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¿Quién es Hans Georg Gadamer?

En un breve recorrido histórico, se disertó que la hermenéutica es un pensamiento que


tuvo sus primeros orígenes en el mito, pues éste personificaba a sus dioses para poder
interpretar los acontecimientos del entorno de las culturas. De ahí surgieron, a su vez, los
símbolos, que sólo algunas personas podían interpretar. De ahí surge la hermenéutica.

De esta pequeña introducción avanzamos al pensamiento contemporáneo, al pensamiento


Heideggeriano, pues él menciona una radical diferencia entre la Hermenéutica y la
Metafísica. Heidegger comenta que la metafísica estudia la sustancia de las cosas, esto,
en quebranto del ser de las cosas. A partir de este pensamiento, el filósofo alemán
reflexiona sobre la condición del hombre: puesto que es el único ser que interpreta, es el
único que se pregunta sobre su ser.

Para adentrarnos al tema de discusión, abordaré sobre lo que se menciona en el video


“Hermenéutica Gadamer - La memoria de un Siglo”, allí se comenta que Hans Georg
Gadamer, nació el 11 de febrero de 1900, año en que fallecía Friedrich Nietzsche, de tal
manera que simbólicamente Gadamer recoge de Nietzsche el reemplazo de pensar, si bien
Gadamer tuvo tres maestros: “Arthur Schopenhauer, Nicolai Hartmann y Martin
Geidegger, pero es con Nietzsche el primero en abrir el camino, dentro de la cual se exalta
la racionalidad estética a ontología hermenéutica. Gadamer junto con su maestro directo
Heidegger, prosiguen con el pensamiento de Nietzsche hasta los días de hoy, que sería
demostrar estrechamente que no hay hecho sino interpretación, de esta forma al parecer
el positivismo cientificista y decisionista, característico del siglo XIX queda puesto en
discusión. También mencionan que no se trata de poner en tela de juicio las
interpretaciones en lo plural que equivalgan los puntos de vista subjetivos, ni de las
culturas, ni de las épocas, sino que Nietzsche, Heidegger y Gadamer, sus interpretaciones
son ontológicas, o sea que la realidad se da en lo plural, que no solo en un ámbito como
por ejemplo en lo político, sino como también en lo religioso, jurídico, literario,
filosófico, artístico u cultural, de esta forma se define la Hermenéutica, que la realidad es
interpretación, porque se da en diferentes lenguajes desde antaño.

Dando seguimiento en lo que mencionan en el video, la segunda guerra mundial tuvo


como consecuencia la rotura de la tradición con la filosofía alemana, como así también
en la época se propicionaba un olvido a la memoria cultural de ese país.
De ahí es que la presencia de Gadamer ha dominado toda la segunda parte del siglo XX,
debido que de lo que se proponía de un simple programa, capacito y faculto una vuelta a
la memoria de la gran filosofía, de modo que la creciente histórica fue reparada. De tal
manera que la filosofía de la segunda mitad del siglo XX, ha logrado alcanzar la sucesión
del pensamiento y la no interrupción que propuso la guerra. Con el tiempo, la unión de
esa fractura ha resultado de tal importancia que se puede decir que la hermenéutica es la
estructura contemporánea.

Jean Grondin es uno de los pensadores más destacados e importantes que existen en la
actualidad dedicados al estudio de la Hermenéutica, y de las obras de Martin Heidegger
y de Hans George Gadamer. Filósofo y profesor canadiense. En su obra “Introducción a
la hermenéutica filosófica”, y precisamente en capítulo VI “La Hermenéutica Universal
de Gadamer”, Grondin dice que Gadamer sigue a Heidegger en cuanto al lenguaje de la
Hermenéutica desde el punto de partida de la compresión y entender de sí mismo del ser
humano; y un giro ontológico con el lenguaje como hilo conductor como expresa en su
obra principal “Verdad y Método”; y volver a preguntarse por una hermenéutica
apropiada a lo que tiene que ver con las ciencias del espíritu. Que también restablece los
interrogantes de Dilthey y coloca en entredicho la cuestión de que tan solo una
metodología puede dar cuenta de una verdadera ciencia del espíritu. ¿La verdad es solo
cuestión de método? Gadamer ve en Dilthey un sucumbir inconsciente en los influjos de
la metodología de las ciencias exactas, que dejaba fuera todo elemento de subjetividad.

Grondin expresa que Gadamer busca otro modelo de saber distinto al de las ciencias
metódicas, y se inspirará en la experiencia artística. La obra de arte, antes que un goce
estético, es un encuentro con la verdad. Propondrá la noción de "juego" para pensar este
encuentro. Una obra de arte se comprende en el momento en que nos dejamos prender
por ella, nos sumimos a su propio "juego". Ella nos arrastra a una verdad superior, puesto
que jugar es dejarse arrebatar por una realidad que nos "sobrepasa". Este encuentro con
la verdad encarna al mismo tiempo un encuentro con uno mismo. La obra de arte impone
su propio rigor, y esto se traslada también para las ciencias del Espíritu. Ellas dependen
más del "acontecimiento" que nos prende y nos revela una realidad, antes que de un
método.
Grondin también cuestiona sobre los "prejuicios", que para Gadamer se constituyen como
condiciones de la tradición. También el tema del trabajo de la historia y su conciencia, y
la idea de "fusión de horizontes" y su aplicación. Para Gadamer comprender es "aplicar"
un sentido al presente. El intérprete pone de lo suyo -su época, su lenguaje, sus preguntas-
cuando comprende. Otro de los señalamientos al pensamiento de Gadamer tiene que ver
con el lenguaje, como objeto y elemento de la realización hermenéutica. Puesto que la
comprensión es siempre un proceso lingüístico, así como también es lingüístico el objeto
de la comprensión; de ahí se desprende el sentido de la famosa sentencia de Gadamer:
"El ser que puede ser comprendido es lenguaje" (p. 89). Mi situación existencial es
lingüística, el lenguaje ya no es un objeto. Todo mi ser está atravesado de lenguaje, es la
articulación del ser mismo de las cosas, no un instrumento. Como bien lo expresa
Grondin, "es el elemento universal en el que están insertos el ser y la comprensión."

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