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Índice.

Pg:

Introducción………………………………………………………………………………………………………….2

Origen del lenguaje y del castellano………………………………………………………………….3-10

Primeras manifestaciones del pensamiento humano………………………………………11-13

Definición de lenguaje…………………………………………………………………………………….13-15

Definición de la oralidad: Comunicación verbal y comunicación no verbal………16-19

Lenguaje humano vs lenguaje no humano……………………………………………………….20-21

Consolidación y expansión de la lengua y el castellano……………………………………22-23

Conclusión…………………………………………………………………………………………………………24

Bibliografía…………………………………………………………………………………………………………25
Introducción.

Los seres humanos fundamentamos nuestra existencia mediante el lenguaje, es nuestra


forma de expresión más común y por lo tanto, la forma más práctica de relacionarnos y
desenvolvernos en el medio que nos rodea. En lenguaje nos permite transmitir ideas,
pensamientos y opiniones que a su vez nos permiten conocer las ideas, puntos de vista y
opiniones de las demás personas.

En nuestra sociedad el uso adecuado del lenguaje es de suma importancia, de ello


dependerá que lo expresado pueda entenderse de forma clara y precisa. El lenguaje
también puede visualizarse como un intermediario entre una experiencia socializada, por
ejemplo, métodos de trabajo o interacciones diversas, el lenguaje nos permite
expandirnos como seres humanos y a su vez poder formar vínculos con otras personas
que nos ayuden a nuestro crecimiento tanto social como personal.

El origen del lenguaje remonta a muchos siglos atrás y surge por la necesidad del
hombre de comunicarse y expresarse ante todo y todos los que le rodean, con el pasar del
tiempo las características del lenguaje se han ido modificando, permitiendo crear palabras
más sofisticadas e incluso más expresivas que puedan ser entendidas con mayor facilidad.

Desde siempre el lenguaje ha sido la forma de comunicación más relevante y por lo tanto,
si se puede decir, la base fundamental para la formación de una sociedad que cada día es
más exigente.
Origen del lenguaje y del castellano.

Para poder definir el origen del lenguaje como tal, debemos de sub dividir una serie de
características o teorías que nos permitirán entender con mayor facilidad lo que al origen
del lenguaje se refiere.

La primera división dentro de estas hipótesis está marcada por la creencia en teorías
divinas o evolucionistas. Dentro de la hipótesis divina podemos encontrar que Dios otorgo
al hombre la capacidad de poder comunicarse con las demás personas, esta es la creencia
de que el origen del lenguaje ha tenido lugar desde la creación del mundo y por lo tanto,
desde la creación del hombre. En cuanto a la teoría evolucionista podemos decir, que
esta, como casi todas las hipótesis, pese a algunas diferencias, concuerda en que el habla
se origino por la necesidad del hombre de comunicarse y expresarse en el medio que lo
rodea.

Otra teoría es la onomatopéyica, la cual afirma que el hombre comenzó a hablar


imitando los sonidos de su alrededor, como los que producían los animales o los distintos
elementos que estaban a su alcance. Mientras que para los filósofos griegos, el origen
residía en que las palabras o sonidos asignados, eran similares a lo que se quería
representar, y entonces era algo “natural” También existe otra teoría llamada Repetición,
la cual. Sugiere que el habla pudo haber estado en un principio estrechamente vinculado
al esfuerzo físico. Es a día de hoy que cualquier actividad corporal que implica el uso de
mucha energía nos hace emitir sonidos involuntariamente. Entonces, cuando se requería
repetir tal esfuerzo físico, se cree que se comunicaban imitando el sonido que
espontáneamente salía al hacerlo.

Ahora bien, una teoría más científica seria la que se lleva a cabo desde el punto de
vista antropológico y etnológico, donde s indudable que el lenguaje articulado constituye
una de las manifestaciones características que separan al hombre de los seres irracionales.
Éstos últimos expresan y comunican sus sensaciones por medios instintivos, pero no
hablan, a diferencia de los seres dotados de conciencia. Por lo tanto, si tuviésemos que
añadir un sexto sentido a los cinco tradicionales, sin duda alguna ésta sería el habla, ya
que la lengua, además de servir para el sentido del gusto y otras funciones cotidianas,
tiene la aplicación de emitir sonidos articulados, una particularidad que, como ya dijimos,
nos diferencia de los animales inferiores con los que compartimos: vista, oído, tacto,
olfato y gusto.

De otro lado, el animal no es capaz de planificar sus acciones, puesto que toda su
conducta instintiva está determinada por su sistema de reflejos condicionados e
incondicionados. La conducta humana, en cambio, se define de forma absolutamente
diferente. La situación típica del individuo es el proceso de planteamiento y solución de tal
tarea por medio de la actividad intelectual, que se vale no sólo de la experiencia
individual, sino también de la experiencia colectiva. Consiguientemente, el hombre, a
diferencia de los animales inferiores, sabe planificar sus acciones, y el instrumento
fundamental para tal planificación y solución de las tareas mentales es el lenguaje. Aquí
nos encontramos con una de sus funciones más elementales: la función de instrumento
del acto intelectual, que se expresa en la percepción, memoria, razonamiento,
imaginación, etc.

