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Preguntas construccionismo

1- ¿Por qué se dice que el lenguaje es local?


2- Diferencia construccionismo de constructivismo
3- Mencione y explique los mitos de la modernidad, y sus alternativas posmodernas
4- ¿Cuáles son los movimientos que dan lugar al construccionismo social (explique)?
5- Mencione cuales son los cuatro pilares fundamentales del construccionismo social
6- ¿Cuáles son los cambios que el construccionismo social aporta a la orientación terapéutica?
7- ¿Por qué se afirma desde la posición construccionista que la neutralidad no existe
8- Dar cuenta de la construcción como practica terapéutica (De la mente al discurso; del yo a la
relación; de la singularidad a la plurivocidad; de los problemas a las posibilidades; de la introspección
a la acción).
La novedad q presenta el construccionismo social es que porta una nueva concepción del yo. Este
núcleo q da al individuo y estabilidad se origina, según Gergen en las relaciones humanas. Las
construcciones del yo provienen de las relaciones sociales y cobran forma en el interior del lenguaje.
Señala q los juegos del lenguaje se desarrollan conforme a reglas, es necesario un cambio en el lenguaje
si queremos producir un cambio en un entorno humano.
Este nuevo enfoque de la práctica terapéutica tiene consecuencias fundamentales, ya que hace
aflorar una serie de nuevas preguntas. No solo el intercambio entre terapeuta y paciente, ya no se
refiere a una búsqueda de la verdad, sino que resulta importante preguntarse por el marco referencial
en el que se da este cambio, y plantearse para quien y con qué objetivo se sostiene este discurso ¿Quién
habla? ¿Quién se beneficia con el intercambio? ¿Qué consecuencias tiene la práctica terapéutica p/ el
paciente p/ el terapeuta, p/ la ética y la sociedad?
El terapeuta es quien se esfuerza por guiar al paciente a que haga surgir en su interior otras voces q
instauren otras formas de conversación. No se trata de buscar una verdad, sino de concebir la terapia
como el espacio de un dialogo que, a través de su propia evolución, lleva al paciente a us propio
cambio.
Especificidad del construccionismo social: la comprensión del yo remite a una sensibilidad q se
crea a través de relaciones. Cuando nos coordinamos con los demás, esa coordinación puede dar lugar
a distinciones del tipo “yo” y “tu” q sea asocian a expresiones como “mi experiencia” “tu intención”
“tus emociones”. El lenguaje q permite entender la mente individual es el subproducto de una
interrelación: no son los individuos quienes se dedican juntos a crear relaciones, sino más bien la
percepción de nuestra individualidad la debemos a estas relaciones. En este punto se aprecia en qué
medida la ontología e ideología del construccionismo social difiere con el constructivismo.
Por otra parte el construccionismo propone un abanico de conceptos que recusan la nocion de
“déficit” humano y se abren a practicas particularmente productivas al tiempo que entienden de modo
diferente el papel o la función q debe cumplir el terapeuta
Gergen define al modernismo como una visión del mundo, una ideología global y un conjunto de
practicas culturales q extraen la mayotria de sus metáforas del pensamiento occidental de los siglos
XVI y XVII. Se tenía tendencia a hacer del cosmos una gran maquina compuesta por elementos q se
hallaban vinculados de modo sistemáticos entre sí, y el individuo en la perspectiva moderna, era
considerado como el sujeto que poseía la capacidad de conocer el cosmos a través de la observación
racional de aquella máquina.
La relación terapéutica una perspectiva construccionista: según el construccionismo, conviene de
entrada no abordar al cliente con un conjunto de suposiciones o métodos rutinarios o apremiantes,
como los de las teorías psicoanalíticas, conductista o cognitiva. En segundo lugar, los terapeutas deben
recordar q el relato de un cliente son solo construcciones contingentes. Deben comprender q el lenguaje
no refleja una realidad, sino que constituye un dispositivo que es más bien un modo de dialogo, denotan
una forma de relacionarse con los demás que produce determinados efectos, cuando cuentan sus
problemas. En tercer lugar se procura evitar centrarnos en la subjetividad-en las emociones,
pensamientos, etc.- de la persona q se halla en terapia. En lugar de indagar la interioridad del cliente,
nos centramos en sus contextos relacionales y tratamos de explorar el significado pragmático de su
discurso en el seno de estos contextos, nos preguntamos por quien y con quien tiene sentido aquel
discurso, y si es aceptado en el marco de tal o cual relación, q se desprende tanto para quien lo sostiene
como para quienes forman parte de su entorno. Los conflictos, desde ese punto de vista, son
considerados construcciones concurrentes y no problemas q se pueden medir con tal criterio de la
verdad o del bien, pues las significaciones solo se pueden coordinar sobre una negociación. Los
construccionistas dan gran importancia a las transformaciones terapéutica de las narraciones q se
producen en la terapia.
Por otra parte, la revolución del pensamiento y de las practicas se designan con múltiples nombres
“posmodernismo” “posfundamentalismo”, posestructuralismo, posempirismo, Algunos hablan de
“giro lingüístico” otros de “giro cultural” en nuestra manera de comprender el conocimiento y el yo.
Todas estas definiciones se mueven sobre el construccionismo social.

