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Tópicos de

Economía
Internacional
Tópicos de Economía
Internacional

Roberto Bouzas (Coordinador)


Paula Gosis
Emiliano Pagnotta
Hernán Soltz

Carpeta de trabajo
Diseño original de maqueta: Hernán Morfese
Procesamiento didáctico: Adriana Imperatore / Marina Gergich

Primera edición: junio de 2002

ISBN: 978-987-1782-80-2

© Universidad Virtual de Quilmes, 2002


Roque Sáenz Peña 352, (B1876BXD) Bernal, Buenos Aires
Teléfono: (5411) 4365 7100 | http://www.virtual.unq.edu.ar

La Universidad Virtual de Quilmes de la Universidad Nacional de


Quilmes se reserva la facultad de disponer de esta obra, publicarla,
traducirla, adaptarla o autorizar su traducción y reproducción en
cualquier forma, total o parcialmente, por medios electrónicos o
mecánicos, incluyendo fotocopias, grabación magnetofónica y
cualquier sistema de almacenamiento de información. Por consi-
guiente, nadie tiene facultad de ejercitar los derechos precitados sin
permiso escrito del editor.

Queda hecho el depósito que establece la ley 11.723

Impreso en Argentina

Esta edición de 500 ejemplares se terminó de imprimir en el mes de junio de


2002 en el Centro de Impresiones de la Universidad Nacional de Quilmes, Roque
Sáenz Peña 352, Bernal, Argentina.
Íconos

Lectura obligatoria
Es la bibliografía imprescindible que acompaña el desarrollo de los conteni-
dos. Se trata tanto de textos completos como de capítulos de libros, artícu-
los y "papers" que los estudiantes deben leer, en lo posible, en el momento
en que se indica en la Carpeta.

Actividades
Se trata de una amplia gama de propuestas de producción de diferentes ti-
pos. Incluye ejercicios, estudios de caso, investigaciones, encuestas, elabo-
ración de cuadros, gráficos, resolución de guías de estudio, etc.

Leer con atención


Son afirmaciones, conceptos o definiciones destacadas y sustanciales que
aportan claves para la comprensión del tema que se desarrolla.

Para reflexionar
Es una herramienta que propone al estudiante un diálogo con el material, a tra-
vés de preguntas, planteamiento de problemas, confrontaciones del tema con
la realidad, ejemplos o cuestionamientos que alienten la autorreflexión, etc.

Lectura recomendada
Es la bibliografía que no se considera obligatoria, pero a la cual el estudian-
te puede recurrir para ampliar o profundizar algún tema o contenido.

Pastilla
Se utiliza como reemplazo de la nota al pie, para incorporar informaciones
breves, complementarias o aclaratorias de algún término o frase del texto
principal. El subrayado indica los términos a propósito de los cuales se in-
cluye esa información asociada en el margen.
Índice

Introducción..........................................................................................9
Problemática del campo .......................................................................10
Reflexiones acerca del aprendizaje en el entorno virtual.........................13
Objetivos ............................................................................................15

1. La nueva agenda de negociaciones..................................................17


1.1. “Integración superficial” e “integración profunda”
comerciales internacionales..........................................................17
1.2. El GATT y la integración internacional .............................................20
1.2.1. Los orígenes del GATT ........................................................21
1.2.2. El GATT y la “integración superficial” ...................................23
1.2.3. La creciente importancia de las regulaciones no-fronterizas
y la agenda de la “integración profunda”.............................24
1.2.4. Los “nuevos temas” en la agenda del GATT.........................25
1.3. ¿Cómo pueden administrarse las tensiones
derivadas de la “integración profunda”? ........................................27
1.3.1. El comercio administrado ...................................................27
1.3.2. El reconocimiento mutuo ....................................................28
1.3.3. La armonización.................................................................29
1.4. La OMC y la agenda de la “integración profunda” ...........................32

2. El comercio internacional de servicios.............................................35


2.1. Introducción al análisis económico de los servicios ........................35
2.1.1. La definición de los servicios..............................................35
2.1.2. La importancia económica de los servicios..........................37
2.1.3. El caso a favor de la regulación de los servicios:
eficiencia y fallas de mercado.............................................38
2.1.4. La regulación de los servicios en la práctica........................40
2.2. El comercio internacional de servicios............................................41
2.2.1. La teoría del comercio internacional y el comercio
internacional de servicios...................................................41
2.2.2. La “comerciabilidad” internacional de los servicios ..............43
2.2.3. La evolución reciente del comercio internacional de servicios.....45
2.2.4. La Argentina y el comercio internacional de servicios ...........47
2.3. Las barreras al comercio internacional de servicios ........................52
2.3.1. Tipos de barreras al comercio internacional de servicios ......53
2.4. El Acuerdo General sobre Comercio de Servicios (GATS) .................55
2.4.1. Principios generales ...........................................................55
2.4.2. Compromisos específicos ...................................................57
2.4.3. Acuerdos y negociaciones sectoriales..................................59
2.5. Balance de resultados y la agenda futura del GATS ........................59

3. Los Derechos de Propiedad Intelectual ............................................67


3.1. Introducción al análisis de los Derechos de Propiedad Intelectual.......67
3.1.1. El concepto de Propiedad Intelectual...................................67
3.1.2. Diferentes formas de propiedad intelectual..........................67
3.2. El análisis económico de los DPI ...................................................71
3.2.1. La justificación económica de los DPI..................................71
3.2.2. El papel de las fallas de mercado .......................................71
3.2.3. Los costos y beneficios de los DPI......................................73
3.2.4. El alcance de la protección de las patentes.........................74
3.2.5. El incentivo para conceder licencias ....................................77
3.2.6. Carreras de Patentes .........................................................78
3.2.7. Innovaciones Acumulativas .................................................79
3.2.8. Innovaciones complementarias ...........................................80
3.3. Introducción al debate en torno a las patentes...............................81
3.3.1. Alternativas a las patentes .................................................81
3.3.2. Algunos aspectos abiertos del debate sobre patentes..........82
3.4. Políticas y Acuerdos Internacionales ..............................................85
3.4.1. El debate en torno al TRIP ..................................................86
3.4.2. Aspectos Generales del TRIP ..............................................88
3.4.3. Los DPI en el Marco de los Acuerdos de
Integración Regional en América .........................................92

4. El tratamiento de la inversión extranjera directa ..............................97


4.1. Evolución reciente de los flujos de IED...........................................97
4.1.1. ¿Qué es la IED?.................................................................97
4.1.2. La teoría de la empresa multinacional .................................98
4.1.3. Tendencias recientes de la IED ...........................................99
4.1.4. Factores de atracción de la IED.........................................101
4.1.5. Políticas de promoción de la IED .......................................101
4.2. Negociaciones internacionales sobre IED .....................................105
4.2.1. El debate “reglas” versus “discreción” en las negociaciones
internacionales en torno a un régimen de IED ...................108
4.3. Los tratados bilaterales de inversión ...........................................110
4.3.1. Acuerdos bilaterales de inversión en el
hemisferio occidental .......................................................111
4.3.2. Principales contenidos de los acuerdos bilaterales de
inversión en el hemisferio occidental ................................112
4.4. El tratamiento de la inversión en los acuerdos de integración
regional en el hemisferio occidental ............................................114
4.4.1. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte ............114
4.4.2. El Mercado Común del Sur ...............................................115
4.5. El tratamiento de la inversión en el ámbito multilateral .................117
4.5.1. La negociación del TRIMs en el GATT ................................117
4.5.2. Los compromisos del acuerdo TRIMs ................................118
4.5.3. Los requisitos de contenido nacional y de exportación.
Argumentos económicos y evidencia empírica....................119
4.6. El Acuerdo Multilateral de Inversiones..........................................122
4.6.1. Las negociaciones del Acuerdo Multilateral de
Inversiones de la OCDE....................................................122
4.6.2. ¿Es necesario y posible un Acuerdo Multilateral
de Inversiones? ...............................................................128

Referencias bibliográficas..................................................................131
Introducción

La economía internacional ha sufrido importantes transformaciones en los


últimos cincuenta años. La crisis y fragmentación que causó la Gran
Depresión fue seguida por un incremento sostenido en la interacción entre
las distintas economías nacionales. Así, la progresiva reducción de las
barreras fronterizas al comercio primero, y el gradual desarrollo de un
mercado internacional de capitales después, contribuyeron a configurar un
mapa de relaciones económicas radicalmente diferente del que prevalecía
medio siglo antes. La presencia casi cotidiana de referencias al ímpetu
incontenible del proceso de “globalización” es un reflejo de este proceso.
Esta presencia está más que justificada. El proceso de “globalización”
ha tenido un impacto muy significativo sobre el funcionamiento de los
mercados y la eficacia de las políticas públicas. Pero, además, la
“globalización” ha servido para formular diagnósticos sobre la cambiante
relación entre Estado y mercado y para hacer recomendaciones normativas
sobre la orientación deseable de las políticas públicas. A pesar de que el
fenómeno de la “globalización” es universalmente reconocido, existen
muchas y muy diversas interpretaciones sobre el mismo y sobre su
impacto. Mientras que para algunos analistas la “globalización” constituye
una poderosa fuerza homogeneizadora de cuyas influencias es
prácticamente imposible sustraerse, para otros es un proceso cuyos
costos y beneficios dependen de la forma particular en que cada sociedad
se vincula con sus efectos.
La “globalización” (y especialmente sus implicaciones en política) es
materia de tanta controversia porque se trata de un hecho que constituye,
a la vez, una realidad de mercado y un fenómeno de política. Como
realidad de mercado la “globalización” tiene poco de nuevo. No obstante,
han cambiado su extensión, sus efectos y el tipo de agentes que son sus
principales vehículos difusores. Como ha ocurrido en otras etapas de la
historia, como fenómeno de mercado la “globalización” es impulsada por el
cambio técnico y su efecto sobre las “distancias económicas”.
En oposición a lo que sostienen algunos autores, como fenómeno de
mercado la “globalización” no supone el fin de la diversidad o la
impotencia de las políticas nacionales. La “globalización” afecta con
intensidad diferente distintos tipos de transacciones, atributos y mercados.
La evidencia empírica indica que, a pesar de la extensión del proceso, las
políticas y las idiosincrasias nacionales continúan desempeñando un papel
importante. Ni siquiera entre los países de la OCDE (tal vez los más
integrados entre sí) parece existir una carrera generalizada hacia
determinados estándares mínimos forzada por las presiones de la
“globalización”. La “globalización” coloca restricciones a las políticas
nacionales, pero no todos los países son afectados y reaccionan de
manera similar frente a tales condicionamientos.
Como señalábamos más arriba, lo que torna a la cuestión
especialmente controversial es que la “globalización”, además de ser un

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Universidad Virtual de Quilmes

fenómeno de mercado, es un formidable recurso de política. En efecto, la


“globalización” también es una “agenda” que con frecuencia intenta ser
presentada como el “sentido común” de los mercados. Su uso como
recurso de política le otorga una poderosa influencia, creando presiones
para homogeneizar el pensamiento y para proyectar una visión normativa
sobre lo que es deseable y posible. Parte de esta agenda normativa se ha
reflejado, por impulsos del mercado y de la política, en el contenido de las
negociaciones comerciales internacionales.
El desarrollo de esta asignatura tiene como objetivo familiarizar a los
estudiantes con algunos nuevos temas seleccionados de la agenda
comercial global, entendida en un sentido amplio. Estos temas están y
seguirán estando en el centro del debate y de las negociaciones
económicas internacionales en los próximos años. Su relevancia para las
políticas nacionales es innegable, en la medida que tocan regulaciones
domésticas que tradicionalmente han permanecido al margen de la
negociación internacional.
La Carpeta de trabajo está organizada de forma tal que, a través de su
lectura, los estudiantes podrán obtener los elementos necesarios para
familiarizarse con los temas bajo estudio. Las secciones expositivas se
combinan con reproducciones de textos que complementan o desarrollan
los temas en tratamiento. Adicionalmente, a lo largo del texto se apuntan
lecturas obligatorias y recomendadas. Hemos tratado de limitar las lecturas
obligatorias a materiales disponibles en español, pero ello no siempre ha
sido posible. La novedad de muchas de las temáticas abordadas en el
curso limita grandemente la disponibilidad de bibliografía en español. Los
estudiantes deberán hacer el esfuerzo, por consiguiente, de leer la
bibliografía obligatoria que se señala en inglés y que, como indicamos,
hemos tratado de limitar a un mínimo.
Además de los textos y la bibliografía, la Carpeta incluye distintas
actividades que el estudiante deberá desarrollar a lo largo del curso a fin
de familiarizarse con los conceptos, su presentación y sus fuentes. La
mayor parte de dichas actividades ha sido desarrollada con base en la
utilización del entorno virtual (bases de información disponibles en
Internet) de fácil acceso. Estas actividades no han sido pensadas como
tareas complementarias u optativas, sino como parte integral del programa
a desarrollar en base a la Carpeta de trabajo. Como el estudiante podrá
advertir cuando las encare, su propósito pedagógico no es sólo el de
reforzar contenidos, sino también el de familiarizarlo con fuentes de
información que seguramente utilizará con frecuencia en su actividad
profesional.

Problemática del campo


La primera Unidad introduce una serie de conceptos relevantes para la
comprensión de los fenómenos propios de la integración económica
internacional en su fase actual. En ella se subrayan las diferencias que
existen entre un proceso de “integración superficial” (que elimina las
barreras fronterizas a la interacción económica) y la “integración profunda”
(donde se tratan las medidas no-fronterizas que tienen un impacto sobre
las transacciones internacionales). Si bien esta última agenda no es

10
Tópicos de Economía Internacional

enteramente nueva, sí lo son su intensidad y su extensión. En los últimos


veinte años, y como consecuencia de los progresos alcanzados en la
eliminación de la protección en frontera, el papel de las regulaciones
domésticas y su impacto sobre la interacción internacional han adquirido
un papel clave en la negociación internacional.
El tratamiento de esta agenda no-fronteriza plantea varios problemas.
Dos de ellos son particularmente importantes. Por una parte, se trata de
una agenda menos transparente y más conflictiva, lo que ha tornado a las
negociaciones más complejas y a la comprensión sobre sus efectos más
difícil, no sólo para los ciudadanos comunes sino para los propios
involucrados. Por otra parte, en muchos de estos campos no existen
recomendaciones normativas tan sólidas y consensuales como en otros
ámbitos de la economía. Esto implica que con frecuencia se carezca de un
marco analítico dentro del cual pueda evaluarse de manera no ambigua los
costos y beneficios de distintas alternativas de política.
Después de esta introducción general la asignatura se desarrolla en
tres Unidades relativamente auto-contenidas. La Unidad 2 introduce a los
estudiantes a la problemática del “comercio internacional de servicios”. A
pesar del alcance del proceso de liberalización comercial en la posguerra,
éste estuvo casi exclusivamente limitado al comercio de cierto tipo de
bienes (buena parte de la agricultura y algunos productos industriales,
como los textiles y el vestido, se mantuvieron al margen del proceso de
liberalización). Sólo en la Ronda Uruguay los países signatarios del GATT
alcanzaron un acuerdo general para disciplinar y liberalizar el comercio de
servicios (GATS). Las actividades de servicios contribuyen con más de la
mitad del PIB en la mayoría de los países, por lo que el potencial de
expansión del comercio derivado de su liberalización y de la aplicación de
ciertas disciplinas de trato es muy significativo. Dada la estructura de
ventajas comparativas, éste es un tema de la mayor importancia para los
países en desarrollo. En la Unidad 2 se introducen algunos elementos
económicos para el análisis del “comercio internacional de servicios”, se
evalúa la importancia del sector y se revisan los principales acuerdos y
problemas planteados a lo largo del proceso de negociación internacional.
La Unidad 3 se ocupa de la protección de la propiedad intelectual. La
propiedad intelectual es un tipo de activo intangible que tradicionalmente
ha estado regulado de forma tal de asegurar alguna renta a su productor y
evitar la sub-provisión que tendría lugar en un mercado libre. Varios
acuerdos internacionales han intentado definir parámetros mínimos de
protección, pero su efectividad ha sido muy limitada. En parte por este
motivo, también durante la Ronda Uruguay las partes contratantes del GATT
establecieron un acuerdo con mecanismos más efectivos de para asegurar
la implementación de los compromisos (el acuerdo TRIPs). La negociación
e implementación de este acuerdo ha sido una materia muy contenciosa
porque, dada la distribución internacional del intangible que se protege,
tiene el potencial de dar lugar a importantes redistribuciones
internacionales de renta. El surgimiento de nuevas formas en las que este
intangible se materializa como consecuencia de las nuevas tecnologías
permite anticipar que este tema continuará ocupando un lugar central en la
agenda de negociación internacional durante mucho tiempo.
La Unidad 4, por último, se ocupa de la protección de la inversión como
tema de negociación internacional. El capítulo evalúa los argumentos a

11
Universidad Virtual de Quilmes

favor y en contra de dicha protección y el debate en torno a los términos


en que ésta debería producirse. A diferencia de los otros dos temas (el
“comercio de servicios” y la protección de los derechos de propiedad
intelectual), el progreso realizado en materia de acuerdos internacionales
sobre la inversión es mucho más modesto. Si bien han proliferado
acuerdos bilaterales y otros entendimientos realizados en el marco de
procesos regionales de integración, aún no existe un instrumento
multilateral equivalente al GATS o al TRIPs. En la Unidad 4 se examinan las
razones de ello y los alcances de los acuerdos actualmente existentes,
incluyendo el TRIMs administrado por el GATT.
La lista de tópicos tratados en esta Carpeta no es por cierto exhaustiva
de la nueva agenda de negociación económica internacional. Existen al
menos tres temas que no se abordan pero que deberían despertar la
atención del estudiante curioso. Uno de ellos es la gestión de la política de
defensa de la competencia. A medida que se configuran unidades
empresariales mayores (en parte impulsadas por imperativos tecnológicos),
el ejercicio de la política de defensa de la competencia sobre una base
estrictamente nacional ha ido perdiendo efectividad. Por ejemplo, cuando
existen sólo dos grandes compañías (una norteamericana y otra europea)
en condiciones de producir aeronaves para el transporte de pasajeros a
larga distancia ¿qué autoridad debe evaluar su comportamiento en el
mercado? ¿Acaso existe una autoridad en condiciones de hacerlo de
manera efectiva? Este tipo de problemas habrá de adquirir cada vez más
importancia, en forma concurrente con la integración de los mercados y la
consolidación de empresas de mayor envergadura.
Otros dos temas igualmente importantes son los relativos al trato que
debe darse a las asimetrías en los estándares de protección al medio
ambiente y a las condiciones de trabajo. La creciente integración global ha
generado el temor, especialmente en los países desarrollados, de que el
comercio más libre se transforme en un vehículo para erosionar los
estándares más altos a los que estas sociedades han llegado después de
décadas de evolución. Este recelo ha dado origen a fuertes presiones para
vincular el acceso a los mercados con el respeto de ciertos estándares en
materia laboral y ambiental, algo a lo que se han opuesto con vehemencia
los países en desarrollo, temiendo que su utilización se haga con objetivos
proteccionistas. Si bien estos temas no son aún parte formal de la agenda
de negociaciones de la recientemente creada Organización Mundial de
Comercio, seguirán presentes en el escenario internacional durante las
próximas décadas.
Estos tópicos no se desarrollan en esta asignatura porque son menos
importantes que los seleccionados, sino por restricciones de tiempo y
extensión. En cualquier caso, creemos que los tres que hemos escogido
son lo suficientemente complejos, novedosos y relevantes como para
constituir una razonable introducción a la materia. Esperamos que con
ellos el estudiante inquieto encuentre la motivación para reflexionar sobre
una agenda de negociaciones comerciales más amplia que, teniendo
mucho de presente, tiene aún más de futuro.

12
Tópicos de Economía Internacional

Reflexiones acerca del aprendizaje en el entorno virtual


Como señalamos anteriormente, las actividades que se programan en cada
unidad están generalmente orientadas al uso de bancos de información
accesibles por Internet. En una materia cuyos contenidos se han
desarrollado tan recientemente, la posibilidad de acceder a este recurso
tiene un enorme potencial. Así, nos encontramos frente a un instrumento
eficaz no sólo en términos del tiempo consumido, sino también de
actualización de los contenidos.
El uso del entorno virtual también nos permitirá un beneficio adicional:
el contacto regular con las fuentes primarias, sean éstas de tipo
estadístico o documental. Sin el acceso a estas nuevas tecnologías, es
muy probable que el estudiante hubiera quedado mucho más limitado a los
contenidos incluidos en la Carpeta de trabajo, y, por lo tanto, reduciendo su
provecho personal de la materia.

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Objetivos

Los objetivos generales del curso son que al finalizar el mismo el estudian-
te esté en condiciones de:

1. Interpretar los problemas de política distintivos que presenta la agenda


de la “integración profunda” a nivel internacional
2. Comprender los principales componentes de la agenda de negociación in-
ternacional sobre el comercio de servicios, la protección de los derechos
de propiedad intelectual y el tratamiento de la inversión
3. Utilizar los desarrollos analíticos que se han producido en cada uno de
estos campos con el objetivo de evaluar distintas alternativas de política
4. Conocer los distintos acuerdos internacionales que se han concluido en
cada uno de estos campos, así como sus problemas de política

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1
La nueva agenda de negociaciones
comerciales internacionales

Objetivos
1. Familiarizar al estudiante con los contenidos de la nueva agenda de nego-
ciaciones comerciales internacionales
2. Introducir al estudiante a los conflictos planteados por la gradual elimina-
ción de la protección en frontera y los nuevos problemas creados por la
existencia de diferencias en las regulaciones internas de carácter no
fronterizo
3. Familiarizar al estudiante con las alternativas de política para administrar
las tensiones derivadas de las presiones hacia la “integración profunda”,
incluyendo el papel de los organismos multilaterales y del regionalismo.

1.1. “Integración superficial” e “integración profunda”


La “integración superficial” hace referencia al proceso de eliminación de las
medidas que se aplican en frontera y que constituyen obstáculos a la inte-
racción entre economías nacionales (el ejemplo típico son los aranceles). La
“integración profunda”, en cambio, involucra aquellas regulaciones, prácti-
cas y políticas que tradicionalmente formaron parte del arsenal de instru-
mentos domésticos y que, por lo tanto, han estado menos expuestas a la
negociación internacional.
En el pasado, el grueso de los esfuerzos de negociación comercial interna-
cional se concentró en los instrumentos de protección aplicados en frontera. En
parte como consecuencia del éxito de estas negociaciones, dichos instrumen-
tos perdieron relevancia y tornaron más evidente otras regulaciones domésti-
cas que afectan las transacciones internacionales, aun cuando no sea éste su
propósito ni su objetivo principal. El tratamiento de esta nueva agenda de nego-
ciación es más complejo que el de la anterior porque esas prácticas son menos
transparentes y porque existe menos certeza normativa respecto a cómo deben
ser tratadas (por ejemplo, cuál es el grado deseable de armonización o hacia
qué estándar debe moverse dicha armonización, si es que se produce).
La tensión básica que está detrás del proceso de “integración profunda”
es resultado del conflicto entre la organización política basada en estados-
naciones con soberanía formal en el manejo de un conjunto de políticas “do-
mésticas”, la creciente interdependencia económica global y la cada vez
más tenue división entre lo que constituyen políticas domésticas y políticas
externas. Estas tensiones también existen (y se administran) en regímenes
federales donde prevalecen regulaciones locales diferentes para ciertos as-
pectos (como, por ejemplo, el ejercicio de la abogacía).

17
Universidad Virtual de Quilmes

“Barreras” al comercio
Barreras fronterizas al comercio: incluye los aranceles, las
cuotas, las licencias y las prohibiciones, tanto sobre las impor-
taciones como sobre las exportaciones. Son aquellos instru-
mentos que operan como restricciones al comercio en las
fronteras.
Regulaciones no-fronterizas: incluye políticas y regulaciones
domésticas que inciden indirectamente sobre las condiciones
de acceso a los mercados. Por ejemplo: la política de compe-
tencia y las normas técnicas.

Intensidad de la integración internacional

Integración superficial: consiste en la eliminación de barreras


fronterizas, preservando la autonomía nacional en la definición
e implementación de las políticas y regulaciones domésticas.
Integración profunda: incluye el tratamiento de las diferencias
regulatorias de carácter doméstico (regulaciones no fronterizas).

La creación de la Organización Mundial de Comercio fue un primer paso en


el tratamiento de esta nueva agenda, especialmente a través de la negocia-
ción de un Acuerdo General sobre Comercio de Servicios (GATS) y de un
Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual. El GATT, entretanto, sigue
fundamentalmente ocupado del tratamiento de las barreras fronterizas al co-
mercio.
Avanzar en la agenda de “integración profunda” no es sencillo y en mu-
chas áreas, probablemente, no es deseable. Las dificultades para registrar
progresos tienen causas muy profundas: los Estados nacionales siguen
siendo responsables de las políticas “domésticas” cuya orientación y conte-
nido son el resultado de trayectorias culturales, institucionales, históricas e
ideológicas (preferencias) diversas. Algunos autores han sugerido que el
surgimiento de una economía crecientemente global debe ser acompañada
por el establecimiento de estructuras de gobierno también globales. Este
proceso, sin embargo, choca con los obstáculos planteados por el hecho de
que la legitimidad de los gobiernos continúa definiéndose sobre una base
nacional. Por otro lado, aun cuando este problema fundamental vinculado a
la naturaleza de la representación y de los mecanismos de accountability
(responsabilidad) pudiera resolverse, subsistirían interrogantes no menos
importantes. Algunas de estas preguntas clave son:

• en un mundo diverso, ¿es un problema que existan diferentes sistemas


regulatorios nacionales o es algo deseable?
• ¿cómo compatibilizar la existencia de diferencias culturales, instituciona-
les, históricas e ideológicas (preferencias) con el establecimiento de un
mercado global crecientemente integrado?
• ¿cuál es el grado deseable de convergencia regulatoria entre los distintos
países?
• ¿cómo tratar las diferencias legítimas remanentes?
• ¿qué papel le cabe al ámbito regional y multilateral en el tratamiento de
estos problemas?

18
Tópicos de Economía Internacional

Estos interrogantes no tienen respuestas sencillas. El listado sólo apunta a


ilustrar sobre la creciente complejidad de la agenda de negociación interna-
cional contemporánea. A pesar de que estas negociaciones normalmente se
denominan “comerciales” y que la OMC es la Organización Mundial de Co-
mercio, ambas incluyen temas que van mucho mas allá del movimiento
trans-fronterizo de bienes y servicios. Tanto el Acuerdo General sobre Comer-
cio de Servicios (GATS) como Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelec-
tual, ambos administrados por la OMC, cubren aspectos regulatorios domés-
ticos como la política de inversiones y la protección de un activo específico
como el conocimiento.

La transición desde estructuras de gobierno nacionales a


estructuras de gobierno globales

“A pesar de los graves problemas que enfrenta el mundo ac-


tual, no existe posibilidad de retorno al pasado. Los cambios
revolucionarios que se han producido en la organización de
la producción han generado patrones de intercambio interna-
cional que no podrán revertirse fácilmente. Hasta los produc-
tores y consumidores norteamericanos se han vuelto tan de-
pendientes de la economía global como para hacer muy
traumático cualquier retorno al proteccionismo. En conse-
cuencia, los gobiernos deben enfrentar todas las implicacio-
nes de administrar una economía global. En las próximas dé-
cadas los gobiernos deberán aprender a tomar decisiones
considerando los trade offs clásicos de las economías naciona-
les, pero en el plano global (regional o multilateral). También
deberán desarrollar un régimen que tome como un hecho la
globalización de la economía y la vincule con la necesidad
permanente de ejercer un control democrático sobre el fun-
cionamiento del mercado (…)
Las estructuras nacionales de regulación se desarrollaron bajo
el supuesto de que la mayor parte de la actividad económica
ocurría dentro de los confines del Estado nación. Se suponía
que aquella actividad económica que atravesaba las fronteras
nacionales podía administrarse adecuadamente con un régi-
men fronterizo. Incluso la OMC refleja un mundo de comercio
entre economías nacionales relativamente autónomas. Sin em-
bargo, la economía global ha llegado a un punto en el cual
una porción creciente de la actividad económica nacional es-
tá condicionada por transacciones e influencias extra-naciona-
les: muy pocos bienes, servicios, capital y tecnología se pro-
ducen completamente dentro de los confines de una única
economía nacional. Los regímenes fronterizos que existen en
la mayoría de los países actualmente hacen poco más que
perturbar el desarrollo de las transacciones extra-nacionales.
Habiendo ya escapado de las limitaciones de tiempo, espacio
y recursos, las grandes firmas también están encontrando vías
para escapar del alcance de las regulaciones nacionales. Las
estructuras regulatorias nacionales que se han construido en

19
Universidad Virtual de Quilmes

el último siglo son en la actualidad más un impedimento para


la interacción económica que un mecanismo de facilitación.
Es más probable que produzcan conflicto que armonía.
Lo que se necesita es un conjunto de reglas que proporcione
a los gobiernos la capacidad de ejercer un control democráti-
co sobre la operación de los mercados globales. Por consi-
guiente, el principal desafío que enfrentan los gobiernos es el
de determinar en qué medida el proceso de globalización ha
limitado su capacidad para influir sobre el comportamiento de
los mercados y desarrollar un régimen que les permita recu-
perar la autoridad regulatoria a través de la acción cooperati-
va. Un régimen de ese tipo puede contribuir a recobrar parte
de la autoridad política que se ha perdido como consecuencia
de la integración silenciosa que se ha producido a través de
las fuerzas de la globalización. Lo que es todavía más impor-
tante, las reglas cooperativas acordadas internacionalmente
pueden proporcionar un antídoto efectivo contra la tiranía del
unilateralismo que ejercen los más poderosos. La amenaza
más importante a la soberanía de la mayoría de los estados
nacionales proviene no de las consecuencias de la acción
cooperativa, sino de la aplicación extra-territorial de las deci-
siones o los estándares unilaterales de Estados Unidos y otros
actores poderosos.”

(HART, Michael, 1998, “Negotiations in Prospect: Crafting Rules


for a Global Economy”, Paper prepared for a Workshop on In-
ternational Trade Negotiations, SELA, Buenos Aires, Argentina)

OMC (1998), “Globalización y comercio”, en: Informe Anual


1998, Ginebra.

1.2. El GATT y la integración internacional


El principal énfasis de las negociaciones del GATT ha estado puesto en las
barreras al comercio que los países aplican en frontera. Así, los aranceles
promedio aplicados por los países industrializados cayeron en el período de
posguerra de cerca del 40% a alrededor del 4%.
Si bien algunas de las disciplinas originales del GATT también se referían
a prácticas regulatorias domésticas (como es el caso del principio de trato
nacional o la aplicación de subsidios), el progreso logrado en materia de de-
talle y efectividad en estas materias ha sido mucho más lento. Apenas en la
década de los noventa, por ejemplo, fue posible resolver disputas de larga
data referidas a la aplicación de impuestos internos discriminatorios sobre
las bebidas alcohólicas importadas por parte de países como Corea y Chile.
Del mismo modo, aún en la actualidad subsisten grandes diferencias y un
vasto campo de ambigüedad respecto a la forma en que las autoridades na-
cionales implementan su derecho a proteger la salud y la seguridad de sus
habitantes. Las razones de esta ambigüedad residen en el carácter esen-
cialmente “doméstico” de esas políticas y en la limitada experiencia de su-

20
Tópicos de Economía Internacional

jetarlas a disciplinas internacionales. En muchos casos, además, esa ambi-


güedad se aprovecha con fines espurios de protección.

1.2.1. Los orígenes del GATT

El sistema de relaciones económicas internacionales organizado alrededor


del patrón oro y la hegemonía británica se deterioró irreversiblemente a par-
tir de la depresión de los años 30. Sus consecuencias se extendieron hasta
el fin de la Segunda Guerra Mundial. La respuesta de la mayoría de los paí-
ses desarrollados a la crisis económica consistió en privilegiar sus intere-
ses nacionales, aplicando un conjunto de medidas proteccionistas como la
suba de aranceles, la imposición de cuotas a las importaciones, las deva-
luaciones competitivas y las restricciones al libre movimiento de capitales.
Estas políticas de empobrecimiento del vecino dieron lugar a represalias
que terminaron agravando aún más la recesión mundial.
La reconstrucción del orden económico internacional comenzó a tomar
forma a mediados de los años 40, cuando los representantes de las princi-
pales potencias se reunieron en Bretton Woods, New Hampshire, con el ob-
jetivo de construir instituciones internacionales capaces de regular un orden
internacional más abierto y basado en los principios del multilateralismo.
Los principales resultados de estas negociaciones, que se prolongaron en-
tre 1944 y 1947, fueron la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI)
y del Banco Internacional para la Reconstrucción y Fomento (BIRF), y la re-
dacción del convenio constitutivo de la Organización Internacional del Co-
mercio (OIC).
El FMI fue creado con el objetivo de garantizar la estabilidad de los tipos
de cambio, procurando evitar las devaluaciones competitivas que habían
agravado la crisis en el pasado. En efecto, los miembros del organismo de-
berían fijar y defender una paridad, sólo podrían devaluar sus monedas fren-
te a “desequilibrios fundamentales” de la balanza de pagos (y en consulta
con el FMI) y no podrían aplicar restricciones a las operaciones cambiarias
en cuenta corriente. La membresía al FMI también permitiría recurrir al apo-
yo financiero de ese organismo para hacer frente a desequilibrios transito-
rios de la balanza de pagos. La creación del BIRF, en cambio, tenía como
propósito suplir la ausencia de un mercado internacional privado de capita-
les. El objetivo de este organismo sería ayudar a través de transferencias y
fondos públicos a la reconstrucción de las economías devastadas por la
guerra y al desarrollo de las economías más pobres.
La creación de la OIC perseguía objetivos ambiciosos, como la promoción
del libre comercio, el pleno empleo y la estabilización de los ingresos de los
exportadores de materias primas. No obstante la conclusión satisfactoria de
las negociaciones para crear el organismo en la Conferencia de La Habana,
esta institución no llegó a ponerse en funcionamiento debido a la resisten-
cia del Senado norteamericano a ratificar la participación de Estados Uni-
dos. En lugar de la OIC lo que entró en vigencia fue un tratado que reducía
las barreras arancelarias entre los países signatarios y establecía los proce-
dimientos para la aplicación del acuerdo y los mecanismos para llevar ade-
lante negociaciones tendientes a alcanzar una mayor liberalización del co-
mercio en el futuro (el “Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio”, GATT
por sus siglas en inglés).

21
Universidad Virtual de Quilmes

Preámbulo del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y


Comercio
Los Gobiernos del Commonwealth de Australia, Reino de Bélgica, Birmania, Es-
tados Unidos del Brasil, Canadá, Ceilán, República de Cuba, República Checoslo-
vaca, República de Chile, República de China, Estados Unidos de América, Repú-
blica Francesa, India, Líbano, Gran Ducado de Luxemburgo, Reino de Noruega,
Uneva Zelandia, Reino de los Países Bajos, Paquistán, Reino Unido de Gran Bre-
taña e Irlanda del Norte, Rhodesia del Sur, Siria y Unión Sudafricana.
Reconociendo que sus relaciones comerciales y económicas deben tender al
logro de niveles de vida más altos, a la consecución del pleno empleo y de un
nivel elevado, cada vez mayor, del ingreso real y de la demanda efectiva, a la uti-
lización completa de los recursos mundiales y al acrecentamiento de la produc-
ción y de los intercambios de productos.
Deseosos de contribuir al logro de estos objetivos, mediante la celebración de
acuerdos encaminados a obtener, a base de reciprocidad y de mutuas ventajas, la re-
ducción substancial de los aranceles aduaneros y de las demás barreras comerciales,
así como la eliminación del trato discriminatorio en materia de comercio internacional.

El GATT es un tratado intergubernamental alrededor del cual se fue montan-


do una precaria estructura institucional. Sólo con la creación de la Organiza-
ción Mundial del Comercio (OMC) en 1995 tomó forma una organización in-
ternacional para administrar los acuerdos multilaterales sobre comercio de
bienes, servicios y derechos de propiedad intelectual.
Los principios clave del GATT son básicamente tres: no discriminación, re-
ciprocidad y prohibición de aplicar restricciones cuantitativas al comercio. El
principio de no discriminación incluye la aplicación de las cláusulas de na-
ción más favorecida (NMF) y trato nacional. La primera se refiere al compro-
miso de cada parte contratante de otorgar a las demás el trato más favora-
ble conferido a cualquiera de ellas (esto es, brindar un trato igualitario para
todas las partes del acuerdo). Si una parte contratante concede una reduc-
ción arancelaria a otra, en virtud del principio de NMF, este tratamiento debe
extenderse automática e incondicionalmente a todas las demás. El principio
de trato nacional, por su parte, hace referencia a la no discriminación en el
trato otorgado a los productos importados en comparación con los naciona-
les (por ejemplo, tanto los productos nacionales como los importados tienen
que estar sujetos a los mismos impuestos indirectos).
El principio de reciprocidad, por su parte, apunta a lograr un balance en
las negociaciones. Establece que éstas se apoyan en el intercambio de con-
cesiones que incluyen medidas análogas o equivalentes por parte de todos
los participantes. El principio de reciprocidad tiene como propósito estable-
cer un equilibrio en las concesiones y un piso mínimo para el acceso a los
mercados.
Finalmente, el tercero de los principios establece la prohibición de aplicar
restricciones cuantitativas a las importaciones. Su fundamento reside en
las desventajas de este tipo de instrumentos como mecanismos de protec-
ción comercial en comparación con los aranceles. Entre estas desventajas
sobresalen su falta de transparencia, la mayor dificultad para negociar la re-
ducción o eliminación de restricciones no-arancelarias, y las distorsiones e
ineficiencias asociadas a su aplicación.

22
Tópicos de Economía Internacional

1.
Ingrese al sitio de Internet de la OMC (www.wto.org), ubique
el texto del acuerdo del GATT94 y lea con detenimiento los
Artículos I, III y XI. Prepare un breve memorándum explican-
do a qué se refiere cada uno.

HOEKMAN, B. y M. KOSTECKI (1995), The Political Economy of


the World Trading System. From GATT to WTO, Oxford Uni-
versity Press, Cap. 1.

1.2.2. El GATT y la “integración superficial”

Con la firma del GATT se inició una etapa de liberalización comercial a través
de sucesivas rondas de negociaciones que se tradujo en una progresiva dis-
minución de los aranceles a las importaciones y otras barreras comerciales
de carácter fronterizo. Estas reducciones se aplicaron principalmente a los
productos industriales, que eran los que comerciaban con mayor intensidad
los miembros activos del GATT. El relativo éxito del GATT en este campo fue
ayudado por dos factores. Por un lado, por el interés geopolítico y económi-
co de EEUU en promover la liberalización multilateral del comercio. Por el
otro, por el avance del proceso de integración europeo que condujo a aran-
celes extrazona menores que los vigentes con anterioridad en cada uno de
sus países miembros. Asimismo, en un contexto de recuperación económica
los países se mostraron menos reticentes a abrir sus economías, facilitando
de esta manera el proceso de liberalización multilateral. Dicho proceso de
apertura se vio facilitado, además, por la expansión de los flujos de comer-
cio intra-industrial y su impacto comparativamente menor en los precios re-
lativos, la retribución de los factores y la distribución del ingreso.
De esta manera, el GATT se convirtió en un instrumento bastante eficaz
para promover la integración superficial, es decir, la reducción de los niveles
arancelarios y de otras barreras fronterizas al comercio de mercancías. No
obstante este juicio general, algunos sectores como la agricultura y la indus-
tria textil y del vestido permanecieron durante décadas prácticamente al
margen de los compromisos multilaterales de reducción de la protección.
Estos sectores se caracterizaban por su sensibilidad para las economías in-
dustrializadas y por el potencial competitivo de los países en desarrollo.
Desde los años 70 también han surgido nuevas medidas de protección,
que si bien no estaban contempladas en los acuerdos originales del GATT,
eran claramente contrarias a su espíritu ya que tenían efectos similares a
los de las barreras comerciales convencionales. Este conjunto de medidas
ha sido denominado medidas de “área gris”. El ejemplo más claro es el de
las “restricciones voluntarias a las exportaciones” (RVE), por las cuales el
exportador limitaba “voluntariamente” sus ventas en un determinado merca-
do con el propósito de evitar la aplicación de una medida eventualmente
más restrictiva (como un derecho compensatorio o antidumping). El discipli-
namiento y eventual eliminación de estas medidas de “área gris” fue uno de
los principales objetivos de la rueda Uruguay de negociaciones comerciales
multilaterales.

23
Universidad Virtual de Quilmes

2.
En el sitio de la OMC (www.wto.org) podrá encontrar un in-
ventario sobre el estado de los procesos de solución de con-
troversias actualmente en marcha con información resumida
sobre cada caso. Elija tres casos e identifique cuál es la mate-
ria de la controversia. Puede recurrir al texto del GATT para
identificar los temas en cuestión.

Aranceles efectivos y consolidados por categoría de productos después de que se


implementen plenamente los acuerdos de la rueda Uruguay

Grupo de productos Países desarrollados Países en desarrollo


Efectivo Consolidado Efectivo Consolidado
Productos agrícolas (exc pescados) 5.2 7.2 18.6 19.9
Pescados y productos de la pesca 4.2 4.9 8.6 25.9
Petróleo 0.7 0.9 7.9 8.4
Madera, pulpa, papel y muebles 0.5 0.9 8.9 10.3
Textiles y vestido 8.4 11.0 21.2 25.5
Cuero, goma y calzado 5.5 6.5 14.9 15.4
Metales 0.9 1.6 10.8 10.4
Productos químicos y de fotografía 2.2 3.6 12.4 16.8
Equipo de transporte 4.2 5.6 19.9 13.2
Maquinaria no-eléctrica 1.1 1.9 13.5 14.5
Maquinaria eléctrica 2.3 3.7 14.6 17.2
Productos minerales, piedras preciosas
y metales 1.4 2.0 12.1 9.2
Otros productos manufacturados 1.4 2.0 12.1 9.2
Productos industriales (filas 4-13) 2.5 3.5 13.3 13.3
Todos los productos 2.6 3.7 13.3 13.0

Fuente: LAIRD, Sam (1999), “Multilateral Approaches to Market Access Negotia-


tions”, en: M. RODRÍGUEZ MENDOZA, P. LOW and B. KOTSCHWAR (editors), Trade
Rules in the Making, Washington DC: OAS/The Brookings Institution.

1.2.3. La creciente importancia de las regulaciones


no-fronterizas y la agenda de la “integración profunda”

A diferencia de las restricciones fronterizas al comercio, el GATT práctica-


mente no registró progresos en el tratamiento de las políticas domésticas
que afectan las transacciones internacionales. Así, hasta muy recientemen-
te no hubo avances significativos en materia de “integración positiva”. No
obstante, a medida que fueron disminuyendo las barreras fronterizas al co-
mercio aumentó la visibilidad y el impacto sobre las transacciones interna-
cionales de otras políticas domésticas que no se aplican en frontera.

