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ATMÓSFERA
Jaime A. Moragues
INDICE
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1. COMPORTAMIENTO DE LA ATMÓSFERA
1.1 INTRODUCCIÓN
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adiabático. En estas condiciones la dispersión vertical de contaminantes no está
limitada.
Transporte convectivo horizontal. El viento, al transportar los contaminantes, produce
su dispersión horizontal y determina la zona que va a estar expuesta a los mismos. Por lo
general, una mayor velocidad del viento reducirá las concentraciones de contaminantes al
nivel del suelo, ya que se producirá una mayor dilución y mezcla.
No obstante, pueden producirse circulaciones cerradas de viento, como en el caso de las
brisas del mar y las de valle y montaña, en las que los contaminantes lanzados a la
atmósfera se incorporan a la circulación del viento con lo que se produce una
acumulación progresiva de contaminantes, que da lugar a un aumento de la concentración
de los mismos en las zonas barridas por este tipo de vientos. Efectos similares se
producen cuando los vientos fuertes inciden perpendicularmente a las crestas
montañosas, a un valle o sobre los edificios altos; en estas condiciones, los efectos
aerodinámicos de estos obstáculos pueden tener consecuencias negativas para la
dispersión de contaminantes, acumulándolos en determinadas zonas.
Cuando la temperatura del aire aumenta con la altura, aparece el fenómeno de la
inversión térmica. Este fenómeno produce una fuerte acción limitadora en la dispersión
de contaminantes. La inversión de la temperatura del aire se puede producir como
consecuencia del enfriamiento del suelo, por la gran irradiación de calor que se produce
en las noches despejadas. El aire se va enfriando progresivamente desde el suelo hacia
arriba, produciendo una fuerte estabilidad atmosférica que impide la difusión vertical de
los contaminantes. La inversión térmica se forma durante la noche y suele desaparecer
progresivamente durante la mañana, cuando la radiación solar calienta de nuevo el suelo
y éste a las capas de aire que están en contacto con él.
Existen otros tipos de inversiones que, generalmente, se producen a más altura y que
actúan como una capa que limita la dispersión de contaminantes en sentido vertical,
incrementando notablemente las concentraciones de contaminantes en los estratos de aire
que quedan bajo ellos.
Estos tipos de inversiones son las llamadas de subsistencia, que tienden a formarse en las
áreas anticiclónicas, y las inversiones frontales, producidas por la superposición de una
masa de aire cálido sobre una de aire más frío. Este último tipo de inversión suele tener
por lo general una permanencia escasa.
Un aspecto interesante de la contaminación atmosférica es el de la micrometereología
urbana. Las grandes ciudades crean al su alrededor un microclima propio, el efecto «isla
urbana de calor», produciendo un penacho térmico que tiene gran incidencia en la
capacidad de difusión de los contaminantes urbanos. A menudo, da lugar a la circulación
de vientos locales que elevan el aire caliente del centro de la ciudad, creando una
corriente compensada de aire frío de la zona rural circundante que penetra en la zona
urbana a niveles bajos.
Las grandes ciudades alteran el clima urbano de muchas formas; por lo general la
temperatura es superior, hay menos viento, menos precipitaciones en forma de nieve, si
bien las precipitaciones totales son ligeramente superiores en la ciudad que en las zonas
rurales circundantes. La radiación solar, y especialmente los rayos ultravioletas, es más
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reducida en la ciudad como consecuencia del efecto pantalla producido por la
contaminación urbana.
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difundiéndose los contaminantes verticalmente hasta donde alcance la
inestabilidad.
• Por último, tenemos el caso de la estratificación indiferente o nula, que se da
cuando coinciden la variación de temperatura del estrato con la gradiente vertical
adiabático. En estas condiciones la dispersión vertical de contaminantes no está
limitada.
Una porción de aire en su mayor parte no intercambia calor traspasando sus fronteras. Por
consiguiente, una porción de aire más cálida que el aire circundante no transfiere calor a
la atmósfera. Cualquier cambio de temperatura producido en la porción de aire se debe a
aumentos o disminuciones de la actividad molecular interna. Estas modificaciones se
producen adiabáticamente y se deben sólo al cambio de la presión atmosférica provocado
por el movimiento vertical de la porción de aire.
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Un proceso adiabático es aquel en el que no se produce transferencia de calor ni de masa
a través de las fronteras de la porción de aire.
En este proceso, la compresión da lugar al calentamiento, y la expansión al enfriamiento.