GUIA N° 6 - Preguntas guía del libro “Terapia Narrativa” de Martin Payne– Capítulo 1 -2-3 -
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1. Capítulo 1 - ¿Qué importancia adquiere el lenguaje en la terapia narrativa? ¿Qué diferencias
marca con relación a las terapias sistémicas? ¿Cómo se estructuran sus sesiones? - ¿Qué es
el lenguaje externalizador? ¿Qué es bautizar al problema y qué lugar ocupan los aspectos
socio-políticos en dicho proceso? ¿Qué son las preguntas de influencia relativa? ¿Qué es a
“deconstrucción de la propia historia” y la “postura” frente al dilema? ¿Qué son los
documentos terapéuticos y que función cumplen en la terminación de la terapia?
Capítulo 1 Rptas:
Según el autor, Payne, White y Epston utilizan la jerga de la tp familiar. Estos últimos prestan atención
a la precisión lingüística por que el lenguaje puede emborronar o distorsionar una experiencia q se está
contando, condicionar las formas en q actuamos o sentimos, o formularse conscientemente como
herramienta terapéutica. Para ellos una de las principales tareas de los terapeutas es ser consciente del
lenguaje que usan: la palabra es muy importante en todos los sentidos. White está atento a los
vocabularios deslldos en instituciones q incorporan relaciones de poder, donde los términos
lingüísticos han sido exportados a otros contextos en los que sus significados pasan desapercibidos,
aunque sigan siendo influentes. Evita cuidadosamente el lenguaje de “modelo médico”. Así también,
prefiere utilizar el término persona que el de cliente. Tampoco utiliza las palabras “caso” o “historias
de casos” ya que las considera como objetivizante y patologizadoras. También propone la idea de
“descentrar” al terapeuta, de asegurarse de q es la persona quien esta en el centro de la terapia.
La organización de las terapias: las sesiones en tp narrativa no tienen una duración determinada. Se
suelen extender de 50 minutos hasta casi dos horas ya sea familiar, individual o de pareja. El intervalo
entre sesiones es también variable: no hay una norma de “una sesión a la semana”. La narrativa no es
una “tp breve”.
Perfil de las tp narrativas: la tp narrativa comienza cuando el asesor presta una atención respetuosa
y comprometida a una persona en un lugar seguro y privado. El terapeuta invita a la persona a hablar
de su problema y la escucha con interés. Las primeras historias suelen estar llenas de frustración, dolor,
y desesperación. White las llama “descripciones saturadas del problema”, esta encarna el “relato
dominante” de la vida de la persona. El terapeuta acepta y toma enserio esta descripción; pero, al
mismo tiempo asume q es parte de la misma historia.
Una vez q la persona termina con su narración, hace una pausa, el terapeuta comienza hacer preguntas
para extender y aclarar su relato, urgiéndola a detallar aún más la forma en q experimenta sus
dificultades y las consecuencias de esta en su vida. A través de sus respuestas, la persona y el terapeuta
hacen un acopio de los recuerdos y experiencias que serán la base de la terapia. Últimamente, Whute
ha abandonado el termino de “descripción saturada del problema” por el de “descripción rala” (o
enrarecida), q refleja con más exactitud la idea de q el relato inicial siempre omite algunos elementos
de la experiencia vivida.
Bautizar el problema: además de motivar a la persona a expandir su narrativa inicial, el terapeuta lo
invita a poner un nombre especifico al problema, ya sea una palabra o frase corta. Si a la persona no
se le ocurre nada, el terapeuta puede hacer sugerencias (“depresión”, estrés, etc.) hasta q ambos eligen
en conjunto un nombre provisional. Este nombre se utiliza hasta q subsiguientes descripciones
permiten escoger uno más apropiado y preciso. El bautizar el problema añade énfasis y concreción,
permite a la persona sentir q controla su problema y posibilita la “externalización”.
Lenguaje externalizador: el terapeuta emplea un lenguaje q transmite, implícitamente, q el problema
“tiene efectos sobre” la vida de la persona, en lugar de “ser parte de ella”. Este artificio se llama
“externalización del problema”. El terapeuta no te dice “te deprimiste”, sino “la depresión invadio tu
vida” o el “el estrés los afecto a anbos”. El lenguaje externalizador se utiliza durante toda la terapia,
no solo en la primera sesión, su objetivo es ayudar a la persona a distanciarse de sus problemas y a
concebirlos como producto de las circunstancias y los procesos interpersonales, no de su personalidad
o psicología. Sin embargo no se usa este lenguaje para referirse a acciones perjudiciales o abusivas. A
estas se las llama por su nombre “te maltrato durante mucho tiempo” o si la persona es la causante del
maltrato “la has maltratado mucho tiempo”.
Aspectos políticos y sociales: la tp narrativa asume que estos factores políticos y sociales afectan la
vida de las personas y que las relaciones de poder son endémicas en las sociedades occidentales tanto
local(interpersonal) como global. Las personas suelen culparse por las injusticias de estos factores. Así
examinar las paradojas del poder social puede ayudar a las personas a librarse d la culpa y autocensuras.
Por ejemplo, se puede bautizar y analizar las “políticas de género” o de autoridad paterna, y los efectos
en la vida de la persona de las decisiones gubernamentales en materia de economía o sociedad.
