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Wake Forest University, North Carolina; Roberto Blancarte Pimentel, COLMEX.

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colaboración de Alejandro Olivares Calderón

Ilustración de Portada: Iztaccihuatl al amanecer con fogata, Guillermo Gómez Mayorga,


Sotheby’s, Latin American Art. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, Año L, núm.
203 mayo-agosto de 2008, es una publicación editada por la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México, Circuito Cultural Mario de la Cueva,
Ciudad Universitaria, C.P. 04510, Delegación Coyoacán, D.F. Número de Certificado de Licitud
de Título 7642, Número de Certificado de Licitud de Contenido 5147, Número de Reserva del
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2 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Índice

5 Presentación

Perspectivas
Teóricas

13 Conceptos básicos para una teoría de la comunicación.


Una aproximación desde la antropología simbólica
Julio Amador Bech

53 La cuestión del sujeto individual y grupal en sociedades


multiculturales en tranformación
Edson Alves de Souza Filho

Sociedad y Política

75 Gobernanza y territorios. Notas para la implementación


de políticas para el desarrollo.
Gerardo Torres Salcido y Héctor Alejandro Ramos Chávez

97 Gobernabilidad, transparencia y reconstrucción del Estado


Ricardo Uvalle Berrones

117 Trayectoria de un instrumento de gobierno.


La agenda de la Reforma del Estado
(y el acecho de las prácticas autoritarias)
Javier Oliva Posada

Cuestiones
Contemporáneas

133 Espacios forestales y estructura de poder.


Una propuesta desde la geografía política
Verónica Ibarra
157 Experiencias de acción colectiva frente a la
problemática ambiental en México
Lourdes Romero Navarrete

Reseñas

177 Los mitos de la maestra


Claudia Alaníz Hernández
sobre el libro de Raphael de la Madrid,
Los socios de Elba Esther, México, Planeta, 2007, 337pp.

Colaboradores
183

Instrucciones
189 para los Colaboradores
Presentación

C
omo es costumbre, en este número de la Revista Mexicana de Ciencias Po-
líticas y Sociales podemos encontrar una amplia diversidad de temáticas
y planteamientos reflejados en el trabajo de los autores que hemos seleccio-
nado para ésta, la ducentésima tercera edición. Como el lector podrá apreciar,
hemos puesto énfasis en un tema que nos parece fundamental abordar en el
contexto de las transformaciones sociales que estamos presenciando: la cons-
trucción de nuevas formas de interacción social, que pretenden superar los
esquemas rígidos y autoritarios que, durante mucho tiempo, caracterizaron
la relación entre el Estado y la ciudadanía y dar paso, ahora, a sociedades en
transformación. Estas novedosas formas pasan necesariamente por lo estricta-
mente gubernamental, permean hacia los social, afectan al medio ambiente y
culminan con la afectación del actuar individual del ciudadano.
Todos estos procesos de interacción en y de lo político (en su más dilatada
concepción aristotélica), vistos desde una perspectiva comunicativa, implican
navegar por campos simbólicos sumamente complejos. Conceptos como ‘trans-
parencia’, ‘democracia’ y ‘gobernanza’; o ‘geografía política’ y ‘política ambien-
tal’; o binomios tales como ‘sujeto-colectividad’ e ‘individuo-grupo’, parten de
contextos culturales específicos que afectan a la administración pública y las
decisiones que de ella emanan. Todos estos elementos pueden (de hecho lo
son) ser interpretados desde estructuras de sentido muy particulares. Una de
ellas, que sirve además de común denominador a todas, es la comunicación.
A través de ella, se amalgaman y concretan las decisiones políticas. Desde
luego, una mala comunicación, tiende a desvincular y desintegrar lo pública-
mente planificado. Es en este punto donde consideramos que la propuesta de
Julio Amador —cuyo trabajo, “Conceptos básicos para una teoría de la comu-
nicación: Una aproximación desde la antropología simbólica”, abre la sección
Perspectivas Teóricas—, cobra una especial relevancia al brindarnos un marco
desde el cual entender cómo es que las acciones y los discursos pueden influir
en todos los ámbitos de lo social. A través de su escrito, el autor nos propone
entender a la comunicación desde una perspectiva que vaya más allá de las
aproximaciones puramente instrumentales al lenguaje y del mero análisis de
las relaciones estructurales de los sistemas de signos. Parte de la idea de que
la comunicación humana pone en juego a todo el conjunto de la cultura, de
ahí que aborde los problemas implicados en la intersubjetividad de la comu-
nicación viva, del habla y la especificidad de la comunicación oral, de la co-
municación no verbal; asimismo, propone que la cultura material y la relación
humana con el paisaje constituyen sistemas fundamentales de comunicación.

Presentación 5
Del terreno de lo comunicativo, se desprenden diversas vetas del quehacer
de las sociedades en transformación. Una de ellas, es la que atañe a la cada
vez más creciente participación social de los denominados grupos minorita-
rios. Una verdadera democracia es aquella en la que, al mismo tiempo que se
respeta la voz de las mayorías, también lo es el clamor de los sectores menos
numerosos en defensa de sus intereses y valores. Cuando las minorías sienten
que también pueden y deben intervenir en la definición de la agenda pública,
la salud social siempre se ve favorecida. Sin duda alguna, debe incentivarse la
influencia de individuos y grupos minoritarios sin reconocimiento social. Tal es
la opinión del investigador brasileño Edson A. de Souza, quien presenta esta
temática en su artículo “La cuestión del sujeto individual y grupal en socieda-
des multiculturales en transformación”. Con base en la teoría de las represen-
taciones sociales del psicólogo social francés Serge Moscovici (según la cual
los individuos y los grupos en la vida social moderna y urbana tienden a cons-
truir su destino a partir de la acción y el pensamiento), y teniendo como marco
el complejo mosaico sociocultural brasileño, este autor explora la manera en
que individuos y grupos insertos en los espacios urbanos contemporáneos,
tienden a construir su destino a partir de la acción y el pensamiento. Así, se
afirma que En las ciudades, donde se vive de modo aglomerado, individuos y
grupos intensifican y multiplican contactos con diferentes objetivos, como el
compartir la misma morada, la escuela o el transporte. Ocasiones en las que se
desarrollan representaciones sociales de los unos con respecto a otros. Según la
teoría de las representaciones sociales, algunos de esos contactos pueden gene-
rar extrañamiento y amenaza por tratarse de sujetos con pautas socioculturales
diversas, pero también elaboraciones sociocognitivas y discursos que orientan
acciones sociales.
Esta participación activa de la sociedad en los asuntos que le conciernen
y afectan de manera inmediata, es uno de los principales elementos que ob-
servamos de manera reiterada en el siguiente grupo de trabajos que integran
nuestra sección Sociedad y Política, elaborados por Gerardo Torres, Héctor Ale-
jandro Ramos, Ricardo Uvalle y Javier Oliva. En “Gobernanza y territorios.
Notas para la implementación de políticas para el desarrollo”, los dos primeros
autores elaboran un artículo en el que hacen una revisión crítica de lo que se
ha escrito en torno a las relaciones de coordinación entre instituciones, desa-
rrollo social y territorio. Los investigadores buscan, de acuerdo a sus propias
palabras, establecer una estructura que de cuenta, en primer lugar, del debate
sobre el concepto de gobernanza así como de sus dimensiones y componentes.
En segundo lugar, abordar los paradigmas emergentes y los nuevos enfoques
del análisis de políticas para el desarrollo local y, al mismo tiempo, analizar y
establecer sus límites y posibilidades como inductores del desarrollo. Por último,
examinar las posibilidades que este paradigma tiene para América Latina.
Ciertamente, la creciente participación de los ciudadanos en los asuntos
públicos parece perder sentido en contextos en los que no se han desarrollado

6 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


instrumentos eficientes para la rendición de cuentas. Por ello, la transparencia
en el acceso a la información se convierte en un elemento esencial en las rela-
ciones que se están construyendo entre gobierno y gobernados. En este sentido,
Ricardo Uvalle, en su trabajo “Gobernabilidad, transparencia y reconstrucción del
Estado”, reflexiona acerca de la correspondencia entre gobernabilidad, trans-
parencia y reconstrucción del Estado a la luz de las transformaciones demo-
cráticas que viven algunas sociedades contemporáneas. De igual forma, habla
de cómo los cuerpos burocráticos deben ajustarse a estas nuevas condiciones
dejando de lado inercias institucionales heredadas del autoritarismo. El autor
nos puntualiza que La transparencia es el camino que permite que el poder no
sea inaccesible a los gobernados y es, al mismo tiempo, fórmula institucional
que combina la administración de la información de carácter público (que está
a cargo de los cuerpos burocráticos) y la vigencia del derecho a la información
que invocan los ciudadanos en las democracias modernas. En este sentido, la
nueva gobernabilidad de la cual es parte medular la transparencia, da sentido a
la reconstrucción institucional del Estado para asegurar el ejercicio democrático
de la gestión pública.
La gobernanza y la transparencia, como pilares sostenedores de una cultu-
ra democrática, han fallado en nuestro país tan dado a la negociación ‘en lo
oscurito’ así como a la cultura de la no rendición de cuentas de nuestra clase
política. de frente a esto, la reforma del Estado se antoja, ahora más que nun-
ca, no sólo necesaria sino urgente e impostergable. En “Trayectoria de un ins-
trumento de gobierno. La agenda de la Reforma del Estado (y el acecho de las
prácticas autoritarias”, último artículo de la sección, Javier Oliva aborda este
asunto partiendo desde el origen mismo de este concepto. Como podrán obser-
var nuestros lectores, para este autor resulta de vital importancia entender el
contexto en el que tiene lugar este proceso, sobre todo si se le analiza como
un instrumento que permite sentar las condiciones propicias para alcanzar la
gobernabilidad. Evidentemente, la reforma del Estado no es un asunto sencillo,
y por ello se nos hace mención de las posibles rupturas y retrocesos a los que
puede dar lugar si no se toman en cuenta a todos los sectores de la población
en su definición y puesta en marcha. Parte fundamental para el autor es enten-
der qué es la reforma del Estado y el contexto en el que se desarrolla, ya sea
vista como el cambio en el régimen político o como instrumento para generar y
mantener la gobernabilidad. La reforma del Estado, nos comenta el autor, como
recurso y herramienta de gobierno, convoca a nuevos acuerdos, que una vez al-
canzados en la excepcionalidad de estructuras caducas, deben propiciar el paso
de renovadas fórmulas para procesar el conflicto. El enorme desafío consiste
en que son los mismos actores y operadores políticos, los que deberán articular
el escenario propicio para el desarrollo de una nueva administración del poder
político, contando para ello con la construcción de espacios de deliberación y
decisión que fortalezcan la capacidad de gestión de la administración pública,
así como la posibilidad de una nueva actitud cívica ciudadana.

Presentación 7
Efectivamente, la reforma aludida debe extenderse, desde luego, más allá
del ámbito de lo puramente político-partidista-gubernamental y empapar tam-
bién a los ciudadanos, a las organizaciones civiles, a los sectores productivos
y, en breve, a todo actor social que contribuya a que el engranaje de lo polí-
tico sea debidamente lubricado a fin de gozar de sociedades funcionales. No
olvidemos que parte integral de este engranaje, –muchas veces olvidada, otras
minimizada, en el peor de los casos, ignorada–, es el medio ambiente. Es im-
pactante constatar cómo países tan ricos en geografía, como el nuestro, sean
países tan pobres en políticas públicas ambientales, también como el nuestro.
En la tercera sección, Cuestiones Contemporáneas, se recogen los análisis que
Verónica Ibarra y Lourdes Navarrete hacen en este marco. La primera con el
trabajo “Espacios forestales y estructura de poder. Una propuesta desde la geo-
grafía política”; la segunda con “Experiencias de acción colectiva frente a la
problemática ambiental en México”. En el primero de ellos, se aborda un tema
de suyo espinoso (por el conflicto político-económico que suscita) y trágico
(por la depredación causada): cómo los recursos forestales han sido maneja-
dos de acuerdo a usos y costumbres derivados de las relaciones autoritarias
que estableció el régimen político, luego de la Revolución mexicana, llevando
directamente a una deforestación que amenaza con convertirse ya en un eco-
cidio irreparable. En este caso, los efectos del autoritarismo parecen haber
traspasado la esfera de lo estrictamente social, para incrustarse en lo ecológi-
co, con importantes consecuencias para el entorno, en todas sus dimensiones.
La importancia no es menor. Si, opina la autora, los regímenes políticos pueden
considerarse de corte totalitario, autoritario o democrático,… entonces, el régi-
men político también puede analizarse respecto de cómo se produce el espacio y
el sentido de la naturaleza, entendiendo ésta como segunda naturaleza, alejada
de la visión prístina de la misma.
Desde una perspectiva muy cercana al artículo anterior, el de Lourdes Rome-
ro, brinda un acercamiento a las movilizaciones ciudadanas que buscan pro-
mover un uso ambientalmente adecuado y equitativo de los recursos naturales.
Dentro del contexto específico, dado por una serie de eventos llevados a cabo
durante 2006 con relación al cuidado del agua, la autora denuncia la falta de
instrumentos que lleven a que los intereses y necesidades de los ciudadanos
involucrados se traduzcan en el desarrollo y aplicación de políticas públicas
eficaces en materia ambiental. Asimismo, alude a la instrumentación de vías
alternativas de participación que buscan promover un uso ambientalmente
adecuado y equitativo de los recursos naturales y enfatiza el aporte de un tipo
específico de organización ciudadana frente a un escenario de crisis ambiental
y civilizatoria. No hay que echar en saco roto las advertencias ambientalistas
pues su descuido podría contribuir (de hecho, lo hace) a ahondar aún más
la brecha de la desigualdad favoreciendo condiciones para que se generalice la
inestabilidad social. Sin lugar a dudas, la incapacidad del Estado para atender
coordinadamente los intereses de una sociedad culturalmente plural y económi-

8 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


camente desigual no solamente ha propiciado acciones colectivas de manera
sistemática, sino que ha dado origen a una amplia confrontación social respecto de los
modelos de desarrollo económico. En cambio, la protección del medio ambiente
así como la aplicación de políticas públicas destinadas a potenciarlo como una
de las más caras riquezas de nuestro país, permitirá ampliar la convocatoria
a la participación mediante nuevas tecnologías de la información y la comuni-
cación, así como del conocimiento especializado, cuyo papel es crucial, sobre
todo en el tema ambiental.
Amén de la comunicación como cohesionador de la vida política y social, de
la problemática de las sociedades individuales-colectivas tras la búsqueda del bien
compún, de la sólida gobernanza y de la necesaria reforma del Estado como
garantes de la democracia y del cuidado del medio ambiente y las políticas que
sobre él se deben desarrollar si queremos sociedades más sanas y funcionales,
un aspecto más se viene a integrar a la de por sí complicada agenda nacional:
la educación. Materia que merecería por sí misma un gran número, la esboza-
mos, en esta ocasión, en la última sección del presente número. En ella, se
publica la reseña realizada por Claudia Alaníz, “Los mitos de la maestra”, sobre
el libro de Ricardo Raphael de la Madrid, Los socios de Elba Esther (México,
Planeta, 2007, 337p.). Libro fundamental, a pesar de algunas inconsistencias
de las que la reseñadora da cuenta, si se desea mejor comprender los avatares de
la educación pública en México, presa desde hace mucho tiempo, demasiado
ya, del sindicalismo más pedestre y antipedagógico.
Amables lectores, está a su consideración este conjunto de trabajos que he-
mos comentado brevemente. Esperamos que su lectura les aporte elementos de
reflexión y análisis, pero sobre todo, que sirva como punto de referencia para
extender la discusión hacia otros aspectos críticos de la investigación social.

Presentación 9
Perspectivas
Teóricas
Conceptos básicos para una teoría de la comunicación
Una aproximación desde la antropología simbólica
Julio Amador Bech*

Resumen Abstract

En el presente artículo, se lleva a cabo In the present article, the author goes
un recorrido por las propuestas teóri- through the theoretical proposals, that,
cas que el autor considera fundamen- from his point of view, are fundamen-
tales para desarrollar una teoría de la tal to develop a theory of communica-
comunicación, desde una perspectiva tion, from a wide range anthropological
antropológica amplia. Al entender que perspective. Understanding that the
la construcción de la realidad se basa construction of reality is based in a
en una compleja articulación de formas complex articulation of symbolic forms,
simbólicas, sobre las cuales se susten- upon which social life is sustained, he
ta la vida social, propone entender a la proposes that communication should
comunicación desde una perspectiva que be comprehended from a perspective
vaya más allá de las aproximaciones pu- that goes beyond a purely instrumen-
ramente instrumentales al lenguaje y del tal approach to language and the mere
mero análisis de las relaciones estruc- structural analysis of of sign systems.
turales de los sistemas de signos. Parte He parts from the idea that human com-
de la idea que la comunicación humana munication puts into play the totality
pone en juego a todo el conjunto de la of culture, that’s why he studies the
cultura, de ahí que aborde los problemas problems implied in the intersubjecti-
implicados en la intersubjetividad de la vity of communication, the act of spea-
comunicación viva, del habla y la espe- king, oral communication, non verbal
Palabras clave: comunicación, teoría de cificidad de la comunicación oral, de la communication, as well, he proposes
la comunicación, comunicación y cultura, comunicación no verbal, asimismo, pro- that material culture and the human
antropología simbólica, hermenéutica de pone que la cultura material y la relación relation with landscape constitute, in
la comunicación, comunicación oral, co- humana con el paisaje constituyen siste- themselves, fundamental systems of
municación no verbal, paisaje y cultura. mas fundamentales de comunicación. communication.

*
Universidad Nacional Autónoma de México,
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Cen-
tro de Estudios de la Comunicación, Circuito
Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria,
Col. Copilco Universidad, Deleg. Coyoacán,
México, D.F., c.p. 04510.

Perspectivas Teóricas 13
Comunicación y cultura

E nfrentar el problema de la comunicación en tér-


minos teóricos, exige, en principio, entender a la
cultura como una construcción simbólica, o mejor,
da cultural humana en toda su riqueza y diversidad,
pero todas esas formas son formas simbólicas. Por lo
tanto, en lugar de definir al hombre como un animal
como una compleja articulación de redes simbólicas.1 racional lo definiremos como un animal simbólico”.7
Ernst Cassirer explica que el hombre no puede en- En concordancia con esta idea de Cassirer, podemos
frentarse con la realidad de un modo inmediato, trata referirnos a Gadamer, quien, siguiendo a Heidegger,
a la realidad física sólo por mediación de las cons- afirma que si se lee a Aristóteles en el griego origi-
trucciones simbólicas del lenguaje, el mito, el arte, nal y con cierta perspicacia, se verá que: “la clásica
la magia y la ciencia.2 Clifford Geertz considera que definición del hombre no es ‘animal racional’ (animal
“el hombre es un animal inserto en tramas de signi- rationale), sino ‘ser que tiene lenguaje’”.8 De tal for-
ficación que él mismo ha tejido” y que “la cultura es ma, a partir de Cassirer podemos señalar que lo que
esa urdimbre […] el análisis de la cultura ha de ser, distingue a los seres humanos, es el desarrollo de una
por lo tanto, no una ciencia experimental en busca inteligencia y una imaginación simbólicas que van
de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de más allá de lo meramente práctico.9 La realidad en la
significaciones”.3 En palabras de Hans-Georg Gada- que vive el ser humano es una realidad creada por las
mer: “La lingüisticidad de nuestra experiencia del formas simbólicas: el lenguaje crea al mundo al enun-
mundo precede a todo cuanto puede ser reconocido ciarlo. Nuestra construcción de la realidad se basa en
e interpelado como ente”.4 una compleja articulación de formas simbólicas de
La compleja trama de la experiencia humana teje las que depende nuestra capacidad de comprender y
una densa red simbólica. Los seres humanos no pode- expresar nuestras experiencias. La hermenéutica con-
mos, así, más que ver, conocer y vivir, “a través de la temporánea “tiene su origen en el descubrimiento de
interposición de este medio artificial”.5 Ni en la esfera la radicalidad ontológica de la interpretación y del
teórica ni en la vida práctica puede afirmarse que el lenguaje […] para la época moderna la interpreta-
ser humano viva “en un mundo de crudos hechos o a ción es un destino: el lugar en el que se constituye la
tenor de sus necesidades y deseos inmediatos. Vive, verdad posible (parcial y episódica)”.10
más bien, en medio de emociones, esperanzas y te- El modo en el cual el ser humano se sitúa en el
mores, ilusiones y desilusiones imaginarias, en medio tiempo y en el espacio supone un conjunto de proce-
de sus fantasías y de sus sueños”.6 sos simbólicos. La psicología de la Gestalt ha demos-
Para Cassirer la razón “es un término verdadera- trado que la percepción espacio-temporal conlleva,
mente inadecuado para abarcar las formas de la vi- de manera inmediata y necesaria, la elaboración de

1
Ernst Cassirer, Antropología filosófica, México, Fondo de Cultura Económica, 1997; Clifford Geertz, La interpretación de las culturas, Barcelona,
Gedisa, 1997.
2
E. Cassirer, op. cit., p. 47.
3
C. Geertz, op. cit., p. 20.
4
Hans-Georg Gadamer, Verdad y método, Salamanca, Ediciones Sígueme, 1999, p. 539.
5
E. Cassirer, op. cit., pp. 47-48.
6
Ibid., p. 48.
7
E. Cassirer, op. cit., p. 49.
8
Hans-Georg Gadamer, Mito y razón, Barcelona, Paidós, 1997, p. 73.
9
E. Cassirer, op. cit., p. 59.
10
Patxi Lanceros, “Antropología hermenéutica”, en Andrés Ortiz-Oséz (comp.), Diccionario de Hermenéutica, Bilbao, Universidad de Deusto,
2006, p. 20.

14 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


juicios de valor, es decir, construcciones simbólicas. ción, “sino una percepción siempre ya ‘interpretada’
La percepción es, en sí misma, inteligente; de manera (carga teórica), siempre ya construida desde la tra-
automática y simultánea selecciona, organiza, com- dición, la experiencia pasada y la memoria, siempre
pleta, jerarquiza y discrimina todo lo que observa.11 ya emocional y afectivamente cargada”.15
Esas operaciones, aparentemente sencillas, compren- Carl Gustav Jung explica que cuando nuestros
den una compleja actividad perceptual-conceptual que sentidos reaccionan ante fenómenos reales, visuales
supone la creación y uso de valores. Otorgar un lugar y sonoros, tales fenómenos físicos “son trasladados,
y un sentido a las cosas implica asignarles un valor, es en cierto modo, desde el reino de la realidad al de la
decir, significarlas, atribuirles significados, percibir a mente”. Se convierten, mediante ese proceso, en su-
las cosas, a las formas y a los acontecimientos como cesos psíquicos, simbólicamente estructurados.16 De
poseedores de un significado. Desde los años cincuen- tal forma, Jung explica conceptualmente, lo dicho
ta, Rudolph Arnheim había llegado a esa conclusión: de manera poética por Parménides: “Mira firmemen-
te a las cosas que, aunque lejos, están, sin embargo,
Ningún objeto se percibe como único o aislado. Ver algo presentes en tu mente”.
significa asignarle un lugar en la totalidad: una ubicación Podemos entender, desde esta perspectiva, que
en el espacio, una magnitud en la medida de tamaño, de toda la vida práctica humana, incluida la directa-
luminosidad o de distancia. En otras palabras, todo acto mente productiva, está mediada por la producción
de visión es un juicio visual. Se piensa habitualmente que simbólica imaginaria. La actividad económica va
los juicios están monopolizados por el intelecto, pero los más allá de las meras acciones funcionales y utilita-
juicios visuales no son contribuciones del intelecto que se rias, implicando siempre, representaciones, imáge-
agregan una vez cumplido el acto visual, sino sus ingre- nes, creencias e ideas que forman parte indisoluble
dientes inmediatos e indispensables.12 de ella y que definen su significado. Las formas sim-
bólicas que configuran la cultura no pueden ser en-
Merleau-Ponty coincide con esta manera de en- tendidas como una supra-estructura respecto de la
tender a la percepción, cuando dice que “el senti- actividad fundamental de reproducción social, pues
do de una cosa percibida, si la distingue de todas “pertenecen de manera orgánica y en interioridad a
las demás, no está aún aislado de la constelación la vida práctica cotidiana”.17
en que aparece; sólo se pronuncia como cierta di- Coincidimos con Ian Hodder cuando dice que:
ferencia respecto del nivel de espacio, de tiempo,
de movilidad y, en general, de significación en que […] la ideología no puede explicarse en función de una
estamos establecidos”.13 Va más allá, afirmando que realidad social, porque esa realidad y el análisis de las
“la percepción es ya expresión”, pues actúa sobre lo relaciones entre ideología y realidad son en sí mismos,
percibido, interpretándolo significativamente.14 ideológicos. La ideología es, más bien, el marco donde, a
Franz K. Mayr sostiene el mismo punto de vista, partir de una óptica concreta, se valoran los recursos, se
afirmando que el ver y el oír nunca son pura percep- definen las desigualdades y se legitima el poder. Las ideas

11
Rudolph Arnheim, Arte y percepción visual, Buenos Aires, EUDEBA, 1977 y El pensamiento visual, Barcelona, Paidós, 1990.
12
R. Arnheim, Arte y percepción visual… op. cit., p. 2.
13
Maurice Merleau-Ponty, La posibilidad de la filosofía, Madrid, Nancea, 1979, pp. 110-111.
14
Ibid., p. 112 (las cursivas son nuestras).
15
Franz K. Mayr, “Hermenéutica del lenguaje y aplicación simbólica”, en Karl Kerenyi, Erich Neumann, Gerschom Scholem y James Hillman,
Arquetipos y símbolos colectivos. Círculo Eranos I, Barcelona, Anthropos, 1994, p. 331.
16
Carl G. Jung, El hombre y sus símbolos, Barcelona, Caralt, 1984, p. 19.
17
Bolívar Echeverría, Definición de la cultura, México, Editorial Itaca, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, 2001, p. 21.

Perspectivas Teóricas 15
son, en sí mismas, los recursos “reales” utilizados en la Concluye, más adelante:
negociación del poder; y los recursos materiales son a su
vez, partes del aparato ideológico.18 El pluralismo, que parecía prohibir toda interpretación
unificante de la historia, prueba por el contrario la solida-
Los sistemas de creencias, la estructura política y ridad del orden económico, del orden político, del orden
el sistema de organización económica están articu- jurídico, del orden moral y religioso, a partir del momento
lados de manera compleja, determinándose, recípro- en que hasta el hecho económico es tratado como opción
camente.19 Marcel Mauss ha mostrado la múltiple ar- de una relación con los hombres y con el mundo, y ocupa
ticulación que existe entre creencias religiosas, dis- su lugar en la lógica de tales opciones.22
posiciones rituales, rivalidad política inter-tribal e
intercambio económico entre los Tlinkit y los Haida Este asunto nos lleva a reflexionar sobre la com-
de la costa norte del Pacífico americano. Ha sido esa plejidad que existe en las relaciones que se estable-
abigarrada articulación de elementos culturales di- cen entre las formas simbólicas y las formas que ad-
versos la que ha mantenido durante siglos la acumu- quiere la actividad social. Sistemas simbólicos y sis-
lación de riqueza material dentro de ciertos límites, temas sociales se sustentan unos a otros. Un mito
debido a las prácticas tradicionales de dilapidación o una creencia pueden ser eficaces en la medida en
suntuaria de bienes, que supone la institución del que son reforzados por un sistema social determina-
potlatch, prácticas a las que Mauss llamó también: do, que crea las condiciones de posibilidad para que
“prestaciones totales de tipo agonístico”.20 éstos cobren sentido, en el marco de determinadas
Rescatamos lo que con toda claridad dice al res- relaciones sociales y sean actuales al interior de esas
pecto Merleau-Ponty: prácticas sociales. A la vez, los mitos y las creencias
La historia efectúa un intercambio de todos los fundamentan y dan sentido a las actividades y rela-
órdenes de actividad, ninguno de los cuales puede ciones sociales existentes, dentro del sistema social.
recibir la dignidad de causa exclusiva, y la cues- Al afirmar lo anterior no decimos algo nuevo, ya Par-
tión consiste más bien en saber si esa solidaridad ménides declaraba que no podemos separar el ser y el
de los problemas anuncia su resolución simultánea, pensar porque son una misma cosa.
o si sólo en la concordancia e intersección hay in- Es pertinente recordar aquí, lo que propone Cli-
terrogación. fford Geertz: “distinguir analíticamente los aspectos cul-
turales y sociales de la vida humana y tratarlos como
La verdadera separación que hay que hacer no está factores independientemente variables, aunque mu-
entre el entendimiento y la historia o entre el espíritu y tuamente interdependientes”.23 Al respecto, añade:
la materia, sino entre la historia como dios desconocido Cultura es la urdimbre de significaciones aten-
–genio bueno o malo- y la historia como medio de vida. diendo a las cuales los seres humanos interpretan su
Es un medio de vida si entre la teoría y la práctica, entre experiencia y orientan su acción; estructura social
la cultura y el trabajo del hombre, entre las épocas, entre es la forma que toma esa acción, la red existente de
las vidas, entre las acciones deliberadas y el tiempo en relaciones humanas. De manera que cultura y estruc-
que éstas aparecen, hay una afinidad que no sea fortuita tura social no son sino diferentes abstracciones de
ni fundamentada en una lógica omnipotente.21 los mismos fenómenos. La una considera a la acción

18
Ian Hodder, Interpretación en arqueología, Barcelona, Crítica Grijalbo-Mondadori, 1994, p. 85 (entrecomillado en el original).
19
Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo, Barcelona, Gedisa, 1994.
20
Marcel Mauss, Sociología y antropología, Madrid, Tecnos, 1979, pp. 155-176.
21
M. Merleau-Ponty, op. cit., p. 134.
22
Ibid., p. 138.
23
C. Geertz, op. cit., p. 132.

16 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


social con referencia a la significación que tiene pa- sicas de la psique: el sueño y el ensueño, el mito y el
ra quienes son sus ejecutores; la otra la considera ritual, la creación artística, el pensamiento abstrac-
con respecto a la contribución que hace al funcio- to, el juego y el trabajo productivo; el isomorfismo
namiento de algún sistema social.24 simbólico hace comparables todas las manifestacio-
Podemos concluir, así, que el ser social y la con- nes de la vida social. Las más diversas formas de la
ciencia social forman una unidad indivisible: son actividad imaginaria se vuelven comunicables y, así,
interdependientes y existen simultáneamente. El intercambiables, al traducirse al lenguaje.
conjunto del proceso práctico de la vida social e Nuestra unidad interpretativa básica de la rea-
individual se posibilita a partir de las representa- lidad es la imagen mental, que puede traducirse a
ciones de la realidad que nos permiten situarnos y una infinidad de lenguajes pertenecientes a las di-
actuar dentro de las dimensiones espacio-tempo- versas disciplinas del saber, convirtiéndose así, en
rales. Para definir el concepto de representación y una imagen de segundo grado, que permite la co-
asociarlo tanto al discurso como al uso y fabrica- municación interpersonal. La imagen funciona como
ción de cosas, podemos empezar, retomando una la estructura explicativa elemental de la realidad, es
orientación de Cassirer, quien sostiene que: la base de toda forma de pensamiento y, por ello,
de toda forma de comunicación. Es la unidad sim-
Para representar una cosa no basta ser capaz de ma- bólica originaria de interpretación de la realidad, el
nejarla de la manera adecuada y para usos prácticos. De- núcleo de todo pensamiento simbólico. Gilbert Du-
bemos poseer una concepción general del objeto y mirar- rand define la imagen como la forma específica del
lo desde ángulos diferentes a los fines de encontrar sus pensamiento y como la base de toda forma de sim-
relaciones con otros objetos y localizarlo y determinar su bolización:
posición en un sistema general.25
La conciencia dispone de dos maneras para repre-
La representación es un mapa imaginario de la sentarse el mundo. Una directa, en la cual la cosa mis-
realidad. Todas las formas diversas de conocimien- ma parece presentarse ante el espíritu, como en la per-
to a través de las cuales se produce el pensamiento cepción o la simple sensación. Otra, indirecta, cuando,
humano están compuestas de unidades elementales por una u otra razón, la cosa no puede presentarse en
que podemos llamar imágenes. Las imágenes menta- “carne y hueso” a la sensibilidad, como, por ejemplo,
les son la primera forma de comunicación intraper- al recordar nuestra infancia, al imaginar los paisajes
sonal, podemos llamarlas imágenes de primer grado. de Marte, al comprender cómo giran los electrones en
Son las herramientas cognitivas básicas, abarcan derredor del núcleo atómico o al representarse un más
todos los aspectos de la realidad, permiten diferen- allá después de la muerte. En todos estos casos de con-
ciarlos, compararlos, asociarlos, integrarlos, en una ciencia indirecta, el objeto ausente se re-presenta ante
palabra: trabajarlos simbólicamente. ella mediante una imagen, en el sentido más amplio
Tal como algunas investigaciones psicoanalíticas y del término.
antropológicas lo muestran, la semejanza de los pro- En realidad, la diferencia entre pensamiento directo
cesos de simbolización comprende todas las diversas e indirecto no es tan tajante [...] Sería mejor decir que
formas que reviste la actividad mental. Esto se pone la conciencia dispone de distintas gradaciones de la
de manifiesto cuando comparamos las funciones bá- imagen.26

24
Ibid., p. 133.
25
E. Cassirer op. cit., p. 77. Cassirer se equivoca, sin embargo, cuando, desde una perspectiva evolucionista, considera que este proceder simbó-
lico sólo existió a partir de un periodo histórico determinado (Babilonia) y no desde que existe el homo sapiens sapiens.
26
Gilbert Durand, La imaginación simbólica, Barcelona, Amorrortu, 1971 pp. 9-10.

Perspectivas Teóricas 17
Al presentar de esa manera la relación entre imagen blema fundamental de investigación por Jean Piaget
y proceso simbólico, Durand sigue los lineamientos y Donald W. Winnicot.30
de Jung, quien sostenía que “el proceso simbólico Piaget sostiene que la representación imaginada
es un vivenciar en imagen y de la imagen”.27 En pa- o intuitiva debe ser estudiada en función de su pro-
labras de Ananda K. Coomaraswamy, el simbolismo pia génesis y no sólo en virtud de los procesos que
es el arte de pensar en imágenes.28 Las formas pri- la conducen hasta el pensamiento racional, sólo así,
marias del pensamiento son las imágenes que luego dice, se puede comprender su funcionamiento es-
pueden traducirse a signos lingüísticos, a gráficos, pecífico. Debido a esas consideraciones, se propone
o a cualquier otra forma de representación de la rea- demostrar que la adquisición del lenguaje está su-
lidad, susceptible de ser comunicada. Así, la imagen bordinada al ejercicio de una función simbólica que
mental se transforma en signo, en símbolo, en ac- se apoya en el desarrollo de la imitación y del jue-
ción humana, en cosa producida. La imagen mental go, tanto como en el desarrollo de los mecanismos
sería, estrictamente hablando, una imagen de pri- verbales.
mer orden y la imagen trabajada por los códigos de Así, la imitación es una de las fuentes de la re-
comunicación y exteriorizada, correspondería a una presentación simbólica, a la que aporta sus signifi-
imagen de segundo orden. cantes imaginados. Desde el punto de vista de las
La imagen comunicada está construida en torno a significaciones, el juego es entendido como el medio
un núcleo esencial que es de carácter simbólico: im- que articula la acción con la representación; evolu-
plica procesos mentales que convierten la cognición ciona desde sus formas primarias como ejercicio sen-
en expresión por medio de figuras simbólicas que sorio-motor, hasta sus formas secundarias de juego
sustituyen, explican y comunican lo real percibido y simbólico y juego de imaginación.
pensado. En ese sentido, tomaremos a la figura de Piaget desarrolla dos hipótesis principales, la pri-
la imagen-símbolo como la unidad esencial a partir mera sostiene que la representación comienza cuan-
de la cual se componen todas las formas de expresión do aparecen, simultáneamente, la coordinación y
articulada del pensamiento humano y, en consecuen- diferenciación de significado y significante. La fun-
cia, de la creación práctica. Greimas defiende esta ción simbólica se puede constituir cuando se con-
idea cuando afirma que el simbolismo no es un cam- jugan los diversos procedimientos que revisten la
po vedado para la lingüística, sino un campo más imitación y la asimilación.
amplio y, por ello, lógicamente primordial, respecto La segunda afirma que existe una interacción
del estricto campo lingüístico.29 La imagen simbó- compleja entre las diversas formas que asume la re-
lica es la primera unidad inteligible de expresión del presentación simbólica: el juego simbólico, la ima-
pensamiento humano. ginación, el sueño, etc. La psicología no debe apelar
Sobre este asunto, resulta esclarecedor el estudio a la “vida social” en bloque, sino como a una serie
de génesis del pensamiento simbólico y de los proce- de relaciones que se establecen, según todas las
sos de simbolización en los individuos humanos, du- combinaciones posibles, entre individuos de dis-
rante las distintas etapas de la infancia. Esta forma tintos niveles de desarrollo mental y en función de
de estudiar lo simbólico fue planteada como un pro- diferentes procesos de interacción.

27
C. Jung, op. cit., p. 45.
28
Ananda K. Coomaraswamy, Selected Papers, Traditional Art and Symbolism, Princeton, Roger Lipsey, Princeton University Press, 1977 (Bolligen
Series, núm. LXXXIX).
29
Algirdas J. Greimas, Semántica estructural, Madrid, Gredos, 1976.
30
Vid. al respecto Jean Piaget, La formación del símbolo en el niño, México, Fondo de Cultura Económica, 1987 y Donald W. Winnicot, Realidad
y juego, Barcelona, Gedisa, 1995.

18 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Las diversas formas que reviste el pensamiento Por su parte, Winnicot se vale de un concepto básico
representativo: la imitación, el juego simbólico y para explicar los fenómenos primarios de simboliza-
la representación cognitiva; son solidarias entre sí. ción en el niño, que es el de “objeto transicional”.
La diversidad de significantes de las que se vale el Su punto de partida es el estudio del uso de objetos
niño para moverse en el mundo y conocerlo es in- por parte de los niños, desde las etapas más tem-
dispensable y, dada la insuficiencia de las palabras pranas. El objeto transicional define un proceso de
para entender al objeto individual y sus atributos, desarrollo que concluye con la conciencia del mun-
así como para expresar la riqueza de las experien- do exterior y del objeto, con la posibilidad de dis-
cias vividas, el niño se vale de una multiplicidad tinguir entre el yo y el no-yo. Su punto de partida
de significantes para conocer el mundo y expresar- es la relación con el pecho materno, vivido por el
se, siendo su pensamiento “mucho más ‘simbólico’ niño, en un principio, como indivisible de su propio
que el nuestro, en el sentido que símbolo se opone cuerpo y, a partir del uso de “otros objetos”, como
a signo”.31 El simbolismo infantil está, así, mucho el dedo propio o el puño -pasando por una multipli-
más cerca de la expresión artística que se vale de cidad de cosas externas, como la frazada, la sonaja,
infinidad de significantes para expresar significa- etc.- el niño explora el mundo. El objeto transicional
dos simbólicos, que del pensamiento, estrictamen- funciona como medio y guía en el proceso de explora-
te racional. ción del mundo y, en consecuencia, de la formación
Investigaciones más recientes coinciden con es- del pensamiento simbólico.
te punto de vista y lo amplían, al respecto, explica Winnicot considera a este campo de investigación
Howard Gradner: como sumamente promisorio, tanto en lo que se re-
fiere a la observación directa como a la investigación
En el periodo que va de los dos a los siete años el indirecta, advirtiendo que su aparente simplicidad
niño llega a conocer, y empieza a dominar, los diversos no debe engañarnos respecto de su complejidad e
símbolos presentes en su cultura. Ahora, además de co- importancia en las primeras etapas de la vida, en lo
nocer al mundo directamente, puede captar y comunicar que a la formación de los símbolos se refiere.
su conocimiento de cosas y personas a través de mu- Así, nuestro punto de partida del análisis de la
chas formas simbólicas, en especial de las lingüísticas. actividad humana, destinada a la comunicación, es
A esta edad, virtualmente todos los niños dominan sin el pensamiento simbólico que posibilita y signifi-
dificultades el lenguaje (o los lenguajes) de su medio. ca todos los procesos de vida y todas las formas de
Pero el lenguaje no es de ningún modo el único ca- interacción humana. Para Cassirer, el conocimiento
mino (y en muchos casos ni siquiera el más importante) humano es, “por su verdadera naturaleza, simbóli-
para encontrarle sentido al mundo. Los niños aprenden co”.33 Todos los procesos prácticos, por medio de los
a usar otros símbolos, que van desde los gestos con la cuales se construye el estilo de una cultura, se po-
mano o los movimientos de todo el cuerpo hasta los sibilitan, gracias a lo que él llama “memoria simbó-
dibujos, las figuras de arcilla, los números, la música y lica”. Las actividades cotidianas, la vida productiva,
demás. Y cuando llegan a los cinco o seis años, no sólo la vida religiosa pueden tener continuidad por me-
pueden comprender estos diversos símbolos sino que dio de “aquel proceso en el cual el hombre no sólo
suelen combinarlos de esos modos que tanto llaman la repite su experiencia pasada sino que la reconstru-
atención de los adultos.32 ye; la imaginación se convierte en un elemento ne-

31
J. Piaget, op. cit., p. 371.
32
Howard Gardner, Arte, mente y cerebro, Barcelona, Paidós, 1993, pp. 108-109.
33
E. Cassirer, op. cit., p. 91.

Perspectivas Teóricas 19
cesario del genuino recordar”.34 De acuerdo con John mos a las figuras y diseños que aparecen en las artes
J. Gumperz, los procesos de la cognición y la memo- visuales y en las decoraciones simbólicas de objetos de
ria están determinados, históricamente, por predis- uso, donde se repiten, además de los elementos de la
posiciones, definidas culturalmente.35 estructura visual pura, las figuras, los motivos y las
Las dos aproximaciones anteriores pueden ser composiciones; los conceptos de la cosmovisión que
completadas con la idea de Durand acerca de la re- esas imágenes contienen.
dundancia de los símbolos. En su obra: La imagina- Por mi parte, y desde una perspectiva antropoló-
ción simbólica, Gilbert Durand pone de manifiesto gica más amplia, que incluya a la cultura material,
una característica tanto funcional como histórica de considero que debemos añadir una cuarta forma de
los símbolos, que nos sirve de orientación heurística redundancia: la de los objetos, que se referiría a la
para interpretar la cultura.36 Se trata del fenómeno continuidad formal y estilística en la producción de
de redundancia de los símbolos: una repetición en objetos, a la recurrencia a los mismos materiales,
el tiempo y en el espacio que, lejos de ser tautoló- herramientas, técnicas y destrezas, a la recurrencia
gica es perfeccionante y, en ese sentido, compensa de las funciones y significados de los objetos.
la inadecuación de los símbolos. Por inadecuación, La redundancia simbólica puede tomar a la relación
entendemos la eterna insuficiencia del símbolo para mito-ritual como modelo ejemplar, pues la estruc-
presentar el significado total, pues lo que muestra tura cíclica y repetitiva del ritual es la que permi-
todo símbolo es el misterio y su figura, sus infinitas te distinguir y retener los aspectos esenciales de la
resonancias y evocaciones; su irreductible polisemia. cultura. “Gracias a la continua repetición de un ges-
A partir de la proposición de Durand, podemos to paradigmático algo se revela como fijo y duradero
definir tres formas fundamentales en las cuales se en el flujo universal”.37 La reiteración periódica del
presenta la redundancia simbólica. La primera sería modelo mitológico ejemplar permite imponer una
la redundancia de los gestos. Esto se refiere princi- certidumbre de carácter trascendente a los actos y
palmente a las prácticas rituales y sus principales a las creencias. La realidad se revela y se deja mol-
medios de expresión, como son: los gestos corpora- dear a partir de un nivel trascendente, “pero de un
les, la manipulación de objetos y el uso corporal de ‘trascendente’ susceptible de ser vivido ritualmente
los espacios rituales; y a las que por extensión, po- y que acaba por formar parte integrante de la vida
demos añadir los gestos y prácticas cotidianos. humana”.38 Sin embargo, la constante imitación y
En segundo lugar tendríamos a la redundancia reiteración de los actos primordiales de los dioses,
de las relaciones lingüísticas. Esto es, las relaciones héroes y antepasados no implica una eterna repeti-
entre la lengua y el mito, y sus derivaciones verba- ción de lo mismo ni la total inmovilidad cultural:
les y textuales, donde se repiten relaciones lógicas
y lingüísticas, ideas, conceptos o imágenes, expre- La etnología no conoce un solo pueblo que no haya
sados verbalmente y, por extensión, podemos incluir cambiado en el curso del tiempo, que no haya tenido
a todas las producciones culturales que se sustentan una “historia”. A primera vista, el hombre de las socie-
en el lenguaje hablado y escrito. dades arcaicas no hace más que repetir el mismo gesto
La tercera forma es la redundancia de imágenes arquetípico. En realidad, conquista infatigablemente el
materializadas por medio de un arte. Aquí nos referi- Mundo, organiza, transforma el paisaje natural en me-

34
Ibid., p. 81.
35
John J. Gumperz, Discourse strategies (Studies in Interactional Sociolinguistics), Cambridge, Cambridge University Press, 1995, pp. 153-170.
36
G. Durand, op. cit., pp. 17-19.
37
Mircea Eliade, Mito y realidad, Barcelona, Editorial Labor, 1994, p. 148 (en cursivas en el original).
38
Ibid.

20 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


dio cultural. Gracias al modelo ejemplar revelado por el amplia que permita comprender a la primera, un me-
mito cosmogónico, el hombre se hace, a su vez, crea- talenguaje que ponga en evidencia la lógica de los
dor. Cuando parecen destinados a paralizar la iniciati- códigos culturales específicos de cada sociedad: una
va humana, presentándose como modelos intangibles, hermenéutica.
los mitos incitan en realidad al hombre a crear, abren Ya desde Heráclito está presente esta inquietud.
constantemente nuevas perspectivas a su espíritu de Para él, la correspondencia que sigue manteniéndo-
inventiva.39 se entre el lenguaje y el ser “no es ya una identidad
inmediata sino mediada y, por así decirlo, oculta,
Respecto de la construcción de los códigos co- pues se acepta que la reflexión sobre el ‘logos’ del
lectivos de comunicación, la cultura tiene una doble lenguaje como un todo puede mostrar el ‘logos’ de la
función: simbólica y práctica. Se construyen los apa- totalidad en devenir del cosmos”.40 Para su filosofía,
ratos simbólicos que permiten la creación de una “La dicción particular es al mismo tiempo descubri-
colectividad en torno a: 1) metas colectivas defini- miento y encubrimiento, por lo que requiere inter-
das, creencias, conceptos y representaciones de la pretación, y tiene un sentido que va más allá de lo
realidad (símbolos colectivos imaginario comparti- que propiamente dice, un sentido oculto a la visión
do) y 2) prácticas de grupo (rituales vida cotidia- directa y al que se accede transversalmente, por la
na). A partir de esto se crea una noción gregaria y interposición de la imagen y la metáfora”.41
una especie de juramento colectivo que unifica, que El cuerpo colectivo de la comunidad se pone de
crea un sentido de pertenencia a un proyecto, a un manifiesto mediante el discurso, la experiencia prác-
destino común. Simultáneamente, este sistema de tica y la producción material de una cultura. Si las
códigos comunitarios es un medio por el cual el gru- relaciones sociales pueden ser vistas como relacio-
po social se diferencia de los otros. Es precisamente nes práctico-discursivas, podemos comprender cómo
todo este conjunto de sistemas simbólicos y prác- las diversas culturas construyen su figura grupal y
ticas sociales lo que entra en juego en el proceso social a través de la actividad colectiva, el discurso
de la comunicación humana. Los seres humanos que y los objetos. La cultura se crea y recrea en el proce-
entran en contacto para comunicarse son portadores so práctico-discursivo, produciendo constantemente
vivos de toda su cultura: es toda ella la que entra en sentidos, al interior de la vida comunitaria. Así, Ed-
juego en el proceso de la comunicación. ward Sapir explica que el mundo real, lejos de ser algo
La cultura establece distinciones en la reali- puramente objetivo, está construido sobre la base de
dad que suponen formas diversas de organizar la los hábitos lingüísticos de cada grupo cultural.42
vida, de concebirla e interpretarla. La cultura im- En la construcción del sí mismo, en la construc-
plica una concepción general del mundo, una cos- ción comunitaria, lo que se forma y transforma es el
movisión, una ontología que supone y comprende imaginario y el contexto práctico-material que moldea
un horizonte epistémico. Las ideas maestras de una la figura del grupo. El grupo es determinado por los
cultura pueden inducirse a partir de los enunciados códigos culturales y, a su vez, los códigos culturales
presentes en el discurso y por medio del análisis son creados y transformados por el grupo social; se
sistemático de la cultura material. Para comprender trata de procesos simultáneos y complementarios.
el horizonte epistémico de una cultura hace falta, a Los códigos culturales también funcionan como
su vez, otra epistemología con una perspectiva más un sistema de control social y político. En casos ex-

39
Ibid., pp. 148-149.
40
Luis Garagalza, “Hermenéutica filosófica”, en Andrés Ortiz, op. cit., p. 180.
41
Ibid.
42
Edward Sapir, Selected Writings of Edward Sapir, Berkeley, D. Mandelbaum, University of California Press, 1949.