Una masa de aire que sube en el seno de la atmósfera va alcanzando capas sometidas a
presiones cada vez más bajas. Al entrar en equilibrio de presión con ellas, el aire
ascendente se dilata y, por tanto, realiza un trabajo que, en general, provoca su
enfriamiento. Este enfriamiento se mide mediante la expresión,
- dT/ dZ
que será tanto menor cuanto más calor absorba el aire durante su ascenso. Cuando el aire
sube rápidamente y su contenido de humedad está lejos de la saturación, puede suponerse
que nos encontramos ante un proceso adiabático, puesto que el aire tiene una baja
conductividad calorífica y, además, absorbe escasamente las radiaciones. Se puede
obtener así el coeficiente de enfriamiento por elevación adiabática,
γ = -[dT/dZ]adiabatico
- dT/dZ = g / Cp = γ
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es decir, γ es independiente del estado del aire, y puesto que g varía muy poco, es
prácticamente constante: este valor
γ = 1°C/102 m = 9,8°C/1000m,
se denomina gradiente adiabático del aire seco. Este coeficiente es muy importante como
valor de referencia para la caracterización de la estabilidad atmosférica.
Una porción de aire seco que se eleva en la atmósfera se enfría en el gradiente adiabático
seco de 9,8 °C/1.000 m y presenta un gradiente vertical de -9,8 °C/1.000 m. De manera
similar, una porción de aire seco que se hunde en la atmósfera se calienta en el gradiente
adiabático seco de 9,8 °C/1.000 m y presenta un gradiente vertical de 9,8 °C/1.000 m. En
este contexto, se considera que el aire es seco ya que el agua que contiene permanece en
estado gaseoso.
El gradiente vertical adiabático seco es fijo, totalmente independiente de la temperatura
del aire ambiental. Siempre que una porción de aire seco ascienda en la atmósfera, se
enfriará en el gradiente de 9,8 °C/1.000 m, independientemente de cuál haya sido su
temperatura inicial o la del aire circundante.
Un diagrama adiabático simple Figura 2 demuestra la relación entre la elevación y la
temperatura.
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Figura 3: Gradiente vertical adiabático seco
Al elevarse, una porción de aire seco que contiene vapor de agua seguirá enfriándose en
el gradiente vertical adiabático seco hasta que alcance su temperatura de condensación o
punto de rocío. En este punto, la presión del vapor de agua iguala a la del vapor de
saturación del aire y una parte del vapor de agua se comienza a condensar. La
condensación libera calor latente en la porción de aire y, por consiguiente, el gradiente de
enfriamiento de la porción disminuye. La Figura 4 ilustra este nuevo gradiente, conocido
como gradiente vertical adiabático húmedo. A diferencia del gradiente vertical adiabático
seco, no es constante pero depende de la temperatura y la presión. Sin embargo, en la
mitad de la troposfera, se estima un gradiente aproximado de 6 a 7 °C/1.000 m.
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Figura 4: Gradiente vertical adiabático húmedo
1.2.2 Inversiones
Normalmente, la temperatura del aire disminuye con la altura, de tal manera que en una
atmósfera normal hay una disminución con la altura de 0,64 a 1 ºC cada 100 metros en la
zona más próxima a la superficie de la tierra, llamada troposfera; por encima de ella la
temperatura disminuye más rápidamente. Este seria el radiante térmico normal, pero bajo
determinadas condiciones orográficas y climatologicas este gradiente puede alterarse de
tal manera que a una determinada altura la temperatura del aire es superior a la de una
altura inferior. El problema que esto crea es impedir la dispersión vertical de los humos y
de otros contaminantes enviados a la atmósfera por las industrias, calefacciones, motores
de explosión, actividades urbanas etc.
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La inversión térmica es un fenómeno natural que, en principio, se puede presentar
cualquier día del año y a cualquier hora del día y que debido a su carácter natural, por si
misma no representa ningún riesgo para la salud humana; solamente se vuelve peligrosa
cuando, en la capa atmosférica en la que se encuentre inmersa, existan altas
concentraciones de contaminantes, ya que una inversión térmica es sinónimo de
estabilidad atmosférica, al menos temporal, por lo que no permite la dispersión de los
mencionados contaminantes mientras dure.
La inversión térmica puede producirse a partir del suelo, se dice entonces que es una
inversión en superficie. Cuando la inversión se produce en una capa situada a una altura
cualquiera se denomina inversión en altura.
Una inversión se produce cuando la temperatura del aire aumenta con la altura. Esta
situación es muy común pero generalmente está confinada a una capa relativamente
superficial.
Como veremos luego las plumas emitidas por una chimenea a las capas de aire que
experimentan una inversión (capas invertidas) no se dispersan mucho al ser transportadas
por el viento. Las plumas emitidas por encima o por debajo de una capa invertida no
penetran en ella sino que quedan entrampadas.
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La Figura 7 presenta un ejemplo del gradiente vertical para una inversión. Por lo general,
las altas concentraciones de contaminantes del aire están relacionadas con las inversiones
ya que estas inhiben la dispersión de las plumas.
.
Las causas que determinan la aparición de una inversión térmica son diversas, pero
normalmente son causadas por uno de los siguientes procesos
• Superposición de masas de aire que se encuentran a diferentes temperaturas. Un
ejemplo característico es el paso de un frente frío o cálido
• Alteración de una masa de aire que originalmente era homogénea, modificándose
la estructura vertical de los niveles bajos de la atmósfera. Este caso es debido
principalmente al enfriamiento de la superficie de la tierra durante la noche.
