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Argentina: El suicida Y para el cruel que me arranca

Jorge Luis Borges El corazón con que vivo,


Cardo ni ortiga cultivo:
No quedará en la noche una estrella. Cultivo la rosa blanca.
No quedará la noche.
Moriré y conmigo la suma Ecuador: Supersubdesarrollo
Del intolerable universo. Jorge Enrique Adoum
Borraré las pirámides, las medallas,
Los continentes y las caras. ¿Dónde?
Borraré la acumulación del pasado. En un muelle del Sena.
Haré polvo la historia, polvo el polvo. ¿Cuándo?
Estoy mirando el último poniente. El último día del otoño.
Oigo el último pájaro. ¿Quién?
Lego la nada a nadie. Un empleado del aseo de calles.
¿Con qué?
Bolivia: Escrito en blanco Una gran escalera de tijera y unas grandes
Eduardo Mitre tijeras.
¿Por qué?
Nieva esta nieve Para cortar una hoja que aun no había caído.
Como a veces se hablan ¿Conclusión?
Hombres y mujeres. También he visto en otras partes
Continua matar niños con ametralladoras.
Mente
Instantánea España: He cerrado mi balcón
Nieva por primera vez siempre Federico Garcia Lorca
Como se miran los que se aman.
He cerrado mi balcón
Nieva como la única cosa Porque no quiero oír el llanto
Real que sucede. Pero por detrás de los grises muros
No se oye otra cosa que el llanto.
Y corren los niños para tocarla
Y tras ellos las palabras Hay muy pocos ángeles que canten,
Frágiles como la nieve Hay muy pocos perros que ladren,
Pendiente Mis violines caben en la palma de mi mano.
De una mirada.
Pero el llanto es un perro inmenso,
Cuba: Cultivo una rosa blanca El llanto es un ángel inmenso,
José Martí El llanto es un violín inmenso,
Las lágrimas amordazan al viento,
Cultivo una rosa blanca, No se oye otra cosa que el llanto.
En julio como en enero,
Para el amigo sincero
Que me da su mano franca.

1
Guatemala: Desde mi pequeña vida México: Viento
Margarita Carrera Octavio Paz

Desde mi pequeña vida Cantan las hojas,


te canto Bailan las peras en el peral;
hermano Gira la rosa,
y lloro tu sangre Rosa del viento, no del rosal.
por las calles derramada
y lloro tu cuerpo Nubes y nubes
y tu andar perdido. Flotan dormidas, algas del aire;
Todo el espacio
Ahora estoy aquí Gira con ellas, fuerza de nadie.
de nuevo contigo
hermano. Todo es espacio;
Tu sangre Vibra la vara de la amapola
es mi sangre Y una desnuda
y tu grito se queda Vuela en el viento lomo de ola.
en mis pupilas
en mi cantar mutilado. Nada soy yo,
Cuerpo que flota, luz, oleaje;
Honduras: Antifona del puño Todo es del viento
Jacobo Cárcamo Y el viento es aire siempre de viaje.

Una mano abierta... Nicaragua: Amo, amas


nada más triste que una mano abierta... Rubén Dario
es la mano que pide,
la mano que se humilla Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
por el sol negro de un mendrugo El ser y con la tierra y con el cielo,
o por el ojo rojo de un centavo. Con lo claro del sol y lo oscuro del lodo;
Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
Oh el entusiasmo vertical
de un puño en alto... Y cuando la montaña de la vida
es como un mástil de orgullos Nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
dispuesto a defenderse, Amar la inmensidad que es de amor encendida
es como un botón de rebeldías ¡Y arder en la fusión de nuestros pechos
listo para reclamar. mismos!

Nada más bello,


nada más elegante
que alzar como una grímpola de fuego
la protesta redonda de una mano cerrada.

2
Paraguay: Ojitos Negros
Gladys Carmagnola República Dominicana: El poder sonoro
Ramón Emilio Jiménez
Ojitos negros
como el carbón: Iba por el monte gozando verduras
sonrisa dulce Al favor divino de la soledad,
como un bombón. Cuando en lo más recio de las espesuras
Vi un hombre con aire de ferocidad.
Cuando me mira Hosco, sucio, armado, me inspiró recelo;
con sus ojuelos Pero contrastando con mi turbación,
y me sonríe, De su obscura boca se alzaba hasta el cielo
baila contento Un silbido alegre como una canción
mi corazón Y ya no hubo miedo, porque el mal no fía
tilín, tilón, Al poder sonoro su fatalidad,
y me hace ruidos Cuando el labio se abre para la armonía,
dentro del pecho El alma está abierta para la bondad.
como un camión
pim-pom -- pim-pom. Uruguay: Cuando éramos niños
Mario Benedetti
Sonrisa dulce,
ojitos negros. Cuando éramos niños
¡Ay! ¡Cómo baila los viejos tenían como treinta
mi corazón! un charco era un océano
tilín - tilón. la muerte lisa y llana
¡Ay! ¡Me hace ruidos! no existía.
pim-pon - pim-pom.
luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
Puerto Rico: Los esqueletos de los héroes
Rosario Ferré un estanque era un océano
la muerte solamente
En Miami uno se tropieza a cada paso una palabra
con los esqueletos de los héroes.
Muchas calles ostentan sus nombre: ya cuando nos casamos
Ponce de León, Coronado, Cabeza de Vaca. los ancianos estaban en los cincuenta
Llegaron, vencieron y perecieron un lago era un océano
bajo los cascos de la ambición y de la gloria. la muerte era la muerte
de los otros.
Pero nada desaparece;
el ayer sobrevive en lo que vemos, ahora veteranos
en el viento que agita las palmeras
ya le dimos alcance a la verdad
en el sesgo que inclina a los navíos
el océano es por fin el océano
al hundir sus quillas sobre el agua.
pero la muerte empieza a ser
Hoy los Conquistadores están de vuelta: la nuestra.
los cubanos, los haitianos, los puertorriqueños.
El océano está empedrado
con los huesos de los héroes.

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