Está en la página 1de 15

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales


Departamento de Ciencia Política
Historia política y socioeconómica de Colombia en el siglo XX

SOCIALISMO Y MOVIMIENTO OBRERO

Gabriel Felipe Jiménez


Miller Esteban García
Nicolás René Gil Sánchez
Roland de Pury

INTRODUCCIÓN

La nación colombiana presenta en su historia política una multiplicidad de sucesos que marcaron el
curso de la misma. Pese a que la política colombiana estuvo marcada en su mayoría por el bipartidismo,
existieron ideologías las cuales estaban muy ligadas a la realidad del proletariado que estuvo relegado
de cualquier decisión política que fuera tomada por las elites conservadoras y liberales. Las ideas
desarrolladas por los intelectuales europeos como Jaurès, Marx o Bakunin fueron bien acogidas por los
obreros colombianos que tenían como medida alternativa la protesta y la organización sindical para ser
tenidos en cuenta en las ya mencionadas decisiones políticas.

El presente ensayo pretende exponer en sus líneas los diversos acontecimientos presentados en la
historia de Colombia a lo largo del siglo XX donde se vean reflejados los movimientos obreros y la
ideología socialista. El siguiente texto iniciará con un análisis histórico de los antecedentes presentados
en el siglo XIX, seguidamente se hará un repaso por los sucesos del siguiente siglo el cual está marcado
principalmente por la guerra y la violencia. Finalmente se hablará de la actualidad, del panorama
nacional y de la situación de los movimientos obreros que son fruto de todo este proceso histórico.

1. INICIOS DE LA IDEOLOGÍA Y EL MOVIMIENTO

1.1. Antecedentes.

Inicialmente, las ideas socialistas tuvieron su primera aparición notable en la historia colombiana a
mitad del siglo XIX durante el gobierno del liberal José Hilario López, recordado porque en su gobierno
se abolió la esclavitud. En su mandato presidencial los intelectuales organizaron Clubes socialistas para
compartir ideas de tal tendencia y tales organizaciones informales fueron bien vistas por el presidente
López. Sin embargo, durante la siguiente mitad del siglo no se presentó nunca una organización política
de tendencia socialista y además a nivel práctico no existió ningún sindicato obrero, lo más cercano a
un sindicato fueron las ideas anarquistas que no se ejecutaban por la oposición que hacía el
conservadurismo el cual se estaba adhiriendo en el poder con mayor fuerza a finales de siglo.

Sin embargo, en esta época se presentó un personaje en el panorama político como lo fue Rafael Uribe
Uribe de tendencia socialista que luchó contra el establecimiento conservador. Este militante del Partido
Liberal y general de los mismos en la Guerra de los Mil Días tuvo un cambio en su pensamiento político
en los años posteriores a dicha guerra cuando tuvo contacto con el socialismo francés de Jean Jaurès.
Uribe habló del socialismo de Estado en múltiples conferencias y defendió tal idea hasta su fatídica
muerte a las afueras del Capitolio Nacional. Uribe Uribe explicó tal planteamiento en el Teatro
Municipal de Bogotá para el año de 1904 con las siguientes palabras:

“No soy partidario del socialismo de abajo para arriba que niega la propiedad, ataca
el capital, denigra la religión, procura subvertir el régimen legal y degenera con
lamentable frecuencia, en la propaganda por el hecho; pero declaró profesar el
socialismo de arriba para abajo, por la amplitud de las funciones del Estado”1

1.2 Primeros sindicatos del siglo.

Ya a inicios del siglo XX hubo mayor fuerza en tales ideas llegando a conformar los primeros sindicatos
a finales de la primera década. “Entre 1909 y 1919 existieron solo 37 sindicatos legales y entre 1919 y
1930 tan sólo se organizaron 107 sindicatos legales dentro de la ley”2 Como se mencionó anteriormente,
durante este periodo la corriente del anarquismo fue cercana a los sindicatos y fue más cercano que las
ideas socialistas por las siguientes razones. La primera es que los fundamentos del socialismo conocidos
en Colombia eran los del socialismo utópico proveniente de Francia resultaban ser idealistas y con una
práctica bastante incipiente y por otro lado está el anarquismo que resultaba más práctico y
emancipatorio. Por eso las primeras marchas obreras fueron promovidas por los anarquistas como fue
la marcha del 15 de mayo de 1916 en Bogotá donde fueron asesinados y encarcelados un gran número
de obreros capitalinos.

En los años posteriores a la Primera Guerra Mundial llegaron al país ediciones impresas en Barcelona
de obras referentes del socialismo científico, propuesto por el economista y sociólogo alemán Karl
Marx, las cuales nutrieron los movimientos sindicales. Seguidamente acontecieron las huelgas más
importantes de la época como lo fueron las huelgas de los obreros del puerto de Cartagena en febrero
de 1920 y la más recordada de la época que fue la huelga bananera de Ciénaga, Magdalena iniciada el
12 de noviembre de 1928, donde el sindicato bananero exigía mejores condiciones laborales a la United
Fruit Company, tal huelga se prolongó un mes hasta que el 5 de diciembre por presiones del gobierno
norteamericano -que velaba por los intereses de dicha multinacional- el ejército colombiano abrió fuego
contra los trabajadores asesinando e hiriendo a miles. Esta masacre sería investigada y llevada al
congreso por Jorge Eliécer Gaitán quien en 1924 había escrito una obra fundamental para el socialismo
colombiano llama Las ideas socialistas en Colombia “donde se declaró socialista y hasta incorporó
muchos de los postulados marxistas en su lectura de la realidad”3.

1.3. Los partidos políticos.

1
Uribe, Uribe, Rafael, "Socialismo de estado", conferencia dictada en el Teatro Municipal de Bogotá, octubre de
1904, en El pensamiento político de Rafael Uribe Uribe, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1974
2
Alba, Víctor. Historia del movimiento obrero en América Latina. México D.F.:Editorial Limusa Wiley, 1964.
Pág. 401.
3
Archila, Mauricio. Jorge Eliécer Gaitán. En : Revista Credencia [en línea]. Vol. (2017). [Consultado 30 de
mayo 2018]. Disponible en <http://www.revistacredencial.com/credencial/historia/temas/jorge-eliecer-gaitan>
Con un sindicalismo más uniforme que estaba conformado por centrales obreras como la Confederación
Obrera Nacional - CON que en su tercera reunión fundan el Partido Social Revolucionario - PSR en
1928 el cual entra en relaciones con la Internacional Comunista. Posteriormente, este partido entra en
una profunda crisis la cual es consecuencia de la masacre de las bananeras que debilitó al sindicalismo
nacional y en medio de dicha crisis, el comité central del partido fue tomado por los radicales del
movimiento transformando al PSR en el PCC o Partido Comunista Colombiano, esta transformación
trajo consigo una afiliación más directa con la Internacional Comunista, además se aplicó la llamada
bolchevización o impresión de ideas bolcheviques generadas en la Revolución rusa en los programas
políticos de los partidos comunistas, como consecuencia de esto varios de los miembros del partido
fueron expulsados y entre estos la reconocida María Cano. “En junio de 1930 se fundó una nueva
organización semi socialista, el Partido Laborista Colombiano. Este grupo, dirigido por elementos
sindicales, sólo obtuvo un pequeño número de votos en las elecciones y desapareció”4.