Preguntas de influencia relativa: estas preguntas apuntan a dos tipos de descripción: a) la influencia
q el problema ha tenido o tiene en la vida de la persona y, b) la influencia de la persona ha tenido y
tiene en la “vida del problema”. El terapeuta espera que la persona recuerde por si sola con
descripciones más “ricas” de la experiencia de las personas; entonces, lo focaliza e invita a la persona
a estudiarlos en detalle mediante preguntas relativas a los pensamientos, sentimientos, acciones de la
persona o de quienes lo rodean. White toma de E. Goffman el término “desenlaces inesperados” para
referirse a estos recuerdos significativos q contradicen la historia dominante saturada del problema.
Deconstrucción de desenlaces inesperados: una vez q la persona haya mencionado aspectos de sus
experiencias que parece negar, contradecir o modificar su relato saturado del problema, el terapeuta,
por medio de preguntas, lo invita a explayarse sobre las circunstancias y naturaleza de estos
“desenlaces inesperados” y a considerar la medida en la q desentonan con la historia saturada. Esta
formulación detallada y focalizada o “deconstrucción” permite q la descripción alternativa se
fortalezca en lugar de disolverse. Las preguntas del terapeuta siguen siendo integrales, centradas en el
sentimiento, pensamientos y conductas de la persona en el pasado, presente y futuro. El terapeuta le
pide q imagine como habrán interpretado estos desenlaces inesperados las personas, importantes para
ellos, q hayan presenciado. A través de este proceso “deconstructivo” la persona contempla su
experiencia con mayor perspectiva “escribe una historia más rica” y sienta las bases del cambio futuro.
Invitación a la persona de una postura: la terapia ha llegado a una encrucijada. La persona puede
decidir q se dejará dominar por el relato saturado del problema o puede tomar en cuenta el relato q el
terapeuta la ha animado a contar. Deberá afrontar dilemas como por ej. ¿puedo tomar una decisión
ahora o necesito más tiempo para sopesar las alternativas? Por lo gral las personas toman una postura
con respecto al problema. El terapeuta explora en detalle con la persona los distintos desenlaces
posibles de las alternativas.
Uso de documentos terapéuticos: el terapeuta puede emplear documentos escritos de su autoría o
creados por la persona q viene a consulta. Estos documentos resumen los descubrimientos de la persona
y le permite describir su propio progreso. Pueden ser declaraciones, notas, cartas, etc. A veces serán
solo de uso privado de la persona, u otras, la compartirá con el terapeuta o incluso con otra gente.
Narrar y Re-narrar para enriquecer el relato: cuando la tp se prolonga, su objetivo es asistir a la
persona en la construcción y enriquecimiento del relato q ha empezado a “escribir” con su vida lo q es
y en lo q puede convertirse.
El uso de testigos externos: White subraya la importancia de la persona q narra y renarra tenga un
público. Este público podía estar formado por sus parientes, amigos, etc. Luego el autor ofreció otra
práctica, a su debido tiempo,de incluir otro público en la consulta, compuesta por otros terapeutas, por
gente elegida por la persona o mixto. Los miembros del público son los “testigos externos”. Estos
testigos pueden compartir sus propios recuerdos con la persona, no para cuestionar o no dar
importancia a su relato, sino para reforzarlo con las resonancias q les produce.
Re-membrar: las personas también pueden consolarse y apoyarse en la reminiscencia de individuos
importantes a los q han perdido: familiares y amigos con lo q ha perdido contacto, o desconocidos que
han contribuido significativamente a la vida de la persona en alguna ocasión excepcional, gente famosa
cuyos ejemplos de integridad y valor enriquecieron indirectamente a la persona. Con ayuda del
terapeuta la persona invita metafóricamente a esta persona a unirse una vez más a su “club de vida”.
Este proceso se denomina “re-membrar”.
La terminación de la terapia: la tp termina cuando la persona decide q su relato de si mismo es
suficientemente rico para abarcar su futuro. La última sesión es una celebración. La ocasión puede
festejarse por medio de una ceremonia, como la entrega de un certificado terapéutico.
2. Capítulo 2 - ¿Qué es la narrativa y qué lugar ocupa en el pensamiento posmoderno? Marque
al menos 10 diferencias ente los postulados del modernismo y los de la posmodernidad.
¿Qué es el post-estructuralismo? ¿Qué relación tiene el construccionismo con la terapia
narrativa? ¿Cómo impacta la teoría de Foucault en la terapia de White y Epston?3.
3. Capítulo 3 – Explique la externalización del problema y la apropiación del relato de sí
mismo como metodología fundamental de la TN. Plante las críticas y riesgos de este tipo
de estrategias de intervención.
Capítulo 2 Rptas:
Fundamentos de la tp narrativa: hay dos significados de tp narrativa: Definición: Narrativo del
verbo “narrar” relatar algún suceso; contar un cuento; que tiende a la narración. N (ombre): aquello q
es relatado, una descripción continuada de una serie de sucesos; un relato.
Narrativa puede referirse al relato de uno o varios sucesos como “contar un cuento”. En esta terapia
los términos “narrativo”, “relatos” o “recuento” se usan para referirse a secuencias escogidas de vida
q cobran existencia como entidad mediante el acto de relatarlas.
