duda de que el individuo continuard necesitando una base co- lectiva, incluso en la era actual del individualis- mo excesivo Lo que se ha dicho mds arriba sobre la necesaria adaptacién sindical no es una inven- 22.Caberecordarelrllavogue cin del autor de estas lineas; refleja también el pensamiento de muchos sindicalistas y algunas de las medidas propuestas ostin en la realidad experimentadas en la préctica porlos sindicatos ‘en varias partes del mundo. Uno de los rasgos més earacteristicos de este periodo de reajuste econémico, social e institucional es que las con- cepeiones tradicionales del trabajo, dela empre- sa, de las relaciones laborales y del sindicalismo estén puestas en tela de juicio por los actores sociales mismos. En Jo quese refiere a los sindicatos, uno no deberia olvidar que el movimiento sindical hha conocido en su larga historia fases fuertes y fases débiles. El secreto de la permanencia del sindicalismo es precisamente haberse siempre adaptado con éxito a Ia evolucién delas socieda- des. El debilitamiento actual del sindicalismo no parece ser ni irresistible ni irrevocable. El futuro de los sindicatos dependerd en definitiva de su capacidad de construir, a partir de un nuevo grupo motor de trabajadores (que se sustituizia al grupo de los obreros industriales, base tradicional del movimiento sindical) y de ‘una nueva red de alianzas, un proyecto global creible y movilizador. Ginebra, setiembre de 1994. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS AIRT (Asociacién Internacional de Relaciones de Trabajo), 8° Congreso Mundial (Bruse- las, 1989), Tendencias recientes en los studios yla teorfa de las relaciones labo rales, Ginebra, AIRT. AIRT (Asociacién Internacional de Relaciones de Trabajo), 9° Congreso Mundial (Syd- ney, Australia, 1992), BI sindicalismo en el futuro, Ginebra, AIRT. Bibes, Genevieve, y Mouriaux, René (dirs.), Les syndicats européens @ Vépreuve, Paris, Prosses de la Fondation Nationale des Siences Politiques, 1990. Comisién de Movimientos Laborales(CLACSO), El sindicalismo latinoamericano en los ‘ochenta, ponencias presentadas al semi- nario de la Comisién (Santiago de Chile, mayo de 1985), Santiago, 1986. sicatontnodrinqidesempetaren ol fertalesimints dea densi soil delosvariosprogramas de integra seandaica egonal (Unisn Buopes, Monoeat, NAFTA. es) ‘2. Venne Campero y tes, 1983, pig. 68 REVISTA de TRABAO ca Er He co 1 ambién el y algunas a realidad sindicatos los rasgos e regjuste elas con Iaempre- sdicalismo os actores catos, uno © sindical sfuertes y aeneia del e siempre se “eda: d__amo ocable. EL definitive tir de un 5 (que se ustriales, lical) y de cto global Relaciones: al(Bruse- "es en los one "abo- telaciones dial (Syd- alismo en dirs.) Les ve, Paris, onale des SLACSO), no en los sal somi- de Chile, \deTRABATO campero, Guillermo; Flisfisch, Angel; Tironi, Eugenio; Tokman, Victor, Los actores so- ciales enel nuevo orden laboral, Ediciones Dolmen, Santiago de Chile, 1993. Daubler, W., y Lecher, W. (dirs.), Die Gewerks- choften inden 12 BG-Léindern, Buropais- che Integration und Gewerkschaftbewe- ing, Bund-Verlag, Colonia, 1991 Emida Uriarto, Oscar, “Ajuste y legislacién laboral en América Latina’, Debate Labo- ral,n. 11, 1992, pag. 19-46. Hothy, Lajos, “Industrial relations in Bastern ‘Burope: recent developmentsand rend", ponencia presentada al 3* Congreso Re- ional Europeo de la Asociacién Intema- tional de Relaciones de ‘Trabajo, Bari- Népoles, 23-26 sep. 1991 Hyman, Richard, “Buropenn unions: towards 2000°, Work, Employment & Society, vol. 5,n.4, Londres, 1901, pag. 621-639. HIBL (Instituto Internacional de Estudios Labo- rales, O17), nsimoro especial de la revista ‘Travail et Soviets Labour and Society en §nglés), dediendo al porvenir del sindica- Jismo en los paises industrilizados con economia de mercado, vol. 13, n. 2, 1988; contiene estudios de B. Kane y D. Mars- den (estudio comparativo), J. Visser (Eu- ropa), Th. Kochan (Estados Unidos) y H. Shimada (Japén} TIEL (Instituto Internacional de Estudios Labo- rales, OIT), mtimero especial de la revista Travail et Société (Labour and Society en inglés) eon las ponencias presontadas a una reunin de mesa redonda organizada por el ITEL y el Instituto de Investigacio- ‘nes sobre el Trabajo de Budapest (Bala- tonfired, Hungria, 29 set.-1° oct., 1991) sobre el tema Social Institutions for Eco- nomic Reform in Central and Eastern Europe, val. 16,n. 4, 1991. TRES, Syndicalismes. Dynamique des relations professionnelles: Grande-Bretagne, Etats- Unis, Allemagne, Italie, France, Dunod, Pais, 1992. Bu ures 0b Lee sinotearoe 1SB (lastitut Syndical Européen), La syndicali- sation en Buropecccidentale, Info 38, Bru- selas, 1993, 1SE (Instituto Sindical Buropeo), serie do 16 monografias nacionales sobre los movi- sientos sindicales de Ios paises eurapeos (en inglés, francés y espanol), Bruselas, 1982-1998, Noblecourt, Michel, Les syndicats en question, Les Editions Ovvridres, Parfs, 1990 OMT, El trabajo en ef mundo, vol. 1 (1984), 2 (1985), 5 (1992) y 6 (1993), Ginebra, O17. Rosanvallon,P.,La question syndicale,Calmann- Lévy, Paris, 1988. Spyropoulos, Georges, Trade Unions Today and Tomorrow, 2 volimones, Presses Interu- niversitaires Européenes, Maastricht, 1987, Vol: “Trade Unionsin a Changing Burope”, 266 pags.; vol. I: “Trade Unions in a Changing Working Place”, 212 pag. Spyropoulos, Georges, Sindicatismoy sociedad. Problemas actuales del sindicalismo en el ‘mundo, Ed. Humanitas, Buenos Aires, 1991 Spyropoulos, Georges, “Crisis actual del sindica- lismo y perspectivas futuras”, Revista de ‘RELASUR, nim, 4, 1994 ‘ Sussex, Edward, Workers and Trade Unions in 4 Period of Structural Change, OIT, In- ternational Employment Policies, working paper a. 25, Ginebra, 1989. “Syndicats d'Europe", mémero especial de la revista Le Mouversent Social, Paris, Les Editions Ouvridres, n, 162, enero-marzo 1993, con estudios de J. Freyssinet, J Visser, U. Reheat y otros. Valdés Dal-Ré, Fernando (coord.), Sindicalismo ¥y cambios sociales, Consejo Beondmico y Social, Madrid, 1994, eon ostudios de W. Daubler, J. Godio, U. Zachert y otros. Visser, Jello, “Ia Search of Inclusive Unionism”, ‘niimero especial del Bulletin of Compara- tive Labour Relations, n. 18, Kluwer Law and Taxations Publishers, Deventer, 1990,

También podría gustarte