Está en la página 1de 10

CRÍTICA DE LIBROS

REFLEXIONES SOBRE R. KOSELLECK Y LA HISTORIA CONCEPTUAL

Francisco Martínez

FAUSTINO ONCINA: jacobinismo revolucionario como afirma


Historia conceptual, Ilustración Koselleck, al presentar la crítica ilustrada
y Modernidad, como la antesala de la crisis del Antiguo
Anthropos, Barcelona, 2009 Régimen que se saldó con la ruptura revo-
lucionaria. No todas las concepciones ilus-
y n.º 223 de la Revista Anthropos,
tradas conducen de forma necesaria al ja-
«Reinhart Koselleck. La investigación cobinismo y a la ruptura, por un lado, o a la
de una historia conceptual y su sentido exaltación fáustica, por otro, las hay más
socio-político», Barcelona, 2009 evolucionistas y más pacíficas y una de ellas
es la que defiende Oncina, quien afirma:
La vitalidad de la historia conceptual (Be- «queremos reivindicar la Ilustración, no
griffsgeschichte) está fuera de duda. A la como una ciudadela monolítica, sitiada hoy
traducción de las obras de Kosselleck1 y los por doquier; ni como el paradigma mani-
monográficos de revistas2 dedicadas a esta queo demonizado por esta generación, sino
disciplina se unen ahora dos títulos impor- precisamente por su carácter coral y auto-
tantes. En primer lugar, el libro del profe- rreflexivo». Como dice Oncina de nuevo,
sor de la Universidad de Valencia Faustino la modernidad es «estratigráfica, polifóni-
Oncina y, además, un número de la revista ca, y no siempre rima con el pathos apoca-
Anthropos dedicado a la historia concep- líptico de la revolución ni con el fundamen-
tual. Oncina recoge en este libro una serie talismo ético».
de trabajos dos de los cuales están dedica- Para Oncina la fecundidad de la BG (Be-
dos directamente a la historia conceptual, griffsgeschichte) reside en su fuerte poten-
mientras que los demás trabajos son apli- cial heurístico, aunque no se compartan sus
caciones de dicha metodología, aplicada li- premisas o resultados y a pesar del ambien-
bremente de forma nada dogmática a diver- te conservador en el que se gestó y en el
sos temas relacionados con la modernidad. que aún se encuentra. No se puede olvidar
Dos artículos dedicados a la cuestión del la influencia de C. Schmitt sobre Koselleck,
secreto en la masonería, en la estela del Ko- especialmente sobre Crítica y crisis, y la
selleck de Crítica y crisis; un artículo sobre
recepción que de la obra de Koselleck han
los avatares del iusnaturalismo en los años
de Kant; un artículo sobre la recepción del hecho autores como Odo Marquard. Para
opúsculo kantiano Sobre la paz perpetua; nuestro autor la importancia filosófica de
un artículo sobre el tempo jurídico en las la BG reside en que es una reflexión sobre
reflexiones fichteanas sobre el derecho; y, «la modernidad, sobre su diagnóstico, sus
por último, un artículo sobre ilustración y cimientos, su despliegue y eventualmente
modernidad en Kant en que se relacionan sobre su progresiva consunción» muy fe-
las nociones ilustradas de Kant con los aná- cunda, aunque no forzosamente acertada.
lisis de Koselleck sobre la patogénesis de En los artículos mencionados Oncina
la modernidad y se defiende una concep- establece una útil cartografía en la que si-
ción de las aportaciones kantianas en un túa el conjunto de autores y tendencias que
sentido que no conduce necesariamente al han tratado estos temas desde la historia de