Perspectivas Teóricas 21
tremos pueden llegar a convertirse en un universo tura. Si observamos el fenómeno de la comunicación
concentracionario que obligue a la constante refe- con imágenes en el curso de la historia, veremos que
rencia a unos valores, ideas, códigos y prácticas que se las técnicas, los cánones que rigen el uso del color y la
refuercen permanentemente, encerrando a sus miem- forma, los códigos de representación de las figuras,
bros en un sistema de regularidad, relativamente los motivos y los temas; aparecen todos ellos, dentro
cerrado y artificial. Cada cultura crea sistemas de de ciertos ciclos de continuidad y discontinuidad. Es-
códigos comunitarios que establecen una relación tán sujetos a procesos complejos, cuyas etapas más
entre imaginario colectivo y control político, que definidas pueden ser: aparición, difusión, transfor-
oscilan entre la coerción y la adhesión voluntaria. mación, desaparición y resurgimiento en una nueva
De cualquier forma que se constituya la institucio- circunstancia.
nalidad política, de manera laxa o estricta, ésta im- Al respecto Harold Spencer dice:
plica necesariamente, un sistema de regulación y
control de la vida cotidiana, un orden reglamentado La historia del arte es un proceso recíproco e inter-
de la reproducción social, sancionado culturalmente. minable de continuidad y renovación. Existe, por una
Siguiendo a Eagleton, podemos decir que las cul- parte, la inercia de la tradición, una “transmisión” de
turas no son arbitrarias ni determinan absolutamen- conocimientos, costumbres, creencias y prácticas, de
te al ser humano, no son estructuras cerradas. La generación a generación. El estilo de una sociedad así
cultura, en su sentido original, como producción, como su arte tienen una tendencia a retener ciertos
“evoca un control y, a la vez, un desarrollo espon- aspectos en un nivel relativamente constante, por un
táneo”.43 El autor se extiende, en ese sentido, afir- periodo determinado de tiempo. La tradición es así, una
mando: fuerza fundamentalmente conservadora. Por otra parte,
en los plazos largos, el arte está sujeto a cambios de
Lo cultural es lo que podemos transformar, pero el orientación que actúan sobre el ambiente físico, social
elemento que hay que alterar tiene su propia existencia y psicológico que lo constituyen y dotan de fuerza; res-
autónoma, y esto lo hace participar del carácter recalci- ponde a estos de diversas maneras. En ocasiones, estas
trante de la naturaleza. Pero la cultura es un asunto de transformaciones pueden ser tan drásticas que reforman
seguir reglas, y en esa medida también implica una in- las antiguas configuraciones de una manera tan comple-
teracción entre lo regulado y lo no-regulado. Seguir una ta que dan origen a una nueva tradición. La vitalidad de
regla no es como obedecer una ley física, pues implica todo el proceso es asegurada por este entrelazamiento
una aplicación creativa de la regla en cuestión […] Las de continuidad y renovación. La continuidad de la tra-
reglas, como las culturas, ni son completamente alea- dición, vinculando cada forma presente con su pasado
torias ni están rígidamente determinadas, lo cual quiere y las fuerzas que alteran y renuevan, actuando sobre las
44
decir que ambas entrañan la idea de libertad. resistencias de la tradición, definen un proceso evolu-
tivo que mantiene el vigor de las artes, dando a cada
Debemos reconocer el complejo juego de interac- segmento de su historia su identidad particular.45
ciones sociales e individuales que determinan la
relación que existe entre continuidad y cambio cul- El estudio de este proceso constituye lo que el
turales, entre unidad y diversidad; proceso que po- historiador del arte Erwin Panofsky ha llamado “his-
demos entender, por ejemplo, a partir del concepto toria de los estilos”, a saber, la historia de los me-
de estilo, aplicado al arte o al conjunto de una cul- dios y las figuras a través de los cuales se expresan,

43
Terry Eagleton, La idea de cultura, Una mirada política sobre los conflictos culturales, Barcelona, Paidós, 2000, p. 15.
44
Ibid., pp. 15-16.
45
Harold Spencer, The Image Maker, Nueva York, Charles Scribner’s Sons, 1975, p. 25 (la traducción del inglés es del autor).

22 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


comunican, manifiestan y representan por medio de nes integradoras que vinculan a la sociedad con sus
imágenes, las cosas, los seres y las ideas, en cada miembros individuales”.48 De aquí se derivó un te-
periodo histórico y cultural. A partir del método que ma fundamental de investigación, para el estudio
la iconología propone, es posible comprender “la del cambio cultural: la teoría de la agencia o de los
manera en que, bajo diversas condiciones históri- agentes sociales.
cas, los objetos y acontecimientos se han expresado En síntesis, la solución teórica a este problema
a través de las formas”, “los temas y conceptos es- implica la posibilidad de definir con precisión las
pecíficos se han expresado a través de los objetos y características específicas que adquieren las múlti-
acontecimientos” y, finalmente, “las tendencias ge- ples formas de interacción entre las diversas estruc-
nerales y esenciales del espíritu humano se expresa- turas sociales, históricamente determinadas, y las
ron a través de temas y conceptos específicos”.46 entidades individuales, como quiera que les llame-
El movimiento de continuidad y discontinuidad mos (individuos, personas, personificaciones, perso-
de las imágenes, producidas por una cultura, supone najes, personalidad, el ser de la persona, el yo, el
las complejas relaciones que existen entre la cons- sí mismo). Tal como lo plantea Susan Gillespie, la
tancia y la transformación de los códigos que regu- compleja integración y red de interacciones entre
lan la producción de imágenes, en función de los la sociedad y sus miembros individuales, en los tér-
sistemas de valores culturales. minos de estructura y agencia, se ha convertido en
En relación con el problema planteado por los pro- un problema central de la moderna teoría social. De
cesos por medio de los cuales se producen los cambios aquí se derivan tres problemas teóricos a definir. En
culturales, nos distanciamos de las teorías holistas de cada caso concreto, ¿a partir de qué conceptos pode-
las ciencias sociales que, en palabras de Susan D. Gi- mos definir a los miembros individuales de las co-
llespie: “consideran a la sociedad como una entidad munidades?, ya que en las sociedades tradicionales
que existe más allá de los individuos que la compo- el concepto moderno de individuo no es pertinente.
nen. En tanto sistema auto-regulador, la sociedad ¿Cuáles son los procesos culturales que determinan
constriñe o determina las conductas y las creencias la constitución de la persona?
individuales, tratando a los individuos como epife- Derivado de ese problema, tenemos el de defi-
nómenos y subestimando el papel que desempeñan nir a los agentes sociales y el concepto de agencia
los individuos en el cambio social”.47 que utilizamos para cada sociedad concreta, tanto
Dentro de esa orientación podemos situar al fun- al nivel del grupo como de la persona, para poder
cionalismo, al estructuralismo, al marxismo estruc- comprender el aspecto activo de la producción sim-
turalista, al conductismo, al materialismo cultural bólica, capaz de generar cambios en la cultura. En
y a la teoría de sistemas sociales. Esos puntos de tercer lugar, debemos definir la manera en la cual
vista han suscitado abundantes polémicas y a tales las relaciones estructura-agencia y colectividad-per-
posiciones se han opuesto tanto teorías que desta- sona, han intervenido en los procesos concretos de
can la importancia del individuo en la construcción producción cultural.
y el cambio sociales, como nuevas orientaciones Vale la pena recuperar algunas reflexiones que,
que intentan, como señala Gillespie, “construir un desde el campo antropológico plantea otro autor
puente que pueda mediar entre las polarizaciones para enfrentar este dilema teórico. Retomamos, pa-
individualistas y holistas, examinando las relacio- ra eso, los lineamientos generales de la proposición

46
Erwin Panofsky, El significado en las artes visuales, Madrid, Alianza Editorial, 1983, pp. 54-57.
47
Susan D. Gillespie, “Personhood, Agency and Mortuary Ritual: A Case Study from the Ancient Maya”, en Journal of Anthropological Archaeology,
núm. 20, 2001, p. 73. (la traducción del inglés es nuestra).
48
Ibid., p. 74.

Perspectivas Teóricas 23
metodológica que Jean Duvignaud llama “epistemo- dios antropológicos acerca del juego, en los cua-
logía de la acción”; propuesta que contiene orienta- les el juego ya no era concebido como una práctica
ciones básicas para desarrollar una etnografía de la aislada, como una actividad más, sino como una
comunicación. Duvignaud cuestiona ciertos aspec- constante que aparecía en los diversos aspectos de la
tos del estructuralismo, del funcionalismo y del ma- vida social e individual. A partir de los trabajos de
terialismo histórico. Veamos, por ejemplo, su crítica Duvignaud, el juego, como categoría antropológica,
al método de Lévi-Strauss para abordar el estudio puede ser entendido como una energía transforma-
del mito: dora que modifica las prácticas y las costumbres es-
Los fenómenos de los que estamos hablando exi- tablecidas; es suscitada por la creatividad o el azar y
gen una epistemología nueva [...] Tomemos un pro- se da en todos los ámbitos de la vida humana.
blema: el de los mitos, por ejemplo. En ese respecto
rechazamos un método como el de Lévi-Strauss que Desde hace algunos años hemos tratado de hacer
consiste en separar lo mítico de lo existencial y de el balance de las prácticas y de los hechos que corres-
las prácticas materiales. Siento un profundo respeto ponden a las manifestaciones lúdicas que no pueden
por Lévi-Strauss, pero algo así como “la mitología ser reabsorbidos mediante alguna forma de regulación,
reconstituida de la indianidad, de los esquimales a o borrados mediante un tipo de análisis que a menudo
las tribus del sur de Chile”, es absolutamente indi- proyecta sus categorías abstractas sobre ellos.50
ferente a la realidad actual de las sociedades de las
que habla, pues entonces: viva el mito y mueran los En la forma de presentar su tema de investiga-
hombres. ción estaba implícita una nueva orientación. Para
Duvignaud quedaba clara la insuficiencia de los en-
Lo que nosotros hemos hecho es investigar, hacien- foques anteriores. No sólo había que volver a definir
do uso de una epistemología que se define en la acción el objeto de estudio, sino, también, establecer una
misma: sitúa las prácticas en su contexto y compren- nueva relación entre los conceptos de institución y
de que cada práctica supone un aparato de mitos, de juego en el discurso antropológico:
creencias, de afectos; es éste conjunto, como un todo,
el que hay que entender.49 Hay ideas como las de Georges Bataille sobre la
trasgresión y, naturalmente, aquellos estudios tradicio-
Por nuestra parte, recuperamos esa intención crí- nales sobre cuestiones como las relaciones elementales
tica de Duvignaud, referida a los excesos a los que de parentesco, los sistemas matrimoniales, pero nunca
se ha llegado en ocasiones, al utilizar los métodos se nos dice cómo vive la gente esos sistemas y qué es
funcional, estructural o materialista histórico; pre- lo que hace con ellos; dichas investigaciones dan la
ocupación que es común a varios autores. Duvign- impresión de que simplemente se los padece […] no
aud se propone demostrar que la antropología se ha somos seres pasivos, ya sea por la fuerza o mediante
centrado fundamentalmente en el estudio de las ins- la impugnación o la astucia, logramos darle a nuestro
tituciones sociales y muy poco en el estudio de los poder lúdico una forma inteligible.51
hombres vivos.
Esa idea se fue aclarando hasta llegar a una Así, partiendo de las premisas teóricas anterio-
forma más definida en los resultados de sus estu- res podemos definir al juego y, en ese sentido, a la

49
Jean Duvignaud, “Institución y juego”, entrevista por Julio Amador, en Palos de la crítica, núm. 2-3, octubre de 1980 a marzo de 1981, pp. 61-65.
Vid. también Jean Duvignaud, El juego del juego, México, Fondo de Cultura Económica, 1982.
50
Ibid., p. 59.
51
Ibid., pp. 57-59.

24 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


disposición humana hacia el cambio social, de la si- de la cual los sentidos preexistentes de los discursos
guiente manera: y las prácticas son modificados, surgiendo nuevos.
Para Cassirer, los cambios fonéticos, analógicos y
En mi opinión se trataría de conocer aquello que en semánticos constituyen un elemento esencial del len-
el orden de la existencia se expresa como experiencia guaje; cambios que también ocurren en los distintos
particular y que, adoptando formas singulares, puede sistemas simbólicos. El estudio de todos estos debe
concernir a lo imaginario, a lo afectivo, o aún a la ac- realizarse, tanto desde un punto de vista histórico
ción [...] antropológica o sociológicamente diré que el como desde uno estructural, debiendo ser específico
juego representa la cantidad de azar que una sociedad en cada caso:
puede aceptar o, incluso, el modo en que una sociedad
enfrenta el azar. El azar es lo que no entra en el sistema Cierto que el lenguaje no posee un ser fuera y más
de leyes, de organizaciones. Lo que hay que averiguar allá del tiempo; no pertenece al reino de las ideas eter-
es cómo un grupo, una clase, una sociedad, una civili- nas. El cambio –cambio fonético, analógico, semánti-
52
zación, enfrentan lo imprevisible. co- constituye un elemento esencial del lenguaje. Sin
embargo, no basta el estudio de todos estos fenómenos
A partir de aquí, podemos formular la exigencia para que podamos comprender la función general del
de una nueva epistemología dinámica para el estu- lenguaje. En lo que respecta al análisis de cualquier
dio del discurso y de las diversas prácticas sociales y forma simbólica dependemos de los datos históricos.
producciones culturales. Como es evidente, se trata La cuestión acerca de qué sean el mito, la religión, el
de registrar la transformación constante de los sig- arte o el lenguaje, no puede ser resuelta de un modo
nificados que se produce en la actividad colectiva. puramente abstracto, por una definición lógica. Pero
Detrás de ésta idea existe un conjunto de supues- por otra parte, al estudiar la religión, el arte o el len-
tos teóricos que definen un concepto de discurso y guaje tropezamos siempre con problemas estructurales
de acción que implica una multiplicidad práctica de generales que corresponden a un tipo diferente de co-
posibilidades semánticas. Entendemos tanto al dis- nocimiento. Estos problemas deben ser tratados por se-
curso, como a la acción social, a partir de su natura- parado: no pueden considerarse ni resolverse mediante
leza polisémica. Así, todo discurso y toda acción se investigaciones puramente históricas.53
abren hacia una multiplicidad de posibles significa-
dos. Esto en virtud de que toda práctica y construc- Cuando analizamos un ritual (por ejemplo, la
ción social o discursiva supone procesos de inter- puesta en escena ceremonial de un mito), podemos
pretación y de variabilidad. Interpretar quiere decir ver cómo la comunidad y sus miembros individuales
cotejar y confrontar su significado con un conjunto entran en contacto con el relato mítico, en el con-
de referentes, es decir, de valores y conocimientos, texto de una ceremonia específica, y hacen uso de
que constituyen la totalidad del saber activo que éste discurso de una manera activa y particular. El
posee todo individuo, que posee toda sociedad. Al relato está siendo reproducido y transformado a la
interpretar, dotamos de un nuevo significado al dis- vez por quienes participan de él durante la ceremo-
curso y a las prácticas. En toda interpretación ocu- nia; los mitos y los símbolos están siendo reinter-
rre un doble movimiento: repetición, por medio de pretados, por cada miembro de la comunidad, du-
la cual se reproducen sentidos preexistentes de un rante la experiencia colectiva. Así, cada grupo social
discurso o una práctica y, transformación, por medio propone un complejo conjunto de figuras con las

52
Ibid., p. 60.
53
E. Cassirer, op. cit., pp. 179-180.

Perspectivas Teóricas 25
que toda persona alimenta su imaginario, juega con Vale la pena agregar dos funciones más a las de-
ellas y las vuelve a significar, produciendo nuevos finidas por Ricoeur. La comunicación, al proponer
sentidos, expandiendo su horizonte simbólico.54 Los constantemente enunciados sobre la realidad, esta-
procesos de aprendizaje y profundización cogniti- blece la función cognitiva del discurso; por otra par-
va de los símbolos culturales nunca terminan. Cada te, el carácter social del habla que instaura, por ese
complejo simbólico, aunque situado dentro de un medio, una comunidad de códigos entre los hablan-
ámbito de acción espacial y temporal en el que se tes, supone una función socio-política.
manifiesta, puede asociarse siempre a nuevos cam- La hermenéutica de Paul Ricoeur recorre, crítica-
pos semánticos, por ello, dirá Guiraud, la palabra mente, tres dimensiones interpretativas, mostrando la
sentido significa “dirección hacia otros signos”.55 problematicidad epistémica de cada una:
La necesidad de la comunicación humana hace 1) La semiótica o estructural, que se refiere al siste-
pasar lo real a la dimensión del lenguaje, a la forma ma de los signos, en sí mismo.
de discurso. Las relaciones humanas están mediadas 2) La semántica que se refiere a la relación de los
por el discurso. Este supone la interpretación de la signos con el referente, con la realidad que evo-
experiencia y su traducción a imágenes mentales de can.
las cuales se derivarán un conjunto de respuestas 3) La dimensión práctica del discurso (habla) que
que harán uso de todos los diversos códigos de co- corresponde al uso vivo y concreto de los siste-
municación. Nuestras relaciones con el mundo son, mas de signos.58
en ese sentido, relaciones discursivas. Suponen una La interacción social es un proceso que pone en
interacción compleja entre nuestros medios y formas movimiento a las totalizaciones estructuradas de
de comunicación y nuestras vivencias en el mundo. nuestro saber; llamaremos a esa dimensión comuni-
Paul Ricoeur sostiene que el discurso “consiste en cativa, caracterizada por ser procesual, relacional y
la mediación entre el orden de los signos y el de las cognitiva: conjunto referencial. A partir de él, se res-
cosas”.56 Va más allá, al explicar la función semán- ponde a cada estímulo comunicativo, exterior e in-
tica del discurso, entendiéndola como la perfecta terior, con un espectro de mensajes en los distintos
articulación de tres dimensiones discursivas: la re- planos de la experiencia. Esas acciones que operan
ferencia al mundo, la relación con uno mismo y la como respuesta, se registran en los sistemas com-
relación con el otro. plejos de la memoria que va organizando, jerarqui-
zando, desechando, transformando la compleja red
En la medida en que se da esta referencia al mundo, de sistemas simbólicos que componen al conjunto
es posible la referencia en común, la correferencia, y en referencial.
la medida en que existe ésta última es posible referirse Podemos definir al conjunto referencial como la
a uno mismo, el compromiso del sujeto con lo que dice. totalidad relativamente sistematizada y estructura-
Digamos lo mismo de otro modo: las tres dimensiones da de conocimientos que posee todo individuo y to-
del lenguaje, la dimensión ontológica (referencia al da sociedad y con la cual compara, coteja y evalúa
mundo), la psicológica (relación con uno mismo) y la todo nuevo discurso en el proceso de comunicación;
moral (relación con otro), son rigurosamente coorigi- proceso que aparece, desde esta perspectiva, como
narias.57 un acto de interpretación discursiva. Así, se pone de

54
En relación con este tema véase, también, el importante trabajo de Gilbert Durand que resume su orientación hermenéutica sobre las imáge-
nes y los símbolos, Lo imaginario, Barcelona, Ediciones del Bronce, 2000.
55
Pierre Guiraud, La semántica, México, Fondo de Cultura Económica, 1983, p. 27.
56
Paul Ricoeur, Historia y narratividad, Barcelona, Paidós, 1999, p. 49.
57
Ibid., p. 51.
58
Ibid., Vid. también Paul Ricoeur, Teoría de la interpretación, México, Siglo Veintiuno Editores, Universidad Iberoamericana, 2006.

26 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


manifiesto el rico proceso de interpretación y produc- ción de ellas que, a su vez, están condicionadas his-
ción de significados que la experiencia cotidiana ori- tórica y culturalmente. El pensamiento no es algo
gina, haciéndose evidente la unidad fundamental que general y abstracto, sino que está diversificado y
existe entre la percepción, la motricidad y la activi- distribuido en distintas formaciones discursivas que
dad del pensamiento abstracto. En una lúcida parado- organizan el conocimiento en disciplinas del saber
ja que aparece en su Crítica del juicio, Kant afirma que específicas, con métodos y reglas propios para ge-
no podemos pensar sin imágenes ni intuir sin concep- nerar conocimientos. Las nociones acerca de la rea-
tos. Tal orientación heurística servirá a Ernst Cassirer lidad difieren de una formación discursiva a otra y,
como punto de partida para explicar los procesos de más aún, pueden ser contradictorias entre sí.61
simbolización. El ámbito de la comunicación humana es, preci-
El conjunto referencial está formado por unidades samente, la esfera del conocimiento y la actividad
semánticas cuyo uso y significado están determina- social en la cual la mezcla y yuxtaposición de las di-
dos socialmente, de ahí que la semiótica las llame versas formaciones discursivas es más rica. Cuando
unidades culturales. Las unidades semánticas operan nos comunicamos se hace necesario valerse de co-
al interior de ordenamientos del saber que llamamos nocimientos provenientes de distintas formaciones
formaciones discursivas.59 Todas las formas del co- discursivas como lo son:
nocimiento son propuestas de significar la realidad, A) Conocimientos sistematizados y empíricamente
de interpretar la experiencia; de ahí la importancia, verificables: tienen su origen en diversos tipos de
la universalidad del problema del sentido.60 prácticas productivas o utilitarias donde, a nivel
Lo que en sí mismo constituye el proceso de for- de la esfera cognitiva, debe producirse un pen-
mación del imaginario colectivo es algo sumamente samiento sistemático que corresponde a un pa-
complejo. Incluye todo el proceso de socialización radigma que define a la verdad y lo verdadero
a través del cual se forman las personas, los grupos como algo verificable a través de la experiencia
sociales y el conjunto de las sociedades. Se trata, repetida.62
en el plano más general, de la formación de la cul- B) Horizonte epistémico: opera a la manera de un
tura como la instancia más amplia de socialización metalenguaje, a partir del cual se valoran y juz-
del conocimiento. Abarca todos los procesos socia- gan todas las dimensiones discursivas.
les y personales de interpretación y organización de C) Ética: funciona a partir de juicios que correspon-
la experiencia. Comprende a todas las formas ins- den a aplicaciones diversas de los sistemas de
titucionalizadas y no institucionales de producción valores morales que forman parte del conjunto
y difusión del saber. Se trata de un problema alta- referencial de toda persona y grupo social.
mente complejo que exige nuevos enfoques episte- D) Sentido común: combina la experiencia personal
mológicos. con ciertas formas de socialización de la sabidu-
La producción, difusión y uso del conocimiento ría práctica colectiva.
está determinada por ciertos conjuntos de reglas, E) Conocimientos tradicionales: pertenecen a diver-
así como de modalidades de trasgresión o innova- sos conjuntos de prácticas y formas de saber que

59
La semiótica las define como campos semánticos.
60
Desde hace mucho tiempo, Pierre Guiraud explicó ese problema, vid. op. cit..
61
Umberto Eco había planteado ya la posibilidad de que dentro de una cultura existiesen campos semánticos contradictorios, vid. La estructura
ausente, Barcelona, Editorial Lumen, 1994, p. 89. Eso sucede en todas las culturas, Duvignaud habla de diversas lógicas que se entrecruzan en
la vida cotidiana y que, muchas veces, sin ser compatibles, se mezclan entre sí. Vid. El banco de los sueños, México, Fondo de Cultura Económica,
1981 y El juego del juego… op. cit.
62
Vid. Bronsilaw Malinowski, Magia, ciencia y religión, Barcelona, Planeta-Agostini, 1994 y Claude Lévi-Strauss, El pensamiento salvaje, México,
Fondo de Cultura Económica, 1994.

Perspectivas Teóricas 27
conforman una cultura particular y corresponden los componentes psíquico-corporales que gene-
a los elementos constitutivos de la identidad per- ran emociones.
sonal, familiar, gremial, comunitaria, regional o Todos estos son campos semánticos que inter-
nacional; define destrezas prácticas, creencias, vienen simultáneamente en la connotación de los
formas de vida y costumbres colectivas. discursos, en las prácticas y en las maneras de pro-
F) Religiosidad, fe y creencias: estructuras de pensa- ducir las cosas.63 Partiendo de una perspectiva que
miento míticas, mágicas, religiosas y dogmáticas considera la multiplicidad sincrónica de factores que
que operan en todas las sociedades. definen los procesos de interacción social y comuni-
G) Estética: funciona a partir de códigos estableci- cación; podemos enunciar la complejidad del siste-
dos de manera social, como el arte y la moda, así ma interpretativo de la esfera de la comunicación,
como de manera personal, a través del gusto y la evidenciando la diversidad de sentidos y de planos
educación. de la realidad en los que opera el sistema referencial.
H) Voluntad: interpreta la realidad en función del El imaginario cultural, a partir del cual se constru-
deseo, define sus necesidades y las formas de su yen los sentidos de lo comunicado, participa de esa
satisfacción. pluralidad de dimensiones de la realidad y debe ser
I) Intuición: utiliza de una manera proyectiva, no analizado desde una perspectiva compleja, polisé-
racional, la experiencia individual y colectiva, mica. Los procesos de comunicación establecen dis-
consciente e inconsciente. tinciones específicas que diversifican el significado
J) Emociones: establece vínculos asociativos entre en un amplio abanico de pluralidad semántica.
las situaciones vividas, los mensajes recibidos y

La comunicación como forma de relación con el otro,


con el mundo y con uno mismo

Para comprender los procesos de comunicación, que las ciencias del lenguaje privilegian, a expensas del habla
en su carácter concreto de interacción humana viva, viva, los sistemas, las estructuras y los códigos desvinculados
retomaremos una orientación enunciada por Ricoeur de cualquier hablante y, finalmente, volver abrir el camino del
en su importante artículo, titulado, “Filosofía y len- lenguaje hacia la comunidad humana, en la medida en que la
guaje”: pérdida del hablante va unida a la de la dimensión intersubjetiva
del lenguaje.64
[…] la filosofía tiene la tarea principal de volver a abrir el
camino del lenguaje hacia la realidad, en la medida en que las La clara conciencia de responder a esta tarea ur-
ciencias del lenguaje tienden a distender, si no a abolir, el vín- gente de la hermenéutica, lo condujo a llevar a ca-
culo entre el signo y la cosa. A esta tarea principal se añaden bo un recorrido crítico del camino emprendido por
otras dos complementarias: volver a abrir el camino del lenguaje las ciencias del lenguaje. Así, explica que la nece-
hacia el sujeto vivo, hacia la persona concreta, en la medida en sidad de construir un objeto de estudio científico,

63
Umberto Eco plantea también una serie extensa de los campos semánticos que pueden determinar la connotación de un lesema. Vid. H. Eco,
La estructura… op. cit., pp. 101-104.
64
P. Ricoeur, Historia y narratividad… op. cit., p. 41.

28 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


riguroso y bien delimitado, llevó a las ciencias del B) Se subordinó la segunda a la primera.
lenguaje y, en particular, a lingüística estructural a C) En un estado del sistema no existirían estados
“poner entre paréntesis la relación del lenguaje con absolutos, sino únicamente relaciones de depen-
la realidad”.65 dencia mutua.
La distinción establecida por Saussure entre len- D) El conjunto de los signos se entendería como un
gua y habla, formaba parte de la misma intención sistema cerrado, con objeto de analizarlo.68
de cientificidad. De tal suerte, a partir de Saussure, Así, mientras que el lenguaje es el uso infinito de
entendemos a la lengua como el conjunto sistemá- un sistema finito, la lingüística estructural opta por
tico de un idioma en el plano de la pura formalidad el estudio sistemático de los sistemas finitos, de tal
estructural, en el plano de su estatuto como conjun- suerte, que el sistema a analizar no tendrá partes
to de signos y reglas combinatorias, pertenecientes a externas, sino meras relaciones internas.69 Para tal
un código de comunicación, socialmente aceptado; efecto, la lingüística estructural eliminó un aspec-
como las convenciones sociales necesarias para la co- to fundamental de la definición de signo que, entre
municación verbal y escrita. La lengua corresponde los estoicos aparecía como significante, significado
al conjunto de los signos que sirven como medio de y cosa referida; y en San Agustín y en la escolásti-
comprensión entre los miembros de una misma comu- ca, como la relación entre signum y res. Al excluir la
nidad lingüística, el conjunto de entidades entre las referencia a lo real extralingüístico, se eliminó de la
que se elije en las libres combinaciones del discurso. comunicación al sujeto y a la intersubjetividad: “En
Por habla se designan los usos diversos y coloquia- la lengua, nadie habla”.70 Expulsados de la lingüís-
les que los individuos de esa comunidad hacen de la tica estructural -y de la llamada semiología, que de
lengua, por medio de una ejecución psicofisiológica, ella se derivó-, el habla, el hablante, su interlocutor
la actuación individual y las libres combinaciones del y el mundo que sus discursos refieren, deberán ser
discurso.66 El habla es esencialmente un acto indivi- estudiados por otras disciplinas como la hermenéu-
dual de selección, uso y renovación; está constituida, tica, la antropología, la sociología y la psicología
ante todo, por las combinaciones gracias a las cuales de la comunicación, cuyo objeto de estudio son los
el usuario puede utilizar el código del lenguaje para procesos vivos de la comunicación.71
expresar su pensamiento personal.67 Algo semejante ocurrió con la propuesta de Ro-
La distinción entre lengua y habla se complementó man Jakobson, que pretendió explicar el proceso de
con cuatro postulados que terminaron por definir obje- comunicación mediante un modelo estructural, de-
to y método, tanto de la lingüística estructural, como rivado de la informática, y definía como sus com-
de las ciencias del lenguaje que de ella se derivaron: ponentes a un emisor, un mensaje, un medio para
A) En la lengua se distinguió una ciencia sincróni- transmitirlo, un receptor, el código y el referente,
ca que estudiaría los estados del sistema y una eludiendo por completo los problemas implicados en
ciencia diacrónica que estudiaría los cambios del lo esencialmente humano de la comunicación: la in-
mismo. tersubjetividad.72

65
Ibid., p. 42.
66
Ferdinand de Saussure, Curso de lingüística general, Buenos Aires, Editorial Losada, 1979, pp. 49-66; P. Ricoeur, Historia y narratividad… op.
cit. y Maurice Leroy, Las grandes corrientes de la lingüística, México, Fondo de Cultura Económica, 1992.
67
Vid. Roland Barthes, La aventura semiológica, Barcelona, Paidós, 1993, pp. 21-36.
68
P. Ricoeur, Historia y narratividad… op. cit., pp. 42-43.
69
Ibid., p. 43.
70
Ibid., p. 44.
71
Por su parte, la pragmática no ha sido capaz de cubrir estos campos de manera satisfactoria.
72
Roman Jakobson, “Lingüística y poética” en Thomas A. Sebeok (comp.), Ensayos de lingüística general, Barcelona, Seix Barral, 1975.

Perspectivas Teóricas 29
Jakobson simplemente describe de manera esque- códigos culturales, articulados entre sí de manera
mática la forma en la cual cierto tipo de máquinas, compleja e indisoluble.74
de estructura muy simple, por cierto, intercambian Greimas entiende a la comunicación como un sis-
información, pues, de hecho, las tecnologías más re- tema de oposiciones-opciones lógicas binarias entre
cientes diseñadas para la comunicación, han desarro- las cuales el hablante debe elegir:
llado sistemas cada vez más complejos de interactivi-
dad. El modelo estructural de Jakobson, que implica La comunicación, en efecto, es un acto, y, por ese mismo
un concepto monosémico de comunicación, no tiene hecho, es sobre todo elección. En el interior del universo sig-
nada que ver con la comunicación humana, propia- nificante a partir del cual opera, la comunicación elige cada
mente dicha, que es, por definición, polisémica. vez ciertas significaciones y excluye otras. La comunicación es
Al respecto, escribía Durand en 1979: “Cibernéti- por tanto el ejercicio de una cierta libertad, mas de una liber-
ca e informática constituyen las vanguardias victo- tad limitada […] Tomando el enunciado, al que cabe conside-
riosas de las reflexiones lingüísticas y estructurales. rar como el acto de comunicación acabado y autosuficiente,
A través de un verdadero fenómeno de feed-back, los [sic] nos damos cuenta de que la libertad de su formulación se
ordenadores modelan o vuelven a modelar nuestras inscribe en una red apriorística de coerciones.75
maneras de pensar. La máquina expresa su más ex-
trema exigencia, que es constreñir al pensamiento al Tenemos un concepto de comunicación que la re-
que, no obstante, debe su existencia”.73 duce a puras operaciones lógicas de selección, al
Me parece sorprendente, por no decir absurdo, interior de un sistema cerrado; a la mera formula-
que durante tanto tiempo se haya pretendido utili- ción de enunciados. Esta postura coincide en ese
zar este esquema estructural para explicar y definir sentido, con el concepto informático de Jakobson,
a la comunicación humana. El modelo ignora, por quien entiende a la comunicación como transmisión
completo, el aspecto vivo y activo de la comunica- de información y al lenguaje como su principal me-
ción, por más que incluya al código –que no alcanza dio, menospreciando la importancia de los otros
a ser ni una pálida sombra de la cultura-. Deja to- sistemas de símbolos. De acuerdo con Durand, la
talmente fuera, la comprensión de su funcionalidad proposición puede resumirse así: “el lenguaje es
y complejidad intrínsecas. Hace uso de un concepto la comunicación, el lenguaje es el principio de cual-
reductivo, que excluye lo que, en sí misma, es la co- quier simbolización. Es lo que llamo la hipóstasis de
municación: la interacción, la influencia mutua de la comunicación y la dictadura del lenguaje”.76
los sujetos en el proceso vivo de la comunicación real,
el proceso dentro del cual reacciono a lo que el otro Las palabras y las frases no bastan al hombre para
me dice y él reacciona a lo que yo le digo; y en el expresarse, ya que siente la necesidad de añadir las
cual las partes actúan de manera activa y cambian- creaciones de la mímica, de la danza, de la música, de
te, en función del contacto, de lo que ese contacto las artes gráficas, plásticas y pictóricas. Todos sabe-
intersubjetivo propone y del desarrollo interactivo de mos, además, cuanta vanidad cuanta impotencia supo-
ese contacto. Esa interacción pone en juego, en el ne comentar, explicar o transcribir el lenguaje pictórico
proceso de la comunicación, una multiplicidad de o musical en lengua vulgar. El lenguaje del “lingüista”

73
Gilbert Durand, De la mitocrítica al mitoanálisis, Figuras míticas y aspectos de la obra, Barcelona, Anthropos-Universidad Autónoma Metropo-
litana, 1993, p. 40.
74
Desde finales de los años 50, Anselm L. Strauss presentó con toda claridad esta cualidad viva, activa y compleja de la interacción comunica-
tiva. Vid. Mirrors and Masks, The Search for Identity, Illinois, The Free Press of Glencloe, 1959, pp. 44-88.
75
A. J. Greimas, op. cit., p. 54.
76
G. Durand, De la mitocrítica al mitoanálisis… op. cit., p. 48.

30 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


no engloba todos los lenguajes. Y es tomar al pie de la como en una especie de presencia del acontecer mismo.
letra –es decir, hacer juegos de palabras- la palabra len- Lo ve todo ante sí en el sentido convencional. Como es
guaje, confundir bajo su signo cosas tan dispares como sabido, el narrar es también, sin duda, un proceso recí-
el mensaje pictórico, el mensaje musical, el ritual, los proco. Nadie puede narrar si no tiene unos agradecidos
gestos, que es bien sabido, fueron y son anteriores a la oyentes que lo acompañen hasta el final. El narrar [im-
77
lengua y, sobre todo a la escritura. plica] libertad para seleccionar y libertad en la elección
de los puntos de vista convenientes y significativos.80
Para otros autores, el aspecto de la comunicación
que hay que destacar es el de la relación humana, no En síntesis, podemos concluir, con Ricoeur, que
el del intercambio de información. Así, por ejemplo, el precio a pagar por la constitución del objeto cien-
Andrés Ortiz-Osés, quien sigue las teorías de Doris F. tífico de la lingüística, la semiótica y la semántica
Jonas y A. David Jonas sobre la importancia que de- estructurales ha sido un precio muy alto:
bió tener “la primigenia relación psicosocial del niño
con su madre” en el origen del lenguaje, lo concibe El acto de hablar es excluido, no sólo como ejecu-
teniendo, a la vez, una función afectiva y una dis- ción externa, como realización individual, sino como
cursiva: “no es un medio de información sino mé- libre combinación, como producción de enunciados
dium de contactación o contacto social”.78 inéditos. Ahora bien, esto es propiamente hablando,
Para Ray L. Birdwhistell la comunicación no se lo esencial del lenguaje, aquello a lo que está desti-
parece a un emisor y un receptor, es un acto creati- nado. Al mismo tiempo, se elimina la historia, no sólo
vo, una negociación entre dos personas. Lo impor- la existente entre un estado sistemático y otro, sino la
tante no es tanto que se entienda exactamente lo producción de la cultura y del hombre en la elaboración
que el otro dice, sino, la manera en la cual las dos de su lengua […] Se excluye, asimismo, junto a la libre
partes cambian con la acción. Cuando la comunica- combinación y generación, la intención principal del
ción se logra, se crea un sistema bien integrado de lenguaje, que consiste en decir algo sobre algo.81
interacción y reacción.79
Gadamer nos hace ver que la comunicación in- Tales omisiones graves no sólo afectan a la lla-
terpersonal supone la actualización de todo un mun- mada semiología que se derivó de Saussure, sino in-
do, es más, de una multiplicidad de mundos que la cluyen a la semiótica propuesta por otros autores
conversación invoca y trae al acontecer vivo de la como Umberto Eco, para el cual, el problema de la
comunicación: referencia a la realidad que suponen los enuncia-
dos del discurso, establece “otro límite o umbral
La narración es siempre narración de algo. “Narra- de la semiótica, el nudo en que una semiótica pide
ción de algo” no es únicamente un genitivo objetivo, que se la substituya por la hermenéutica”.82 En tal
sino también partitivo […] El narrador introduce a los sentido resulta también sintomático lo escrito por
arrebatados oyentes en un mundo íntegro. El oyente Greimas en 1979, quien en ese momento, concebía
que participa toma, evidentemente, parte en ese mundo a la semiótica de la comunicación como un proyecto

77
Ibid., pp. 95-96.
78
Andrés Ortiz-Osés, “Hermenéutica simbólica”, en K. Kerenyi, E. Neumann, G. Scholem y J. Hillman, op. cit., p. 231 (en cursivas en el origi-
nal).
79
Ray L. Birdwhistell, Kinesics and Context, Filadelfia, University of Pennsylvania Press, 1970.
80
H.G. Gadamer, Mito y razón… op. cit., pp. 31-32.
81
P. Ricoeur, Historia y narratividad… op. cit., p. 46.
82
Umberto Eco, Tratado de semiótica general, México, Nueva Imagen-Lumen, 1978, pp. 286-287 (en cursivas en el original).

Perspectivas Teóricas 31
futuro, a desarrollar, a partir de la pragmática nor- En nuestro comportamiento respecto al pasado, que
teamericana: “dentro de la línea de la ‘pragmática’ estamos confirmando constantemente, la actitud real no
norteamericana, puede ser elaborada una semiótica es la distancia ni la libertad respecto a lo trasmitido. Por
de la comunicación ‘real’ (en cuanto objeto descrip- el contrario, nos encontramos siempre en tradiciones, y
tible), si extrapola, en particular, los modelos de éste nuestro estar dentro de ellas no es un comporta-
la semiótica cognoscitiva, resultante del análisis de miento objetivador que pensara como extraño o ajeno
los discursos narrativos”.83 lo que dice la tradición; ésta es siempre más bien algo
En tal sentido destacan, frente a las limitaciones propio, ejemplar o aborrecible, es un reconocerse en el
inherentes a los diversos estructuralismos lingüísti- que para nuestro juicio histórico posterior no se aprecia
cos y semióticos, las virtudes de la hermenéutica, apenas conocimiento, sino un imperceptible ir transfor-
capaz de reconstruir tanto el locus histórico-cultural mándose al paso de la tradición.88
del discurso, como la lógica imaginaria que lo rige,
discerniendo la forma en la cual estos se hallan im- En tal sentido, el comprender debe entenderse
plicados en el lenguaje. como “un desplazarse uno mismo hacia un acontecer
La hermenéutica filosófica de Gadamer ha de- de la tradición, en el que el pasado y el presente se
mostrado que la subjetividad y la historicidad son hallan en continua mediación.89 No obstante, Gad-
componentes irreductibles del discurso y por ello, amer insiste en que para la hermenéutica histórica,
del trabajo interpretativo de la hermenéutica. Para cada obra debe ser entendida desde sí misma.
Gadamer la interpretación es algo consustancial al
ser humano, lo que caracteriza su peculiar modo de Todo encuentro con la tradición realizado con cons-
ser, por eso, la hermenéutica no puede ser una me- ciencia histórica experimenta por sí mismo la relación de
ra epistemología; es una ontología –en lo que sigue tensión entre texto y presente. La tarea hermenéutica
a Heidegger- pues la interpretación concierne a la consiste en no ocultar esta tensión en una asimilación
totalidad de relaciones que los seres humanos esta- ingenua, sino en desarrollarla conscientemente.90
blecen entre sí y con el mundo.84 El reconocimiento
de la tensión básica entre tradición y presente his- Para Ricoeur la comprensión hermenéutica de los
tórico es el punto de partida de la hermenéutica, mitos articula tres historicidades: la de los aconteci-
de la historicidad de la comprensión.85 El intérprete mientos fundantes o tiempo oculto; la de la interpre-
“realiza siempre un proyectar”, proyecta un sentido tación viviente de los escritores sagrados, que consti-
pre-existente sobre lo que interpreta, sentido que tuye la tradición; y la historicidad de la comprensión,
está determinado por su horizonte cultural.86 Gad- la historicidad hermenéutica.91
amer llama “tradición “a ese horizonte, y muestra La diferencia radical de orientación entre los estruc-
cómo la tradición “forma parte en verdad de la his- turalismos y la hermenéutica queda claramente expresa-
toria misma”.87 da en la exposición del asunto que hace Franz K. Mayr:

83
Algirdas J. Greimas y Joseph Courtés, Semiótica. Diccionario razonado de la teoría del lenguaje, Madrid, Editorial Gredos, 1982, p. 314.
84
H.G. Gadamer, Verdad y método…. op. cit.
85
Ibid., pp. 331-377.
86
Ibid., p. 333.
87
Ibid., p. 344.
88
Ibid., p. 350.
89
Ibid., p. 360.
90
Ibid., p. 377.
91
Paul Ricoeur, Hermenéutica y estructuralismo, Hermenéutica y psicoanálisis e Introducción a la simbólica del mal, Buenos Aires, Megápolis,
1975-1976.

32 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


En la tradición hermenéutica, el lenguaje no se en- sea el grado de presencia que atribuya a este otro. Finalmente,
tiende primariamente como sistema de signos objeti- en la enunciación, la lengua se halla empleada en la expresión
vable y susceptible de formalización matemática, sino de cierta relación con el mundo. La condición misma de esta
como lenguaje materno, vinculado al tiempo, a la si- movilización y de esta apropiación de la lengua es, en el locu-
tuación y a la tradición, y dotado de la fuerza expresiva tor, la necesidad de referir por el discurso y, en el otro, la posi-
del lenguaje cotidiano, que encuentra su culminación bilidad de correferir idénticamente, en el consenso pragmático
en el lenguaje poético, como mensaje lingüísticamente que hace de cada locutor un colocutor. La referencia es parte
mediado por una experiencia global del mundo, dialó- integrante de la enunciación.94
gica e histórica. Aquí el lenguaje se concibe partiendo
del acto de habla contextual y social-histórico, desde Benveniste agrega que la presencia del locutor
su apertura a las variaciones de sentido, y se le conce- en su enunciación, “hace que cada instancia de dis-
de prioridad a la ‘función expresiva’ sobre la ‘función curso constituya un centro de referencia interna”.95
representativa’ (Cassirer)”.92 Al subrayar la diferencia entre lengua y discurso, Ri-
coeur afirma que “la lengua como sistema es intem-
Ricoeur avizora una solución al reformular el problema poral, pues su existencia es meramente virtual. Só-
en un sentido semejante, entendiendo que el lenguaje lo el discurso, como acto transitorio, evanescente,
no es un objeto, no es algo absoluto, es un fenómeno; existe actualmente”. Concluye que es propiamente
una mediación entre el ser humano y el mundo, una en el discurso donde se da la triple mediación con el
mediación entre seres humanos y una mediación de ca- mundo, con el otro y con nosotros mismos.96
da ser humano consigo mismo. Esta idea se sintetiza El vacío dejado por las orientaciones estructura-
en la frase que define la comunicación: “la intención listas en lingüística y semiótica hace necesaria la
de decir algo sobre algo a alguien”; enunciado que, a la constitución de una hermenéutica que opere, a la
vez, supone la intención de alguien que se da significa- vez, como una historia cultural que permita recons-
do a sí mismo. Siguiendo a Benveniste, Ricoeur propo- truir los campos semánticos asociados a los discur-
ne una ligüística del discurso basada, no en los signos sos; como una etnografía, ocupada del estudio de
aislados, sino en los enunciados completos: “los actos los procesos vivos, suscitados por la comunicación
de habla que tienen una dimensión igual o superior a humana y como una semántica de la comunicación,
la frase”.93 La proposición de Benveniste, que sirvió de ocupada de la relación del discurso con la realidad
base a la posición de Ricoeur, pude resumirse así: que evoca. En este sentido, los trabajos de Giorgio
Raimondo Cardona (quien llevó a cabo una evalua-
El locutor se apropia del aparato formal de la len- ción crítica de los desarrollos de la etnolingüística y
gua y enuncia su posición de locutor mediante indi- de la lingüística antropológica, hasta finales de los
cios específicos, por una parte, y por medio de pro- años 80 y desarrolló él mismo la disciplina), son un
cedimientos accesorios, por otra. punto de partida básico.97 La sustancial importancia
del contexto discursivo queda destacada cuando,
Pero, inmediatamente, en cuanto se declara locutor y asu- siguiendo a R. Lakoff, Cardona afirma que la integra-
me la lengua, implanta al otro delante de él, cualquiera que ción de los hechos culturales recuperados en la for-

92
F. K. Mayr, op. cit., pp. 322-323.
93
Paul Ricoeur, Tiempo y narración, I, Configuración del tiempo en el relato histórico, México, Siglo Veintiuno Editores, 2007, p. 31 e Historia y
narratividad… op. cit., pp. 48-50.
94
Emile Benveniste, Problemas de lingüística general II, Madrid, Siglo Veintiuno Editores, 1983, pp. 84-85.
95
Iibid.
96
P. Ricoeur, Historia y narratividad, op. cit., p. 48.
97
Giorgio Raimondo Cardona, Los saberes del lenguaje, Barcelona, Gedisa, 1994.

Perspectivas Teóricas 33
ma de presuposiciones muestran cómo “el verdadero Otras orientaciones importantes en este sen-
significado de lo que se enuncia se obtiene, no del tido han sido desarrolladas en los trabajos de
valor efectivo del vocabulario de las unidades em- William Folley sobre lingüística antropológica y
pleadas, sino sobre la base de factores extralingüís- los de Dell Hymes sobre etnografía de la comuni-
ticos, como el estatus del hablante o del oyente, el cación.99 La ethnography of speaking del último,
tipo de relación social entre los dos, el conocimien- se dedicó a estudiar “las situaciones y los usos,
to del mundo real o de las creencias, el hecho de que los modelos y las funciones del hablar como acti-
quien habla afirme o no lo que dice, etc.”98 vidad en sí y por sí”.100

La comunicación oral

El estudio de las dinámicas de la comunicación oral de las sociedades con escritura y comprender la es-
ha contribuido de manera importante a la compren- pecificidad de la forma oral de comunicación.
sión del fenómeno vivo de la comunicación huma- En las culturas predominantemente orales, las pa-
na. Eric Havelock propone tres acepciones de oralidad labras están estrechamente vinculadas a la acción,
que conviene explorar. Desde su punto de vista, este derivan de ella, en función de lo cual se las asocia
concepto caracteriza tanto a sociedades enteras que con un poder sobre la gente y las cosas; creencia
se han basado en la comunicación oral, sin utilizar que se apoya sobre un sustrato mítico más profun-
la escritura, como a un determinado tipo de lenguaje do. La restricción de las palabras al sonido, no sólo
utilizado en la comunicación oral y a un determinado determina los modos de expresión, sino también,
tipo de conciencia que es creado por la comunicación los procesos de pensamiento y su carácter poético:
oral y es expresable sólo por medio de ella.101 ritmo y armonía sonora son componentes sustan-
Esas líneas generales contribuyen a comprender tivos del discurso. De esta manera, la cultura oral
tanto la especificidad de la comunicación, desde la da origen a formas de pensamiento y a prácticas
perspectiva del habla, como las implicaciones cultu- culturales, bien definidas, que se asocian con ellas.
rales que son propias de las sociedades primordial- La importancia de la comunicación cara a cara y de
mente orales; apuntan hacia la particularidad de sus la intersubjetividad es decisiva, pues la continuidad
formas discursivas, cuyas características pueden ser del pensamiento, del conocimiento colectivo y de to-
definidas en función de su carácter predominante- da la cultura se sostiene sobre la comunicación inter-
mente oral. personal.
Walter J. Ong describe lo que él llama “las psico- Las formas, patrones y estructuras que adquie-
dinámicas de la oralidad”, directrices que nos per- re el discurso están determinadas por las necesida-
miten distinguir a las culturas de oralidad primaria des mnemotécnicas, lo que permite vincular al ha-

98
Ibid., p. 46.
99
William Folley, Anthropological Linguistics: An Introduction (Language in Society), Oxford, Blackwell Publishers, 1997; Dell Hymes, Foundations
in Sociolinguistics: An Ethnographic Approach, Cinnaminson, N.J., The University of Pennsylvania Press, 1974; John J. Gumperz and Dell Hymes
(eds.), Directions in Sociolinguistics: The Ethnograpy of Communication, Nueva York, Basil Blackwell Inc., 1986.
100
Joshua A. Fishman (comp.), Readings in the Sociology of Language, La Haya, Mouton, 1968, pp. 99-138.
101
Eric Havelock, “La ecuación oral-escrito: una formula para la mentalidad moderna”, en David R. Olson y Nancy Torrance (comps.), Cultura
escrita y oralidad, Barcelona, Gedisa, 1998, p. 25.

