Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1-
Controversia territorial y marítima entre Nicaragua y Honduras en el mar del Caribe
ARGUMENTOS
Nicaragua argumentó ante el Tribunal que los espacios marítimos entre ambos
Estados nunca habían sido delimitados y que las islas en cuestión debían estar bajo
su soberanía en aplicación del principio de adyacencia.
Honduras, por su parte, manifestó que había una frontera marítima tradicionalmente
reconocida, con sustento en el principio del uti possidetis juris y confirmada por la
práctica de ambos países y de terceros Estados
La Corte expresó que cuando hay dos controversias inter-relacionadas -una vinculada a la
disputa de soberanía sobre las islas y la otra referida a la delimitación marítima- no
necesariamente tendría que haber una sola fecha crítica. En lo que hace a la primera de
ellas, determinó que era el momento en que Nicaragua en el año 2001 había iniciado este
proceso ya que en el Memorial había hecho una expresa reserva de derechos soberanos
sobre las islas. En cuanto a la delimitación marítima, la fijó en 1982 cuando dos incidentes
por la captura de pesca dieron lugar al intercambio de notas diplomáticas entre las Partes
que posibilitaban afirmar que existía la controversia sobre la delimitación marítima.
La Corte destacó que la geomorfología de Bobey Cay, Savanna Cay, Port Royal Cay y
South Cay permitían establecer que se trataba de islas en los términos de la Convención de
las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. En función de ello y aún cuando el principio
del uti possidetis juris invocado por Honduras como fundamento de su soberanía se
encuentre entre los más importantes principios jurídicos en relación con títulos sobre
territorios y delimitación al momento de la descolonización, el Tribunal entendió que su
aplicación implicaba probar que la Corona Española había atribuido las islas en
cuestión a una de sus colonias; prueba que no fue aportada por las Partes. En lo que
hace a la proximidad, alegada por Nicaragua, recordó que la adyacencia como tal no
necesariamente establecía un título en derecho. En consecuencia entendió que para
resolver la controversia sobre la soberanía de las islas habría de examinar si existieron
efectividades en el período colonial; entendida la efectividad como la conducta de las
autoridades administrativas que probaba el ejercicio efectivo de la jurisdicción territorial en
la región durante el mencionado período. Sin embargo, señaló la Corte, tampoco esa
información le fue proveída.
Por ende, el Tribunal se abocó a considerar las efectividades presentadas por las Partes
con relación al período post-colonial, teniendo en cuenta la fecha crítica -2001- que
había establecido para este diferendo. Con tal objeto, agrupó los actos invocados en función
de su objetivo. Así, conoció en los referidos al control legislativo y administrativo; a la
aplicación y cumplimiento de la legislación civil y criminal; a la regulación de la inmigración;
a la referida a las actividades de pesca; al patrullaje naval; a las concesiones petroleras; y a
los trabajos públicos.
Luego de haber considerado los argumentos y las pruebas aportadas, la Corte concluyó
que las efectividades invocadas por Honduras evidenciaron una intención y voluntad
de actuar como soberano, constituyendo un modesto pero real ejercicio de autoridad
sobre las cuatro islas. Por otra parte observó que cabía presumir que dichas
actividades fueron de conocimiento de Nicaragua sin haber generado protesta
alguna.
Por todo ello, la Corte llegó a la conclusión de que Honduras tenía la soberanía sobre las
islas Bobey Cay, Savanna Cay, Port Royal Cay y South Cay con sustento en las
efectividades post-coloniales.
Hechos: se inicia un litigio entre Estados Unidos de América y los Países Bajos, cuyo
objeto era la soberanía sobre la isla de Palmas, que está situada en el área del archipiélago
filipino. Éste había sido cedido a los Estados Unidos (EEUU) por España mediante el
Tratado de París de 1898, que puso fin a la guerra hispano-estadounidense. El litigio surge
tras la visita que en 1906 realizó el general americano Wood a la isla de Palmas y su
informe presentado a la Secretaría militar del Ejército de los EEUU, en virtud del cual
establece que la isla era reclamada por los Países Bajos. Planteada la controversia, las
partes decidieron que el caso debería ser sometido a uno de los medios pacíficos de
resolución de controversias, por lo que acordaron recurrir a la Corte Permanente de
Arbitraje de la Haya, a la que se sometieron por compromiso el 23 de enero de 1925. El
diferendo quedo a cargo del jurista suizo Max Huber, quien dictó el laudo en abril de 1928.
