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ISBN 978-987-1543-05-2
La Reforma Universitaria
Desafíos y perspectivas
noventa años después
Colección
Grupos de Trabajo
Secretario Ejecutivo de CLACSO Emir Sader
Primera Edición
Noventa años de la Reforma Universitaria de Córdoba : 1918-2008
(Buenos Aires: CLACSO, octubre de 2008)
ISBN 978-987-1543-05-2
© Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
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Hombres de una República libre, acabamos de romper la última
cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación
monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas
por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy
contamos para el país una vergüenza menos y una libertad
más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan.
Creemos no equivocarnos.Las resonancias del corazón nos
lo advierten: estamos pisando sobre una revolución,
estamos viviendo una hora americana.
I
Actualidad y perspectivas
de las Reforma Universitaria
La Reforma de Córdoba. Vientre fecundo de la transformación
universitaria .................................................................................................................. 16
Carlos Tünnermann Bernheim
II
Las huellas de la Reforma
Emir Sader
Hugo Aboites
Pablo Gentili
Septiembre, 2008
I
Actualidad de la Reforma
Universitaria
La Reforma de Córdoba
Vientre fecundo de la transformación
universitaria
Pero, es preciso reconocer que aquel llamado manifestaciones universitarias que enlazaron
latinoamericanista del Manifiesto Liminar pro- a organizaciones democrático populares en su
dujo importantes efectos en Perú, Chile, Méxi- protesta contra el régimen dictatorial de Reyes
co, Cuba, Venezuela, Guatemala y Brasil, en que buscaba, además, crear condiciones para
donde las circunstancias de la época también regularizar las relaciones con los Estados Uni-
exigían una readecuación de la Universidad dos afectadas por la amputación de Panamá,
heredada de la colonia, que concitó también sin que ni siquiera mediara indemnización o
reivindicaciones y movimientos estudiantiles, compensación alguna.
que si bien contribuyeron a las necesidades En momentos posteriores, la influencia de
particulares del desarrollo capitalista, repre- Córdoba se hace explícita en 1928 en boca del
sentaron de igual forma canteras importantes estudiante de entonces Gerardo Molina, quien
de la insurrección social y popular y oportu- más tarde llegó a ser muy importante rector de
nidades para experiencias de fusión con otros la Universidad Nacional de Colombia, bajo el
movimientos sociales, influenciados ya por los régimen modernizante del presidente López
acontecimientos de las revoluciones mexicana Pumarejo (1944) (Molina, 2001).
y bolchevique o por tendencias libertarias. Ahora bien, más allá de esa influencia in-
En el caso colombiano, con otras particu- mediata del movimiento de Córdoba, las rei-
laridades de desarrollo capitalista interno, vindicaciones universitarias continuaron en
pero también marcado por la necesidad de la América Latina durante buena parte del siglo
construcción y consolidación de una sociedad XX, abrevando en el marco ideológico-políti-
nacional, algunos dirigentes avanzados del li- co de aquel manifiesto liminar. Al fin y al cabo,
beralismo reclamaron años antes de la reforma las características del desarrollo capitalista
de Córdoba (1909) una universidad que fuera siguieron demandando no sólo que la Uni-
verdadera expresión de la unidad nacional, mo- versidad representara un papel central en la
derna, actual, evolutiva y experimental (Mon- consolidación de un proyecto nacional, sino
cayo, 2005), lo cual confluyó con significativas su vinculación a unas tareas de formación
profesional y disciplinaria y en cierto grado
a los resultados de la creación científica, al-
Nos referimos al dirigente Rafael Uribe. rededor de lo cual pudieron florecer reivindi-
24 La Reforma Universitaria
caciones sobre el más amplio, libre y gratuito Como ocurre siempre con los acontecimien-
acceso a la educación superior, la necesidad tos que ingresan en el territorio mitológico, son
de que el Estado asuma la responsabilidad muchas las dificultades que se enfrentan para
presupuestal de las universidades estatales, aprehender su verdadera significación, aún
la democratización del gobierno universi- cuando hayan ya transcurrido cuarenta años.
tario, la autonomía en todos los órdenes, la La sociedad del espectáculo, para emplear la
capacidad de actuar con independencia fren- expresión de Guy Debord (Debord, 1988), ha
te a los problemas sociales, y la protección logrado a propósito del mayo francés organi-
del accionar democrático para garantizar la zar con maestría la ignorancia de lo ocurrido,
función crítica. Como ocurrió con ocasión para ocultar y hacer olvidar lo más importante
del movimiento de Córdoba, algunas de ellas y significativo.
fueron integradas en función de las necesi- En efecto, mayo del 68 no fue una conspi-
dades del desarrollo capitalista del momento ración anarco-marxista que sirvió finalmente
o de las pretensiones más inmediatas de los al fortalecimiento del régimen gaullista, ni un
regímenes políticos o de los gobiernos, pero aquelarre lúdico del cual surgió el fin de las
siempre las centrales, es decir las relativas ideologías y el individualismo contemporáneo,
al gobierno interno y a la autonomía política sino una protesta social sin precedentes que
de las universidades, han sido desatendidas enlazó al movimiento estudiantil de las barrica-
o deslegitimadas, sobre todo asociándolas a das de Paris con las ocupaciones de fábricas y
alternativas subversivas o más recientemen- las huelgas obreras, en lo que muchos han bien
te ligándolas de manera absurda como parte denominado un ensayo general revolucionario
del accionar terrorista. que puso en aprietos a la burguesía francesa y
a su gobierno.
El viraje del mayo francés Una vez más, el movimiento universita-
rio fue el actor social que hizo detonar en
En medio de la permanencia y continuidad del el escenario socio-político la gran transfor-
movimiento universitario al cual venimos ha- mación que empezaba a experimentar el ca-
ciendo referencia, su carácter y su signo adqui- pitalismo. La fábrica resultante del esquema
rieron un nuevo valor en el mayo francés. fordista-taylorista-keynesiano mostraba ya
Víctor Manuel Moncayo 25
dad intervenga cada vez más como una empre- Universidad cruzan los problemas y contradic-
sa de calificación de una nueva fuerza laboral ciones sociales, y que es posible en ella y des-
profesional, que tenga en cuenta que hoy lo de ella intervenir aportando visiones críticas, a
esencial en cuanto a creación de valor, a pro- partir de lo que representa su esencia.
ducción de riqueza, pasa no tanto por el trabajo En esa perspectiva, hay que decir, una y otra
vivo material, sino por la acción inmaterial de vez, que la Universidad está comprometida por
los hombres, pero que impida el proceso que los cambios que se vienen escenificando en esta
necesariamente debe conducir a que la educa- época histórica del capitalismo que estamos vi-
ción y el conocimiento sean definitivamente viendo. No se trata, como en otros momentos,
bienes comunes. de transformaciones de coyuntura, sino de una
Los retos que esta nueva situación plan- reorganización profunda de la organización
tea son enormes. En primer lugar, hay que social productiva que ha hecho obsoletos los
remontar la opinión, muy común en el medio mismos paradigmas explicativos o críticos que
universitario, de sumergirse en las prácticas quizás fueron válidos en otros momentos.
académicas, cediendo el lugar al pensamiento Uno de los puntos centrales de esa rees-
ingenuo de que la Universidad es externa a la tructuración toca con la redefinición del tra-
sociedad y que sólo establece con ésta relacio- bajo, cuyos nuevos perfiles han permitido
nes de comunicación. Se desconoce así que la hablar de la difusión del mismo en la socie-
Universidad no sólo es parte del conjunto so- dad, pues ya no depende de un agregado de
cial, sino que cumple respecto de él una mi- horas, ni responde a una actividad mecánica,
sión determinada. ni está focalizado en un lugar autónomo y ce-
A ese propósito siempre se proclama que la rrado, en sitios fabriles y en oficinas, sino que
Universidad es el mundo privilegiado de la aca- se despliega en cualquier espacio, en todos
demia, de las ciencias y tecnologías, del saber, lo intersticios de las relaciones sociales. Y al
de la cultura y de las artes, y que como tal debe mismo tiempo que ya la producción no está
ser la esfera por antonomasia de la libertad de determinada por el trabajo material, el Estado
pensamiento y de expresión y el reino máximo ha cambiado de misión, nuestras mismas indi-
de la tolerancia y del reconocimiento del plu- vidualidades se interrogan de manera múltiple
ralismo. Pero, no se dice también que por la más allá de las categorías simples de hombre
Víctor Manuel Moncayo 27
y ciudadano, y las nuevas formas del trabajo ba para fortalecer la idea nacional, como es el
han desplegado al tiempo nuevos espacios de caso de las Universidades de carácter nacional
esclavitud y de libertad. que existen en nuestro continente, sino que
Desde otro ángulo, el orden global del Im- ellas deben comportarse como cualquier otra
perio ha hecho desaparecer la anterior misión institución de idéntico género en el mismo
de los estados nacionales, que subsisten sólo mercado en el cual actúan, y su reconocimien-
como estructuras jurídico-formales, pero que to y acreditación deben ser resultados de cómo
ya nada tienen que ver con la reivindicación pueden competir en él con éxito.
de tradiciones, historias, culturas o etnias na- De igual manera, como se ha transformado
cionales, y que han quedado desposeídos de la el trabajo y también las exigencias de califica-
soberanía que antes proclamaban sobre el te- ción profesional, y ya no existen las perspec-
rritorio, sus riquezas, sus pueblos, su moneda, tivas y necesidades de vinculación laboral de
su orden jurídico…y los ha subordinado a las otrora, deben concluir las ahora llamadas rigi-
estrategias del capitalismo global definidas en deces de los saberes, disciplinas y profesiones,
novedosos espacios del poder imperial, de los para abrir paso a las competencias múltiples,
cuales son ejemplo las organizaciones mundia- flexibles y asociativas demandadas hoy, que,
les de comercio, que buscan integrar la educa- además, no se suministran de manera exclusi-
ción como bien mercantil. va por las Universidades, sino también en otras
Esos rasgos o características del mundo instancias privadas.
contemporáneo que en otro momento hemos Y claro está, como se trata de un compor-
abordado (Moncayo, 2004), tienen repercusio- tamiento de típica connotación mercantil, de
nes significativas en el campo de la educación manera progresiva el Estado tiene que aban-
superior. Ya no se reconoce, por ejemplo, que donar a su propia suerte el financiamiento de
el Estado tenga una especial responsabilidad las Universidades Estatales, en forma seme-
frente a las Universidades que él mismo había jante a como ya lo viene haciendo en otros
organizado y protegido, y que incluso reclama- sectores de la educación, en la salud o en la
seguridad social.
Utilizamos esta expresión en el sentido asignado El movimiento universitario tiene la responsa-
por la obra teórica y política de Toni Negri. bilidad de asumir en profundidad esos desafíos
28 La Reforma Universitaria
políticoss, para saber el sentido de los nuevos Debord, Guy 1988 Comentarios sobre la socie-
términos de la confrontación, que permitan con- dad del espectáculo (Madrid: Anagrama).
tinuar en la misma senda abierta por Córdoba en Molina, Gerardo 2001 Gerardo Molina y la Uni-
el 18, profundizada en el mayo francés y que hoy versidad Nacional de Colombia (Bogotá: Edi-
avanza en los conflictos que se escenifican frente ciones Universidad Nacional de Colombia).
a la Universidad neoliberal de nuestros tiempos. Moncayo, Víctor Manuel 2004 El Leviatán de-
rrotado (Bogotá: Norma).
Moncayo, Víctor Manuel 2005 Universidad Na-
Bibliografía cional-Espacio Crítico (Bogotá: Aurora).
Negri, Toni “El siglo XX casi no ha existido” en
Mariátegui, José Carlos 2008 “La reforma Uni- El Pais (Babelia) 14 de Marzo de 1992.
versitaria. Ideología y reivindicaciones” en Rieznik, Pablo 2008 La reforma universitaria
Cuadernos del Pensamiento Crítico Lati- de 1918: el primer cordobazo en http://www.
noamericano Nº5 (Buenos Aires: CLACSO). tribunadocente.com.ar
Reflexiones en torno a la autonomía
universitaria
Los dolores que quedan son las libertades que 21 de junio de 1918 por los jóvenes cordobeses
faltan. Creemos no equivocarnos, las resonan- para explicar su movimiento y que llegó a con-
cias del corazón nos lo advierten: estamos vertirse en el sostén ideológico de los movimien-
pisando sobre una revolución, estamos
tos autonomistas que se sucedieron en muchas
viviendo una hora americana.
universidades de América Latina, no se hace
Manifiesto de la Juventud mención explícita de la autonomía universitaria,
Universitaria de Córdoba ni se caracterizan las relaciones entre la universi-
dad y el Estado. En cambio, además de proponer
Introducción el gobierno estudiantil, el Manifiesto hace una se-
vera crítica de la vida interna de la universidad,
La autonomía universitaria en América Latina se y en especial rechaza el anacronismo y autorita-
encuentra profundamente arraigada en el movi- rismo con que se conducía la vida académica. En
miento que emprendieron los estudiantes de Cór- realidad, esta crítica marca el rompimiento de la
doba, Argentina, a finales de la segunda década universidad del siglo XX con la decimonónica.
del siglo XX, efeméride a la que se recurre siem- Desde otro punto de vista, el alcance del mo-
pre en la búsqueda de la historia de la autonomía vimiento de Córdoba y del Manifiesto que lo
de las universidades públicas latinoamericanas. acompañó radica en que sin proponérselo, qui-
Lo sorprendente es que en el “Manifiesto de la zá, ambos le dieron a la autonomía universitaria
Juventud Universitaria de Córdoba”, emitido el un carácter eminentemente latinoamericano.
Por otra parte, revisar la historia de la auto-
* Profesor de Economía de la Benemérita Universi-
dad Autónoma de Puebla. Miembro del Sistema Nacio- nomía universitaria tiene sentido si permite a
nal de Investigadores (SIN) de México. los universitarios analizar la situación que guar-
da su ejercicio porque eso permite contribuir a mismo. Y es precisamente en la independencia
la construcción de la universidad pública que la de las universidades públicas frente al Estado y
haga contemporánea del presente latinoameri- el gobierno, así como en su capacidad de auto-
cano pues, sin duda, resulta imposible concebir gobierno y administración, donde se encuentra
el futuro de nuestras sociedades sin la universi- la clave de la formulación teórica de la autono-
dad pública, laica y gratuita. Tampoco es posible mía y su ejercicio cotidiano.
comprender a la universidad pública sin el pleno En general, el concepto de autonomía más
ejercicio de su autonomía y, si esto es así, resul- difundido y generalmente aceptado lo ofreció
ta de fundamental importancia analizar y deba- en 1953 la Unión de Universidades de Améri-
tir sobre lo que es y debe ser, hoy, la autonomía, ca Latina (UDUAL, 1954: 99), que establece lo
para lo cual es indispensable recurrir a la his- siguiente:
toria evitando, así, que la memoria sea materia
inerte, y saber por qué es necesario sostenerla La autonomía de la Universidad es el derecho de
como parte esencial de la universidad pública. esta Corporación a dictar su propio régimen in-
terno y a regular exclusivamente sobre él; es el
poder de la Universidad de organizarse y de admi-
nistrarse a sí misma. Dicha autonomía es consus-
Precisiones sobre el concepto de tancial a su propia existencia y no a una merced
autonomía universitaria que le sea otorgada –y debe ser asegurada– como
una de las garantías constitucionales.
El concepto de autonomía universitaria pue-
de formularse analizando la relación entre la A lo largo del siglo XX en México, la lucha por la
Universidad como parte del Estado y el Estado autonomía de las universidades públicas ha sido
32 La Reforma Universitaria
una constante no sólo para conquistarla sino 2. Formular el reglamento de ingreso, promo-
también para hacer que los organismos públicos ción y retiro del personal académico y admi-
y privados sean capaces de respetarla. En gene- nistrativo y, al mismo tiempo, establecer los
ral, ha sido la Universidad Nacional Autónoma tabuladores correspondientes;
de México (UNAM) la institución que ha marca- 3. Elaborar con absoluta libertad los planes y
do la pauta en cuanto a la definición y el respeto programas de estudio de las carreras profe-
que siempre ha exigido a su autonomía. En 1966, sionales que ofrezca y programar, sin inje-
una declaración del Consejo Universitario expli- rencia alguna, las investigaciones científicas
caba la manera cómo la autonomía universitaria que en ella se realicen;
se integraba con tres autonomías inseparables: 4. En tanto que el manejo de los recursos fi-
la académica, administrativa y legislativa: nancieros puestos a su disposición no es una
mera cuestión técnica, financiera o contable,
Autonomía universitaria es esencialmente la li- sino que revela las grandes directrices de la
bertad de enseñar, investigar y difundir la cultura. universidad y sus decisiones estratégicas
Esta autonomía académica no existe de un modo sobre docencia, investigación y extensión,
completo si la universidad no tuviera el derecho
debe hacerse de manera plena de acuerdo a
de organizarse, de funcionar y de aplicar sus re-
la aprobación de la distribución que hagan
cursos económicos como lo estime más conve-
niente, es decir, si no poseyera una autonomía ad- sus propias autoridades;
ministrativa; y si no disfrutara de una autonomía 5. Expedir, de acuerdo a su propia legislación,
legislativa, que es su capacidad para dictarse sus los títulos y certificados correspondientes.
propios ordenamientos.
Para lograr el autogobierno de sus universi-
En síntesis, el concepto de autonomía universi- dades y darse las leyes que las rijan; además
taria se puede precisar en los siguientes térmi- de manejar los recursos puestos a su dispo-
nos, a saber: sición, los universitarios de toda América
Latina han ofrecido múltiples luchas y, hoy
1. La autonomía implica el derecho a elegir y mismo, ofrecen otras para preservar y ejer-
destituir a sus autoridades en la forma que cer las responsabilidades que les otorga la
determinan sus estatutos; autonomía.
Jaime Ornelas Delgado 33
que sólo deben producirse bienes y servicios corrupción y por la firmeza moral que integran
para quienes tienen “capacidad de compra”, ex- la lucha por el conocimiento. En la defensa de
cluyendo a los expulsados del mercado laboral a su autonomía, la universidad, para serlo plena-
quienes, de manera creciente, tiende a privárse- mente, tiene que fortalecer la cultura del cono-
les del derecho a la seguridad social, tanto como cimiento que se expresa en palabras y se realiza
de los bienes y servicios que el estado provee. en actos que corresponden a lo que se piensa.
La creciente irracionalidad y agresividad de Sin lugar a dudas, la lucha por la autonomía
las políticas neoliberales en estos momentos universitaria implica enfrentarse a la mediocri-
forma parte de la necesidad de profundizar la dad de los medios de comunicación que fomen-
lucha por la vigencia de la autonomía universi- tan la cultura chatarra, desinforman y manipu-
taria. Se trata de enfrentar la política de despojo lan dolosamente a la opinión ciudadana; impli-
de las riquezas naturales de nuestros pueblos, ca también enfrenar la visión que pretende una
de impedir la desregulación y privación de los educación universitaria exclusiva para la elite
derechos laborales a los trabajadores; así como del dinero, excluyente de la inmensa mayoría
la reducción de los costos de producción dis- de la población en edad de cursar estudios su-
minuyendo los salarios y cancelando empleos e periores y que considera que en los planes de
impedir, finalmente, la privatización y mercan- estudio de las universidades sólo deben incluir-
tilización de los servicios de educación, salud, se temas y problemas que se consideran “téc-
vivienda, alimentación y seguridad social. nicos”, “útiles”, “actualizados” y “políticamente
Los universitarios tienen, ante sí, una gran correctos” (González Casanova, 2004: 19).
lucha por la autonomía universitaria que con-
fronte a las corrientes que pretenden esclavi-
zar el pensamiento y criminalizar la movili- Consideraciones finales
zación de los trabajadores y los pueblos. La
autonomía universitaria reclama el derecho a La autonomía universitaria en América Latina,
la crítica fundada en datos evidentes y razona- al tiempo de ser la ruptura con el concepto de-
mientos coherentes. cimonónico de la vida universitaria, se plantea
Finalmente, la lucha por la autonomía uni- como la separación radical entre la Universi-
versitaria tiene que incluir la lucha contra la dad y el Estado.
Jaime Ornelas Delgado 35
Pero las acechanzas contra la autonomía uni- Sólo de esta manera sobrevivirá la universi-
versitaria no cesan y existen intentos que preten- dad pública a estos aciagos tiempos neolibera-
den negar el papel crítico de las universidades les y, únicamente con la autonomía, podrá soste-
públicas para convertirlas en elitistas remansos ner su carácter como conciencia crítica de una
de paz donde se forman los hijos de la oligar- sociedad que se transforma apresuradamente.
quía. Y es precisamente en ese punto donde la
universidad y los universitarios habrán de hacer
su principal contribución a la autonomía univer- Bibliografía
sitaria: analizar críticamente la realidad, hacer
propuestas para su transformación y discutirlas González Casanova, Pablo 2006 “La autono-
intensa y apasionadamente. Este ejercicio co- mía universitaria, hoy” en La Jornada, 12
tidiano de construir el conocimiento científico de octubre.
desde una perspectiva crítica, latinoamericana e UDUAL 1954 Acuerdos del Segundo Congreso
histórica, es lo único que puede mantener vigen- Universitario y Primera Asamblea Gene-
te la autonomía universitaria y con ella a la pro- ral de la Unión de Universidades Latinoa-
pia universidad que deberá construirse día con mericanas (Santiago de Chile: Editorial
día vinculada al destino de nuestros pueblos. Universitaria).
“Una vergüenza menos,
una libertad más”
La Reforma Universitaria en clave de futuro
Pablo Gentili*
la Favela de Mangueira y emplazada en un con- te nada de lo que había estudiado hasta allí acer-
junto de espantosos edificios de concreto gris ca de las universidades y sus políticas servía para
con más de veinte pisos de altura cada uno. Un ofrecerle una explicación convincente sobre la
entorno, digamos, imponente y, al menos para generosidad de nuestra institución y las virtudes
mí, bastante poco acogedor. Para mí, porque a supuestamente redentoras del esfuerzo y la per-
juzgar por la mirada de Luiz Carlos, nuestra per- severancia para llegar a ocupar un pupitre en al-
cepción acerca de la arquitectura lugareña era, guna de sus salas de clase. Ya ni recuerdo qué le
sin lugar a dudas, diametralmente opuesta. respondí. Creo que Mateo me salvó del precipicio
—Qué lindo —dijo, sin que Mateo ni yo pu- en que había caído. Fue él quien dijo, si la memo-
diéramos agregar ningún comentario contem- ria no me falla, algo inteligente al respecto.
porizador—. Qué lindo —repitió. A partir de ese momento, cada vez que llego
—Bueno —traté de complementar en tono a la UERJ, no puedo dejar de mirar hacia arriba,
estúpidamente pedagógico—; es grande, sí, contemplar sus más de veinte pisos de concre-
porque aquí trabaja mucha gente, se dan mu- to gris, y de sentir una responsabilidad enorme,
chas clases y hay bastantes bibliotecas. Vos, mientras circulo por los corredores con la mira-
cuando seas más grande, vas a venir a estudiar da triste de Luiz Carlos clavada en mi espalda.
acá. Ojalá seas compañero de Mateo.
Luiz Carlos me miró y discretamente sonrió.
—No, yo acá no creo que venga —dijo casi II
en susurro—. Mi papá ya me avisó que la uni-
versidad no es para los pobres. La historia de Luiz Carlos actualiza, noven-
Es difícil comprender los momentos en que se ta años después, el legado que heredamos de
combinan las rupturas epistemológicas y episte- aquella heroica gesta de la Reforma Universita-
mofílicas en un ser humano. Cuando esto ocurre, ria, cuya explosión detonó en Córdoba y fue re-
se produce la oportunidad de un aprendizaje ex- corriendo las Américas como un torbellino de
traordinario. Un aprendizaje que cala, hiere, pene- libertad, justicia y compromiso con la igualdad.
tra la piel. Invade y coloniza el cuerpo. Se vuelve Su Manifiesto Liminar, datado el 21 de junio
inolvidable. La frase de Luiz Carlos me petrificó. de 1918, constituye, sin lugar a dudas, uno de
O sería su risa triste, no lo sé. Nada, absolutamen- los más bellos y poderosos documentos políti-
Pablo Gentili 39
cos del siglo XX. Una fuente de inspiración in- consolidar alternativas posneoliberales que re-
telectual y de energía militante que acompañó animan esperanzas de cambio y transformación
a cada una de las generaciones que, desde en- en nuestro continente. Sin lugar a dudas, aun
tonces, asumieron que la lucha por la universi- con sus resultados no siempre contundentes,
dad pública y la lucha por la justicia social son algunos de los nuevos gobiernos democráticos
indivisibles, inevitables e impostergables. de la región han puesto en marcha transforma-
Cristalizar la Reforma de 1918 como un he- ciones que ponen en evidencia la crisis de legi-
cho del pasado nos lleva a descartarla o a glori- timidad del neoliberalismo y la emergencia de
ficarla, a ignorarla o a momificarla, reduciendo una agenda de reformas que algunos años atrás
su sentido y alcance, abandonándola en un ce- parecía inimaginable.
menterio de efemérides donde la consagración Entre tanto, hay un campo en que los gobier-
del olvido parece ser su destino más noble. nos posneoliberales de América Latina parecen
Pensar la Reforma en clave de futuro signi- enfrentar enormes dificultades, mostrando no
fica poner en evidencia la plena actualidad de pocas limitaciones para implementar políticas
algunos de sus postulados y principios inspi- democráticas que consoliden su carácter públi-
radores, así como las barreras que el proceso co: las universidades. Por diversos motivos, y
reformista enfrentó, en virtud de su coyuntura a noventa años de la Reforma Universitaria de
histórica y de las limitaciones estratégicas de Córdoba, la delantera en la formulación de pro-
sus protagonistas. Actualizar el legado de la puestas de cambio para las universidades lati-
Reforma supone reconocerla y comprender- noamericanas la siguen detentando los sectores
la en su dialéctica histórica, recuperando la más conservadores y tecnocráticos de nuestras
extraordinaria vitalidad del legado político y sociedades. En rigor, hoy la propia enunciación
ético que nos ha dejado aquella “nueva gene- de la necesidad de una “reforma universitaria”
ración latinoamericana”, según la expresión de parece patrimonio de quienes defienden la im-
José Carlos Mariátegui. plementación de políticas de privatización y
Noventa años después del estallido refor- mercantilización de la enseñanza superior y
mista, América Latina vive una coyuntura de no de aquellos que defienden una perspectiva
extraordinaria riqueza política. Procesos de transformadora y emancipadora para nuestras
movilización y luchas populares han permitido sociedades y sus universidades.
40 La Reforma Universitaria
Existe hoy, en América Latina, una evidente radicalmente opuestos y donde la disputa acer-
limitación de la izquierda para poder pensar de ca de la naturaleza del derecho a la educación se
forma creativa y transformadora nuestras uni- vuelve más compleja y, por momentos, difusa.
versidades públicas. Curiosa o no tan curiosa- En el campo universitario, revertir la enorme ca-
mente, la izquierda, que en algunos de nuestros pacidad de enunciación y de acción que poseen
países ha tenido mucho más densidad universi- los sectores conservadores y neoliberales, con
taria que “social”, ha carecido de condiciones sus políticas siempre sinuosas de privatización y
efectivas para pensar un proyecto emancipa- exclusión, supone, entre otras cosas, recuperar
dor y libertario, cediendo, muchas veces, las y actualizar los desafíos reformistas que, noven-
banderas y el poder de enunciación acerca del ta años atrás, marcaban, con todas sus virtudes
contenido de las reformas en la enseñanza su- y con todos sus límites, los horizontes de una
perior a las derechas y sus portavoces. universidad emancipadora y libertaria.
La combinación de una coyuntura de oportu- Sin pretender realizar un análisis exhaustivo
nidades políticas inéditas en la región, sumada, del conjunto de cuestiones que están involu-
por un lado, a las limitaciones que enfrentan los cradas en la necesidad de pensar la Reforma
nuevos gobiernos progresistas para intervenir en clave de futuro, realizaré aquí una rápida
y revertir los efectos de las políticas neolibera- revisión de algunos de los temas que, desde mi
les en el campo de la educación superior y, por punto de vista, coloca en la agenda política y
otro, a la pobre imaginación estratégica de los educativa este nuevo aniversario de la gesta re-
intelectuales que, desde el campo de la izquier- formista de 1918.
da, actuamos en los ámbitos universitarios, nos
imponen la necesidad de recuperar y actualizar
el legado reformista. En efecto, la necesidad de III
profundizar los procesos de transformación de-
mocrática que viven muchos de los países lati- Reforma. Las administraciones neoliberales
noamericanos en el presente momento, coloca que gobernaron o aún gobiernan algunos países
en la agenda política el debate público acerca de América Latina y el Caribe han desarrollado
de la función social de nuestras universidades, una muy diversa y prolífera batería de progra-
contraponiendo modelos educativos de sentido mas destinados, entre otras acciones, a rees-
Pablo Gentili 41
–lo que es peor aun– el lugar en donde todas las deprimente melancolía. Amparados en la nostal-
formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron gia de los espacios perdidos y en una indignación
la cátedra que las dictara. Las universidades han reactiva sobre los efectos antidemocráticos de la
llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades nueva ofensiva conservadora, buena parte de los
decadentes que se empeñan en ofrecer el triste sectores empeñados en la defensa de la educa-
espectáculo de una inmovilidad senil.
ción pública fuimos asumiendo la protección y el
resguardo de una institución que, en apariencia,
Reformar las universidades suponía transfor- pretendía ser reformada y transformada, per-
marlas radicalmente y, en un sentido demo- diendo las conquistas obtenidas en un pasado
crático, abrir la caja de Pandora de una ins- de glorias cada vez más tenues y difusas. Resulta
titución cuyos beneficios eran expropiados curioso que, en muchos de nuestros países, las
por los tiranos de cualquier especie, gracias al universidades no eran (ni quizás sean hoy) muy
concurso siempre solidario de los mediocres. diferentes de aquellas que tan vehementemen-
¿Iluminista? Sí, pero enormemente disruptivo, te denunciaban los jóvenes reformistas sesenta
transformador y desestabilizador de las verda- años atrás. Al menos, claro, en los aspectos que
des que sostenían un sistema de autoridad y hacen al sentido conservador de sus prácticas y
poder que exponía los trazos autoritarios, an- a su contribución a un modelo de poder y auto-
tidemocráticos, patrimonialistas, clientelares y ridad profundamente discriminador y excluyen-
excluyentes de los procesos de modernización te. Dimensiones que los gobiernos neoliberales
burguesa en América Latina y el Caribe. Por no hicieron otra cosa que profundizar, bajo la
eso: revolucionario. Perdón: reformista. curiosa retórica de estar reformando nuestras
Desde los años ochenta, la necesidad de de- universidades, construyendo las “nuevas” bases
fender las instituciones universitarias de la bru- de unas instituciones que, ahora sí, estaban lla-
talidad autoritaria heredada de las dictaduras, madas a ser los pilares de un proceso de moder-
por un lado, y de los regímenes neoliberales que nización basado en el progreso económico y la
se consolidaban y afianzaban en el poder con la ampliación ilimitada de las relaciones de merca-
prepotencia de sus gobiernos y con la legitimidad do a todas las esferas de la vida social.
del voto popular, por otro, fue contaminando las La “contrarreforma” neoliberal secuestró así
expectativas y los discursos progresistas de una la potestad de la reforma universitaria, confi-
Pablo Gentili 43
dora que le ha dado origen: fundar un nuevo Nada mal, considerando que noventa años
orden social, de la mano de una juventud para atrás era bastante más difícil que hoy recono-
la cual el “sacrificio es su mayor estímulo”, una cer la necesaria dimensión sistémica de toda
“juventud en trance de heroísmo”, para la cual lucha contra la opresión y el carácter articula-
“la esperanza es su destino heroico” y que está do y funcional de las instituciones universita-
llamada a construir las bases de sistema de jus- rias en el marco de un modelo de sociedad que
ticia, felicidad y libertad, cumpliendo con su les aporta sentido, al mismo tiempo en que es
revolucionaria misión de formar al soberano. dotada de sentido por éstas.
Dirán ellos: “en adelante, sólo podrán ser maes- Nada mal, considerando que el desarrollo
tros en la futura república universitaria los ver- de los sistemas educativos latinoamericanos
daderos constructores de almas, los creadores y caribeños durante la segunda mitad del siglo
de verdad, de belleza y de bien”. XX siguió una dinámica de intensa segmenta-
La épica de un discurso quizás ya perimi- ción y diferenciación, que impactó seriamente
do, aunque de trazos que exhalan una mística en el subsistema universitario, transformán-
libertaria vigorosa y valiente, no debe opacar dolo en un archipiélago de instituciones con
la pertinencia de un desafío impostergable que sentidos, estructuras y resultados extremada-
hoy interpela a todo movimiento reformista: mente diversos.
poner en evidencia la naturaleza sistémica de Nada mal, considerando que los gobiernos
un modelo de universidad indisolublemente neoliberales basaron buena parte de su eficacia
asociado a un modelo de sociedad autoritaria, privatizadora en la reestructuración de un sis-
jerarquizada y opresiva. Tampoco debe opacar tema universitario cada vez más fragmentado y
el reconocimiento de que la eficacia de las lu- pulverizado y en una fragmentación y pulveriza-
chas democráticas depende hoy, como en el ción cada vez mayor de los movimientos de re-
pasado, de la articulación de los movimientos sistencia al interior de las propias universidades
de resistencia, del intercambio y la coopera- (atomización del movimiento estudiantil, aleja-
ción nacional e internacional y de la difusión miento de las organizaciones docentes de otros
más amplia y generalizada de las nuevas ideas movimientos sociales o de otras organizaciones
que subsidian los procesos de construcción de sindicales, indiferencia de la sociedad acerca
una nueva sociedad. de las demandas universitarias y, también, no
46 La Reforma Universitaria
pocas veces, indiferencia de las universidades plista como irrelevante en sus consecuencias
acerca de las demandas de la sociedad). prácticas. Con bastante espíritu de autoindul-
La Reforma Universitaria de 1918 nos intima gencia, nos entusiasma afirmar que nuestras
a unir aquello que, en algunos países casi sin universidades públicas están o deberían estar
solución de continuidad, durante los últimos al servicio del pueblo. Un objetivo loable que
noventa años las políticas conservadoras no hi- se desvanece al no ser incrustado, enraizado en
cieron más que fragmentar y segmentar, partir la compleja trama de relaciones que esto supo-
y polarizar. A pensar, a imaginar y a construir ne, más allá de un complaciente bálsamo para
un modelo de universidad integrado y articula- toda conciencia pequeñoburguesa.
do (lo que no contradice el reconocimiento y el Nuevamente aquí, la Reforma Universitaria
respeto a la diversidad y al dinamismo institu- de 1918 nos ayuda a trazar algunos de los sende-
cional que debe existir en todo sistema demo- ros por los cuales transitar, sorteando los obstá-
crático) y a integrar las luchas y resistencias, culos de las respuestas dogmáticas o simplistas
potenciando sus resultados y ampliando sus al debate sobre la función social de las univer-
conquistas emancipadoras. sidades. Pensar la Reforma en clave de futuro
supone, como ya hemos afirmado, escapar a
toda aspiración de repetir vis a vis las consig-
V nas, diagnósticos y propuestas reformistas con
noventa años de atraso. Por el contrario, se tra-
Proyecto. Hay una potencial trivialización fun- ta de reconocer, en la radicalidad de ese movi-
cionalista en todo debate acerca del sentido y miento, los aportes que el mismo nos ha legado
la función ejercida por cualquier institución en y la necesidad de reformularlo en virtud de una
nuestras sociedades. La pregunta “¿para qué sir- especificidad histórica que actualiza esta heren-
ven nuestras universidades?” está, por lo tanto, cia en el marco de una nueva coyuntura.
condenada a una quizás inevitable simplifica- De tal forma, el debate sobre la función
ción que vuelve casi frívola toda respuesta uni- social de las universidades debe enmarcarse
direccional. Así, desde el campo de la izquierda siempre en la disputa en torno al modelo de
democrática, solemos caer en una frecuente y nación que pretendemos construir. Como he-
bienintencionada tentación discursiva, tan sim- mos visto, la crítica al ejercicio oligárquico de
Pablo Gentili 47
la docencia suponía una crítica implacable y los términos en que lo ha puesto el movimiento
contundente a un modelo de sociedad oligár- reformista, posee un valor inestimable.
quica sobre el que se instituía el régimen de En efecto, toda pregunta acerca de “¿para qué
dominación y segregación vigente. La colonia- sirve la universidad?” no puede estar desvincu-
lidad del saber y la colonialidad del poder se lada de la no menos compleja cuestión de saber
articulaban así de forma dialéctica. El movi- “¿a quién le sirven nuestras universidades?”.
miento reformista suponía que la destitución Noventa años después del Manifiesto limi-
de las bases de sustentación de esa pedagogía nar, América Latina y el Caribe constituye la
oligárquica, expresada de manera emblemáti- región más injusta del planeta. La disminución
ca en el “fariseísmo académico” de una casta de los índices de pobreza que, de forma tímida
docente que se pretendía incuestionable, era y aún modesta, ha despuntado en estadísticas
una condición impostergable para la derrota recientes, no ha podido revertir niveles de in-
de toda forma de tiranía y opresión. justicia social alarmantes y brutalmente per-
Más allá de la primacía que el movimien- sistentes en el continente. “¿Qué universidades
to reformista atribuía a la lucha universitaria necesitamos?” no deja de ser un interrogante
como fundadora y rectora del conflicto social, que cobra sentido en el debate acerca de “¿qué
aspecto que ya hemos mencionado, resulta in- proyecto de sociedad pretendemos construir?”,
negable la actualidad y la radicalidad del legado en un marco de reproducción sistemática de
recibido. Hoy, mientras nuestras universidades las condiciones de pobreza y exclusión en la
muchas veces oscilan entre un mandato que les que viven millones de latinoamericanos y lati-
impone como única meta someterse a las im- noamericanas en todos nuestros países.
placables demandas del mercado (formando y No creo que sea posible debatir, por ejemplo,
transmitiendo las competencias que exigen los los sentidos de toda aspiración a la “excelencia
puestos de trabajo en un sistema cada vez más académica”, un tema tan presente en los círcu-
competitivo) y cierto purismo académico que los universitarios contemporáneos, sin focalizar
se pretende incontaminado por las demandas nuestra mirada en la producción social de estas
de la sociedad y regido por las aspiraciones condiciones de exclusión y discriminación. Un
preclaras del espíritu científico, el debate so- proyecto de universidad que construye su mo-
bre la función social de las universidades, en delo de “excelencia” sobre la base de la omisión
48 La Reforma Universitaria
o la indiferencia a las condiciones de vida de mi- sectarismo teórico no son otra cosa que obs-
llones de seres humanos y a la capacidad que táculos que impiden una comprensión crítica
esta institución posee para luchar contra esa de nuestra realidad histórica. Descolonizar las
persistente opresión, es una institución don- universidades para contribuir a la lucha para la
de la “excelencia” acaba siendo la coartada, el descolonización del poder, parece ser un lema
pretexto quizás más efectivo para justificar su de gran actualidad que resuena intenso en la
cinismo y su petulancia intelectual. La frase del memoria viva del movimiento reformista, aun
Manifiesto es de una radicalidad extraordinaria cuando éste estaba inevitablemente contami-
y vale la pena repetirla: “[nuestras universidades nado de un prometeico iluminismo.
se han transformado así en] el lugar en donde La “excelencia académica” tiene que ver, por
todas las formas de tiranizar y de insensibilizar lo tanto, con la democratización efectiva de las
hallaron la cátedra que las dictara”. universidades, con la democratización de las
La “excelencia académica”, entre tanto, formas de producción y difusión de saberes
tampoco puede fundarse en un proyecto de socialmente significativos y con la propia de-
universidad que prescinde de la especificidad mocratización de las posibilidades de acceso y
que poseen las instituciones de educación su- permanencia de los más pobres en las institu-
perior y del radical poder desestabilizador que ciones de educación superior. Todo “proyecto
se deriva, potencialmente, de dicha especifici- académico” es inevitablemente un “proyecto de
dad. Las universidades deben ser espacios de vida”, o, si se prefiere, “un proyecto de pensar
producción y difusión de los conocimientos so- y construir la vida con y entre nosotros y los
cialmente necesarios para comprender y trans- otros”. Fuera de este marco, las universidades
formar el mundo en que vivimos, entenderlo parecen condenadas a buscar su redención en
de formas diversas y abiertas, siendo el campo la obsecuencia con los tiranos, sea cual fuere su
donde el debate acerca de esta comprensión se origen, sean cuales fueren las razones que ellos
torna inevitable y necesario. Las universidades buscan para justificar su propia existencia.
nos ayudan a leer el mundo, a entenderlo y a La “excelencia académica” se referencia así
imaginarlo. Para esto, la producción científica y en las oportunidades que las universidades
tecnológica constituye un aporte fundamental, nos crean para “revolucionar las conciencias”,
entendiendo que el monismo metodológico y el como dirán los reformistas; en las condiciones
Pablo Gentili 49
efectivas que ellas ofrecen para desestabilizar ministraciones posneoliberales, aun con toda su
los dogmas que imponen los poderosos; en la complejidad, deben tratar de huir de las trampas
lucha contra el autismo intelectual que nos que el neoliberalismo ha dejado, en un sendero
proponen los dueños del poder y replican sus repleto de señuelos y cantos de sirena, donde la
mediocres acólitos, ocultos tras la toga de la tentación del discurso tecnocrático puede ser el
prepotencia. Dirán los reformistas: “el chasqui- primer paso en dirección al fracaso.
do del látigo sólo puede rubricar el silencio de El proyecto de la Reforma es, por sobre to-
los inconscientes o de los cobardes”. Hacer de das las cosas, un contundente discurso ético,
esta expresión una guía de acción es, quizás, público, sobre nuestras universidades y sus
un indicador de excelencia más efectivo que el prácticas cotidianas. Construir las universida-
que cualquier prueba internacional de aprendi- des como un valor imprescindible en la lucha
zaje haya podido mostrar. contra la opresión y la injusticia significa recu-
perar el valor que han perdido nuestras institu-
ciones de educación superior en una era donde
VI las desigualdades y la explotación se volvieron
datos supuestamente irrelevantes. La universi-
Ética. Hemos señalado que América Latina, no- dad construye valores y, al hacerlo, se constru-
venta años después del estallido de la Reforma, ye a sí misma como aparato de reproducción
enfrenta una coyuntura política de enormes de la tiranía o como espacio público de produc-
oportunidades democráticas, ante la regresión y ción e invención de utopías.
la pérdida de legitimidad del proyecto neolibe- En 1918 se gestaban los trazos de una utopía
ral en buena parte del continente. El momento de emancipación y revuelta, herencia que sería
exige una gran dosis de creatividad y responsa- recuperada cincuenta años más tarde, cuando,
bilidad para poder, entre otros desafíos, avanzar en 1968, desde las barricadas de París, Praga,
en la construcción de una nueva reforma uni- México, Estados Unidos, Alemania e Italia, los
versitaria que, de una manera efectiva, amplíe estudiantes volvieron a tomar las calles, cla-
y consolide instituciones académicas inclusivas mando por justicia e igualdad.
y de calidad; “excelentes”, en el sentido que in- Los tiempos, sin lugar a dudas, han cambia-
dicamos en el apartado anterior. Las nuevas ad- do y, aunque diversos gobiernos populares se
50 La Reforma Universitaria
multiplican por todo el continente, las utopías bajo tierra. Recuperar, o sea, inventar nueva-
libertarias y socialistas, humanistas y demo- mente estas utopías es un desafío inexcusable,
cráticas que inspiraron a los movimientos urgente y necesario. Y, para esto, entre otras co-
emancipatorios durante todo el siglo XX pa- sas, sirven nuestras universidades. Unas univer-
recen, como mínimo, dispersas, tenues y, por sidades que, para encontrar y trazar su sentido
momentos, insignificantes. histórico, no pueden huir del desafío de pintar-
Quizás hoy, más que nunca, la universidad se de negro, de mulato, de indio, de obrero, de
pueda ayudarnos a imaginar alternativas, lo campesino, de pueblo, como dirá el “Che” en su
que supone, en primer lugar, que quienes tra- célebre discurso de la Universidad Central de
bajamos en este tipo de instituciones seamos Las Villas, del 28 de diciembre de 1959.
capaces de pensarnos a nosotros mismos. La Quizás nunca tanto como hoy resuena vi-
universidad no podrá contribuir a pensar una goroso el grito de esperanza que enarbola la
sociedad diferente si ella no asume el desafío sentencia reformista: “Una vergüenza menos,
político de cambiarse a sí misma. La universi- una libertad más. Los dolores que nos quedan
dad no será nunca fuente de utopías (en plural son las libertades que nos faltan”. La historia
y en permanente estado de inestabilidad) si ella de Luiz Carlos, con la cual he iniciado este tex-
no es capaz de enunciar los contornos de su to, no hace otra cosa que actualizar y redoblar
propio proyecto utópico. el desafío de la Reforma Universitaria de 1918,
Es probable, sin lugar a dudas, que los insu- transformándola en una impostergable exigen-
mos para que esto ocurra no estén hoy tan visi- cia política y en un urgente imperativo ético.
bles y definidos como en el pasado. Es posible Que la universidad se pinte, pues, de la
que estén dispersos y fragmentados. Sin em- sonrisa tímida de los millones de Luiz Car-
bargo, el legado esperanzador del Movimiento los que habitan en el horizonte luminoso de
Reformista es que las utopías siempre existen y, nuestras utopías.
como proclamaba la juventud de París, quizás
están debajo de los adoquines, en los cimientos, Río de Janeiro, octubre de 2008.