34 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


bla con elementos específicos de la cultura material tiene un equilibrio entre lo que se debe conservar y
que juegan una definida función de contribuir a la lo que se debe desechar de la memoria colectiva.102
memorización de las tradiciones, permitiendo que Si pensamos que durante milenios los conocimien-
se integre, de esa manera, el conjunto de la cultu- tos esenciales de la humanidad fueron conservados
ra. En numerosos casos, la cultura material funciona bajo la forma de la tradición oral, visualizaremos, a la
como un soporte físico para grabar signos y símbo- vez, la asombrosa constancia de la memoria, así como
los mnemotécnicos que apoyan la memorización de la extensa variabilidad de la cultura. Ni la tradición,
las tradiciones orales, la cultura material juega, así, ni el narrador han sido los mismos. La historia de la
un papel fundamental en relación con el discurso, el cultura es la historia de sus múltiples usos y acepcio-
saber comunitario y la memoria. nes, de cada una de sus pequeñas, pero incontables
En referencia a los procesos de aprendizaje y me- aventuras. Desde el punto de vista del discurso, del
morización, que están en la base de las culturas de acto de hablar y relatar, podemos tomar como ejem-
oralidad, podemos definir patrones específicos que plo paradigmático al mito, el cual existe al interior de
caracterizan al discurso, haciéndolo que se distinga un conjunto de prácticas sociales que suponen usos
como una forma histórica particular. La relación en- diversos y un devenir. En el caso del hinduismo, por
tre oraciones, enunciados y proposiciones sucesivos ejemplo, Wendy Doniger O’Flaherty da cuenta de la
es acumulativa, antes que subordinada. Las fórmulas multiplicidad de las versiones de los mitos. Nos dice
discursivas son acumulativas, descriptivas y adjeti- que no existe una versión única y original de ningún
vadas, antes que simples y analíticas. El pensamien- mito hindú; cada uno de ellos ha sido contado y vuel-
to oral es totalizador. to a contar, en el curso de los años, con un buen nú-
Las sociedades orales deben dedicar gran canti- mero de variaciones menores y mayores. En algunos
dad de energía y tiempo a la memorización de lo que casos, los cambios introducidos son tan significativos
arduamente se ha aprendido a través de los siglos. que resulta indispensable estudiar las distintas va-
Las innovaciones y variaciones se integran a la tra- riantes.103
dición, dentro de un contexto en el que predominan En México tenemos, entre muchos otros, el cono-
estructuras discursivas bien definidas, cuya finali- cido ejemplo del mito nahua de la sucesión de eras
dad es la preservación del saber. El pensamiento oral cósmicas que aparece en la llamada Leyenda de los
conceptualiza y expresa en forma verbal sus cono- soles, de la cual Miguel León-Portilla refiere 11 ver-
cimientos refiriéndose, estrechamente, a la vivencia siones distintas; es muy posible que existieran otras
humana. Los procesos de pensamiento y las formas tantas, de las cuales no tenemos registro alguno.104
de expresión de las culturas orales están dominados Supongo que con todas las mitologías ocurre algo se-
por dinámicas agonísticas en las que abundan los mejante pues, en relación con ciertos mitos, las va-
rituales de oralidad donde compiten las personas en riantes muestran tales diferencias entre sí, que resul-
habilidades discursivas, poéticas y mnemotécnicas. ta indispensable estudiarlas en conjunto.
Para una cultura oral, aprender o saber, significa Toda versión de una historia o de un mito cons-
lograr una identificación empática y estrecha con el tituye una nueva interpretación. El conjunto de las
saber comunitario. La conservación del saber es una versiones da como resultado el campo semántico del
tarea colectiva, sustentada en la memoria comuni- relato. Al interior de éste, cada versión puede ser
taria. Viven intensamente en un presente que man- vista como una secuencia continua y variada de in-

102
Walter J. Ong, Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, México, Fondo de Cultura Económica, 2004, pp. 38-80.
103
Wendy D. O’Flaherty, Hindu Myths, Londres, Penguin Books, 1975, p. 21.
104
Miguel León-Portilla, La filosofía náhuatl, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Antropológicas,
1983, pp. 100-112.

Perspectivas Teóricas 35
terpretaciones que se concreta en una configuración regulada. Cuanto más libre sea la transmisión, las
específica, teniendo, muchas veces, a las otras como desviaciones en la tradición serán más numerosas.
referentes. Por el contrario, cuanto más reglamentada sea la
Todo mito es una secuencia sucesiva de versiones tradición, conservará ciertas características por pe-
superpuestas y entremezcladas. No existe mito algu- riodos más prolongados. La transmisión fiel puede
no en estado de “pureza original”. Lo que ha llegado ser asegurada por medio de la formación especia-
hasta nosotros es un cúmulo de diversas versiones lizada de personas a las que les son confiadas las
de cada mito, interpretaciones, modificaciones que, tradiciones.
con el paso del tiempo, han venido a formar parte El contenido de la tradición está determinado por
del cuerpo mitológico. En todas las mitologías ha la función que juegan estos relatos dentro de la so-
ocurrido este proceso. ciedad que los ha creado y hecho perdurar. Un gran
La tradición oral fue la forma más antigua e im- número de las tradiciones orales cumplen simultá-
portante en la cual se conservaron, trasmitieron y neamente varias funciones: cognitiva -de conserva-
reinterpretaron los conocimientos colectivos. La tra- ción y transmisión del saber práctico-, religiosa y
dición oral no sólo permitió la preservación del mi- espiritual, ética, estética, didáctica, histórica, de
to, sino de todo el conjunto de conocimientos que formación de la identidad étnica y comunitaria.
componen una cultura. Aunque continúa existiendo Las tradiciones pueden estar compuestas prin-
bajo diversas formas, debe confrontarse, ahora con la cipalmente por conocimientos esotéricos ocultos o
presencia avasalladora del texto escrito y de los sis- pueden limitarse a relatos colectivos y ser narradas
temas electrónicos y digitales de comunicación. Jan en todos los estratos de la población. De ahí que
Vansina sostiene que entre las fuentes de la historia, puedan pertenecer al dominio público o ser privati-
las tradiciones orales ocupan un lugar decisivo; son vas de ciertos grupos cerrados. Toda tradición eso-
las más importantes, tanto para el estudio de las so- térica es necesariamente conservada y transmitida a
ciedades sin escritura, como para el origen de infini- través de instituciones creadas específicamente para
dad de textos de la Antigüedad y la Edad Media, sin ese fin.
embargo, se ha prestado poco interés a sus caracte- Los procesos de memorización de las tradiciones
rísticas históricas.105 Siguiendo a Vansina, definire- orales pueden apoyarse en el uso de ciertos objetos,
mos las características de la tradición oral que nos imágenes o palabras, llamados mnemotécnicos, que
parecen más significativas. los facilitan. Las imágenes iconográficas juegan un
Las tradiciones orales son fuentes históricas cuyo papel muy importante dentro de esta función.
carácter propio está determinado por la forma que La alteración del testimonio forma una parte sus-
revisten. Son orales y se cimientan, de generación tantiva de la tradición oral. En un número muy im-
en generación, en la memoria de los seres huma- portante de tradiciones orales se han ido añadiendo
nos. La tradición constituye una secuencia o cadena comentarios explicativos que, con el paso del tiem-
de testimonios; puede trasmitirse de manera libre o po, se incorporaron al conjunto de la tradición.106

105
Jan Vansina, La tradición oral, Barcelona, Editorial Labor, 1966, p. 7.
106
Ibid., pp. 7-125.

36 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


La comunicación no verbal y sus códigos

Siguiendo la línea de desarrollo que hemos ex- Para numerosas comunidades, el soporte prima-
puesto, podemos incluir dentro del campo de la rio de las imágenes del ritual es el cuerpo de las
comunicación a todos aquellos aspectos relaciona- personas que participan en él; se establecen, ade-
dos con la comunicación interpersonal, cara a cara, más, toda una serie de relaciones simbólicas de los
así como a los que se relacionan con el ámbito del cuerpos personales, ritualmente decorados, con el
comportamiento ritual y con las actividades coti- conjunto de la comunidad, con la Tierra y con el Cos-
dianas. Para todos ellos, la apariencia física del mos. Además de su función ritual, las marcas cor-
cuerpo humano, los gestos corporales, las actitu- porales funcionan como signos de adscripción o
des, el movimiento y el uso corporal del espacio, identidad a sistemas de linaje, clases de edad, gé-
pueden asociarse con complejos sistemas de códi- nero o sociedades secretas.108
gos, sancionados culturalmente y sujetos a la va- La constitución física, asociada al cuerpo, ha da-
riabilidad histórica. do origen a tipologías psicológicas que clasifican a
Al respecto, encontramos definidas áreas proble- las personas en tipos y las asocian con aspectos ca-
máticas que producen distintos tipos de significado. racterológicos, psicológicos o alegóricos, por ejem-
La apariencia física del cuerpo humano, en sí mis- plo, en tanto representaciones de “la fortaleza” o
ma, y su valor estético han jugado una función pri- “la debilidad”, “el exceso” o “la armonía”.109 Esas
mordial en la historia cultural, no sólo en lo que se observaciones dieron origen a disciplinas como la
refiere a las formas concretas que ha adquirido, a lo fisiognomía.
largo de la historia, el arreglo personal, la presenta- La constitución corporal puede relacionarse tam-
ción de las personas en la sociedad y la manera en bién con otros factores como la estatura, las pro-
la cual ha afectado a la comunicación interpersonal, porciones, la forma de la cara, el color de la piel y
sino también en lo que respecta a los códigos de re- el cabello, etc. para denotar distintos significados
presentación de las artes visuales. que se interpretarán desde perspectivas ideológicas
Cánones cambiantes han definido, de una época o étnicas, determinadas histórica y culturalmente.
a otra, la belleza corporal. Esos cánones han dado Estos elementos han dado origen a modelos idea-
origen a prácticas culturales que determinan la for- les de belleza, como los cánones clásicos griegos,
ma del cuerpo (deformación craneana, prolongación de acuerdo con los cuales, los modelos de Apolo y
artificial del cuello, reducción artificial del tamaño Afrodita definieron la belleza corporal, masculina y
del pie femenino, pintura corporal, escarificaciones, femenina:
maquillaje, dieta, tipos de ejercicios físicos, etc.);
configuran complejos sistemas estéticos, codifica- Los griegos estaban convencidos de que el dios Apolo
dos a partir de cánones religiosos y estéticos o por era como un hombre perfectamente bello. Era bello porque
el sistema de la moda y el gusto personal.107 su cuerpo se ajustaba a determinadas leyes de la propor-

107
Vid. Alfred Louis Kroeber, El estilo y la evolución de la cultura, Madrid, Ediciones Guadarrama, 1969; Erwin Panofsky, “La historia de las propor-
ciones humanas como historia de los estilos” en El significado en las artes visuales y sobre el estilo. Tres ensayos inéditos, Barcelona, Paidós, 2000
y las obras de Michel Foucault, “Poder-Cuerpo”, en Microfísica del poder, Madrid, Ediciones de la Piqueta, 1979; Tecnologías del yo, Barcelona,
Paidós-ICE-UAB, 1991 y los tres volúmenes de la Historia de la sexualidad, París, Gallimard, 1976, 1984.
108
José Jiménez, “Las raíces del arte: el arte etnológico”, en Juan Antonio Ramírez, Historia del arte, El mundo antiguo, Madrid, Alianza Edi-
torial, 1999, pp. 62-63.
109
Acerca de los usos alegóricos de la figura humana en el arte, vid. Cesare Ripa, Iconología, edición facsimilar, Nueva York, Garland Publishing, 1976.

Perspectivas Teóricas 37
ción, por lo que participaba de la divina belleza de las desplazados por consideraciones sociales, tales como la
matemáticas […] Desde los tiempos más primitivos, la expresión del rango, del poder, de la riqueza, de la prodi-
naturaleza obsesiva e irrefrenable del deseo físico ha bus- galidad o el derroche. Pero el determinante final de todo lo
cado alivio en imágenes; y dar a esas imágenes una forma precedente es, en cualquier civilización moderna, el factor
por la que Venus pudiera dejar de ser vulgar y convertirse de la novedad, de la importancia del momento.111
en celestial ha sido uno de los objetivos periódicos del
arte europeo. Los medios empleados han sido la simetría, Desde los años sesenta comienza a imponerse
la medida y el principio de subordinación, los cuales refi- una tendencia que propugna “un tratamiento inte-
naron los matices personales de cada artista.110 grado que considere como un todo único la con-
ducta verbal y la conducta no verbal”.112 Para Flora
Tales valoraciones culturales de la apariencia fí- Davies, las palabras han sido sobreestimadas en el
sica han sido usadas, también con otros fines nefas- estudio de la comunicación humana, desde su pun-
tos, como los del racismo. La propaganda nazi pro- to de vista, forman sólo una parte del mensaje, por
movió una imagen del cuerpo acorde con sus ideas; lo cual es indispensable estudiar todos los aspectos
Himmler, por ejemplo, escogía a los miembros de las físicos del cuerpo y los gestuales asociados a la co-
SS por fotografía, siguiendo “criterios raciales”. municación verbal, mismos que constituyen lo que
La vestimenta y los diversos artefactos asociados se ha llamado la comunicación no verbal.113
con ella como máscaras, insignias, joyas, cosméti- La presencia, el contacto, la mirada, todo inter-
cos, bastones, armas, etc. intervienen de manera viene en el acto vivo de la comunicación, basada en
decisiva en la producción de significado asociado al la intersubjetividad; el efecto también actúa sobre
cuerpo de las personas. Pueden denotar característi- la causa. La comunicación es “un sistema de cana-
cas de jerarquía: social, política, económica, religio- les múltiples en el que el actor social participa en
sa o militar. Pueden significar, también, diferencias todo momento, deseándolo o no, por medio de sus
de sexo, edad, estado civil, pertenencia a un grupo gestos, sus movimientos, sus posturas, su mirada,
étnico, regional o nacional, a una época determina- su distancia e, inclusive, su silencio”.114
da. Pueden también revelar actitudes, valores o pre- En el estudio de la comunicación no verbal, aso-
ferencias de gusto y moda. ciada a la conversación, podemos distinguir dos as-
Sobre el vestido, los factores que determinan su pectos, uno referido a los movimientos y posturas
estilo y su significado, Kroeber afirma: del cuerpo y otro relacionado con la entonación de
la voz, el ritmo y las inflexiones del discurso.115
En los estilos de la vestimenta femenina entran en Los movimientos, posturas, gestos y actitudes
juego distintas consideraciones. El destino utilitario del corporales dan lugar a un espectro muy amplio de
vestido como protección o conveniencia, establece un rí- significados que, siendo estudiados por disciplinas
gido marco dentro del cual actúa el estilo. A continuación como la kinesis y la proxémica, permiten distincio-
hay un elemento de atractivo erótico, frecuentemente nes y clasificaciones precisas, que pueden ser refe-
sublimado en parte, aunque nunca del todo, por una bús- ridas a distintos sistemas de códigos, de los cuales,
queda de la belleza estética. Ambos aspectos pueden ser valiéndonos de las categorías acuñadas por Mark L.

110
Kenneth Clark, El desnudo, Madrid, Alianza Editorial, 1987, pp. 41 y 77, respectivamente.
111
A. L. Kroeber, op. cit., p. 16.
112
G. I. Cardona, op. cit., p. 45.
113
Flora Davies, La comunicación no verbal, Madrid, Alianza Editorial, 1986.
114
Luis Cruz Santacruz, El comportamiento no verbal humano: una aproximación a la kinesis y la proxémica, México, CONEIC, 1999, p. 10.
115
Ibíd., p. 37.

38 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Knapp, definimos los que consideramos los más im- G) Comunicadores de engaño: señales no verbales
portantes a tomar en cuenta para el análisis: que delatan la intención de mentir.
H) Conducta táctil: las formas de contacto físico en-
A) Emblemas: son actos no verbales que tienen una tre las personas.
traducción verbal específica, conocida por un I) Expresiones faciales: el rostro como sistema múl-
grupo de comunicación. tiple de expresión de emociones y comunica-
B) Ilustradores: son actos no verbales íntimamente ción.116
ligados al habla que sirven para ejemplificar un El cuerpo humano está siempre situado en con-
aspecto de la conversación. textos específicos, mismos que influirán en el signi-
C) Reguladores: son actos no verbales que codifican ficado de conjunto del discurso verbal y no verbal,
la interacción de los hablantes durante la comu- proporcionando un sentido contextual. Existen varios
nicación. factores que influyen en el significado producido por
D) Adaptadores: son actos no verbales que ponen de los diversos elementos espaciales y contextuales en
manifiesto emociones y sentimientos durante la los que se da la comunicación humana. Los factores
interacción social, por medio de gestos involun- que condicionan el significado de los espacios habi-
tarios. tables (interiores y paisajes) son: a) forma y estruc-
E) Comunicadores de estatus: gestos, actitudes y tura, b) colores, c) iluminación, d) elementos que lo
posturas asociados a la comunicación de las je- componen: naturales (árboles, ríos, nubes, etc.) y/o
rarquías sociales. objetos (mobiliario, ventanas, etc.). Como veremos
F) Comunicadores de actitudes: gestos, movimien- más adelante, tanto las estructuras arquitectónicas
tos y posturas que revelan aspectos ideológicos, edificadas por el ser humano, como el paisaje, son
conductas y posiciones respecto de determinados construcciones simbólicas que intervienen de mane-
problemas o situaciones. ra decisiva en los procesos de comunicación.

La cultura material como producción simbólica

Los artefactos y construcciones pertenecientes a material puede verse como algo constituido de mane-
la cultura material de una sociedad pueden reflejar y ra significativa”; establece la condición de la arqueo-
mostrar los componentes simbólicos que la definen. logía como una disciplina estrictamente simbólica:
De acuerdo con Rathje y Schiffer, más allá de sus fun- “Si la cultura material, toda ella, tiene una dimensión
ciones tecnológicas, los artefactos forman una vasta simbólica tal que afecta a la relación entre una comu-
red de símbolos que nos hablan acerca de infinidad nidad humana y las cosas”, entonces el problema no
de detalles de la vida social: las jerarquías, el com- radica en “cómo estudiar el simbolismo del pasado”,
portamiento socialmente aceptado, las imágenes que sino en “cómo hacer realmente arqueología”.118
nos formamos acerca de nosotros mismos.117 Desde la perspectiva de la teoría de la comuni-
Recuperando para su propia argumentación las cación, el problema radica en descubrir las distintas
ideas de Schiffer, Ian Hodder va más allá en el plan- formas por medio de las cuales los objetos y cons-
teamiento, además de reafirmar que “toda la cultura trucciones pertenecientes a la cultura material de una

116
Mark L. Knapp, La comunicación no verbal, Barcelona, Paidós, 1994, pp. 179-256.
117
William L. Rathje y Michael B. Schiffer, Archaeology, Nueva York, Harcourt Brace Jovanovich, Inc., 1982, p. 63.
118
I. Hodder, op. cit., pp. 17-18 (en cursivas en el original).

Perspectivas Teóricas 39
sociedad son portadores de significados, sustentan la nidad (a través de un sistema compartido de creencias e
especificidad cultural, conforman e implican sistemas instituciones). Éstas son capacidades de orden biológico
de relaciones sociales y formas de comunicación. y cultural que, por supuesto, cambian y evolucionan, uti-
Para enunciar de una manera más adecuada el lizando los objetos y prefigurándolos […] El proceso es
asunto, recuperamos algunas de las observaciones y autorreferente; se anida en sí mismo: las creencias gene-
preguntas con las que Jean Baudrillard inicia su obra: ran deseos, habilidades y destrezas que, a su vez, generan
El sistema de los objetos. El autor reflexiona sobre las creencias… La necesidad no es más que la percepción y la
infinitas posibilidades de clasificación de los obje- respuesta pautada que eslabona el proceso.123
tos, en función de diversas categorías: su funciona-
lidad, su talla, el universo gestual a ellos vinculado, Valiéndose de una argumentación semejante, Jean
su forma y duración, el momento del día en el que Baudrillard considera que “sólo desde una psicología
aparecen, la materia que transforman.119 Continúa la ingenua es posible pensar en el ‘consumo’ como pro-
reflexión, sosteniendo que al enfoque de Giedion que ducto de un sujeto real, impulsado por necesidades y
destaca la importancia que el cambio de las estruc- confrontado con objetos reales, fuentes de satisfac-
turas sociales tiene en la evolución de los objetos, ción”.124 Para él, una “teoría de las necesidades” no
habría que agregar la pregunta fundamental, acerca tiene sentido, el asunto debe plantearse de otra ma-
de la manera en la cual los objetos son vividos: “a qué nera, es decir: una teoría sobre el concepto ideológico
otras necesidades, aparte de las funcionales, dan sa- de necesidad. Comienza por criticar la idea de un fun-
tisfacción, cuáles son las estructuras mentales que se damento bioantropológico de las necesidades.
traslapan con las estructuras funcionales y las contra-
dicen, en qué sistema cultural, infra o transcultural De hecho, el “mínimo vital antropológico” no existe:
se funda su cotidianidad vivida.120 Esta pregunta po- en todas las sociedades, está determinado residualmente
ne el acento en los procesos por medio de los cuales por la urgencia fundamental de un excedente: la parte de
“las personas entran en relación con ellos y de la sis- Dios, la parte del sacrificio, el gasto suntuario, el pro-
temática de las conductas y de las relaciones huma- vecho económico. Es esta deducción del lujo la que de-
nas que resultan de ello”.121 termina negativamente el nivel de supervivencia y no lo
La necesidad, por sí misma, no puede explicar inverso (ficción idealista). Por doquier, existe prelación
la riqueza y variedad de las producciones cultura- del beneficio, del provecho, del sacrificio en la definición
les, resulta indispensable buscar otras explicaciones de la riqueza social, prelación del gasto “inútil” sobre la
“que puedan incorporar las suposiciones más gene- economía funcional y la sustancia mínima.125
rales sobre la significación y las metas de la vida”.122
En ese sentido, estoy de acuerdo con Fernando Mar- Siguiendo esta línea de argumentación, puede
tín Juez, cuando afirma que: concluirse que las necesidades, cualesquiera que
sean, no pueden definirse según la tesis naturalista-
La necesidad, y deseo por las cosas, nace de las habi- idealista, como fuerza innata, apetencia espontánea
lidades –de orden cognoscitivo- y las destrezas –de orden o virtualidad antropológica, sino, claramente, como
psicomotor- desarrolladas por un individuo en una comu- una elaboración cultural, inserta dentro de la lógica

119
Jean Baudrillard, El sistema de los objetos, México, Siglo Veintiuno Editores, 2004, p. 1.
120
Ibid, p. 2.
121
Ibid.
122
Fernando Martín Juez, Contribuciones para una antropología del diseño, Barcelona, Gedisa, 2002, p. 49.
123
Ibid., pp. 46-47.
124
Jean Baudrillard, Crítica de la economía política del signo, México, Siglo Veintiuno Editores, 1979, p. 52 (entrecomillado en el original).
125
Ibid., pp. 77-78.

40 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


de un sistema específico: “no hay necesidades sino de la cosmovisión, lo hace aparecer como algo sus-
porque el sistema las necesita”.126 tantivo de la vivencia de un grupo y la somete a la
La arqueóloga Ulrike Sommer propone algunas percepción consciente y a la crítica. Desde su punto
guías heurísticas para la interpretación de la cultura de vista, “los hábitos motrices individuales, como
material. Desde su punto de vista, “la cultura mate- la diseminación de rasgos, a través de las redes de
rial no refleja, simplemente, a la sociedad de manera aprendizaje, normalmente dan origen a variaciones
neutral; sino que es producida y usada para cons- que se suman a un desarrollo en el tiempo –la clási-
truir enunciados que están imbuidos de intereses y, ca secuencia tipológica”.128
aún, de estrategias”. Siendo difícil y “poco probable A partir del análisis de la cultura material aso-
que los arqueólogos puedan ‘descifrar’ el significado ciada a la Linearbanderkeramic, Sommer llega a la
de símbolos materiales en sociedades sin escritura, conclusión de que la cultura material se puede se-
pueden, al menos, elaborar hipótesis acerca de la parar en tres categorías: a) “fuertemente controla-
variación y desarrollo de la cultura material como da, empleada instrumentalmente y con una fuerte
tal, acerca del sistema detrás del símbolo”.127 carga simbólica que formaba parte de relaciones de
La adopción del concepto de agencia ha llevado poder; b) objetos cuyo significado estaba abierto a
a que la antropología, en general y, la arqueología, la negociación (pero que no, necesariamente, eran
en particular, se enfoquen en el uso activo de la cul- manipulados constantemente); c) aspectos ‘neutra-
tura material. Cualquier desviación de la conducta o les’ de la cultura material, simbólicamente ‘insigni-
de la cultura material pone al descubierto una parte ficantes’”.129

El paisaje: una construcción simbólica

Al igual que la fabricación de los diversos úti- na, en tanto producto planetario, se plantea la ma-
les, la construcción de estructuras arquitectónicas terialidad de toda la Tierra como objeto para su ac-
es una construcción simbólica. En un sentido más ción transformadora. La Tierra completa adquiere el
general, el pensamiento simbólico se proyecta sobre valor de materia prima para la producción de bienes;
el paisaje. La percepción e interpretación simbólica se convierte en materia indistinta, susceptible de
de las diferencias topológicas del espacio es propia ser trabajada, convertida en producto, en fuente de
de todas las sociedades humanas.130 energía, en mercancía.131 Todas las cosas adquieren
Mientras que en las comunidades tradicionales la cualidad de lo que Heidegger llama “existencias”,
este simbolismo tiene un carácter sustantivamen- es decir, deben estar disponibles para el uso humano.
te mítico-religioso y proyecta una geografía de lo Esa aparente inmediatez de todos los recursos natu-
sagrado sobre el paisaje, el concepto moderno de rales y de todos los objetos producidos, su facilidad
espacio es científico y productivo. La técnica moder- de acceso, su capacidad constante para ser transfor-

126
Ibid, pp. 79-80.
127
Ulrike Sommer, “Hear the Instruction of Thy Father, and Forsake not the Law of Thy Mother”, en Journal of Social Archaeology, vol. 1, núm. 2,
Londres, Thousand Oaks, y Nueva Delhi, SAGE Publications, 2000, p. 248 (la traducción del inglés es nuestra).
128
Ibid.
129
Ibid., p. 257 (la traducción del inglés es nuestra).
130
Notas personales del curso: “Arqueología de paisaje”, impartido por Stanislaw Iwaniszewski, doctorado en Estudios Arqueológicos, ENAH-
INAH, febrero- julio 2007.
131
Karl Marx, El capital, México, Siglo Veintiuno Editores, 1976.

Perspectivas Teóricas 41
mados e intercambiados, está dada por la disposi- como lo son el color, la forma, la luminosidad, la tex-
ción completa del aparato de la técnica moderna, que tura, el tamaño y la distancia; el sentido del espacio
crea todo un orden estructural nuevo. Heidegger lo y su orden interior; el sentido de unidad y relatividad
llama “estructura de emplazamiento”, supone una ló- de las partes.136
gica de relaciones constantes y crecientemente com- Jacques Aumont explica la manera en la cual funciona
plejas del hombre con su hacer y su saber.132 nuestro repertorio imaginario para la interpretación
del campo visual y de las imágenes, sosteniendo que
La esencia de la técnica moderna pone al hombre en el proceso de descifrarlos, comienza a funcionar
en camino de aquel hacer salir de lo oculto por medio un mecanismo cognitivo de la percepción que se vale
del cual lo real y efectivo, de un modo más o menos del “repertorio de objetos simbólicamente represen-
perceptible, se convierte en todas partes en existencias tados en el córtex visual, ya conocidos y reconocidos”
[…] aquel enviar coligante que es lo primero que pone al que hace posible poder interpretarlos y, así, recono-
hombre en un camino de hacer salir lo oculto lo llamamos cer los seres y las cosas observados.137 Los elementos
el sino (lo destinado). Desde aquí se determina la esencia presentes en nuestro campo visual nos afectan direc-
de toda historia acontecida […] La esencia de la técnica tamente, como un todo, a manera de una configura-
moderna descansa en la estructura de emplazamiento. ción visual, de un orden visual determinado. Esos
Esta pertenece al sino de hacer salir lo oculto.133 estímulos ponen en movimiento significados presen-
tes en la psique de todo observador: ”la percepción
Al concepto de espacio percibido, que es común visual pone en funcionamiento, casi automáticamen-
al hombre y a los animales, debemos añadir el de te, un saber sobre la realidad”.138
espacio imaginado que se forma a través de imáge- El “estímulo” produce una “reacción”, una respues-
nes mentales, a partir del pensamiento simbólico y, ta, o mejor, un encadenamiento de reacciones que
como dice Bachelard, al referirse a las imágenes que generan en el observador, de manera consciente e in-
suscita el habitar una casa: “la imaginación aumen- consciente, estrategias de acción que ponen de mani-
ta los valores de la realidad”.134 Por ser nuestro rin- fiesto el rico proceso de interpretación y producción
cón del mundo, nuestro primer universo: la casa es de significados que la actividad perceptual origina.
“realmente un cosmos”.135 Se muestra así la unidad fundamental que existe en-
Desde su nacimiento, el ser humano se ubica es- tre la percepción visual, la motricidad y la actividad
pacialmente, lo que implica la coordinación de la del pensamiento abstracto.139 Podemos constatarlo,
percepción, de los estímulos sensoriales y de la mo- por ejemplo, en la percepción del espacio, donde se
tricidad para entender las nociones y relaciones bá- muestra que el concepto que nos hacemos del espacio
sicas implicadas en la experiencia corporal-sensorial es a la vez táctil, cinético, visual e intelectual. Así, la
del espacio: la forma, la distancia, el movimiento, lo proxémica ha estudiado las codificaciones culturales
lleno y lo vacío. Tal como hemos visto, la percepción que definen las relaciones de los cuerpos humanos
visual del espacio circundante organiza todas las ma- entre sí como relaciones espaciales, culturalmente
nifestaciones relacionadas con nuestro campo visual, sancionadas.

132
Martín Heidegger, “La pregunta por la técnica”, Conferencias y artículos, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1994.
133
Ibid., pp. 26-27.
134
Gaston Bachelard, La poética del espacio, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, p. 33.
135
Ibid., p. 34.
136
R. Arnheim, Arte y percepción visual… op.cit. y El pensamiento visual… op. cit.
137
J. Aumont, op. cit., p. 70.
138
Ibid., p. 40.
139
R. Arnheim, Arte y percepción visual… op.cit. y El pensamiento visual… op. cit.

42 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Cada cosmovisión tiene que definir sus nociones sociedad específica, algunas de sus características
de espacio, su cosmología. A partir de la formación particulares pueden ser definidas de la siguiente
de imágenes mentales, se construyen los modelos manera:
conceptuales del espacio. Dentro de la tradición na- A) Tienen un carácter estático, no móvil, asociado a
hua-mexica, por ejemplo, los esquemas cosmológi- las formas materiales del espacio.
cos definen, en el plano horizontal, cuatro rumbos B) No son transferibles a otro lugar.
del universo y un centro; en el plano vertical: trece C) Están estructuradas como puntos de orientación,
cielos sobre la Tierra y nueve dimensiones del infra- es decir, son formas materiales fijas que definen
mundo, debajo de ella (Códice Vaticano-Latino). un lugar.
La estructuración cultural del espacio incorpora D) Apelan a la percepción visual y a las metáforas
principios cosmológicos y simbólicos. En ese senti- simbólicas que esa actividad suscita.143
do, la arquitectura es también un medio, “un pre- La presencia del ser humano afecta al medio am-
texto” que sirve para entender las tradiciones, prác- biente: afecta a las otras especies de seres vivos, su
ticas rituales y conceptos cosmológicos de una cul- acción modifica el entorno, alterando las relaciones
tura.140 La arquitectura representa y expresa ciertos de los distintos elementos y seres entre sí.
principios de orden y clasificación, la construcción
se percibe como un proceso que se transforma cons- La historia humana abarca 2.5 millones de años. En
tantemente. La transformación del paisaje no radica este lapso los paisajes de la Tierra han sufrido trans-
sólo en su modificación física, sino, especialmente, formaciones por la combinación de factores naturales,
en su cambiante significación. como los cambios climáticos que han alternado períodos
La cultura enseña como ver y entender el espacio. de fríos glaciales y fases interglaciares cálidas; y causas
Así, por ejemplo, en el proceso de formación del con- antropogénicas, derivadas de las múltiples estrategias
cepto moderno del espacio, la geometría euclidiana de adaptación humana a su entorno. Ambos factores,
desempeñó un papel de suma importancia, permitien- naturales y humanos, han funcionado como potentes
do unificar el concepto de espacio y hacerlo aplicable motores evolutivos que han cambiado la configuración
a cualquier lugar del mundo; eso es algo específica- del sistema terrestre. Por ello, la inclusión del hombre
mente cultural, propio del pensamiento racional de entre las variables materiales […] que contribuyen a
Occidente. El predomino del eje tridimensional, im- determinar la organización de los paisajes terrestres,
plícito en las categorías euclidianas, genera un par- arranca con la propia historia humana; y ésta es, como
ticular concepto geométrico del espacio.141 Desde el señala Serge Moscovici, el recuento de las etapas de la
Renacimiento se incorporará este concepto a las for- historia humana de la naturaleza. La sociedad humana
mas de representación visual del espacio: el dibujo y y la naturaleza representan dos modos de relación entre
la pintura; de esa manera, la perspectiva comenzará a los mismos términos y no los términos diferentes de la
formar parte sustantiva de la imaginación occidental misma relación que coloca a los hombres de un lado y
y, en consecuencia, de la forma en la cual construi- a las fuerzas materiales del otro. En ninguna parte de
mos nuestras representaciones del espacio.142 la historia humana, en ningún momento, la naturaleza
Por su parte, las representaciones topológicas está más próxima ni más alejada del hombre, ni en el
son también culturales y se aprenden dentro de una más remoto pasado, ni en el presente, ni en el futuro.144

140
Mike Pearson y Colin Richards, “Ordering the World: Perceptions of Architecture, Space and Time”, en Mike Pearson y Colin Richards, Archi-
tecture and Order Approaches to Social Space, Londres y Nueva York, Routledge, 1994, pp. 1-37.
141
S. Iwaniszewski, op. cit.
142
Erwin Panofsky, La perspectiva como forma simbólica, Barcelona, Tusquets Editores, 2003.
143
S. Iwaniszewski, op. cit.
144
Alejandro Toledo, Agua, hombre, paisaje, México, SEMARNAT-INE, 2006, pp. 79-80.

Perspectivas Teóricas 43
Podemos, junto con Deleuze, rastrear la genea- La construcción del espacio cultural tiene un estra-
logía de esta idea hasta Nietzsche cuando, tanto a to conductual: el espacio habitado limita la actividad
la dualidad metafísica de la apariencia y la esencia social e influye en la conducta humana. La cultura
como a la relación científica del efecto y la causa siempre implica distintos sistemas de representación
“opone la correlación fenómeno y sentido. Cualquier del espacio. Estos describen las distintas maneras en
fuerza es apropiación, dominación, explotación de las que el ser humano usa y ocupa el espacio física
una porción de realidad. Incluso la percepción en y simbólicamente. Habitar el espacio deja una huella
sus diversos aspectos es la expresión de fuerzas que simbólica del hombre y de sus actividades sobre el
se apropian de la naturaleza. Es decir, que la natu- paisaje. De tal suerte, se pueden definir, por ejemplo:
raleza tiene una historia.”145 espacios religiosos, espacios políticos, espacios pro-
Criticando las posiciones extremas en relación ductivos, espacios recreativos, etc. Asimismo, existen
con la definición del problema que plantea la ecua- definidos estratos instrumentales y simbólicos aso-
ción cultura-naturaleza, Terry Eagleton presenta el ciados a la transformación cultural del paisaje, al que
asunto desde una perspectiva, coincidente con la corresponden diferentes formas histórico-culturales
que se acaba de exponer: de representaciones imaginarias colectivas: socieda-
des de cazadores-recolectores, sociedades agrícolas,
La idea de cultura, pues, implica una doble nega- sociedades industriales.147
tiva: contra el determinismo orgánico, por un lado, Las imágenes prototípicas del cuerpo humano,
y contra la autonomía del espíritu, por otro. Supone inciden sobre las imágenes y descripciones topoló-
un rechazo tanto del naturalismo como del idealismo, gicas; se mira el mundo desde la simetría bilateral.
afirmando contra el primero el hecho de que dentro de La estructura corporal se proyecta sobre los elemen-
la naturaleza hay algo que la excede y la desmonta; y tos geomorfológicos: arriba-abajo, atrás-adelante,
contra el idealismo, que incluso la producción huma- izquierda-derecha; y sobre las estructuras arquitec-
na de condición más elevada echa sus más humildes tónicas, definiendo, por ejemplo, la forma de la casa
raíces en nuestro entorno biológico y natural […] El y del conjunto de los espacios habitables.148
concepto se opone al determinismo, pero también ex- En diversos aspectos de la cultura se pone de ma-
presa un rechazo del voluntarismo. Los seres humanos nifiesto que el espacio topológico sufre un proceso
no son meros productos de sus entornos, pero estos de antropomorfización: las formas del cuerpo huma-
entornos tampoco son pura arcilla que puedan usar no se proyectan sobre la topografía, definiendo es-
para darse la forma que quieran. La cultura transforma pacios como “femeninos” o “masculinos”; a partir
la naturaleza, pero es un proyecto al que la naturaleza de las técnicas y capacidades de movilidad y trans-
impone límites estrictos […] Somos seres culturales, portación se define un lugar como lejano o cercano;
pero también somos parte de la naturaleza sobre la a partir de una orientación astronómica, es decir, a
que ejercemos nuestro trabajo. De hecho, parte del partir de que el hombre se sitúa en relación con el
meollo de la palabra “naturaleza” es que nos recuerda cosmos, se construye un templo; a partir de la vi-
el continuum entre nosotros mismos y nuestro entor- vencia religiosa y energética del espacio se define el
no, mientras que “cultura” sirve para destacar la di- carácter sagrado de un lugar. “Cubrimos el universo
ferencia.146 con nuestros diseños vividos” -dice Bachelard.149

145
Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía, Barcelona, Editorial Anagrama, 1986, p. 10.
146
T. Eagleton, op. cit., pp. 16-18.
147
S. Iwaniszewski, op. cit.
148
Ibid.
149
G. Bachelard, op. cit., p. 42.

44 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Para la comprensión adecuada de la relación cul- simbólicas unas de las otras, así como hay correspon-
tura-paisaje es fundamental la unión y articula- dencia entre un techo y un cráneo, la respiración y el
ción de la construcción simbólica del espacio con viento, etc.151
su construcción material. Desde esta perspectiva, el
concepto de paisaje implica no sólo sus aspectos Las configuraciones simbólicas imaginarias que se
materiales sino, de manera muy importante, los as- proyectan sobre el paisaje permiten abolir la frag-
pectos imaginarios que se proyectan sobre el espa- mentación y aislamiento de los lugares, los seres y
cio: el simbolismo del paisaje. las cosas. Introducen claridad y orden en la vida.
Podemos así afirmar que las orientaciones sim- Relacionan y estructuran las dimensiones de la exis-
bólicas subyacen al orden y significado de las es- tencia en un Cosmos. Los símbolos se sustentan en
tructuras construidas por el hombre, para tal efecto, y, a su vez, fundan la correspondencia que liga en-
partimos de una guía heurística básica: el símbolo tre sí todos los órdenes de la realidad.152 El símbo-
“está ligado al cosmos”.150 El pensamiento simbóli- lo presupone un ritmo común, una homología, una
co, en general, y el religioso, en particular, aluden inter-cambiabilidad entre los elementos materiales
a y derivan de una cosmogonía. La idea implica que que representa (el simbolizante), lo que le permite
el espacio habitable se construye a la manera de un constituirse en fuerza unificadora y dadora de sen-
microcosmos que refleja aspectos decisivos del es- tido (lo simbolizado).153 El pensamiento simbólico
quema cosmológico, derivados del mito cosmogóni- da la posibilidad al hombre de circular libremente a
co. De acuerdo con Ricoeur, la relación entre mito y través de todos los niveles de lo real.154
ritual funciona como una lógica de correspondencias
que integra todas las dimensiones (cósmica-biológi- Libre circulación, por lo demás, es decir demasiado
ca-antropológica): poco: el símbolo, como hemos visto, identifica, asimi-
la, unifica planos, planos heterogéneos y realidades
Aquí tocamos un elemento irreductible […] En el aparentemente irreductibles […] la experiencia mági-
universo sagrado, la capacidad para hablar se funda en co-religiosa permite la transformación del hombre en
la capacidad del cosmos para significar. Por lo tanto, la símbolo. Todos los sistemas y las experiencias antropo-
lógica del sentido procede de la misma estructura del cósmicas son posibles en la medida en que el hombre
universo sagrado. Su ley es la ley de la corresponden- se convierte él mismo en símbolo […] El hombre no se
cia, correspondencia entre la creación in illio tempore siente ya un fragmento impermeable, sino un cosmos
y el orden actual de apariencias naturales y actividades vivo, abierto a todos los otros cosmos vivos que lo ro-
humanas. Esta es la razón por la que, por ejemplo, un dean. Las experiencias macrocósmicas ya no son para él
templo siempre esté en conformidad con algún modelo exteriores [...]155
celestial. Y de que la hierogamia de la tierra y el cielo
corresponda a la unión entre lo masculino y lo feme- La homología entre dos o más planos de la realidad
nino como una correspondencia entre el macrocosmos se fundamenta en su ritmo común. Entendemos por rit-
y el microcosmos […] Hay una triple correspondencia mo común a las afinidades y semejanzas formales, cro-
entre el cuerpo, las casas y el cosmos, la cual hace a los máticas, tonales, expresivas, materiales, energéticas,
pilares de un templo y a nuestras columnas vertebrales funcionales, estructurales y situacionales que existen

150
P. Ricoeur, Teoría de la interpretación… op. cit., p. 74.
151
Ibid., p. 74-75.
152
René Guénon, Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, Barcelona, Paidós, 1995, p. 238.
153
Juan-Eduardo Cirlot, Diccionario de símbolos, Barcelona, Editorial Labor, 1988, pp. 31-32.
154
Mircea Eliade, Tratado de historia de las religiones, México, Ediciones Era, 1988, p. 407.
155
Ibid. (en cursivas en el original).

Perspectivas Teóricas 45
en las cosas y los seres. Por ello es posible la susti- curso del sol debe representar el destino de un dios o
tución mutua de los elementos y, entre otras cosas, la de un héroe, el cual en realidad no vive sino en el alma
polisemia de los símbolos. Sobre el carácter de esta ho- del hombre. Todos los procesos naturales convertidos
mología seguimos los lineamientos de Durand: en mitos, como el verano y el invierno, las fases luna-
res, la época de las lluvias, etc., no son sino alegorías
[…] el símbolo es el vector semántico de base en de esas experiencias objetivas, o más bien expresiones
el cual el simbolizante representa lo simbolizado. Y lo simbólicas del íntimo e inconsciente drama del alma,
representa […] no por analogía sino por homología, en cuya aprensión se hace posible al proyectarlo, es decir,
el mejor de los casos (digamos para no confundir homó- cuando aparece reflejado en los sucesos naturales. La
logo y homogéneo) por homología diferencial. Enton- proyección es hasta tal punto profunda que fueron ne-
ces, la relación del sentido simbolizado-simbolizante es cesarios varios siglos de cultura para separarla en cierta
el modelo nuclear de toda estructura, es decir, de todo medida del objeto exterior.160
“patrón” en el que las formas resultan de y expresan
fuerzas y materias […]156 Coincidiendo con este punto de vista, Paul Diel
sostiene:
En psicología se ha interpretado el símbolo como
la “proyección de la realidad anímica sobre la natu- El hombre primitivo ha visto los astros, pudiendo
raleza”, de la cual, de cuyos seres y formas, el hom- establecer una relación entre sus evoluciones y los fe-
bre toma prestados los elementos idiomáticos que le nómenos meteorológicos de los cuales dependían sus
permiten nombrar lo innombrable. “La proyección condiciones de vida. Siendo la tendencia personificante
es […] un proceso inconsciente, automático, por parte integral de la imaginación de la psique primiti-
el cual un contenido inconsciente para el sujeto es va, vemos claramente como el alegorismo cósmico pudo
transferido a un objeto, de modo que ese conteni- haberse formado […] Pues las intenciones simbólicas
do aparece como perteneciente al objeto”.157 “Las de las divinidades no son más que la proyección de
proyecciones hacen del mundo la réplica de nuestra las intenciones reales del hombre, creándose así una
propia faz desconocida”.158 corriente de obligaciones entre el hombre real y el
Bachelard explica eso de una manera poética símbolo “divinidad”.161
cuando dice que le corresponde al espíritu la tarea
de crear sistemas, de organizar el caos polimorfo de las La proposición teórica de Jung, va aún más allá,
experiencias en un Cosmos, para que nos sea posi- mostrando que toda proposición cognitiva sobre el
ble comprender el universo, de ahí que las imágenes mundo exterior pasa por el filtro de la mente, por el
cósmicas pertenezcan al alma y no al mundo exte- tamiz de los procesos psíquicos, de modo que todo
rior.159 Desarrollando esta orientación, Jung explica enunciado sobre la realidad es una especie de proyec-
el mecanismo de la proyección: ción simbólica de factores humanos sobre la ella:

No le basta al primitivo con ver la salida y la puesta Todo conocedor de la antigua ciencia natural y filo-
del sol, sino que esta observación exterior debe ser al sofía de la naturaleza sabe hasta que punto se proyec-
mismo tiempo un acontecer psíquico, esto es, que el tan los datos del alma en lo desconocido del fenómeno

156
G. Durand, De la mitocrítica al mitoanálisis… op.cit., pp. 97-98.
157
C. Jung, El hombre y sus símbolos… op.cit. p. 55.
158
Ibid., p. 12.
159
Gastón Bachelard, La poética de la ensoñación, México, Fondo de Cultura Económica, 1997.
160
Carl G. Jung, Arquetipos e inconsciente colectivo, Barcelona, Paidós, 1997, p. 12 (en cursivas en el original).
161
Paul Diel, El simbolismo en la mitología griega, Barcelona, Editorial Labor, 1991, pp. 14-15.

46 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


exterior. En realidad esto ocurre hasta tal punto que de Recordemos que el gran descubrimiento “coperni-
ningún modo podemos hacer afirmaciones del mundo en cano” de Kant es haber demostrado que la ciencia, la
sí ya que, siempre que queramos hablar de conocimiento, moral, el arte, no se satisfacen con leer analíticamente
estamos constreñidos a convertir el acontecer físico en al mundo, sino que constituyen un universo de valores
un proceso psíquico. Pero ¿quién garantiza que de esta por medio de un juicio “sintético a priori”. Para Kant,
conversión resulta una imagen del mundo suficientemen- el concepto ya no es el signo indicativo de los objetos,
te “objetiva”? Para tener esta seguridad, el hecho físico sino una organización instauradora de la “realidad”. Por
debería ser también psíquico. Pero de esta comprobación tanto, el conocimiento es constitución del mundo; y la
parece separarnos todavía una gran distancia. Hasta en- síntesis conceptual se forja gracias al “esquematismo
tonces hay que contentarse bien o mal, con la hipótesis trascendental”, es decir, por obra de la imaginación.164
de que el alma provee las imágenes y formas que hacen
posible el conocimiento de objetos.162 Las relaciones que las diversas sociedades esta-
blecen con el paisaje implican la articulación de los
La observación de los fenómenos naturales con- elementos del entorno natural con las dinámicas de
dujo a su sistematización. Ésta trajo como conse- la actividad cultural. Como hemos visto, en térmi-
cuencia que esos procesos fuesen interpretados en nos epistemológicos, resulta problemático separar-
términos de ciclos o de estructuras regulares. Bajo los. Así, el espacio es energético, por estar asociado
esa figura simbólica fue posible establecer relacio- a las dinámicas y posibilidades físicas del cuerpo, y
nes de homología entre las diversas dimensiones de simbólico, por ser vivenciado, a partir de las cons-
la realidad, haciendo posible que las estructuras de trucciones simbólicas de la cultura.
una dimensión sirviesen como figuras explicativas El paisaje posibilita la vida social y ésta, a su
de las otras. De ahí se llegó a la idea de unidad de vez, conforma y transforma el paisaje. No obstan-
todas las esferas de la realidad, es decir, a la idea de te, el entorno resiste la acción humana: el paisaje
un Cosmos unificador de toda la realidad. no es una entidad pasiva. En todas las épocas exis-
te una interacción compleja entre paisaje y cultu-
La agricultura obliga a la reproducción regular de ra. Ni el medio natural determina absolutamente la
especies vegetales netamente determinadas, y al cono- cultura, ni el ser humano domina por completo al
cimiento de su ritmo anual de crecimiento, floración, entorno natural. La acción del hombre sobre el pai-
fructificación, siembra y cosecha, ritmo que está en re- saje es una acción que se da en el tiempo y que, en
lación directa y constante con el calendario, es decir, ese sentido, está sujeta a la variabilidad cultural e
con la posición de los astros. El tiempo y los fenómenos histórica y a la variabilidad de las dinámicas de los
naturales fueron medidos por la luna antes de serlo por fenómenos naturales.
el sol… La astrobiología oscila así entre una biología
de los astros y una astronomía de los seres vivos; parte
de la primera y tiende hacia la segunda.163

En tal sentido, resulta pertinente el argumento


de Cassirer, que rescata Durand, sobre el modo de Recibido el 28 de enero del 2008
operar de las distintas disciplinas cognitivas: Aceptado el 3 de junio del 2008

162
C. Jung, Arquetipos e inconsciente colectivo… op. cit., pp. 52-53.
163
Berthelot, citado por Cirlot, op. cit., Diccionario de símbolos, p. 20.
164
Durand, op. cit., La imaginación simbólica, p. 69.