Por esto es frecuente la aparición de inversiones térmicas en el borde oriental de los
anticiclones, es decir en la costa oeste de los continentes como Los Ángeles en EE.UU.,
Santiago en Chile, Lisboa en Portugal, El Cabo en África del Sur, donde se presentan un
alto numero de inversiones térmicas a lo largo del año, agravado por un alto índice de
polución existentes en estas macrociudades.
Los cuatro tipos de inversión principales se deben a diversas interacciones atmosféricas y
presentan diferentes períodos de duración:
a) Inversión por radiación,
b) Inversión por subsidencia,
c) Inversión frontal,
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d) Inversión por advección.
La inversión por radiación es el tipo más común de inversión superficial y se produce con
el enfriamiento acelerado de la superficie terrestre. A medida que la Tierra se enfría, la
capa de aire cercana a la superficie también lo hace. Si este aire se enfría a una
temperatura menor que la del aire de la capa superior, se vuelve muy estable y la capa de
aire cálido impide cualquier movimiento vertical.
Las inversiones por radiación generalmente se producen desde las horas finales de la
tarde hasta las primeras de la mañana, con el cielo despejado y vientos calmados, cuando
el efecto de enfriamiento es mayor. Las mismas condiciones que conducen a las
inversiones nocturnas por radiación, determinan la inestabilidad durante el día. Los ciclos
de inestabilidad a lo largo del día e inversiones durante la noche son relativamente
comunes. Por consiguiente, los efectos de las inversiones por radiación generalmente son
de corta duración. Los contaminantes que quedan entrampados debido a las inversiones
son dispersados por la vigorosa mezcla vertical producida cuando la inversión se
interrumpe después del amanecer. La Figura 8 ilustra este ciclo diurno.
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Figura 9: Inversion témica
Sin embargo, en algunos casos el calentamiento diario que sigue a una inversión nocturna
por radiación puede no ser lo suficientemente fuerte para disminuir la capa de inversión.
Por ejemplo, una niebla espesa puede acompañar la inversión y reducir el efecto de la luz
solar al día siguiente. En condiciones adecuadas, pueden generarse varios días de
inversión por radiación con altas concentraciones de contaminantes. Es muy probable que
esta situación ocurra en un valle cerrado, donde el movimiento nocturno descendente del
aire frío puede reforzar una inversión por radiación y propiciar la formación de niebla.
En los lugares donde las inversiones por radiación son comunes y tienden a estar
relativamente cerca de la superficie, las chimeneas altas que emiten contaminantes sobre
la capa de inversión pueden ayudar a reducir las concentraciones de estas sustancias en el
nivel superficial.
1.2.2.1.1 Evolución diaria de temperatura en función de la altura de la atmósfera.
Estratificación del aire junto al suelo: cerca de la superficie la temperatura del aire está
muy influida por las variaciones diarias del balance de radiación y, en consecuencia, el
gradiente térmico vertical experimenta importantes cambios temporales. Esta inversión es
acentuada en las noches despejadas cuando el suelo se enfría rápidamente.
Veamos la evolución diaria de temperatura en función de la altura de la atmósfera.
En todos las figuras se muestra la línea de desarrollo vertical adiabático (10 °C/km).
Durante la noche, la pérdida de calor del suelo por radiación terrestre enfría también el
aire en contacto con él y origina una inversión térmica, cuyo límite superior aumenta a lo
largo de las horas nocturnas. La atmósfera permanece estable y el descenso de
temperatura conlleva a menudo la saturación del aire y la formación de nieblas,
especialmente intensas en invierno.
Z
La temperatura de la superficie terrestre
disminuye pero en las alturas todavía
conserva el calor transmitido durante las
últimas horas del día produciéndose una
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inversión
T
Figura 10 Gradiente nocturno
Amanecer
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A lo largo de la mañana y principios de la tarde el gradiente térmico llega a ser
superadiabático, es decir el descenso de la temperatura con la altitud es muy rápido, lo
que hace que el aire sea muy inestable y se eleve a gran altura. El proceso se conoce
como convección térmica.
Z
A media mañana la Tierra calienta
las capas inferiores de la
atmósfera y comienza a repetirse
el ciclo
Media Mañana
Mediodía
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Figura 13 : Gradiente al medio día
Z
La temperatura de la superficie
terrestre disminuye y por lo tanto
entrega menos calor a la
atmósfera y esta se comporta en
forma adiabática
Atardecer
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Figura 15: Variación típica del perfil de temperatura a lo largo de un día soleado. La
línea de trazos dibuja la curva de estado promedio
La inversión por subsidencia (Figura 16) generalmente está asociada con los anticiclones
(sistemas de alta presión). El aire de un anticiclón desciende y fluye hacia afuera con una
rotación que sigue la dirección de las agujas del reloj. A medida que el aire desciende, la
mayor presión existente en altitudes menores lo comprime y calienta en el gradiente
vertical adiabático seco. Por lo general, este calentamiento se produce en un gradiente
más acelerado que el gradiente vertical ambiental. Durante el día, la capa de inversión
resultante de este proceso con frecuencia se eleva a cientos de metros sobre la superficie.