El relato del “yo” es u relato en primera persona q define la identidad de una persona a base de sus
recuerdos y percepciones de su vida actual, de los papeles que juega en varios grupos e instituciones
y sus relaciones sociales. Las personas suelen proyectar estas narrativas en un futuro supuesto: “asi
que siempre he estado deprimida y siempre lo estaré”. Pero también pueden orientar su relato en
dirección al futuro “siempre he estado deprimida, pero espero poder dejar de estarlo”. En tp fliar el
proceso por el q las personas relatan estas narrativas se llama “historia”.
Narrativa un concepto Posmoderno: la definición anterior solo abarca una parte de la tp narrativa.
En un sentido más gral “narrativa” tiene relación con una serie de ideas relativamente recientes sobre
la vida y el conocimiento humano. En esta corriente, el “posmodernismo”, se reconocen dos formas
de describir y comprender el mundo: la “científica” y la “narrativa”. El posmodernismo prefiere
atender a la narrativa. Los creadores de la tp parecían suponer q con una buena dosis de lectura,
entrenamiento y reflexión, el terapeuta novel podría acceder al conocimiento “objetivo” aprisionado
en la teoría: q aprendería, por ej., a identificar y evaluar las fuentes motivacionales, los orígenes del
dolor, los mecanismos relacionales, las causas y soluciones de los problemas traídos a tp. Desde la
perspectiva posmoderna, por el contrario, asume q no son las descripciones múltiples y contradictorias,
de las tp lo q puede conocerse, sino la experiencia concreta, cotidiana y personal de nuestras vidas, q
se expresa en las narrativas q nos contamos unos a otros. Estas historias además son influyentes. Según
el posmodernismo, estas historias o narrativas conforman la matriz de conceptos y creencias a través
de los cuales comprendemos nuestras vidas y también el mundo donde estas ocurren; hay una
interacción entre los relatos q nos contamos en un momento dado, la forma en la que los vivimos y los
relatos q contamos cuando el momento ha pasado. White señala que los seres humanos interpretan
activamente sus experiencias a medida q la sentimos. Además, esa interpretación es una inteligibilidad,
esto es la narrativa, q nos sirve de contexto y nos permite atribuir significados a los acontecimientos.
Los significados q se deducen de este proceso de interpretación no son neutrales, afectan lo q hacemos,
los pasos q damos en la vida. Es esta historia, o narrativa del yo la q determina que partes de la
experiencia de vida llegan a expresarse, determina la forma en que cobra nuestra experiencia.
Para la tp narrativa “interpretación” quiere decir q las personas no conocen el mundo en si mismas,
sino solo a través de sus presupuestos acerca de él. Estos presupuestos nacen de sus experiencias
subjetivas previas, influidas por las normas y suposiciones de las micro y macro sociedades. Los relatos
con los q damos significados a nuestra experiencia están influenciados por factores sociales y
culturales, también incluyen los valores de los grupos y sociedades a las q pertenecemos y q hemos
interiorizado. El lenguaje sirve de mediador para estas interpretaciones: por él definimos y
mantenemos nuestros pensamientos y sentimientos.
Posmodernismo y “formas narrativas de conocimiento”: el posmodernismo arranca en la década del
70 con el cuestionamiento de las pretensiones modernistas sobre el mundo objetivo y subjetivo q han
dominado el pensamiento occidental: “la modernidad se funda en relatos, sobre el conocimeinto
científico, racional y progresivo de la naturaleza del mundo externo y del interior de la mente de las
personas”.
Las ideas posmodernas se han hecho populares solo dentro de determinados círculos. El modernismo
sigue siendo la manera de pensar en muchos contextos. Hay “verdades dominantes” que son:
-causa y efecto son universales y cognoscibles.
- Hay un mundo real de fenómenos estables e independientes de la relación humana.
- Los seres humanos pueden comprender la naturaleza de modo objetivo.
- El lenguaje refleja y se refiere a la realidad.
- Para q puedan ser reconocibles estas realidades requieren de la atención de expertos con habilidades
particulares.
- La historia del avance del conocimiento consiste en personas excepcionales q aplicaban tales
habilidades y la humanidad tiene, a través de estas personas, un potencial ilimitado para descubrir la
naturaleza de la realidad física y biológica.
- Estos conocimientos suelen ser profundos, misteriosos y alejados del alcance de la gente común.
- Así como se han desarrollado métodos para descubrir las verdades ocultas de la biología y la física,
también existen otros para comprender las motivaciones humanas y dinámicas sociales.
-Las diversas disciplinas de las ciencias sociales se orientan a las diferentes áreas de la vida humana.
Al posmodernismo no le satisfacen estas creencias,

4. Capítulo 4 – ¿Qué es un relato y como se logra ampliarlo? ¿Qué es un desenlace inesperado y


cómo se favorece su aparición? ¿Qué es una postura?
La Terapia Narrativa fue creada por, trabajador social austra Michael White, y David Epston,
antropólogo de origen canadiense residente en Nueva Zelanda. También encontramos aportes de
Gerald Monk; Gene Combs; y Harry Golishian, Payne Martin.