Perspectivas Teóricas 47
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52 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


La cuestión del sujeto individual y grupal
en sociedades multiculturales en transformación.
Edson Alves de Souza Filho*

Resumen Abstract

El objetivo de este trabajo es examinar The objective of this work was to reflect
la emergencia de dos actores sociales on two important and less considered
contemporáneos importantes, aunque present-day phenomena: the emergence
no siempre considerados: los individuos of active sociocultural minority indi-
y los grupos minoritarios social y cultu- viduals and groups, whether in private
ralmente activos en los espacios priva- or in public realms. As main theoretical
do y público. se adopta como principal reference it adopted the Moscoviciso-
referencia de análisis la teoría de las cial representations’ theory, according
representaciones sociales de Moscovici, to which individuals and groups, in the
según la cual los individuos y grupos en la modern and urban social life, tend to
vida social moderna y urbana, tienden a actively build their destiny by means of
construir su destino a partir de la acción behavior and thought. According to the
y el pensamiento. Según resultados de results of sets of research made in Brazil,
investigaciones en Brasil, fue posible it was possible to verify that ethnic and
observar que individuos y grupos étni- sociocultural, whether individual or group,
cos minoritarios sin poder fueron los que minorities were those that showed more
más mostraron búsqueda de autonomía, motivation to seek autonomy, differen-
diferenciación y demarcación de fronte- tiation and social boundaries’ demarcation.
ras sociales. El autor sugiere realizar inves- The author suggest that it is necessary to
tigaciones y adoptar políticas públicas investigate and to adopt public policies
Palabras-clave: minorías sociocultura- que permitan una mayor promoción de that will allow a promotion of these ten-
les; individuos y grupos; sociedad. esas orientaciones sociales. dencies in society.

*
Universidade Federal do Rio de Janeiro, Av. Pe-
dro Calmon, nº 550 - Prédio da Reitoria - 2º andar
Cidade Universitária - Rio de Janeiro - RJ -
CEP 21941-901.

Perspectivas Teóricas 53
Introducción

E l objetivo principal de este trabajo es presen-


tar algunas investigaciones psicosociales acerca
de la autodenominación de individuos y grupos mi-
americanos y su denominación como Blacks, rela-
cionados con contenidos desfavorables, que fueron
reemplazados a partir del movimiento por African
noritarios (étnico y sexual) en Brasil para reflejar American de connotación más favorable.3 No se tra-
algunos paradigmas teóricos pertinentes. Específi- taría de mero voluntarismo grupal, sino del efecto
camente adoptamos como referente teórico el que de una iniciativa social consistente, que incluye las
Moscovici1 propuso entorno a las representaciones representaciones como acciones. De la misma ma-
sociales. Según éste, en la modernidad, en ambien- nera, los vascos aprovecharon algunos cambios del
tes urbanos, individuos y grupos no especializados contexto político y social en España al crear y con-
producirían conocimientos y prácticas sobre diversos solidar paulatinamente un movimiento separatista
asuntos. Inicialmente el modelo teórico propuesto legal. Este movimiento fue una iniciativa relaciona-
atendió el modo de apropiación de un saber origi- da con la autodenominación identitaria que impactó
nario del campo académico en Francia: el psicoaná- en el proceso general de negociaciones intergrupa-
lisis. Posteriormente la propuesta moscoviciana fue les en aquel país.4
utilizada para comprender fenómenos de construc- Sin embargo, muchos estudios de fenómenos de
ción social de otros objetos y sujetos sociales.2 En representación social en una sociedad compleja,
las ciudades, donde se vive de modo aglomerado, in- con múltiples condiciones de producción simbólica
dividuos y grupos intensifican y multiplican contac- recientemente priorizaron un enfoque de aspectos
tos con diferentes objetivos, como el compartir la objetivos, tales como los materiales y las descrip-
misma morada, la escuela o el transporte. Ocasiones ciones de situaciones de apremio público. De esa
en las que se desarrollan representaciones sociales manera trabajan las agencias de opinión pública,
de los unos con respecto a otros. Según la teoría de oficiales o no, en la aplicación de encuestas acerca
las representaciones sociales, algunos de esos con- de la pertenencia una organización religiosa como
tactos pueden generar extrañamiento y amenaza por la Iglesia Católica, por ejemplo. Esto puede ser un
tratarse de sujetos con pautas socioculturales diver- dato sin gran interferencia subjetiva, como la del
sas, pero también elaboraciones sociocognitivas y grado de vínculo práctico con dicha institución o
discursos que orientan acciones sociales. el conocimiento de doctrinas que les animan, entre
Suponemos que representaciones y narraciones otros.
sobre sí y otros sujetos sociales alcanzan efectos Es necesario indicar que hubo una tendencia de
importantes en la construcción social de la realidad. gran valorización del espacio público como ambien-
Una investigación psicosocial e histórica en Estados te principal de existencia de individuos y grupos en
Unidos permitió comparar un periodo en que pre- sociedades multiculturales. En el caso de varios paí-
valecieron representaciones sobre los negros norte- ses, sabemos que los territorios no ocupados, a ve-

1
Serge Moscovici, La psychanalyse, son image et son publique, París, Presses Universitaires de France, 1976 y Psychologie des minorités actives,
París, Presses Universitaires de France, 1979.
2
Gabriel Mugny y Stamos Papastamou, “Los estilos de comportamiento y su representación social”, en Serge Moscovici (org.) Psicología social
II. Pensamiento y vida social, Barcelona, Paidós, 1986; Leonora Corsini y Edson de Souza Filho, “Um estudo sobre as representações sociais de
mulheres executivas: estilo de comportamento e de gestão”, em Cadernos de Psicologia Social do Trabalho, núm. 7, 2004.
3
Gina Philogène, From Black to African American. A New Social Representation, Westport, Praeger Publishers, 1999.
4
Edson de Souza Filho y Angel Beldarrain-Durandegui, “Grupo sociocultural y participación política en el País Vasco. Un análisis psicosocial
integrativo”, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, año XLVI, núm. 192, septiembre-diciembre, 2004.

54 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


ces inmensos, permitieron la supervivencia de pue- sobre los demás. Estas prácticas tuvieron dos ejes
blos enteros como, por ejemplo, los afrobrasileños principales: 1) el culto de religiones de origen eu-
quienes, según algunos antropólogos,5 mantuvieron ropeo en detrimento de las de base indígena o afri-
prácticamente intactas varias de sus bases sociocul- cana y 2) el culto de la familia nuclear y ampliada a
turales, del mismo modo que fueron transformando costa de la emancipación del individuo, así como de
otras a lo largo de la historia. Se trataría más bien su potencial autonomía y diferenciación intelectual
de sociedades divididas en las que unas partes se y sexual.
impondrían sobre otras a partir del poder en sus dis- En el campo de la psicología fueron relevantes
tintas formas, sin que implicase la interiorización de los descubrimientos de Piaget sobre la psicogénesis
reglas y modelos socioculturales dominantes. universal de la inteligencia en distintas circunstan-
Con el aumento de la urbanización y la compe- cias material y social, ya que fueron estimados en
tencia social, en especial después de la descoloniza- términos lógico formales por los instrumentos clíni-
ción, algunos grupos tuvieron que movilizarse para cos. Tales resultados llevaron a Piaget a considerar
ejercer influencia sobre criterios socio económicos cualquier joven, incluso iletrado, capaz de tornarse
generales. Esto desencadenó una serie de acuerdos in- en un pequeño científico. Otro progreso llevado a
tergrupales, tales como los sincretismos religiosos o cabo por psicólogos del aprendizaje fue compren-
culturales permitidos y estimulados como formas de der el proceso de la experiencia del sujeto con el
manutención de órdenes sociales anteriores. Como medio externo. Éste posibilita la formación de con-
ejemplos podemos mencionar el culto a la persona- tingencias entre acciones del sujeto y los resulta-
lidad, los enfoque del poder o ausencia del mismo, dos favorables, tales como la obtención de alimen-
la construcción y administración de auto imágenes to. Lo que refuerza en el ser humano la creencia en
a partir de algunos rasgos físicos étnicos, las particu- su capacidad de producir el propio destino.6 Dichas
laridades regionales o condiciones socioeconómicas formulaciones teóricas permitieron una mejor com-
de grupos minoritarios sin poder en el espacio pú- prensión de grupos e individuos que eventualmente
blico. Aún así, han predominado cuestionamientos han emergido socialmente en circunstancias histó-
relacionados con las necesidades de supervivencia ricas y materiales desfavorables con independencia
material (miseria y pobreza absoluta o relativa) in- del contenido discursivo o práctico. Tales como los
tensificadas como consecuencia de la expulsión y protestantes en Europa u otros en distintas partes
el desplazamiento forzado de individuos y grupos del mundo. Ello se entiende más como potencial que
minoritarios del campo y de las periferias urbanas. como una causa aislada para explicar una tendencia
A menudo, estos fenómenos han sido interpretados histórica que, obviamente, resulta más compleja y
por algunos como opresión material, cuando muchas multideterminada. Se trata de comprender por qué
veces se trataba de individuos y grupos de etnias y movimientos campesinos en el nordeste de Brasil
religiones minoritarias interaccionando con grupos o el zapatista en México han aparecido rompiendo
de otras etnias y religiones, en general mayoritarias. inercias sociales.
Para ser específicos, suponemos que en el proceso Finalmente la cuestión de la represión social de
de descolonización y posterior transición hacia la los impulsos amorosos y agresivos fue tratada por
urbanización y modernización, tuvo lugar la adop- muchos como fenómeno de la vida privada y pos-
ción de prácticas y discursos que visaban ocultar teriormente mercantilizado en las sociedades capi-
la dominación sociocultural de blancos cristianos talistas. Cabe recordar una investigación hecha por

5
Roger Bastide, As religiões africanas no Brasil, São Paulo, USP, 1971, vols. I y II.
6
Julian B. Rotter, Social Learning and Clinical Psychology, Englewood-Cliffs, Prentice-Hall, 1954 y “Generalized Expectancies for Internal versus
External Control of Reinforcement”, en Psychological Monographs, vol. 80, núm. 1, 1966.

Perspectivas Teóricas 55
Adorno y sus colaboradores.7 Sin ignorar las condi- en masa empezó durante la colonización española de
ciones sociales e históricas para el surgimiento de América del sur. El objetivo básico era legitimar la do-
formas de autoritarismo, este análisis buscó causas minación blanca cristiana. Consecuentemente los de-
psicológicas generales que permitían que un lide- más grupos pasaron a la posición de subordinados
razgo centralizador obtuviera apoyo social. En una o fueron transformados automáticamente en cultu-
primera etapa, consideraron al autoritarismo como ras minorizadas bajo control y beneplácito de blan-
un síndrome complejo que incluía una propensión a cos cristianos en relación con los sincretismos u otras
agredir minorías sociales. Posteriormente, compara- formas de supervivencia sociocultural. Con la conso-
ron grupos con mayor y menor tendencia de prejui- lidación de repúblicas con mayor libertad religiosa y
cio y hostilidad hacia las minorías e indagaron sus cultural al momento en que muchos grupos habían
experiencias sobre autoridades familiares y educati- dejado atrás el ambiente de control en el campo,
vas. El resultado más notable fue la tendencia, en- cambiaron las prácticas y los discursos centrándose
tre los que manifestaban más prejuicios en idealizar en la importancia de la familia nuclear y la autoridad
a las autoridades y a las dificultades para expresar de padres sobre hijos y nietos. Tal enfoque en la fa-
hostilidad hacia las mismas. Utilizando una formu- milia nuclear, en un contexto de relaciones verticales,
lación psicoanalítica, los autores interpretaron es- se realizaría en torno a la instauración de prácticas de
tos hechos como la manifestación de mecanismos regresión psicológica y a partir del énfasis en la sen-
de desplazamiento de los impulsos de agresión para timentalización de la vida social, imágenes y sensa-
otros sujetos o objetos considerados más legítimos ciones, prolongando la referencia de roles sociales de
para recibir agresión o menos susceptibles de reta- padres, abuelos, hijos, nietos, en detrimento de las
liación. Sabemos que ignorar la importancia de estos relaciones entre individuos, entre otros. Sin embargo,
estudios tiene consecuencias para la interpretación la dominación fue ampliada en la lucha educativa en
de muchos problemas que aún está enfrentando la las aulas de las escuelas públicas, donde en asientos
consolidación de la democracia. alineados de forma jerarquizada, los grupos étnicos
En los últimos años, los sistemas sociales han in- y religiosos minoritarios no tuvieron durante déca-
centivado la liberación del individuo en general, a lo das un ambiente propicio para su expresión corporal
que algunos intelectuales reaccionaron negativamen- y mental. Debido a que la mayoría de los profeso-
te sin prestar atención a las posibilidades de cambio res eran blancos cristianos o identificados con éstos,
que esta liberación conlleva. De la misma manera, se establecieron grados de alejamiento o proximidad
algunos grupos étnicos y religiosos minoritarios de psicológica o de conducta de lo que se esperaba de
acuerdo a sus orígenes ancestrales y a sus experiencias un lego en una iglesia católica. Es decir, la sumisión a
socioculturales y políticas, como los movimientos la autoridad religiosa o educativa. Tal práctica ha im-
pentecostales en América del sur, están en busca de plicado el rápido crecimiento educativo de emigran-
nuevas formas de acción individual y colectiva. tes europeos8 que, según el censo demográfico oficial
Como se sabe en el contexto de los grupos étni- antes de la república en Brasil en 1889, se componía
cos y religiosos la conversión forzada al cristianismo de aproximadamente de 80% de analfabetos.9
7
Theodore Wiesengrund Adorno, Else Frenkel-Brunswik, Daniel J. Levinson y Nevitt R. Sanford, The Authoritarian Personality, Nueva York, Harper,
1950.
8
En el Censo de 2000, se constató que el porcentaje de blancos analfabetos en Brasil era de 10,9% (para una población de 82,4 millones),
mientras que el de negros era de 23,2% (para una población de 9,8 millones), y de mestizos 21,1% (para una población de 58,7 millones).
Pero la existencia de una pirámide social quedó probada en el mismo Censo de 2000, al describir la situación racial de los que entonces habían
logrado concluir cursos universitarios: los blancos eran 9,9%, mientras que los negros 2,1% y los mestizos 2,4%. Vid., Instituto Brasileiro de
Estatística, “Censo Demográfico de 2000”, en
<www.IBGE.gov.br/home/estatistica/populacao/defaut.censo2000/>
9
Boris Fausto, História do Brasil, São Paulo, Edusp/FDE, 1994.

56 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Los primeros individuos y grupos tuvieron duran- toria e ilegítima, lo que puede alterar significati-
te muchos años que someterse a esta realidad, lo vamente su historia.11 Agregaríamos que el sujeto
que ha perjudicado la libertad sociocultural y po- no solamente se siente capaz de alterar su destino,
lítica de los mismos. Por consiguiente, los grupos sino que simultáneamente representa el ambiente
socioculturales minoritarios más activos han pro- social e histórico como transformación. Esto explica
curado sobrevivir y ampliar su influencia social por el empeño permanente de quien domina por ocultar
medio de la acción individual y grupal. Ello se debe el potencial de cambio de los individuos y grupos. Es
a que los grupos mayoritarios mantienen agendas y decir, las condiciones materiales y de poder fueron
estrategias de acción dirigidas a eliminar la visibi- más resaltadas, sobretodo, para disuadir a las mi-
lidad positiva de las minorías, que son toleradas en norías sociales de posibles pensamientos y acciones
situación de conciliación, subordinación o tutela, libres, sin tomar en cuenta que dichas condiciones
como grupo en riesgo o socialmente débiles. eran efectos insuficientes para provocar o frenar una
Por lo tanto, en sociedades dinámicas como las transformación social, como recursos para emanci-
actuales los sujetos individuales y grupales sin po- parse. El enfoque en el dinero como forma de opre-
der tienen un papel cada vez más activo, muchas sión y pecado inhibió durante un largo período la
veces como protagonistas de revoluciones de todo ti- búsqueda de emancipación psicosocial de individuos
po, incluyendo las relativas al sentido común. Estos y grupos.
pueden estar menos dispuestos a conservar normas Hubo un difícil camino de búsquedas intelectua-
ya existentes como las relacionadas con las etnias y les e históricas en que los aspectos ‘objetivos’ de la
religiones, así como respecto a la vida sexual. vida social fueron siendo paulatinamente substitui-
La inversión firme en el control social a partir dos por aquellos considerados ‘subjetivos’ como las
del espacio público tendió a invadir, a lo largo de ideologías, representaciones, discursos productores
los siglos, el llamado espacio privado bloqueando la de ‘realidades sociales’. En ese sentido, las investi-
emergencia de individuos y grupos como minorías gaciones históricas sistemáticas resultaron impor-
activas. Parte de la literatura sobre la historia de tantes para mostrar la emergencia de movimientos
la vida privada, mostró hasta qué punto fue impor- religiosos de ruptura con la Iglesia católica a lo largo
tante para algunos grupos sociales disponer de una de la historia de Brasil incluyendo las áreas rurales
habitación individual, de vestuario y de un nom- remotas.12 Tales movimientos de ruptura prepararon el
bre propio. Esto fue acompañado de otras formas de terreno para el vigoroso surgimiento actual de orga-
incentivos al desarrollo de una subjetividad indivi- nizaciones evangélicas en todo el país, aparentemente
dual. Ello fue posible sólo con el advenimiento de diferenciadas de los movimentos con denominacio-
la modernidad.10 Para algunos autores el concepto nes similares en Europa y en Estados Unidos. Re-
‘individuo’ alcanzó un grado de mayor definición con cientemente aumentó de modo significativo el nú-
la burguesía. Pero hoy se puede afirmar que estos mero de brasileños que declararon al Censo oficial
hechos no serían suficientes para provocar las trans- no tener religión. Una investigación hecha en Brasil
formaciones subjetivas que están ocurriendo. Para y en Chile sobre el desarrollo moral a partir del refe-
ello sería necesaria, por ejemplo, mayor representa- rencial teórico de Kholberg13 indica que los sin reli-
ción del sujeto individual y grupal como alguien capaz gión tienden a presentar más argumentos morales
de transformar la realidad, considerada insatisfac- posconvencionales, en que el individuo, a pesar de
10
Philippe Ariès, L’histoire de la vie privé, París, Seuil, 1999.
11
Henri Tajfel, Differentiation Between Social Groups, Londres, Academic Press, 1978
12
María I. P. Queirós, O messianismo no Brasil e no mundo, São Paulo, Dominus/Edusp, 1969.
13
Lawrence Kholberg, “The Development of Children’s Orientation Toward a Moral Order: I. Sequence in the Development of Moral Thought”, en
Vita Humana, núm. 6, 1963.

Perspectivas Teóricas 57
juicios y principios generales de moralidad, muestra grupos en estado de inercia sociocultural, lo que ha
autonomía en relación con los mismos.14 generado dificultades intergrupales que se prolon-
Uno de los trabajos fecundos en la reflexión so- garon a lo largo de la historia.
bre los movimientos fundadores de las revolucio- En cuanto al panorama en otros países con fuer-
nes americana y francesa en términos políticos es te expectativa de acción política de ‘arriba para abajo’
el de Hannah Arendt.15 Ella mostró que el primer de liderazgos en posiciones de poder, o de visibilidad
movimiento había dado importancia simultánea a la pública, como los casos de países de América del Sur,
creación de un espacio público como de vida pri- el proceso podría ser comprendido a partir de analizar
vada de los ciudadanos. Inspirado en la formula de los criterios que los propios grupos han desarrollado.
Rousseau en la que el ciudadano individual trae en Sabemos que los liderazgos que a lo largo tiempo
sí la sospecha de traición al bien común, adoptó la ocuparon los principales puestos de poder político
noción de volonté générale (voluntad general). Tal e informativo en esta región, están más relaciona-
hecho habría llevado a esos movimientos al aban- dos con la escolarización que con los movimientos
dono de la idea de libertad, la cual fue remplazada de origen popular. Un número importante de blan-
por la de liberación, la cual está más relacionada cos cristianos pobres se mantuvieron fuera de las
con la búsqueda de satisfacción de necesidades bá- posiciones de poder. Ello propiciaría el surgimiento
sicas. Arendt además registró las frágiles relaciones de la creencia del ‘individuo’ como alguien distinto
de los primeros ciudadanos de la República francesa socialmente, lo que ha sido frecuentemente descri-
con sus textos fundadores, así como la tendencia de to como don natural o heredado del medio familiar
usar discursos sentimentales contenidos en palabras que legitima la jerarquía social. Por consiguiente,
de orden como malheureux, refiriéndose a los pobres hubo la idea de considerar la movilización de estos
y miserables. individuos como ascensos aislados que implican el
Las sucesivas reformas constitucionales en Fran- abandono de pautas socioculturales de origen, en
cia reflejaron las dificultades de los cambios tantos algunos casos en beneficio de los grupos dominan-
políticos cuanto económicos, conduciendo al terro- tes. Por lo tanto, algunos autores consideraron que
rismo de Estado, lo cual es otra forma de mantener habría una relación inversa entre las acciones socia-
sociedades bajo el juego de minorías y liderazgos les de movilización y las de movimiento social.18
centralizadores. Por el contrario, en los Estados Uni- Sin embargo, en algunos grupos étnicos y cultu-
dos de América la participación de ciudadanos co- ras minoritarias sin poder, la dinámica de la forma-
munes fue más incentivada, inclusive a partir de la ción de los individuos tiende a situarse radicalmente
iniciativa de las comunidades rurales,16 facilitando fuera de las fórmulas más convencionales descritas
formas sociales de democracia. Por último, en Fran- por la sociología clásica. Kurt Lewin,19 observan-
cia los movimientos revolucionarios y sus desdo- do los casos de emigrantes judíos tradicionales de
blamientos permitieron el surgimiento de una clase Europa oriental y de sus descendientes en Estados
media urbana instruida en formas de “distinción so- Unidos de América, pudo encontrar fenómenos de
cial”.17 Esto puede implicar que se mantenga a otros alejamiento y de no identificación con los grupos

14
C. I. L. Urbina, Angela Biaggio y C. Vegas, “Relações entre julgamento moral pós-convencional, grau de fé, afiliação e participação religio-
sa”, en Maria Lucia Seidl de Moura, Jane Correa y Alina Spinillo (orgs.), Pesquisas brasileiras em psicologia do desenvolvimento, Rio de Janeiro,
EDUERJ, 1998.
15
Hannah Arendt, Sobre la revolución, Madrid, Alianza Editorial, (1963) 2004.
16
Alexis de Tocqueville, Democracy in America, Nueva York, Vintage Books, (1838) 1945.
17
Pierre Bourdieu, Distinction: A social Critique of the Judgment of Taste, Cambridge, Harvard University Press, 1984.
18
H. Tajfel, op. cit.
19
Kurt Lewin, Resolving Social Conflicts, Nueva York, Harper & Row, 1948.

58 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


de origen, así como de aproximación sociocultural lizamos investigaciones con grupos de afro brasile-
con grupos mayoritarios. Lewin definió a esos emi- ños y encontramos fenómenos similares. Algunos de
grantes como “hombres marginales”, individuos en- nuestros análisis nos permitieron constatar que es-
tre culturas, los cuales fortalecerían su autonomía, tos grupos desarrollaron en contextos privados una
su diferenciación y su espacio individual en relación orientación claramente dirigida hacia el individuo.
con los grupos de origen. De hecho, Lewin observó Al profundizar en estos fenómenos indagamos
que aunque el grupo minoritario organizado podría acerca de la importancia de la auto definición del
ofrecer un ambiente de protección y solidaridad a sujeto individual y de los grupos así como de su ac-
sus miembros, al mismo tiempo tendía a concentrarse ción intencionada. Adelante presentamos un con-
en sus tradiciones. Lo que implicaba, algunas veces, junto de estudios que tienen como eje la búsqueda
riesgos para la supervivencia. A su vez, conlleva- de la autodenominación para individuos y grupos
ba la aparición de otras estructuras grupales más minoritarios activos en diferentes contextos socia-
descentralizadas. Entre los judíos norteamericanos les: 1) en el ambiente familiar; 2) la escuela; 3) re-
de la época, según Lewin, se adoptaron nombres des de convivencia; 4) la experiencia corporal en las
y apellidos distintos de los usados por las mismas diferentes situaciones; 5) la homosexualidad para
comunidades. Tales prácticas facilitarían la adapta- individuos de diferentes orientaciones sexuales y 6)
ción a un ambiente externo que no resultaba siem- la auto presentación en el contexto escolar para ne-
pre favorable, lo que fue también observado por un gros y otros grupos.
estudioso de los judíos en Europa.20 En Brasil, rea-

La emergencia del sujeto individual y grupal


en la vida social, estudios empíricos

Nuestra intención fue examinar posibles relacio- personalidad (dinámica, guerrera), mientras que los
nes entre representaciones familiares y entre pro- blancos prefirieron retratarlos en situaciones inter-
fesores y alumnos. Elaboramos un cuestionario que personales (compañera, amiga) o de relaciones de
permitiese al participante manifestarse separada- poder y liderazgo dentro de la familia (educación
mente sobre cada ámbito familiar, si en su caso esa rígida básicamente militar, oprimida por el marido
fuese su intención ya que existe una representación y suegra; perfecta nota mil; maravillosa). Datos si-
muy influyente de la ‘familia’ como una entidad su- milares a los obtenidos por Adorno21 en grupos con
perior al individuo y que muchos la asumen como prejuicios con relación a las minorías sociales.22
un hecho/objeto universal de estudio. Fue posible En otra parte del cuestionario preguntamos a es-
constatar que los estudiantes (n=121), profesores tudiantes y a profesores cómo sería el mejor o el
(n=48) étnica y racialmente autodefinidos tendie- peor profesor o alumno. Entre los resultados obteni-
ron a presentar diferencias al retratar a sus familia- dos, se mostró que los estudiantes blancos conside-
res: Los negros manifestaron perfiles individuales de raban mejor al más sumiso a los profesores (respeta

20
Piérre Lévy, Les noms des israélites em France. Histoire et dictionnaire, París, Presses Universitaires de France, 1960.
21
T. W. Adorno et al., op. cit.
22
Edson A. Souza Filho, “Modelos socioculturais na família e na escola, segundo autodefinição étnica”, en Ensaio: Avaliação de Políticas Públicas
em Educação, vol. 10, núm. 36, 2002.

Perspectivas Teóricas 59
a todos en el colegio, educado) al que socializa con en emociones que en funciones mentales superiores
sus colegas o amigos, como si quisiesen realizar en (que facilitarían la independencia entre los implica-
la escuela algunos ideales de relaciones familiares. dos), o también en un moralismo idealizado centrado
En contraste, los negros prefirieron hablar en térmi- en el grupo sociocultural con el que se identifican.
nos de dedicación estudio para obtener resultados Tales dinámicas divergen de lo que podría ser una
académicos (el que se esfuerza, lucha por su obje- interacción entre individuos, lo que resultaría más
tivo), así como a considerar mejor o peor profesor adecuado en una relación con alguien identificado
aquel que respeta o no los derechos humanos (aquel con otros grupos socioculturales o sin grupo.
que sabe lidiar con diferencias individuales). Al procurar acercarnos a los individuos y grupos
En un estudio posterior, pedimos imaginar, des- en situaciones menos comprometidas con la diná-
cribir verbalmente, por medio de dibujos a profeso- mica de constreñimientos del espacio público estu-
res hipotéticos, según fuesen considerados acadé- diamos representaciones sociales del propio cuerpo
micamente fracasados, parcialmente exitosos o con entre jóvenes estudiantes universitarios y de ense-
éxito. En una segunda evaluación ellos deberían es- ñanza secundaria, en muestras equilibradas de am-
cribir una pequeña carta para una autoridad externa bos los sexos, según el grupo étnico autodefinido
a la escuela. También les pedimos dibujar cómo sería (blancos, n=112; negros, n=44).24 Ellos se expresa-
la vida fuera de la escuela en cada tipo de profesor ron al respecto de su cuerpo simulando encontrarse
aludido. Un primer resultado mostró que solamen- en diferentes contextos sociales, incluyendo la casa,
te los blancos se manifestaron sobre los profesores la escuela, el aula y fuera de ellas. Entre los conteni-
considerados fracasados en términos de enseñanza dos mentales cognitivos usados en al menos tres con-
y aprendizaje. A su vez, los estudiantes negros úni- textos, constatamos la tendencia entre los blancos
camente lo hicieron cuando escribieron la carta para a relatar contenidos de sentimientos extremos (ho-
una autoridad externa a la escuela. Por otra parte, rrible, adoro, odio). En contraste, los negros mani-
los estudiantes blancos tendieron a describir al pro- festaron mayor prontitud y autocontrol (preparado,
fesor fuera de la escuela en términos de vida priva- pura adrenalina, inteligente, perdiendo el control de
da (amor, relaciones familiares), mientras los negros sí mismo), gustar de desear (desear alguien, algo).
enfatizaron la vida pública de los mismos (equipo En términos de acción, los blancos se diferenciaron,
de fútbol favorito, religión que profesa, partido po- sobretodo, en moverse, pararse, danzar, jugar, ver
lítico que vota). Finalmente, nos encontramos con televisión, observar, explorar el ambiente de la casa
una recurrencia de dibujos hechos por estudiantes y apropiarse, poseer el cuerpo fuera de la casa o es-
no blancos que satirizaron a los profesores resaltan- cuela. Los negros, a su vez, tendieron a mencionar
do las posibles contradicciones de los mismos entre en términos de acción apropiarse o poseer el cuerpo
lo que preconizaban en la escuela y lo que hacían en la casa, el aula y evaluar el cuerpo funcionalmen-
en su vida privada: echar los libros a la basura, mala te en casa y fuera de ella o de la escuela. El cuerpo
conducta corporal como sentarse de modo muy in- como objeto fue descrito por ambos grupos a través
formal, entre otras.23 O sea, como los profesores de de estados de descanso o relajamiento, aunque los
muchas escuelas públicas en Brasil suelen identifi- blancos se destacaron al mencionar el medio externo
carse con los blancos, incluso cuando tienen otros e interno en todos los contextos, y la función or-
orígenes étnicos, tienden a mantener con sus alum- gánica en dos de ellos, además de una evaluación
nos relaciones interpersonales más fundamentadas estética en dichos lugares. Los negros, al contrario,

23
Ibid., “Estudos psicossociais sobre o negro na família e na escola”, en Psicologia da Educação, núm. 18, 2004.
24
Ibid., “The Body in the Social Context, According to the Sociocultural Group”, ponencia presentada en el 8° Congreso Internacional de Repre-
sentaciones Sociales, llevado a cabo en Roma, Italia, en el 2006.

60 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


tendieron a referirse más a partes del cuerpo como por la afirmación individual general, estados subje-
salud y enfermedad, peso y agilidad. Finalmente, en tivos colectivos (feliz, temeroso de Dios, humilde,
cuanto a las implicaciones ideológicas y psicosocia- iguales a todos), inclusión en redes sociales entre
les hubo diferencias. Los blancos mencionaron nor- otros. Los negros, a su vez, en la misma investiga-
mas o desvíos (normal, extraño, integrado, ausencia ción prefirieron usar en ambas las referencia ‘yo’ y
de reglas). Al contrario, entre los negros destacó ‘nosotros’, demarcación de fronteras sociales indi-
la afirmación individual (‘yo’, privacidad, libertad, viduales o grupales (no puedo opinar por los otros,
‘siento que soy yo’) y, en menor medida el ambien- no tengo religión, obligados a mostrar que somos
te sociocultural (hip-hop, melodías, computadora). iguales a los blancos, pregunta personal, tiene que
Además, los blancos se refirieron a las relaciones in- desempeñar el papel de hombre, ser dependiente no
terpersonales en casa y en la escuela, y los negros a es bueno), y afirmación de minorías socioculturales
contexto fuera de ellas. (raza independiente, procurando ocupar nuestro es-
En otro examen comparamos representaciones o pacio, negros).
prácticas sociales de individuos autodefinidos ét- Un estudio que hicimos acerca de las representa-
nicamente e inseridos en grupos sociales. Trabaja- ciones sociales de la homosexualidad entre partici-
mos con el instrumento de Zavalloni25 para evaluar pantes que se autodefinieron como heterosexuales
identidades psicosociales en términos de ‘yo’ y ‘no- (n=211) y homosexuales (n=139) en Río de Janei-
sotros’ (estudiante, religión, etnia, raza, profesión, ro27 mostró que los primeros tendían a considerar la
ocupación, estado civil, sexo, situación socioeco- homosexualidad como resultado más de una deci-
nómica) entre estudiantes de enseñanza secundaria sión individual, mientras que los últimos como algo
de escuelas públicas de Río de Janeiro.26 Evaluamos vivido sin intencionalidad o sin autocontrol. Tales
participantes que se autodenominaron étnica y ra- contenidos fueron acompañados de agresión (ma-
cialmente como blancos (n=45), mestizos (n=136) y ricón, tortillera, ridículo, desfachatez) y normativi-
negros (n=78). Cuando en situaciones de ‘yo’, los zación (anormal, fuera de los padrones de Dios, di-
blancos (junto con los mestizos) mencionaron es- ferente) por parte de los heterosexuales al tratar de
pontáneamente la inclusión en redes de sociabilidad, la homosexualidad; y de la búsqueda de aceptación
(simpatizo con personas, gentiles, bien aceptada, social por parte de los homosexuales (orgullo, coraje,
solícita, solidarios, dependiente de mis familiares). dignidad, libertad, respeto). Frente a la reprobación
Además de normas y desvíos (normal, buena espo- social de la homosexualidad, los homosexuales ten-
sa) y afirmación individual en general (atractivo, de derían a evitar el castigo a través de la búsqueda de
ojos verdes, elegante, me gusta arreglarme, tengo un discurso de disculpa. Por su parte, los hetero-
éxito con las mujeres). En situaciones de ‘nosotros’, sexuales buscarían justificaciones para culpabilizar
los blancos usaron más categorías colectivas (estu- y, consecuentemente, castigar la misma práctica. Tal
diante, clase media baja, desempleados), normas, situación de casi incompatibilidad psicosocial inter-
desvíos y afirmación grupal mayoritaria (junto con grupal conduciría a los homosexuales a una situa-
mestizos, machista, racista sin pensar en las conse- ción moral de mera supervivencia civil,28 entre el
cuencias). Por su parte los mestizos se orientaron deseo sexual incontrolable y la dificultad de prac-

25
Marisa Zavalloni, “L’identité psychosociale, un concept à la rechercher d’une science”, en Serge Moscovici (org.) Introduction à la psychologie
sociale, París, Larousse, 1973, vol. 2.
26
Edson de Souza Filho, Bruna M. Novais, Paula Laque y Jeniffer de Sousa, Identidades psicossociais, auto-apresentação e perspectivas históricas
e culturais da sociedade, Rio de Janeiro, Programa de Pós-graduação em Psicologia - Universidade Federal do Rio de Janeiro, 2006.
27
Anderson Scardua y Edson de Souza Filho, “O debate sobre a homossexualidade mediado por representações sociais: perspectivas homossexu-
ais e heterossexuais”, em Psicologia: Reflexão e Crítica, vol. 19, núm. 3, 2007.
28
Phil Hubbard, “Sex Zones: Intimacy, Citizenship and Public Space”, en Sexualities, vol. 1, núm. 4, 200.

Perspectivas Teóricas 61
ticar otras reglas sociales más adecuadas para una hace o siente algo positivo en común: “enamorar”,
vida social plena y específica. Los heterosexuales, “me gustan mucho mis amigos”. Relación interper-
por su parte, tenderían a una situación de conven- sonal negativa cuando se describió viviendo situa-
cionalismo moral centrado en la heterosexualidad y ciones en las que busca boicotear o deshacer una
orientados a representar un papel de represión en la interacción sin intención explícita de valorizarse o
sociedad. querer proponer algo suyo o de alguien: “aburrida”,
Buscando profundizar nuestro conocimiento so- “un poco bruta con mis sentimientos”). Categorías
bre el papel que juega la auto-representación del sociales cuando se describió asimismo incluyéndose
sujeto en el espacio público, realizamos una inves- en conceptos demográficos genéricos usados por de-
tigación que nos permitió comparar algunas condi- mógrafos oficiales o no (“soy estudiante”). Identi-
ciones sociales en Brasil de acuerdo a la auto deno- dad de grupo cuando se auto describió como miem-
minación étnica racial en ambientes de enseñanza bro de un grupo particular o marca específica de
media y universitaria.29 Sabemos que el acceso de identidad: “roquera”, “pija”. Valores morales o éticos
grupos étnicos no blancos al ámbito universitario cuando se auto describió a partir del seguimiento y
ha sido limitado en Brasil como consecuencia, no cumplimento de valores morales generales: “justa”,
solamente de oportunidades desiguales de enseñan- “verdadera”. Desvío social cuando se auto presentó
za en el sentido material, sino también a relaciones en función de la ruptura o trasgresión de contenidos
psicosociales en el ambiente educativo. Pedimos a normativos sociales generales: “alcohólico”.
los participantes que respondieran a la siguiente En este estudio fue posible observar que los ne-
pregunta: “¿quién eres tú?; preséntese como quie- gros y mestizos de escolaridad media y universitaria
ra”. Formamos muestras de estudiantes de escue- tendían a usar contenidos de representaciones de si
las públicas (blancos=89; mestizos=55; negros=21) mismos desindividualizados y desgrupalizados, in-
y de universidades (blancos=59; mestizos=19; ne- sertados en categorías colectivas generales, como
gros=8). Las respuestas fueron analizadas según al- las mismas usadas por las instituciones demográfi-
gunos conjuntos de temas: individuo (Auto afirma- cas oficiales. Los blancos, en contraste, mantuvie-
tivo cuando el individuo se describió a partir de ras- ron en ambos niveles de escolaridad, “relaciones in-
gos positivos de personalidad o acciones señalan- terpersonales positivas”. Sin embargo, los blancos
do metas para las cuales no necesita de otro para que ya estaban cursando universidad tendieron a
realizarlas, como cuando se dice “inteligente”. Auto usar otros contenidos relacionados con la auto afir-
crítico: cuando uno presenta simultáneamente tra- mación individual. Además, entre estos últimos sur-
zos positivos y negativos como si tomase distancia gieron contenidos de autopresentación tales como
de sí mismo para hacer una evaluación más objeti- inserción en grupos sociales particulares nuevas for-
va como “tengo mis altos y bajos”. Auto-despreciati- mas de grupalidad emergentes. O sea, la construc-
vo: cuando procuró enfatizar aspectos negativos co- ción del sujeto individual de acuerdo con esta con-
mo “feo”, “desastrado”). Relaciones interpersonales cepción y práctica, estaría posiblemente asociada a
(Relación interpersonal afirmativa: cuando intentó la simbología del diploma universitario y del posible
describirse en situaciones de interacción para afir- progreso material individual que la escolarización
mar sus criterios o posiciones frente a los de otros: muchas veces implica para los blancos. Sin ello, los
“poco influenciable” o “no me gusta que interfieran individuos y grupos tenderían a mantenerse en una
en mi vida personal”. Relación interpersonal positiva situación de inercia social representada por conte-
cuando se describió conviviendo, momento en que nidos de categorías sociales. Este fenómeno de as-
29
Edson de Souza Filho, Angel Beldarrain-Durandegui y Anderson Scardua, “Auto-apresentação segundo escolaridade e grupo étnico”, ponencia
presentada en el Primer Congreso Latinomericano de Psicología, São Paulo, 2005.

62 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


censo social por medio de la escolarización puede contenidos de ‘relaciones interpersonales positivas’
ser considerado más factible para los grupos étnicos para adaptarse a ambientes sociales más frecuente-
blancos. Los demás grupos aunque se tornen uni- mente compuestos por blancos. Además, los negros
versitarios permanecen simbólicamente en posición y mestizos universitarios mostraron una tendencia
de indiferenciación social. Aún así, hay que aña- importante de auto depreciación en su forma de pre-
dir que los negros universitarios del mismo estudio sentarse como si anticipasen una evaluación exter-
presentaron una significativa tendencia de ‘blan- na desfavorable.
queamiento’ sociocultural. Es decir, la adopción de

Discusión de resultados

Una de las claves principales para la compren- fronteras entre el yo individual y el yo social. Se
sión de esa psicologización y sociologización de los trata de una psicología de minorías individuales o
individuos blancos, y quienes se identifican con los grupales activas que tienen mayor conciencia al va-
mismos, reside en su tendencia constante y simul- lorizar sus diferencias, además de estar preparadas
tanea a la regresión a estados psicológicos básicos y comprometidas en procesos dinámicos de contra
de sensaciones, imágenes, emociones y normativi- argumentación sociocultural.31 Es decir, la forma-
zación. Es decir, vivir constantemente renunciando ción del yo individual habría sido motivada desde
a usar la lógica de autonomía mental, así como exa- la primera infancia a partir del uso del pronombre
minar críticamente las normas sociales empleadas ‘yo’. Esa diferencia tendría como función básica la
como referencias ideales para conducirse y evaluarse supervivencia sociocultural del individuo y grupo,
a sí mismos, y como modelo de posible desvío pa- una vez que el cristianismo, como práctica religiosa
ra todos los que buscan liberarse. Muchos jóvenes y social, ejercería influencia social a partir de si-
que experimentan sus potencialidades de modo más tuaciones colectivas de inmersión o movilización en
intenso en esa etapa de la vida son llevados hacia vivencias de emociones o sentimientos, conducidos
‘desvíos previstos’ por el consumo de marihuana en lu- por entidades supra individuales (liderazgos, movi-
gar de cerveza o vino, el anarquismo político en lugar mientos o instituciones) representadas como pode-
del conservadurismo o socialismo. Lo que en gene- rosas e influyentes.32 Tales experiencias colectivas
ral no pasa de una serie de eventos transitorios que explicitarían dificultades enfrentadas por individuos
les provocan sensaciones de frustración y pérdida y grupos que se auto representan socialmente fragi-
de libertad. Consecuentemente, los sujetos sociales lizados, a través de emociones desagradables de so-
suelen tener como proyecto la transparencia y la vi- ledad (El laberinto de la soledad de Octavio Paz), de
sibilidad máximas de si mismos y de los otros,30 per- conflictos intergrupales no resueltos (la simulación
judicando la autonomía y la diferenciación social. catártica casi diaria por medio de los dramas fami-
Al contrario, los negros estudiados tendieron a liares y sociales difundidos por las telenovelas espa-
resaltar la singularidad del yo, su existencia como ñolas), perplejidad cognitiva (Cien años de soledad
realidad psicológica en tanto una delimitación de de Gabriel García Márquez), pérdida de autocontrol

30
Michael Foucault, Hermenéutica del sujeto, Madrid, Ediciones de La Piqueta, 1994.
31
S. Moscovici, Psychologie des minorités actives... op. cit.;, Edson A. de Souza Filho, “Discursos y prácticas socio-urbanas en Río de Janeiro”,
en Revista de Psicología Social, vol. 13, núm. 1, 1998.
32
Elias Canetti, Masse et puissance, París, Gallimard, 1960.

Perspectivas Teóricas 63
del destino (la película ‘Tierra en trance’ de Glauber orden. Sabemos que el desarrollo material es aún
Rocha) entre otras. desequilibrado socialmente, y que en algunas áreas
En el caso de los negros, tal como sucedió con concentran los principales avances recientes, lo que
otras minorías étnicas que perdieron sus grupos o co- acarrea un mayor provecho propio, los cuales son
munidades de origen y sus posibilidades de organi- en ocasiones transformados en progreso social. Sin
zarse en el espacio público, hubo mayor tendencia a embargo, conviene notar que las áreas dónde el de-
fortalecer lo individual. Esto contrasta con otros gru- sarrollo social es mayor, la diversidad étnica y so-
pos étnicos minoritarios sin poder, aún cuando son ciocultural ha sido acompañada de un cambio en el
numéricamente mayoritarios, como los grupos auto- modo de participación de los grupos socioculturales
definidos como ‘mestizos’ (descendientes de indios y en el espacio público y privado. Este cambio se ha re-
negros, que se consideran una mezcla racial). Estos flejado en el reconocimiento de las contribuciones es-
últimos tendieron a valorizar y estimular más su dimen- pecíficas de cada grupo para la transformación social
sión colectiva, lo que tiene implicaciones históricas y no sólo como estorbos o culturas inmovilizadas, pa-
y políticas importantes.33 Creemos que mantenién- radas en el tiempo, que han sido considerados especí-
dose las circunstancias psicosociales observadas, el menes de museos folclóricos sin impacto en las vidas
‘Estado nacional’ posible en Brasil y en algunos países sociales actuales. Por su lado, las sociedades étnicas
de América del Sur, sería la representación política de culturalmente más homogéneas, se benefician a cor-
un ‘mestizo’ identificado con la cultura blanca cristia- to plazo de no negociar diferencias interculturales.
na, incluso todavía buscando distanciarse de la base Sin embargo, algunos acaban importando otros mo-
no europea de las sociedades. delos, teniendo la necesidad de intercambios inter-
Durante un prolongado periodo histórico fue co- culturales cada vez más intensos. Suponemos que el
mún usar categorías sociales consideradas ‘objetivas’ tratamiento inadecuado de la cuestión sociocultural
como pobre o rico, entre otras, para tratar de analizar puede tornarse en fuente de desgaste psicosocial a
a los grupos sociales. Se consideraba que el mayor corto plazo. Sobre todo para los países que hereda-
reto para muchas áreas del mundo era transformar un ron una mayor diferenciación sociocultural, lo que
Estado para, a partir de políticas públicas, alcanzar perjudica el desarrollo en general. En ese sentido,
un mayor desarrollo social teniendo como líneas prin- fueron pocos los países socioculturalmente hetero-
cipales las esferas material y política. A pesar de la géneos los que se beneficiaron de esta situación.
variedad de experiencias políticas, muchas veces sur- Creemos que la propia diversidad cultural, cuando
gidas de bases culturales diferentes, pocas fórmulas se da en contexto que favorece la transformación y
generales de desarrollo social fueron adoptadas, ya busca de superación de problemas, es fuente princi-
que los Estados frecuentemente, se cerraban en nom- pal de desarrollo humano.
bre de una razón superior considerada más relevante Antes de revisar las investigaciones actuales he-
para su supervivencia por encima de los ciudadanos chas en Brasil acerca de la emergencia de grupos
individuales y grupales. En ese ambiente político pre- socioculturales, es necesario retroceder histórica-
valeció la búsqueda de satisfacción de necesidades mente para comprender algunos hechos importan-
materiales sustentada por la expectativa de ser con- tes que aún repercuten. Nos referimos particular-
ducido por un Estado proveedor. mente a la competencia emprendida entre diferen-
Fueron las revoluciones educacionales, científi- tes grupos amenazados por la modernidad. Según
cas y tecnológicas del siglo XX las que superaron, un historiador brasileño, el ‘hombre cordial’ es una
en el plano mundial, dificultades materiales de todo ideología de inspiración católica y base emocional

33
Kabengele Munanga, Rediscutindo a mestiçagem no Brasil: identidade nacional versus identidade negra, Petrópolis, Vozes, 1999.