Nivel del agua: regulaciones fronterizas

Fondo de rocas: regulaciones no fronterizas

24
Tópicos de Economía Internacional

El aumento de la competencia internacional y de la interdependencia econó-


mica también provocó que las empresas, los trabajadores y los ciudadanos
en general prestaran cada vez más atención a los efectos internacionales
de la diversidad de las políticas domésticas. En muchos casos esto condujo
al reclamo de que las negociaciones internacionales debían orientarse a lo-
grar una nivelación del “campo de juego”. En la base de estas preocupacio-
nes está el concepto de que la diversidad de regulaciones nacionales impli-
ca distorsiones en las condiciones de competencia. Algunos países y
sectores han manifestado su preocupación por la “nivelación de los están-
dares hacia abajo” (por ejemplo, en materia de contaminación ambiental),
en tanto que otros han manifestado su preocupación de que estándares
más altos y rigurosos deterioren las posibilidades competitivas de ciertos
países o empresas (por ejemplo, en materia de exigencias sanitarias).
El problema de fondo es, en síntesis, que negociar la eliminación o reduc-
ción de las “barreras” no fronterizas al comercio es un asunto bastante más
difícil que acordar una reducción arancelaria. En primer lugar, no hay consen-
so sobre lo que constituye una barrera “injusta” y una diferencia “legítima”
en las preferencias de política. En segundo lugar, el efecto de algunas medi-
das domésticas sobre las transacciones internacionales está lejos de ser
obvio. En muchos casos, aun cuando dicho efecto exista, es difícil medirlo,
lo que dificulta la aplicación del principio de reciprocidad implícito en las ne-
gociaciones comerciales multilaterales. Finalmente, como veremos más
adelante, no existe un acuerdo respecto a cuál es el mejor procedimiento
para tratar esas diferencias de política.

¿Por qué motivos resulta generalmente más difícil una nego-


ciación entre países para eliminar o reducir una “barrera” no
fronteriza que hacerlo para acordar una reducción arancelaria?
Piense en ejemplos de “barreras” no fronterizas.

Las limitaciones del GATT para el tratamiento de la agenda de integración LAWRENCE, R., A.
profunda también pueden analizarse desde otra perspectiva, basada en la efi- BRESSAND and T.
ITO (1996), A Vision for the
cacia de los acuerdos según sean orientados a crear reglas o a conseguir re- World Economy: openness,
sultados. En efecto, el acuerdo original del GATT contiene reglas que facilita- diversity and cohesion”,
ron la integración superficial. No obstante, desde los años 60 y 70 dichas Brookings Institutions Press,
Washington DC.
reglas comenzaron a mostrarse insuficientes para hacer frente a los nuevos
temas de la agenda multilateral. Por otra parte, resultaba cada vez más difícil
negociar nuevas reglas y códigos de conducta para los temas incluidos en la
agenda emergente de la integración profunda. Frente a estas insuficiencias
comenzaron a proliferar los acuerdos orientados por resultados. Su resultado
fue una creciente administración del comercio internacional reflejada en
acuerdos sobre participación en el mercado, estabilización de los precios in-
ternacionales y equilibrio de los saldos comerciales bilaterales.

1.2.4. Los “nuevos temas” en la agenda del GATT

Las presiones derivadas de la agenda de integración profunda han introduci-


do nuevos temas en las negociaciones internacionales, incluyendo el “co-
mercio” de servicios, los derechos de propiedad intelectual, las reglas que

25
Universidad Virtual de Quilmes

rigen las inversiones, las políticas de competencia y las normas laborales y


medioambientales. Como se explicó anteriormente, la disminución de las
barreras arancelarias hace más visible la relevancia de las políticas domés-
ticas y sus eventuales efectos sobre las transacciones internacionales. Pero
las presiones hacia la integración profunda también se explican por razones
políticas y funcionales. Entre las primeras se destaca el hecho de que los
grupos nacionales –ya sea de empresarios, sindicatos o ambientalistas- pre-
sionan por una mayor convergencia en las políticas domésticas o, en su de-
fecto, un mayor proteccionismo que compense supuestos desniveles en el
“campo de juego”.
Las razones funcionales, por su parte, tienen que ver con la creciente
complementariedad entre comercio e inversión. El acceso a los mercados
cobra relevancia no sólo en términos del comercio de bienes sino también
de radicación y trato de las inversiones, frente a la necesidad de las empre-
sas de contar con presencia en los mercados que desea abastecer a fin de
comercializar cierto tipo de productos, generalmente sofisticados. Esto ha-
ce que las empresas hayan comenzado a prestar más atención al trata-
miento de la IED y a las diferencias en los sistemas de regulación de las
corporaciones.
Las presiones para negociar reglas en materia de políticas domésticas
fueron aumentando en las sucesivas rondas de negociación del GATT. Los
primeros esfuerzos significativos para regular políticas domésticas con efec-
tos sobre el comercio internacional fueron realizados en la Ronda de Tokio
(1973-79), cuando se suscribió, entre otros, un acuerdo multilateral sobre
normas técnicas que afectan al comercio. Pero es recién en la Ronda Uru-
guay cuando se le da mayor cobertura a las políticas domésticas, especial-
mente en el campo de los servicios y los derechos de propiedad intelectual.
Incluso los países en desarrollo -que tradicionalmente se mantuvieron relati-
vamente al margen de las negociaciones multilaterales- se vieron obligados
a asumir compromisos en estas materia. De hecho, la membresía a la OMC
implica la aceptación de todos los acuerdos que administra el organismo (in-
cluso los referidos a los “nuevos temas”), dejando atrás el GATT “a la carta”
que había surgido de la ronda Tokio (los códigos de la Ronda Tokio eran de
participación voluntaria, por lo que las partes contratantes podían elegir en
qué acuerdos participar).

3.
Responda las siguientes preguntas:
a. ¿Cuánto duró cada una de las rondas de negociación del
GATT?
b. ¿Cuántos países participaron de cada una?
c. ¿Cuáles fueron los principales temas que se negociaron?
Utilice Hoekman y Kostecki, Op. Cit.

El acuerdo sobre comercio de servicios contiene una serie de obligaciones


generales y compromisos específicos, pero éstos últimos se aplican sola-
mente a los sectores o subsectores que son liberalizados expresamente
por cada país (listas positivas). Sólo en dichos sectores o subsectores los
países se comprometen a otorgar el trato nacional. El acuerdo sobre medi-

26
Tópicos de Economía Internacional

das comerciales relacionadas con las inversiones prohíbe expresamente el


uso de éstas aunque concede un plazo para su eliminación definitiva. El
Acuerdo sobre DPI, por su parte, establece un conjunto de normas en ma-
teria de derechos de propiedad intelectual. A pesar de la presión de algu-
nos países industrializados, aún no forman parte explícita de la agenda de
negociaciones los temas referidos a las normas laborales y medioambien-
tales. No obstante, estas materias ya se han introducido en acuerdos regio-
nales como el TLCAN.
Por cierto, estos son temas altamente conflictivos. Ciertos grupos nacio-
nales tienen interés en prevenir la competencia “desleal” de los países don-
de los estándares laborales son más laxos o no se aplican efectivamente
(un caso típico –argumentan- de “nivelación hacia abajo”). Del mismo modo,
en el caso del medio ambiente algunos grupos nacionales visualizan al co-
mercio internacional como un canal abierto para la degradación de los es-
tándares ambientales nacionales. El argumento es que las menores exigen-
cias en materia de normas medioambientales induce a las firmas a
re-localizarse en los países con menores estándares de protección (general-
mente economías en desarrollo), induciendo a las naciones desarrolladas a
relajar también su normativa por temor a la pérdida de empleos.
No obstante, estas presiones amenazan con golpear a los países en de-
sarrollo precisamente en los productos donde éstos tienen ventajas compa-
rativas. En efecto, la mayoría de los países en desarrollo compiten en base
a su relativamente mayor disponibilidad de mano de obra no calificada bara-
ta. La armonización de estándares laborales hacia niveles más altos podría
tener como resultados una elevación de los costos laborales, y consecuen-
temente, una reducción de los beneficios de la especialización. Una situa-
ción similar se presenta para las normas medioambientales, precisamente
porque muchas industrias contaminantes están radicadas en los países en
desarrollo.

RODRIK, D. (1995), “Los Países en Desarrollo después de la


Rueda Uruguay”, Revista América Latina/Internacional.

1.3. ¿Cómo pueden administrarse las tensiones


derivadas de la “integración profunda”?
Algunos autores sostienen que los caminos para administrar las tensiones
derivadas de la “integración profunda” son esencialmente tres, a saber: la
“fragmentación” y la administración del comercio, la armonización y el reco-
nocimiento mutuo. Aunque estas categorías pueden resultar analíticamente
útiles, a veces se las emplea en forma simplista por lo que oscurecen más
de lo que aclaran.

1.3.1. El comercio administrado

Un mecanismo para administrar las tensiones derivadas de la integración


profunda es el mantenimiento de la fragmentación y/o la administración del
comercio. La administración del comercio podría materializarse a través de
la limitación de las negociaciones internacionales a la firma de acuerdos del

27
Universidad Virtual de Quilmes

tipo de las restricciones voluntarias a las exportaciones, aislando en una


“caja negra” las diferencias regulatorias nacionales. Aun cuando no se hicie-
ra una opción explícita por la administración del comercio, la subsistencia
de diferencias regulatorias nacionales con impacto sobre las transacciones
internacionales actuaría en la práctica como un freno al proceso de integra-
ción global. En esta alternativa, la integración profunda chocaría con los obs-
táculos insalvables que colocan las diferencias que aún existen entre siste-
mas económicos y políticos.
A pesar de que algunos autores consideran esta alternativa como un re-
troceso que fomentaría la fragmentación, en la práctica puede constituir un
camino viable para aquellos temas en los que sobreviven diferencias profun-
das en las tradiciones históricas y culturales o en las preferencias de políti-
ca. El universo de políticas y regulaciones encerradas en la “caja negra” na-
cional no tendría porqué ser un conjunto inmutable, sino que podría cambiar
con el tiempo, la intensidad de la integración internacional y el gradual esta-
blecimiento de valores y preferencias “cosmopolitas”.
Las implicaciones negativas que muchos autores atribuyen a este meca-
nismo de administración de las tensiones derivadas de la integración pro-
funda (y que en parte se reflejan en el concepto mismo de “comercio admi-
nistrado”), pueden en realidad no ser totalmente ciertas. De hecho, en
materias en las que la soberanía nacional en la elección e implementación
de políticas aún prevalece, este camino puede proveer una alternativa prag-
mática en un proceso de integración de naturaleza incremental.

1.3.2. El reconocimiento mutuo

Para algunos autores el mecanismo del reconocimiento mutuo es la forma


más idónea de asegurar que los arreglos institucionales más eficientes pre-
valezcan a través de un proceso de competencia entre regímenes regulato-
rios alternativos. El principio de reconocimiento mutuo adquirió notoriedad
internacional con la decisión de Cassis de Dijon adoptada por la Corte Euro-
pea de Justicia en 1979. En esa ocasión el tribunal comunitario concluyó
que un producto legalmente producido y comercializado en un estado miem-
bro debía tener libre acceso a los demás. El Acta de Unificación Europea
suscripta en 1986 rescató este principio y lo extendió a otros aspectos del
proceso de integración.
Para los defensores de la utilización de este mecanismo, el principio de re-
conocimiento mutuo de prácticas, reglas y políticas a priori resguarda la diver-
sidad nacional de preferencias, pero supone un alto grado de competencia
institucional entre los sistemas nacionales. A través de mecanismos de mer-
cado esta competencia habrá de generar una convergencia ex post (sin previa
coordinación) hacia los acuerdos institucionales más eficientes. La compe-
tencia institucional se da por la elección de los consumidores (por ejemplo,
los consumidores eligen productos e indirectamente las normas técnicas) y
de los factores (el trabajador “vota con los pies” y se dirige hacia la localiza-
ción que ofrezca, por ejemplo, la mejor legislación sociolaboral).
El problema con el principio de reconocimiento mutuo es, sin embargo,
que su aplicación práctica está limitada a ámbitos en los cuales no se ponen
cuestión regulaciones nacionales fundamentales o en los que existe una con-
vergencia a priori de patrones regulatorios. No es casual que haya sido en el
caso de la Comunidad Económica Europea donde el uso de este principio al-

28
Tópicos de Economía Internacional

canzó mayor desarrollo, especialmente en algunos temas particulares. Sólo


en este caso sería posible responder a los críticos que sostienen el argumen-
to de la “desregulación masiva” o la “corrida al mínimo” (cuyo resultado se-
ría una convergencia hacia los estándares más bajos o menos exigentes).
Por otra parte, debe tenerse en consideración que no siempre las nacio-
nes constituyen el nivel jurisdiccional más apropiado para el tratamiento de
ciertos temas. En estos casos, puede resultar más apropiado algún tipo de
coordinación internacional que resulte en algún grado de armonización. Esta
situación generalmente ocurre debido a la existencia de fallas de mercado o
de políticas (ver más adelante).

1.3.3. La armonización

La armonización consiste en la eliminación o reducción de las asimetrías en-


tre las instituciones domésticas, políticas públicas y/o prácticas regulato-
rias correspondientes a diferentes niveles jurisdiccionales. En principio pue-
den identificarse diferentes tipos de armonización según su contenido,
dependiendo de si lo que se armonizan son reglas, objetivos de política pú-
blica, principios o instituciones.
Una armonización de reglas puede comprender la fijación de un estándar
de calidad que debe cumplir un producto o servicio, los procedimientos a se-
guir por las empresas para la producción de los mismos (o sea los proce-
sos) u otros aspectos vinculados al funcionamiento de los actores económi-
cos o las instituciones (por ejemplo, la exigencia de utilización de
tecnologías no contaminantes o de requisitos específicos sobre seguridad
en el trabajo). Dichas reglas pueden ser de cumplimiento optativo, en cuyo
caso generalmente son adoptadas en el marco de organizaciones no guber-
namentales.
Diferente es la situación si se armonizan objetivos de política pública, ya
que en ese caso los gobiernos deciden los instrumentos a través de los cua-
les alcanzar dichos objetivos coordinando sus acciones. Ejemplo de este ti-
po de armonización son las metas de inflación en la coordinación de políti-
cas monetarias o el objetivo de preservar las especies en extinción. Los
requisitos derivados de este tipo de armonización recaen generalmente so-
bre los gobiernos, a diferencia de la armonización por reglas cuyas disposi-
ciones pueden ser aplicadas directamente a las empresas.
En ocasiones la armonización procura definir los principios que deben te-
nerse en cuenta para la definición de reglas o la adopción de políticas públi-
cas. En tal caso, las acciones estatales estarán restringidas por dichos prin-
cipios armonizados (ejemplo, los requisitos sanitarios y fitosanitarios deben
estar basados en evidencia científica comprobada, el control de la contami-
nación debe realizarse a través de mecanismos de mercado, etc.). Con fre-
cuencia, la implementación precisa de estos compromisos es materia de de-
bate por cuanto la interpretación de los principios puede estar sujeta a
cierta ambigüedad (como de hecho ha ocurrido con el criterio de evidencia
científica en materia de estándares sanitarios).
Por último, nos encontramos con la armonización de estructuras y procedi-
mientos institucionales, la que en general contribuye a reforzar y a hacer más
efectivos los otros tipos de armonización. No obstante, esta opción no implica
que las jurisdicciones cedan soberanías o competencias a un nivel “suprana-
cional” de generación autónoma de normativa (centralización/unificación). La

29
Universidad Virtual de Quilmes

ventaja de la centralización es que a veces permite mejorar la coordinación de


las políticas nacionales, aunque con un costo en materia de accountability.
Cabe destacar que los tipos de armonización explicados anteriormente
suponen diferentes grados de aceptación de la diversidad nacional y, ade-
más, presentan características distintas en materia de supervisión y control
de implementación (enforcement). Es más fácil para las naciones observar
el cumplimiento de la implementación de las reglas derivadas de un ejerci-
cio de armonización que de los principios que deben actuar como limitantes
de las acciones de política pública. Generalmente, las mayores dificultades
se encuentran en la fase de implementación nacional de los acuerdos, cuan-
do el margen de discrecionalidad remanente tiende a ser utilizado al máximo
tanto por los actores públicos como por los privados (a través del lobby).

Es más fácil para las naciones implementar las reglas deriva-


das de una armonización que cumplir con los principios que
deben actuar como limitantes de las acciones de política pú-
blica. ¿Por qué?

Otra dimensión relevante para el análisis de la armonización se relaciona


con su profundidad y cobertura. La armonización no siempre implica que las
naciones eliminen completamente las diferencias entre sí (armonización
completa), sino que puede aceptarse un cierto margen de flexibilidad que
permita a las partes escoger entre diferentes alternativas para la implemen-
tación de lo acordado. Esto ocurre, por ejemplo, cuando la armonización exi-
ge el cumplimiento de un umbral mínimo en materia de alícuotas impositi-
vas (por ejemplo, la tasa del IVA en la Comunidad Europea).
La cobertura está determinada por el alcance de la armonización en ma-
teria de productos, sectores o áreas de política. Por ejemplo, las normas
medioambientales pueden ser aplicadas a un grupo de firmas en particular,
a ciertos procesos productivos o, en términos más amplios, a toda fuente
de contaminación.
El poder y la influencia de los países participantes en el proceso de ar-
monización también incide sobre sus resultados y, en consecuencia, sobre
la distribución de costos y beneficios. En este sentido, es posible distinguir
entre procesos de armonización simétricos (la Iniciativa de Impedimentos
Estructurales entre EEUU y Japón, o el proceso comunitario europeo) o asi-
métricos (México con EEUU en el marco del TLCAN).

La racionalidad de la armonización
Si existen fallas de mercado como las externalidades transfronterizas, los
bienes públicos de carácter internacional o las economías de escala interna-
cionales, la armonización puede ser conveniente. En cualquier caso, siempre
estará condicionada por las preferencias de los actores políticos y económi-
cos más poderosos.
Las externalidades transfronterizas ocurren cuando un país o una juris-
dicción adopta una regla que puede resultar en pérdidas (o ganancias) para
otro país o jurisdicción vecina. También cuando las políticas adoptadas ge-
nuinamente por un país pierden efectividad por las adoptadas en otras juris-
dicciones, aun cuando no se demuestre la existencia de un daño o perjuicio

30
Tópicos de Economía Internacional

concreto. La armonización no necesariamente impedirá que ocurran estas


externalidades negativas de carácter transfronterizo, pero si reducirá sus
consecuencias.

Ejemplos de externalidades transfronterizas

• Regulación de los mercados financieros: las regulaciones


débiles en un país en materia de solvencia bancaria pue-
den afectar a otro país, aumentando de este modo el ries-
go sistémico (por ej., las operaciones off shore con poco o
nulo control por parte de las autoridades nacionales o los
paraísos financieros).

• Investigación y desarrollo: éste es un caso de externalidad


transfronteriza positiva, y se vincula con las dificultades
para la apropiación completa de los beneficios de la inver-
sión en I&D que hace que otros países puedan aprovechar
la situación en carácter de free riders.

• Legislaciones laborales: las diferencias entre las políticas


laborales pueden generar migraciones o conflictos asocia-
dos al llamado “dumping social”.

La armonización también se justificaría cuando se trata de proteger bienes


públicos de carácter internacional (global commons). El ejemplo más típico
quizás sean los acuerdos internacionales en materia de protección de la ca-
pa de ozono.
La existencia de economías de escala internacionales constituye otro ar-
gumento en favor de la armonización. En la medida que existan diferentes
requisitos técnicos para la producción de bienes, será difícil para las empre-
sas aprovechar economías de escala más allá del límite de sus mercados
nacionales. Esto beneficiará a los productores situados en aquella jurisdic-
ción cuyas reglas se acercan más a las normas armonizadas.
Por consiguiente, los países podrán mejorar su situación con una integra-
ción más profunda en tanto ésta permita internalizar las externalidades
transfronterizas, proveer bienes públicos internacionales y aprovechar las
economías internacionales de escala.

Según Rodrik (1995),

❘❚❚ “...las quejas sobre cuestiones laborales y de medio ambiente a menudo


son una fachada para el más puro y simple proteccionismo, aunque también
pueden contener una cierta legitimidad basada en los derechos de los Estados
para restringir la disponibilidad de productos y procesos que violan un código
moral ampliamente sostenido internamente”. ❚❚❘

¿Cómo resolver este dilema? Una solución propuesta por el


autor consiste en la adopción del “principio de salvaguardias

31
Universidad Virtual de Quilmes

sociales” que habilita a los países a restringir el acceso a sus


mercados siempre que por algún método pueda comprobarse
la legitimidad del reclamo social y que además se compensen
los perjuicios de los exportadores afectados por la medida, al
menos en aquellos casos donde existan regímenes democráti-
cos. Entonces, esta alternativa permitiría contener las prefe-
rencias legítimas, salvaguardar los intereses de los exportado-
res y prevenir un rebrote de proteccionismo de escala
mundial.

1.4. La OMC y la agenda de la “integración profunda”

Las reglas y códigos de conducta de la OMC establecidos a partir de los


acuerdos negociados de la Ronda Uruguay son un primer paso para lidiar
con las tensiones de la integración profunda. Como ya dijimos, el único
acuerdo de la OMC que establece estándares positivos para disciplinar las
políticas domésticas es el referido a los derechos de propiedad intelectual.
En ese acuerdo se establecen estándares mínimos en relación a disponibili-
dad, alcance y uso de los DPI. El resto de los acuerdos que administra la
OMC, en cambio, establece estándares negativos cuyo propósito no es pro-
mover la convergencia de las políticas domésticas sino asegurar el acceso a
los mercados. Un ejemplo de ello es el acuerdo sobre barreras técnicas al
comercio o sobre la aplicación de normas sanitarias y fitosanitarias, los que
no obligan a los estados miembros a adoptar medidas determinadas de pro-
tección a la salud o seguridad de las personas, sino que establecen que si
lo hicieran deberían observar el cumplimiento de ciertas reglas.
Los acuerdos de la OMC tampoco incluyen ninguna cláusula que autori-
ce la aplicación de restricciones comerciales con el objetivo de compensar
diferencias en las políticas domésticas. Por cierto, pueden aplicarse dere-
chos compensatorios sobre productos extranjeros beneficiados por subsi-
dios (siempre que se demuestre la existencia de daño a la producción na-
cional) de modo de proteger los sectores afectados que compiten con las
importaciones, pero este derecho se puede ejercer independientemente de
si el estado miembro reclamante dispone de un régimen de subsidios para
sus productos.
La incondicionalidad del principio de no discriminación también limita la
posibilidad de utilizar la amenaza de retirar derechos adquiridos en materia
de acceso a los mercados como incentivo para inducir a otros miembros a
aceptar nuevos compromisos en sus políticas domésticas, o bien colocar las
políticas domésticas en las negociaciones multilaterales. Como ocurrió en el
caso de la Argentina y EE.UU. en torno a la disputa sobre el régimen de pa-
tentes, todo lo que hay a disposición de los reclamantes es el mecanismo de
solución de controversias de la OMC o el retiro de beneficios concedidos uni-
lateralmente bajo mecanismos como el Sistema Generalizado de Preferen-
cias. En acuerdos preferenciales de comercio, los signatarios pueden conve-
nir disciplinas más rígidas que obliguen a un grado de armonización mayor
que el que permite el ámbito multilateral. El alcance de la armonización posi-
tiva en el marco de la OMC también es limitado porque intenta ser de aplica-
ción multilateral. No obstante, las políticas domésticas para las cuales esto
es deseable y posible, como en el caso de los DPI, son limitadas.

32
Tópicos de Economía Internacional

El regionalismo puede contribuir al tratamiento de la agenda de la inte-


gración profunda en un marco más creíble y efectivo que en un foro multila-
teral como es la OMC. Los acuerdos regionales de comercio normalmente
involucran un número reducido de participantes, entre los que existe mayor
convergencia de preferencias o relaciones de hegemonía bien establecidas.
En tales casos, la vinculación entre temas, la realización de pagos colatera-
les y la imposición de ciertos patrones sobre otros pueden resultar más
factibles.
La extensión de la agenda de la OMC hacia temas relativos a la “integra-
ción profunda” plantea importantes desafíos para el organismo. Por una par-
te, aún resta mucho por hacer para introducir disciplinas efectivas de acce-
so a los mercados en el campo del comercio de bienes. La incidencia de los
picos arancelarios todavía es importante, el tratamiento diferencial que su-
fren ciertos sectores (como la agricultura de clima templado) aún es signifi-
cativo y, como lo indica la profusión de disputas en el nuevo mecanismo de
solución de controversias, todavía subsisten grandes diferencias en torno a
la interpretación de las reglas y disciplinas establecidas. En ciertas áreas,
como el disciplinamiento de los acuerdos preferenciales del comercio, la
OMC tiene aún mucho para hacer para implementar procedimientos efecti-
vos. En este sentido, la ampliación de la agenda del organismo hacia temas
más amplios y complejos podría distraer recursos y energías del tratamiento
de la agenda básica acordada en el GATT hace ya más de medio siglo. Por
otra parte, podría sobrecargar al organismo de responsabilidades no acor-
des con los recursos de que dispone.
No obstante, la ampliación de la agenda de la OMC es un resultado de
los dilemas y exigencias planteadas por la creciente integración global y los
intereses subyacentes. En este sentido, durante las próximas décadas no
habrá alternativa sino convivir con una agenda mas compleja, menos trans-
parente y sustancialmente más conflictiva que en el pasado.

33
2
El comercio internacional de servicios

Objetivos
1. Introducir al estudiante al análisis económico y a los problemas de políti-
ca planteados por el comercio internacional de servicios
2. Familiarizarlo con las características peculiares de la regulación de los
servicios y su impacto sobre el comercio internacional
3. Introducir al estudiante al Acuerdo General sobre Comercio de Servicios
(GATS), sus principios, modalidades de negociación y principales compromisos

2.1. Introducción al análisis económico de los servicios

2.1.1. La definición de los servicios

Tradicionalmente, la distinción conceptual entre bienes y servicios se ha ba-


sado en el hecho de que en tanto que los primeros son tangibles, los servi-
cios no lo son. Una caracterización más amplia debería tomar en considera-
ción, sin embargo, que los servicios además de ser intangibles e invisibles
no pueden almacenarse. Esto hace que su producción y su consumo deban
ocurrir de manera simultánea.
Sin embargo, la definición de los servicios como “bienes inmateriales”
no está exenta de problemas. Algunos servicios son parcialmente tangibles
(como el informe impreso de un consultor o el software almacenado en un
disco), pueden ser visibles (los espectáculos) e incluso pueden almacenarse
(como el acceso a una base de datos). Adicionalmente, la provisión de de-
terminados servicios puede prescindir del contacto directo entre producto-
res y consumidores como ocurre, por ejemplo, con la banca electrónica.
Una definición alternativa caracteriza a un servicio como un cambio en la
condición de una persona o un bien perteneciente a una unidad económica,
el que se hace posible gracias a la actividad de otra unidad económica bajo
un acuerdo previo entre ambas unidades. Concentrándose en el concepto
de “cambio en la condición”, esta definición evita los inconvenientes de la
que se basa en la premisa de que los servicios son intangibles. Pero este
enfoque tampoco está exento de problemas. Algunos servicios destinados
justamente a prevenir que ocurran cambios (como los servicios de seguri-
dad o la medicina preventiva) no se llevan bien con esta definición. Por otra
parte, en el caso de otros servicios (como los seguros) el nexo entre la pro-
visión y un “cambio en la condición” no es fácil de establecer. Finalmente, a
menos que se haga uso del concepto de contrato social, algunas activida-
des (como la defensa nacional) no calificarían como servicios dado que el
carácter “voluntario” de la transacción es muy difuso o, aun, inexistente.

35
Universidad Virtual de Quilmes

Frente a estas dificultades para arribar a una definición conceptualmente


satisfactoria de los servicios, en la práctica se suele apelar a la mera enu-
meración de una lista de actividades. Con ese propósito se suele utilizar un
enfoque residual: se definen claramente los límites de los sectores prima-
rios y secundarios y se clasifican como pertenecientes al sector terciario
(servicios) a todas aquellas actividades que no están comprendidas en las
anteriores.

Esquemas alternativos para la clasificación de los servicios


Existen varias clasificaciones alternativas de las actividades de servicios que de-
penden de su propósito analítico. Katouzian (1970) propone una clasificación
que distingue entre:

• “Nuevos servicios” (por ejemplo, entretenimientos, servicios de educación y


salud)
• “Servicios complementarios” (por ejemplo, servicios financieros, transporte,
comercio minorista y mayorista)
• “Viejos servicios” (por ejemplo, servicios domésticos)

De acuerdo a esta clasificación se definen como “nuevos servicios” aquéllos que


son particularmente sensibles al crecimiento del ingreso per cápita y el ocio. Se
consideran “nuevos” porque su consumo masivo es un fenómeno relativamente
reciente. El grupo de “servicios complementarios” comprende aquellos ligados a
la industrialización y a la urbanización. Finalmente, los “servicios viejos” son
aquéllos que han perdido importancia económica debido a la presencia de efec-
tos sustitución (como la mayor disponibilidad de bienes de consumo durables).

Browning y Singelmann (1975) proponen una clasificación alternativa que con-


templa las siguientes categorías:

• Servicios de distribución (transporte, almacenamiento, comunicaciones, co-


mercialización mayorista y minorista)
• Servicios para la producción (banca, seguros, bienes raíces, servicios legales)
• Servicios sociales (educación, cuidado de la salud, servicios postales, religio-
sos)
• Servicios personales (Servicio doméstico, reparaciones, restaurantes, hoteles,
entretenimiento)

Estos autores caracterizan a los servicios de distribución y los servicios para la


producción como “orientados hacia los bienes”, en la medida en que estas acti-
vidades están muy relacionadas con sectores primarios y secundarios. En cam-
bio, los servicios sociales y personales se asimilan a actividades “orientadas al
consumo”.
Finalmente, los servicios también han sido clasificados de acuerdo con su con-
UNCTAD-World
tenido tecnológico. Una de las definiciones distingue entre “servicios basados en el
Bank (1994), Libe-
ralizing International conocimiento” (seguros, servicios profesionales, tecnologías de información, publi-
Transactions in Services. A cidad) y “servicios terciarios” (transporte y distribución, comercialización mayorista
Handbook, Capítulo 1, y minorista, turismo, servicios personales). El primer grupo incluye servicios que se
New York and Geneva, caracterizan por un alto contenido de capital humano y que tienen, por lo general,
United Nations. elementos de alta especialización. Los “servicios terciarios”, por su parte, se asocian
con actividades más tradicionales con bajos requerimientos de capital humano y
procedimientos de producción estandarizados.

36
Tópicos de Economía Internacional

2.1.2. La importancia económica de los servicios

El interés que ha despertado el análisis del sector de los servicios se expli-


ca por su creciente contribución al proceso de desarrollo. Los esfuerzos pa-
ra mejorar la eficiencia en el sector de los servicios obedecen a factores ta-
les como su contribución a la generación de empleo, su vínculo con otras
actividades y la experiencia de los países desarrollados en la desregulación
del sector y el aumento de la productividad.
El Gráfico 2.1. muestra los cambios en la contribución realizada por los
distintos sectores al PBI para el período que va desde 1965 hasta 1997.
Los datos indican que la contribución del sector servicios aumentó significa-
tivamente, tanto en las economías desarrolladas como en las economías de
desarrollo medio y bajo. Este crecimiento en la participación se explica en
parte por la tendencia del precio relativo de los servicios a aumentar a me-
dida que se avanza en el nivel de desarrollo económico. Este cambio en los
precios relativos según el grado de desarrollo económico se explica, a su
vez, por el crecimiento más bajo de la productividad en el sector productor
de servicios con respecto al productor de bienes, por el uso intensivo del
factor trabajo en muchas actividades productoras de servicios y por el hecho
de que los países en desarrollo cuentan con una abundancia relativa de es-
te factor.
No obstante, si bien los datos muestran una correlación positiva entre in-
greso per cápita e importancia de los servicios en la economía, esta tenden-
cia se modera si se toma en cuenta el sesgo hacia la subestimación del
sector de servicios en los países en desarrollo. Esta subestimación se expli-
ca, a su vez, por la presencia de un extendido sector informal en las econo-
mías en desarrollo. En este caso, la principal diferencia entre las economías
desarrolladas y las economías en desarrollo en lo que se refiere al sector de
servicios estaría dada por la clase de actividades de servicios más frecuen-
tes y su nivel de productividad, más que por la extensión del sector de ser-
vicios en sí mismo.

Gráfico 2.1: Contribución al PBI por sector de actividad (1965, 1980, 1997)

70 Agricultura
60 Industria
50 Servicios
40
30
20
10
0
1965 1980 1997 1965 1980 1997

Economías de desarrollo Economías desarroladas


medio (OECD)
Fuente: World Development Indicators

Medida en términos de empleo, la participación del sector de servicios ha cre-


cido tanto en las economías desarrolladas como en las economías en desarro-
llo (ver Gráfico 2.2.). La proporción de la mano de obra ocupada en el sector

37
Universidad Virtual de Quilmes

de servicios en los países de bajo desarrollo aún es muy baja, principalmente


debido a que la expansión de los servicios es en gran parte un fenómeno de
“demanda inducida” que acompaña al proceso de industrialización. En efecto,
actividades como la investigación y el desarrollo, el marketing, las finanzas y
seguros y los servicios de posventa han crecido en importancia como comple-
mentos de la expansión de la actividad manufacturera.
Como también puede verse en el Gráfico 2.2., en los países desarrollados
la participación de la mujer en el empleo en el sector de servicios es más al-
ta que la del hombre. En los países de desarrollo intermedio y bajo, entretan-
to, dicha participación se ha incrementado a un ritmo sostenido (en esos paí-
ses el empleo en el sector rural continúa siendo predominante). La
participación de la mujer en el sector de servicios se ha visto favorecida por
varios factores, como la disponibilidad de trabajos part-time, los salarios más
bajos recibidos por las mujeres y las escasas exigencias de formación laboral
que imponen muchas actividades de servicios. Por otra parte, entre las activi-
dades de servicios se cuentan tareas que han sido tradicionalmente desem-
peñadas por mujeres, como el cuidado de los niños y el servicio doméstico.

Gráfico 2.2.: Porcentaje de la fuerza laboral empleada en el sector servicios (1980,1997)

70 Hombres
Mujeres
60

50

40

30

20

10

0
1980 1997 1980 1997

Economías de Desarrollo Medio y bajo Economías Desarrolladas (OECD)


Fuente: World Development Indicators

1.
Elabore un breve informe escrito sobre cómo se clasifican las
actividades de servicios en la Argentina y cómo ha variado la
contribución de cada una de ellas al PIB desde 1993. Utilice la
información suministrada por la sección sobre Nivel de activi-
dad del Apéndice Estadístico del Informe Económico Trimes-
tral que publica el Ministerio de Economía, al que se puede
acceder a través de su página: www.mecon.gov.ar

2.1.3. El caso a favor de la regulación de los servicios:


eficiencia y fallas de mercado

La eficiencia económica es un estado en el cual los agentes económicos


maximizan su bienestar agregado. De esta manera, no es posible mejorar la
situación de algún agente sin que a la vez empeore la de otro. Para alcanzar

38
Tópicos de Economía Internacional

este resultado es necesario que los incentivos que enfrentan los agentes
económicos al momento de tomar sus decisiones no estén distorsionados.
Esto, a su vez, normalmente requiere estructuras de mercado de competen-
cia perfecta. En el caso de la decisión de consumir bienes o servicios, la efi-
ciencia significa que el precio relativo de los mismos refleja el valor relativo
que éstos tienen para la sociedad en su conjunto. Para ello: a) el productor
debe producir el bien o servicio al menor costo social posible, y b) el precio
de éste no debe diferir del costo social de proveerlo al consumidor.
En los mercados de servicios rara vez se cumplen los requisitos necesa-
rios para que exista competencia perfecta. En efecto, en algunos mercados
de servicios (como el de telefonía o los ferrocarriles) existen fuertes barre-
ras a la entrada asociadas a los altos niveles requeridos de inversión inicial.
Por consiguiente, estos mercados generalmente se caracterizan por proble-
mas típicos de los mercados oligopólicos o monopolios naturales. En el ca-
so de otros servicios los problemas se derivan de la existencia de informa-
ción asimétrica (como ocurre en el caso de los servicios financieros). Estas
“fallas de mercado” proporcionan argumentos a favor de la regulación.
Cuando la provisión de un servicio se da en condiciones de monopolio
natural existen tres opciones de política: el laissez faire, la provisión pública
del servicio o la provisión privada sujeta a un marco de regulación. La evi-
dencia empírica muestra que en esas condiciones el laissez faire no es en-
foque recomendable de política, por cuanto eventualmente conduce a una
posición dominante en el mercado y acaba estimulando prácticas predato-
rias. Con respecto a las dos opciones restantes, no existen argumentos eco-
nómicos para decidir que la provisión de un servicio en condiciones de mo-
nopolio natural debería hacerse a través del sector público o de un
proveedor privado. En ambos casos deberá procurarse que el operador ten-
ga incentivos para actuar de manera consistente con la eficiencia económi-
ca (o asegurar que sea penalizado cuando esto no ocurra).
En los casos de información asimétrica los usuarios pueden carecer de
información relevante (o tenerla en una medida insuficiente) por lo que toca
a la calidad del servicio, el precio alternativo al que éste podría proveerse o
el nivel del esfuerzo que requiere su producción. En este caso se requiere
de un marco de regulación prudencial que proteja a los consumidores de los
productores predatorios incompetentes. Una forma de enfrentar este proble-
ma es mejorar el acceso de los usuarios a la información. Pero cuando la
transmisión de esa información es muy costosa existe un argumento a favor
de la regulación. En el caso de los servicios financieros, por ejemplo, un or-
ganismo público puede estar en mejores condiciones que un ahorrista para
evaluar la solidez de un banco. No obstante, transmitir esa información a los
ahorristas puede ser costoso o estar sujeto a errores de interpretación o de-
cisiones incorrectas. En este caso, hay un argumento a favor de la creación
de un organismo regulador que proteja a los usuarios de ese servicio.
En síntesis, las características de algunos mercados de servicios hacen
de la regulación pública un rasgo prácticamente inevitable fundada en legí-
timas consideraciones de eficiencia. Esto introduce una peculiaridad en las
actividades de servicios respecto de la producción de bienes, donde estos
rasgos están mucho menos difundidos. Así, el sector de servicios resulta
ser un ámbito con características muy particulares en lo que hace a las
transacciones internacionales: los mercados nacionales suelen estar bas-
tante fragmentados y la integración de esos mercados supone mucho más

39
Universidad Virtual de Quilmes

que la simple eliminación de las barreras al comercio que se aplican en


frontera.

2.1.4. La regulación de los servicios en la práctica

En teoría la regulación apunta a proteger al consumidor, pero en la práctica


puede ser utilizada por el productor para su propio beneficio. Así, es proba-
ble que los proveedores de un servicio prefieran que el marco de regulación
controle la entrada al mercado de nuevos competidores o regule la compe-
tencia entre los operadores de un mercado. La “teoría de la captura” sostie-
ne que el poder de los reguladores puede ser usado por los productores en
su propio beneficio, ya que éstos corren con ventaja frente a los usuarios.
En particular, están en mejores condiciones para evaluar los efectos del
marco de regulación y, dado que son menos numerosos que los usuarios,
enfrentan menos problemas de acción colectiva para organizarse e influir so-
bre los reguladores. Por la naturaleza de su actividad, los reguladores están
en permanente contacto con quienes regulan, por lo que pueden fácilmente
establecer criterios de afinidad.
Por otra parte, la regulación de algunas actividades de servicios presenta
la particularidad de que la aplicación de las normas al servicio en sí mismo
puede ser muy difícil. Por consiguiente, con frecuencia termina regulándose
al productor o proveedor del mismo. De esta manera, la regulación puede
convertirse en una barrera a la entrada al mercado. La capacidad de limitar
la competencia se acentúa si a las disposiciones normativas se les suma el
poder, muchas veces discrecional, del regulador. En el caso del comercio in-
ternacional de servicios la característica de intangibilidad agrava el espacio
para la discrecionalidad, ya que como regla general no es posible aplicar ba-
rreras en frontera (de tipo arancelario). En efecto, normalmente es el marco
de regulación local el que determina el contexto dentro del cual se habrá de
proveer el servicio. Como sostiene Hindley (1988), “en la práctica es a ve-
ces difícil distinguir dónde termina la capacidad legítima de regular y dónde
comienza el proteccionismo contra la competencia extranjera”.
En el caso de los servicios, por consiguiente, las diferencias en la forma
o en el nivel de regulación entre distintos países pueden transformarse en
una barrera efectiva al comercio internacional. Como la regulación afecta los
costos de producción, si un productor extranjero puede vender su servicio
en un país sin estar sujeto a su marco de regulación, no sólo se produce
una competencia entre proveedores sino también entre marcos de regula-
ción. Aquellos proveedores nacionales que enfrentan regulaciones más la-
xas podrán proveer el servicio a un precio menor, pero también es probable
que la calidad del mismo sea diferente. Cuando la información es asimétri-
ca, la diferente calidad puede implicar costos no transparentes para los con-
sumidores. La distinción relevante es, entonces, entre aquella regulación
que aumenta el costo del servicio (pero también su valor), y aquélla que au-
menta el costo sin efectos perceptibles sobre el valor.
U N C TA D - Wo r l d Para que las regulaciones nacionales no se conviertan en barreras al co-
Bank (1994), Libera- mercio internacional existen dos alternativas: a) la armonización de los mar-
lizing International Transac-
cos nacionales de regulación (algo difícil de implementar en la práctica) y b)
tions in Services. A Hand-
book, Capítulo 2, New York la autorización a los proveedores extranjeros para vender el servicio sujeto
and Geneva, United Nations. al marco de regulación del país importador. Esta alternativa permite la com-
petencia entre proveedores de servicios de distintas nacionalidades.

40
Tópicos de Economía Internacional

HINDLEY, B. (1988), “Service Sector Protection: Considerations


for Developing Countries”, The World Bank Economic Review,
vol. 2 núm 2, May 1988.

2.2. El comercio internacional de servicios

2.2.1. La teoría del comercio internacional y el comercio


internacional de servicios

El argumento tradicional para promover la liberalización del comercio interna-


cional de servicios es permitir que el patrón de especialización en esas acti-
vidades siga los lineamientos de las ventajas comparativas. En este senti-
do, los beneficios y costos de la expansión del comercio internacional de
servicios no difieren de aquellos identificados por la teoría del comercio in-
ternacional de bienes. De hecho, Deardorff (1985) sostiene que los funda-
mentos teóricos del comercio internacional de servicios no difieren significa-
tivamente de los del comercio de bienes, excepto tal vez por las dificultades
para la medición y el monitoreo de los flujos desde un punto de vista prácti-
co. Para este autor, por consiguiente, el estudio del comercio y la inversión
internacional en materia de servicios debe hacerse aplicando las herramien-
tas del análisis estándar del comercio internacional, no existiendo una razón
económica suficientemente importante como para tratarlos de manera dife-
rente.
Otros autores son más escépticos sobre la relevancia de la teoría están-
dar del comercio internacional para dar cuenta del comercio internacional de
servicios. Por ejemplo, Sampson y Snape (1985) argumentan que las teo-
rías basadas en la inmovilidad de algún factor de producción a nivel interna-
cional (como es el caso de la teoría del comercio internacional convencional)
son inadecuadas para explicar el comercio de ciertos tipos de servicios.
Ethier y Horn (1989), por su parte, reconocen que además de las diferen-
cias tradicionales entre bienes y servicios señaladas en el apartado 2.1.,
muchos servicios comparten entre sí algunas características que son me-
nos frecuentes en el caso de los bienes. Entre éstas se cuentan:

1. que los servicios se especializan en general según los requerimientos del


demandante;
2. que las firmas de servicios típicamente proveen varios tipos de servicios,
dado que éstos con frecuencia deben adaptarse a los requerimientos del
consumidor;
3. que existen algunos costos generales fijos que dan lugar a economías de
gama (al menos para ciertos rangos de producción), pero que dado que
la expansión de la variedad de servicios que se provee tiene un costo
mayor que la expansión de la provisión de un tipo particular de servicio,
también existen des-economías de gama marginales;
4. que los mercados de servicios parecen en general altamente competitivos.