La terapia narrativa es una forma de psicoterapia que Fue desarrollado inicialmente durante los años
1970 y 1980, en gran parte por el trabajador social australiano Michael White y su amigo y colega
antropólogo, David Epston, de Nueva Zelanda. - Su enfoque se ha difundido en América del Norte con
la publicación en 1990 de su libro Medios narrativos para fines terapéuticos, seguido de numerosos
libros y artículos sobre casos previamente inmanejables de la anorexia nerviosa, esquizofrenia, TDAH
y muchos otros problemas.
En 2007 White publicó Narrative means to therapeutic ends, con la presentación de seis tipos de
conversaciones clave. ¿De que idea parte la postura estructuralista? Las descripciones estructuralistas
de la experiencia humana parten de la idea de que existen estructuras subyacentes que no podemos
observar, sino que sólo podemos ver sus manifestaciones externas o superficiales. Postura
posestructuralista de White (2000) propone que en la terapia no es muy útil pensar en términos de
profundo y superficial • Prefiere pensar siguiendo la metáfora propuesta por Gilbert Ryle y Clifford
Geertz (Morgan, A., 2000) de descripciones ricas, densas o gruesas (del inglés «thick descriptions») y
descripciones frágiles, simples o delgadas («thin descriptions»).
I- Una historia densa o gruesa está llena de detalles, se conecta con otras y sobre todo,
proviene de las personas para quienes esa historia es relevante.
II- Una historia «delgada» generalmente proviene de observadores de fuera, no de las personas
que la están viviendo y difícilmente tiene lugar para la complejidad y las contradicciones
de su experiencia. Cuanto más «densa» sea una historia, más posibilidades abrirá para la
persona que la vive.
Concepto de Historia Dominante: White y Epston (1989) creen que la gente se enfrenta a dificultades
cuando vive con «historias dominantes» que están «saturadas de problemas».
• Estas historias dominantes son restrictivas, no abarcan partes importantes de la experiencia de las
personas y/o las llevan a llegar a conclusiones negativas sobre su identidad.
• Estos autores, influidos por las ideas de Michel Foucault le ponen especial atención a los «discursos
dominantes y el ejercicio del poder en la sociedad. Proponen que éstos tienen un impacto en las
historias que las personas crean sobre sí mismas y que es importante «deconstruirlos».
• Morgan define la deconstrucción en la Terapia Narrativa como el «desarmar» o revisar
cuidadosamente las creencias y prácticas de la cultura que están fortaleciendo al problema y a la
historia dominante (Morgan, 2000).
Se centra en lo atípico:
• La terapia narrativa se centra en lo atípico: esto es, en lo que la persona ve como atípico. Nos mueve
a examinar lo atípico minuciosamente: porque por medio de lo poco común las personas pueden
escapar de las historias que determinan sus percepciones y, por ende, sus vidas. Cuando las
descripciones estereotipadas de la experiencia son reexaminadas en busca de nuevos detalles, devienen
menos influyentes, seguras y estables. La terapia narrativa fomenta la emergencia de narrativas ricas
a partir de descripciones aisladas o incompatibles, que no son consideradas erróneas ni limitadas sino
pobres.
La organización de las sesiones:
• Las sesiones en terapia narrativa no tienen una duración determinada. La narrativa no es una terapia
breve, y algunos relatos de White y Epston incluyen buen número de sesiones; pero herramientas como
los testimonios externos o los documentos terapéuticos pueden reducir eficazmente la duración de la
terapia • Con frecuencia, unas pocas sesiones, muy distanciadas entre sí, son suficientemente efectivas,
incluso ante problemas de larga duración.
Perfil de las practicas narrativas:
• Las prácticas son descritas con un orden aproximado, aunque el terapeuta puede, tanto en una sola
sesión como en una serie de ellas, ampliarlas, reducirlas, volver a ellas u omitirlas del todo de acuerdo
con su sentido de lo que podría ser útil para la persona. Las prácticas se han dividido en epígrafes
siguiendo criterios convenientemente descriptivos. La variedad, la complejidad, la sensibilidad, el
tacto y la flexibilidad de la terapia narrativa no se reflejan en este esbozo, que no se debería tomar
como una prescripción.
La narrativa comienza cuando el asesor presta una atención respetuosa y comprometida a una persona
en un lugar seguro y privado. El terapeuta invita a la persona a hablar de sus problemas y la escucha
con interés. Con frecuencia, las primeras historias están llenas de frustración, desesperación y dolor,
con poco o ningún asomo de esperanza. White las llama descripciones saturadas del problema. Las
descripciones saturadas del problema encarnan el relato dominante de la vida de una persona. El
terapeuta acepta y se toma en serio esta descripción; pero, al mismo tiempo, asume que es solamente
parte de la historia. No todas las descripciones del principio de la terapia están saturadas del problema:
la persona puede haber cambiado de postura frente a sus preocupaciones antes de acudir a consulta.
Cuando eso pasa, la práctica que se reseña a continuación puede ser muy diferente.
• Una vez que la persona, habiendo terminado su narración, hace una pausa, el terapeuta comienza a
hacer preguntas para extender y aclarar su relato, urgiéndola a detallar aún más la forma en la que
experimenta sus dificultades y las consecuencias de éstas en su vida. A través de sus respuestas, tanto
la persona como el terapeuta hacen acopio de los recuerdos y experiencias que serán la base de la
terapia. Últimamente, White ha abandonado el término «descripción saturada del problema» en favor
del de descripción rala o enrarecida, que refleja con más exactitud la idea de que el relato inicial
siempre omite algunos elementos de la experiencia vivida.
