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José Cuevas Santana

Agosto 4-2018

Transferencia y Contratransferencia

Transferencia:

La transferencia es la función mediante la cual un sujeto transfiere, de manera inconsciente,


y revive, en sus vínculos nuevos, sus antiguos sentimientos.

Transferencia positiva:

La transferencia positiva es aquella en la que los afectos proyectados hacia el analista son
amistosos o relacionados con el amor. Este tipo de transferencia deseable si no es muy
intenso, pero si se vuelve demasiado intenso resulta muy perjudicial, ya que desemboca en
enamoramiento romántico, obsesión y una erotización extrema de la relación terapéutica que
supone el fin de esta.

Transferencia negativa:

La transferencia negativa está basada en sentimientos de odio y aversión hacia el


psicoanalista. Por supuesto, si se da con mucha intensidad puede arruinar las sesiones.

Contratransferencia:

La contratransferencia sería el conjunto de actitudes, sentimientos y pensamientos que


experimenta el terapeuta en relación con el paciente. Al igual que el concepto de la
transferencia, la contratransferencia ha poseído distintas implicancias: desde una
connotación negativa para Freud, que obligaba a considerarla un proceso a dominar por
completo, hasta la actual valoración de este proceso como una importante herramienta
terapéutica necesaria para comprender los procesos transferenciales del paciente.

Contratransferencia positiva:

La contratransferencia positiva le ofrece al terapeuta la energía necesaria para comprender


el inconsciente del paciente.

Contratransferencia negativa:

La contratransferencia negativa, por su parte, interferiría en la motivación y en la "objetividad"


del terapeuta para realizar sus intervenciones y sería resultado de la adopción de objetos
negativos del paciente, aunque también podría ser consecuencia de una falsa comprensión
debida la desintegración de los propios objetos del analista.

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