Está en la página 1de 5

¿Qué es el Protocolo de Kioto?

Se refiere a un acuerdo internacional firmado en Kioto, Japón en diciembre de 1997,


en el ámbito de las Naciones Unidas. Este protocolo tiene un objetivo: tratar de
frenar el cambio climático. Uno de los objetivos es reducir las emisiones de gases
efecto invernadero, que como sabemos tienen gran impacto en el fenómeno del
calentamiento global. Este acuerdo impone la reducción de las emisiones de gases
de efecto invernadero para 39 países que se consideran desarrollados. Hasta la
fecha se han suscrito 192 países.
Los seis gases del efecto invernadero son: dióxido de carbono (CO2), gas metano
(CH4) y óxido nitroso (N2O), y los otros tres son gases industriales fluorados:
hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
El objetivo es reducir las emisiones globales de estos seis gases calculadas en una
media de un período de cinco años.

¿Qué compromisos contempla el protocolo de Kioto?

Los compromisos contraídos en virtud del Protocolo varían de un país a otro. El


objetivo global es reducir un 5%, para los países desarrollados debe conseguirse
mediante recortes (con respecto a los niveles de 1990) del 8% en la Unión Europea,
Suiza y la mayor parte de los países de Europa central y oriental; 6% en el Canadá;
7% en los Estados Unidos (aunque posteriormente los Estados Unidos han retirado
su apoyo al Protocolo), y el 6% en Hungría, Japón y Polonia. Nueva Zelandia, Rusia
y Ucrania deben estabilizar sus emisiones, mientras que Noruega puede
aumentarlas hasta un 1%, Australia un 8% (posteriormente retiró su apoyo al
Protocolo) e Islandia un 10%. La UE ha establecido su propio acuerdo interno para
alcanzar su objetivo del 8% distribuyendo diferentes porcentajes entre sus Estados
Miembros. Estos objetivos oscilan entre recortes del 28% en Luxemburgo y del 21%
en Dinamarca y Alemania a un aumento del 25% en Grecia y del 27% en Portugal.

Para compensar las duras consecuencias de los “objetivos vinculantes”, el acuerdo


ofrece flexibilidad en la manera en que los países pueden cumplir sus objetivos. Por
ejemplo, pueden compensar parcialmente sus emisiones aumentando los
“sumideros”, bosques, que eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera. Ello
puede conseguirse bien en el territorio nacional o en otros países. Pueden pagar
también proyectos en el extranjero cuyo resultado sea una reducción de los gases
de efecto invernadero. Se han establecido varios mecanismos con este fin.

El Protocolo de Kioto ha avanzado lentamente: se encuentra todavía en lo que se


conoce con el nombre de “fase de ratificación”, y es un acuerdo complicado.
Razones no faltan. El Protocolo no sólo debe ser eficaz frente a un problema
mundial también complicado; debe ser también políticamente aceptable. En
consecuencia, se ha multiplicado el número de grupos y comités creados para
supervisar y arbitrar sus diferentes programas, e incluso después de la aprobación
del acuerdo en 1997, se consideró necesario entablar nuevas negociaciones para

1
especificar las instrucciones sobre la manera de instrumentalizarlo. Estas normas,
adoptadas en 2001, se conocen con el nombre de “Acuerdos de Marrakech”.

Los tratados internacionales deben tratar de conseguir un delicado equilibrio. Los


que se proponen conseguir un apoyo general muchas veces no son lo bastante
enérgicos como para resolver los problemas que tratan de solucionar (como se
consideraba que la Convención Marco presentaba esa deficiencia, a pesar de sus
numerosas y valiosas disposiciones, se creó el Protocolo con la finalidad de
complementarla). En cambio, los tratados con disposiciones firmes pueden tener
problemas a la hora de conseguir el apoyo necesario para que resulten eficaces.

Entrada en vigor

Se estableció que el compromiso sería de obligatorio cumplimiento cuando lo


ratificasen los países industrializados responsables de, al menos, un 55 % de las
emisiones de CO2. Con la ratificación de Rusia en noviembre de 2004, después de
conseguir que la UE pague la reconversión industrial, así como la modernización de
sus instalaciones, en especial las petroleras, el protocolo ha entrado en vigor.