Para las elecciones presidenciales de 1934 el PCC presentó como candidato para los comicios a Eutiquio
Timoté quien era un líder indígena y se enfrentó en las urnas frente al candidato liberal Alfonso López
Pumarejo quien lo derrotó de forma contundente en las urnas, los resultados fueron de 938.808 votos
para López y 3401 votos para Timoté5 Ya en el gobierno de la Revolución en Marcha del presidente
López Pumarejo se apoyó la creación de la CTC - Confederación de Trabajadores de Colombia que se
conformó inicialmente por las federaciones de los petroleros, los ferroviarios y los trabajadores fluviales
del río Magdalena. Esta confederación sería dirigida por socialistas y anarcosindicalistas, pero terminó
siendo dominada por el PCC.

En el ya mencionado gobierno de López Pumarejo se creó el Frente Popular donde había una mutua
cooperación de socialistas, comunistas y sindicalistas con el gobierno, uno de los representantes más
reconocidos de este Frente fue el líder comunista Gilberto Vieira que inicialmente tuvo diferencias con
el presidente López al criticar el gobierno de oligarcas donde cooperaban las burguesías y las
aristocracias. Gilberto Vieira fue un personaje que estuvo presente en las transformaciones del Partido
Comunista como la acontecida 1946 cuando adoptaron el nombre Partido Social democrático. “Esto
ocurrió una vez las tesis de Earl Browder, que habían inspirado la decisión de 1946, fueron
excomulgadas de Moscú”6 tales tesis buscaban la reconciliación del capitalismo con el socialismo y el
comunismo. El partido se dividió en una facción comunista dirigida por Vieira y la facción browderista
o socialista popular por Augusto Durán, tal disputa se definió en el V congreso del partido donde se
nombró a Vieira como secretario del partido. Durán terminó desvinculandose del partido junto con Luis
Morantes más conocido con Jacobo Arenas.

2. REPÚBLICA LIBERAL Y GAITÁN

2.1. Participación en las elecciones y unión con los liberales.

Para entender la participación de Jorge Eliécer Gaitán y analizar su unión con los liberales, tenemos que
presentar de manera breve la difusión de las ideas gaitanistas. Después que la República liberal de los

4
Alba, Víctor. Historia del movimiento obrero en América Latina. México D.F.:Editorial Limusa Wiley, 1964.
Pág.169.
5
BASE DE DATOS POLÍTICOS DE LAS AMÉRICAS. Colombia: Elecciones Presidenciales 1826-1990.
En: Georgetown University y Organización de Estados Americanos. [en línea]. (1999). [Consultado 30 de
mayo 2018]. Disponible en: <http://pdba.georgetown.edu/Elecdata/Col/pres1826_1990.html>
6
Alba, op. cit., pág. 170.
años treinta haya traído unos cambios progresistas a través varias reformas, las ideas liberales fueron
poco a poco aceptadas en la sociedad. En este contexto, lleno también de polarización política y de
rupturas económicas favorables para su campaña populista, Jorge Eliécer Gaitán lanzó en 1944 su
candidatura para las elecciones presidenciales previstas por mayo del 1946. Después del fracaso en
1935 de la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria (UNIR) que el caudillo había fundado en 1933,
Gaitán decide de quedarse con el Partido liberal para fructificar en el su movimiento llamado
«gaitanismo».

En 1944, las primeras organizaciones gaitanistas empiezan a formarse en las grandes ciudades del país,
especialmente en la costa norte. El movimiento gaitanista, creciendo poco a poco durante su campaña,
se convierte en la expresión del sentimiento de oposición en contra del sistema establecido. En la idea
de ese movimiento, el soberano es el pueblo. Es la población colombiana que tiene que tomarse el poder
para expulsar la oligarquía liberal y conservadora. Para Gaitán, la toma de conciencia del pueblo era
fundamental. Pero esa consciencia no se tomaba solo a través la explicación de las estructuras
económicas, sino a través de la movilización de una psicología colectiva que se puede alcanzar no por
la razón sino por el sentimiento. El caudillo aprovechara del disgusto de las masas que son testigos del
enriquecimiento de una minoría y de la especulación mientras el pueblo vive en la miseria. Esto, en
consecuencia, desarrolla una «consciencia revolucionaria» ligada a los intereses fundamentales de los
trabajadores de las ciudades, de los sectores radicales de la población rural, de la pequeña burguesía
progresista y de la juventud7.

La línea política del caudillo no es tan simple. En su campaña presidencial, aunque Gaitán se haya
acercado de los liberales, atacó tan bien los conservadores como la oligarquía de su propio partido.
Aprovecha de las rivalidades entre los dirigentes de los dos partidos tradicionales. De una cierta manera,
Gaitán es ideológicamente y políticamente cercano a los conservadores. Su crítica severa del
capitalismo apoyado por las oligarquías de todos los rincones políticos muestra ese hecho. En esta
crítica, su lucha refleja la visión utópica de una sociedad libre de los prejuicios raciales y de clases que
permite una unificación nacional. Mirando el éxito del caudillo, los conservadores han probado varias
tentativas para llegar a un acuerdo con Gaitán. El ejemplo más ilustrador de este hecho es el apoyo de
Laureano Gómez al caudillo. Así, el periódico conservador «El siglo» se vuelve el vocero oficial de
Gaitán.

Cuando Gaitán entra en el partido liberal para las elecciones presidenciales de 1946, no lo hace por
convicción sino por infiltrar a un enemigo como un «caballo de de Troya». En su campaña populista en
la cual logra a atraer liberales como ciertos grupos conservadores, el caudillo usa como tema la
oposición contre la oligarquía económica y política sobre la base de una restauración moral y
democrática de la República. En uno de sus discursos pronunciado en el teatro municipal de Bogotá,
Gaitán expone la significación de la oligarquía diciendo que es una minoría, de cualquier partido, que
actúa únicamente por sus intereses a expensas del pueblo. Así, esa oligarquía impediría, de un punto de
vista social, el desarrollo de la sociedad y de un punto de vista espiritual, el desarrollo de las personas
entre ellas. Terminaba ese discurso con las grandes palabras de su movimiento: «¡Pueblo, por la
restauración moral, a la carga! ¡Pueblo, por derrota de la oligarquía, a la carga! ¡Pueblo, por nuestra
victoria, a la carga!»8.