194 RIFP / 35 (2010)

RIFP_3500.pmd 194 29/09/2010, 9:21


CRÍTICA DE LIBROS

las ideas de Lovejoy, la historia de los pro- tudio de las diversas denominaciones de una
blemas de cuño neokantiano, la historia es- situación histórica concreta); no confunde
piritual de Dilthey, pasando por los esfuer- los conceptos con las palabras que los de-
zos de Eucken y Rothacker para establecer signan, y se basa en la premisa de que la
una historia de la terminología filosófica. historia se condensa y plasma en diferentes
También se relaciona el proyecto de Kose- conceptos que definen realidades y situa-
lleck con el paralelo y sólo en apariencia ciones concretas. El léxico analizado parte
opuesto desplegado por la escuela de Cam- de la tesis de que la terminología que defi-
bridge a través de las obras de Skinner y ne la realidad socio-política de la moderni-
Pocock, más centrados en el análisis de los dad se forjó en una época que Koselleck
discursos que de los conceptos y más aten- denomina Sattelzeit que va de 1750 a 1850
tos a la pragmática histórica que a la se- y que está definida por cuatro procesos his-
mántica histórica. Por último, se plantean tóricos que se superponen: temporalización,
los desarrollos críticos con el proyecto de democratización, ideologización y politiza-
Koselleck de la escuela paduana centrada ción. En esta época los principales concep-
en torno a G. Duso y L. Chignola y las apor- tos, así como la propia vida, adquieren una
taciones originales a la semántica histórica dimensión temporal y se consideran some-
de Rosanvallon que ha desarrollado «una tidos al cambio histórico. Este enfoque que
historia conceptual de la política». Lo que considera los coeficientes temporales que afec-
tienen en común todas estas reflexiones es tan al significado de los principales concep-
que su preocupación por establecer una his- tos socio-políticos permite distinguir la his-
toria de los conceptos va de la mano con la toria conceptual de la ahistórica historia de
preocupación por los conceptos clave de la las ideas. Por otra parte, preocupaciones
política y con la reflexión sobre el origen, teóricas y vitales que antes sólo preocupa-
alcance y limitaciones de la modernidad. ban a las minorías cultas, ahora adquieren
Una dificultad a la que se enfrenta toda una dimensión masiva. Los dos fenómenos
historia de los conceptos es que en un senti- anteriores conllevan una politización de los
do estricto los conceptos son objetos for- conceptos que antevienen de forma directa
males que en sí mismos no pueden variar en la vida pública y una ideologización al
ya que están definidos por sus notas y cuan- servir los conceptos de guías para la acción.
do cambian éstas cambia también el con- Los conceptos no son sólo índices de una
cepto. Por ello habría que decir que lo que situación histórica sino que son también
tiene historia es el uso de los conceptos, más factores históricos de primera magnitud.
que los conceptos mismos. Como dice el Una de las principales consecuencias de la
propio Koselleck: «Los conceptos como semántica histórica es que es indisoluble-
tales no tienen historia. Contienen, pero no mente también una pragmática histórica, lo
tienen historia». Oncina plantea la metodo- que invalida una de las principales críticas
logía de la historia conceptual a partir del de la escuela de Cambridge a Koselleck.
texto seminal Conceptos históricos funda- Oncina resalta que uno de los principa-
mentales. Léxico histórico del lenguaje les esfuerzos de Koselleck ha consistido en
político-social en Alemania, cuyas premi- distanciarse de la hermenéutica de su maes-
sas metodológicas son las siguientes: se trata tro Gadamer manteniendo la especificidad
de un análisis de crítica histórica que sigue de la historia conceptual: en primer lugar,
el principio diacrónico, analiza la semasio- para la historia conceptual no todo es len-
logía (estudio de los diversos significados guaje sino que la historia tiene condiciones
de una expresión) y la onomasiología (es- pre y extralingüísticas que la constituyen y

RIFP / 35 (2010) 195

RIFP_3500.pmd 195 29/09/2010, 9:21


CRÍTICA DE LIBROS

determinan; la histórica o metodología tras- ca desemboca en una crisis política que se


cendental de la historia, en tanto que teoría resuelve mediante el sangriento expediente
de las condiciones no sólo lingüísticas de la de la revolución. Como ya hemos dicho,
historia, no se puede reducir a ser un caso Oncina se desmarca de esta conclusión tan
particular de la hermenéutica; precisamen- sumaria y reductiva aludiendo al carácter
te en su búsqueda de categorías trascenden- plural y polifacético de la Ilustración y la
tales de la posibilidad de las historias Ko- modernidad que no sólo han producido pa-
selleck ha individualizado cinco pares de tologías sino también el desarrollo humano
conceptos enfrentados que él considera casi material y espiritual. No está en la esencia
como constantes antropológicas que no de la modernidad el ser «velociferina», es
pueden ser reducidas a un estatuto puramen- decir, basarse en la aceleración de los tiem-
te lingüístico: matar / ser muerto, amigo/ pos y desplegarse bajo el signo del diablo.
enemigo, interior/exterior (secreto/publici- La modernidad es un ejemplo de la es-
dad), antes/después (padres/hijos), amo/es- tratificación del tiempo histórico, es decir,
clavo. Según Oncina estos pares de concep- de la coexistencia en un solo tiempo crono-
tos conjugados los presenta nuestro autor lógico de distintos tempos culturales que dan
como «requisitos histórico-naturales de la lugar a la contemporaneidad de lo no con-
vida y la vivencia humana». Por otra parte, temporáneo. En el presente se conservan
para Koselleck no se puede confundir la estratos temporales pasados todavía vivos
noción de Historie en tanto que narración o por lo menos zombis, muertos vivientes,
de lo sucedido con la Geschichte que se que limitan las posibilidades de actuación
refiere a los acontecimientos realmente su- en el presente y de proyección hacia el fu-
cedidos; mientras que Historik se refiere a turo. De igual manera, también en el pre-
la epistemología de la Historie o a las con- sente hay anhelos y esperanzas por tiempos
diciones trascendentales de la Geschichte. mejores que todavía no existen pero que
En su segundo artículo Oncina trata de ejercen influencia sobre la existencia actual
la relación en Koselleck entre la historia real de los individuos.
conceptual, la histórica como reflexión tras- ***
cendental sobre la historia y la modernidad.
La historia en tanto que indicio de la tem- Respecto al número de Anthropos dedicado
poralización de los conceptos y de la vida a Koselleck podemos decir que lleva a cabo
es una vivencia plenamente moderna, ya que una contextualización de la historia concep-
es en la modernidad en la que se abre una tual koselleckiana en el marco de la historia
brecha de amplitud creciente entre el «es- social, especialmente en los artículos de J.M.ª
pacio de experiencias» (Erfahrungsraum) Sánchez-Prieto, que sitúa las aportaciones de
y el «horizonte de expectativas» (Erwar- Koselleck en el marco de una superación del
tungshorizont), es decir entre el pasado asu- giro lingüístico que al igual que en filosofía
mido y el futuro entrevisto. La reflexión de ha tenido lugar en la reflexión histórica de
Koselleck sobre la modernidad se inicia con los pasados años y de J. Fernández Sebas-
Crisis y crítica donde, bajo la inspiración tián,3 que repasa los hitos fundamentales de
de C. Schmitt, nuestro autor considera que la obra de Koselleck, la relación con sus maes-
la época de crítica que constituyó la Ilustra- tros, resume sus principales obras y además
ción tuvo como consecuencia ineluctable el aporta detalles biográficos y humanos muy
surgimiento de la crisis del Antiguo Régi- interesantes, especialmente en relación con
men con su colofón revolucionario. En esta el viaje que Koselleck realizó a España en
obra inicial la modernidad ilustrada y críti- abril de 2005, poco antes de su muerte.

