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Esperas

El joven K'uai estaba ansioso por hacerse mayor de edad.


Sus padres le habían prometido ricos obsequios y habían previsto para él el ingreso a la carrera
de los honores administrativos. Pero el día tardaba en llegar y el muchacho no soportaba tanta
dilación.

Una noche se le presentó un genio y le ofreció como regalo un ovillo de hilo sedoso.
-Este ovillo evita la espera -explicó-. Cuando quieras que algo suceda inmediatamente, suelta
un poco de este hilo, que es el tiempo, y el futuro se hará presente. Eso sí, úsalo con mucho
cuidado.

El joven aceptó el obsequio, tiró del hilo y se hizo mayor de edad en una fiesta deslumbrante.
Allí conoció a una joven que le dio esperanzas de amor. Entonces aflojó el cordel para que
aquellas esperanzas se cumplieran. Se arregló el matrimonio y el joven K'uai siguió
desenrollando el ovillo para que llegara el día de la boda. Después, lo hizo para que naciera su
hijo y para verlo crecer.

Hubo otros hijos y sus hijos tuvieron hijos y todo sucedió sin esperas, gracias al ovillo
prodigioso.
Una tarde, ya viejo y enfermo, quiso soltar un poco de hilo para aliviar sus dolores. Al hacerlo,
vio que el cordel se había terminado.

Entonces apareció el genio, que era una criatura demoníaca, y le dijo:


-Te recomendé que lo usaras con prudencia. Tu vida se acabó.

K'uai murió. Desde el primer encuentro con el genio había pasado un mes.

Esperas / El Bar del Infierno / Alejandro Dolina

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