Los primeros signos articulados por los pitecántropos, que habitaron en Asia y África,
data de hace unos 600.000 a. de J.C. Después vinieron otros homínidos cuya capacidad
craneal, superior al "Homo erectus", les permitió fabricar utensilios rudimentarios y
descubrir el fuego, pero también idear un código de signos lingüísticos que les permitiera
comunicar sus sentimientos y pensamientos. Durante el paleolítico (aproximadamente
35.000 a. de J.C.), tanto el "Hombre de Neandertal" como el "Hombre de Cro-Magnon"
dan señales de que poseían un idioma comunicativo y una anatomía equiparable a la del
hombre moderno. Quizás éstos sean algunos posibles "momentos" en la evolución del
lenguaje humano, desde la remota época en que el "Homo sapiens" hacía simples gestos
acompañados de gritos o interjecciones -a la manera de ciertos animales-, hasta la
descripción oral de los objetos que le rodeaban y la designación de ideas mediante
sonidos que suponían el aumento de la capacidad de abstracción; un periodo en el que
nacen las primeras lenguas, coincidiendo con el desplazamiento de los hombres
primitivos.

Con el transcurso del tiempo, los hombres primitivos empezaron a vivir en pequeños
grupos familiares, usando un lenguaje que era de uso exclusivo del grupo, con palabras
que expresaban una idea común para todos. Poco a poco se fueron reuniendo en
comunidades más grandes, formando tribus y poblados. Algunos grupos se desplazaron a
lugares más o menos lejanos buscando nuevos territorios donde se podía encontrar caza y
pesca, mientras otros se trasladaron en busca de regiones más cálidas, generalmente
junto a los ríos, donde construyeron sus chozas y consolidaron su lengua materna. Valga
aclarar que si los habitantes de un lugar carecían de relaciones con los de otros, no es
nada probable que usaran el mismo lenguaje para comunicarse entre sí, lo que hace
suponer que desde el principio hubo varias lenguas, y no una sola "lengua madre" como
generalmente creen los defensores del mito bíblico sobre "La Torre de Babel".

La filología comparada, en su estudio sobre las relaciones entre las diversas lenguas, no
ha logrado encontrar ninguna esencialmente primitiva de la cual provengan todas las
demás; ninguna "lengua madre" universal, y únicamente asigna la denominación de
"lenguas madres" a aquellas de las cuales se han derivado algunos idiomas, como el latín,
que es la "lengua madre" del francés, español, portugués, italiano y otras lenguas
neolatinas.

Los antropólogos, etnólogos y lingüistas, desde Luis Heyre (1797-1855) hasta la fecha,
han realizado profundas investigaciones en procura de averiguar la posible existencia de
un primitivo origen del lenguaje, estableciéndose diferentes hipótesis encaminadas unas a
las relaciones psicofísicas entre las sensaciones de la visualidad y las auditivas; otras,
tomando como fundamento de la formación natural del lenguaje, la evolución progresiva
impuesta por el entorno social, y motivado por las necesidades del ser humano. Se ha
pensado en la onomatopeya, en la observación del lenguaje infantil, en la expresión de
sentimientos, en las interjecciones, etc. Pero los más destacados psicólogos y lingüistas -a
la cabeza de Antonio Meillet (1866-1936)-, han llegado al reconocimiento de que hallar un
lenguaje primitivo único es un problema insoluble, por lo que se limitan a clasificar las
lenguas y señalar las raíces de las que consideran más primitivas.

En cualquier caso, se debe añadir que la evolución del lenguaje ha sido paralela a la
evolución del hombre desde la más remota antigüedad. Los idiomas que abundan en la
actualidad, agrupadas en las ramas de un mismo tronco lingüístico, siguen causando
controversias entre los investigadores, puesto que el estudio del origen del lenguaje es tan
complejo como querer encontrar el "eslabón perdido" en el proceso de humanización de
nuestros antepasados.

Una sociedad, por muy organizada que esté, es incapaz de fijar definitivamente el
lenguaje, porque éste se forma progresiva y gradualmente, por lo que no existe ninguna
lengua que pueda llamarse completa por no existir ninguna que exprese todas nuestras
sensaciones y todas nuestras ideas. No obstante, el humano, como cualquier ser social por
naturaleza, necesita relacionarse con sus semejantes, hablando y escuchando, y el
principal instrumento de comunicación es el lenguaje, cuyo sistema, constituido por
signos verbales o palabras, hace que los individuos se entiendan entre sí. De no existir el
lenguaje, tanto en su forma oral como escrita, sería más difícil la convivencia social y más
primitiva nuestra forma de vida. Además, gracias al lenguaje ha sido posible lograr
grandes éxitos en el conocimiento y dominio de las fuerzas de la naturaleza.

En cuanto al origen del castellano, según los datos históricos encontramos que En el
año 218 a. C. desembarcó en Ampurias un ejército romano que venía a combatir contra
los cartagineses, en la guerra que la ciudad de Roma sostenía contra éstos. Así comenzó
una dominación que había de durar más de seis siglos.