Reforma Universitria de Córdoba,
noventa anos
Um Acontecimento Fundacional para
a Universidade Latino-americanista
Roberto Leher*
É também um texto que contem marcas lutas), produzindo avanços organizativos como
egocêntricas como os eixos de sua agenda: o a constituição das Federações Universitárias de
regime administrativo, os métodos docentes e Córdoba (FUC) e da Argentina (FUA). Tampou-
o conceito de autoridade que vigeram na uni- co foi um movimento protagonizado por peque-
versidade. Em virtude da gênese estudantil nos grupos. Dois meses após o lançamento do
do movimento, este ainda não pôde enfrentar Manifesto, os estudantes reuniram 20 mil pesso-
com objetividade a problemática que, em 1925, as em um ato, incluindo a Federação Operária.
o cubano Julio Antonio Mella delineou com Embora ainda incipientes enquanto força
precisão: “Nada se resolve em fazer da univer- política organizada, protagonistas socialistas
sidade um centro tecnicamente perfeito, se a e antiimperialistas líderes desse movimento
massa estudantil, que provém dos colégios re- trouxeram para a luta da juventude latino-ame-
ligiosos ou dos colégios laicos privados, tem ricana a Revolução Russa de 1917. E, no pro-
já formada uma mentalidade burguesa, e não cesso de enfrentamento, afirmaram uma agen-
científica da universidade”. Isso não quer dizer da antiimperialista que, ao recolocar a questão
que as revoluções estudantis não tenham sido nacional e os sujeitos históricos da luta de clas-
avaliadas por Mella como importantes, pois, ses em países capitalistas dependentes, provo-
em sua apreciação, acenderam um movimento caram reflexões originais, configurando um
de proporções latino-americanas e sinalizaram, marxismo latino-americano com Ingenieros,
na prática, a possibilidade de amplas transfor- Ponce, Mella e Mariátegui.
mações nas universidades marcadas pelo arca- Essa combinação de perspectivas propiciou
ísmo (Círia e Sanguinetti, 1968:19). reflexões penetrantes sobre a educação popular,
Córdoba foi mais do que um episódio radica- o caráter da universidade, incluindo problemas
lizado dos estudantes. Liberais, positivistas, so- até então considerados incompatíveis com a
cialistas, anarquistas, antiimperialistas de distin- educação superior: a presença dos proletários
tos matizes disputaram o caráter do movimento nas instituições; o governo compartilhado e a
reformista. Mas a despeito de sua heterogenei- autonomia da universidade, e as perspectivas
dade, as lutas e os embates seguiram ao longo de latino-americana e antiimperialista. Por isso, até
todo o ano de 1918 (e a rigor, ao longo de todo os dias de hoje, os conservadores reagem indig-
o século XX é possível encontrar ecos dessas nados à particularidade das universidades latino-
Roberto Leher 55
versidade era sufocada pelo governo corrupto; da, cujo reitorado ficou a cargo de Haya de la
a representação, concretamente, o governo Torre. Foi Mariátegui que introduziu os povos
compartilhado, e a depuração do claustro. Em indígenas nos programas de formação política.
termos objetivos, a reforma teria de abarcar Distintamente do marxismo eurocêntrico, o
quatro núcleos: a) não ser uma fábrica de títu- editor de Amauta sustentava em Sete ensaios
los; b) não ser uma escola de comércio “aonde de interpretação da realidade peruana que o
se vai buscar tão somente um meio de ganhar marxismo latino-americano não poderia ser
a vida”; c) influir de maneira direta na vida so- “nem decalque, nem cópia”. Com esta obra,
cial, e d) socializar o conhecimento. Esta últi- ocorre uma latino-americanização das idéias
ma preocupação nada tinha de proclamatória. socialistas e marxistas.
Junto com companheiros, Mella criou a Uni- Distintamente do presente –em que não
versidade Popular José Martí, dirigida pelos existem frações burguesas locais portadoras
trabalhadores, com o objetivo de “destruir uma de um projeto estratégico para a universidade
das tiranias da atual sociedade: o monopólio da pública– o movimento de Córdoba contou com
cultura” (Mella, 1924, apud Kohan, 2002: 108). o apoio de frações burguesas locais que che-
Mariátegui (1894-1930), em pleno calor dos garam ao poder com o Radicalismo. Em mais
acontecimentos, constatou a heterogeneidade de uma circunstância o Presidente Yrigoyen se
do movimento e as tensões provocadas pelo colocou ao lado dos reformistas, assim como
Radicalismo que restringia a autonomia do mo- o ex-governador da Província Juárez Celman,
vimento, bem como as limitações liberais vin- parlamentares, como Juan B. Justo, um socia-
das dos EUA. Contudo, reconheceu que com o lista evolucionista (Kohan, 2002: 43) e Alfredo
contato com o proletariado, as idéias foram se Palacios. De fato, existiam setores burgueses e
tornando mais claras e adquiriram um contor- pequeno-burgueses que enfrentavam as forças
no mais revolucionário, abandonando a postu- reacionárias da igreja que mantinham a univer-
ra inicial romântica, geracional e messiânica sidade como sua fortaleza em um país que pas-
(Tünnermann Bernheim, 1997:15). Para levar sava por ativa efervescência cultural e política.
adiante um ideário mais ligado às lutas popula- Essa universidade reprodutora e fossilizada
res, o Congresso Nacional de Estudantes criou, não atendia aos anseios de desenvolvimento al-
em 1920, a Universidade Popular Gonzáles Pra- mejado pelo Radicalismo e, por isso, o apoio à
58 La Reforma Universitaria
luta estudantil, dentro de certos limites, desde nomía, la libertad de pensamiento y expresión,
que não afrontasse a ordem burguesa. el co-gobierno, el acceso universal, la naturaleza
Em um quadro em que a universidade públi- pública de los procesos institucionales.
ca, gratuita, assentada no princípio da indisso- Se reafirma esta agenda con elementos nuevos,
ciabilidade entre ensino, pesquisa e extensão, como el de estados plurinacionales, la incorpora-
deixa de compor a agenda estratégica das fra- ción de diferentes visiones culturales, la educaci-
ções burguesas locais, a defesa da universidade ón superior como derecho humano y patrimonio
social, garantizada por el Estado, rescatando sus
pública somente pode ser protagonizada pelos
aportes durante el Siglo XX, como elemento in-
setores populares. O que fica da agenda e dos
dispensable para su construcción.
métodos de luta que transtornaram Córdoba e
El Libre acceso que garantice una presencia equita-
iluminando as lutas de toda a América Latina
tiva de los pueblos, culturas y clases, la crítica a los
para os embates de hoje, em que não existem
sistemas de evaluación productivista, tecnicista,
frações burguesas locais capazes de liderar um privatizadora, competitiva, segregacionista y que
projeto nacional no qual a universidade pública establece rankings y sirve a la mercantilización. En
é uma instituição estratégica? suma, recuperar la evaluación para los evaluadores
originales (profesores, estudiantes e instituciones).
(CLACSO e GT Universidad y Sociedad, 2007)
Inspirações de Córdoba,
noventa anos depois Não deixa de ser surpreendente que docentes
estudiosos da educação superior em distintos
Um balanço sobre o ideário de Córdoba reali-
países latino-americanos reivindiquem como
zado pelos participantes do Grupo de Trabalho
atuais os grandes eixos das lutas de Córdoba.
Universidade e Sociedade (2007) do Conselho
A preocupação com o pluralismo, a liberdade
Latino-americano de Ciências Sociais, assim sin-
de pensamento e a autonomia universitária
tetizou a atualidade das consignas de Córdoba:
vem sendo sustentada como um tema priori-
El GT reivindica la actualidad de los fundamentos tário, tendo em vista a crescente dependência
de la reforma de Córdoba como principios orien- das universidades aos imperativos financeiros
tadores de la reforma radical de la Universidad e institucionais particularistas. Tais imperati-
hoy, como la pluralidad, la democracia, la auto- vos direcionam as atividades universitárias de
Roberto Leher 59
da região, no presente, conforme a análise do sente, duas grandes lutas são emblemáticas:
referido GT, inexistem frações dominantes a greve da Universidade Nacional Autônoma
locais que tenham a universidade pública e do México (UNAM), em 1999, e a mobilização
capaz de produzir conhecimento novo como dos Pingüins chilenos, em 2006. Anterior-
parte relevante de seu projeto estratégico mente, nas jornadas de 1968, também muitos
como classe ou coalizão de classes. Por isso, o dos ideais cordobenses estiveram ecoando
futuro da universidade está indissociavelmen- nas lutas da juventude latino-americana.
te relacionado às lutas sociais antisistêmicas A longa greve da, UNAM, uma das univer-
conforme previram os intelectuais protago- sidades mais importantes da América Latina,
nistas das lutas de Córdoba e pela reforma da foi deflagrada em virtude da quebra no prin-
universidade latino-americana. cípio da gratuidade do ensino ofertado pelo
Uma pergunta crucial: se é possível sus- Estado, preceito constitucional que remonta
tentar a atualidade da agenda de Córdoba, a Revolução mexicana que, como lembra Ce-
existem nas lutas protagonizadas pelos mo- ceña (2000: 43), “constitui um dos pilares do
vimentos estudantis ecos dos ideais susten- imaginário social” do povo mexicano. Em vir-
tados pelos reformistas? As respostas a essa tude da crise econômica que se agravara no
indagação não são simples. Como não foi país, o Reitor da UNAM propôs o aumento das
possível forjar um movimento universitário taxas estudantis devido à insuficiência do or-
latino-americano no escopo de movimentos çamento público. Em uma sessão considerada
antiimperialistas mais amplos e persistentes irregular, sem a presença dos que se opunham
no tempo, como queriam Mella e Mariátegui, à medida, o Conselho Universitário aprovou o
os nexos dos movimentos do presente com aumento. Inspirados pelas práticas zapatistas,
o movimento derivado de Córdoba não são os estudantes promoveram uma consulta com
imediatos. Contudo, examinando determina- 100 mil acadêmicos, terceira parte da comuni-
das lutas atuais é inequívoco que não apenas dade, que se pronunciou majoritariamente em
persistam elementos centrais da agenda, mas defesa da gratuidade.
também dos métodos radicais e criativos de Em 20 de abril de 1999, a greve foi defla-
lutas que guardam fortes similaridades com grada e sendo constituído, em uma massiva
os de outrora. Da virada do século XX ao pre- assembléia, um Comando Geral de Greve
62 La Reforma Universitaria
(CGG) que guarda semelhanças com a forma greve até 10 de fevereiro de 2000, quando a
de organização do movimento de Córdoba. Polícia Federal invadiu a universidade pren-
Este era composto por militantes de forças dendo mais de mil estudantes. As taxas não
políticas institucionalizadas como o Partido foram majoradas e a universidade deixou de
da Revolução Democrática, por correntes ra- participar dos exames de avaliação do Centro
dicais já existentes na UNAM e, sobretudo, Nacional de Avaliação, como reivindicaram
por um grande conjunto de estudantes sem os estudantes.
partido, desvinculados de correntes e com um Outro movimento que guarda similaridade
enorme rechaço por essas formas organizati- com as lutas cordobenses é a chamada “Re-
vas. Um dos aspectos mais inovadores deste belião dos Pingüins” (2006), protagonizado
movimento foi que os procedimentos foram massivamente por estudantes secundaristas
considerados tão importantes quanto os seus que ocuparam diversos colégios, liceus e esco-
conteúdos. O processo de decisão passava las e reuniram centenas de milhares de jovens
necessariamente pelas assembléias locais e nas ruas das principais cidades do Chile. De
somente seriam votadas no CGG se houvesse modo inesperado para o governo da Concer-
consenso de pelo menos 19 escolas (das 29 es- tação, os estudantes chegaram a reunir mais
colas existentes). Todas as representações em de um milhão de manifestantes nos protestos,
negociações eram rotativas. levando o governo de esquerda a empreender
Essa forma horizontalizada de poder pro- uma dura repressão policial contra o movi-
piciou uma intensa politização. Assim, logo mento. A similaridade encontrava-se, sem
a greve era também contra os acordos do go- dúvida, em sua agenda, centrada, inicialmen-
verno com o Banco Mundial, que corroíam o te, na defesa da gratuidade e da democracia,
caráter público da educação, e outros seto- exigindo medidas concretas para aumentar
res sociais se somaram na solidariedade ativa as oportunidades de educação dos segmentos
aos estudantes, como os zapatistas e diver- populares que não podem custear as eleva-
sos sindicatos, por meio de grandes marchas das mensalidades do ensino superior chileno,
pelo país e por uma gigantesca manifestação seja público ou privado. Contudo, seus méto-
na Praça do Zócalo, epicentro político da dos de ação e suas formas de organização das
capital mexicana. A UNAM permaneceu em lutas foram o ponto de maior convergência.
Roberto Leher 63
le. Protesta social y política en una sociedad Tünnermann Bernheim, Carlos 1997 La refor-
neoliberal triunfante” en OSAL (Buenos Ai- ma universitaria de Córdoba (México, D.
res: CLACSO) Nº20, mayo-agosto. F.: ANUIES).
Monteiro, Naomar 2007 “Razões para a rees- Unesco 2008 “Relatório de monitoramento de
truturação” em UFBA Revista (Salvador: Educação para Todos Brasil 2008: educação
UFBA) Nº4. para todos em 2015; alcançaremos a meta?”
Rieznik, Pablo 2000 Marxismo y sociedad: em <www.unesco.org.br/publicacoes/livros/
variaciones sobre un tema (Buenos Aires: relatorioEPTBrasil2008/mostra_documen-
Eudeba). to> 2 de maio de 2008.
A atualidade dos ensinamentos da
Reforma de Córdoba (1918)
Ou qual a herança de Córdoba
nas reformas atuais?
As dores que ficam são as liberdades que fal- tória em qualquer debate que tenha por objeto
tam. Acreditamos que não erramos, as res- a democratização da universidade e a defesa de
sonâncias do coração nos advertem: estamos princípios tais como: a) autonomia universitá-
pisando sobre uma revolução, estamos ria; b) eleição dos dirigentes pela comunidade
vivendo uma hora americana. acadêmica; c) concursos para a provisão de car-
Manifesto de Córdoba, 1918 gos docentes; e) docência livre; f) assistência
livre; g) gratuidade do ensino; h) renovação dos
métodos de ensino e aprendizagem; i) assistên-
cia social para permanência dos estudantes e
A chamada “Reforma de Córdoba” de 1918 é
um marco histórico incontornável para se
compreender os demais processos de reforma
democratização do acesso j) extensão universi-
tária; k) integração e unidade latino-americana.
universitária, ocorridos em outros países latino- Assim, pode-se dizer que o movimento dos es-
americanos, tais como: Peru, Cuba, Uruguay, tudantes de Córdoba em favor de uma reforma
Chile e outros, o que a torna referência obriga- universitária apresentou os princípios de uma
crítica ao modelo de universidade tradicional
existente na América Latina que, não seria exa-
* Professora do Programa de Pós-Graduação em Edu- gero dizer, ainda dependente de um paradigma
cação da Universidade Federal de Minas Gerais. Pes- colonial de organização da educação superior. O
quisadora do CNPq. Coordenadora do GT “Educación,
Politicas y Movimientos Sociales” de CLACSO. que, de acordo com Tünnermann, foi
**Professor do Programa de Pós-Graduação em Educa-
ção e Vice-reitor da Universidade Estadual de Maringá. El primer cuestionamiento serio de la Universidad
Pesquisador da Fundação Araucária. latinoamericana tradicional surgió en 1918, año
que tiene especial siignificación para el continente, obrigatoriedade de freqüência às aulas (as-
como que señala el momento del ingreso de Améri- sistência livre), liberdade e periodicidade de
ca Latina en el siglo XX (Tünnermann, 1999:105). cátedra e estabelecimento de concursos para
professores. A gratuidade do ensino, apesar de
Dessa forma, o presente texto propõe-se a dis- não ter sido aprovada como uma proposta no
cutir a atualidade dos debates, princípios e en- Congresso dos Estudantes de 1918 é instituída
sinamentos da Reforma de Córdoba e, recupe- no primeiro Governo de Juan Domingos Perón
rando o pensamento de José Carlos Mariátegui em 1947. Essas conquistas e a confiança nos
(1895-1930), intelectual peruano do primeiro princípios históricos da reforma emulam o con-
terço do século XX, e de Boaventura de Souza junto acadêmico a resistir a ditaduras, como a
Santos, pensador português contemporâneo, a de Juan Carlos Onganía (1966) e a Junta Mili-
relembrar que a universidade, respeitados os tar (1976) e a governos intervencionistas –que
períodos históricos, permanece em crise. atentam contra a autonomia universitária– e
privatizantes, a exemplo, na década de 1990,
de Carlos Saúl Menem, que empreende uma
A atualidade da Reforma política econômica liberal-ortodoxa e no plano
de Córdoba universitário promove, com o financiamento
do Banco Mundial, o Programa de Reforma da
A Reforma de Córdoba caracterizou-se pe- Educação Superior (PRES).
las propostas de co-gestão (a administração Entretanto, é necessário ressaltar, o movi-
compartilhada entre professores, estudantes e mento de reforma universitária de 1918 não pode
egressos), autonomia universitária plena, não ser analisado somente a partir de uma agenda
68 La Reforma Universitaria
para a educação superior, pois ao mesmo tempo íses latino-americanos como uma exigência de
trata-se de um movimento com demandas locais adequação da universidade à realidade atual:
e acadêmicas, no âmbito de uma universidade os processos de globalização econômica exi-
tradicional que não atualizou suas estruturas e gentes de maior agilidade no desenvolvimento
métodos, permanecendo fiel ao estilo colonial e e difusão do conhecimento científico, a rees-
oligárquico de instituição; mas, também, o mo- truturação produtiva ensejando novas profis-
vimento dos estudantes de Córdoba foi uma res- sões e eliminando outras, as novas tecnologias
posta a conjuntura nacional e internacional que modificando os processos de aprendizagem e
assistia ao fim da primeira guerra mundial, à re- introduzindo inovações ao processo produtivo
volução russa, à ascensão das classes médias ar- e a necessidade de responder a nova organiza-
gentinas ao poder com o radicalismo de Hipólito ção administrativa fundada em maior flexibili-
Irigoyen, eleito em 1916 e apoiador da Reforma, dade e autonomia.
e à crescente urbanização e proletarização da As bandeiras empunhadas pelo movimento
sociedade argentina, devido a certa industriali- estudantil de Córdoba em 1918 não estão pre-
zação e aos fluxos migratórios europeus. Enfim, sentes nas pautas de reformas atuais e, ao que
como advertiu Carlos Tünnermann: parece, os estudantes hoje, por meio de suas
organizações, não têm se ocupado mais que fa-
el movimiento, que evidentemente no se dio por zer a denúncia do que se pretende transformar
generación espontanea sino como respuesta a una a universidade, ou seja, uma defesa conserva-
nueva situación social, no puede ser examinado dora do seu status quo. Denunciam o caráter
únicamente desde su ángulo académico universita-
privatista das reformas, conclamam a defesa da
rio, por importantes que sean los cambios que en
universidade pública nos moldes que aí está e
este campo propició, como que de ellos emergen
las características que distinguen a la actual Univer- pouco se dedicam a propostas de novas formas
sidad Nacional latinoamericana. Necesariamente, de intervenção no governo das universidades no
tenemos que considerarlo dentro del contexto so- sentido de torná-las mais democráticas no seu
cioeconómico y político que lo originó (1999:106) acesso e na sua gestão. Contrariamente ao movi-
mento de Córdoba que insistia na renovação dos
O tema da reforma universitária esteve presen- métodos de estudo, na denúncia à estratificação
te nas duas últimas décadas na maioria dos pa- conservadora das universidades, a arbitrarie-
D. Andrade Oliveira | M. L. N. de Azevedo 69
dade no preenchimento das cátedras, a inépcia rios não pode apoiar-se na força de disciplinas
dos professores e a livre assistência e docência, estranhas à substância mesma dos estudos. A
o movimento estudantil hoje dedica pouca aten- autoridade, em um lar de estudantes, não se
ção às relações de poder internas e cotidianas exercita mandando, mas sugerindo e amando:
às universidades, incluindo as salas de aula e os ensinando. (Manifesto de Córdoba, 1918)
laboratórios de pesquisa, onde persistem formas
veladas de autoritarismo e exclusão. Para a análise das contribuições que tal movi-
A atualidade da luta do movimento estudan- mento trouxe ao pensamento latino-americano
til de Córdoba de 1918, sobretudo pela ousadia recorreremos às reflexões de Mariátegui, conti-
em ensaiar propor formas revolucionárias de da em alguns de seus principais textos, os “Sete
governo em uma instituição de caráter tão re- Ensaios de Interpretação da Realidade Perua-
fratário - que após quase um século ainda soam na”. As reflexões de Mariátegui são extrema-
extremadas – pode ser constatada nas denún- mente atuais e constituem-se como instrumen-
cias que ali se faziam ao caráter fechado da uni- tal de grande relevância para a investigação dos
versidade que persiste em nossos dias. processos sociais recentes da América Latina,
Nosso regime universitário –mesmo o mais especialmente no que se refere às análises que
recente– é anacrônico. Está fundado sobre uma produziu, pouco antes de sua morte, no ensaio
espécie de direito divino; o direito divino do pro- “O processo da educação pública”, em que de-
fessorado universitário. Acredita em si mesmo. dica um item à reforma de Córdoba, ocorrida
Nele nasce e nele morre. Mantêm uma distância uma década antes.
olímpica. A federação universitária de Córdoba Publicado originalmente em 1928, “O proces-
se levanta para lutar contra esse regime e enten- so da educação pública” analisa a reforma uni-
de que nele se vai a vida. Reivindica um governo versitária de Córdoba, realizada em 1918, ten-
estritamente democrático e sustenta que a co- tando demonstrar que houve uma solidariedade
munidade universitária, a soberania, o direito entre o movimento estudantil e o movimento
de dar-se governo próprio radica principalmen- histórico geral desses povos. Mariátegui era ele
te nos estudantes. O conceito de autoridade que próprio um homem típico latino-americano, pe-
corresponde e acompanha um diretor ou um ruano, nascido em Monquegua, “tinha o rosto
professor em um lar de estudantes universitá- impecavelmente andino, uma cabeça universal
70 La Reforma Universitaria
A partir de revisão de literatura trazendo estu- zação acadêmica. O povo não tinha direito à
dos realizados à época sobre o fenômeno em instrução, a universidade estava a serviço de
questão, Mariátegui (2008) constata que os formar clérigos e doutores. Assim, observava
princípios que orientaram a Reforma de Córdo- o autor que: “o desenvolvimento incipiente e
ba estiveram presentes no movimento estudan- o mísero alcance da educação pública fecha-
til na década que a sucedeu em diferentes paí- vam os graus superiores do ensino para as
ses da América Latina. Na sua interpretação, o classes pobres.” (Mariátegui, 2008:135). Tal
movimento estudantil de Córdoba influenciou idiossincrasia é percebida, especificamente,
em larga medida os movimentos políticos da- por Azevedo na história da Universidade Cen-
quela década na América Latina: tral da Venezuela:
os princípios sustentados pelos estudantes argen- As aulas na UCV, pelo menos até a renovação em-
tinos são, provavelmente, mais conhecidos, por preendida por Simón Bolívar e José María Vargas,
sua extensa influência no movimento estudantil a partir de 1826, eram ministradas em latím e a
da América desde seu primeiro enunciado na Uni- admissão dos estudantes obedecia a um proce-
versidade de Córdoba (Mariátegui, 2008:135) dimento que, atualmente, poderia ser classifica-
do como racista. Para adentrar como aluno na
Buscando compreender as razões daquele universidade, o candidato deveria possuir a pele
movimento, o referido autor observa que o branca e apresentar um requerimento contendo
legado espanhol para as ex-colônias latino- um memorial (vista et moribus) detalhando sua
americanas atribuía um sentido aristocrático vida e seus costumes. (2006:1-187)
e um conceito eclesiástico e literário ao ensi-
no que fechava as universidades aos mestiços. De modo geral, com os movimentos de inde-
A cultura era assim, um privilégio de castas. pendência colonial, observou-se a simpatia
O regime econômico e político, determinado ao princípio do igualitarismo, influência da
pelo predomínio das aristocracias coloniais, revolução francesa, pelos intelectuais latino-
colocou por muito tempo as universidades da americanos, mas tal princípio estava orientado
America Latina sob a tutela dessas oligarquias ao “criollo”, o que excluía, por decorrência, a
e de sua clientela, o que fez com que as univer- atenção ao índio e ao negro da América Latina.
sidades tivessem uma tendência à burocrati- Nas palavras de Mariátegui:
72 La Reforma Universitaria
o movimento de reforma tinha logicamente que –às vezes um evolucionismo completamente pas-
atacar, antes de mais nada, essa estratificação sivo– a atitude da nova geração era espontanea-
conservadora das universidades. O preenchimen- mente revolucionária (Mariátegui, 2008:130)
to arbitrário das cátedras, a manutenção de pro-
fessores ineptos, da exclusão do ensino dos in-
Observa, contudo, o autor que a ideologia do
telectuais independentes e renovadores, apresen-
movimento estudantil no princípio careceu de
tavam-se claramente como simples conseqüência
da docência oligárquica. Esses vícios não podiam homogeneidade e autonomia, aceitando como
ser combatidos a não ser por meio da intervenção novas as velhas idéias democrático-liberais vin-
dos estudantes na direção das universidades e das dos EUA. Este movimento estava longe de
pelo estabelecimento da cátedra e da assistência propor objetivos estreitamente universitários e
livres, destinadas a assegurar a eliminação dos é justamente por sua relação próxima e crescen-
maus professores através de uma concorrência te com o avanço das classes trabalhadoras e a
leal com os homens mais aptos para exercer seu diminuição dos velhos privilégios econômicos
magistério (Mariátegui, 2008:137) que pode ser compreendido como um processo
de profunda renovação latino-americana.
Ao mesmo tempo este movimento apresenta-se Além da primeira guerra mundial, outro fa-
conectado com a grande agitação do pós pri- tor decisivo para a reforma universitária de
meira Guerra Mundial: Córdoba, apontado por Mariátegui (2008), a
partir da leitura de Lanuza, foi a evolução da
as esperanças messiânicas, os sentimentos revo- classe média. A maioria dos estudantes perten-
lucionários, as paixões místicas próprias do pós- cia à classe média e uma das conseqüências da
guerra, repercutiam particularmente na juventu- primeira Grande Guerra foi a proletarização da
de universitária da America Latina. O conceito
referida classe.
difuso e urgente de que o mundo entrava em um
A condição de proletarização da classe mé-
novo ciclo despertava nos jovens a ambição de
cumprir uma função heróica e realizar uma obra dia aproximou esses setores do movimento
histórica. [...] uma paixão que as gerações ante- operário sindical trazendo importantes con-
riores não tinham conhecido. E enquanto a ati- tribuições ao pensamento crítico-social latino-
tude das gerações passadas, como correspondia americano. Segundo Mariátegui (2008), saíram
ao ritmo da sua época, tinha sido evolucionista da universidade, em todos os países latino-ame-
D. Andrade Oliveira | M. L. N. de Azevedo 73
como uma instituição impermeável às influên- universidade com o Estado e com a sociedade,
cias mais imediatas do meio, tendo como seu quanto no interior das suas próprias institui-
grande objetivo a investigação, de onde deriva- ções e organizações, o que motivou as refor-
vam suas outras funções, dentre elas o ensino. mas propostas em todo o mundo, nas últimas
O ensino era tomado como conseqüência ou décadas. Na realidade, para Santos (1995), tais
desdobramento do processo de investigação. reformas traduzem a tentativa de controle atra-
A universidade era o lugar do desenvolvimento vés da gestão dessas tensões.
da ciência, da cultura, do livre pensar. Um lugar O autor identifica três domínios dessa ten-
onde os fins imediatos e práticos não se cons- são: o primeiro estaria na contradição entre a
tituíam em imperativos. A indissociabilidade produção de alta cultura e a formação da força
entre ensino, pesquisa e extensão só viria a de trabalho qualificada, exigida pelo desenvol-
ser exigida em tempos mais tarde. vimento industrial; o segundo seria a contradi-
A partir da década de 1960, ainda segundo ção entre a hierarquização dos saberes espe-
Santos (1995), os três fins principais da univer- cializados, por meio das restrições do acesso
sidade passaram a ser a investigação, o ensino e da credencialização das competências, e as
e a prestação de serviços. É também por esta exigências políticas de democratização e de
década que o mundo assiste a explosão da uni- igualdade de oportunidades; e, por fim, a con-
versidade, traduzida no aumento significativo tradição entre a reivindicação da autonomia
do número de cursos, de estudantes, de pro- dos valores e dos objetivos institucionais e a
fessores e de instituições. Tal explosão, se por submissão crescente a critérios de eficácia e de
um lado resultou na expansão do ensino, por produtividade de origem e natureza empresa-
outro ampliou em muito a pesquisa acadêmica, riais. Contudo, o autor nos alerta que, não sen-
estendendo-a a novas áreas do conhecimento. do de sua natureza intervir no nível das causas
Para o referido autor, a compatibilidade entre profundas das contradições, “a gestão das ten-
as diferentes funções da universidade vai refle- sões tende a ser sintomática e representa sem-
tir em contradições entre si e na própria noção pre a reprodução controlada de uma dada crise
de universidade, fundada na investigação livre da universidade.” (Santos, 1995:190)
e desinteressada. Tais contradições acabaram Sendo assim, a universidade sofre uma cri-
por criar pontos de tensão tanto na relação da se institucional na medida em que a sua espe-
D. Andrade Oliveira | M. L. N. de Azevedo 75
e gestão racional dos recursos tendo como pa- sistência às aulas, a qualidade do trabalho dos
radigma os princípios da iniciativa privada. professores, a exigência de democratização
das relações de ensino parecem ser tabus que
o movimento estudantil não ousa tocar. Apesar
Comentários finais de muitas manifestações nos últimos anos re-
sultarem em ocupação de reitorias pelos estu-
Os traços característicos da Reforma de Cór- dantes, observa-se que tais ações não passam
doba apontados por Mariátegui e presentes no de meios táticos de pressão para atendimento a
Manifesto de Córdoba de 1918 –a intervenção pautas cotidianas específicas. Segundo Azeve-
dos alunos na direção das universidades e o do (2008), em prefácio ao livro “Uma universi-
funcionamento de cátedras livres, ao lado das dade de Ponta Cabeça”, de Reginaldo Dias,
oficiais, com direitos idênticos, ocupados por
professores de capacidade reconhecida na a história perde quando os movimentos sociais são
cooptados ou quando deixam de questionar criti-
matéria– não se apresentam como demandas
camente o “estado” da nação [...] Não há dúvida
fundamentais das reformas universitárias da
que a pauta não está esgotada para o movimento
atualidade. A noção de autonomia universitária estudantil, ator social essencial para as mudanças.
perdeu o caráter autonomista e o componente Em um País como o Brasil, com tantas desigual-
de auto-gestão proclamado pelos estudantes dades sociais e, ainda, dependente científica e tec-
de Córdoba. Cada vez mais o princípio de au- nologicamente de potências centrais, o movimen-
tonomia se reveste de um significado institu- to estudantil não pode cruzar os braços. A pauta
cional, de maior liberdade contratual. A crise internacional dos movimentos sociais lembram a
da universidade que se assiste na atualidade, preocupação com o aquecimento global, a demo-
comentada por Santos (1995), é a crise de uma cratização do acesso às tecnologias e à ciência, a
luta contra as desigualdades e em favor da paz e
outra universidade, mas nem por isso mais de-
pela autodeterminação dos povos na Ásia, inclusi-
mocrática, mais justa, mais republicana, mais
ve o Oriente Médio, na África e na América Latina.
humana e menos medíocre? Que dizer da agenda acadêmica? Já está passando
Algumas das bandeiras de Córdoba estão o momento de reafirmar e conquistar plenamente
distantes das pautas de reivindicações do mo- a autonomia universitária, inclusive financeira, a
vimento estudantil na atualidade. A livre as- democratização do acesso à educação superior e
78 La Reforma Universitaria
Hugo Aboites*
que el proyecto de educación superior popu- veinte, sino la autonomía como defensa de un
lar del Estado no duró mucho, a que el país espacio de educación cada vez más popular y
necesitaba a los egresados de la UNAM y a con creciente libertad de pensamiento, y un
que una nueva ley (1945) había ”domestica- Estado profundamente autoritario y, además,
do” la autonomía mediante la concentración ya en ese momento sumamente endeble en su
del poder en un reducido grupo de notables. postura de representante y promotor de las
Pero al mismo tiempo, contradictoriamente, demandas populares. Así la autonomía viene
la Universidad había cambiado en forma im- a ser estratégica para el desarrollo no sólo de
portante en el perfil social de la matrícula. una sociedad que nace a la democrática, sino
Aunque seguía siendo la institución preferida de organizaciones y luchas populares en bús-
por las clases dirigentes, más y más jóvenes queda de un orden social distinto.
de la clase media y popular tenían acceso a En una tercera etapa (1970-1980), de auto-
los estudios superiores y también a corrien- nomía dirigida, muestra un cambio radical en
tes de pensamiento social sumamente pro- la postura de los gobiernos frente a la autono-
gresista. Con esto, la Universidad comenzó a mía. Luego del 68 estos entienden que los en-
interactuar con un contexto social que ya co- frentamientos abiertos con las instituciones
menzaba a mostrar las limitaciones sociales autónomas no son productivos y políticamente
del Estado de bienestar. Esa creciente contra- costosos, pero no pueden sin más abandonar-
dicción hizo crisis en 1968, al estallar un mo- las. Ante la crisis económica y social que se le
vimiento estudiantil que llevó a la irrupción viene encima considera indispensable usarlas
del ejército en la UNAM y el Instituto Politéc- como motor para el crecimiento económico y,
nico Nacional y a la matanza en Tlaltelolco. para ello, comienza a ensayar como convertirse
La burocracia de la UNAM se enfrentó direc- en el conductor de la educación superior. Así,
tamente con el gobierno de Díaz Ordaz y el los gobiernos de Luis Echeverría (1970-1976) y
rector Barros Sierra desafió públicamente al José López Portillo (1976-1982) deciden impul-
presidente y marchó por las calles a la cabe- sar la creación de decenas de universidades au-
za de los universitarios. Ya no era la defensa tónomas, pero para comenzar a manejarlas. En
de la autonomía como un ambiguo privilegio medio de una combinación de represión contra
entre conservador y progresista, de los años estudiantes y contra algunas instituciones re-
Hugo Aboites 83
beldes, de discursos que recuperan el tono po- control férreo de los grupos institucionales y
pulista del pasado y de largueza financiera para el control del Estado sobre la educación su-
la educación superior, estas universidades autó- perior. La reforma constitucional hace posible
nomas –y ya no las instituciones de educación que se incorpore en la Ley Federal del Trabajo
superior popular de los treinta– se convierten por primera vez una definición de lo que es el
en el eje central de la estrategia gubernamental trabajo universitario, cuáles son los límites de
para la educación superior. Son universidades las negociaciones bilaterales y la prohibición
que nacían “vacunadas”, dotadas del esquema de la creación de un sindicato nacional. Como
de poder similar al de la UNAM (1945), que ase- se preveía, esto trajo el fortalecimiento –aho-
gura el poder y el control indefinido a una bu- ra constitucional– de las burocracias institu-
rocracia dirigente. Es esta una etapa en la que cionales, y dificultó grandemente las luchas
crece exponencialmente la matrícula (lo que por una conducción realmente autónoma de
abre la universidad a jóvenes de origen más po- la universidad, es decir, fincada en una efecti-
pular), surge con enorme fuerza el sindicalismo va participación de estudiantes y trabajadores
universitario y aparece también –en oposición universitarios. El refuerzo a los grupos domi-
al control gubernamental– el modelo de uni- nantes en cada institución ofreció al Estado
versidad crítica, democrática y popular que en un interlocutor todavía más confiable, pero
varias instituciones rompe con la propuesta de también creó una universidad cada vez más
autonomía controlada y ensaya formas distin- dependiente de planes e iniciativas guberna-
tas de definición de la relación con la sociedad. mentales. La crisis de la deuda (1982-1990) de-
En una cuarta etapa (1980-1990), de conso- mostró desde entonces claramente el significa-
lidación del control, la autonomía universita- do de este nuevo orden. Aunque los sindicatos
ria es elevada a rango constitucional (1980), se rebelaron frente a los recortes de salarios
aunque es un reconocimiento meramente y subsidios universitarios, las burocracias ins-
simbólico, pues ni siquiera se le garantizan titucionales los aceptaron pasivamente y con
los recursos indispensables para su funcio- eso se rompió el frente conjunto de estudian-
namiento y expansión. El significado político tes y trabajadores universitarios por un lado y
real de la reforma es reducir la fuerza de los directivos por otro, que podría haber defendi-
sindicatos universitarios que hacía peligrar el do a la universidad pública y autónoma.
84 La Reforma Universitaria
En una quinta etapa (1990 hasta la actualidad) universidades y grandes corporaciones. También
de la autonomía en el neoliberalismo, la avalan- plantea el concepto de “autonomía responsable”
cha de iniciativas gubernamentales y, creciente- como manera de legitimar la intervención priva-
mente, también empresariales, aumentan a deta- da y gubernamental y declara la autonomía ya no
lle y considerablemente el control de funciona- como un mandato constitucional bien definido
rios del gobierno federal sobre la vida académica sino como un “valor” (aunque agrega que “ocupa
e institucional de las universidades autónomas. un lugar sustantivo en la escala de valores de las
A pesar de que la constitución establece clara- instituciones de educación superior mexicanas”)
mente que las autónomas “tendrán la facultad y (ANUIES, 2000:139).
la responsabilidad de gobernarse a sí mismas…, Como resultado, la universidad autónoma
[y] determinarán sus planes y programas” de es- mexicana tiene una creciente pérdida de iden-
tudio, las facultades y divisiones académicas son tidad. Los últimos movimientos universitarios
definidas (y tratadas) como “dependencias gu- (las protestas contra la evaluación de 1996-
bernamentales” y el gobierno puede ya incluso 2000, la huelga en la UNAM de 1999-2000, la
limitar la matrícula en ciertas carreras y faculta- huelga en la UAM en el 2008) son manifestacio-
des (PROMEP, 1997); el ingreso y egreso de es- nes de la crisis de una universidad que, perdida
tudiantes a las universidades queda controlado la autonomía, ha perdido el rumbo y la mira en
por una agencia privada de evaluación patroci- su tarea de responder a las necesidades de las
nada por el gobierno (CENEVAL); los académi- mayorías del país generando nuevos conoci-
cos prominentes reciben ingresos y recursos de mientos y trayendo el de otros países. Se han
investigación directamente del gobierno como anquilosado tempranamente en manos de una
parte de programas de “mérito”; los planes y pro- poderosa burocracia y el control empresarial y
gramas de estudio son revisados y aprobados por gubernamental. “Las universidades han llegado
agencias privadas “acreditadoras”; los niveles de así a ser así fiel reflejo de esas sociedades deca-
salarios del personal universitario son determi- dentes que se empeñan en ofrecer el triste es-
nados por el gobierno federal, y hasta la misma pectáculo de una inmovilidad senil”, decían los
asociación de rectores admite que debe limitar estudiantes rebeldes de hace noventa años. Y
la matrícula y crea el concepto de “vinculación” ahora ha vuelto a ser verdad. Es sólo gracias a
para legitimar las asociaciones estratégicas entre las múltiples experiencias de una nueva univer-
Hugo Aboites 85
sidad que surge de las comunidades indígenas nal de Universidadese Instituciones de Edu-
de Ecuador, Bolivia y México, de los barrios y cación Superior).
suburbios venezolanos y mexicanos que surgen PROMEP 1997 Programa de Mejoramiento
vientos de una transformación profunda de lo del Profesorado (México, D.F.: Secretaría de
que hasta hoy entendemos como autonomía. Educación Pública).
Silva Herzog, Jesús 1974 Una historia de la
universidad de México y sus problemas.
Bibliografía México (México D. F.: Siglo XXI).
Tünnermann Bernheim, Carlos 2008 90 años de
DANUIES 2000 La educación Superior en el la Reforma Universitaria de Córdoba (1918-
siglo XXI (México. D: F.: Asociación Nacio- 2008) (Managua: Editorial Hispamer).
Las huellas de la Reforma en la crisis
universitaria argentina
Marcela Mollis*
utopías por parte de los adultos y dan testimo- Las reformas de la última década del milenio que
nio de la desesperanza, de la sistemática des- pasó instalaron una agenda de cambios que im-
trucción de las creencias en un mundo mejor, pactaron la difícil identidad de las instituciones
más justo, en definitiva, en un mundo más feliz. educativas públicas en su tránsito global. Las
Por otra parte, los sujetos no tan jóvenes de reformas de la educación superior en el mundo
una deseable reforma, están encorsetados en durante la década de los noventa –sobre todo en
la filosofía de lo posible o de lo conveniente. los países de América Latina y los del ex bloque
Todos, finalmente, se sienten ajenos a los pro- socialista– se parecen en su forma, en su apli-
cesos de transformación y cambio que deben cación y en sus legislaciones en función de dos
anticipar o acompañar cualquier reforma que premisas básicas: por un lado el corrimiento del
fundamente una nueva ley educativa. Estado como garante del servicio y principal res-
Sin estas convicciones, ¿quiénes y cómo ponsable del financiamiento educativo y, por el
son los sujetos de las reformas que tanto ne- otro, el protagonismo del mercado como fuente
cesitamos? de innovación o de satisfacción de las demandas
Los estudiantes, los funcionarios, los profeso- de los nuevos consumidores educativos.
res, los investigadores, los empleados adminis- En función de lo dicho, resulta oportuno
trativos son sujetos portadores y hacedores de preguntarse por los aspectos que se han trans-
la identidad de las instituciones educativas a las formado o alterado (Mollis, 2003) del modelo
que asisten y son ciudadanos de la nación argen- reformista, como consecuencia de la aplica-
tina. A estos actores les afecta la crisis de la edu- ción de las políticas mencionadas más arriba.
cación superior de modo diferencial, segmen-
tado y subjetivo, acorralados cada uno por los
intereses en disputa. El diagnóstico que hemos La reforma de los noventa,
elaborado en diversos estudios (Mollis, 2003, ¿fue anti-reformista?