64 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


(más que doctrinaria) adoptada en Brasil para tra- dos aspectos socioculturales e históricos importan-
tar de la diversidad social y cultural.34 Por medio de tes. El primero respecto a la motivación para es-
ese recurso sentimental, simbólico difundido por los tudiar que obtuvo mayor impacto inicial entre los
blancos católicos en Brasil, se habrían facilitado las pueblos con más presencia de protestantes, ya que
interacciones intergrupales conflictivas con descen- la lectura de la Biblia fue desde el inicio una obliga-
dientes de indios y negros. Sobre todo, cuando las ción38 y fuente de satisfacción religiosa, distinta de
ideas liberales de igualdad social empezaron a cir- aquellos países con mayoría de católicos orientados
cular internacionalmente amenazando proyectos de hacia la expresión de emociones y manifestación de
dominación de los descendientes de europeos gene- doctrinas. Recientemente éstos implementaron pro-
ralmente centrados en la construcción y defensa de cesos educacionales de gran escala.
sociedades nacionales.35 Dada las dificultades de los El segundo aspecto importante para las revolu-
grupos étnicos que emergieron de la colonia para ciones educacionales reside en la valorización del
organizarse en partidos e instituciones religiosas, individuo, en términos de pensamiento y acción.
surgieron posibilidades para la consolidación del in- Conforme lo mencionado, en muchas áreas del mun-
dividuo en la sociedad. Sin embargo, ni individuos do solamente las elites son consideradas como legí-
ni grupos minoritarios lograron una ciudadanía ple- timas para vivir como individuos autónomos, dife-
na a lo largo de más de un siglo lo que aumentó renciados y que disfrutan de espacios propios. A los
el criminen y la violencia intergrupal en ciudades demás cabe únicamente compartir el destino común
brasileñas como Rio de Janeiro. Muchos interpretan de los grupos y las sociedades. En parte, es justa-
que esos fenómenos son fruto de la anomia en las mente tal visión conservadora lo que torna difícil
familias o de la desigualdad material.36 Sostenemos el desarrollo humano en la actualidad. Muchos gru-
que el principal obstáculo fue la dificultad de reco- pos socioculturales son destinados a no insistir en
nocimiento sociocultural de los grupos en el espacio un proceso de escolarización de mayor ambición,
público. De hecho, la ideología del hombre cordial que vaya más allá de la mera alfabetización. En ese
tomó como modelo de referencia al tipo de interacción sentido, a menudo los movimientos colectivos de
familiar más hegemónico, en que existen relaciones algunos países no estimularon parcelas significati-
interpersonales psicologizantes que mantienen si- vas de sus poblaciones para animarlas a estudiar,
tuaciones jerárquicas o, al menos, despóticas supra ya que la influencia de representaciones de sí y de
individuales.37 Se trata de una dinámica de orden otros acabó teniendo un efecto limitado, lo que ha
cultural y de la vida privada, de la cual ni las clases conllevado dificultades para alcanzar el éxito, a pe-
medias urbanas brasileñas contemporáneas han po- sar de la existencia de aspiraciones educativas y de
dido liberarse. promoción social entre los mismos. La mencionada
Otra dificultad que se tornó cada vez más rele- valorización del individuo implica la posibilidad de
vante para la comprensión de sociedades actuales libertad frente a los contenidos sociales propuestos
es el papel de las transformaciones surgidas de las y considerar sus diferencias en relación con los mis-
revoluciones educacionales y sus desdoblamientos mos. Finalmente, repercute en la valorización del
científicos y tecnológicos. Nos gustaría resaltar espacio y del ambiente interno propios, sin los cua-

34
Sergio Buarque de Holanda, Raízes do Brasil, Rio de Janeiro, José Olympio, (1936) 1984; Angel Beldarrain-Durandegui y Edson de Souza Filho,
“Representações de grupos nacionais entre jovens segundo o grupo étnico”, en Psicologia: Teoria e Psesquisa, vol. 20, núm. 3, 2004.
35
B. Fausto, op. cit.
36
Alba Zaluar, Condomínio do diabo, Rio de Janeiro, Revan/Ed. Universidade Federal do Rio de Janeiro, 1994.
37
Edson A. de Souza Filho, Representações e retóricas de negociação social segundo o grupo sociocultural. Novos aristocratas e seus subordinados,
Rio de Janeiro, Programa de Pós-graduação em Psicologia, Universidade Federal do Rio de Janeiro, 2006.
38
Roger Bastide, Les amériques noires, París, Payot, 1967.

Perspectivas Teóricas 65
les no existiría ni siquiera la internalización de con- luar. Dichos criterios son, en general, creados por la
venciones y normas sociales dentro de los sistemas mayoría para confirmar presunciones de superioridad
sociales. o inferioridad social.
Frente a tales bloqueos, grupos enteros pasaron Entre los grupos que por largo tiempo han perma-
a la frustración, lo que provocó deslegitimidad e necido en posiciones inferiores de algunas sociedades
inestabilidad de los sistemas sociales. Por poner un están los Evangélicos e los Islámicos, cuya esforzada
ejemplo, aquellos estudiantes que no se identifican militancia ha emergido recientemente como fenó-
con la psicología de la sumisión a la autoridad es- meno que parecería amenazar antiguas hegemonías
colar, ni socializar con colegas de modo psicológica- religiosas. Se trata de nuevas conversiones religio-
mente envolvente, se marginalizaron, constituyendo sas realizadas para enfrentar retos colocados por la
grupos paralelos, divididos y sin diálogo.39 Para des- modernización tardía, que conlleva un confronto de
encadenar una mejor manera de enfrentar el proble- culturas antes preservadas, y ahora consideradas no
ma indicado, es necesario que las ciencias sociales y adecuadas para una inserción social por la búsque-
las políticas públicas consideren que existen múlti- da de la auto determinación de grupos y socieda-
ples perspectivas socioculturales,40 frecuentemente des que acarrean conflictos sociales. El monoteísmo
no auto conscientes, ya que existe una tendencia fuera de las religiones europeas históricamente aso-
de predominio de grupos identificados con blancos ciadas a las administraciones estatales dominantes
o católicos. como el catolicismo o el protestantismo, ha sido
Por lo tanto, la política pública comúnmente adop- la formula que algunos pueblos han adoptado para
tada en Brasil se concentra en posiciones morales, in- alcanzar los objetivos mencionados. Sin embargo,
telectuales, artísticas en detrimento de otras todavía algunos pensadores políticos insisten en proponer
incipientes o en constitución. De esta manera, es tra- ‘diálogos’ entre las partes, enfatizando en sus dis-
bada una lucha, principalmente pública con el obje- cursos y prácticas ecumenismos similitudes super-
tivo de eliminar la posible influencia de posiciones ficiales. Por ejemplo, se propone compartir un Dios
divergentes en la sociedad, con el objetivo implícito único supra grupal, cuando es bien sabido que en
de la pérdida de autoestima positiva de la minoría. el fondo cada implicado continúa rindiendo culto al
Esto contribuye la supervalorización de las mayorías suyo. Para Allport41 quien fue un pionero en inves-
motivando que la minoría parezca incapaz de ejercer tigaciones sobre relaciones intergrupales, éstas sólo
influencia en la sociedad. Consecuentemente, parte pueden tener éxito si parten de 1) status idéntico de
de la autoimagen negativa de algunas minorías so- grupos durante el contacto; 2) metas en común; 3)
ciales se vuelve una especie de beneficio en la forma cooperación intergrupal y 4) apoyo de autoridades,
de inserción social para alguien quien sabe de ante- costumbre o leyes, condiciones difícilmente encon-
mano que su papel está destinado a ser secundario o tradas en la actualidad.
subordinado. La interdependencia o dependencia pu- Creemos que los grupos minoritarios activos de
ra y simple sería estimulada en sistemas sociales es- larga duración histórica, más o menos comprome-
tabilizados jerárquicamente para funcionar por medio tidos con la preservación de sus culturas, tienden
de interacciones complementarias al papel del tipo a enfocar más, tanto para si mismos como para sus
maestro o esclavo, sabio o ignorante, poderoso o sin interlocutores, aspectos ‘subjetivos’ socioculturales
poder. Por lo tanto, más importante que la autoesti- relacionados con aspectos mentales o de comporta-
ma es saber cuáles son los criterios para se autoeva- miento. A su vez, los grupos mayoritarios, tienden a

39
Iolanda Oliveira, Desigualdades raciais. Construções da infância e da juventude, Niterói, Intertexto, 1999.
40
Serge Moscovici y Juan A. Perez, “Representations of Society and Prejudices”, en Papers on Social Representations, vol. 6, núm. 1, 1997.
41
Gordon W. Allport, The Nature of Prejudice, Cambridge, Addison-Wesley, 1954.

66 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


reforzar contenidos cristalizados u ‘objetivados’, ta- ble la presión que las sociedades ejercen sobre los
les como rasgos físicos o consecuencias materiales grupos minoritarios para que concentren su aten-
resultantes de la situación de disfrutar de menor o ción en agendas dominantes.
mayor poder42 que fueron motivo de lucha social y En suma, suponemos que el modelo sociocultu-
se transformaron en formas de conformismo, sobre ral de promoción social adoptado por los blancos
todo en el espacio público en países multicultura- en Brasil y otros países católicos, tiene como ideal
les. Estos trazos físicos naturales, como el color de mantener modelos socioculturales colocados en la
la piel, se tornan en ‘distinciones sociales’ positivas cima de una jerarquía social basada en la dimensión
para los blancos que se mantuvieron similares a los étnica racial, aunque muchas veces afirmen públi-
europeos casi como una herencia aristocrática que camente su proyecto de construcción de sociedades
legitima el poder43 o negativa para los que los no los que visan la igualdad social.44
poseen. En ese sentido, continúa siendo considera-

Conclusiones

Las sociedades contemporáneas aceleraron va- ca, tecnológica y de cooperación con otras socieda-
rios procesos de transformación en los últimos des. Sin embargo, el principal obstáculo parece ser
años, facilitando la valorización de individuos y psicosocial e interno a las sociedades, es decir, de
grupos minoritarios que recientemente no tenían orden individual y grupal. Las actitudes y energías
poder o reconocimiento social. En parte, la trans- dirigidas, en muchas áreas del mundo, para realizar
formación mencionada ha sido impulsada por innova- proyectos educativos de mayor ambición que la mera
ciones tecnológicas oriundas de determinadas áreas escolarización básica, son incompatibles con la des-
del mundo, lo que ha tenido repercusiones prácticas y valorización del individuo, que supone heteronimia,
culturales. Las referidas innovaciones han sido acom- indiferenciación y pérdida de privacidad social.
pañadas de dificultades económicas que han afecta- Aún así aumentó el número de individuos ale-
do precisamente las áreas mundiales aquí tratadas. jados de las religiones, partidos, organizaciones,
Algunas políticas públicas centradas en fórmulas de familias o entidades supra individuales convencio-
atenuación de efectos socioeconómicos negativos y nales, fenómeno aún observado insuficientemente
movilización política de grupos considerados opri- por científicos sociales y políticos profesionales. Se
midos, han experimentado colapsos. Tales políticas trata de un movimiento silencioso, invisible. Pero
han tenido como principal resultado el aumento ge- creemos que tiene poder de transformación por en-
neral de la presencia de diversas religiones en la vida cima de lo habitual ya que está emergiendo desde
social, inclusive a menudo situadas fuera del cato- la sociedad y no depende de una secularización pro-
licismo y del protestantismo. Creemos que la ma- movida por movilizaciones empresariales o políticas
yor dificultad actual de esas sociedades reside en colectivas. En el pasado una influyente generación
crear procesos de transformación educativa, científi- de académicos e intelectuales de la modernidad ten-

42
Claude Lévi-Strauss,“Raça e história”, en Raça e Ciência I, São Paulo, Editora Perspectiva, 1970.
43
Jean Paul Sartre, Réflexions sur la question juive, París, Gallimard, 1954.
44
João Baptista Borges Pereira, “O retorno do racismo”, en Lilia Moritz-Schwarcz y Renato da Silva Queiroz (orgs.), Raça e Diversidad, São
Paulo, Edusp/Estação Ciência, 1996; Ghassan Hage, A ‘Ásia’ e a crise da branquidade no mundo ocidental”, en Vron Ware (org.) Branquidade:
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Perspectivas Teóricas 67
dió a adoptar una postura pública de individualismo ser consolado o denunciado públicamente muchas
aristocratizante. Frecuentemente propusieron reali- veces con efectos más emocionales que prácticos.45
zar reformas ‘por decreto’, como leyes ambientalis- Tales posiciones tendieron a reforzar liderazgos
tas, derechos de homosexuales o de enfermos men- ya existentes retratados como activos y capaces de
tales sin considerar las dimensiones culturales de la resultados a veces casi mágicos en detrimento de
sociedad. Muchos de esos personajes creyeron que sensaciones desagradables de inercia e incapaci-
algunos valores cristianos como piedad, gregarismo, dades de cambio frente a la realidad social de las
culto a la personalidad de liderazgos/entidades su- mayorías sin poder. Con las sucesivas dificultades
pra-individuales, entre otros, podrían facilitar pe- que organizaciones políticas y sindicales encontra-
dagógicamente un proceso de transformación social ron para realizar la promoción social a que se aspi-
manteniendo un respetuoso silencio con la adhesión raba, los Estados y las empresas pasaron a impul-
explícita a los mismos. Sin embargo, fueron sorpren- sar políticas de compensación psicológica a partir
didos por la influencia cada vez mayor de la publi- de la valoración de la cultura popular en el espacio
cidad y de la mercadotecnia, así como por la per- público, aunque dando más espacio a los aspectos
sistencia y expansión de religiones, folclores y ar- que no pusieran en riesgo el orden sociocultural je-
caísmos sociales. Podríamos decir que los discursos rarquizado de la sociedad y del mundo. En ese sen-
y prácticas de los intelectuales perdieron influencia tido, las clases medias blancas y cristianas pasaron
a causa, sobretodo, de inconsistencia tanto en su a consumir imágenes difundidas por la televisión y
construcción intrínseca cuanto en su modo de difu- otros medios de comunicación respecto a la ‘miseria
sión. En suma, los intelectuales han desempeñado y pobreza’ de inmigrantes del llamado Tercer Mun-
un pálido papel en algunas sociedades, o han sido do o de los conflictos interculturales pendientes en
confundidos con la consolidación de grupos mayori- áreas del mundo asociados a minorías étnicas y reli-
tarios con poder simbólico y material. giosas. Aparentemente el espectáculo de infortunios
Uno de los aspectos de esta dificultad reside en y desgracias de esos grupos servirían para confirmar
la persistente y extendida identificación social ac- el éxito y la felicidad de sociedades dominantes del
tual con valores tradicionales de individuos y grupos planeta, lo que genera una función social de con-
superiores del pasado, tales como la aristocracia y formismo. En lugar de eso, consideramos que debe
el clero, que no negociaban con posiciones diver- incentivarse la influencia de individuos y grupos mi-
gentes o sin poder, y que preferían conceder, donar noritarios sin reconocimiento social. Al mismo tiem-
o perdonar. Así, los trabajos académicos y las polí- po, es necesario promover cambios educacionales,
ticas públicas se enfocaron más a las consecuencias científicos y tecnológicos.
negativas como minoría social que realizar esfuerzos de
afirmación social para proponer comportamientos
considerados positivos. Esta selección de elementos
descriptivos negativos sugiere que se trataba sobre- Recibido el 23de septiembre del 2006
todo de resaltar su infortunio, asumiendo que podía Aceptado el 24 de abril del 2007

45
Jacob L., Moreno, Psicodrama, São Paulo, Editora Cultrix, 1997.

68 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


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72 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Sociedad y Política
Gobernanza y territorios
Notas para la implementación de políticas para el desarrollo
Gerardo Torres Salcido y
Héctor Alejandro Ramos Chávez*

Resumen Abstract

En el marco de la gobernanza, este artí- This article explores, within a governance


culo explora un ámbito poco estudiado framework, an area little-studied by the
en las ciencias sociales en México: las social sciences in Mexico: organisational
relaciones de coordinación entre institu- relationships between institutions, de-
ciones, desarrollo y territorio. Se realiza velopment and territory. A critical lit-
una revisión crítica de la literatura so- erature review on the subject is covered
bre el tema y se da una aproximación and an approximation of the concept of
al concepto de gobernanza desde una governance, from a neoinstitutional per-
perspectiva neoinstitucional, remitién- spective, is given with reference to its
dola a sus bases teóricas. Se pretende theoretical basis. The aim is to establish
establecer un marco conceptual para la a conceptual framework for the imple-
implementación de políticas en América mentation of policies in Latin America.
Latina. Se concluye que el debate sobre The article concludes that the debate on
la gobernanza territorial es reciente en territorial governance is recent within
Palabras clave: gobernanza, coordina- las ciencias sociales en México, pero que the social sciences in Mexico, but has
ción, territorio, capital social, institu- presenta rasgos promisorios para las in- promising features for research on local
ciones y desarrollo local. vestigaciones sobre el desarrollo local. development.

*
Universidad Nacional Autónoma de México,
Centro de Investigaciones Interdisciplina-
rias en Ciencias y Humanidades, Torre II de
Humanidades, 4° piso, Ciudad Universitaria,
col. Copilco Universidad, Deleg. Coyoacán,
México, D.F., c.p. 04510

Sociedad y Política 75
Introducción

¿ Por qué la gobernanza como problema? Sabemos


que este término ha adquirido connotaciones di-
versas, en su gran mayoría, conservadoras. Mucho
trales. No obstante, las evidencias han demostrado
que los territorios suelen ser sistemas complejos en
los cuales existen condicionantes que pueden dar al
se habla de este concepto como una forma de ejer- traste con las buenas intenciones y las expectativas
cer la dirección de los procesos; como un elemento generadas desde los gobiernos nacionales. Las polí-
clave de la certidumbre en los mercados o como de ticas regionales de la Unión Europea muestran estas
la disminución del riesgo en la toma de decisiones fallas a lo largo de los años ochenta y noventa, por
políticas. No obstante también se adopta para usos lo que recientemente se han establecido políticas de
alternativos como el establecimiento de acuerdos inclusión y de estímulo a las organizaciones y socie-
mixtos, es decir, público-privados, y para llevar a dades locales, a los clubes y grupos de pobladores
cabo una crítica de las instituciones desde el punto con intereses específicos y de corte horizontal. Es-
de vista de la horizontalidad, de los acuerdos y de tas, bajo el título genérico de formación de capital
las decisiones, así como de la disminución máxima social, permiten establecer formas de integración y
de diferencias jerárquicas. Al igual que todo concep- coordinación que son prometedoras para el desarro-
to, los usos y abusos del mismo, han dependido de llo de capacidades, aunque no quedan exentas de
su empleo semántico. Para anticipar errores, tratare- que los recursos a las poblaciones destinadas sean
mos de examinar esas acepciones y mostrar que este aprovechados por grupos y personalidades de los
problema se encuentra en el centro de la aplicación poderes locales.
de políticas y el uso de recursos. Para ello, nos in- De acuerdo al interés esbozado en esta introduc-
teresa abordarlo desde el punto de vista de la co- ción, es conveniente precisar que no es nuestra in-
ordinación y articulación de los actores en espacios tención hacer un exhaustivo recorrido teórico por el
geográficos, social y culturalmente, determinados. concepto de gobernanza desde los años setenta, ni
Consideramos que en el contexto de las ciencias so- de las diversas acepciones semánticas que ha adop-
ciales en México, esta reflexión es relevante por lo tado el término. Para ello, los autores especializa-
que es necesario colocarla en el debate. dos en el estudio de este término pueden dar un
La importancia de la relación entre gobernanza, buen material de lectura. Tampoco estableceremos
coordinación de actores y territorios ha surgido de las diversas perspectivas e interrogantes que arroja
la observación empírica por los errores de aplicación este concepto de cara a la complejidad creciente
de las políticas urbanas. Sobre todo, las de apoyo de las relaciones internacionales o de la crisis de
rural en la Comunidad Económica Europea, las cua- las instituciones (familia nuclear, iglesias, partidos
les han conducido a evaluaciones sobre la necesidad políticos, etcétera). Ni es nuestro objetivo revisar el
de establecer formas de coordinación y de integración significado que tiene la gobernanza para los corpo-
social en los espacios geográficos de aplicación de las rativos nacionales o internacionales como una forma
políticas. En principio se ha considerado que las polí- de delegación de poder, el llamado empowerment, a
ticas públicas son la gran ‘arena’ en la que concurren los empleados, para la defensa del mercado. Hac-
los actores con proposiciones e intereses no siempre emos estas aclaraciones para no crear falsas expec-
coincidentes. Junto a esos grandes acuerdos de cor- tativas en el lector que busque una síntesis de las
te argumentativo, la dirección de las organizacio- discusiones o una nueva significación del término.
nes e instituciones complementarían los consensos El problema por abordar, es pues, el desarrollo y las
logrados en la ardua discusión de los actores cen- posibilidades de la gobernación de los territorios

76 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


como un elemento necesario para la orientación de ción de los recursos. No obstante, estas objeciones
políticas. Las dimensiones a estudiar serán: 1) la confirman la importancia del debate entre los acto-
economía institucional y el papel de la coordinación res involucrados en la gobernanza y la necesidad de
en la disminución de los costes de transacción1 (no una coordinación horizontal democrática, en donde
sólo económica, sino también política) mediante el no pueden quedar exentas las contradicciones loca-
establecimiento de asociaciones e intercambios de les ni el establecimiento de acuerdos distributivos.
confianza; 2) el fundamento teórico de la imple- No se trata de establecer una armonía declarativa
mentación, con base en las teorías emergentes de la u observar los conflictos de manera ingenua, sino
complejidad, la aglomeración de actividades econó- de contextualizarlos en lo local y en los procesos
micas y la formación de instituciones. Finalmente, de generación y apropiación de valor de los actores
3) la pertinencia de la perspectiva que proponemos locales. Dichos procesos están relacionados con la
en los contextos nacionales y subnacionales. disminución de los costes de transacción, que mu-
Por medio de esas dimensiones nos sugerimos chas veces son inflados por fallas institucionales y
poner a prueba la hipótesis de que la gobernanza por la existencia de contextos de desconfianza.
territorial permite la construcción y consolidación El método utilizado en esta investigación es de
de capital social, pero a su vez, es un producto de corte cualitativo, partiendo del análisis y revisión
los intercambios y las instituciones construidas des- de bibliografía especializada para su estudio. Con
de abajo bottom down y de la coordinación con las objeto de dar solidez a la hipótesis, y de acuerdo
instituciones desde arriba top down. Asimismo, per- a la metodología empleada, este artículo establece
mite un aumento de las capacidades de los ciudada- una estructura que da cuenta, en primer lugar, del
nos. Dicha hipótesis tiene su contraparte. La crítica debate sobre el concepto de gobernanza así como de
común a los estudios acerca de la gobernanza de sus dimensiones y componentes. En segundo lugar,
base territorial, considera que no toman en cuenta abordamos los paradigmas emergentes y los nuevos
los conflictos que pueden conducir a la exclusión enfoques del análisis de políticas para el desarrollo
de algunos sectores de la población, provocando la local, al mismo tiempo, se analizan y establecen sus
existencia de mercados segmentados. Otra objeción límites y posibilidades como inductores del desarro-
es que este tipo de políticas no considera en su llo. En la tercera parte se examinan las posibilida-
esquema de análisis las relaciones de poder en los des que este paradigma tiene para América Latina.
territorios, por lo que la descentralización falla al Finalmente, las conclusiones debaten la hipótesis,
no atender a los grupos que tienen menores capa- la pertinencia de la metodología y la agenda para la
cidades perpetuando la desigualdad en la distribu- investigación.

1
Para la economía neoinstitucional, los costes de transacción son aquellos que se generan después de la venta del producto, por ejemplo, el
monitoreo y el seguimiento de contratos, la corrupción, el estado de la infraestructura (fallas en la eficiencia de la gestión gubernamental), los
créditos, la confianza entre los agentes, etcétera.

Sociedad y Política 77
Gobernanza y territorialidad como
componentes para el desarrollo local

Hasta los años noventa la gobernanza2 (gover- marco epistemológico busca la legitimación de la
nance, en el original), se desarrolló bajo tres formas gobernanza como dirección. La gobernanza conser-
fuertemente relacionadas con distintos paradigmas vadora se opone a las políticas públicas, pues se
epistemológicos y durante esta década ha crecido la basan en la argumentación y la negociación. Estas
preocupación por definirla en términos de coordi- últimas son parte del quehacer administrativo. La
nación institucional. La primera de esas vertientes dirección sería consecuencia y causa de los acuer-
fue desarrollada por corrientes conservadoras pre- dos y no, como en el marco de una gobernanza
ocupadas por las incertidumbres y los movimientos conservadora, sólo una gerencia técnicamente efi-
críticos de los años sesenta y setenta. La segunda ciente.
se centró en la crítica a las autoridades jerárquicas y Una segunda vertiente epistemológica sobre el
encontró portavoces en las teorías libertarias. Final- concepto de gobernanza surgió en la medida que
mente, existe una tercera corriente que encuentra su el pensamiento y los movimientos críticos se desa-
fundamento en el posmodernismo, el pluralismo y la rrollaron a lo largo de las décadas de los setentas y
fragmentación espacial. No obstante, desde finales ochentas. La gobernanza fue concebida como una
de los noventa y en la presente década, ha crecido dirección descentralizada en redes horizontales de
el interés por la gobernanza desde la coordinación y organizaciones mixtas público-privadas. El uso al-
la construcción de acuerdos y diálogos locales. ternativo de este concepto provino de las teorías
La primera vertiente ha estado representada cercanas al marxismo. La gobernanza en esta ver-
principalmente por sectores conservadores de los tiente, consistió en considerarla como la construc-
Estados Unidos de América, ligados a grandes cor- ción de un consenso horizontal crítico de las je-
poraciones preocupadas por la supervivencia de los rarquías. Lo anterior permitió concebir las institu-
derechos de propiedad y la seguridad para las in- ciones como redes de decisiones horizontales que
versiones de grandes corporativos en el mundo.3 pusieron en cuestión las instituciones y organismos
Desde esta perspectiva, la gobernanza implica la centralizados. A esta crítica no escaparon las admi-
capacidad de gobierno para administrar eficazmen- nistraciones de las empresas, la familia o los gobier-
te los recursos públicos así como hacer respetar las nos. La radicalización de la crítica invocó la frag-
instituciones que rigen las relaciones económicas y mentación del poder y la constitución de territorios
políticas de un lugar determinado. Ante todo, este policéntricos.

2
Distinguimos gobernanza de gobernabilidad. Este último concepto se define por su aspecto negativo, la ingobernabilidad que, en términos de
las diversas corrientes teóricas que lo han abordado, se deriva de la sobrecarga económica del Estado; del exceso de demandas y de participación
ciudadana o de una crisis de racionalidad entre los intereses del mercado y la expansión de la esfera de los servicios sociales. La gobernanza,
tal y como surge de la literatura anglosajona, se define por: 1) la dirección de un proceso, 2) la coordinación público-privada por medio de
redes mixtas de los programas de gobierno y 3) por las decisiones que en un plano individual contribuyen a disminuir los costos de transacción.
Aunque ambos términos tienen una raíz conservadora, en el debate se han imputado contenidos semánticos que pueden fundamentar políticas
democráticas. Véase Gian Franco Pasquino, “Gobernabilidad”, en Norberto Bobbio, Incola Mateucci y Gian Franco Pasquino (coords.), Diccionario
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3
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78 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Por último, desde los años noventa se configuró cionales del sistema político-administrativo del Es-
un paradigma relacionado con la posmodernidad de tado, así como del control único de los procesos
la vida política, la descentralización y la fragmenta- políticos a una negociación plural con actores pú-
ción espacial. Una vertiente de este paradigma fue blicos y privados. Se desvanece así, cada vez más, la
la creación de redes de políticas públicas y la ren- frontera entre lo público y lo privado.7 De acuerdo a
dición de cuentas, la accountability, como esfera de dichos cambios, el concepto de gobernanza implica
empoderamiento y participación social. Con ello se procesos de toma de decisiones correspondientes
ha pretendido dar cuenta de los beneficios que los a asuntos públicos, privados y colectivos. A diferen-
lazos sociales generan a la capacidad de gobierno,4 cia de las aproximaciones teóricas conservadoras,
así como de la formación de nuevos liderazgos pa- la gobernanza no está basada con exclusividad en
ra el cambio social. El estudio de Ospina, respecto la toma de decisiones jerárquicas o unidirecciona-
de las nuevas formas de gobernanza en los Estados les. Al contrario, los acuerdos se alcanzan mediante
Unidos de América, parte del enfoque del empode- consensos, negociaciones, muestras de evidencias y
ramiento. Encuentra evidencias de la formación de argumentaciones encaminadas a la elaboración de
liderazgos que impulsan nuevas maneras de repre- mejores políticas públicas.8 Por otro lado, la gober-
sentación y propician un cambio social con mayor nanza implica aplicar sistemas de reglas formales o
participación en la gestión de los problemas comu- informales que marcan pautas de interacción en los
nitarios.5 escenarios públicos, con la participación de acto-
La emergencia del paradigma posmoderno obe- res del ámbito de los poderes públicos, sociales y
dece probablemente, al crecimiento de la comple- económicos. Mediante mecanismos de rendición de
jidad (social, administrativa, económica, científica cuentas, éstos alcanzan mayor legitimidad de sus
y tecnológica) y por las manifestaciones políticas acciones.9
que esta complejidad ocasiona en las autoridades A partir de los años noventa, la gobernanza ha
públicas.6 Por esta razón las instituciones formales transitado más sobre los rieles de las teorías eco-
del poder se enfrentan a mayores dificultades para nómicas neoinstitucionales y del capital social. Por
la gestión. Principalmente por la falta de recursos y ello, los autores representativos de esta última ten-
de competencias técnicas, así como por el aumen- dencia se inclinan a considerarla como una coordi-
to significativo de las demandas enmarcadas en las nación horizontal y una integración de procesos
agendas gubernamentales. La complejidad ha pro- decisivos que configuran un paradigma complejo
vocado una reestructuración en las funciones tradi- por los subniveles y capas que debe cumplir para

4
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núm. 32, junio de 2005.
5
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6
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7
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8
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Sociedad y Política 79
hacerse efectiva. Entre los actores a considerar por Una de las características más representativas de
este paradigma, destacan las agencias internacio- la “gobernaza territorial” es la coordinación e inte-
nales, los gobiernos nacionales y subnacionales, gración con base en las capacidades de los indivi-
las organizaciones no gubernamentales (ONG), las duos, por lo que las políticas deberían encaminarse
agencias de desarrollo y las organizaciones nacio- a potenciarlas. Por ello, es oportuno reconsiderar
nales, municipales y locales, que buscan establecer la importancia de la disponibilidad de satisfactores,
un marco institucional que disminuya los costes de así como de las capacidades para utilizarlos en un
transacción. marco sustentable y garantizar las condiciones pa-
En última instancia, la gobernanza sería una es- ra el desarrollo de los individuos. El desarrollo de
trategia competitiva que se expresaría no sólo al capacidades en los territorios puede denominarse
nivel del mercado, sino al de las instituciones orien- también como realizaciones, y el conjunto de ellas
tadas al desarrollo. En este sentido se habla de la indica el modo general en el que los individuos se
emergencia de un paradigma de la gobernanza terri- encuentran.12
torial, que se ejemplifica en un nuevo marco com- Partiendo de la idea de Sen, afirmamos que el de-
plejo en el que intervienen organismos supranacio- sarrollo equitativo de capacidades es necesario para
nales, niveles nacionales y subnacionales de gobier- el establecimiento de acuerdos de coordinación. Es-
no, instituciones políticas y organizaciones locales tas capacidades abarcan tres niveles diferenciados
de ciudadanos,10 y en donde el tema del medio am- que se incorporan ampliamente a todo acto de go-
biente se ha incorporado plenamente a la agenda bernanza: a) capacidades intersubjetivas, que están
de gobierno. La articulación de redes y la activación relacionadas con la confianza y los intercambios so-
de capital social han sido consideradas ejes para la lidarios en un territorio determinado, b) capacidades
ejecución de las políticas. Partiendo de esa idea, se colectivas, que tienen que ver con las organizacio-
analizan las innovaciones y avances, así como las nes y asociaciones así como las transferencias que
dificultades y los límites de la gobernanza toman- se dan dentro de ellas, y c) capacidades objetivas,
do como referente las experiencias en España.11 El representadas por el capital territorial o los recursos
entramado institucional, la participación ciudadana del territorio.
y la preocupación por el medio ambiente han pro- En conclusión, de lo anterior emerge un nuevo pa-
vocado un renovado y creciente interés por el esta- radigma que sugiere reconsiderar la gobernanza des-
blecimiento de reglas de gobernanza territorial para de un punto de vista territorial. Por ello es necesa-
impulsar la reactivación de las economías locales rio reconocer la complejidad de actores y subsistemas
y el cuidado ambiental. Por gobernanza territorial que actúan regionalmente. Además es preciso superar
se entiende la capacidad para construir y conservar paulatinamente las visiones sectorializadas de la co-
instituciones a nivel local que faciliten los encuen- ordinación política. Se desprende que la gobernan-
tros macro-meso y micro, así como el diálogo para la za constituya una nueva forma de estrategia política
coordinación y la distribución de los bienes públicos que garantice la gobernabilidad de las sociedades y
y el uso de los bienes comunes. Por lo tanto, es fun- el mantenimiento de la legitimidad de las institucio-
damental reconocer a la Gobernanza territorial co- nes públicas, a cambio del otorgamiento de autoridad
mo un elemento sustancial del nuevo esquema del política a otros actores sociales y económicos13 en el
desarrollo. ámbito local y ligado al desarrollo económico y a las
10
Salvador Parrado, Elke Löffler y Tony Bovaird, “Evaluación de la calidad de la gobernanza local: algunas lecciones de la experiencia europea”,
en Revista Reforma y Democracia, núm 33, 2005.
11
Ismael Blanco y Ricard Gomà, “Gobiernos locales y redes participativas: retos e inovaciones”, en Reforma y Democracia, núm. 26, 2003.
12
Amartya K. Sen, La desigualdad económica, México, Fondo de Cultura Económica, 2001.
13
Francisco Morata, “Gobernanza multinivel en la Unión Europea”, ponencia presentada en el VII Congreso Internacional del CLAD… op. cit.

80 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


alternativas productivas. De esta forma se retoma el tos específicos y con la disminución sustancial de los
valor de los territorios como el turismo, los servicios costos de transacción. En suma, el nuevo paradigma
o la agroindustria rural con políticas de integración de gobernanza se encuentra íntimamente vinculado
de sistemas productivos locales basados en produc- al desarrollo local y al desarrollo territorial.

Bases teóricas de la gobernanza local:


nuevos enfoques para el desarrollo

Nuestra aportación al concepto de gobernanza ha desde esta perspectiva es el espacio de la singu-


consistido en considerarla no sólo en términos de laridad, que puede encontrar formas de reproduc-
dirección administrativa de los procesos o como la ción específicas, pero que no está aislado, sino en
conjunción de redes de políticas públicas que bus- contacto con los mercados regionales y globales.
can reducir la incertidumbre de la implementación. El lugar puede extenderse hasta configurar espa-
Proponemos que la gobernanza sea vista como un cios más amplios y socialmente particulares que lo
proceso de coordinación económica, de desarrollo de identifican como sistema histórico15, por lo que no
capacidades, creación y fortalecimiento de institu- necesariamente coincide con las divisiones geopo-
ciones locales que tienen por propósito disminuir líticas o geoestadísticas.
los costos de transacción, desde un punto de vista de En este sentido, Enrique Leff plantea que la idea
la economía y la sociología neoinstitucionales. de territorio puede entenderse como el espacio don-
En este apartado abordaremos la gobernanza de de una cultura al asentarse se apropia de la tierra,
acuerdo a su importancia en la aplicación de políticas simbolizándola, significándola y marcándola. De es-
de desarrollo local. Para ello nos concentraremos, en ta forma, la geografía deja de ser la ciencia de un
primer lugar, en la discusión acerca del territorio. En medio que determina a una cultura, para pasar a ex-
segundo lugar, examinaremos los nuevos paradigmas plicar cómo una cultura, mediante sus saberes sobre
del desarrollo local, dentro de los cuales la teoría de el mundo, estampa su sello en la tierra a través de
la incertidumbre, la de los distritos industriales y la prácticas productivas y luchas sociales. Por tanto,
del capital social, nos parecen oportunas para cons- la construcción de territorialidades define y arraiga
truir una visión de la gobernanza desde los antece- una identidad. Esto es contradictorio a lo creado por
dentes que hemos establecido anteriormente. la globalización económica que desvaloriza la natu-
En primer término, nos interesa definir el terri- raleza, desterritorializa y desarraiga a la cultura de
torio como el lugar 14 en el cual se desarrollan su lugar. De lo anterior se desprende que la gene-
intercambios, relaciones, comportamientos y acti- ración de territorialidades se configura en la cons-
vidades que sedimentan las sociedades y le dan tante confrontación de intereses del mercado mun-
una configuración particular al paisaje, a las for- dial por un lado, y los intereses de la cultura local
mas de trabajo y a los productos locales. Lo local, por el otro.16 Mientras el proceso de globalización

14
Arturo Escobar, El lugar de la naturaleza y la naturaleza del lugar: ¿globalización o postdesarrollo?, Buenos Aires, CLACSO, 2002.
15
Fernand Braudel (El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, Vol. I, México, Fondo de Cultura Económica, 1976), men-
ciona al Mediterráneo como un ejemplo de sistema histórico.
16
Enrique Leff, La complejidad ambiental, México, Siglo Veintiuno Editores, Universidad Nacional Autónoma de México, Centro de Investigacio-
nes Interdisciplinarias en Ciencias Sociales y Humanidades, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2000.

Sociedad y Política 81
tiene ciertos vectores unidireccionales que actúan Por ello, la argumentación sobre el carácter hu-
de arriba, por arriba y para arriba, los procesos que mano de los territorios y la posibilidad de su “go-
rescatan los valores territoriales son importantes, bernanza” exige examinar los avances recientes de
pues intentan dar significado a las circunstancias de las ciencias humanas. Haremos referencia a tres pa-
abajo, por abajo y para los de abajo, mediante nue- radigmas que pueden dar un marco epistemológico
vos pactos, nuevas relaciones y nuevos sistemas de adecuado: a) El de complejidad;21 b) La geografía
producción.17 económica y la teoría de los distritos industriales
La conformación del territorio parte del modo en desarrolladas en Europa a partir de las experiencias
que los grupos, segmentos y clases sociales se apro- de las aglomeraciones industriales, de los sistemas
pian de un determinado espacio y lo organizan para productivos locales y del desarrollo endógeno;22 y
obtener determinados fines; es decir, de la organi- c) El análisis del desarrollo institucional y del capi-
zación social del espacio original.18 Por otro lado, el tal social, lo que nos permite entender el marco de
territorio otorga al individuo sentido de pertenencia gobernanza que genera el diálogo entre los actores
a una determinada agrupación humana. Con ello ge- locales, regionales y nacionales.23 La conjunción de
nera una ética o ethos como conjunto de valores que estos paradigmas nos permite elaborar una concep-
conforman la identidad común.19 Lo anterior cons- ción de la gobernanza en la que pueden observarse
tituye un componente importante de capital social los encadenamientos industriales, cultura y forma-
así como un factor que puede contribuir al desarro- ción de instituciones en un espacio específico. A
llo mediante la acción colectiva.20 continuación se examinan estos paradigmas.

17
Carlos Walter Porto Gonçalves, Geo-grafías. Movimientos sociales, nuevas territorialidades y sustentabilidad, México, Siglo Veintiuno Editores,
2001.
18
Claude Raffestin, Por uma geografia do poder, Sâo Paulo, Ática, 1993; G. Porto, op. cit.
19
Si bien el sentido de pertenencia a un lugar, la identidad y el ethos común son elementos importantes de la gobernanza, existen muchos
conceptos teóricos compartidos entre la territorialidad y el capital social. Vale la pena mencionar algunos de ellos: los derechos, las prácticas y
los intercambios basados en los lazos de confianza. Igualmente importante es el reconocimiento que mediante las prácticas productivas desa-
rrolladas en el territorio se van generando entre los individuos formas de transmisión de los conocimientos.
20
Elinor Ostrom, y Toh Kyeong Ahn, “A Social Science Perspective on Social Capital: Social Capital and Collective Action”, en Workshop in Politi-
cal Theory and Policy Analysis, Indiana, Indiana University, 2001.
21
Rolando García, El conocimiento en construcción: de las formulaciones de Jean Piaget a la teoría de sistemas complejos, Barcelona, Gedisa, 2000;
Pablo González Casanova, Las nuevas ciencias y las humanidades de la academia a la política, México, Barcelona, Anthropos, Universidad Nacional
Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Sociales, 2004; E. Leff, op. cit.; Pedro L. Sotolongo Codina, La revolución contemporánea del saber y
la complejidad social hacia unas ciencias sociales de nuevo tipo, Buenos Aires, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), 2006; Immanuel
Wallerstein, Las incertidumbres del saber, Barcelona, Gedisa, 2005; Francesco Boggio y Giuseppe Dematteis, Geografia dello sviluppo: diversità e disu-
guaglianze nel rapporto Nord-Sud, Torino, UTET Libreria, 2002, Ilya y Prigogine, El fin de las certidumbres, Madrid, Taurus, 1997.
22
Giacomo Becattini, “Dal settore industriale al distretto industrial. Alcune considerazione sull’unitá di indagine dell’economia industriale”, en
Rivista di Economia e Politica Industriale, núm. 1, 1979 y Distretti industriali e made in Italy: le basi socioculturali del nostro sviluppo economico,
Torino, Bollati Boringhieri, 1998; Yvan Comeau, Emploi, économie sociale et développement local: les nouvelles filières, Sainte-Foy, Presses de
l’Université du Québec, 2000 y M. Padilla, T. Ben Saïd, J. Hassainya, P. Le Grusse (eds.) Les filières et marchés du lait et dérivés Méditerranée:
état des lieux, problématiques et méthodologies pour la recherche, París, Institut Agronomique Méditerranéen de Montpellier, CIHEAM, 2001 (Opt.
Médit. Série B núm. 32).
23
Jonathan Conning y Michael Kevane, “Community-Based Targeting Mechanisms for Social Safety Nets: A Critical Review”, en World Develop-
ment, vol. 30, núm. 3, 2002; Christiaan Grootaert y Deepa y Narayan, “Local Institutions, Poverty, and Household Welfare in Bolivia”, en World
Bank Policy Research Working Paper, núm. 2644, 17 de julio del 2001; Stephen Knack y Phillip Keefer, “Institutions and Economic Performance:
Cross-Country Tests Using Alternative Institutional Measures”, en Economics and Politics, vol. 7, no. 3, 1995; Pamela Paxton, “Social Capital and
Democracy: An Interdependent Relationship”, en American Sociological Review, vol. 67, núm. 2, 2002; Bo Rothstein, “Trust, Social Dilemmas
and Collective Memories”, en Journal of Theoretical Politics, vol. 12, núm. 4, 2000, Kai Schafft, “Grassroots Development and the Reconfigura-
tion of Local Political Institutions: Local Minority Self-Governance as a Political and Economic Resource Hungary’s Roma Population”, ponencia
presentada ante la Conferencia de Graduados sobre Relaciones Internacionales, llevada a cabo en 1998 en la Universidad George Washington,
Washington, D.C.; Michael Woolcock y Deepa Narayan, “Social Capital: Implications for Development Theory, Research, and Policy”, en World
Bank Research Observer, vol. 15, no. 2, 2000.

82 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


1) El paradigma de la complejidad. ¿Qué es la 2) El paradigma de los distritos industriales. Otro
complejidad y cómo puede aplicarse al ámbito de antecedente de la coordinación e integración territo-
las teorías del desarrollo local y territorial? La com- rial, es decir, de la gobernanza desde el punto de vista
plejidad puede definirse como el sistema de rela- neoinstitucional se encuentra en la geografía econó-
ciones establecidas en un marco de incertidumbre. mica y las observaciones empíricas de los mecanis-
A diferencia de las teorías deterministas de causa y mos de coordinación en los sistemas productivos
efecto, la complejidad privilegia las explicaciones locales. Desde 1920 Marshall hizo notar que las exter-
multicausales, la probabilidad, la interacción y re- nalidades de las empresas generaban una importante
troalimentación de los sistemas. La complejidad su- interdependencia e interconexión entre las empresas
giere la idea de que los sistemas son históricos y, de una industria determinada. Con el termino Econo-
por tanto, pueden orientar el cambio en un movi- mías derivadas de la localización de la industria ob-
miento entrópico, para reestructurase de acuerdo a servó que la implantación exitosa de una empresa lle-
las fuerzas internas. vaba al aumento, en el mismo territorio, de industrias
Las instituciones, el mercado global y el traba- subsidiarias y auxiliares que contaban con una dis-
jo, como elementos esenciales de la apropiación y ponibilidad mayor de mano de obra calificada y con
transformación de los recursos, se estructuran según un mayor desarrollo de los medios de transportación
sistemas que retroalimentan e interactúan en el ám- y comunicación. Uno de los efectos más notables de
bito local. Desde este punto de vista, el territorio esas externalidades positivas es que las economías de
no escapa a la metáfora de la red.24 Sus recursos se aglomeración derivaban en un aumento constante del
construyen en la interacción con otros territorios, conocimiento y progreso técnico, disminuyendo con
en el intercambio y la difusión de habilidades, de ello los costes de transacción.25
formas de trabajo y transformación de los recursos. Esta observación permitió a Marshall establecer
En este sentido, los actores locales juegan un papel que la localización, es decir el territorio, podría des-
activo en la apropiación y en la elaboración de pro- empeñar un papel fundamental en la satisfacción,
puestas y formas de desarrollo endógeno. difusión y apropiación de los conocimientos, al
En el ámbito de las políticas la perspectiva de la igual que en las relaciones que establecen los agen-
complejidad sugiere la permanencia del diálogo o tes. Pero el fundamento para tal resultado está en el
intercambio de información entre distintos subsis- acceso a los bienes, que en primera instancia depen-
temas y, por tanto, una coordinación para el esta- de de las características del territorio. La distribu-
blecimiento de acuerdos que permitan reestructurar ción de los bienes será fundamental para establecer
ordenadamente los sistemas o los equilibrios com- las relaciones de coordinación. Ante ello abando-
plejos. Por ejemplo, un error común es la aplicación na la visión de que los bienes son sólo tangibles o
de las políticas como un movimiento externo. Se posesiones materiales, y distingue una clasificación
parte de la dicotomía entre la gente que debe ser de los bienes tangibles e intangibles que generan
desarrollada (los pobres, los precarios, los campesi- bienestar al individuo. Partiendo de la idea que los
nos, etcétera) y la de los desarrolladores (los agen- bienes son cosas deseables ya que proporcionan de
tes internacionales, nacionales y locales). Ello impide manera directa o indirecta satisfacción de las nece-
una referencia construida y se agota en visiones ver- sidades humanas, los clasifica como: a) materiales y
ticales ajenas a las comunidades. b) personales o no materiales (véase Figura 1).
24
El territorio como metáfora de la red, es el lugar en el que se realizan infinidad de intercambios —de informaciones, monetarios, etcétera— y
que actúa como una malla en la que los actores se intercomunican, a la manera de las redes neuronales o de los programas informáticos. Vid. F.
Boggio y G. Dematteis, op. cit.; Vincenzo Vagaggini y Giuseppe Dematteis, I metodi analitici della geografia, Florencia, La Nuova Italia, 1976.
25
Alfred Marshall, Industry and Trade: A Study of Industrial Technique and Business Organization, and of Their Influences on the Conditions of
Various Classes and Nations, Londres, Macmillan and Co, 1919 y Principles of Economics: An Introductory Volume, Londres, Macmillan, 1920.

Sociedad y Política 83
A pesar de la importancia de las propuestas de la segunda década de los noventa cuando se atri-
Marshall, no es sino hasta los años setenta que la buye a esas aglomeraciones un componente socio-
geografía económica y la sociología industrial reto- cultural27 como una característica de identidad de
maron la importancia de la localización, la coordina- los territorios y que facilita las relaciones de co-
ción interempresarial y el papel de los “intangibles” ordinación. Específicamente se habla de economías
(confianza, intercambios, difusión del saber hacer y en red que conjugan las capacidades y saber-hacer
estructuras institucionales adecuadas al desarrollo de productos específicos con formas de difusión y
de sus actividades) en la expansión de la formación apropiación del conocimiento. Dichos distritos, co-
de capital humano, en la difusión de las tecnolo- mo territorios con características socioculturales es-
gías y el saber hacer y finalmente, en la equidad y la pecíficas, permitieron explicar la supervivencia de
igualdad en territorios determinados. productos locales frente al consumo homogéneo y
Las descripciones de las aglomeraciones de pe- su valorización con base a su tipicidad, origen y
queñas y medianas empresas en la mezo Italia y en vinculación a territorios específicos,28 lo que per-
la Italia del norte, a las cuales se les denominó en mite atemperar los riesgos y la incertidumbre de los
un principio distritos industriales26 actualizaron la sistemas globales.
importancia de la localización. Sin embargo, es en

Figura 1
Clasificación de los bienes tangibles e intangibles29

Bienes o
posesiones

Materiales o tangibles Personales o No


(Proporcionado por la naturaleza,
la producción o la manufactura
materiales

Bienes personales internos Bienes personales externos


(Cualidades o facultades personales (Relaciones benéficas del individuo
para actuar y disfrutar) con otras personas)

26
G. Becattini, “Dal settore industriale al distretto industrial…” op. cit.; Sebastiano Brusco, “El concepto de distrito industrial: su génesis”, en
Frank Pyke et al. (comps.), Los distritos industriales y las pequeñas empresas, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992.
27
G. Becattini, Distretti industriali e made in Italy... op. cit.
28
Siguiendo la línea que marca Becattini, puede observarse para otros autores que a veces dichas aglomeraciones no cumplen con las condi-
ciones de los intangibles, pero responden a dinámicas de acumulación local vinculada a los gigantes globales aunque, evidentemente, existe
un saber hacer pre-existente que determina estas relaciones. Con base en estas observaciones, Hubert Schmitz, llamó a esas concentraciones
industriales “Clusters” (“Small Shoemakers and Fordist Giants: Tale of a Supercluster”, en World Development, núm. 23, 1995).
29
Los bienes materiales consisten en cosas aprovechables que generan un beneficio al momento de usarlos o a largo o mediano plazo, como
lo pueden ser: la naturaleza, la tierra, el agua, el aire y el clima, los productos de la agricultura, minería, pesca, la manufactura, edificios,
maquinaria e implementos. Los bienes no materiales se clasifican a su vez en dos clases: la primera, bajo el término de bienes internos, consiste
en las propias cualidades y facultades individuales para actuar y para disfrutar; la segunda, bajo el término de bienes externos, se refiere a las
relaciones benéficas del individuo con otras personas (relaciones sociales).