No es difícil encontrar ejemplos de mercados de servicios que se ajustan a


estas características: firmas de servicios financieros que se adaptan a las
necesidades de fabricantes de productos electrónicos o de productores agrí-
colas, consultores de empresas que atienden firmas que operan en merca-

41
Universidad Virtual de Quilmes

dos de productos diferentes, firmas que desarrollan software y lo adaptan a


las necesidades de sus clientes, etc. Típicamente, en estos ejemplos las fir-
mas proveen servicios especializados, enfrentan costos fijos y sufren pérdi-
das de productividad si quieren atender varios tipos de clientes. Tal vez sea
más difícil de explicar por qué muchas de estas firmas operan en mercados
competitivos.
Más allá de las controversias en cuanto a la perspectiva que debe apli-
carse al análisis del comercio internacional de servicios, la literatura recien-
te reconoce beneficios adicionales a los convencionales como consecuencia
de la liberalización del sector. En particular, numerosas actividades de servi-
cios facilitan el intercambio internacional de otros productos, sean éstos
bienes o servicios. Este atributo es evidente en el caso de los servicios de
transporte, imprescindibles para el comercio de todos los bienes y de algu-
nos servicios como el turismo. Pero también existen otras actividades de
servicios, como las finanzas, los seguros, las comunicaciones y algunos ser-
vicios profesionales, que son en mayor o menor grado necesarias para com-
pletar el intercambio internacional de bienes. En consecuencia, según esta
perspectiva la liberalización del comercio de servicios puede generar benefi-
cios que van más allá de cada sector particular, reduciendo las barreras al
comercio en otros sectores.
Deardorff (2000) señala que los beneficios del libre comercio internacio-
nal de servicios son potencialmente mayores que los comúnmente conside-
rados si se toma en cuenta otro de los fenómenos recientes del comercio in-
ternacional, a saber: la fragmentación de la actividad productiva en distintas
localizaciones geográficas. En efecto, muchas de las tecnologías actuales
permiten que la producción de bienes se fragmente geográficamente y que
en cada localización se produzcan partes diferentes de lo que eventualmen-
te constituirá un bien final. Supongamos que la fragmentación, al igual que
el comercio internacional, requiera como insumos servicios que deben ser
provistos a nivel internacional. Si estos servicios no están disponibles o son
excesivamente caros la fragmentación puede tornarse inviable y, en cual-
quier caso, se producirá con una intensidad inferior a la óptima. Por lo tan-
DEARDOFF, Alan (2000), to, la liberalización del comercio internacional de servicios puede dar lugar a
“International Provision of ganancias adicionales a través de un mayor volumen de comercio internacio-
Trade Services, Trade, and
Fragmentation”, University nal basado en la fragmentación.
of Michigan. La magnitud de los beneficios indirectos podría reducirse en caso de que
el comercio de bienes fuera de algún modo sustituto del de servicios. Como
DEARDORFF, Alan (1985), señalan Ethier y Horn (1989), aun cuando no exista libre comercio de servi-
“Comparative Advantage
and International cios en un determinado país, éstos pueden estar “corporizados” en manu-
Trade and Invest- facturas que sí disponen de acceso al mercado. En su modelo, el grado de
ment in Services”, en: terminación de las manufacturas es un indicador del contenido de servicios
STERN, R. (ed.), Trade and
que “transportan”. Estos autores muestran que bajo determinadas condicio-
Investment in Services: Ca-
nada/US Perspectives, Onta- nes puede no haber ganancias adicionales en la liberalización completa del
rio Economic Council. sector servicios con respecto a una situación en la cual hay libre intercam-
bio de bienes, terminados y no terminados (y, por lo tanto, donde el comer-
ETHIER, W. y HORN, Hen-
rick (1989), “Services in In- cio de servicios se da sólo de manera indirecta). El punto importante en su
ternational Trade”, en: argumentación es que cuando existan distorsiones en la economía (costos
HELPMAN E. y RAZIN, A., fijos, competencia monopolística, economías y des-economías de gama,
International Trade and etc.) el resultado de la liberalización no está determinado a priori. Si bien
Trade Policy, The M.I.T.
Press, Cambridge, Mass. las conclusiones de estos autores descansan sobre una serie de supuestos
restrictivos, ellas advierten sobre el grado de complejidad del análisis del

42
Tópicos de Economía Internacional

comercio internacional de servicios y el carácter muy provisorio de un cuer-


po teórico propio.

SAMPSON, G. y SNAPE, R. (1985), “Identifying the Issues in Tra-


de in Services”, The World Economy, 8.

2.2.2. La “comerciabilidad” internacional de los servicios

Cuando nos referimos al comercio internacional, una diferencia entre los bie-
nes y los servicios es que mientras que los bienes son tangibles y, con algu-
na dificultad y algún costo, pueden transportarse de un lugar a otro, muchos
servicios no son tangibles ni pueden almacenarse y, por consiguiente, no
pueden trasladarse físicamente. En estos casos, lo que sí puede transpor-
tarse es el resultado de la provisión del servicio, es decir la persona o el
bien que sufrió un cambio en su condición por efecto de la provisión del mis-
mo. Así, es posible transportar los títulos de propiedad generados por un
servicio (como las pólizas de seguro) o los medios (personas o bienes) que
proveen los servicios (como los consultores).
El carácter “no transportable” de muchas actividades de servicios se sin-
tetiza en la idea convencional de que la provisión del servicio requiere por lo
general la proximidad entre el proveedor del servicio y el bien o la persona
que lo consume. Por esta razón, es más probable que el comercio de servi-
cios requiera de algún tipo de movimiento internacional de factores de pro-
ducción que el comercio de bienes. Esto incluye tanto al movimiento de ca-
pitales (a través de inversiones que permitan establecer una presencia
comercial) como al de trabajo (a través del movimiento de trabajadores). Es-
to implica que en muchos casos el “comercio” de servicios tiene menos que
ver con los atributos convencionales del comercio internacional de bienes
que con el movimiento internacional de factores y, en particular, con la inver-
sión directa.
No obstante, algunos servicios pueden comercializarse internacionalmen-
te de forma similar a los bienes, sin que sea necesario un movimiento per-
manente de consumidores o productores. En este caso nos referimos al co-
mercio transfronterizo de servicios propiamente dicho. A estas actividades
se las llama servicios de “larga distancia”, por cuanto pueden proveerse sin
que exista contacto físico entre el productor y el consumidor. Esto ocurre
cuando el servicio en cuestión es provisto por un productor en el país A un
consumidor en el país B, sin que sea necesario el traslado de ninguno de
los dos. El comercio transfronterizo de servicios se ha incrementado nota-
blemente en los últimos años, alentado por el desarrollo de la tecnología.
Un ejemplo son los servicios de telemedicina.
Los servicios comerciables internacionalmente también incluyen aquéllos
que requieren sólo períodos cortos de residencia por parte de los proveedo-
res (como los provistos por consultores), o los que implican que el consumi-
dor del servicio se traslade temporalmente al país donde se provee el servi-
cio (como es el caso del turismo).

43
Universidad Virtual de Quilmes

Modalidades del comercio internacional de servicios

Como vimos, la interacción directa entre proveedor y consu-


midor es una de las características compartidas por la mayoría
de las actividades de servicios. En el caso de estos servicios,
el tiempo y lugar de su producción y su consumo no pueden
separarse. No obstante, pueden encontrarse excepciones, co-
mo es el caso de la transmisión electrónica de datos o de un
software “corporizado” en una unidad de almacenamiento. El
creciente interés en las transacciones internacionales de servi-
cios ha dado lugar a numerosos intentos de clasificación. Uno
de ellos sugiere tres categorías para clasificar las transacciones
de acuerdo con la modalidad de provisión:

• Servicios relacionados con la inversión (banca, servicios


profesionales, hotelería, etc.).
• Servicios relacionados con el comercio (por ejemplo,
transporte marítimo).
• Servicios relacionados con el comercio y la inversión (tele-
comunicaciones, seguros, servicios informáticos, servicios
de salud y educación, construcción e ingeniería, etc.).

Otro esquema de clasificación, sugerido Sampson y Snape


(1985), pone el énfasis en el grado de dependencia que exis-
te entre la proximidad de proveedores y consumidores. El es-
quema analítico puede resumirse en la siguiente matriz:

El consumidor El consumidor
no se mueve se mueve
El productor no se mueve A B
El productor se mueve C D

Las transacciones del tipo A corresponden a casos de “separa-


ción” completa, como por ejemplo la transmisión internacional de
datos. El turismo y la educación son ejemplos típicos de transac-
ciones del tipo B. El tipo C, por su parte, involucra el movimien-
to de algún factor de producción (capital o trabajo). La inversión
extranjera directa (IED) y el movimiento temporario de trabajado-
HINDLEY, B., (1990) “Princi- res (por ejemplo, para la construcción de una represa) constitu-
ples in Factor-related Trade
in Services”, en: MESSERLIN yen los ejemplos clásicos de esta clase de transacción. El tipo D
P. y SAUVANT, K., The Uru- corresponde a casos más complejos (como, por ejemplo, un turis-
guay Round: Services in the ta que contrata servicios de alojamiento en un hotel manejado
World Economy, Washing- por una empresa transnacional en un tercer país). Es de destacar
ton D.C., The World Bank
and The United Nations que algunos servicios pueden ubicarse en más de una celda de la
Centre on Transnational matriz (tal es el caso, por ejemplo, del transporte aéreo depen-
Corporations. diendo del lugar donde el pasajero contrate el servicio).
Este esquema también es útil para clasificar restricciones a las
HOEKMAN B. y PRI-
MO BRAGA, C. A.
transacciones internacionales de servicios. Estas restricciones
(1997), Protection and Tra- pueden inhibir las transacciones en sí mismas (típicamente en
de in Services: A Survey, el contexto del tipo A), el movimiento de factores (transaccio-
The World Bank, Washing- nes de tipo C y D), o el movimiento de consumidores (tran-
ton DC.
sacciones B y D).

44
Tópicos de Economía Internacional

2.2.3. La evolución reciente del comercio internacional de servicios

Uno de los principales problemas que enfrenta el análisis empírico del co-
mercio internacional de servicios es la debilidad de la información estadísti-
ca disponible. La principal fuente de datos sobre el comercio internacional
de servicios es la balanza de pagos. Sin embargo, los datos de balanza de
pagos sufren de varios problemas, entre los que se destacan:

• Consistencia y cobertura: suele haber divergencias en torno a qué servi-


cios incluye cada rubro, lo que hace difícil la comparación internacional.
Además, para casi todos los niveles de agregación algunos países no re-
portan información sobre determinados ítems. En consecuencia, la agre-
gación de información entre países (por ejemplo, para obtener totales re-
gionales) puede dar resultados sesgados. También hay discrepancias
cuando se comparan las importaciones y las exportaciones mundiales de
algún ítem particular.
• Comercio por origen y destino: esta información no siempre está disponi-
ble, ya que muchos países o bien no la reportan o lo hacen a un nivel
muy poco detallado.
• Desagregación: la cantidad de información en detalle, o a un nivel alto de
desagregación, es muy limitada.
• Datos sobre volúmenes: la información que se presenta en el balance de
pagos se refiere sólo a valores y no a cantidades o calidades. Ésta es
una limitación importante en casos de alta inflación o cuando existe un
rápido cambio tecnológico.
• Comparabilidad en el tiempo: la metodología y las definiciones suelen
cambiar en el tiempo.
• Concordancia: es muy difícil o incluso imposible en algunas ocasiones re-
lacionar información sobre comercio con datos de producción o empleo.
La información sobre comercio suele encontrarse de manera muy agrega-
da o incluir items que no figuran en las cuentas nacionales como, por
ejemplo, los gastos de viajeros.

No obstante estas dificultades, no hay duda de que el comercio internacio-


nal de servicios ha crecido rápidamente en los últimos años. Según datos
de la Organización Mundial del Comercio (ver Tabla 2.1) durante el período
1980-2000 el comercio mundial de servicios creció a un ritmo del 7% anual,
mientras que el comercio de mercancías se expandió en un 6%. La tenden-
cia positiva en el crecimiento del comercio de servicios durante las dos últi-
mas décadas se observa en todas las regiones del mundo, aunque la diná-
mica no ha sido homogénea. La región que mostró mayor dinamismo en las
exportaciones de servicios en las dos últimas décadas fue América del Nor-
te, con un crecimiento promedio anual del 10%. En la década del noventa el
ritmo de crecimiento del comercio de servicios en América Latina fue supe-
rior al promedio mundial tanto para las exportaciones como para las impor-
taciones, con una tendencia de las segundas a crecer más rápidamente que
las primeras. En el año 2000 el crecimiento de las exportaciones de servi-
cios alcanzó un 12%, mientras que las importaciones de servicios se expan-
dieron un 13%, repitiendo la tendencia deficitaria que predominó en la déca-
da de los ´90.

45
Universidad Virtual de Quilmes

Tabla 2.1: Comercio internacional de servicios por región (1980-2000)

Exportaciones Importaciones
Crecimiento anual, % Crecimiento anual, %
1980/ 1980/ 1990/ 2000 1980/ 1980/ 1990/ 2000
2000 1990 2000 2000 1990 2000
Mundo 7 8 6 6 7 7 6 6
América del Norte 10 13 8 10 10 12 7 13
América Latina 6 5 7 12 5 2 8 13
Unión Europea 6 7 5 -0.3 6 7 5 1
Asia 9 10 9 12 9 10 7 8

Fuente: Organización Mundial de Comercio

El crecimiento del comercio internacional de servicios está asociado a la li-


beralización del sector y al propio cambio técnico que se ha producido en la
provisión de muchos servicios. Por una parte, la importancia de los servicios
ligados a la producción (como los financieros, inmobiliarios, seguros, servi-
cios de ingeniería y de arquitectura, etc.) ha crecido en la últimas décadas.
En general, la demanda de servicios intermedios crece a medida que la pro-
ducción se especializa y se hace más compleja. Este proceso se ha visto
acelerado por la tendencia a la tercerización de funciones al nivel de la fir-
ma, lo que se explica parcialmente por las ventajas de gerenciamiento deri-
vadas de la descentralización, pero también por el impacto del avance tecno-
lógico por el lado de la oferta. Por ejemplo, el avance de las tecnologías de
información abrió camino para la proliferación de firmas de servicios multi-
unit especializadas, que pueden explotar economías de escala en la produc-
ción mucho más eficientemente que las firmas no especializadas.
Estos cambios estructurales han tenido implicancias muy importantes
para el comercio internacional en el sector de servicios. En primer lugar,
abrió la puerta a un nivel de competencia mucho mayor en el plano interna-
cional. Muchas actividades de servicios que antes no eran susceptibles de
comercio transfronterizo, ahora han pasado a serlo. La rápida expansión de
las corporaciones multinacionales de servicios en las últimas dos décadas
da cuenta de este proceso. En segundo lugar, este proceso ha generado una
presión adicional para la reforma de las regulaciones nacionales, que en mu-
chos casos se han vuelto obsoletas debido al cambio tecnológico.
El aumento en la “comerciabilidad” internacional de los servicios implica
que la eficiencia de su provisión es cada vez más un input crítico en el pro-
ceso de crecimiento. La falta de acceso a servicios modernos y eficientes
tiene un impacto significativo sobre el crecimiento económico. No obstante,
la transferencia al conjunto de la economía de las ganancias de productivi-
dad que pueden registrarse debido a la liberalización del sector de servicios
requiere una simultánea liberalización en el sector productor de bienes. En
caso contrario, aquellas ganancias pueden no transferirse a los consumido-
res en la forma de menores precios para los bienes y los servicios, esterili-
zándose así los efectos sistémicos de la apertura.

46
Tópicos de Economía Internacional

2. HOECKMAN, B.
(1996), “Assessing
Con base en la información estadística de “Estadísticas del Co- the GATS”, en: MARTIN W. y
mercio Internacional” de la OMC prepare un informe escrito WINTERS, L.A., The Uru-
analizando: guay Round and the Deve-
loping Countries, Cambrid-
a. Qué servicios se incluyen en la categoría de “servicios co-
ge, Cambridge University
merciales”. Press.
b. Cuál es la participación actual de las distintas regiones
económicas en el comercio internacional de servicios co-
merciales.
c. Qué proporción representan, en cada una de estas regio-
nes, las exportaciones de servicios comerciales respecto
de sus exportaciones de mercancías.
d. Qué proporción representan, en cada una de estas regio-
nes, las importaciones de servicios comerciales respecto
de sus importaciones de mercancías.
e. Cuál es el signo de la balanza de servicios comerciales en
cada una de estas regiones.
f. Cuáles son los diez principales países exportadores de ser-
vicios comerciales (y quiénes los diez principales importa-
dores).
El informe “Estadísticas del Comercio Internacional” puede ser
consultado en la página de la OMC: www.wto.org

BERLINSKI, J. (2001), “La liberalización del comercio de servi-


cios en los países del MERCOSUR”, en: D. CHUDNOVSKY y J.M.
FANELLI (coord), El Desafío de Integrarse para Crecer, Siglo
XXI Editores, Buenos Aires.

2.2.4. La Argentina y el comercio internacional de servicios

Durante el año 2001 la Argentina exportó servicios reales por un monto to-
tal de 4,191 millones de dólares y realizó importaciones por un total de
8,212 millones. El resultado fue un déficit en la balanza de servicios reales
de 4,021 millones de dólares. La Argentina registró saldos deficitarios en to-
dos los rubros: la mayor contribución fue la del rubro “viajes” (con un déficit
de 1,353 millones), seguido por el de “transportes” (que acumuló un saldo
negativo de 1,243 millones de dólares).
Según datos correspondientes a 1998 la Argentina mostraba una rela-
ción entre las exportaciones de servicios reales y exportaciones de bienes
sustancialmente inferior a la de Chile y levemente superior a la de Brasil.
Esta relación también se encontraba muy por debajo del promedio mundial.
No obstante, en materia de importaciones, la relación entre servicios y bie-
nes era la mayor entre los tres países de la región y también superior al
promedio mundial. Esto sugiere que la Argentina está precariamente espe-
cializada en la exportación de servicios reales, si bien tiene una fuerte pro-
pensión importadora que contrasta nítidamente, por ejemplo, con el caso
de Chile (Tabla 2.2.).

47
Universidad Virtual de Quilmes

Tabla 2.2: Argentina, Brasil y Chile. Transacciones internacionales de bienes


y servicios en 1998 (millones de dólares)

Argentina Brasil Chile Total mundial


Crédito Débito Crédito Débito Crédito Débito Crédito Débito
Bienes 26,434 29,448 51,136 57,739 14,831 17,347 5.377,1005.297,000
Servicios 4,660 9,045 7,631 16,676 4,122 4,236 1.360,9921.348,956
Transp. 1,071 2,826 1,862 5,090 1,614 2,172 301,122 362,008
Viajes 3,025 4,230 4,452 6,201 1,158 943 425,246 384.998
Otros 564 1,989 4,452 6,201 1,350 1,121 634,624 601,950
Servicios/
Bienes % 17.6 30.7 14.9 28.9 27.8 24.4 25.3 25.5
Bienes/
Total mundo % 0.5 0.6 1.0 1.1 0.3 0.3
Servicios/
Total mundo % 0.3 0.7 0.6 1.2 0.3 0.3

Fuente: Tomado de J. Berlinski y C.A. Romero, “Las Concesiones de Argentina, Brasil y Chi-
le en el GATS y la competitividad internacional de la Argentina”, mimeo, agosto de 2001.

La clasificación de las cuentas de servicios en la balanza de


pagos de Argentina

Las cuentas de servicios se clasifican siguiendo los lineamien-


tos del Manual del Balance de Pagos del FMI.

Transportes

Fletes: comprende los servicios por el transporte internacional


de mercancías, incluyendo el servicio de carga y descarga de
bienes a bordo del medio de transporte cuando el contrato
entre el propietario de los bienes y la empresa de transporte
dispone que éste preste ese servicio.

Pasajes: abarca los servicios relacionados con el transporte in-


ternacional de no residentes por medios de transporte resi-
dentes (crédito) y los relacionados con el transporte interna-
cional de residentes por medios de transportes no residentes
(débito). Además de los pasajes, se incluyen los cargos por
exceso de equipaje, vehículos u otros efectos personales que
trae el pasajero y los gastos en alimentos, bebidas u otros in-
curridos a bordo de los medios de transporte.

Otros: comprende una gama de servicios que se prestan en


puertos, aeropuertos y otras estaciones terminales de transpor-
te, a saber: operaciones de carga y descarga, almacenamiento
y depósito, embalaje, otros servicios de remolque, pilotaje y
ayuda de navegación para medios de transporte, mantenimien-
to y limpieza de equipo de transporte y operaciones de salva-
mento. Se incluyen también las comisiones y derechos de
agentes en relación con el transporte de bienes y pasajeros.

48
Tópicos de Economía Internacional

Viajes

Comprende los bienes y servicios que los viajeros adquieren


en países que no son de su residencia, durante su estancia
por períodos menor a un año. Las estimaciones del débito y
del crédito de la cuenta se elaboran sobre la base de una es-
timación del número de pasajeros no residentes ingresados y
de residentes egresados del país, el número de días de perma-
nencia en el país (crédito) y en el exterior (débito), y un gas-
to promedio estimado por persona en dólares según país de
origen (crédito) o de destino (débito).

Comunicaciones

Incluye dos categorías principales de transacciones de comu-


nicaciones internacionales entre residentes y no residentes: i)
telecomunicaciones, que abarca la transmisión de sonido,
imágenes u otra información por teléfono, telex, telegrama,
cable, radioteledifusión, satélite, correo electrónico, fax, redes
comerciales, teleconferencias, etc.; ii) servicios postales y de
mensajería, que abarcan la recolección, el transporte y la en-
trega de correspondencia, diarios, publicaciones periódicas,
folletos, otros materiales impresos y paquetes.

Seguros

Esta cuenta incluye la prestación por parte de empresas asegu-


radoras residentes de varias clases de servicios de seguros a no
residentes y viceversa. Dichos servicios abarcan seguros de fle-
tes, de vida, contra accidentes, de gastos médicos, de responsa-
bilidad civil, general, contra incendios, etc., y reaseguros.

Servicios Financieros

Comprende los servicios de intermediación financiera y auxilia-


res que tienen lugar entre residentes y no residentes. Se incluyen
los derechos pagados por dichos servicios, así como los relacio-
nados con las cartas de crédito, el arrendamiento financiero, y las
transacciones en moneda extranjera. Asimismo, se incluyen las
comisiones y otros derechos relacionados con transacciones en
valores, como corretaje, colocación de emisiones, suscripciones,
y rescates, y los servicios relacionados con la administración de
activos, los servicios de custodia de valores, etc. También se con-
tabilizan los cargos por servicio relacionados con las compras de
recursos del Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), y las comi-
siones de compromiso de los organismos internacionales.

Servicios personales, culturales y recreativos

Incluye:
Servicios audiovisuales y conexos: comprende las transaccio-
nes relacionadas con la producción o distribución de progra-

49
Universidad Virtual de Quilmes

mas de radio, cine y televisión, y con la producción de espec-


táculos musicales y teatrales.

Otros servicios personales, culturales y recreativos: esta partida


comprende los servicios por espectáculos deportivos, museos,
bibliotecas, etc. De acuerdo con las características de la Argen-
tina, se supuso que el único concepto de relevancia para esta
cuenta era el relacionado con los espectáculos deportivos.

Servicios empresariales

Comprende varias categorías de transacciones de servicios en-


tre residentes y no residentes, las cuales no se encuentran in-
cluidas en las categorías anteriores.

Servicios de compraventa y otros servicios relacionados con el


comercio: se registran las comisiones por transacciones de
bienes y servicios entre comerciantes, corredores de produc-
tos básicos, distribuidores y agentes residentes y no residen-
tes. No se han detectado hasta el momento operaciones im-
portantes por este rubro.

Servicios de arrendamiento de explotación: comprende tran-


sacciones de arrendamiento entre residentes y no residentes
(salvo el arrendamiento financiero) y el despacho de embar-
caciones, aeronaves y equipo de transporte (como vagones,
contenedores, equipos de perforación, etc.) sin personal.

Servicios empresariales, profesionales y técnicos varios: incluye


honorarios por servicios jurídicos, contables, de asesoramien-
to, de publicidad, investigación de mercado y encuestas, los
servicios de investigación y desarrollo, servicios arquitectóni-
cos, de ingeniería y otros servicios técnicos, etc.

Regalías y derechos de licencia

Comprende los pagos efectuados y recibidos entre residentes


y no residentes en relación con: i) el uso autorizado de acti-
vos intangibles no financieros no producidos y derechos de
propiedad (como patentes, derechos de autor, marcas registra-
das, procesos industriales, concesiones, etc.) ii) el uso, me-
diante acuerdos de licencia, de originales o prototipos produ-
cidos (como manuscritos y películas).

Servicios del gobierno n.i.o.p.

Es una categoría residual en la cual se registran todas las tran-


sacciones de servicios de carácter oficial (incluidas las de or-
ganismos internacionales) no tomadas en las clasificaciones
anteriores. Abarca las transacciones de las embajadas, consu-
lados, unidades militares y de defensa, realizadas con residen-

50
Tópicos de Economía Internacional

tes del país en las que están situadas. Las transacciones com-
prendidas en esta categoría abarcan las de bienes y servicios
(como muebles y artículos de oficina, agua, electricidad, etc.),
y los gastos personales de los diplomáticos y funcionarios
consulares y sus personas a cargo en el país donde residen.

Otros servicios

Servicios de informática y de información: abarca las transac-


ciones entre residentes y no residentes de servicios relaciona-
dos con el procesamiento de información por computadora y
noticias. Incluye: base de datos, procesamiento de datos, ase-
soramiento en soporte técnico (hardware), aplicación de so-
porte lógico (software), incluidos el diseño, desarrollo y pro-
gramación de sistemas conforme a las necesidades del cliente,
mantenimiento y reparación de computadoras y equipo peri-
férico, servicios de agencias de noticias y suscripciones direc-
tas a diarios y publicaciones periódicas.

Servicios de Construcción: comprende las obras de construc-


ción y las instalaciones realizadas por una empresa fuera de
su territorio económico cuya duración no exceda el año.

Fuente: Metodología de Estimación del Balance de Pagos, Di-


rección Nacional de Cuentas Internacionales, Secretaría de Po-
lítica Económica, Ministerio de Economía, Septiembre 2001.

3.
El comercio internacional de servicios en Argentina.
Sobre la base de la información estadística de la cuenta de ser-
vicios reales de la balanza de pagos de Argentina analice:
a. ¿Cuál fue la evolución de las exportaciones (ingresos), las
importaciones (egresos) y el saldo de la cuenta de servi-
cios reales en el período 1992-2001?
b. ¿Cuáles son los rubros más importantes de exportación e
importación de servicios reales?
c. ¿Cuáles fueron los rubros más dinámicos en materia de ex-
portaciones de servicios reales en el período 1992-2001?
d. ¿Cuáles fueron los rubros más dinámicos en materia de
importaciones de servicios reales en el período 1992-2001?
La información estadística necesaria está disponible en Inter-
net, en el cuadro sobre Servicios Reales de las Series Anuales
1992-2001 de las Estimaciones Trimestrales del Balance de Pa-
gos y Activos y Pasivos con el Exterior, de la Dirección de
Cuentas Internacionales, Secretaría de Política Económica, Mi-
nisterio de Economía (www.mecon.gov.ar).

51
Universidad Virtual de Quilmes

2.3. Las barreras al comercio internacional de servicios


El primer problema que surge cuando se analizan las barreras al comercio
internacional de servicios es cómo definir cuándo una acción determinada
constituye un hecho de protección. En el caso de los bienes los aranceles
y las restricciones cuantitativas constituyen instrumentos de protección
conocidos y transparentes. No obstante, los aranceles rara vez se usan
para proteger al sector de servicios de la competencia internacional. En el
caso de los servicios, las restricciones de carácter no fronterizo (y, en par-
ticular, los marcos de regulación nacionales) son los principales obstácu-
los para el libre comercio de servicios. Estas restricciones son, por su-
puesto, menos visibles y transparentes que un impuesto a la importación
que se cobra en aduana.
Por cierto, también el comercio internacional de bienes sufre de restric-
ciones no-fronterizas, pero su incidencia es menor debido al mayor desarro-
llo del marco internacional que regula la aplicación de restricciones no-aran-
celarias al comercio de bienes y a las diferencias intrínsecas en el papel de
la regulación en ambos sectores, entre las que se destacan:

• Dada su característica intangibilidad, es difícil limitar las importaciones


de servicios a través de la implementación de aranceles y cuotas. En
efecto, en muchos casos las autoridades aduaneras no tienen cómo ob-
servar que el servicio “atraviesa” la frontera, lo que imposibilita la aplica-
ción de este tipo de medidas.
• Lo que las autoridades aduaneras sí pueden observar es cuándo el pro-
veedor o el consumidor del servicio cruzan la frontera. Sin embargo, el
valor de cualquier transacción de servicios que ocurre dentro de las fron-
teras no puede ser conocido por las autoridades aduaneras –y, por lo tan-
to, gravado- hasta tanto dicho servicio sea producido o consumido.
• La provisión de un servicio con frecuencia requiere de la presencia co-
mercial de su proveedor en el lugar de consumo. Esta peculiaridad intro-
duce un tema que trasciende el comercio transfronterizo característico de
las transacciones de bienes. Este tema es el referido al trato que se otor-
ga de la inversión extranjera. El análisis del “comercio” de servicios tie-
ne, por consiguiente, un componente vinculado con la inversión que no
aparece de manera explícita.
• La presencia del proveedor del servicio en el mercado nacional lo some-
te al marco de regulación local, algo que sucede con menos intensidad
en el sector de bienes porque la producción de bienes es una actividad
menos regulada que la producción de servicios.

En términos generales, por consiguiente, las barreras no arancelarias cons-


tituyen la principal restricción al comercio internacional de servicios. Este
hecho plantea problemas específicos para la negociación internacional.
¿Qué constituye una barrera no arancelaria y qué es una regulación legíti-
ma? ¿Qué medidas son apropiadas para lidiar con estas barreras no-arance-
larias? ¿Cómo se debe proceder a identificar y cuantificar este tipo de barre-
ras, incluyendo los mecanismos adecuados de supervisión? Muchas de
estas dificultades también se presentan en el caso del comercio internacio-
nal de bienes: de hecho, en la práctica el GATT ha sido mucho menos exito-
so en la eliminación de las restricciones no arancelarias que de los arance-

52
Tópicos de Economía Internacional

les y las restricciones cuantitativas. Pero la extensión del problema en el ca-


so de uno y otro sector es radicalmente diferente.

2.3.1. Tipos de barreras al comercio internacional de servicios

Como vimos, en el caso de los servicios las regulaciones internas pueden


constituir una barrera indirecta al comercio, lo que hace que el proceso de li-
beralización tenga normalmente como un complemento necesario la reforma
del marco de regulación interno. Entre las barreras más frecuentes al comer-
cio de servicios se cuentan las siguientes:

a) Cuotas, requisitos de contenido local y prohibiciones:

Las restricciones cuantitativas se usan a menudo para limitar el comercio in-


ternacional de servicios, aunque la intangibilidad de los servicios y su inca-
pacidad de almacenamiento implican que las cuotas se aplican sobre los
proveedores del servicio, antes que sobre los servicios mismos. Un ejemplo
de estas medidas son los acuerdos bilaterales de transporte aéreo, que re-
gulan el comercio internacional de servicios aéreos a partir de la existencia
de regulaciones nacionales que limitan el acceso al espacio aéreo de cada
país. Estos acuerdos especifican qué aerolíneas pueden volar en determina-
das rutas, la capacidad (número de vuelos y asientos) ofrecida por estas ae-
rolíneas por unidad de tiempo y la capacidad de las aerolíneas de terceros
países para participar de esas rutas. En general, estos acuerdos se basan
en criterios de reciprocidad estricta e incluyen las aerolíneas específicamen-
te designadas.
Con frecuencia, el comercio de servicios está directamente prohibido. Tal
es el caso, por ejemplo, cuando el acceso al mercado doméstico está reser-
vado en forma exclusiva para los proveedores domésticos, como en el caso
del transporte interno de bienes o pasajeros o el servicio de telefonía bási-
ca. Muchos países exigen que algunas actividades de servicios (como los
servicios legales, seguros y educación) sean provistos por residentes o ciu-
dadanos.
En el pasado, muchos países implementaron restricciones al flujo trans-
fronterizo de información. La expansión de Internet ha creado un nuevo mar-
co tecnológico para el sector, pero la protección de la privacidad, el control
de la pornografía, la protección de los menores y de los derechos de propie-
dad intelectual pueden constituirse en barreras indirectas, generando mayo-
res costos de transacción.

b) Instrumentos basados en precios:

Los instrumentos basados en precios con frecuencia se aplican al movi-


miento transfronterizo de personas, como ocurre con la imposición de visas
u otros impuestos a la entrada y salida de las personas, o a tasas de aero-
puertos y puertos. Estas medidas son equivalentes a los aranceles específi-
cos que se aplican al comercio de bienes. No obstante, en la mayoría de los
países el control del movimiento de personas no ocurre a través de tasas si-
no de restricciones cuantitativas (prohibiciones y cuotas). Los aranceles
tienden a jugar un papel más importante en el caso de aquellos servicios
que están contenidos en bienes (como lo son las películas, los programas

53
Universidad Virtual de Quilmes

de software contenidos en soportes físicos) o para aquellos bienes que son


insumos necesarios de la producción de servicios (como las computadoras
o los equipos de telecomunicaciones).
Otras medidas utilizadas como barreras al comercio son los controles de
precios, que incluyen tanto la fijación de precios como el monitoreo y apro-
bación por parte del gobierno de los precios que cargan algunas empresas
de servicios, en muchos casos en condiciones de monopolio. Ejemplo de
sectores de servicios sujetos a controles de precios son el transporte aé-
reo, los servicios financieros y las telecomunicaciones. En estos casos es
frecuente que los gobiernos impongan precios mínimos o máximos o esta-
blezcan una regla para la fijación de precios.
Las empresas de servicios reciben muchas veces subsidios explícitos e
implícitos, en particular en las áreas de telecomunicaciones, transporte y
construcción.

c) Estándares, licencias y compras gubernamentales:

Muchas veces los productores de servicios deben obtener licencias o certi-


ficados para proveerlos. Esto ocurre en general con los servicios profesio-
nales o los vinculados a los negocios (como los servicios financieros). Las
licencias son otorgadas por entidades profesionales o gubernamentales.
En algunos servicios, como turismo y transporte, se aplican estándares am-
bientales.
Algunas de las licencias que restringen el acceso al mercado nacional de
los proveedores extranjeros son las que no reconocen los servicios importa-
dos o aquéllos obtenidos en el exterior (como los diplomas obtenidos en ins-
tituciones extranjeras). Con frecuencia, tampoco se reconocen los certifica-
dos o certificaciones profesionales de los proveedores extranjeros de
servicios. También pueden existir estándares más exigentes para los provee-
dores extranjeros de ciertos servicios, en comparación con los proveedores
domésticos. La falta de armonización de estándares y regulaciones puede ac-
tuar en la práctica como una barrera que protege a los proveedores locales.

d) Acceso discriminatorio a redes de distribución

Para proveer muchos servicios, los proveedores necesitan el acceso a la in-


fraestructura de distribución y comunicaciones locales. En el caso de las te-
lecomunicaciones, un operador local (ya sea público o privado) puede discri-
minar entre usuarios de la red local, imponiendo restricciones a los nuevos
proveedores al exigirles, por ejemplo, determinados tipos de equipamiento o
la construcción de infraestructura adicional para alcanzar algunos puntos de
interconexión que son controlados por dicho operador. En este caso, el mar-
co de regulación puede imponer exigencias que en la práctica se convierten
en barreras a la entrada a ese mercado.
HOEKMAN B. y PRI- En el caso de las cadenas de distribución comercial, los acuerdos de dis-
MO BRAGA, C. A.
(1997), Protection and Tra- tribución existentes pueden actuar como barreras indirectas de acceso a los
de in Services: A Survey, mercados. En el caso de las cadenas de venta de autos ha ocurrido que los
The World Bank, Washing- concesionarios ya existentes tienden a resistir el otorgamiento de nuevas li-
ton DC.
cencias de franquicias. Por esta razón, las nuevas industrias que buscan es-
tablecerse en el mercado automotriz deben invertir grandes sumas en la
construcción de una red de concesionarios.

54
Tópicos de Economía Internacional

2.4. El Acuerdo General sobre Comercio de Servicios


(GATS)
Hasta la Rueda Uruguay del GATT no existía ningún marco regulador general
del comercio internacional de servicios. Sólo algunas actividades (como el
transporte marítimo o aéreo) estaban sujetas a convenios bilaterales o mul-
tilaterales. El Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS) fue el
primer conjunto de normas relativas al comercio internacional en el sector y
el primer marco general para encaminar las negociaciones y la liberalización
sobre bases multilaterales. EL GATS es un acuerdo independiente del GATT
1994, que se encuentra junto con el TRIPs (el Acuerdo sobre Derechos de
Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio) y el Mecanismo Inte-
grado de Solución de Controversias, bajo la responsabilidad y la administra-
ción de la Organización Mundial de Comercio, creada en 1994.
EL GATS está integrado por dos cuerpos principales. El primero incluye
conceptos generales y reglas que se aplican a las medidas que afectan el
comercio de servicios. El segundo incluye listas de compromisos nacionales
específicos sobre trato nacional y acceso al mercado. El GATS también inclu-
ye un conjunto de anexos sobre compromisos de liberalización en sectores
específicos. El acuerdo se aplica a “las medidas adoptadas por los Miem-
bros que afectan al comercio de servicios” e incluye el compromiso de nego-
ciar periódicamente y en forma progresiva la liberalización del sector.

2.4.1. Principios generales

Los compromisos negociados en el GATS incluyen cuatro modalidades de


provisión (Art I), a saber:

a) comercio transfronterizo: el servicio cruza la frontera sin requerir el des-


plazamiento del proveedor o el consumidor del mismo (como en el caso
de la telemedicina) (modo 1);
b) consumo en el exterior: el consumidor cruza la frontera y consume el ser-
vicio en el país donde no es residente (como en el caso del turismo) (mo-
do 2);
c) presencia comercial: el productor del servicio debe desplazarse al lugar
de consumo del mismo (oficinas locales de multinacionales de servicios)
(modo 3); y
d) movimiento de personas naturales: el productor del servicio está en el
país donde el mismo se consume en forma temporaria, por lo que son
considerados no residentes (por ejemplo, los consultores) (modo 4).

En algunos casos, una transacción internacional de servicios puede incluir


más de un modo de provisión. Por ejemplo, un consultor del país A puede
preparar un informe que transmite a un cliente del país B (modo 1), puede
visitar a su cliente para discutir los resultados (modo 4) y luego invitarlo a
tomar en curso de capacitación en el país A (modo 2). Si el servicio requirie-
ra la presencia física del proveedor del servicio en el país B (como, por ejem-
plo, en el caso de una empresa de selección y reclutamiento de personal),
la posibilidad para instalarse y abrir una oficina local sería el factor determi-
nante de la capacidad de proveer efectivamente dicho servicio (modo 3).

55
Universidad Virtual de Quilmes

El GATS trata el impacto sobre el comercio de las regulaciones naciona-


les a través de tres canales: disposiciones generales sobre el marco de re-
gulación doméstico (contenidos en el cuerpo del acuerdo), anexos sobre la
regulación de sectores particulares (como el anexo sobre Telecomunicacio-
nes o Servicios Financieros, ver más adelante) y las listas de compromisos
nacionales en materia de trato nacional y acceso a los mercados (compromi-
sos sectoriales).
Las reglas del GATS se basan en los siguientes principios: las regulacio-
nes que restringen el comercio deben estar sujetas a negociación a través
de rondas sucesivas (Art. XIX), los resultados de estas negociaciones deben
consolidarse en listas de compromisos nacionales (Art. XX), los compromi-
sos resultantes deben aplicarse de forma no discriminatoria entre proveedo-
res (Art. II o principio de nación más favorecida, NMF), y las regulaciones no
deben restringir a los proveedores de servicios extranjeros (o discriminarlos)
en forma inconsistente con los compromisos consolidados (Art. XVI y XVII).
El Art. II del GATS establece la aplicación de la cláusula de nación más
favorecida (NMF) a todos los sectores y modos de provisión. Bajo esta cláu-
sula un miembro de la OMC se obliga a otorgar al resto de los miembros en
forma inmediata e incondicional el tratamiento más favorable que acuerde
con cualquiera de sus socios comerciales (sean estos miembros de la OMC
o no). Como principio general, esta cláusula se aplica a cualquier sector
donde sea posible el comercio internacional de servicios, existan o no com-
promisos específicos de acceso a los mercados (ver más abajo). El GATS au-
toriza excepciones referidas al comercio preferencial en el marco de acuer-
dos de integración (Art. V), excepciones generales para promover objetivos
no-económicos (protección de la moral pública, el orden, la salud, los consu-
midores y la privacidad) (Art. XIV) y otras excepciones explícitamente decla-
radas al momento de la firma del acuerdo.

Excepciones a la cláusula de NMF en el comercio de servicios


A partir de la firma del GATS, cualquier nueva excepción deberá ser aprobada a
través de una dispensa otorgada por la Conferencia Ministerial (lo que requiere el
voto positivo de tres cuartas partes de los miembros). En principio, las excepcio-
nes a la cláusula de NMF habrán de durar un máximo de diez años y estarán su-
jetas a negociación en futuras rondas (la primera de las cuales deberá ocurrir
dentro de los cinco años de entrada en vigencia del GATS). Esta negociación se
inició sin mucho impulso después de la cumbre ministerial de Seattle en noviem-
bre de 1999 y fue ratificada en la cumbre de Doha dos años más tarde.
Más de 60 miembros de la OMC introdujeron excepciones en 1994. La mayor
parte se concentra en los sectores de servicios audiovisuales, financieros y trans-
porte. Estas excepciones fueron motivadas por distintas consideraciones. En el
caso de los servicios audiovisuales el motivo fue consideraciones de “política cul-
tural” para favorecer ciertos acuerdos de coproducción o distribución. La excep-
ción de los servicios financieros responde a criterios de reciprocidad sectorial: la
aplicación de la cláusula de NMF incondicional implicaría que los proveedores
localizados en países con regulaciones más restrictivas podrían beneficiarse del
acceso a mercados más abiertos, sin “pagar” por ello. Las excepciones al sector
de transporte tienen que ver con las múltiples restricciones nacionales que preva-
lecen en materia de transporte terrestre, aéreo y marítimo. Todas estas excepcio-
nes estarán sujetas a negociación a partir del año 2005.