Bautizar el problema:
• Además de motivar a la persona a expandir su narrativa inicial, el terapeuta la invita a poner un
nombre específico al problema, quizás una palabra o una frase corta. Si a la persona no se le ocurre
nada, el terapeuta hace sugerencias depresión, estrés en pareja, abuso, etc. Este nombre se utiliza hasta
que subsiguientes descripciones permiten escoger uno más apropiado y preciso. El bautizar el
problema añade énfasis y concreción, permite a la persona sentir que controla su problema y posibilita
la externalización de éste.
La terapia narrativa ha desarrollado un estilo de trabajo claro que consta de diferentes prácticas o tipos
de conversación entre clientes y terapeutas:
1- Incluyen las conversaciones externalizantes 2- La identificación de acontecimientos
excepcionales» (unique outcomes) 3- El uso de preguntas del «Panorama de la Acción»
4- El «Panorama de la Identidad» 5- La remembranza «Re-membering»
6-El trabajo con equipos de «Testigos Externos¨ 7-El uso de documentos terapéuticos
1- Incluyen las conversaciones externalizantes: Una de las características que distinguen a la
Terapia Narrativa es la manera en la que se habla de los problemas. Éstos no son vistos como
síntomas o como manifestaciones de alguna deficiencia del cliente. • Se piensa en los
problemas como algo separado del cliente, algo externo a él o ella pero que está afectando su
vida. Freedman y Combs (1996) enfatizan que la exteriorización es más importante como una
actitud que como una técnica. • Freedman y Combs señalan, siguiendo a Epston (1993), que
nuestra forma común de ver a los problemas como síntomas sólo ha existido recientemente en
términos históricos y que se puede pensar en las dificultades de muchas maneras diferentes.
Cuando la gente empieza a hablar de sus problemas como entidades separadas, como algo que
está afuera, siente una diferencia casi inmediata. Con frecuencia reportan que externalizar los
problemas les ayuda a ponerlos en perspectiva, a sentirse menos culpables y a sentir que pueden
hacer algo para solucionarlos. • Alice Morgan (2000) explica que las conversaciones
exteriorizadas constan de los siguientes pasos: nombrar al problema, explorar los efectos del
problema sobre la vida de la persona y «desconstruir» o poner en contexto el problema.
Nombrar al problema: En la Terapia Narrativa, el terapeuta le pide al cliente que describa y
nombre al problema. Es muy importante trabajar con las palabras exactas que usa el cliente y
se puede invitar también a compartir imágenes o metáforas que describan al problema. Por ej.
Un niño que no quiere ir a la escuela describe el problema como «los nervios». A partir de ahí
la terapeuta le pregunta cómo son «los nervios»: ¿grandes, pequeños, listos, lentos,
bondadosos, tramposos...? Se le puede pedir que dibuje a los nervios, hablando de ellos como
personajes en la vida del niño.
Exploración de los efectos del problema: • Después de obtener la descripción del problema que al
cliente le parezca más acertada y apegada su experiencia, la terapeuta indaga sobre la historia del
problema. Esto no se hace para encontrar su causa, sino para entenderlo mejor y para explorar historias
alternativas más adelante. • La terapeuta averigua, por ejemplo, que los nervios han hecho su aparición
desde que se inició el nuevo año escolar. Enseguida la terapeuta entrevista cuidadosamente al cliente
sobre los efectos del problema sobre diversas áreas de su vida.
Por ejemplo, ¿qué efecto tienen los nervios en su relación con su madre? (hacen que su madre se
preocupe), ¿qué efectos tienen los nervios en su relación con su padre? (hacen que papá se ponga
enojado e irritable), ¿tienen algún efecto en la relación con sus hermanos? (no mucho), ¿tienen los
nervios algún efecto sobre la relación con su maestra? (le hacen pensar a la maestra que este niño tiene
muchos problemas y que va a ser difícil enseñarle cosas en la escuela)... Es importante «hilar fino» y
obtener descripciones detalladas de los efectos del problema para posteriormente. Indagar sobre los
efectos de la persona sobre el problema, las formas en las que el cliente ha modificado o modifica la
«vida» del problema. Por ejemplo, preguntarle al niño ¿me podrías contar de alguna ocasión en la que
los nervios hayan estado a punto de invadirte pero que los hayas podido frenar?
Desconstruir o poner el problema en contexto: Se exploran también los efectos que tienen los
discursos y prácticas sociales dominantes en la vida de los clientes. Por ejemplo, si se trabaja con un
hombre que golpea a su esposa, una parte de la conversación probablemente girará en torno a las ideas
sociales sobre la masculinidad, las prerrogativas masculinas y la agresividad como algo «natural «o
«incontrolable» (Jenkins, 1990). Se le pregunta al cliente de qué manera han influido estas ideas en
sus concepciones de la pareja y sus relaciones con las mujeres. El terapeuta le pide al cliente que evalúe
los efectos de estas ideas y prácticas sobre su vida y que tome una postura al respecto.