Durante la noche, la base de una inversión por subsidencia generalmente desciende,
quizás hasta llegar al suelo, debido al enfriamiento del aire superficial. En efecto, los días
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despejados y sin nubes característicos de los anticiclones propician las inversiones por
radiación, de modo que se puede producir una inversión superficial durante la noche y
una elevada durante el día. Si bien la capa de mezcla que se encuentra debajo de la
inversión puede variar diariamente, nunca será muy profunda.
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Figura 18: Inversión por subsidencia
A diferencia de las que se producen por radiación, las inversiones por subsidencia tienen
una duración relativamente larga. Esto se debe a su relación tanto con los anticiclones
semipermanentes centrados en cada océano como con los anticiclones migratorios de
movimiento lento.
Cuando un anticiclón se estanca, los contaminantes emitidos dentro de la capa de mezcla
no se pueden diluir. Como resultado, es probable que las concentraciones de
contaminantes se eleven durante algunos días. Los casos más graves de contaminación
del aire en Estados Unidos se han producido o bien por un anticiclón migratorio
estancado (por ejemplo, el de Nueva York en noviembre de 1966 y el de Pensilvania en
octubre de 1948) o bien en el límite este del anticiclón semipermanente del Pacífico (Los
Ángeles).
Cuando un frente frío avanza, la cuña de aire frío se mete por debajo del aire caliente. Es
decir que en un primer momento, el aire frío llegará a las capas bajas de la atmósfera,
mientras todavía aire más caliente ocupa los niveles más altos. Por lo tanto en algún
punto del sondeo tendremos una inversión de temperatura. (Figura 19). Es decir una capa
en donde la temperatura en lugar de continuar descendiendo subirá con la altura. Figura
20.
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Figura 19: Inversión frontal (frente frío)
19
• Una masa de aire raramente carece de alguna estratificación; debido a la
subsidencia, la cortante vertical, la turbulencia y la advección que se manifiestan
como irregularidades en el sondeo.
• Los movimientos verticales dentro de las dos masas de aire distorsionan el
contraste original de temperatura a través del frente, especialmente en el caso de
frentes fríos.
• La subsidencia usual dentro del aire frío a menudo crea una o más inversiones o
discontinuidades en el sondeo bajo la zona frontal. Estas discontinuidades más
bajas pueden ser fácilmente confundidas con la zona frontal verdadera, donde sólo
resulta evidente una profunda capa estable.
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Figura 22 Advección basada en el terreno
La inversión térmica en Santiago de Chile varía con las estaciones del año. En líneas
generales, en invierno ésta se sitúa a muy baja altura y en verano se eleva por efectos del
calentamiento atmosférico. En promedio, en el invierno se ubica alrededor de los 400
metros sobre el nivel del mar; y en verano en torno a los 1.000 m.s.n.m. La ciudad se
encuentra en un plano inclinado que comienza en los 1.000 m en la precordillera y
desciende suavemente hacia el poniente hasta llegar alrededor de los 400 m.s.n.m.
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En invierno, cuando la radiación solar es débil, la altura de la capa de mezcla no supera
los 400 m. Los gases y partículas contaminantes pueden dispersarse en la capa de mezcla,
pero su transporte vertical está limitado por la presencia de la inversión de subsidencia.
Además, como el tope de la capa de mezcla está aún por debajo de la altura de los cerros
que cierran la cuenca de Santiago, no es posible que los contaminantes salgan de la
cuenca lateralmente.
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ello, clásicamente, se incluye la variación de la densidad de las masas de aire mediante el
concepto de estabilidad de estratificación.
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Figura 23: Condiciones de estabilidad
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temperatura T1> T3. En este caso, la parcela es más liviana que el aire a su alrededor y
nuevamente tiende a regresar hacia su posición original.
En consecuencia, en una capa de inversión térmica los movimientos verticales no crecen
en el tiempo, sino que por el contrario, estos tienden a amortiguarse. Las inversiones
térmicas son entonces regiones de estabilidad atmosférica. En efecto, entre mayor sea el
incremento de la temperatura en una capa, mayor será la atenuación de los movimientos
verticales en su seno.
Veamos ahora lo mismo considerando el gradiente vertical ambiental respecto al
gradiente vertical adiabático
Cuando el gradiente vertical ambiental es menor que el gradiente vertical adiabático (se
enfría a menos de 10 °C/1.000 m), o sea capa de inversión térmica, el aire es estable y
resiste la circulación vertical. Este es un gradiente vertical subadiabático. El aire que se
eleva verticalmente permanecerá más frío y, por lo tanto, más denso que el aire
circundante. Una vez que se retira la fuerza de elevación, el aire que se elevó regresará a
su posición original (Figura 25).