7
Gaitán, J. E. (1924). Las ideas socialistas en Colombia. Centro Jorge Eliécer Gaitán , Facultad de Derecho,
Universidad Nacional.
8
Gaitán, Jorge Eliécer. La Plataforma del Colón (1947). Farc Ediciones. Bogotá. 2017
La alianza con los liberales es una estrategia de la parte del caudillo. De hecho, para Gaitán el
liberalismo es un instrumento político para servir y aumentar el nivel de vida de la gente intentando de
establecer una sociedad igualitaria basada sobre el saber, el trabajo, la competencia y el sentimiento de
responsabilidad de cada individuo.

Los resultados de las elecciones presidenciales del 5 de mayo 1946 son decepcionantes para los
gaitanistas que habían apoyado a su líder. De hecho, fue el conservador Mariano Ospina Pérez que ganó
la presidencial. El candidato oficial liberal que se había opuesto frente a Gaitán provocando una
profunda división dentro del partido liberal, Gabriel Turbay, obtuvo el segundo lugar. A pesar de esta
derrota, Gaitán logró obtener la mayoría en las grandes ciudades, mostrando de hecho un apoyo
moderno y progresista. Después de la victoria del candidato conservador, varias personalidades cerca
de Gaitán como Jorge Uribe Márquez y J.A Osorio Lizarazo han querido plantear un paro para
deslegitimar al gobierno con el objetivo de derrocarlo. Querían aprovechar de la movilización y de la
atmósfera que había creado Gaitán durante su campaña. Pero con humildad y respeto, el caudillo
rechazó esa idea diciendo que él era un abogado que respetaba la legalidad conduciendo su movimiento
según las normas constitucionales democráticas. En su discurso postelectoral del 7 de mayo 1946, el
caudillo llamó a la población al orden y a la organización más bien que a la anarquía, reconociendo la
victoria de Mariano Ospina Pérez. Calmo que no podrá controlar después de su asesinato que provocará
el famoso «bogotazo» de 1948.

2.2. Gaitán y los obreros.

El movimiento liberal colombiano ha conocido sus varios actores famosos. Podemos pensar a Rafael
Uribe Uribe, Alfonso López Pumarejo y Jorge Eliécer Gaitán. Pero este último era un hombre muy
diferente de los dos precedentes. No era un liberal como Pumarejo o Uribe Uribe, sino un socialista que
buscaba a derrotar la oligarquía de los dos partidos tradicionales. Gaitán era obviamente un caudillo
apreciado por la población. El desorden del «bogotazo» en 1948 muestra perfectamente el amor del
pueblo por Gaitán. Jorge Eliécer Gaitán se lanza temprano en la política apoyando la candidatura de
Guillermo Valencia en las presidenciales de 1918. Después de una ruptura con el partido liberal y la
creación de la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria (UNIR) en 1933, regresa al partido liberal
en 1935 con el objetivo de usarlo, manipularlo y infiltrarlo en el interés del pueblo. Gaitán ocupó durante
su presencia en el partido varios puestos claves. Fue alcalde de Bogotá, ministro de la Educación
nacional bajo el mandato de Alfonso Pumarejo y ministro del trabajo. Llevando la imagen de disidente
del partido liberal, se vuelve su líder en 1947 después de haber sido derrotado a las presidenciales de
1946. Este personaje, que era muy cercano de la clase media y a los pobres, fue uno de los primeros
líderes colombianos a poner sobre la mesa la temática de las políticas sociales. En este sentido, quería
traer unos cambios progresistas que parecían para la época, ideas revolucionarias. La democratización
de la cultura, nacionalizar la educación y mejorar las condiciones de los trabajadores eran así sus
objetivos principales. Esas ideas socialistas acompañadas con un nacionalismo que busca a integrar las
diferencias han convencido a la población colombiana. Ya el conservatismo sectario había cansado la
población durante la hegemonía conservadora (1886-1929) y la llegada de un hombre con un discurso
de integración política y patriota fue recibido como alternativa muy atrayente.

Jorge Eliécer Gaitán fue un gran defensor de los obreros. El evento que representa lo más su apoyo a
los trabajadores fue la defensa de los obreros frente al masacre de las bananeras el 6 diciembre 1928 en
la ciudad de Ciénaga en el departamento de Magdalena. Producto de un paro iniciado por los
trabajadores de la empresa americana llamada «United Fruit Company» el 12 de noviembre 1928, el
caudillo criticó fuertemente la gestión del gobierno frente a esa situación. Los trabajadores de la
empresa reclamaban un aumento salarial, el mejoramiento de las condiciones de trabajo, el
reconocimiento de los derechos sindicales, el fin del sistema de vales que establecía una dependencia
de los obreros frente a la empresa y el paro de actividades de las tiendas de la United Fruit que ahogaban
las producciones locales. De hecho, el ejército colombiano fue enviado para restablecer el orden,
acabando el paro con un baño de sangre9.

El 18 de julio 1929, Jorge Eliécer Gaitán, se va en la zona bananera para investigar con el objetivo de
sacar a la luz los eventos acontecidos. Procede tomando fotos y haciendo entrevistas con los obreros y
los habitantes de la región. Cuando regresa en Bogotá, denuncia fuertemente la masacre y las injusticias
cometidas en Ciénaga de la parte del gobierno de Miguel Abadía Méndez y del ejército. Esa denuncia
se volverá en gran debate público que aumentará la popularidad de Gaitán y contribuirá a su imagen de
oposición. Así, denunciando la masacre públicamente, Gaitán gana un reconocimiento nacional,
volviéndose un actor político popular que apoya y protege los intereses de los trabajadores y del pueblo.
Los debates que se desenvuelven en la cámara durante dos semanas conducen a la liberación de varios
trabajadores y un apoyo moral a las viudas y los huérfanos de los asesinados.

Ese acontecimiento va obviamente a contribuir al crecimiento de la oposición popular frente al partido


conservador que ve poco a poco su ejercicio de poder desgastarse. En un contexto de crisis, de desgaste
del poder, de un manejo represivo del gobierno, Gaitán muestra el partido conservador como una
«marioneta del capitalismo americano» que asesina sus propios ciudadanos en beneficio a los inversores
extranjeros.