Hispania fue declarada en seguida provincia romana, y sus conquistadores, dotados de


gran sentido práctico y talento organizador, fueron colonizando la mayor parte del
territorio y explotando sus recursos humanos y naturales. Los hispanos, que se vieron
obligados a incorporarse al modo de vida implantado por los romanos, hubieron de
aprender, entre otras muchas cosas, el idioma de éstos. Aunque las viejas lenguas
prolongaron su vida en algunos lugares durante muchos años (como el euskera), fueron
poco a poco replegándose ante las ventajas que ofrecía el uso de una lengua oficial
común, que a la vez era indispensable para la relación con los dominadores.
¿Qué lengua hablaban los romanos? Como la ciudad de Roma está situada en la región del
Latium -que fue la primera frontera de la expansión romamana-, su lengua se ha llamado
latina.
El latín es una de las lenguas itálicas, grupo de lenguas hermanas habladas en la
península de este nombre unos siglos antes de Cristo, variedades de una lengua anterior,
el itálico, la cual sólo conocemos a través de sus hijas. El itálico, a su vez, era una rama del
antiquísimo tronco indoeuropeo. Todo lo que sabemos de la lengua indoeuropea es
también a través de sus descendientes: se conoce su existencia -que hubo de ser en época
muy remota, anterior a los milenios a la invención de la escritura- por las numerosas
semejanzas que se descubren en una serie de lenguas aparentemente muy distintas y hoy
muy alejadas entre sí geográficamente, semejanzas que sólo son explicables suponiendo
un origen común. Así se sabe que, al lado del latín -con toda su descendencia- y las otras
lenguas itálicas, son indoeuropeas las lenguas célticas -tanto las que se hablaron en
Hispania prerromana como las que hoy perviven en las Islas Británicas-, el griego, el
albanés las lenguas germánicas, y las eslavas. Casi todas las lenguas de Europa
pertenecen, pues, como el latín, a la familia indoeuropea.
Dentro de este árbol genealógico, el latín tuvo un destino muy singular. Empezó siendo
la lengua de una comarca en el centro de la Península Itálica y llegó a ser, tras la expansión
del poderío romano, la lengua del mayor imperio conocido en la antigüedad.
Hoy el latín vive, bajo distintas formas de evolución, en Portugal, en España, en Francia,
en Bélgica, en los extensos territorios adonde lo llevaron los españoles, los portugueses y
los franceses.

Un hecho religioso importante, el establecimiento de los pontífices cristianos en la


ciudad de Roma, dio lugar a una larga pervivencia del idioma del Imperio romano -desde
el s.III hasta nuestros días- como lengua universal de la Iglesia católica.

También, la lengua latina alcanzó un gran nivel literario bajo el influjo que la gran
cultura griega ejerció sobre las clases letradas de Roma, y sirvió como vehículo a una
importante producción científica. Como consecuencia de esto, mucho después de la
desaparición del Imperio romano, una larga época de la cultura moderna -del s.XV al XVIII-
, recuperado el latín y las obras maestras de la poesía y del saber antiguo en él escritas,
revitalizó el estudio de este idioma y su cultivo, que ya venía de la Edad Media, como
lengua universitaria y científica.

Pero esta vida del latín como lengua de la ciencia y como lengua eclesiástica es
completamente artificial, a diferencia de la verdadera continuación que son las lenguas
neolatinas, es decir, las "nuevas lenguas latinas", que también se llaman románicas o
romances, y son: el francés, el provenzal, el italiano, el retrorrománico o romanche y el
rumano, además de las lenguas que ahora se hablan en la Península Ibérica (a excepción
del euskera). Después de esto surge lo que fue el nacimiento del romance, el cual se
sustentaba en que ninguna lengua habla igual el nacido en una región que en otra, ni un
hombre culto habla igual que un analfabeto, ni tampoco se habla igual que se escribe.
Estas diferencias son más notables en unas lenguas que en otras. Y en el latín eran
mayores que lo son en el español de hoy. Sin embargo, el latín. Presentaba modalidades
distintas según los lugares. La fecha del comienzo de la conquista de un territorio
determinaba que en su lengua tuviese rasgos más arcaicos, o más modernos. Otro factor
influyente era la procedencia de una región u otra itálica que predominase en los soldados
que ocupaban el país. Otro era la mayor o menor distancia, la mejor o peor comunicación
con la metrópoli. Otro era, naturalmente, la lengua nativa de los habitantes sometidos,
que introducían algunos de sus hábitos de pronunciación y parte de su vocabulario en el
latín que ellos hablaban, Pero al llegar el s.V, la invasión de todas las provincias romanas
de Occidente por los pueblos germánicos, aisló cada provincia de las demás y fue
tomando más fuerza el latín hablado en cada una de ellas.

De todos modos, en los lugares dónde más influencia habían tomado la lengua y la
civilización latina, fueron éstas abrazadas por los conquistadores. Hispania fue uno de los
sitios dónde ocurrió esto. Durante la época visigoda se inició en Hispania el crecimiento
del vulgarismo en el latín hablado en ella, como consecuencia de los dos factores que
favorecieron en toda la Europa romana invadida por los germanos: descenso de nivel
cultural y aislamiento. Pero no sólo se produce una evolución respecto al latín clásico, sino
que sigue diferentes caminos según las regiones. A partir de ahora se puede hablar de la
existencia de unos dialectos del latín hispánico. Es el nacimiento de las lenguas romances
de la Península.