2006 y 2007) comprueba que las reformas de la
educación superior de los noventa no tuvieron Uno de los dispositivos de las políticas públi-
en cuenta ni las políticas del conocimiento, ni al cas de educación superior de los noventa fue la
conocimiento per se, ni siquiera las necesidades promulgación de la Ley de Educación Superior
de los actores, como eje de las transformaciones. 24.521 el 7 de Agosto de 1995, con disenso de
Marcela Mollis 89
parte del movimiento estudiantil, de rectores y nición de políticas y de control, en tanto que los
profesores universitarios, e incluso de parte de unipersonales tienen funciones ejecutivas; modi-
algunos representantes del poder legislativo. La fica la integración del claustro de profesores au-
Ley comprende a las instituciones de formación torizando al conjunto de los docentes (auxiliares
superior, universitarias y no universitarias, na- inclusive) para ser elegidos como representantes
cionales, provinciales o municipales, tanto es- de dicho claustro; y finalmente, aumenta el nú-
tatales como privadas, todas las cuales forman mero de cuerpos representados en los órganos
parte del Sistema Educativo Nacional. Consta colegiados. En los acuerdos producidos para la
de cuatro Títulos, subdivididos en Capítulos y aprobación de ley, se reconocen intereses cor-
Secciones con un total de 89 Artículos. Introdu- porativos y partidarios que no están intrínseca-
ce cambios sustantivos en lo que respecta a los mente vinculados a la anhelada excelencia para
históricos conceptos de autonomía, financia- la educación superior (Mollis, 2001 y 2007).
miento y gobierno universitario herederos del Ante la pregunta por las innovaciones pro-
proyecto reformista. A modo de ejemplo, autori- ducidas en el conglomerado de educación su-
za a las instituciones universitarias a establecer perior en la última década, creemos necesario
el régimen de acceso, permanencia y egreso de presentarlas de acuerdo a una periodización
sus estudiantes en forma autónoma (en las uni- histórica que permita ordenar dichas tenden-
versidades con más de 50.000 estudiantes, el ré- cias de cambio.
gimen de admisión, permanencia y promoción En la historia de las universidades argenti-
puede ser definido por cada facultad); autoriza nas, pueden reconocerse distintos períodos
a cada universidad a que fije su propio régimen (que llamaremos etapas) que ayudan a com-
salarial docente y de administración de personal, prender el sentido de las transformaciones
asegurándoles el manejo descentralizado de los producidas como consecuencia de la aplica-
fondos que ellas generan; pueden promover la ción de la legislación que se aspira reemplazar.
constitución de “sociedades, fundaciones u otras Reconocemos, en primer lugar, la larga Etapa
formas de asociación civil” destinadas a apoyar Fundacional Reformista (1613-1970), que se
la gestión financiera y a facilitar las relaciones distingue por la creación de las universidades
de las universidades y/o facultades con el medio; que configuraron el sistema universitario here-
los órganos colegiados tienen funciones de defi- dero del Movimiento Reformista.
90 La Reforma Universitaria
En segundo lugar reconocemos la etapa lla- Cada una de estas etapas representa un pe-
mada Expansión Universitaria (1971-1990), riodo significativo en la consolidación de las
en la que se consolidaron además de las uni- políticas de expansión de la educación superior
versidades nacionales, otras universidades pri- y tendencias del cambio promovido por los ór-
vadas tradicionales en la Argentina. ganos de gobierno. De este modo se fue confor-
Por último presentamos la tercera etapa, de- mando un conglomerado institucional altamen-
nominada Expansión Privatista (1991-2007) te heterogéneo y diverso en el que coexisten
regulada por la actual Ley Universitaria 24.521 universidades tradicionales reformistas y nue-
en la que se crearon nuevas universidades pú- vas, públicas y privadas, católicas y seculares,
blicas y privadas, e institutos universitarios de elite y masivas, profesionalizantes y de inves-
públicos y mayoritariamente privados, con un tigación. Sin embargo, las universidades públi-
modelo organizacional alternativo al de la tra- cas concentran el 83,5% de la matrícula total de
dición Reformista. estudiantes y gran parte de ellas aspira cumplir
A partir de la década del cincuenta se pro- las tres misiones institucionales reformistas a la
dujo la ampliación y masificación de la matrí- vez: enseñanza, investigación y extensión. Lla-
cula post secundaria, la cual se distribuyó en ma la atención que en los sistemas de educación
función de la oferta educativa universitaria superior en el mundo desarrollado, las universi-
existente. Desde entonces, las universidades dades satisfacen cada una de esas misiones de
fueron creciendo en sucesivas oleadas. De las modo diferenciado, algunas universidades sólo
7 universidades públicas que Argentina tenía se dedican a la enseñanza, otras exclusivamente
en 1956, pasó a tener 30 en 1970. Una segunda a la investigación y ninguna satisface las tres mi-
oleada de creación de instituciones públicas siones con excelencia a la vez.
entre 1971 y 1990 dio lugar a la creación de 19 Sabemos que el modelo universitario refor-
universidades nacionales (incluidas algunas mista tuvo como principales reivindicaciones
provinciales que fueron nacionalizadas) y 12 la autonomía, el gobierno tripartito a través de
universidades privadas en distintas regiones los representantes de los claustros de profe-
del país. A partir de 1991, comenzó una tercera sores, estudiantes y graduados, la libertad de
ola de expansión de carácter mixto con un cla- cátedra y las cátedras paralelas, el régimen de
ro predominio del sector privado. concursos para la designación de profesores y
Marcela Mollis 91
recursos bibliotecarios (pocos libros y colec- truir el orden feudal cristiano y a consolidar
ciones de revistas científicas). De cualquier el poder terrenal de la Iglesia Católica junto
modo, medir el impacto de este modelo uni- al de su competidor, el Imperio, a través de la
versitario “alternativo al reformista” respecto formación de los abogados-jurisconsultos lai-
de la calidad de los nuevos egresados es toda- cos del norte de Italia. Cuando las universida-
vía una tarea pendiente para poder evaluar las des fueron reconocidas por los fueros papales
ventajas o desventajas de sus características o imperiales que les otorgaron protección de
modernizadoras. los otros poderes públicos y privilegios a sus
miembros, se convirtieron a los ojos de las
otras corporaciones medievales en “institu-
La Identidad pública de las ciones permanentes de enseñar”. El poder ce-
universidades: dependencia lestial (el modelo de la Universidad de Paris)
estatal y autonomía académica y el poder terrenal (el modelo de la Universi-
dad de Bolonia) fueron representados por dos
Cuando los historiadores reflexionan sobre la profesiones: los teólogos y doctores en dere-
cuestión de la identidad de la institución uni- cho canónico y los doctores en derecho civil o
versitaria desde una dimensión temporal y fun- de “gentes” devenidos en administradores del
dadora, inmediatamente hacen referencia al Imperio, el reinado o municipio. Las conse-
poder de las corporaciones medievales y de los cuencias institucionales resultaron de máxi-
profesionales que se formaban en esas institu- ma envergadura eclesiástica y mundana, y le
ciones, subordinadas al control y a las licencias importaban a los que monopolizaban el poder,
de la Iglesia romana o al control del Imperio, quienes a su vez construyeron el monopolio
como lo atestiguan las universidades de París del saber. Es así cómo se fue institucionalizan-
y Bolonia respectivamente de la mano de his- do la fórmula “saber es poder” acuñada en el
toriadores como Perkin (1984), Le Goff (1983, siglo XIII por Roger Bacon, intelectual medie-
1986) y Rüegg (1994). val de la orden franciscana.
Desde esta perspectiva y en contextos feu- Esta rica ecuación histórica se encuentra vi-
dales, afirmamos que la Universidad de natu- siblemente alterada en los tiempos que corren.
raleza cosmopolita y ecuménica ayudó a cons- En el siglo XXI, el poder global y local deviene
Marcela Mollis 93
los Consejos Directivos de cada Facultad y de como autarquía). Si bien ambas dimensiones
los Consejos Superiores de cada Universidad, están imbricadas en el concepto de autonomía,
representados por los tres estamentos. no deben confundirse.
Este movimiento organizó el gobierno pe- Otra dimensión vinculada a estas dos es la
dagógico y académico en torno a los actores administrativa. A partir de los setenta, cuando
universitarios, como lo hiciera la Universidad se produce la explosión matricular, aumentó la
de Bolonia siete siglos antes. tensión entre las dos lógicas que coexisten al
La autonomía académica se logró a través de interior de las universidades públicas. Nos re-
la intervención del Poder Ejecutivo (Decreto del ferimos a la lógica burocrátíco-administrativa
PE, 1919: 81), de las sucesivas reformas estatu- –es decir, la lógica burocrática piramidal que,
tarias de las universidades y de la dependencia de algún modo, proviene del concepto de uni-
financiera del Estado. No podían sustanciarle versidad como organismo estatal o institución
los concursos de profesores, implementar las cá- pública–, cuya administración recuerda más a
tedras paralelas y otro tipo de estrategias promo- un Ministerio que a un centro de actividad inte-
vidas por los renovados estatutos, sin un “socio” lectual; versus la lógica académica corporativa
–como aquellos poderes públicos feudales– que de los “académicos” (profesores, intelectuales,
financiara estos procedimientos. ¿Qué mejor so- investigadores) que deviene de la historia de la
cio que el Estado, representante político de la universidades medievales e incluso del modelo
clase media, la cual “ley de sufragio universal” humboldtiano de universidad alemana.
mediante, había conquistado el poder central? Al interior de las instituciones universita-
rias coexisten espacios para la confrontación,
cuando se trata de describir o entender el con-
Autonomías en plural e identidad cepto de autonomía institucional. Por ejem-
pública en singular plo en función de la diversidad de funciones
e intereses se pueden describir algunos pares
Se ha señalado hasta aquí que el concepto de antinómicos (aunque no siempre lo sean):
“autonomía” presenta múltiples dimensio-
nes: por un lado la dimensión académica, por – el claustro de profesores versus el cuerpo de
el otro la financiera (legalmente reconocida no-docentes o administrativos;
Marcela Mollis 95
política. A comienzos del siglo XXI, se está de- nacionales garantes de la formación de las
finiendo qué tipo de democracia es compatible elites políticas, intelectuales, científicas y de
con el capitalismo globalizado. En cuanto a los profesionales para el desarrollo económico
gobiernos democráticos universitarios, la his- del Estado
tórica idea de una “comunidad universitaria” – ¿Son necesarias las universidades públicas
que se autogobierna y es capaz de determi- para los grupos de poder que crean, y re-
nar su propio futuro de manera autónoma, es crean los significados de la globalización?
poco compatible con el mandato del mercado
internacional y las universidades corporativas En esta transición capitalista pos-industrial, el
(Mollis, 2003). Por lo tanto consideramos que poder de lo público no está representado en la
los grandes desafíos de las reformas de la edu- gente ni tiene sentido por la gente, sino que es
cación superior (especialmente de las univer- entendido por el poder de medición del público
sidades públicas) ante la globalización están como audiencia, o potencial consumidor.
orientados por dos preguntas centrales: Las nuevas tecnologías han suplantado las
percepciones anteriores respecto de la función
– ¿Cómo se recrea el sentido “público” de las social de las universidades y su participación
instituciones de educación superior sin el en la configuración de la ciudadanía democráti-
poder y la legitimidad de los “poderes pú- ca. La globalización y el internacionalismo han
blicos del Estado”? El poder público de las acelerado la difusión de valores fordistas de la
universidades, desde su etapa fundacional, cultura empresarial extendida a las institucio-
estaba asociado al poder público de los po- nes sociales y culturales (Yúdice, 2003). Desde
derosos que le dieron identidad, Papado e el punto de vista de las doctrinas que sustentan
Imperio; ambos le otorgaron sus fueros para el “mercado” como única fuente de innovación
defensa de sus propios intereses y sobre posible, el valor de la “competencia” aumenta y
todo, para protegerse. Más adelante, el Esta- a su vez intenta reproducir la lógica del sector
do-nación del siglo XIX con el poder público corporativo-empresarial. Roberto Rodríguez
que encarnaba, le otorgó a las universidades Gómez (2006), experto mexicano en los proce-
–leyes nacionales mediante– la autonomía sos de transnacionalización universitaria y los
y, a su vez, las financió como instituciones nuevos proveedores, afirma:
Marcela Mollis 97
tura organizacional de la educación superior a médico, abogado, ingeniero. [...] Todo esto será
como “flojamente acoplada y multidimensio- tuyo si me respondes a estas preguntas, si tienes
nal”. La segunda reconoce la necesidad de que suerte con estas bolillas desde donde te miro […].
el Estado establezca los parámetros básicos
de funcionamiento, pero deja en manos de las ¡Menos loterías, señores profesores! Las ver-
instituciones las decisiones académicas funda- daderas pruebas no deben cifrarse en las res-
mentales, señaladas en el modelo 1. Clark Kerr, puestas del discípulo sino en sus preguntas. De
mirando al siglo XXI, reclama un nuevo signifi- la desnuda y oportuna pregunta del discípulo
cado para el concepto de autonomía dado por debe inferirse su curiosidad, su capacidad, su
la convergencia y la construcción del consen- aptitud, la calidad de su espíritu, su grado de
so institucional (Kerr, 1994). saber y su posibilidad. La única relación legí-
tima y fecunda que debe trasuntar un examen
que aspire a salvarse es la de un discípulo que
Concursos académicos pregunta y la de un “tribunal” que responde.
y ciudadanía universitaria: ¡Son ustedes los que deben “rendir”, señores
tradición y traición profesores! Mientras eso no ocurra, se seguirán
al Reformismo oyendo en escuelas, liceos, colegios y univer-
sidades las dramáticas y fatídicas palabras del
Pocos pensamientos de los reformistas resul- “croupier” docente: ¡¡¡No va más!!!”.
tan tan ejemplares respecto del perfil pedagó-
gico y anti-conservador del movimiento, como El espíritu innovador de esta imagen de un
lo fue el de Deodoro Roca con respecto al valor profesor respondiendo a las preguntas de sus
de una nueva pedagogía para desarrollar la in- discípulos, sometido a la lógica del interrogato-
teligencia de los alumnos. En Palabras sobre rio, de la prueba, es el que está presente en los
los exámenes (1930), Deodoro Roca escribía: concursos públicos que reproducen parte de
los rituales de obtención del grado de Magis-
Exámenes a la vista: bolilleros, bolilleros, más bo- ter de las universidades medievales. Uno de los
lilleros [...] El alumno acude con su número. No rasgos que caracterizaba la calidad de la ense-
siempre saca premio. Hay que pasar de alumno ñanza en las universidades públicas tradiciona-
Marcela Mollis 99
les herederas del legado reformista fue el modo del jurado son de carácter consultivo. Los con-
de reclutamiento de sus profesores, a través de sejos directivos son los que, en definitiva, rea-
los llamados concursos públicos. lizan las propuestas de designación y actúan
¿Cómo se realizan los concursos, o más bien como órgano revisor en caso de apelaciones a
cómo se realizaban? El sistema básico de reclu- los dictámenes. El consejo superior de la uni-
tamiento del personal docente en las universida- versidad es el que toma la decisión final. Es así
des nacionales argentinas es el concurso de an- cómo, en la estrategia de los concursos públi-
tecedentes y oposición (Mollis y Feldman, 1998). cos, se combinan permanentemente instancias
Los concursos son instancias públicas y abiertas administrativas, académicas y políticas para la
de selección de aspirantes evaluados por exper- gestión de las decisiones.
tos. Cuando existen fondos suficientes se invitan Desde su inicio hasta su culminación, el pro-
expertos internacionales. En los últimos años, en ceso de concursos ofrece a los aspirantes meca-
función del ajuste presupuestario, se suprimió la nismos de apelación y revisión en cada una de
invitación a expertos extranjeros, con el conse- las instancias: la inscripción, la formación del ju-
cuente correlato de pérdida de internacionaliza- rado, el dictamen del jurado y la resolución del
ción de los parámetros de reclutamiento. consejo directivo de cada facultad. El consejo
La evaluación del candidato se realiza sobre superior, que concentra todas las funciones del
la base de un análisis de los antecedentes aca- gobierno universitario, es el organismo máximo
démicos y profesionales y para las dedicaciones de apelación dentro de la universidad aunque,
exclusivas y semiexclusivas se tiene en cuenta eventualmente, pueda existir el recurso a la jus-
el plan de investigación presentado. La Prueba ticia civil. Si bien el mecanismo se torna lento,
de Oposición consiste en una entrevista y una esto representa, para algunos, una garantía de
clase preparada en torno a un tema definido por transparencia en el proceso por la existencia
el jurado. Los cargos ganados por concurso son de diversidad de controles y supervisión y por
periódicos y se renuevan cada siete años para la posibilidad de objeción fundamentada en los
profesores y cada tres para docentes auxiliares. distintos pasos del proceso. Sin embargo, la
La estructura del co-gobierno universitario vinculación directa que existe entre los concur-
tiene una decisiva importancia en el resulta- sos de profesores y el gobierno universitario
do final del concurso, ya que los dictámenes (sólo los profesores concursados regulares vo-
100 La Reforma Universitaria
tan para elegir sus representantes en el consejo jor podía enseñar. Hoy, la ciudadanía universita-
superior) genera sospechas sobre la eficacia del ria (esto es el derecho a voto) y los concursos
mecanismo para lograr la excelencia. están interpelados por una lógica clientelar, cor-
Este relato sobre la tradición de los concur- porativa y en algunos casos partidaria ajena al
sos confronta con el necesario relato acerca de espíritu de la Reforma Universitaria, que habrá
la traición a muchos de los saludables princi- que volver a considerar. El tipo de ciudadanía
pios aquí descriptos. En la UBA, falta sustanciar universitaria que defendieron los reformistas
entre un 70% y 30% de los concursos según se dejaba en manos de los profesores que enseña-
trate de auxiliares o profesores. Algunos prota- ban y accedían por sus méritos a sus cargos, el
gonistas suponen que la falta de concursos está derecho a votar sus autoridades y ser elegidos,
vinculada a mecanismos político-clientelares se- en modelos institucionales que funcionaban
mejantes a los partidarios, para evitar que haya para pocos alumnos con pocos profesores, com-
una mayor cantidad de votantes en la elección pletamente distantes de las universidades masi-
de autoridades. Entre los hechos enrarecidos vas del presente. La situación actual es opuesta
se encuentran: el proceso de elección de los ju- a la histórica de la Reforma del 18. Unos simples
rados favorables a grupos que apoyan a las au- datos lo demuestran: del total de docentes uni-
toridades, que da lugar a un número cada vez versitarios en el año 2005, 41% tiene la categoría
más elevado de recursos legales interpuestos y de Profesor (adjuntos, asociados y titulares) y
observaciones a los procedimientos y hacia las el 59% restante pertenece a la categoría de do-
formas que se llevan a cabo. Las apelaciones, el centes auxiliares; del 41% de los profesores de
clima adverso y sospechoso en el que se desen- las universidades nacionales, sólo el 20,2% tie-
vuelven los rituales otrora orientados por los ne dedicación exclusiva (dedicación exclusiva
méritos de los candidatos, han desvirtuado en a las tareas de enseñanza e investigación con
muchos casos, el fundamento académico que le 40 horas semanales), el 25,3% tiene dedicación
dio sustento al procedimiento de elección. semi-exclusiva (20 horas semanales) y el 54,5%
El fundamento pedagógico reformista del tiene dedicación simple (menos de 10 horas se-
concurso está en el pensamiento de Deodoro manales). A su vez entre los auxiliares docentes,
Roca y Alfredo Palacios fundamentalmente para sólo el 8% tiene dedicación exclusiva y el 20%
seleccionar al mejor, el que más sabía, el que me- semi-exclusiva, en tanto que el 72% restante tie-
Marcela Mollis 101
ne dedicación simple (Mollis, 2006). Desde el frente a las transformaciones promovidas por
punto de vista de las estrategias de enseñanza la globalización, enfrentan el mayor desafío
estos indicadores sugieren que la mayor parte desde su etapa fundacional: la supervivencia.
del tiempo de clase de nuestros jóvenes univer- La mayor paradoja de la educación superior
sitarios está en contacto con jóvenes profesio- hoy en la Argentina es la imperceptible ter-
nales, sin experiencia profesional ni pedagógica ciarización de las universidades, que como
pocas horas a la semana. Aparece una tendencia consecuencia de las políticas públicas de las
en nuestro sistema universitario muy clara: en últimas décadas, se han convertido en insti-
aquellas unidades académicas donde recae la tuciones que otorgan diplomas profesionales
responsabilidad docente en los profesores más más que instituciones del y para el saber. A su
que en los auxiliares, donde hay mayor dedica- vez a las instituciones técnicas terciarias han
ción horaria y mayor número de docentes con ido desapareciendo y las de formación docente
diplomas o certificados de posgrado, se eleva la deben articularse con el circuito universitario
calidad de la enseñanza de los cursos. Sin em- para acreditarse (subsistir). Es posible aven-
bargo la masividad de la matrícula privilegia el turar que en pocos años la educación superior
reclutamiento de docentes jóvenes práctica- argentina –con excepción de las pocas univer-
mente recién graduados quienes, en mayor pro- sidades privadas de excelencia– se convierta
porción que los Profesores, son responsables de en una sumatoria de colleges o instituciones
la función docente. Toda una paradoja desde el terciarias al estilo norteamericano. Muchas
punto de vista del espíritu meritocrático de la universidades, fascinadas por la ilusión de una
histórica Reforma Universitaria. identidad homogénea global, han desnaturali-
zado sus históricas funciones sociales. La co-
munidad académica heredera de la tradición
Recrear la comunidad académica comunitaria medieval se ha desvanecido ante
universitaria, un imperativo el ultraindividualismo profesoral. La hetero-
necesario geneidad del cuerpo de profesores universi-
tarios, se expresa en una gama que va desde
Por lo dicho hasta aquí, estamos en condicio- el profesor investigador incentivado (que re-
nes de asegurar que las universidades públicas, presenta el 18% de la población nacional de
102 La Reforma Universitaria
poderes público-sociales, los poderes políticos ves (Nueva York/Londres: Garland Publis-
y los poderes económicos en un marco de ne- hing Inc.).
gociación, consenso y construcción de capa- Mollis, M. 2003 “Un breve diagnóstico de las
cidades institucionales para el mejoramiento universidades argentinas: Identidades alte-
de la cultura universitaria. radas” en Mollis, M Las universidades en
América Latina: ¿Reformadas o alteradas?
La cosmética del poder financiero (Buenos
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Mollis, M. 2006 “Geopolítica del saber: bio-
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Reflexiones a partir del análisis de los pro- fía y Letras –Universidad de Buenos Aires–/
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50 años de Ciencias de la Educación en la de la Educación Superior (México DF) Vol.
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versity Teaching, International Perspecti- Company).
Trazos del Movimiento Reformista
Universitario en Uruguay
Jorge Landinelli*
laicidad establecidos desde la Ley de Educa- dad eclesiástica. Así mismo, estaba planteado
ción Común de 1877. Tales líneas de acción en otros términos el problema de la autono-
gubernamental, orientadas a la moderniza- mía, reconocida prematuramente como una
ción y homogeneización cultural del país, se potestad consustancial a la vida universitaria
profundizaron especialmente en la llamada uruguaya e integrada como imperativo legal a
“época batllista” de las primeras décadas del las disposiciones de la Constitución Nacional
siglo pasado, comprendiendo asuntos como el de 1917. Algo similar sucedía con la exigencia
mejoramiento sustancial de la formación do- de participación del estamento estudiantil en
cente, el desarrollo de la enseñanza nocturna las instancias de dirección universitaria que,
para adultos, el estímulo a la escolarización aunque de manera insuficiente, estaba ya par-
integral de la mujer, la multiplicación y des- cialmente consagrada en la Ley Orgánica de
centralización territorial de los establecimien- la Universidad de 1908, con el fin de “llevar
tos educativos secundarios. al seno de las autoridades la expresión de
La Universidad de la República, instalada atendibles exigencias”. Ese ordenamiento ju-
en 1849 como un emprendimiento típicamen- rídico incorporó la representación estudiantil
te republicano, se ubicaba en ese marco de plena a nivel de los Consejos de cada una de
evolución del sistema educativo con nítidos las Facultades, con la severa limitación de
matices y rasgos diferenciales respecto a la que ella debería ser ejercida por graduados,
vetusta Universidad de Córdoba u otras igual- aunque electos por el voto público de los es-
mente anquilosadas en otros países latinoa- tudiantes. Antes, en 1916, como consecuencia
mericanos. El laicismo y el antidogmatismo de una prolongada sucesión de movilizacio-
en la enseñanza superior, como opción al nes y huelgas estudiantiles, se había aproba-
dominio clerical heredado de la colonia, era do la ley que introdujo la total gratuidad de la
un reclamo que carecía de sentido en el país. prestación estatal de enseñanza secundaria y
Esos atributos seculares propios de la moder- universitaria.
nidad enraizaban en la trayectoria histórica El obligado señalamiento de esas caracterís-
de la institución, envuelta tempranamente en ticas distintivas de la universidad uruguaya no
una atmósfera de liberalismo político radical e supone entender que la problemática plantea-
influjos masónicos, muy distante de la autori- da por el movimiento de reforma universitaria
Jorge Landinelli 107
haya sido ajena a su realidad. Por el contrario, todavía”. Contravenir esa concepción fue ob-
fueron muchas y muy importantes las razones jetivo privilegiado de la activación del refor-
que llevaron al auge de la ola reformista anima- mismo. El centro de la oposición estudiantil
da por la potencia de los postulados de Córdo- fue el propio carácter de la institución: “fábri-
ba, signando las luchas de generaciones sucesi- ca de profesionales”, “cerrada, de casta, ale-
vas de estudiantes que enfrentaron los atrasos jada del pueblo”, “sin relación directa con la
organizativos notorios en la Universidad de la realidad nacional”. Carlos Quijano, dirigente
República y postularon una nueva concepción de relieve en la primera fase del movimiento
de su papel en la sociedad. Al predicamento uruguayo, decía: “Por su carencia de finalidad
de la Reforma de Córdoba se le puede atribuir científica la Universidad vive desconectada
un valor primordial para explicar las caracte- con la realidad nacional. Lo está también por
rísticas insurgentes del movimiento estudiantil su hermetismo de casta. No estudia ningún
uruguayo y la gravitación que ejerció en la evo- problema nacional a fondo, no es capaz tam-
lución de la organización universitaria, aten- poco de ilustrar a las grandes masas sobre
diendo a la maduración de su responsabilidad esos problemas”.
institucional y a la evolución de su compromi- La importancia de esos planteamientos crí-
so social y político. ticos es innegable; sustentaron una práctica en
la cual se consolidó la organización de la juven-
tud universitaria en el país, fijándole principios
La responsabilidad institucional vertebrales que explican el ininterrumpido re-
corrido histórico de la Federación de Estudian-
El ordenamiento legal que determinaba las ca- tes Universitarios del Uruguay (FEUU), funda-
racterísticas de la Universidad de la Repúbli- da en 1929 como expresión del sentido unitario
ca en 1918 se fundamentaba en el criterio de de la protesta estudiantil.
que ella debía “...hacer enseñanza profesional, La aprobación de una nueva Ley Orgánica de
práctica, desalojando en absoluto todo propó- la Universidad de la República en 1958 fue el
sito de especialización científica o de teoría logro más visible de décadas de luchas refor-
pura, que sería una vanidad y un absurdo para mistas dirigidas a redefinir la naturaleza y mi-
nuestro país en el transcurso de muchos años sión del quehacer universitario. En esa norma
108 La Reforma Universitaria
vigente hasta la actualidad, producto de muy duados electos por voto secreto y obligatorio
intensas movilizaciones en las que confluyeron de las personas componentes de cada uno de
las exigencias de la comunidad universitaria los estamentos.
con los claros apoyos solidarios del movimien- Esa dimensión institucional del compromi-
to obrero, se estableció en el artículo 2º: so reformista en Uruguay es factor clave para
identificar en perspectiva histórica su relevan-
La Universidad tendrá a su cargo la enseñanza pú- cia, especialmente cuando la enérgica defensa
blica superior […] Le incumbe asimismo a través de la autonomía y el cogobierno en la Univer-
de todos sus órganos, en sus respectivas compe- sidad de la República debió ser una constante
tencias, acrecentar, difundir y defender la cultu- frente a episódicos desbordes autoritarios que
ra; impulsar y proteger la investigación científica
buscaron infructuosamente su sofocamiento o
y las actividades artísticas y contribuir al estudio
gravosos ciclos dictatoriales que implementa-
de los problemas de interés general y propender
a su comprensión pública, defender los valores ron su avasallamiento con el despliegue de las
morales y los principios de justicia, libertad, bien- expresiones más violentas de la represión y la
estar social, los derechos de la persona humana y censura contra los universitarios.
la forma democrático-republicana de gobierno.
sidades privadas sino la renuncia del Estado a sitario e, incapaces de construir un sistema de
todo control sobre el funcionamiento del siste- educación superior dinámico y ordenado, lo
ma de educación superior, a tal grado que en la condenaron a la anarquía y el desorden, donde
actualidad cada universidad define sus propios los intereses privados son los que deciden, aún
criterios de calidad y eficiencia, sin que existan dentro de la universidad pública que, incapaz
mínimos mecanismos de coordinación, mucho de replantearse su compromiso con la socie-
menos de evaluación y control de lo que desde dad y el conocimiento ha servido de recurso
ellas se hace y produce. El Estado guatemalteco para que camarillas profesionales la instrumen-
resultó, de esa cuenta, expropiado de todas sus ten en sus propios beneficios.
responsabilidades y obligaciones en lo que a co- Hacer de las aulas universitarias tribuna para
ordinación y control de la educación superior en la difusión propagandística del pensamiento
beneficio de la sociedad y su futuro se refiere. neo conservador y neo liberal fue el golpe más
Universidades privadas de abierto y decla- certero que desde el proyecto de dominación
rado propósito confesional fueron autorizadas hegemónico se impulsó en Guatemala. Toda
a funcionar, más con la intensión de difundir una institución privada se ha dedicado a ello
el pensamiento religioso conservador que por por más de treinta años, logrando influir drás-
compromiso efectivo con el desarrollo del co- ticamente en la forma de pensar y actual del
nocimiento. La laicidad del sistema educativo guatemalteco medio.
que para inicios del siglo XX era una realidad Atacada y perseguida, la intelectualidad pro-
en Guatemala, luego de la contra revoluciones gresista guatemalteca sobreviviente optó por el
de 1954 es ya sólo un dato histórico. exilio o el ostracismo, quedando la universidad
Las élites conservadores que desde distintas pública convertida en un reducto donde, como
posiciones y momentos se fueron apropiando sucedía en la Córdova de inicios del siglo veinte,
del poder público retornaron al confesionalis- las prácticas docentes quedaron viciadas de “un
mo como parte esencial del qué hacer univer- estrecho dogmatismo, contribuyendo a mante-
ner a la universidad apartada de la ciencia y las
disciplinas modernas” (Franco, 2008:4).
ningún compromiso público, mucho menos responsabi- Como sucedía hace noventa años en la
lizándose con el desarrollo del país. universidad de la Córdoba argentina, en la
116 La Reforma Universitaria
universidad pública guatemalteca “la consiga rior se han constituido hacen para utilizar sus
‘hoy por ti, mañana por mí’ […]” asume “la espacios con la simple finalidad de alcanzar sus
preeminencia de estatuto universitario” (Ibid) intereses extrauniversitarios.
sin que sea posible construir una planta do- La agenda universitaria guatemalteca, en con-
cente capaz de construir aquella “vinculación secuencia, en este inicio de siglo pasa no sólo
espiritual entre el que enseña y el que apren- por enfrentar, cuestionar e invalidar los nuevos
de” (Ibid) a la que los estudiantes cordobeses dogmas que el mundo actual ha impuesto y sa-
convocaban en su visión del qué hacer uni- cralizado, sino por reorientarse para tratar de
versitario. constituirse en el motor del avance científico
Los jóvenes universitarios no son ya con- y cultural de una sociedad que, recién autodes-
vocados a construir nuevas propuestas y du- cubierta como multilingüe y multicultural, le
dar del conocimiento existente. Dominados demanda transformarse en el centro donde el
por la ideología hegemónica del sálvese quien diálogo intercultural pueda producir la síntesis
pueda sin importar los procedimientos ni la de una nueva nacionalidad.
vida de los otros, impuesta desde todos los
espacios de reproducción conceptual y aban-
derada abierta y públicamente por la universi- Bibliografía
dad privada que se autonombra libertaría, los
jóvenes han perdido la capacidad de plantear- Alvarez Aragón, Virgilio 2002 Conventos, aulas
se utopías, difuminándose en un universo de y trincheras: Universidad y movimiento
expectativas individualistas donde la respon- estudiantil en Guatemala +- (Guatemala:
sabilidad colectiva y el compromiso público FLACSO) Vol. 1.
han quedado de lado. Congreso de la República 1994a Expediente del
Masificada en todos sus espacios, la univer- Decreto Legislativo Nº14 (Guatemala).
sidad pública guatemalteca se debate entre la Congreso de la República 1994b “Decreto Le-
obligación por renovarse desde sus raíces, para gislativo Nº14” en Recopilación de leyes
cumplir con su responsabilidad pública de ser (Guatemala) t.63.
referencia del desarrollo del conocimiento, y la Barillas Byron, Enriquez Carlos, Taracena
presión que los grupos de interés que a su inte- Luis Pedro 2000 3 décadas e generaciones.
Virgilio Álvarez Aragón 117
tras la Reforma de Córdoba (1918), la reforma diciones revolucionarias cubanas, del pensa-
de los ochenta y noventa caracterizada por la miento de José Martí y del ideal de Córdoba.
desinversión y la privatización en la Univer- Así lo expresó Julio Antonio Mella, asesinado
sidad, fue una auténtica contrarreforma. Fue con sólo 25 años en México por la tiranía de
más bien alterar y deformar las universidades, Machado. Fundó la Federación Estudiantil
que reformarlas para que pudiesen cumplir su Universitaria, la Universidad Popular José Mar-
misión ante los vertiginosos cambios de la so- tí, la Liga Antiimperialista de las Américas y el
ciedad del conocimiento (Mollis, 2003). Partido Comunista de Cuba, en 1925.
Los movimientos intelectuales que se produ- Mella, Guiteras y Villena murieron antes de
jeron en Cuba entre 1923 y 1933 –Minorismo, la Revolución del pueblo cubano que lideró Fi-
Vanguardismo, Negrismo y Arte Social– dieron del y que obtuvo el triunfo en enero de 1959. El
lugar en la nueva generación revolucionaria a primero ajusticiado por Machado, el segundo
la fusión de la vanguardia intelectual y política combatiendo contra la dictadura y el tercero de
en la lucha contra el dictador pro-imperialista una grave enfermedad. Pero Roa y Vilaseca pu-
Machado. Representantes insignes de esta ge- dieron ser, junto al “Che” Guevara, protagonis-
neración fueron: Julio Antonio Mella, Rubén tas de la Reforma Universitaria que llevó a cabo
Martínez Villena, Antonio Guiteras, Raúl Roa la Revolución en 1962, retomando los ideales
y Salvador Vilaseca. Esta generación tuvo un de los revolucionarios de los años treinta del
papel protagónico en el Directorio Revolucio- siglo XX en Cuba y de la Reforma de Córdoba.
nario de 1927 –del que formó parte mi padre También mi padre pudo fundar en mi ciudad
Francisco López Rosa– y en el de 1930, en la lu- natal, Santiago de Cuba, con el apoyo del “Che”
cha contra Machado, y estuvo poderosamente y de Alberto Granados –su entrañable amigo–,
influida por las ideas y programas de la Refor- la segunda Escuela de Medicina de Cuba en la
ma de Córdoba, así como por las ideas de José Universidad de Oriente.
Martí y José Ingenieros. En Cuba, la masificación de la educación su-
Esta vanguardia de intelectuales revolucio- perior con calidad y equidad mediante políticas
narios comprendió que era necesaria una revo- nacionales de inclusión social, ha tenido como
lución social para llevar a cabo una verdadera resultados el desarrollo de la ciencia y del arte
reforma universitaria en el espíritu de las tra- según las normas contemporáneas de universi-
122 La Reforma Universitaria
Roa, Raúl 1935 La actitud política y so- Tünnermann Bernheim, C. 1999 Historia de la
cial de José Ingenieros (La Habana: Bufa universidad en América Latina (Caracas:
subversiva). Conferencia leída el 31 de IESALC/UNESCO).
octubre de 1929 en la Asociación de Es- Vecino, F. 2000 “La educación superior en
tudiantes de Derecho, Universidad de La Cuba: experiencias, retos y proyecciones”.
Habana. Conferencia especial del ministro de Educa-
Santos, S. y López Segrera, F. 2007 “Revolución ción Superior de la República de Cuba en la
Cubana y Educación Superior” en Avalia- 2ª Convención Internacional de Educación
cao, Vol. 12, Nº2, junio. Superior, Universidad 2000, La Habana.
La Reforma de Córdoba
Impactos y continuidad en las experiencias de la
República de Cuba
disposición legal el 10 de enero de 1962 deno- Esta Reforma de 1962 es, en primer lugar, resul-
minada “Bases Fundamentales de la Reforma tado del legado educacional histórico cubano
de la Enseñanza Superior”, elaborada por el expresado en el pensamiento y el quehacer de
Consejo Superior de Universidades, integrado sus principales actores: profesores y estudian-
por autoridades académicas y estudiantes de tes. Por ello no es posible hablar de cambios
las tres universidades públicas existentes. trascendentes en la educación, sin tomar en
La Reforma de Córdoba está presente en cuenta las ideas de sus más prestigiosos expo-
este nuevo proyecto, no sólo por el contenido nentes a lo largo de nuestra historia, entre los
del mismo sino también por el reconocimiento que se encuentran Félix Varela, José de la Luz y
explícito que aparece en su Preámbulo, en el Caballero, José Martí y Enrique José Varona.
que se expresa: El documento de la Reforma califica a la edu-
cación superior anterior a 1959 como sigue:
En 1927, había escrito Mella: “Pero de los tres
postulados fundamentales de la Revolución Uni- – un sistema desvertebrado;
versitaria: Democracia Universitaria, Renovación – tocado por la corrupción;
del Profesorado o Docencia Libre y Lucha Social, – inservible a los altos fines de la renovación y
ninguno de más interés que este último. Lo que el desarrollo económico, político y moral de
caracteriza la Revolución Universitaria es su afán nuestra patria.
de ser un movimiento social de compenetrarse
con el alma y necesidades de los oprimidos, de
También expresa, entre otras, que:
salir del lado de la reacción, pasar “la tierra de
nadie”, y formar, valiente y noblemente, en las
filas de la Revolución Social, en la vanguardia
– se había mantenido al margen y de espaldas
del proletariado. Podríase definir este magnífico a la nación;
movimiento continental –reflejo superador de la – reconocía la ausencia de carreras importan-
Reforma Universitaria Argentina, iniciado en la tes para el desarrollo, entre ellas las científi-
Universidad de Córdoba–, como una batalla en el cas y técnicas;
terreno educacional de la gran guerra de clases – se plantea la necesidad de lograr el nexo en-
en que está empeñada la humanidad. (Consejo tre la Universidad, el desarrollo de la econo-
Superior de Universidades, 1962:5) mía y la sociedad;
Elvira Martín Sabina 127
constante de pertinencia de la Universidad, su este caso con la visión del papel protagónico
fortalecimiento como bien público, la partici- del nivel superior.
pación de toda la comunidad académica (pro- Se ha determinado la reestructuración de
fesores, estudiantes y trabajadores), y la aten- la tradicional Universidad para convertirla
ción permanente a la calidad requerida aparta- en una nueva Universidad, integrada por la
da de concepciones elitistas, en la búsqueda de llamada “sede central” (IES) que se corres-
cumplir con su misión de guía de una sociedad ponde con la antigua universidad y las “sedes
con equidad y justicia social. universitarias municipales” (SUM) y que
El sistemático proceso de “universalización son responsabilidad de la primera. Así las di-
de la universidad” que a partir de la presente ferentes sedes centrales desarrollan las SUM
década se encuentra en un estadio superior de en correspondencia con su perfil académico
desarrollo, parte de dos condiciones esenciales; y científico. Ello permite cambiar lo que hasta
primero, la extensión de los servicios educacio- esta etapa se venía desarrollando de la “uni-
nales primarios y medios de enseñanza (niveles versidad hacia el territorio” para convertirse
0 al 4 según el Compendio Mundial de Educa- en “la universidad en el territorio”.
ción/UNESCO) que ha permitido que la escolari- Este proyecto es principalmente apoyado
dad media del país alcance como media nacional desde su concepción por la dirección política
nueve grados, con resultados reconocidos por la del país y muy en especial por el comandante
UNESCO de cumplimiento de los objetivos del Fidel Castro, consecuentemente con su mante-
milenio por parte de Cuba, ya en esta fecha. nida confianza en la importancia de la educa-
Como segunda condición, la extensión de ción al considerarla condición esencial para el
los servicios y ampliación del número de ins- desarrollo humano y social.
tituciones de educación superior (IES), todo
lo cual ha favorecido el cumplimiento de lo
establecido en la Declaración de Derechos Nota aclaratoria: la denominación de municipal se
corresponde con el hecho que en la división político-ad-
Humanos sobre el derecho a la educación, en
ministrativa del país, el municipio constituye la unidad
de base.
En el año académico 2006-2007 la cifra alcanza 55 Estas instituciones docentes surgen en el año aca-
IES civiles. démico 2002-2003.
Elvira Martín Sabina 129
Esta nueva Universidad trabaja con modelos educacionales permita satisfacer los intereses
pedagógicos diferenciados según sea el caso de las personas equitativamente y las necesida-
de la sede central que agrupa a los estudiantes des sociales. Para ello se deben garantizar las
a tiempo completo y de la SUM cuyos estudian- condiciones necesarias con el apoyo de la sede
tes estudian parte de su tiempo; esta última central y del territorio; tomando en cuenta que
modalidad se caracteriza por su flexibilidad la calidad educativa tiene validez cuando ella
y el importante papel asignado a la figura del beneficia a amplios sectores de la población, ya
tutor, que como profesor apoya al alumno a lo que cuando se trata de una minoría es más fácil
largo de sus estudios universitarios. lograr calidad, pero lo que no se alcanza con
También los recursos territoriales se vienen ello es el necesario impacto social.
incorporando como apoyo a la actividad de la Este reciente proyecto tiene un balance po-
SUM, en especial la utilización de las instalacio- sitivo, con aciertos y errores, sobre los que se
nes escolares en los horarios de trabajo poste- trabaja sistemáticamente, buscando la mayor
riores a los utilizados por las escuelas de nivel participación de los actores tanto en el colec-
medio. De gran valor es la participación como tivo universitario como en las empresas, enti-
docentes de los profesionales residentes en el dades y dispositivos gubernamentales del te-
territorio, trabajadores en activo o jubilados, los rritorio, conscientes del largo camino aún por
cuales reciben previamente un entrenamiento y andar. Se aprende también de experiencias que
evaluación por los departamentos docentes de tienen lugar en otros países.
la sede central, para ejercer como profesores. La SUM tiene el propósito de favorecer la su-
Se vienen definiendo a partir de este nuevo peración postgraduada de los profesionales de
modelo, y en especial como resultado de las ex- su área y realizar, en la medida de sus posibilida-
periencias prácticas, las medidas organizativas, des, investigaciones científicas que respondan a
de apoyo y control para lograr el propósito de las necesidades del territorio; así como efectuar
que la calidad en la formación de los estudian- labores de extensión universitaria. En la medida
tes de la SUM resulte equivalente al graduado que las funciones antes mencionadas tengan un
de la sede central. No se trata por tanto de as- impacto en el desarrollo local además del pregra-
pirar a instituciones “de primera y de segunda”, do, será más útil la actividad de la SUM y conse-
se trata de que esta expansión de los servicios cuentemente recibirá un mayor apoyo territorial.