196 RIFP / 35 (2010)

RIFP_3500.pmd 196 29/09/2010, 9:21


CRÍTICA DE LIBROS

Se recoge también la lección conmemo- las identidades políticas. Estos trabajos so-
rativa que el profesor L. Hölscher, discí- bre monumentos funerarios van a ser pu-
pulo y colaborador suyo, pronunció a los blicados por Oncina próximamente y son
pocos días de la muerte de su maestro que un ejemplo del giro icónico que se está pro-
repasa sus principales contribuciones teó- duciendo en las ciencias humanas desde los
ricas (la noción de Sattelzeit para descri- años noventa del pasado siglo y que pone
bir los años 1750-1850 en los que surge y de relieve el hecho de que «las imágenes
se desarrolla la modernidad; las nociones constituyen una forma irreductible de auto-
de espacio de experiencias y horizonte de comprensión humana y de presencia del
expectativas cuya separación creciente de- saber». Para Koselleck la preocupación por
fine la propia modernidad; la noción me- los monumentos, y especialmente por los
todológica de que las fuentes ejercen un funerarios, es un antídoto contra la acelera-
derecho de veto sobre las diversas expli- ción de la vida moderna y el desarrollo de
caciones históricas que tienen que ser com- una estética de la memoria que corre para-
patibles con aquéllas, lo que restringe la lela con su semántica histórica. Para nues-
posibilidad de interpretar de manera arbi- tro autor las imágenes son irreductibles a
traria la historia; la idea central de que los los conceptos: «lo que no se puede decir
conceptos históricos son a la vez un indi- (sagbar) quizás se pueda mostrar (zeigbar)
cador descriptivo de las situaciones histó- y, lo que no se puede mostrar, quizás se
ricas y un factor activo en dichas situacio- pueda decir». Semántica e iconología en
nes, lo que los convierte en elementos no Koselleck comparten los mismos criterios
sólo semánticos, que aportan sentido a las (temporalización, democratización, ideolo-
situaciones históricas, sino también prag- gización y politización) y el mismo umbral
máticos ya que actúan en dichas situacio- de cambio: la modernidad que surge en el
nes transformándolas) y a la vez traza una Sattelzeit, según los análisis de Oncina. Los
semblanza vital de nuestro autor. análisis de Koselleck de los monumentos
F.J. Caspistegui analiza la obra del pri- funerarios no se limitan a los monumen-
mer Koselleck, el más influido por Schmitt tos por los muertos en la guerra sino que
y los historiadores filonazis O. Brunner y intervino apasionadamente en el gran de-
W. Conze, críticos de la Ilustración y enla- bate que se desarrolló en Alemania con
zados con la Volksgeschichte, y sometido motivo de la inauguración del Monumento
aún a la amarga experiencia de la derrota sobre el Holocausto, al que reprocha que
bélica. Crítica y crisis es la obra fundamen- sólo tenga en cuenta a los judíos y deje en
tal de esta primera época en la que el siglo penumbra al resto de víctimas de los nazis,
XVIII se contempla como una lucha entre comunistas, gitanos, homosexuales, etc. Por
absolutismo y filosofía ilustrada, es decir otra parte, Koselleck recalca que en la ac-
un enfrentamiento entre política y ética que tualidad ya no es posible erigir monumen-
dio paso al surgimiento de la burguesía y, tos donadores de sentido y fundamentado-
posteriormente, a la crisis revolucionaria. res de la identidad, lo que se traduce que
El profesor Oncina escribe un interesante hoy sólo son posibles monumentos negati-
artículo sobre lo que denomina el giro icó- vos, abstractos, no figurativos, que repre-
nico en la obra de Koselleck, ejemplifica- sentan más el vacío y el sinsentido que la
do en la atención que nuestro autor dedicó identidad nacional, como sucedía anterior-
en los últimos años de su vida a desentrañar mente. Esta primera parte concluye con una
el significado de los monumentos funera- cuidada bibliografía de la dilatada produc-
rios y su importancia en la constitución de ción de Koselleck debida a F.J. Capistegui.