Las condiciones estables se producen durante la noche, cuando el viento es escaso o
nulo.
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Figura 26: Condiciones inestables
Veamos en detalle por que ocurre esto según la Figura 27. Una porción de aire que está
en el punto de altura H1 a temperatura T1 asciende a altura H3 (H3>H2). Si el
desplazamiento fue rápido (algunos minutos), el volumen no cambia su temperatura (T1).
Como el elemento de volumen está más caliente que el aire en H3 (T3<T1), su densidad
es menor que la del aire que lo circunda y por lo tanto no tratará de volver, se queda allí.
Consideremos que el elemento de volumen desciende de H1 a H2 donde la temperatura
T2 es mayor. La temperatura del elemento de volumen es menor que el aire que lo rodea,
luego su densidad es mayor y no tenderá a subir, se queda donde está.
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En este caso la amplificación de los movimientos verticales será mayor cuanto más
pronunciada sea la disminución de la temperatura con la altura.
Un caso extremo de inestabilidad ocurre por ejemplo cuando se calienta una olla con
agua. Como el calor se aplica en el fondo de la olla, la temperatura del agua disminuye
rápidamente hacia el tope de la olla, y nuestra experiencia nos indica que en este caso se
producen fuertes movimientos verticales. Esta forma de movimientos verticales
energéticos y distribuidos al azar se denomina turbulencia. Algo similar puede ocurrir en
la capa superficial de la atmósfera durante el día, dependiendo del tipo de superficie y de
la cantidad de energía solar. La energía del sol atraviesa la atmósfera casi en su totalidad
y es absorbida en la superficie terrestre (Al igual que en una olla, el sol calienta el
"fondo" de la atmósfera). La superficie calienta el aire en contacto con ella, y si este
calentamiento es suficientemente grande, la atmósfera también experimenta turbulencia.
Analicemos esta condición considerando los gradientes térmicos del ambiente y el
adiabático.
Una porción de aire que empieza a elevarse se enfriará en el gradiente adiabático seco
hasta que alcance su punto de rocío, en el que se enfriará en el gradiente adiabático
húmedo. Esto supone que la atmósfera circundante tiene un gradiente vertical mayor que
el gradiente vertical adiabático (con un enfriamiento a más de 10 °C/1.000 m), de modo
que la porción que se eleva seguirá siendo más cálida que el aire circundante. Este es un
gradiente superadiabático. Como se indica en la Figura 28, la diferencia de temperatura
entre el verdadero gradiente vertical de temperatura del ambiente y el gradiente vertical
adiabático seco en realidad aumenta con la altura, al igual que la flotabilidad.
A medida que el aire se eleva, el aire más frío se mueve por debajo. La superficie
terrestre puede hacer que se caliente y empiece a elevarse nuevamente. Bajo estas
condiciones, la circulación vertical en ambas direcciones aumenta y se produce una
mezcla vertical considerable. El grado de inestabilidad depende de la importancia de las
diferencias entre los gradientes verticales ambientales y los adiabáticos secos. La Figura
29 muestra condiciones ligeramente inestables y condiciones muy inestables.
Las condiciones inestables más comunes se producen durante los días soleados con
vientos de bajas velocidades y fuerte insolación. La Tierra absorbe rápidamente el calor y
transfiere parte de este a la capa de aire superficial. Si las propiedades térmicas de la
superficie son uniformes, es posible que exista una masa flotante de aire, o numerosas
porciones de aire si dichas propiedades varían. Cuando el aire se calienta, se vuelve
menos denso que el aire circundante y se eleva.
Otra condición que puede conducir a la inestabilidad atmosférica es la producción de
ciclones (sistema de presión baja), caracterizados por aire ascendente, nubes y
precipitación.
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Figura 28: Aumento de la flotabilidad relacionado con la inestabilidad
(gradiente vertical superadiabático)
28
1.2.3.1.3 Condiciones neutras
La Figura 30 describe condiciones neutras. Cuando se ejerce una fuerza sobre el carro,
este se mueve mientras la fuerza se mantenga. Cuando esta es eliminada, el carro se
detiene y permanece en su nueva posición. Esta condición representa la estabilidad
neutra.
29
Figura 31: Condiciones neutrales
30
Figura 32: Estabilidad condicional
.