130 La Reforma Universitaria
res involucrados en la discusión para una me- ros de negociaciones en cuanto a servicios edu-
jor protección de ese derecho, en un contexto cativos, vale decir que ambos países tienen una
de permanentes negociaciones comerciales y posición muy cerrada en cuanto a negociar ese
creciente avance de los actores privados en la tema en los foros internacionales que no sea el
esfera de la provisión de bienes públicos. Mercosur. A pesar de ello, se observa que los
La normativa general de ambos países –cons- cambios en los marcos legales de ambos países
tituciones y leyes nacionales– fue analizada a son marcadamente diferentes.
partir de tres parámetros: acceso, calidad y gra- En Argentina, se observa que el marco legal
tuidad de la educación superior, requisitos sur- sufrió los cambios impulsados por la reforma
gidos de los principales tratados y declaraciones estructural de los años noventa. Sin embargo,
internacionales de derechos humanos vigentes se vislumbra una tendencia reciente de nue-
para Argentina y Brasil (Declaración Universal vos cambios, que en alguna medida van en
de los Derechos Humanos, Carta de la Organi- sentido contrario a las reformas estructura-
zación de los Estados Americanos, Convención les y benefician la protección del derecho a
Americana sobre Derechos Humanos, Declara- la educación superior. Ello parece explicarse,
ción Americana de los Derechos y Deberes del entre otras cosas, por el predominio de una
Hombre, Pacto Internacional de Derechos Eco- visión que denominamos “garantista”, entre
nómicos, Sociales y Culturales). Según esa nor- los actores más sobresalientes del debate,
mativa internacional, el derecho a la educación como el Ministerio de Educación, los conse-
superior está definido como el derecho de ac- jos de rectores de universidades públicas y
ceso a ese nivel educativo, donde la obligación privadas, los sindicatos. Esos actores defien-
del Estado es exigir de los proveedores una edu- den la educación superior pública, gratuita,
cación de calidad, de forma equitativa e imple- de calidad, con el auxilio de la cooperación
mentar progresivamente la enseñanza superior (no liberalización) internacional. En interac-
gratuita, en función de la disponibilidad de los ción con actores regionales e globales, esos
recursos públicos. De allí, las variables elegidas actores vienen impulsando una reforma del
para el análisis de la legislación. marco legal en sentido de aminorar los daños
Los hallazgos nos muestran que Argentina y causados por las reformas estructurales de los
Brasil sostienen posiciones similares en los fo- años noventa, intentando rescatar el alcance
Juliana Peixoto Batista 135
Daniel Mato*
presión viva del legado colonial. Independiente- es ni política, ni social, ni económicamente via-
mente de su insuficiencia y problemas propios, ble privarse de las importantes contribuciones
la meta antes mencionada constituye una aspi- de esas vertientes particulares, de su historia y
ración y una demanda de numerosas personas de su presente. No se trata sólo de sumar como
indígenas y afrodescendientes que encuentran individuos indiferenciados, sino colectivos con
obstáculos para acceder a las universidades y/o sus lenguas, visiones de mundo, saberes, valo-
para graduarse. Pero no es suficiente con ella. res y proyectos societarios.
Para superar el legado colonial, las universida- La valoración de la diversidad cultural y el de-
des deben reformarse a si mismas para ser más sarrollo de relaciones interculturales equitativas
pertinentes con la diversidad cultural propia de y mutuamente respetuosas pueden ser recursos
la historia y el presente de las sociedades de las provechosos para mejorar la calidad de vida y
que forman parte. Deben incluir las visiones de el desarrollo humano sostenible de nuestras so-
mundo, saberes, lenguas, modos de aprendi- ciedades. Es curioso, pero algunas dirigencias
zaje, modos de producción de conocimientos, universitarias parecen no acabar de valorar algo
sistemas de valores, necesidades y demandas que ya ha sido comprendido y está siendo eco-
de pueblos y comunidades indígenas y afrodes- nómicamente explotado por laboratorios farma-
cendientes, así como, según los países, de otros céuticos, agroindustrias y otras corporaciones
grupos culturalmente diferenciados. transnacionales: los conocimientos tradiciona-
Éste ha sido, desde hace varias décadas, el les de esos pueblos. No se trata de “hacerles
planteo de numerosas expresiones y dirigentes un favor a los pobrecitos excluidos”, se trata de
de los movimientos indígenas y afrodescen- hacernos un favor a nosotras/os todas/os, de re-
dientes de América Latina. También lo ha sido conocernos como ciudadanas/os de sociedades
de diversos y numerosos sectores sociales e in- y Estados pluriculturales y plurilingües. Se trata
telectuales que sin ser indígenas ni afrodescen- de no vivir ignorando componentes y aspectos
dientes comprendemos que no sólo no es ético de nuestras propias sociedades para poder desa-
sostener modelos societarios y educativos que rrollar nuestras sociedades acorde con nuestras
en la práctica excluyen a amplios sectores de peculiaridades y no, todavía hoy, como desluci-
población, sino que además entendemos que dos reflejos de las sociedades europeas. En esto
para las respectivas sociedades nacionales no las universidades, y más en general la educación
Daniel Mato 139
superior, tienen un papel importante que cum- Diversidad de las Expresiones Culturales (2005),
plir, no sólo como instituciones productoras de la Declaratoria de Naciones Unidas de la Segun-
conocimiento, sino también como instituciones da Década de los Pueblos Indígenas 2005-2015, y
formadoras de cuadros técnicos, profesionales, la Declaración Universal sobre los Derechos de
dirigentes, críticos. los Pueblos Indígenas (ONU, 2007).
En contraste con ese deber ser y esa poten- No obstante, pese a ese rezago histórico, tal
cialidad, resulta preocupante que en pleno siglo vez haya motivos para ser optimistas. La re-
XXI, aún sean pocas las instituciones de edu- cientemente celebrada Conferencia Regional
cación superior (IES) de la región cuya misión de Educación Superior (CRES-2008, Cartagena,
institucional, y/o cuyo currículum, incluya la 4 al 6 de junio de 2008), en la cual participaron
valoración de la diversidad cultural y la promo- más de 3.500 integrantes de la comunidad acadé-
ción de relaciones interculturales equitativas y mica regional (incluyendo directivos, docentes,
mutuamente respetuosas. Esta situación resulta investigadores, estudiantes, funcionarios, repre-
más preocupante aun si se piensa que las IES sentantes de organismos nacionales, regionales
deberían jugar papeles de avanzada de las trans- e internacionales y otros interesados en Educa-
formaciones sociales y resulta que la mayoría ción Superior), emitió una Declaración Final que
está a la zaga de instrumentos internacionales incluye algunos valiosos planteamientos sobre el
vigentes, como la Convención Internacional tema. Esto lleva a pensar que estas ideas comien-
para la Eliminación de todas las Formas de Dis- zan a ser más ampliamente aceptadas y hay más
criminación Racial (1965), la Convención Inter- posibilidades de que sean puestas en práctica.
nacional sobre Derechos Económicos, Sociales Así, en su acápite C-3 la Declaración sostiene:
y Culturales (1966), el Convenio Nº 169 de la
Organización Internacional del Trabajo (1989), Se deben promover la diversidad cultural y la in-
terculturalidad en condiciones equitativas y mu-
la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
tuamente respetuosas. El reto no es sólo incluir
Derechos de las Personas Pertenecientes a Mi-
a indígenas, afrodescendientes y otras personas
norías Étnicas, Religiosas y Lingüísticas (1992), culturalmente diferenciadas en las instituciones
la Declaración Universal de la UNESCO sobre tal cual existen en la actualidad, sino transfor-
Diversidad Cultural (2001), la Convención de la mar a éstas para que sean más pertinentes con
UNESCO sobre la Protección y Promoción de la la diversidad cultural. Es necesario incorporar el
140 La Reforma Universitaria
diálogo de saberes y el reconocimiento de la di- que esto sea “verdad” para las leyes físicas (no
versidad de valores y modos de aprendizaje como estoy en condiciones de opinar), pero de nin-
elementos centrales de las políticas, planes y pro- gún modo lo es para campos de conocimiento
gramas del sector. como las ciencias sociales y las humanidades,
y en lo que hace a campos como las ciencias de
Mientras que en el acápite D-4 agrega: la salud, la ecología y otras disciplinas hay mu-
cho por reflexionar y aprender al respecto.
La Educación Superior, en todos los ámbitos de
su quehacer, debe reafirmar y fortalecer el ca- La idea de que “la ciencia” constituiría un
rácter pluricultural, multiétnico y multilingüe de saber de validez “universal” está directamente
nuestros países y de nuestra región. asociada al proceso histórico que se inició con
la expansión militar y comercial de algunos
pueblos de Europa, sus visiones del mundo e
No hay saber “universal”, instituciones jurídicas, económicas y políticas,
la colaboración intercultural sobre el resto del planeta. Esta expansión euro-
es imprescindible pea dio lugar al establecimiento de relaciones
coloniales. La ruptura de relaciones coloniales
Parece conveniente insistir en que no se trata y la fundación de las repúblicas no acabaron
simplemente de “incluir excluidos”, sino de por completo con las formas de subordinación
transformar las universidades y la epistéme que de los pueblos indígenas de América, ni de los
constituye su “sentido común” y el de las agen- numerosos contingentes de población africana
cias gubernamentales de educación superior traída a América en condiciones de esclavitud
y de ciencia y tecnología. Todavía hoy, se ela- y de sus descendientes. Las relaciones jerárqui-
boran y aplican políticas de ciencia, se realiza cas entre dos tipos de saber, uno pretendida-
investigación científica y se imparte formación mente universal y otro local, son parte de estas
académica en el marco de ciertas creencias se- dinámicas. La descalificación de los modos de
gún las cuales existirían dos clases de saber, producción de conocimiento y acumulaciones
uno sólo de los cuales tendría validez univer- de saber de los pueblos indígenas y de los des-
sal: el científico, mientras que el otro (diverso a cendientes de las poblaciones africanas escla-
su interior) sólo tendría valor local. Es posible vizadas es parte de la herencia colonial.
Daniel Mato 141
Este cuadro afecta no sólo a las poblaciones las diversas formas de saber ha de ser parte im-
de origen indígena y afrodescendiente de las prescindible de los caminos a transitar.
sociedades latinoamericanas, sino a cada una Pese a las ya no tan recientes argumentacio-
de las sociedades nacionales en su totalidad, nes de destacados académicos (por ejemplo:
incluyendo tanto a las poblaciones de origen Bourdieu, 1988, 2001; Foucault, 1966, 1979;
netamente europeo, como a las caracterizadas Kuhn, 1971, 1987), podemos observar que las
como “mestizas”. La negación consciente o in- prácticas y discursos de numerosos investiga-
consciente de la condición pluricultural de to- dores, instituciones de investigación y forma-
das las sociedades latinoamericanas constituye ción académica, y organismos de formulación
un significativo lastre histórico, por lo que im- de políticas de ciencia, se asientan –cuanto
plica en términos de nuestra ignorancia acerca menos implícitamente– en la idea de que “la
de nosotros mismos. Esta carga afecta no sólo ciencia” (como modo de producción de conoci-
las posibilidades de construir sociedades más mientos) y el “conocimiento científico” (como
justas e incluyentes, sino también el que cada acumulación de conocimientos producidos
una de estas sociedades pueda utilizar todos “científicamente”) tendrían validez “universal”.
los saberes y talentos a su alcance para cons- Es decir, resultarían verdaderos y aplicables en
truir su presente y futuro. Este problema no se cualquier tiempo y lugar. En el marco de esa
resuelve con la celebración folklorizante de la visión del mundo, la otra clase abarcaría a una
diversidad, ni con la “nacionalización” de ritos, amplia diversidad de tipos de saber, de modos
danzas y costumbres de estas poblaciones, in- de producción de conocimiento y sus resulta-
corporándolos a las festividades, monumentos y dos, a los cuales, en contraposición con el saber
rituales de Estado. Las situaciones contemporá- “universal” de la “ciencia”, suele caracterizar-
neas respecto de estos problemas varían mucho se, según los casos, como “étnicos” o “locales”,
de una sociedad latinoamericana a otra, pero en y por lo tanto “no-universales”. Un indicador
todas ellas este conflicto afecta también la pro- claro de esta situación es que en la mayoría de
ducción, circulación, apropiación y aplicación las universidades la investigación y docencia
de conocimientos. Por ello, cualesquiera que sobre, por ejemplo, medicina e instituciones
sean las vías específicas de solución de estos políticas, jurídicas y económicas, propias de
conflictos, la colaboración intercultural entre esos “otros” grupos humanos, suelen quedar
142 La Reforma Universitaria
reservadas a los departamentos y escuelas de países de la región, con apoyo del Instituto In-
Antropología y sólo de manera excepcional ternacional de la UNESCO para la Educación
son materia de investigación y formación en Superior en América Latina y el caribe (IE-
departamentos y escuelas de Derecho, Cien- SALC), hemos documentado y analizado más
cias Políticas, Economía, Medicina o de las que de treinta de experiencias de este tipo (Mato,
vengan al caso según el tipo de saber en cues- 2008b). Reseñar acá algunas conclusiones de
tión. La colaboración intercultural en las uni- ese estudio permite apreciar algunos caminos
versidades no puede limitarse a las escuelas de ya abiertos y resultar sugerente de cursos de
antropología; sino que debe partir del reconoci- acción inmediatamente factibles, al menos
miento del valor de los saberes de los pueblos para algunos actores:
indígenas y poblaciones afrodescendientes, lo
cual demanda revisar los planes de estudio en – Las experiencias estudiadas responden a
todas las disciplinas de formación. Más aun, diversas modalidades institucionales, inclu-
no deberían estudiarse esas instituciones de yendo: universidades y otros tipos de IES
manera aislada, sino cada una como parte de “públicas” nacionales (o federales), estatales
las respectivas visiones de mundo y modos de o regionales; universidades “privadas” que,
organización social (Macas, 2002; Universidad según los casos, son sostenidas por órdenes
Intercultural Amawtay Wasi, 2004). religiosas católicas o por organizaciones in-
dígenas; facultades, departamentos, progra-
mas, centros, institutos o núcleos que cons-
Colaboración intercultural, tituyen unidades internas de algunos de los
retos, obstáculos y posibilidades tipos de instituciones antes mencionados;
centros o institutos sostenidos por organi-
Afortunadamente, en América Latina existen zaciones indígenas o afrodescendientes que
actualmente unas cincuenta IES que, cada una ofrecen oportunidades de formación post-
a su modo y según su contexto, viene ensa- secundaria, según los casos, por sí mismos,
yando formas de colaboración intercultural. o a través de convenios con algunos de los
En un estudio reciente realizado por un equi- tipos de instituciones citados anteriormente;
po de casi cincuenta investigadores de once iniciativas de grupos de académicos, religio-
Daniel Mato 143
las agencias especializadas de los Estados pero es importante destacar que estas maneras
encargadas de otorgar reconocimiento y/o y principios son sumamente diversos, como
acreditación, iv) obstáculos institucionales diversos son los contextos en que actúan y los
administrativos derivados de la rigidez de actores sociales que las impulsan. Adicional-
procedimientos, los cuales afectan la ejecu- mente al libro antes mencionado (Mato, 2008b),
ción de sus planes y actividades, v) obstácu- que contiene descripciones detalladas de más
los institucionales académicos derivados de de treinta experiencias ofrecidas en casi la to-
la rigidez de criterios y procedimientos apli- talidad de los casos por miembros destacados
cados por las IES en las cuales funcionan al- de los equipos que las impulsan, existen otras
gunos de los programas estudiados, y/o por publicaciones, provenientes de esos mismos y
agencias gubernamentales que otorgan fon- otros equipos, que ofrecen valiosos análisis y
dos para investigación y proyectos académi- reflexiones que permiten concluir que para las
cos especiales, que afectan labores docentes universidades y sociedades latinoamericanas
y de investigación de las IES y programas resultaría muy provechoso valorar la diversidad
estudiados, vi) dificultades para conseguir cultural y promover relaciones interculturales
docentes y otro personal con adecuada sen- equitativas y mutuamente respetuosas (ver por
sibilidad y recursos personales y técnicos ejemplo: Centro de las Culturas Originarias Kaw-
para el trabajo intercultural, vii) dificultades say, 2005; CGEIB, 2006; Cunningham Kain, 2004;
económicas de los estudiantes para poder Pancho Aquite y otros, 2004; UNESCO-IESALC,
dedicarse más y mejor a su formación, viii) 2003; Universidad Intercultural Amawtay Wasi,
insuficiencia de becas, ix) diversos tipos de 2004; Universidad Central del Ecuador, 2005).
dificultades derivadas de las situaciones de
precariedad económica y jurídica “de hecho”
en las que hacen sus vidas buena parte de las Bibliografía
comunidades atendidas por estas IES
Bourdieu, Pierre 1988 (1984) Homo Academi-
Limitaciones de extensión impiden ofrecer deta- cus (Stanford: Stanford University Press).
lles de las maneras en que funcionan estas IES y Bourdieu, Pierre 2001(2001) El oficio del cien-
programas y de los principios que las orientan, tífico (Barcelona: Anagrama).
Daniel Mato 145
Martín Bergel*
en Europa con la Primera Guerra Mundial–, el la Revista de Occidente de Ortega y Gasset (Va-
conjunto de transformaciones que ese acelera- léry, 1927). Nacida en 1923, esta influyente pu-
do período contradictorio de barbarie bélica y blicación buscaba ofrecer a los lectores de habla
modernización técnica había producido tenía hispana algunas novedades de la “nueva sensibi-
todo el sabor de un quiebre epocal. En 1928, lidad” de posguerra que era también anhelada in-
podía sintetizar de este modo el alcance de signia de los jóvenes reformistas de la década del
esas mutaciones: veinte (cuyo repudio del positivismo hegemóni-
co en la generación anterior con la que rompían,
Los fenómenos políticos de nuestra época están que podía declinarse ya en clave filosófica, ya en
acompañados y complicados por un cambio sin clave estética –y era el caso de aquellos vincula-
ejemplo en la escala o, mejor, por un “cambio en
dos a las vanguardias literarias–, había tenido en
el orden de las cosas”. El mundo al que comen-
zamos a pertenecer, hombres y naciones, es sólo Ortega un punto de apoyo decisivo).
una “figura parecida” al mundo que nos era fami- Ese cambio en la escala del cuadrante de
liar. El sistema de causas que gobierna la suerte
de cada uno de nosotros se extiende en adelante Allí Valéry reiteraba el juicio acerca de la irrever-
a la totalidad del globo, lo hace resonar por com- sibilidad de los cambios de la época, sobre todo en
pleto a cada conmoción. Ya no hay cuestiones ter- cuanto a los nuevos alcances de los fenómenos políti-
minadas por haber sido terminadas en un punto cos: “La política de un Richelieu o de un Bismarck se
(Valéry, 1931). pierde y pierde todo su sentido en este nuevo ambiente.
Las nociones de que ellos se servían en sus designios,
El renombrado poeta y ensayista francés venía los objetos que podían proponer a la ambición de los
insistiendo desde tiempo atrás en posiciones de pueblos, las fuerzas que figuraban en sus cálculos, todo
eso va siendo muy poca cosa […] Todo el genio de los
ese tinte, y sus tesituras eran conocidas por al- grandes gobiernos del pasado se encuentra extenuado,
gunas de las figuras pertenecientes a la autode- quedó impotente y es inutilizable por virtud de la ampli-
nominada “nueva generación” emergente con la tud y el crecimiento de las conexiones del campo de los
Reforma Universitaria. Uno de los textos en que fenómenos políticos” (Valéry, 1927:11-12).
desplegó tal perspectiva se tradujo y publicó en Sobre el impacto de Ortega y Gasset en la nueva ge-
neración reformista en Argentina –sobre todo a partir
de su sonada visita de 1916–, véanse las referencias de
Citado en Marramao (2006:11). Terán (1999) y de Vásquez (2000).
150 La Reforma Universitaria
Todo ello anunciaba que la era de las aso- Le Bon podía presentarse como una platafor-
ciaciones mancomunadas a distancia estaba ma teórica para pensar los modos en que una
llegando. Si Marx había profetizado, a media- fuerza eléctrica podía apoderarse subrepticia-
dos de siglo XIX, el advenimiento de una co- mente de los individuos para hacer de ellos
munidad planetaria de aquellos que, nacidos multitudes callejeras, otro cultor de las emer-
de las entrañas de la modernidad capitalista gentes ciencias sociales, el también francés
y beneficiados de los avances que comporta- Gabriel Tarde, extendía esas consideraciones
ba, vendrían a subvertirla –los proletarios del para entender otra forma de agregación: la
mundo–, la trama material para la efectiva que se producía precisamente por acción de
constitución de un espíritu universal semejan- los nuevos medios de comunicación en forma
te sólo sería posible a partir de los cambios de de “sugestiones a distancia”. Así, en su La opi-
esa época vertiginosa. Y así como en ese fin nión y la multitud, publicado en el inicio del
de siglo la psicología de las masas de Gustave nuevo siglo, podía establecer:
finalmente hecho del mundo Uno, no tarda- fuera de la crisis; está dentro de ella. (Mariáte-
rá en ser enunciada también en América La- gui, 1994:845)
tina. Cuando José Carlos Mariátegui retorna
en 1923 a Lima, tras cuatro años de estancia
europea, dicta ante un rebosante auditorio de III
trabajadores y estudiantes una serie de con-
ferencias en la flamante Universidad Popular La observación de Mariátegui, de orden des-
González Prada –nacida del corazón del movi- criptivo, se anudaba y confundía con asevera-
miento reformista universitario del Perú y a la ciones de naturaleza prescriptiva. Para el pe-
sazón una de las iniciativas que más felizmente ruano la unidad del mundo era tanto un dato,
logró conectar la nueva sensibilidad estudian- derivado de las nuevas realidades de posguerra,
til con un público obrero–, luego agrupadas en como un deseo, que surgía de su proyecto polí-
su libro Historia de la Crisis Mundial. En la tico-cultural. Y al asumir esa doble impronta
apertura de esa serie de alocuciones públicas no hacía sino replicar el gesto que apenas unos
que buscaba poner a disposición de los oídos años antes –y también luego, en su desarrollo
curiosos de sus escuchas la realidad contem- posterior– había prohijado el movimiento de
poránea de la crisis civilizatoria de posguerra la Reforma Universitaria nacido en Córdoba
y la concomitante constitución de un movi-
miento socialista mundial, el peruano no duda
en sentenciar: En una conferencia coetánea a las que conformarían
su Historia de la Crisis Mundial dictada en Barranca
La civilización capitalista ha internacionalizado –hoy un reconocido barrio limeño, entonces apenas un
la vida de la humanidad, ha creado entre todos pueblo de la periferia–, Mariátegui exhortaba: “Presen-
los pueblos lazos materiales que establecen una ciamos actualmente la disgregación de la sociedad vieja;
solidaridad inevitable. El internacionalismo no la gestación, la formación, la elaboración lenta, doloro-
sa e inquieta de la sociedad nueva. Todos debemos fijar
es sólo un ideal; es una realidad histórica. El
hondamente la mirada en este período trascendental,
progreso hace que los intereses, las ideas, las fecundo y dramático de la historia humana. Todos de-
costumbres, los regímenes de los pueblos se bemos elevarnos por encima de los limitados horizontes
unifiquen y se confundan. El Perú, como los locales y personales para alcanzar los vastos horizontes
demás pueblos americanos, no está, por tanto, de la vida mundial”. (Mariátegui, 1997:21).
Martín Bergel 153
en 1918. En efecto, ya en el primer párrafo del A menudo se alude a fórmulas sintéticas para
célebre Manifiesto Liminar reformista, redac- mostrar cómo ese grito de Córdoba encontró
tado por el joven abogado cordobés Deodoro rápida propagación en todo el continente. Tu-
Roca, se advierte esa doble función, descripti- lio Halperin Donghi (1999: 110), por ejemplo,
va y prescriptiva, presente en uno de sus más ha señalado el modo como la Reforma halló
célebres enunciados: en latitudes lejanas una sorprendente “caja
de resonancia”. En cambio, no siempre se ha
Hombres de una república libre, acabamos de tomado en cuenta con detalle los mecanismos
romper la última cadena que, en pleno siglo XX, concretos en que se dio tal expansión. Hemos
nos ataba a la antigua dominación monárquica y mencionado ya, en el acápite anterior, el marco
monástica. Hemos resuelto llamar a todas las co- tecnológico pero también cultural en que las
sas por el nombre que tienen. Córdoba se redime.
noticias internacionales comenzaron a circular
Desde hoy contamos para el país una vergüenza
y a ser incorporadas como insumos del propio
menos y una libertad más. Los dolores que que-
dan son las libertades que faltan. Creemos no acontecer local. De Mariátegui a Roberto Arlt,
equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo pasando por un sinfín de figuras que asumieron
advierten: estamos pisando sobre una revolución, de diversos modos el lugar de intelectuales-pe-
estamos viviendo una hora americana. riodistas, los cables internacionales fueron la
materia prima necesaria que, proveniente de
Ese texto –dedicado en su epígrafe a “los hom- agencias sospechadas de parcialidad, debían
bres libres de Sudamérica”–, en el enunciado por lo tanto pasar por el tamiz del intérprete.
que invocaba la existencia de “una hora ameri- Las menciones a los cables, a su carácter in-
cana”, recogía una trama del pasado anterior a dispensable pero a la vez a su tendenciosidad,
1918 tanto como disponía un horizonte progra- abundan en el período10.
mático de las ideas y prácticas que deberían re-
gir el accionar del movimiento que de ese modo
se anunciaba a la faz del continente. El hecho 10 El propio Mariátegui es acaso la mejor expresión
de la actitud ambivalente de la nueva generación in-
cordobés, en efecto, se quería a sí mismo tanto
telectual latinoamericana respecto a los modos de
un producto como un anhelado dinamizador de circulación de la información internacional. En una
una perspectiva latinoamericanista. conferencia ante un público obrero, el peruano po-
154 La Reforma Universitaria
Pero junto a ese escenario de circulación in- las redes latinoamericanas del reformismo uni-
ternacional de las noticias, “encogimiento del versitario en América Latina. De esa densa tra-
mundo” y concomitante creación de nuevas ma recuperaremos tres formas cruciales en la
“comunidades imaginadas” de rango trasnacio- gestación de lo que denominamos “latinoame-
nal que informó el clima político y cultural de ricanismo desde abajo”: los viajes, las cartas, y
las primeras décadas del siglo, prácticas más las revistas de alcance continental. Pero esas
concretas y específicas tejieron intensamente prácticas, que el acontecimiento cordobés de
1918 dinamiza y lleva a grados difíciles de en-
contrar en momentos anteriores y posteriores
día afirmar que “el diario es un mensajero, vehículo, de la historia del continente, ciertamente te-
un agente infatigable de las ideas […] La revista y el nían una historia previa. Sobre ella posaremos
semanario no marchan al compás de la vida moder- un instante nuestra mirada.
na. No recogen la emoción del instante. El diario en
cambio recoge la pulsación y el latido diarios de la
humanidad infatigable […] La revista y el semanario
deben ser crítica de la crítica; el diario es la crítica IV
de la vida palpitante” (Mariátegui, 1997:21). A renglón
seguido, en la conferencia de la Universidad Popular
El inicio del ciclo que permitía evocar en 1918 la
antes mencionada, Mariátegui señalaba: “el proletaria-
do necesita, ahora como nunca, saber lo que pasa en el existencia de una “hora americana” puede ubi-
mundo. Y no puede saberlo a través de las informacio- carse en un doble acontecimiento coincidente
nes fragmentarias, episódicas, homeopáticas del cable con el cambio de siglo. En 1898, el resultado
cotidiano, mal traducidas y peor redactadas en la ma- de la guerra hispano-norteamericana, que traía
yoría de los casos, y provenientes siempre de agencias
reaccionarias” (Mariátegui, 1994:845). De esa tensión
consigo la inapelable evidencia de la nueva
respecto a un material necesario pero insuficiente sur- situación de hegemonía geopolítica de los Es-
gía la irrefrenable vocación de periodista e intérprete tados Unidos sobre al menos una porción del
de los sucesos del mundo contemporáneo de Mariá- continente, produjo como efecto el incentivo de
tegui –a la sazón redactor de una sección titulada “Lo una saga de pronunciamientos e intervenciones
que el cable no dice” en la revista limeña Variedades–,
así también como su permanente rol de animador de
intelectuales que Oscar Terán supo describir y
numerosas publicaciones periódicas. Sobre esa faceta condensar bajo el nombre de “primer antiimpe-
del intelectual marxista peruano, véase Beigel (2007). rialismo latinoamericano”, y que, como corre-
Martín Bergel 155
lato del peligro advertido en la prepotencia del ractuando a escala continental, reforzó su au-
gran país del norte, avanzó la idea de la necesi- toconciencia latinoamericana y su inscripción
dad de la unidad del continente (Terán, 1986). dentro de un mismo movimiento literario: el
También este hecho tuvo el impacto que tuvo denominado modernismo. Dentro de ese espec-
gracias a su novedosa inscripción en el entra- tro, alcanzó especial significación la aparición y
mado comunicacional que alteraba el mapa de posterior profusa circulación del ensayo Ariel
la modernidad11. El otro fenómeno que impulsó del uruguayo José Enrique Rodó, aparecido en
la emergencia de ese incipiente latinoamerica- el 1900. Ese célebre texto, que en prosa barroca
nismo pertenece a la historia cultural e intelec- invocaba un nuevo idealismo de las juventudes
tual del continente, y estuvo en parte alentado latinoamericanas en oposición al materialismo
por el nuevo clima en que se vio envuelto sobre que se creía dominante en la cultura norteame-
todo el público y las elites letradas a partir de la ricana, representó un hito en la extensión y
guerra del 98. Como parte de esa sensibilidad, profundización de ese primer antiimperialismo
un conjunto de escritores que venía ya inte- latinoamericanista referido por Terán.
Ahora bien, como hemos señalado ya, si esa
sensibilidad conoció una creciente propagación
11 “Para el archipiélago de las Filipinas y para Puerto fue porque ingresó en la nueva trama comuni-
Rico y Cuba, las guerras del 98 significaron una enor-
me e insólita visibilidad. En ningún otro momento se
cacional que modificaba entonces el impacto
habían difundido masivamente, y en tan breve tiempo, de las “sugestiones a distancia”; y, más especí-
tal cantidad de fotos, textos y mapas de las antiguas ficamente, porque tuvo como soporte tres tipos
colonias españolas. Gracias al espectacular desarro- de prácticas intelectuales que darían sustento a
llo de la tecnología y a la simplificación de la Kodak una nueva materialidad para la idea latinoame-
portátil (que se vendía por siete dólares de entonces),
la ocupación de las islas generó una iconografía y una ricana. La escritura de cartas no representaba
documentación visual sin precedentes […] El 98 esta- ciertamente una novedad; lo que sí constituyó
bleció una nueva y doble relación: por un lado, entre el entonces algo nuevo fue el modo en que ellas,
lenguaje, las imágenes y la acción; y, por otro, con un en su propia existencia y circulación, y en el sis-
universo premoderno representado en publicaciones
tema de referencias que traía asociado, contri-
destinadas a tener una repercusión considerable en la
moderna cultura de masas que ya funcionaba en las ciu- buyeron a dar entidad a esa comunidad latinoa-
dades norteamericanas”. (Díaz-Quiñones, 2005:167) mericana de escritores. Una función semejante
156 La Reforma Universitaria
le cupo a un artefacto sí mucho más novedoso: un caso ejemplar, la Guerra del Pacífico (1879-
un tipo de revista cultural que, también por su 1881), que había dejado una herida profunda y
circulación, construcción de tópicos comunes continuamente reavivada entre Chile, Bolivia y
y referencias cruzadas, y contenidos explícitos, Perú–, así como el énfasis de los elencos guber-
cumplía asimismo un papel de reforzamiento de namentales por consolidar las identidades na-
ese emergente “nosotros”. Finalmente, a menu- cionales de sus respectivos países (percibidas,
do muchos de quienes participaban de ese co- casi siempre con razón, como insuficientemen-
mercio de epístolas y revistas culturales de al- te establecidas), condujeron a que, globalmen-
cance continental –escritores, fundamentalmen- te, la tarea de estrechar lazos supranacionales
te, aunque también estudiantes y aun en algunos quedara en manos de agentes ubicados por fue-
casos líderes obreros especialmente cultivados–, ra de las lógicas de acción estatales.
prohijaron una tercera modalidad de conexión y Ese latinoamericanismo practicado enton-
creación de una simbología común: la de un tipo ces “desde abajo” –desde fuera de la esfera es-
de viaje latinoamericano que se acompañaba tatal, y a veces, como veremos, contra ella– fue
de conferencias sobre temas ligados a ese nuevo tempranamente asumido como misión por bue-
clima cultural –por caso, el antiimperialismo, o na parte del lote de escritores modernistas. Por
la función social de los escritores–, y que en su caso, ya en 1896, en una carta que enviaba des-
despliegue dejaba una estela de rituales y ecos de Montevideo y que daba luego a publicidad
que, de nuevo, coadyuvaba a afianzar ese ideal bajo el título de “Por la unidad de América” en
continental en expansión. su Revista Nacional de Literatura y Ciencias
Ciertamente, también en ocasiones algu- Sociales, Rodó saludaba la vocación continen-
nas iniciativas de diplomáticos y miembros talista que el joven escritor argentino de incli-
de las elites políticas pudieron sumarse al haz naciones socialistas Manuel Ugarte le imprimía
de dispositivos forjadores de esa conciencia a su propia publicación, la Revista Literaria:
continental. No obstante, en el período los res-
quemores derivados de diferendos limítrofes, Aludo al sello que podemos llamar de interna-
hipótesis de conflicto bélico y, de modo tanto cionalidad americana, impreso por usted a esa
más acusado, guerras del pasado entre países hermosa publicación, por el concurso solicitado y
vecinos efectivamente consumadas –por poner obtenido de personalidades que llevan a sus pági-
Martín Bergel 157
nas la ofrenda intelectual de diversas secciones del se escribieron sin conocerse? Algunas revistas de
Continente. Lograr que acabe el actual desconoci- la gente joven han sido, en estos últimos tiempos,
miento de América por América misma, merced a el foco fraternal donde se reúne en la persona de
la concentración de las manifestaciones, hoy dis- sus más altos representantes el Parlamento de
persas, de su intelectualidad, en un órgano de pro- la raza. Los poetas han hecho en realidad hasta
pagación autorizado; hacer que se fortifiquen los la- ahora por la unión mucho más que las autorida-
zos de confraternidad que una incuria culpable ha des. Y a ellos les corresponde seguir fecundando
vuelto débiles, hasta conducirnos a un aislamiento el porvenir. (Ehrlich, 2007:113) (Énfasis propio)
que es un absurdo y un delito, son para mí las ins-
piraciones más plausibles, más fecundas, que pue- Ugarte, que había recalado en Francia a comien-
den animar en nuestros pueblos a cuantos dirigen zos de siglo y mantenía desde allí una tupida red
publicaciones del género de la de usted. […] Son de interlocutores latinoamericanos, será acaso
las revistas, las ilustraciones, los periódicos, for- quien más consecuentemente desarrolle la ta-
mas triunfales de la publicidad de nuestros días, rea que predicaba para el conjunto de escritores
los mensajeros adecuados para llevar en sus alas el
modernistas. Como señala Beatriz Colombi, la
llamado de la fraternidad que haga reunirse en un
solo foco luminoso las irradiaciones de la inteligen- expatriación en el eje París/Madrid de un grupo
cia americana. (Rodó, 1948) (Énfasis del autor) importante de ellos –Rubén Darío, Amado Ner-
vo, Gómez Carrillo, los hermanos García Calde-
Como otros escritores modernistas, Ugarte rón, entre varios otros–, redundará en ese medio
compartía plenamente la perspectiva sugerida cosmopolita en una serie de lazos de cofradía
por Rodó, y en los años siguientes hizo mucho intelectual que reforzará las señas de una cultu-
por llevarla a la práctica. De allí que en 1910, en ra supranacional que se reconocía en la común
su libro El Porvenir de la América Española, identidad latinoamericana. Poco después, entre
pudiera establecer un primer balance positivo 1911 y 1913, Ugarte traducirá ese sentimiento
del “latinoamericanismo desde abajo” de los in- en acción militante, al emprender lo que deno-
telectuales de su generación: minará posteriormente “mi campaña hispano-
americana”: una sonada travesía de propaganda
¿Es necesario recordar que las únicas relaciones antiimperialista y unionista que atravesó una
útiles que existen entre ciertas repúblicas fue- veintena de naciones latinoamericanas y que, en
ron iniciadas por escritores que simpatizaron y palabras de Colombi, “inaugura la gira proseli-
158 La Reforma Universitaria
tista continental que imprime un nuevo sentido se opta por suspender la conferencia prevista.
al viaje finisecular” (Colombi, 2004: 181). Ese La decisión no hizo sino crispar los ánimos, y
viaje, y las conferencias e intervenciones que lo de inmediato ruidosas manifestaciones de es-
ritman, concitarán en efecto una notable aten- tudiantes desfilaron por las calles de la capital
ción por parte de la opinión pública, y desper- vitoreando a Ugarte, que desde los balcones de
tarán exaltadas pasiones a favor y en contra de su hotel devolvía el apoyo con nuevas arengas.
Ugarte, en no pocas ocasiones disparadoras de El gobierno, ante esta impensada crisis, acce-
conflictos diplomáticos. En algunos países de de finalmente a que el escritor argentino dicte
Centroamérica –por ejemplo, en Guatemala y El su conferencia. Bajo el inequívoco título “Ellos
Salvador–, el temor ante los efectos de su verba y Nosotros”, y frente a una multitud que según
son tales que sus conferencias son prohibidas. las crónicas periodísticas alcanza las tres mil
El paso de Ugarte por México resulta especial- personas, Ugarte insiste en la imperiosa necesi-
mente ilustrativo del tenor del impacto que su dad de estrechar lazos a nivel continental como
palabra engendraba. Su presencia en ese país, a modo de frenar la avanzada norteamericana en
comienzos de 1912, genera un conflicto de ines- América Latina (Yankelevich, 1997: 158)12. Días
perada magnitud que por unos días ingresó de después, y nuevamente frente a numerosos se-
lleno en el centro del acontecer de la política lo- guidores, al rendir homenaje en los bosques de
cal: invitado a disertar sobre “la mujer y la poe- Chapultepec a los “niños héroes” de 1847 –los
sía” por el prestigioso Ateneo de la Juventud, cadetes adolescentes transformados en mito na-
dirigido por José Vasconcelos y aliado entonces cional mexicano por resistir hasta la muerte la
del gobierno revolucionario, cambia sobre la invasión norteamericana a la capital, cuando la
marcha el tema previsto y se dispone a acome- guerra en la que Estados Unidos se apropia de
ter la cuestión del creciente expansionismo nor- Texas y Baja California–, Ugarte vuelve a insistir
teamericano. Como ni el presidente Madero ni con las invectivas antiimperialistas y unionistas
por extensión los ateneístas juzgan conveniente que tanto ruido y fama daban a su gira:
patrocinar a esa figura cuya estentórea prédica
podía enervar el ya existente sentimiento anti- 12 Una reseña de las vicisitudes de la conflictiva visita
norteamericano en momentos en que el país del de Ugarte a México puede verse además en Garciadiego
norte brindaba apoyo al gobierno, finalmente (1996:150-158).
Martín Bergel 159
sofía, que, aun cuando a comienzos de siglo XX filo del siglo, repartir sus preocupaciones entre
se inclinaban hacia una prédica universal antes la bohemia literaria modernista apadrinada por
que específicamente latinoamericana, dinamiza- Rubén Darío, sus breves pero centellantes con-
ron los intercambios a escala continental14. No vicciones socialistas en el periódico La Mon-
corresponde ver sin embargo esos movimientos taña, junto a José Ingenieros, en 1897, y, casi
de aspiraciones internacionales como compar- inmediatamente, constituirse en el principal
timentos estancos, separados entre sí: como he- redactor de Philadelphia, el órgano de la socie-
mos podido ver en el caso de Ugarte, su trabajo dad teosófica de Buenos Aires16. Otro tanto ocu-
de construcción de redes latinoamericanas po- rría con Alfredo Palacios, el reconocido primer
día apoyarse tanto en los contactos derivados diputado socialista de América, quien también
de su fe socialista como en las formas de socia- sobre el comienzo del siglo no veía reñida su
bilidad que se derivaban de su rol de escritor15. militancia política con sus inquietudes teosó-
Otros casos son igualmente indicadores de esa ficas. También Vasconcelos, como Palacios,
tendencia: el joven poeta argentino Leopoldo otra de las figuras posteriormente consagradas
Lugones, por caso, podía a un tiempo, sobre el como “maestros de juventud” por los reformis-
tas, supo mostrar intereses en la teosofía. Y
los ejemplos pueden fácilmente multiplicarse.
14 Sobre los vínculos propiciados por la teosofía a es- Lo que importa señalar aquí es que el impulso
cala de América Latina en un período apenas posterior latinoamericanista podía verse auspiciado por
(Devés y Melgar Bao, 1999). identidades y formas de agregación políticas
15 La tupida correspondencia de Ugarte con un amplio y culturales que, antes que excluirse, frecuen-
espectro de latinoamericanos (y también europeos), que temente se implicaban, reforzando así esa ten-
puede consultarse provechosamente en el Archivo Ge-
dencia a construir redes a escala continental.
neral de la Nación de Buenos Aires, permite observar
que tenía por temas tanto a aquellos político-sociales Dentro de ese abigarrado mundo de figuras
vinculados a su adscripción socialista y antiimperialista, que en su tránsito por subculturas literarias,
como a los específicamente literarios (envío y comenta-
rio de textos, pedidos de artículos, etc.). Laura Ehrlich
(2007) ha analizado no sólo los aspectos convergentes 16 Sobre el rol protagónico de Lugones en la sociedad
sino las tensiones derivadas de esa doble pertenencia del teosófica porteña de principios de siglo XX (Quereil-
intelectual argentino. hac, 2008).