RIFP / 35 (2010) 197

RIFP_3500.pmd 197 29/09/2010, 9:21


CRÍTICA DE LIBROS

La segunda parte de la revista se abre con A continuación Juan M.ª Sánchez-Prieto


un texto fundacional de Koselleck: su intro- ejemplifica a través del análisis de las no-
ducción al Diccionario histórico de concep- ciones de ideología y de cultura política la
tos político-sociales básicos en lengua ale- forma de actuar de la historia conceptual
mana en la que nuestro autor introduce las destacando que la misma va más allá del
principales reglas de su metodología. Los «giro lingüístico» y recupera lo social que
conceptos que aparecen en el diccionario son no se puede reducir a lo meramente lingüís-
aquellos conceptos-guías del movimiento tico. En su análisis retoma las aportaciones
histórico, cuyo uso permite comprender las de P. Rosanvallon sobre la noción de cultu-
estructuras históricas y el contexto en el que ra política y las recientes reflexiones sobre
se desarrollan los acontecimientos históri- la importancia de lo imaginario en política
cos cruciales. Estos conceptos son a la vez destacando que la cultura política más que
factores e indicadores del movimiento his- aludir a los juegos del lenguaje manifiesta
tórico. El objetivo que Koselleck persigue un juego de imaginarios diversos: residua-
con este diccionario es investigar «la diso- les, dominantes y emergentes que pugnan
lución del mundo antiguo y el surgimiento por imponerse.
del moderno a través de la historia de su apre- Marramao presenta un denso y sugeren-
hensión intelectual». Este objetivo exige que
te artículo en el que plantea las aporías que
se analicen las superposiciones y desplaza-
la noción de tiempo presenta en la moder-
mientos del significado de los principales
nidad. Estas aporías analizadas por Husserl
conceptos sociopolíticos en el surgimiento
de la modernidad. Este cambio se da en el remiten a las que Agustín vio ya en la anti-
período que Koselleck denomina Sattelzeit, güedad y que se resumen en la obviedad e
el tiempo bisagra que va de 1750 a 1850, el inexplicabilidad que la noción de tiempo
umbral epocal en el que las transformacio- presenta al individuo. Entrando en la pro-
nes debidas a las revoluciones políticas y el blemática que el tiempo presenta en la re-
surgimiento y desarrollo de la industria se flexión sobre la historia, Marramao analiza
imponen en Europa. Nuestro autor delimita el paso de la pareja metodológica explica-
el método de la historia conceptual en rela- ción/comprensión de raigambre diltheyana
ción con la historia de las ideas y la historia a la pareja contemporánea explicación/na-
de los problemas y además la distingue de rración. Ahora es el tiempo narrativo el que
la historia de las meras palabras y de la his- se enfrenta como temporalidad auténtica a
toria de los acontecimientos. Este método la temporalidad no auténtica de la explica-
es histórico-crítico, se basa en el principio ción causal. Filósofos de la historia de ten-
diacrónico según el cual los cambios de los dencia analítica como W. Dray, A.C. Danto
conceptos permiten conjeturar los cambios y H. White han encabezado esta tendencia
sociales producidos. Por otra parte, la histo- historiográfica que concede la primacía al
ria conceptual integra las investigaciones se- acontecimiento sobre las estructuras y han
masiológicas y onomasiológicas, es decir, desarrollado una teoría narrativista de la
los diferentes significados de un término historia en la que los tropos retóricos como
y los diferentes modos de designar una si- la metáfora, la metonimia, la sinécdoque y
tuación dada. Así como distingue entre pa- la ironía han alcanzado una posición rele-
labra y concepto ya que un concepto es más vante. Frente a estas tendencias narrativis-
que una palabra; una palabra para conver- tas, Marramao retoma las tendencias meta-
tirse en concepto tiene que incorporar el forológicas de Blumenberg y Ricoeur y la
contexto de significados socio-políticos en historia conceptual de Koselleck en tanto
que dicha palabra se da. que tendencias que no reducen el análisis