84 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


La teoría del desarrollo endógeno30 ha retomado con las aportaciones de Bordieu sobre la importancia
esas características para enfatizar las potencialidades de los lazos sociales, la identidad y el consumo sim-
que representan los recursos locales y la coordinación bólico como una búsqueda de la distinción de grupos
entre los actores. Así el desarrollo local puede observar- sociales que permiten establecer las bases de los in-
se como un sistema que se auto-organiza y asimila los tercambios económicos. El Banco Mundial, en 1997,
mercados en el ámbito de la puesta en valor de su espe- destacaba las relaciones de confianza y de intercambio
cificidad. Dicha puesta en valor corresponde a la califi- como elementos de un capital social que desencadena
cación de los productos, de sus procesos de trabajo, las externalidades positivas en las economías locales, jun-
percepciones culturales del consumo y la distinción que to al capital físico y al humano.
aportan las características propias del territorio. No obstante, las visiones dominantes del capital
3) El paradigma del desarrollo institucional y del social se originan en los trabajos de Putnam sobre
capital social. En la medida que la complejidad se los lazos cívicos en el norte de Italia como elemen-
basa en la incertidumbre y que el mercado global to específico del desarrollo. Asimismo, los estudios
deconstruye la economía local, se requiere de un recientes insisten en que la cultura cívica es posible
marco de gobernanza cuyo objetivo sea el desarro- complementarla con el desarrollo institucional y los
llo. Las redes sociales como el entramado de pro- lazos externos a la localidad como condición de de-
ductores, agentes comercializadores, industriales y sarrollo y como ejercicio de gobernación y rendición
de distribución pueden establecer dinámicas de in- de cuentas.33 Finalmente, desde una perspectiva de
tegración basadas en recursos locales y en intangi- desarrollo rural, en América Latina se ha insistido en
bles sociales. En este caso, las bases institucionales el potencial de este concepto por la existencia de la
de esos intercambios se relacionan con las dinámi- solidaridad interpersonal y de la cooperación comuni-
cas socioculturales en un marco de diálogo, coordi- taria como dos recursos de la cultura campesina.34
nación y óptimo bienestar que no desemboque en Como conclusión, podemos apuntar que estos pa-
la solución individualista paretiana. Dicho marco de radigmas presentan la oportunidad para repensar el
diálogo y de gobernanza puede ser establecido por problema de las políticas de desarrollo en América
una teoría compresiva de los intercambios sociales. Latina. Los conceptos de complejidad y territorios,
La teoría neoinstitucional31 y las teorías del capital de distritos y de redes sociales son pertinentes para
social32 tienen en general como punto de partida el elaborar nuevas vías conceptuales y metodológicas
estudio de las redes de intercambio y de los lazos cí- que permitan conocer las dinámicas territoriales y
vicos de confianza que permiten ese marco de diálogo las alternativas para las sociedades rurales en los
proactivo. No obstante, es preciso mencionar que no ámbitos periurbanos. En este sentido, el capital so-
existe una concepción homogénea del capital social. cial es una base fundamental del empleo y puede
Ésta puede variar según la perspectiva que se adopte. redundar en la multiplicación de capacidades y la
La reflexión sobre este concepto se ha impuesto en la generación de valor de los productos locales, el de-
literatura social y económica desde los años ochenta sarrollo institucional y la gobernanza territorial.35

30
Antonio Vázquez Barquero, Endogenous Development: Networking, Innovation, Institutions, and Cities, Londres y Nueva York, Routledge, 2002.
31
Douglass C North, Institutions, Institutional Change, and Economic Performance, Cambridge, Nueva York, Cambridge University Press, 1990.
32
Peter B. Evans, State-society Synergy Government and Social Capital in Development, Berkeley, University of California at Berkeley, Interna-
tional and Area Studies, 1997; Robert Putnam, Robert Leonardi y Raffaella Nanetti, Making Democracy Work Civic Traditions in Modern Italy,
Princeton, Princeton University Press, 1993 y Jonathan Fox, A., “Democratic Rural Development: Leadership Accountability in Regional Peasant
Organizations”, en Development & Change, vol. 23, no. 2, 1992.
33
M. Woolcock y D. Narayan, “Social Capital:…” op. cit.; J. Fox, op. cit; P. B. Evans, State-society Synergy… op. cit.
34
John Durston, El capital social campesino en la gestión del desarrollo rural. Díadas, equipos, puentes y escaleras, Santiago de Chile, Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2002.
35
Caroline Ashley y Maxwell Simon, “Rethinking Rural Development”, en Development Policy Review, vol. 4, 2001.

Sociedd y Política 85
Aportes para contextualizar la gobernanza
y la territorialidad en Latinoamérica

Partiendo de los conceptos utilizados en este ar- cluidos, y c) La construcción de instituciones locales
tículo puede señalarse que un error común de im- favorables al proceso de gobernanza. Los ámbitos
plementación, por ejemplo, de los programas anti- anteriormente señalados encuentran una clara vin-
pobreza en América Latina, es que prevalece una culación con las capacidades. Uno de los retos que
concepción lineal de la gobernanza reducida a mera se plantean en los países en vías de desarrollo son
dirección de proceso. Es decir, se trata de una visión las debilidades estructurales. Estas debilidades tie-
no compleja, que adolece de una visión integral de nen que ver con fallos o atrasos en el mercado y la
los recursos locales. Dicha carencia se complemen- forma de producción, así como con problemas en el
ta con la debilidad institucional para gestionar el desarrollo institucional que propician el dilema de la
desarrollo local, ocasionada por la destrucción de tragedia de los comunes37 o la tragedia del mercado,
las agencias de desarrollo en las décadas anteriores, que generan a su vez tensiones permanentes entre
o por el menosprecio a las instituciones informa- la esfera pública y la apropiación privada. De suma
les que pueden ser efectivas en la constitución de importancia también se encuentran la poca aten-
acuerdos de coordinación y distribución de recursos. ción y los significativos atrasos de las políticas de
Generalmente tales errores han surgido de una vi- protección al medio ambiente.
sión hermenéutica que ve en la pobreza algo exter- Partiendo de la idea del desarrollo endógeno, la
no al agente que tiene como misión desarrollar un sociedad local latinoamericana puede organizar ca-
territorio específico y no ponerse en la piel del otro, denas de producción y comercialización a partir de
calzar los zapatos del otro o reconocer la otredad.36 productos apreciados en el ámbito local o regional y
El distanciamiento entre los actores y los progra- hasta internacional. Los sectores de productos espe-
mas en su puesta en marcha es producto del des- cíficos contribuyen a la conservación del empleo y
conocimiento de la mecánica de solidaridad, de las son la fuente de redes industriales y de distribución,
redes de protección, de enseñanza-aprendizaje y de de intercambio de saberes y de desarrollo institucio-
las agrupaciones económicas en torno a productos nal. Así, puede hablarse de redes territoriales, terri-
específicos que se establecen para recrear los inter- torios inteligentes o territorios distintivos.
cambios, en los cuales, el aparato simbólico juega Por otro lado, es importante que en América La-
un papel importante. Tal distanciamiento, también tina se aborde la noción de territorio, no sólo en un
es incapaz de valorar los recursos locales para gene- sentido físico, sino como una construcción social y
rar trabajo entre los pobladores, a quienes las medi- cultural que da sentido a la vida de los habitantes y
das oficiales pueden calificar de pobres. los identifica con el paisaje, el patrimonio y las for-
Por lo anterior, es importante tomar en cuenta la mas productivas específicas que se agrupan en torno
conformación de los lazos socioculturales y el de- a productos o bienes que caracterizan la producción
sarrollo de capacidades de organización. Desde es- y el consumo de un lugar específico. Como podemos
te punto de vista, el empleo no depende sólo del apreciar en la Figura 2, el territorio es el espacio
mercado, sino que tiene como pilares: a) La cons- donde confluyen los distintos conceptos antes men-
trucción del capital social, b) La redistribución del cionados que dan forma y movilidad a una sociedad
poder, la visibilidad de los grupos generalmente ex- determinada.

36
Hannah Arendt, La condición humana, Barcelona, Paidós, 1993.
37
Garrett Hardin, “The Tragedy of Commons”, en Science, vol. 162, 13 de diciembre de 1968.

86 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Figura 2

La literatura no ha examinado suficientemente ración de actividades económicas, la limitada capa-


cómo la base social de la economía informal cons- cidad de innovación y la falta de apoyos institucio-
tituye la malla de relaciones, de vínculos y asocia- nales que permitan el desarrollo de los productos
ciones determinados por las relaciones previas, las locales.
familiares o de amistad que, en múltiples ocasiones, De acuerdo con la geografía industrial, la econo-
encuentran su fortaleza y justificación en identida- mía y sociología institucionales, los territorios deben
des acotadas étnica y territorialmente. Esa malla contar con entramados institucionales que promue-
de relaciones bajo condiciones precarias es deter- van la coordinación y faciliten el diálogo. El problema
minante para el desarrollo al movilizar recursos ex- es que la escasez de esta masa crítica institucional
ternos y proyectos locales en la comercialización de constituye un obstáculo para la gobernanza de los
productos en las ciudades o en el extranjero. Los re- territorios. Ello se encuentra en contradicción con la
cursos locales son movilizados por medio de la red potencial acumulación de capital social y de saber
de recursos sociales, de atribución de significados y hacer local que no puede realizarse por la ausencia
de valorización de los recursos nativos o que deri- de alguna de las dimensiones relativas a la confianza,
van de la nostalgia del terruño. la autonomía, la sinergia institucional y los intercam-
No obstante, los recursos y los bienes general- bios externos del sistema, que explora Woolcock,38
mente son objeto de disputas por las relaciones de para la realización del capital social.
poder. De ahí que la retención de valor y la acumula- Una aportación al debate de la gobernanza te-
ción de riqueza sean muy limitadas por la constante rritorial en América Latina se basa en la inclusión
transferencia de recursos que realizan las comuni- de tres elementos primarios de este nuevo esque-
dades más pobres. A ello se unen la escasa aglome- ma. En primer lugar tenemos la necesidad de crear

38
M. Woolcock y D. Narayan, op. cit.

Sociedd y Política 87
una efectiva política medioambiental con inclusión públicas, privadas y sociales (Partenariados). En ter-
y participación social. En segundo lugar, está el im- cer y último lugar, pero no menos importante, exis-
pulso al capital social y a las capacidades de los in- te la necesidad de establecer instituciones con una
dividuos para el acceso equitativo a los instrumen- mayor descentralización para mejorar la gobernanza
tos de gestión (al crédito, por ejemplo), así como (véase Figura 3).
a la promoción para la formación de asociaciones

Figura 3

En suma, la reflexión sobre la gobernanza en ración, coordinación e integración de productos lo-


América Latina exige plantearla en términos no sólo cales competitivos destinados a elevar el ingreso y
políticos, sino de desarrollo local que permita ace- disminuir radicalmente la desigualdad; 2) garantizar
lerar los procesos de coordinación y de construcción el goce de los derechos fundamentales de una vida
institucional para valorizar los productos locales y democrática; 3) ejercitar y cultivar las capacidades
cuidar el entorno por el valor económico que tiene. individuales en el ámbito de la asociación; 4) im-
Gobernanza y bienestar son dos ejes sobre los cua- pulsar una responsabilidad política, social y empre-
les puede marchar una nueva etapa de desarrollo. sarial que se extienda hacia el medio ambiente; y 5)
Desde este punto de vista, podríamos afirmar que descentralizar las políticas bajo la perspectiva del
la gobernanza tiene los siguientes retos en nuestra uso de los recursos locales.39
región: 1) generar economías de escala, de aglome-

39
Francisco Alburquerque, “Local Economic Development and Decentralization in Latin America”, en CEPAL Review, núm. 82, abril de 2004.

88 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Conclusiones

La gobernanza es un concepto que ha adquirido que pueden complementar programas de investiga-


relevancia en las últimas décadas por la preocupa- ción sobre gobernanza y desarrollo local. La primera
ción que ha despertado en ámbitos empresariales, ha sido la teoría de la complejidad y la incertidum-
gubernamentales y académicos, el riesgo creciente bre, como característica fundamental de las nuevas
de la destrucción de los sistemas locales de pro- relaciones capitalistas y como marco de los proce-
ducción. Lo que gravemente ha afectado al bienes- sos de toma de decisiones. La segunda es la teoría
tar de la población mediante el impulso y crecimiento de los cluster y de los sistemas productivos locales,
de economías de riesgo, ilícitas o receptoras netas de que consideran aglomeraciones sectoriales en las que
transferencias. En este artículo hemos observado las está especializado un territorio, que se valorizan en
diversas semánticas de la gobernanza y hemos va- función de su especificidad, de su valor cultural y de
lorado la emergencia de este concepto en el ámbito su patrimonio. Finalmente, opinamos que las teorías
territorial. Hemos ubicado a este concepto en torno neoinstitucionalistas sobre la organización industrial
a la necesidad de reconstruir democráticamente los y el capital social ayudan a comprender el papel de
lazos sociales como paso previo a la ejecución de la organización social, de los intercambios, de las re-
políticas de desarrollo. La característica que hemos des y las instituciones en los procesos de desarrollo
dado a este concepto, y que nos diferencian de las local.
visiones conservadoras o también generalizadoras, Por lo anterior se comprobó, a partir de las evi-
es la construcción de una coordinación espacial y la dencias que presenta la literatura, que el capital
integración de actividades productivas en un terri- social constituye un eje transversal de la construc-
torio específico, mediante la generación de políticas ción de acuerdos de coordinación y distribución de
que reconozcan las formas socioculturales, la coope- recursos, además de tener el potencial como en-
ración interinstitucional y la creación, apropiación granaje entre procesos globales y procesos locales.
y reinversión de valor de los productos susceptibles Finalmente hemos visto las fallas de la gobernanza
de comercializarse en un contexto de protección al en América Latina y los errores de la implementa-
medio ambiente. ción de las políticas que impiden, en gran medida,
La gobernanza, desde el punto de vista que la alcanzar el desarrollo al existir un objetivo de las
hemos abordado, constituye un elemento de inte- políticas sociales centrado en la asistencia y no
gración del mercado regional y local con el mercado en la coordinación y valorización de los recursos
global, que genera sinergias territoriales, un desa- de los pobres y sus territorios; a una muy precaria
rrollo del sistema productivo vinculado a la valo- construcción de instituciones y excesivos costos de
ración de intangibles que paulatinamente transitan transacción como producto del aislamiento de las
desde el consumo homogéneo al consumo diferen- actividades económicas, y a la desconfianza gene-
ciado. Estos activos intangibles son el resultado de ralizada en las instituciones como producto de una
un proceso de acumulación histórica y simbólica, en deficiente coordinación e implementación de las
el cual los productos son considerados en su especi- políticas.
ficidad y en un contexto cultural determinado.
Para destacar nuestra aportación al término de go-
bernanza como coordinación económica e institucional
y como disminución de los costes de transacción, re- Recibido el 1° de febrero del 2007
currimos a los conceptos de tres corrientes teóricas Aceptado el 10 de abril del 2007

Sociedd y Política 89
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Sociedd y Política 95
Gobernabilidad, transparencia y reconstrucción del Estado

Ricardo Uvalle Berrones*

Resumen Abstract

En este artículo, se analiza la relación In this article, the relationship be-


entre gobernabilidad, transparencia y tween governability, transparence and
reconstrucción del Estado a la luz de reconstruction of the State is analyzed
las transformaciones democráticas que facing the democratic transformations
viven las sociedades contemporáneas. in contemporary societies. This paper
El trabajo destaca el vínculo entre go- emphasizes the link among governance
bernanza y transparencia con el fin de and transparency, towards the behavior
puntualizar el comportamiento que tie- of the bureaucratic bodies in democracy
nen los cuerpos burocráticos ante las conditions. The case of the transparency
condiciones propias de la democracia. Se in Mexico is also addressed, in the con-
incluye, además, una sección en la cual text of a democracy in process of con-
se reflexiona sobre la transparencia en struction.
Palabras clave: gobernabilidad, gober- el caso de México tomando en cuenta su
nanza, transparencia, democracia. inserción en una democracia más plena.

*
Universidad Nacional Autónoma de México,
Centro de Estudios en Administración Públi-
ca, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Uni-
versitaria, col. Copilco Universidad, Deleg.
Coyoacán, México, D.F., c.p. 04510.

Sociedd y Política 97
Introducción

L a relación entre la sociedad y el Estado, tiene


procesos que apuntan por el sendero de los cam-
bios democráticos que se desarrollan con base en el
Hay ahora nuevas condiciones que indican cómo la
gobernabilidad democrática es objeto de ampliación
y puntualización, en un planteamiento que combina
dinamismo de la vida pública, el auge de la econo- la eficacia del poder, con la capacidad para atender
mía de mercado y las tendencias que favorecen la los imperativos de la transparencia. Como política pú-
pluralidad social y política. El claroscuro esquema blica, la transparencia es parte de las nuevas con-
que se alienta con el autoritarismo, pierde eficacia diciones de la gobernabilidad democrática, desde el
desde el momento en que con la apertura del poder momento en que las áreas, estructuras y competen-
avanza hasta dar lugar a un mapa diverso de polí- cias del Estado no son más objeto del secreto, sino de
ticas públicas. Los sistemas políticos contemporá- elementos más accesibles a los ciudadanos. Lo oculto
neos, para ser competitivos y legítimos con base en es testimonio de los Estados omnipotentes, mientras
la democracia, tienen que abrirse a las exigencias de que la práctica de lo accesible es producto de la pu-
la vida pública para tomar distancia de la opacidad. blicidad del poder democrático.
Su eficacia se enlaza con las instituciones que crean La transparencia es el camino que permite que
para que garanticen a los ciudadanos mayor acceso el poder no sea inaccesible a los gobernados y es al
a los asuntos comunes. mismo tiempo, fórmula institucional que combina
El acceso a lo público del Estado es una demanda la administración de la información de carácter pú-
que no cesa en el afán de que los gobernados no se blico (que está a cargo de los cuerpos burocráticos)
sientan ajenos al curso de los asuntos colectivos. El y la vigencia del derecho a la información que in-
acceso a lo público del Estado se fundamenta en el vocan los ciudadanos en las democracias modernas.
gobierno de los ciudadanos, el cual recibe con el voto En este sentido, la nueva gobernabilidad de la cual
universal, el mandato de cumplir las normas y de res- es parte medular la transparencia, da sentido a la
ponder en todo momento a los ciudadanos, quienes reconstrucción institucional del Estado para asegu-
son los que confieren la autoridad que poseen. Dicho rar el ejercicio democrático de la gestión pública. En
acceso se inscribe en la lógica del desarrollo institu- el ámbito de la reconstrucción del Estado, también
cional, en el cual la maduración, eficacia y consolida- ocupa un lugar destacado la gobernanza,1 porque
ción de las reglas del juego, facilita que el gobierno alude de modo directo no sólo al ejercicio del poder,
de las instituciones le tome la delantera al gobierno de sino a cómo se gobierna la sociedad.
las personas. Uno y otro denotan cómo la sociedad En este sentido, la transparencia entendida co-
avanza y supera etapas de secretismo que son incom- mo una política pública, se explica en razón de la
patibles con el vigor de la vida colectiva. gobernanza, porque se relaciona con prácticas ho-
A diferencia de otros momentos de la historia con- rizontales del poder, en las cuales los gobernados
temporánea, en el presente, el ejercicio del poder ha tienen el derecho a informarse sobre el comporta-
ingresado a la esfera de la publicidad y la visibilidad miento institucional del Estado. Desde este punto
que permite a los ciudadanos la oportunidad de eva- de vista, la transparencia no es sólo una práctica
luarlo más de cerca, destacando en particular el im- más, sino un derecho muy importante que se re-
pacto de las políticas públicas en la vida comunitaria. laciona con los nuevos vínculos que se establecen

1
En oposición a ‘gobierno’, la gobernanza puede ser entendida como el arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de
un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la
economía N.E.

98 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


entre el Estado y los ciudadanos. En este sentido, la trucción del Estado, a la luz de las transformaciones
gobernanza es otra manifestación del ejercicio del democráticas que viven las sociedades contemporá-
poder, pero ubicada en procesos abiertos, democrá- neas. Asimismo, se destaca el vínculo entre gober-
ticos e institucionales. El derecho a la información nanza y transparencia, con el fin de puntualizar el
no lo conceden los gobernantes, sino que se explica comportamiento que tienen los cuerpos burocráti-
de acuerdo a la transformación democrática del Es- cos, ante las exigencias de la democracia. Se incluye
tado, la cual tiene su origen en las exigencias cada a la vez, una sección en la cual se reflexiona sobre
vez más intensas de la sociedad civil y las organiza- la transparencia en el caso de México, tomando en
ciones ciudadanas. cuenta su inserción en los derroteros de una vida
El objetivo del presente trabajo es analizar la re- más democrática.
lación entre gobernabilidad, transparencia y recons-

Gobernabilidad democrática

Las sociedades democráticas contemporáneas entendida como un conjunto de instituciones que


han ingresado a etapas de cambio que indican cómo se encargan de atender, formalizar y solucionar los
los procesos de poder son ahora más intensos, com- problemas públicos sobre la base de la eficacia, la
petidos y amplios. La intervención de actores polí- legitimidad y los consensos.
ticos y económicos en la disputa por el poder, da En este contexto, la sobrevivencia del planeta,
lugar a que las fuerzas sociales aceleren su presión en términos democráticos, se relaciona con la ne-
para tener mayor grado de influencia en las esferas cesaria respuesta a problemas como el terrorismo,
de la decisión pública y en la orientación de las po- la conservación del medio ambiente, la protección
líticas públicas. a la población adulta, el combate a la desigualdad
Hoy en día, la ruta de la democracia no es lineal social, la erradicación de prácticas discriminatorias,
ni programada, es decir, no está sujeta a plazos rí- la preservación de los derechos de género, el futu-
gidos o reglas inmutables; por el contrario, hay en ro de la seguridad social, el desempleo, la exclusión
sus derroteros factores, oportunidades y restriccio- social, las prácticas de xenofobia, el bienestar, la
nes que son fundamentales en su tránsito hacia con- equidad y la calidad de vida; entre otros factores a
diciones de vida que se valoran como mejores para considerar en las agendas institucionales. No menos
la sociedad. La democracia política tiene ahora retos importante es la necesidad de que los conflictos bé-
más amplios que se relacionan con supervivencia y licos sean detenidos para evitar la destrucción de
desarrollo, lo cual significa que no se agota en la vidas humanas, de los ecosistemas y demás recur-
expresión de la lucha por el poder, sino que ade- sos naturales que se contaminan con el uso de las
más, hay elementos que se deben considerar para sustancias químicas que se expanden por diferentes
que se convierta en un modo de vida más abierto, latitudes geográficas. La democracia contemporánea
incluyente y equitativo. Esto significa que en la de- tiene contextos turbulentos e inciertos que pueden
mocracia hay instituciones responsables de asegurar vulnerar su efectividad institucional, si los proble-
la vigencia de derechos y obligaciones, para evitar mas se desbordan hasta generar salidas estrechas
que el poder del Estado tome distancia de los go- para la decisión y la acción. Evitar que las tensio-
bernados. Con base en esto, la democracia puede ser nes y las contradicciones se conviertan en conflictos

Sociedad y Política 99
irreversibles, es una de las tareas más importantes formación, tecnologías, capital humano y las formas
a desarrollar con los instrumentos de la democracia de acción que implementan. Cada vez están más le-
fincados en la deliberación y la negociación entre jos del oleaje democrático, las políticas intervencio-
los actores sociales y políticos. nistas y centralizadoras que pretendían abarcar los
En un sentido de referencia creativa, las democra- distintos sitios de la vida económica y política.
cias contemporáneas dan cabida a nuevos actores y Ahora, el impulso de las relaciones horizontales
movimientos que reflejan la pluralidad del espacio de poder modifica el ejercicio del gobierno, en el
de lo público. La distinción del Estado, el mercado, sentido de que prevalecen los procesos de consulta
el tercer sector y la sociedad civil; es testimonio de y negociación, por encima de los de carácter verti-
cómo el poder se redistribuye hasta generar zonas cal y unilateral. La democracia contemporánea no
de autonomía e identidad que no admiten la ce- es receptiva a las prácticas de omnipotencia políti-
sión automática de los espacios. La ampliación de ca, sino que su terreno natural es la diferenciación,
la franja ciudadana, que no es ni Estado ni mercado, la pluralidad y la corresponsabilidad. La democra-
viene en aumento porque aglutina movimientos au- cia contemporánea avanza por caminos que apun-
tónomos que exigen tener un lugar en el ámbito de tan hacia formas de convivencia que no admiten la
los asuntos públicos, para intervenir en su atención hegemonía contundente de las clases dirigentes, al
y solución. La autonomía es una tendencia de los mo- menos no sin que estas últimas tengan que enfren-
vimientos que demuestran tener capacidad de movi- tar costos adversos debido a su conducta no públi-
lización y gestión en favor de problemas y causas ca, opaca, e inequitativa.
sociales que no han sido atendidas con eficacia por La visión multicentrada del poder es la constante
las instituciones gubernamentales y estatales. de una vida democrática, que da cabida a la impor-
Las sociedades del tiempo presente han demos- tancia de los gobernantes, los gobernados, el go-
trado que no son entes inertes; tampoco admiten bierno, la sociedad y los intercambios del mercado.
ser tuteladas por el Estado; exigen y han consegui- La interacción de factores de poder como los descri-
do que sus energías sean reconocidas para interve- tos, abonan en favor de relaciones dinámicas y ten-
nir en los asuntos comunes, sin que ello implique sas que exigen más de la coordinación de esfuerzos,
confrontación con la autoridad pública. Esto impli- que de asumir posturas autárquicas. La interacción
ca que los ciudadanos no son sujetos pasivos, sino de los factores del poder son ejemplo de cómo las
seres de carne y hueso que adoptan posturas acti- sociedades contemporáneas se caracterizan más por
vas, emprendedoras y organizadas para dar paso a el juego diferenciado del poder, y no por la fallida
movimientos que reivindiquen a la sociedad ante el pretensión de imponer las políticas que las cúpulas
Estado. Los ciudadanos son actores centrales en el consideran más eficaces, en un esquema de arriba
desarrollo de la democracia, y con su fuerza organi- hacia abajo.
zada, dan lugar a otras formas de cooperación que La clave de la vida democrática consiste en que
permiten a la sociedad civil tener más y mejores los actores del poder que tienen peso e influencia
respuestas a los problemas públicos que en ella se diferenciada en los procesos de la decisión públi-
generan. ca, no pueden quedar a un lado cuando se valora
Los tiempos de las sociedades adormecidas y qué hacer, por qué hacerlo y cómo hacer lo que a
abrumadas por las políticas estatistas han quedado los gobiernos corresponde. La correlación de fuer-
atrás. Las sociedades tienen organizaciones civiles zas es el punto más importante a considerar en la
y políticas que dan cuenta de cómo los numerosos dirección y coordinación de la sociedad para evitar
ámbitos de lo público pueden ser atendidos con sus que se desajusten las relaciones del poder democrá-
propias capacidades, es decir, con sus recursos, in- tico. Por ello, el gobierno de la democracia tiende a

100 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


la preservación de los equilibrios dinámicos, en los de la economía de mercado, a la distribución equi-
cuales intervienen los actores que hacen posible la tativa de los bienes y servicios, al arreglo funda-
construcción de la vida institucional. El gobierno mental de los actores para asumir compromisos, al
de la democracia tiene mandato conferido, es decir, goce de las libertades civiles y políticas, a la adopción
las autoridades son electas por los ciudadanos y en de las políticas públicas que combinan crecimiento
esa medida, existe el compromiso no sólo de aten- con desarrollo y al reconocimiento de que existe una
der demandas, sino de cumplir la oferta de gobier- pluralidad creciente que reclama su derecho a estar
no que se formaliza en razón de los calendarios del presente en la agenda institucional, considerando la
ejercicio del poder. importancia de los intereses incluyentes.4
Lo importante en la democracia es que el gobier- La gobernabilidad es la piedra de toque que las
no de las instituciones sea efectivo,2 lo cual implica sociedades contemporáneas cuidan y preservan pa-
asegurar que el orden, la estabilidad y el bienestar ra que los sistemas políticos se desarrollen sobre la
sean los ejes sobre los cuales descansan los rumbos base del orden democrático, la estabilidad crecien-
de la vida pública. En este sentido, la existencia te y la equidad ascendente. La gobernabilidad no es
de gobiernos acreditados y vigorosos, es condición un estado deseado, sino condición insoslayable pa-
fundamental para que la democracia sea entendida ra llevar a cabo la articulación de actores, poderes,
no sólo como una forma de gobierno, sino como un organizaciones e intereses que requieren viabilidad
modo de vida. para desarrollarse como fuerzas que ocupan un lugar
La categoría “modo de vida” alude a cómo se en la estructura básica de la sociedad.
construye y ejerce el poder, lo cual significa que la Ante este panorama, la gobernabilidad tiene nue-
interacción Estado–sociedad debe asegurarse a tra- vos referentes que se relacionan con la ampliación
vés de estrategias eficaces que permitan que la exis- del espacio de lo público, lo cual significa que la po-
tencia de los contrarios, el principio de diferencia y lítica como estrategia de acción, tiene otras formas
la pluralidad creciente; tengan un lugar en el mun- de presencia que se originan en la diversidad de la
do de las instituciones públicas. De este modo, lo democracia. Los nuevos referentes5 aluden a los de-
importante no es únicamente la forma de gobierno rechos de género, el combate a la exclusión, la lu-
que se consagra en las Constituciones políticas, si- cha contra la pobreza, la disolución del racismo; las
no el modo en que se ejerce el poder en la sociedad acciones contra la explotación del trabajo infantil,
y cómo los actores viejos y nuevos pueden coexistir la protección de la población infantil y joven con-
sin desacomodar las relaciones fundamentales del tra la pornografía, el combate a las drogas, así como
propio poder. la preservación de la identidad civil y política de los
Cuando se alude a cómo se ejerce, incrementa y ciudadanos con la vida comunitaria, para evitar el
retiene el poder; es importante destacar que se in- deterioro de las relaciones sociales y comunitarias.
gresa a los senderos de la gobernabilidad,3 es decir, Estos referentes son parte de contextos más amplios
al conjunto de capacidades que se acreditan para de lo que es la sociedad civil y demandan pericia de
dar paso a la inclusión social y política, a las expec- gobierno, es decir, capacidad política para institu-
tativas de la sociedad, al desarrollo de las capaci- cionalizarlos con políticas públicas oportunas y es-
dades individuales y públicas, al mejor desempeño tratégicas.

2
Guy B. Peters, “La capacidad para gobernar ¿retrocediendo hacia el centro?”, en Reforma y Democracia, núm.27, 2003, p. 19.
3
Antonio Camou, “Estudio preliminar” en Los desafíos de la gobernabilidad, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de
Investigaciones Sociales, 2001, p. 36.
4
José Ayala Espino, Instituciones para mejorar el desarrollo. Un nuevo pacto social para el crecimiento y el bienestar, México, Fondo de Cultura
Económica, 2003, p. 41.
5
Leonardo Morlino, Democracias y democratizaciones, México, Ediciones Centro de Estudios de Política Comparada, 2005, p. 46.

Sociedad y Política 101


La gobernabilidad, entendida también como el ca- ción, cooperación y corresponsabilidad, que carac-
pital político de los Estados, se relaciona con el terizan a las comunidades emprendedoras.
tiempo presente y los horizontes del futuro; en con- Por su parte, las nuevas reglas del juego llevan
secuencia, es un asunto que tiene que cuidarse, nu- a que en las sociedades democráticas se diseñen y
trirse y multiplicarse todos los días, porque es el funcionen las nuevas instituciones que se necesitan
sustento temporal y espacial del poder en la vida para llevar a cabo la articulación de los actores, po-
democrática. En este sentido, a mayor desarrollo de deres, demandas y organizaciones, que han conse-
la pluralidad democrática, mayor amplitud del espa- guido que sus peticiones se traduzcan a la vez, en
cio de lo público; a mayor desarrollo de la pluralidad políticas públicas. Si las instituciones6 establecen
democrática, mayores opciones de participación y las reglas del juego que rigen la vida de la sociedad
representación que se traducen a la vez, en peticio- y de los gobiernos, en este sentido, la transparen-
nes y presiones de la sociedad hacia el Estado. cia tiene que ubicarse en esa misma lógica, porque
Desde la óptica de los asuntos públicos, la gober- indica que el poder del Estado debe reflejarse en
nabilidad democrática tiene que ensancharse con- nuevas atribuciones, restricciones y oportunidades
siderando los siguientes elementos: 1) la construc- de acción, que reflejen cómo su ejercicio tiene que
ción de los consensos; 2) el vigor de la acción pú- realizarse distante de los conciliábulos, los secretos,
blica y 3) las nuevas reglas del juego. las prácticas cerradas y lo inaccesible, para que sea
La construcción de los consensos responde al im- objeto del escrutinio de los ciudadanos.
perativo que tiene el ejercicio del poder para con- Desde el mirador de la gobernabilidad, la transpa-
sultar, deliberar, negociar y asumir los compromisos rencia responde a una nueva edad institucional del
que permiten la adopción de las políticas públicas, poder democrático, porque el Estado —entendido
con base en decisiones que han sido objeto de apro- como el administrador de los recursos y la informa-
bación plural, y que la autoridad consigue que sean ción de la sociedad— debe favorecer un ambiente
apoyadas. La construcción de los consensos respon- de confianza que inicia cuando los gobernados tie-
de a la visión del poder democrático, y éste da lugar nen el derecho de acceder a lo que realiza en nom-
a prácticas que se caracterizan por valorar la impor- bre del interés público; porque la calidad de vida a
tancia de los actores sociales y políticos en las de- la que tienen derecho, se sustenta en la adopción de
cisiones públicas. medidas que pueden favorecer o no, las condiciones
El vigor de la acción pública consiste en reconocer de la pervivencia asociada.
que ni la cooptación, el clientelismo o el corpora- En este caso, la parte toral de la transparencia,
tivismo, son fórmulas que desarrollan a la sociedad son las políticas públicas que se han adoptado pa-
y en todo caso, son los ciudadanos y las organiza- ra favorecer y mejorar la calidad de vida de los ciu-
ciones civiles, los que se involucran en la definición dadanos, tanto en el plano individual como en el
de la agenda de los asuntos comunes. Estos agentes colectivo. Una vez adoptadas, las decisiones del Esta-
sociales convienen con la autoridad, los pasos ins- do se traducen en cursos de acción gubernamental7
titucionales que se adoptarán para articular las que tienen costos, ventajas e impactos que se re-
políticas públicas en las fases de definición, ela- lacionan con la vida de los gobernados. Por ello, la
boración, implementación y evaluación. La acción transparencia posibilita para los gobernados la ven-
pública es un tipo de acción organizada que denota taja institucional de conocer cómo, por qué, dónde
cómo la sociedad y las fuerzas creativas tienen pre- y cuándo las autoridades actúan para dar vida a los
sencia real y efectiva en los procesos de coordina- procesos de gobierno, que se vierten hacia la socie-

6
Douglas C. North, Instituciones, cambio y desempeño económico, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, p. 51.
7
Eugenio Lahera, “Reforma del Estado: un enfoque de políticas públicas” en Reforma y Democracia, núm. 16, 2000, p. 11.

102 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


dad en tipos de políticas pública; las cuales se en- conjunto es un bien público, no exclusiva de los ad-
lazan con la lógica de ganadores y perdedores. La ministradores del Estado.
transparencia en el horizonte de la gobernabilidad, La transparencia en el plano de la gobernabilidad
significa que los Estados institucionalizan la pluralidad democrática, relaciona lo público del Estado y lo pú-
ciudadana, respondiendo en este caso al derecho a la blico de la sociedad8 a través de órganos, políticas,
información, lo cual implica la creación de condicio- procedimientos, responsables, tiempos y requisitos;
nes que favorezcan que los derechos de los goberna- que permitan hacer efectivo el derecho a la informa-
dos tengan vigencia real para garantizar la correlación ción. La transparencia tiene valor político desde el
de fuerzas y grupos en términos democráticos. momento en que es producto de negociaciones que
Consecuentemente, el nexo entre gobernabilidad con la intervención de los parlamentos, se convierte
y transparencia forma parte del fortalecimiento de en política pública para los gobernantes y los admi-
la democracia política, porque el poder no se ciñe nistradores del Estado. Tiene valor público desde el
al mundo de lo inaccesible, sino que con nuevas re- momento en que los ciudadanos tienen el derecho9
glas institucionales —la transparencia como políti- de acceder y conocer lo que realiza el Estado, da-
ca pública— debe ser objeto de mayor visibilidad y do que es el responsable de administrar la vida en
accesibilidad, lo cual favorece que el Estado y los común. El valor público de la transparencia es con-
ciudadanos tengan mejores formas de comunicación sustancial al gobierno de la democracia, en el cual
y evaluación; debido a que la información de las los ciudadanos son los mandantes principales en el
personas civiles, los ciudadanos y la sociedad en su ejercicio del poder.

Alcance de la transparencia

La transparencia responde a un perfil de socie- los ciudadanos tienen para evitar que el gobierno
dad, en la cual la participación de los ciudadanos se comporte de modo distante. En la actualidad, la
es realidad tangible, no quimera. Denota el avance transparencia tiene vigencia en 62 de países10 y es
de condiciones de vida que apuntan hacia la postu- en Suecia, en 1776, donde se registra la primera Ley
ra activa de los ciudadanos en los asuntos públicos, para la Libertad de Prensa y del Derecho de Acceso
con objeto no sólo de analizar y discutir su derrote- a las Actas Públicas.11
ro, sino de tomar parte en los procesos que se gene- La transparencia es propia de las sociedades
ran con la gestión institucional. Una condición para abiertas12 y liberales que reclaman ante el poder,
que la transparencia sea valorada como un producto el derecho que tienen para conocerlo, monitorearlo
democrático, es que los ciudadanos vigilen y con- y evaluarlo; a fin de que no se convierta en un mal
trolen el ejercicio del poder de manera continua. La necesario. Las sociedades abiertas y liberales son
transparencia es un medio para que la vigilancia y testimonio de cómo las libertades civiles y políticas
el control del poder, sean parte de las ventajas que tienen vigencia efectiva, para que el ejercicio del

8
Nora Rabontnikof, El espacio público y la democracia moderna, México, Instituto Federal Electoral, 1997, p. 51.
9
Jesús Rodríguez Zepeda, “Estado y transparencia: un paseo por la filosofía política”, en Cuadernos de Transparencia, núm 4, 2004, p. 54.
10
John M Ackerman e Irma E. Sandoval, “Leyes de acceso a la información en el mundo”, en Cuadernos de Transparencia, núm. 7, 2005, p. 23.
11
Ibid., p. 13.
12
Karl R. Popper, La sociedad abierta y sus enemigos, Barcelona, Ediciones Paidós, 1991, p. 195.

Sociedad y Política 103


poder no sea entendido en un horizonte de unila- organizada y continua en el curso de la gestión ins-
teralidad, sino a partir de espacios horizontales que titucional. La publicidad del Estado deviene en que
dan cuenta de relaciones intensas y diferenciadas, el poder político es objeto del escrutinio ciudadano,
que se conjugan por efecto de los actores políticos, y por tal motivo, tiene que situarse como un poder
interesados en la construcción y el desenvolvimien- sujeto no sólo al universo de las atribuciones, sino
to de las instituciones públicas. también de las obligaciones. Por ello, la publicidad
Una característica de la transparencia es que res- del Estado demuestra que el poder tiene restriccio-
ponde a lo público, lo cual implica que se rige por lo nes, lo cual favorece que no ingrese a la ley de los
principios de lo común, lo accesible, lo visible y lo rendimientos decrecientes, la cual se acentúa cuan-
manifiesto. Estas características son esenciales en la do los ciudadanos carecen de las herramientas que
perspectiva democrática del poder, porque la trans- permitan controlarlo.
parencia, en un ejercicio de analogía, debe favore- La visibilidad y legalidad del poder gubernamen-
cer la existencia de relaciones de vida que permitan tal, son condición importante para que la transpa-
a los gobernados conocer el estado que guardan los rencia sea una auténtica política pública, que res-
asuntos públicos, como si se tratará del agua crista- ponda al reclamo de los ciudadanos a participar y
lina. Lo público de la transparencia es correlativo a ser corresponsables en el quehacer de los asuntos
los espacios de la democracia, porque el gobierno de públicos. Visibilidad y legalidad son atributos del
la República, es decir, de la cosa pública, necesita poder responsable, y en el marco de la constitucio-
para su legitimidad que los ciudadanos tengan acce- nalidad moderna, se diseñan y funcionan los pesos y
so al mundo institucional que lo sustenta. contrapesos13 que evitan el divorcio del Estado y los
Un objetivo de la transparencia es evitar la cul- ciudadanos, al fortalecer las relaciones horizontales
tura de la opacidad, que es propia de sociedades de convivencia que imprimen vigor a la democracia.
mágicas, cerradas y tribales, en las cuales se niega Visibilidad y legalidad son elementos consustancia-
la existencia de los ciudadanos libres para que asu- les al poder democrático, e indican el reconocimien-
man los costos de su actuación. La opacidad es la to de que la tarea de gobierno no es unilateral, sino
negación de lo público, y destaca cómo los aparatos sujeta a normas, facultades y restricciones que co-
del poder se protegen para continuar con ventajas rresponden a la edad del constitucionalismo moder-
y privilegios que acrecientan la vigencia del autori- no. Visibilidad y legalidad son condiciones para que
tarismo, que trae consigo la falta de visibilidad en el poder democrático no sea entendido como un po-
el ejercicio del poder. En este caso, la transparencia der irrestricto, sino que tiene la obligación de cum-
es una vía para que la publicidad de los asuntos a plir y hacer cumplir las normas de acuerdo a la razón
cargo de los gobiernos se fortalezca, evitando que institucional del Estado de derecho.
el ejercicio del poder se realice en los espacios de En consecuencia, los valladares y las prácticas
lo claroscuro. del secretismo que se fomenta con las prácticas del
A la luz de la vida democrática, la transparencia cesarismo, tienen que diluirse para que el gobierno
favorece que la publicidad de los actos gubernamen- en la sociedad abierta sea para los ciudadanos. El
tales sea una constante que acerca a las autoridades gobierno de los ciudadanos sabe dialogar, deliberar
con los ciudadanos, para que éstos ejerzan formas y argumentar; y es el motivo por el cual, la trans-
de control democrático, evitando distancias abisma- parencia tiene contenido democrático, desde el mo-
les entre la sociedad y el gobierno. La publicidad mento en que el derecho a la información permite
de las acciones del Estado es un requisito de las que los gobernados sean parte importante en los
sociedades abiertas, que consiguen tener presencia procesos que conducen a la construcción de la vida
13
Adam Pzerworski, “El Estado y el ciudadano” en Política y Gestión Pública, vol. V, núm. 2, 1998, p. 345.

104 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


republicana. En el gobierno de los ciudadanos, fun- Si la transparencia consigue disminuir la brecha
cionan sistemas de comunicación que favorecen que entre los productores de la información (agentes del
los procesos institucionales no sean reservados úni- gobierno) y los demandantes de información que
camente a las autoridades y los administradores del son los gobernados, se puede consolidar como un
Estado. Los sistemas de comunicación son el medio instrumento que favorece la vigencia de la demo-
para que gobernantes y gobernados tengan acerca- cracia procedimental. Este es el modo en que las
mientos metódicos y productivos, evitando de ese instituciones funcionan para garantizar la certidum-
modo, que lo público de la sociedad sea erosionado bre, la estabilidad y la gobernabilidad que la socie-
por lo público del Estado. dad necesita para su conservación y desarrollo. En
La transparencia es una forma de razón pública, este sentido, la transparencia se inscribe en térmi-
porque contribuye a formar los consensos que se ne- nos de eficacia en la democracia procedimental, lo
cesitan, reconociendo la pluralidad de la sociedad. cual significa que los gobernantes y los gobernados
Es a la vez, punto de encuentro para que las autori- han establecido puentes de comunicación y reglas
dades y los gobernados ratifiquen su confianza en el institucionales, para que la vida política tenga ren-
contrato social y político que los rige. dimientos alentadores, al conjugar el principio de
Una ventaja de la transparencia, es que la socie- autoridad con la vigencia del derecho a la informa-
dad y los ciudadanos se pueden interesar más en ción, para dar paso a la legitimidad y eficacia del
los asuntos públicos, lo cual significa que hay un poder público. De este modo, gobernantes y gober-
sentido de responsabilidad compartida para estimu- nados ingresan a una etapa de construcción y con-
lar la convivencia democrática. En consecuencia, la solidación institucional que da cuenta de cómo el
transparencia contribuye a evitar que las asimetrías poder democrático es capaz de armonizar a través
de la información sobrepongan al Estado ante la so- de normas, reglas y procedimientos, los intereses
ciedad, y permite que la información como bien pú- del Estado con los derechos civiles y políticos de los
blico, sea objeto de una distribución más equitativa ciudadanos.
entre quienes la demandan.

Gobernanza y transparencia

En la lógica de la institucionalidad democrática, ponde a los fines del Estado y a los propósitos del
hay dos elementos que son importantes en la filo- gobierno, lo cual implica que su radio de acción en
sofía, valores y práctica de la transparencia: la bu- términos de compromiso, es con el orden jurídico y
rocracia y los ciudadanos. La parte corpórea de los político vigente.
gobiernos, son los cuerpos burocráticos que se en- Los cuerpos burocráticos14 tienen a su cargo la
cargan en lo fundamental de la administración, di- administración de la sociedad y por tanto, son los
rección, coordinación e implementación de las po- responsables de generar la información pública que
líticas públicas. Es importante considerar esta si- interesa y puede interesar a los gobernados. Con ob-
tuación, porque alude a los procesos directos del jeto de que los cuerpos burocráticos tengan referentes
gobierno en la sociedad abierta. La burocracia res- institucionales para su actuación, la transparencia

14
Gina Zabludovsky, “Burocracia y comportamiento organizacional: de la jerarquía moderna a la sociedad–red” en Mónica Guitián Galán y Gina
Zabludovsky Kuper, (coords.), Sociología y modernidad tardía: entre la tradición y los nuevos retos, México, Universidad Nacional Autónoma de
México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 2003, pp. 225-226.

Sociedad y Política 105


es una fórmula que define las obligaciones del Esta- Por tanto, el arquetipo del mando (el control y
do y el derecho de los ciudadanos a la información. la verticalidad), es incompatible con la gobernan-
Se combinan en este ejercicio, los valores de la efi- za democrática, dado que ésta valora y acepta la
ciencia y la democracia, los cuales son elementos existencia de redes sociales y políticas que reclaman
fundamentales en las sociedades liberales. En este su derecho a participar e intervenir en la operación
caso, la eficiencia se asocia con la gestión burocrá- directa del Estado, destacando en este sentido, su
tica y la democracia con el vigor de la sociedad. autonomía frente a los poderes e instituciones del
De este modo, la eficiencia de los cuerpos burocrá- propio Estado. La categoría “redes” alude a condi-
ticos tiene que regirse por normas, procedimientos y ciones en las cuales los procesos de apertura y
reglas que tienen valor democrático, para evitar que accesibilidad se convierten en pilares para la con-
el gobierno y los administradores del Estado tengan vivencia democrática del espacio público. Las redes
márgenes ilimitados de discrecionalidad que pueda son, en consecuencia, estructuras, relaciones e in-
dañar el cumplimiento del interés general. Por con- tercambio de poder que influyen en la orientación
siguiente, la democracia como modo de vida, tiene de las políticas públicas y en ese sentido, denotan
en los cuerpos burocráticos la base de su operación cómo la sociedad contemporánea —que se integra
institucional, la cual es fundamental para llevar a por ciudadanos activos— consigue revertir16 el peso
cabo las tareas de gestión pública. Lo importante de las relaciones piramidales que se localizan en el
en este punto, es que la burocracia y la democra- sector público.
cia no sean entendidas como elementos opuestos e Por su parte, la democracia es un sistema de re-
irreconciliables, sino que a partir de un ejercicio de glas en las cuales los gobernados tienen derechos
ingeniería institucional, sea factible armonizar su civiles, políticos, sociales y republicanos, que les
existencia para dar vida y sustento al gobierno de permiten asumir una posición activa frente al po-
los ciudadanos. der público, para que sean tomados en cuenta en
En consecuencia, la relación entre burocracia y los procesos que conllevan a la construcción de la
democracia, es la clave para situar a la gobernan- acción pública, es decir, a la acción que coadyuva
za como punto cardinal que se relaciona con mo- para que el carácter público del poder sea la esencia
dos específicos de ejercer el poder, destacando la para dar paso a la tarea de gobernar. Las reglas de la
importancia que tiene que los asuntos públicos no democracia dan vida a la nueva gobernanza, misma
sean monopolio exclusivo del Estado. En este senti- que refleja que el espacio público de la sociedad;
do, la burocracia es la parte vital del Estado que se tiene interés y desarrolla acciones para transparen-
encarga de su comportamiento material, mediante tar al Estado, con el fin de acercarlo más a los ciu-
el cumplimiento de las funciones generales que per- dadanos. La democracia entendida como un sistema
miten la convivencia de los contrarios, sin desco- de reglas del juego, es el marco institucional en el
nocer las relaciones de competencia, los conflictos, cual la gobernanza se arraiga como un modo efecti-
las tensiones y las formas de cooperación que dan vo para enlazar al Estado y a los ciudadanos, en un
vida al pluralismo político y social. En consecuen- esquema de identificación, participación y corres-
cia, debe responder15 a los ciudadanos para que no ponsabilidad.
se convierta en un cuerpo encerrado en la lógica de Por eso, la burocracia y la democracia son esfe-
la rutinas y los procedimientos, que son la clave de ras que pertenecen al universo de la gobernanza,
su operación. porque dan vida al ejercicio directo del poder en el

15
Guy B. Peters, “Gobernanza y burocracia pública: ¿Nuevas formas de democracia o nuevas formas de control?”, en Foro Internacional, vol. XLV,
núm. 4, 2005, p., 589.
16
Ibid., p. 591.