Martín Bergel 161
del 14 –estando ya dispuesta para ese año la hay autores que consideran que la importan-
realización de una cuarta edición en Santiago cia de esa fecha ha sido sobredimensionada, y
de Chile–, contó con la presencia de impor- que el ciclo reformista arranca notoriamente
tantes delegaciones estudiantiles, sobre todo bastantes años atrás) (Van Aken, 1971).
de los países del cono sur, y fue seguida con Ahora bien, resulta importante destacar que
atención por la prensa y algunos de los escri- estos encuentros estudiantiles internacionales
tores que venían propiciando la necesidad de fueron no sólo vistos con beneplácito sino ex-
la integración del continente17. Y las delibera- presamente apoyados por al menos una por-
ciones y resoluciones que tuvieron entonces ción significativa de las elites políticas y los
lugar abordaron de diversas maneras la tota- elencos estatales, en un rasgo que marca di-
lidad de aspectos propiamente universitarios ferencias con lo que será la nota predominan-
–renovación de los estatutos y de los métodos te luego de 1918. El congreso de estudiantes
de enseñanza, cogobierno estudiantil, libertad centroamericanos de 1901 que hemos mencio-
de cátedra, etc.– que estarían en el centro de nado, por caso, contó con el sostén económi-
las reformas emprendidas a partir del aconte- co de los países de esa región. Todavía más,
cimiento cordobés de 1918 (de un modo tal que Susana V. García ha argumentado consisten-
temente que los encuentros de 1908, 1910 y
1912 cumplieron expresamente una función
17 Ejemplarmente, Rodó, que fue agasajado en esos
congresos en varias oportunidades, creía ver en ellos la
de política diplomática: los estudiantes, perci-
cristalización de su llamado americanista. En carta al es- bidos como estandartes de una nueva época
pañol Rafael Altamira, podía referir entonces lo siguien- de fraternidad entre las naciones del subcon-
te: “Actualmente se celebra en Montevideo el Primer tinente –en la voluntad de algunos gobiernos
Congreso Internacional de estudiantes americanos, inte- por superar algunas de las rispideces que se
resantísimo concurso en que participan muy distingui-
dos representantes de las nuevas generaciones de His-
habían dado entre ellos–, habrían sido expre-
pano-América; y esto me ha dado oportunidad gratísima samente comisionados como “embajadores in-
de comprobar cómo Ariel y su espíritu han calado en el telectuales”. De allí por ejemplo el importante
corazón de la juventud a quien dediqué aquellas pobres concurso del gobierno uruguayo en la prepa-
páginas mías. Ha llegado a ser una bandera; y esto –por ración del congreso de Montevideo de 1908 y
motivos superiores a la pura vanidad literaria– colma
mis ambiciones de escritor” (Citado en García, 2000:69). en las ceremonias de recepción de los grupos
Martín Bergel 163
de estudiantes asistentes18. Para entender esta en el Jockey Club y el Club del Progreso, es-
situación hay que considerar el hecho de que pacios de sociabilidad por excelencia de los
las delegaciones estudiantiles estaban integra- círculos distinguidos de la sociedad porteña19.
das en su mayoría por figuras cuya extracción También significativamente, en ocasión de la
social los ubicaba en continuidad antes que discusión en la cámara de diputados argentina
en disidencia con las elites sociales y políti- de la asignación de una partida de dinero soli-
cas de los regímenes oligárquicos que predo- citada por las federaciones estudiantiles para
minaban en la región, y que estaban lejos de asistir al Congreso de Lima de 1912, fueron los
haber entrado en contacto con las ideologías parlamentarios ligados al régimen conserva-
radicales con las que se confundiría el idea- dor gobernante quienes apoyaron la demanda
rio reformista luego de 1918. Baste señalar al –a la postre aprobada–, al tiempo que los le-
respecto que, luego del encuentro de Monte- gisladores socialistas Juan B. Justo y Alfredo
video, las delegaciones estudiantiles de varios Palacios votaban por la negativa, alegando
países visitaron Buenos Aires, donde fueron que esos gastos constituían un “despilfarro de
nuevamente agasajadas por figuras de la elite dinero” que podía ser utilizado para cubrir ne-
cesidades de sectores efectivamente posterga-
dos (García, 2000:75).
18 “Las actividades programadas para ese encuentro El cambio de posición de Palacios, que tro-
se desarrollaron con la cooperación de los poderes
de turno del Uruguay. Las invitaciones se realizaron cará esa negativa en decidido apoyo a todas las
a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, que iniciativas del movimiento reformista del 18 –que
por intermedio de las legaciones y consulados de los lo adoptará como una figura señera, indiscutido
países americanos convocaron a las distintas univer- “maestro de juventud”–, resulta indicativo del
sidades para la participación en el Congreso. También
proceso de transformación social e ideológi-
se obtuvo apoyo material de los Poderes Ejecutivo y
Legislativo, que contribuyeron con importantes sumas ca que en pocos años se operará en el seno del
para sufragar los gastos de las recepciones y la publi- emergente movimiento estudiantil en todo el
cación de las actas. La recepción de las delegaciones
estudiantiles se realizó a través de un amplio programa
de actividades, que incluyeron varios agasajos, paseos, 19 Ibídem, (2000:72) Sobre las formas de distinción y
banquetes y fiestas en las que participaron políticos y los espacios de sociabilidad de la alta sociedad porteña
familias de la elite uruguaya” (García, 2000:70). de ese período, cfr. el reciente estudio de Losada (2008).
164 La Reforma Universitaria
continente. La Guerra del 14, la subsiguiente re- el proceso de la Reforma cordobesa. Hombre
volución bolchevique, y la toma de distancia ge- proveniente de una de las familias más tradi-
neral respecto a las elites crecientemente asocia- cionales de la provincia mediterránea argenti-
das a un régimen político y universitario que era na, Roca adscribirá primero a un liberalismo
necesario impugnar in toto, entre otros procesos anticlerical de notas arielistas, para culminar
significativos interpretados como signos del fin finalmente adhiriendo al socialismo. La huelga
de una época y el comienzo de otra –partera, universitaria que se inicia el 15 de junio, que da
por lo demás, de la “nueva generación” que los inicio a la Reforma propiamente dicha, lo tiene
reformistas del 18 creían firmemente represen- por una de sus principales figuras. Es él, como
tar–, marcarán el pasaje a una nueva situación hemos mencionado ya, quien redacta entonces
en la que las federaciones estudiantiles asumirán el famoso Manifiesto Liminar. Y el sesgo ame-
posiciones crecientemente antioligárquicas. En ricanista que le imprime a ese texto vuelve a
ese viraje, la palabra revolución, asociada a dife- hacerse presente en el discurso que, publica-
rentes significados y prácticas, pasará a ser parte do luego bajo el título de “La nueva generación
del vocabulario estudiantil. Como parte de esos americana”, oficia de cierre del Primer Congre-
cambios, el tejido de redes a escala latinoameri- so Nacional de Estudiantes convocado por la
cana, que en continuidad con la constelación de Federación Universitaria Argentina a fines de
figuras que hemos estudiado seguirá siendo un julio de ese año también en Córdoba:
objetivo primordial, se autonomizará creciente-
mente de los Estados, para dar nuevo vigor al “la- Dos cosas –en América y, por consiguiente,
tinoamericanismo desde abajo” que hemos visto entre nosotros– faltaban: hombres y hombres
protagonizar por figuras como Manuel Ugarte. americanos […] Andábamos entonces, por la
tierra de América, sin vivir en ella. Las nuevas
generaciones empiezan a vivir en América, a
preocuparse por nuestros problemas, a intere-
VI sarse por el conocimiento menudo de todas las
fuerzas que nos agitan y nos limitan […] ¡Crear
Esa pendiente de radicalización se advierte hombres y hombres americanos, es la más recia
con claridad en las posiciones que asume pro- imposición de esta hora! (Roca, 1926:18-19) (Én-
gresivamente Deodoro Roca, figura clave en fasis del autor).
Martín Bergel 165
Nuevamente en este texto la función descriptiva Pero el hecho cordobés no solamente alcan-
y el tinte performativo se confunden: la nueva zaría impacto por su contacto con la superficie
generación es ya americana, pero la tarea de la de la nueva trama comunicacional que afectaba
hora es que lo sea más aun. Pues bien: el aconte- al continente. Su difusión y apropiación se vio
cimiento cordobés, como sucede con los acon- favorecida por el clima americanista que hemos
tecimientos dignos de ese nombre, liberará una visto esparcirse al menos desde 1898. Y, más
serie de significantes que, anudados al juego de específicamente, su propagación tuvo como
otras circunstancias espacio-temporales, multi- soporte el haz de prácticas que, si en el ciclo
plicará en efecto las prácticas de creación de ese cultural previo, con los escritores modernistas
sentido americano. Por empezar, su propia no- a la cabeza, había experimentado un importan-
ticia ingresará en el tejido comunicativo al que te despliegue, a partir del 18 cobró nuevo vigor:
nos hemos referido al comienzo de este artículo. nos referimos al uso de la correspondencia, a la
Los sucesos cordobeses, en los que se entremez- publicación de revistas de tema y alcance con-
clan un repertorio de acción estudiantil cada vez tinental, y al desarrollo de viajes y giras proseli-
más radicalizado y un discurso de una economía tistas que con su estela de escenas y rituales re-
argumentativa y una poética capaz de concitar forzaban la adhesión a ese “nosotros” en expan-
simpatías y adhesiones –al punto de impulsar sión que Roca resumía en el sintagma “nueva
nuevos cursos de acción en ciudades alejadas–, generación americana”. En definitiva, esa densa
serán seguidos con atención por la opinión pú- malla de contactos y relaciones de rango tras-
blica tanto nacional como internacional. El pro- nacional, despegada de la iniciativa estatal que
pio Manifiesto Liminar será prontamente re- había auspiciado los congresos de estudiantes
producido en toda América, en especial en Perú, americanos del ciclo anterior, acabó por dotar
Chile y Uruguay. La reforma que se anunciaba en de singular espesor a eso que venimos llaman-
Córdoba, por sus contenidos, sus formas y los do latinoamericanismo desde abajo.
discursos que buscaban darle sustento, asumía Ese fenómeno de tejido de vínculos hori-
plenamente las características de una irrupción, zontales supo ser tan tupido y arborescente
y en tanto tal resultaba sumamente apropiada que un mapeo exhaustivo de todas sus rami-
para ingresar en las redes contagiosas de las no- ficaciones resultaría monótono, además de
ticias internacionales modernas. difícil de cernir en todas y cada una de sus
166 La Reforma Universitaria
expresiones (el proceso de la Reforma tuvo que tiendan a ampliar en sus pueblos la justicia
una resonancia suficiente como para haber social. (Énfasis propio)20
afectado eventualmente, al menos en algún
grado, a la totalidad de las universidades del Las cien revistas reformistas mencionadas en
continente), por lo que aquí nos contentare- la cita resultan un número apenas exagera-
mos con ilustrar algunos casos especialmente do (como bien sabía Ingenieros, que recibía
significativos que le dieron vida. Por lo demás, una abundante correspondencia de pequeñas
resulta en efecto difícil medir la magnitud del ciudades del interior de varios países del con-
fenómeno, pero algunos indicadores nos ha- tinente)21. Pero si agregamos a esa referencia
blan de su profundidad. Así, por caso, en 1924 cuantitativa otra de carácter cualitativo, pode-
José Ingenieros, otro de los mentores y afama- mos mencionar que incluso la revista argentina
dos padres de la nueva generación emergente, Sur, fundada por Victoria Ocampo en 1931 y
podía trazar el siguiente balance: por décadas una de las principales publicacio-
nes culturales del continente –acusada repe-
El generoso movimiento de renovación liberal
tidamente en el curso de su larga trayectoria
iniciado en 1918 por los estudiantes de Córdoba de estar ceñida a un liberalismo europeísta sin
va adquiriendo en nuestra América los caracte- fisuras–, se verá atravesada por el clima ameri-
res de un acontecimiento histórico de magnitud canista de la década del veinte. Así, quien revi-
continental. Sus ecos inmediatos en Buenos Aires se sobre todo sus primeros años de existencia
y México, en Santiago de Chile y La Habana, en podrá advertir que una inflexión continentalista
Lima y Montevideo, han despertado en todos los no era ajena a sus páginas22. Otras dos revistas
demás países un vivo deseo de propiciar análo-
gas conquistas. En cien revistas estudiantiles se
reclama la reforma de los estudios en sentido 20 José Ingenieros 1924 “La Reforma en América lati-
científico y moderno, se afirma el derecho de los na”, reproducido en Cúneo (1978:221).
estudiantes a tener representación en los cuerpos 21 El epistolario de Ingenieros, que hemos podido con-
directivos de la enseñanza, se proclama la necesi- sultar muy parcialmente, se encuentra actualmente en pro-
dad de dar carácter extensivo a las universidades, ceso de catalogación en el CEDINCI de Buenos Aires.
y se expresa, en fin, que la nueva generación com- 22 (Sarlo, 1997). Por su parte, Horacio Tarcus, apo-
parte los ideales de reforma política y económica yándose en una minuciosa reconstrucción del triángu-
Martín Bergel 167
muy significativas de la historia política y cul- recusaba de los más avanzados logros de la cul-
tural del continente también serán íntimamente tura occidental, comenzando por el marxismo).
deudoras del latinoamericanismo de los años Finalmente, una revista de distinta naturaleza,
veinte desplegado por la generación reformista. la costarricense Repertorio Americano de Joa-
Amauta, la revista que Mariátegui publicó en quín García Monge, también surge, en 1919, del
Lima desde 1926 hasta su muerte, cuatro años clima continentalista que se expandía entonces.
después –y que expresa como ninguna otra pu- Más ecléctica en su orientación –por tratarse
blicación del continente una mixtura virtuosa de una publicación compuesta esencialmente
de vanguardismo estético y político–, brindó por artículos de intelectuales de todo el conti-
su espacio a reformistas de todo el continen- nente, y que su laborioso director reproducía
te. Por ello, y por las redes americanas que la sin hesitaciones–, si una ideología puede des-
propia factura de la revista movilizó, y que son tilarse de sus páginas es la que proviene de su
perceptibles en señas de su propia materiali- incesante afán latinoamericanista. De allí que,
dad –avisos, menciones de libros de otros paí- también, sus páginas estuvieran continuamente
ses, etc.–, la perspectiva americana estuvo en alimentadas por autores enrolados más o me-
el centro de su apuesta político-cultural (aun nos cercanamente a las diversas vertientes del
cuando se tratase de un americanismo que no reformismo universitario. Muy especialmente
el aprismo, nacido de las entrañas mismas de
la Reforma en el Perú, se hará continuamente
lo epistolar conformado por Samuel Glusberg, Waldo presente en sus páginas a través de la pluma de
Frank y José Carlos Mariátegui en la segunda mitad Haya de la Torre o de quienes lo secundaban23.
de la década del veinte, ha mostrado cómo Sur fue un Ese nutrido campo de revistas culturales y
proyecto concebido originalmente en estrecha relación
políticas impactó de diversos modos en el ima-
con el americanismo que teñía la cultura del período
(al punto que el nombre inicial pensado para la revista ginario continentalista impulsado por la gene-
era el de Nuestra América). La muerte de Mariátegui ración reformista. En su nivel más obvio, tanto
y el privilegio de la relación con Victoria Ocampo por los autores de diversos países del continente
parte de Frank en desmedro de la que hasta entonces
sostenía con Glusberg alteraron el plan original; pero
aun así, la impronta americana no estuvo ausente en la 23 Para un análisis de la perspectiva continentalista de
revista (Tarcus, 2002). Amauta y de Repertorio Americano (Pakkasvirta, 2005).
168 La Reforma Universitaria
que escribían en esas publicaciones como los un segundo nivel, estas revistas contenían
contenidos explícitos de los artículos, se vin- breves textos o paratextos con referencias ya
culaban directamente con la prédica america- a otras expresiones similares del continente,
nista de los reformistas. Varias de esas revistas ya a anuncios de libros de autores america-
tenían secciones dedicadas especialmente a nos, ya a editoriales o librerías de otras ciu-
cuestiones universitarias o ligadas a una pers- dades. Esas marcas –tanto como la presencia
pectiva continental. La revista Sagitario, por de autores y noticias de otros países–, son un
ejemplo, dirigida desde la ciudad de La Plata índice de que en su propia materialidad estas
por Carlos Américo Amaya, Julio V. González publicaciones llevaban inscripta la trama tras-
y Carlos Sánchez Viamonte –y a la sazón, una nacional que las hacía posibles. Finalmente, si
de las publicaciones más cabalmente empa- esos signos señalan la matriz americana que
padas del espíritu de la Reforma–, incluía en subtendía a la producción y difusión de este
sus páginas colaboraciones de autores como tipo de artefacto cultural, también el momento
Mariátegui, Haya de la Torre, Antenor Orre- de su distribución requería tanto como fomen-
go y Eudocio Ravines –todos enrolados en la taba redes que iban más allá de las ciudades y
emergente nueva generación peruana–, o del países de su factura original. Mariátegui, por
uruguayo Carlos Quijano, líder de la Reforma
en el Uruguay y uno de los impulsores de la
revista montevideana Ariel. En Sagitario las revista encabezaba las misivas del siguiente modo:
noticias y mensajes de grupos estudiantiles de “Con motivo de un revuelo de cancillería –de esos a
todo el continente –publicadas en secciones que tan acostumbrados nos tiene la diplomacia ofi-
que llevaban el nombre de “Universitarias”, o cial– la juventud de ambos países afectados, Paraguay
y Bolivia, cambiaron sendos mensajes de confraterni-
“Amistad Americana”– eran habituales24. En
dad. Por lo que las piezas textualmente dicen y por la
significación que el hecho en sí tiene como un caso
más demostrativo del grado de afinidad con que va
24 Señalemos un ejemplo: a comienzos de 1926, bajo tomando cohesión el nuevo espíritu continental, Sa-
el título “Entre las juventudes de Asunción y La Paz”, gitario reproduce los documentos”. Cfr. Sagitario
se reproducían sendos mensajes de camaradería des- (1926:278-279). Para una visión más comprensiva de
pachados por organismos estudiantiles desde ambas Sagitario dentro del espectro de las revistas del refor-
capitales del continente. La dirección editorial de la mismo universitario argentino (Rodríguez, 1999).
Martín Bergel 169
ejemplo, prohijó un tupido haz de vínculos en compartida dio lugar a sólidas amistades que
el Perú y en el extranjero para la distribución se extendieron por décadas. Gabriel del Mazo,
y venta de Amauta25. ex líder reformista argentino, señalaba que
Como es evidente, la preparación, factura hacia 1954 guardaba dos mil hojas de cartas
y distribución de revistas de esta naturaleza de su similar peruano Víctor Raúl Haya de la
sólo pudo ser tramitada a través de una pro- Torre (Del Mazo, 1976: 216). Otras dos figuras
fusa correspondencia. El correo fue, natural- importantes que trabaron relación en los ava-
mente, el soporte y vehículo gracias al cual tares del movimiento reformista y que prosi-
emprendimientos de esa especie cobraron guieron una relación epistolar hasta el fin de
vida. Pero los vínculos epistolares excedie- sus vidas fueron el mexicano Carlos Pellicer
ron largamente las tareas de preparación de y el colombiano Germán Arciniegas. Pellicer
publicaciones periódicas, y se constituyeron había sido enviado a Bogotá como parte de
como una de las expresiones más firmes y una política del Estado revolucionario mexi-
sostenidas de la trama material del impulso cano que se ajusta a la figura del “embajador
latinoamericanista de los reformistas. En al- intelectual” que hemos mencionado para el
gunos casos, la correspondencia iniciada en ciclo anterior al 1826. (En rigor, México fue el
estos años de militancia juvenil universitaria único país que continuó apoyando sostenida-
mente los contactos e intercambios estudian-
tiles una vez que el movimiento reformista
25 Según se desprende de la correspondencia de Ma- adoptó señas de radicalismo. La realización
riátegui, dos exiliados del naciente aprismo peruano del Primer Congreso Internacional de Estu-
en Buenos Aires, Oscar Herrera y Manuel Seoane,
colaboraron en la distribución de Amauta en esa ciu-
dad. Seoane incluso menciona en una de sus cartas 26 Según narra Daniel Cosío Villegas –líder estudiantil
su pertenencia al grupo “Amigos de Amauta” exis- y presidente del Congreso Internacional de Estudiantes
tente en la capital argentina (Cfr. “Carta de Seoane a de 1921–, fue a sugerencia suya que el Estado mexicano
Mariátegui”, Buenos Aires, 14 de agosto de 1928, en aceptó enviar estudiantes al extranjero como modo de
Mariátegui [1994: 1918]). Para las redes a través de dar a conocer una imagen positiva del país emergente
las cuales Mariátegui hizo circular su afamada revis- tras la revolución iniciada en 1910 (Cfr. Cosío Villegas,
ta, remitimos nuevamente al documentado estudio de 1976). Para un análisis exhaustivo de esa estrategia
Beigel (2007). mexicana. Yankelevich (op. cit).
170 La Reforma Universitaria
diantes, en 1921, y las relaciones prohijadas cuales las redes continentales se construye-
por Vasconcelos entre 1922 y 1924 desde la ron y fortalecieron27.
jefatura de la Secretaría de Educación Públi- Pero si la elaboración de revistas y la corres-
ca, resultan indicativos de esa postura.) En la pondencia supusieron prácticas abundantemen-
capital colombiana, ambos jóvenes tuvieron te desarrolladas por la generación reformista,
un rol de primer orden en la gestación de La una tercera modalidad tuvo un impacto acaso
Asamblea, el nombre que adoptó la forma or- incluso mayor, en cuanto a su eficacia, en la pro-
ganizativa del movimiento estudiantil de ese ducción de un imaginario continentalista común.
país. Posteriormente, Arciniegas fue el prin- Las cartas y las publicaciones, en los aspectos
cipal mentor de su órgano, la revista Univer- materiales que hemos referido, vinculaban sub-
sidad. Cuando Pellicer a comienzos de 1920 jetivamente a sus receptores a una “comunidad
abandona Bogotá rumbo a Venezuela –donde imaginada” reforzada por los símbolos y referen-
es recibido calurosamente por el Centro de cias comunes inherentes al proceso reformista.
Estudiantes de la Facultad de Derecho pre- Así, por caso, la temática antiimperialista o el
sidido por Mariano Picón-Salas, otra figura a tópico que anunciaba la emergencia de una nue-
la postre señera del americanismo–, comien- va generación americana eran parte de un arco
za la larga correspondencia que se extiende de creencias compartidas en jóvenes que vivían
casi hasta su muerte, en 1977. Ese intercam- en ciudades muy distantes entre sí. En ese mar-
bio, que conoce en los primeros años veinte co, emulando las giras proselitistas de Ugarte,
su período de mayor intensidad, es el espacio los reformistas desarrollaron una tendencia a
en el que emergen iniciativas compartidas y desplazarse físicamente por el continente, pro-
se solidifica un sentimiento de identidad con- tagonizando en sus travesías escenas rituales y
tinental (Zaïtzeff, 2002). En suma, también
la correspondencia entre numerosas figuras
enroladas en el espacio del reformismo lati- 27 El rol de las cartas en el tejido de imaginarios conti-
noamericano –cuya cuantía no podemos si- nentales comunes fue tanto mayor dado que a menudo
eran publicadas en muchas de las revistas culturales a
quiera imaginar, puesto que la mayor parte las que nos hemos referido. Las manifestaciones priva-
de ella se ha perdido o permanece atesorada das de americanismo pudieron así, al darse a conocer
en manos privadas– abonó los cauces por los a la opinión pública, multiplicar su impacto.
Martín Bergel 171
performances que dejaron un saldo de emoción sita del argentino al Perú. En el repaso que años
(la palabra de época aquí cobra todo su sentido) después hacía Manuel Seoane, presidente en
y de creación de una simbología común. 1923 de la Federación de Estudiantes Peruanos
Ciertamente, fueron sobre todo algunas figu- y posterior figura de la plana mayor del APRA,
ras que sobresalían por su prestigio y su capa- “el verbo encendido de Palacios prendió la chis-
cidad de oratoria las que protagonizaron esos pa el año 19” (Seoane, 1924: 9). Según el relato
rituales latinoamericanistas. Alfredo Palacios, posterior de Luis Alberto Sánchez, la presencia
que había construido su carrera política dentro del socialista argentino sirvió tanto para comu-
del Partido Socialista argentino gracias a su ca- nicar la dimensión del alcance de los hechos de
pacidad de conmover a sus escuchas en sus in- Córdoba, como para incitar a los estudiantes pe-
flamadas alocuciones públicas, seguía de cerca ruanos a iniciar su propia reforma:
los sucesos de Córdoba. Casi diariamente, algu-
nos jóvenes dirigentes de la ciudad mediterrá- Al comienzo, y a través de los servicios cablegrá-
nea lo mantenían informado a través de telegra- ficos, [la reforma cordobesa] pareció una mera al-
mas. Cuando estalla la huelga del 15 de junio, el garada estudiantil. Fue preciso que llegara a Lima
movimiento estudiantil cordobés, necesitado de el parlamentario socialista argentino Alfredo L.
Palacios, para que se justipreciara la profundidad
apoyo, le solicita su presencia. Una semana des-
del acontecimiento […] En el banquete de despe-
pués Palacios viaja y se dirige en encendido dis-
dida que los universitarios limeños ofrecieron a
curso a una multitud de más de 9 mil personas. Palacios, éste pronunció un fogoso discurso, uno
La arenga de quien estaba pronto a convertirse de cuyos párrafos contenía esta frase: “La Refor-
en “maestro de América” resulta conmovedora, ma Universitaria debe hacerse con los decanos o
y a través suyo la Reforma –según señala Juan contra los decanos”. Se haría sin ellos…” (Sán-
Carlos Portantiero (1978: 42)– “comienza a ad- chez, 1955:49 y 58)28
quirir nítidamente su perfil continental”.
Menos de un año después, en mayo de 1919, En efecto, apenas pocos días después de pro-
el viaje que Palacios emprende entonces a Lima ducida la partida de Palacios, la Reforma es-
tendrá un peso aun mayor. Todas las historias
de la Reforma Universitaria peruana coinciden
en destacar el cimbronazo que representó la vi- 28 Citado en Gamarra Romero (1987:148).
172 La Reforma Universitaria
tallaba en el Perú. Pero además de ese efecto un exitoso banco de pruebas para su futura
inestimable –que sólo una mirada unidimensio- labor proselitista como líder del APRA (que
nal puede ver como causa directa: recordemos fundará años después desde el exilio). En
que las universidades peruanas habían sido con efecto, durante la travesía el peruano compro-
antelación sede de conflictos estudiantiles–, bará cómo su prédica encontraba auditorios
Palacios ofició de puente entre los universita- cómplices que se entusiasmaban con su figura
rios argentinos y peruanos, que desde entonces carismática capaz de encarnar el rol de joven
mantuvieron estrechas relaciones. Fue a través líder americano. En esa gira de agitación estu-
del elocuente legislador argentino que Haya de diantil, Haya tuvo tiempo de visitar las tumbas
la Torre, el indiscutible líder estudiantil perua- de Rodó, en Montevideo, y del joven poeta y
no, se vinculó a figuras como Gabriel del Mazo militante de la Federación de Estudiantes Chi-
y Héctor Ripa Alberdi (que, a la sazón, también lenos (FECH) Domingo Gómez Rojas en San-
visitaría el Perú pocos años después). tiago, que asesinado por la reacción en 1920
Precisamente, de ese vínculo entre Haya supo ser encaramado como uno de los prime-
de la Torre y Del Mazo surgiría en 1920 un ros mártires latinoamericanos del naciente
“Convenio internacional de estudiantes perua- movimiento reformista. En Buenos Aires, el
no-argentino”, que establecía en uno de sus acto público en el que el peruano se dirigió
puntos la búsqueda de “la propaganda activa a un auditorio colmado, junto a otras varias
por todos los medios, para hacer efectivo el actividades y encuentros con figuras del que-
ideal de americanismo, procurando el acerca- hacer cultural y político, alcanzó una resonan-
miento de todos los pueblos del continente”29. cia tal como para que su visita mereciera una
Fruto de ese acuerdo, Haya emprenderá un entrevista con el presidente Yrigoyen. En sus
importante viaje por los países del cono sur memorias, Gabriel del Mazo señalará que la vi-
en los primeros meses de 1922, que resultará sita de Haya representó un verdadero suceso:
“Quedamos prendidos de su simpatía. No lo
dejábamos irse”.
29 “Convenio internacional de estudiantes peruano-
Tras su paso por Uruguay y Argentina, un ca-
argentino”, reproducido en Del Mazo (1927:25). Un
convenio similar fue suscripto coetáneamente entre las pítulo especial del viaje de Haya lo constituyó
federaciones estudiantiles de Argentina y Chile. su estancia en Chile. Las décadas que siguieron
Martín Bergel 173
a la Guerra del Pacífico habían sido escenario mo año, el profesor Carlos Vicuña Fuentes se-
de un clima hostil entre chilenos y peruanos, ría cesanteado en su cargo de la Universidad
que se reavivaba periódicamente y que tenía en de Chile por sostener públicamente la necesi-
la opinión pública, acicateada por políticos que dad justiciera de “devolver” Tacna y Arica al
buscaban sacar rédito de la popularidad de la Perú (en un hecho que le valdría la amonesta-
prédica nacionalista, una significativa caja de ción pública del canciller chileno Ernesto Ba-
resonancia. En ese contexto adverso para aque- rros Jarpa). En esa situación, la visita de Haya
llos que buscaran confraternizar con el respec- de la Torre apenas unos meses después, en
tivo país vecino, las federaciones estudiantiles mayo de 1922, coincidía con un momento de
de ambos países asumieron posiciones discor- encono entre chilenos y peruanos. Y sin em-
dantes. Ya en ocasión del centenario de la inde- bargo, el líder peruano no titubeó en procla-
pendencia del Perú, la FECH enviaba un men- mar públicamente, y en varios ocasiones, el
saje de fraternidad a través del cual auguraba carácter superior de la causa americana fren-
la extensión de la propaganda antinacionalista te a cualquier diferendo limítrofe. En sendos
y el acercamiento de ambos pueblos30. Ese mis- actos compartidos con Vicuña Fuentes y otras
figuras de la FECH Haya cosechó conmovidos
elogios. Y según recogía el diario limeño La
30 Se señalaba en dicho texto: “La juventud americana, Crónica, a juicio de un articulista del perió-
que tan señaladas pruebas ha dado de su idealismo y de
su serena y acertada apreciación de los hechos reales del dico El Mercurio de Valparaíso Haya había
mundo político y moral, debe emprender una verdadera “operado el prodigio de hacer lanzar vítores al
e infatigable cruzada por crear el espíritu de paz de en Perú en Chile”31.
esta bella parte del planeta […] Al enviar la expresión de Regresado a Lima, el líder estudiantil perua-
nuestra adhesión fraternal a los pueblos de América y en
no recibiría la misma acusación de la que eran
especial a la juventud y pueblo del Perú, con ocasión de
la fiesta de su centenario, no se nos oculta que no refle- víctimas entonces las minorías de “entreguis-
jamos, ni con mucho, los sentimientos de la mayoría del tas” que en Chile abogaban por el fin del dife-
pueblo chileno; pero no hemos vacilado en manifestar
los nuestros, ciertos como estamos de que son los más
nobles, y que acabarán por imponerse a la conciencia 31 “Crónica del viaje de Haya de la Torre por Uruguay,
general”. “La Federación de Estudiantes de Chile en el Argentina y Chile” en La Crónica, Lima, 27 de junio de
Centenario del Perú”. (Del Mazo, 1927:187-188) 1922, reproducido en Del Mazo (op. cit., tomo 4:153).
174 La Reforma Universitaria
rendo: Haya escuchará, repetidas veces, que se había sometido el presidente peruano Augusto
había “vendido al oro chileno” (en el caso de B. Leguía, el jovencísimo líder de los estudian-
los estudiantes de la FECH, recíprocamente, tes cubanos Julio Antonio Mella no esconderá la
resultaba que era el oro peruano el que había conmoción que esa presencia le produjo:
sobornado sus conciencias). El episodio resul-
ta revelador porque manifiesta un caso límite Pasó entre nosotros, rápido y luminoso, como
del latinoamericanismo desde abajo sobre el un cóndor de fuego marchando hacia los cielos
infinitos. En su breve estancia se nos presentó;
que hemos venido refiriéndonos: fueron los
ora como un Mirabeau demoledor con la fuerza
movimientos estudiantiles de ambos países de su verbo de las eternas tiranías que el hombre
–en alianza con sectores obreros de sesgo li- sostiene sobre el hermano hombre, ora como el
bertario y algunos intelectuales librepensado- Mesías de una Buena Nueva que dice la palabra
res como Vicuña Fuentes– quienes procuraron mágica de esperanza […] Cuando se le sentía,
una política de genuino acercamiento, enfren- más que cuando se le veía en la tribuna, se tenía la
tando el consenso dominante las posiciones de sensación de algo misterioso vagando por el am-
las elites gobernantes. biente, subyugaba y dominaba de tal forma el au-
Más en general, la movilidad y el dinamismo ditorio, que este semejaba mansos cachorros de
de los jóvenes reformistas se revelaron un vehí- león cumpliendo las órdenes del domador; hacía
culo eficaz para comunicar vívidamente el ideal reír, llorar, pensar, temer, toda la gama del senti-
miento la recorría con magistral exquisitez. Es el
continentalista y producir escenas de hondo
arquetipo de la juventud americana, es un sueño
contenido emotivo. La cultura nomádica de la
de Rodó hecho realidad, es Ariel. (Mella, 1924)
que hicieron gala muchos de esos jóvenes –y que
aquí hemos apenas atisbado a través de unos po-
cos casos– hubo de resultar un efectivo multipli- VII
cador del “nosotros” del que se sentían parte la
comunidad creciente de militantes y simpatizan- La espesa trama de relaciones y contactos tras-
tes del reformismo latinoamericano. Así, cuando nacionales entre las juventudes del continente
el mismo Haya de la Torre recale en La Habana a se expresó a menudo en una convicción compar-
fines de 1923, en el inicio de un largo peregrinaje tida: la unión americana estaba construyéndose
al que se veía obligado tras el destierro al que lo sin necesidad de las viejas elites y en prescinden-
Martín Bergel 175
cia de las burocracias estatales. Con la excepción que no dudaban en ubicarlo como otra de las fi-
ya referida de México, y más allá de eventuales guras insignes de esa hora americana, continúa
momentos de concordancia con gobiernos que desde el llano dando conferencias y desarro-
podían satisfacer las demandas estudiantiles llando relaciones a escala continental, percibe
–como supo ser el caso de Hipólito Yrigoyen en en sus interlocutores la desconfianza respecto
Argentina–, para quienes simpatizaban con la Re- a las elites políticas. En el mensaje que le diri-
forma Universitaria parecía resultar claro que un ge el ecuatoriano César Arroyo se expresa una
genuino y desinteresado impulso a la unidad del opinión bastante extendida:
continente sólo podía provenir de sectores des-
vinculados de la política tradicional. Cuando la Gran Guerra, después de haber pro-
En rigor, bastante antes de 1918 habían ducido la más pavorosa de las crisis en el Viejo
existido señales de movimientos intelectua- Mundo, señala a la América como el campo de re-
les que buscaban preservar esferas de au- serva de la humanidad, como la clave excelsa del
porvenir, debemos estar más unidos que nunca; y
tonomía respecto a los Estados. Cuando el
esta unión necesaria y salvadora, no la han de ha-
Ateneo de México, la agrupación que reunía
cer los políticos, no la ha de hacer la diplomacia,
a figuras de la talla de José Vasconcelos, Pe- sino los jóvenes que han de ser los dirigentes del
dro Henríquez Ureña, Antonio Caso y Alfonso mañana. (Arroyo, 1925:14)32
Reyes, entre otros, se decide a fundar en 1911
una Universidad Popular Mexicana, fija en Era también el estudiantado emergente, para
sus estatutos una norma que prohíbe aceptar el colombiano Arciniegas, el sujeto en quien
cualquier tipo de ayuda gubernamental (con- podía depositarse confianza en la consecución
tradiciendo lo que será la posterior posición de la empresa unionista:
paternalista del Estado mexicano respecto a
los intelectuales a lo largo del siglo XX) (Hen- La constante relación de los estudiantes de Amé-
ríquez Ureña, 1984:292). rica, por el intercambio de misiones y aun por la
El mismo Vasconcelos, cuando tras fervien- simple correspondencia […] es la base más segu-
tes años al frente de la Secretaría de Educación
Pública desde los que había tejido relaciones
con grupos estudiantiles de todo el continente 32 Citado por Fell (1989:589).
176 La Reforma Universitaria
Politica: he aquí la nueva palabra que debe incor- (ULA), comandada por Ingenieros y Palacios;
porar a su repertorio y colocar en primer plano la Liga Antiimperialista de las Américas (LA-
la Nueva Generación […] Aunque los partidos DLA), en la que se alistaban Julio Mella y Diego
político existentes son malos y peor orientados; Rivera; la Asociación General de Estudiantes
aunque acusen un bajo nivel intelectual y un es-
Latinoamericanos (AGELA), impulsada desde
tado más o menos manifiesto de corrupción y
París por Carlos Quijano; y la Alianza Popular
venalidad; aunque la política nacional esté regi-
da por un crudo sensualismo del poder en vez de Revolucionaria Americana (APRA) lanzada
serlo por altos ideales, es menester no obstante desde Inglaterra por Haya de la Torre, para
ir a ellos para procurar ponerlos al servicio de la mencionar sólo las iniciativas de mayor peso
nueva generación.35 (a las que hay que agregar la avanzada de la III
Internacional en el continente). Más allá de sus
Un año después no era una táctica “entrista” la diferencias, estas entidades parecían compartir
propiciada por González, sino la creación de un un diagnóstico al menos tácito: antes que la de-
nuevo Partido Nacional Reformista que evite bilidad que Julio V. González podía percibir en
“que la ideología forjada con el esfuerzo de una el reformismo argentino era la exitosa propa-
década se pierda en la abstracción” (González, gación de la prédica latinoamericanista la que
1927). La iniciativa recibirá pocas reacciones subyacía a la aparición concurrente de estas
entusiastas, y fracasará. organizaciones. Dicho de otro modo: su origen
Pero de una visión que parecía partir de un se debía, al menos en parte, a las apetencias
balance menos pesimista pudieron derivarse por encolumnar y eventualmente hegemonizar
cursos de acción más exitosos. En un breve el dilatado campo que parecía simpatizar con el
lapso de tiempo, en el bienio 1924-1925, varias antiimperialismo americanista. Ese sesgo pudo
tentativas convergieron en la idea de dar mayor advertirse en las entidades que con mayor te-
organicidad a la extendida sensibilidad unio- són se procuraron arraigo en Latinoamérica.
nista y antiimperialista. Así, se fundaban casi Tal el caso del APRA, que gracias al dinamis-
al mismo tiempo la Unión Latinoamericana mo no sólo de Haya sino del núcleo de jóvenes
reformistas que lo secundaba, vio nacer en un
lapso breve de tiempo células en varias ciuda-
35 Citado por Rodríguez y Cattáneo (2000: 54). des del continente y aun de Europa.
178 La Reforma Universitaria
Como sea, durante un tiempo, en la medida en factores. En primer lugar, la falta de traducción
que estas organizaciones eran porosas y no soli- práctica del imaginario continentalista implicó
citaban a sus miembros exclusividad, pudieron un desgaste para todos aquellos que ansiaban
coexistir y hasta cooperar entre sí. El peruano ver materializada la “patria latinoamericana”.
Manuel Seoane, por caso, podía dirigir la célu- En segundo lugar, en algunas naciones del con-
la del APRA en Buenos Aires al tiempo que era tinente recrudecían regímenes dictatoriales que
secretario de la ULA y hombre de confianza de dificultaron la militancia reformista y tornaron
Palacios. Durante ese período, los intercambios complicada incluso la vida en las universidades.
de revistas, la correspondencia y las misiones y Ello trajo aparejado que en varios de esos países
viajes proselitistas no sólo no decrecieron sino figuras procedentes del reformismo ingresaran
que probablemente aumentaron, con el consi- de lleno en la liza de la política nacional inte-
guiente incremento de la fe latinoamericanista grándose en partidos ya existentes o fundando
en porciones significativas de las poblaciones del otros nuevos, con la concomitante mengua de
continente. Paradójicamente, sin embargo, la ex- las energías dedicadas a construir vínculos a
pansión de la sensibilidad americanista condujo escala continental. En tercer lugar, algunas im-
a que el “nosotros” extendido que se esparcía en portantes organizaciones unionistas ligadas al
el espacio de América Latina comenzara a agrie- reformismo universitario desaparecen con el
tarse por efecto de la rivalidad y competencia de comienzo de la década. Tal es lo que ocurre con
las organizaciones que buscaban representarlo. la Unión Latinoamericana y, poco después, con
Un hito desencadenante de esa nueva tendencia la LADLA. Finalmente, el estallido de la Guerra
tuvo lugar en el importante Congreso Antiimpe- del Chaco entre Paraguay y Bolivia, en 1932,
rialista de Bruselas de febrero de 1927. Los tres cuyas escaramuzas previas habían ya generado
líderes reformistas que asistieron –Haya de la To- preocupación dentro de los círculos reformis-
rre, Julio Mella y Carlos Quijano– actuaron allí de tas, ofreció un desmentido práctico de relieve a
manera separada y terminaron distanciados. la creencia de que las guerras interamericanas
Con todo, parece ser que fue hacia 1930 cuan- habían quedado sepultadas en el pasado36. Con
do el impulso unionista ingresó en una fase de
declive en el seno del reformismo universita-
36 Incluso aquellas franjas que, por influjo de las filoso-
rio. Ello se debió a un conjunto entrelazado de fías vitalistas de la época que hacían culto de la acción
Martín Bergel 179
todo, los flujos que habían alimentado ese lati- cano dio vida a un ciclo que, por las prácticas
noamericanismo desde abajo no desaparecieron y representaciones que movilizó, constituye
completamente; aún en menor magnitud siguie- un capítulo insoslayable en la historia de las
ron existiendo, a menudo integrados no obstan- tentativas de creación de instancias suprana-
te en lógicas de acción política que redujeron el cionales de rango continental. En el renglón
carácter autónomo y creativo que les dio impul- de las prácticas, el uso y la magnitud de la co-
so en el ciclo de auge del reformismo. rrespondencia, la cantidad y calidad de revis-
tas culturales de horizonte americanista, y la
movilidad y dinamismo inherentes a un tipo
IX especial de viaje proselitista, acabaron por
conformar un latinoamericanismo práctico
Recapitulemos y concluyamos: entre 1918 y forjado desde lo que hoy llamamos sociedad
1930 el reformismo universitario latinoameri- civil y que privilegió relaciones de tipo hori-
zontal; en cuanto a las representaciones, ese
conjunto de iniciativas se vio acompañado por
y el coraje, podían entusiasmarse con algunas dimensio- una creencia, en ocasiones apenas esbozada,
nes “intensas” que la Gran Guerra había traído aparejada,
acerca de que las relaciones entre naciones lle-
no veían ni posible ni deseable que una conflagración de
esa naturaleza acaeciera en América Latina. Así, desde la garían a mejor puerto si eran impulsadas por
revista de la vanguardia literaria argentina Inicial, parti- intelectuales o grupos subalternos antes que
daria también de la Reforma, podía afirmarse: “Estamos por las elites políticas o estatales (relaciones
en la era de la acción intensa y múltiple […] No negamos, “entre pueblos y no entre gobiernos”, como
pues, la fatalidad dramática y humana de la guerra. Pero
afirmamos que el problema de la guerra no se ha plantea-
se quería en las resoluciones del Congreso In-
do en Sur América […] Los factores naturales que desen- ternacional de Estudiantes de México). Tanto
cadenaron la epopeya europea no existen aquí […] Aquí, esas prácticas como esas ideas acerca de los
todo nos une y nada nos separa. Y una cosa sobre todas las modos de materializar la unidad continental
demás nos une: el peligro común, que es el peligro yanqui” venían siendo incubadas al menos desde co-
(Inicial 1923 [Buenos Aires], Nº3. Citado por Rodríguez
[1999:236-237]). Como se observa, la eventualidad de una
mienzos de siglo; pero el tono y el dinamismo
guerra como la protagonizada por Bolivia y Paraguay no que adquirieron con posterioridad a 1918 tuvo
estaba dentro de las posibilidades de esta publicación. que ver con las transformaciones sociales e
180 La Reforma Universitaria
ideológicas que actuaron como precondición “Crónica del viaje de Haya de la Torre por Uru-
de la Reforma. guay, Argentina y Chile” (La Crónica, Lima,
¿Qué sentido tiene volver hoy sobre este ca- 27 de junio de 1922) en Del Mazo, Gabriel
pítulo de la historia política y cultural latinoa- (comp.) 1927 La reforma Universitaria (Bue-
mericana? Con demasiada frecuencia, cuando nos Aires: Ferrari Hermanos) t. 4.
se evocan las memorias que recubren el nom- “Resoluciones del Congreso Internacional de
bre “América Latina” se produce una suerte de Estudiantes reunido en México”, en Del
efecto de aplanamiento. Pareciera que todos Mazo, Gabriel (comp.) 1927 La reforma
los proyectos de unidad continental, de Bolívar Universitaria. (Buenos Aires, Ferrari Her-
a nuestros días, quedan subsumidos en un úni- manos) t. 6.
co modelo posible. Pensar una historia latinoa- Arroyo, César 1925 La Antorcha (México)
mericana más quebradiza y plural, menos ata- Nº26, 28 de marzo
da a una única historia sustancial proveniente Beigel, Fernanda 2007 La epopeya de una re-
desde el fondo de los tiempos, es abrir el aba- vista y una generación. Las redes editoria-
nico a diversas formas posibles de imaginar el les de José Carlos Mariátegui en América
perfil del continente. Cuando hay signos de que Latina (Buenos Aires: Biblos).
una nueva “hora americana” tintinea ante nues- Colombi, Beatriz 2004 “Vocación migrante y
tros ojos interrogar de modo heterodoxo a esa viaje intelectual. Manuel Ugarte” en Viaje
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Denise Leite*
continente europeu. A federação universitária de aprendem. Fundar a garantia de uma paz fecun-
Córdoba se levantou para lutar contra o regime da no artigo combinatório de um regulamento
que havia e entendeu que nele se põe a vida. Rei- ou de um estatuto é, em todo caso, amparar um
vindicou um governo estritamente democrático regime de quartel, mas não um trabalho de ci-
e sustentou para a comunidade universitária, a ência. Manter a relação obsoleta de governan-
soberania, o direito de dar-se governo próprio. tes e governados é agitar o fermento de futuros
O governo da universidade radica principal- transtornos. As almas dos jovens devem ser
mente nos estudantes. Outras federações uni- movidas por forças espirituais. Os meios já gas-
versitárias fundaram-se na América Latina. Em tos da autoridade que emana da força não se
todas radicou o espírito de luta. Em todas elas conformam com o que reivindica o sentimento
os estudantes se insurgiram contra a opressão e o conceito moderno das universidades. O es-
e a tirania de governos torpes. As lutas se es- talo do chicote só pode atestar o silêncio dos
tenderam para fora dos muros universitários inconscientes e dos covardes. A única atitude
e nós vimos com orgulho que parte daqueles silenciosa, que cabe em um instituto de ciência
movimentos carregou o espírito crítico que é a do que escuta uma verdade ou a do que ex-
nos animou; parte daqueles movimentos forjou perimenta para acreditar ou comprová-la.
uma universidade de modelo latino-americano, Por isso quisemos arrancar na raiz do orga-
crítica e comprometida com a sociedade. nismo universitário o arcaico e bárbaro, o con-
O conceito de autoridade que corresponde ceito de autoridade que nas casas de estudo é
e acompanha um diretor ou um professor em um baluarte de absurda tirania. Conclamamos
um espaço estudantil universitário não pode a todos e todas para que não contribuam para
apoiar-se na força de disciplinas estranhas à proteger criminalmente a falsa dignidade e a
substância mesma dos estudos. A autoridade, falsa competência. Agora advertimos que as
não se exercita mandando, mas compartilhan- recentes reformas, conhecidas como reformas
do, sugerindo e amando: Ensinando. dos anos 90, foram sinceramente neoliberais.