198 RIFP / 35 (2010)

RIFP_3500.pmd 198 29/09/2010, 9:21


CRÍTICA DE LIBROS

de la historia a la mera narración. Por otra historia escrita por los vencedores y a la
parte, se plantea la temporalización y la vez como la posible abertura del futuro
consiguiente apertura al futuro como un ele- cerrado por las concepciones progresistas
mento definitorio de la modernidad que se e historicistas del tiempo histórico. Por
basa en la idea de progreso y despliega una último, Marramao concluye defendiendo
noción de temporalidad futurológico— pro- la necesidad de conectar el tiempo vivido
yectiva, que aunque no se puede reducir a con el espacio, rechazando las ideas clási-
una concepción gnóstica, como hace Voe- cas sobre el tiempo de Bergson y otros que
gelin por ejemplo, sí hay que reconocer que oponen el tiempo vivido psicológico como
comparte con el gnosticismo las nociones el único auténtico frente al tiempo cósmi-
de consumo del tiempo y de aceleración del co espacializante que sería inauténtico de
mismo, así como una ética del sacrificio forma radical. En este sentido, Marramao
como premisa de la promesa de liberación retoma las nociones de temporalidad de
y salvación. A continuación, Marramao co- Baudelaire que no se pueden confundir con
necta las dos aportaciones fundamentales las de Bergson y Proust y que se basan en
de Koselleck, la idea de una concepción la combinación de «una existencia espa-
«patogenética» de la modernidad con las cializada y una existencia evaporada en nú-
nociones clave en la historia conceptual de mero». La multiplicación de la existencia
espacio de experiencia y horizonte de ex- se produce gracias a la extensión infinita
pectativa, de tal manera que la patogénesis del campo de las sensaciones; el tiempo
de la modernidad sería la inversión simbó- interno, vivido, se articula con la apertura
lica de la relación entre las dos categorías a la exterioridad espacial que supone la
aludidas antes. Esta inversión supone que sensación.
la expectativa acaba devorando la experien- Por su parte, F. Dosse, profesor del Insti-
cia en lugar de relacionarse con ella de for- tuto de Estudios Políticos de París, sitúa la
ma armónica. El futuro, especialmente en aportación de Koselleck entre la semántica
nuestra época tardo-moderna, no aparece histórica y la hermenéutica crítica, partien-
ya como una promesa de liberación sino más do de la hipótesis de que «los acontecimien-
bien como una coacción y limitación de la tos son sólo perceptibles a partir de sus hue-
propia experiencia acumulada. La inflación llas, discursivas o no», lo que conduce a la
del tiempo que define la modernidad acaba afirmación de una relación esencial entre
de forma paradójica con la muerte del tiem- lenguaje y acontecimiento, es decir, de una
po, con la idea de un tiempo acabado, lo semántica histórica que apuesta por intro-
que permite hablar de nuestro tiempo como ducir los acontecimientos en una intriga en
una «época de pasiones tristes». Frente a la los que los mismos obtengan su sentido,
paradoja moderna que simultanea la pro- frente a su pretendida explicación por parte
yección en el futuro con la neutralización de las teorías causalistas y fisicalistas. Esta
del pasado conservando sus restos como inserción del acontecimiento en una intriga
museos y parques temáticos sólo una con- narrativa es lo que permite la materializa-
cepción de lo histórico cuya misión no es ción de la experiencia humana del tiempo
tanto narrar ni explicar sino representar en los tres niveles que resalta J.L. Petit, su
como forma de salvar el acontecimiento prefiguración práctica, su configuración
puede resolver esa paradoja. Marramao re- epistémica y su reconfiguración hermenéu-
toma la noción benjaminiana de represen- tica. La intriga permite conectar y relacio-
tación (Darstellung) del pasado como la nar entre sí acontecimientos heterogéneos
única forma de sustraer dicho pasado a la en una red de sentido que no coincide con