56
Tópicos de Economía Internacional

A diferencia de los aranceles, que constituyen una barrera al comercio bastan-


te visible, la protección en el caso de los servicios es disimulada por el carác-
ter de las regulaciones que afectan dichas actividades. Por esta razón, el prin-
cipio de transparencia en las regulaciones (Art. III) juega un papel central. El
acceso a la información sobre reglas y regulaciones es crítico para la expan-
sión del comercio internacional de servicios. Por esta razón se requiere que
los miembros identifiquen y hagan públicas todas las medidas que afecten
ese comercio. Las obligaciones bajo el GATS incluyen la rápida publicación de
las medidas, las notificaciones (al menos con una frecuencia anual) de los
cambios de regulación en sectores donde existen compromisos asumidos, el
establecimiento de puntos de consulta y la pronta respuesta a las consultas.
El principio de trato nacional (Art. XVII) también constituye un compromiso
de no-discriminación, pero no referido a terceros proveedores (como la cláusula
de NMF) sino al trato que se otorga a los proveedores extranjeros en compara-
ción con los nacionales. El principio de trato nacional establece que los provee-
dores extranjeros de servicios deben recibir un trato no menos favorable que
los nacionales. A diferencia de la cláusula de NMF el principio de trato nacional
no es un compromiso general sino específico. Esto quiere decir que se aplica
sólo a aquellos servicios que cada país miembro explicitó en su lista de com-
promisos, siempre que no se hayan establecido limitaciones o excepciones.
El compromiso de acceso a los mercados (Art. XVI) prohíbe la aplicación de
seis tipos diferentes de restricciones a los proveedores extranjeros de servi-
cios en los sectores en los que el país ha formulado compromisos, a menos
que la restricción se señale explícitamente en la lista de compromisos. Las
medidas prohibidas son las limitaciones sobre: a) el número de proveedores;
b) el valor de las transacciones o los activos; c) la producción física total del
servicio; d) el número de personas naturales que pueden emplearse; e) el tipo
de entidad legal por medio de la cual el proveedor puede proveer el servicio; y
f) la participación del capital extranjero, ya sea que se exprese como limitacio-
nes a la tenencia de acciones o al monto absoluto de las inversiones.

2.4.2. Compromisos específicos

Como señalamos previamente, los compromisos de acceso a los mercados,


trato nacional o compromisos adicionales (no referidos a acceso a los merca-
dos ni a trato nacional) se aplican exclusivamente a aquellos sectores de ser-
vicios que han sido explícitamente incluidos por cada país miembro en su lis-
ta de compromisos específicos. Incluso en los sectores listados, la aplicación
de aquellos compromisos está limitada por las calificaciones o limitaciones
que el país decida establecer. Por consiguiente, en materia de compromisos
de acceso a los mercados y trato nacional, el GATS ha adoptado un enfoque
de “lista positiva”: sólo aquellas actividades que están explícitamente mencio-
nadas generan obligaciones. A nivel de cada sector, en cambio, se ha aplicado
un enfoque de “lista negativa”: las excepciones a los compromisos sobre los
sectores listados deben mencionarse de manera explícita.
Los países pueden listar compromisos de carácter horizontal (que se
aplican sobre todos los sectores incluyendo todos los modos de provisión o
sólo aquellos modos de provisión señalados) o sectoriales (limitados al sec-
tor mencionado). Los compromisos horizontales generalmente son de tipo
restrictivo. El nivel de compromiso asumido por cada país en cada sector y
modo de provisión oscila entre un nivel mínimo (“unbound” –no consolidado)

57
Universidad Virtual de Quilmes

y máximo (“none” -ninguna restricción) de compromiso. Entre ambos extre-


mos hay una amplia variedad de restricciones que pueden ser declaradas y,
en tal caso, son admisibles. Esta modalidad aumentó la transparencia res-
pecto de la situación pre-existente, pero dio como resultado un instrumento
de administración bastante complicada. Luego de que un compromiso ha
estado vigente por tres años es posible modificarlo o retirarlo, siempre que
se haga una notificación y se otorguen compensaciones si la modificación
es de carácter restrictivo. Los compromisos pueden modificarse en cual-
quier momento, siempre que incluyan una mayor liberalización.
Los compromisos específicos constituyen un “piso” respecto de la libera-
lización en el sector de servicios. A partir de este “piso” el nivel de liberali-
zación puede mantenerse constante o incrementarse como consecuencia
tanto de los acuerdos derivados de negociaciones sectoriales (ver más ade-
lante) como de futuras rondas de negociación.

Ejemplo de una lista de compromisos específicos nacionales


Tipo de compro- Modo de abaste- Condiciones y li- Condiciones y Comentarios adi-
miso ci-miento mita-ciones de ac- calificaciones al cionales
ceso al mercado trato nacional

Compromisos ho- 1. Comercio trans- Ninguna Ninguna


rizontales (para to- fronterizo
dos los sectores)
2. Consumo en el Sin consolidar Sin consolidar
exterior

3. Presencia co- Participación má- Sin consolidar en


mercial xima en el capital lo que se refiere a
de los inversores subsidios.
extranjeros del Aprobación previa
49% para participación
en el capital ma-
yor al 25%

4. Entrada tempo- Sin consolidar ex- Sin consolidar, ex-


raria de personas cepto para trans- cepto para las ca-
naturales ferencias de per- tegorías menciona-
sonal jerárquico das en acceso al
dentro de las em- mercado
presas

Compromisos es- 1. Comercio trans- Se requiere pre- Sin consolidar


pecíficos (para los fronterizo sencia comercial
sectores mencio-
nados) 2. Consumo en el Ninguna Ninguna
exterior

3. Presencia co- 25% de los ejecuti- Sin consolidar Establecimiento de


mercial vos deben ser na- una agencia regu-
cionales latoria indepen-
diente

4. Entrada tempo- Sin consolidar, ex- Sin consolidar, ex-


raria de personas cepto los compro- cepto los compro-
naturales misos horizontales misos horizontales

58
Tópicos de Economía Internacional

2.4.3. Acuerdos y negociaciones sectoriales

Al término de la Rueda Uruguay los países miembro no habían conseguido lle-


gar a acuerdos sustantivos en sectores de servicios importantes (como los
servicios financieros, las telecomunicaciones básicas y el transporte marítimo)
y en un modo particular de provisión (el movimiento de personas naturales).
Por esta razón se resolvió incluir estos temas en igual número de anexos, pro-
siguiendo las negociaciones en forma sectorial para alcanzar un acuerdo a la
brevedad. Las negociaciones sobre transporte marítimo y movimiento de per-
sonas naturales no condujeron a resultados positivos debido a las diferencias
existentes entre los participantes. En lo que se refiere al transporte marítimo,
un gran número de países mantiene restricciones al transporte de cabotaje y
muchos países en desarrollo han suscripto un acuerdo promovido por UNCTAD
que reserva hasta un 40% de la carga internacional a transportistas naciona-
les. El tema del movimiento de personas naturales también es muy controver-
tido, en tanto involucra la movilidad del factor trabajo. En este caso práctica-
mente no se avanzó más allá del statu quo.
Las negociaciones sobre servicios financieros concluyeron en diciembre
de 1997, después de haber fracasado en el plazo originalmente contempla-
do. El problema de las negociaciones en este sector residía en la importan-
cia que Estados Unidos le atribuía a su liberalización y al papel de la recipro-
cidad en el intercambio de concesiones. En general, los países en desarrollo
recelaban de comprometer la liberalización plena del sector debido a que
son principalmente importadores de capital y, por consiguiente, no advertían
beneficios en la aplicación de un criterio de reciprocidad (excepto por la es-
perable mejora de la eficiencia en el funcionamiento de los mercados inter-
nos de capital). Por otro lado, también generaba preocupación la limitación
que el acuerdo produciría en términos de la capacidad de imponer controles
a los movimientos de capital o de introducir regulaciones de tipo prudencial.
Por estas razones la mayor parte de los compromisos asumidos por los paí-
ses miembros fueron esencialmente una reproducción del statu quo.
El otro sector en el que hubo un acuerdo materializado en un anexo fue
en el sector de telecomunicaciones básicas (transmisiones de voz, datos,
telefonía móvil y satelital), donde se arribó a un acuerdo en febrero de
1997, también después del plazo originalmente previsto. En este caso las
negociaciones enfrentaron los obstáculos derivados de diferentes marcos
de regulación y estructuras de mercado. En el caso de los países en desa-
rrollo, como también ocurrió en el acuerdo sobre servicios financieros, asu-
mieron diversos compromisos de liberalización futura.

2.5. Balance de resultados y la agenda futura del GATS


Los principales resultados de la Ronda Uruguay en materia de comercio de
servicios fueron: a) la inclusión de las transacciones internacionales de ser-
vicios dentro del marco normativo y de negociación comercial multilateral; b)
la definición de un marco legal y de un conjunto de reglas y principios gene-
rales para la negociación de compromisos referidos a acceso a los merca-
dos y trato nacional en materia de servicios; c) la definición de una serie de
compromisos nacionales específicos sobre acceso a los mercados y trato

59
Universidad Virtual de Quilmes

nacional; y d) el compromiso de transparencia en las leyes y regulaciones


que afectan el comercio de servicios.
El principal logro de la primera ronda de negociaciones sobre comercio
de servicios fue persuadir a los países de mantener el nivel de acceso a los
mercados ya logrado bajo las regulaciones vigentes, más que una reducción
sustancial de las barreras al comercio. La tarea de reducir o remover las ba-
rreras existentes fue dejada para las futuras rondas de negociaciones. A pe-
sar de la definición de un marco normativo general, el GATS ha dejado varios
puntos oscuros y ha levantado críticas en relación a los siguientes temas:

• Derechos de los miembros

En su preámbulo, el GATS reconoce el derecho de cada miembro de regular


e introducir nuevas regulaciones sobre la oferta de servicios con el objeto
de satisfacer objetivos nacionales de política, en tanto estas medidas sean
administradas de una manera razonable, objetiva e imparcial, y no distor-
sionen el comercio. Asimismo, el GATS reconoce a los países en desarrollo
su derecho a definir el marco de regulación local, en tanto que el Artículo
XIV sobre excepciones generales autoriza a los países a aplicar medidas
que protejan la seguridad, la moral pública y la salud o la vida de las perso-
nas, los animales y las plantas, en tanto estas no sean discriminatorias ni
constituyan barreras ocultas al comercio. No obstante, como la redacción
de estas disposiciones es bastante ambigua, es previsible que surjan dife-
rencias respecto al carácter de las medidas y regulaciones aplicadas por
los miembros.

• Regulaciones nacionales

Dada la importancia de las regulaciones nacionales en el proceso de libera-


lización del comercio de servicios, el Artículo VI trata sobre aquellas barre-
ras proteccionistas ocultas dentro de las regulaciones nacionales. En parti-
cular, el Artículo VI estipula que en aquellos sectores donde los países
asumieron compromisos específicos las medidas aplicadas serán adminis-
tradas de manera razonable, objetiva e imparcial. Por otra parte, este artícu-
lo establece que los requerimientos respecto de estándares técnicos, licen-
cias y requisitos de calificación y procedimiento deberán estar basados en
criterios objetivos y transparentes, no deberán ser más engorrosos que lo
necesario para asegurar la calidad del servicio y, en el caso de las licencias,
no deberán por sí mismas constituir una restricción para brindar el servicio.
Algunos autores han sugerido revisiones a este artículo, ya que la impor-
tancia de un compromiso asumido bajo el término “ninguno” (none) puede
diluirse si no existen requisitos y procedimientos transparentes y no discri-
minatorios respecto de estándares técnicos, licencias y calificación. La re-
dacción del Artículo VI es en cierto modo ambigua y permite la arbitrariedad
y la discriminación. Si bien el Art. VI establece que el Consejo sobre Comer-
cio de Servicios deberá asegurar que los estándares técnicos no constitu-
yan barreras innecesarias al comercio, al mismo tiempo limita el alcance de
esta disposición a los sectores sujetos a compromisos específicos.
Otros han sugerido que estas disposiciones deberían extenderse a todos
aquellas regulaciones que obstaculizan el comercio de servicios (y no sólo a
aquéllas donde existen compromisos). Además, los países deberían hacer

60
Tópicos de Economía Internacional

explícitos los objetivos de política que sirven a la regulación, de modo de fa-


cilitar la interpretación de las disposiciones de este artículo.

• Comercio transfronterizo y presencia comercial

En referencia al comercio de servicios se identifican dos formas: el comer-


cio transfronterizo, que incluye el comercio entre residentes de distintos paí-
ses, y la presencia comercial, cuando el proveedor de un servicio opera en
el mismo país que el comprador. El comercio trans-fronterizo, por su parte,
puede incluir también transacciones que implican el traslado temporal de
consumidores al país de residencia del proveedor (Modo 2), o el traslado
temporal del proveedor del servicio al país de residencial del consumidor
(Modo 4).
En cambio, la presencia comercial requiere la localización de factores de
producción. Por esta razón, se le otorga análogo trato que a la IED. En esta
categoría se incluye la provisión de servicios tales como muchos servicios fi-
nancieros, el comercio, la distribución y el transporte. La inclusión de la pre-
sencia comercial en los compromisos de liberalización del GATS ha sesgado
los compromisos hacia este modo de provisión y en contra de los modos re-
feridos al comercio transfronterizo, tal como lo reflejan varios estudios que
señalan una concentración de compromisos en el modo 3. De alguna forma,
el GATS parece estar llenando el vacío dejado por el frustrado Acuerdo Mul-
tilateral de Inversiones en cuanto a la inversión en el sector de los servicios.
Esto no sólo podría obstaculizar el progreso en la liberalización del comercio
transfronterizo, sino que podría abrir la puerta de innumerables confusiones
al mezclar indebidamente regulaciones referidas al comercio y a la inversión.
Tanto la Comunidad Económica Europea como el Acuerdo de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN) han encarado la liberalización del sector de
servicios distinguiendo claramente los compromisos asumidos en materia
de comercio transfronterizo de aquellos que se aplican a las inversiones.

• Movimiento de personas naturales (modo 4)

Los compromisos en este modo de provisión de servicios son limitados y


fundamentalmente se restringen a los movimientos de personal intraempre-
sa y de altos ejecutivos. Para los países en desarrollo que poseen una im-
portante dotación de recursos humanos pero cuya capacidad financiera pa-
ra establecerse en otro país a través de una presencia comercial es
limitada, la liberalización del movimiento temporal de proveedores de servi-
cios es clave. Éste es el caso de actividades intensivas en el uso de mano
de obra como la construcción. La liberalización de esta modalidad de tran-
sacción ha enfrentado una dura resistencia de los países desarrollados.

• Acceso a mercados versus trato nacional

El GATS reconoce que el comercio de servicios puede ser obstaculizado tan-


to por regulaciones que discriminan contra los proveedores extranjeros, co-
mo por regulaciones que imponen restricciones tanto sobre los proveedores
extranjeros como sobre los locales. En el caso del GATS, las regulaciones
que restringen el acceso a los proveedores locales y extranjeros están inclui-
das en la categoría de compromisos referidos a acceso a los mercados.

61
Universidad Virtual de Quilmes

Aquéllas que sólo discriminan contra los proveedores extranjeros, por su


parte, están incluidas en la categoría de trato nacional. No obstante, esta
distinción no es tan clara y lleva a situaciones confusas donde las regulacio-
nes que restringen el acceso a los proveedores extranjeros caen en ambas
categorías.

• Reconocimiento y armonización

En algunos sectores fuertemente regulados es necesario contar con algún


nivel de acuerdo internacional sobre bases sectoriales, en particular allí don-
de se requiere el cumplimiento de altos estándares en la provisión del servi-
cio o en los casos en los que el marco de regulación plantea explícitamente
barreras a la entrada. En estos casos, aquellos países donde el marco regu-
latorio es más flexible enfrentan barreras para acceder al mercado de los
países con requerimientos más altos. En estos países, en cambio, el temor
radica en otorgar el acceso a sus mercados a empresas de países cuyas au-
toridades regulatorias no fijan estándares tan exigentes. El comercio inter-
nacional se vería facilitado si existiera un acuerdo internacional sobre están-
dares mínimos en estos sectores. La dificultad para ello es que requiere un
grado de armonización importante en un contexto en el que existen legíti-
mas diferencias en torno a las preferencias por el nivel de la regulación.
En cuanto a reconocimiento mutuo, el Artículo VII permite a los países de la
OMC firmar acuerdos bilaterales de reconocimiento mutuo referidos a la edu-
cación, las licencias y los requerimientos nacionales. No obstante, esta dispo-
sición constituye un desvío del principio de NMF. Además, los ítems sujetos a
reconocimiento mutuo son lo suficientemente amplios como para abarcar to-
das las regulaciones relacionadas con la provisión de un servicio. Por otra par-
te, no hay una definición clara sobre qué significa “reconocimiento”.

• Exclusiones

El enfoque de “lista positiva” adoptado para la liberalización sectorial en el


GATS implica que diversos sectores pueden quedar fuera de los compromi-
sos de liberalización. No sólo los países pueden asumir compromisos ape-
nas en algunos sectores, sino que ciertos servicios están directamente ex-
cluidos de la lista de compromisos específicos. Éste es el caso de algunos
servicios de transporte aéreo y marítimo.
El anexo correspondiente al transporte aéreo indica que los derechos de
tráfico (que se rigen por convenios bilaterales) quedan fuera del GATS. En
esta actividad no existen perspectivas de que este tema vaya a tratarse en
futuras negociaciones multilaterales.

• Subsidios, compras gubernamentales y salvaguardias.

Los temas que el GATS identificó para tratar en próximas rondas de negocia-
ciones incluyen los subsidios, las compras gubernamentales y las salvaguar-
dias. En cuanto a subsidios, los que se aplican a los servicios tienden a estar
concentrados en algunos sectores (como transporte y telecomunicaciones) y
en aquellos servicios considerados bienes públicos como salud y educación.
Un acuerdo sobre subsidios en servicios debería reconocer, por un lado, que
es legítimo para los gobiernos subsidiar aquellos servicios que se consideran

62
Tópicos de Economía Internacional

bienes públicos. Para aquellos sectores con problemas de competitividad de-


bería contemplarse ayuda transitoria para la reestructuración. En el caso de la
provisión de servicios deseables desde el punto de vista social (como los ser-
vicios de telecomunicaciones en las áreas rurales) también debería contem-
plarse algún mecanismo de subsidio.
En cuanto a la aplicación de medidas de salvaguardia, una de las dificul-
tades en el caso del comercio de servicios está relacionada con las diferen-
tes modalidades de provisión de servicios incluidos en el GATS. En este sen-
tido se plantean las siguientes preguntas: ¿debería un país limitar la
provisión de un servicio a través de la presencia comercial cuando el fuerte
incremento de las importaciones se debe al comercio transfronterizo? Asi-
mismo, si la imposición de salvaguardias se traduce en regulaciones nacio-
nales más restrictivas, éstas serán mucho más difíciles de liberalizar más
adelante en comparación con las medidas de salvaguardias que se aplican
en el caso del comercio de bienes.

La Argentina y las negociaciones del GATS

De la comparación de las concesiones realizadas durante las


negociaciones llevadas a cabo en 1994, surgen claras diferen-
cias en el comportamiento de la Argentina respecto a las po-
siciones tomadas por el promedio de los países de América
Latina y de la OECD en general y Brasil y Chile en particular.
El Cuadro 2.1. muestra la proporción de compromisos nego-
ciados sobre el total de servicios listados en el GATS. La can-
tidad de compromisos negociados por la Argentina supera
siempre al promedio de América Latina, Brasil y Chile, con la
única excepción de los compromisos negociados por Brasil
para los servicios de construcción. Inclusive, en servicios tu-
rísticos y financieros supera al promedio de lo negociado por
los países de la OECD.
Si bien se trata de una lista positiva, no todos los compromi-
sos negociados liberalizan el comercio del servicio. En conse-
cuencia, de acuerdo con la categorización de Hoekman
(1995) aquellos “commitments” con una asignación unitaria
representan los sectores donde se firmó sin restricciones.

Cuadro 2.1.
Negociaciones por Acceso de Mercado en el GATS. Pro-
medio de lo negociado por sector y país, 1994.

Rama de servicios Argentina Brasil Chile Promedio Promedio


OECD A. Latina
1. Serv. comerciales 3,5 23,9 23,9 68,1 21,1
2. Comunicaciones 3,5 4,2 25,0 36,6 16,9
3. Construcción 3,5 100,0 0,0 82,2 26,3
4. Distribución 3,5 60,0 0,0 65,6 10,0
5. Educativos 0,0 0,0 0,0 44,4 3,8
6. Ambientales 0,0 0,0 0,0 70,8 1,6
7. Financieros 94,1 76,5 76,5 88,9 44,5
8. Sociales y de Salud1 0,0 0,0 0,0 15,3 7,8
9. Turísticos 100,0 25,0 75,0 72,2 67,2

63
Universidad Virtual de Quilmes

10. Recreativos, culturales


y deportivos2 0,0 0,0 0,0 37,8 8,8
11. Transporte 0,0 14,3 5,7 27,0 8,4
12. Otros 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0
Promedio aritmético 33,9 25,3 17,2 50,8 18,0
Desvío estándar 40,1 34,6 28,9 28,0 19,9
Máximo 100,0 100,0 76,5 88,9 67,2
Mínimo 0,0 0,0 0,0 0,1 0,0

1 No incluidos en ítem 1
2 No incluye serv. audiovisuales

El Cuadro 2.2. presenta el grado de apertura de los compro-


misos tomados, calculados como la suma de los ponderados
sobre el total máximo posible. Un valor de 4 significaría que
la liberalización fue total.
Se observa que salvo en el sector financiero (donde el coefi-
ciente fue 2.3), la Argentina firmó casi sin restricciones. Se de-
be tener en cuenta que en todos los casos lo negociados para
el modo de provisión cuatro (presencia de personas) el coefi-
ciente de apertura adoptado fue de 0.5 debido a la existencia
de restricciones horizontales.
La segunda parte del Cuadro 2.2. muestra la distribución de
frecuencias de los compromisos negociados. Se observa que
el 73% de los compromisos negociados por la Argentina se
encuentran en la cola de la distribución que representa mayor
liberalización (un valor de cuatro significa la adhesión a la lis-
ta positiva sin ningún tipo de excepción), superando incluso
al promedio de la OECD cuya participación en el rango de
mayor apertura es de 66%.

Cuadro 2.2. Negociaciones por Acceso de Mercado en el


GATS. Promedio del grado de apertura de lo negociado
por sector y país, 1994.

Rama de servicios Argentina Brasil Chile Promedio Promedio


OECD A. Latina
1. Serv. comerciales 3,5 1,2 1,4 3,2 2,3
2. Comunicaciones 3,5 2,5 2,0 3,2 2,4
3. Construcción 3,5 1,5 0,0 3,2 2,5
4. Distribución 3,5 1,8 0,0 3,1 2,3
5. Educativos 0,0 0,0 0,0 2,8 1,3
6. Ambientales 0,0 0,0 0,0 3,2 0,5
7. Financieros 2,3 0,7 1,5 2,3 1,6
8. Sociales y de Salud1 0,0 0,0 0,0 2,6 2,7
9. Turísticos 3,5 1,5 3,5 3,2 2,6
10. Recreativos, culturales
y deportivos2 0,0 0,0 0,0 3,3 3,1
11. Transporte 0,0 1,3 2,0 3,1 2,8
12. Otros 0,0 0,0 0,0 3,3 0,0
Promedio aritmético 3,3 1,5 2,1 3,0 2,2
Desvío estándar 0,5 0,6 0,9 0,3 0,7
Máximo 3,5 2,5 3,5 3,3 3,1
Mínimo 2,3 0,7 1,4 2,3 0,5

64
Tópicos de Economía Internacional

Frecuencia compromisos negociados


Rango [0-1] 5,77% 48,7% 14,29 3,04% 17,45%
(3) (19) (5) (2,2) (5,2)
Rango (1-2] 0 46,15 74,29 14,92% 35,23%
(18) (26) (10,8) (10,5)
Rango (2-3] 21,15% 5,13% 2,86% 29,83% 17,79%
(11) (2) (1) (21,6) (5,3)
Rango (3-4] 73,08% 0 8,57% 66,30% 29,53%
(38) (3) (48) (8,8)
Total compromisos
negociados 52 39 35 82,6 29,8
Total compromisos
NO negociados 103 116 120 72,4 125,2
Total compromisos
Lista GATS 155 155 155 155 155

1 No incluidos en ítem 1
2 No incluye serv. audiovisuales

El comportamiento de la Argentina en la negociación del


GATS fue diametralmente opuesto al de otros países impor-
tantes de la región, Brasil y Chile. Esta situación se ilustra con
la forma de la distribución que surge del cuadro, mientras la
Argentina concentra el 94% de los compromisos negociados
con un grado de apertura mayor a 2, Brasil y Chile firmaron
sus compromisos con gran cantidad de excepciones, 95% y
89% caen dentro del rango de hasta 2, respectivamente.

Fuente: Julio Berlinski y Carlos A Romero, “Las concesiones


de Argentina, Brasil y Chile en el GATS y la competitividad in-
ternacional de Argentina”, trabajo presentado en el Congreso
Anual de la Asociación Argentina de Economía Política, Bue-
nos Aires, noviembre de 2001.

LOW, P. y MATTOO, A. (2000), “¿Existe una mejor vía? Enfoques FEKETEKUTY, G.


(1999), “Trade in
Alternativos para la Liberalización bajo el GATS”, en: M. OLA-
Services: Bringing
RREAGA y R. ROCHA (compiladores), La Nueva Agenda del Co- Services into the Multilate-
mercio en la OMC, Centro Editorial Universidad del Rosario, ral Trading System”, en:
Bogotá. BHAGWATI J. y M. HIRSCH,
The Uruguay Round and
Beyond: Essays in honor of
STEPHENSON S. M. (2001), “Servicios”, en: SALAZAR-XIRINACHS, Arthur Dunkel, The Univer-
J. M. y M. ROBERT (editores), Hacia el Libre Comercio en las sity of Michigan Press.
Américas, Brookings Institution Press, Washington DC.
PRIETO, F. (2000), “The
GATS, Subregional Agree-
Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, en: www.wto.org ments, and the FTAA: How
Much is Left to Be Done?”,
en: STEPHENSON, S. (ed.),
Services Trade in the Wes-
4. tern Hemisphere, Broo-
El GATS kings-GS/OAS.
Lea el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios, al que se
puede acceder a través de la página de la OMC: www.wto.org
En base a esta lectura:

65
Universidad Virtual de Quilmes

a. Describa su estructura (Partes, Artículos y Anexos).


b. Especifique qué artículos le parecen más relevantes desde
el punto de vista de la liberalización del comercio servi-
cios y explique por qué.

5.
Los compromisos sectoriales de Argentina en el GATS
A partir de la información sobre los compromisos sectoriales
de la Argentina en el GATS, suministrada por la sección Legal
Texts and Commitments de la página: http://gats-info.eu.int,
analice:
a. ¿En qué sectores Argentina consolidó compromisos ante el
GATS?
b. ¿En qué sectores Argentina no consolidó compromisos an-
te el GATS?
c. Elija un sector en el que haya suscripto compromisos y
detalle (en término de subsectores, si es necesario) cuáles
fueron los compromisos asumidos en materia de acceso a
mercados y trato nacional para los cuatro modos de provi-
sión.
d. ¿Cuáles son los compromisos horizontales asumidos por
Argentina?

Para realizar esta actividad, puede ser útil leer previamente la


Guía para la Lectura de las Listas de Compromisos Específicos
y de las Listas de Exenciones del Artículo II (NMF), a la que
se puede acceder en la página de la OMC: www.wto.org

66
3
Los Derechos de Propiedad Intelectual

Objetivos
1. Familiarizar al estudiante con la problemática económica de los derechos
de propiedad intelectual identificando los costos y beneficios de su pro-
tección.
2. Introducir al estudiante al debate en torno a las formas y conveniencia de
proteger la propiedad intelectual.
3. Familiarizar al estudiante con el Acuerdo TRIPS, sus principios, alcance y
principales compromisos.

3.1. Introducción al análisis de los Derechos de


Propiedad Intelectual

3.1.1. El concepto de Propiedad Intelectual

Los derechos de propiedad intelectual (DPI) son un tipo particular de dere-


cho de propiedad que se define sobre algunos activos intangibles asociados
con la inventiva y la creatividad humana. La propiedad intelectual comparte
muchas de las características asociadas a los activos en general, como que
pueden venderse, comprarse, licenciarse o intercambiarse. Una de sus pe-
culiaridades, sin embargo, es que se trata de un activo intangible, por lo que
no puede distinguirse o definirse por sus atributos físicos. Para que un dere-
cho de propiedad intelectual pueda hacerse efectivo debe poder expresarse
a través de algún medio identificable, como un disco compacto, papel, etc.
Las diferentes formas de DPI, en particular las patentes, se relacionan ín-
timamente con los procesos de innovación que constituyen el motor del cre-
cimiento económico. Por cierto, parte de la reciente literatura sobre creci-
miento endógeno considera a los DPI como un elemento clave en la
explicación del desarrollo de los países industrializados. Las preocupacio-
nes económicas centrales en torno a los DPI incluyen el modo y el grado de
protección que debe brindarse a los autores y creadores de innovaciones,
teniendo en cuenta los trade-offs que involucra cada alternativa.

3.1.2. Diferentes formas de propiedad intelectual

Las invenciones protegidas por ley pueden clasificarse en cuatro tipos bási-
cos a los que nos referimos colectivamente como “derechos de propiedad
intelectual”. Estos cuatro tipos básicos son: (1) las patentes, (2) las marcas
comerciales (trademarks), (3) los copyrights y (4) los secretos comerciales o
industriales. Si bien las formas de protección han evolucionado con el tiem-

67
Universidad Virtual de Quilmes

po, todas comparten un principio común: otorgar prioridad o exclusividad en


la explotación económica de una invención a su creador.

Patentes
Las patentes son tal vez la forma más representativa de los DPI. Típicamen-
te son expedidas por una agencia gubernamental luego de una evaluación y
aplicación exitosa. Una patente puede concebirse como un contrato entre la
sociedad como un todo y un inventor individual. Bajo los términos de este
contrato se garantiza al inventor un derecho exclusivo a prevenir el uso, ex-
plotación o venta de la invención patentada durante un determinado perío-
do, en compensación por revelar los detalles de dicha invención.
De esta manera, la patente brinda una recompensa al inventor por el
tiempo, dinero y esfuerzo invertidos en la investigación. Su valor es directa-
mente proporcional a la duración de los derechos exclusivos. Si bien las pa-
tentes han provocado intensos debates en torno a su contribución a la pro-
moción de la investigación, existe cierto consenso sobre algunos efectos
positivos. En primer lugar, una vez patentada una invención existen estímu-
los potenciales a nuevas investigaciones que compitan con aquellas paten-
tadas. Por otra parte, la duración limitada de la patente estimula una comer-
cialización rápida de la invención y la pone a disposición del público en un
plazo no muy extenso. Las patentes también permiten el intercambio de in-
formación entre grupos de investigación, ayudan a evitar la duplicación de in-
vestigaciones e incrementan el stock de conocimiento público. Estas cues-
tiones se profundizarán en las secciones siguientes.

¿Qué puede patentarse?


El artículo 27 del acuerdo TRIP (véase sección 3.4.) establece que todos los paí-
ses miembros deberán proveer patentes a cualquier invención, ya sea un produc-
to o un proceso, “siempre que sea nuevo, signifique un avance innovativo y ten-
ga aplicación industrial”. En otras palabras, la innovación debe satisfacer tres
criterios básicos: originalidad, utilidad y no-obviedad.
El criterio de originalidad implica que la innovación no debe formar parte de
una invención previa o del conocimiento común. El punto importante es que sea
“nuevo” para el público. En este sentido, un determinado conocimiento que ha
sido utilizado previamente, pero ha sido mantenido en secreto, es factible de ser
patentado.
El criterio de utilidad supone que la innovación debe tener alguna aplicación
práctica. No obstante, a pesar del énfasis en este tema existe cierta ambigüedad
con respecto al significado del término “útil”. Por eso, algunos países utilizan el
concepto de “aplicabilidad industrial”.
Por último, la invención debe no ser obvia. Esta exigencia evita que un indi-
viduo obtenga protección por algo que es una mera extensión o variación trivial
de un producto o proceso patentado. Generalmente, el test de “no-obviedad” se
basa en el juicio de una persona calificada en la materia específica de la inven-
ción.
En general, el sistema de patentes no incentiva el patentamiento de procesos,
dadas las dificultades de enforcement que ello supondría. En efecto, el control
correspondiente es dificultado por problemas de información asimétrica en torno
a las etapas seguidas en la fabricación de un producto y por la existencia de múl-
tiples variantes de un mismo proceso. Este problema es particularmente serio en
industrias como la farmacéutica, donde durante mucho tiempo muchos países só-

68
Tópicos de Economía Internacional

lo permitieron el patentamiento de los procesos pero no de los productos. Por


esta razón, en los últimos años muchos países han cambiado el énfasis del paten-
tamiento desde los procesos hacia los productos. Esta tendencia se ha visto refor-
zada por el acuerdo TRIP, que establece que todos los miembros de la OMC de-
berán actualizar sus legislaciones antes de enero de 2005 a fin de proveer
protección completa a productos.
Además de proteger invenciones “útiles” (tradicionalmente aparatos, composi-
ciones químicas y procesos) algunos países han extendido el alcance de las paten-
tes a diseños industriales ornamentales, bajo una forma de protección llamada de-
sign patent en EEUU o design model en los países europeos. Por otra parte,
algunos países como EEUU permiten patentar seres vivos (como los varietales de
plantas).

Marcas comerciales
Las marcas comerciales tienen como objetivo principal identificar las fuen-
tes de los bienes y servicios que consumimos. De esta manera, el productor
o proveedor se asegura cierto poder de mercado. A la vez, muchas marcas
comerciales simbolizan la calidad de los bienes y servicios que se utilizan
en la producción del producto en cuestión. La mayoría de las marcas consis-
ten en palabras, pero también pueden expresarse a través de símbolos, lo-
gos, sonidos, diseños, o incluso configuraciones distinguibles pero no fun-
cionales en los productos.
Los registros de marcas comerciales otorgan derecho a su explotación
por un período finito de tiempo, aunque la duración varía de manera impor-
tante entre países. Sin embargo, pueden renovarse indefinidamente en tan-
to sean utilizadas por sus dueños. El dueño de una marca puede evitar que
otros utilicen marcas similares si es alta la probabilidad de confundir al con-
sumidor. Para determinar si dos marcas son suficientemente similares como
para provocar confusión se debe realizar un análisis de múltiples factores,
como si hacen referencia a productos similares o no, si se comercian o pu-
blicitan por canales similares, etc.
Como en otras áreas de la propiedad intelectual, la legislación que regu-
la el uso de marcas de bienes y servicios tiene un origen nacional, pero de-
be ser compatible con las disposiciones del acuerdo TRIP al que nos referi-
remos más adelante. Algunos países garantizan los derechos de propiedad
a la primera persona que utiliza la marca mientras que otros lo hacen con la
primera que la registra en su país.
La mayoría de los países exige como mínimo para registrar una marca
que ésta sea distinguible, es decir, que sea capaz de diferenciar los bienes
o servicios de su propietario de cualquier otro. De acuerdo a la capacidad
distintiva de una marca podemos clasificarlas en: descriptivas, sugestivas,
arbitrarias y de fantasía (fanciful mark).
Las marcas que describen el propósito, la función, características físicas
o el uso final de un producto se denominan “descriptivas”. Ejemplos de mar-
cas descriptivas son “Telefónica” para el servicio de telefonía o “Internet Ex-
plorer” para un navegador web. Un término descriptivo puede no aceptarse
como marca comercial si se considera que no tiene poder de identificación
para un producto particular. Sin embargo, algunas marcas que utilizan nom-
bres muy generales alcanzan un alto nivel de distinción a través de ventas o
anuncios muy extendidos. En este caso se dice que la marca alcanzó un
“significado secundario” (“secondary meaning”).

69
Universidad Virtual de Quilmes

En contraste con las marcas descriptivas, las marcas “sugestivas” no


describen inmediatamente lo que el producto hace sino que estimulan el
pensamiento, la percepción o la imaginación para llegar a una conclusión so-
bre la naturaleza del producto. Un ejemplo de marca sugestiva es “Word”
para un procesador de textos.
Las marcas “arbitrarias” son palabras o símbolos de uso común que, al
utilizarse sobre un bien particular, no describen ni sugieren la calidad o na-
turaleza del producto. Ejemplos de marcas arbitrarias son “Apple” para com-
putadoras o “Dove” para jabones. Al igual que las marcas sugestivas, las
marcas arbitrarias son inherentemente distintivas y no necesita probarse un
“significado secundario” para poder registrarse.
Las marcas de fantasía son las que tienen el mayor poder de identifica-
ción. Las marcas de fantasía son palabras o símbolos inventados con el úni-
co propósito de actuar como marcas. Algunos ejemplos son: “Exxon” para
combustibles, “Kodak” para películas fotográficas y “Xerox” para máquinas
de fotocopiado. En general, las marcas de fantasía poseen el grado más am-
plio de protección.

Copyright
Un copyright es el derecho exclusivo a reproducir un trabajo original en cualquier
medio tangible de expresión, a preparar nuevos trabajos basados en la obra ori-
ginal o a reproducir y exhibir esa obra en el caso de piezas musicales, teatrales,
etc. La protección de un copyright se extiende a la visión o expresión de un au-
tor particular sobre una determinada idea, procedimiento, método, etc.
El acuerdo TRIP establece un mínimo de tiempo para la duración de un
derecho de autor. En el caso de las personas el término es la vida del autor
más 50 años. En el caso de una entidad corporativa se extiende por 50
años desde el año calendario de su publicación.
El derecho de exclusividad que otorga un copyright no excluye que otras
personas hagan un “uso justo” de la obra. Por uso justo se entiende realizar
una crítica, comentario, reporte, enseñanza o investigación académica. Para
discernir si el uso de la obra por un tercero es un “uso justo” generalmente
se consideran factores tales como la naturaleza de la obra, la extensión de
la parte copiada y el impacto de la copia en el valor comercial de la obra.
Para gozar de protección la obra en cuestión debe ser una obra original
corporizada en algún medio tangible de expresión. Entre los diferentes traba-
jos comprendidos en la definición figuran: obras literarias, software, piezas
musicales y dramáticas, pinturas y esculturas, material audiovisual y graba-
ciones sonoras. Las legislaciones de algunos países no limitan el tipo o for-
ma de los trabajos precisamente porque los autores inventan permanente-
mente nuevas formas de expresión.
El test de originalidad de una obra consta usualmente de dos partes. En
primer lugar se verifica que no haya sido copiada de otro autor. En segundo
lugar, la obra debe contener suficiente “cantidad” de originalidad de modo
de no ser considerada trivial.

Secretos comerciales
Los secretos comerciales comprenden cualquier información que una firma
posea (incluyendo fórmulas, métodos, técnicas, etc.) y que le confiera algu-
na ventaja sobre sus competidores (que no tienen acceso a ella). El ejemplo
más famoso de secreto comercial es la fórmula de Coca-Cola. A diferencia

70
Tópicos de Economía Internacional

de las demás formas de propiedad intelectual, los secretos comerciales no


se patentan. En cambio, los sistemas judiciales de cada país determinan
una serie de condiciones para obtener protección. En caso de obtener pro-
tección, la empresa puede penalizar el descubrimiento del secreto por me-
dios inapropiados, pero no su descubrimiento independiente o por “ingenie-
ría inversa”. En este último caso todavía existe la posibilidad de mantener el
secreto a través de un acuerdo privado (y confidencial) entre las partes.
La protección de secretos comerciales se reglamenta en el artículo 39 WIPO, Intellectual
del acuerdo TRIP para los países miembros de la OMC. El requisito general Property Hand-
que se estipula es que la firma haya realizado esfuerzos razonables para book: Policy, Law and
Use, Capítulo 2, Disponi-
mantener el secreto. En particular, si la información que contiene el secreto
ble en www.wipo.org
es accesible a través de algún medio legítimo, dicho secreto no es elegible
para ser protegido. HEFTER LAURENCE, R. y LI-
TOWITZ, R. D. (2001),
“What is Intellectual Pro-
perty?”, U.S. Department of
3.2. El análisis económico de los DPI State Publications.

MOSCHINI G. (2001), “Pa-


3.2.1. La justificación económica de los DPI tents and other Intellectual
Property Rights”, Iowa Sta-
Existen dos justificaciones diferentes, pero relacionadas, de los DPI. Desde te University Working Pa-
per 01-WP 275.
la primera perspectiva los DPI pueden ser considerados como un sistema
de recompensas. Si luego de un determinado esfuerzo alguien crea algo de
valor, debe recibir una compensación justa por los resultados de su esfuer-
zo. En este sentido, es secundario si su creación corresponde a un activo
tangible (como una tonelada de trigo) o intangible (como un nuevo método
para obtener una tonelada de trigo). Alternativamente, los DPI pueden ser
vistos como un sistema de incentivos y estímulos a la investigación: sin un
correcto sistema de DPI muchas investigaciones no serían llevadas a cabo.
De alguna manera, estas racionalizaciones de los DPI se aproximan al fe-
nómeno desde diferentes perspectivas temporales. Considerar los DPI como
un sistema de recompensas se corresponde con una lógica ex post (una vez
que la innovación ha sido realizada), mientras que el argumento de los in-
centivos se corresponde con una postura ex ante (cuando la innovación es
todavía un proyecto).
La literatura moderna sobre DPI se concentra en el rol de los incentivos,
el más importante desde un punto de vista económico. El análisis económi-
co enfatiza el contenido de información del conocimiento y las innovaciones.
La información, por su parte, es un tipo particular de bien que comparte al-
guna de las características de los bienes públicos.

3.2.2. El papel de las fallas de mercado

Los mecanismos de mercado llevan bajo ciertas condiciones a una asigna-


ción óptima de los recursos. Cuando hay fallas en el funcionamiento de es-
tos mercados, existe un caso a favor de la intervención de las autoridades
públicas. En efecto, cuando hay fallas de mercado el beneficio marginal que
recibe un productor privado por la provisión del bien o servicio podría diferir
del que recibe la sociedad en su conjunto (de la que él forma parte). Como
veremos, el conocimiento comparte algunas de las características asocia-
das a los “bienes públicos”, lo que hace difícil que su producción se rija so-
lamente por los mecanismos de mercado.

71
Universidad Virtual de Quilmes

La definición de bienes públicos alude a dos propiedades: (1) la no-rivali-


dad en el consumo y (2) la imposibilidad de impedir su consumo una vez
que el bien o servicio se provee (no-exclusión). Se dice que un bien es no-ri-
val cuando, una vez que ha sido provisto, el costo adicional de que un nue-
vo individuo lo consuma es cero. Es decir, su consumo por parte de un indi-
viduo no impide que otros individuos lo consuman simultáneamente. Por
ejemplo, el uso de una determinada fórmula matemática por parte del indivi-
duo A no impide que la misma fórmula pueda ser utilizada por otro individuo
B. Por otra parte, no siempre puede exigirse el pago de un precio positivo
por el consumo de un determinado bien (por razones económicas o tecnoló-
gicas). En este sentido, se dice que el consumo de un bien es “no-excluible”
cuando es imposible o muy costoso impedir que alguien lo consuma aunque
no esté dispuesto a pagar por él. Un ejemplo de bien público es un faro.
Una vez que el faro ha sido puesto en funcionamiento, el costo de que una
nueva embarcación lo utilice como guía es cero. Además, no existe una ma-
nera fácil de cobrar por los servicios que su luz ofrece a las embarcaciones.
De acuerdo a las dos dimensiones señaladas podemos hacer una clasifica-
ción de bienes y servicios como muestra el Cuadro 3.1.