Se não existe uma vinculação espiritual en- Guardam similitudes com aquela que foi trazi-
tre o que ensina e o que aprende, todo ensino da à Universidade de Córdoba. Ela não inaugu-
é hostil e, por conseguinte, infecundo. Toda a rou uma democracia universitária; sancionou
educação é uma longa obra de amor aos que o predomínio de uma casta de professores. Os
Denise Leite 189
rios. Os atos de violência, pelos quais nos res- se apoderaram os únicos inimigos da reforma. Na
ponsabilizamos integralmente, se cumpriram sombra, os jesuítas tinham preparado o triunfo de
como no exercício de puras idéias. Derruba- uma profunda imoralidade. Consentir com isso
mos o que representava o anacrônico e o fize- seria outra traição. À enganação respondemos
mos para poder levantar o coração sobre essas com a revolução. A maioria representava a soma
ruínas. Aquilo representou também a medida da repressão, da ignorância e do vício. Então de-
de nossa indignação na presença da miséria mos a única lição que cabia e espantamos para
moral, da simulação e do engano arteiro que sempre a ameaça do domínio, à época, clerical.
pretendia filtrar-se com as aparências da legali- A sanção moral foi nossa. O direito também.
dade. O sentido moral estava obscuro nas clas- Aqueles que poderiam obter a sanção jurídica,
ses dirigentes por uma hipocrisia tradicional e embutida na lei, não o foi permitido. Antes que
por uma pavorosa indigência de ideais. a iniqüidade fosse um ato jurídico, irrevogável
O espetáculo que oferecia a assembléia uni- e completo, nos apoderamos do salão de atos
versitária era repugnante. Grupos de amorais de- e expulsamos a canalhada, só então amedron-
sejosos de captar a boa vontade do futuro reitor tada. Que isso foi certo, ficou estabelecido no
exploravam os contornos no primeiro escrutínio, fato de, logo após, a federação universitária ter
para inclinar-se depois ao bando que parecia as- feito uma sessão no próprio salão de atos e de
segurar o triunfo, sem lembrar a adesão publica- mil estudantes terem assinado sobre o mesmo
mente empenhada, o compromisso de honra con- púlpito do reitor, a declaração de greve por
traído pelos interesses da universidade. Outros tempo indeterminado. Vós bem conheceis este
- os demais - em nome do sentimento religioso e procedimento extremo. Tomar os prédios das
sob a advogação pelos interesses da Companhia reitorias tem sido uma bandeira do movimento
de Jesus exortavam à traição e ao pronuncia- estudantil, um último apelo quando a razão das
mento subalterno (Curiosa religião que ensina a instâncias formais de decisão assume posições
menosprezar a nota e rebaixar a personalidade! autoritárias e anti-democráticas.
Religião para vencidos ou para escravos!). De fato, naquela data, os estatutos reformados
Tinha-se obtido uma reforma liberal mediante dispunham que a eleição para reitor terminaria em
o sacrifício heróico de uma juventude. Acredita- uma só sessão, proclamando-se imediatamente o
va-se ter conquistado uma garantia e da garantia resultado, com a leitura de cada uma das cédulas
Denise Leite 191
e a aprovação da respectiva ata. Afirmamos, sem Acreditamos honradamente que nosso esforço
temor de ser corrigidos, que as cédulas não fo- criou algo novo, que a elevação de nossos ideais
ram lidas, que a ata não foi aprovada, que o reitor mereceu tanto respeito que atravessou o século.
não foi proclamado, e que, por conseguinte, para Assombrados, 90 anos depois olhamos para trás
a lei, ainda não existia reitor na universidade. e contemplamos como se coligaram os mais crus
A juventude universitária de Córdoba afirma reacionários para arrebatar nossa conquista.
que jamais fez questão de nomes nem de em- Acreditamos honradamente que podemos
pregos. Se levantou contra um regime adminis- passar a vocês, homens e mulheres livres do
trativo, contra um método docente, contra um século 21, nossa mensagem: não podemos dei-
conceito de autoridade. As funções públicas se xar nossa sorte à tirania de seitas religiosas ou
exercitavam, tal como hoje em pleno século 21, partidárias, ao jogo de interesses egoístas, aos
em benefício de determinadas camarilhas. Não interesses contrários ao bem público universi-
se reformavam nem planos nem regulamentos dade, aos interesses contrários e ao livre jogo
por medo de que alguém nas mudanças pudes- das regras de vivência democrática.
se perder o emprego. O lema “hoje para você, Recolhamos a lição, companheiros de toda
amanhã para mim”, corria de boca em boca e a América!
assumia a validade de estatuto universitário. Talvez os fatos passados tenham tido o sen-
Os métodos docentes estavam viciados de um tido de um presságio glorioso, a virtude de um
estrito dogmatismo, contribuindo em manter a chamado à luta suprema pela liberdade. Naque-
universidade distante da ciência e das discipli- le momento nos mostrou o verdadeiro caráter
nas modernas. As eleições, encerradas na repe- da autoridade universitária, tirânica e obcecada,
tição interminável de velhos textos, amparavam que via em cada petição um prejuízo e em cada
o espírito de rotina e de submissão. Os corpos pensamento uma semente da rebelião. Hoje nos
universitários, zelosos guardiães dos dogmas, mostra que é preciso não acomodar-se, manter a
tratavam de manter a juventude na clausura, vigilância contra toda forma de opressão.
acreditando que a conspiração do silêncio po- Isto porque, vós bem o sabeis, a universidade
dia ser exercitada contra a da ciência. é um produto de longo prazo. Ela não foi nem
Fizemos então uma santa revolução e o regi- quer ser o fiel reflexo de sociedades desiguais,
me caiu a nossos golpes. muito menos um objeto para o desenvolvimen-
192 La Reforma Universitaria
(Córdoba, 1918)
como en el ejercicio de puras ideas. Volteamos la reforma. En la sombra los jesuitas habían pre-
lo que representaba un alzamiento anacrónico parado el triunfo de una profunda inmoralidad.
y lo hicimos para poder levantar siquiera el co- Consentirla habría comportado otra traición. A
razón sobre esas ruinas. Aquéllos representan la burla respondimos con la revolución. La ma-
también la medida de nuestra indignación en yoría expresaba la suma de la represión, de la
presencia de la miseria moral, de la simulación ignorancia y del vicio. Entonces dimos la única
y del engaño artero que pretendía filtrarse con lección que cumplía y espantamos para siempre
las apariencias de la legalidad. El sentido moral la amenaza del dominio clerical.
estaba obscurecido en las clases dirigentes por La sanción moral es nuestra. El derecho tam-
un fariseísmo tradicional y por una pavorosa in- bién. Aquéllos pudieron obtener la sanción jurí-
digencia de ideales. dica, empotrarse en la ley. No se lo permitimos.
El espectáculo que ofrecía la asamblea uni- Antes de que la iniquidad fuera un acto jurídico,
versitaria era repugnante. Grupos de amorales irrenovable y completo, nos apoderamos del sa-
deseosos de captarse la buena voluntad del futu- lón de actos y arrojamos a la canalla, sólo enton-
ro exploraban los contornos en el primer escru- ces amedrentada, a la vera de los claustros. Que
tinio, para inclinarse luego al bando que parecía esto es cierto, lo patentiza el hecho de haber, a
asegurar el triunfo, sin recordar la adhesión pú- continuación, sesionado en el propio salón de
blicamente empeñada, el compromiso de honor actos la federación universitaria y de haber fir-
contraído por los intereses de la universidad. mado mil estudiantes sobre el mismo pupitre
Otros –los más- en nombre del sentimiento re- rectoral, la declaración de huelga indefinida.
ligioso y bajo la advocación de la Compañía En efecto, los estatutos disponen que la elec-
de Jesús, exhortaban a la traición y al pronun- ción de rector terminará en una sola sesión, pro-
ciamiento subalterno. (¡Curiosa religión que clamándose inmediatamente el resultado, previa
enseña a menospreciar el honor y deprimir la lectura de cada una de las boletas y aprobación
personalidad! ¡Religión para vencidos o para es- del acta respectiva. Afirmamos, sin temor de ser
clavos!). Se había obtenido una reforma liberal rectificados, que las boletas no fueran leídas,
mediante el sacrificio heroico de una juventud. que el acta no fue aprobada, que el rector no fue
Se creía haber conquistado una garantía y de la proclamado, y que, por consiguiente, para la ley,
garantía se apoderaban los únicos enemigos de aún no existe rector de esta universidad.
198 La Reforma Universitaria
por medio de sus representantes. Está cansa- Enrique F. Barros, Horacio Valdés, Ismael
da de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz C. Bordabehere, presidentes - Gumersindo
desconocérsele la capacidad de intervenir en el Sayazo - Alfredo Castellanos - Luis M. Mén-
gobierno de su propia casa. dez - Jorge L. Bazante - Ceferino Garzón
La juventud universitaria de Córdoba, por Maceda - Julio Molina - Carlos Suárez Pinto
intermedio de su federación, saluda a los com- - Emilio R. Biagosch - Ángel J. Nigro - Nata-
pañeros de la América toda y les incita a cola- lio J. Saibene - Antonio Medina Allende -
borar en la obra de libertad que inicia. Ernesto Garzón.
N. de E.: Extraído del libro editado por FUBA La Reforma Universitaria 1918-1958 (Buenos Aires, 1959).
Segunda campaña en Chile
Manifiesto pro-Reforma Universitaria
(Chile, 1922)
N. de E.: Extraído del libro de Gabriel del Mazo La Reforma Universitaria, editado en 3 tomos por la Universidad
Nacional de San Marcos (Lima, 1968).
La Reforma Universitaria
mientras subsista el actual régimen social, la Re- Desde sus puntos de vista filosóficos, Ripa
forma no podrá tocar las raíces recónditas del Alberdi se inclinaba a considerar esta afirma-
problema educacional”. “Habrá llenado su objeto ción como una victoria del idealismo novecen-
–agrega– si depura a las universidades de los malos tista sobre el positivismo del siglo XIX.
profesores, que toman el cargo como un empleo; si
permite –como sucede en otros países– que tengan El renacimiento del espíritu argentino –decía– se
acceso al profesorado todos los capaces de serlo, opera por virtud de las jóvenes generaciones, que
sin excluirlos por sus convicciones sociales, políti- al cruzar por los campos de la filosofía contem-
cas y filosóficas; si neutraliza en parte, por lo me- poránea han sentido aletear en su frente el ala
nos, el chauvinismo y fomenta en los educandos el de la libertad”. Más por el propio Ripa Alberdi se
hábito de las investigaciones y el sentimiento de la daba cuenta de que el objeto de la reforma era
propia responsabilidad. En el mejor de los casos, la capacitar a la Universidad para el cumplimiento
Reforma rectamente entendida y aplicada, puede de “esa función social que es la razón misma de
contribuir a evitar que la Universidad sea, como es su existencia.
en rigor en todos los países, como lo fue en la mis-
ma Rusia –país donde se daba, sin embargo, como
Julio V. González, que ha reunido en dos volú-
en ninguna otra parte, una intelectualidad avanza-
da que en la hora de la acción saboteó escandalosa-
menes sus escritos de la campaña universita-
mente a la revolución– una Bastilla de la reacción, ria, arriba a conclusiones más precisas.
esforzándose por ganar las alturas del siglo.
La Reforma Universitaria –escribe– acusa el
No coinciden rigurosamente, –y esto es lógi- aparecer de una nueva generación que llega
co– las diversas interpretaciones del significa- desvinculada de la anterior, que trae sensibi-
do del movimiento. Pero, con excepción de las lidad distinta e ideales propios y una misión
que proceden del sector reaccionario, interesa- diversa por cumplir. No es aquella un hecho
do en limitar los alcances de la reforma, locali- simple o aislado si los hay; está vinculada en
zándola en la Universidad y la enseñanza, toda razón de la causa a efecto con los últimos
las que se inspiran sinceramente en sus verda- acontecimientos de que fuera teatro nuestro
deros ideales, la definen como la afirmación país, como consecuencia de los producidos
del “espíritu nuevo”, entendido como espíritu en el mundo. Significaría incurrir en una apre-
revolucionario. ciación errónea hasta lo absurdo, considerar
José Carlos Mariátegui 207
González señala enseguida la guerra europea, Mariano Hurtado de Mendoza coincide con las
la Revolución rusa y el advenimiento del radi- observaciones de Lanuza.
calismo al poder como los factores decisivos
de la Reforma en la Argentina. La Reforma Universitaria –escribe– es antes que
José Luis Lanuza indica otro factor: la evo- nada y por sobre todo, un fenómeno social que
lución de la clase media. La mayoría de los es- resulta de otro más general y extenso, producido
tudiantes pertenecen a esta clase en todas sus a consecuencia del grado de desarrollo econó-
gradaciones. Y bien. Una de las consecuencias mico de nuestra sociedad. Fuera entonces error
sociales y económicas de la guerra es la prole- estudiarla únicamente bajo la faz universitaria,
tarización de la clase media. Lanuza sostiene la como problema de renovación del gobierno de la
Universidad o bajo la faz pedagógica, como ensa-
siguientes tesis:
yo de aplicación de nuevos métodos de investiga-
un movimiento colectivo estudiantil de tan vasta ción en la adquisición de la cultura. Incluiríamos
proyecciones sociales como la Reforma Universi- también en error si la consideráramos como el
taria no hubiera podido estallar antes de la gue- resultado exclusivo de de una corriente de ideas
rra europea. Se sentía la necesidad de renovar los nuevas provocadas por la gran guerra y por la
métodos de estudio y se ponía de manifiesto el revolución rusa, o “como la obra de una nueva
atraso de la Universidad respecto a las corrien- generación que aparece y llega desvinculada de
208 La Reforma Universitaria
la anterior, que trae sensibilidad distinta e ideales grupos de estudiosos de economía y sociología
propios y una misión diversa por cumplir”. que han puesto sus conocimientos al servicio
del proletariado, dotando a éste, en algunos
Y, precisando su concepto, agrega más adelante: países, de una dirección intelectual de que an-
tes había generalmente carecido. Finalmente,
La Reforma Universitaria no es más que una con- los propagandistas y fautores más entusiastas
secuencia del fenómeno general de proletariza- de la unidad política de la Reforma Universi-
ción de la clase media que forzosamente ocurre
taria que conservan aquí su vinculación conti-
cuando una sociedad capitalista llega a determi-
nental, otro de los signos de la realidad de la
nadas condiciones de su desarrollo económico.
Significa esto que en nuestra sociedad se está “nueva generación”.
produciendo el fenómeno de proletarización de Cuando se confronta este fenómeno con el
la clase media y que la Universidad, poblada en de las universidades de la China y del Japón, se
su casi totalidad por ésta, ha sido la primera en comprueba su rigurosa justificación histórica.
sufrir sus efectos, porque era el tipo ideal de ins- En el Japón, la Universidad ha sido la primera
titución capitalista. cátedra de socialismo. En la China, por razones
obvias, ha tenido una función todavía más acti-
Es, en todo caso, un hecho uniformemente ob- va en la formación de una conciencia nacional.
servado la formación, al calor de la Reforma, Los estudiantes chinos componen la vanguar-
de núcleos de estudiantes que, en estrecha so- dia del movimiento nacionalista revoluciona-
lidaridad con el proletariado, se han entregado rio que, dando a la inmensa nación asiática una
a la difusión de avanzadas ideas sociales y al nueva alma y una nueva organización, le asigna
estudio de las teorías marxistas. El surgimien- una influencia considerable en los destinos del
to de las universidades populares, concebidas mundo. En este punto se muestran concordes
con un criterio bien diverso del que inspiraba todos los observadores occidentales de reco-
en otros tiempos tímidos tanteos de extensión nocida autoridad intelectual.
universitaria, se ha efectuado en toda la Amé- Pero no me propongo aquí, el estudio de to-
rica Latina en visible concomitancia con el das las consecuencias y relaciones de la Refor-
movimiento esudiantil. De la Universidad han ma Universitaria con los grandes problemas de
salido, en todos los países latinoamericanos, la evolución política de la América Latina. Cons-
José Carlos Mariátegui 209
Resulta de esta rápida revisión que como Era este un destino al cual no podían escapar
postulados cardinales de la Reforma Univer- ni aun bajo la influencia episódica de alguna
sitaria pueden considerarse: primero, la inter- personalidad de excepción.
vención de los alumnos en el gobierno de las El objeto de las universidades parecía ser,
universidades y segundo, el funcionamiento principalmente, el de proveer de doctores o
de cátedras libres, al lado de las oficiales, con rábulas a la clase dominante. El incipiente
idénticos derechos, a cargo de enseñantes de desarrollo, el mísero radio de la instrucción
acreditada capacidad en la materia. pública, cerraban los grados superiores de la
El sentido y el origen de de estas dos reivin- enseñanza a las clase pobres. (La misma en-
dicaciones nos ayudan a esclarecer la justifica- señanza elemental no llegaba, –como no llega
ción de la Reforma. ahora– sino a una parte del pueblo). Las uni-
versidades, acaparadas intelectual y material-
mente por una casta generalmente desprovis-
Política y enseñanza universitaria ta de impulso creador, no podían aspirar si-
en la América Latina quiera a una función más alta de formación y
selección de capacidades. Su burocratización
El régimen económico y político determinado las conducía, de un modo fatal, al empobreci-
por el predominio de los aristócratas colo- miento espiritual y científico.
niales, –que en algunos países hispanoameri- Este no era un fenómeno exclusivo ni pecu-
canos subsiste todavía aunque en irreparable liar del Perú. Entre nosotros se ha prolongado
y progresiva disolución–. Ha colocado por más por supervivencia obstinada de una gran
mucho tiempo las universidades de la Améri- estructura económica semi-feudal. Pero, aun
ca Latina bajo la tutela de estas oligarquías y en los países que más prontamente se han in-
su clientela. Convertida la enseñanza univer- dustrializados, como la República Argentina,
sitaria en un privilegio del dinero, sino de la a la universidad es adonde arriba más tarde
casta o por lo menos de una categoría social esa corriente de progreso y transformación.
absolutamente ligada a los intereses de uno y El doctor Florentino V. Sanguinetti resume así
otro, las universidades han tenido una tenden- la historia de la Universidad de Buenos Aires
cia inevitable a la burocratización académica. antes de la reforma:
José Carlos Mariátegui 211
Las mayorías docentes adoptaron una ac- Pero no es posible la realización de los idea-
titud de rígida e impermeable intransigencia les de la Reforma sin la recta y leal aceptación
contra los grandes principios de la Reforma de los dos principios aquí esclarecidos. El voto
Universitaria, el primero de los cuales había de los alumnos –aunque no esté destinado a ser-
quedado proclamado teóricamente desde el vir de contralor moral de la política de los pro-
Congreso Estudiantil de Montevideo, y así fesores– es el único impulso de vida, el solo ele-
en la Argentina como en el Perú, lograron mento de progreso de la Universidad, en la que
el reconocimiento oficial debido a favora- de otra suerte prevalecerían sin remedio fuerzas
bles circunstancias políticas, cambiadas las de estancamiento y regresión. Sin esta premisa,
cuales se inició por parte de los elementos el segundo postulado de la Reforma –las cáte-
conservadores de la docencia un movimien- dras libres–no puede absolutamente cumplirse.
to de reacción que en el Perú ha anulado ya Mas aun, la “leva hereditaria”, de que nos habla
prácticamente casi todos los triunfos de la con tan evidente exactitud el doctor Sanguinet-
Reforma, mientras en la Argentina encuentra ti, torna a ser el sistema de reclutamiento de
la oposición vigilante del alumnado, según lo nuevos catedráticos. Y el mismo progreso cien-
muestra la reciente agitación contra una ten- tífico pierde su principal estímulo, ya que nada
tativa reaccionaria en la Facultad de Medici- empobrece tanto el nivel de la enseñanza y de la
na de Buenos Aires. ciencia como la burocratización oligárquica.
N. de E.: Extraído del libro editado por FUBA La Reforma Universitaria 1918-1958 (Buenos Aires, 1959).
¿Puede ser un hecho la Reforma
Universitaria?
de la Nación era uno de los clásicos gobiernos el mundo se pudo dar cuenta de la pobreza
liberales de “dejar hacer y dejar pasar”. Tomó de la intelectualidad cubana. Es claro, si no
la lucha entre estudiantes y catedráticos como existía Universidad no podían existir sabios ni
una lucha entre patrones y obreros. Jamás in- aficionados. No se trajeron del extranjero por
tervino para solucionarlo de acuerdo con una un mal entendido patrioterismo. Vienen inter-
parte u otra. Cuando había alteración del orden ventores yanquis para la Hacienda Nacional,
público se limitaba a reprimirla sin modificar y para otras dependencias del Estado; pero a
las causas de la alteración. la Universidad no podían venir científicos de
Los pseudorreformistas aprovecharon la otros países...
oportunidad. Obtuvieron al calor de las pro- La generación del 22, la iniciadora del mo-
testas estudiantiles una ley especial para “re- vimiento, fue abandonando la Universidad.
formar” la Facultad de Medicina. No hay duda Unos por fosilizarse como profesores y otros
que algo se avanzó. Pero la ley tenía una causa para cubrir cargos públicos ganados por su ac-
de corrupción grandísima. Como los patrones tuación universitaria. Muy pocos permanecen
crean puestos de capataces para sus obreros fieles a su credo. La solidaridad, por medio de
levantiscos, la ley creaba plazas de ayudantes la Universidad Popular, entre estudiantes y
estudiantes por cada 25 alumnos, y de ayudan- obreros alarmó a las autoridades universitarias
tes de graduados por cada 50, además de las y a las nacionales. Los niños “bien” hijos de la
innumerables plazas nuevas de catedráticos burguesía azucarera no pudieron comprender
auxiliares y titulares. Y nadie anheló luchar qué tenían que ver los estudios para obtener un
por la Reforma. Muchos supusieron que era título universitario con los conflictos sociales
más útil luchar por las plazas. Y los que ha- y humanos. Se alarmaron, y comenzaron, apo-
bían luchado se creyeron que las plazas eran yados por los colegios religiosos, una fuerte
premio para sus labores anteriores. La Refor- campaña contra los “rojos”. Más de la mitad
ma murió después de esa ley. La “reforma” de de los alumnos que ingresan en la Universidad
la Facultad de Medicina demostró una cosa provienen de educación jesuítica o escolapia.
que nadie creía antes: en Cuba no hay hom- En estas condiciones, faltando los antiguos lí-
bres de estudios para las cátedras universi- deres, la Universidad sufrió una gran caída en
tarias. Cuando se pusieron a oposición todo sus actividades renovadoras.
Julio Antonio Mella 217
universitarias”. Sin ellas, ¿qué esperanza había En el mañana, cuando la América no sea
para el porvenir? Sin ellas, las universidades no lo que hoy es, cuando la generación que pasa
habrían avanzado lo poco que han avanzado. hoy por las universidades, sea la generación di-
A los movimientos universitarios se debe rectora, las revoluciones universitarias se con
una gran victoria. siderarán como uno de los puntos iniciales de
La unidad de pensamiento de la nueva gene- la unidad del continente, y de la gran transfor-
ración latinoamericana. mación social que tendría efecto.
N. de E.: Extraído del libro de Gabriel del Mazo La Reforma Universitaria, editado en 3 tomos por la Universidad
Nacional de San Marcos (Lima, 1968).
Por la unión moral
de América1
Heraldo de la juventud argentina, me adelanto tre la voluntad heroica que avanza y la voluntad
hacia vos, oh pueblo hermano, como el aus- abolida que resiste; venimos, compañeros, de
tero león de Leonardo, lento y seguro el paso, vencer a las fuerzas reaccionarias que nos im-
amplia y serena la mirada y con un ramo de pedían dar el paso definitivo de la liberación.
lirios dentro del pecho. Ábrase, pues, mi pecho No os extrañéis, pues, si nuestra lengua vi-
argentino y caiga a vuestros pies el florido
bra como una espada, si a cada instante nues-
presente de mi pleitesía viril.
tra palabra se enciende, porque crepita aún en
nuestros corazones la roja brasa de la rebeldía.
por la sonoridad del mundo, renunciamos a la bían porque nunca estudiaron nada. No les
soledad intensa y dolorosa, donde el fuego del preocupó más que la comprensión del propio
pensamiento purifica toda acción. En la sole- espíritu, y cuando a ello llegaron, todo lo com-
dad asistimos a la propia tragedia interior; en prendieron. De ahí que a los discípulos se les
ella se derrumban las ilusiones y se levantan hablara en voz baja, en el cálido tono de la
los ideales nuevos; toda inquietud nace a su conversación, como para que la onda emoti-
amparo y todo impulso se levanta de su seno, va, mansa por lo confidencial, se derramara en
como las águilas de los abismos de la mon- el espíritu atento con la lentitud rumorosa de
taña. En la soledad descubrimos las sendas la ola en la playa. Nunca levantaban la voz en
interiores donde una secreta voz murmura la plaza pública, porque sabían muy bien que
trascendentales palabras, y donde, como una ése era oficio de mercaderes que pregonan su
armonía silenciosa, se dilata la música del mercancía intelectual o material. La profun-
pensamiento. Allí aprendemos la suprema vir- da, la inmortal sabiduría, ni se inculca ni se
tud de dialogar con nosotros mismos; apren- vende: se descubre. Es innata como la idea
dizaje imprescindible para el que quiere tener platónica. Y en instantes de soledad, cuando
derecho a hablar con los hombres, puesto que dialogamos con nosotros mismos, o con un
no puede exigir se le escuche quien no supo maestro de esos que saben su magisterio fi-
escucharse a sí mismo. He ahí la virtud y el losófico, la sentimos aletear dentro del alma
blasón que ostentaban los maestros de la an- como la mariposa que ve entreabrirse el velo
tigüedad. Aprendieron en sí mismos la ciencia de seda del capullo.
que transmitieron a los demás. Sus palabras Ese sabor suave de la palabra antigua, que
salían humedecidas en aguas cordiales y por transmitía el saber sin torturar el lenguaje ni
ello se deslizaban con suavidad hasta el fondo el pensamiento, se pierde por completo en
de los corazones. Id, les decían, a las serenas la oscura inmensidad de la Edad Media. A la
cámaras del silencio y allí oiréis el rumor de ecuación clara y sencilla substituye la ense-
una fuente; escuchad la voz de esa fuente con ñanza dogmática con agrio sabor escolástico,
recogimiento que luego os brindará las eter- hasta que el Renacimiento nos liberta devol-
nas aguas de la eterna sabiduría… Y decían viéndonos algunas de las cualidades esencia-
bien los maestros antiguos. Ellos todo lo sa- les de la cultura helénica. En el siglo XV, Eras-
Héctor Ripa Alberdi 223
mo de Rotterdam expone ideas nuevas acerca sistema del primero; bellamente ideal por lo
de la educación natural del hombre, ideas que evangélico el del segundo.
más tarde han de ser sistematizadas por Rous- Pero un nuevo renacimiento apunta ya, Hay
seau. La misma corriente siguen otros escri- dos fuerzas que comienzan a demoler el viejo
tores franceses, como Rabelais y Montaigne, edificio de la cultura y en las que yo he puesto
que condenan la educación profesionalista; y toda mi esperanza: el renacer vigoroso de la filo-
el más alto representante del humanismo es- sofía idealista, y la sana rebeldía de la Juventud.
pañol, Luis Vives, al levantarse contra la esco- Contribuyamos todos a este nuevo despertar
lástica medieval preconiza un ideal de cultura del espíritu. Eduquemos al hombre en el amor
que emancipe al hombre del artificio retórico. a la sabiduría. Para ello es menester arrojar a
Los más diversos rumbos siguió luego la los mercaderes de la enseñanza, derrumbar la
enseñanza de acuerdo con las oscilaciones universidad profesionalista y levantar sobre
de la filosofía, hasta que en el siglo XIX le sus escombros la academia ideal de los hom-
encadenó por completo el pedagogismo po- bres, donde cualquier Sócrates descalzo, sin
sitivista, a pesar de tener dos grandes figuras más prestancia que la de su verbo sabio, pueda
como Herbart en Alemania y Tolstoi en Rusia; volcar en los corazones el agua mansa y melo-
excesivamente rígido por lo cientificista el diosa de su filosofía.
N. de E.: Extraído del libro editado por FUBA La Reforma Universitaria 1918-1958 (Buenos Aires, 1959).
La Reforma Universitaria
y el problema americano
Alfredo L. Palacios
(Argentino en México, 1928)
mo que Norteamérica es la primera en despre- Debe ser punto de partida para una acción
ciar, conspiran contra el porvenir de nuestra conjunta reformadora que redima de su iner-
raza. Los Estados Unidos ya han cumplido su cia y su aislamiento a nuestros pueblos es-
misión de incomparables dominadores de la táticos. Debe prolongarse hasta renovar los
materia. Nosotros debemos ahora emprender ideales educativos, realizar trabajos por la
la nuestra, de intérpretes del espíritu. Confederación Ibero Americana y formular
las bases de una nueva orientación cultural.
En toda obra de los jóvenes se denota sen-
La Reforma Universitaria sibilidad más afinada y la percepción de los
problemas éticos que en épocas precedentes
El advenimiento de la nueva era americana lo fueron desconocidos o desdeñados. En toda
ha hecho posible la joven generación que des- juventud de este continente se evidencia una
pertó al calor del incendio de la Guerra Mun- rara comunidad de espíritu que augura una
dial y alumbrada por la antorcha de la Revo- unión a realizar. Las mismas inquietudes la
lución Rusa. Esos grandes acontecimientos preocupan y la animan idénticos ideales.
favorecieron el estallido de su inquietud y Hasta el estilo es análogo: nervioso, limpio y
libertaron su mente del sopor en que habían preciso, más cordial y más sobrio. Es induda-
vivido aletargadas, mental y moralmente, las ble que existe una onda espiritual que reco-
generaciones anteriores. Así nació la Refor- rre nuestra América y dinamiza a la juventud
ma Universitaria, que aunque no realizada para encaminarla a grandes realizaciones.
totalmente, constituye ya uno de los hechos
más significación de nuestra historia. Tal vez
en ningún país se han pronunciado los estu- Ideales de la juventud
diantes por el ideal de la justicia y la reno-
vación humanas con impulso tan unánime y Ya en mi alocución a la juventud universita-
resuelto como el que les ha animado en esta ria, precisaba los puntos que a mi juicio deben
América. guiarla en su acción renovadora. El impulso
Es preciso que ese impulso no quede este- íntimo que anima a esta generación está de
rilizado en una simple reforma burocrática. acuerdo con la índole de los tiempos. Ha dicho
Alfredo L. Palacios 227
muy bien Spengler que estamos en la edad del esfera del conocimiento, sin llegar a traducirse
socialismo, es decir, del predominio de lo social en realidad, paralizadas por la barrera infran-
y colectivo por sobre lo individual. Y ese mis- queable de los intereses creados. No imitemos
mo es el espíritu que mueve hoy a los jóvenes; a los europeos en esa senda suicida. Vayamos
federación de los estudiantes, confederación directamente a realizar nuestros ideales, aun
de América, comunidad moral con el pueblo, cuando esto nos obligue a reducirlos. Más be-
reforma educativa que forje caracteres y que neficiosa es para el progreso humano una sim-
socialice la enseñanza. ple mejora conquistada que grandes ideales,
Dentro de esta orientación caben holgada- irrealizados, cuando éstos no se promueven a
mente todos los ideales que se propongan ele- la acción inmediata.
var al hombre y perfeccionar la sociedad. Todo Pueblos líricos y verbalistas como somos,
idealismo es renovador y fecundante, a condi- hemos de considerar la acción como el princi-
ción de que trate de encarnarse en el presente. pal remedio a nuestros males.
El defecto radical de la cultura europea no es
la falta de ideales sino su impotencia para reali- Del Manifiesto preparado con motivo de
zarlos. Ahí están, por ejemplo, Bertrand Russe- un proyecto del Congreso Latinoameri-
ll y Wells. Dos cimas del pensamiento contem- cano de Intelectuales a realizarse
poráneo, cuyas enseñanzas se confinan en la en Montevideo, 1925.
N. de E.: Extraído del libro editado por FUBA La Reforma Universitaria 1918-1958 (Buenos Aires, 1959).
Manifiesto de los estudiantes
brasileños de Río de Janeiro a sus
compañeros en el país1
(Brasil, 1928)
energías jóvenes a la batalla reivindicadora de para reivindicar el poder civil. Primera: Acción combi-
la manumisión educacional.Nos parece el glo- nada de los estudiantes de las facultades de Derecho,
Medicina e Ingeniería de San Pablo, Recife, Bahía, Río,
Porto Alegre. Ruy Barbosa y Julio de Mesquita conduje-
ron la campaña. Segundo: Ruy Barbosa, en la Facultad
La rica tradición de lucha de los estudiantes en la de Derecho de San Pablo, y en correspondencia con
historia de Brasil tuvo, a partir de los años 1929 y 1930, otras facultades superiores y de enseñanza secundaria,
su expresión como Reforma Universitaria. El movi- organizaron la lucha por el derecho popular de elec-
miento, en consecuencia, se vinculó continentalmente ción de mandatarios, para el poder ejecutivo y el judi-
y expresó, como el de sus demás congéneres, por pri- cial. En 1919, Ruy Barbosa plantó el roble simbólico al
mera vez puntos de vista sobre unión americana e inde- que se refiere la nota de los estudiantes argentinos que
pendencia cultural. Damos un resumen de anteceden- se transcribe. El roble fue arrancado por la policía del
tes: l) Campañas republicanas (1830, 1831, 1835 a 1849). Partido Republicano Paulista (oligarquía) y fue replan-
2) Campaña abolicionista, en la que actuaron eficiente y tado por los estudiantes en el Parque Auhangabahú. 5)
dominantemente, en San Pablo y Recife, Castro Alves, 1917. Servicio militar obligatorio. Olavio Bilac lanza
Álvares de Azevedo, Fagundes Varela, Ruy Barbosa, etc. la idea en San Pablo, juntamente con los estudiantes
Se solidarizaron los estudiantes de otros Estados. 3) de Derecho. La campaña se extiende a otros centros
República. Estudiantes y cadetes de la Escuela Militar del país. 6) Acción revolucionaria de los estudiantes.
actuaron confraternizados en la campaña republicana. 7) 1924. Revolución de San Pablo. Los estudiantes or-
Estudiantes de la Facultad de Derecho de San Pablo, al ganizan una Guardia Municipal, bajo la jefatura de sus
lado de Silva Jardim, Álvaro Ribeiro, Campos Salles, tu- colegas Souza Queirós y Pablo Duarte. 8) 1925. Con
vieron actuación sobresaliente, movilizando el espíritu motivo de la prisión del profesor de la Universidad de
nacional. 4) Desde 1910, aproximadamente. Campañas Río de Janeiro, doctor Bruno Lobo y del estudiante Pa-
en los más altos y generosos sueños de libertad Ha llegado nuestra hora. Los ideales son
y justicia social. esbozos dinámicos del porvenir. Rompamos,
con el tumulto genésico de las agitaciones ju-
blo Duarte, estallaron huelgas estudiantiles de carác- veniles, la atonía, el marasmo, la caquexia, el
ter político revolucionario, en Río, San Pablo, Recife, envenenamiento, la lasitud, arrojando las si-
Bahía, Río Grande del Sur y Paraná. 9) 1929. Contando mientes de la Renovación en los surcos de la
con la adhesión de las demás Escuelas Superiores y
secundarias del país los estudiantes de la Facultad de conciencia nacional, en espera del alba de un
Derecho de San Pablo, resisten armados el fuego de la
policía. Insisten en su lucha contra el gobierno de Was-
hington Luis. 10) Revolución de 1930. Los estudiantes, de las Escuelas de San Pablo, Bahía y Recife, por haber-
ya militantes de la Reforma Universitaria, promueven se proclamado los estudiantes en huelga, el cese de la
la presentación de todas las universidades al gobierno dictadura y la inmediata constitucionalización del país.
triunfante que reclama, por intermedio de la Confede- 12) 1933. Ametrallamiento de los estudiantes paulistas
ración Universitaria Brasileña, que “sean integrados los en la explanada del Teatro Municipal. Solidaridad de los
cuerpos directivos de los institutos superiores de en- estudiantes de otros Estados, especialmente Río y Per-
señanza y los respectivos Consejos Universitarios con nambuco. 13) 1935. Acción eficiente de los estudiantes
los representantes, de los estudiantes, [...] como forma en la campaña de la Alianza Nacional Libertadora (pri-
de permitir la actuación de los principales interesados mer partido efectivamente nacional y popular en Bra-
en la dirección de la enseñanza”. Firman: Bruno Lobo, sil). Prisión de los profesores Castro Rebelo, Leônidas
Juan Pontes de Carvalho, Ernani Pinto, Eugenio Ro- de Rezende, Hermes Lima, Pedro de Cunha, Federico
land, Evaristo de Morales y Aurelio Guimarães. Los es- Carpenter, Mauricio de Medeiros y otros. Manifestacio-
tudiantes de todo el país tuvieron intensa participación nes de los estudiantes de Río y otros Estados. Prisión
en la lucha armada. 11) 23 de mayo de 1932. Muerte de y tortura de estudiantes. Condenas. 14) 1937. Protestas
los estudiantes Miragala, Martins, Drausio y Camargo estudiantiles contra el golpe de estado de Vargas y su
en manifestaciones contra el gobierno de Vargas. Cierre decreto –“Constitución”– de “Estado Nuevo”.
230 La Reforma Universitaria
sitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él universitarios. Una verdad resalta nítida, ví-
muere. Mantiene un alejamiento olímpico”. vida, poderosa: las revoluciones profundas
Las universidades tienen forzosamente que tienen verdaderamente una ideología defi-
reflejar el ambiente social, sus tendencias, sus nida, que es anticipación del orden futuro.
desequilibrios, sus matices, su momento histó- Y sobre las generaciones actuales pesan los
rico. Una mirada retrospectiva lo demuestra. La dos extremos del dilema: O las universidades
aurora del humanismo es uno de esos movimien- se convierten en centros de elaboración in-
tos de liberación del espíritu humano. Usando novadora, con el despedazamiento de su es-
la imagen de Huxley: fue una de esas roturas tructura, o permanecerán como organismos,
periódicas de la caparazón dogmática incom- artificiales, parasitarios, de los que huyó toda
patible con los nuevos rumbos de la ciencia. Al la savia de la opinión nacional y que se de-
resplandor de ese renacimiento, Reuchlin, Eras- rrumbará a los estremecimientos de la prime-
mo, Petrarca –¡y cuántos más!– renovaron la es- ra convulsión social.
tagnación universal; frente a la Universidad de
Basilea estaba la Asociación Danubiana; la Aca-
demia Platónica a la cabeza de la Universidad de “Demos” universitario
Bologna (González, Julio V. La Reforma Univer-
sitaria pág. 84). Son las Universidades medieva- ¿Cuál es la finalidad de la Reforma Universi-
les las que provocan el movimiento intelectual. taria?
Después, gotosas y encerradas dentro de los Hela aquí: el gobierno estrictamente demo-
dogmas, desean retenerlo. De ahí se originaron crático, la soberanía emanada del “demos” uni-
los primeros ataques de los humanistas a la Uni- versitario, radica visceralmente en la masa estu-
versidad, “como reducto donde se refugiara el diantil. Así, lo expresa el llamado de Córdoba:
viejo espíritu. Se fundan en las grandes ciudades
centros intelectuales donde el pensamiento hu- El concepto de autoridad que corresponde y
manista germina y fructifica en oposición al que acompaña a un director o a un maestro en un
se elabora en la ciencia dogmática”. lugar de estudiantes universitarios, no puede
No nos detendremos en la reforma que la apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la
Revolución Francesa realizó en los moldes sustancia misma de los estudios. Por eso quere-
232 La Reforma Universitaria
N. de E.: Extraído del libro de Gabriel del Mazo La Reforma Universitaria, editado en 3 tomos por la Universidad
Nacional de San Marcos (Lima, 1968).