3. DE LA VIOLENCIA A LAS GRANDES GUERRILLAS

3.1. La Violencia.

El 9 de abril de 1948 fue asesinado Jorge Eliécer Gaitán, adalid del “gaitanismo” que agrupó a
numerosos sectores de la sociedad colombiana, principalmente al proletariado y al movimiento obrero.
La cercanía de Gaitán con el pueblo y su pragmática interpretación de la realidad colombiana lo
convirtió en un ídolo del movimiento obrero colombiano y en una voz del socialismo en el país, a pesar
de su repudio por parte del Partido Comunista Colombiano; Gaitán representó otra cara del socialismo,
la democrática, y fue el principal impulsor del socialismo en el país. Por lo anterior, el asesinato de
Gaitán generó un profundo sentimiento de rabia en el movimiento obrero y en el proletariado
colombiano que se expresó en el Bogotazo y en los procesos de inversión institucional en el resto del
país10. Mientras que en Bogotá se dio una revuelta popular violenta en contra de la institucionalidad,
atacando tanto a edificios y miembros del gobierno como del partido conservador, en provincia se
realizaron revueltas también violentas que en algunos casos resultaron consolidando formas de
organización y gobierno populares. El 9 de abril el proletariado colombiano, en nombre de Gaitán,
movió los cimientos del país, lo que preocupo a la oligarquía colombiana, principalmente a la
conservadora que se encontraba en el gobierno de Mariano Ospina Pérez, por lo que está pacifico
Bogotá a través de un acuerdo entre ambos partidos; la incapacidad de organizar la revuelta popular y
el triunfalismo ingenuo ayudaron a la pacificación de la revuelta. En provincia, por otro lado, el ejército
se encargó de desmantelar las revueltas y los gobiernos populares que se habían instalado11,
criminalizando al movimiento obrero y al proletariado que se habían sublevado.

9
Gaitán, Jorge Eliécer. La Plataforma del Colón (1947). Farc Ediciones. Bogotá. 2017
10
Tirado, M. (1989). Nueva historia de Colombia. Tomo II. Planeta. Pág. 76.
11
Ibíd., Pág. 57.
Una vez calmada la marea popular causada por el acontecimiento del 9 de abril, la oligarquía
colombiana -principalmente la conservadora- no permitiría que un fenómeno semejante se repitiera, por
lo que se fijó el objetivo de diezmar todo rastro del flaqueante gaitanismo, por tanto de los liberales y
socialistas, así como de cualquier forma de organización popular y oposición. Así inició la época de la
Violencia, donde se dio la persecución y eliminación de socialistas, liberales, líderes sociales y
organizaciones populares por parte del gobierno conservador y con complicidad de la oligarquía liberal;
todo esto acompañado por la instalación de un régimen del terror en provincia, donde los actos más
inhumanos -violaciones, desmembramientos, fusilamientos y más- por parte del gobierno a través del
ejército, policía y órganos paramilitares eran el pan de cada día12. El proletariado colombiano, que con
Gaitán había ganado increíble fuerza, fue debilitado desde sus bases durante la Violencia; de esta forma
las protestas y los conflictos laborales fueron enormemente reducidos13, así como el sindicalismo fue
cooptado por los partidos tradicionales, principalmente con la UCT. La CTC, de orientación radical-
liberal fundada en 1936, durante este periodo fue sistemáticamente reprimida; luego del asesinato de
Gaitán se evidenció la falta de unidad del movimiento obrero14. La pérdida de poder de la CTC y su
represión, dándole paso a la UCT conservadora y de la iglesia católica, hizo que el movimiento obrero
liberal-socialista tuviera que actuar clandestinamente. El proletariado y el sindicalismo colombianos
fueron profundamente debilitados.

Como resultado de lo anterior se dio la conformación de grupos guerrilleros como resistencia a la


Violencia. Estos fueron conformados por distintos sectores del proletariado colombiano, principalmente
por el campesinado y por obreros, en zonas de amplia influencia del partido socialista revolucionario,
del partido comunista y de Gaitán con la UNIR15. Entonces, estos grupos guerrilleros tuvieron un
importante carácter liberal y socialista, así como desarrollaron formas de organización sin precedentes,
donde se organizaban la tierra, los impuestos, el trabajo, el matrimonio, entre muchos otros aspectos.
Este sector del proletariado que se alzó en armas sirvió de refugio para los afectados por la Violencia.
Entonces, mientras gran parte del proletariado y del movimiento obrero fue diezmado, otra se alzó en
armas como respuesta.

3.2. Gobierno de Rojas Pinilla.

A pesar de que la Violencia fue principalmente una arremetida oligárquica contra el proletariado
colombiano, está se extendió a otros campos de la sociedad, fuera de Bogotá las disputas de diversa
índole, como infidelidades, peleas de cantina o conflictos económicos, se resolvían a través del
asesinato16. La aparente seguridad que tenía la oligarquía liberal también se vio amenazada por la
Violencia. Esto generó un clima de inestabilidad en el cual el terror dominaba la vida social, al mismo
tiempo que grupos guerrilleros amenazaban el orden. Además de lo anterior, el partido conservador se
encontraba dividido: había una crisis política y social. Ante esta situación de crisis y devastación que
llevaba 5 años, Gustavo Rojas Pinilla perpetró un golpe de Estado en 1953 que gozó de un amplio apoyo
tanto de conservadores, liberales y el proletariado colombiano. Durante este periodo el objetivo

12
Tirado, M. (1989). Nueva historia de Colombia. Tomo II. Planeta. Pág. 140.
13
Ardila, M. Á. U. (2013). El movimiento sindical: el período de la violencia y la formación de la nueva
izquierda colombiana, 1959-1971. Diálogos de saberes: investigaciones y ciencias sociales, (38). Pág. 140.
14
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH (2006). Movimiento Sindical en
Colombia. Pág. 11.
15
Tirado, op. cit., pág. 143.
16
Ibíd., pág.140.
principal fue la pacificación del país con el objetivo de restablecer el orden para luego abrir de nuevo
el proceso democrático.

Rojas tuvo el apoyo de las fuerzas militares y busco mantenerlo, pero también trató de movilizar a otros
sectores del país a su favor con el objetivo de “tener una base política que legitimara las reformas que
él militar adelantaba”17. Uno de estos sectores fue el proletariado colombiano, principalmente el
movimiento obrero. Para ello fundó la Confederación Nacional de Trabajadores, a la que otorgó
personería y con la que buscaba incorporar y representar al pueblo y a la clase obrera del país; hubo una
clara influencia -y financiación- del peronismo en este aspecto. Tal influencia del peronismo, así como
los roces que luego tendría Rojas con la iglesia católica, hizo que esta última se opusiera a la CNT,
acusándola de socialista y con “principios contrarios a la moral cristiana, por lo que condenó advirtiendo
públicamente que cometen pecado mortal quienes pertenecieran a ella”18. El intento de monopolio del
movimiento obrero por parte de la iglesia católica con la UTC desde 1946 se vio amenazado por la
CNT, razón por la cual esta se opuso a su creación. Por esto, la CNT no tuvo un papel trascendente en
Colombia y fue fuertemente criticada por ser usada como herramienta de apoyo al MAN, el nuevo
movimiento político de Rojas. La CNT se declaraba en contra de las oligarquías, intentando atraer y
movilizar al movimiento obrero con los discursos de Gaitán.