1.2.3.1.5 Temperatura virtual
Aunque indirectamente, el desarrollo previo relativo a la estabilidad atmosférica ha sido
realizado sin tener en cuenta el contenido en humedad del aire. Esta omisión es
intencionada, puesto que se puede abordar la estabilidad en el aire húmedo de manera
totalmente análoga al estudio realizado sobre aire seco, si se considera ahora como
temperatura la temperatura virtual, Tv, de una masa de aire húmedo, que se define como
la temperatura del aire seco que, a la misma presión, tiene la misma densidad. Puesto que
el factor que condiciona directamente la estabilidad en la atmósfera es la densidad del
aire, no su temperatura, la utilización de la temperatura virtual en lugar de la temperatura
a secas permite obtener los mismos resultados. En los sondeos meteorológicos se mide la
presión, p, la temperatura, T, y la humedad relativa, h (en tanto por cien); a partir de estos
datos se puede obtener la temperatura virtual para cada nivel según la expresión,
31
1.2.3.2 Clasificaciones de estabilidad
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las clases de estabilidad pueden ser A, B o C, para condiciones neutras D, y para
condiciones estables pueden ser E o F. Para cielos totalmente cubiertos, tanto de día
como de noche, debe considerarse clase de estabilidad D.
Tabla 1: Categorías de Estabilidad de Pasquill
A: muy inestable
Día B: inestable
C: ligeramente inestable
D: Neutra
Día/noche
E: ligeramente estable
Noche F: estable
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Tabla 2 : Turbulencia de la atmósfera. Clases de estabilidad
<2 A A–B B F F
2-3 A-B B C E F
3-5 B B–C C D E
5-6 C C-D D D D
>6 C D D D D
Como puede verse en la Tabla 2 las estabilidades A, B y C representan las horas diurnas
con condiciones inestables. La estabilidad D, los días o noches con cielo cubierto con
condiciones neutras. Las estabilidades E y F, las condiciones nocturnas estables, y se
basan en la cantidad de cobertura de nubes. Por consiguiente, la clasificación A
representa condiciones de gran inestabilidad y la clasificación F, de gran estabilidad
No siempre se dispone de datos de radiación solar, por ello, según la cantidad y altura de
las nubes y el ángulo de elevación solar, se puede calcular el nivel de radiación solar
incidente, de acuerdo al cuadro siguiente.
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Tabla 3: Nivel de radiación solar incidente en función de la nubosidad
La altura solar (α) (elevación angular por encima del horizonte) es el ángulo que forman
el ojo del receptor y el sol respecto a la superficie.
Depende de
¾ la latitud del observador (ф),
¾ la declinación solar (δ) y
¾ el ángulo horario del sol (H).
Así pues depende de la situación geográfica de la zona, la época del año y la hora del día
Viene dada por la siguiente expresión: sen α= sen ф sen δ + cos ф cos δ cos H
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1.2.4 Capa de mezcla. Altura de mezcla
La mayor parte de los residuos volátiles no llegan a ascender más de unos cuantos
centenares de metros. El aire en estas zona de la atmósfera está en contacto con la
superficie terrestre y su movimiento está afectado por la rugosidad de ésta. Ello da lugar a
que se produzcan turbulencias y en consecuencia que tenga lugar una mezcla constante
de los componentes atmosféricos. Es por esta razón que a esta zona más baja de la
atmósfera terrestre se denomina capa de mezcla. La capa de mezcla puede interpretarse
como el espesor de atmósfera en que se difunden (se mezclan) los contaminantes. El
espesor de la capa de mezcla dependerá de las condiciones de la atmósfera, en particular
de la clase de estabilidad, de la radiación solar, de la velocidad del viento y del tipo de
terreno.
Consideremos una analogía de una porción de aire con un globo. La Figura 33 indica tres
maneras en que el gradiente adiabático influye en la flotabilidad. En cada situación se
asume que el globo se infla con aire a 20 °C en el nivel del suelo y luego es impulsado
manualmente a una altura de 1 km (por ejemplo, por el viento sobre la cresta de una
montaña). El aire del globo se expandirá y enfriará a aproximadamente 10 °C. La
elevación o caída del globo debido a la descarga depende de la temperatura y la densidad
del aire circundante. En la situación "A", el globo se elevará porque permanece más
cálido y menos denso que el aire circundante. En la situación "B", se hundirá porque es
más frío y denso. En la situación "C", no se moverá porque tiene la misma temperatura y
densidad que el aire circundante.
Figura 33: Relación del gradiente adiabático con la temperatura del aire
Los mismos principios se aplican para las condiciones reales de la atmósfera cuando una
porción de aire se calienta cerca de la superficie y se eleva, y otra desciende para tomar
su lugar. La relación entre el gradiente vertical adiabático y el gradiente vertical
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ambiental debería ser visible entonces. Este último controla el grado en el que una
porción de aire puede elevarse o descender.
En un diagrama adiabático, como el de la Figura 34, el punto en el que la porción de aire
que se enfría en el gradiente vertical adiabático seco intersecta la "línea" perfil de la
temperatura ambiental se conoce como altura de mezcla. Este es el nivel máximo al que
la porción de aire puede ascender.
La altura de la capa de mezcla es la altura de la capa de la atmósfera dentro de la cual
es relativamente irrestricta la mezcla vertical, debido al calentamiento radiativo de la
superficie terrestre.
