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CANTAR DE MÍO CID

Autor: Anónimo. También llamado Poema de Mío Cid, fue escrito probablemente hacia
1140 y ha llegado hasta nosotros gracias a una copia hecha en 1307 supuestamente por
Per Abbat o el abad Pedro. El texto del Poema está incompleto, pues faltan los primeros
versos, y existen asimismo otras mutilaciones que se han suplido con pasajes de la Crónica
de veinte reyes, versión en prosa de un primer manuscrito del Poema, y con elementos
extraídos de posteriores refundiciones del Cantar.

Género y corriente: Cantar de gesta, poesía épica.

Estructura: Está compuesto por tres grandes núcleos narrativos, llamados también
cantares: 1º Destierro del Cid, que abarca del verso 1 al 1 086; 2º Boda de las hijas del Cid,
entre los versos 1 087 a 2277, y 3º La afrenta de Corpes desde el 2 278 hasta el 3 730.

Sinopsis: Debido a que algunos cortesanos envidiosos del Campeador levantan ciertas
calumnias en su contra, y al resentimiento del soberano, el rey lo destierra de Castilla.
Con profundo desconsuelo, Rodrigo debe abandonar su natal Vivar. Llorando, contempla
por última vez su castillo y parte acompañado por algunos parientes, entre los cuales
descuella su primo Álvar Fañez, y leales vasallos.
Al llegar a Burgos nadie quiere hospedarlo, por expresa prohibición del rey. Solo una niña
de nueve años le dirige la palabra para decirle la verdad. EI Cid se ve obligado a acampar
en las afueras de la ciudad y Martin Antolínez, un ilustre burgalés, lo abastece de
provisiones y también le procura dinero que en préstamo obtiene de dos judíos.
Provisto de todo ello, para él y sus mesnadas , el Cid Campeador ordena levantar sus
tiendas y se encamina al monasterio de San Pedro de Cardeña, donde se hallan doña
Jimena, su esposa, y sus dos pequeñas hijas, doña Elvira y doña Sol, al cuidado del buen
abad don Sancho.
EI momento del encuentro y luego el de la despedida son de intensa emoción, Jimena,
llorando, se arrodilla queriendo besar las manos de su marido al tiempo de pedirle
consejo "por amor de santa María". EI Cid toma a sus hijas en brazos y pide a Dios poder
casarlas el mismo y tener vida para seguir amando y sirviendo a su mujer.
Luego, los cónyuges se separan "como la uña de la carne". Rodrigo recomienda su familia
al abad don Sancho y parte. Viene después el comienzo de su encumbramiento.
Combate en Castejón y Alcocer, donde vence a dos reyes moros y del botín de guerra
envía un presente al rey Alfonso. A partir de estas acciones, realiza provechosas correrías
por la región de Teruel, Lérida y Castellón. EI conde de Barcelona, que sale a combatirlo,
es derrotado y hecho prisionero. EI héroe lo trata con generosidad, no exenta de ironía.
En el segundo cantar se cuenta muy brevemente el sitio y conquista de Valencia, la gran
proeza del Cid. Han pasado ya 13 años desde el inicio del destierro. Tras vencer al rey
moro de Sevilla, que trataba de recuperar la ciudad perdida, don Rodrigo envía nuevo
presente al monarca castellano, quien permite que se le reúnan doña Jimena y sus hijas.
Doña Elvira y dona Sol, por las riquezas de su padre, se han vuelto codiciados partidos que
tientan a los infantes de Carrión.
Yúcef de Marruecos, caudillo de los almorávides, se presenta con gran ejército ante
Valencia. EI Cid lo derrota y del nuevo botín envía otro regalo al rey Alfonso.
Ante las repetidas muestras de fidelidad, el monarca acepta tener un encuentro con el
desterrado para perdonarlo públicamente. La entrevista se realiza junto al rio Tajo, con
gran algazara por parte de ambos. Alfonso VI, pensando honrar al conquistador de
Valencia, le pide la mano de sus hijas para los infantes Diego y Fernando de Carrión. El Cid,
no muy satisfecho, accede, y se lleva a cabo el doble matrimonio; pero es el rey quien las
casa, pues don Rodrigo no quiere entregarlas por su propia mano.
En el cantar tercero, los infantes causan una muy triste impresión en la corte de Valencia,
pues se comportan cobardemente en la batalla contra el rey Búcar, quien fue derrotado
en su intento de recobrar la ciudad.
Tras la victoria, enriquecidos pero llenos de rencor por las burlas de que son objeto, los
infantes llevan a Carrión a sus esposas, pero por el camino, al atravesar el robledal de
Corpes, se quedan solos con ellas y las azotan hasta dejarlas sin sentido y ensangrentadas,
abandonándolas luego de despojarlas de sus mantos y pieles de armiño. Recogidas por
Félix Muñoz, son devueltas a su padre, quien acude al rey pidiendo justicia.
Alfonso convoca a las cortes en Toledo. Los infantes son retados a duelo para reparar el
honor del Campeador. La lid se realiza en Carrión y la preside Alfonso VI. Los de Carrión
son los perdedores quedando malheridos y deshonrados.
La obra termina con el segundo matrimonio de las hijas del Cid, que han sido pedidas para
los infantes de Navarra y de Aragón. El rey Alfonso consiente en el nuevo casamiento, con
lo cual aumenta la honra del Cid, como dice el poeta, "hoy los reyes de España sus
parientes son".
Rodrigo o Ruy Díaz de Vivar, es un importante personaje histórico de la reconquista
española, muerto en 1099, a quien por su arrojo en los combates los moros llamaron el
Cid Campeador. Este paladín es el prototipo del caballero cristiano, ejemplo de valor,
nobleza y lealtad.
Innumerables son los meritos literarios formales y de contenido de este cantar de gesta, el
más antiguo documento escrito que se conserva de la épica medieval española. En el se
aúna la excelente estructura general con la métrica y la rima, la sobriedad al pintar las
emociones descritas, un fino lirismo que añade encanto a la fuerza expresiva primitiva y
tosca de su verso, propia de la época y de la lengua empleada; el sabio tratamiento del
tiempo narrativo, una justa pintura psicológica de los personajes, la minuciosidad y el
realismo en la descripción de costumbres, armas, viviendas, vestimentas, etc.; una ironía y
un humorismo que aparecen en ciertos pasajes, así como el interés dramático de los
sucesos que se narran y la maestría en el uso de epítetos, comparaciones e imágenes
logrados por el desconocido autor.
Su calidad indiscutible lo sitúa entre los más grandes poemas épicos de todos los tiempos.

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