Sin embargo hasta pasados varios siglos no se aclaran suficientemente los distintos
dialectos. Alrededor del año 95O, dos tercios de la Península están en poder de los
musulmanes. En todo Al Andalus la lengua oficial de los dominadores, el árabe, hablan su
latín vulgar. Como estos hispanos que habitaban en territorio árabe se llamaban
mozárabes, mozárabe es el nombre que se da también a su lengua. En ella están
redactados los primeros textos literarios en lengua romance: las jarchas.

El mozárabe, fue desapareciendo poco a poco a medida que sus hablantes, al avanzar la
Reconquista, eran incorporados a los reinos cristianos del Norte y adoptaban su lengua,
que eran otros romances.
Los romances avanzaron hacia el Sur a medida que los territorios se expandían. Uno de
estos romances será el que dará lugar al castellano.

El castellano, el dialecto de un pequeño rincón de la frontera oriental del reino leonés,


zona militar batida por los asaltos de los musulmanes, empezó siendo un bárbaro lenguaje
que motivaba las risas de los cortesanos de León. Castilla, primero condado dependiente
de los reyes leoneses, después estado soberano, asumió la iniciativa de la Reconquista en
la Meseta y acabó sometiéndose políticamente a León. El dinamismo castellano no sólo
avanzó hacia el Sur musulmán, sino que desplegó su influencia sobre el Oeste y el Este
cristianos.

Luego vino el aparecimiento del idioma español, donde la El dialecto castellano


presentaba una personalidad muy marcada frente a los otros dialectos peninsulares. Se
formaba en una zona más débilmente romanizada que los otros, y por eso estaba más
vivo en el recuerdo de viejas lenguas.
Mientras en el romance de otras regiones pesaba una fuerte romanización, en el
castellano, que nacía en una tierra agreste y malamente comunicada, no se sentía ligada a
ninguna regla ni tradición que perjudicara su evolución. Esta es la explicación de sus
innovadoras características frente a otros dialectos. Sin embargo, el momento decisivo de
la unificación y fijación del castellano llega en el reinado de Alfonso X el Sabio. Las obras
literarias y científicas concebidas en su corte eran de carácter culto, pero en lugar de ser
difundidas en latín, se difundieron en castellano.
El hecho de utilizar el castellano como lengua culta, llevaba consigo un enriquecimiento en
el vocabulario y en los medios para expresarse. A partir de aquí el castellano ya era un
instrumento útil de expresividad como lo demuestran los dos siglos posteriores y una obra
cumbre: La Celestina (1499).

Por ésta misma época (descubrimiento de América), Antonio de Nebrija había escrito
ya la primera gramática del castellano (1492).
Por estos años también se toma español como sinónimo de castellano. Y, en efecto,
fueron muchos los escritores no españoles que utilizaron el español en sus obras. Hoy, la
lengua española es hablada por cientos de millones de personas. Corre el riesgo de
fragmentarse en varios brazos. Si así fuese se repetiría el mismo ciclo que con el latín,
pero la unidad entre los distintos países, es decir, un desarrollo serio, aseguran la
supervivencia del español.

Primeras manifestaciones del pensamiento humano.

Las primeras manifestaciones del pensamiento humano estaban basadas generalmente


en las creencias mágicas, animismo y espiritualismo.

En cuanto a las creencias mágicas Los estudios antropológicos de la cultura paleolítica


han permitido penetrar en la forma como el hombre primitivo interpretó su mundo y puso
en juego su poder pensante ante una realidad que le resultaba misteriosa y amenazante.
Estos hombres eran cazadores. Se enfrentaban a grandes y peligrosos animales, el clima
era áspero, de glaciación. Grutas naturales servían de guarda de hombres y animales. No
había llegado aún el tiempo en que el hombre se declarara " E rey de la creación. Con la
tranquilidad de un niño, pero esta tranquilidad no podía continuar en forma indefinida.
Las pinturas halladas en grutas muestran como el hombre paleolítico se disfrazaba de
animal, cubierto con pieles de animales. Era necesario para poder sobrevivir, dada su
inferioridad biológica.

Por consiguiente el poderoso cerebro le permitió dominar todos sus miedos y se apoyó
en sus ideas mágicas, las cuales se convirtieron en ritos. A la captura de un animal solía
anteceder el embrujamiento: el hechicero conjuraba el animal. de allí pues que las
creencias y prácticas mágicas derivan de situaciones y acciones frustrantes, de ahí que
tuviera para el hombre primitivo tanta importancia, como las trampas para cazar animales
o las fogatas que les permitían ahuyentarlos.

El pensar del hombre paleolítico está volcado hacia la realidad exterior, no hay
conciencia del yo, no distingue claramente entre vida y muerte, no se plantea la existencia
de un más allá o de deidades invisibles.

Ahora bien, es en el periodo oolítico cuando se considera que el hombre desarrolla su


pensar abstracto, y su mente comienza a funcionar con independencia de la realidad
sensible; adquiere conciencia de que hay una realidad imperceptible, que no está a la
vista. Ahora es capaz de ocultar sus deseos, intencione4s, iras, temores y pensamientos.
De igual manera se le plantea, la posibilidad de que detrás de todas las cosa hay una vida
pensante tan poderosa como la suya propia. Surge así la concepción animista del mundo.
Todas las cosas: montañas, rocas, ríos, plantas y animales, son animados; es decir, llevan
dentro un pensar y un querer ocultos, un alma; son malignas o benévolos y hay que
tratarlas con cuidado, circunspección.