Rival No Rival
Excluible Bienes Privados Bienes Mixtos
No Excluible Bienes Mixtos Bienes Públicos

La clasificación de bienes públicos no es absoluta. Depende de las condicio-


nes de mercado y del estado de la tecnología. La sala de lectura de una bi-
blioteca es un bien público siempre y cuando la ocupen pocas personas. Pe-
ro a medida que el número de lectores crece, el congestionamiento
comienza a ser un impedimento para todos. La misma “cantidad” de sala de
lectura es consumida por cada lector, pero su calidad decae con el número
de personas. En ese momento el criterio de no-rivalidad ya no se satisface.
Por eso en muchos casos es útil hablar de grado en relación al concepto de
bien público. En rigor, no hay demasiados ejemplos de bienes públicos pu-
ros.
Todas las formas de conocimiento comparten una característica común:
la no-rivalidad en el consumo. Independientemente de cuán costoso fue pro-
ducir un determinado conocimiento por primera vez, su reproducción se rea-
liza en general a un costo muy bajo. Como resultado, las innovaciones son
muy vulnerables a la copia y a la imitación. Una implicancia inmediata de es-
ta propiedad fundamental del conocimiento es que su producción y asigna-
ción no puede estar gobernada exclusivamente por las fuerzas de mercado.
Como dijimos, una vez alcanzado un determinado producto del conocimien-
to, el costo marginal de proveerlo es cero. En consecuencia el precio por su
utilización en un mercado competitivo debería ser cero. En tal caso, la crea-
ción de conocimiento no podría estar motivada por el deseo de obtener be-
neficios privados. Por lo tanto, para que se produzca conocimiento debe
cumplirse o bien que su precio de venta supere su costo marginal o bien
que su desarrollo no esté gobernado por fuerzas de mercado. En cualquier
caso debemos apartarnos del tradicional modelo competitivo de mercado.
Sin embargo, el conocimiento es muy heterogéneo en cuanto a la segun-
da dimensión que mencionamos: la no-exclusión. Dejando de lado los dere-

72
Tópicos de Economía Internacional

chos de propiedad, el grado en que puede impedirse el consumo de conoci-


miento depende de su naturaleza particular. La fórmula de Coca-Cola es lo
suficientemente compleja como para que permanezca en secreto, impidien-
do que terceros la exploten comercialmente. Por otra parte, la tecnología pa-
ra grabar un programa de televisión es lo suficientemente sencilla como pa-
ra que los realizadores de un determinado programa impidan que los
televidentes realicen grabaciones de sus realizaciones (y del “conocimiento”
que contienen). El grado en que el consumo de un determinado conocimien-
to es excluible tiene una influencia decisiva en torno a cuánto se distancia
su producción del modelo competitivo. Si un tipo de conocimiento es entera-
mente no-excluible no podrá haber beneficio económico en su desarrollo. Si
en cambio es factible impedir su consumo, entonces los productores podrán
licenciarlo y cobrar un precio positivo por su utilización de manera de obte-
ner beneficios por su esfuerzo.
Para la mayoría de las formas de conocimiento el grado de exclusión no
es perfecto. Por ello, en general se considera al conocimiento como un bien
público “impuro”. Como explicamos más arriba, si dejásemos la producción
de conocimiento librada a las fuerzas de mercado simplemente, su produc-
ción sería inferior a la socialmente deseable. Para hacer frente a esta “falla”
de mercado se ha diseñado un sistema legal que, en términos generales,
denominamos “Derechos de Propiedad Intelectual”. Un sistema de dere-
chos de propiedad intelectual bien definido (e implementable) para nuevos
descubrimientos puede ayudar a resolver la externalidad y la falla de merca-
do que esta externalidad provoca.
Si bien el método de establecer DPI funciona bien en teoría, en el mundo
real los DPI (como las patentes y los copyrights) también tienen un costo pa-
ra la sociedad: representan lo que llamamos soluciones de “segundo mejor”
vis a vis la solución de mercado competitivo. Para decidir en qué casos esta-
blecer un derecho de propiedad sobre un determinado conocimiento mejora
la situación de la sociedad debemos realizar un análisis que incluya estos
costos.

3.2.3. Los costos y beneficios de los DPI

Las patentes son tal vez la forma más representativa de DPI. A través de es-
te instrumento podemos realizar un análisis económico de los DPI. Recorde-
mos que una patente confiere a su tenedor el derecho a evitar que otros
produzcan, utilicen o vendan un determinado producto o proceso por un pe-
ríodo finito de tiempo. La expresión “derecho a evitar” tiene aquí una impor-
tancia crítica. Una patente no es condición necesaria para gozar del derecho
a producir, utilizar o vender algo, y tampoco es condición suficiente para ob-
tenerlo (ya que puede existir una norma o regulación gubernamental que pro-
híba la utilización del producto patentado). Habiendo entendido esto, desde
una perspectiva económica el premio que una patente otorga es el derecho
a ser el monopolista de una innovación por un determinado tiempo.
Supongamos que una firma obtiene una patente por un nuevo producto,
que puede ser manufacturado a un costo c constante. Para hacer sencillo
el análisis supongamos que la patente expira luego de un período, duran-
te el cual la demanda del producto es D(p), siendo p el precio del produc-
to. La demanda puede provenir de los consumidores si la innovación es un
producto final, o de otras firmas si es un insumo intermedio o un proceso.

73
Universidad Virtual de Quilmes

Podemos asumir que si p es lo suficientemente alto, nadie demandará el


producto. Llamemos p el precio tal que la demanda D(p) se vuelva cero
para todo precio p mayor que p . Para hacer el problema relevante, supo-
nemos que c< p . Para precios menores a p la demanda del producto es
positiva, tanto menor cuanto menor sea el precio. Es decir, D(p)>0 y
D´(p)<0 para todo p menor a p . La eficiencia ex post exige que el precio
del nuevo producto iguale a su costo marginal, o sea p=c. Sin embargo,
este resultado que se alcanzaría a través de un mercado competitivo no
sería óptimo para la firma que obtuvo la patente. Con p=c la firma no ob-
tiene beneficios. Para cualquier precio mayor o igual a p , la firma tampo-
co obtendría beneficios positivos, porque a ese precio no existe demanda.
En consecuencia, existirá al menos un precio p*, que satisface p<p*< p , y
que maximiza el beneficio de la firma innovadora.
Si bien este precio es óptimo desde el punto de vista de la firma, la can-
tidad vendida en el mercado será ineficientemente baja desde un punto de
vista social (es decir D(p*)<D(c) ). En este punto nos enfrentamos con el tra-
de-off fundamental de cualquier sistema de DPI: el que surge de balancear
los beneficios de estimular innovaciones adicionales y los costos de limitar
la provisión competitiva de algunos bienes y servicios. Desde un punto de
vista ex post, el monopolio es malo para la sociedad porque restringe el ac-
ceso a nuevos productos y servicios vis a vis el sistema competitivo. Pero
desde un punto de vista ex ante, el control monopólico de la innovación pue-
de ser un poderoso estímulo para las actividades de investigación y desarro-
llo (I&D). Probablemente, lo suficientemente poderoso como para que se
realicen innovaciones que no se llevarían a cabo en su ausencia.

3.2.4. El alcance de la protección de las patentes

La discusión anterior ilustra una de las preguntas fundamentales que afectan


a los DPI en el mundo real: ¿cuál es el grado óptimo de protección de los de-
rechos de propiedad intelectual? En el caso específico de las patentes la
cuestión se resume en la duración óptima de los derechos de exclusividad y
en su alcance específico. Para un alcance determinado, mayor duración impli-
ca mayores beneficios esperados. Por ello, para un alcance determinado, la
duración óptima desde el punto de vista de la sociedad es aquella suficiente-
mente extensa como para que se lleve a cabo la innovación (y no más). Una
conclusión inmediata de esta consideración es que la duración de una paten-
te debería ser “específica a la innovación”, por lo que la duración estándar de
20 años establecida en el TRIP habrá de ser sub-óptima en muchos casos.
Una duración uniforme como aquélla tendría dos efectos indeseables. En pri-
mer lugar, brindaría demasiada protección para innovaciones “fáciles” (aque-
llas que se habrían llevado a cabo incluso con una protección menos exten-
sa), creando innecesarias pérdidas de eficiencia. En segundo lugar, brindaría
una protección insuficiente para las innovaciones “difíciles”, por lo que algu-
nos proyectos socialmente deseables no se llevarían a cabo.
Claramente, incrementar el número de productos sobre los cuales la pa-
tente brinda protección (el alcance de la patente) eleva los beneficios espe-
rados de la misma. Pero a diferencia de la duración, el alcance de la paten-
te es hasta cierto punto una variable endógena ya que depende de la
decisión del innovador. Además, es un aspecto sobre el cual la oficina de pa-
tentes tiene alguna discreción. Entonces, ¿cuál es el alcance óptimo? La

74
Tópicos de Economía Internacional

“teoría de la exploración” (prospect theory) en lo que hace a patentes sostie-


ne que el alcance debe ser amplio en general. Su argumento utiliza una ana-
logía con los derechos de exploración de las compañías mineras. Según es-
ta visión, garantizando derechos exclusivos sobre las innovaciones que se
deriven de la invención en cuestión se lograría una eficiente explotación de
la invención. Pero no siempre es cierto que mayor alcance llevará necesaria-
mente a más investigación. El problema con este argumento es que, ex an-
te, un inventor potencial debe tener en cuenta la posibilidad de inventar algo
que infrinja una patente existente. Mientras más amplia sea una patente,
mayor será la probabilidad de incurrir en ese tipo de infracción, lo que podría
de hecho desestimular inversiones en I&D.
En cualquier caso, es cierto que existe un cierto grado de sustitución en-
tre el alcance de una patente y su duración, y que este grado de sustitución
dependerá de la naturaleza de la innovación. Por lo tanto, las conclusiones
a que arribemos sobre la duración y el alcance óptimo de una patente de-
penderán de la manera en que se modele el proceso de innovación. La preo-
cupación por patentes excesivamente amplias es frecuente, particularmente
en áreas de investigación reciente como la biotecnología.

Box 3.1
Las Patentes Farmacéuticas y Los Países en Desarrollo

El debate acerca de la protección de las patentes farmacéuti-


cas en los países en desarrollo ha suscitado un creciente inte-
rés en los últimos años. Existen posiciones encontradas en
cuanto a los efectos sobre el bienestar derivados de la imple-
mentación de un sistema de patentes farmacéuticas para los
países de menor desarrollo.
En los países industrializados existe cierto consenso en que la
protección vigorosa de las patentes para productos farmacéu-
ticos impulsa el progreso de la medicina al proveer incentivos
económicos para la innovación. Sin el respeto internacional
por las patentes farmacéuticas, las innovaciones médicas se
verían afectadas. Un estudio sobre 12 industrias realizado por
Edwin Mansfield de la Universidad de Pennsylvania estima
que 65% de los productos farmacéuticos no habrían sido crea-
dos sin una protección adecuada de patentes. Este resultado
ilustra cuán importante es la protección de la propiedad inte-
lectual para la industria farmacéutica.
La razón fundamental por la cual el progreso farmacéutico de-
pende de que se proteja la propiedad intelectual es el enorme
costo del desarrollo de un fármaco. La creación de un nuevo
medicamento cuesta, en promedio, US$ 500 millones. Tal vez
en ninguna otra industria un producto que cuesta tanto descu-
brir y desarrollar pueda ser copiado o sometido a ingeniería
inversa a un precio tan bajo, de tan sólo una pequeña frac-
ción de los costos de investigación y desarrollo invertidos por
el innovador. Sin una fuerte protección de las patentes, las
empresas farmacéuticas quizá no podrían atraer la inversión
necesaria para esas costosas investigaciones de alto riesgo.

75
Universidad Virtual de Quilmes

Sin embargo, para los países en desarrollo la cuestión no es


tan clara. Según algunos analistas (y los propios laboratorios),
la protección de patentes es muy importante para el bienestar
de las naciones en desarrollo. Un vigoroso régimen de paten-
tes farmacéuticas podría estimular la investigación y desarrollo
en la industria farmacéutica local, atrayendo inversión extran-
jera, fomentando la transferencia de tecnología, y creando
empleos en un sector de alta tecnología. Además, se alega, la
protección de la propiedad intelectual hace una aportación al
progreso humano que va más allá de la economía. En primer
lugar, la protección de patentes para productos farmacéuticos
garantiza la disponibilidad de fármacos modernos para el me-
joramiento de la salud. Por otra parte, al ofrecer un estímulo
al desarrollo de nuevas medicinas, la protección de las paten-
tes mejora la salud y reduce el costo económico y humano de
la enfermedad. En particular, los fármacos desarrollados me-
diante la I&D local pueden ser especialmente importantes pa-
ra las enfermedades transmisibles autóctonas. Los propulsores
de los DPI en la industria farmacéutica se apoyan en un indi-
cador que cuantifica los años perdidos por cada 1.000 habi-
tantes a causa de enfermedades (llamado AVAI: Años de Vida
Ajustados por Incapacidad). En los países en desarrollo, el nú-
mero de años perdidos por enfermedades transmisibles es
mucho mayor que en los Estados Unidos, Europa y Japón. Por
ejemplo, en América Latina se pierden 99 años por cada 1.000
habitantes a causa de enfermedades contagiosas, frente a sólo
15 en los Estados Unidos, Europa y Japón.
Para otros autores, sin embargo, en el caso de los países en
desarrollo la relación entre protección de patentes e inversión
en la industria farmacéutica no es tan evidente. Mucho menos
evidente es, asimismo, su efecto neto positivo sobre el bienes-
tar humano. En primer lugar, la evidencia muestra que las in-
versiones en sectores de alta tecnología no dependen sola-
mente de los DPI sino de un conjunto más amplio de variables
que configuran un determinado clima de inversión. En segun-
do lugar, las firmas pueden reemplazar los flujos de comercio
por IED en casos donde la protección de los DPI son débiles,
buscando mantener un control más directo sobre su propie-
dad. En este último caso, un acuerdo como TRIPS puede po-
tencialmente disminuir los incentivos para la IED en sectores
intensivos en I&D en el margen. Por otra parte, algunos auto-
res no tienen opiniones tan negativas respecto de la imitación,
ya que la ven como un sustituto de la transferencia de tecno-
logía a través de medios formales. Para otros, la decisión de
transferir y licenciar tecnología depende en mayor medida de
la fuerza legal del acuerdo de licencia y de la capacidad del re-
ceptor de asimilar esa tecnología que de la rigurosidad del ré-
gimen de DPI. Desde el punto de vista del bienestar, la trans-
ferencia de rentas desde el sur hacia el norte que implica la
introducción de un sistema de patentes farmacéuticas (pérdi-
das estáticas), podrían más que compensar los beneficios deri-
vados de eventuales nuevas inversiones (ganancias dinámicas).

76
Tópicos de Economía Internacional

A pesar de que la evidencia no es concluyente, existen indi-


cios de que los países que dieron más vigor a la protección
de patentes de productos farmacéuticos han visto un creci-
miento en su industria farmacéutica nacional. En 1996 Brasil
adoptó una legislación muy eficaz sobre patentes. Desde en-
tonces, ese país ha ganado entre US$ 1.7 mil millones y US$
2.2 mil millones en nuevas inversiones destinadas a industrias
de alta tecnología, concentradas en particular en el sector far-
macéutico. En Japón, donde antes de 1978 no había protec-
ción para las patentes farmacéuticas, se ha registrado también
un aumento considerable de la inversión estadounidense en
I&D para el ramo farmacéutico, la cual pasó de US$ 135,8 mi-
llones en 1985 a US$ 505,5 millones en 1994. México es otro
ejemplo de los potenciales beneficios de la protección de pa-
tentes farmacéuticas para atraer inversiones. México fortaleció
la protección de esas patentes en 1991. Como consecuencia,
la inversión, tanto en I&D como en instalaciones farmacéuti-
cas, aumentó de un total de US$ 41 millones en 1990 a US$
103 millones, tan sólo tres años después.

Fuentes:

MOSSINGHOFF, G. J. (2001), “Progress In The Pharmaceutical


Industry”, U.S. Departrment of State Publications.

PRIMO BRAGA C. A. (1996), “Trade Related Intellectual Pro-


perty Issues”, en: The Uruguay Round and the Developing
Countries, editado por Martin W. y Winters A.

NOGUÉS, J. (1993), “Social Costs and Benefits of Introducing


Patent Protection for Pharmaceutical Drugs in Developing
Countries”, en: The Developing Economies, Vol 31, Núm 1.

3.2.5. El incentivo para conceder licencias

En los apartados anteriores consideramos la posibilidad de que una empre-


sa innovadora disfrute de los beneficios de una patente propia. No obstan-
te, existe también la posibilidad de que la empresa disfrute de los benefi-
cios indirectamente, licenciando el uso de la innovación.
Podemos distinguir dos tipos de licencias. En primer lugar, un investiga-
dor independiente puede ser incapaz de explotar una patente y por tanto
puede autorizar a una empresa, la “cliente”, a utilizar la tecnología. En se-
gundo lugar, aunque el inventor tenga capacidad de producción puede conce-
der la licencia a un rival. El incentivo para conceder la licencia está claro en
el primer caso: la patente no tendría ningún valor en su ausencia. En el se-
gundo caso el incentivo no es tan claro, y se deben contemplar varios ca-
sos. Por ejemplo, en un mercado concentrado, una empresa que cede sus
patentes a un rival puede aumentar el nivel de competencia y reducir los be-
neficios de la industria. En tal caso, la concesión tendrá lugar sólo si incre-
menta los beneficios de las dos empresas. En términos generales se distin-

77
Universidad Virtual de Quilmes

guen tres razones por las cuales una empresa puede otorgar una o varias li-
cencias sobre sus patentes:

• Incentivos en el mercado del producto: la competencia en el mercado de


productos puede crear incentivos para que los gerentes lleven a cabo
una gestión más eficiente, incentivos que pueden diluirse en caso de que
el mercado sea monopólico. Este argumento es válido siempre y cuando
existan problemas de incentivos gerenciales debidos a la separación en-
tre propiedad y control de la empresa.
• Competencia “suave” en el mercado del producto: el argumento de que la
competencia destruye los beneficios de la industria se basa en el mode-
lo de competencia “dura” que se da solamente a través de precios. Sin
embargo, la competencia en el mercado del producto puede suavizarse,
por ejemplo, en el caso en que exista la posibilidad de diferenciación. En
estos casos los ahorros en los costos de la industria como consecuencia
de que el productor de alto costo utiliza la tecnología de bajo costo pue-
den muy bien compensar la pérdida de beneficios de tal industria. Este
punto es especialmente claro en el caso de la diferenciación de produc-
tos, ya que la posición de mercado de una empresa no es afectada por la
concesión a otra empresa proveedora ubicada en un mercado geográfica-
mente diferente o que provea un producto no relacionado. En este caso
la licencia es un arreglo puramente vertical, donde la empresa licenciata-
ria puede apoderarse de parte de los beneficios en el ahorro de costos
del concesionario.
• Concesiones estratégicas: los dos motivos señalados se refieren a una
concesión ex post. La concesión se puede otorgar también ex ante (antes
de que se realice una investigación) para reducir el incentivo del rival a
tratar de inventar algo parecido a la innovación inicial. Mientras que la
motivación para conceder licencias en el caso mencionado anteriormente
es ahorrar en costos de producción, aquí la motivación es ahorrar en gas-
tos de I&D, ya que constituyen un desperdicio desde el punto de vista de
la industria.

3.2.6. Carreras de Patentes

Como señalamos antes, las patentes pueden interpretarse como un medio


para corregir una falla de mercado que dificulta la apropiabilidad de los bene-
ficios económicos de la innovación. La presunción es que en ausencia de DPI
los agentes económicos no tendrán incentivos suficientes para llevar a cabo
la inversión. El punto de comparación en este caso es el nivel “socialmente
deseable” de innovación, al cual podemos definir (al menos conceptualmen-
te) como el que tiene en cuenta los beneficios totales esperados que trae la
innovación tanto como sus costos. La solución first best no puede alcanzarse
en general a través del mecanismo descentralizado de mercado debido a la
falta de incentivos y fallas de coordinación, pero tampoco por un gobierno
centralizado debido a fallas de información y mecanismos de implementa-
ción. Tomando en cuenta estos aspectos, un sistema de DPI (por ejemplo un
sistema de patentes), tiene la posibilidad de llevar a un nivel de inversión pri-
vada más cercano al óptimo social que en el caso de una situación sin DPI.
En general, es posible (y frecuente) que más de una firma desarrolle in-
vestigaciones simultáneas buscando resultados similares. A este fenómeno

78
Tópicos de Economía Internacional

suele llamárselo “carrera de patentes”. La carrera de patentes tiende a dis-


minuir la renta esperada por el patentamiento y a incrementar el gasto total
en I&D. Pero tal incremento en las tareas de investigación puede ser desea-
ble, ya que puede permitir una disminución en el tiempo requerido para al-
canzar una cierta innovación. El punto importante aquí es que las firmas que
participan en la carrera de patentes pueden invertir colectivamente más de
lo que es socialmente deseable. Además, estas firmas tienden a adoptar
estrategias de investigación muy riesgosas, ya que la carrera de patentes se
parece mucho a una competencia donde el que llega primero “se lleva todo”
(hay un premio claro para el primero que patenta la invención, pero la pérdi-
da por fallar no depende de cuán lejos uno esté de la meta). En esencia, se
corre el riesgo de que las firmas participantes elijan proyectos que desde un
punto de vista social muestran una alta correlación, provocando duplicacio-
nes en los esfuerzos de investigación por ausencia de coordinación.

3.2.7. Innovaciones Acumulativas

Las preocupaciones acerca del alcance de los DPI son particularmente agu-
das desde una perspectiva dinámica, es decir, cuando las innovaciones son
vistas como “insumos” de otras innovaciones. De hecho, numerosas inves-
tigaciones tienen como motivación principal servir a investigaciones subse-
cuentes. Un buen ejemplo son los descubrimientos genómicos que se em-
plean luego en la industria farmacéutica.
Los DPI sobre investigaciones previas elevan los costos que enfrentan
los investigadores en el presente (por ejemplo, debiendo pagar por el uso de
una innovación patentada). Estos costos pueden hacer que no se lleven a
cabo investigaciones deseables desde el punto de vista social. Por esta ra-
zón podría argumentarse a favor de un alcance “estrecho” de manera de re-
ducir los costos de las innovaciones siguientes. Por otra parte, es importan-
te brindar los incentivos suficientes para que se lleve a cabo la innovación
original en primer lugar, y esto requiere algún tipo de transferencia sobre el
excedente generado por las innovaciones basadas en la original. Una de las
formas de lograr esto es alargando la vida de la patente para proteger la in-
novación original y permitiendo licenciarla en ese período.
Los problemas de la investigación acumulativa también surgen en las lla-
madas “carreras por calidad”, cuando las innovaciones representan sucesi-
vos mejoramientos de un producto en un determinado mercado. En este ca-
so, una nueva generación del producto termina la vida de la generación
anterior. En este contexto se vuelve crucial un alcance suficientemente am-
plio que ofrezca los incentivos necesarios para continuar el proceso de inno-
vación. Pero una protección muy amplia puede hacer que las sucesivas me-
joras infrinjan las patentes ya otorgadas, llevando a las mencionadas
pérdidas de eficiencia social por la consolidación de poder de mercado de
algunas firmas a lo largo de la carrera.
Las consideraciones económicas son diferentes cuando las innovacio-
nes siguen una secuencia y tienen un carácter complementario, en el sen-
tido que cuantas más firmas se involucren en la investigación mayor será la
probabilidad de que alguna tenga éxito. La consideración de complementa-
riedad en sí misma no cambia la naturaleza de los resultados estándares
en el caso estático: aun en un contexto dinámico, en ausencia de DPI, la
imitación puede hacer que los incentivos fallen y llevar a una inversión infe-

79
Universidad Virtual de Quilmes

rior a la óptima. Pero en este caso también hay importantes incentivos a la


I&D, aun en el caso en que no existan DPI. Esto se debe a que, a mayor nú-
mero de firmas involucradas en la innovación, mayor la probabilidad de éxi-
to. Esto es valioso ya que permite que se den nuevas invenciones que con-
tienen a la anterior. En este caso puede darse la situación de que un
régimen sin patentes dé lugar a más inversión que uno con patentes. Esta
observación ayuda a explicar por qué industrias como la del software, com-
putadoras y semiconductores tuvieron altas tasas de crecimiento por lar-
gos períodos en los cuales la protección de patentes era muy débil e insu-
ficiente, y la imitación muy común.

3.2.8. Innovaciones complementarias

La naturaleza acumulativa de muchas innovaciones adquiere un carácter es-


pecial cuando éstas son complementarias. Para manufacturar productos
nuevos muy complejos (como micro-chips y organismos transgénicos) es co-
mún que las firmas deban acudir a un número importante de insumos paten-
tados, en general por otras firmas. En la medida que esos insumos patenta-
dos sean altamente complementarios (o, aún más, esenciales) en la
producción de dichos productos, los proveedores de estos insumos tendrán
patentes que pueden bloquear todo el proceso. El peligro consiste entonces
en que la firma que va a desarrollar el producto nuevo se sienta acorralada
por las que patentaron los insumos. En esencia, el problema surge paradóji-
MOSCHINI, G. (2001), “Pa-
tents and other Intellectual camente por un “exceso” de derechos de propiedad (demasiados gatekee-
Property Rights”, Iowa Sta- pers con derecho a cobrar un impuesto), llevando a una situación de sub-uti-
te University Working Pa- lización de recursos (en este caso, un pool de conocimientos).
per 01-WP 275.
Es claro que este problema, cuando las innovaciones patentadas son
MOSSINGHOFF, G. (2001), complementarias, puede ser pernicioso para el funcionamiento del sistema
“Progress In The Pharma- de patentes. La cuestión es básicamente un problema de coordinación en-
ceutical Industry”, U.S. De- tre los tenedores de DPI. Algunos mecanismos que permiten aliviar este pro-
parment of State Publica-
tions. blema incluyen los licenciamientos cruzados y los pools de patentes. Con li-
cenciamientos cruzados las firmas acuerdan compartir un subconjunto de
MOULD-IDDRISU, B. (2001), sus tecnologías patentadas con las demás. Este tipo de acuerdo es particu-
“A Developing Countrie´s larmente atractivo cuando las patentes relevantes las tienen los fabricantes
Perspective of DPI”, Inter-
national Law Division, Mi- del nuevo producto que necesitan de las patentes complementarias. Las li-
nistry of Justice, Ghana. cencias cruzadas son bastante comunes, por ejemplo, entre firmas involu-
cradas en el diseño y fabricación de microprocesadores.
PRIMO BRAGA, C. A.
Un pool de patentes es un arreglo entre firmas a través del cual un conjun-
(1996), “Trade Rela-
ted Intellectual Property Is- to de patentes se licencian a través de un único paquete, que pertenece a un
sues”, en: MARTIN, W. y único dueño o a una entidad especialmente establecida con este propósito.
WINTERS, A. (editores), The El peligro obvio aquí es que, más allá de que la inclusión de patentes comple-
Uruguay Round and the
Developing Countries. mentarias se justifique por lo que señalamos más arriba, el incluir patentes
rivales o sustitutas en el pool puede ser un medio de introducir colusión y
ROMER, D. (1996), Advan- exacerbar conductas no competitivas. En efecto, los proveedores de insumos
ced Macroeconomics, Capí- que son complementarios pueden ponerse de acuerdo para ofrecer sus pro-
tulo 3, McGraw Hill.
ductos en forma conjunta y dejar afuera a proveedores sustitutivos de cada
TIROLE, J. (1998), The uno de estos insumos. Por lo tanto, los pools de patentes pueden requerir
Theory of Industrial Orga- monitoreo de los organismos defensores de la competencia. Otro medio de
nization, Capítulo 10, MIT
reducir la fragmentación de las patentes es a través de fusiones y adquisicio-
Press.
nes de otras firmas: de este modo se internalizan las externalidades negati-
vas provenientes del hecho de que los insumos estén patentados.

80
Tópicos de Economía Internacional

3.3. Introducción al debate en torno a las patentes

3.3.1. Alternativas a las patentes

Desde una perspectiva económica los sistemas de patentes representan,


como ya señalamos, soluciones de “segundo mejor” a la falla de mercado
que surge del carácter de bien público del conocimiento. En general, incluso
las innovaciones no patentadas conllevan rendimientos para sus creadores,
al menos por un corto período de tiempo. Sin embargo, la mayoría de los
economistas está de acuerdo en que las patentes y las ineficiencias estáti-
cas resultantes asociadas con el poder de monopolio son necesarias para
promover la innovación, dado que las patentes promocionan la eficiencia di-
námica brindando a las firmas los incentivos necesarios para innovar.
A pesar del atractivo de este sistema es posible diseñar otros que funcio-
nen mejor en casos particulares. De hecho, a lo largo del siglo XIX el siste-
ma de patentes proliferó muy lentamente debido a las críticas que se le for-
mulaban, paradójicamente, entre los economistas. Como notamos antes,
desde una perspectiva ex ante el sistema de patentes estimula nuevas in-
vestigaciones. La magnitud de estos estímulos depende de la duración y el
alcance de las patentes. Idealmente, tal estímulo debería ser proporcional al
esfuerzo necesario para emprender un determinado proyecto de investiga-
ción, lo que implicaría que la duración y extensión de la patente se determi-
nen para cada innovación particular. Además de los costos del proyecto, es-
ta patente específica debería considerar las condiciones particulares del
mercado del nuevo producto o proceso. En el mundo real el sistema de pa-
tentes no hace esto, y probablemente no podría hacerlo debido a las asime-
trías de información que existen con relación al costo del proyecto.
Dadas las mencionadas limitaciones de las patentes, algunas de las alter-
nativas que se han considerado incluyen el sistema de recompensas o pre-
mios, el sistema de contratos y las compras de patentes por parte del gobier-
no. Para el análisis económico de las alternativas es crucial tener en cuenta las
asimetrías de información que enfrentan las autoridades gubernamentales.
El sistema de recompensas, en su forma extrema, consiste en el diseño
muy bien definido de un proyecto por parte del gobierno. A la vez, éste espe-
cifica una suma fija de dinero como premio a la primera firma que complete
el proyecto. Una vez que el premio se ha concedido, la innovación pertenece
al dominio público. Una de las ventajas importantes de este sistema es que
no genera un monopolio. Las dificultades para implementar tal sistema no
son difíciles de visualizar: para ser efectivo el gobierno debe tener una idea
aproximada acerca de la viabilidad de diferentes proyectos de investigación.
Además, debe poder evaluar la demanda potencial de las futuras innovacio-
nes. Sin embargo, es de esperar que las firmas estén mejor informadas que
el gobierno sobre tales cuestiones, por lo que un sistema descentralizado
como el de patentes funcionaría mejor. En efecto, una de las ventajas del
sistema de patentes es que los beneficios del monopolio están correlacio-
nados con el valor social de la invención.
Con el sistema de contratos (procurement system) el gobierno elige un con-
junto de firmas que asocia a una determinada investigación, y especifica los
términos en que deberá desenvolverse esa investigación (como resultados es-
perados y remuneraciones acordes) a través de un contrato. A diferencia del
sistema de recompensas, este método permite evitar duplicación en los es-

81
Universidad Virtual de Quilmes

fuerzos de investigación y permite al gobierno controlar el acceso al mercado


de investigación. Pero le exige al gobierno un considerable conocimiento acer-
ca de los costos y beneficios de las diferentes investigaciones. Este problema
puede aliviarse cuando el Estado es el único cliente de la investigación, como
sucede habitualmente con las investigaciones relacionadas con la defensa na-
cional, ya que en este caso mejora su poder de negociación.
Las compras de patentes por parte del gobierno (patent buyouts) presupo-
nen la existencia de un sistema de patentes. La idea esencial de este esque-
ma es que el gobierno puede ofrecer a los innovadores comprar sus patentes
registradas a precios de mercado, para luego hacer pública su utilización. En
principio, este modelo puede eliminar alguna de las características no desea-
bles de las patentes, como la ineficiencia ex post que genera la provisión mo-
nopolística de dichas innovaciones. Pero también en este caso se necesita
presuponer que el gobierno tiene el tipo y el nivel de información requerido.

3.3.2. Algunos aspectos abiertos del debate sobre patentes

El sistema de patentes vigente en los países desarrollados ha llevado a un


incremento espectacular en el número de innovaciones patentadas en mu-
chos campos de investigación, y la tendencia a reforzar los DPI se ha gene-
ralizado en todo el mundo. No obstante, algunos analistas sostienen que la
evidencia empírica no es concluyente con respecto a los beneficios netos
del sistema. Los problemas señalados que plantea el sistema han llevado a
numerosas propuestas de reformas.

Costos administrativos y de transacción


A pesar de que los argumentos a favor de los DPI suenan convincentes, en
el mundo real el sistema funciona con limitaciones. En primer lugar está la
cuestión de la asignación de los derechos de propiedad y de sus límites,
que deben estar bien definidos. No obstante, para que los DPI sean efecti-
vos las violaciones deben ser detectadas y castigadas. En segundo lugar,
existen costos de transacción y administrativos en la utilización de los recur-
sos protegidos por DPI que también deben ser debidamente computados.
En efecto, en general los costos de formularios y cargas legales para obte-
ner una patente son considerables. En los Estados Unidos estos costos se es-
timan en US$ 10.000-25.000 por patente. El enforcement de los DPI puede ser
aún más oneroso. El litigio por infracción de una patente en el mismo país pue-
de costarle fácilmente US$ 1.5 millones a cada parte. Estos costos son signifi-
cativos, más aún si tenemos en cuenta que muchas de las innovaciones paten-
tadas y sujetas a litigio pueden no llegar a tener una utilización económica en
el futuro. Una de las preocupaciones de los funcionarios oficiales es hasta qué
punto estos costos no erosionan el valor de estos instrumentos como promoto-
res de la innovación. Además, es probable que los elevados costos de los tipos
tradicionales de DPI incorporen un sesgo en favor de las grandes firmas, ya que
son las que se encuentran en mejores condiciones para hacer frente a las ero-
gaciones asociadas al patentamiento y eventuales litigios que las firmas más
pequeñas, que entonces pueden elegir no patentar sus invenciones.

Patentamientos de Instituciones Públicas


El principal argumento a favor de la creación de un sistema de patentes es la
creación de incentivos para que el sector privado invierta en actividades de in-

82
Tópicos de Economía Internacional

vestigación e innovación. En general se considera que las instituciones públi-


cas, como las universidades, no necesitan tales incentivos. Sin embargo, en
años recientes se ha observado un notable aumento en la propensión a paten-
tar invenciones por parte de las universidades, especialmente en EEUU. La le-
gislación pública de este país ha promovido de hecho este fenómeno a través
de la “Patents and Trademark Laws Amendments” de 1980. El objetivo subya-
cente de esta legislación es promover la transferencia de tecnología. Al igual
que en otros países, se observó que muchos de los desarrollos producidos
con fondos públicos en las universidades no eran luego utilizados por el sec-
tor privado. Presumiblemente, en ausencia de licencias exclusivas las firmas
no tenían incentivos a invertir importantes sumas de dinero en adaptar esas
investigaciones a desarrollos tecnológicos comercializables.
No obstante, algunos autores señalan el riesgo de “sobre-privatizar” los de-
sarrollos intelectuales de uso común. Uno de los riesgos del énfasis en el pa-
tentamiento en el seno de las instituciones de investigación públicas es que
podría sesgarlas hacia actividades relacionadas con la investigación aplicada
(en particular, aquéllas capaces de generar rentas rápidas), descuidando la in-
vestigación en ciencia básica, es decir, el desarrollo de conocimientos funda-
mentales que determinan el ritmo de avance de la ciencia en el largo plazo.

El impacto de los DPI sobre las relaciones económicas internacionales


El tema de los DPI está sujeto a numerosos e importantes debates, algunos
de los cuales ya fueron sugeridos en las secciones anteriores. Estos debates
son particularmente intensos en lo que hace a las relaciones económicas in-
ternacionales. A medida que las economías nacionales se integran más plena-
mente en el espacio global, los conflictos potenciales por DPI aumentan. La
propia dinámica de la economía mundial muestra cómo los sectores intensi-
vos en conocimiento y tecnología adquieren una importancia cada vez mayor.
Esto le da sentido a la existencia de acuerdos multilaterales en estas áreas. A
pesar de ello, muchas de las implicancias globales de un viraje hacia estánda-
res de protección más estrictos de los DPI son materia de controversia.
Los regímenes de DPI pueden afectar los flujos de comercio. Por ejem-
plo, las discrepancias entre regímenes nacionales de DPI pueden actuar de
manera análoga a las barreras no arancelarias. Los exportadores de los paí-
ses del norte deben afrontar costos adicionales cuando exportan a países
del sur (que tienen en general regímenes más laxos) ya que necesitan tomar
acciones para prevenir las actividades de imitación. En este sentido, un
acuerdo como TRIPS, que compromete a una cierta armonización de crite-
rios, puede disminuir los costos de transacción relacionados con el comer-
cio internacional de mercancías vinculadas con los DPI. Sin embargo, desde
el punto de vista conceptual, el impacto neto sobre los flujos de comercio
derivado de reforzar los DPI es ambiguo ya que estimula dos efectos contra-
puestos (Primo Braga, 1996). En primer lugar, el mayor enforcement de los
DPI aumenta el poder de monopolio del tenedor de la patente, reduciendo la
elasticidad de la demanda por su producto. Por otra parte, expandirá la de-
manda por su producto a medida que se desplace a los imitadores. El efec-
to neto dependerá del efecto que predomine, el de “poder de mercado” o el
de “expansión de mercado”.
Usualmente se argumenta que las firmas extranjeras evitan invertir en
países con DPI débiles. Pero la magnitud de este impacto sobre las decisio-
nes de inversión es materia de debate. Las firmas multinacionales monito-

83
Universidad Virtual de Quilmes

rean un grupo amplio de variables antes de tomar decisiones de inversión


(que conforman el llamado “clima de negocios”), una de las cuales es el ré-
gimen de DPI y su enforcement efectivo. La importancia de este último fac-
tor para la IED varía con la naturaleza de las inversiones. Los estudios dis-
ponibles indican, no sorprendentemente en vista de lo que ya hemos
analizado, que los DPI son mucho más importantes para las inversiones re-
lacionadas con I&D que para aquellas inversiones vinculadas a la distribu-
ción o la comercialización. Además, el peso específico de los DPI varía entre
ramas de actividad. Sectores como el farmacéutico y el químico (ver Box
3.1) suelen demostrar un interés más intenso en la protección de los DPI
que sectores como el metalúrgico o la industria alimenticia. De hecho, se-
gún algunos analistas la presión de los laboratorios norteamericanos organi-
zados fue un factor decisivo para que el gobierno de Estados Unidos tomara
el tema de la protección de los DPI como una prioridad de su política comer-
cial externa y, eventualmente, se negociara el acuerdo TRIPS durante la rue-
da Uruguay.
La deseabilidad de reforzar los DPI a nivel nacional también adquiere una
WIPO, Intellectual
Property Hand- dimensión adicional cuando nos movemos hacia el plano internacional. Si
book: Policy, Law and Use, los propietarios de los títulos de propiedad intelectual son predominante-
Capítulo 3. Disponible en mente extranjeros, el refuerzo de los DPI puede llevar a transferencias inter-
www.wipo.org
nacionales de renta significativas. Este punto adquiere mayor relevancia si
MOSCHINI, G. (2001), “Pa- tenemos en cuenta que los principales importadores netos de PI son los
tents and other Intellectual países de menor desarrollo. El efecto neto sobre el bienestar dependerá de
Property Rights”, Iowa Sta- cómo afecte esta reforma a productores y consumidores locales, así como a
te University Working Pa-
per 01-WP 275. la producción y composición de la I&D mundial. Dado que los posibles esce-
narios de impacto son múltiples, la evaluación ex ante de los efectos sobre
PRIMO BRAGA, C. A. (1996), el bienestar no es un asunto trivial. No obstante, es útil tener en cuenta al-
“Trade Related Intellectual
gunas consideraciones generales. Para un país pequeño (cuyo régimen no
Property Issues”, en: MAR-
TIN, W. y WINTERS, A. (edi- afecta la I&D mundial) y cuya capacidad productiva es muy limitada, mayores
tores), The Uruguay Round estándares de protección pueden elevar el bienestar en la medida que per-
and the Developing Coun- mitan a los consumidores acceder a un espectro más amplio de productos.
tries.
Si, en cambio, este país tiene alguna capacidad de producción previa (y por
TIROLE, J. (1998), The lo tanto alguna capacidad de imitación) pero no cuenta con capacidad de in-
Theory of Industrial Orga- novación, mayores estándares de producción pueden disminuir el bienestar
nization, Capítulo 10, MIT vía desplazamiento de productores domésticos, mayores precios y transfe-
Press.
rencias de rentas desde los consumidores locales hacia los tenedores de
derechos extranjeros. En este caso, el factor clave para decidir la adopción
de un régimen más estricto es su capacidad potencial de estimular la inno-
vación local. Por último, si el país es suficientemente grande, deben consi-
derarse los efectos de su régimen sobre la asignación mundial de recursos
hacia la I&D. En caso de incrementarse la proporción de recursos mundiales
destinados a esta actividad, puede aumentar el bienestar mundial desde
una perspectiva dinámica, aun cuando el país en cuestión sufra una reduc-
ción inmediata en su bienestar.

1.
En base a la lectura de las secciones 3.2 y 3.3 elabore una ma-
triz que sintetice y ordene las diferentes formas de protección
de la propiedad intelectual y los argumentos a favor y en con-
tra de cada una de ellas.

84
Tópicos de Economía Internacional

3.4. Políticas y Acuerdos Internacionales


El Acuerdo sobre los Aspectos de la Propiedad Intelectual Relacionados con el
Comercio (TRIP) fue concluido a fines de 1994 como parte de las negociacio-
nes de la Ronda Uruguay (que dio origen a la Organización Mundial de Comer-
cio) y constituye el tratado más importante en la materia. En términos genera-
les dispone el establecimiento de normas para la protección de una gama
amplia de derechos de propiedad intelectual y la aplicación de esas normas,
tanto internamente como en la frontera, por medio de acciones legales y admi-
nistrativas. Los objetivos del tratado, según se indican en su artículo 7, son:

❘❚❚ “...la protección y la observancia de los derechos de propiedad intelectual


que deberán contribuir a la promoción de la innovación tecnológica y a la trans-
ferencia y difusión de la tecnología, en beneficio recíproco de los productores y
de los usuarios de conocimientos tecnológicos y de modo que favorezcan el
bienestar social y económico y el equilibrio de derechos y obligaciones.” ❚❚❘

Antes de la firma del TRIP no había una fuente única para definir las obliga-
ciones o las normas referentes a los DPI. TRIP incorporó, por referencia, nu-
merosos tratados y convenciones previas administrados por la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (World Intellectual Property Organization)
y otros organismos, los que se detallan en la Tabla 3.1.:

Tabla 3.1. Principales Acuerdos Internacionales sobre Propie-


dad Intelectual
Acuerdo Descripción Administrador
Convención de París (1883; 129 fir- Protección de patentes, marcas comerciales, dise- WIPO
mantes; revisada en 1967) ños industriales, modelos útiles, indicaciones de
fuentes de origen y “represión de competencia
desleal”.