2- Descubrir acontecimientos excepcionales: • El problema y sus efectos constituyen lo que White
y Epston (1989) denominan la «historia dominante». Una vez que ésta se ha explorado en detalle, se
empieza a averiguar sobre épocas o eventos en la vida del cliente que contradigan esa historia
dominante. • Se trata de encontrar, dentro de la propia narración del cliente sobre su vida, evidencia
de otras posibles historias o narrativas sobre su identidad. 2- Descubrir acontecimientos excepcionales.
Esto es similar a la búsqueda de excepciones, White y Epston les llaman «acontecimientos
excepcionales» («unique outcomes»).
Por ejemplo, una clienta que dice tener miedo y que se siente insegura de sí misma. Tal vez definió
su problema como «inseguridad» y junto con el terapeuta exploró los efectos de la inseguridad en
su vida. El terapeuta más adelante le pide que piense en algunos momentos o circunstancias en las
que la inseguridad no la haya afectado tanto o que se haya ausentado de su vida aunque fuera por
un rato. Tal vez recuerda que en la segundaria organizó un campamento. Los acontecimientos
excepcionales sirven como base para ir construyendo una o varias historias alternativas. En este
ejemplo, saber que la clienta ha podido actuar con seguridad en sí misma, aunque fuera hace
muchos años, lleva al terapeuta a querer averiguar más sobre esa época, pues ese acontecimiento
puede ser parte de una trama distinta sobre la vida de esta mujer.
Una vez que se mencionan acontecimientos excepcionales, es muy importante que el terapeuta los
investigue con cuidado, aprendiendo sobre su historia y sobre todo sobre el significado que estos
eventos tuvieron para el cliente en su momento, lo que significaron para otras personas importantes
en su vida, y lo que el recordarlos significa para él en la actualidad.
«Engrosar la trama»: La Terapia Narrativa se basa en la idea de que le damos sentido a nuestras
experiencias organizándolas como historias o narraciones. Hay ciertas historias que se vuelven
dominantes en nuestras vidas y si son muy limitadas, pueden excluir aspectos importantes de
nuestra identidad. • Encontrar acontecimientos excepcionales que contradigan la historia
dominante constituye el primer paso para la construcción de historias o «tramas» alternativas.
Inicialmente es probable que la historia dominante sea muy fuerte o tenga mucho peso. Por
ejemplo, la persona que se siente insegura puede darnos muchos ejemplos de cómo la a afectado
la inseguridad en su vida, pero tal vez sólo puede recordar un par de ocasiones en las que se sintió
segura y capaz. Estas ocasiones pueden ser las bases para una nueva trama o versión de la vida de
esta mujer, pero al principio puede parecer una historia muy frágil. Es necesario fortalecer esta
historia alternativa para «engrosarla» y que adquiera mayor significancia y «peso» para la clienta.
La terapia narrativa es descrita como un proceso de re-escribir las historias que constituyen nuestra
identidad. White (2003) llama a las conversaciones terapéuticas «conversaciones de re-autoría».
Éstas giran alrededor de dos tipos de preguntas: preguntas sobre la acción y preguntas sobre el
significado de la acción.
3- Panoramas de acción: Una vez que se ha identificado un acontecimiento excepcional, podemos
hacer muchas preguntas sobre qué hizo el cliente para hacer eso o dar ese paso, o cómo se preparó
para actuar de esa manera. Todas estás son preguntas del «panorama de la acción» (Russell y
Carey, 2004; White y Epston, 1989). Por ejemplo, un adolescente que habitualmente falta a la
escuela cuenta que la semana pasada fue a clases todos los días. Esto es un acontecimiento
excepcional. El terapeuta le pregunta qué hizo para lograr ir a la escuela 5 días consecutivos:
¿Qué hizo exactamente para llegar a la escuela?, ¿Cómo se preparó para hacer eso?, ¿alguien le
comentó algo sobre su asistencia?, ¿si sigue yendo esta semana, ¿qué crees que suceda?
4- Panorama de identidad: Es importante también indagar sobre el significado de los
acontecimientos excepcionales, a lo que White y Epston (1989) llaman «panorama de la
identidad». En nuestro ejemplo, algunas preguntas de este tipo podrían ser. ¿Qué crees que dice
de tí el hecho de que después de tantas faltas te hayas decidido a ir a la escuela?, ¿cómo crees que
te vieron los maestros?, ¿la decisión de acudir a clases tiene que ver con algo que sea importante
para ti?, ¿la asistencia a clases se conecta con alguno de tus planes para el futuro?.. Morgan (2000)
describe cuatro prácticas narrativas que sirven para fortalecer o engrosar historias alternativas:
las conversaciones de «re-membranza» (remembe-ring conversations), el uso de documentos
terapéuticos, los rituales y celebraciones y el trabajo con testigos externos.
