Resumen: Todas las personas en su vida cotidiana, ya sea en el hogar o en el ambiente laboral, se encuentran acompañadas de cualquier tipo de sonido o ruido que el oído puede percibir y les permite estar en constante relación con otras personas, animales u objetos. En el caso del músico, su sistema auditivo está expuesto a un tiempo mayor de frecuencias sonoras elevadas a la hora de estudiar, practicar o en un concierto. El objetivo de esta investigación es informar al músico para prevenir problemas auditivos como los acufenos, que pueden concluir en una pérdida auditiva total, dejándolos fuera de su profesión. Recordemos que la principal herramienta del músico es su oído. Palabras clave: audición, zumbidos, células ciliadas, acúfenos. Abstract: All the people in their daily life, whether at home or in the work environment, are always surrounded of any kind of sound or noise that the ear is able to listen and gives them the oportunity to listen and relate to other people, animals or anything. In musicians life, their auditive system is always exposed to a longer time of high frecuencies when they study and practice for concerts. The investigation’s objetive is to give information for musicians to prevent problems with their hearing health like tinnitus that can end in deafness, tconcluding the profesión of the musician. We have to remember that the ear is the principal tool for this career. Keywords: hearing, buzzing, cilliated cells, tinnitus.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el oído humano puede
tolerar 55 decibeles sin que se afecte a su salud. El tiempo que uno pase expuesto al ruido, se vuelve vital porque de este la salud auditiva se prolongara o disminuirá afectando nuestra audición. Estar en convivencia con ruidos mayores a 60 decibeles puede provocar malestares físicos como: dolor de cabeza, taquicardias, respiración agitada, parpadeos rápidos, tensiones musculares o incluso el inicio de una sordera. Hablar de acufenos no es fácil, es un problema que afecta a nuestra salud auditiva y que tiene consecuencias en nuestro ambiente social, debido a que la audición es interrumpida por zumbidos o cualquier tipo de sonido anormal (latidos, aire, o martilleos) dentro del oído y solamente son escuchados por quienes los padecen, incluso pueden causar depresión e irritabilidad anímica. Este tipo de sonidos anormales que nuestro oído experimenta ante un daño auditivo, se conocen como acúfenos o tinnitus, y se estima que un millón de personas en la población de Chile lo padece, lo cual se encuentra por encima de lo que toma en cuenta la Organización Mundial de la Salud. Aproximadamente un 8% de la población mundial es víctima de estos molestos zumbidos y afecta a hombres y mujeres, pero otra estimación se sostiene en un 12 % y muchos de los casos ya relacionados con una pérdida auditiva. Algunas personas sulen tener conocimiento de cómo empezó su problema con los acufenos, otras no debido a muchas posibilidades que existen como fuente originaria de ellos, y deben aprender a vivir con estos zumbidos (pueden ser en uno o ambos oídos), pues no son una enfermedad, sino un síntoma de un problema de salud mayor que puede ser irreversible como la perdida auditiva. Este sonido común en el oído puede durar unos minutos o un par de días, pero para las personas que sufren de acufenos, el zumbido provocado por el ruido puede convertirse en permanente. Se sabe que existen casos de acufenos que han llegado a los 70 decibeles, un equivalente a tener una aspiradora encendida dentro de los oídos. (Delgado, 1996: 71) Las causas de acufenos pueden ser varias como ya se ha mencionado, y no saber con precisión cual de todas lo detono, algunas de estas según la ASLHA (American Speech-Language-Hearing Association, son: perdida de la audición, enfermedad de Méniere, exposición a ruidos fuertes, migrañas, lesiones en la cabeza, consumo de medicamentos o drogas ototóxicos, tensión o estrés, consumo de alcohol, café y cigarrillos en exceso, así como una infección en la garganta mal atendida que puede pasar al oído afectándolo severamente. El acúfeno es la percepción de sonido en ausencia de una señal simultánea acústica o eléctrica. En 1996 Jastreboff y Hazell enunciaron la teoría neurofisiológica del acúfeno, según la cual seria “la percepsion de un sonido resultante exclusivamente de actividad dentro del sistema nervioso, sin ninguna actividad mecánica vibratoria coclear correspondiente. (Morales, Mingo, Menéndez, 1) Es en el oído interno donde los acufenos se producen, tienen lugar en las vellosidades que forman parte del órgano de audición conocido como “cóclea”, la cual es una estructura en forma de espiral que contiene células sensoriales y células de soporte. Las células sensoriales se encargan de detectar vibraciones mecánicas que constituyen al sonido, este tipo de células en forma de vellosidad se conoce como “células ciliadas”, las cuales se van perdiendo durante el desarrollo del ser humano. Existen 3.500 células ciliadas internas y 12. 