A pesar del amplio apoyo por parte de conservadores, liberales, la iglesia y el proletariado colombiano,
a excepción de los socialistas que desde un principio rechazaron el gobierno de Rojas, este fue
declinando por las medidas autoritarias y por las masacres perpetradas durante el gobierno de Rojas.
Con el tiempo fue perdiendo el apoyo de estos sectores y se fue consolidando una oposición política
que convocó a un paro masivo, obligando a Rojas a renunciar a la presidencia. El proletariado
colombiano y el movimiento obrero que apoyaron el golpe de Estado buscando terminar la Violencia
que los azotaba y atraídos por los intentos reformistas de Rojas, se volcaron contra este por su
autoritarismo, por la amplia limitación del sindicalismo -junto con el predominio de la UTC- y por la
desaparición de la posibilidad de huelgas y manifestaciones19. Por otra parte, el movimiento socialista
estuvo siempre en contra del golpe de Estado, sentimiento que se vio acentuado por la persecución y
asesinato de sindicalistas comunistas y por la proscripción del partido comunista el 1 de marzo de 1956.

Con respecto a las guerrillas revolucionarias formadas durante el periodo de la violencia, Rojas decretó
la amnistía para estas, lo cual permitió la desmovilización de una gran cantidad de guerrilleros y redujo
en gran medida la violencia. No obstante, la desmovilización no fue total, en 1953 la violencia aumentó
en algunas zonas del país y su gobierno fue incapaz de derrotar al movimiento guerrillero restante. Es
curioso el interés de Rojas por la desmovilización de guerrillas revolucionarias con tintes socialistas
para acabar con la Violencia mientras realizaba una persecución sistemática del partido comunista.
Rojas no logró erradicar la violencia e inclusive está en algunos momentos aumento, lo que, junto con
el autoritarismo, llevó a la búsqueda de unión entre liberales y conservadores para acabar
definitivamente con la violencia partidista y la crisis política y social.

3.3. Frente Nacional: sindicalismo, oposición política y surgimiento de las grandes guerrillas.

17
Ardila, M. Á. U. (2013). El movimiento sindical: el período de la violencia y la formación de la nueva
izquierda colombiana, 1959-1971. Diálogos de saberes: investigaciones y ciencias sociales, (38). Pág. 140.
18
Ibíd.
19
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH (2006). Movimiento Sindical en
Colombia. Pág. 11.
En 1957 se realizó el Pacto de Sitges, donde los partidos liberal y conservador llegaron a un acuerdo y
buscaron realizar un plebiscito para ratificar tal acuerdo que involucraba una reforma constitucional que
tenía como objeto establecer el Frente Nacional, un periodo de alternancia de gobierno entre liberales
y conservadores y la igualdad -paridad- de participación en el gobierno de estos20, entre otros aspectos.
En el mismo año se realizó el plebiscito que aprobó la instauración del Frente Nacional. Todo esto con
el fin de superar la crisis política producida durante el gobierno de Rojas Pinilla y para terminar con la
violencia partidista que a pesar de los intentos de frenarla seguía presente. Efectivamente el Frente
Nacional disminuyó en gran medida la violencia partidista, no obstante acentuó otras problemáticas,
principalmente el inconformismo por la nula participación política de actores fuera del sistema
bipartidista, junto con el inmovilismo, la poca coherencia de las políticas y la falta de respuestas a las
demandas sociales21. Todo esto provocó un malestar político y social que tendría como máxima
consecuencia el resurgimiento de guerrillas, esta vez predominantemente socialistas, punto que será
tratado más adelante.

Durante el Frente Nacional el proletariado colombiano y el movimiento obrero se manifestaron por dos
vías: la oposición política y el sindicalismo. El encerramiento de la política colombiana en los dos
grandes partidos y por ende la exclusión de otras fuerzas políticas y sociales, generaron progresivamente
un ambiente de inconformismo y oposición al Frente Nacional, que se tradujeron en la construcción de
nuevas fuerzas políticas: el MLR y la ANAPO. El Movimiento Liberal Revolucionario (MLR) surgió
a partir de la fragmentación del partido liberal ya que una sección de este no estaba de acuerdo con las
políticas del Frente Nacional; esta sección estaba liderada por Alfonso López Michelsen. No solo estaba
conformado por liberales radicales, sino que también acogió al Partido Comunista que operaba en la
ilegalidad. En términos electorales tuvo una significativa importancia, obteniendo 600000 votos en las
elecciones de 1962, además “exigió una reforma agraria, la nacionalización de los recursos naturales y
la democratización del país”22, lo que, junto con el apoyo a la revolución cubana, evidenció su tendencia
revolucionaria. No obstante, luego de las elecciones presidenciales de 1966, en las que Michelsen
perdió, el MRL fue subsumido en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo al partido liberal y al Frente
Nacional; este cambio arrebató la esencia del MRL, la oposición al Frente Nacional, por lo que al poco
tiempo fue disuelto. Ante esto, las juventudes del MRL (J-MRL) se desprendieron del sector oficialista
del MRL y tuvieron un papel fundamental en el desarrollo del foquismo23, lo que resultó en la creación
del ELN por parte de estas juventudes. El diálogo que tuvieron las JMRL con el MIR y las FALN, así
como la influencia y papel de la revolución cubana, fue fundamental para que las JMRL desconfiaran
de los comunistas reformistas y fósiles, apegados al dogmatismo y la institucionalidad, lo que llevó -
bajo estas influencias- a la construcción de aparatos urbanos clandestinos que incitaran a la lucha
armada24; de esta forma se empezó a formar el ELN, guerrilla socialista, pro-revolución cubana y al
principio más urbana que rural.

La ANAPO fue la segunda gran oposición al Frente Nacional. Liderada por Gustavo Rojas Pinilla, la
ANAPO tenía un carácter nacionalista de izquierda, aunque con tintes conservadores y religiosos.

20
Hartlyn, J. (1993). La política del régimen de coalición: La experiencia del Frente Nacional en Colombia.
Tercer Mundo Editores/Ediciones Uniandes-CEI.
21
Ibíd., pág 107.
22
Ardila, M. Á. U. (2013). El movimiento sindical: el período de la violencia y la formación de la nueva
izquierda colombiana, 1959-1971. Diálogos de saberes: investigaciones y ciencias sociales, (38). Pág. 141.
23
Ibíd.
24
Rozo, M. (2013). Violencia pública en Colombia, 1958-2010. Anuario Colombiano de Historia Social y de la
Cultura, 40(2). Pág. 78.
Agrupó al movimiento obrero y al proletariado colombianos, reivindicando las reformas económicas,
políticas y sociales adelantadas durante la dictadura de Rojas y frenadas por la oligarquía colombiana,
por lo que la oposición se fundamentaba en que el Frente Nacional era un gobierno de oligarquías. La
ANAPO tuvo un impacto trascendental, hasta el punto de que en 1970 obtuvo la victoria en las
elecciones presidenciales, no obstante un fraude electoral le dio la presidencia a Misael Pastrana25.
Como respuesta a esto, militantes de la ANAPO formaron el M-19, un grupo guerrillero urbano de
orientación liberal y socialdemócrata que buscaba consolidar una democracia real en el país.