Además del cumplimiento que estos países han hecho en cuanto a la emisión de
gases de efecto invernadero se promovió también la generación de un desarrollo
sostenible, de tal forma que se utilice también energías no convencionales y así
disminuya el calentamiento global.

Segundo periodo del Protocolo de Kioto

La decimoctava Conferencia de las Partes (COP 18) sobre cambio climático ratificó
el segundo periodo de vigencia del Protocolo de Kioto desde el 1 de enero de 2013
hasta el 31 de diciembre de 2020.

La duración de este segundo periodo del Protocolo será de ocho años, con metas
concretas al 2020. Sin embargo, este proceso denotó un débil compromiso de los
países industrializados, tales como Estados Unidos, Rusia,y Canadá, los cuales
decidieron no respaldar la prórroga.

En torno a la Plataforma Durban, la decisión fue continuar con el grupo de trabajo


aprobado el año pasado en Sudáfrica. Las partes podrán exponer observaciones
sobre planes nacionales de acción respecto a la mitigación y adaptación del cambio
climático, con el objetivo de superar las barreras y alcanzar una homologación a
escala internacional.

La canalización de financiamiento y tecnología de apoyo a países en desarrollo tuvo


avances importantes. Los países desarrollados reiteraron su compromiso de
continuar el financiamiento a largo plazo, con miras a movilizar 100 mil millones de
dólares para adaptación y mitigación hasta el 2020.

2
Además, las partes acordaron seguir con esfuerzos para implementar Planes
Nacionales de Adaptación en países en desarrollo. Para ello, iniciaron diálogos
sobre el mecanismo de daños y pérdidas que permitan el reconocimiento financiero
a países víctimas de desastres climáticos significativos.

La aprobación de un nuevo programa para desarrollar capacidades mediante la


educación y el entrenamiento sobre cambio climático fue también considerada una
herramienta para crear conciencia pública que permita una mayor participación
ciudadana en la toma de decisiones.

Muchos países no cumplen Kioto a pesar de asistir a la cumbre de


Copenhague
La Unión Europea (15 miembros originales) acordó una reducción colectiva de sus
emisiones de un 8% por debajo de los niveles de 1990 para el período 2008/2012.
El Reino Unido que ya ha sobrepasado sus objetivos de Kioto de reducción de
emisiones (GEI) de un 12.5% y lleva camino de ampliar esta reducción hasta un 23-
25% para 2010.
Francia también ha reducido sus niveles (GEI) en un 2% tras alcanzar los mismos
niveles de 1990. Francia no tendrá que esperar hasta el 2012 para cumplir sus
objetivos de reducción de emisiones. Otro país que se encuentra por debajo de los
niveles de 1990 es Alemania, encontrándose próxima a alcanzar su objetivo de
reducción del 21% sobre los niveles de ese mismo año.
Por el contrario existen un puñado de naciones de la UE como Dinamarca, España,
Portugal, Italia e Irlanda, que han experimentado incrementos en sus niveles de
emisión (GEI) que les aleja del cumplimiento de sus objetivos. Sin embargo, esos
países y otros (Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Italia, Holanda,
España y Suecia) ya han asignado un total de 2.73 billones de Euros en la
adquisición de créditos internacionales. En el futuro, se espera que estas
deficiencias sean compensadas por los países que han reducido sus emisiones
(GEI). Naciones como Canadá y Japón están un 13 por ciento por encima de los
niveles en 1990 y van a tener muy difícil llegar al nivel establecido. Noruega también
es un país que le costará mucho cumplir el acuerdo, ya que su economía está muy
ligada al petróleo y al gas.