500 externas y se sabe que el ser humano a los 10 años de edad pudo disfrutar de una audición total, empezando a esta edad el descenso de estas células. Si en la vida cotidiana nos encontramos con exposiciones a ruidos fuertes, por ejemplo: caminar por la calle y escuchar el claxon de un automóvil que suena aproximadamente a 120 decibeles o ejecutar un instrumento musical cerca de nosotros, son factores que contribuyen a una eliminación brutal de las celulas ciliadas y en ausencia de ellas, nuestro oído comienza a perder audición y a reemplazar celulas receptoras de sonido con zumbidos. El órgano con el que escuchamos es el cerebro, pero este no es capaz de comprender la realidad como es. Es en la cóclea donde las señales acústicas que nuestro oído detecta, las convierte en impulsos eléctricos que nuestro sistema nervioso central si puede interpretar. La función coclear consta de tres periodos para el proceso de audición: el primero consta de la mecánica coclear originada por movimientos de líquidos y membranas, un segundo periodo es el de micro mecánica coclear en el que hay desplazamientos del órgano de Corti en relación a la membrana tectoria y por ultimo un periodo en el que se lleva a cabo la transacción o transformación energía mecánica a bioelectrica. (Cualquier señal acústica será convertida con ayuda de las células ciliadas a impulsos eléctricos que el SNC podrá interpretar para que nuestro cerebro entienda lo que escuchamos) Debemos cuidar las células ciliadas, gracias a ellas podemos escuchar, pero en el caso del músico que convive la mayor parte de su vida con sonidos y ruidos, estas células podrían ser dañadas y debemos saber que no se regeneran y esto podría llevarnos a padecer acufenos como síntoma de una hipoacusia, es decir una futura sordera. Los acufenos o tinnitus se manifiestan comúnmente con pitidos o zumbidos que durante el día pueden no afectarnos tanto, debido a que estamos activos y conviviendo con otros sonidos que podrían distraer el zumbido, por ejemplo: escuchar el refrigerador, el viento, voces, etc. Este problema empeora por la noche cuando nos rodea el silencio y es cómo podemos percibir la intensidad total del acufeno llegando al insomnio, y si fue un día lleno de estrés probablemente el zumbido se incremente más de lo que es, dependiendo de la intensidad con la que cada persona lo perciba normalmente. Como ya se había mencionado, las causas de los acufenos son varias por lo que no podemos saber que lo origino pero podríamos tratar de identificar la causa primaria que lo origino, es decir, si alguien trabaja en un ambiente lleno de ruido intenso, podría llegar a padecerlos o si una persona tiene infección en el oído también podría llegar a tener acufenos, pero puede ser que la persona que trabajo en con ruidos intensos no adquiera acufenos por esa causa sino por una infección en el oído mal atendida. Se debe hacer una valoración médica con un audiólogo en la que podamos saber si nuestro acufeno viene acompañado de una pérdida auditiva o simplemente es un zumbido que pueda tratarse y disminuir Existen varias formas para brindar a nuestro sistema auditivo un nivel más alto de vida y que podría ayudar a reducir la intensidad de acufenos en personas que ya lo han adquirido. Nuestro organismo necesita de vitamina B12 para producir mielina, una cubierta de grasa que protege las fibras nerviosas, aislándolas y permitiendo que transmitan impulsos eléctricos buenos. Tener un nivel bajo de magnesio puede causar la constricción de vasos sanguíneos, incluyendo las pequeñas arterias que irrigan al oído interno, por lo que tener un consumo de magnesio indicado medicamente ayudara a tener una buena circulación y una buena irrigación sanguínea en el oído intern0 (tener una mala irrigación en el oído interno puede causar acufenos). La vitamina A se encuentra muy concentrada en la cóclea. Todas las zonas sensoriales como las de la retina del ojo o el oído interno, necesitan de esta vitamina para tener un correcto funcionamiento. La ingesta de zinc y potasio también ayudan a dar mayor vida a nuestras células ciliadas y contar con protectores auditivos a nuestra medida será de gran utilidad porque estos reducen los decibeles que normalmente escuchamos en nuestro día a día, y eso ayuda a que las células ciliadas no se expongan a un 100 % y puedan acompañarnos sin problemas a una vejez auditiva sana. Como músicos cuidemos nuestra audición y no abusemos de ella, si necesitamos usar audífonos, es válido pero a un volumen considerado y sin que nos lastime, si vamos a practicar nuestro instrumento, hacerlo con descanso dependiendo el tiempo que lo estudiemos y con protectores que reduzcan la intensidad de los sonidos y ruidos al igual cuando estemos o realicemos un concierto. Estudiar en un lugar cerrado o ensayar así puede lastimar la audición por lo que sería bueno contar con un lugar de estudio que tenga ventanas para que el sonido no se encierre y pueda salir. Sea cual sea el instrumentó que ejecutemos o la labor que desempeñemos en la música cuidemos nuestra audición que es nuestra principal herramienta y evitemos llegar a problemas como los acufenos. Referencias Delgado, A. (1996). Prevention´s healing with vitamins. Pensilvania: Rodale Press, Inc. Moore, K. Dalley, F. (2007). Anatomía con orientación clínica. Buenos Aires, Madrid, México: Editorial Médica Panamericana. Vallejo, L. (2003). Hipoacusia neurosensorial. Barcelona, Madrid, Bogotá, México, Buenos Aires: Masson Morales, J. Mingo, E. Méndez, L. Libro virtual de formación en ORL. Hospital virgen de la salud: Toledo