106 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


cual las autoridades y los gobernados son los pun- La democracia es el sustento de la transparencia,
tos fundamentales para situar el alcance de la pro- y es también el ámbito de institucionalidad que las
pia gobernanza. La gobernanza es un método que burocracias deben cumplir y salvaguardar, para que
permite considerar la naturaleza de los órganos del el gobierno de los ciudadanos sea real, no aparen-
Estado, y el imperativo de que el derecho a la infor- te. Por tanto, el poder democrático se construye de
mación tenga vigencia efectiva en la sociedad civil, abajo hacia arriba, mientras que el poder burocrá-
para que la transparencia se acredite como una polí- tico se forma de arriba hacia abajo. En el caso de
tica pública. La gobernanza implica también alentar la transparencia,18 el poder responde a relaciones
la participación y confianza de los ciudadanos17 en horizontales, es decir, a la concurrencia de fuerzas
las instituciones públicas, abriendo espacios de in- y actores que interactúan en la base de la sociedad
tervención que acrediten una nueva forma de gober- civil, para dar vida al modo en que la información
nar, la cual tiene como característica distintiva, que pública se solicita, con base en el derecho a la in-
la conducción de la sociedad no es piramidal, sino formación. De ahí que los organismos encargados de
más bien horizontal y multicentrada; de este modo, la información pública, sean diseñados sin vulnerar
el patrón de la legitimidad conlleva a reconocer que la necesaria estructura burocrática que garantiza su
la construcción de la vida democrática se ratifica operación, pero estando sujetos a normas y reglas
con procesos de abajo hacia arriba. La gobernanza que garantizan a los ciudadanos el acceso a la esfera
se relaciona con la transparencia, porque alude no institucional del Estado.
sólo a la faceta pública del poder, sino también a La gobernanza, en el caso de la transparencia,
la necesidad de que los gobernados, en un esquema significa que los gobernados tienen el derecho y la
de horizontal del poder, tengan la oportunidad de oportunidad de conocer el estado que guardan los
conocer, identificar y valorar el desempeño de las asuntos de gobierno, solicitando para ello, la infor-
instituciones públicas, considerando la calidad de mación que sea de su interés. La solicitud da vida al
la gestión que deben acreditar en favor del interés derecho a la información y es una opción para co-
general. Únicamente el poder democrático abre la nocer, valorar, cuestionar, reconocer o puntualizar
posibilidad a que los ciudadanos tengan el derecho algún aspecto de la vida comunitaria, a través de
de acceder a la información pública gubernamental, datos e informes que se producen en las oficinas gu-
la cual se genera mediante el concurso de agentes, bernamentales. Permite a la vez, que los gobernados
instancias y responsables de la burocracia. conozcan el desempeño de los servidores públicos y
Por tanto, la integración de los expedientes, re- los políticos, por cuanto que son los responsables
gistros y sistemas de datos, es producto de la pericia de la administración de la sociedad. Otro aspecto a
burocrática, pero sujeta a reglas institucionales que destacar, es que la transparencia es una vía para co-
dan vida a la gestión democrática. La aportación de nocer cómo fluye la información en las instituciones
la democracia a la transparencia, consiste en que del gobierno y cómo se registra y difunde con fines
proporciona la filosofía y los elementos normativos de atención y respuesta. Con ello, se rompe el cír-
de lo que implica el poder público (entendido como culo estrecho de la información como parte de las
el poder de los ciudadanos) para que sea organiza- arcanas del poder. El que estos secretos ocupen un
do como un sistema de reglas y procedimientos que lugar importante en los Estados, es una postura pro-
permiten el ejercicio accesible y manifiesto del po- pia del autoritarismo, que tiene su mejor expresión
der. en la cultura faraónica, la cual procura situarse por

17
Ibid., p. 593.
18
Sergio López Ayllón, “Los desafíos de la transparencia” en Mauricio Merino (ed.), Los desafíos del servicio profesional de carrera en México,
México, Centro de Investigación y Docencia Económicas y Secretaría de la Función Pública, 2006, pp., 250-252.

Sociedad y Política 107


encima de los controles democráticos y se sustrae posturas de omisión o irresponsabilidad que única-
por tanto, a la vigilancia de los ciudadanos. mente frenan lo mejor de la relación entre las au-
En la democracia, los Estados han de ser institu- toridades y los propios gobernados. La gobernanza
ciones abiertas, receptivas y responsables, que tie- es una fórmula institucional, que se inscribe en la
nen como premisa básica de su modus operandi, la democratización del poder y en la transformación
atención directa a los gobernados, en su condición de los sistemas de gestión pública, para que sean
de sujetos activos en el derecho a la información congruentes con las exigencias de la vida pública
pública. Se evita así, que desde el poder se asuman contemporánea.

Transparencia y democracia en México

En México, la cultura de la transparencia empie- porque en su ejercicio se reconocía más a la clase


za a constituirse en un modo de vida que articula política, los administradores del Estado y los orga-
la nueva relación de las autoridades con los gober- nismos corporativos, que funcionaban sobre la exis-
nados, con base en los esquemas de la democrati- tencia formal de los ciudadanos; cuando en realidad
zación. México tiene una tradición arraigada de la se imponían con sus atribuciones y controles verti-
cultura del secreto que, en sus aspectos fundamen- cales para dar paso a la existencia de súbditos. Por
tales, considera a las autoridades como la sacrali- eso, en la vida pública la parte más activa fueron los
zación del poder mismo. Esta situación ha tenido órganos y el aparato del Estado, no lo foros delibe-
como efecto, que el ejercicio del poder se sustente rativos de la sociedad ni de su representación polí-
más en la eficacia de las arcanas, no tanto en la in- tica que es el Congreso.
formación publicitada. Sin embargo, en los años setenta y ochenta de
La cultura política del país ha sido fuertemente la centuria pasada, los movimientos ciudadanos
influida por los valores que postulaba el gobierno de de la sociedad civil, inician procesos de moviliza-
los Borbones; caracterizado por la combinación del ción para evitar que el poder público tuviera distan-
verticalismo, las pirámides burocráticas, los mandos cias insalvables, respecto con la propia sociedad.
unipersonales, la secrecía y la proclamación de que La revitalización del espacio público, a consecuen-
el poder tiene que apoyarse en estructuras centrali- cia de una mayor pluralidad y diversidad políticas,
zadas, no abiertas ni transparentes. Este patrón de ocasiona que los ciudadanos reclamen su derecho a
vida fue adoptado tanto en el México Independiente ser tomados en cuenta en el destino de los asuntos
como en la etapa del constitucionalismo, no obs- públicos, obligando al Estado a iniciar el camino de
tante los diversos esfuerzos que se llevaron a cabo las reformas que conlleven a la democratización del
para instaurar las formas democráticas de gobierno, poder. En México, la lucha por democratizar el poder
sobre todo en el constitucionalismo de 1917. ha sido y continúa siendo una empresa compleja,
La cultura del secreto y la desinformación han que ha implicado esfuerzos y energías que se han
constituido modos peculiares para ejercer el poder, invertido para erradicar la concepción borbónica de
valorando en sí al Estado, sin considerar la partici- la autoridad.
pación de los ciudadanos en los asuntos comunes. Hoy se vive una etapa de tendencias democráticas,
La posición cupular y por tanto restringida del po- que abonan en favor de la participación, la repre-
der que corresponde al México ‘bronco’, se estimula sentación política y el imperativo de que la publici-

108 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


dad del poder19 sea efectiva para el conjunto de la lor de la democracia y la existencia de ciudadanos
sociedad. El Estado mexicano tiene un perfil de ma- organizados, autónomos y responsables, que exi-
yor apertura, y se rige por reglas democráticas que gen presencia en los asuntos comunes y demandan
contribuyen a evitar que sea un poder extraño a la la responsabilidad de los gobernantes con base en
sociedad. las normas del derecho positivo. Tales normas for-
En un planteamiento de relaciones horizontales, malizan un ejercicio de la autoridad, que no sólo
el poder tiene caracteres más democráticos, que se implica atribuciones, sino sanciones cuando se in-
han conseguido a partir de relaciones de participa- curre en abuso o incumplimiento. El vínculo entre
ción y corresponsabilidad. Hay grupos, organizacio- transparencia y democracia es indisoluble, porque
nes, voces y proyectos, que alimentan la pluralidad son elementos consubstanciales del poder público
democrática por la senda de la apertura y la trans- moderno. De este modo, la transparencia20 responde
parencia del poder. Los reclamos por una mayor de- al imperativo de cómo hacer tangible el derecho a
mocracia han influido en la definición y vigencia de la información y la democracia; es el sistema de ins-
los controles democráticos, para que los ciudadanos tituciones que favorece que los gobernados tengan
tengan oportunidad de vigilar y fiscalizar las accio- opción de conocer y evaluar el desempeño de los
nes del Estado. No se trata de disminuir las capa- políticos y los cuerpos burocráticos, ejerciendo el
cidades del Estado mexicano, sino de formalizar su propio derecho de acceso21 a la información.
comportamiento mediante estructuras, reglas y pro- En el caso de México, la transparencia como polí-
cedimientos que garanticen su transparencia, para tica pública22 se formaliza con el reconocimiento en
que sea consecuente con una sociedad que proclama el artículo 6° de su Constitución Política. El derecho
la publicitación y democratización del poder. a la información en favor de los ciudadanos, desde
Lo público del Estado mexicano, tiene en la trans- diciembre 2 de 1977, señala que “…el derecho a la
parencia un camino para que sea más accesible a los información será garantizado por el Estado”. Si bien
gobernados. Lo público del Estado mexicano es el en junio de 1996, la Suprema Corte de Justicia de
perfil de un tiempo que se relaciona con el control la Nación23 puntualizó que el derecho a la informa-
democrático que los ciudadanos pueden y deben te- ción, al vincularse con el “derecho a conocer la ver-
ner sobre las instituciones que se encargan de ase- dad, exige que las autoridades se abstengan de dar
gurar la vigencia del interés general. Lo público del a la comunidad información manipulada, incomple-
Estado mexicano implica que está al servicio de los ta o falsa”, no será sino hasta el 2 de diciembre de
gobernados, en un contexto en que las relaciones 1999 cuando lo reconoce como garantía individual,
piramidales se diluyen para dar cabida al mundo de limitado únicamente por razones de seguridad na-
la institucionalidad democrática, en la cual se tiene cional y el respeto a los derechos de terceros. Otro
como principio rector de la vida pública, la existencia paso dado en favor del derecho a la información,
de ciudadanos activos, informados y organizados. es la publicación de la Ley Federal de Transparencia
En la medida en que el Estado mexicano es más y Acceso a la Información Pública Gubernamental
público, se acerca más al arquetipo del Estado de del 11 de junio de 2002, la creación del Instituto
derecho, es decir, a un Estado que reconoce el va- Federal Electoral el 24 de diciembre de 2002 y la

19
Ibid., p. 273.
20
Ernesto Villanueva, Derecho de acceso a la información pública en Latinoamérica, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto
de Investigaciones Jurídicas, 2003, p., XXXIII.
21
Ibid., p. XXIV.
22
Mauricio Merino, “Muchas políticas y un solo derecho” en Sergio López Ayllón (ed.), Democracia, transparencia y Constitución / Propuestas para
un debate necesario, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, 2005.
23
Semanario Judicial de la Federación, citado por E. Villanueva, op. cit., p., XXI.

Sociedad y Política 109


publicación del Reglamento de la Ley Federal de ceso a la Información Pública del 16 de septiembre
Transparencia y Acceso a la Información Pública de 2006; Puebla con la Ley de Transparencia y Acce-
Gubernamental del 11 de junio de 2003. so a la Información Pública del 22 de julio de 2004;
La transparencia como política pública se ha ins- Querétaro con la Ley Estatal de Acceso a la Informa-
taurado en las siguientes entidades federativas24: ción Gubernamental del 26 de septiembre de 2002;
Aguascalientes con la Ley de Transparencia e Infor- Quintana Roo con la Ley de Transparencia y Acceso
mación Pública del 15 de enero de 2003; Baja Cali- a la Información Pública del 31 de mayo de 2004;
fornia con la Ley de Acceso a la Información Públi- San Luis Potosí con la Ley de Transparencia Admi-
ca del 25 de julio de 2005; Baja California Sur con nistrativa y Acceso a la Información Pública del 20
la Ley de Transparencia y Acceso a la Información de marzo de 2003; Sinaloa con la Ley de Acceso a
del 25 de febrero de 2005; Campeche con la Ley de la Información Pública del 23 de abril de 2001; So-
Transparencia y Acceso a la Información Pública del nora con la Ley de Acceso a la Información Pública
30 de junio de 2005; Chiapas con la Ley de Transpa- del 25 de febrero de 2005; Tabasco con la Ley de
rencia y Derecho a la Información Pública del 12 de Transparencia y Acceso a la Información Pública del
octubre de 2006; Chihuahua con la Ley de Transpa- 28 de diciembre de 2006; Tamaulipas con la Ley de
rencia y Acceso a la Información del 10 de octubre Información Pública del 25 de noviembre de 2004;
de 2005; Coahuila con la Ley de Acceso a la Infor- Tlaxcala con la Ley de Información Pública del 5 de
mación del 4 de noviembre de 2003; Colima con la agosto de 2006; Veracruz con la Ley de Acceso a
Ley de Transparencia y Acceso a la Información a la la Información del 8 de junio de 2004; Yucatán con la
Información Pública del 28 de febrero de 2003; Dis- Ley de Acceso a la Información del 31 de mayo de
trito Federal con la Ley de Transparencia y Acceso a 2004 y Zacatecas con la Ley de Acceso a la Informa-
la Información Pública del 24 de abril de 2003; Du- ción del 14 de julio de 2004.
rango con la Ley de Acceso a la Información Públi- Por otra parte, algunos de los instrumentos que
ca de 25 de febrero de 2003; Guanajuato con la Ley utiliza el Instituto Federal de Acceso a la Infor-
de Acceso a la Información Pública para el Estado y mación para dar cauce al derecho a la información
los Municipios de 29 de julio de 2003; Guerrero con son:25 1) la evaluación del cumplimiento de la ley
la Ley de Acceso a la Información Pública del 29 de por parte de la administración pública federal; 2) la
septiembre de 2005; Hidalgo con la Ley de Transpa- vigilancia en materia de seguimiento de resoluciones
rencia y Acceso a la Información Pública Guberna- emitidas por el pleno del Instituto; 3) la evaluación
mental del 15 de diciembre de 2006; Jalisco con la por parte del IFAI de los portales de transparencia
Ley de Transparencia e Información Pública del 20 de 237 entidades y dependencias; 4) la verificación
de diciembre de 2002; Estado de México con la Ley del cumplimiento de los Lineamientos Generales pa-
de Transparencia y Acceso a la Información Pública; ra la Organización y Conservación de los Archivos de
Michoacán con la Ley de Acceso a la Información las Dependencias y Entidades de la Administración
del 2 de agosto de 2002; Morelos con la Ley de In- Pública; 5) la Guía Simple de Archivos y Custodias de
formación Pública, Estadística y Protección de Datos las Dependencias de la Administración Pública; 6) los
Personales del 27 de agosto de 2003; Nayarit con la comités de información en dependencias y unidades
Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pú- de la administración pública; 7) las unidades de en-
blica del 16 de junio de 2004; Nuevo León Ley con lace y los comités de información; 8) el Programa
la de Acceso a la Información Pública del 21 de febrero Usuario Simulado y 9) el Sistema de Gestión Interna
de 2003; Oaxaca con la Ley de Transparencia y Ac- de Solicitudes de Información, 10) los Lineamientos

24
Cfr. www.ifai.org.mx.
25
Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, Tercer Informe de Labores, México, IFAI, 2005.

110 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


de Protección de Datos Personales; 11) el Sistema de 6) la protección a la seguridad nacional y 7) el dere-
Solicitudes de Información y 12) el Sistema de In- cho a la privacidad, a través de la figura habeas da-
formación Mexicana para que los ciudadanos de las ta. Por consiguiente, en el derecho a la información
entidades federativas puedan solicitar información concurren dos tipos de sujeto: el sujeto activo que
a las autoridades y/o al órgano estatal de acceso. es el titular del derecho a la información (en este
También hay organismos en la sociedad civil26 caso, los gobernados) y el sujeto pasivo, que es el
que tienen interés de fomentar la cultura de la responsable de hacerlo efectivo a partir de la solici-
transparencia en el ámbito municipal, entre los cua- tud que se formula en los organismos públicos.
les destacan el Programa Municipios Transparentes, Con los elementos enunciados, la transparencia
las Catorce Acciones Básicas para la Transparencia y se ha convertido en una práctica que se desarrolla
el Programa Ciudadanos por Municipios Transparen- en la sociedad civil e indica cómo el quehacer públi-
tes, que en el país promueven el Centro de Servicios co tiene ahora elementos formales y efectivos, que
Municipales Heriberto Jara y Vertebra Alianza Cívica acreditan una nueva visión del poder, así como una
y Locallis. A nivel municipal,27 se han expedido el forma más abierta de gobierno que es importante
Reglamento de Transparencia y Acceso a la Informa- ampliar, fortalecer y conservar, con el concurso de
ción Pública del Municipio de Torreón, el cual fue las fuerzas y organizaciones ciudadanas. Puede de-
aprobado el 13 de febrero de 2003 y el Reglamento cirse que la transparencia favorece que el Estado
Interior de la Comisión de Transparencia del Muni- tenga restricciones, para evitar que se apodere del
cipio de Querétaro, que fue aprobado el 15 de mayo control político de la información.
de 2002 y el Reglamento de Transparencia y Dere- Cuando el Estado controla y regula de manera
cho a la Información del Municipio de Zapotlán el contundente la información pública, se convierte en
Grande en Jalisco aprobada el 6 de agosto de 2002. un peligro para las libertades civiles y políticas de
También se ha creado la Conferencia Mexicana para la sociedad moderna. En cambio, cuando la trans-
el Acceso a la Información el 16 de junio de 2004, parencia se inscribe en el valor, propuestas y orien-
que agrupa a los órganos de acceso a la información tación de la democracia, se convierte en una salida
pública. constructiva, para que la relación entre gobernantes
En este sentido, el derecho a la información en y gobernados sea más directa y productiva. La trans-
México se inscribe en la visión de la gobernanza, parencia y la democracia aluden a la obligación que
porque implica el modo de regular el acceso a la in- tiene el Estado mexicano porque, en términos del
formación, puntualizando aspectos relevantes28 co- mandato conferido por los ciudadanos a las autori-
mo los siguientes: 1) el principio de la prueba de dades para constituirse en gobierno, se debe produ-
daño; 2) el principio de afirmativa ficta; 3) las cir y sistematizar la información que debe ser objeto
modalidades del acceso a la información; 4) la tem- del derecho a la información.
poralidad de la información; 5) el tiempo de reserva;

26
Tonatihu Guillén López, “Transparencia en México. Ruta hacia el ámbito municipal”, en Revista IAPEM, núm. 55, 2003, p., 171.
27
Ibid., pp., 175, 176.
28
E. Villanueva, op. cit., pp., LXVII–LXIX.

Sociedad y Política 111


Reconstrucción institucional del Estado

La articulación entre gobernabilidad, transparen- sentación y corresponsabilidad) se incorporen en el


cia y gobernanza, es una faceta relacionada con los régimen político, que es el cuerpo fundamental de
cambios institucionales que vive el Estado contem- su comportamiento institucional, porque en él se
poráneo, considerando que tiene ante sí, procesos decide qué hacer, cómo proceder y quiénes son los
cada vez más democráticos; lo cual implica que debe responsables de dar movimiento de conjunto a su
adaptarse para no rezagarse ante los movimientos potestad jurídica y política. El contenido del Estado
políticos de la sociedad. La reconstrucción institu- no se ciñe solamente a sus formas constitucionales,
cional del Estado se inscribe en la lógica de la per- sino que es importante destacar cómo ejerce el po-
manencia y el cambio, dado que su misión en la so- der con base en las reglas democráticas.
ciedad civil tiene que relacionarse con el juego y la Por consiguiente, la gobernabilidad alude al sis-
distribución del poder. Los Estados son instituciones tema de capacidades que se generan para que el de-
fundamentales para asegurar la vida y el desarrollo sarrollo de la sociedad sea correlativo a la sana con-
de la sociedad. Sin los Estados no es factible que la servación del Estado. En ningún caso, la gobernabi-
vida comunitaria desenvuelva sus fuerzas producti- lidad es una situación esperada, sino un conjunto de
vas, así como las capacidades privadas y públicas condiciones que permiten impulsar la vida regular
que se forman en el seno de la sociedad. Los Estados de la sociedad, a partir de conseguir acuerdos bási-
son instituciones que responden a imperativos de cos que aseguren que los problemas y conflictos se
conservación, pero al mismo tiempo deben acreditar traduzcan en oportunidades de cooperación, estabi-
un conjunto de capacidades que permitan la trans- lidad y eficacia creciente. La transparencia alude a
formación de las relaciones de poder con visión de una etapa puntual del desarrollo democrático, que
corto, mediano y largo plazo. se orienta a que los ciudadanos tengan la oportuni-
En consecuencia, la gobernabilidad, la transpa- dad de ejercer el derecho a la información y de ac-
rencia y la gobernanza son elementos consustan- ceder a la gestión del Estado. La transparencia acer-
ciales a las modificaciones que se realizan en el Es- ca al ciudadano con el Estado, y permite la vigencia
tado, porque dan cuenta de cómo las relaciones de de los principios de constitucionalidad y legalidad,
poder son objeto de transformación, hasta alcanzar que posibilitan que la información pública no sea
la categoría de cambios institucionales. Si el Esta- objeto de regateo ni manipulación por parte de la
do es la organización política de la sociedad, no autoridad y los administradores del Estado.
cabe duda que en los últimos 25 años, ha ingresa- Por su parte, la gobernanza indica que el desarro-
do al terreno de los movimientos democráticos que llo de la sociedad, además de histórico, dialéctico e
se forman de manera constante, a consecuencia de institucional, no transita más por la contundencia
la pluralidad política. Las sociedades del presente de las cúpulas directivas, sino que se desenvuelve
han enarbolado la gobernabilidad, la transparencia en el marco de la competencia, la pluralidad y la
y la gobernanza como rutas que permiten tener ma- horizontalidad del poder, dando juego a las asocia-
yor influencia en los asuntos comunes, consideran- ciones y organizaciones de la sociedad civil en un
do desde luego, el modo en que pueden formalizarse esquema de autonomía, competencia, pluralidad e
en tipos de normas y políticas públicas. Por ello, el intercambios que se acreditan tanto en el mercado
Estado contemporáneo vive procesos intensos de re- político como en el mercado económico. En este ca-
construcción, que tienen como fin asegurar que los so, la gobernanza democrática es el medio institu-
cambios democráticos (mayor participación, repre- cional para formalizar que los ciudadanos ejerzan el

112 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


control democrático sobre las autoridades del Esta- con los procesos de pluralidad. En consecuencia, el
do, para evitar que lo inaccesible o la opacidad de Estado contemporáneo es un Estado más abierto al
los asuntos comunes sea materia reservada única- cambio político, económico y social, lo cual permite
mente a quienes detentan el poder. que sea valorado como una institución que no sólo
La vitalidad de los movimientos democráticos ha- se rige por atribuciones, competencias y funciones,
ce posible que las estructuras del Estado no sean sino que toma en consideración los pesos y contra-
áreas de reserva infranqueable. Entre más público es pesos que hay en la sociedad y el régimen político,
el Estado, hay mayor opción para que sea entendido para no quedar girando en su propio eje.
en los alcances de la reconstrucción institucional. En la visión contemporánea del poder, el Estado
Ésta es la suma de etapas, procesos, tiempos y re- no es más el reflejo superestructural ni el reflejo me-
sultados, que reflejan la dinámica de las realidades canicista de las relaciones sociales de producción, si-
políticas que influyen en la transformación del mis- no la organización más comprometida con una vida
mo. La reconstrucción institucional del Estado es, al política, que tiende cada vez más hacia la democracia
mismo tiempo, la reconstrucción de sus estructuras y la democratización. En la visión contemporánea del
de poder y éstas se enlazan de manera constante poder, el Estado está sujeto a controles democráticos
con las demandas, presiones y gestión de la vida –transparencia y rendición de cuentas– para evitar
ciudadana. que las clases políticas lo conviertan en coto de pri-
Hay por ello, un vínculo interdependiente entre vilegios y en un sistema inaccesible de operación,
presión ciudadana y reconstrucción institucional del porque se dañaría su esencia institucional integrada
Estado, mismo que es determinante para situar la por la constitucionalidad, la legalidad, el espíritu de
naturaleza de la gobernabilidad, la transparencia y lo público y la responsabilidad.
la gobernanza. Una característica del poder demo- Otrora, el Estado se entendía como contundencia
crático es que se integra por diversas fuerzas, que en sí mismo;29 en el presente, se destaca que no pue-
por sí mismas no pueden imponerse unas a otras; de ni debe estar distante de la sociedad, ni tampoco
esto indica que es necesario articular alianzas, ne- alejado de los ciudadanos. Por tanto, la gobernabili-
gociaciones y compromisos para convertir en polí- dad, la transparencia y la gobernanza deben situar-
tica pública aquello que logra ingresar a la agenda se en el ámbito y alcance de los controles democrá-
de los gobiernos, y en ese sentido, la reconstrucción ticos para dar lugar a la concepción multicentrada
del Estado tiene como fuente de vitalidad el nutrirse del poder. La reconstrucción del Estado, en conse-
de los arreglos que se convienen para evitar la con- cuencia, tiene como punto cardinal la publicidad del
centración del poder. poder, el acceso a la información gubernamental, la
La reconstrucción del Estado también tiene como conexión funcional entre burocracia y democracia,
referentes ineludibles la descentralización política, la reforma del poder, la participación, el consenso
la acción pública, la corresponsabilidad social y las y la representación política; comprende además, la
reformas institucionales. Desde esta óptica, la re- existencia de ciudadanos informados y organizados,
construcción del Estado es el camino que lo acerca así como el reconocimiento de que la correlación de
con la sociedad, lo identifica con los ciudadanos y fuerzas es elemento toral en la construcción y vigen-
lo enlaza con la diversidad política que se desarrolla cia de la gobernabilidad democrática.

29
Robert Dahl, La democracia: una guía para los ciudadanos, Madrid, Ediciones Taurus, 1999., p. 55.

Sociedad y Política 113


Conclusión

Hoy día, las instituciones son entendidas como Lo público del Estado es condición indispensable
las reglas del juego que prevalecen en la comuni- para que el ejercicio del poder no sea faraónico. Lo
dad política. En consecuencia, las reglas se revisan público del Estado favorece más la convivencia de
cuando en la sociedad hay actores, condiciones y los opuestos, dando vigencia a relaciones de igual-
tiempos, que influyen tanto en la organización co- dad y equidad, que se sustentan como principios
mo en el ejercicio del poder. En este sentido, el Es- irrenunciables de la sociedad civil moderna. En el
tado no es la excepción, cuando se alude a que es caso de la transparencia, la igualdad permite que
la institución más importante de la vida colectiva y las personas civiles y los ciudadanos, tengan un tra-
por tanto, ha ingresado también a los procesos que to que permita invocar el derecho a la información
apuntan por su fortalecimiento para asegurar la re- para conocer y evaluar la acción de los gobernantes.
producción de sus condiciones de vida. Por su parte, la equidad permite que los miembros
La fortaleza del Estado no descansa únicamente de la comunidad política no sean objeto de discrimi-
en los medios de acción que tiene a su cargo, sino nación cuando invocan el derecho a la información.
en el grado de legitimidad que consigue acreditar a Pero lo público del Estado necesita que la goberna-
partir de las capacidades de gestión que desarrolla. bilidad democrática sea ampliada, considerando la
La aceptación del Estado se puede conseguir a tra- necesidad de que los miembros de la sociedad civil
vés de instrumentos coercitivos, pero en la óptica sean reconocidos como personas que tienen el dere-
del poder inteligente, se ha optado más por los con- cho de conocer cómo sus impuestos son utilizados,
sensos y el mejoramiento de la calidad de vida. De para aspirar a tener una mejor calidad de vida. En
ahí la importancia de revisar, a la luz de los cambios este sentido, un derivado de la gobernabilidad de-
democráticos, las reformas que debe emprender pa- mocrática es la política pública de transparencia, la
ra que la sociedad y los ciudadanos lo valoren como cual refleja cómo el poder del Estado debe ser con-
una institución útil para la vida en común, no como trolado y vigilado por el poder de los ciudadanos.
un mal inevitable.
A la luz de los cambios democráticos, la goberna-
bilidad, la transparencia y la gobernanza abren paso
a nuevas formas de convivencia, en las que la so-
ciedad y el Estado revisan sus relaciones, ámbitos y
espacios de acción para ampliar y fortalecer la con- Recibido el 19 de febrero del 2007
vivencia republicana en términos modernos. Aceptado el 23 de agosto de 2007

114 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


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116 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Trayectoria de un instrumento de gobierno.
La agenda de la reforma del Estado
(y el acecho de las prácticas autoritarias)
Javier Oliva Posada**

Resumen: Abstract:

En este artículo, se analiza el concepto In this article, the author analyzes the
de reforma del Estado desde sus oríge- State reform concept from its origins, as
nes, así como sus diversas implicaciones. well as its diverse implications. A his-
Para ello, el autor realiza un recorrido torical recount from the last decades of
histórico desde las últimas décadas del the 20th century finishes with the present
siglo XX, época en la que se origina el attention given to this issue, especially
término de referencia, hasta nuestros in speech performance. The State re-
días donde ha cobrado un dinamismo y form is addressed by the author within
vigencia en el discurso. Parte fundamen- a context given by a changing political
tal para el autor es entender qué es la regime, and it’s seen as an instrument to
reforma del Estado y el contexto en el generate governability. Some examples
que se desarrolla, ya sea vista como el of State reform are mentioned, both in
cambio en el régimen político o como Mexico and in some European and Latin
instrumento para generar y mantener la America countries. The author warns
gobernabilidad. Se presentan algunos about the risks that the reform processes
ejemplos de dichos procesos, no sólo en may imply, because of the ruptures that
México, sino también otros que han te- can be derived or the possibility of the
nido lugar en los últimos 10 años en Eu- establishment of authoritarian and seg-
ropa y América Latina. Al mismo tiempo, regationist measures. In the last part,
se hace una advertencia de los riesgos some recommendations are given for the
que implican los procesos de reforma, implementation of a successful State re-
por las rupturas que éstos pueden pro- form.
vocar, o bien, por el establecimiento de
medidas autoritarias y segregacionistas.
Palabras clave: reforma del Estado, régi- Finalmente, se presenta una perspectiva
men político, gobernabilidad, transición, de cómo se debe llevar a cabo el proceso
Poder Legislativo, democracia. de reforma del Estado.

El autor agradece a Francisco José Madero


Preciado por su colaboración en la revisión
de este artículo.
**
Universidad Nacional Autónoma de Méxi-
co, Centro de Estudios Políticos, Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, circuito Mario
de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, col.
Copilco Universidad, Deleg. Coyoacán, Méxi-
co, D.F., c.p. 04510.

Sociedad y Política 117


Introducción

E n plena Guerra Fría y de manera simultánea a los


golpes militares en Latinoamérica y otras partes
del mundo, comienza a producirse un análisis has-
dados y trabajados los conceptos de transición,
alternancia, políticas públicas, transparencia, go-
bernabilidad y, poco después, el de reforma del
ta cierto punto paradójico de la crisis de la demo- Estado (RE). Tales conceptos comenzaron a ser
cracia. Es en la década de 1970 cuando comienza a ampliamente estudiados en las universidades y
darse una rica producción académica dirigida a con- escuelas, así como debatidos en los órganos le-
cretar los pasos a seguir para crear las condiciones gislativos y de gobierno.
generales en la instauración o la consolidación de la Desde un inicio, la contraparte a la RE fue y aún
democracia. Dichos planteamientos resultan extra- lo es, el autoritarismo. Desde una perspectiva ana-
ños en algunos contextos específicos debido a que lítica (y en no pocas ocasiones propagandística),
ciertos países (principalmente los pertenecientes al dentro de este concepto, lo mismo podemos ubicar
Pacto de Varsovia) mantenían una práctica autorita- dictaduras militares, que regímenes políticos con
ria desde hacía casi 30 años. Y paradójicos también, notable fuerza del Poder Ejecutivo, aún cuando su
porque una parte importante de los pronunciamientos origen haya sido dado por procesos electorales. Al
militares y golpistas (notablemente en Latinoamé- autoritarismo se le tiene más como una ausencia de
rica) habían sido realizados para deponer gobiernos prácticas democráticas y de transparencia, que como
electos mediante contiendas democráticas, plurales reacciones intempestivas o determinaciones abrup-
y con un marco jurídico específico, y más aún, con tas, que cualquier gobierno realiza para defender los
la plena aceptación de los resultados por parte de intereses del Estado. Sin embargo, el no realizar una
los adversarios.1 distinción entre el autoritarismo y las prácticas au-
Así las cosas, de Tailandia a Argentina, de Ru- toritarias conduce, en efecto, a una generalización
mania a Malawi, y en muchos otros países, la pre- que impide formular la agenda de la propia RE. Por
cariedad o franca inexistencia de instituciones otra parte, es importante profundizar en el estudio
que velaran por las prácticas de democracia plural de la influencia que tienen las acciones y participa-
y representativa, fueron objeto de estudio. Mien- ción de la sociedad,2 en la definición de las conclu-
tras tanto en México, la fortaleza política y eco- siones que se logren en los ajustes del marco legal
nómica del Estado también observaba claros indi- y en las reformas institucionales3. Por eso, el asunto
cios de saturación en su capacidad de respuesta y contenido de la agenda es el principal indicador,
a las demandas de una sociedad urbana, para al- respecto de los acercamientos y la viabilidad que
canzar mejores condiciones de vida. Para afrontar tiene un ajuste de fondo, en la forma de gobierno y
una nueva etapa, dirigida al diseño y aplicación de el ejercicio de la representación en un sistema polí-
una renovada administración pública, fueron abor- tico determinado.4

1
Michael Crozier, Samuel Huntington y Joji Watanaki, “Gobernabilidad en la democracia. Informe del Grupo Trilateral sobre gobernabilidad en
las democracias”, en Cuadernos Semestrales, núms. 2-3, segundo semestre de 1977 y primer semestre de 1978.
2
Jean-Pierre Gaudin, Pourqui la gouvernance?, París, Presses de Sciences Po, 2002.
3
Dice al respecto J.P. Gaudin: “La función primaria de la política es la de agregar los diversos intereses de la sociedad, de tal manera que
promueva propósitos comunes y crear coaliciones detrás de políticas y líderes. En una sociedad democrática este proceso tiene lugar a través
de complicados proceso de negociación y compromiso dentro del gobierno, dentro y entre los partidos políticos a través de la competencia
electoral. Gobernabilidad en la democracia”, en ibid., p. 381.
4
Como fue publicado en el periódico Le Monde el 5 de septiembre de 2007, Stauros Dimas, comisario griego a cargo del medio ambiente, pro-
puso una reforma del Estado para poder reaccionar ante la tragedia de los incendios forestales que azotaron a Grecia entre los últimos días de
septiembre y primeros de octubre de ese año.

118 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


El contexto y los antecedentes, sitúan a la RE y vertido. Por supuesto, que esto no implica o niega
otros conceptos relacionados, en la órbita tanto de la opción de que otras medidas (con base a expe-
los intereses de los países considerados como po- riencias relativamente exitosas), puedan aplicarse
tencias regionales, como los clasificados como sub- en diversas latitudes.6 Sin embargo, la considera-
desarrollados (o cualquier otra denominación que en ción respecto del entorno no ha sido una variable
el ámbito de las relaciones internacionales se utilice constante a ponderar en los procesos de diagnós-
para distinguir a las potencias económicas y mili- tico y evaluación de dichos programas. Campañas
tares del resto de las naciones). Lo cierto es que la de alfabetización, de erradicación o disminución
concurrencia de los organismos financieros multila- de la violencia intrafamiliar, uso racional del agua,
terales poco ha coadyuvado a la instauración y prác- ahorro en el gasto de energéticos, han mostrado
tica de la democracia y, generalmente, se ha limita- resultados contrastantes en sociedades de simila-
do a condicionar la ayuda a la aplicación de medidas res características, pero que ofrecen muy distintas
muy específicas en materia de comercio, aduanas, respuestas a las programas.
derechos humanos, Estado de derecho y otras. Una primera reflexión en torno a la diversidad, ri-
Desde el inicio de la ‘exportación’ de estas premisas queza analítica y contexto histórico de surgimiento
y conceptos (desde los países centrales a los perifé- que implica la RE, remite a que por tratarse precisa-
ricos), la particularidad social, el contexto geográfico mente del Estado, es donde la referencia a la diná-
y la trayectoria de la historia, fueron gradualmente mica sociedad-Estado, cobra con toda profundidad
sustituidos por los estudios comparados, así como su particular caracterización e identidad. De allí, al
por la puesta en práctica de lineamientos de ad- extenderse como herramienta de homogenización,
ministración pública, diseñados desde instituciones la RE comenzó a ser el vehículo idóneo para que or-
distanciadas de la naturaleza de cada caso (rela- ganismos como el Fondo Monetario Internacional, el
ciones sociedad-Estado). En este sentido, es impor- Banco Mundial e incluso la Organización de las Na-
tante considerar lo dicho por Pierre Lascoumes y ciones Unidas instrumentaran programas con metas
Patrick Le Gales: “La instrumentación de la acción específicas, con medidas que modificaron la esen-
pública es reveladora de una teorización [más o me- cia de la naturaleza de los Estados y cuyo sentido
nos explícita] de la relación gobernante/gobernado. principal fue, desde el inicio, la flexibilización de
En ese sentido, se puede señalar que cada instru- las fronteras y aduanas para la mejor circulación de
mento de acción pública constituye una forma con- capitales y mercancías. Desde luego, siempre el sen-
densada y final del saber sobre el poder social y las tido de esa circulación es de los países más fuertes
formas en que se ejerce”.5 hacia los más débiles.
Si se considera que la proliferación de posicio- Entonces, cabe hacer una segunda reflexión. Al
nes y debates en torno a la viabilidad de determi- abordarse desde el término mismo ‘reforma’ del ‘Es-
nadas políticas o programas, así como las acciones tado’, la ubicación del objetivo es, por tanto, una
emprendidas para dejar a un lado las característi- modificación en la naturaleza del Estado. Sí, pero
cas específicas de cada Estado y sociedad; la con- ¿qué significa ‘reformar’ al ‘Estado’? Esto podría lle-
secuencia no puede ser otra que el de la imposi- var a una amplia lista de elementos relacionados
bilidad para obtener los resultados esperados, con con dicho proceso: La amplitud de los objetivos,
el consecuente dispendio de recursos y tiempo in- la heterogeneidad de las estructuras de gobier-

5
Pierre Lascoumes y Patrick Le Gales, L’action publique saisie par ses instruments, París, Presses Sciences Po, 2004, p. 27.
6
El 19 de noviembre de 2007, el periódico El Universal publicó la propuesta para la aplicación de un plan de seguridad inglés en México. Se
menciona el señalamiento hecho por la Agencia para la Mejora Policial en el Reino Unido (NPIA), con respecto al éxito de este programa en las
ciudades de Chihuahua y Aguascalientes.

Sociedad y Política 119


no, la amplitud en las fórmulas de organización y inevitable con la práctica, por lo que los operadores
participación social, así como la caracterización de de la RE, –esto es, principalmente los órganos legis-
marco jurídico, las instituciones y la administra- lativos y los partidos políticos– deberán considerar
ción pública, el desarrollo de los conflictos entre los puntualmente los escenarios y consecuencias de los
grupos de interés, etcétera. Las modificaciones que ajustes.
pretenden ser aplicadas, se confrontarán de manera

Objetivo de la reforma del Estado: cambios al régimen político


(¿también al sistema político?)

Una meta como el que se plantea con la RE, con- de lo anterior, conviene precisar que “La palabra ‘ré-
duce a precisar, al menos, la procedencia y formu- gimen’ está reservada a la estructura definida por la
lación de algunos de los conceptos utilizados. Esto Constitución y las leyes y reglas que la complemen-
se debe a que re-pensar, re-plantear, re-estructurar, tan, la palabra ‘sistema’ se aplica a las configuracio-
re-formar, no quieren decir otra cosa que analizar la nes que remiten a las prácticas efectivas o posibles
naturaleza vigente del Estado en cuestión. Es por de acuerdo con el perfil del régimen”.7 Luego enton-
esto que una polémica de semejante profundidad no ces, la forma de gobierno,8 se refiere a las caracte-
puede limitarse, en forma alguna, a la mera enun- rísticas del sistema de partidos y procedimientos de
ciación de objetivos, articulación de conceptos va- representación para responder a la pregunta, ¿quié-
rios y concluir con llamados a la disposición de par- nes deciden?
te de los grupos de interés para que demuestren su Así, la RE se enfoca, en un primer nivel, a evaluar
neutralidad en la futura e inminente nueva etapa la viabilidad de los procedimientos para resolver los
del Estado. Los fracasos como los de Italia (La Bica- conflictos9 en la toma de decisiones que afectan al
merale 1997-1998) propician, en efecto, el sentido conjunto del sistema político. Sea en un régimen
contrario de lo que se pretende: los actores involu- parlamentario, presidencial o sus variantes, el sur-
crados y afectados –de una forma o de otra– desa- gimiento de otros actores, la constante transforma-
rrollan una evidente resistencia a la RE. En función ción de la sociedad, la incorporación de la agenda

7
Maurice Duverger, Le système politique français, París, Presses Universitaires de France, 1996, p. 19. Es importante señalar que este autor cita
a Olivier Duhamel para referirse a la historia del sistema político francés y la relevancia que tiene el papel de la sociedad en la construcción y
desmantelamiento de constituciones y gobiernos a lo largo de la consolidación del Estado en ese país. También pueden consultarse las amplias
exposiciones de Niklas Luhmann sobre la política y la teoría de sistemas, en la obra de Giancarlo Corsi et al, Glosario de Niklas Luhmann, México,
Universidad Iberoamericana-Anthropos, 1998.
8
Norberto Bobbio, La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político, México, Fondo de Cultura Económica, 1987. En
esta obra, el autor hace dos excepciones respecto del “Intermedio del despotismo” y el “Intermedio de la dictadura” (capítulos XI y XIV), para
precisar cómo en esos ambientes y prácticas autoritarios es impensable la polémica respecto de la ampliación en cuanto a los procesos de
decisión y su instrumentación.
9
Dice Luis F. Aguilar en su obra Gobernanza y gestión pública (México, Fondo de Cultura Económica, 2006, p. 53): “En consecuencia, la mayor
parte de los estudios politológicos y administrativos de fin de siglo fueron explicaciones y pronósticos de la crisis o bien enunciados normati-
vos (valorativos, institucionales, técnicos) sobre las formas de prevenirla o superarla, por lo demás la crisis de la política y la economía de la
sociedad desarrollada o en vías de desarrollo alcanzó tal popularidad en el lenguaje cotidiano, académico y mediático que no sólo se utilizó
para describir las aciagas situaciones sociales que padecían numerosos sectores de la población sino que se convirtió en la categoría intelectual
principal para describir, explicar y superar el agotamiento de la política y economía industrial con su cauda de males personales y sociales. En
las últimas décadas del siglo XX hemos pensado la política, el gobierno y la administración pública desde el esquema mental de la crisis”.

120 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


mundial a los temas domésticos, los efectos del en- caso de François Miterrand como de Jaques Chirac,
torno creado por los medios de comunicación y has- debido a que no obtuvieron la mayoría necesaria en
ta los nuevos grupos de interés, ponen en evidencia la Asamblea Nacional. Estos antecedentes conduje-
la disfuncionalidad de los antiguos métodos. No es ron a que hacia los primeros meses de la Presidencia
pues de llamar la atención que a inicios del presente de Nicolás Sarkozy (julio-octubre de 2007), se ex-
siglo y desde la última década del siglo anterior, los ploraran opciones para garantizar un mejor funcio-
regímenes presidencialistas10 hayan planteado una namiento entre el gobierno y la Asamblea Nacional
variante hacia el parlamentarismo11 y, a su vez, los en caso de que el mensaje electoral se repitiera y el
regímenes parlamentarios hayan buscado una deri- partido gobernante (Union pour la Mayorité Popula-
vación del régimen presidencialista para conceder a re) no lograra dominar la representación. A ese pro-
sus formaciones gubernamentales la estabilidad de ceso se le llamó, Reforme de l’Etat. Su vigencia se
la que hacen gala los regímenes presidencialistas. fue finalmente diluyendo en medio de la agitación
En ambos casos, la pretensión de las reformas atien- sindical ante la propuesta de reducir las pensiones y
den a la incapacidad y anacronismo para decidir con la intensa actividad en materia de política exterior
oportunidad las respuestas del régimen hacia el sis- de Sarkozy.
tema político. En este punto, puede plantearse la La situación italiana (luego del referido fracaso
hipótesis de que el sistema político (más dinámico de 1997-1998), hacia el mes de octubre de 2007 y
que el régimen) requiere de una serie de acuerdos ante la amenaza de una ruptura en la coalición go-
que, sin pasar necesariamente por las urnas, reúna bernante (que ya había llevado a que en el mes de
a los partidos, sus representantes y dirigencias a la febrero de ese mismo año Romano Prodi presentara
realización de dichos acuerdos.12 su renuncia al presidente de la República), se buscó
Tanto en el caso de los regímenes presidencia- consolidar al centro izquierda dominante. Así, me-
les como en el de los parlamentarios, la expresión diante la formación de un nuevo partido político13
de conductas tenidas por anómalas hasta ese mo- se logró darle estabilidad al gobierno en turno en
mento por el electorado se fueron imponiendo sobre Italia. La RE fue pospuesta y mediante un acuerdo
la práctica: En Francia, el conocido fenómeno de la de gobernabilidad, Italia entró a una nueva etapa
cohabitación (que significa que el presidente de la de estabilidad.
República en turno gobierne con un primer ministro En México, al igual que los anteriores casos, fueron
de un partido diferente al suyo) se dio tanto en el los resultados electorales, en particular los federa-

10
Como es posible observar en la edición del 15 de octubre de 2007 del periódico Le Monde (en el artículo titulado “Le comité Balladur se plie
à la volonté de M. Sarkozy”), el principal tema de debate en la RE en Francia es el procedimiento y condiciones para que el presidente de la
República pueda dirigirse en presencia a la Asamblea Nacional (artículo 20 de la Constitución). En esta fuente se señala que en las presentes
condiciones, debido a la teoría de la separación de poderes, el mandatario se encuentra imposibilitado para acudir y hablar al pleno legislativo.
Cabe mencionar también el caso de Argentina, donde la RE ha recibido el nombre de “Modernización del Estado”.
11
Además debe considerarse que, entre una de las características funcionales del presidencialismo, está el hecho de que el diseño del funcio-
namiento del régimen depende de la existencia de mayorías absolutas y de identidades de partidos entre el del presidente y la mayoría en el
Poder Legislativo. Por las dinámicas sociales, el pluralismo y la personalización de la política, este proceso de resultados electorales mayori-
tarios escasea y tiende a desaparecer. La tensión e inmovilismo consecuencia del pluripartidismo, caracterizan a las democracias de régimen
presidencialista.
12
Guillermo O’Donnell, “La eterna crisis de la democracia”, en Examen, núm. 153, octubre 2007. En una más de las generalizaciones del autor,
la ambivalencia de los criterios para suponer o condicionar la solidez de la democracia en tanto instituciones, deja de lado el elemento cultural
y el entorno físico (geografía) para dar paso a las percepciones globalizantes. Más aún, si se considera que la competencia electoral propicia
incertidumbre respecto de quién y por cuánto habrá de ganar (y con frecuencia, cómo ganará), la democracia pluralista, implica un misterio
con respecto a la voluntad del elector.
13
Este partido fue llamado Partido Democrático, y su dirigencia fue electa por la ciudadanía. Según los cálculos de los organizadores y com-
probados por los medios de comunicación, fueron casi tres millones de votos los que avalaron esta nueva organización, con Walter Veltroni a
la cabeza, en ese momento, alcalde de Roma.