El MOEC, el MOIR, el PCC y luego el PCC-ML fueron importantes agrupaciones estudiantiles, obreras
y socialistas, caracterizadas por su oposición al Frente Nacional. Dentro de estas, fundamentalmente
dentro del MOEC y el PCC, hubieron fuertes discusiones sobre la adopción del foquismo y sobre la
ideología a seguir -en un contexto de Guerra Fría y de disputa sino-soviética- que llevaron a la creación
del MOIR -no foquista- y del PCC-ML; este último creó el Ejército Popular de Liberación, guerrilla
socialista maoísta y pro-revolución cubana, como respuesta a las condiciones políticas, sociales y
económicas del Frente Nacional, principalmente la dictadura encubierta a través del Estado de Sitio26.
Por su parte el PCC se encargó de unificar a las guerrillas liberales-campesinas que no se
desmovilizaron durante el gobierno de Rojas y el Frente Nacional, que junto con la ofensiva del ejército
propició la creación de las FARC, una guerrilla rural, campesina y socialista, principalmente con el
conflicto de Villarrica y la operación militar de Marquetalia. Las FARC, desde sus raíces más
profundas, buscaban defender a los campesinos y realizar un proceso de toma de tierras, principalmente
por la inmensa concentración de la tierra que había en el país y por el desplazamiento forzado de
campesinos27.

En síntesis, la oposición política al Frente Nacional, principalmente del MRL y la ANAPO, pero
también del PCC y el PCC-ML, derivó en la creación de las grandes guerrillas del país, principalmente
por el aumento del inconformismo producto del aislamiento político, del inmovilismo, de la
incoherencia en las políticas, de la poca respuesta a las demandas sociales, del fraude electoral y de la
represión y arremetidas del ejército contra el movimiento obrero y el proletariado durante el Frente
Nacional.

El sindicalismo fue una gran forma de expresión del movimiento obrero durante el Frente Nacional,
resultado de los cambios políticos, económicos y sociales que se dieron en este periodo y oponiéndose
al Frente Nacional. Durante el Frente Nacional hubo un auge del movimiento sindicalista, así como un
gran aumento de huelgas, tomas de fábricas, paros generales y otros mecanismos, no obstante este auge
se dio desde abajo, desde el movimiento obrero y el proletariado colombiano, y no desde las dos grandes
organizaciones sindicales del país cooptadas por los partidos políticos, la UTC y la CTC, que se
mantuvieron alejadas de este proceso28; era un sindicalismo institucionalizado. Además de lo anterior,
estas dos organizaciones sindicales empezaron a adoptar una posición anticomunista, lo que afectó
principalmente a la CTC, donde hubo una división entre líderes liberales y comunistas que resultó en la
expulsión de los últimos, los cuales por su parte crearon en 1964 la Confederación Sindical de
Trabajadores de Colombia (CSTC), la cual tuvo una fuerte oposición de la UTC y CTC.

25
Ardila, M. Á. U. (2013). El movimiento sindical: el período de la violencia y la formación de la nueva
izquierda colombiana, 1959-1971. Diálogos de saberes: investigaciones y ciencias sociales, (38). Pág. 141.
26
Villarago, A. Ejército Popular de Liberación (EPL). Centro Nacional de Memoria Histórica.
27
Pataquiva García, G. N. (2009). Las FARC, su origen y evolución. Unisci discussion papers, (19), 154. Pág.
157.
28
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH (2006). Movimiento Sindical en
Colombia. Pág. 12.
El sindicalismo aumentó de manera radical, se crearon 1697 organizaciones y se pasó de un 5% de
población sindicalizada en 1947 a 15.5% en 196529. Como se dijo anteriormente, la UTC y la CTC
estaban cooptadas por los partidos tradicionales -la oligarquía-, por lo que su alejamiento con el
sindicalismo desde abajo e independiente generaron crisis en la CTC y una reducción en la importancia
de la UTC. Por lo anterior, se crearon importantes organizaciones sindicales como la CSTC, Fecode, la
CGT, la ANUC, entre otras. El contexto internacional, caracterizado por la disputa sino-soviética y por
la influencia de Cuba, fue importante para la conformación de este sindicalismo desde abajo, que
protagonizó la mayoría de huelgas durante este periodo30. Por otra parte, los gobiernos
frentenacionalistas tuvieron una posición hostil contra este auge del sindicalismo, principalmente
utilizando el Estado de Sitio para limitar el derecho a la huelga, para criminalizar las huelgas y paros y
para erradicar el sindicalismo. Entre las principales demandas del sindicalismo estaban el aumento de
los salarios, la estabilidad laboral, la defensa de la huelga, la recuperación de tierras, entre otros.

El principal mecanismo del sindicalismo, además de las huelgas y la toma de fábricas, fue la realización
de paros nacionales, liderados en su mayoría por la CSTC; por ejemplo está el paro nacional de 1969.
Entre las huelgas más representativas, están la huelga de trabajadores marítimos, fluviales y de aire, la
huelga de trabajadores de ingenios azucareros, las huelgas en contra de la politización del sector
bancario, la huelga de los trabajadores de Almacenes Ley, entre otras. En el primero de mayo de 1961
las movilizaciones por el día del trabajo -y en apoyo a la revolución cubana- fueron una muestra de la
magnitud del movimiento obrero que se estaba forjando. La CTC y la UTC fueron las marionetas del
Frente Nacional, las cuales sirvieron de herramienta para desarticular el sindicalismo y frustrar las
diferentes huelgas y paros generales.

4. ÚLTIMOS AÑOS Y ACTUALIDAD

4.1. Transformación, participación política y nuevas organizaciones en las últimas décadas.

Para remontarnos a un contexto histórico, donde se ha dado fin al Frente Nacional, generó grandes
movilizaciones y paros obreros, de tan notable magnitud que sirvió para detener el primer intento de
reformas neoliberales, pero no frenó un periodo de violencia y represión hasta 1982. Durante los
gobiernos de López Michelsen y Turbay, se produjo una crisis económica que al tratarse de resolver
con el FMI trajo graves consecuencias para los sectores obreros, como reducción de salarios y caída en
la inflación, los cuales reaccionaron con grandes paros. Luego surge una iniciativa en el gobierno de
Betancur para dialogar y abrir vías democráticas a los sindicatos, en los que a la par aumenta la
fragmentación. Pero la renovación de los sindicatos que para muchos será definitiva, se dará en 1986
con la fundación de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), la cual para 1991 ya tenía más de la
mitad de sindicados colombianos, pero el impacto que tuvo la CUT no fue el esperado, pues continúan
las discrepancias políticas y los sindicatos perderán en 1990 la posibilidad de una reforma laboral, donde
por otra parte llegaba con fuertes medidas el neoliberalismo al país.

