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ADSORCION Y ABSORCION

ADSORCION

El fenómeno de adsorción es el proceso por el cual átomos o moléculas de una


sustancia que se encuentra en determinada fase, son retenidas en la superficie
de otra sustancia, que se encuentra en otra fase. Como resultado de este
proceso, se forma una capa de líquido o gas en la superficie de una sustancia
sólida o líquida.

Si consideramos una superficie de un material en contacto con aire, los enlaces


del material presentan discontinuidades, las cuales tenderán espontáneamente
a formar enlaces con la atmósfera que lo rodea, siempre que el proceso sea
energéticamente favorable. Dicho de otra manera, si tenemos una superficie
sólida con nanoporos, estos poros serán capaces de retener gas de la atmósfera
que lo rodea, gracias al fenómeno de adsorción. Los nanoporos son los llamados
centros activos del adsorbente, que tienen fuerzas de enlace entre sus átomos
que no están saturadas, de manera que admiten la adsorción de átomos o
moléculas del gas que lo rodea.

El mecanismo exacto del proceso de adsorción depende de qué sustancias estén


involucradas.

La cantidad de material adsorbido depende de las tasas de adsorción y


desorción de la sustancia, y del punto en el cual se alcance el equilibrio entre
ambas. Cuanto mayor sea la adsorción y menor se la desorción, hallaremos
mayor cantidad de material adsorbido en equilibrio.

Tipos de adsorción
Podemos diferenciar tres tipos de adsorción, dependiendo de qué tipos de
fuerzas existan entre el soluto y el adsorbente. Estas fuerzas pueden ser de tipo
eléctrico, de fuerzas de Van der Waals o de tipo químico.

1. Adsorción por intercambio. En este proceso el soluto y el adsorbente se atraen


por fuerzas electrostáticas. Dicho de otra manera, los iones del soluto se
concentran en la superficie del sorbente, que se halla cargada eléctricamente
con signo contrario a los iones del soluto. Si tenemos dos adsorbatos iónicos
iguales en varios factores, pero uno con mayor carga que otro, el de mayor
carga será el que se adsorbido. Para adsorbatos con igual carga, el tamaño
molecular es el que determina cuál será adsorbido.
2. Adsorción por fuerzas de Van der Waals. También llamada adsorción física
o fisisorción. En este tipo de adsorción, el adsorbato no está fijo en la
superficie del adsorbente, sino que tiene movilidad en la interfase. Ejemplo de
este tipo de adsorción es el de la mayoría de las sustancias orgánicas en agua
con carbón activado. En este tipo de adsorción el adsorbato conserva su
naturaleza química.
3. Adsorción química. Sucede cuando hay interacción química entre adsorbato
y adsorbente. También llamada quimisorción. La fuerza de la interacción entre
adsorbato y adsorbente es fuerte, casi como un enlace químico. En este tipo
de adsorción el adsorbato sufre una transformación, más o menos intensa, de
su naturaleza química.
La mayoría de los fenómenos de adsorción son combinaciones de estos tres
tipos de adsorción, y muchas veces resulta difícil distinguir la fisisorción de la
quimisorción.

Una de las más importantes aplicaciones del fenómeno de adsorción a nivel


industrial, es de la extracción de humedad del aire comprimido. En este proceso
se hace pasar el aire comprimido por un lecho de alúmina u otro material activo,
que retiene las moléculas de agua por adsorción.

ABSORCION

La absorción es una operación química que trata la separación de los


componentes que conforman una mezcla gaseosa, ayudándose de un solvente
en estado líquido, con el que conseguirá formar una solución. El proceso incluye
una difusión molecular o un paso de masa del soluto a través del gas.
Para calcular la concentración de un soluto de dos fases que se encuentren en
equilibrio se necesitan una serie de datos experimentales del equilibrio. También
hay que decir, que si ambas fases no se encuentran en equilibrio, la velocidad
de traspaso de la masa es proporcional a la fuerza que las impulsa, la cual es la
desviación que respecta con el equilibrio. Las variables que son de importancia
y que afectan al equilibrio en un soluto son la temperatura, la concentración y
también la presión. El equilibrio que tiene lugar entre dos fases se rige por la
regla de fases, dada por la igualdad: F= C – P + 2, de donde la P hace referencia
al número de fases que se encuentran en equilibrio, la C es igual al número de
componentes que hay en las dos fases en total, y la F, sería el número de
variantes del sistema. En un equilibrio entre un líquido y un gas, existirán 2
componentes, así como también dos fases, por lo cual al sustituir los valores en
la igualdad nos daría: F= 2-2+2= 2. Así se dice que el equilibrio tiene 2 grados
de libertad.

Es importante una buena elección del disolvente que participará en la absorción.


Si con la absorción queremos obtener una solución específica, el disolvente que
debemos utilizar viene indicado por la naturaleza del producto. Si en cambio el
propósito principal es eliminar alguno de los componentes que constituyen el
gas, por lo general existirá una amplia elección. Claramente el agua es el
disolvente con menor precio y también el más completo, aunque se debe dar
importancia a propiedades como:
La solubilidad del gas: la solubilidad del gas tiene que ser alta, con la intención
de así poder aumenta la velocidad de la absorción, bajando la cantidad necesaria
del disolvente. Por lo general los disolventes que tienen una naturaleza parecida
a la del soluto en cuestión que va a ser absorbido, presentarán una muy buena
solubilidad.

La volatilidad: Los disolventes deben poseer una baja presión de vapor, pues
así el gas que sale es una operación de absorción donde suele estar saturado
con el disolvente y por lo tanto se puede ver perdida gran cantidad. También se
puede usar un líquido poco volátil para poder conseguir de nuevo la parte que
se ha evaporado del primer disolvente.

Se debe tener en cuenta la corrosión, y no utilizar materiales costosos para la


construcción del equipo a utilizar.

El costo: el disolvente que utilicemos debe ser poco costoso, porque por lo
general perdemos gran parte del disolvente en el proceso, y así no realizaremos
perdidas costosas de disolvente.

Viscosidad: generalmente se utiliza más la baja viscosidad debido a que dan


más rapidez a la absorción.

Misceláneos: El disolvente de ser posible no debe ser tóxico, así como tampoco
debe ser inflamable, ni inestable químicamente hablando. Es importante también
que el punto de congelación sea bajo.

A menudo los procesos de absorción en las industrias van ligados a una reacción
química. Es muy abundante la reacción entre el líquido del componente que se
absorbe y del reactivo del líquido que actúa como absorbente. Se dan casos en
los que tanto el reactivo como el producto son solubles, como por ejemplo el
caso de la absorción del dióxido de carbono en una solución de etanolaminas.
En cambio, los gases que contienen dióxido de azufre (los gases de las
calderas), se pueden entrar en contacto con la piedra caliza formando un
insoluble sulfito de calcio. Las reacciones entre el absorbido soluto y un reactivo
pueden provocar dos hechos principales y favorables de absorción. Por una
parte la destrucción del soluto que se absorbe cuando se forma un compuesto
disminuye la presión parcial del equilibrio con respecto al soluto, y por lo tanto
se alza la diferencia entre las concentraciones del gas y la interfase, haciendo
que aumente la velocidad de absorción. Por otra parte, influye en el coeficiente
de transferencia en la masa que forma la fase, cosa que también ayuda a
aumentar la rapidez de absorción. Estos hechos experimentalmente no se han
comprobado mucho pero teóricamente se han analizado bastante.

BIBLIOGRAFIA
https://quimica.laguia2000.com/conceptos-basicos/adsorcion
https://quimica.laguia2000.com/reacciones-quimicas/absorcion-quimica

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