Posición de los diversos países en 2011 respecto del Protocolo de Kioto

3
Artículo 2
1. Con el fin de promover el desarrollo sostenible, cada una de las Partes incluidas
en el anexo I, al cumplir los compromisos cuantificados de limitación y reducción de
las emisiones contraídos en virtud del artículo 3:
a) Aplicará y/o seguirá elaborando políticas y medidas de conformidad con sus
circunstancias nacionales, por ejemplo las siguientes:
i) fomento de la eficiencia energética en los sectores pertinentes de la economía
nacional;
ii) protección y mejora de los sumideros y depósitos de los gases de efecto
invernadero no controlados por el Protocolo de Montreal, teniendo en cuenta sus
compromisos en virtud de los acuerdos internacionales pertinentes sobre el medio
ambiente; promoción de prácticas sostenibles de gestión forestal, la forestación y la
reforestación;
iv) investigación, promoción, desarrollo y aumento del uso de formas nuevas y
renovables de energía, de tecnologías de secuestro del dióxido de carbono y de
tecnologías avanzadas y novedosas que sean ecológicamente racionales
Artículo 3

1. Las Partes incluidas en el anexo I se asegurarán, individual o conjuntamente, de


que sus emisiones antropógenas agregadas, expresadas en dióxido de carbono
equivalente, de los gases de efecto invernadero enumerados en el anexo A no
excedan de las cantidades atribuidas a ellas, calculadas en función de los
compromisos cuantificados de limitación y reducción de las emisiones consignados
para ellas en el anexo B y de conformidad con lo dispuesto en el presente artículo,
con miras a reducir el total de sus emisiones de esos gases a un nivel inferior en no
menos de 5% al de 1990 en el período de compromiso comprendido entre el año
2008 y el 2012.
2. Cada una de las Partes incluidas en el anexo I deberá poder demostrar para el
año 2005 un avance concreto en el cumplimiento de sus compromisos contraídos
en virtud del presente Protocolo.
Artículo 8

1. La información presentada en virtud del artículo 7


por cada una de las Partes incluidas en el anexo I
será examinada por equipos de expertos en
cumplimiento de las decisiones pertinentes de la
Conferencia de las Partes y de conformidad con las
directrices que adopte a esos efectos la Conferencia
de las Partes en calidad de reunión de las Partes en
el presente Protocolo con arreglo al párrafo 4 infra.

4
Artículo 9

1. La Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las


Partes en el presente Protocolo examinará periódicamente
el presente Protocolo a la luz de las informaciones y estudios
científicos más exactos de que se disponga sobre el cambio
climático y sus repercusiones y de la información técnica,
social y económica pertinente. Este examen se hará en
coordinación con otros exámenes pertinentes en el ámbito de la Convención.
Artículo 25

1.El presente Protocolo entrará en vigor al


nonagésimo día contado desde la fecha
en que hayan depositado sus
instrumentos de ratificación, aceptación,
aprobación o adhesión no menos de 55
Partes en la
Convención, entre las que se cuenten
Partes del anexo I cuyas emisiones
totales representen por lo menos el 55%
del total de las emisiones de dióxido de
carbono de las Partes del anexo I correspondiente a 1990.

Referencias
Álvarez, F. F. (2007). El Protocolo de Kioto y su impacto en las empresas
españolas. Madrid: CSIC.
Elena. (4 de Abril de 2016). TENDENZIAS. Obtenido de El protocolo de Kioto:
https://tendenzias.com/eco/el-protocolo-de-kyoto/
Estapà, J. S. (2003). El cumplimiento del Protocolo de Kioto sobre cambio
climático. España: Publicaciones de la Universidad de Barcelona.
Navarro, J. (26 de Junio de 2008). Cambio Climático. Obtenido de Protocolo de
Kioto: http://www.cambioclimatico.org/content/resumen-del-protocolo-de-
kyoto
Pozo, E. d. (8 de Diciembre de 2009). La semana. Obtenido de
http://www.lasemana.es/periodico/noticia.php?cod=24836
Wikipedia. (12 de Mayo de 2017). Wikipedia. Obtenido de Protocolo de Kioto sobre
el cambio climático:
https://es.wikipedia.org/wiki/Protocolo_de_Kioto_sobre_el_cambio_clim%C3
%A1tico

También podría gustarte