Cuando no se produce ninguna intersección (cuando el gradiente vertical ambiental es
mucho mayor que el gradiente vertical adiabático), la altura de mezcla se puede extender
a mayores alturas en la atmósfera. El aire que se encuentra debajo de la altura de mezcla
conforma la capa de mezclado. Mientras más profunda sea esta capa, mayor será el
volumen de aire disponible para la dispersión de los contaminantes.
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espejos de agua intermedios, estos datos son válidos en un radio de ~ 250 km.
El Servicio Meteorológico Nacional tiene estaciones de medición de datos de
altura en las ciudades de:
Salta, Resistencia, Córdoba, Mendoza, Buenos Aires (Ezeiza), Santas Rosa,
Neuquén, Río Gallegos, Comodoro Rivadavia y Río Grande (Tierra del Fuego).
Los mismos deben ser consistidos [ii] y modificados, cuando corresponda, con
los datos de temperatura de superficie del lugar donde se realizan la mediciones.
Para calcular la altura de capa de mezcla en forma horaria, se utiliza un método
que consiste en buscar la intercepción de los datos tomados del radiosondeo y la
adiabática seca correspondiente a la temperatura de superficie horaria.
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uref y zref = velocidad y altura de medición del viento
L = longitud de Monin-Obukhov.
α = parámetro igual a 0,35
f = valor absoluto del parámetro de Coriolis = ⎢2 ω sen φ ⎢1)
ω = velocidad de rotación terrestre
φ = latitud del lugar.
1
) f = 9,374 10 -5 seg -1 a 40 ° de latitud
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Figura 36 . Diversas escalas de remolinos: espectro típico de viento superficial.
No obstante, pueden producirse circulaciones cerradas de viento, como en el caso de las
brisas del mar y las de valle y montaña, en las que los contaminantes lanzados a la
atmósfera se incorporan a la circulación del viento con lo que se produce una
acumulación progresiva de contaminantes, que da lugar a un aumento de la concentración
de los mismos en las zonas barridas por este tipo de vientos. Efectos similares se
producen cuando los vientos fuertes inciden perpendicularmente a las crestas
montañosas, a un valle o sobre los edificios altos; en estas condiciones, los efectos
aerodinámicos de estos obstáculos pueden tener consecuencias negativas para la
dispersión de contaminantes, acumulándolos en determinadas zonas.
Los vientos locales se asocian a los grandes cuerpos de agua y al relieve, los que generan
desigual calentamiento a lo largo del día y entre éste y la noche. Conocidos como vientos
térmicos, tienen más influencia en el verano ya que la mayor temperatura genera
gradientes más pronunciados y por lo tanto es superior la fuerza o velocidad de ellos
entre los centros locales de alta y baja presión.
Las ciudades ubicadas en las costas, o bajo la influencia del mar, presentan estos vientos
que colaboran a la dispersión de los contaminantes. El relieve influye en este fenómeno,
debido a que un cordón montañoso próximo al litoral puede obstaculizar su normal
desarrollo, imprimiendo a una ciudad un carácter mediterráneo, aunque esté a sólo unas
decenas de kilómetros del mar.
40
Por otra parte, una ciudad localizada en una planicie amplia sin relieves interceptores y
ubicada a cientos de kilómetros del océano, puede recibir vientos de velocidades
adecuadas para la disipación de la contaminación atmosférica.
La rugosidad de la superficie (edificios, sierras, montañas, etc.) funciona como un
“freno” para el viento, generando una turbulencia mecánica que favorece la distribución
de calor en la capa inferior de la atmósfera.
Este efecto aumenta con la velocidad del viento, y es despreciable para vientos calmos.
Las características físicas de la superficie terrestre se denominan rasgos del terreno o
topografía. Los rasgos del terreno, como se podría esperar, afectan sobre todo el flujo del
aire relativamente cercano a la superficie terrestre. Como se indica en la Figura 37, estos
rasgos se pueden agrupar en cuatro categorías: plano, montaña/valle, tierra/agua y áreas
urbanas.
La turbulencia mecánica es causada por el viento que fluye sobre objetos de tamaños y
formas diferentes. Por ejemplo, el flujo del viento que rodea un edificio será diferente del
de un maizal.
La turbulencia del viento sobre un terreno plano está limitada a la cantidad de accidentes
de la superficie, ya sean naturales o hechos por el hombre. La Tabla 4 presenta una lista
de los elementos superficiales, desde los rasgos de superficies lisas con poca influencia
friccional hasta los rasgos accidentados con amplia influencia friccional.