Convención de Berna (1886; 111 Tratado sobre derechos de autor sobre Obras Li- WIPO
firmantes, revisada en 1971) terarias y Artísticas basado en los principios de
No-discriminación y Tratamiento Nacional (co-
mo la convención de París)

Acuerdo de Madrid (1891; 31 Permite confiscar importaciones que detenten WIPO


firmantes) un origen falso

Convención Universal de Dere- Tratado de derechos de autor basado en los UNESCO


chos de Autor (1952, 57 firmantes) principios de no-discriminación y trato nacional

Tratado de Lisboa (1958, 17 fir- Protege las denominaciones de origen WIPO


mantes)
Protección de Intérpretes, Productores de Fono- ILO, UNESCO y
Convención de Roma (1961; 47 gramas y Organizaciones de Radiodifusión WIPO
firmantes)
Protección de productores de discos de un país ILO, UNESCO y
Convención de Génova (1971, frente a copiados en otro país WIPO
52 firmantes)
Tratado de Propiedad Intelectual de Circuitos In- WIPO
Tratado IPIC (1989, 8 firmantes) tegrados

85
Universidad Virtual de Quilmes

El principal resultado de la firma del TRIP es que los miembros de la OMC


ahora pueden usar los mecanismos de solución de controversias de esa or-
ganización para hacer cumplir las obligaciones de protección de los tratados
antes administrados por la WIPO. Además, el Acuerdo TRIP instituyó nuevas
obligaciones de protección de los DPI. El Acuerdo TRIP aportó por primera
vez normas mínimas de protección a la propiedad intelectual aplicables en
todos los ámbitos para todos los miembros de la OMC. Aun cuando el Se-
cretariado de la OMC administra el Acuerdo TRIP por medio del Consejo TRIP,
los tratados que lo fundamentan siguen siendo administrados por la Organi-
zación Mundial de la Propiedad Intelectual.
Desde la adopción de TRIP ha habido dos nuevos tratados WIPO de rele-
vancia. En efecto, al final de 1996 los estados miembros de WIPO adopta-
ron dos nuevos tratados para impartir protección a las obras protegidas con
derechos de autor (el Tratado WIPO de Derechos de Autor) y a los intérpretes
y fonogramas (el Tratado WIPO de Interpretaciones y Fonogramas) para tratar
las cuestiones relacionadas con la transmisión digital de esas obras.

3.4.1. El debate en torno al TRIP

El acuerdo TRIP fue uno de los tópicos más complejos de la Ronda Uruguay,
tanto política como técnicamente. En contraste con el resto de la agenda,
las negociaciones del TRIP no propugnaban por el libre comercio sino por
mayor protección. Por otra parte, y a diferencia del GATT que garantizaba es-
tándares mínimos de acceso a los mercados, el TRIP se proponía reglas po-
sitivas de armonización de prácticas nacionales. En este sentido, el TRIP iba
mucho más allá que los acuerdos tradicionales administrados por el GATT.
Tampoco era claro en qué medida el acuerdo TRIP estaba relacionado con
temas de comercio internacional al punto que el mismo debiera estar admi-
nistrado y sujeto a las disciplinas de solución de controversias adoptadas
por la OMC.
Por otra parte, el tema de la protección de los DPI no había sido tratado
antes en el marco del GATT e implicaba una obvia confrontación Norte-Sur.
Los países industriales (miembros de la OECD), encabezados por Estados
Unidos, propugnaban un acuerdo ambicioso y comprehensivo sobre estánda-
res de propiedad intelectual de todos los tipos. Estos países argumentaban
que las negociaciones debían contemplar un amplio rango de temas de pro-
piedad intelectual y el correspondiente enforcement a través de la utilización
de los mecanismos de solución de controversias de la OMC, así como a tra-
vés de leyes domésticas.
Estas demandas generaron preocupación entre los países en desarrollo
(liderados por Brasil, India, Egipto, Argentina y Yugoslavia), quienes intenta-
ban que se distinguiera de manera clara entre el comercio de productos fal-
sificados y el que involucra DPI. Si bien estaban dispuestos a cooperar con
respecto a los productos falsificados, mostraban más resistencia respecto
de los segundos. En efecto, existía una fuerte preocupación de que una ma-
yor protección de los DPI llevaría a un refuerzo en la posición monopólica de
las compañías multinacionales, en detrimento de las poblaciones pobres
que deberían pagar precios más altos por sus alimentos y medicinas. Dado
que la duración de las patentes en estos países, de acuerdo a la legislación
en vigencia en ese momento, era normalmente menor a la de los países de-
sarrollados, ésta era una preocupación genuina. Por otra parte, y dado que

86
Tópicos de Economía Internacional

EEUU ya había resuelto aplicar sanciones comerciales unilaterales por viola-


ción de los DPI (a través del uso de la sección “Especial 301” de su legisla-
ción comercial, ver Box 3.2.), un acuerdo multilateral podría crear un marco
favorable a una solución más balanceada de las disputas.
Como los DPI crean y consolidan poder de mercado, los países en desa-
rrollo buscaban incluir garantías de que se tomarían acciones concretas en
contra del abuso de una posición monopólica por parte de los tenedores de
DPI. Por último, los países más pobres abogaban por un largo período de
transición hasta el cumplimiento efectivo del acuerdo, argumentando que el
grado de protección inicial era en muchos casos muy bajo y llevaría tiempo
tomar las acciones necesarias para adaptar la protección a los compromi-
sos asumidos en el acuerdo TRIP.
A pesar del mencionado conflicto de intereses entre países desarrollados
(exportadores netos de DPI) y países en desarrollo (importadores netos de
DPI) en torno al tema específico de la protección de los DPI, la posibilidad
de hacer un trade off con otros temas de interés para los países en desarro-
llo abrió las puertas de un acuerdo. La apertura del mercado de los países
industrializados a los productos agrícolas y textiles de los países en desa-
rrollo fue la moneda de cambio. No obstante, en muchos países en desarro-
llo prevalece la convicción de que la transacción fue desbalanceada y que
los beneficios de un mayor acceso a los mercados más protegidos por los
países del norte no se han materializado con intensidad suficiente. En el ca-
so de la agricultura de clima templado, por ejemplo, prevalece un consenso
de que si bien el sector fue incluido dentro de las disciplinas generales del
GATT, el avance en materia de acceso a los mercados ha sido muy limitado.
En el caso de los productos textiles y de vestido, por su parte, la mayoría de
los compromisos de liberalización fueron postergados hacia el final del pe-
ríodo de transición que culmina en el año 2005. Por consiguiente, aún es
prematuro evaluar en qué medida esos compromisos fueron efectivamente
implementados o no fueron diluidos por nuevas medidas restrictivas.

Box 3.2. La sección Especial 301 de la ley de comercio de EEUU


La sección “Especial 301” es un apartado de la legislación de comercio de Esta-
dos Unidos que obliga al Representante de Comercio de EEUU (USTR por sus si-
glas en inglés) a identificar a los países que no brindan la protección adecuada a
los derechos de propiedad intelectual o niegan un “acceso justo y equitativo” al
mercado a aquellos agentes económicos de origen norteamericano cuya actividad
está estrechamente ligada a los DPI.
Bajo esta enmienda, los países que incurren en los actos, políticas o prácticas
más perjudiciales o cuyos actos, políticas o prácticas producen el mayor impacto
adverso (real o potencial) sobre productos estadounidenses y que no participan
en negociaciones de buena fe para resolver esos problemas, deberán ser identifi-
cados como “países extranjeros prioritarios”.
El USTR debe decidir qué países serán identificados cada año en una revisión
de la sección “Especial 301” que se expide al cabo de 30 días de la publicación
anual del National Trade Estimates del Departamento de Comercio, la que se rea-
liza normalmente el 31 de marzo de cada año. Si un socio comercial es identifi-
cado como país extranjero prioritario, el USTR tiene un plazo de 30 días para de-
cidir si es conveniente iniciar una investigación de los actos, políticas y prácticas
que dieron lugar a tal identificación.

87
Universidad Virtual de Quilmes

En un plazo de seis meses a partir de la fecha en que comience la investiga-


ción, el USTR deberá determinar —al cabo de investigaciones y consultas— si las
circunstancias que dieron lugar a la acción original persisten. Si la respuesta es
afirmativa el USTR tendrá que decidir qué medidas es necesario tomar. Esas me-
didas pueden incluir sanciones en el comercio bilateral que restrinjan el acceso al
mercado norteamericano (previstas en la Ley de Comercio de 1974). Normalmen-
te, la represalia se materializa en el retiro de beneficios unilaterales concedidos
por EE.UU., por ejemplo a través del Sistema Generalizado de Preferencias. De-
bido a las diferencias que mantiene con la Argentina, en 1997 el gobierno nortea-
mericano retiró de la lista de productos beneficiarios del SGP de la Argentina el
50% de los bienes.
El plazo para tomar esta decisión puede ampliarse a nueve meses a partir de
la fecha de inicio de la investigación si el USTR considera que hay de por medio
cuestiones que lo justifican o si ya se ha logrado un avance considerable.
El USTR ha creado una “Lista de Vigilancia Prioritaria” y una “Lista de Vigilan-
cia” de conformidad con lo que dispone la sección “Especial 301”. A un socio co-
mercial se lo incluye en la “Lista de Vigilancia” cuando existen ciertos problemas
con respecto a la protección o aplicación de los DPI o acceso al mercado para
agentes económicos que dependen de los derechos de propiedad intelectual. Los
países incluidos en la “Lista de Vigilancia Prioritaria” son objeto de mayor aten-
ción en lo que toca a las áreas problemáticas.
En los últimos años el gobierno de EE.UU. ha pasado a usar con mas frecuen-
cia el sistema de solución de controversias de la Organización Mundial del Co-
mercio (OMC) para temas vinculados con la protección de los DPI en países
miembros de esa organización.
Fuente: Hoeckman B. y Kostecki M., “The Political Economy of the World Tra-
ding System. From GATT to WTO”.

2.
Visite el sitio del Representante de Comercio de los EE.UU.,
www.ustr.gov, e identifique:
a. Qué países se encuentran en la Lista de Vigilancia.
b. Qué países se encuentran en la Lista de Vigilancia Prioritaria.

3.4.2. Aspectos Generales del TRIP

El TRIP es un acuerdo complejo que incluye siete secciones y 73 artículos.


Los derechos de propiedad intelectual amparados por el acuerdo TRIP son:
derechos de autor y derechos relacionados (derechos de intérpretes, produc-
tores de fonogramas y organizaciones de radiodifusión), patentes, marcas
comerciales, diseños industriales, secretos industriales (información no re-
velada), circuitos integrados e indicaciones geográficas.

En términos generales el acuerdo:

1. Establece un mínimo de protección substantiva para los derechos men-


cionados
2. Prescribe procedimientos y remedios para hacer cumplir los DPI que de-
berían estar disponibles en todos los miembros

88
Tópicos de Economía Internacional

3. Pone a disposición de los conflictos relacionados con DPI el mecanismo


de solución de controversias de la OMC
4. Extiende a los DPI los principios básicos del GATT como transparencia,
tratamiento nacional y nación más favorecida.

En el rubro de derechos de autor, el acuerdo TRIP:

• Obliga a los signatarios a acatar las disposiciones de la Convención de


Berna, salvo los requisitos de la misma sobre derechos morales
• Protege los programas de computadora como obras literarias y las bases
de datos como compilaciones, bajo derechos de autor
• Impone a los signatarios la obligación inmediata de conceder a los due-
ños de programas de computadora y grabaciones de sonido el derecho
de autorizar o prohibir el alquiler de sus productos
• Establece un plazo de 50 años para la protección de grabaciones de so-
nido, además de exigir a los signatarios que provean protección a las gra-
baciones de sonido ya existentes
• Establece un plazo mínimo de 50 años para la protección de películas ci-
nematográficas y otras obras cuyos autores pueden ser corporaciones

En el rubro de patentes, el acuerdo TRIP:

• Obliga a los signatarios a proteger las patentes de productos y servicios


de prácticamente todos los tipos de inventos, incluso los productos far-
macéuticos y los químicos destinados a la agricultura
• Establece una vigencia de 20 años para la patente, a partir de la fecha
en que se presenta la solicitud
• Establece para los tenedores de patentes, cualquiera sea su naturaleza,
el derecho fundamental de impedir que terceros, sin su consentimiento,
realicen actos de: fabricación, uso, venta o importación para estos fines
del producto o procedimiento objeto de la patente
• Requiere la aplicación expedita de procedimientos a fin de permitir la pre-
sentación de solicitudes de patentes para productos farmacéuticos y quí-
micos de uso agrícola a partir de la entrada en vigor del acuerdo, aun en
el caso de miembros que todavía carecen del grado de protección que
exige la OMC
• Establece que los titulares de patentes tendrán el derecho de cederlas o
transferirlas por sucesión y de concertar contratos de licencia. Pero esta-
blece también límites al uso de licencias obligatorias, un método por el
cual los gobiernos pueden forzar al tenedor de una patente a que otorgue
una licencia sobre la misma a otra persona
• Contempla el derecho de los miembros de excluir de la patentabilidad:
métodos de diagnóstico, terapéuticos y quirúrgicos para el tratamiento de
personas o animales; las plantas y los animales en sí mismos, excepto
los microorganismos, y los procedimientos esencialmente biológicos para
la producción de plantas o animales, que no sean procedimientos no bio-
lógicos o microbiológicos. No obstante, los miembros otorgarán protec-
ción a todas las obtenciones vegetales mediante patentes, un sistema
eficaz sui generis o mediante una combinación de ambos.

89
Universidad Virtual de Quilmes

En el rubro de marcas registradas, el acuerdo TRIP:

• Requiere que los signatarios registren marcas de servicios, igual que las
marcas comerciales
• Provee protección para las marcas bien conocidas en la esfera internacio-
nal. Por ejemplo, el dueño de una marca extranjera puede no ser obliga-
do a adaptar el nombre de su marca de manera conforme a las marcas
nacionales
• Establece para el titular de una marca de fábrica o de comercio registra-
da el derecho exclusivo de impedir que cualesquiera terceros, sin su con-
sentimiento, utilicen en el curso de operaciones comerciales signos idén-
ticos o similares para bienes o servicios que sean idénticos o similares a
aquellos para los que se ha registrado la marca, cuando ese uso dé lugar
a probabilidad de confusión. En el caso de que se use un signo idéntico
para bienes o servicios idénticos, se presumirá que existe probabilidad
de confusión. Los derechos mencionados no afectan la posibilidad de los
miembros de reconocer derechos basados en el uso
• Prohíbe la vinculación obligatoria de marcas comerciales
• Prohíbe la concesión obligatoria de licencias sobre marcas. Contempla que
los miembros podrán establecer las condiciones para las licencias y la ce-
sión de las marcas de fábrica o de comercio de acuerdo a sus normativas
• Establece que el registro inicial de una marca de fábrica o de comercio y
cada una de las renovaciones del registro tendrán una duración de no
menos de siete años. Además, el registro de una marca de fábrica o de
comercio será renovable indefinidamente.

En otros rubros, el acuerdo TRIP provee reglas para la protección de:

• Secretos industriales. De conformidad con lo establecido en el Convenio


de París (1967), los miembros protegerán la información no divulgada y
los datos que se hayan sometido a los gobiernos o a organismos oficia-
les. Las personas físicas y jurídicas tendrán la posibilidad de impedir que
la información que esté legítimamente bajo su control se divulgue a ter-
ceros o sea adquirida o utilizada por terceros, sin su consentimiento, de
manera deshonesta, en la medida en que dicha información:
a) Sea secreta en el sentido que no sea, como cuerpo o en la configura-
ción y reunión precisas de sus componentes, generalmente conocida
ni fácilmente accesible para personas introducidas en los círculos en
que normalmente se utiliza el tipo de información en cuestión;
b) tenga un valor comercial por ser secreta; y
c) haya sido objeto de medidas razonables, en las circunstancias, para
mantenerla secreta, tomadas por la persona que legítimamente la
controla.

• Circuitos integrados. Adhiere en términos generales al tratado IPIC. Ex-


tiende el período de protección de un mínimo de ocho años (según indi-
caba el Tratado de Washington de 1989) a un mínimo de 10 años partir
de la fecha de la presentación de la solicitud de registro o de la primera
explotación comercial en cualquier parte del mundo.
• Diseños industriales. Los miembros podrán establecer la protección de
los dibujos y modelos industriales creados independientemente que sean

90
Tópicos de Economía Internacional

nuevos u originales. La duración de la protección otorgada debe ser de


10 años como mínimo.
• Indicaciones geográficas no genéricas. En términos generales, indicacio-
nes geográficas son las que identifican un producto como originario del
territorio de un miembro o de una región o localidad de ese territorio,
cuando determinada calidad, reputación u otra característica del produc-
to sea imputable fundamentalmente a su origen geográfico. El acuerdo
protege de manera especial aquellas indicaciones geográficas emplea-
das para identificar vinos y licores.

Las controversias referentes a TRIP son atendidas por el Consejo General


de la OMC, que actúa como Organismo de Resolución de Disputas. Si un pa-
nel de resolución de disputas considera que la protección DPI o su aplica-
ción en un país miembro son inadecuadas, el signatario que presentó la
queja tiene derecho de aplicar represalias en otros sectores.

Requisitos de cumplimiento
En general, los miembros tienen que proveer remedios expeditos, justos y
equitativos para la protección de DPI, de forma tal que sean un elemento di-
suasivo contra futuras infracciones. Las decisiones se deberán entregar por
escrito a las distintas partes y éstas deberán tener oportunidad de pedir
una revisión judicial de las decisiones administrativas definitivas. A través
de los tribunales se deberá disponer de desagravios por mandato judicial y
otras medidas provisorias eficaces.
Los miembros deben disponer de indemnizaciones adecuadas por perjui-
cios, entre las cuales podrán figurar los gastos del poseedor de los dere-
chos (incluso los posibles gastos de abogados). También es permisible la
recuperación de ganancias o pagos de daños estatutarios. Los juzgados de-
berán tener autoridad para proveer otros remedios, como la disposición de
los bienes ilegales, y también tendrán autoridad para ordenar al solicitante
que indemnice a la parte acusada para compensar cualquier pérdida que és-
ta haya sufrido por abusos en los procedimientos de cumplimiento.
Es un requisito del acuerdo contar con procedimientos penales y sancio-
nes, por lo menos para los casos de infracción deliberada contra marcas re-
gistradas y derechos de autor, perpetrada a escala comercial.

Período de Transición
A los países industrializados se les concedió un año de plazo para la imple-
mentación, a partir de la fecha de entrada en vigor del acuerdo TRIP, el 1 de
julio de 1995. A los países en desarrollo y a las economías en transición se
les concedió, en general, cuatro años más para la implementación. Estos
países cuentan con cuatro años adicionales (lo que hace un total de nueve
años extra) para implementar los estándares acordados de protección en
los sectores farmacéutico y de químicos agrícolas, si dicha protección no
existía al momento de la firma del acuerdo. El plazo de cumplimiento para
las naciones de mínimo desarrollo llega hasta el año 2006.
Aun cuando a los países en desarrollo se les concedió un largo período
de transición, se exigió que al final del plazo de transición de un año, todas
las naciones proveyeran condiciones de trato nacional (trato en plan de
igualdad para las partes nacionales y extranjeras) y trato de nación más fa-
vorecida (trato igualitario a todos los socios comerciales participantes).

91
Universidad Virtual de Quilmes

3.
El acuerdo TRIPS
Lea el Acuerdo TRIPS, al que se puede acceder a través de la
página de la OMC: www.wto.org
En base a esta lectura:
a. Describa su estructura (Partes, Artículos y Anexos).
b. Especifique qué artículos le parecen más relevantes desde
el punto de vista de los compromisos que asumen los Paí-
ses Miembros de la OMC y explique por qué.
c. En base a la lectura del capítulo que realizó, identifique los artí-
culos o enmiendas del acuerdo que le parecen controversiales.

3.4.3. Los DPI en el Marco de los Acuerdos de Integración


Regional en América.

Además de TRIP, los países de América firmaron una serie de acuerdos so-
bre DPI en el marco de los procesos de integración regional. Tal es el caso
del NAFTA, Caricom, el Grupo de los 3 y el Pacto Andino. Además, se firma-
ron acuerdos bilaterales como el de México-Costa Rica y México-Bolivia. El
NAFTA incorpora los compromisos que EE.UU. promovió en el plano multila-
teral, y lo hizo antes de la conclusión de las negociaciones de la rueda Uru-
guay. En el caso del MERCOSUR, los avances realizados en la materia son
por demás modestos. El Apéndice 3.1. ofrece una síntesis de los aspectos
más relevantes contemplados en estos acuerdos

La protección de los DPI en MERCOSUR


En el ámbito del proceso de integración de los países de MERCOSUR se han
negociado dos acuerdos que establecen estándares mínimos relativos a
marcas e indicaciones geográficas y a derechos de autor, respectivamente.
El primer acuerdo define los signos susceptibles de protección como
marcas (a diferencia del Acuerdo TRIP la definición incluye expresamente las
“formas de los productos, de sus envases o acondicionamientos”), así co-
mo el alcance de los derechos, su duración y excepciones. Se prevé de ma-
nera expresa la protección de las marcas “que hayan alcanzado un grado de
reconocimiento excepcional”. También se comprometen los Estados Parte a
proteger “las indicaciones de procedencia y las denominaciones de origen”.
Éstas últimas se definen de manera similar a las “indicaciones geográficas”
del acuerdo TRIP (artículo 22.1), si bien en el texto adoptado por el MERCO-
SUR se aclara que las cualidades o características atribuibles al medio geo-
gráfico incluyen “factores naturales y humanos” (artículo 19.3).
En el área de derechos de autor, por su parte, los Estados Parte se obli-
gan a proteger las obras enunciadas en el artículo 2 del Convenio de Berna
y los derechos conexos y afines (pertenecientes a artistas, intérpretes y eje-
cutantes, productores de fonogramas y organismos de radiodifusión). En lí-
nea con el acuerdo TRIP, se incorporan disposiciones especiales sobre los
programas de computación y las bases de datos. Como en el caso de las
marcas, el agotamiento de los derechos se limita a importaciones desde
otros Estados Parte. El acuerdo, entre otros aspectos, protege a los produc-
tores de fonogramas en relación con la comunicación digital, incluyendo
aquellas que se transmiten por vía satelital.

92
Tópicos de Economía Internacional

Ambos instrumentos requieren la aplicación de las convenciones interna-


cionales vigentes en la materia y, específicamente, la observancia del Acuer-
do TRIP. A diferencia de éste, no se detallan normas sobre enforcement de
los derechos.

4.
Visite el sitio de la Organización internacional de la Propiedad
Intelectual, www.wipo.org. Allí, consulte los perfiles de los
países de MERCOSUR (en la sección “Country Profiles”). A
partir de esta información realice un análisis comparativo que
contemple los siguientes puntos:
a. Las formas de PI que protege cada uno
b. Las instituciones a cargo de la administración y enforce-
ment de estos derechos
c. Los acuerdos internacionales relacionados con los DPI a
los que adhiere cada uno
d. El número de registros que protege cada país para cada
forma de PI
e. La proporción de registros mantenidos por residentes y no
residentes.

Box 3.3. La legislación de patentes en Argentina


La actual Ley de Patentes argentina (Ley de Patentes de Invención y Modelos de
Utilidad N° 24.481) fue aprobada por el Congreso de la Nación en 1995 y modifi-
cada por la Ley N° 24.572 del mismo año. La Ley designó al Instituto Nacional de
la Propiedad Industrial (INPI), organismo autárquico en el ámbito del Ministerio
de Economía, como autoridad de aplicación de la misma en el territorio nacional.
En términos generales, los contenidos de la Ley siguen los lineamientos del
Acuerdo TRIP. Sin embargo, existen algunas significativas diferencias, por ejem-
plo, en cuanto a la patentabilidad en biotecnología. La legislación nacional exclu-
ye del ámbito de las patentes toda forma de vida. En el artículo 7 establece: “No
son patentables... la totalidad del material biológico y genético existente en la na-
turaleza o su réplica, en los procesos biológicos implícitos en la reproducción
animal, vegetal y humana, incluidos los procesos genéticos relativos al material
capaz de conducir su propia duplicación en condiciones normales y libres tal co-
mo ocurre en la naturaleza”.
Por otra parte, en conformidad con TRIP se eliminaron del texto final las exi-
gencias de explotación local de las invenciones.
La Ley de Patentes suscitó un intenso debate en Argentina, ya que afectaba
los intereses de algunos grupos empresarios locales. En particular, las empresas
farmacéuticas locales realizaron un importante lobby con el objetivo de proteger
su participación en el mercado. La Argentina era uno de los pocos países de
América Latina que había desarrollado una industria farmacéutica nacional de en-
vergadura a partir del uso de compuestos genéricos, lo que generaba una apre-
ciable renta para los productores domésticos. Las presiones internacionales y las
exigencias del acuerdo TRIP lograron finalmente la promulgación de la nueva
ley. Sin embargo, EE.UU. presentó quejas ante la OMC al considerar que la ley de
patentes argentina aún no protege los derechos de los laboratorios extranjeros.
Esta disconformidad con la protección de los DPI en Argentina motivó a EE.UU.
a aplicar sanciones comerciales contra Argentina. En efecto, en 1997 se excluyó
del sistema SGP (que garantiza la entrada libre al mercado norteamericano de

93
Universidad Virtual de Quilmes

productos procedentes de países de bajo desarrollo) a un 50% de los productos


argentinos beneficiados. La ofensiva de EE.UU. contra la Argentina, y en grado
diferente y menor también contra Uruguay, Brasil, Chile, Bolivia, Colombia,
Ecuador, y Costa Rica, se fundamenta legalmente en la sección “Especial 301”
(ver Box 3.2).
En la actualidad (mayo 2002), la Argentina se encuentra en la “Lista de Vigi-
lancia Prioritaria” del USTR. Algunas de las críticas de EE.UU. a la legislación ar-
gentina son: la ineficacia para proteger información confidencial enviada a las
autoridades regulatorias, la negación de ciertos derechos exclusivos, la ineficacia
para tomar medidas preventivas de infracciones y la exclusión de ciertos produc-
tos de la patentabilidad. Las autoridades norteamericanas estiman en US$ 600 mi-
llones las pérdidas anuales sólo para su industria farmacéutica.
Fuente: “La ley”, “Prensa Económica”, y Prensa del USTR

5.
La ley de patentes en Argentina
Lea y analice la ley de patentes de la Argentina, disponible en
la página http://infoleg.mecon.gov.ar:
a. ¿Qué formas de PI protege la Ley?
b. ¿Encuentra los criterios de la ley consistentes con los defi-
nidos por TRIPS?
c. ¿En qué aspectos divergen ambos textos?
d. ¿Considera que la legislación Argentina sufre de alguna
omisión importante?

6.
Realice una búsqueda en la página de la OMC (www.wto.org)
e identifique las disputas relacionadas con Propiedad Intelec-
tual en las cuales se encuentra involucrada la Argentina.

Apéndice 3.1. Los acuerdos sobre DPI en las Américas


Aspectos Generales
WTO ALADI MERCOSUR NAFTA
El acuerdo consolida No hay acuerdo regio- No cubierto. Sin embar- El acuerdo NAFTA con-
de manera efectiva la nal sobre esta área. go, existe un Subgrupo templa muchos de los
mayoría de las discipli- para el análisis del te- aspectos incluidos en
nas contenidas en los ma (Subgrupo N° 7). TRIP. Pero el NAFTA,
acuerdos de París, Ber- Las parte acordaron en por ejemplo, contempla
na, Génova e IPIC en 1995 un protocolo de una protección menos
un solo cuerpo respal- armonización de están- amplia para indicacio-
dado por medidas de dares sobre marcas co- nes geográficas.
enforcement y solución merciales e indicacio-
de controversias. nes geográficas.

94
Tópicos de Economía Internacional

Provisiones Generales y Principios Básicos WIPO, Intellectual


Property Hand-
WTO ALADI MERCOSUR NAFTA book: Policy, Law and Use,
La parte 1 del Acuerdo De acuerdo a la legisla- No cubierto. Los artículos 1701-1704 Capítulos 4 y 5. Disponible
TRIP establece los prin- ción nacional de cada incluyen la protección en www.wipo.org
cipios básicos. país y sus acuerdos es- contemplada en Cuatro
pecíficos. Convenciones, garanti- HOECKMAN, B. y KOSTECKI,
zan trato nacional y au- M. (1997), The Political
torizan a las partes a Economy of the World Tra-
controlar prácticas abu- ding System. From GATT to
sivas o anti-competiti- WTO, Capítulo 6, Oxford
vas. University Press.
Organization of American
States, Trade Unit, (1997),
Enforcement de los DPI “Trade an Integration
Arrangements in the Ameri-
WTO ALADI MERCOSUR NAFTA cas. An Analytical Compen-
El acuerdo exige que De acuerdo a la legisla- No cubierto. Cada país debe asegu- dium”, Washington D.C.
cada país mantenga ción nacional de cada rar el enforcement de
procedimientos adecua- país y sus acuerdos es- su legislación pero sin Organización Mundial del
dos en su legislación pecíficos. crear barreras ilegítimas Comercio, Sitio Oficial
doméstica para hacer al comercio. www.wto.org
frente a infracciones.
Sistema Económico Latino
Americano (SELA), (1997),
Mecanismos para la resolución de disputas “El Acuerdo TRIP y el Co-
mercio Internacional: efec-
WTO ALADI MERCOSUR NAFTA tos sobre América Latina y
El acuerdo aboga por De acuerdo a la legisla- No cubierto. Se aplica el “Mecanis- el Caribe”, Venezuela.
transparencia con res- ción nacional de cada mo General de Dispu-
pecto a la disponibili- país y sus acuerdos es- tas” del acuerdo. VORA NISHA, M. (2001), “In-
dad, alcance, adquisi- pecíficos. ternational Policy And Ac-
ción y enforcement de cords on DPI”, U.S. Depar-
los DPI (Artículo 63). El ment of State Publications.
mecanismos de dispu-
tas se encuentra en el
Art. 64.

Arreglos Instituciones
WTO ALADI MERCOSUR NAFTA
El acuerdo delega en el De acuerdo a la legisla- No cubierto. Las partes se obligan a
“Council for TRIP” las ción nacional de cada proveer asistencia téc-
tareas de monitoreo país y sus acuerdos es- nica y promover la coo-
del acuerdo y la coo- pecíficos. peración entre sus au-
peración internacional toridades competentes
DPI, consultando a (Art. 1719).
otros organismos como
la WIPO.

Fuente: Organization of American States. Trade Unit (1997)

95
4
El tratamiento de la inversión extranjera
directa

Objetivos
1. Introducir al estudiante al análisis económico y a los problemas de políti-
ca planteados por la inversión extranjera directa (IED).
2. Familiarizarlo con los acuerdos que regulan distintos aspectos del trata-
miento de la IED en el plano bilateral, regional y multilateral
3. Introducir al estudiante al acuerdo TRIM del GATT y al análisis de los obs-
táculos que enfrentaron los intentos de regulación multilateral del trata-
miento de la IED, enfatizando los problemas de política.

4.1. Evolución reciente de los flujos de IED

4.1.1. ¿Qué es la IED?

De acuerdo a Graham y Krugman (1995), la IED se define formalmente co-


mo la propiedad de activos en un país por parte de residentes de otro país
con el objetivo de controlar el uso de tales activos. Como se ve, lo que se
procura identificar es en qué medida agentes económicos extranjeros (ya
sean firmas o individuos) ejercen control sobre la producción doméstica. No
obstante, no es fácil definir ni la nacionalidad de una firma ni qué constituye
“control de la producción”. Identificar en la práctica la IED no es, por lo tan-
to, una tarea simple.
En la mayoría de los casos, el residente extranjero que ejerce el control
es una firma, es decir, una persona jurídica. Esto plantea las siguientes pre-
guntas: ¿cuál es el lugar de residencia de una firma que opera en muchos
países? ¿Podemos decir que una firma de esas características tiene una na-
cionalidad determinada? Por ejemplo, Shell y Exxon son firmas petroleras
que tienen una presencia importante en Europa y Estados Unidos. ¿En qué
medida el hecho de que Shell posea su casa matriz en Europa y Exxon en
Estados Unidos influye sobre su comportamiento? ¿No podría identificárse-
las directamente como corporaciones transnacionales (CTN)? No obstante,
a pesar del alto grado de integración económica internacional, las firmas si-
guen teniendo una nacionalidad que las identifica, asociada al país donde
tanto su actividad como sus intereses económicos son mayores. Así, pode-
mos identificar a Honda como una transnacional japonesa, a General Motors
como una transnacional norteamericana y a Peugeot como una transnacio-
nal francesa.

97
Universidad Virtual de Quilmes

El segundo problema se refiere a la definición de “control”. La distin-


ción entre inversión extranjera directa y de cartera (portfolio) está dada
por el control del activo que se adquiere: mientras que en el caso de la
inversión de cartera lo que se adquiere es el derecho a obtener un retor-
no del activo que se posee, en el caso de la IED se adquiere el control
mismo de dicho activo. En la práctica, el ejercicio de dicho control se de-
termina en función de la participación en el capital de la empresa. El Ma-
nual de la Balanza de Pagos del FMI, cuya metodología es utilizada am-
pliamente a nivel internacional, establece este porcentaje en el 10% del
capital.
No obstante, esta medida es resultado de una convención a los fines
de registro en la balanza de pagos. Por ejemplo, se puede dar el caso de
que cada inversor extranjero tenga un porcentaje menor al 10%, pero pue-
de ser que muchos de ellos tengan una misma nacionalidad y actúen en
conjunto en base a intereses comunes. En este caso, la IED medida se-
gún el criterio del FMI estaría subestimada. Por el contrario, puede ser que
un inversor extranjero posea un porcentaje mayor al 10% del capital de la
empresa, pero que aun así no posea su control efectivo porque su geren-
ciamiento está en manos de nacionales. En este caso la convención del
Manual de Balanza de Pagos resultaría en una sobreestimación de la IED.
Estos errores de medición pueden compensarse y, en promedio, las medi-
ciones de IED podrían ser una representación bastante adecuada de la
realidad. Pero esto depende en gran medida de cuán bueno es el sistema
de estadísticas económicas que posee cada país. En definitiva, aunque
conceptualmente el fenómeno que se intenta captar con la categoría IED
es claro, su medición es resultado de una convención.

1.
Consulte la página web de la Dirección de Cuentas Interna-
cionales del Ministerio de Economía:
http://www.mecon.gov.ar/cuentas/internacionales/
En el link de las Estimaciones de la Posición de Inversión In-
ternacional, consulte el trabajo: “Inversión Extranjera Directa
en Argentina 1992-1995”. Tras la lectura de la Introducción
responda las siguientes consignas:
a. ¿Cómo se clasifica la inversión financiera internacional?
b. ¿Cómo se clasifican las empresas de inversión directa?
c. ¿Cómo computa el balance de pagos los flujos de IED?

4.1.2. La teoría de la empresa multinacional

En presencia del libre comercio las firmas podrían elegir abastecer los dis-
tintos mercados a través de las exportaciones. No obstante, aun en aque-
llos mercados donde esto es posible se puede observar que muchas fir-
mas eligen abastecerlos a través de la IED. ¿Cuáles son las razones que
llevan a una misma empresa a producir el mismo bien en distintos paí-
ses? Para responder a esta pregunta encontramos dos explicaciones: la
primera se refiere a las ventajas de localización y la segunda a las de in-
ternalización.

98
Tópicos de Economía Internacional

Las ventajas de localización se relacionan con los argumentos de la teo-


ría tradicional del comercio internacional. La localización de la producción
está en general relacionada con la dotación de recursos. Las CTN petroleras
se localizan, por ejemplo, en aquellos países donde existen recursos energé-
ticos. De la misma forma, algunas CTN de alta tecnología deciden localizar
las actividades de investigación y desarrollo en aquellos países con una alta
dotación de capital humano, mientras que las actividades menos calificadas
se desarrollan en aquellos países donde la mano de obra es abundante y
barata. Los costos de transporte y las barreras al comercio también influyen
en la localización de las CTN: estas firmas pueden decidir abastecer local-
mente a aquellos mercados que sean protegidos y distantes, instalándose
directamente en ellos. Las ventajas de localización están también relaciona-
das con las características particulares de los sectores en que operan las
CTN. En el caso del sector servicios, por ejemplo, muchos de ellos no pue-
den proveerse excepto que la firma tenga una presencia comercial en el
mercado a abastecer.
Las ventajas de internalización de la firma se vinculan con la teoría de la
organización industrial. De acuerdo a ésta, en ciertas condiciones resulta
más beneficioso para las empresas que ciertas transacciones se lleven a
cabo dentro de la firma antes que con otras empresas. De hecho, la existen-
cia misma de la empresa se explica por el hecho de que la misma facilita
cierto tipo de transacciones. Existen dos casos en que las ventajas de inter-
nalización se distinguen claramente. Por un lado está el caso de las transfe-
rencias de tecnología. La tecnología, definida como cualquier clase de cono-
cimiento de utilidad económica, es un bien particularmente difícil de
comerciar. Muchas veces los conocimientos referidos al funcionamiento de
un proceso de producción no están escritos. Otras veces es difícil ponerle
un precio a tal conocimiento. En otros casos, los marcos legales de los paí-
ses no protegen en forma suficiente los derechos de propiedad, por lo que
la firma no está dispuesta a vender cierta tecnología a empresas de estos
países por temor a que las mismas diseminen esa información y erosionen
su ventaja. En estos casos, para la empresa puede ser más beneficioso es-
tablecerse en un país y proveerlo a través de la IED, antes que vender su
tecnología a firmas locales que abastecen ese mercado. Por otro lado, en
ciertos casos las firmas pueden obtener beneficios de su integración verti-
cal. Si una firma produce un bien que otra utiliza como insumo, pueden re-
solver problemas de coordinación si ambas se combinan en una única em-
presa. En el caso de las CTN, para una firma extranjera puede resultar
beneficioso integrarse verticalmente con sus proveedoras de insumos, ex-
pandiendo de este modo la IED.

4.1.3. Tendencias recientes de la IED

La inversión extranjera directa (IED) ha crecido notablemente en las dos últi-


mas décadas. Mientras que en 1980 el stock mundial de IED acumulaba
616 mil millones de dólares, en el año 2000 esta cifra había llegado a 6,3
billones. En este período el stock mundial de IED creció a tasas más altas
que otros agregados económicos, como el producto, la formación de capital
y el comercio mundiales. En el año 2000 el número de corporaciones trans-
nacionales (CTN) llegaba a 60,000, y estas empresas contaban con más de
800,000 filiales en el extranjero.

99
Universidad Virtual de Quilmes

Gráfico 4.1.
Flujos de IED 1987-2001
(miles de millones de US$)
1.400,0

1.200,0
Mundo
1.000,0
Países Desarrollados

800,0 Países en Desarrollo

600,0

400,0

200,0

-
1987. 1988. 1989. 1990. 1991. 1992. 1993. 1994. 1995. 1996. 1997. 1998. 1999. 2000. 2001*
Fuente: UNCTAD

Los países desarrollados constituyen el principal destino de la IED, concen-


trando casi el 80% de los flujos mundiales. Durante el año 2000 los flujos
de IED alcanzaron 1,2 billones de dólares, mientras que los flujos hacia los
países en desarrollo fueron de 240 mil millones. No obstante, es importan-
te destacar que la IED hacia los países en desarrollo experimentó un rápido
crecimiento en la segunda mitad de la década: mientras que en el período
1989-1994 el flujo de IED promedio anual fue de 59,6 mil millones de dóla-
res, en 1995-2000 este flujo alcanzó un promedio de 184 mil millones por
año. Dentro de los países en desarrollo, la región que experimentó el mayor
crecimiento en la entrada de IED durante la segunda mitad de los noventa
fue América Latina y el Caribe.
A pesar del notable crecimiento de la IED en las últimas décadas, su dis-
tribución según mercados de destino continúa siendo muy desigual: en el
año 2000 los 30 principales países receptores de IED concentraban el 95%
de los flujos de ingreso de inversión y el 90% del stock mundial. En cuanto a
los países de origen, los 30 países más importantes explicaban el 99% de
los flujos y del stock de IED. El 90% de las cien principales CTN no financie-
ras -clasificadas según el monto de sus activos en el exterior- tiene su sede
en la Unión Europea, Estados Unidos o Japón. Tomando como referencia las
100 mayores CTN no financieras se observa que más de la mitad de dichas
empresas pertenecen a los siguientes sectores: material eléctrico y electró-
nico, automóviles y petróleo. A fines de la década del noventa sólo tres em-
presas de países en desarrollo se encontraban entre las 100 primeras: Hut-
chinson-Whampoa (Hong-Kong-China), Petróleos de Venezuela (Venezuela) y
Cemex (México).

Cuadro 4.1.
Las 10 principales ET del mundo, 1999.

PuestoEmpresa País Sector


1 General Electric Estados Unidos Productos electrónicos
2 ExxonMobil Corporation Estados Unidos Petróleo
3 Royal Dutch/Shell Group Países Bajos/Reino Unido Petróleo
4 General Motors Estados Unidos Automóviles
5 Ford Motor Company Estados Unidos Automóviles

100
Tópicos de Economía Internacional

6 Toyota Motor Corporation Japón Automóviles


7 DaimlerChrysler AG Alemania Automóviles
8 Total Fina S.A. Francia Petróleo
9 IBM Estados Unidos Computadoras
10 BP Reino Unido Petróleo

Fuente: World Investment Report, 2000.

En los últimos diez años el sector de servicios ha adquirido una creciente


importancia en los flujos de IED como consecuencia de las políticas de libe-
ralización y privatización implementadas en muchos países. En 1999 las ac-
tividades de servicios daban cuenta de más de la mitad de los flujos de IED
hacia los países desarrollados, y de alrededor de un tercio de los que se di-
rigían a los países en desarrollo.

4.1.4. Factores de atracción de la IED

Tradicionalmente los principales factores de atracción de la IED han sido la


existencia de amplios mercados nacionales, una importante dotación de re-
cursos naturales y el acceso a la mano de obra a bajo costo. No obstante, el
peso de estos factores ha ido cambiando: a medida que las naciones se han
ido integrando cada vez más a través del comercio, la importancia del tama-
ño del mercado nacional se ha ido reduciendo. A su vez, en la medida que las
industrias primarias representan una porción cada vez menor de la actividad
industrial, la importancia de los recursos naturales como factor de atracción
se ha ido reduciendo. Finalmente, la utilización de nuevas tecnologías en el
proceso de producción ha limitado el papel de la mano de obra “barata” co-
mo factor de atracción de la IED. Existe un consenso creciente de que las po-
líticas que apuntan a crear un clima más favorable a la IED y la presencia de
infraestructura física y humana adecuada para el desarrollo de las activida-
des de las CTN han ganado mayor peso como factores de atracción de IED.

4.1.5. Políticas de promoción de la IED

Las estrategias de promoción de la IED pueden clasificarse simplificada-


mente del siguiente modo:

• Primera generación de políticas: con este tipo de políticas los países se


limitan a liberalizar su régimen de IED con el objetivo de atraer un mayor
número de inversiones. De acuerdo a datos de la UNCTAD, en el año
2000 el 98% de los cambios reglamentarios realizados por casi 70 paí-
ses tenía como fin crear un ambiente más favorable a la IED. Con ese ob-
jetivo los países reducen los obstáculos a la entrada de IED, reforzando
las normas sobre el trato que se aplica a los inversores extranjeros y
dando al mercado un papel mayor en la asignación de recursos.
• Segunda generación de políticas: en este caso los países dan un paso
más y apuntan a “ofrecer” sus países activamente como destino de la
IED. Este enfoque suele incluir el establecimiento de organismos nacio-
nales de promoción de las inversiones. La Asociación Mundial de Orga-
nismos de Promoción de las Inversiones (AMOPI) contaba a mediados de
los noventa con más de 100 miembros.

101
Universidad Virtual de Quilmes

• Tercera generación de políticas: en este caso los países seleccionan a


las CTN según las industrias y empresas que cada país busca promocio-
nar, tratando de satisfacer las necesidades de localización específicas de
dichos inversores en la actividad económica que se busca desarrollar.