El animismo representa un sistema primitivo de creencias característico de los primeros


órdenes sociales totémicos. A medida que los hombres se constituían en grupos, se
organizaban en clanes cuya guía y autoridad era un tótem: oso, rio, lluvia o cualquier
fenómeno natural. Los hechos que pudiesen representar un poder potencial sobre el
destino del clan, era merecedores de tributo, adoración, obediencia y culto. La desprovista
mentalidad ingenua del hombre primitivo no podía menos que otorgarle a esos
misteriosos fenómenos un poder extraordinario. Por desacertado que parezca, el
animismo representó un intento de conocer, predecir, explicar y controlar la naturaleza.

Una explicación de la causalidad subyace en el animismo primitivo; una concepción


mágica de los hechos que también observamos en la lógica infantil Piaget (1930: 181-186),
cuando los niños se explican por qué sopla el viento, como la luna entra en su casa por
qué se mueven las nubes. Atribuir vida y poder a los hechos naturales, concebir al mundo
dotado de fuerza, constituye una interpretación típica del modo de razonamiento
primitivo.

Por otra parte, en cuanto al espiritualismo podemos decir que La concepción


espiritualista hace su aparición en el hombre del período neolítico(hace unos diez mil
años). Según esta concepción, el hombre vivía, percibía y pensaba porque su cuerpo
moraba un espíritu dotado de conciencia; al alejarse el espíritu del cuerpo, sobrevivía la
pérdida de conocimiento: el sueño o la muerte.

Como puede observarse, el espíritu era considerado como la personificación de la


conciencia psicológica. Se hace de ella una entidad fundamentalmente distinta de la del
cuerpo. Hay ahora dos realidades en el hombre su cuerpo material que en sí carece de
vida; y su espíritu que lo habita, lo mueve lo anima.

La concepción espiritualista del neolítico, constituye un notable cambio en la


interpretación de la realidad; ya no es única y homogénea; hay dos ámbitos separados
pero funcionalmente relacionados. Hay el aquí y el más allá; lo visible y lo invisible. Se
atribuye a lo invisible poderes sobrenaturales que gobiernan el mundo y deciden el
destino de los hombres.

En síntesis, se produce una concepción dualista del hombre ( cuerpo-alma; materia-


espíritu; y una concepción dual del mundo.

Definición del lenguaje.

El lenguaje puede definirse como la forma que tienen los seres humanos para
comunicarse. Se trata de un conjunto de signos, tanto orales como escritos, que a través
de su significado y su relación permiten la expresión y la comunicación humana.

El lenguaje es posible gracias a diferentes y complejas funciones que realiza el cerebro.


Estas funciones están relacionadas con lo denominado como inteligencia y memoria
lingüística. La complejidad del lenguaje es una de las grandes diferencias que separan al
hombre de los animales, ya que si bien estos últimos también se comunican entre sí, lo
hacen a través medios instintivos relacionados a diferentes condicionamientos que poca
relación tienen con algún tipo de inteligencia como la humana.

Otra característica del lenguaje es que éste comienza a desarrollarse y a cimentarse a


partir de la gestación, y se configura según la relación del individuo con el mundo que lo
rodea. De este modo, aprende a emitir, a escuchar y a comprender ciertos sonidos y no
otros, planificando aquello que se pretende comunicar de una manera absolutamente
particular.

Como bien sabemos existen muchos lenguajes diferentes, con lo que nos referimos a la
diversidad de idiomas que existen alrededor del mundo. Los investigadores no han
encontrado aún alguna lengua primitiva que se comporte como la madre de todas las
demás, sin embargo, se han desarrollado múltiples hipótesis que explican al lenguaje
como el resultado de ciertas relaciones psicofísicas que nacen a partir de las sensaciones,
tanto visuales como auditivas. Otra rama de hipótesis plantea que el lenguaje se deriva de
una evolución natural en la que convergen el entorno social y las necesidades humanas
que de ahí aparecen. Las teorías modernas apuntan a que el leguaje es parte integral de
nuestro cerebro, por lo que se va a manifestar de una forma u otra, y la educación lo que
hace es desarrollar este impulso y habilidad latentes en nosotros.

Otra definición de lo que es el lenguaje seria la dada a a cualquier tipo de código


semiótico estructurado, para el que existe un contexto de uso y ciertos principios
combinatorios formales. Existen muchos contextos tanto naturales como artificiales
donde aparecen animales.

El lenguaje humano e basa en la capacidad de los seres humanos para comunicarse por
medio de signos. Principalmente lo hacemos utilizando el signo lingüístico. Aun así, hay
diversos tipos de lenguaje. El lenguaje humano puede estudiarse en cuanto a su desarrollo
desde dos puntos de vista complementarios: la ontogenia, que remite al proceso de
adquisición del lenguaje por el ser humano, y la filogenia, mientras que, l lenguaje
animal se basa en el uso de señales sonoras, visuales y olfativas a modo de signos para
referirse a un referente o un significado diferente de dichas señales. Dentro del lenguaje
animal están los gritos de alarma, el lenguaje de las abejas, etc.