RIFP / 35 (2010) 199

RIFP_3500.pmd 199 29/09/2010, 9:21


CRÍTICA DE LIBROS

las relaciones causales propias de las expli- versal a la historia global. Hartog plantea la
caciones fisicalistas. Para Dosse, teórico y paradoja que en nuestro mundo cada vez
práctico de la biografía como género litera- más globalizado es también donde más se
rio, la hermenéutica de la conciencia histó- cultiva la preocupación por las diferencia,
rica permite situar al acontecimiento en una bajo el triple aspecto del cultivo de la me-
tensión interna en el seno de la oposición moria, la afirmación de la identidad y la
de las dos metacategorias con las que Ko- preservación del patrimonio histórico y cul-
selleck analiza el tiempo histórico de la tural. En su artículo el autor francés busca
modernidad, el espacio de experiencias y la posibilidad de comparar diversas expe-
el horizonte de expectativas. Pero frente al riencias del tiempo y para ello acude a dos
hincapié puesto en el acontecimiento, Ko- conceptos, en primer lugar el de «régimen
selleck piensa que las estructuras son las de historicidad» propuesto por él mismo y
condiciones de posibilidad de los aconteci- que presenta las diversas articulaciones que
mientos y así les dotan de inteligibilidad y se establecen entre las categorías de pasa-
de esta manera defiende la complementa- do, presente y futuro, y en segundo lugar, el
riedad de las dos perspectivas una, la de las concepto de la historia universal. Respecto
estructuras, más cercana a la explicación a la noción de régimen de historicidad Har-
histórica y la otra, la del acontecimiento, tog dice que en la experiencia histórica eu-
más cercana a la narración. En ese sentido ropea confluyen tres grandes regímenes de
toda conceptualización de la realidad his- historicidad: el del Antiguo Régimen, ba-
tórica supone la superación de la singulari- sado en la cercanía entre experiencia y ex-
dad que se trata de comprender. Para Dos- pectativa lo que permite considerar el ca-
se, Koselleck ha desarrollado una teoría rácter ejemplar de la historia como modelo
estratigráfica del tiempo que hace coexistir a imitar; el de la modernidad, caracterizado
diversos estratos temporales lo que supone por la brecha creciente entre pasado y futu-
la «simultaneidad de lo no simultáneo» y ro, entre experiencia acumulada y expecta-
pone de relieve la importancia del anacro- tivas anheladas, en el que el propio tiempo
nismo como los análisis de F. Hartog sobre deja de ser el marco de los sucesos para ser
Herodoto, las interpretaciones de J. Baschet un actor que interviene por sí mismo: las
sobre la complejidad del movimiento neo- cosas no suceden ya en el tiempo, sino de-
zapatista en cuya lucha confluyen cuatro bido al tiempo; y por último, el tiempo cris-
temporalidades distintas: el tiempo cíclico tiano, que para Hartog no se reduce a nin-
de las comunidades indígenas, el tiempo li- guno de los dos modelos presentados sino
neal de la modernidad y el marxismo, el que los combina de una forma sui géneris.
presente perpetuo de la contemporaneidad En los últimos años en el marco de la actual
y la temporalidad específica puesta en mar- globalización se plantea la posibilidad de
cha por el desarrollo del propio movimien- desarrollar una historia global o globaliza-
to zapatista; y, por último, la interpretación da capaz de hacer honor a la complejidad
que J.M. Moegelin da del episodio de los de la situación presente. Una historia glo-
burgueses de Calais que hay que interpre- bal tendrá que considerar los efectos de lo
tar más como un ritual de reparación de las global sobre lo local, lo «glocal», tener una
ofensas recibidas por el monarca que un dimensión planetaria y analizar los fenóme-
acontecimiento histórico propiamente dicho. nos de fragmentación que acompañan a los
Por su parte, el propio F. Hartog analiza efectos de la globalización. Los desafíos de
en su artículo la relación entre los tiempos la globalización sólo podrán ser asumidos,
y las historias y el paso de la historia uni- según este autor, a través de una historia

200 RIFP / 35 (2010)

RIFP_3500.pmd 200 29/09/2010, 9:21


CRÍTICA DE LIBROS

universal que no sea centrada en el futuro profundidad temporal y una dimensión dia-
ni teleológica, pero su posibilidad no está crónica que le separa de la noción ahistóri-
del todo clara. ca de las ideas, que eran consideradas por
Este interesantísimo fascículo de la Re- la historia de las ideas clásica como una in-
vista Anthropos concluye en lo que aquí nos variante. Para nuestro autor, tanto Skinner
interesa con la comparación que Ch. Na- como Koselleck conceden una importancia
deau lleva a cabo entre las aportaciones de decisiva a la contingencia histórica, al re-
Koselleck y Skinner desde el punto de vista conocer tanto la autonomía de los textos
de la historia como construcción (social y como su condicionamiento por los contex-
política). Para Koselleck los objetos histó- tos (extratextuales), por lo que ambos auto-
ricos relevantes dependen en gran medida res pueden apoyar la idea de una noción
de la forma en que nos son transmitidos por constructivista de la historia.
las generaciones pasadas y para ambos au- Concluye de esta manera nuestro repaso
tores, según Nadeau, la captación del signi- de las aportaciones que sobre la historia de
ficado de la historia exige la comprensión los conceptos y otras reflexiones historio-
de las relaciones sociales entre los agentes. gráficas paralelas se analizan en los dos li-
Nadeau fundamenta su idea constructiva de bros comentados, pero no podemos por
la historia a partir de una tesis epistemoló- menos de echar en falta en estas reflexio-
gica que atribuye a Skinner y de una tesis nes las aportaciones de un autor hoy casi
ontológica que atribuye a Koselleck. La te- olvidado cuando no denostado como fue L.
sis epistemológica afirma que ningún obje- Althusser el cual en su monumental obra
to histórico puede reducirse a la mera ac- de relectura del marxismo y especialmente
ción de agentes individuales, sino que tiene de El capital, defendió posiciones sobre el
que analizar el contexto social en el que la tiempo y la historia muy cercanas a las aquí
acción de los agentes tiene lugar. La tesis expuestas. En concreto, Althusser con su
ontológica afirma que la acción histórica noción, tomada de su amigo prematuramen-
tiene un sentido que se dirige a las genera- te fallecido, Jean Martin, de problemática,
ciones futuras. Skinner supone que la lec- distinguió con gran sagacidad entre pala-
tura de los autores pretéritos tiene que par- bra y concepto, al insistir en que lo impor-
tir de la conciencia de que su tiempo no es tante no eran los conceptos tomados de for-
ya el nuestro y de que el contexto en el que ma aislada sino organizados en problemá-
estos autores hablan es importante, aunque no ticas. La noción de problemática aludía a
totalmente determinante de las afirmacio- «la unidad específica de una formación teó-
nes que hacen. Como nos recuerda Nadeau, rica» que la identificaba distinguiéndolas de
el contextualismo de Skinner no es un cau- las demás formaciones teóricas. La proble-
salismo. Por su parte, la historia conceptual mática de un autor determinado es «la uni-
de Koselleck se establece como una «histo- dad constitutiva de pensamientos efectivos
ria del uso social de los conceptos» que tie- que forman ese aspecto del campo ideoló-
ne en cuenta que la utilización de un con- gico existente con el cual debe entendérse-
cepto por un grupo social en una época de- las un autor singular en su propio pensa-
terminada depende del uso que se ha hecho miento». El sentido de un concepto depen-
de dicho concepto por parte de otros gru- día no tanto de la relación con una realidad
pos y otras épocas, lo que supone que en exterior sino de su inserción en una proble-
cada concepto se da una sedimentación de mática concreta en la que se relacionaba con
los diferentes usos y sentidos que ha tenido otros conceptos para tratar de explicar una
a lo largo del tiempo, lo que le concede una realidad dada. Althusser usó el concepto de

