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INTRODUCCION

La adolescencia es la etapa fundamental del crecimiento y desarrollo humano, marcada


por cambios interrelacionados del cuerpo, la mente, el espíritu y la vida social, durante la
1
cual el niño y la niña se transforman en adultos (1).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) con fines de atención y comparación de


estadísticas internacionales, define la adolescencia como el grupo poblacional con edades
entre 10 y 19 años; diferenciando en este grupo tres etapas según la edad: adolescencia
inicial o temprana (10–13 años), adolescencia media (14–16 años) y adolescencia final o
tardía (17–19 años) 2 (2).

Entre los factores de riesgo asociados a la adolescencia, el embarazo tiene implicaciones


médicas y sociales, por lo que es considerado en la actualidad como un embarazo de alto
riesgo motivado a la inmadurez física y mental, falta de control prenatal o control tardío,
mala alimentación, soltería o ausencia de apoyo familiar. Todo esto determina que estas
pacientes requieran una atención multidisciplinaria y un sistema coherente de acciones
integrales en su control prenatal 3 (3).

La salud integral del adolescente es un elemento crucial para el desarrollo de un país. El


embarazo en la adolescencia constituye un problema social, económico y de salud pública
de considerable magnitud sobre todo en los países del tercer mundo. Donde conlleva
riesgos de tipo nutricional porque el crecimiento materno impone necesidades que se
suman a las requeridas por la gestación y el feto en formación 4 (4).

Por otra parte, la vigilancia del crecimiento fetal humano es un proceso muy complejo
que se determina en el tiempo y en donde interactúan factores intrínsecos y extrínsecos.
Un buen diagnostico ecográfico del crecimiento fetal humano es importante, ya que el
presente y futuro del recién nacido está íntimamente ligado a esta etapa de la vida 5 (5).

Uno de los riesgos bien conocidos de los embarazos en adolescentes es la restricción del
crecimiento intrauterino que llega al 10% en poblaciones de riesgos y se observa en un
5% en la población general. Para poder detectarlo, debemos estudiar todo el entorno
materno fetal, medir los distintos parámetros biométricos del feto. Las anormalidades en
el crecimiento y desarrollo fetal, pueden manifestarse con bajo peso al nacer, mayor
morbimortalidad y mayor deterioro de su calidad de vida futura 6,7. (6 , 7).

Los requerimientos de nutrientes, electrolitos, agua y glucosa, además del oxígeno, llegan
al feto por la circulación placentaria, si esta cumple con determinadas condiciones
anatómicas y fisiológicas. La disponibilidad de estos sustratos puede verse limitada por
ciertos estados patológicos que afectan a la madre, la placenta y al feto 8,9,10. (8, 9 y10).

La evaluación de los valores antropométricos, se realiza mediante la distribución por


curvas de percentiles relacionando peso y edad gestacional desde la semana 24 a las 42.
El distinto nivel social y económico, la altura, la raza y otros, explican que estas curvas
no son superponibles 11. (11)

Los exámenes por ultrasonidos, proporcionan entre otros, información acerca del
crecimiento fetal. Nos ayudan a determinar no solo la edad gestacional también el peso
aproximado en función a las medidas biométricas, así como diagnosticar los trastornos
del crecimiento y su contribución al diagnóstico de muchas anomalías 6,7.(6,7).

La exactitud de las fórmulas utilizadas para calcular el peso aumenta a medida que lo
hace el número de partes corporales medidas. Se consigue una medición más exacta
8
cuando se toman medidas de la cabeza, el abdomen y el fémur (8). Depende en gran
medida de todo esto para adelantar el nacimiento en aquellos fetos, de menor peso de lo
que corresponde para su edad gestacional, porque la placenta puede resultar insuficiente
en la administración de nutrientes y oxígeno, estando mejor el feto en manos del
neonatólogo que intra útero 9,10 (9,10).

La biometría fetal es decisiva para conocer las alteraciones en el crecimiento fetal, con
este fin se han utilizado diferentes medidas antropométricas por evaluación
ultrasonográfíca. Dentro de estos parámetros se ha utilizado básicamente el diámetro
biparietal (DBP), circunferencia cefálica (CC), circunferencia abdominal (CA) y longitud
del fémur (LF) entre otros parámetros utilizados 5 (5)

Los primeros reportes de la medición de variables biométricas fetales y la utilización


formal del ultrasonido para evaluar edad gestacional, describen la relación que guarda el
diámetro biparietal con la edad gestacional a lo largo del embarazo. La utilización de
curvas de biometría fetal individualizadas incrementó la detección de fetos con
alteraciones del crecimiento fetal en riesgo de muerte perinatal, muerte neonatal y
puntuación de Apgar baja 12. (12)

Se han evaluado parámetros diferentes a los clásicos DBP,CC, CA y LF, entre estos se
encuentran la medición del diámetro mejilla a mejilla, el grosor de tejido blando del brazo
a nivel de la cabeza del húmero y el grosor de tejido subcutáneo a nivel de diáfisis femoral,
todos en búsqueda de mejorar la predicción de macrosomía fetal, sin embargo, estos
últimos 3 parámetros no han podido ser incorporados a la práctica perinatológica diaria
debido a su poca especificidad, sensibilidad y/o dificultad para la medición 5,13 .(5,13).