Los lenguajes formales son construcciones artificiales humanas, que se usan en


matemática y otras disciplinas formales, incluyendo lenguajes de programación. Estas
construcciones tienen estructuras internas que comparten con el lenguaje humano
natural, por lo que pueden ser en parte analizados con los mismos conceptos que éste.
El lenguaje humano se debe a adaptaciones evolutivas que se dan exclusivamente en
seres humanos de la especie Homo sapiens. La conducta lingüística en los humanos no es
de tipo instintivo sino que debe ser adquirido por contacto con otros seres humanos. La
estructura de las lenguas naturales, que son el resultado concreto de la capacidad humana
de desarrollar lenguaje, permite de comunicar ideas y emociones por medio de un sistema
de sonidos articulados, de trazos escritos y/o de signos convencionales, por medio de los
cuales se hace posible la relación y el entendimiento entre individuos. El lenguaje humano
permite la expresión del pensamiento y de exteriorización de los deseos y afectos.

La capacidad humana para el lenguaje tal como se refleja en las lenguas naturales es
estudiada por la lingüística. Se considera que la progresión de las lenguas naturales va
desde el habla, y luego por la escritura y, finalmente, se instala una comprensión y
explicación de la gramática. Desde el punto de vista social e histórico el lenguaje humano
ha dado lugar a idiomas que viven, mueren, se mudan de un lugar a otro, y cambian con el
paso del tiempo. Cualquier idioma que deja de cambiar o de desarrollarse es categorizada
como lengua muerta. Por el contrario, cualquier idioma por hecho de no ser una lengua
muerta, y formar parte de las lenguas vivas o modernas, está sufriendo continuamente
reajustes que acumulativamente son los responsables del llamado cambio lingüístico.

Definición de oralidad: comunicación verbal y comunicación no verbal.

La oralidad es una forma comunicativa que va desde el grito de un recién nacido hasta
el diálogo generado entre amigos, existen dos tipos de oralidad. La oralidad primaria y la
oralidad secundaria.

La Oralidad primaria, que se refiere a las culturas que sólo la poseen a ella para
comunicarse y que permite una activación de la memoria. Las culturas orales
(denominadas culturas primitivas, sin historia, por la antropología clásica, con términos ya
en desuso) tienen un conjunto de conocimientos, hábitos, tradiciones, representaciones,
simbolismos y significaciones que permiten descubrirlas.

La Oralidad secundaria es la que manejan culturas avanzadas que poseen escritura


(sociedades complejas o civilizaciones, con historiografía). En ellas es la escritura la que se
ha convertido en soporte de la memoria.

En la oralidad, la relación emisor-texto-receptor es directa y están presentes estrategias


de carácter suprasegmental. El texto oral se percibe a partir de sonidos que operan como
instancias concretas de un sistema de unidades abstractas, los fonemas.

Sin embargo, en términos generales, podemos definir a la oralidad como un sistema


simbólico de expresión, es decir un acto de significado dirigido de un ser humano a otro u
otros, y es quizás la característica más significativa de la especie. La oralidad fue,
entonces, durante largo tiempo, el único sistema de expresión de hombres y mujeres y
también de transmisión de conocimientos y tradiciones. Hoy, todavía, hay esferas de la
cultura humana que operan oralmente, sobre todo en algunos pueblos, o en algunos
sectores de nuestros propios países y quizás de nuestra propia vida. Pensemos, por
ejemplo, en la transmisión de tradiciones orales como la de los cuentos infantiles en
Europa, antes de los hermanos Grimm, o en la transmisión de la cultura de los páramos
andinos en Venezuela, o en las culturas indígenas del país. Aún para los habitantes de la
ciudad, la transmisión de muchas esferas del saber se da por vía oral: los conocimientos
culinarios son una de ellas, a pesar de haber innumerables libros dedicados a la enseñanza
de la cocina. Prueba de ello es, quizás, la proliferación de los programas televisados sobre
este particular.

Dentro de la oralidad podemos encontrar la comunicación verbal y la comunicación no


verbal.
La comunicación verbal es el uso de las palabras para la interacción, el lenguaje
propiamente tal, expresado de manera hablada o escrita. Es aquí cuando recordamos a los
factores de la comunicación, pues es el sustento de la misma: emisor, receptor, mensaje,
canal, código y contexto (por mencionar a los más importantes y los que sirven de base
fundamental).

La comunicación verbal es oral, es decir:

 Se utiliza el canal auditivo

 Se capta por medio de la percepción

 Es espontánea y se puede retractar

 Es efímera

 Hay interacción: feedback

 Utiliza soportes verbales y no verbales (movimiento de manos, gestos varios)

 Posee sintaxis diversa, muy elaborada o no (uso de “muletillas”)

 Es posible escribirla

 Es lineal, o sea, no se pueden decir o leer dos letras al mismo tiempo

Puede realizarse de dos formas: oral: a través de signos orales y palabras habladas o
escrita: por medio de la representación gráfica de signos.

Hay múltiples formas de comunicación oral. Los gritos, silbidos, llantos y risas pueden
expresar diferentes situaciones anímicas y son una de las formas más primarias de la
comunicación. La forma más evolucionada de comunicación oral es el lenguaje articulado,
los sonidos estructurados que dan lugar a las sílabas, palabras y oraciones con las que nos
comunicamos con los demás.
Las formas de comunicación escrita también son muy variadas y numerosas
(ideogramas, jeroglíficos, alfabetos, siglas, grafiti, logotipos...). Desde la escritura
primitiva ideográfica y jeroglífica, tan difíciles de entender por nosotros; hasta la fonética
silábica y alfabética, más conocida, hay una evolución importante. Para interpretar
correctamente los mensajes escritos es necesario conocer el código, que ha de ser común
al emisor y al receptor del mensaje.

En cuanto a la comunicación no verbal, se puede decir que s el uso de las palabras para la
interacción, el lenguaje propiamente tal, expresado de manera hablada o escrita. Es aquí
cuando recordamos a los factores de la comunicación, pues es el sustento de la misma:
emisor, receptor, mensaje, canal, código y contexto (por mencionar a los más importantes
y los que sirven de base fundamental).

La comunicación verbal es oral, es decir:

 Se utiliza el canal auditivo

 Se capta por medio de la percepción

 Es espontánea y se puede retractar

 Es efímera

 Hay interacción: feedback

 Utiliza soportes verbales y no verbales (movimiento de manos, gestos varios)

 Posee sintaxis diversa, muy elaborada o no (uso de “muletillas”)

 Es posible escribirla

 Es lineal, o sea, no se pueden decir o leer dos letras al mismo tiempo


En nuestro tiempo cada vez tienen más importancia los sistemas de comunicación no
verbal. Esta se realiza a través de multitud de signos de gran variedad: Imágenes
sensoriales (visuales, auditivas, olfativas...), sonidos, gestos, movimientos corporales, etc.

Entre las características de la comunicación no verbal tenemos que :

 Mantiene una relación con la comunicación verbal, pues suelen emplearse juntas.

 En muchas ocasiones actúa como reguladora del proceso de comunicación,


contribuyendo a ampliar o reducir el significado del mensaje.

 Los sistemas de comunicación no verbal varían según las culturas.

 Generalmente, cumple mayor número de funciones que el verbal, pues lo


acompaña, completa, modifica o sustituye en ocasiones.

Entre los sistemas de comunicación no verbal tenemos:

 El lenguaje corporal. Nuestros gestos, movimientos, el tono de voz, nuestra ropa e


incluso nuestro olor corporal también forman parte de los mensajes cuando nos
comunicamos con los demás.

 El lenguaje icónico. En él se engloban muchas formas de comunicación no verbal:


código Morse, códigos universales (sirenas, Morse, Braille, lenguaje de los
sordomudos), códigos semiuniversales (el beso, signos de luto o duelo), códigos
particulares o secretos (señales de los árbitros deportivos).
El lenguaje humano vs el lenguaje no humano.

Se llama lenguaje a cualquier tipo de código semiótico estructurado, para el que existe
un contexto de uso y ciertos principios combinatorios formales. Existen muchos contextos
tanto naturales como artificiales donde aparecen animales.

El lenguaje humano se basa en la capacidad de los seres humanos para


comunicarse por medio de signos. Principalmente lo hacemos utilizando el signo
lingüístico. Aun así, hay diversos tipos de lenguaje. El lenguaje humano puede
estudiarse en cuanto a su desarrollo desde dos puntos de vista complementarios: la
ontogenia, que remite al proceso de adquisición del lenguaje por el ser humano, y la
filogenia.

El lenguaje es un instrumento básico para los humanos. Del mismo modo que
observando una herramienta nos hacemos una idea de sus posibilidades funcionales,
igualmente analizando el lenguaje, es posible caer en la cuenta de lo que podemos realizar
mediante su empleo e incluso establecer sus límites de eficacia. El lenguaje es sin duda un
instrumento fabuloso, nos permite utilizar la razón, una capacidad característica nuestra
por la que nos calificamos de racionales, sin embargo la irracionalidad también se muestra
en el lenguaje humano, más de lo que pudiéramos pensar a priori.

El lenguaje como todo instrumento arrastra un error en su uso, es más, al ser una
herramienta dotada de una notable imprecisión y ambigüedad, no es nada desdeñable el
factor de distorsión que introduce sobre la realidad que creemos percibir.

Nos tenemos que enfrentar a la vida, y por tanto al conocimiento, con un instrumento
limitado en el que la racionalidad se manifiesta, pero también la irracionalidad, en el que
la ambigüedad es una propiedad básica del instrumento, y en el que hemos podido
comprobar la existencia de unos límites que probablemente nunca podremos atravesar.

Este instrumento nos transmite visiones borrosas de la realidad. Es importante


considerar que tener una seguridad total en este tipo de imágenes es un error, por tanto
debemos guardar una cierta duda y procurar incrementar nuestro grado de información a
partir de otras perspectivas. Así hacemos en el acto de mirar un cuadro, donde la
proximidad nos puede dar una visión más cercana de las partes, pero la lejanía nos ofrece
otra clave en la que veamos una imagen global y más completa, otra dimensión de la
información a nuestra disposición.