RIFP / 35 (2010) 201

RIFP_3500.pmd 201 29/09/2010, 9:21


CRÍTICA DE LIBROS

problemática para aludir a la esencia inte- veces se piensa que se ha salido de una pro-
rior de un pensamiento con el objeto de huir blemática porque se ha abandonado su ter-
del concepto hegeliano de totalidad. La pro- minología y en cambio se permanece en la
blemática exhibe la estructura sistemática misma, como muy bien ha analizado Derri-
típica que unifica todos los elementos de da en relación con diversos intentos, como
un pensamiento dado y permite relacionar el de Heidegger, de romper con la tradición
este pensamiento con los problemas plan- onto-teológica occidental. El análisis de un
teados al pensador concreto por el tiempo pensamiento determinado exige insertarlo
histórico en el que vive que no tiene por en el campo ideológico en el que surge y
qué coincidir con los problemas teóricos descubrir la unidad interna que sostiene su
vigentes en otra época. El análisis de la pro- problemática. Es la relación de esta proble-
blemática de un pensamiento permite ex- mática concreta con el resto de problemáti-
plicitar el sistema de preguntas a las que cas que se articulan en el seno del campo
dicho pensamiento trata de dar respuesta y ideológico considerado lo que permite de-
su comparación con los problemas reales cidir cuál es la diferencia específica que
planteados por su tiempo al pensador per- define a la obra de un autor determinado y
mite, para Althusser calibrar el sesgo ideo- si dicho autor ha hecho surgir un nuevo sen-
lógico que muestra dicho pensamiento, al tido o no.4 Por ejmplo, la introducción del
dar una respuesta deformada y falsa a los concepto clave de plusvalía es lo que per-
problemas reales que plantea la situación mite a Marx cambiar su problemática filo-
histórica. Lo importante en un pensamien- sófica feuerbachiana por una nueva proble-
to determinado no son sus elementos aisla- mática científica, marxiana, en clara ruptu-
dos que pueden ser de distintos orígenes, es ra epistemológica con la primera.5
decir la materia de la reflexión, sino la mo- Por otra parte, Althusser y sus discípulos
dalidad de dicha reflexión, la relación efec- construyeron una noción compleja de tiem-
tiva que la reflexión mantiene con sus obje- po que articulaba entre sí temporalidades
tos, es decir, «la problemática fundamental específicas con distintos orígenes y distin-
a partir de los cuales son pensados los ob- tos tempos de evolución, oponiéndose de
jetos de este pensamiento». Althusser apli- esta forma a la noción de tiempo único y
ca la noción de problemática para poder teleológica del historicismo, tanto burgués
afirmar que el joven Marx aunque aparen- como marxista. En su análisis del tipo es-
temente había abandonado la problemática pecífico de totalidad marxiana que Althus-
feuerbachiana al pasar de la reflexión reli- ser quiere oponer a la totalidad hegeliana
giosa a la política e incluso a la económica nuestro autor afirma que la unidad propia
(en los Manuscritos de 1844) en realidad de la totalidad marxiana no puede pensarse
permanece sometido a la problemática an- con la noción hegeliana de la contempora-
tropológica del autor de La esencia del cris- neidad coexistente del presente. Para Marx,
tianismo, ya que el pensador no piensa en según Althusser ya no es posible «pensar
su problemática sino que piensa a partir de en el mismo tiempo histórico el proceso de
ella aunque no piense en ella; de tal manera desarrollo de los diferentes niveles del
que el orden de las ideas del filósofo no todo». El tipo de existencia histórica de cada
coincide con el orden de ideas de su filoso- nivel no es el mismo. A cada nivel de la
fía. En un caso se puede pensar que se per- totalidad histórica hay que asignarle un
manece en una problemática dada y en rea- «tiempo propio, relativamente autónomo,
lidad se ha salido ya de ella (el caso de Freud por lo tanto, relativamente independiente en
respecto al positivismo, por ejemplo) y otras su dependencia, de los “tiempos” de los