En la década de los 90 se va a dar un paralelo entre la inmersión de mercados y privatizaciones como


políticas neoliberales, y un intento por abrir vías democráticas con libertades individuales gracias a la
nueva constitución de 1991; además de ello, los sindicatos se siguen viendo restringidos a causa del

29
Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH (2006). Movimiento Sindical en
Colombia. Pág. 12.
30
Ibíd.
constante estado de guerra y persecución. Una de las grandes transformaciones por las que ha pasado
la población ha sido su traslado de sectores industriales o manufactures a administrativos o de servicios,
acompañado por una creciente participación de mujeres y niños; estas circunstancias han afectado a la
reducción de sindicatos, ya que la limitación que se ha dado entre las organizaciones y el gobierno,
acompañado del debilitamiento de condiciones laborales a mano de políticas neoliberales ha hecho que
la intención de cambio de los sindicatos disminuya notablemente. Específicamente Juan Bernardo
Rosado enuncia tres problemas que han debilitado en esta década la figura del movimiento sindical,
estos son “reducción de integrantes de los sindicatos, negociación sectorial y el pacto colectivo”31

Mientras la sociedad seguía viéndose afectada por la violencia, el paramilitarismo en auge y la entrada
del narcotráfico, las guerrillas que un día empuñaron las armas para defender ideales de justicia e
igualdad social, esta vez se inclinaban, de la mano de diálogos con los gobiernos en curso hacia políticas
de diálogo e inserción a la vía democrática, donde se pudiesen aplicar sus principios formalmente. Uno
de los hechos, sino el más destacado es el surgimiento de la Unión Patriótica, producto de un proceso
de paz entre el gobierno de Belisario Betancur y las FARC, nace un partido político de ideología
izquierda-socialista conformado por integrantes en su mayoría de las entonces Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional y el Movimiento de Autodefensa
Obrera. La fuerza naciente que tenía este partido iba en ascenso, donde Jaime Pardo Leal como uno de
sus primeros candidatos presidenciales había obtenido cerca del 5% en las elecciones, donde la política
tradicional perdía fuerza y la sociedad colombiana comenzaba a creer en un cambio que favoreciera al
pueblo, a los sectores de la población más afectados. El punto de inflexión se dará en la carrera política
a las elecciones presidenciales de 1990, donde se habían juntado las fuerzas de la UP con Bernardo
Jaramillo Ossa, el M-19 con Carlos Pizarro y Luis Carlos Galán del Partido Liberal, donde todo parecía
indicar que la izquierda en Colombia por fin triunfaría , estas fuerzas apuntaban para quedarse con la
presidencia, hasta que uno a uno en 1989 los candidatos fueron asesinados, lo cual demostraba la
intolerancia y recelo de ciertos sectores de la población hacia las políticas de cambio que estaban en
auge. El genocidio a la UP y la muerte de los candidatos marcó la historia del país, pues se frustraba
toda la iniciativa de cambio donde se dejaban a un lado las armas y se tomaba la vía parlamentaria.

4.2. Desafíos y actualidad.

Juan Carlos Hurtado, en nombre del Semanario Voz afirma que la situación economía y social por la
que hoy en día pasan los colombianos tiene tendencias a empeorar, donde gracias a las contiendas
electorales se definirán políticas en diversos sectores y se producirán un sinnúmero de movilizaciones.
Por su parte, los líderes de grandes 31organizaciones como la CUT (Central Unificada de Trabajadores),
la USO (Unión Sindical Obrera), Unión de empleados bancarios y la Federación Unitaria de
Trabajadores Mineros se han reunido para establecer ciertos puntos; están de acuerdo en que “sus
organizaciones han sido utilizadas para ocultar o mitigar conflictos a cambio de acuerdos que se han
cumplido parcialmente”32 , pues mientras estos demandan mejoras y se oponen al ingreso a la OCDE,
el gobierno no elimina las cooperativas de trabajo asociado, omite las exigencias y se siguen asesinando
líderes sindicales; además de ello consideran fundamental el hecho de despojo de capital que está
sufriendo el país a causa de su entrega a empresas transnacionales está afectando directamente a los
trabajadores locales y generando huelgas que probablemente se cataloguen como ilegales, al igual que
las de Cerro Matoso y Paz del Río.

31
Rosado, J. (2005). Sindicatos y nuevos movimientos en América Latina. pag.96
Las condiciones y garantías que hoy en día se les dan a los trabajadores en Colombia son cada vez
peores; las dificultades para conseguir una pensión justa respecto a la mano de obra invertida; teniendo
en cuenta que gran parte de los empleados hoy en día están tercerizados, son contratados a término
indefinido o por horas, despojándose de una serie de privilegios y derechos que a su vez limitan el
progreso de las organizaciones sindicales. Frente a ello, los líderes en nombre de sus organizaciones
consideran con carácter urgente una unión, evitando las diferencias ideológicas, es necesario ser
“autocríticos”, yendo más allá de los señalamientos al neoliberalismo e imperialismo para incentivar
las repercusiones propias y avances sobre la vida pública, lograr una unificación de ideales al igual que
de sindicatos, ya que el 70% de estos tiene menos de 100 integrantes lo cual genera mayor atomización,
es decir, menos sindicatos y más afiliados.

Por su parte, es variado el diagnóstico que se hace a la izquierda actualmente en Colombia. Hacia la
década de los 20's, producto de la Revolución Rusa, se traen al país las primeras ideas socialistas,
dándole continuidad de cierta manera, gracias a lo hecho por López Pumarejo con la Revolución en
Marcha; pero en su largo trasegar durante el siglo XX el socialismo en el contexto colombiano se ha
caracterizado por su representación en cabeza de grandes académicos y su filiación al Partido
Comunista. A pesar de su poca participación en las elites, es de destacar lo que se ha logrado en los
últimos años, específicamente los triunfos electorales representados en curules en el congreso que dan
mayor connotación a la posición que se quiere compartir, esta vez representada por partidos alternativos
y parlamentarios que creen en un cambio desde el congreso de la República. Sin embargo, la historia
también ha demostrado el odio que se tiene hacia la izquierda en Colombia, el asesinato a candidatos
presidenciales, líderes sociales, evasión de organizaciones socialistas y sindicales lo demuestran.
Respecto a la pregunta si todavía existe la izquierda en Colombia, Fabio López afirma “Sí existen las
izquierdas en Colombia, dispersas, fragmentadas, confundidas en una búsqueda no todas las veces
afortunada”32, lo cual refleja cierta necesidad de unión entre diversas corrientes, al igual que el
movimiento sindical, para lograr mayor profundidad en la sociedad colombiana, pues es gracias a esa
constante separación que la política tradicional y la voluntad de grandes empresarios ha triunfado sobre
la ideología de izquierda y su política alternativa33.