La Reforma Universitaria y la Facultad
de Derecho de Montevideo
Carlos Quijano
(Uruguay, 1928)
es doblemente perjudicial. De todo esto se de- Tomemos por ejemplo la Facultad de Dere-
duce el segundo vicio o defecto de nuestra casa cho de París. La licencia dura tres años, o me-
de estudios: la función que desempeña, no la jor dicho seis semestres, como mínimo, y a su
desempeña bien. término, queda el alumno habilitado para ejer-
En el plano de las realizaciones ¿a qué nos cer la profesión de abogado.
conducen las observaciones expuestas? A la uni- Vienen después los “diplomas en estudios
versidad le hemos asignado dos funciones. De- superiores”, a cuya obtención sólo pueden
cíamos ahora que cada una de esas dos funciones presentarse los licenciados. Hay cuatro en la
exige métodos y planes totalmente distintos. Facultad de París: derecho romano e historia
Por un lado, la Universidad preparará a los del derecho; derecho privado; derecho público;
que quieran ejercer una profesión y a éstos les economía política.
dará una enseñanza esencialmente práctica y les Cierra la serie el doctorado. El grado de doc-
exigirá el conocimiento de su “oficio”; por otro, tor en derecho se otorga a los que presenten
dentro de la mayor libertad posible se convertirá los “diplomas de estudios superiores” y una te-
en un centro de investigación científica. A los que sis. Cada diploma exige por lo menos un año;
sigan este camino no les pedirá el conocimiento la tesis, que debe ser sostenida en un examen
práctico de su “oficio”, pero sí el conocimiento especial, no puede prepararse en un tiempo
de los métodos de investigación, etcétera. menor. Esos tres años que comprende los di-
Es al deseo de contemplar estas dos activi- plomas y la tesis son años de especialización.
dades que responde en las universidades euro- Los planes y los métodos de enseñanza están
peas –las de Francia, por ejemplo, que son las orientados en ese sentido. Así, por ejemplo,
que nosotros conocemos más– la creación del en lo que respecta a la enseñanza, el profesor
doctorado y la licencia. no estudia durante los dos semestres de cada
curso nada más que un punto. En el año 1925,
por ejemplo, en el aula de economía política,
II el profesor Charles Rist, habló nada más que
Decíamos que la división en doctorado y licen- sobre “la balanza de pagos”. El año anterior lo
cia, respondía a la división en funciones exis- había hecho solamente sobre “la definición –fe-
tente en las universidades europeas. nómeno monetario– en la práctica y la teoría”.
Carlos Quijano 237
También en los cursos de doctorado se reali- gran cantidad de institutos sin finalidad profe-
zan los trabajos llamados de seminario. sionalista. Así, por ejemplo, siempre refiriéndo-
La Facultad tiene diez “salas de trabajo” con nos a la Facultad de Derecho, están el Instituto
sus bibliotecas especiales, cada una bajo la direc- de Altos Estudios Internacionales, el de Crimi-
ción de un profesor acompañado de varios ayu- nología y el de Estadística.
dantes. El estudiante está obligado a hacer, sobre Hemos estando ahora hablando de la Fa-
temas que se le señalan, investigaciones persona- cultad de Derecho; pero las enseñanzas de las
les, y a consignar en fichas que se archiven previo ciencias sociales y económicas no es exclusi-
control, el resultado de esas investigaciones. vo de ella. Además de los cursos de doctorado
Cabe todavía hablar de las “Conferencias”, que encuentra en la vieja institución de la calle
que es otro método de intensificación de los Saint Jacques, el estudiante deseoso de ampliar
estudios. sus conocimientos puede dirigirse a muchos
Las hay en licencia y doctorado: y por su- otos establecimientos oficiales dedicados, en
puesto estas últimos son las que requieren más su mayor parte, a la investigación pura.
trabajo. A diferencia de los cursos regulares en Tenemos a mano el “cuadro de coordinación
los cuales –hablamos del doctorado– el profe- de estudios superiores” para 1925-1926. Pues
sor expone y no interroga nunca, en las confe- bien, ese año las materias de nuestra especiali-
rencias es el alumno quien debe hablar. No hay dad –ciencias económicas– podían estudiarse:
interpretación propiamente dicha. El profesor en la Facultad de Letras, cuatro cursos –La For-
señala, por regla general a principios del curso, mación del capitalismo; El comercio y la indus-
los distintos temas que el alumno debe tratar. tria del siglo XIX, etc.– en la Facultad de Dere-
Luego llegada la exposición de éste, se hace de- cho ocho cursos; en el Conservatorio de artes y
bate con los demás estudiantes, y por último el Oficios, seis cursos, algunos muy interesantes
profesor resume y corrige. Completa, como se como el de Simiand sobre “La repartición”; en
ve, esta exposición teórica, el trabajo “prácti- la Escuela de Altos Estudios, uno; en el Colegio
co” de las salas de seminario. de Francia, donde seguimos a Gide estudiando
Pero la financiación científica de la Facultad la cooperación, cinco cursos.
no se limita a los cursos de doctorado. Dentro La lista no concluye aquí. Pero lo dicho bas-
de la Facultad y en torno de ella, funcionan ta para mostrar cómo en una sola rama de estu-
238 La Reforma Universitaria
dios se puede trabajar en los institutos univer- dad de casta y es una Universidad sin contacto
sitarios europeos. con la realidad Nacional.
Téngase presente además que no hemos
mencionado sino establecimientos oficiales de
enseñanza. Están también los privados, que a 2º Universidad de casta
veces son tan o más importantes que los pri-
meros. Para nuestras asignaturas existen: la Lo es por su misma finalidad. A los cursos de
Escuela de Altos Estudios Sociales, el Museo la Universidad sólo van quienes tienen interés
Social, el Colegio Libre de Ciencias Sociales, el en obtener un título. No existen dentro de ella
Instituto Carnegie, y sobre todo, la admirable disciplinas libres, de investigación; ni tampoco
Escuela Libre de Ciencias Políticas. hay disciplinas extensivas, a las cuales pueda
Una profesión liberal en Europa es un ofi- llegar todo el mundo.
cio como cualquier otro. Culturalmente no re- Así, para el pueblo, la universidad no exis-
presenta nada o muy poco. Aquí, en cambio, te. Existe sólo –es preciso recalcarlo– para
entre nosotros, los “doctores” son todavía, a los que estudian una profesión; porque ni aun
falta de otra cosa, la nobleza de la sabiduría, los mismos egresados que quieren ampliar sus
una especie de mandarinato americano. Se- conocimientos pueden recurrir a la Casa de
ría injusto negar que en nuestras inorgánicas Estudios.
repúblicas, han sido los “doctores”, por regla Ni intensidad ni extensión, es en realidad
general, sino los únicos, eficaces factores la fórmula de nuestra Universidad; ni los
de civilización; pero hay que reconocer que cursos de investigación, profundos, meto-
ya nuestra enseñanza “doctoral” no basta a dizados; ni los cursos de extensión, desti-
colmar las exigencias de nuestras modernas nados a difundir, en cuanto sea posible, los
sociedades. conocimientos necesarios a la formación
Hace años que lo han comprendido los ar- tan imprescindible y urgente de la cultura
gentinos. nacional. Pues bien, la Reforma pretende lo
contrario. La fórmula de la Reforma debe
Dos características más, hemos dicho, presen- ser –aunque parezca paradójico– intensidad
ta nuestra Universidad actual. Es una Universi- y extensión.
Carlos Quijano 239
3º Universidad sin contacto con la el asunto cual que está en el texto europeo
realidad nacional –porque, por supuesto, en Europa ese pro-
blema interesa vivamente–, no se estudian
Por ese doble carácter que acabamos de se- los problemas propios del país o de nuestro
ñalar, la Universidad se aleja de la realidad continente.
nacional. Su enseñanza es fundamentalmente Más aun, y esto tiene mayor gravedad. Del
libresca. Los problemas nacionales se crean estudio de esos problemas extraños no suele
y resuelven con absoluta prescindencia de la sacarse la enseñanza que nos sería más útil: de-
Universidad. Ésta no sólo calla su opinión –lo ducir la aplicación concreta que las soluciones
que tal vez pudiera defenderse– sino que ni si- obtenidas y las dificultades salvadas pueden
quiera estudia, en el reducido ambiente de la tener en nuestro medio.
clase, las cuestiones vitales del país. El conocimiento general de los problemas
¿Por qué? Ya lo hemos dicho antes. mundiales lo juzgamos imprescindible y no
Para poder plantear y resolver de una ma- seremos nosotros –por cierto– quienes lo com-
nera científica los problemas nacionales, es batiremos; pero entendemos que ese cono-
necesario que los métodos de estudio cam- cimiento debe buscarse con los ojos puestos
bien o por lo menos se amplíen. Los textos como término de comparación, como materia
europeos no pueden hablarnos de nuestras de aplicación, en la realidad nacional; porque
cosas. Son necesarios especialistas, investi- si no ¿de qué sirve?
gadores, técnicos que los estudien, que los Por su carencia de finalidad científica, la
planteen objetivamente, que busquen solu- Universidad vive desconectada de la realidad
ciones también objetivas. Una universidad nacional. Lo está también por su hermetismo
exclusivamente profesionalista no puede ha- de casta. No estudia ningún problema nacional
cerlo. Esa universidad toma el camino de la a fondo; no es capaz tampoco de ilustrar a las
mínima resistencia. En este caso, lo que ya grandes masas sobre esos problemas.
viene preparado desde el extranjero. Cuando Se dirá que la Universidad no puede inter-
hay que hacer labor personal se detiene. Y así venir en discusiones que son patrimonio de
se explica –no es la primera vez que lo deci- los partidos políticos, a riesgo de ver dismi-
mos– que mientras se estudia el asunto tal o nuida su autoridad, comprometida su función.
240 La Reforma Universitaria
Claro. Cuando hablamos de problemas nacio- lelamente se haga otra reforma: la del gobierno
nales no nos referimos, por cierto, a aquellos de la Universidad?
que la política lleva y trae. Pero dígasenos en Y contestada esta pregunta nos quedaría por
cambio, ¿no sería necesario que la Facultad contestar a otra: ¿es posible hacer la reforma
de Arquitectura hiciera oír su voz sobre el con los medios de que disponemos?
problema de la urbanización de Montevideo? Declaramos desde ya que a nuestro enten-
¿No sería útil que la Facultad de Ingeniería der la Reforma es por lo pronto “una cuestión
trazara un plan general de vialidad del país? de dinero”. Puede modificarse la organización
¿No convendría que la Facultad de Derecho o de las autoridades, modificarse planes y méto-
la de Ciencias Económicas a crearse, tuvieran dos, trazarse nuevas orientaciones pedagógi-
un Instituto de Investigaciones, como en Har- cas: la nueva máquina que se monte, como la
vard o como en Londres, para establecer de vieja, marchará bien o mal, según sean los que
una manera precisa las fuerzas productoras las muevan, según sean los profesores. Y bien,
del país, su desarrollo, etcétera? no habrá nunca cuerpo de profesores compe-
Y dígasenos todavía, ¿no sería de desear tentes, mientras no se pague lo suficiente para
que sobre todas esas cuestiones que a título poder imponerle o permitirle, si se quiere, a
de ejemplo hemos citado y sobre muchas otras quien enseñe, la obligación o posibilidad de
más, semejantes, la Universidad ilustrara a las dedicarse con prescindencia de toda otra ac-
grandes masas, abriendo cursos públicos como tividad al estudio intenso y tenaz de una rama
en las Universidades europeas que hemos co- de la ciencia.
nocido, manteniendo, sin esperar a que la ini-
ciativa venga de afuera, una organización de Condiciones para la Reforma
conferencias, etcétera?
Intensidad, extensión, realismo ¿no podría La Reforma en la orientación de los estudios de
ser ésta la fórmula de la reforma? que hemos venido hablando, supone la existen-
Hemos hablado hasta aquí de la Reforma en cia de dos condiciones:
la orientación de los estudios. Pero ¿acaso esta
reforma básica, sustancial, puede tener cabal – La reorganización del gobierno de la Univer-
realización, sin que previa o por lo menos para- sidad.
Carlos Quijano 241
– La posibilidad de disponer de un presupues- Vamos a examinar de cerca las cosas, sin en-
to doble o triple del actual. trar por eso en detalles técnicos.
por una parte parece ser función privativa de Esos derechos constituirían el límite a la ac-
la universidad señalarse rumbos en cuanto a la tividad de la Universidad. Todo lo que aquéllos
enseñanza que debe dar, y por otra, es eviden- no impidieran, podría realizarse.
te que el estado no puede desinteresarse de la No creemos que en estos artículos podamos
orientación y forma de esa enseñanza. extendernos sobre el punto. Esta cuestión
¿Cómo resolver esta contradicción? Tal vez de la autonomía pedagógica debe precisar-
–y decimos “tal vez” porque, aunque hemos pen- se con absoluta claridad, aun a riesgo de ser
sado en más de una ocasión sobre el punto, no prolijos, en la ley. Hasta dónde es legítima la
estamos aún muy seguros de la solución que intervención del Estado y dónde ésta se con-
ofrecemos–; tal vez reservando para el Estado vierte en abusiva y perjudicial, puede ser en
el señalamiento de las líneas generales de la en- mucho cuestión de matices, de apreciaciones
señanza y dando a la Universidad la facultad de no exentas de sutileza.
actuar libremente dentro de esos lineamientos. Lo dicho es suficiente, sin embargo, para mos-
Nos explicaremos. El Estado, por ejemplo, trar que no puede concebirse la autonomía uni-
tendría el derecho de establecer –y vigilar en versitaria, en ninguno de sus aspectos, con carác-
consecuencia– que la Universidad no pudiera ter de absoluta. El problema a resolver consiste
embanderarse en ninguna tendencia filosófica, en conciliar el interés y el derecho del Estado
religiosa o política. Esto parece elemental. Ten- a contralorear un instituto que tanta influencia
dría el derecho de establecer que, para el otor- tiene sobre toda la sociedad, con el interés –que
gamiento de ciertos diplomas, fuera necesario menos social, por cierto– de que la Universidad
haber estudiado un número mínimo de mate- sea regida por quienes tengan capacidad y no su-
rias determinadas. También fijar un número fra la influencia deprimente de la politiquería.
mínimo de profesiones para las cuales la Uni-
versidad debería preparar. En Francia existen
los diplomas de Estado y los de Universidad; Composición de la Universidad
pero son los primeros solamente los que habili- Retomemos el hilo de nuestra exposición. He-
tan para ejercer una profesión. mos dicho que la reforma de la organización
En resumen, trataría de fijarse en la ley, de universitaria debería asentarse sobre dos prin-
una manera taxativa, los derechos del Estado. cipios: autonomía y democracia.
Carlos Quijano 243
Explicamos el primero. Nos queda por ver a tantos y tantos compañeros de viejas luchas
en qué consiste el segundo. El gobierno del estudiantiles tener la más absoluta y a veces
claustro está formado por los profesores y los despreciativa indiferencia para los movimien-
estudiantes. Democracia dentro de la universi- tos de las nuevas generaciones que continua-
dad equivale, pues, a entregar la dirección de ban nuestro impulso, que sin duda podrían
ésta a los profesores y los estudiantes. cometer errores como nosotros mismos ha-
Varias cuestiones se plantean. Una de ellas bríamos cometido, pero que aportan a la vida
es ésta: no solamente –se dice– forman la universitaria, rutinaria, apática, un elemento
Universidad los profesores y los estudiantes. vivificante y renovador.
Están también los egresados, respecto a los Hoy por hoy, los profesionales constituyen
que hay interés en mantenerlos vinculados a por regla general una masa pasiva, indiferen-
la Casa de Estudios. La composición actual te. ¿Qué los vincula a la Universidad? ¿Qué
de los consejos de Facultad responde a esta interés tienen en su progreso? ¿Por qué dar-
concepción de la existencia de tres fuerzas, les entonces representación en los Consejos
aunque da a dos de ellas –los egresados y los directivos?
profesores– una mayoría absoluta y reduce la Otra cuestión. Si a la Universidad se le con-
representación de los estudiantes a un solo cede la autonomía ¿no deberá haber entre sus
delegado. autoridades representantes del interés general,
Es posible tal vez que miradas las cosas de la sociedad o mejor dicho del Estado?
desde el punto de vista de la teoría, del ideal, Cuestión es ésta muy delicada que podría
si se quiere, la Universidad debería aparecer hasta tener la desagradable consecuencia de
como la conjunción de esas tres fuerzas. Pero hacer de la autonomía una farsa.
la realidad se nos aparece totalmente distinta. El Estado –ya se sabe– es en la realidad de
No es un misterio para nadie que la inmensa las cosas, el gobierno, el Poder Ejecutivo. Éste
mayoría de los estudiantes, una vez que aban- tendría una manera de ligar la Universidad a sus
donan las aulas se desinteresan totalmente de designios o detenerla en su acción, si pudiera
los problemas universitarios. Una de las cosas disponer siempre de un número determinado
que más nos ha chocado –¿por qué no confe- de votos en los Consejos Directivos. A la direc-
sarlo?– a nuestro regreso al país, ha sido ver ción de la Universidad no deben ir elementos
244 La Reforma Universitaria
extraños. Podría responderse que el escollo vemos por qué ese contralor habrá de ejercer-
quedaría salvado si la ley universitaria estable- se necesariamente por intermedio de repre-
ciera expresamente que esos “delegados de la sentantes en los Consejos directivos. En la ley
sociedad” tendrían que ser profesores. Pero de autonomía –repetimos– deberá fijarse un
francamente no vemos por qué el Estado debe- número estricto de principios a los cuales la
ría tener más confianza en la gestión de los que Universidad tendrá que ajustarse. Y el Estado
él nombrara que en la de aquellos que fueran dispone de recursos para evitar que ese míni-
directamente elegidos por sus colegas. mo de principios sea violado. El “contralor de
Y así llegamos al nudo de la cuestión. Porque, la sociedad” tendría así una manera efectiva
¿qué se persigue con la creación de esos “delega- de producirse.
dos de la sociedad”; ejercer un contralor general Hay quiénes creen que es una locura entre-
sobre la marcha de la Universidad o intervenir gar el gobierno de la Universidad, aun parcial-
directamente en el gobierno de ésta? mente, a los estudiantes. Según los que así opi-
Si se observan bien las cosas, se ve que no nan, éstos “deben ir a estudiar” y no a disputar
puede ser sino esta última la finalidad perse- por puestos de dirigentes, para los cuales les
guida. Y bien, en este caso la violación de la falta experiencia y ciencia. Hablar de democra-
autonomía es clara. cia universitaria es confundir lamentablemente
La autonomía es el gobierno de la Univer- las cosas. La Universidad no es, no puede ser,
sidad por la Universidad misma –dentro, por una democracia. La autoridad en el Claustro
supuesto, de las limitaciones generales y taxa- no puede surgir de “abajo”, debe ser impuesta
tivamente indicadas que fije la ley– y ese po- desde “arriba”.
der dejaría de existir o se vería desvirtuado, si Examinaremos estos argumentos.
entraran a participar en su ejercicio personajes
extraños, o si, perteneciendo, no emanara su
autoridad de éste. Los estudiantes y la Universidad
Pero –se dirá– ¿y el contralor de la sociedad Habían quedado con la palabra en nuestro úl-
cómo se ejerce? timo capítulo los opositores al aumento de la
Una cosa es contralor y otra es gobierno. El representación estudiantil en los Consejos. Es
primero lo juzgamos imprescindible; pero no una locura, nos decían, pretender que la Uni-
Carlos Quijano 245
versidad sea una democracia. El estudiante pero como se comprenderá, no se trata de ver
debe concurrir a ella a estudiar y no a pronun- si la Reforma resultará más o menos pesada
ciarse sobre los problemas pedagógicos, para para algunos, sino si resultará más beneficiosa
lo cual le falta ciencia y experiencia. La llama- o no para el mayor número.
da democracia universitaria sería en la práctica Hay que hacer del alumno dentro del claus-
el desorden, la anarquía. tro no un “repetidor” sino un “pensador”.
Bien; hemos dejado reposar unos días a Entre una Universidad que prepare adoce-
tan fogosos contradictores y hoy vamos a nados memoristas, conocedores de toda la
contestarles. ciencia del mundo, y otra que forme hombres
En realidad todo el problema gira alrededor capacitados para reflexionar y para compren-
del concepto que se tenga de las relaciones en- der por sí mismos, es la segunda la que reali-
tre el estudiante y la Universidad. za función más útil, la única que realiza tal vez
Los que se oponen a que el estudiante inter- función útil.
venga de una u otra manera en el gobierno uni- Nos permitimos creer que en esta oposición
versitario, hacen de él un ente “pasivo”, cuya de concepciones, latente o explícita, reside
única misión es recibir la enseñanza, sin dere- todo el “drama” de la Reforma Universitaria.
cho de crítica, de libre examen. Se va así a la Estarán contra la Reforma, aunque desde
Universidad dogmática. El profesor habla y el ahora se declaren muy partidarios de ella, los
alumno escucha y conviene. No hay duda de que que no comprendan que por encima de disposi-
esta Universidad es la Universidad ideal desde ciones estatutarias, por encima de las luchas en
el punto de vista del “orden”. Pero nadie dejará pro o en contra de exámenes, hay una cuestión
de reconocer que aplicando el mismo criterio, de transformación radical, sustancial, del con-
los cementerios resultan maravillosos. tenido universitario y en esa Universidad nue-
Defienden la participación dirigente de los va, dirigida por profesores y estudiantes, con
estudiantes, los que creen en cambio que la absoluta libertad de aprender, pero con severí-
Universidad, a semejanza de la escuela, se ha simas pruebas de contralor y con no menos se-
hecho para el alumno y no el alumno para la verísimos métodos de estudio e investigación,
Universidad. Es evidente que la tarea del profe- será donde reinará la verdadera disciplina, no
sor y de las autoridades resulta más compleja, la que puedan imponer por ukase las autorida-
246 La Reforma Universitaria
des, sino la que fluya del respeto que merezcan mo”. Mas entendemos que las ventajas son muy
la ciencia y la probidad del profesor. superiores a esos males. Tampoco se nos oculta
Se dirá, como decía el doctor Ramírez en el que en realidad este problema de la representa-
Senado, que es necesario obligar al alumno a ción estudiantil es, como todos los problemas
estudiar y que cuando así no ocurre las clases formales, menos importante que el problema
quedan desiertas. sustancial de la transformación de los fines y
Es un grave error, a nuestro entender. Es métodos de la Universidad, lo que equivale a de-
preferible que no salgan abogados –y nótese cir que los estudiantes no deberán olvidar nunca
que nos colocamos en el mejor terreno para la que si quieren participar en el gobierno de la Uni-
tesis contraria, porque cuando hablamos de la versidad, no es por la voluptuosidad del poder,
Universidad nos referimos a ésta como centro sino para contribuir a realizar aquella transfor-
de investigación y no, exclusivamente, como mación sustancial de la que antes hablamos.
escuela profesional– a que salgan malos. Y ma- Reducir la Reforma Universitaria a una cues-
los serían, sin duda, los que hubieran aprendido tión de cambio de autoridades, como ha habido
por imposición, y no por vocación. El estudian- tendencia a creerlo en ciertos países, nos pare-
te bueno, el que se siente con vocación por una ce una imperdonable falta. Sería tal vez el argu-
disciplina, ése estudiará con o sin imposición, y mento más eficaz que pudieran esgrimir contra
más en el segundo caso que en el primero. la reforma los partidarios de la situación actual.
Dos líneas finales. Cuando hablamos de los
estudiantes en los Consejos directivos de las
Facultades, no entendemos darle a aquellos Conclusiones
una mayoría decisiva. Los estudiantes deberán
disponer de una fuerza suficiente para que sus I
reclamos y sugestiones sean oídos, fuerza que Hay que comprender que la Reforma en la Fa-
deberá ser muy superior a la actual y que no cultad de Derecho podrá hacerse más o menos
nos parecería mal que se organizara sobre la con éxito, según sea la función que a ésta se
base de la representación por años. atribuya. En efecto, la Reforma en todos sus
No se nos ocultan tampoco los males posibles aspectos, el de forma y el de fondo, puede apli-
del régimen y en primer término el “electoralis- carse a todas las disciplinas que en la Facultad
Carlos Quijano 247
se enseñan; pero sin duda será más fecunda en sas de las que por ahora carecemos: una prepa-
aquellas que no son estrictamente jurídicas, en ración especial y tiempo.
las disciplinas tituladas ciencias sociales. No tenemos inconveniente en manifestar,
La Facultad se llama de Derecho y Ciencias sin embargo, que cada vez nos inclinamos más
Sociales; pero es todavía predominantemente al régimen de bachillerato intensivo sobre la
de Derecho. Ahora bien; es por el lado de las base de las humanidades, sin perjuicio de que
ciencias sociales por donde la Facultad puede a su lado se organice como en la ley francesa,
realizar su gran transformación. Reducida a con iguales sanciones, un bachillerato moder-
ser un centro de estudios jurídicos, exclusiva no a base de ciencias y lenguas vivas.
o principalmente, no hay esperanzas ni posi-
bilidad, cualquiera sea la reforma a que se la
someta, de que amplíe su acción. III
Es capítulo esencial pues de la Reforma, la Ex profeso, a lo largo de todos estos artícu1os
conversión de la Facultad de Derecho en un no hemos hecho ninguna referencia directa al
verdadero instituto de ciencias sociales. Este conflicto actual entre los estudiantes y autori-
deberá cumplir de una manera científica la fun- dades de la Facultad.
ción que ya las necesidades del país le han atri- Nos pareció útil separar la teoría de la ac-
buido a la Facultad, la función de escuela de ción, en este caso. Pero es innecesario señalar
ciencias políticas y económicas. que la identidad de fines nos ponía cerca de los
estudiantes.
La única fuerza colectiva –puesto que ha-
II blamos de fuerza colectiva no podemos tomar
No puede hablarse de reformas en una Facul- en consideración a las individualidades aisla-
tad sin tener en cuenta todo el problema de la das– que en este país trabaja por la Reforma
Reforma Universitaria. La reforma en Derecho Universitaria, es la constituida por los estu-
está estrictamente relacionada con la reforma diantes. Bien o mal, con yerros, con tropiezos,
en Secundaria, y de las dos es sin duda esta úl- con confusiones, sin plena conciencia de lo que
tima la más importante. Pero para hablar sobre buscan; todo lo que se quiera pero son los úni-
la enseñanza secundaria se necesitan dos co- cos que pelean. Y su rebeldía, su creciente “im-
248 La Reforma Universitaria
petuosidad”, el malestar que desde hace más peores de los que estamos pasando. Lo que
de diez años reina en los claustros, son detalles no se quiera dar buenamente se conquistará,
más que concluyentes de que las cosas no an- y con todo derecho, por las malas. Los hechos
dan bien en la Universidad. trabajan contra las autoridades. Los hechos y
Las autoridades podrán vanagloriarse de el tiempo, que no siempre, como en el prover-
quebrar una huelga, de quebrar dos, de quebrar bio italiano, es un gentilhombre que arregla
todas las que se produzcan, y felizmente no su- todas las cosas.
cede así; pero con eso nada se arregla porque Por lo pronto esta huelga, que ya lleva trazas
subsistiendo el mal, subsiste la causa de los de durar todo el año, será una demostración
conflictos, y la rebelión sofocada hoy reapare- concluyente de la perfecta inutilidad de la fa-
ce mañana. No hay posibilidad de trabajar con cultad actual de Derecho.
tranquilidad y dedicación en la Facultad mien- Sin asistir a ella, los estudiantes podrán
tras la Reforma no se ponga en marcha. hacer la experiencia de que les es igualmen-
No sabemos hasta dónde podrá llegar este te posible prepararse para los exámenes. La
“jueguito”; pero la pasividad, la atonía de las Facultad mostrará así al desnudo que en reali-
autoridades, que nada hacen y que detienen dad toda la vida ha sido una oficina de recibir
todo, prepara para nuestra Universidad días exámenes.
N. de E.: Extraído del libro de Gabriel del Mazo La Reforma Universitaria, editado en 3 tomos por la Universidad
Nacional de San Marcos (Lima, 1968).
Hacia la Universidad Nacional1
Germán Arciniegas
(Colombia, 1932)
sitaria que ha sido, el terna debe pasar a ser una la urgente necesidad de crear una ciencia propia,
cuestión nacional. Es una necedad considerar de echar los cimientos de una cultura. Al romper
otra vez una reforma apoyarse en la organiza- se, con la guerra de Independencia, la iniciativa
ción que existe, para buscarle una variante más de Mutis, de Moreno y Escandón, de Caldas y de
ventajosa o más científica, por medio de un Caballero y Góngora, y volverse a la rutina de
plan, aunque sea tan vasto como se le suponga. una educación literaria y metafísica, se cerraron
Reformar es darle forma nueva a una cosa: for- los horizontes a la esperanza de una ciencia co-
ma nueva, aspecto nuevo. Y el mal no es un mal lombiana. Se abandonó entonces el estudio na-
de forma: es mal que está en la esencia, en el tural del país: de su flora, de su fauna, de sus mi
destino último que se da a la enseñanza. nerales. Hasta los trabajadores en la ciencia del
Lo que se necesita es reorganizar, organizar idioma tuvieron que retirarse al amor de tierras
de nuevo, organizar sobre el plano de un espí- lejanas para adelantar sus investigaciones.
ritu diferente. Es preciso que el observador curioso de es-
La República necesita crear un Departamento tos fenómenos se detenga a considerar lo grave
en donde se estudien sus problemas inmediatos y que es para un pueblo surgir a la vida perdiendo
los temas esenciales que afectan su vida. Ese De- cien años, cien años que si se hubieran dedicado
partamento no puede ser otro sino la Universidad al estudio de la República misma, como ocurría
misma. Pero una Universidad destinada a ese fin, en los tiempos de Caldas, representarían hoy la
orientada en un sentido radicalmente nuevo. Así base más sólida de la nacionalidad colombiana.
el cambio del concepto universitario es absoluto.
Miradas desde este punto de vista, los, estudios/ Mal de Colombia y mal del mundo
las escuelas, los métodos de trabajo, la selección No se miren las consideraciones anteriores
de los objetos materia de investigación resultan como una censura singularmente dirigida con-
absurdos en la actualidad. tra la Universidad colombiana. El fenómeno es
Considerado el fracaso de la Universidad en universal y de él debe partirse para hacer la crí-
toda su significación, se observa que no solamen- tica universitaria. El profesor y el estudiante co
te ha expuesto a sus hijos a una quiebra profe- lombianos trabajan dentro de un sistema que no
sional cada vez que han entrado en contacto con puede dar más de lo que ha dado. Unos y otros
el manejo de la República, sino que ha faltado a son las víctimas de una institución equivocada
Germán Arciniegas 253
que se desvió hace más de un siglo del derrote- considerar el aporte de las antiguas Universida-
ro colombiano para adherirse al concepto ex- des en la solución de sus inquietudes presentes,
tranjero. El hecho es que nosotros giramos hoy y acuden a equipos de emergencia que toman a
alrededor de una universidad napoleónica. su cargo las responsabilidades, dejando en un
La prueba más definida, y más cercana para plano secundario a los elegidos de la inteligen-
nosotros, de este choque entre las necesidades cia, a los iniciados en las disciplinas del saber.
de la vida actual y la organización de todos los Así se abre una brecha para que los oportunis-
países se produce en las llamadas revoluciones tas y los audaces se constituyan en figuras provi-
universitarias de Hispano-América. La juventud denciales, y la política retroceda a esquemas pri-
de todas estas Repúblicas, que se ha visto urgida, mitivos. Alemania ha podido transformar la edu-
acosada por una serie creciente de problemas cación primaria dándole una movilidad viajera
que no puede resolver, se esfuerza por darle un que riega por toda la extensión de la República
sentido de cosa presente a los estudios, y acude, a los muchachos, poniéndolos en contacto con
en su precipitud justificada, a fórmulas de facto el panorama nacional. Pero esa voluntad revolu-
para lograr más pronto su objetivo. cionaria que ha podido realizar un programa se
Pero la verdad es que la des adaptación de mejante en la más vasta escala, no ha sido capaz
los estudios, de la Universidad, dentro de un de darle siquiera nueva forma a la Universidad,
mundo que se transforma a velocidades desco y ésta sigue desarrollándose dentro de moldes
nocidas en la Historia, es hoy motivo de pre- tradicionales, en donde no pueden vaciarse las
ocupaciones y de ensayos en todas las lati- angustias presentes Alexander y Parker definen
tudes. Hay escasez de obreros, de gerentes y la actitud de la Universidad alemana frente a la
de estadistas que puedan vencer con éxito las transformación operada en los grados inferiores
dificultades creadas por una industria nueva, de la enseñanza, con estas palabras:
una economía de asechanzas que difícilmente
logran precisar las pupilas expertas. Cuanto más elevadas son las instituciones en Ale-
En Europa, donde las Universidades consti- mania, más conservadores su criterio y mayor es
tuyen nudos de tradicionalismo que nadie logra su influencia en los asuntos escolares. Hasta las
desatar, el espectáculo tiene escenas dramáticas. mismas universidades se preocupan hoy como nun
Hay pueblos que renuncian anticipadamente a ca de las reformas de la escuela elemental, porque
254 La Reforma Universitaria
la escuela pública obligatoria y el ‘paso libre’ sig- española casi se reduce a exponer la dificultad
nifican la eventualidad de que los alumnos de las en que se hallan los constructores de la nueva
escuelas elementales se abran un día paso hasta República por la falta de un personal capaz de
el coto académico cerrado de la Universidad. Los llenar sus funciones profesionales; en las escue-
guardianes de sus normas de perfección están de-
las superiores hay la ausencia del sentido de las
masiado orgullosos de su gloriosa reputación es-
necesidades españolas. Rusia ha tenido que des-
colástica para correr el peligro de una invasión de
estudiantes que no hayan sido debidamente prepa- montar las universidades de su antiguo andamia-
rados en sus años de escuela elemental. La batalla je y darles una forma y destino totalmente opues-
sigue su curso, y está por verse si la popularización tos para ajustar los estudias al plan de recons-
de la escuela superior en Alemania tendrá como trucción nacional de los cinco años: el sistema
consecuencia un descenso de sus normas o un au- comprende una vinculación tan estrecha entre la
mento de las exigencias del programa de las escue- Universidad y el trabajo que todo descubrimien-
las elementales por iniciativa de los profesores de to o invención salida de los laboratorios tiene
las escuelas secundarias y de las Universidades. aplicación inmediata y general en todo el país, y
toda dificultad que se presente al campesino o al
En un pueblo que renuncia a sus instituciones trabajador industrial se lleva a las escuelas supe-
tradicionales y que busca una nueva manera de riores para que éstas estudien la solución.
gobierno, en una República recién formada bajo
el signo de la Revolución, esta resistencia de la Nacionalismo universitario
universidad constituye un tropiezo singularmen- El proceso de nacionalización de la Universidad
te grave. Como en el caso de Alemania, Rusia y puede considerarse como una cosa nueva den-
España, han confrontado situaciones semejan- tro de la ideología que ha presidido la organiza-
tes. La Universidad que no ha sabido constituir ción de los estudios superiores. En primer lugar,
dentro de su propio organismo una fuerza reno- la Universidad antigua, cuya tradición aún se
vadora que siga, cuando no encauce, la transfor- conserva viva en la Universidad europea, tuvo
mación del Estado, no tiene nada que ofrecer, una sola ciencia, universal e idéntica, que fue la
carece de obreros que colaboren dentro de las ciencia escolástica. Por otra parte; esa Universi
necesidades creadas por un cambio de cosas. El dad fue internacional por obra de las circunstan-
estudio de Ortega y Gasset sobre la universidad cias, y el hecho de haber sido en ella el profeso-
Germán Arciniegas 255
rado un cuerpo de hombres venidos de todos los nes que afectan vitalmente al país se estudia
puntos de Europa para enseñar a unos cuantos hoy dentro de la Universidad. Los unos opinan
millares de estudiantes vagabundos que corrían porque se enfoque como actividad principal de
de Bologna a París y de Salamanca a Heidelberg, la Universidad la colonización; otros, porque
imprimió a las escuelas cierta dirección univer- problemas como los del trigo, del café, el arroz
sal que todavía hoy las cohíbe para detenerse en o la minería; hay quienes juzgan que debe ser
la contemplación profunda de los problemas lo- la formación de profesionales que atiendan a
cales que en torno a ellas se suscitan. las necesidades colombianas desde una serie
Pero ese freno con que la tradición trata de de- de carreras organizadas en concordancia con
tener el movimiento nacionalista de las Univer- los temas - en que se descompone la econo-
sidades debe despreciarse ante la consideración mía nacional; afirman otros que una escuela de
de las urgencias materiales y morales en que agricultura debería ser el eje de la Universidad
cada país solicita la cooperación de su juventud. colombiana. Pero lo que nadie ha señalado, en-
Si, dejando de lado los conceptos que tradi- tre las personas consultadas, como centro de
cionalmente han estorbado el análisis desapa- interés, es el derecho romano, o la mecánica
sionado del problema, el hombre de estudio se racional, a cuyo estudio se dedica hoy buena
pregunta: ¿a qué debe destinarse la Universi- parte de la actividad universitaria. Si el proble-
dad colombiana?, resolverá de cualquier modo ma nuestro es un problema agrario y agrícola,
la cuestión, pero en ningún caso su respuesta ocurre que la Universidad no ha incluido den-
estará de acuerdo con los centros de interés a tro de sus estudios esa cuestión: de una manera
que se refiere 1a Universidad que hoy existe. absoluta, en bloque, la ha desconocido. Si es un
Por vía de ensayo, y penetrando en zonas muy problema de educación, ocurre que también se
diversas de la intelectualidad colombiana, hice carece de una facultad que lo estudie. Si es un
el experimento de formular esa pregunta, que problema de colonización, tampoco se ve por
en el fondo ha sido la base de este proyecto, parte alguna que se haya atendido a tal asunto.
a un grupo de conciudadanos que juzgué ca- Todos los temas de alguna importancia en la
pacitados para contestarla. Y puedo afirmar vida nacional: la política de los impuestos, la
que de las respuestas que he recibido se saca cuestión aduanera, la reforma bancaria, la for
la conclusión de que ninguna de las cuestio- mación de los presupuestos, la organización de
256 La Reforma Universitaria
la higiene pública, el estudio de las enferme- Y es la verdad. El punto de partida para ser pro-
dades tropicales, el manejo industrial, todo ha fundo es limitarse. Nosotros hemos mariposeado
quedado fuera del radio de comprensión de la por todos los vergeles de la cultura universal, y
Universidad. Sin contar con que la formación hemos sido fugaces en nuestra tierra: hemos vi-
de nuestro espíritu, el estudio de la historia y vido en fuga espiritual: hemos eludido nuestro
del arte nacionales, de la literatura y de los ofi- signo: y cada aventura hacia afuera ha sido casi
cios, se ha dejado al azar de los intereses extra- siempre una negación de nuestro destino.
ños o de las fuerzas vírgenes que juegan sobre Construir una nacionalidad es obra larga y
el destino de nuestra democracia. paciente. A nosotros no puede negársenos pa-
Estas consideraciones, que concurren todas tria, pero carecemos de nacionalidad. Somos
a afirmar el criterio de nacionalismo universi- una monada en el concierto de las naciones.
tario, prueban al propio tiempo que no hay ti Y así debe ser. Porque son las grandes obras
po de Universidad en el mundo que podamos colectivas las que acreditan el nombre de una
copiar. La Universidad empieza a definirse hoy República y nosotros sólo podemos ofrecer
como la síntesis de cada pueblo, como en el ejemplos aislados y desolados de sacrificios in-
instituto en donde con fidelidad más exquisita dividuales. Por eso es preciso darle a la Univer-
se reflejan susmodalidades interiores, sus am- sidad el sentido y carácter de una corporación
biciones y su fe. Al meditar en el planeamiento en donde se trabaje durante los trescientos se-
de una Universidad nueva, se advierte, desde senta y cinco días del año por los jóvenes y los
luego, lo lejos que estarían de colmar nuestras viejos, sobre el mismo asunto, sobre la misma
ambiciones los modelos de Europa o Nortemé- patria, dentro del mismo anhelo.
rica. Nosotros no debemos partir sino de un he- La necesidad de ofrecer al mundo una afir-
cho único, real, concreto, y este hecho es Co- mación cualquiera ha sido preocupación fre-
lombia. Hay que estudiar el país, tratar de com- cuente, de nuestras juventudes de los últimos
prenderlo y de organizar las juventudes para tiempos.
que lo trabajen inteligente y científicamente. Pero afirmar por afirmar es un juego mental
Se dirá que esta es una limitación al pensamien- que no convence a nadie.
to, impropia de una institución libre y liberal. Se Nosotros podemos afirmar únicamente nues-
dirá que así va a estrecharse el de las juventudes. tro anhelo de reforma, nuestra fe, si mucho; Y
Germán Arciniegas 257
trabajo. En todo caso la ausencia de un criterio el documento sin considerarlo, y se limitó a su-
nivelador y justiciero será la misma. brayar con unos cuantos sarcasmos la opinión
En los Estados Unidos no sólo existe esa si- de que los profesores de economía política de-
tuación plutocrática, sino que se agrava de una berían permanecer silenciosos en sus gabinetes
parte con el ritmo acelerado del país que empu- sin afanarse por los negocios del Estado, cuyo
ja precipitadamente a las juventudes por el ca- estudio correspondía de manera exclusiva y ex-
mino de una especialización afanosa en donde cluyente a los políticos del Congreso.
rápidamente se recortan los horizontes y sólo se En los países latinos se ha conservado un
deja al individuo la perspectiva de un trabajo, y derecho de matrícula tan bajo que puede decir-
de otra parte con el sistema de legados a las Uni- se que la Universidad está abierta para todo el
versidades por los magnates de la industria, que mundo. En Bélgica paga un estudiante de me-
hace que cada vez tengan éstos mayor influencia dicina 1.500 francos por año. En Francia unos
sobre la distribución de los estudios, contagia- 1.200. Pero donde se ha llegado a un sistema
dos de su visión ceñidamente comercial. más admirable, desde este punto de vista, es
De esta manera la Universidad norteameri- en los países escandinavos, y, singularmente,
cana ha venido a quedar subordinada a fuerzas en Dinamarca. En Dinamarca el estudiante no
inferiores, y es en esa condición de subordinada paga sino el examen, que puede solicitar cual-
como han querido verla y conservarla quienes quier día. Además, hay un extenso sistema de
dominan la vida política del país. El caso culmi- becas, de manera que todo estudiante de pro-
nante de esta situación ocurrió cuando el Sena- bada capacidad y de escasos recursos puede
do americano entró a discutir las nuevas tarifas asegurar por este medio la conclusión de sus
aduaneras, tarifas que, en opinión de la Univer- estudios. Pero como si esto fuera poco, existe
sidad, precipitarían la crisis que ahora vivimos. un sistema de crédito abierto para todo estu-
Entonces se reunieron los más célebres profeso- diante universitario, por medio del cual, bajo
res de economía de todas las escuelas norteame- la garantía de su honor, se le presta la suma
ricanas y prepararon un manifiesto que puede necesaria para que viva durante los años de
considerarse como el papel político más intere- estudio, a un interés del 3 por ciento anual,
sante que hayan producido los intelectuales del suma que debe reintegrar con las primeras ga-
Norte en los últimos años. El Congreso recibió nancias de su carrera.