202 RIFP / 35 (2010)

RIFP_3500.pmd 202 29/09/2010, 9:21


CRÍTICA DE LIBROS

otros niveles»6 (subrayados de L.A.). Hay, Por último, conviene recordar que la
por consiguiente, un tiempo y una historia aportación principal de Marx, para Althus-
propios de cada nivel histórico específico, ser, fue el descubrimiento del continente de
del desarrollo de las fuerzas productivas, la historia que tuvo casi tanta importancia
de las relaciones de producción, de la su- como el descubrimiento del continente de
perestructura política, de la filosofía, de las la física por parte de Galileo. (Podemos tam-
producciones estéticas, de las formaciones bién recordar aquí a otro gran marxista ol-
científicas, etc., lo que permite asignar a vidado hoy, Galvano della Volpe, que ha-
cada nivel una historia específica diferen- blaba del marxismo como un «galileísmo
cial que es a la vez dependiente y autóno- moral» en el sentido de que Marx había
mo de los demás niveles con una indepen- hecho en el campo de las ciencias morales
dencia relativa que depende de cada totali- —humanas— lo que Galileo hizo en el cam-
dad histórica concreta. Para Althusser no po de las ciencias físicas.)
hay que limitarse a pensar los tiempos visi- Tras este recordatorio de un gran teórico
bles y mensurables directamente sino que de la historia como fue L. Althusser con-
hay que avanzar hacia el descubrimiento de cluimos recomendando vivamente la lectu-
tiempos invisibles que hay que descubrir ra de las dos obras aquí comentadas en el
tras las apariencias de los tiempos visibles convencimiento de que dicha lectura per-
y manifiestos. En concreto, «el tiempo de mitirá al lector adquirir una visión de con-
la producción económica capitalista que junto casi exhaustiva de todas las diversas
Marx analiza debe ser construido en su con- problemáticas relacionadas con la historia
cepto» (subrayado de L.A.).7 conceptual y la semántica histórica.

NOTAS

1. Crítica y crisis: una patogénesis del mundo 3. Conviene resaltar la labor que el profesor J. Fer-
burgués, Trotta, Madrid, 2007; Futuro pasado: para nández Sebastián, catedrático de Historia del pensa-
una semántica de los tiempos históricos, Paidós, miento y de los movimientos sociales y políticos de la
Barcelona, 1993; Historia y hermenéutica (con G.H. Universidad del País Vasco, ha realizado en el campo
Gadamer), Paidós, Barcelona, 1997; Los estratos de la historia conceptual en el ámbito iberoamericano
del tiempo: estudios sobre la historia, Paidós, Bar- al que ha contribuido con el monumental Diccionario
celona, 2001; Aceleración, prognosis y seculariza- político y social del siglo XIX español, Alianza, Ma-
ción, Pretextos, Valencia, 2003; Historia - historia, drid, 2002, editado junto con J.F. Fuentes; con el Dic-
Trotta, Madrid, 2004. cionario político y social del siglo XX español (Ma-
2. Historia Contemporánea, n.º 27, 2003; Ayer. drid, Alianza Editorial, 2008), editado también con
Revista de Historia Contemporánea, n.º 53, 2004; Fuentes; y con el primer volumen del Diccionario
Isegoría, n.º 37, 2007; Conceptos. Revista de Inves- político y social del mundo iberoamericano. La era
tigación Graciana, n.º 5, 2008; Res Publica, n.º 1, de las revoluciones, 1750-1850 (Madrid, Centro de
1998, y n.º 11-12, 2003. En la difusión de la BG en Estudios Políticos y Constitucionales, 2009). A estas
el campo filosófico han sido fundamentales en nues- contribuciones se añade su trabajo incesante en el am-
tro país el autor que reseñamos, Oncina, y José Luis bicioso proyecto Iberconceptos que está construyen-
Villacañas, director de Res Publica, que han dado a do una historia transnacional de los conceptos políti-
conocer la obra de Koselleck y han empleado sus in- cos en el mundo iberoamericano, a través de Internet,
tuiciones de forma creativa en sus análisis sobre la la realización de congresos y la publicación de nume-
(pato)génesis del mundo moderno y su actual crisis. rosos libros y artículos, aportando así una contribu-
Mientras que desde el punto de vista historiográfico ción hispánica original al variopinto mundo de la his-
destacan la labor de Javier Fernández Sebastián y Juan toria conceptual actual.
Francisco Fuentes, impulsores de los números mo- 4. Cf. L. Althusser, La revolución teórica de Marx,
nográficos de las revistas de historia citadas antes. Siglo XXI, México, 1973, «Prefacio hoy», pp. 23-

RIFP / 35 (2010) 203

RIFP_3500.pmd 203 29/09/2010, 9:21

También podría gustarte