CONCLUSIÓN

El socialismo y el movimiento obrero tuvieron una serie de dificultades para instaurarse en la realidad
colombiana, sin embargo, lograron tener un impacto en la sociedad el cual marcó la historia nacional.
Sus inicios datan de mitad del siglo XIX, pero la consolidación de la ideología y el movimiento se da
en las primeras décadas del siglo XX, teniendo como acontecimiento de mayor importancia a la huelga
bananera de 1928 que termina en la trágica masacre. Este proceso histórico se vio influenciado por los
sucesos internacionales como lo fue en primer lugar el fin de la primera gran guerra que dio paso de
nuevo al comercio entre Europa y América trayendo consigo ediciones de las obras de Marx y Engels.
Por otro lado, se vio la influencia directa que tuvo una corriente ideológica como el browderismo
promovida desde el Partido comunista de los Estados Unidos. Además, esta etapa tiene como
característica sus personajes que fueron trascendentes para posteriores épocas como lo fueron Gilberto
Vieira y Jorge Eliécer Gaitán.

32
Hurtado, J. C. Semanario Voz (2018). Los desafíos del movimiento sindical social en 2018. [Consultado en 1
de junio de 2018] Disponible en: http://semanariovoz.com/los-desafios-del-movimiento-sindical-social-2018/
33
Hernando, C. Revista Semana (2012). La izquierda en Colombia. Disponible en:
https://www.semana.com/opinion/expertos/articulo/la-izquierda-en-colombia/324860
Podemos decir que Jorge Eliécer Gaitán ha obviamente contribuido a desarrollar las ideas socialistas.
Así, a través el gaitanismo, el caudillo ha logrado despertar algo en el pueblo que había sido en gran
parte excluido de las decisiones políticas del país. Su determinación, sus ideas progresistas y su desafío
frente a las oligarquías liberales y conservadoras han convencido a la población que han en respuesta
visto a Gaitán como una alternativa muy atrayente. La defensa que Gaitán dio a los obreros después de
la masacre de las bananeras ha sido el acto que lo volvió lo más popular en la esfera social, criticando
fuerte y libremente el gobierno de Abadía Méndez y el ejército sobre la gestión de esa situación, Gaitán
mostró que era capaz de enfrentar al poder político hegemónico del país. También podemos decir que
el aspecto romántico nacional que conllevaba el gaitanismo ha participado a su suceso. La unificación
de la nación colombiana a pesar de su fragmentación cultural ha sido un factor del éxito del caudillo.

Por lo anterior, el asesinato de Gaitán produjo un sentimiento de rabia colectivo que se tradujo en un
levantamiento popular espontáneo en Bogotá y provincia, el cual produjo un proceso de inversión
institucional y de formación de gobiernos populares en el último. Ante esto, la oligarquía,
principalmente conservadora, contraatacó arremetiendo contra las bases del gaitanismo -el liberalismo
popular- pero también contra socialistas, movimientos obreros y sociales, sindicalismos y cualquier
forma de oposición; este proceso de arremetida contra el proletariado y el movimiento obrero
colombiano, así como de violencia bipartidista -mayormente conservadora-, fue el denominado periodo
de la Violencia. Para dar fin a esta, Gustavo Rojas Pinilla realizó un golpe de Estado con el fin de
pacificar el país y dar paso a la democracia; durante su gobierno se intentó ganar el apoyo de diversos
sectores sociales, como el movimiento obrero y el proletariado con la formación de la CNT, así como
iniciar un proceso de reformas, no obstante el autoritarismo, la influencia del peronismo y otros factores
hicieron que se consolidará una oposición a su gobierno: el movimiento obrero y el proletariado, así
como otros sectores sociales, que en un inicio lo apoyaron se volcaron contra él. Estos últimos
principalmente por el autoritarismo, la represión y la imposibilidad de realizar huelgas y
manifestaciones. Los socialistas-comunistas por su parte fueron criminalizados y siempre se opusieron
al régimen. La oposición tanto de liberales como de conservadores propició la realización de un acuerdo
entre estos que buscaba establecer un nuevo gobierno: el Frente Nacional. Este gobierno, de alternancia
y paritario entre los partidos, buscaba eliminar la violencia partidista; si bien lo logró, generó otra serie
de problemáticas por el carácter aislado de la política en el bipartidismo, por la incoherencia de las
políticas, por la falta de respuesta a las demandas sociales y por el inmovilismo. Por lo anterior, se
generó una oposición política, principalmente del MLR y la ANAPO, pero también del PCC y del PCC-
ML, oposición que, por diversos factores, como el fraude electoral y la violencia estatal, derivó en la
creación de las grandes guerrillas: FARC, M-19, ELN y EPL. Además de la oposición política, el
sindicalismo popular tuvo un gran auge y realizó importantes huelgas y paros generales en contra del
Frente Nacional. El movimiento obrero y el proletariado fueron excluidos del Frente Nacional, por lo
que la oposición política -y luego la lucha armada- y el sindicalismo fueron sus principales
herramientas.

Una vez termina el periodo del Frente Nacional y hasta lo que denominamos la actualidad, tanto la
ideología socialista como el movimiento obrero-sindical en Colombia se ha caracterizado por un
periodo de constantes transformaciones, de altos y bajos, pasando por la vida democrática y la
imposibilidad de manifestar su descontento respecto de los gobiernos regentes. La clase obrera y sus
sindicatos padecieron la restricción de mecanismos de expresión a causa de la inmersión de políticas
neoliberales acompañadas de la pauperización de condiciones laborales que debilitaron las garantías de
un sistema laboral eficaz en el país, además de la falta de unificación de sindicatos e ideologías con el
fin de dar forma y fuerza a un movimiento que sufrió las inclemencias de gobiernos que los
invisibilizaron. Entre tanto, el socialismo logró un ascenso en la década de los 80 gracias a su desviación
por la vía democrática con la fundación de la Unión Patriótica y el partido político del M-19, con los
que se esperaba se tuviese más voz e incidencia en la vida política colombiana; aunque esta iniciativa
se vio frenada por la intolerancia y violencia hacia dichas ideas alternativas, pues el genocidio a la UP
y el asesinato a sus candidatos, lo que generó desconfianza en la izquierda y la retoma de las armas.
Finalmente, tanto el sector sindical-obrero como socialista coinciden en que es necesaria una
unificación de órganos e ideas con los cuáles se pueda formar una fuerza mejor consolidada que les
brinde el protagonismo por el que han hecho mérito, pero que los gobiernos al mando han restringido.

También podría gustarte