Germán Arciniegas 259
to de ley, no viene sin embargo, a llenar un sim- todos los instantes de la vida escolar pueda ac-
ple papel de mediación, de algodón entre dos tuar con más experiencia que los jóvenes, y con
vidrios. Los antiguos alumnos son un elemento menos pereza mental que los viejos.
activo de primer orden y calificado para intro-
ducir reformas que la juventud no alcanza a do- El estudiante y el gobierno
minar y que el profesorado no ve por la misma de la universidad
rutina de sus labores, que limitan naturalmente Se ha discutido mucho la participación del
su horizonte intelectual. estudiante en diversos aspectos de la vida en
Es al abandonar las aulas cuando el estudian- América, y su reclamo de intervenir en el go-
te, puesto en contacto definitivo con la realidad, bierno de la Universidad.
aprecia las deficiencias de su formación profe- Conviene en primer término saber que el es-
sional y mira desde un ángulo certero vacíos tudiante no es un personaje pasivo y anónimo
que son imposibles de advertir desde la escuela. de otras latitudes. Si en la América española es
Con un pleno conocimiento de la materia pode- más visible su papel, ello se debe, entre otras
mos hablar hoy quienes durante todo el curso circunstancias afortunadas, a la ya dicha de que
de nuestra vida estudiantil en la Universidad entre nosotros las Universidades siguen ocupan-
luchamos por reformarla, adquirimos en esa do un primer término en el funcionamiento de
lucha cierto prestigio de conductores, tuvimos, la República, y no son organismos secundarios
muchas veces en nuestras manes la posibilidad que se pierdan bajo el empuje de otros intereses
de introducir cambios en la estructura de las preponderantes. Pero en todos los países el es-
escuelas; pero no logramos concretar nuestras tudiante, como fuerza revolucionaria, ha sido un
aspiraciones en puntos fundamentales. Esta personaje conocido, y no ha habido movimien-
declaración, que no sería honrado callar, no de- to espiritual y político de alguna significación al
muestra que las juventudes carecieran entonces cual no se encuentre vinculado.
de fundamentos para proclamar la urgencia de
una reforma, pues a la vista están los fracasos El movimiento argentino
de la Universidad exhibiendo la pobreza de su La participación de los estudiantes en el go-
contenido, pero sí aclara la necesidad de darle bierno de la Universidad hispanoamericana
cabida a un elemento más capacitado, que en forma capítulo aparte en un movimiento que la
Germán Arciniegas 263
crónica de los sucesos se encargó de calificar un corruptor del carácter, pues despertó ambicio-
como la Revolución Universitaria. El centro de nes y luchas por puestos dirigentes, que hizo de
esta agitación puede localizarse en la Repúbli- las Facultades centros de agitaciones electorales
ca Argentina, en donde surgió como una conse- y no casas de estudios, que relajó la disciplina y
cuencia de la huelga ocurrida en la Universidad minó la autoridad, que rebajó el nivel intelectual,
y que serpiente que se muerde la cola, ha sido el
de Córdoba en 1918.
factor decisivo de su autodestrucción, producida
El movimiento argentino ha sido amplia- mediante la contrarreforma de nuestros días.
mente revaluado en los últimos años, en que se
ha operado una especie de reacción contra los La pintura que hace el profesor Colmo, quien,
postulados y conquistas de 1918. Como ejem- por otra parte, es una de las figuras más respe-
plo típico de las censuras que se hacen en este tables de la intelectualidad argentina, no pue-
sentido puede tomarse el siguiente párrafo del de ser más lamentable y sobre este pregonado
profesor Alfredo Colmo: fracaso de la reforma argentina edifican ahora
sus críticas quienes no aceptan la intervención
No creo, desde luego, que lo que se diera en lla-
mar la Reforma Universitaria entre nosotros, esto
estudiantil en el gobierno de la Universidad.
es, la intervención de los estudiantes en el gobier- La posición del profesor Colmo es exagera-
no de la institución, pueda merecer plácemes. Lo da. Quien lea las descripciones de la Univer-
justificarían estas tres circunstancias: Primera. La sidad argentina correspondientes al periodo
Reforma implantada en 1918 comprendía varias anterior a la revolución, encontrará que la Uni-
cosas cabalmente universitarias, como la enseñan versidad no era eso, sino algo peor. La burocra-
za activa y práctica, la obligación del seminario, la cia, el parasitismo, la falta de curiosidad cientí-
periodicidad de los consejos directivos, etc., y en fica, la carencia absoluta de inteligencia entre
realidad se redujo a esa intervención estudiantil estudiantes y profesores hicieron tan patente
que efectivamente poco tenía que ver con el régi-
la necesidad de la Reforma entonces, que la
men educadlor; Segunda. No hay país del mundo,
exceptuando algunos del continente, que nos haya
Argentina en bloque se colocó de parte de los
imitado, que admita ni conozca ese gobierno de la reformadores. ¿Lograron éstos sus propósitos?
inexperiencia y el impulsivismo; Tercera. Jamás Ciertamente que no. Y no por lo que conquis
la Universidad nuestra ha sido más convulsiona- taron, sino por lo que dejaron de alcanzar: por-
da que durante dicho régimen, que se resolvió en que no estaban técnicamente preparados para
264 La Reforma Universitaria
la Reforma; porque faltó ese tercer elemento Education, 1932) dice con grande autoridad: “La
en donde se perfeccionan las aspiraciones y se Reforma ha traído ciertos abusos, pero también
equilibran las fuerzas en pugna, el tercer ele- ha rejuvenecido la vida universitaria”.
mento a que aludimos en los primeros apartes Y esto es lo que generalmente desprecia la
de este capítulo: los antiguos alumnos. crítica: el rejuvenecimiento de la Universi-
La Reforma Universitaria, tal como la expu- dad. Porque la juventud parece desordenada,
sieron los mentores del movimiento: Julio Gon- porque implantar un orden nuevo, parece que
zález, Ripa Alberdi, etc., no queda lmiitada en no es orden, rompe el orden acostumbrado,
los tres postulados del profesor Colmo; esa Re- rompe el ritmo en que se criaron las ideas de
forma tenía un contenido espiritual que no po- la burguesía intelectual. Pero,el observador
día confiarse al viejo profesorado argentino. En desinteresado de la vida contemporánea lo pri-
realidad es una utopía y un candor pensar en mero que advierte es que los pueblos que no
que un sentido nuevo de la Universidad puedan saben ponerse al día, que no tienen elasticidad
imprimirlo quienes tradicionalmente han repre- suficiente para adaptarse con ventaja dentro de
sentado la fuerza de resistencia de ese nuevo condiciones económicas que cambian sin repo-
sentido. El deseo, el anhelo de llevar elementos so, se ven envueltos en las mayores dificulta-
jóvenes a las directivas no obedece a un vano des. El ansia de de actualizar las cosas, que es
ahínco por colocarse a la altura de quienes han un sentimiento peculiar de la juventud, tiene su
puesto sobre sus diplomas el tono exquisito y aplicación en nuestro tiempo, y su campo de
envidiable de las cosas viejas: se trata de otra acción dentro de la Universidad.
cosa, de asegurar el triunfo de nuevos ideales,
de resolver conflictos del espíritu que hoy no El movimiento estudiantil
puede nadie desconocer. en Colombia
0Los observadores imparciales del movi- Dentro del panorama colombiano la juventud
miento argentino, aceptando que en las Univer- que en los últimos años ha conquistado un
sidades de esa República hay algo dañado con poder social muy visible, no ha obtenido por
vienen en que la revolución dé Córdoba produjo asalto esta ventaja, sino mediante un largo pro-
buenos resultados. Maurice King, en el estudio ceso meritorio en donde si algo puede y debe
que hace sobre la materia (The Year Book of admitirse es su equilibrio y prudencia para lo-
Germán Arciniegas 265
grar el triunfo de sus aspiraciones sin que se falta de criterio en la República. Familiarizan-
produzca una perturbación inconveniente. do al universitario con el gobierno de la es-
El estudiante colombiano es dueño de cuela, poniéndolo a tomar decisiones cuyas
una historia extraordinaria a la cual debe la consecuencias gravitarán sobre él mismo, en-
República lo mejor de su espíritu. Si hoy se frentándolo a las dificultades propias de toda
le incorpora en las directivas universitarias, organización, es como se lo capacita para la
dentro de un plan inteligente y ordenado, no vida ciudadana, para su futuro papel en la
se hará sino aprovechar la oportunidad de sus vida pública.
buenas disposiciones en favor de los estudios El hecho de que la Universidad tenga que
y echar sobre sus hombros una nueva respon- atender al equilibrio de un presupuesto de
sabilidad que le haga más consciente de sus alguna entidad, balancear los gastos sin de-
deberes ciudadanos. tener el impulso de las escuelas y afrontar
El error de criterio más sensible en los edu- todos los problemas internos por sí sola, sin
cadores colombianos, posible reflejo quizás de colgarse del Estado como un menor, es asun-
un error muy latino, consiste en echar a la vida to fundamental que no suele tomarse en cuen-
menores de edad. En ninguna de las zonas de ta en Colombia. La idea de que al muchacho
la educación se trata de establecer la iniciación debe guiársele hasta última hora, de que nun-
necesaria para que el choque con la realidad no ca es lo suficientemente capaz para resolver,
produzca perturbaciones y desastres que ani- para ejecutar, forma los caracteres dudosos,
quilan al individuo, representan pérdidas en la inciertos que se disuelven a la hora de tomar
economía social y someten a trastornos múlti- una decisión.
ples el sistema psíquico de la juventud. Hasta en este campo la Universidad ha esta-
La iniciación en la responsabilidad ha de em- blecido un divorcio con la realidad, divorcio que
pezar en la escuela. debe cancelarse de plano, devolviéndole a la es-
Echar a la vida menores de edad en mate- cuela su valor educativo y acentuando su impor-
ria de responsabilidades es una imperdonable tancia en la formación del carácter nacional.
N. de E.: Extraído del libro de Gabriel del Mazo La Reforma Universitaria, editado en 3 tomos por la Universidad
Nacional de San Marcos (Lima, 1968).
La Reforma Universitaria
en Guatemala
mos nuestro hogar carolino: hermandad armo- Luego, fueron poco a poco identificándose con
niosa, solidaria, libre y democrática. De tal prin- la esencia y fines de la Universidad, adquirieron
cipio, conquista de nuestra autonomía, surge el fuerte responsabilidad, y no prestándose jamás
cogobierno. Ha sido impugnado por muchos pro- a juegos de ninguna especie, ni políticos par-
fesionales, que como una gran mayoría de toda tidaristas, ni ciegos y caprichosos de la masa
la América, no entienden la Universidad (con- estudiantil, han sido y son en la actualidad fac-
secuencia de la educación recibida), ignoran la tores de ponderado juicio, de avanzado pensa-
historia, y extranjerizados al contacto de los ve- miento, de comunión democrática. El ejercicio
cinos del Norte, no han meditado en los procesos de estos derechos y deberes de estudiante evita
sociales formativos de las Universidades. El co- conflictos, pues conociendo los problemas no
gobierno estudiantil no es demagogia ni produc- puede exigirse soluciones violentas. La comu-
to revolucionario, aunque puede volverse así por nidad de responsabilidades en el gobierno, así
abuso, es antiquísimo y le dio toda su prestancia lo testimonia nuestra experiencia, ha servido
a Bolonia. Existía en la época colonial y la Refor- para destruir dictaduras o adulaciones mu-
ma de Córdoba en 1918 no fue revolución, sino tuas, y son tan buenos los resultados de este
restauración de vieja modalidad. cogobiemo, que ¡oh, asombro para muchos!,
La participación de los graduados en el go- la Universidad de Michigan está ensayando la
bierno universitario no existe en gran número participación de los alumnos en el gobierno,
de universidades latinoamericanas, y Guatema- en la calificación de profesores, con resultados
la representa en esto seguro progreso, ya que reveladores. Y eso, que la Universidad Norte-
el graduado, no docente, es expresión social americana arranca de otras raíces históricas,
y factor de enlace con el pueblo. Fiel a nues- es fundamentalmente privada, y se gobierna
tro plan analicemos nuestra experiencia, que por sistemas diversos a los nuestros.
ha dado sólo buenos frutos, la autonomía y la La participación de los graduados, conse-
primera ley orgánica dieron el cogobierno. Los cuencia de la colegiación profesional obligato-
colaboradores estudiantiles de nuestro primer ria, es también importantísima, no sólo porque
consejo tuvieron el único defecto de abusar del se busca con ella la integridad y armonía de la
uso de la palabra, cosa naturalísima en quien república universitaria, sino porque vincula en
ejercita por primera vez cargo de importancia. forma perdurable al delegado con la vida autén-
Carlos Martínez Durán 269
tica de la Universidad, suavizando relaciones mal está en los métodos y sistemas docentes,
ásperas, morigerando posiciones trasnochadas y el remedio está en la reforma substantiva de
de mando. Así también se olvida “el separatis- la educación, más allá de las puertas universi-
mo suicida de los reinos feudales que son al- tarias, y en acercar y mejorar las relaciones de
gunas escuelas facultativas”, y se contribuye a trabajo entre profesores y estudiantes. No se
mantener indestructible la unidad universita- trata de oponer clases, sino de hermanar es-
ria. Sea favorable el futuro para este principio píritus, de trabajar al mismo ritmo, por bienes
fundamental de la reforma universitaria, que culturales superiores. De no hacer predomi-
tan buenos frutos ha dado entre nosotros. nar la instrucción sobre la educación. Porque
la educación es un fenómeno histórico-social,
tendiente a la formación de la personalidad en
Educación formativa función ciudadana, al desarrollo del espíritu en
e informativa. Docencia función de las más altas aspiraciones humanas.
La Universidad no puede ni debe conformarse
En el inicio de nuestra vida autónoma se qui- con sus propias reformas, válidas sólo para
so resolver el problema de la reforma univer- los de arriba, debe contribuir a reformar toda
sitaria, centrándola en los profesores. Había la educación en sus tres ciclos, y sólo así se
que sacar a los malos, y se fue a la obra por el pondrá al servicio de su pueblo, y será entraña
sistema de tachas. A esto repusieron los pro- viva de la nación. Tal en forma brevísima los
fesores en idéntica forma: hay que acabar con postulados. ¿Qué hemos hecho en este campo?
el mal estudiante para mejorar la Universidad. Poco. Y por ello los frutos no son todavía bien
Y ambos grupos estaban totalmente equivoca- visibles. Poco también, porque en esta reforma
dos, pues planteaban el problema como lucha hay que acabar con muchos vicios e intereses.
de clases, en forma parcial, resucitando aquel Y luchar contra todo género de adversarios. De
viejo sistema por el cual la Universidad, gobier- adentro y de afuera de la Universidad.
no de profesores, es el opresor, y el estudiante, Eliminados por los estudiantes, muchos
siervo humilde, es el oprimido. No habría reme- profesores iniciaron el desfile hacia sus activi-
dio, ni nada se conseguiría, aun sacando a todos dades exclusivamente profesionistas, y quizás
los malos, profesores y estudiantes. Porque el en ello encontraron su verdadera vocación. Al
270 La Reforma Universitaria
darnos estatutos y cumplir con la ley orgánica Lo logrado esencialmente: flexibilidad en las
que nos rige, fueron eliminados todos los pro- estructuras docentes, disminución y supresión
fesores, para abrir los concursos de oposición, de las clases magistrales, y por consiguiente,
mediante especiales reglamentos. Sabíamos participación del alumno en la docencia, a
de antemano los inconvenientes, pero no ha- base de diálogo, de comunión espiritual y de
bía otro camino, pues nos faltaba escuela de múltiples y cotidianos trabajos. Supresión de
docencia y escalafón profesoral por rigurosos los exámenes finales como pruebas omnide-
méritos. Sin embargo, mucho se logró. La li- cisivas, y verificación de pruebas constantes
mitación de cátedra a cinco años de servicio, escritas, en trabajos prácticos, en investiga-
evitaba aquel sistema de profesor vitalicio, que ciones de Seminario. Supresión de la enseñan-
durante una larga vida tenía la libertad de no za tendiente a la especialización infecunda y
enseñar nada y de consagrarse a una rutina, deformadora, y orientación formativa para la
ignorando lo que es Universidad. La limitación personalidad, en función social.
de tiempo estimula a los maduros y viejos, abre
la competencia para los jóvenes y más aun,
cuando convencidos de nuestro error, pedimos Universidad versus escuela
la reforma estatutaria quitando los requisitos politécnica: técnica y cultura.
de tiempo de graduación para los catedráticos, Función de la Facultad
pues ello era fatal para ciertas vocaciones, que de Humanidades
se perdían en la espera.
Pero lo esencial está dicho en las resolucio- Si por algo se ha caracterizado mi rectorado, es
nes del Congreso de Universidades Centroame- por el esfuerzo y la insistencia, a veces tal vez
ricano y del Latinoamericano de las mismas desesperante, para que predomine la cultura so-
instituciones, compromisos ineludibles para bre la técnica, el espíritu sobre el materialismo,
Guatemala. Compromisos respetados y en par- la formación humanística del hombre sobre la
te realizados en algunas de nuestras escuelas meramente profesional, y por consiguiente, he
facultativas que ya cosechan los frutos. En vía ofrecido apoyo predilecto a la joven Facultad
de inminente realización en otras que se esta- de Humanidades, cuya función integradora del
ban quedando a la zaga. Alma Máter sólo puede escapar a los ciegos y
Carlos Martínez Durán 271
iguales, y allí se educaron nuestros maestros y servirán de nada si se descuida el desarrollo es-
muchas generaciones, que por ello siguen im- tético y moral de los estudiantes. Sólo un cono-
permeables a toda reforma. cimiento del hombre, de las humanidades, podrá
Buen cuidado tuvo la policía política en frag- en el futuro del mundo salvar la civilización. Mac
mentar la Universidad de Guatemala, burocrati- Murray, profesor de la Universidad de Edimbur-
zándola, dejándola sin alma, separando las tres go, afirma que la obsesión de lo tecnológico es
o cuatro escuelas que existían, y armando con la crisis misma de la cultura contemporánea, y
fines aviesos, rivalidades tontas y parcelamien- apunta con singular acierto los valores humanís-
tos gremiales. Las viejas Facultades de Artes o ticos en la educación universitaria, exactamente
Humanidades fueron suprimidas, rebajadas, por como nosotros lo pedimos. “Si cada materia es
considerarlas inútiles y hasta peligrosas, y ni si- enseñada en su relación con el saber en su con-
quiera la ciencia se estudió o se creó, porque en junto, sirve de transmisión a la inteligencia de los
Francia pudo la ciencia refugiarse en academias valores de la cultura”. Es así cómo interpretamos
y otros centros, pero en Guatemala no tuvo a la función de las humanidades y el mínimo de es-
donde huir. Pero volvió la historia a devolver- tudios en las escuelas profesionales.
nos lo perdido, y con ello el sentido de dignidad Stoddard, el gran rector de la Universidad de
humana: renació la Facultad de Humanidades, Illinois (fijaos bien que escojo valores sajones),
y por ende fuimos verdadera Universidad. No dice admirablemente: “queréis masacrar a vues-
podremos volver atrás, a los fines del siglo XIX, tros enemigos, rápidamente, y en gran número, la
desarticulando nuestra Casa de Estudios. tecnología os ayudará inmediatamente. La cien-
Estudiantes de humanidades, estudiantes to- cia pura es estrictamente amoral. Nos conduce al
dos, mantened esa fuente de cultura. Con razón precipicio; al incendio que no puede contenerse.
se ha dicho en todos los tonos en 1948, en Utre- Sólo la cultura puede defendernos y superponerse
cht, en congreso mundial universitario, estas a los progresos científicos. Las humanidades ago-
palabras que os dejo como símbolo y fe. nizan porque se tiene miedo de su poder”. No les
Mantenedlas vivas, como alto estandarte, y si tengamos nosotros miedo. Al contrario, amémos-
no, Dios y la patria os lo demandarán algún día. las, pues nos devolverán paz y prosperidad.
Ifor Evans, rector de la Universidad de Gales, No ha mucho, escuché en Guatemala, con
afirma que los estudios científicos y técnicos no variada insistencia: que la medida de la cultura
Carlos Martínez Durán 273
de una nación la dan los técnicos, y que hay que idealismos. Quiero cerrar este capítulo para mí
seguir el ejemplo de la técnica norteamericana queridísimo, con algunos conceptos sobre el
para engrandecernos. Quienes así hablan son hombre, ya que no puedo resistir a la tentación
precisamente producto de nuestras escuelas de decir por última vez, desde el rectorado, lo
profesionales, vacías de alma, ajenas al espíri- que es pasión en mi vida.
tu. Sin éste no será nunca humana la profesión. Mi prolongado contacto, desde la cátedra y
Las ciencias dan civilización, sólo las humani- la amistad, con los estudiantes de ciencias bio-
dades cultura. La sola técnica, por científica lógicas, de ciencias de la naturaleza, me ha co-
que sea, oculta en su interior pobreza, o como locado en la condición de observar el concepto
muy bien dice Del Mazo, raquitismo por desnu- que se van forjando del hombre; como suma de
trición. Quienes así han hablado públicamen- estructuras, complejo armónico de funciones,
te no sabrán que en las grandes universidades y producto nada más de metabolismos físico-
norteamericanas se están rebelando hace tiem- químicos. Hombre cuya vida no va más allá de
po contra el especialismo y la técnica. Contra los límites del vivir biológico, o cuando más del
la educación jeffersoniana. Es en Chicago y vivir instintivo, y del vivir freudiano. Por ello he
en Harvard donde se llega a llamar criminales sentido hondamente la falta de humanismo en
a los técnicos, a esos seres que modelaron al esas vidas, que van a ser la promesa de la pa-
hombre medio norteamericano en la mayor y tria y los directivos del pensamiento. Hay que
más grande vulgaridad. Los que así hablan qui- infundirles otro concepto del hombre, y puede
zás no han tenido tiempo para leer y meditar la ser que nuestros esfuerzos fracasen. Tal vez
Carta de las Universidades Latinoamericanas, nuestro error está en querer educar a los uni-
obra de compañero universitario, donde se exi- versitarios ya mal informados y formados.
ge que la técnica se ponga al servicio del espíri- Por estas razones, urge la educación desde
tu, redentor de lo profesional y utilitario. primarias y secundarias, y la Universidad para
Cuánto provecho sacarían nuestros ufanos y acercarse al pueblo, y ofrecerle los beneficios de
poderosos técnicos al conocer que “la ciencia la ciencia y cultura, debe contar con elementos
busca un nuevo humanismo. Que por doquiera idóneos y no con seres tipificados, intransfor-
surge el peligro destructor de la ciencia si no mables. Se nos acusa de no interesarnos por el
se atempera con nobles propósitos y grandes pueblo, de no participar en los grandes proble-
274 La Reforma Universitaria
mas de la Nación, y de permanecer como casta mismo. Y por lo tanto no queda otro camino,
de privilegio, en aislamiento reaccionario. Para que el de buscar otros valores que salven al
efectuar precisamente la gran renovación, la hombre, pues los biológicos lo condenan, y lo
gran reforma universitaria, tenemos que contar apartan de su superioridad en la naturaleza.
con esos hombres humanizados, integración Salgamos del mundo natural y fieles a Seheler,
de “ciencia, arte y humanidad”, comprensivos situemos al hombre en el camino del espíritu,
y tolerantes, y por más que los buscamos, no en lo metafísico. Volvamos al hombre “asce-
encontramos sino pocos. Sólo con ese capital ta de la vida”, en protesta a la realidad y en
humano que no puede producirse más que a plena libertad frente a la naturaleza. “Ser de
largo plazo, es posible realizar la obra magna. lejanía” imperfecto, en camino de encontrarse
Y junto al capital humano debe estar el presu- a sí mismo, es decir, por la cultura. “Cultura
puesto adecuado. Tal nuestra respuesta, a los es humanización, es el proceso que nos hace
que critican la obra, desde cómodo sillón de hombres”, “Cultura es lo que queda, cuando
biblioteca, o desde el tec1eteo irresponsable no queda nada”.
de una máquina de escribir. Estos hechos son He aquí nuestro pensamiento rector. Quede
prueba irrefutable de la necesidad de continui- constancia de la función de las humanidades.
dad en las labores universitarias. Quede constancia de lo que aspiramos por la
No podemos plantearnos el problema del vía de la cultura. Con toda claridad hemos ex-
hombre en sentido biológico, porque saldre- puesto lo que pedimos para el hombre, fuerza
mos derrotados con la triste verdad de la de espíritu. Conocemos el destino de esta Uni-
ciencia. Bolk nos hizo saber que el hombre es versidad, muy poco tal vez logramos en este
de carácter fetal, especie retardaria, rebelde campo. Nos salva nuestra aspiración para me-
a la evolución, y no hay mamífero que tenga jorar. “No por el que hayamos sido, sino por
como él un retraso tan grande para crecer y lo que queremos ser, nos salvaremos o perde-
ser adulto. Ya Lessing había dicho que el hom- remos”. Unamuno nos está señalando la ruta.
bre es un ser que se desgarra, y se aniquila a sí Con él nos quedamos.
N. de E.: Extraído del libro de Gabriel del Mazo La Reforma Universitaria, editado en 3 tomos por la Universidad
Nacional de San Marcos (Lima, 1968).
El homenaje de la continuidad
(En el cuarenta aniversario
de la Reforma Universitaria)
Juan Marinello
(Cuba, 1958)
dominio que brinda oportunidad de trabajo en los cuadros técnicos de las corporacio-
y bienestar personal al abogado, al médico nes imperialistas. El costo de los estudios es
y al ingeniero. Esta realidad nos dice que no muy elevado. En sus filas no aparecen jóve-
puede intentarse una válida reforma univer- nes negros, no obstante integrar más de una
sitaria si no se orienta en la conciencia de tercera parte del estudiantado nacional.
que hay que enfrentarse a una fortaleza de- No se trata de atacar la creencia religiosa
fendida por viejas y nuevas murallas y que sino de impedir su utilización reaccionaria.
acumula de continuo pertrechos cuantiosos. La vigilancia y la actividad en este campo
Ello debe advertirnos de la necesidad de una han de ser infatigables.
lucha planeada con mucha claridad sobre 4) Importa mucho precisar el rol exacto de la
la naturaleza del enemigo y realizada con la universidad en el medio hispanoamericano.
intervención de todos los grupos democrá- No porque seamos conscientes de que las
ticos y progresistas de la nación. Si la trans- transformaciones fundamentales han de ve-
formación de la universidad no se entiende nir de la revolución antiimperialista encabe-
hoy como una obra política, popular y nacio- zada por la clase obrera, ha de subestimarse
nal, no se alcanzarán los frutos apetecidos. el papel de la educación superior. Tal revolu-
3) Aunque en las universidades oficiales se aga- ción es por esencia un movimiento nacional y
zapan, por las razones apuntadas, fuertes in- en él deben tomar parte todos los organismos
gredientes reaccionarios, tales documentos asentados en la nación. Es tan erróneo ima-
encuentran en las universidades privadas ginar que la dirección revolucionaria cabe a
más libertad de movimiento y acción. Mu- la Universidad como sostener que no es útil
chas universidades religiosas de las esta- conquistarla para la común obra libertadora.
blecidas recientemente en la América His- 5) La Reforma proclamó que “hay que llevar la
pánica no ocultan su condición de centros universidad al pueblo”. La consigna es justa;
selectos, “distinguidos”, encargados de for- pero sobre ella debe regir esta otra: “Llevar
mar “líderes de la sociedad”, ya sabemos en el pueblo a la universidad”.
qué sentido y con qué intención. En Cuba el Cuando hablamos de “llevar el pueblo a la
alumnado de tales centros sale de las capas universidad” queremos decir que es indispen-
más adineradas y, una vez egresado, forma sable infundir en sus funciones la necesidad
280 La Reforma Universitaria
popular, la orientación que piden y reclaman luego que hay que’ acudir a fórmulas concre-
las mayorías nacionales. De otro modo, la uni- tas, pero es evidente que lo esencial estará
versidad seguirá enfrentada con el presente y en producir un movimiento capaz de hacer
con el futuro del país, aunque se manifiesten de la universidad porción libre y positiva del
en su seno nobles intenciones renovadoras. debate nacional.
6) Para “llevar el pueblo a la universidad”, en 7) Pero no sólo debe estar en la universidad el
el sentido que decimos, lo primero será po- pueblo en su inquietud y en su necesidad.
sibilitar que en sus aulas tenga expresión el Debe estar también físicamente. Una estadís-
pensamiento progresista dirigido a propiciar tica veraz ofrecería un porcentaje muy bajo
soluciones acertadas en los problemas vitales de trabajadores en el alumnado universitario
de la nación. Por una derivaci6n propia de su hispanoamericano. Los que comienzan los es-
origen y de su rol, la enseñanza de la filosofía, tudios rara vez los culminan. La presencia de
de las ciencias sociales y de la economía, se los jóvenes campesinos es rarísima. Cambiar
convierte en nuestras universidades en me- las cosas en este campo exige un sistema de
nester libresco, en “aventura intelectual”, en becas amplio y suficiente y facilidades para
ocasión de lucimiento o en rutina académica. aprovechar la mayor suma de capacidades,
Disciplinas que por su carácter deben investi- dentro de las limitaciones insalvables de nues-
gar en la realidad de donde surgen y señalar tra organización social. En algunas naciones,
rumbos inmediatos, quedan en aparente cam- en Francia singularmente, se han realizado
po neutral; estorbando en verdad la concien- ahora muy completas indagaciones sobre la
cia de las soluciones adecuadas y urgentes. composición social del alumnado, sobre las
Vemos que en algunas mentes argentinas muy condiciones de vida del estudiante y sobre
lúcidas, gana terreno la idea de las “cátedras las causas que le impiden terminar sus estu-
paralelas” para dar actualización fecunda a dios. Es urgente que nos demos en nuestros
la enseñanza superior. No poseemos datos pueblos a este trabajo, importantísimo en su
bastantes para prohijar tal procedimiento, y aparente modestia. En muchos lugares nos
será bueno el que logre quebrantar con efica- faltan los datos primarios de los problemas
cia el engreído aislamiento, capa bajo la cual que intentamos resolver. No olvidemos que la
se matan tantas simientes preciosas. Desde clase produce la ideología, en términos domi-
Juan Marinello 281
nantes, y que la universidad responderá a las maliciada angustia. Por estas vías, han pre-
necesidades populares empujada fundamen- tendido aislar a la juventud del diario aconte-
talmente por la conciencia de sus educandos. cer, o encerrarla en círculos de aristocrático
8) El estudiantado hispanoamericano, pero se- desconsuelo. La tarea del universitario, han
ñaladamente el argentino, tiene la responsa- postulado, no está en mezclarse con las ma-
bilidad de realizar las consignas de la Refor- sas sino en distinguirse de ellas por su capa-
ma. La libertad de cátedra y la diaria y efec- cidad superior. Al tiempo que se desarrollan
tiva confrontación de las ideas, la autonomía estas proyecciones, no se descuida situar el
universitaria y el gobierno ampliamente de- aspecto técnico de las enseñanzas en línea
mocrático –profesores, estudiantes y egre- y medro de la explotación extranjera. No se
sados–, presupuestos bastantes y docencia abren perspectivas de adiestramiento para
libre deben ser mantenidos, de acuerdo con actividades industriales que, contribuyendo
las nuevas exigencias; pero sin dejar de aten- al desenvolvimiento progresista de la eco-
der a los problemas que han ido apareciendo nomía nacional, frenan y reducen el dominio
y tomando cuerpo en las últimas décadas. imperialista sino que se obedece a la absor-
9) Los avances hechos por el imperialismo y ción repudiable, preparando técnicas que la
por las fuerzas regresivas nacionales en el mantengan y acrecienten.
ámbito universitario –siempre al calor de go- Pero no sólo trabaja la acción antipopular en
biernos antidemocráticos–, deben ser atenta- lo genérico de la función universitaria y en
mente calibrados y eficazmente combatidos. la adecuación interesada de su rendimien-
Tales avances alcanzan desde la orientación to técnico sino que, con taimada sagacidad,
general de la función docente hasta los cam- impone sus objetivos a través de formas or-
bios estructurales en su dispensación. ganizativas. La desarticulación de las ense-
En la medida en que los sectores reacciona- ñanzas en departamentos aislados conlleva
rios se han visto cercados por el acrecimien- ese propósito. Conocemos la falsa funda-
to de la conciencia y la acción populares, han mentación de este cambio de estructura: lo
dispuesto su defensa en el campo universita- importante, se proclama, no es la formación
rio. De una parte, han fomentado una postu- ideológica, siempre cuestionable e insegura,
ra filosófica de calculado agnosticismo, o de sino la posesión real de técnicas útiles.
282 La Reforma Universitaria
La acción estudiantil contra estos nega- hasta aquí, como una gran cuestión popu-
tivos avances debe tocar a todas sus ex- lar y nacional. Son demasiado poderosos
presiones. La orientación general debe ser y ramificados los elementos negativos en
transformada desde adentro y desde afue- la docencia superior para que se les pueda
ra: con la denuncia popular y con la pre- vencer sin la colaboración efectiva de todas
sencia en las cátedras de gentes capaces las fuerzas democráticas. Cada vez más, el
y sinceras, listas para el debate esclarece- estudiante debe sentirse responsable de un
dor asentado en los hechos y dirigido al gran menester ciudadano.
verdadero beneficio colectivo. La división Ahora, según nuestras noticias, se discuten
de las enseñanzas en departamentos inco- en el parlamento argentino leyes de refor-
municados debe combatirse sin tibieza, ma de la educación. Importa mucho ganar
volviendo a la unidad, que siempre es una allí la batalla, con la movilización de todos
posibilidad fecunda. los destacamentos democráticos. Una ley
La fórmula de Langevin, “que lo que la es- no es una panacea, pero puede ser una po-
pecialización separa lo una la cultura”, es sibilidad de triunfo si se la usa como herra-
excelente; pero a condición de que se or- mienta de un movimiento enérgico y certe-
ganice una cultura veraz y exigente, cien- ro. Una ley mala, en cambio, es una fuerte
tífica y actual, e inspirada, además, en el trinchera para el enemigo.
interés de ofrecer solución certera a los Parece innegable que el actual momen-
problemas de la nación, sustentadora de la to argentino está cuajado de sustancias
cultura. Destruir la atomización maliciosa promisorias, aun cuando las amenazas
es la responsabilidad de integrar una uni- regresivas sean múltiples e incansables.
dad leal y superadora. La fundamental unidad de las masas tra-
10) Es evidente que la cuestión universitaria, jo la victoria histórica del 23 de febrero.
compleja y difícil de suyo, debe ser estu- Esta victoria supone un gran compromi-
diada y canalizada por los familiarizados so de presente y de futuro. Es necesario y
con sus elementos, en primer término por urgente que la unidad se afirme y amplíe,
los estudiantes. Pero se hace necesario integrando un frente invulnerable a la
que los ligados a ella la enfoquen, más que obra de los enemigos de la libertad y del
Juan Marinello 283
progreso. Esta unidad debe impulsar toda una hermosa tradición nacional. La Repú-
actividad colectiva; debe construirse y blica Argentina nos muestra a lo largo de
funcionar para dar cima a la tarea iniciada su historia la presencia de una cultura con
por la reforma de Córdoba. El estudianta- los ojos abiertos y volcados sobre la pa-
do debe saber que en esa unidad está la tria y sobre el mundo, la cultura servida y
victoria de su acción. honrada por Echeverría, y por Sarmiento,
A través de la distancia –que oculta mu- por José Ingenieros y por Aníbal Ponce. La
chas cosas, pero que con frecuencia des- ciencia iluminada por la virtud civil tiene
cubre otras esenciales–, vemos a la Argen- en la Argentina un claro nombre ejemplar:
tina de hoy como crisol y ejemplo de una Ameghino. Ponga el estudiante bajo su
lucha que a todos los hispanoamericanos recuerdo el desvelo y la lucha presentes.
nos toca. Desde esta isla en pelea heroi- Haga que la universidad sea, como el maes-
ca contra una tiranía brutal sostenida por tro insuperado, verdad benéfica sirviendo
el imperialismo estadounidense, miramos a la patria de todos.
hacia el Plata con ansiedad colmada de
esperanza. Las masas populares marcan Inédito. “este gran Marinello, a quienes
allí grandes experiencias victoriosas. Con- muchos consideran en Cuba como el conti-
fiamos, por ello, en que la apetencia por nuador de Martí” (Bermann), escribió este
una universidad fiel y combatiente corone artículo para la presente publicación.
N. de E.: Extraído del libro editado por FUBA La Reforma Universitaria 1918-1958 (Buenos Aires, 1959).
Discurso al recibir el Doctorado
Honoris Causa de la Universidad Central
de Las Villas
trialización, recurrió, sí, a los industriales cu- pesos no salían tampoco de su bolsillo, salían
banos, pero recurrió al Gobierno también, nos del 10 por ciento de la comisión que le daban
preguntó nuestra opinión y la opinión de todos los vendedores por la compra de las maquina-
los técnicos de los organismos estatales y pa- rias, y ese señor que ponía 400 mil pesos cuan-
raestatales, porque nosotros estamos haciendo do el Gobierno había puesto 16 millones, era el
–lo podemos decir sin jactancia– en este primer dueño absoluto de esa empresa y como deudor
año de la Liberación, mucho más de lo que hi- del Gobierno, pagaba plazos cómodos y cuando
cieron los otros gobiernos, pero además, mu- le conviniera. El Gobierno salió a la palestra y
cho más de lo que hizo eso que pomposamente se niega a reconocer ese estado de cosas, recla-
se llama la “libre empresa”, y por eso como Go- ma para sí esa empresa que se ha formado con
bierno tenemos derecho a decir que la indus- el dinero del pueblo y dice bien claro que si la
trialización de Cuba, que es consecuencia direc- “libre empresa” consiste en que algunos aprove-
ta de la Reforma Agraria, se hará por y bajo la chados gocen del dinero completo de la nación
orientación del Gobierno Revolucionario, que cubana, este Gobierno está contra la “libre em-
la empresa privada tendrá, naturalmente, una presa”, siempre que esté supeditada a una pla-
parte considerable en esta etapa de crecimien- nificación estatal, y como hemos entrado ya en
to del país, pero quien sentará las pautas será el este escabroso terreno de la planificación, nadie
Gobierno, y lo será por méritos propios, lo será más que el Gobierno Revolucionario que planifi-
porque levantó esa bandera respondiendo qui- ca el desarrollo industrial del país de una punta
zás al impulso más íntimo de las masas, pero no a la otra, tiene derecho a fijar las características
respondiendo a la presión violenta de los sec- y la cantidad de los técnicos que necesitará en
tores industriales del país. La industrialización un futuro para llenar las necesidades de esta
y el esfuerzo que conlleva es hijo directo del nación, y por lo menos debe oírse al Gobierno
Gobierno Revolucionario, por eso lo orientará Revolucionario cuando dice que necesita nada
y lo planificará. De aquí han desaparecido para más que determinado número de abogados o de
siempre los préstamos ruinosos del llamado médicos, pero que necesita cinco mil ingenieros
Banco de Desarrollo, por ejemplo, que prestaba y 15 mil técnicos industriales de todo tipo, y hay
16 millones a un industrial y este ponía 400 mil que formarlos, hay que salir a buscarlos, porque
pesos, y éstos son datos exactos, y esos 400 mil es la garantía de nuestro desarrollo futuro.
Ernesto “Che” Guevara 287
Hoy estamos trabajando con todo el esfuer- los muros de la enseñanza, que no sea la en-
zo por hacer de Cuba una Cuba distinta, pero señanza simplemente el privilegio de los que
este profesor de Pedagogía que está aquí no se tienen algún dinero, para poder hacer que sus
engaña y sabe que de profesor de Pedagogía hijos estudien, que la enseñanza sea el pan de
tiene tanto como de presidente del Banco Cen- todos los días del pueblo de Cuba.
tral, y que si tiene que realizar una u otra tarea Y es lógico; no se me ocurriría a mí exigir que
es porque las necesidades del pueblo se lo de- los señores profesores o los señores alumnos
mandan, y eso no se hace sin sufrimiento mis- actuales de la Universidad de Las Villas realiza-
mo para el pueblo, porque hay que aprender en ran el milagro de hacer que las masas obreras
cada caso, hay que trabajar aprendiendo, hay y campesinas ingresaran en la Universidad. Se
que hacer borrar al pueblo el error, porque uno necesita un largo camino, un proceso que todos
está en un puesto nuevo, y no es infalible, y no ustedes han vivido, de largos años de estudios
nació sabiendo, y como este profesor que está preparatorios. Lo que sí pretendo, amparado
aquí fue un día médico y por imperio de las cir- en esta pequeña historia de revolucionario y de
cunstancias tuvo que tomar el fusil, y se graduó comandante rebelde, es que comprendan los
después de dos años como comandante guerri- estudiantes de hoy de la Universidad de Las Vi-
llero, y se tendrá luego que graduar de presi- llas que el estudio no es patrimonio de nadie, y
dente de Banco o director de Industrialización que la Casa de Estudios donde ustedes realizan
del país, o aun quizás de profesor de Pedago- sus tareas no es patrimonio de nadie: pertene-
gía, quiere este médico, comandante, presiden- ce al pueblo entero de Cuba, y al pueblo se la
te y profesor de Pedagogía, que se prepare la darán o el pueblo la tomará; y quisiera, porque
juventud estudiosa del país, para que cada uno inicié todo este ciclo en vaivenes de mi carrera
en el futuro inmediato, tome el puesto que le como universitario, como miembro de la clase
sea asignado, y lo tome sin vacilaciones y sin media, como médico que tenía los mismos hori-
necesidad de aprender por el camino, pero zontes, las mismas aspiraciones de la juventud
también quiere este profesor que está aquí, hijo que tendrán ustedes, y porque he cambiado en
del pueblo, creado por el pueblo, que sea este el curso de la lucha, y porque me he convenci-
mismo pueblo el que tenga derecho también a do de la necesidad imperiosa de la Revolución
los beneficios de la enseñanza, que se rompan y de la justicia inmensa de la causa del pueblo,
288 La Reforma Universitaria
por eso quisiera que ustedes, hoy dueños de la de campesino; hay que bajar al pueblo, hay que
Universidad, se la dieran al pueblo. No lo digo vibrar con el pueblo, es decir, las necesidades
como amenaza para que mañana no se la to- todas de Cuba entera. Cuando esto se logre
men, no; lo digo simplemente porque sería un nadie habrá perdido, todos habremos ganado
ejemplo más de los tantos bellos ejemplos que y Cuba podrá seguir su marcha hacia el futuro
se están dando en Cuba, que los dueños de la con un paso más vigoroso y no tendrá necesi-
Universidad Central de Las Villas, los estudian- dad de incluir en su Claustro a este médico, co-
tes, la dieran al pueblo a través de su Gobierno mandante, presidente de banco y hoy profesor
Revolucionario. Y a los señores profesores, mis de Pedagogía que se despide de todos.
colegas, tengo que decirles algo parecido: hay
que pintarse de negro, de mulato, de obrero y 28 de diciembre de 1959
Imágenes
de la Reforma
Facsímil del Manifiesto de
la Federación Universitaria
de Córdoba de 1918.
Enrique Barros y el
doctor Astrada Ponce,
1918 (AGN).
Soldados en la UNC,
1918 (AGN).
Soldados, bomberos y
policías en la UNC,
septiembre, 1918 (AGN).
Recepción en la estación
de trenes al doctor Salinas,
1918 (AGN).
Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales.
(Calle Moreno)
Postal de la época.
Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales.
(Calle Las Heras) (AGN).
“Mesas y sillas…
las únicas víctimas”.
Protesta estudiantil en
Derecho. Caras y
Caretas, 1919.
Toma de la Facultad
de Derecho, 1929
(AGN).
Elecciones en la
Universidad de Buenos
Aires. Década de 1920
(AGN).
Manifestación estudiantil,
septiembre de 1930
(AGN).
El doctor
Alfredo Palacios,
Conferencia en
1923 (AGN).
Doctor José Araya,
ministro e inventor de la
Universidad de Santa Fe
antes de su nacionaliza-
ción (Caras y Caretas).