IED, competitividad de exportaciones y comercio

Las CTN (corporaciones transnacionales) dan cuenta de una


importante porción de las exportaciones e importaciones
mundiales. Su participación es mayor en aquellas industrias
intensivas en tecnología y trabajo calificado, que constituyen
las actividades más dinámicas y de mayor valor agregado en
el comercio. En forma creciente, las CTN están estableciendo
sistemas integrados de producción entre países, con una con-
siderable especialización de acuerdo al nivel de tecnología y
los costos laborales. De esta manera el comercio intra-firma
está jugando un rol más importante en algunas de las áreas
más avanzadas del comercio. Las CTN son también muy acti-
vas en el aprovechamiento, en los países en desarrollo, de los
recursos naturales y de las manufacturas basadas en estos re-
cursos, y en la re-localización de las actividades y procesos in-
tensivos en trabajo (dentro de las industrias de alta tecnolo-
gía) hacia aquellos países para aprovechar sus bajos salarios.
Por lo tanto, la participación de las CTN puede ayudar a los
países receptores a aumentar sus exportaciones en toda clase
de industrias proveyendo los insumos ausentes, tanto tangi-
bles como intangibles, que aquéllos necesitan para competir,
o por medio de la mejora de la base local de destrezas y ca-
pacidades. Sin embargo, el impacto de la IED en el fortaleci-
miento de la competitividad de las exportaciones de los paí-
ses receptores y en su capacidad para competir con las
importaciones no es siempre favorable: mucho depende de la
naturaleza de las destrezas y capacidades locales y de las me-
didas tomadas para mejorar éstas a lo largo del tiempo. Resu-
miendo, los principales efectos de la IED son:

• La explotación de las ventajas comparativas estáticas. La


IED puede ser un medio efectivo de proveer recursos ine-
xistentes, tales como las destrezas, el entrenamiento y la
tecnología, los bienes de capital, y los insumos interme-
dios necesarios para explotar las ventajas comparativas
que tienen los países receptores. Estas ventajas pueden ser
recursos naturales y trabajo no calificado de bajo salario
en los países menos desarrollados, o la base de capacida-
des construida con anterioridad (protegida por barreras
proteccionistas) en países más avanzados con experiencia
en sustitución de importaciones. Sin embargo, la IED pue-
de no ser suficiente para sostener el crecimiento de las ex-
portaciones dado que los salarios aumentan y se vuelve
necesario desarrollar exportaciones más intensivas en el

102
Tópicos de Economía Internacional

uso de tecnología y mano de obra calificada. Las CTN


pueden mejorar las destrezas de los trabajadores, pero no
pueden mejorar la base local de educación y capacidades.
A menos que el país receptor lo haga, existe el peligro de
que el crecimiento de las exportaciones basado en la CTN
alcance un pico y luego se estanque.

• Creación de ventajas comparativas dinámicas. En países


con una base adecuada de educación y capacidades las
CTN pueden ayudar a crear ventajas comparativas dinámi-
cas por medio de nuevas destrezas y tecnologías más
avanzadas. Éste ha sido el caso en las industrias más diná-
micas como la electrónica en algunos países del Sudeste
Asiático. En países con una base industrial y tecnológica
más avanzada, las CTN pueden impulsar la innovación es-
tableciendo centros de investigación y desarrollo (I&D) e
interactuando con los investigadores locales.

• Facilitación de acceso a mercados externos. El éxito en la


exportación requiere no sólo de productos competitivos
sino también de experiencia en la comercialización y de
acceso al mercado internacional. La IED puede contribuir
en estas materias, especialmente en mercados donde las
marcas conocidas y las redes de distribución constituyen
activos importantes. Donde el comercio es interno a la
CTN, como en el caso de algunos productos de alta tecno-
logía, unirse a las redes de CTN es a menudo una condi-
ción sine qua non para aumentar las exportaciones. Por
otra parte, las filiales extranjeras pueden tener menos li-
bertad que las firmas locales para elegir mercados de ex-
portación y diversificar su rango de productos. Las filiales
asignadas al último eslabón de la cadena de valor agrega-
do pueden estancarse respecto de firmas locales competi-
tivas y tecnológicamente dinámicas.

• Incrementar los lazos locales. Dado que una filial ex-


tranjera obtiene recursos locales, las CTN en industrias
orientadas a la exportación conectan en forma indirecta a
los proveedores domésticos con los mercados internacio-
nales. Más tarde estas empresas pueden ser capaces de
explotar aún más estos vínculos por su propia cuenta. Con
la liberalización del comercio la decisión de las filiales ex-
tranjeras de obtener sus insumos en el mercado local o en
el exterior depende más del costo y de consideraciones
vinculadas con la entrega de los mismos que con las polí-
ticas comerciales del gobierno receptor. Cuando llegan
por primera vez a un país receptor, las CTN pueden ten-
der a abastecerse de sus proveedores extranjeros con
quienes tienen lazos estrechos. Sin embargo, existen ven-
tajas en tener proveedores cercanos, y las CTN invierten
en desarrollar proveedores locales cuando el costo de lle-

103
Universidad Virtual de Quilmes

varlos al nivel técnico y de calidad requerido es modesto.


Algo de esto se da a través de la IED en las industrias pro-
veedoras, incluyendo los servicios al productor. Donde el
costo de desarrollar industrias proveedoras es demasiado
alto para inducir esta inversión, la promoción de los lazos
requiere de la auxilio del gobierno de modo de ayudar a
las empresas locales a alcanzar los niveles exigidos de tec-
nología y destrezas. Con el tiempo, los lazos de las filiales
extranjeras con las formas locales tienden a volverse simi-
lares dado que su información sobre proveedores locales
y extranjeros converge.

El análisis estadístico muestra una relación positiva entre la


IED y el desempeño de exportaciones industriales. La lista de
los exportadores más dinámicos en los países en desarrollo
muestra que la gran mayoría depende mucho de las operacio-
nes de exportación de las CTN (UNCTAD, 1999). Sin embargo,
las operaciones de las CTN orientadas a la exportación están
concentradas en unos pocos países en desarrollo. Las redes
de exportaciones de alta tecnología incluyen un número aún
menor de países.

La IED también afecta el volumen y la composición de las im-


portaciones del país receptor. Se ha encontrado que, en la
mayoría de los casos, la IED resulta en un aumento neto de
importaciones (UNCTAD, 1996), sumando tanto las importa-
ciones extra-firma como las compras intra-firma de bienes y
servicios. Algunas de estas importaciones sirven para comple-
mentar las ventajas comparativas domésticas y fortalecer la
competitividad de las exportaciones. La composición de las
importaciones también tiende a cambiar, dado que la produc-
ción de las filiales extranjeras es a menudo más intensiva en
tecnología que la producción doméstica. Las implicancias eco-
nómicas del aumento de las importaciones por parte de los
inversores extranjeros dependen de la cantidad, calidad y pre-
cios de sus productos.

Fuente: UNCTAD, World Investment Report 2000.

2.
Consulte la página web de la Dirección de Cuentas Interna-
cionales del Ministerio de Economía:
http://www.mecon.gov.ar/cuentas/internacionales/
En el link de las Estimaciones de la Posición de Inversión In-
ternacional, consulte el trabajo: “Inversión Extranjera Directa
en Argentina 1992-1997”. En base a la información publicada
en ese trabajo responda las siguientes preguntas:
a. ¿Cómo fue la evolución de los flujos de IED en Argentina
en ese período?
b. ¿Cuál fue el componente más importante de la IED?

104
Tópicos de Economía Internacional

c. ¿Cuáles fueron los principales sectores económicos hacia


donde se canalizó la IED?
d. ¿Cuáles fueron los principales orígenes nacionales de la
IED?

KRUGMAN, P. y M. OBSTFELD (2000), Economía Internacional, United Nations,


World Investment
Capítulo 7, Addison Wesley, Madrid.
Report 2000
United Nations, World In-
vestment Report 2001
4.2. Negociaciones internacionales sobre IED
La dinámica de la negociación de acuerdos internacionales sobre IED ha ido
de la mano de las políticas de liberalización económica que se han imple-
mentado a partir de los ochenta. De este modo, los acuerdos internaciona-
les han reflejado en parte el cambio en las políticas nacionales sobre IED.
El primer intento por alcanzar un acuerdo internacional en materia de IED
fue realizado a mediados del siglo XX cuando se intentó, infructuosamente,
crear la Organización Internacional de Comercio (OIC). La Carta de La Haba-
na de 1948, que creaba la OIC, incluía disposiciones sobre el trato a la in-
versión extranjera como parte de su capítulo sobre desarrollo económico. La
Carta nunca fue ratificada por el Senado norteamericano y sólo las disposi-
ciones relativas a política comercial cobraron vida en el GATT.
Entre 1950 y 1970, el escaso avance en materia de acuerdos internaciona-
les sobre inversión reflejó en gran medida la escasa disposición de los países
a disciplinar las políticas de control de la IED que proliferaban en los distintos
regímenes legales nacionales. En efecto, el Código Internacional para el Trato
Equitativo a la Inversión Extranjera, impulsado por la Cámara de Comercio In-
ternacional en 1949 (y que, entre otras cosas, prohibía la imposición de medi-
das discriminatorias contra la IED, al tiempo que establecía la libre transferen-
cia de capitales y utilidades y el derecho a compensación en caso de
expropiación), nunca fue adoptado. La misma suerte corrió el Borrador del
Convenio de la OCDE para la Protección de la Propiedad Extranjera (OECD Draft
Convention on the Protection of Foreign Property) de 1967, que entre otras co-
sas establecía un trato justo y equitativo para la IED, la libre transferencia de
utilidades y una compensación justa en caso de expropiación.

En estos momentos, las perspectivas de que puedan formularse


códigos de conducta o principios de regulación internacional
aceptables para los países receptores, los países inversores y las
corporaciones transnacionales –y, por lo tanto, de que nos po-
damos alejar de la tensión, la inestabilidad y las sospechas aso-
ciadas con la inversión extranjera en el Tercer y Cuarto mun-
dos- son extraordinariamente limitadas. El entusiasmo que
existe en algunos sectores con relación a la negociación de có-
digos de conducta oculta concepciones fundamentalmente dife-
rentes sobre lo que va a controlarse, quién va a ejercer el con-
trol y cuál ha de ser el propósito de dicho control. Si las
disputas entre los inversionistas y los países en desarrollo, o en-

105
Universidad Virtual de Quilmes

tre los gobiernos de los países receptores de inversión y aqué-


llos donde ésta se origina fuera el resultado de un “mal com-
portamiento” de las multinacionales norteamericanas, las pro-
puestas de acordar un “código de buena conducta” y “reglas
del juego internacionales” podrían tener alguna chance de éxi-
to. Si se toma textualmente, la posición empresaria “dígannos
cuáles son las reglas y nosotros las cumpliremos” indicaría una
disposición a adaptarse a las demandas locales de comporta-
miento aceptable a cambio de estabilidad en las operaciones
locales. Pero la mayor parte de las disputas relacionadas con la
inversión no provienen de un “mal comportamiento”, sino que
son el resultado del enfrentamiento entre dos sectores que tra-
tan de sacar ventaja de, pero no ser afectados negativamente
por, la ocurrencia de cambios dramáticos en la capacidad de
negociación. Pocos ejecutivos responsables comprometerían re-
cursos importantes de sus empresas, en un contexto de alto
riesgo e incertidumbre, sin sacar las máximas ventajas posibles
de su capacidad de negociación. Inversamente, pocos líderes
políticos responsables en los países en desarrollo no aprove-
charían la oportunidad de modificar la asimetría básica de la re-
lación, una vez que la incertidumbre y el riesgo se redujeron.
Aun si ellos no lo hicieran, seguramente lo haría la oposición.
A menos que uno suponga que existe un mundo caracterizado
por gobiernos títeres en los países en desarrollo que no inten-
tan inducir a las empresas extranjeras a promover ciertos obje-
tivos nacionales, las disputas entre los inversionistas extranjeros
y los gobiernos locales serán una compañía regular y en buena
medida inevitable del proceso de inversión.
Los ejecutivos de las corporaciones multinacionales que res-
paldan un GATT para la inversión en realidad desean prote-
gerse de los riesgos de una negociación que, una vez que se
concluye, se vuelve obsoleta. Para ellos, las regulaciones in-
ternacionales significan limitaciones en el ejercicio de la sobe-
ranía de los gobiernos de los países receptores, una vez que
la inversión ha sido realizada y está funcionando. Por su par-
te, los líderes de los países en desarrollo que apoyan los códi-
gos de conducta, en realidad están intentando evitar pagar un
precio por las limitadas capacidades empresarias que se ofre-
cen a un riesgo alto cuando recién está comenzando una ope-
ración. Para ellos, la regulación internacional significa la res-
tricción del poder corporativo del inversor extranjero en el
momento de su establecimiento. Los gobiernos populares del
Tercer y Cuarto Mundo no podrían autolimitarse de manera
creíble del modo que los desean los inversores, aun si lo qui-
sieran hacer. Y las corporaciones multinacionales nunca ha-
rían la inversión inicial en condiciones de incertidumbre si sus
conductas fueran limitadas de la manera en que los gobiernos
de los países receptores desean hacerlo.

Fuente: C. Fred Bergsten, Thomas Horst and Theodore Moran,


(1978), American Multinationals and American Interests,
Brookings Institution, Washington DC.

106
Tópicos de Economía Internacional

3.
A mediados de la década de los setenta se creó el Centro de
Corporaciones Transnacionales en el seno de Naciones Uni-
das. Su objetivo era elaborar un Código de Conducta que re-
gulara las actividades de las CTN.
a. Describa el marco político en el que surge esta iniciativa.
b. Explique cuál era la visión sobre el papel de las CTN que
los países en desarrollo tenían en ese momento.
c. Comente cuál fue el destino de este código y enumere
qué factores, a su juicio, llevaron a ese resultado.
En Internet existe abundante información sobre el Centro de
Corporaciones Transnacionales de las Naciones Unidas y el
Código de Conducta de las Corporaciones Transnacionales.

A pesar del escaso progreso registrado en el ámbito multilateral, los países


desarrollados exportadores de capital lograron avanzar hacia una mayor pro-
tección de la IED a través de la firma de tratados bilaterales de inversión
(TBI). Al amparo de estos tratados estos países lograron la aceptación de
ciertas normas de trato y protección de la IED por parte de un número cre-
ciente de países en desarrollo.
A partir de los años ochenta, la tendencia hacia regímenes de IED más
abiertos y liberales favoreció una notable expansión de los flujos de IED.
Este crecimiento, a su vez, impulsó nuevas negociaciones internacionales
en materia de inversión. En efecto, a partir de la década de los ochenta se
observa un rápido crecimiento en el número de TBI suscriptos, la inclusión
del tratamiento a la inversión extranjera en los acuerdos de integración re-
gional y, por último, nuevas iniciativas multilaterales, como el Acuerdo so-
bre Medidas en Materia de Inversiones Relacionadas con el Comercio (Tra-
de-Related Investment Measures –TRIMs) del GATT y el Acuerdo General
sobre el Comercio de Servicios (que incluye a la presencia comercial como
uno de los modos de provisión de servicios). No obstante, y a pesar de es-
tos antecedentes, los intentos por desarrollar un acuerdo multilateral de in-
versiones no han fructificado. El ejemplo más elocuente ha sido el fallido
Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI) impulsado a mediados de los no-
venta por los países de la OCDE. Si bien el AMI no era estrictamente una
iniciativa multilateral ya que la negociación se circunscribía a los países de-
sarrollados, se preveía la posibilidad de extender la membresía a todas
aquellas naciones que eventualmente desearan participar. El AMI constitu-
yó el esfuerzo más estructurado de negociación en materia de inversión ex-
tranjera, pero la iniciativa no tuvo éxito y las negociaciones fueron suspen-
didas indefinidamente.
La inexistencia de un acuerdo multilateral sobre IED responde en gran
medida a las resistencias que exhiben los gobiernos nacionales para limi-
tar su derecho de regular la IED y, más en general, la actividad económica
interna. En los últimos años la posibilidad de avanzar en este campo tam-
bién sufrió como consecuencia de los cuestionamientos que ha recibido el
proceso de globalización en muchos países desarrollados. De cualquier
modo, no está claro que un régimen multilateral que regule la IED sea ne-
cesario o incluso factible.

107
Universidad Virtual de Quilmes

4.2.1. El debate “reglas” versus “discreción” en las


negociaciones internacionales en torno a un régimen de IED

El dilema tradicional “reglas versus discreción” presente en la teoría eco-


nómica puede extenderse al problema de política que enfrenta un país a
la hora de evaluar la conveniencia de participar en un acuerdo internacio-
nal sobre inversiones. La inversión extranjera implica abundantes inversio-
nes en capital fijo, lo que representa un importante “costo hundido” para
quienes las realizan. Cuando el gobierno no se compromete de antemano
a un conjunto de reglas sobre tratamiento de la inversión (como las que
podrían estar contenidas en un acuerdo internacional), los inversionistas
extranjeros corren el riesgo de que el gobierno del país receptor cambie
las reglas del juego, dando como resultado la expropiación (directa o indi-
recta) de las rentas de las CTN. Previendo esto las CTN pueden elegir di-
Si la firma opera en el
sector productor de
rectamente no invertir, con lo cual las potenciales rentas derivadas de la
bienes transables siempre po- IED se disiparían y ambas partes quedarían peor que si la IED se hubiera
drá elegir exportar bienes a ese realizado.
país antes que producirlos lo- La forma usual de evitar este tipo de situaciones es encontrar un ins-
calmente mediante IED.
trumento de compromiso, de modo que el gobierno receptor se ate a sí
mismo para no “tentarse” a expropiar o cambiar las reglas ex post. Un
compromiso que aparentemente hace que el país receptor esté peor por-
que le resta flexibilidad, en realidad podría incrementar su bienestar ya
que si el país tuviera la opción de cambiar las reglas la inversión podría no
llevarse a cabo.
A la luz de este debate, la evaluación que los países hacen a la hora de
negociar (o no) un acuerdo internacional sobre inversiones debería tener en
cuenta las ventajas y desventajas de comprometerse a reglas. De acuerdo a
Este análisis podría ex- Markusen (1998), los países en desarrollo deberían tener en consideración
tenderse a la evalua- las siguientes ventajas y desventajas a la hora de negociar un tratado multi-
ción que un gobierno debería
hacer cuando negocia cualquier lateral de inversión:
acuerdo internacional de inver-
siones. a) Ventajas del “compromiso”

• Reputación: cuando un agente económico tiene reputación otros agentes


pueden predecir y confiar en su futuro comportamiento teniendo en cuen-
ta sus acciones pasadas. Una buena reputación constituye un activo y
como tal tiene un costo, ya que el agente debe dar algo hoy a cambio de
construir capital para su futuro. En términos simplificados, cuando una
CTN invierte el gobierno receptor tiene dos opciones: honrar la inversión,
o no honrarla y expropiar a la CTN. En este último caso, si bien el gobier-
no obtiene ingresos presentes por vía de la expropiación, sacrifica los fu-
turos ingresos de las IED que, dado ese antecedente, no se realizarán.
Aun cuando el gobierno actual tenga intención de honrar la IED, éste pue-
de no ser el caso de las próximas autoridades. Por lo tanto, un gobierno
puede considerar óptimo comprometerse a reglas de modo de prevenir
que futuros gobiernos puedan optar por expropiar. Teniendo esto en con-
sideración, un acuerdo internacional otorga el valor de un seguro, ya que
implica que los futuros gobiernos deberán respetar las reglas vigentes en
el momento en que la CTN decidió efectuar la IED.
• Competencia sobre incentivos a la IED: los incentivos fiscales constitu-
yen un instrumento utilizado por muchos países para atraer IED. Sin em-

108
Tópicos de Economía Internacional

bargo, la evidencia empírica parecería demostrar que dichos incentivos


no definen la decisión de invertir de una CTN. Si esto es así implica que
la IED se realizaría de todas formas, de modo que dichos incentivos fis-
cales constituirían una mera transferencia de ingresos desde los países
que ofrecen los incentivos a favor de las CTN. En igualdad de condicio-
nes, si un país ofrece incentivos fiscales y otro no, la CTN va a elegir
aquella localización en donde puede obtenerlos. Como los incentivos son
transferencias de recursos a las CTN, existe un argumento a favor de que
los gobiernos se coordinen y no otorguen incentivos fiscales a las trans-
nacionales. En este caso, mediante un acuerdo internacional los países
se someterían al compromiso conjunto de no ofrecer incentivos.
• “Rent-seeking” y corrupción: otra razón para comprometerse a reglas in-
ternacionales se relaciona con los incentivos a prácticas de corrupción
que pueden resultar de la negociación individual, caso por caso, de las
condiciones que rigen para la inversión extranjera. En efecto, puede dar-
se el caso de que en el proceso de negociación de las CTN con el gobier-
no, algún funcionario esté dispuesto a otorgar un incentivo fiscal a cam-
bio de algún “pago” que haga la firma. Si ésta hubiera realizado la
inversión de todos modos, el incentivo fiscal se convertiría en una trans-
ferencia hacia el funcionario.

b) Desventajas del “compromiso”

• Negociaciones sobre la distribución de las rentas: existen algunos casos


donde el gobierno elegiría no comprometerse y mantener su poder de ne-
gociación, de modo de alterar la distribución de las rentas entre las CTN
y la economía local. En este caso el gobierno puede amenazar a las CTN
con no cumplir con las condiciones acordadas, y de este modo obtener
una renta positiva de las CTN (pero no al extremo de la expropiación).
• Discriminación entre proyectos de inversión: distintos proyectos de inver-
sión pueden otorgar distintas rentas al país receptor. Por consiguiente, el
gobierno puede tener interés en discriminar según proyectos. Así como
una firma puede estar mejor vendiendo a distintos precios a distintos
clientes, un gobierno puede querer utilizar esta misma herramienta al ne-
gociar con las CTN. De la misma forma, distintos proyectos pueden pro-
ducir externalidades positivas y negativas. El gobierno podría tener inte-
rés en discriminar entre ellos.
• Compensación por otras distorsiones: si un gobierno no puede compro- MARKUSEN, J.
meterse a proveer estabilidad en las reglas de juego, puede tener interés (1998), “Multilateral
en ofrecer incentivos a las CTN que compensen las posibles distorsiones Rules on Foreign Direct In-
vestment: The Develop-
futuras (y también las presentes). Cuando la IED implica externalidades ment Countries’ Stake”,
positivas, esta decisión puede constituir un óptimo. Draft, October.
• Valor de la opción: un gobierno puede querer retener la flexibilidad nece- THE WORLD BANK (1992),
saria para responder a futuras contingencias, oportunidades o crisis. “Legal Framework for the
Treatment of Foreign In-
vestment”, Vol. I.

SELA (1997), “Las Negociaciones Internacionales sobre la In-


versión Extranjera. Elementos para la Posición de los Países
de América Latina y el Caribe”, Caracas.

109
Universidad Virtual de Quilmes

4.3. Los tratados bilaterales de inversión


Los tratados bilaterales de inversión (TBI) constituyen el principal instrumen-
to utilizado para promover y proteger la inversión extranjera a nivel interna-
cional. En 1955 los países firmantes del GATT adoptaron una resolución por
la cual urgían a las partes contratantes a concluir acuerdos bilaterales para
proveer protección y seguridad a la inversión extranjera. Desde el primer TBI
firmado en 1959 entre Alemania y Pakistán, el número de tratados creció en
forma sostenida hasta alcanzar los 385 en 1989. En la década de los no-
venta el número de TBI se expandió aún más, llegando a un total de 1941 a
fines de 2000 (es decir, más de cinco veces el total registrado diez años an-
tes). En los últimos años los acuerdos de libre comercio bilateral también
han incorporado en forma creciente el tratamiento de la inversión como par-
te del acuerdo (éste es el caso del acuerdo entre Australia y Nueva Zelanda,
Japón y Singapur, Canadá y Chile, y los que México firmó con Chile, Costa Ri-
ca y Nicaragua).
Los TBI incluyen en general cláusulas referidas a la definición de la inver-
sión extranjera (que en la mayoría de los casos abarca a los activos físicos
e intangibles, la inversión directa, la inversión de cartera, y a la ya existente
así como a la nueva), la entrada de inversiones, las obligaciones de trato na-
cional y nación más favorecida, el trato justo y equitativo, garantías y com-
pensaciones respecto de expropiaciones, guerras y disturbios civiles, garan-
tía de libre transferencia de fondos y libre repatriación de capitales y
utilidades, la subrogación de reclamaciones por seguros y disposiciones
acerca de la solución de controversias, referidas tanto a disputas entre Es-
tados como entre un inversor y el Estado. Algunos TBI también incluyen dis-
posiciones sobre la transparencia de la normativa nacional, requerimientos
de desempeño y entrada de personal extranjero. En general, los TBI han si-
do utilizados por los países en desarrollo como un instrumento de atracción
de la IED. Por esta razón, estos tratados han sido generalmente negociados
entre países desarrollados y en desarrollo. En los noventa, los países en de-
sarrollo han tendido en forma creciente a firmar TBI con un rango más am-
plio de países desarrollados, e incluso entre ellos mismos.

Box 4.1. Tratados bilaterales de inversión firmados por Argentina


País Fecha
Alemania 9 de abril de 1991
Armenia 16 de abril de 1993
Australia 23 de agosto de 1995
Austria 7 de agosto de 1992
Bélgica-Luxemburgo 28 de junio de 1990
Bolivia 17 de marzo de 1994
Bulgaria 21 de septiembre de 1993
Canadá 5 de noviembre de 1991
Corea 17 de mayo de 1994
Chile 2 de agosto de 1991
China 5 de noviembre de 1992
Croacia 2 de diciembre de 1994
Dinamarca 6 de noviembre de 1992
Ecuador 20 de febrero de 1994

110
Tópicos de Economía Internacional

Egipto 11 de mayo de 1992


El Salvador 9 de mayo de 1996
España 3 de octubre de 1991
Estados Unidos 14 de noviembre de 1991
Finlandia 5 de noviembre de 1993
Francia 3 de julio de 1991
Holanda 20 de octubre de 1992
Hungría 5 de marzo de 1993
Israel 23 de junio de 1995
Italia 22 de mayo de 1990
Jamaica 2 de febrero de 1994
Malasia 6 de septiembre de 1994
Perú 10 de octubre de 1994
Polonia 31 de julio de 1991
Portugal 6 de octubre de 1994
Reino Unido 11 de diciembre de 1990
Rumania 29 de julio de 1993
Senegal 6 de abril de 1993
Suecia 22 de noviembre de 1991
Suiza 12 de abril de 1991
Túnez 17 de junio de 1992
Turquía 8 de mayo de 1992
Ucrania 9 de agosto de 1995
Venezuela 16 de noviembre de 1993

Fuente: International Centre for Settlement of Investment Disputes, 1999.

4.3.1. Acuerdos bilaterales de inversión en el hemisferio


occidental

Durante la década de los noventa se observa un notable crecimiento en el


número de TBI entre países del Hemisferio Occidental. Aunque algunos paí-
ses de América Latina habían concluido TBI con países europeos en los se-
senta y los setenta, recién en los ochenta los países de la región comenza-
ron a firmar tratados entre sí. En efecto, el primer TBI entre países
americanos se firmó en 1982 entre Estados Unidos y Panamá, seguido lue-
go por otros TBI firmados por Estados Unidos con otros países de la región.
En los noventa los programas de reformas estructurales implementados en
los países de América Latina y el Caribe produjeron una sustancial liberaliza-
ción de los regímenes de inversión en la mayoría de esos países.
Los nuevos regímenes de inversión apuntaban a promover la inversión ex-
tranjera a través del otorgamiento del trato nacional y de la eliminación de la
mayoría de las restricciones al movimiento de capitales y a la remisión de
utilidades. Estos regímenes también admitían el arbitraje internacional como
medio para resolver disputas entre el Estado receptor de la inversión y los
inversores extranjeros, revirtiendo la tradición latinoamericana basada en la
doctrina Calvo. De acuerdo a esta doctrina, los extranjeros debían renunciar
a la protección diplomática de sus países de origen y a los derechos de la
legislación internacional, ateniéndose solamente a la legislación local. Este
nuevo enfoque hacia la inversión extranjera ha eliminado los más importan-
tes obstáculos que trababan la negociación de TBI entre países latinoameri-
canos y los países exportadores de capital.

111
Universidad Virtual de Quilmes

A mediados de los noventa, la mayoría de los países de la región había


firmado al menos un TBI. Sólo cinco países aún no habían firmado ningún
acuerdo: Bahamas, República Dominicana, Guatemala, St Kitts and Nevis, y
Suriname. Por su parte, veintidós países de la región ya habían firmado al
menos un acuerdo con otro país americano. Los países más activos en la
firma de TBI intra-regionales fueron la Argentina, Chile, Ecuador, Estados Uni-
dos y Venezuela.

4.3.2. Principales contenidos de los acuerdos bilaterales de


inversión en el hemisferio occidental

Tomando como base treinta y dos TBI firmados entre países del hemisferio
occidental sus principales disposiciones pueden resumirse como sigue.

• Ámbito de aplicación
Todos los TBI determinan un ámbito de aplicación, al definir qué inversiones
e inversores quedan cubiertos por el tratado. Los TBI más recientes abarcan
un rango más vasto de aplicación que aquellos más antiguos, incluyendo
nuevas formas de transacciones y un grupo más diverso de inversores. La
mayoría de los TBI definen inversión como “toda clase de activo”, e incluye
como inversores a aquellas personas físicas que son ciudadanos naciona-
les de uno de los países del acuerdo. En cuanto a las personas jurídicas, se
incluyen diferentes criterios: el del lugar de constitución de la firma, el del lu-
gar donde la gerencia de la empresa se localiza, y el de su control acciona-
rio. En general, en aquellos casos en donde los gobiernos quieren restringir
los beneficios del acuerdo se utiliza una combinación de distintos criterios.
En cuanto al período de aplicación, por lo general estos tratados tienen una
duración inicial de diez años, sujetos a renovación. En forma creciente, y
apartándose de lo que fuera la regla en los primeros TBI, los beneficios del
acuerdo se aplican no sólo a las inversiones hechas con posterioridad a la
firma del tratado, sino también a las que se realizaron previamente.

• Admisión
Las condiciones de admisión se incluyen en general en las disposiciones so-
bre promoción y protección de la inversión. Normalmente estas condiciones
se resumen en una cláusula que estipula que cada país promoverá en su te-
rritorio las inversiones de su socio, y admitirá las mismas en base a sus le-
yes y regulaciones. Los TBI firmados con Estados Unidos contienen requisi-
tos más estrictos, como el de trato nacional y nación más favorecida (con
algunas excepciones), tratamiento justo y equitativo, protección completa y
no discriminación. La mayoría de estos tratados prohíbe los requisitos de
desempeño como condición para el establecimiento.

• Tratamiento
En la mayoría de los TBI el tratamiento de la inversión se refiere al régimen
legal que se aplica a la misma una vez que ha sido admitida por el país re-
ceptor. En cambio, en los TBI firmados por Estados Unidos las cláusulas re-
feridas al tratamiento de la inversión se aplican tanto a la fase de pre-esta-
blecimiento (proceso de admisión) como a la de post-establecimiento. La
mayoría de los TBI incluyen los siguientes estándares: trato justo y equitati-

112
Tópicos de Economía Internacional

vo, alguna forma de protección, y trato nacional y de nación más favorecida.


No obstante, la mayoría de los TBI incluyen excepciones generalmente rela-
cionadas con los beneficios que uno de los signatarios otorga a un tercero
con el cual está asociado en un acuerdo de integración económica. También
se incluyen cláusulas en las que se estipula que, en caso de pérdidas por
guerras, revolución, etc. se respetará el principio de trato nacional y NMF en
el caso de compensaciones, indemnizaciones, etc. En particular, los TBI fir-
mados por Estados Unidos incluyen la prohibición de aplicar requisitos de
desempeño como condición para el establecimiento, adquisición o expan-
sión de la inversión. Por otro lado, también se establece que se permitirá la
entrada de personal extranjero para trabajar en las empresas inversoras.

• Transferencias
Todos los TBI incluyen el requisito de que el país receptor de la inversión ga-
rantice a los inversores la transferencia de fondos relacionados con la inver-
sión. Entre éstos generalmente se incluyen las ganancias, los repagos de
préstamos y los ingresos derivados de la liquidación total o parcial de la in-
versión. La mayoría de los TBI establecen que estas transferencias deberán
realizarse en moneda convertible y sin demora. Sólo un tratado (el de Co-
lombia-Perú) establece restricciones a la libre transferencia de capitales en
caso de problemas de balanza de pagos.

• Expropiación
Siguiendo la normativa internacional en la materia, los TBI prohíben la expro-
piación de la inversión así como todas aquellas medidas cuyos efectos sean
equivalentes (creeping expropiation), excepto cuando exista un propósito pú-
blico y la expropiación se realice de acuerdo a la ley y con compensación. En
general, todos los tratados establecen que el gobierno que expropia no de-
be discriminar entre inversores nacionales y extranjeros. En cuanto a la com-
pensación, ésta ha sido históricamente una cuestión contenciosa. Generale-
Esta cláusula estándar
mente los TBI utilizan la cláusula Hull, que establece que dicha fue formulada por el
compensación debe ser “pronta, adecuada y efectiva”. En relación al valor Secretario de Estado norteame-
de la inversión expropiada, debe tomarse el valor de mercado. ricano Cordell Hull, quien en
1938 declaró que “bajo ninguna
regla legal o de equidad ningún
• Solución de controversias gobierno puede expropiar la
Los TBI diferencian entre disputas entre Estados Parte del tratado y las que propiedad privada con cualquier
pudieran surgir entre un Estado y un inversor privado. Las controversias sur- propósito sin disponer un pago
pronto, adecuado y efectivo”.
gidas entre Estados a raíz de la interpretación o la aplicación del acuerdo
deberán someterse, a pedido de cualquier Parte, a tribunales arbitrales ad-
hoc. No obstante, antes de la instancia del arbitraje debe haber consultas,
ya que las partes deben tratar de resolver los conflictos en forma amigable.
En general los TBI establecen reglas para la constitución del tribunal arbitral
ad-hoc y los procedimientos generales que éste debe seguir. Las decisiones
del tribunal deberán ser tomadas por mayoría de votos y son obligatorias pa-
ra ambas partes. Algunos tratados establecen que el tribunal arbitral debe
tomar sus decisiones a partir de lo que se establece en el tratado y de
acuerdo a los principios de la normativa internacional.
Con respecto a las controversias entre un Estado Parte y un inversor (en
general conocidas como “disputas de inversión”) todos los TBI establecen el
arbitraje como medio para resolverlas. En general, los TBI establecen meca-
nismos institucionales de arbitraje específicos (y no ad-hoc, como en el an-

113
Universidad Virtual de Quilmes

terior caso). En particular, los TBI se refieren al arbitraje bajo la Convención


sobre la Solución de Disputas de Inversión entre Estados y Nacionales de
Otros Estados, del Centro Internacional para la Solución de Disputas sobre
Inversión (International Centre for Settlement of Investment Disputes- ICSID),
poniendo como mecanismo alternativo las reglas de la Comisión de Nacio-
nes Unidas sobre Legislación de Comercio Internacional (United Nations
Commission on International Trade Law-UNCITRAL).

4.4. El tratamiento de la inversión en los acuerdos de


integración regional en el hemisferio occidental
La mayor parte de los tratados de integración regional en el hemisferio occi-
dental, y especialmente los que se negociaron a lo largo de la década del
noventa, incluyen disposiciones relativas al tratamiento de la inversión. En lo
que sigue destacamos los aspectos principales de los más importantes.

4.4.1. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte

Las disposiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TL-
CAN) respecto del tratamiento de la inversión están incluidas en su Capítulo
XI. El TLCAN establece el trato nacional para las inversiones y los inversores
provenientes de sus países miembros. Un elemento que se destaca en el
acuerdo es que esta obligación no sólo incluye a los gobiernos nacionales,
sino también a los estados y provincias. El TLCAN también establece el tra-
to de nación más favorecida para las inversiones y los inversores provenien-
tes de otro Estado Parte. Asimismo, las Partes deben otorgar a la inversión
recíproca un trato acorde con el derecho internacional, incluido un trato jus-
to y equitativo, así como protección y seguridad plenas.
En relación a los requisitos de desempeño, las disposiciones son más
exigentes que las incluidas en el TBI entre Estados Unidos y Canadá (que en
otros aspectos ha servido de modelo para el capítulo sobre inversión del TL-
CAN) y en el TRIMs. Las prácticas prohibidas en el TLCAN incluyen los requi-
sitos de exportación, de contenido nacional, la provisión doméstica de insu-
mos, las exigencias de equilibrio comercial, el condicionamiento de las
ventas internas y las obligaciones de transferencia de tecnología. La mayo-
ría de las regulaciones nacionales que existían al momento de la firma del
acuerdo en materia de requisitos deberán eliminarse al término de diez
años. Al igual que el TBI entre Estados Unidos y Canadá, el TLCAN permite
aplicar requisitos que no se refieran al comercio sino a la capacitación de
personal, a actividades de investigación y desarrollo y a la construcción y
ampliación de instalaciones. Es interesante destacar que las disposiciones
sobre requisitos de desempeño del TLCAN se asemejan a la propuesta de
Estados Unidos en las negociaciones del TRIMs, que enfrentó la resistencia
de los países en desarrollo, reacios a limitar su capacidad de regular la ac-
tividad de las empresas multinacionales dentro de sus fronteras.
El TLCAN también dispone la libre transferencia de capitales, incluyendo
la remisión de utilidades, y prohíbe la expropiación, excepto por causas de
utilidad pública. En estos casos, ésta deberá realizarse sobre bases no dis-
criminatorias, con apego al principio de legalidad y mediante el pago de in-
demnización. Asimismo, el TLCAN prohíbe que los gobiernos exijan que el

114
Tópicos de Economía Internacional

personal de alta dirección sea de alguna nacionalidad en particular, aunque


sí lo pueden requerir de la mayoría de los miembros de un consejo de admi-
nistración.
Una particularidad del TLCAN es que incorpora disposiciones relativas a
cuestiones de medio ambiente, al permitir que cada país exija a sus inverso-
res que apliquen determinadas tecnologías ambientales y al desalentar el re-
lajamiento de la legislación ambiental como incentivo para atraer la inversión.
En materia de solución de controversias, el TLCAN sigue el espíritu de los
TBI firmados por Estados Unidos, al establecer la posibilidad de que un in-
versor solicite un arbitraje internacional contra un Estado Parte, si considera
que éste no ha cumplido con lo dispuesto por el acuerdo. El Capítulo 11,
que regula el mecanismo de solución de controversias entre gobiernos e in-
versionistas, ha recibido críticas de parte de varios grupos que consideran
que su funcionamiento ha sido poco transparente y ha permitido que las
CTN pasen por encima regulaciones nacionales en materia ambiental y sani-
De hecho, las Partes no
taria. El hecho de que la publicación de la información referente a los con- están obligadas, sino
flictos que se inscriben bajo el Capítulo 11 es escasa, ha alimentado las crí- sólo habilitadas, a publicar los
ticas sobre procedimientos poco transparentes. fallos referidos a este capítulo.
Las disposiciones del TLCAN se aplican a todos aquellos inversores de
los países miembros, incluidas aquellas firmas de propiedad de personas
que no son nacionales de esos países. Existen, sin embargo, algunas excep-
ciones a este capítulo. En particular, sus disposiciones no se aplican a:

• aquellas medidas relacionadas con las inversiones de servicios financie-


ros, a las que se le aplican las disposiciones del capítulo correspondien-
te (Capítulo XIV).
• las medidas exceptuadas, listadas en el Anexo I del acuerdo (que incluye,
entre otros, a los sectores de energía y de ferrocarriles de México, a las
radiocomunicaciones y las aerolíneas de Estados Unidos, y a la industria
cultural canadiense).
• aquellas medidas estaduales o provinciales notificadas dentro de los dos
años de la entrada en vigor del acuerdo, así como su renovación y en-
mienda.
• las compras gubernamentales o de empresas estatales.
• los incentivos a la inversión y los programas de promoción de exportacio-
nes y de ayuda extranjera.
• las restricciones sobre la inversión por razones de seguridad.

4.4.2. El Mercado Común del Sur

Los Estados Parte del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) también firma-
ron acuerdos relativos al tratamiento de la inversión proveniente de extrazo-
na y a la inversión regional. No obstante, estos tratados son bastante gene-
rales, no van más allá de los compromisos ya adquiridos por los países en
los tratados bilaterales con terceros y el TRIMs y, a pesar de que fueron fir-
mados hace varios años, aún no han entrado en vigencia. Las diferencias en
el contenido de los acuerdos sobre inversión del TLCAN y del MERCOSUR re-
velan claramente los disímiles incentivos que tienen los países para asegu-
rar ciertos patrones de tratamiento a la IED, según sean principalmente ex-
portadores o importadores de capital. Sin embargo, los países del
MERCOSUR tampoco han conseguido avanzar en un acuerdo que limite de

115
Universidad Virtual de Quilmes

manera efectiva el uso de medidas estatales de estímulo a la inversión que


pueden resultar en una “carrera de subsidios”, para beneficio exclusivo de
las CTN. Parte del problema ha sido causado por el hecho de que muchos
de esos estímulos son aplicados por los gobiernos locales, en tanto que los
convenios son suscritos por los órganos federales.

A pesar de que los regímenes de regulación de la inversión


han experimentado una significativa convergencia, durante la
primera década subsistieron distintas asimetrías entre los Esta-
dos Parte. En efecto, mientras que la Argentina removió prác-
ticamente la totalidad de las restricciones a la inversión ex-
tranjera durante los primeros años de los noventa, Brasil
comenzó a avanzar en la apertura de ciertos sectores (como
hidrocarburos, telecomunicaciones, etc.) sólo después de la
reforma constitucional de 1994. Si bien los Estados Parte han
negociado algunos instrumentos, estos prácticamente no han
tenido ningún impacto sobre las prácticas nacionales.
En enero de 1994 los Estados parte del MERCOSUR firmaron
un acuerdo sobre promoción y protección de inversiones in-
trazona -el Protocolo de Colonia-, por el que se comprometie-
ron a conceder el trato de nación más favorecida o trato na-
cional a los inversores de la sub-región. Sin embargo, los
Estados Parte también se reservaron el derecho de mantener
excepciones al trato nacional para las inversiones intrazona
por un período de tiempo no especificado. A pesar de haber
En el año 2000 se decidió crear sido concluido en 1994, este protocolo aún se encuentra en
un subgrupo de trabajo dentro trámite parlamentario en los cuatro Estados Parte. El Protoco-
del Grupo Mercado Común cu-
lo de Colonia, que prohíbe explícitamente la aplicación de re-
yas funciones son, entre otras,
analizar las dificultades existen- quisitos de desempeño, podría tener algún impacto sobre el
tes para la aprobación e imple- tratamiento de las inversiones intrazona, ya que una vez ratifi-
mentación de los citados proto- cado podría ser directamente invocado por inversores que
colos. El Congreso brasileño no
eventualmente se sintieran afectados.
ha aprobado ninguno de los
acuerdos bilaterales de Los Estados Parte también suscribieron un Protocolo sobre
inversión suscritos por Promoción y Protección de Inversiones Provenientes de Ter-
el Ejecutivo. La razón radica en ceros Países, en el que se establecieron principios jurídicos
las disposiciones sobre solu-
ción de controversias, las que a
generales de cumplimiento mínimo para el tratamiento de las
juicio del Poder Legislativo otor- inversiones extrazona (en materia relativa a expropiación,
gan más derechos a los inver- transferencias, solución de controversias, etc.). Este protocolo
sores extranjeros que a los na- esencialmente cristalizó a nivel cuatripartito los compromisos
cionales (especialmente en lo
que se refiere a la posibilidad de
ya asumidos en acuerdos bilaterales de protección y promo-
recurrir a arbitrajes y a la juris- ción de inversiones. El Protocolo de Buenos Aires tampoco ha
dicción internacional). entrado aún en vigencia. En cualquier caso, no se espera que
su implementación produzca un impacto significativo. Si bien
en el Preámbulo se menciona la necesidad de evitar distorsio-
nes en los flujos de inversión, lo cierto es que el acuerdo no
contiene ninguna disposición para evitar que los países miem-
HUFBAUER, G.C. y J. bros concedan incentivos para promover las inversiones ex-
SCHOTT (1993),
tranjeras en sus respectivos territorios.
NAFTA: An Assessment, Ins-
titute for International Eco- Fuente: Bouzas R. y J. Fanelli (2001), Mercosur: Integración y
nomics, Washington DC. Crecimiento, Fundación OSDE.