5- «Re-membering» : White (2003) hace un juego de palabras para enfatizar cómo las vidas de las
personas están entrelazadas. Usa la metáfora de que cada uno tiene el «club» de su vida y que
podemos escoger quiénes serán los miembros de ese club, las personas que contribuyen a que nos
veamos a nosotros mismos de cierta manera y seamos como nos gusta ser. En este tipo de
conversaciones se entrevista al cliente sobre alguna persona que haya tenido una influencia
positiva en su vida y más adelante se explora la influencia que el propio cliente pudo haber tenido
en la vida de esta persona. Por ej. Si el muchacho que falta a clase menciona a un maestro que lo
trataba muy bien, se le podría preguntar, ¿qué hacía este maestro, cuando dices que te trataba
bien, a qué te refieres?, ¿por qué crees que te trataba así?, ¿qué crees que veía en tí este maestro?,
¿cómo te lo hacía saber?, ¿qué anhelos o deseos crees que tenía este maestro para ti? Una vez
exploradas éstas, se le puede preguntar también ¿y qué impacto crees que tú hayas tenido en la
vida de tu maestro?, ¿qué crees que significó para él la relación contigo?... La idea principal al
hacer este tipo de preguntas es subrayar cómo la identidad se constituye en el contexto de estas
relaciones entrelazadas.
6- Trabajo con testigos externos: Esta faceta de la terapia narrativa tiene que ver con la
importancia de «contar y recontar» nuestras historias para construir nuestra identidad. Se trata de
una variante del trabajo con Equipos Reflexivos (Andersen, 1990; Friedman, 1995; Fernández et
al., 2002) que además está inspirado por el trabajo de la antropóloga Barbara Myerhoff. White
(1997, 2000) propone que en la terapia se pueden implementar prácticas que sirvan como
«ceremonias de definición» que contribuyen a validar y fortalecer las historias de los clientes. En
éstas, el terapeuta entrevista al cliente en presencia de un grupo de «testigos externos». Éstos
pueden ser otros terapeutas, familiares o amigos del cliente, pero frecuentemente son personas
que han tenido experiencias similares a las que éste está viviendo. Primero el terapeuta entrevista
al cliente, mientras los testigos externos escuchan en silencio. Tras la entrevista, el o los clientes
cambian de lugar con el equipo y escuchan mientras el terapeuta entrevista a los testigos o los
testigos hablan entre ellos sobre lo que significó escuchar la sesión. Al terminar, el terapeuta
entrevista al cliente sobre cómo fue para él escuchar a los testigos. Michael White (2006) ha
diseñado un «mapa» en el que describe detalladamente los pasos de las ceremonias de definición
en la terapia. El objetivo de este tipo de ceremonias de definición es conectar las historias y las
vidas de las personas. Tener testigos al contar la historia propia puede hacer que ésta sea más
significativa. Esto es especialmente importante cuando se trata de contar historias alternativas
que estamos tratando de establecer y cultivar en el contexto de otras historias dominantes que ya
están arraigadas y que influyen de maneras negativas sobre la identidad.
7- Los documentos terapéuticos: White y Epston (1989) usan una gran variedad de documentos
en la terapia. Estos autores creen que la mayoría de los documentos escritos sobre los clientes,
por ejemplo expedientes y holreportes psicológicos, contienen descripciones negativas basadas
en un lenguaje de déficit y patología. White y Epston piensan que estos documentos pueden
contribuir a fortalecer la historia dominante, cargada de problemas, que tiene efectos negativos
sobre la identidad de las personas. Proponen que los terapeutas pueden ofrecer un contrapeso al
escribir «contra-documentos» que ofrezcan descripciones diferentes de los clientes. En una
terapia narrativa el terapeuta puede escribir certificados o diplomas que den constancia de los
logros del cliente. Pueden escribirse también cartas, notas textuales de la sesión, cartas de
recomendación, cartas de predicción, «declaraciones» (por ej. declaraciones de independencia,
de nuevas posiciones, etc.) e invitaciones, entre muchos otros tipos de documentos (White y
Epston, 1989; Tarragona, 2003). • Generalmente son los terapeutas quienes escriben estos
documentos, aunque a veces lo hacen conjuntamente con los clientes. Trátese de cartas, notas o
certificados, lo que tienen en común es que fortalecen las historias alternativas que surgen en la
terapia. Se pueden encontrar muchos ejemplos del uso de documentos en la terapia narrativa en
White y Epston (1989), Freedman y Combs (1996) y Epston (1989).
La Terapia Narrativa frecuentemente es descrita como una Terapia «política» ya que White y Epston
(1989) y otros autores (Waldgrave, Tamasese, Tuhaka y Warihi, 2003) se preocupan por el riesgo de
que el terapeuta imponga discursos dominantes sobre sus clientes o reproduzca en la relación
terapéutica prácticas injustas u opresivas. El concepto de «accountability» (la expectativa de que uno
rendirá cuentas a los demás o responderá por sus acciones) es muy importante en el trabajo de estos
autores.
PERFIL DE LAS PRÁCTICAS DE LA TERAPIA NARRATIVA: Descripción "saturada de
problemas": la persona cuenta su "relato"-Bautizar el problema- Lenguaje externalizador- Tomar en
cuenta aspectos políticos y sociales- Preguntas de influencia relativa- "Deconstrucción" de desenlaces
inesperados -Se invita a la persona a asumir una postura -Uso de documentos terapéuticos- La terapia
continúa: "narrar y re-narrar" para enriquecer el relato- El uso de "testigos externos" Re-membrar.

Preguntas de Shotter:
1) ¿Cuál es la relación entre diálogo y crítica? Pensar la crítica al constructivismo. (Introducción)
2) Concepto de acción compartida. (Introducción)
3) ¿En qué consiste el “enfoque del no saber”?
(Tercera parte)

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