Compromiso arbitral
Conforme a la convención suscripta por EEUU y los Países Bajos (compromiso arbitral), la
cuestión que las partes acordaron someter a arbitraje fue determinar si la isla de Palmas en
su integridad formaba parte del territorio holandés o del territorio perteneciente a los EEUU.
Esto es: adoptaron la postura de que para los fines del arbitraje la isla en cuestión sólo
puede pertenecer a una u otra de ellas.
Cuestiones
¿Qué criterio o principio debe seguirse para definir cuál es el Estado que posee soberanía
sobre determinado espacio territorial?
Fallo
La isla de Palmas forma parte en su totalidad del territorio de los Países Bajos.
Doctrina
-En primer lugar el árbitro Max Huber, realiza una serie de consideraciones sobre lo que la
soberanía significa en relación con el territorio. Así, dirá que ella es la condición
jurídicamente necesaria para que una parte de la superficie terrestre pueda ser atribuida al
territorio de un determinado Estado. Asimismo, en las relaciones interestatales la soberanía
equivale a independencia, es decir, el derecho a ejercer en un territorio las funciones
estatales, con exclusión de cualquier otro Estado. La soberanía otorga competencia
exclusiva a un Estado respecto de su propio territorio.
-En relación al argumento presentado por EEUU para fundar su soberanía, el árbitro
entendió que tenía que establecer en primer lugar, si España al momento de celebrar el
Tratado de París, ejercía soberanía sobre la isla de Palmas. En tal sentido, analizó los otros
dos pilares del argumento de EEUU.
-En cuanto al descubrimiento de la isla por parte de España, el árbitro realiza la siguiente
observación: un hecho jurídico deber ser apreciado a la luz del derecho contemporáneo
suyo y no a la luz del derecho vigente en el tiempo en que surge. Por tanto, así como la
creación de un derecho está sometida al derecho en vigor de una época, la existencia de
ese derecho, es decir, su manifestación continua, debe seguir las condiciones requeridas
para la evolución del derecho. El árbitro observa que en el siglo XIX prevalece en el derecho
internacional el principio de efectividad en materia de constitución y mantenimiento de
soberanía territorial. En la época actual, el descubrimiento sólo otorga un derecho
imperfecto, que deberá ser completado con actos de ocupación posteriores, dentro de un
plazo razonable. En el presente caso no se consideró acreditado ningún acto de ocupación
por parte del Estado español.
-Y aún en el caso de que España haya podido transmitir ese derecho imperfecto que el
descubrimiento le otorgaba, ese título no puede prevalecer sobre el ejercicio continuo y
pacífico de actos de soberanía, ya que tal ejercicio de autoridad puede aún prevalecer sobre
un título definitivo o completo anterior, presentado por otro Estado.
-Finalmente, EEUU alegó el principio de continuidad del territorio, entendiendo que la isla de
Palmas estaba bajo a soberanía española, porque geográficamente es parte del
archipiélago de las Filipinas (espacio territorial cedido por España a EEUU). Al respecto, el
árbitro consideró que era imposible establecer la existencia de una regla de derecho
internacional por la cual las islas situadas fuera de las aguas territoriales, pertenezcan a un
Estado por el simple hecho de que su territorio constituye la tierra firme, el continente más
cercano o isla de tamaño considerable. Con lo cual, este argumento también es desechado.
-Los Países bajos, por su parte, fundan su reclamo de soberanía en el título del continuo y
pacífico ejercicio de la autoridad del Estado sobre la isla. El argumento neerlandés sostiene
que la Compañía de las Indias Orientales estableció la soberanía holandesa sobre la isla de
Palmas desde el siglo XVII por medio de acuerdos con reyezuelos (indígenas) y que dicha
soberanía se ha venido ejerciendo durante los dos últimos siglos. A estas compañías
formadas por individuos y dedicadas a fines económicos se les concedieron, por aquellos
Estados de quienes dependían, facultades de derecho público para la adquisición y
administración de colonias. La Compañía Holandesa de las Islas Orientales es una de las
mejor conocidas. La prueba documental aportada, lleva a la conclusión de que la isla de
Palmas estaba bajo el señorío de esta Compañía y por ello, de los Países Bajos.
-En el proceso arbitral quedó demostrado que el Estado neerlandés venía ejerciendo de
manera continua y pacífica la soberanía sobre dicho territorio y bien es sabido que, en el
derecho internacional actual, este título prevalece sobre un título de adquisición de
soberanía no seguido por el ejercicio efectivo de autoridad estatal.
Independencia de KOSOVO: