Está en la página 1de 7

¿LAS NUEVAS IDEAS SE MANTIENEN EN LA PRÁCTICA?

Nota del traductor: en 1922 Richard Reti publicó uno de los clásicos
indiscutibles de la literatura de ajedrez, “Nuevas Ideas en Ajedrez”. En este
libro Reti describió el desarrollo histórico de las ideas de ajedrez hasta llegar al
movimiento hipermoderno en aquel entonces de actualidad. Él explicó este
tema en un libro posterior, “Los Grandes Maestros del Tablero”, que fue
publicado en 1932 (tres años después de la muerte del autor.)

Mientras tanto, sin embargo, apareció el siguiente suplemento a Nuevas Ideas


en una edición de 1926 de “El Calendario del Ajedrecista”. El calendario era
una revista soviética bajo la dirección de maestros Veinstein y Levenfisch.

La edición de octubre de 1987 de “Boletín de Ajedrez” reimprimió el artículo con


la observación, "en estos días en que el estudio de aperturas enfatiza variantes
concretas, el enfoque general de Reti acerca de los problemas de la apertura y
su razonamiento son de interés especial.

Por lo que sabemos, esta es la primera vez que aparece este ensayo de Reti
en español.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Trataré de contestar a la pregunta del título, que me fue planteado
por el redactor de un libro recientemente. También aprovecharé
esta oportunidad para hablar sobre la escuela hipermoderna del
ajedrez, ya que a los ojos del gran público mi nombre esta asociado
a esta idea. A menudo mi trabajo es citado igualmente por los
críticos.

Tartakower originó el término "hipermodernismo". En mi opinión no


es especialmente atractivo, pero en vista de su aceptación universal
lo adoptaré.

Para contestar la pregunta del principio de si el hipermodernismo


tiene justificación por sí mismo, primero debemos convenir en lo
que la palabra representa. La confusión rodea este punto. Muchos
entusiastas de ajedrez consideran el fiancheto y el retraso en la
ocupación del centro con los peones como la esencia del
hipermodernismo. De hecho, aunque éstos son rasgos
característicos, son sólo manifestaciones de las ideas subyacentes y
no son las ideas por sí mismas. Para otros, el hipermodernismo es al
menos una flexibilización de las leyes de la estrategia si no un
rechazo completo por los gustos posicionales sanos. Aún más, hay
otros que ven en el hipermodernismo una vuelta a los ideales de
Anderssen y Morphy a costa de los principios presentados por
Steinitz. Esta noción retrata el hipermodernismo como una especie
de "neoromanticismo".

Mi primera tarea, de ningún modo fácil, es aclarar esas ideas falsas


sobre el hipermodernismo. Los discípulos de la interpretación
neoromantica tienden a ser exponentes cercanos a mi libro “Nuevas
ideas en el ajedrez” de 1922. Antes que otros, ellos proclamaron
que yo era un innovador. Ellos también me consideraron como un
libertador del juego posicional "embotado" "o aburrido". (¡Expreso
sus puntos de vistas - no el mio!). Su euforia me supuso pasar algo
de una vergüenza en vista de que fui recibido por ellos como un
"Mesías" para los jugadores de ajedrez comunes. ¡Tonterías! El
hipermodernismo realmente no tiene nada que ver con tal
neoromanticismo. Se esfuerza en no destruir, sino crear; seguir el
desarrollo de teoría fundada en el trabajo de los grandes maestros
del pasado.
Ahora podemos considerar el sentido verdadero del
hipermodernismo:

Los principios del juego en las llamadas posiciones "abiertas" eran


conocidos por los maestros de ajedrez en la era anterior a Steinitz.
Ese tipo de posición ocurre cuando los peones de ambos bandos no
se evitan el uno al otro durante la escaramuza inicial, sino que son
cambiados o sacrificados, como en los gambitos. Como resultado el
tablero se despeja; aparecen columnas y diagonales abiertas. Los
maestros de aquella época correctamente apreciaron que la pérdida
de un tiempo era equivalente a la pérdida de la partida; ellos sabían
que los ataques emprendidos con fuerzas insuficientes estaban
condenados al fracaso; etc.

Entonces vino Steinitz. Él estableció una completa escuela del


ajedrez nueva. Descubrió los principios que gobiernan las llamadas
"posiciones cerradas". En esta categoría de posición, los peones
estan enfrentados el uno contra el otro y los cambios son mínimos.
Ambos bandos tratan de limitar la libertad de movimientos del
oponente en el centro. Esta nueva escuela prestó atención particular
a cuestiones sobre la estructura de peones; el uso de los puntos
fuertes y débiles; etc.

Hasta entonces, sólo eran conocidas las posiciones abiertas y las


posiciones cerradas. Apenas se encontraban un tercer tipo "de
posiciones mezcladas" – mitad abiertas y mitad cerradas - en la
práctica. Ya que fue asumido que cada bando tenía que usar los
peones inmediatamente para impedir al oponente ocupar el centro y
luchar por el espacio.

Las partidas de esa época comenzaban avanzando dos pasos uno


de los peones centrales; por ejemplo, la jugada 1.e4, la cual
reclama el espacio en el centro. El oponente contestaba usualmente
1...e5, luchando asimismo por el espacio y preveniendo que el
blanco formase un fuerte centro de peones. El negro también
intentó 1...c5 ó 1...e6 sin embargo, el considerar que descuidaban
las exigencias básicas es ilusorio. La experiencia demostró que el
negro no podía en cualquier caso avanzar ambos peones centrales
dos pasos, por ejemplo, tras 1...e5 el peón negro “d” tenía que
permanecer en d6. Asi que jugando 1...e6 el negro tenía en mente
jugar 2...d5 con lo cual no estaría peor con respecto a su peón
central de lo que usualmente ya se está. El peón “e” y el “d”
simplemente cambiaron sus papeles, mientras el espacio ocupado
para la defensa no fue disminuido. Esencialmente la situación
permaneció sin cambios, aunque el blanco tenía que decidir si abrir
la partida cambiando peones o cerrarla con 3.e5. De forma similar
apareció 1...c5, aunque no con el propósito de jugar
verdaderamente una Defensa Siciliana. La intención del negro era
de nuevo 2...e6 seguido pronto con ...d5. El objetivo de 1 ... c5 era
dificultar la formación de una cadena de peones blancos con d4/e5.

Una idea análoga subyace en el método de Tchigorin empleado


contra la apertura con el peón de dama (la Vieja Defensa India). En
lugar de 1 ... d5 y luego sentirse satisfecho con avanzar un solo
paso el peón de rey, Tchigorin comenzó con 1... Cf6 para dificultar
e4 del blanco y en la jugada siguiente mover el peón “d” un paso (2
... d6) para preparar el avance de su peón “e” dos pasos (asistido
por... Cbd7). Así que tenemos la misma idea que en la Defensa
Francesa, pero en el flanco opuesto. (Hoy la defensa de Tchigorin
aparece en una forma ultramoderna donde negro cede el centro).

En todas estas viejas aperturas, un choque temprano de los peones


ocurre en el centro y esto conduce a un cambio o a un bloqueo. Así
que antigua teoría reconocía sólo dos clases de posiciones. Las
posiciones del tercer tipo eran desconocidas.

Nimzowitsch reclama - indiscutible, por otra parte – el haber sido el


primero en rechazar conscientemente una ocupación automática del
centro con peones. La verdad es que él sólo usó tales sistemas
como segundo jugador y no como el agresor. La Defensa Alekhine
personifica los problemas que se plantean tales aperturas. Alekhine
juega 1 e4 Cf6. Con este movimiento él no se precipita en ocupar el
centro con peones e incluso da la posibilidad al blanco de ganar
espacio con 2 e5 con ganancia de tiempo.

La práctica de los años recientes indica que 2 e5 es de doble filo y


conducen a una clara desventaja para el blanco, ya que el
contraataque negro con ... d6 comienza rápidamente y encuentra
un objetivo conveniente en los peones del blanco. Así que no hay
ninguna razón para que el negro se precipite en ocupar el centro
con peones, porque el blanco no tiene los medios de explotar la
tardanza del negro, ni de reforzar su superioridad central a la larga.
Se hizo evidente que el avanzar dos pasos el peón blanco, y su
dominio en el centro, no significa una ventaja real. Por el contrario,
la Defensa Alekhine muestra como el peón en cuestión puede
convertirse fácilmente en un objeto de ataque. Esta noción es válida
tanto para el blanco como para el negro. Y así se desmontó la vieja
imagen de un peón central como la representación del mejor
método del juego.

Sin embargo, cuando uno o ambos bandos evitan formar un centro


de peones en la apertura conseguimos esa categoría de posiciones
que era desconocida en el pasado. Aquí ambos centros de peones
no están, ni libres, ni bloqueados, pero retienen la posibilidad de
transponer a cualquiera de estas categorías. Antes del
hipermodernismo no existía ninguna teoría para tales posiciones "no
fijas".

Al igual que Steinitz y su nueva escuela descubrieron leyes para


posiciones cerradas, la escuela hipermoderna busca aquellos
principios del juego que se aplican a posiciones "no fijas".

Definiendo el hipermodernismo con esta óptica, casi se contesta a la


pregunta contenida en el título. Uno puede medir los éxitos
prácticos de hipermodernismo de varios modos; uno puede
considerar sus experimentos como desviaciones del juego
"correcto"; pero no puede rechazar a priori su acercamiento a
posiciones de un tipo no investigadas previamente.

Teóricamente, es completamente posible que el hipermodernismo


este cavando su propia tumba. Supongamos que el mejor método
de jugar en posiciones no fijas (incluso la posición inicial, que ha
sido investigada empíricamente, pero no codificada) se demuestra
un día que consiste en transponer inmediatamente en alguna
posición de las dos primeras categorías. Esto indicaría un
predominio o superioridad de los viejos métodos de juego y una
necesidad de volver a ellos. Nota, los resultados de la investigación
hipermoderna hasta ahora no da ninguna indicación para tal
conclusión. Pero aun si tal conclusión fuera posible, incluso
entonces, reforzando la teoría general de aperturas el
hipermodernismo habría demostrado su valor. Deseando incluir un
poco más de leña a esta discusión, destaco qué clase de tareas
permanecen para la investigación hipermoderna. Por ejemplo, un
problema no resuelto tiene amplio interés: hemos visto ya que un
avance temprano de peones en el centro crea puntos del ataque
para el oponente y no es probablemente la línea óptima de juego.
Por otra parte, si tales movimientos son retrasados aparece el
peligro de que sean totalmente prevenidos, causando una posición
apretada durante mucho tiempo. En los comienzos del
hipermodernismo este mismo error fue la causa de muchos
fracasos. Pero incluso ahora mismo no hay ninguna regla general
para determinar el momento apropiado de avanzar en el centro.

Simplemente exponiendo tales preguntas el hipermodernismo ha


realizado una gran contribución. Ahora propondré una tesis, la
prueba que el lector y yo podemos buscar juntos. Es sabido que el
significado de un simple tiempo, y el significado del desarrollo, son
de la mayor importancia en posiciones abiertas. En posiciones
cerradas esto no desempeña casi ningún papel. Por consiguiente,
parecería estar en el interés del blanco el abrir el juego (sin pérdidas
de tiempo, por supuesto). ¿Cómo puede ser esto conseguido? Con
la mayor probabilidad exponiendo y atacando los puntos fuertes del
oponente. Uno esperaría que el punto más fuerte del negro en el
centro fuera d5 puesto que, a diferencia de e5, éste tiene la
protección natural de la dama. Por lo tanto, el movimiento inicial
ideal es 1 c4, que inmediatamente apunta a d5. Si el negro apoya
d5 con l...Cf6, entonces el blanco refuerza el ataque con 2 Cc3.
Supongamos que el negro contesta 2 ... e5. Esto debilita d5 y revela
su intención de construir su posición alrededor de e5 con jugadas
tales como... Cc6 y ... d6. (Incluso con 2 ... e6 no podía controlar d5
a la larga.). Ahora el blanco no tiene que seguir atacando d5, que el
negro abandonó sin lucha, con 3 g3 y 4 Ag2. Es más, después de la
lógica explicada antes el blanco debería golpear el nuevo baluarte
e5 con 3 Cf3 (y en respuesta a 3 ... d6 o... Cc6) 4 d4, y así
consigue ventaja.

Alternativamente, desde el punto de vista del negro: habiendo


comenzado el desarrollo con un tiempo de menos, el negro está
interesado en un juego cerrado. Es vano para él atacar los puntos
fuertes del oponente ya que esto conducirá a una disolución de la
posición. Su plan debe ser de establecer un bloqueo en las casillas
débiles de la posición del blanco. La creación de un bloqueo mutuo
prestará obviamente al juego un carácter cerrado. Por lo tanto, si el
blanco comienza, supongamos, con 1 d4 es desventajoso atacar el
punto fuerte con l ... c5, sino que es preferible presionar el
debilitado e4 mediante l... Cf6 con la idea de ... b6 y... Bb7.

Tales consideraciones generales no suponen una prueba exhaustiva.


Pero espero que esto demuestre al lector el valor de buscar leyes
generales - en pocas palabras, teoría - para las posiciones no fijas.

¿Cuál será el futuro del hipermodernismo? Hoy día tiene muchos


opositores, sobre todo entre los maestros más viejos. Pero hasta
ellos no pueden ignorar sus logros. Cuanto más visible sean las
ventajas prácticas del hipermodernismo, más pronto será aceptado
por los maestros en general.

También podría gustarte