La medición del muslo fetal ha sido utilizada para el cálculo del peso fetal y se ha descrito
su correlación con parámetros biométricos fetales y con el peso al nacer. Obteniendo una
fórmula matemática para el cálculo del peso fetal estimado que incluye este parámetro y
la longitud del fémur: (PFE (g)= -1687.47 + ((54.1 x LF (mm) + (76.68 x muslo fetal
(mm)). Con dicha fórmula se comprueba que existe una clara correlación entre el
resultado y el peso al nacimiento (r=0,7 p<0,001). Esta incluye la medida del tejido
subcutáneo del muslo y la LF, el margen de error es menor al 15% en 97% de los casos.
De esta forma se confirma que la medición del muslo fetal es un parámetro valorable,
fácil de realizar y reproducible, para la estimación del crecimiento fetal y del peso fetal
estimado. Además, permite un buen cálculo del peso fetal estimado (PFE) en aquellas
presentaciones cefálicas en las que la medición de la cabeza fetal resultaba dificultosa, tal
como sucede durante el trabajo de parto 13,14. (13,14)

Los diferentes parámetros y curvas pueden presentar variaciones alrededor del mundo en
las distintas poblaciones del crecimiento fetal; tanto geográficas como étnicas. La
utilización de curvas individualizadas o ajustadas a cada tipo de población podría
optimizar la exactitud de la biometría fetal.

Por todo lo anterior y ante la constante necesidad de preservar el binomio materno-fetal,


aún más en el caso de las gestantes adolescentes por ser un embarazo de alto riesgo
obstétrico, se plantea como objetivo determinar la correlación entre el grosor del muslo y
el peso estimado fetal en dichas pacientes, con la finalidad de obtener un parámetro
confiable, fácil de realizar, reproducible e inocuo en las diferentes edades gestacionales,
como una herramienta para predecir la probabilidad de que exista alguna patología
asociada a las alteraciones del peso fetal.

MATERIALES Y MÉTODOS

La investigación está enmarcada en un estudio transversal, entre Abril 2016 y Abril


2018, en 831 pacientes con embarazos únicos, edades comprendidas entre 11 y 19 años,
con embarazos entre 20 y 40 semanas por fecha de última menstruación confiable y edad
ultrasonográfíca ajustada al crecimiento (GASA) mediante ultrasonido del primer
trimestre, que consultaron a las unidades de Perinatología del Hospital Materno Infantil
“Dr.JoséMaría Vargas” (UPMS), especializada en atención materna, fetal y neonatal de
pacientes consideradas de bajo y alto riesgo obstétrico de la zona sur de Valencia- Estado
Carabobo, Venezuela.
Criterios de exclusión:
1.- Pacientes con antecedentes mórbidos previos que pudieran afectar el
crecimiento fetal, como lupus eritematoso sistémico, hipertensión arterial durante el
embarazo y diabetes mellitus y patologías tiroideas, renales o inmunológicas.
2.- Fetos con malformaciones estructurales evidentes en el estudio perinatal.
3.- Embarazos múltiples.
4.- Negativa de la paciente a participar en el estudio.

Se realizò un estudio ultrasonográfico estructural detallado, con un equipo marca


EsaoteMyLab con un transductor convex multifrecuencia de 3,5- 5 MHZ. Dichas
mediciones fueron efectuadas por los residentes de post grado de dicha especialidad y
docentes especialistas en medicina materno fetal .

Metodología de medición del grosor del muslo:

La medición del grosor del muslo se realizó con la técnica tradicional estandarizada en el
mismo corte longitudinal que se toma para medir el fémur fetal según la técnica
recomendada por Scioscia M y colaboradores en el año 2006 19,20. (19,20). Los calipers
se colocaron desde la zona más externa de la piel hasta la parte más externa del hueso
femoral, lo más perpendicular posible al haz del transductor, con la imagen ampliada y
en su tercio medio. Dicha medición se realizó en varios puntos de la porción media
encontrando que no existían diferencias significativas entre dichos puntos. Figura 1

Grosor del Muslo

Fémur

Figura 1 Representación esquemática de la medida del grosor del muslo fetal

Los datos recolectados se analizaràn estadísticamente con el software libre PAST …..
y se diseñara una ecuación de regresión lineal relacionando el GM, EG y peso fetal.

Bibliografia

1. Uzcátegui O. Embarazo en la adolescente precoz. Rev Obstet Ginecol Venez.


1997;57:29-35.

2. OPS-OMS. Análisis preliminar de la situación de salud de Venezuela. Gobierno y


Población: El desafió para la salud y el desarrollo. 2002; disponible en: URL:
http://www. OMS-OPS.com.

3. Viteri F, Mervers L, Pelto H, Naeye R, Gebre Mederin M, Ziegler E, et al. Nutrición


Materno Infantil en países en desarrollo. Bol Of Sanit Panam. 1985; 538-592. 5.

4.Faneite P, Rivera C, González M, Faneite J, Gómez R, Álvarez L, et al. Estudio


nutricional de la embarazada y su neonato. Rev Obstet Ginecol Venez. 2003;63:67-74.

5. Ogasawara KK. Variation in fetal ultrasound biometry based on differences in fetal


ethnicity.Am J ObstetGynecol 2009;200:676.e1-676.e4.

6. Doubilet PM, Benson GB, Nadel AS, Ringer SA. Improved birth weight table for
neonates developed from gestations dated by early ultrasonography. J Ultrasound Med
1997;16:241-249.

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