116
Tópicos de Economía Internacional

4.5. El tratamiento de la inversión en el ámbito


multilateral
Hasta la Ronda Uruguay el tratamiento de la IED prácticamente no formó
parte de la agenda de negociación multilateral. Los primeros intentos por
establecer disciplinas en materia de inversión fueron incluidos en la Carta
de La Habana cuando se intentó crear la Organización Internacional de Co-
mercio. Sin embargo, como ya vimos, la OIC no llegó a nacer. El GATT, que vi-
no a ocupar su lugar, no incorporó ninguna disciplina que se relacionara en
forma directa con el tratamiento de la inversión. Ocasionalmente, el tema
fue retomado en distintas rondas de negociación a instancias de Estados
Unidos, el principal interesado en promover reglas internacionales aplicables
a la inversión. La Ronda Uruguay fue la primera en la que se alcanzó un
acuerdo, aunque muy limitado si se lo mide por las aspiraciones de los ne-
gociadores norteamericanos.
El hecho más destacable a nivel multilateral antes del comienzo de la
Ronda Uruguay se relaciona con una resolución tomada en 1984 por un pa-
nel arbitral solicitado por Estados Unidos al GATT, cuyo propósito era resol-
Foreign Investment
ver una disputa con Canadá (conocido como “FIRA Panel”, por sus siglas en Review Act
inglés). Esta disputa se basaba en la exigencia por parte de las autoridades
canadienses de ciertas condiciones que los inversores extranjeros debían
cumplir para que sus proyectos de inversión fueran aprobados. Estas condi-
ciones se referían a la compra de ciertos productos de fuentes locales (re-
quisito de contenido local) y a la exportación de un cierto porcentaje del pro-
ducto (requisito de desempeño de exportaciones). El panel concluyó que el
requisito de contenido local era inconsistente con la obligación de trato na-
cional del GATT, pero que el requisito de desempeño de exportaciones no
era inconsistente con las obligaciones del GATT. Esta decisión dejó en claro
que las obligaciones existentes bajo el GATT eran aplicables a medidas rela-
cionadas con la inversión, siempre y cuando éstas fueran distorsivas para el
comercio. Al mismo tiempo, la conclusión del panel de que los requisitos de
exportación no estaban cubiertos por los compromisos del GATT mostró el
alcance limitado de las disciplinas existentes.
Los resultados del “FIRA Panel” incrementaron la presión para que el
GATT incluyera en forma explícita el tratamiento de aquellas medidas aplica-
das a la IED que distorsionaran o restringieran el comercio. Esta presión es-
tá en la base de la negociación del TRIMs durante la Ronda Uruguay. Otros
acuerdos, como el GATS y, en menor medida, el TRIPs y el Acuerdo sobre
Subvenciones y Medidas Compensatorias también incorporan disciplinas re-
levantes para la IED. La resistencia de muchas partes contratantes a nego-
ciar un acuerdo general sobre regulación de la inversión ha resultado en un
conjunto de acuerdos que enfocan aspectos parciales de la IED.

4.5.1. La negociación del TRIMs en el GATT

El acuerdo TRIMs (Trade Related Investment Measures) fue negociado como


parte de los compromisos de la Ronda Uruguay. Sin embargo, su negocia-
ción fue una de las más controvertidas. Por un lado, muchos países en de-
sarrollo sostenían que la negociación de disciplinas que afectaran la inver-
sión iba más allá del alcance del GATT, y que éste no constituía el mejor

117
Universidad Virtual de Quilmes

ámbito para llevar adelante tales negociaciones. Por el contrario, algunos


países desarrollados (entre los que se destacaba Estados Unidos) soste-
nían que algunas medidas de tratamiento de la inversión podían afectar sig-
nificativamente los flujos de comercio, razón por la cual debían estar sujetas
a las disciplinas multilaterales impuestas por el GATT. Al comienzo de la
Ronda Uruguay Estados Unidos buscó establecer disciplinas para una larga
serie de medidas de política (que incluían los requisitos de contenido local,
de desempeño de exportaciones, de balanza comercial, de ventas domésti-
cas mínimas o máximas, de transferencia de tecnología, límites a la propie-
dad, remisión de utilidades e incentivos a la inversión).
Dadas las dispares pretensiones de los países en desarrollo y de algu-
nos países desarrollados, el TRIMs acabó siendo una solución de compromi-
so. Al prohibir en forma explícita aquellas políticas de inversión que violaban
las disciplinas impuestas por el GATT, el TRIMs se subordinó a ese acuerdo
(es decir, no va más allá de lo que se establece en el GATT en materia de
tratamiento discriminatorio). Por esta razón algunos autores sostienen que
la firma del TRIMs ha resultado en un hecho irónico, ya que otorga períodos
de gracia para que los países eliminen medidas de inversión que ya están
violando compromisos del GATT.

4.5.2. Los compromisos del acuerdo TRIMs

Según su preámbulo, el TRIMs apunta a contribuir a la expansión y progresi-


va liberalización del comercio mundial, así como a facilitar la inversión inter-
nacional de modo de promover el crecimiento económico entre los socios, al
tiempo que alienta la libre competencia. El alcance del acuerdo se define en
el artículo I, donde se establece que el mismo se aplica a las medidas de in-
versión relacionadas sólo con el comercio de bienes. Esto implica, enton-
ces, que el TRIMs no se aplica al comercio de servicios. Aunque el término
“Medidas de inversión relacionadas con el comercio” no se define en forma
explícita, en el anexo al acuerdo se incluye una lista ilustrativa de medidas
que son inconsistentes con los Artículos III (trato nacional de productos im-
portados) y XI (Prohibición de Restricciones Cuantitativas a las Importacio-
nes y Exportaciones) del GATT.
El Parágrafo 1 de la Lista Ilustrativa incluye aquellas medidas que son in-
consistentes con el Artículo III del GATT. Éstas son: los requisitos de conte-
nido local (a través de la compra o uso de productos de origen local) y los re-
quisitos de balanza comercial equilibrada (que limita la compra o uso de
productos importados a un monto en relación con el volumen o valor de los
productos locales que exporta). En ambos casos, la compra de productos
importados enfrenta condiciones menos favorables que la de los productos
Aunque esta medida domésticos. El Parágrafo 2 trata sobre las medidas inconsistentes con el Ar-
podría asimilarse a la tículo XI. Éstas son aquellas medidas arancelarias que ligan la importación
incluida en el anterior parágrafo, de productos al volumen o valor de la producción local que la firma exporta,
la diferencia radica en que ésta
el requisito de equilibrio de divisas (que vincula el acceso a las mismas pa-
última se refiere a las medidas
internas que afectan el uso de ra la importación al flujo de divisas que ingresa la empresa), y las restriccio-
los productos una vez que fue- nes a las exportaciones generadas por la empresa, en términos de produc-
ron importados, mientras que la tos específicos o como proporción de la producción local. Estas medidas
primera se refiere a las medidas
de frontera (border measures)
violan el Artículo XI ya que restringen las importaciones y las exportaciones.
que afectan la propia importa- Otras medidas relacionadas con las exportaciones, como los requisitos de
ción del producto. desempeño de la exportación, no quedan cubiertas por el GATT.

118
Tópicos de Economía Internacional

El acuerdo exige a los países notificar al GATT cualquier TRIM que sea in-
consistente con el Acuerdo. Estas medidas debían ser eliminadas en un pla-
zo de dos años en el caso de los países desarrollados, cinco años en el de
los países en desarrollo y siete años para los países menos desarrollados,
contados a partir de la entrada en vigencia del acuerdo. Entre los países
que notificaron TRIMs se encontraba la Argentina, Bolivia, Chile, Colombia,
Chipre, Egipto, India, Indonesia, México, Malasia, Perú, Polonia, Rumania, Su-
dáfrica, Tailandia, Uruguay y Venezuela.
El acuerdo permite que un país que ha notificado un TRIM lo aplique du-
rante el período de transición a una nueva inversión de modo de no distor-
sionar la competencia entre nuevas y viejas inversiones. Asimismo, se po-
dría llegar a extender el plazo para eliminar el TRIM si un país en desarrollo
demostrara dificultades particulares para aplicar el acuerdo.
El acuerdo TRIMs establece que, para los conflictos que surjan bajo este
tratado, se aplicará el procedimiento de solución de controversias del GATT.
Por último, el Artículo IX del acuerdo TRIMs establece que el mismo deberá
ser revisado por el Consejo sobre Comercio de Bienes no después de que
hayan transcurrido cinco años desde su entrada en vigor. Esta revisión debía
evaluar si el acuerdo debía complementarse con disposiciones sobre la polí-
tica de competencia y de inversión. De acuerdo a esta disposición, en 1999
el Consejo inició la revisión. Por otra parte, en julio de 2001 el Consejo de-
cidió extender el plazo para las excepciones al TRIMs en principio hasta di-
ciembre de 2003 (con posibilidades de extensión hasta 2005). Esta deci-
sión afecta a Argentina, Colombia, Filipinas, Malasia, México, Pakistán y
Rumania. En el caso de la Argentina, el gobierno notificó el programa espe-
cial para el sector automotriz en marzo de 1995 y luego solicitó una exten-
sión adicional a su vigencia.

4.5.3. Los requisitos de contenido nacional y de exportación.


Argumentos económicos y evidencia empírica.

Los requisitos de contenido nacional obligan a las subsidiarias de corpora-


ciones transnacionales a que un cierto porcentaje de los insumos utilizados
o del valor agregado del producto final que producen sea de origen domésti-
co. Para que esta medida sea efectiva, suele ir acompañada de barreras a
la importación. Esta medida es discriminatoria por definición, ya que las em-
presas no pueden elegir libremente a sus proveedores y deben inclinarse
por productores locales. Llamativamente, como señalan Hoeckman y Kos-
tecki (1997), el TRIMs no hace referencia a los requisitos de exportación.
Dado que estos requisitos están generalmente asociados con la obtención
de subsidios u otras ventajas por parte del gobierno, esta omisión es en al-
guna medida inconsistente con la prohibición del GATT de aquellos instru-
mentos que exigen un determinado desempeño a cambio de subsidios.
La evidencia empírica disponible indica que los efectos sobre el desem-
peño económico de los requisitos de contenido nacional y los requisitos de
exportación son bien diferentes. Los requisitos de contenido nacional han
sido una de la medidas más frecuentes aplicadas por los países en desarro-
llo receptores de IED, con el objeto de profundizar el proceso de industriali-
zación mediante la multiplicación de encadenamientos internos. También
suelen alegarse argumentos de “industria naciente” o incluso de objetivos
nacionales estratégicos. Sin embargo, de acuerdo a Moran (2000) la expe-

119
Universidad Virtual de Quilmes

riencia muestra resultados negativos independientemente de cual haya sido


su objetivo o justificación. Según este autor, el uso de estos instrumentos
reveló grandes ineficiencias y una pronunciada tendencia al estancamiento
en las industrias en las que la nación anfitriona los aplicó. En casi todos los
casos, la implementación de requisitos de contenido nacional derivó en es-
pirales de proteccionismo creciente que elevaron los precios domésticos de
los sectores afectados hasta un 300% por encima de los precios internacio-
nales. Las pérdidas económicas que produjeron para los empresarios y con-
sumidores residentes no se vieron compensadas por efectos de aprendizaje
dinámico, tal como se esperaba en un principio.
Las razones detrás de este fracaso son múltiples. Un factor clave es que
resulta muy difícil que proyectos que en general están orientados a satisfa-
cer la demanda del mercado interno y que no captan todas las economías
de escala inherentes en los procesos productivos, lleguen a ser mundial-
mente competitivos. El costo será tanto mayor cuanto más importante sea
para la industria la obtención de grandes escalas. Para citar un ejemplo, las
estimaciones de la escala óptima para una planta automovilística (donde es-
te factor es muy importante) rondan las 200.000 unidades anuales. En una
economía como la argentina, donde los requisitos de contenido nacional y
otras restricciones han sido una constante en el sector, se observan entre
12 y 14 plantas integrales funcionando para una demanda global que, en
promedio, no supera las 200.000 unidades anuales. Bajo estas condicio-
nes, es difícil que una planta pequeña y protegida llegue a ser una exporta-
dora exitosa en los mercados internacionales.
Pero el fracaso en lograr economías de escala es sólo una de las dificul-
tades que provocan los requisitos de contenido nacional. Existen indicios de
que la imposición de estos requisitos retrasa la incorporación de nueva tec-
nología, independientemente de la escala. Es decir, el ritmo de actualización
tecnológica de las operaciones locales es considerablemente más lento que
en países o proyectos que no tienen requisitos de contenido nacional. A la
vez, se observan atrasos en el empleo de sistemas administrativos y de ge-
renciamiento avanzados, como los círculos de control de calidad y controles
de inventarios just in time. Sin economías de escala, tecnología de punta o
mejores prácticas de gerenciamiento, disminuye la probabilidad de benefi-
ciarse de los derrames positivos de la IED sobre el resto de la economía.
Además, los requisitos de contenido nacional impuestos a las subsidia-
rias locales de multinacionales introducen una dinámica de economía políti-
ca adversa en las estrategias de los inversionistas externos, y abren la puer-
ta a posibles conflictos con las autoridades. Esto se produce porque la
estructura de incentivos para los inversores se desvía hacia el mantenimien-
to de su posición en el mercado interno protegido. En casos extremos, esta
dinámica adversa puede brindar estímulos para que los inversionistas se
opongan a la transición hacia una mayor apertura y liberalización económi-
ca, en lugar de apoyar ese proceso. En síntesis, para Moran la imposición
de requisitos de contenido nacional, lejos de promover una acción conjunta
de productores locales, inversores extranjeros y autoridades locales para
transitar hacia una industria más eficiente, competitiva e integrada en los
mercados mundiales, ha sido una fuente de fracasos y estancamiento. No
obstante, se debe ser cauto y no concluir en forma apresurada que en au-
sencia de tales requisitos el proceso de IED conduciría a una profundización
equilibrada de la industrialización en los países en vías de desarrollo.

120
Tópicos de Economía Internacional

Por oto lado, la implementación de requisitos de desempeño orientado a la


exportación parecería estar detrás de parte del éxito de los países del Sudes-
te Asiático que adoptaron estrategias de crecimiento impulsadas por las ex-
portaciones. Los testimonios recopilados por Moran para los sectores auto-
movilísticos, petroquímico y para la industria informática indican que los
requisitos de exportación desempeñaron un papel decisivo en impulsar las
ventas externas de esos países. También indican intervenciones muy amplias
y activas por parte de las autoridades de las naciones receptoras de IED para
administrar complejos mecanismos de premios y castigos que permitieron la
atracción de importantes inversiones orientadas a la exportación.
En estos países, las plantas orientadas a la exportación no sólo atrajeron
capital, tecnología y un moderno management en operaciones que gozaban de
economías de escala plenas, sino que también desarrollaron una estructura
de incentivos entre la matriz y la subsidiaria que aseguró la pronta actualiza-
ción tecnológica y administrativa, presionando continuamente sobre los contro-
les de calidad y de producción eficiente. De hecho, la decisión de incorporar
una planta a la estrategia de abastecimiento global de grandes corporaciones
parece tener un efecto de integración dinámico, por medio del cual la matriz
busca mantener elevados estándares en la subsidiaria a lo largo del tiempo.
A menudo existe también una externalidad político-institucional asociada,
debido a que en estos casos los inversores extranjeros no enfocan su aten-
ción y su influencia a defender posiciones privilegiadas en mercados protegi-
dos, sino que cambian el foco hacia el ejercicio de presiones a favor de la libe-
ralización en mercados altamente protegidos, de manera de mejorar su
posición relativa en el mercado mundial. En muchos casos, la compañía que
fue atraída para establecer una base de exportación actúa como un cataliza-
dor para que otras firmas de ese país adopten una actitud semejante, sobre
todo respecto de las medidas que afectan la provisión de insumos y servicios.
De acuerdo a esta evidencia, entonces, la adopción de requisitos de de-
sempeño orientados a la exportación se encontraría lejos de haber constitui-
do un instrumento mediante el cual apenas se dilapidan recursos públicos
(vía subsidios, créditos blandos, etc.) para generar una actividad exportado-
ra débil, no competitiva y dependiente de la ayuda estatal. No obstante, tam-
poco es posible concluir que la aplicación de requisitos de exportación será
siempre tan favorable como lo muestran las historias exitosas, y con inde-
pendencia de cuán amplias sean las industrias que se benefician y las ca-
racterísticas económicas e institucionales de cada país. La selección de los
inversionistas beneficiados, la determinación del monto de los subsidios, la
aplicación efectiva de penas por incumplimiento y otros aspectos que hacen
a su diseño e implementación, no son asuntos triviales para la mayoría de
los países emergentes y las economías en transición. En países con marcos
institucionales muy débiles, por ejemplo, el trato especial otorgado a ciertos
exportadores puede abrir la puerta a presiones de grupos de interés y/o a la
búsqueda de mayores ganancias a través de conductas coercitivas.

4.
Consulte la página web del International Centre for Settlement
of Investment Disputes (ICSID): www.worldbank.org/icsid y
responda las siguientes consignas:

121
Universidad Virtual de Quilmes

a. ¿Cuál es el objetivo del ICSID?


b. ¿Cuándo fue creado?
c. ¿Quién preside su Consejo de Administración?
d. ¿En qué año firmó Argentina el Convenio sobre Arreglo de
Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y Nacio-
nales de otros Estados?
e. Entre la lista de casos resueltos, ¿figura alguna disputa en
la que haya participado el gobierno argentino?

4.6. El Acuerdo Multilateral de Inversiones


El instrumento más conocido sobre la IED a nivel multilateral es la Declara-
ción de la OCDE sobre la Inversión Internacional y las Empresas Multinacio-
nales de 1976, cuyo objetivo es establecer estándares y principios no obli-
gatorios dirigidos tanto a los gobiernos como a las empresas, de modo de
crear un clima favorable a la inversión extranjera y maximizar la contribución
de la empresa multinacional a la economía receptora. La Declaración inclu-
ye cuatro elementos: el instrumento de Trato Nacional (que incluye el com-
promiso de los gobiernos adherentes de otorgar el trato nacional a las filia-
les ya establecidas de empresas extranjeras), la Guía para las Empresas
Multinacionales (Guidelines for Multinational Enterprises), el instrumento so-
bre Incentivos, y el instrumento sobre Requerimientos Conflictivos (de modo
de evitar la imposición de los mismos a las empresas). En particular, las
guías contienen recomendaciones para las empresas sobre un amplio rango
de asuntos (como empleo, medio ambiente, lucha contra la corrupción, im-
puestos y competencia), y apuntan a armonizar las relaciones entre estas
empresas, el gobierno y la sociedad del país donde operan. El total de los
miembros de la OCDE, más tres países que no pertenecen a la OCDE (Ar-
gentina, Brasil y Chile), han adherido a la Declaración.
Otros importantes instrumentos referidos a la inversión en el ámbito de
la OCDE son el Código de Liberalización del Movimiento de Capitales y el de
Liberalización de Transacciones Corrientes Invisibles. Estos códigos estipu-
lan la liberalización progresiva y no discriminatoria de los movimientos de
capital y de las transacciones corrientes invisibles (que incluye a los servi-
cios). Todas las medidas que no se ajusten a estos códigos (non-conforming
measures) deben incluirse en listas de reservas nacionales. Los Códigos
fueron adoptados en 1961, pero desde entonces fueron revisados y amplia-
dos, siendo las ampliaciones más importantes la inclusión del derecho de
establecimiento (1986) y la liberalización de los servicios financieros trans-
fronterizos (1992). A pesar de que los Códigos constituyen una normativa
obligatoria (legally binding rules), no contienen mecanismos jurídicos o cuasi-
jurídicos de solución de controversias, por lo que no está claro el alcance de
su obligatoriedad.

4.6.1. Las negociaciones del Acuerdo Multilateral de Inversiones


de la OCDE

En mayo de 1995, durante un encuentro de ministros de comercio de países


de la OCDE, se decidió dar inicio a la negociación de un Acuerdo Multilateral

122
Tópicos de Economía Internacional

de Inversiones (AMI). Este acuerdo debería incluir altos estándares de libe-


ralización de los regímenes de inversión extranjera, así como una elevada
protección de la misma. Se acordó que el AMI constituiría un acuerdo inter-
nacional autónomo, abierto a la suscripción de los países que no pertene-
cen a la OCDE.
De acuerdo al borrador del AMI, éste sería un acuerdo del tipo “lista ne-
gativa” y autónomo (free-standing). Un acuerdo del tipo “lista negativa” signi-
fica que sus obligaciones se aplican a todos los países que firman el acuer-
do y en todos los sectores, excepto aquellos donde las excepciones se
hacen explícitas. En este caso el AMI contemplaba excepciones generales
que se aplicarían a todos los países, y reservas específicas a cada país. La
calidad de autónomo (free-standing) hacía referencia al hecho de que este
acuerdo se ubicaría por fuera del marco de la OMC. Esto podría haber gene-
rado inconsistencias, por ejemplo, entre las excepciones al AMI y a los
acuerdos de la OMC, dado que una excepción incluida en el AMI podía ser
contradictoria con los compromisos acordados en marco de la OMC.
De acuerdo al borrador del AMI a septiembre de 1997, los puntos princi-
pales del acuerdo incluían provisiones respecto de su ámbito de aplicación,
el derecho de establecimiento, el tratamiento de la inversión y de los inver-
sionistas, la protección de la inversión, la solución de controversias, las ex-
cepciones y salvaguardias, las reservas al acuerdo, y la adhesión de los paí-
ses no miembros.

Box 4.1 BORRADOR DE ESTRUCTURA DEL ACUERDO


MULTILATERAL DE INVERSIONES (Septiembre de 1997)
I. Disposiciones generales
Préambulo
II. Ambito de aplicación
Definiciones
Ambito de aplicación geográfica
Aplicación a territorios de ultramar
III. Trato de inversionistas y de inversiones
Trato nacional y de nación más favorecida
Transparencia
Temas especiales
• Entrada temporal, permanencia y trabajo de inversionistas y de per-
sonal clave
• Personal de alta gerencia [y juntas directivas]
• Requisitos de empleo
• Requisitos de desempeño
• Privatización
• Monopolios/Empresas estatales/ Concesiones
• Incentivos a la inversión
• Prácticas corporativas
• Investigación y desarrollo en tecnología
• Propiedad intelectual
• Deuda interna
• Preservación de normas
IV. Protección de la inversión
Trato general
Expropiación e indemnización

123
Universidad Virtual de Quilmes

Protección en caso de conmoción


Transferencias
Subrogación
Protección de inversiones existentes
V. Solución de controversias
Procedimientos Estado-Estado
Procedimientos inversionista-Estado
VI. Excepciones y salvaguardias
Excepciones generales
Transacciones en aplicación de políticas monetarias y de tipo de cambio
Excepciones y salvaguardias
Salvaguardias temporales
VII. Servicios financieros
Medidas prudenciales
Acuerdos de reconocimiento
Procedimientos de autorización
Transparencia
Transferencia de información y procesamiento de datos
Membresía en órganos de auto-regulación y asociaciones similares
Sistemas de pagos/prestador de último recurso
Solución de controversias
Definición de servicios financieros
VIII. Impuestos
IX. Reservas
Listado de reservas específicas por país
X. Relación con otros acuerdos internacionales
Obligaciones bajo los artículos del Acuerdo del Fondo Monetario Internacional
La Guía de la OCDE para Empresas Multinacionales
XI. Implementación y operación
El Grupo Preparatorio
El Grupo de las Partes
XII. Disposiciones finales
Firma
Ratificación y entrada en vigor
Adhesión
No aplicación
Revisión
Reforma
Retiro
Depositario
Estatus de los anexos
Textos auténticos
Denegación de beneficios

Fuente: OECD, Draft Multilateral Agreement on Investment. Consolidated text (9 de


setiembre de 1997).

Los países de la OCDE habían acordado, en un principio, que las negociacio-


nes del AMI concluirían en mayo de 1997. Como no fue posible cumplir con
Es de destacar que la fuerte esa fecha las negociaciones se extendieron por un año más. Hacia el otoño
oposición al AMI por parte de de 1998 era evidente que las diferencias entre los principales países que
muchas ONGs de paí- participaban de las negociaciones eran irreconciliables y que alcanzar un
ses desarrollados obs-
taculizó seriamente un acuerdo. acuerdo sería prácticamente imposible. Así, en octubre de ese año Francia

124
Tópicos de Economía Internacional

anunció que no seguiría participando de las negociaciones, haciendo refe-


rencia a las irreconciliables diferencias que existían entre ese país y otros
miembros de la OCDE (particularmente Estados Unidos) sobre el tratamien-
to de la IED en la industria cultural (véase más abajo).
Cuando se lanzó la negociación del AMI muchos suponían que avanzaría
rápidamente, ya que los países de la OCDE ya contaban con regímenes de
inversión liberales y que otorgaban alta protección a la IED. Por lo tanto, se
pensaba que no habría diferencias sustanciales en torno a un acuerdo con
estándares altos para el tratamiento de la IED. Sin embargo, a medida que
se desarrollaron las negociaciones quedó en claro que este supuesto era
equivocado. En efecto, una serie de desacuerdos entre los principales parti-
cipantes (Estados Unidos y los países europeos) llevaron al AMI a un calle-
jón sin salida. Los factores que Graham (2000) menciona para explicar el
fracaso de las negociaciones se pueden sintetizar en los siguientes:

• Tratamiento impositivo de las CTN. A mediados de los noventa la Cámara


de Comercio Europeo-Americana publicó un informe que sostenía que las
empresas europeas que operaban en Estados Unidos eran sometidas a
auditorías por parte de las autoridades impositivas norteamericanas mu-
cho más exigentes que aquellas realizadas a empresas de ese país. Si
esto era verdad, las empresas europeas estaban recibiendo un trato me-
nos favorable que las firmas locales, violando el principio de trato nacio-
nal. En consecuencia, la Comisión Europea impulsó la inclusión de los
aspectos referidos a tratamiento impositivo en el AMI. Sin embargo, fun-
cionarios del gobierno norteamericano sostenían que los asuntos relacio-
nados con el tratamiento impositivo de la IED ya estaban contemplados
en los acuerdos impositivos (tax treaties) de la OCDE, por lo que no se
necesitaba incluirlos especialmente en las negociaciones del AMI.
• Ley Helms-Burton. En marzo de 1996 el presidente Clinton firmó la “Ley
para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubana”, mejor conocida
como ley Helms-Burton. Esta ley (cuyo contenido se detalla más abajo)
buscaba beneficiar a la comunidad cubano-americana que había sufrido
expropiaciones del gobierno de Cuba. Sus disposiciones se aplicaban a
toda persona que fuera de nacionalidad estadounidense al momento en
que la ley entró en vigencia, aun cuando dicha persona no tuviera esa na-
cionalidad al momento en que el gobierno cubano realizó la expropiación.
Esta definición retroactiva de expropiación era contraria al estándar con-
tenido en la normativa internacional.

Poco después de que Clinton aprobara la ley Helms-Burton, en una reunión


del grupo de negociación del AMI se planteó cierta preocupación acerca de
la compatibilidad de esa ley (altamente discriminatoria) con el espíritu de li-
beralización del AMI. Dado que Estados Unidos fue el principal impulsor de
un acuerdo multilateral con los máximos estándares para al tratamiento de
la inversión y de los inversores extranjeros, el espíritu de la ley parecía ir en La inclinación de los Estados
sentido contrario al objetivo que ese país se proponía para el AMI. Esto creó Unidos a hacer uso de su legisla-
descontento entre los restantes países que participaban de las negociacio- ción nacional en asuntos extrate-
nes. En esa ocasión los representantes de Canadá anunciaron que en futu- rritoriales es ampliamente obje-
tada por países de la
ras rondas de negociación introducirían propuestas para limitar la aplicación OECD, incluyendo
extraterritorial de la legislación nacional. Asimismo, otras delegaciones tam- aquellos que son sus tradiciona-
bién expresaron su disconformidad con la ley Helms-Burton. Por esta razón, les aliados (como Gran Bretaña).

125
Universidad Virtual de Quilmes

algunos negociadores sostenían que si esa ley se mantenía como una ex-
cepción al AMI, este acuerdo sería altamente ineficaz.

La Ley Helms-Burton y las negociaciones del AMI

El 12 de marzo de 1996 el Presidente Clinton firmó la denomi-


nada “Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cuba-
na de 1996”, más comúnmente conocida como “Ley Helms-
Burton” -en atención a los senadores que la propusieron-, la
cual entró en vigor el 1 de agosto del mismo año. Dicha ley
ha sido condenada por muchos países y en distintos foros in-
ternacionales. Con el pretendido objetivo de aislar el gobierno
de Cuba, la ley incorpora en particular dos secciones -los títu-
los III y IV- relevantes en el contexto de este informe. El Títu-
lo III otorga a los ciudadanos estadounidenses, bajo ciertas
condiciones, la legitimidad para iniciar acciones civiles en los
tribunales de Estados Unidos contra personas que hayan “tra-
ficado” en propiedades expropiadas por el Gobierno de Cu-
ba. Por su parte, el Título IV impide el ingreso a Estados Uni-
dos de extranjeros que hayan “traficado” con propiedades
nacionalizadas por el Gobierno de Cuba y que han sido recla-
madas por un ciudadano estadounidense.
Desde la entrada en vigor de la ley, el Título III de la misma
ha estado suspendido, en virtud de las facultades que la mis-
ma ley otorga al Presidente para decretar suspensiones tem-
porales de ese título. Por otro lado, el Título IV no puede ser
suspendido, en virtud de que la ley no prevé dicha posibili-
dad y, en consecuencia, está siendo aplicado.
Después de considerar distintas opciones, la Unión Europea
decidió llevar el asunto a la OMC. En ese sentido, en los me-
ses de junio a octubre de 1996, la Comisión Europea y Esta-
dos Unidos celebraron tres rondas de consultas bajo el Artícu-
lo XXIII.1 del GATT, a fin de buscar una solución al conflicto.
Como ello no fue posible, la Comisión solicitó el estableci-
miento de un Grupo Especial para analizar la conformidad de
dicha legislación con la normativa de la OMC. A partir de ese
momento, se inició un proceso de negociación entre ambas
regiones, con el objeto de alcanzar un acuerdo, sin necesidad
de utilizar el mecanismo de solución de diferencias de la
OMC. El 11 de abril de 1997 la Unión Europea y Estados Uni-
dos alcanzaron un entendimiento, en virtud del cual ambas
partes se comprometieron a desarrollar disciplinas y princi-
pios para fortalecer la protección de las inversiones y en par-
ticular para inhibir la adquisición de inversiones que han sido
expropiadas por un Estado en contravención del derecho in-
ternacional. Ambas partes acordaron también trabajar conjun-
tamente para desarrollar principios en materia de conflictos
de competencias, incluidos temas que afectan a un inversio-
nista de un país por sus inversiones en terceros países. Al mis-
mo tiempo, la Unión Europea se comprometió a suspender su

126
Tópicos de Economía Internacional

acción ante la OMC y Estados Unidos a continuar suspendien-


do el Título III de la ley durante la administración del Presi-
dente Clinton, siempre que la Unión Europea y otros aliados
continúen trabajando para promover la democracia en Cuba.

• Excepciones dentro de acuerdos de integración económica regional. La


propuesta de la Unión Europea de exceptuar a los acuerdos de integra-
ción económica regional del trato de nación más favorecida para la IED
implicaba que las inversiones provenientes de países miembros de un
acuerdo de ese tipo recibirían un trato más favorable que la proveniente
de otros países firmantes del AMI, pero que no pertenecían a dicha aso-
ciación. Esta propuesta parecía ir en contra del espíritu liberalizador del
Históricamente, y en
AMI y, para Estados Unidos en particular, podía significar una vuelta atrás referencia al Artículo
respecto del tratamiento de la IED en el marco de la UE. 58 del Tratado de Roma, una fi-
• Excepción general de la industria cultural. La liberalización de la inversión lial de una firma extranjera ha si-
do tratada como una firma eu-
extranjera en la industria cultural es un tema de larga data en la agenda
ropea si esa filial está instalada
de negociaciones multilaterales, cuya discusión ha estado cargada de en un país europeo.
sensibilidad. En el contexto del AMI, Canadá y Francia buscaba exceptuar
a la industria cultural del trato nacional, aduciendo que esto era necesa-
rio para mantener la autonomía cultural en una época donde la globaliza-
ción amenazaba con erosionar las expresiones culturales autóctonas. Pa-
ra el gobierno de Estados Unidos, la propuesta de Canadá y Francia
estaba menos asociada a este propósito que a la intención de continuar
con la protección de las firmas locales en sectores como programas de
televisión, películas y revistas. Aunque Estados Unidos accedía a incluir
excepciones a actividades culturales específicas como parte de las reser-
vas que cada país podía definir, esto no fue aceptado por Francia, ya que
esto implicaba que en el futuro no podría implementar nuevas medidas
(a menos que estuvieran en conformidad con el AMI).
• Propiedad intelectual. La negociación del AMI incluyó la propuesta de que
la propiedad intelectual, cuando se registrara en un país donde el que de-
tenta ese derecho no es ciudadano, sería tratada como inversión. De es-
ta manera debía otorgársele, entre otras cosas, trato nacional y principio
de NMF. Sin embargo, en muchos países los DPI extranjeros no reciben
TN ni NMF. Por ejemplo, en Francia la entrada al cine incluye un porcenta-
je que se destina a financiar las producciones cinematográficas france-
sas. Dado que lo que se recauda por proyecciones de películas extranje-
ras no se remite al país de origen del film, esta normativa estaría
violando el principio de TN. Un esquema similar rige en otros países de
Europa. Por esta razón, la inclusión de normas que iban más allá de lo
acordado en el TRIPs fue motivo de conflicto dentro de las negociaciones
del AMI.
• Servicios. En cuanto a la negociación de los sectores que serían inclui-
dos en las listas de excepciones al AMI, apareció rápidamente que el pro-
blema estaría en aquellas áreas vinculadas al sector servicios. En parti-
cular, la UE mostraba reticencia a liberalizar dicho sector más allá de lo
que había acordado en el GATS. Para la UE una mayor liberalización en el
sector de servicios en el contexto del AMI daría lugar a problemas de
“free riding”, ya que la cláusula de NMF incluida en el GATS implicaba
que este trato más abierto debía extenderse a todos los miembros de la

127
Universidad Virtual de Quilmes

OMC, incluyendo aquellos que no fueran signatarios del AMI y que no hu-
bieran ofrecido una liberalización recíproca.

4.6.2. ¿Es necesario y posible un Acuerdo Multilateral de


Inversiones?

La conveniencia de contar con un acuerdo multilateral de inversiones es un


debate abierto. La controversia al respecto ha crecido tras el fracaso del
AMI impulsado por la OCDE. En efecto, si los países desarrollados, que
constituyen los principales receptores y exportadores de IED y que ya cuen-
tan con regímenes de inversiones de altos estándares no han conseguido
ponerse de acuerdo, ¿cuál es la probabilidad de éxito de un acuerdo que
agruparía a países con características heterogéneas y cuyos intereses muy
probablemente son conflictivos?
De acuerdo a Drabek (1998), los principales argumentos a favor de un
acuerdo multilateral son los siguientes:

• Importancia creciente de la IED: en las últimas décadas la IED ha regis-


trado un rápido incremento, el que ha afectado no sólo a los países de-
sarrollados sino también a los países en desarrollo. Sin embargo, a me-
dida que la inversión crece, también es mayor el riesgo que enfrentan las
CTN. Por lo tanto, el costo para cubrirse de este riesgo crece, haciendo la
inversión más costosa para el país receptor. Al mismo tiempo, una mayor
exposición a la IED torna al país receptor más vulnerable a la salida de
capitales. En este sentido, un acuerdo multilateral contribuye a fijar re-
glas y acotar el riesgo.
• Transparencia, predictibilidad y seguridad jurídica: una de las condiciones
fundamentales que las CTN exigen para operar se refiere a la existencia
de reglas claras y predecibles, junto con un marco de seguridad jurídica.
Un acuerdo multilateral puede ayudar a crear ese marco.
• Insuficiencia de la legislación nacional: en la última década muchos paí-
ses en desarrollo han seguido políticas de liberalización. Pero, a pesar de
que el marco jurídico en el que las CTN operan puede ser más parecido
al de su país de origen, es probable que aún existan importantes diferen-
cias, con lo cual se requiere al menos de un mecanismo internacional de
solución de controversias. Por otra parte, los acuerdos internacionales de
inversión requieren de la participación del gobierno como parte integran-
te del mismo para dotarlos de capacidad de implementación (enforce-
ment). Por último, a igualdad de condiciones, las CTN van a seleccionar el
país que ofrezca las mejores garantías a su inversión. En estos casos, un
acuerdo multilateral contribuye a nivelar el “campo de juego”, al tiempo
que establece un mecanismo de solución de disputas.
• Multiplicidad de acuerdos: en las últimas décadas los países han firma-
do una multiplicidad de acuerdos de inversión, tanto bilaterales como re-
gionales y multilaterales, por lo que estamos enfrentando nuevamente lo
que Jagdish Bhagwati ha llamado un “plato de spaghettis” de acuerdos
bilaterales, subregionales y regionales. Esto puede llevar a que los trata-
dos se tornen inconsistentes entre sí, al incluir reglas que pueden ser no
sólo distintas sino también contradictorias. Esta situación tiende a crear
confusiones, incertidumbre y conflictos legales, lo que en última instan-
cia dificulta la concreción de negocios.

128
Tópicos de Economía Internacional

• Marginalización de los países no signatarios: dado que los países que fir-
man acuerdos de inversión se tornan más atractivos para la IED, esto de-
ja afuera a aquellos que no participan de los mismos. En el caso del AMI,
cuya negociación se hacía en el seno de la OECD, si bien se establecía
que este acuerdo estaría abierto a todos aquellos que quisieran suscri-
birlo, esto tendría lugar una vez que el acuerdo estuviera terminado, por
lo cual se le negaba a estos países la posibilidad de participar en las ne-
gociaciones.
• Competencia por la IED: para atraer IED muchos países ofrecen incenti-
vos fiscales, los que pueden resultar muy costosos para los países más
pobres, que de todos modos deberán ofrecerlos para no quedar margina-
dos de las corrientes de inversión. En este caso, un acuerdo multilateral
ayuda a resolver esta falla de coordinación.

Para Hoekman y Saggi (1999), un acuerdo internacional podría facilitar la eli-


minación de las restricciones que algunos países imponen a la IED, pero
que los gobiernos no pueden abolir por la presión ejercida por los lobbies lo-
cales que se benefician de esas medidas. No obstante, cualquier renta que
las empresas locales obtienen al amparo de esta política restrictiva podría
erosionarse si las CTN pueden acceder a ese mercado mediante la exporta-
ción de aquellos bienes que intentaban producir localmente a través de la
IED. En este caso, en los sectores de bienes transables la mejor opción de
política sería la liberalización comercial. Pero ya existe un ámbito multilateral
cuyo objetivo es una mayor liberalización del comercio: la OMC. En el caso
del sector de servicios, donde las restricciones a la entrada son en general
mayores y donde en la mayoría de los casos se requiere de la presencia de
la CTN en el mercado para poder proveer el servicio, ya se cuenta con un
acuerdo multilateral, el GATS. Por ello, estos autores plantean que ya exis-
ten instrumentos a nivel multilateral (el GATT, el TRIMs y el GATS) que pue-
den garantizar el compromiso en torno a las reglas de juego que destacan
los argumentos que enfatizan la necesidad de generar reputación. En este
sentido, Hoekman y Saggi destacan lo poco explotados que están algunos
acuerdos de la OMC, en particular el GATS. Es decir, si el objetivo es mejorar
la reputación, ¿por qué no trabajar en extender los compromisos del GATS
antes que dedicar recursos a una nueva negociación?
Dado que los países en desarrollo son importadores netos de IED, su in-
terés por participar en una negociación multilateral sobre inversión debería
estar atado a otros temas de la agenda de comercio donde estos países tie-
nen intereses positivos genuinos. En tal caso, podrían alcanzarse trade offs
en donde la mejora en el acceso al mercado en áreas de interés para los
países desarrollados (como en materia de régimen de inversión) pudiera in-
tercambiarse con mejoras en disciplinas de interés para los países en desa-
rrollo (como en materia de derechos antidumping o reglas de origen restricti-
vas). En tal caso la negociación multilateral debería darse en el marco de la
OMC, ya que dicha transacción sería difícil de concretar en procesos inde-
pendientes.
Por cierto, los países miembros de la OMC podrían estar dispuestos a ne-
gociar sobre comercio e inversión, incluyendo en el ámbito del comercio un
conjunto de reglas que regirían las transacciones transfronterizas de bienes
y servicios (por lo tanto excluyendo el modo 3 de provisión de servicios),
mientras que en el capítulo sobre inversión se incluirían las que rigen el mo-

129
Universidad Virtual de Quilmes

vimiento de factores. Lógicamente, en tal caso debería incluirse el movi-


miento de capital (donde se trataría la IED) junto con el movimiento de tra-
bajo. No obstante, como lo han demostrado las negociaciones relativas a
movimiento de personas naturales para la provisión de servicios (modo 4
del acuerdo GATS), los países desarrollados no parecen dispuestos a incluir
este tema sobre la mesa de negociación.
En cualquier caso, las dificultades para negociar un acuerdo sobre inver-
siones revelan la complejidad de someter a reglas generales políticas que
son esencialmente domésticas y que forman parte del arsenal regulatorio
que aún conservan los estados nacionales. Mientras sea legítima la regula-
ción nacional, la armonización de dichas prácticas será necesariamente un
proceso lento, gradual y conflictivo. Incluso los tratados bilaterales de inver-
sión resultan en ocasiones incumplibles, como es el caso de los tratados fir-
mados por los países europeos que extienden el trato nacional a los inver-
sionistas de los otros países signatarios, frecuentemente sin señalar
excepciones aunque hay actividades (como la aviación comercial) para las
cuales la aplicación de dicho principio violaría acuerdos pre-existentes. Los
TBI, sin embargo, no han sido firmados para asegurar estándares equivalen-
tes de trato entre partes simétricas, sino que han sido el resultado de la
búsqueda de garantías para el trato de sus inversionistas por parte de los
países exportadores de capital. Cuando éstos trataron de definir reglas ge-
nerales de trato entre economías más homogéneas (como las de la OCDE)
el resultado fue un acuerdo frustrado por las legítimas diferencias remanen-
tes en materia de regulación nacional.

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