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Tabla 4: Ejemplos de diferentes superficies accidentadas
(en orden de muy lisas a muy accidentadas)
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representa la rugosidad del terreno (índice de rugosidad superficial). La primera tiene
rugosidad 700>Z0>80 cm , la segunda 200>Z0>40 cm y el área rural 4>Z0>0,1 cm
El número del gradiente del viento es el porciento de la velocidad que se tendría con
rugosidad cero. La figura indica que la velocidad del viento aumenta con la altitud en
cada uno de los tres tipos de terrenos representados. Las áreas urbanas con construcciones
densas y edificios altos ejercen una fuerza friccional grande sobre el viento haciendo que
disminuya, cambie de dirección y se haga más turbulento. Por consiguiente, los vientos
de gradiente (esto es, los que no se ven afectados por la fricción) alcanzan mayores
altitudes cuando se producen sobre áreas urbanas que cuando lo hacen sobre el nivel del
suelo.
Figura 39: Ejemplos de la variación del viento según la altura sobre superficies con
diferentes rasgos topográficos (las figuras son porcentajes de los vientos de
gradiente).
siendo:
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Los valores de p son función de la estabilidad atmosférica y la rugosidad del suelo.
Exponente p
Clase de
Rural Urbana
estabilidad
A 0,07 0,15
B 0,07 0,15
C 0,10 0,20
D 0,15 0,25
E 0,35 0,30
F 0,55 0,30
La turbulencia mecánica en terrenos con montañas y valles siempre depende del tamaño,
la forma y la orientación de los rasgos. Las numerosas combinaciones de terrenos
montañosos o con valles incluyen una sola montaña sobre un terreno plano, un valle
profundo entre montañas, un valle en terreno plano o una cordillera.
Si una inversión de temperatura elevada (aire cálido sobre aire frío) cubre la mayor
elevación, entonces el aire tratará de encontrar su camino por los costados de la montaña.
Cuando el flujo de aire es bloqueado, se produce un entrampamiento o recirculación del
aire. Durante la noche, los cerros y las montañas producen flujos de vientos
descendientes porque el aire es más frío en grandes elevaciones. Por lo general, los
vientos descendientes son ligeros. Sin embargo, bajo condiciones correctas, se pueden
producir vientos más rápidos.
La Figura 40 muestra vientos descendentes y ascendentes que se producen durante el día
y la noche, respectivamente. En el caso de un valle, los vientos descendentes se pueden
producir en las pendientes opuestas del valle, lo que determina que el aire frío y denso se
acumule o deposite en el suelo. Este aire frío se puede descender hacia el valle y causar el
movimiento del aire debido al drenaje de aire frío. Además, como el aire frío desciende al
suelo del valle, el aire en altura se vuelve más cálido.
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Figura 40Turbulencia térmica en el valle (el aire se eleva cuando la Tierra se
ilumina)
En las ciudades, las islas de calor urbano generan la llamada circulación solenoidal. Se
trata de una circulación convectiva a partir del mayor recalentamiento producido por la
masa urbana, generalmente pavimento y edificaciones de cemento en altura. Esta masa en
ascenso, al descomprimirse en altura, se enfría y se desplaza hacia la periferia; en ella
desciende para iniciar nuevamente su trayectoria hacia la isla de calor inicial. Esta
convección puede facilitar la purificación del aire si la periferia no está construida, pero a
su vez, puede generar por compresión áreas de inversión térmica
Las áreas urbanas presentan accidentes adicionales y características térmicas diferentes
debido a la presencia de elementos hechos por el hombre. Cuando el sol se pone, el área
urbana continúa irradiando calor desde los edificios, las superficies pavimentadas, etc. El
aire que este complejo urbano calienta, asciende y crea un domo sobre la ciudad. Este
fenómeno se llama efecto de la isla calórica. La ciudad emite calor durante toda la noche.
Recién cuando el área urbana empieza a enfriarse, sale el sol y empieza a calentar el
complejo urbano nuevamente. Por lo general, debido al continuo calentamiento, las áreas
urbanas nunca recobran condiciones estables.
La turbulencia mecánica sobre las áreas urbanas es muy parecida a la que se produce en
un terreno complejo. Los edificios, separados y en conjunto, alteran el flujo del aire:
mientras más altos sean, más aire se distribuye. Además, las áreas públicas canalizan y
dirigen el flujo de maneras intrincadas. Así como es imposible predecir detalles exactos
sobre superficies con montañas y valles, se carece de una descripción exacta del flujo en
las áreas urbanas.
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Figura 41: Turbulencia térmica y mecánica de las ciudades
a) Por la presencia de una montaña que actúa de barrera, obligando al aire a fluir por
sus laderas y sufriendo una descomprensión que se traduce en un enfriamiento del
mismo.
b) En un sistema frontal, el aire más cálido por ser menos denso se enfría al ascender
obligadamente por sobre el aire frío que es más denso.
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d) En el mecanismo convectivo, las burbujas de aire cálido ascienden y se enfrían por
descompresión.
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contiguous United States, Office al Air Programs Ap-101, U.S.EPA (NTIS PB 207 103), 1972
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layer, Journal Atmosph eric Science, 32 (741-735), 1975.
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