En líneas generales podemos decir que El lenguaje humano consiste en una serie de
símbolos que son articulados entre sí. Cada símbolo soporta un significado y de esta
manera al manejar el lenguaje jugamos con los conceptos, formamos ideas, aprendemos y
decidimos. El hombre es capaz de utilizar una cantidad de símbolos y de relaciones que no
posee parangón en el mundo animal. Esto implica que es capaz de comprender y explicar
el mundo de manera muy sofisticada, cualidad negada a otros organismos. Es evidente
que las lenguas han sido y son los soportes lógicos para el conocimiento humano, incluso
una lengua más perfecta puede aportar un conocimiento más perfecto del mundo.
Podemos resultar sorprendidos por la influencia de los clásicos sobre todas las culturas
occidentales posteriores y actuales.
Consolidación y expansión de la lengua y el castellano.

El español deriva del latín vulgar, hablado en el antiguo Imperio Romano desde fines
del siglo III a.C.

Durante el período romano el latín figuraba en dos clases sociales, por un lado el latín
se hablaba de manera vulgar entre los comerciantes, agricultores y por el pueblo en
general, en cambio los filósofos, las instituciones, los clérigos, escritores utilizaban el
modo culto.

Del Latín vulgar surgen lenguas hermanas como el castellano, el portugués, catalán,
francés, provenzal, italiano, sardo y rumano.

La publicación de la primer gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492,


fecha del descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos,
establece la fecha inicial de la consolidación del español. A esta época pertenece el
cambio de las consonantes que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico
del español y surgen una gran cantidad de neologismos debido al gran contacto con otras
culturas.

El descubrimiento de América trajo como consecuencia la expansión del castellano y el


enriquecimiento con el aporte de lenguas indígenas. (Entre otros el quechua, el guaraní y
el náhuatl.).

En Francia, Italia e Inglaterra se editaban gramáticas y diccionarios para aprender


español que fue la lengua diplomática hasta la primera mitad del siglo XVIII.

En el año 1713 se fundó la Real Academia Española, la cual su primer tarea fue la de
fijar el idioma y sancionar los cambios que de su idioma habían hecho los hablantes a lo
largo de los siglos. Gracias a la variación morfológica los elementos de la oración se
pueden ordenar de formas muy diversas con una gran variedad de estilos literarios.
Hace poco se conocieron dos datos que dieron muchísima actualidad a la discusión
sobre la situación del español en el mundo: el inglés y el español son las únicas lenguas en
expansión y los hispanos se convirtieron en la primera minoría étnica de los Estados
Unidos, desplazando a los afroamericanos. Son una nación dentro de una nación: 37
millones de personas —equivalentes a la población argentina—, que representan casi el
13 por ciento de los habitantes de Estados Unidos.

Es cierto que hay mucho inglés en el español de hoy, esto en lingüística se llama
'préstamo'. Se toma prestada la palabra delivery, living o computadora (de computer).
Pero en la medida en que, como computadora, pase a ser propiedad del español, o sea
que entra en la morfología de nuestra lengua, no se lo vamos a devolver y va a ser
español. Hoy se usa mucho 'faxear' por enviar un fax y probablemente en el futuro
tengamos el verbo en el español, de la misma manera que hoy tenemos hamburguesa.

Los estudiosos también coinciden en que los idiomas no se degradan: cambian. si no


fuera así, estaríamos hablando latín y no español, francés, italiano o rumano. Hay una
diferencia importante, entre lengua escrita y hablada. La gente habla perfectamente en la
medida en que se haga entender, que es una de las funciones de la lengua. Pero hay una
forma escrita, que tiene reglas necesarias para hacer de ella una lengua de cultura.

En el caso del castellano hablado en argentina proviene de una combinación de todas


las corrientes inmigratorias aparte de las lenguas indígenas. En cambio en el resto de
Latinoamérica por haber tenido corrientes inmigratorias menores pero si la influencia
indígenas se podría decir que son las que más se asemejan al español de España.

La lengua tiene que ser estructurada, con una gramática fija que permita el desarrollo
científico, la ordenación y la exposición de las ideas. Es un código escrito, normativo, que
debe ser respetado porque, si cada uno juega sus propias normas, el código se deshace y
se acabó.
Conclusión.

Los animales organizan su vida en cuanto al instinto, lo cual se produce en ellos de


manera genética, sin embargo los humanos fundamentamos nuestra existencia a través
de la herencia cultural que se transmite mediante la palabra.

Esta cultura se basa en la naturaleza humana que se plasma en ideas, lenguaje,


comunicación y artefactos. Dentro de nuestra cultura la escritura progresa a partir de unas
notaciones hechas sobre elementos naturales, como en el caso de los jeroglíficos y las
piedras marcadas que antiguamente podían ser encontradas en las cavernas, así que,
podemos decir que de esta forma sonidos y gestos se convierten en gráficos,
convirtiéndose en signos que llevan a la escritura y por ende, esta escritura
posteriormente lleva al lenguaje, lo cual nos afirma que por el lenguaje que es
comunicación el ser humano demuestra buena parte de su proyección como persona.
Bibliografía.

www.wikipedia.com.ve.

www.Monografías.com.

www.universia.net.

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