Sociedad y Política 121


les de 1997,14 los que gradualmente condujeron a la base sólida que requiere una agenda para la RE y
búsqueda de nuevos acuerdos para gobernar en me- la actualización del régimen político. De aquí que,
dio de severas crisis económicas, magnicidios, cri- ante la problemática que genera la dinámica elec-
men organizado (principalmente narcotráfico), des- toral, se pretenda que sean los organismos plurales
mantelamiento del Estado en materia de energéticos 9congresos o parlamentos) los engargados de llevar
así como la alternancia partidista en la Presidencia a cabo los complejos procesos de negociación de
de la República. Todos estos elementos contextuales las RE e implementar sus resultados en las políticas
marcaron la orientación de la RE. La convocatoria, públicas.
realizada desde el Senado de la República a través En efecto, al quedar en entredicho la legitimidad
de su presidente, el senador Manlio Fabio Beltrones (en tanto que la legitimidad es una creencia ciuda-
Rivera, contó con la participación del presidente de la dana, principalmente) de un gobierno, y más aún la
Cámara de Diputados, del Ministro Presidente de forma en que se procesan los acuerdos luego de una
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Poder elección desfavorable o cuestionada, el primer paso
Ejecutivo Federal, de las coordinaciones parlamen- es, sin duda, revisar y analizar hasta dónde alcan-
tarias y de la representación de los gobernadores, za el terreno de la negociación bajo los parámetros
así como de las dirigencias nacionales de los par- vigentes. La ampliación de los espacios de conci-
tidos políticos, además de la representación de los liación, afectan o van en detrimento del sector ‘no
congresos locales y de las presidencias municipales. triunfador’.16 La legitimidad queda debilitada y la
Su instalación fue en el Palacio de Minería, en la Ciu- fórmula para articular acciones de relevancia será la
dad de México, el 25 de abril de 2007, luego de la gobernabilidad. A pesar de las diferentes acepciones
aprobación unánime en el propio Congreso de la de de gobernabilidad, como se apunta en la introduc-
la Unión de la Ley para la Reforma del Estado. Se es- ción, ambos conceptos (RE y gobernabilidad) son
tableció el plazo de un año para entregar resultados mutuamente incluyentes y sincrónicos para recons-
específicos en materia de procedimientos políticos. tituir la política y el acto de gobierno. Los pactos
Luego del repaso conceptual que hemos presen- entre las élites políticas tienen la función principal
tado, abundaremos tanto en las características co- de crear condiciones de gobernabilidad (estabilidad)
mo en las condiciones necesarias para llevar a buen a la vuelta de reñidos procesos electorales que
puerto una RE. No sólo por los casos referidos sino evidencian la fragmentación de los intereses nacio-
por otros más, incluso en Latinoamérica, los resul- nales y regionales. De allí que las observaciones crí-
tados electorales no pueden ni deben orientar una ticas al aparato administrativo, sean el paso inicial
RE en tanto que su naturaleza y esencia no pueden y natural para intentar una reforma del aparato gu-
quedar sujetas a los lógicos vaivenes observados en bernamental. De sus contenidos dependen los alcan-
las urnas.15 Un resultado electoral no constituye la ces para una RE.

14
La creación en 1995 de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados (cuya función fue la de integrar a los líderes de las
bancadas de los partidos a un órgano de dirección), preveía la disfunción en breve de la Gran Comisión, como en efecto sucedió. En virtud de
esto, los resultados electorales y la fragmentación en la representación llevó a que la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos fuera modificada de fondo.
15
Dice M. Duverger (op. cit, p. 56): “Todo régimen pluralista supone que cada uno de los adversarios conserva un mínimo de confianza en el
otro: es decir, que cada uno cree que el otro no abusará del poder en caso de llegar a gobernar”. Si este supuesto se vulnera o de principio no
se observa, la debilidad estructural, conceptual, institucional y práctica de la democracia, hará de esta un simple procedimiento plebiscitario
del grupo y partido en el poder.
16
No se utiliza el término ‘derrota’ pues de todas formas el gobierno sigue desempeñando sus funciones. Simplemente, un resultado electoral
desfavorable en la formación del Poder Legislativo, al inicio o a la mitad de gestión, le obliga a ser más conciliador, y por lo tanto, más lento
en la obtención de resultados.

122 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


La transición:
puente operacional entre RE y gobernabilidad

Ante la dinámica y compleja estructura social y y régimen político), lo que articule la negociación
cultural, se observa que la ya mencionada meta de y la agenda.
la reforma del Estado dejó de ser un objetivo iden- Por tanto, resulta arriesgado fijar un modelo es-
tificado con las democracias de países emergentes, pecífico para alcanzar una determinada RE. En todo
potencias regionales o cualquier otra clasificación caso, el punto de partida es la plena convicción de
que marcara una distinción entre el desarrollo y el parte de los actores del régimen, así como de los
subdesarrollo. Lo anterior, tiene una significación de grupos de interés,18 de que la viabilidad de las con-
fondo por lo que hace a la tradicional diferenciación diciones bajo las cuales se procesan las decisiones y
entre la solidez, consistencia y calidad de las demo- los conflictos ha llegado a su fin. Es necesario que
cracias de los países industrializados y aquéllos que la democracia (en tanto procedimiento y represen-
no lo son. En pocas palabras, la incertidumbre res- tación) logre canalizar con oportunidad las exigen-
pecto de la orientación que puede tomar la referida cias sociales y la articulación de las expectativas de
complejidad social, se convirtió en un patrimonio la relación sociedad-Estado para preservar las con-
compartido. La temática de la integración multicul- diciones de estabilidad y certidumbre legal e insti-
tural17 ha sido, sin duda, el punto de referencia para tucional. Así, mientras que en el caso de México el
homogeneizar preocupaciones y reformas de la de- tema propuesto es el mayor protagonismo del Poder
mocracia en la mayor parte de los países conocidos Legislativo, en Francia es la reforma a las atribucio-
como ‘occidentales’. nes constitucionales del presidente de la República,
La conjunción entre RE (objetivo) y gobernabili- en Polonia serán los acuerdos duraderos entre los
dad (procedimiento), representa la oportunidad para partidos en el parlamento, y así sucesivamente de
la clase política y los grupos de interés para lograr manera diferenciada.
los ajustes de fondo requeridos sin la concurrencia Para el caso de México, “las descalificaciones entre
del testimonio electoral (es decir, sin que medien partidos, las denuncias, incluso penales, las solici-
elecciones para avalar o rechazar las medidas acor- tudes de juicios políticos y otras acusaciones meno-
dadas y aplicadas). Todos estos factores hacen del res, son el pan de cada día. Éstas crean un clima de
Poder Legislativo un actor determinante en cuan- inestabilidad, impiden los acuerdos políticos, retra-
to a la legitimidad de la propia RE al situarse en el san los acuerdos gubernamentales y operan contra
centro mismo del debate, así como de la autoridad la credibilidad de los propios partidos, debilitando
que se deriva de su representatividad. Será el perfil en consecuencia la confianza en ellos por parte de
específico de cada caso de la RE, donde el acento y la ciudadanía”. 19 De allí que se halla propiciado des-
particularidad de su conformación (en tanto sistema de el Poder Legislativo (en particular desde el Se-

17
Alain Renaut, Égalié et discriminations, París, Seuil, 2007.
18
Guillaume Courty, Les groups d’intérêt, París, La Découverte, 2006. En el sentido de la defensa, consolidación y expansión de los elementos que
articulan a organizaciones públicas y privadas, cuyas expectativas se pueden ver afectadas por la dinámica política, electoral y representativa.
No pocos autores (entre ellos Courty) sostienen que de mantenerse esa tendencia, los poderes y asambleas legislativas serán al final sistemas
de representación de los grupos de interés más que de la voluntad de la mayoría ciudadana.
19
Mario Ojeda Gómez, México antes y después de la alternancia política: un testimonio, México, El Colegio de México, 2004. p. 69 y ss. Más
adelante el autor se refiere a la gobernabilidad como sinónimo de estabilidad política (y económica) en un régimen presidencialista de partido
hegemónico, procurando llegar a acuerdos desde su interior.

Sociedad y Política 123


nado de la República) una atmósfera en donde –al retórica, las buenas intenciones y los honorarios de
menos de inicio– la posibilidad de crear acuerdos consultoras internacionales contratadas a su vez por
sea una finalidad en sí misma. No obstante, una co- los organismos también internacionales. La capaci-
yuntura electoral se convirtió en el parteaguas de la dad y disposición de los operadores de la RE serán
historia contemporánea del país: la derrota del PRI la mejor garantía de éxito.
en los comicios presidenciales del 2000, repetida en Dada la conjunción de aspectos electorales, me-
el 2006. Es entonces cuando una reforzada dinámi- diáticos y una larga lista de factores y condicionan-
ca, práctica e interpretativa, hace su aparición en el tes, la posibilidad para que la RE alcance un margen
discurso y el debate. razonable de éxito en México depende de qué tanto
Hay un tercer concepto que tiene una presencia los operadores consideren la relevancia de las leccio-
recurrente: la transición. Desde los volúmenes publi- nes del pasado (con sus aspectos positivos o negati-
cados en 1990 por Guillermo O’Donell y otros auto- vos). No obstante, existe una proclividad a eliminar
res20, ha alcanzado una difusión considerable en la tal o cual actor del nuevo diseño; lo que esta postu-
producción científica social en cuanto a la planifica- ra acarrea son conflictos y tensiones provocadas por
ción de los gobiernos y en los informes y evaluacio- el recelo e inconformidad de los actores y grupos no
nes de organismos internacionales.21 Sin embargo, integrados al diseño y que en suma, retrasan no sólo
los antecedentes específicos, sea por región o por los acuerdos sino que, incluso, pueden impedir una
país, muestran las condiciones prevalecientes pa- transición basada en la legitimidad y en la Ley. Por
ra concretar y especificar cada una de las agendas. eso, las tentaciones para reeditar estructuras autori-
En ese caso, es pertinente destacar que “las trans- tarias no son privativas de un sistema y Estado con
formaciones de la organización administrativa no antecedentes en la materia, sino que también ocu-
constituyen entonces, una simple operación técnica rren en democracias maduras en donde el escenario
despolitizada. Más allá de los beneficios atendidos internacional exige adecuaciones o puesta a prueba
de la ‘reforma del Estado’ en ocasiones las modi- de sus instituciones (casos como las dos elecciones
ficaciones son contrarias y particularmente contro- de George W. Bush en 2000 y 2004).
vertidas […]”.22 Esto, en plena concordancia con la En su libro clásico Critique de la decisión,23 Lu-
historia y los anclajes que representan los anteriores cien Sfez argumenta que en la medida en que no
procedimientos y acuerdos, para articular las solu- sean establecidos o considerados los efectos de las
ciones de los conflictos en el sistema político y en decisiones a aplicar, los actores involucrados reac-
el régimen. cionarán vulnerando los intereses de aquéllos que
Es así que la transición, más que una fase en sí se han arrogado la dirección de los ajustes, lo que
misma, implica el arranque de la ‘normalización’ de llevará a la interrupción del proceso en la aplicación
los nuevos acuerdos y es el resultado de la reformu- de la decisión. Para el caso específico de países con
lación político administrativa (y por lo tanto legal) notables antecedentes históricos y estructurales de
de los acuerdos alcanzados. Constituye la puesta en prácticas autoritarias, la ponderación de las conduc-
práctica de las negociaciones dejando a un lado la tas que las reproducen, así como de organizaciones
20
Guillermo O’Donell, Philippe Schmitter y Laurence Whitehead, Transiciones desde un gobierno autoritario, Buenos Aires, Paidós, 1990.
21
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre la democracia en América Latina. Contribuciones para el debate, Buenos
Aires, Alfaguara, 2004. Más adelante citaré algunos argumentos respecto a las relaciones entre RE, gobernabilidad y transición, para procurar
una idea más específica de su utilidad como herramienta para la articulación de consensos o acuerdos, rumbo a una nueva estructura adminis-
trativa y de gobierno.
22
Philippe Bezes, “Construire des bereaucraties wébériennes à l’ère du New Public Management?”, en Critique international, núm. 35, abril-junio
de 2007.
23
Lucien Sfez, Critique de la decisión, París, Press de Sciences Po, 1992, pp. 349 y ss. En este capítulo, el autor centra sus observaciones en la
“linearidad” de la decisión y sus consecuencias sobre la libertad de acción de los actores, considerados desde la óptica de los operadores.

124 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


e incluso segmentos importantes de la administra- con claridad a sus objetivos aunque, por paradójico
ción pública, propician ambientes de exclusión-de- que resulte, no sea en efecto una RE sino una modi-
fensa de esos intereses. Suponer que solamente los ficación del sistema de la administración pública y
actores que tienen su origen en la administración el reparto de equilibrios del poder.
pública y en la acción de Estado son los que pue- Algunos de los autores aquí citados destacan di-
den reaccionar ante afectaciones en el proceso de versas aspectos relacionados con la RE, como la des-
transición, es llevar a que la operación se torne más centralización (Tulia Falleti) y la evolución histórica
compleja,24 sobre todo si se toma en cuenta la in- de las instituciones (Maurice Duverger). Planteamos
tervención de otros sectores interesados. que referirse a la RE no es exactamente una recon-
Las prácticas autoritarias no desaparecen o se sideración a propósito de las bases históricas del
desvanecen por el establecimiento de acuerdos o ge- Estado, ni una modificación de fondo a la Constitu-
neración de leyes o dependencias gubernamentales. ción, ni mucho menos a la unidad geográfica sobe-
Como condición fundamental se encuentra la plena rana de la nación. Aún más alejada queda la opción
convicción de que dichos procedimientos, además de la nueva cultura o estructura cívica. Si no es nin-
de anacrónicos y no democráticos (por tanto, faltos guna de estas opciones, entonces, ante lo que nos
de transparencia), den paso a cuestionamientos de encontramos, es frente a una reforma del régimen
fondo a la legitimidad del sistema y del régimen. político y de la administración pública en general;
Conductas impositivas, carentes de un mínimo de una nueva distribución en el ejercicio del poder po-
debate, constituyen un escenario, por demás peli- lítico. La RE requiere de gobernabilidad para operar
groso, para el Estado en su conjunto. Por una parte, una transición que lleve a la consolidación de los
se margina a actores centrales en anteriores etapas nuevos acuerdos, lo que debe llevar a la puesta en
del sistema, afectando por tanto a esos intereses práctica de una nueva forma de pensar y hacer la
que han sido tan consistentes pues han logrado so- política. Este nuevo enfoque debe estar sustentado
brevivir a los cambios políticos y electorales. en la deliberación y el cumplimiento de lo pactado,
Por otra parte, se pueden distinguir “tres tipos de para que los acuerdos puedan tener viabilidad.
políticas de descentralización: administrativa, fiscal En la situación de México, la Comisión Ejecuti-
y política”,25 atendiendo a las especificidades geo- va de Negociación y Construcción de Acuerdos del
gráficas y de administración locales. Es decir, como Congreso de la Unión, evidencia la ausencia de una
se ha señalado, la relevancia que tienen los ante- práctica política que facilite no sólo la opción del
riores actores del sistema y la trayectoria del diseño acuerdo sino su cumplimiento y puesta en papel co-
institucional y de equilibrios políticos, deben ana- mo Ley e instancia del servicio público. En ese senti-
lizarse para la confección en la renovada institu- do, la constancia en su aplicación habrá de propiciar
cionalidad. Precisar los intereses y acercar las ideas que las prácticas autoritarias del sistema político se
son dos elementos que, puestos en práctica, contri- vean disminuidas en su capacidad de imposición y
buyen a que este proceso de reforma pueda dirigirse abran paso a procesos de deliberación y convergen-

24
Luhmann define la complejidad como la aparición simultánea de elementos que inciden en la toma de decisiones, pero que no por eso se
encuentran relacionados. Así, la conjunción de tendencias cuya solución ya no atraviesa por los procedimientos anteriores, genera tensiones y
disfunciones en el sistema. Cfr. G. Corsi, op. cit.
25
Dice Tulia Falleti en su artículo titulado “S’emparer du povoir ou créer du povoir? Les héritages des régimes militaires dans la décentralisation
en Argentine et au Brésil” (en Critique Internationale, núm. 35, abril-junio de 2007, p. 103): “La descentralización administrativa es el conjunto
de políticas que transfieren la administración y la oferta de servicios sociales (tales como la educación, la salud, la ayuda social o a la vejez) a
través de los gobiernos locales […] La descentralización fiscal se refiere a las políticas que propician el crecimiento y autonomía presupuestal
de los gobiernos locales […] La descentralización política consiste en la serie de reformas constitucionales y electorales dispuestas a aceptar e
impulsar, las representaciones de las comunidades locales”. Si bien la autora se refiere a casos de dictaduras militares, la agenda de una descen-
tralización en tres frentes, es una interesante sugerencia para países con prácticas autoritarias como es el caso de México.

Sociedad y Política 125


cia programática. En cada caso, el Estado hará énfa- ción sustancial en la administración, en la política
sis respecto a qué parte de la administración pública o en materia fiscal), para guiar la formulación de la
se modificará (es decir, si deberá ser una modifica- agenda de la llamada RE.

La posibilidad práctica de la deliberación y la democracia

El reciclamiento de los actores políticos (sean par- En ese contexto, conviene precisar que el sentido
tidos, organizaciones empresariales, medios de co- y objeto de la RE adquiere un sentido crucial, tanto
municación, iglesias, agentes internacionales –ONG’s, como la agenda misma de las acciones pactadas. En
gobiernos, organismos- sindicatos, entre otros) con meses recientes se hace alusión, en varios países se
cierta regularidad se observa como condicionante a hace alusión a la RE como un objetivo que permi-
una renovada institucionalidad de la democracia. Y tirá ajustar las estructuras de gobierno, acercar los
en efecto, mientras el nivel de análisis solamente se sistemas de participación a la ciudadanía y diseñar
refiera a los recursos técnicos de la administración un marco propicio para el buen funcionamiento de
pública, el manejo de los recursos, la transparen- la economía de mercado.
cia y las opciones para una práctica de la demo- La RE como recurso y herramienta de gobierno,
cracia serán lejanas. Al respecto, Guillermo O’Donell convoca a nuevos acuerdos que, una vez alcanza-
sostiene: “Las reflexiones precedentes sirven como dos en la excepcionalidad de estructuras caducas,
primeras indicación de la principal preocupación de deben propiciar el paso de renovadas fórmulas para
este texto: el escaso poder que en América Latina procesar el conflicto. El enorme desafío consiste en
tienen los gobiernos democráticamente electos y, en que son los mismos actores y operadores políticos
general, los estados, para avanzar en la democrati- los que deberán articular el escenario propicio para
zación de sus respectivos países.”26 el desarrollo de una nueva administración del poder
Cuando los gobernantes actúan en otro sentido, (es político, contando para ello con la construcción de
decir, concentrando poder y capacidad de convocato- espacios de deliberación y decisión que fortalezcan
ria), y se dirigen hacia la formulación de una nueva la capacidad de gestión de la administración públi-
Constitución27 (que legitime el nuevo arreglo social y ca, así como la posibilidad de una nueva actitud cí-
de élites), la comunidad académica internacional y los vica ciudadana.
organismos multinacionales no escatiman calificativos, Sin lugar a dudas, ese reto aparece como el prin-
para criticarlos y calificarlos como populistas. cipal riesgo y ventaja. Riesgo, por el recelo ante

26
Guillermo O’Donell, “Acerca del Estado en América Latina contemporánea: Diez tesis para discusión”, en Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo, La democracia en América Latina. Hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos, Buenos Aires, PNUD, 2004, pp. 154-
155.
27
En particular los casos de Hugo Chávez (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador) y Evo Morales (Bolivia); cada uno procedió a la redacción y apro-
bación plebiscitaria de una nueva Constitución, siendo la más reciente la correspondiente a Bolivia, el 25 de noviembre de 2007. Por supuesto,
no es este el lugar para polemizar con respecto a la contribución a la democracia en la región de esos textos normativos y del procedimiento
para su aprobación. Se trata, en cambio, de resaltar la enorme contradicción analítica y académica respecto de la RE como un instrumento
de medición a priori y sin referencia alguna a la situación prevaleciente de cada sistema político. Se pide y diseñan los pasos a seguir para
darle sentido a la democracia y capacidad de conducción institucional y cuando se aplica, se acusa de autoritario al gobernante en cuestión.
En cambio las críticas menores e indulgentes a la sucesión presidencial-matrimonial en Argentina en octubre de 2007, pusieron de relieve la
aceptación de una tendencia menos contestataria a los esquemas internacionales.

126 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


la eventual pérdida de posibilidades de incidencia Plantearse desde esta perspectiva la RE, exige un
y privilegios que la anterior estructura acarreaba a esfuerzo mayor a los partidos políticos, a sus gober-
los actores involucrados en la RE. Ventaja, la fuerza nantes y a sus representaciones en el Congreso. Sea
de los actores emergentes por que puede ser la base en el caso de México o de otro país latinoamericano,
para excluir a esos antiguos actores quienes perde- lo que marque la viabilidad de la RE será la capaci-
rán legitimidad en la contienda por imponer sus po- dad para articular y cumplir acuerdos, así como las
siciones sea ventilando las diferencias y debilidades restricciones en el ejercicio del poder.
en los medios de comunicación o bien en las con-
tiendas electorales. En ambos casos, la RE no tiene
ninguna oportunidad. Por eso, es que el ciudadano,
como destinatario eventual, debe exigir, antes, el Recibido el 10 de diciembre de 2007
ejercicio teorico de una eforma de la ciudadania.28 Aceptado el 23 de junio de 2008.

28
En su obra, Los patios interiores de la democracia (Santiago de Chile, FLACSO, 1990), Norbert Lechner señala que en la reforma del Estado es
primero la reforma del ciudadano.

Sociedad y Política 127


Bibliografía

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Sociedad y Política 129


Cuestiones
Contemporáneas
Espacios forestales y estructura de poder.
Una propuesta desde la geografía política.
Verónica Ibarra*

Resumen Abstract

El trabajo analiza el espacio forestal In this work, the forest space is seen
como resultado de las relaciones autori- as the result of authoritarian relations
tarias que estableció el régimen político established since the post revolutionary
mexicano posrevolucionario. La forma political regime of Mexico. The way the
como se apropia, se usa y se comercia- forest products derived from the second
lizan los productos de la segunda natu- nature are appropriated, used and put in
raleza forestal en la escala local, cuya the market in the local scale, turn out
articulación con las escalas regionales to be spaces of power when articulated
y nacionales da como resultado espa- to regional and national scales. This to-
cios de poder. Esta totalidad muestra tality shows the production of space as
la producción del espacio, en donde las part of political relations of authorita-
relaciones políticas de corte autoritario, rian type along where the scientific-te-
simultáneamente con el desarrollo cien- chnical development, and the social and
Palabras clave: democracia, autoritaris- tífico técnico, los actores económicos y economics actors, are articulated to give
mo, espacio, bosque, movimientos am- sociales se encuentran articuladas y dan sense to nature.
bientalistas geografía política. sentido a la naturaleza.

*
Universidad Nacional Autónoma de México,
Facultad de Filosofía y Letras, Circuito Inte-
rior s/n, Ciudad Universitaria, col. Copilco
Universidad, deleg. Coyoacán, México, D.F.,
c.p. 04510.

Cuestiones Contemporáneas 133


Antecedentes

L os regímenes políticos pueden considerarse de


corte totalitario, autoritario o democrático. Las
discusiones traspasan las características de las elec-
mántica de la misma y que ha sido altamente fun-
cional a su comercialización, la cual se vende por
las empresas turísticas del ocio y el entretenimiento
ciones, la forma de acceso al poder, la presencia de al tiempo que consolida visiones conservacionistas
partidos de oposición, la rendición de cuentas, la que dan como resultado desiertos verdes8 donde
transparencia, así como la forma de resolución de lo que sobra es la sociedad. En el caso de México
conflictos, consensuada o violenta. podemos encontrar un símil en la reserva de Montes
Aquí se sostiene que el régimen político también Azules en Chiapas.
puede analizarse respecto de cómo se produce el La apropiación y el uso de la naturaleza como un
espacio y el sentido de la naturaleza, entendiendo problema desde las ciencias sociales, no son nuevos.
ésta como segunda naturaleza, alejada de la visión Para el caso mexicano, encontramos en el trabajo
prístina de la misma. Esta lectura de la naturale- de Francisco Gomezjara una claridad que parece ser
za tiene su origen en la geografía crítica con auto- poco conocida, ya que en su texto Bonapartismo y
res como Harvey,1 Santos,2 Smith,3 Capel,4 Braun y lucha campesina en la Costa Grande9 examina el pro-
Castree.5 Aunque también se ha trabajado desde la blema político de la apropiación de los recursos, las
antropología6 y coincide con las críticas planteadas playas, los bosques, las tierras. En él se devela la
por el feminismo al biocentrismo del pensamiento apropiación de la naturaleza como elemento funda-
patriarcal.7 mental de la reproducción del capitalismo, bajo un
Por tal motivo problematizamos en torno a la na- régimen político de corte bonapartista lo que da ca-
turaleza, en el caso de los bosques, en tanto, se- racterísticas particulares con relación a las deman-
gunda naturaleza. Es decir, incorporado a lo social, das de sectores hegemónicos fuera del estado de
usado y apropiado material y simbólicamente por Guerrero.
la sociedad, con base en una cultura, un desarro- Por ello, como hipótesis de trabajo, planteamos
llo científico técnico, estructuras de poder político la existencia de una estrecha relación entre el régi-
y económico. Con ello nos alejamos de la visión de men político en cuestión, la forma de uso y apropia-
la naturaleza que ha redundado en una lectura ro- ción de la naturaleza. Lo que conduce a dos conside-

1
Al respecto consultar las obras de David Harvey: Justice, Nature and the Geography of Difference (Oxford, Blackwell, 1996) y Espacios del capital.
Hacia una geografía crítica (Madrid, Akal, 2007, pp. 225-252).
2
Milton Santos, “Espacio y método”, en Geo Crítica, Cuadernos Críticos de Geografía Humana, núm. 65, septiembre de 1986, p. 51.
3
Neil Smith, Uneven Development. Nature, Capital and the Production of Space, Oxford, Blackwell, 1984. (Versión en español: La producción de la
naturaleza, la producción del espacio, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, Sistema de Universidad
Abierta, 2006).
4
Horacio Capel, “La incidencia del hombre en la faz de la tierra, de la ecología a la ecología política o, simplemente, a la política”, en Andrés
Gutiérrez y José Manuel Naredo Pérez (coords.), La incidencia de la especie humana sobre la faz de la Tierra (1955-2005), Granada, Universidad
de Granada-Fundación César Manrique, 2005, pp. 91-136.
5
Noel Castree y Bruce Braun, “The Construction of Nature and the Nature of the Construction”, en Remakin Reality: Nature at the Millenium, Londres,
Routledge, 1998.
6
Arturo Escobar, Biodiversidad, naturaleza y cultura: localidad y globalidad en las estrategias de conservación, México, Universidad Nacional
Autónoma de México, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, Coordinación de Humanidades, 1997.
7
Cecilia Amorós y Ana de Miguel (ed.), Teoría feminista de la Ilustración a la globalización. De la Ilustración al segundo sexo, Madrid, Minerva
Ediciones, 2005; Pierre Bourdieu, “La dominación masculina”, en Revista de Estudios de Género. La ventana, núm. 3, 1996, pp. 7-95.
8
Término utilizado por el antropólogo John Knight en “Cuando los árboles se vuelven salvajes, la desocialización de los bosques de las montañas
japonesas”, en Naturaleza y sociedad. Perspectivas antropológicas, México, Siglo Veintiuno Editores, 2001, pp. 255-276.
9
Francisco Gomezjara, Bonapartismo y lucha campesina en la Costa Grande de Guerrero, México, Posada, 1979 (Colección Ideas Políticas).

134 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


raciones: establecer las características del sistema gen del universo, que fue una gran transformación,
político mexicano y la condición de la naturaleza, una conjunción de energía debida a procesos físicos
con elecciones sistemáticas, libertad de expresión, como resultado el origen del universo y con ello al
presencia de partidos de oposición, con acceso a la sistema planetario. Posteriormente, el enfriamiento,
información entre otros elementos (transparencia, el mundo, el surgimiento de las masas continenta-
que no rendición de cuentas). Parecería que habla- les, los sistemas montañosos, los volcanes, la cir-
mos de un régimen democrático, no obstante, aquí culación general de los vientos, como resultado los
sostenemos que el régimen autoritario en México huracanes y con ello el modelado de la superficie
sigue en curso de acuerdo a las formas de acceso a terrestre, una y otra vez.
la producción espacial y, concretamente, al sentido En México, en octubre del 2005, se observó un
que cobra la naturaleza. remodelado de la superficie de la tierra por el hura-
Por otro lado, de manera simultánea, se conside- cán Stan en Chiapas, lo que permitió ver la trans-
ra un elemento que pareciera la antípoda del poder: formación de la naturaleza. Posteriormente, en
la naturaleza. Los bosques, el agua superficial o pro- enero de 2006, el huracán Vilma hizo lo propio en
funda, las playas y las tierras,10 entre otros que han el centro paradisíaco de Cancún ubicado en el Ca-
sido vistos generalmente en clave apolítica, son na- ribe Mexicano.12 En el primero se colapsaron cerros
turaleza prístina, contemplativa, romántica que re- enteros mientras que con el segundo desapareció
sulta altamente funcional para quien la apropia y, la playa.
según el modelo neoliberal, bajo procesos de despo- La visión prístina de la naturaleza está enlazada
jo generalmente. en una visión paradisíaca, romántica, ampliamente
Aquí avanzaremos sobre la producción del espa- difundida por los medios de comunicación y por las
cio, en donde el concepto de segunda naturaleza re- empresas turísticas del siglo XX, pero que tiene sus
sulta indispensable ya que plantea la disolución de orígenes en las posiciones románticas del siglo XIX.
la dicotomía sociedad naturaleza. Por ello se sos- Esta forma de observar la naturaleza dificulta el co-
tiene que el sentido otorgado a la naturaleza es un nocimiento de las dinámicas propias de la misma, de
problema político. Es un proceso determinado por aquella que ya ha sido transformada y, cada vez más,
quien sustenta el poder y cómo lo ejerce, ya que producida socialmente.
es ejecutado de manera procesual, democrática, en Con relación a esta forma de entender la natu-
consenso o impuesto por métodos coercitivos como raleza ante procesos como huracanes, temblores,
la fuerza, la guerra, la ocupación, el despojo. erupciones, la naturaleza es fuerza irruptora de es-
Para ello, se recurrió a textos arqueológicos, an- tabilidad, incontrolable, energía catastrófica y, por
tropológicos e históricos que dan cuenta del uso, lo tanto, reto al conocimiento exhaustivo, a la do-
apropiación y transformación de la naturaleza. Des- minación de lo indómito, a las aspiraciones de con-
de las primeras civilizaciones ya se hablaba del cui- trol del ser humano por sobre lo inanimado. Esta
dado del agua, la agricultura, los bosques.11 Pero corriente de pensamiento se articula con el pensa-
entonces, ¿de dónde surge la idea de una naturaleza miento positivista del siglo XIX: existe una natura-
de inmutabilidad paradisíaca? Nada más contrario leza, es objetiva, el conocimiento es neutral, éste
a la naturaleza cuando consideramos, desde el ori- la explica con base en conocimientos cada vez más

10
La tierra, ha sido tradicionalmente el elemento natural que ha sido visto de forma política, en comparación con los otros tipos de naturaleza,
y en últimos tiempos el agua está recuperando este atributo.
11
John Perlin, Historia de los bosques. El significado de la madera en el desarrollo de la civilización, Madrid, Gaia, 1999.
12
Por cierto, se contrató a una empresa holandesa para la colocación de arena en la playa, para que no disminuyera el arribo de turistas para
las vacaciones de semana santa del año 2006.

Cuestiones Contemporáneas 135


sofisticados y precisos, el uso de la tecnología lo Por ello, proponemos, siguiendo una lectura rea-
permite, la predicción es un objetivo a cumplir, al lizada desde la geografía, la antropología y el femi-
mismo tiempo que pretende su modificación para el nismo, la crítica al esencialismo que se enlaza con
beneficio de la humanidad. lecturas biocéntricas en donde la naturaleza ‘define’
Asimismo, la objetividad y la neutralidad cientí- las condiciones sociales. Aquí se considera a la na-
fica, fuertemente arraigada en el positivismo, en- turaleza una producción social, bajo el espaciotiem-
cubre la apropiación de este conocimiento a favor po, en donde están involucradas las relaciones de
de actores hegemónicos, ya sean países, grupos de poder político y económico. Es decir la naturaleza
poder o personas. se produce bajo condiciones de poder.

La segunda naturaleza

El geógrafo escocés Neil Smith sostiene que “la colgamos yuntas y a otros los usamos como bestias de
idea de la producción de la naturaleza es paradóji- carga. Explotamos los agudos sentidos del elefante y
ca, aun en la sociedad capitalista, hasta el punto la sagacidad del perro para nuestros propios fines. De
de parecer absurda si se juzga desde la apariencia las profundidades de la tierra extraemos el hierro tan
superficial de la naturaleza”.13 El mismo autor, en su necesario para arar el suelo.
libro Uneven Development,14 considera que el prime- Buscamos vetas profundamente enterradas de co-
ro en acuñar el concepto de segunda naturaleza fue bre, plata y oro para uso y ornamentos. Despedazamos
Cicerón hace 2000 años y cita de Natura Deorum el los árboles y utilizamos toda clase de plantas silvestres
siguiente texto que no tiene desperdicio alguno: y cultivadas para encender fuego y calentarse nuestros
cuerpos y cocinar nuestra comida, y también para cons-
Así vemos cómo la evidencia de nuestros sentidos truir techos y protegernos del calor y el frío. También
nos conduce a las invenciones de la mente, que son utilizamos esos materiales para construir barcos con los
materializadas después por la mano del artesano, para cuales navegar en todas direcciones y satisfacer todas las
satisfacer todas nuestras necesidades y proveernos de necesidades de la vida. Nosotros solos podemos domes-
hogares, seguros, y mantenernos vestidos, y para pro- ticar y controlar las fuerzas más violentas de la natura-
porcionarnos ciudades, paredes, viviendas y templos. A leza, el mar y los vientos, con nuestro conocimiento de
través de nuestras habilidades humanas, con las manos la navegación podemos disfrutar de beneficio de todas
nos abastecemos de comida en abundancia y variedad. las riquezas del mar. También hemos tomado posesión
La tierra ofrece muchos frutos para la mano que los de todos los frutos de la tierra. Las montañas y los
busca, y los frutos pueden comerse o preservarse para llanos existen para nuestro regocijo. Nuestros son los
ser consumidos después. Nos alimentamos también de ríos y los lagos. Sembramos y plantamos árboles. Ferti-
las criaturas de la tierra, del mar, del aire, a las que lizamos el suelo irrigándolo. Embalsamos los ríos para
atrapamos o criamos con ese propósito. Podemos apre- conducirlos a nuestra voluntad. Podría decirse que bus-
sar y cabalgar animales de cuatro patas y apoderarnos camos crear con nuestras manos humanas una segunda
de su velocidad y de su fuerza. En algunos de ellos naturaleza en el mundo natural”.15

13
N. Smith, La producción de la naturaleza … op. cit..
14
Ibid., Uneven Development… op.cit., p.13.
15
Ibid., pp. 30-31.

136 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Así, el uso de la naturaleza para satisfacer nece- en conflicto con los usos hegemónicos, pueden ser
sidades sociales es un elemento encontrado en la practicados o, en su caso, son usos desvalorizados
base del desarrollo mismo de la sociedad, pero tam- a la luz de los poderosos. En ese sentido, los euro-
bién es la lectura y el discurso de quienes tenían peos del siglo XVIII justificaban las intervenciones
el poder y el conocimiento para usar, transformar y en África y el avance de los primeros colonos ingle-
pretender controlar la naturaleza. No es una relación ses sobre las tierras del oeste habitadas por grupos
dicotómica hombre-naturaleza. La sociedad apropia, originarios, en lo que actualmente son los Estados
transforma, usa a la naturaleza material y simbóli- Unidos.
camente, con base en el conocimiento desarrollado, Para el caso mexicano, tenemos múltiples ejem-
con la elaboración de herramientas cada vez más plos del uso de la naturaleza. Desde épocas prehis-
sofisticadas que permiten mayor intervención en la pánicas los aztecas desvalorizaban el modo de vida
misma. También contribuyen la cultura y los valo- lacustre de los otomíes de la cuenca de Lerma. Era
res, así encontramos cada vez más la intervención un modo de vida basado en la extracción del tule,
de lo social en la naturaleza, es decir, usada, apro- para la producción de enseres para el hogar; ade-
piada y transformada estableciendo un continuo en más de la pesca de atepocatas y la caza de patos,
construcción. entre otras actividades, que permitían su reproduc-
Entonces, es necesario ir más allá. Establecer ción social. Pero en la perspectiva de los mexicas, la
cuáles son los elementos que intervienen en el sen- agricultura era una actividad más decorosa para la
tido que habrá de tomar la naturaleza. Es aquí don- vida16 en la que la conformación de chinampas para
de consideramos pertinente incorporar el elemento la producción agrícola da muestra de ello.
del poder como una de las variables más significati- Posterior a la llegada de los españoles, la natura-
vas y que pocas veces se integra de manera explícita leza fue vista como un elemento potencial del desa-
en los análisis de la naturaleza. Aunque de manera rrollo. La minería y la ganadería eran las actividades
implícita están en la base de los estudios de gue- más importantes lo que motivó su desarrollo y si-
rras por recursos, en los conflictos por tierras, ríos, multáneamente la producción de estos espacios. Se
acceso al mar, a ciertos minerales o campos de cul- apropiaron de la naturaleza, se despojaron a los po-
tivo entre otros, ahora también se encuentran los bladores cuando los había, o se trasladaron pobla-
movimientos ambientalistas de reciente cuño en la ciones completas para el empleo de mano de obra.
literatura. Sin embargo, aquí se considera que son Si existían zonas lacustres, se desecaban; si hacía
conflictos por definir el sentido de la naturaleza a falta agua, se construían canales de riego y acue-
partir de valores de uso, simbólico y material. Al ductos acordes al desarrollo de la época. Las nuevas
mismo tiempo, éstos pueden estar mostrando usos rancherías, los pueblos, los parajes y hasta las ciu-
y apropiaciones contra hegemónicos opuestos a la dades dan cuenta de ello.
conservación y contemplación, lo cual resulta difícil Respecto a los bosques, se puede observar que
de comprenderse desde una racionalidad occidental desde épocas prehispánicas éstos han sido incorpo-
positivista altamente funcional al capitalismo. rados como abastecedores de materias primas: le-
En este contexto, es importante considerar los ña, carbón, hongos, plantas medicinales, tierra de
usos subordinados de la naturaleza. Es decir, aque- hoja. Además de la madera para la construcción de
llos que practican los grupos que no tienen el poder, vivienda y de las chinampas, también se practicaba
ya sea por clase, género o etnia. Mientras no entren la cacería. Todas estas actividades fueron realizadas

16
Beatriz Guillen Albores, “Ambiente y Cultura Lacustre en la Historia del Alto Lerma Mexiquense”, en Brigitte Boehm Schoendube, Juan Manuel
Durán Juárez y Martín Sánchez Rodríguez (coords.) Los estudios del agua en la cuenca Lerma-Chapala-Santiago, Guadalajara, Jalisco, El Colegio
de Michoacán, Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, 2002, pp. 49-69.

Cuestiones Contemporáneas 137


por diversos actores sociales, carboneros, leñadores, por el sentido que se dará a la naturaleza entre dis-
curanderas, cazadores, entre otros. tintos grupos.
La llegada de los españoles transformó el uso Por otra parte Leticia Reina sostiene en su intro-
de los bosques. La minería y la ganadería eran las ducción:
dos actividades económicas más importantes en ese
tiempo y dependían de la transformación de las zo- El proyecto liberal tendió a excluir de los beneficios
nas boscosas. La primera demandaba mayor canti- de la modernidad a la mayoría de la población y en
dad de madera que, además de intensificar la tala, particular a indígenas y campesinos, este sector ma-
también impactó en el reacomodo poblacional de- nifestó su descontento de muy diversas formas. Las
bido a la explotación forestal. La segunda actividad más reiterativas y que provocaron fuertes conflictos y
también generó repercusiones indirectas ya que la enfrentamientos armados fueron la lucha por la tierra
madera no era el objetivo de la explotación, sino (recursos naturales en general) y la lucha por la auto-
una actividad que demandaba espacios para desarro- nomía colonial.18
llarse. Ahí es en donde encontramos las disputas por
los espacios. El estudio de Luz María Ayala17 acerca Aunque a las luchas por los recursos naturales,
de la pugna por el uso y la propiedad de los mon- producto del despojo a lo largo del tiempo y del
tes durante la época colonial muestra claramente los espacio, se les ha denominado de distinta forma, to-
conflictos entre los pueblos indígenas y los nuevos dos coinciden que estas disputas se resuelven prime-
usufructuarios de la naturaleza boscosa; sin olvidar ro por el uso y posteriormente por su apropiación. Si
el pago de los tributos y el diezmo que también in- observamos la tensión por el uso en un período de
fluyeron en el incremento de la explotación forestal larga duración, identificamos momentos que pare-
para la producción de carbón y leña. cerían coyunturales pero coinciden con transforma-
La misma autora identifica 244 problemas entre ciones estructurales, en tanto que el capitalismo se
1550 y 1820 por el uso y propiedad de los montes. desarrolla y cambia dicho uso en estrecha relación
Ello evidencia que no se trata de nuevas interrogan- con los avances científico técnicos, al mismo tiempo
tes y que, como se ha sustentado, son problemas evidencia características de un régimen político.

Del valor del uso al valor de cambio

Lo que se ha observado a lo largo de la historia dica le llamamos propiedad privada. Ello generó una
es que la naturaleza ha sido aprovechada de manera serie de resistencias por los usos diferentes a los del
constante por las sociedades que la apropian, pero grupo hegemónico, lo que ha sido evidenciado en
con el desarrollo de las fuerzas productivas también el estudio realizado por Ayala19 donde claramente
se ha estructurado un régimen político y jurídico que se manifiestan las pugnas entre grupos antagónicos
estableció la propiedad de la naturaleza y con ello el durante la Colonia. Poco a poco también queda cla-
uso al que se debía destinar. A esta apropiación jurí- ro que estaba realizándose una apropiación, aquella

17
María de la Luz Ayala, “La pugna por el uso y la propiedad de los montes y bosques novohispanos”, en Bernardo García Martínez (coord.), Es-
tudios sobre historia y ambiente en América I: Argentina, Bolivia, México, Paraguay, Vol. I, México, El Colegio de México, Instituto Panamericano
de Geografía e Historia. 1999, pp. 75-92., pp. 75-92.
18
Leticia Reina, Las rebeliones campesinas en México (1819-1906), México, Siglo Veintiuno Editores, 1998, p. II.
19
M. Ayala, op. cit.

138 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


que demandaba el desarrollo del capitalismo liberal. La reforma agraria generó nuevamente movili-
En el siglo XIX las Leyes Lerdo muestran un cambio zaciones sociales entre los antiguos propietarios
en la propiedad y uso de la naturaleza, la tierra. Es- (hacendados) y los nuevos usufructuarios (ejidata-
te proceso se lleva a cabo no sin conflictos como lo rios o comuneros) del régimen en proceso de instau-
advierte Leticia Reina. ración. Durante el periodo comprendido entre 1917
La clave espacial permite identificar que el de- y cerca de los años cuarenta, observamos movimien-
sarrollo del capitalismo demanda un uso distinto al tos locales y regionales que muestran una reasigna-
natural. Una sociedad de base agraria y de corte li- ción de naturaleza. También se generaron argucias
beral requería de grandes extensiones de tierra pa- legales para evitar el reparto agrario. Nuevamente
ra la agricultura comercial que debía desarrollarse los diferentes grupos entran en tensión por el uso
en los mercados nacionales. A su vez, y de manera y la apropiación de la naturaleza. Entra en conflicto
simultánea, demandaba el desarrollo de comunica- cuál será el sentido que habrá de darse a la tierra
ciones y transportes. El ferrocarril necesitaba gran lo que incluye al subsuelo, el agua, los bosques, re-
cantidad de durmientes. En ese momento se da un solviéndose de manera política y paradójica.
vuelco en el uso de las maderas. Muchas de las ta- De esta manera la mayoría de las tierras reparti-
las realizadas a finales del siglo XIX y principios del das tenía como objetivo la explotación agrícola, ya
XX responden a este proceso como las de San Juan fuera en zonas planas o serranas. Por ello, es común
Nuevo, en Michoacán.20 Observando el cambio en que la reforma agraria también propiciara el corte
los transportes, también encontramos que el primer sistemático de zonas boscosas lo que generó una
desmonte en la región de Cofre de Perote fue propi- transformación sustantiva, como en el caso de Pero-
ciado por que la estación de ferrocarril en el munici- te, donde los propietarios de las zonas montañosas
pio del mismo nombre, lo que facilitó el traslado de pedían el desmonte total para aprovechar la madera,
la madera aserrada en la Hacienda Sierra de Agua.21 antes de ser repartidos a los núcleos agrarios. Por su
Posteriormente, devino un gran movimiento re- parte, los demandantes de tierra estaban mucho más
volucionario a escala nacional. Coincidente en tiem- relacionados con la agricultura que con el mane-
po, aunque no así espacialmente, se conformó por jo del bosque. Por lo tanto, ellos colaboraban para
una gran cantidad de movimientos locales y regio- desmontar el bosque más rápido y en consecuencia
nales que se manifestaron no sólo por la democracia podían acceder a la tierra casi de manera inmediata.
en abstracto, sino representaron luchas de poblacio- Esto muestra las diversas tensiones por el uso y la
nes despojadas de tierras o aguas por hacendados apropiación de los bosques. Si a esta difícil situa-
y mineros. Resultado de esas demandas, la Revolu- ción se añaden los importantes avances científicos
ción mexicana trastocó el régimen político. En con- técnicos del siglo XX que permiten mayor rapidez
secuencia, el acceso y uso de la naturaleza definido para transformar los recursos naturales, la situación
en el Artículo 27 constitucional fue resultado claro se vuelve más compleja.
de ello.

20
Silvia Bofill Poch, El bosque político: los avatares de la construcción de una comunidad modelo, San Juan Nuevo, Michoacán, 1981-2001, Mi-
choacán, El Colegio de Michoacán, Universitat de Barcelona, 2005, p. 374.
21
Laura Lima Muñiz, Sierra de Agua historia de una comunidad veracruzana, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, 1991,
p. 108.

Cuestiones Contemporáneas 139


La naturaleza forestal bajo el régimen autoritario

Como se ha señalado, la Revolución mexicana dio (PRI). Por conflictos internos de los triunfadores de
origen a un nuevo régimen político y, a su vez, a un la Revolución mexicana, se constituyó en ma-
partido político que detentaría el poder durante más yo de 1933 la Confederación Campesina Mexicana
de 70 años. Aquí se propone incorporar el concepto (CCM) conformada por el agrarismo moderado que
de espacio al proceso de esta formación política. En se había separado del agrarismo radical del exgo-
tanto que se ha caracterizado a este régimen como bernador de Veracruz Adalberto Tejeda. Cinco años
presidencialista, autoritario, corporativo y cliente- después Lázaro Cárdenas, entonces presidente de la
lar, ¿ello cómo se traduce en términos espaciales? República, organizó al sector campesino en la Con-
El presidencialismo indica el ejercicio de un po- federación Nacional Campesina (CNC).23 El 28 de
der casi omnipresente. Los poderes legislativo y agosto de 1938, aunque ya desde 1935 el general
judicial casi siempre están subordinados a sus de- Cárdenas había:
cisiones. Además, en todos y cada uno de los es-
pacios políticos la institución presidencial decide, (…) creado un decreto sobre la necesidad de or-
define, establece y, en consecuencia, ejecuta sus ganizar ligas de comunidades agrarias en cada estado
decisiones. Para ello el presidencialismo instauró de la República; las ligas locales servirían de base para
una estructura política, jurídica y militar del te- la creación de una gran central campesina nacional y
rritorio. Respecto al sentido de la naturaleza, el directamente el PNR, no la CCM, recibió en encomienda
poder queda determinado en el Artículo 27 cons- la tarea ... si alguien habría de concentrar poder sería
titucional en su fracción XIII refiriéndose al presi- la presidencia y nadie más.24
dente de la República como la suprema autoridad
agraria. Condición que reitera el Artículo octavo de Este hecho marcó el rumbo presidencialista y
la Ley Federal de Reforma Agraria el cual confiere al corporativo en el espacio rural. Una red de poder
primer mandatario una serie de poderes. Para este que articuló la escala local con las regionales y
caso, interesa uno en particular, el referente a la nacionales, lo que permitió no sólo el control del
materia de expropiaciones, que sólo pueden llevar- sector campesino sino también el uso de la na-
se a cabo por causa de utilidad pública y mediante turaleza en el sentido de cómo debería integrarse
indemnización.22 Este ha sido, sin lugar a dudas, al desarrollo ‘nacional’ o, más explícitamente, de
uno de los elementos más aducidos en la produc- qué manera debería incorporarse en el desarrollo
ción espacial y en la transformación de la naturale- del capitalismo y en la consolidación del régimen
za y, para los núcleos agrarios, de las experiencias político. En consecuencia, la forma de uso y apro-
más negativas con el poder en México. piación son también resultado de la lucha política
En la estructura política del régimen partidis- por el poder. Ello marca gran tensión en el espa-
ta primero encontramos la constitución del Parti- cio local, el núcleo agrario que se encuentra en un
do Nacional Revolucionario (PNR), posteriormente discurso de justicia social, al mismo tiempo está
la del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y, en las relaciones jerarquizadas y centralizadas, es
finalmente, al Partido Revolucionario Institucional decir, autoritarias.

22
Jorge Carpizo, El presidencialismo Mexicano, México, Siglo Veintiuno Editores, 2002, pp. 154-156.
23
Además de que separó al sector campesino del obrero para poder manejar al campesinado.
24
Héctor Aguilar Camin y Lorenzo Meyer, A la sombra de la Revolución mexicana, México, Cal y Arena, 1990, p.169.

140 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


La lucha por el poder en la escala nacional defi- vos. Entonces la tensión se hace manifiesta en los
nió el grado de democracia que tendrían los núcleos conflictos o movimientos sociales. Debido al carác-
agrarios y en consecuencia el sentido que se le daría ter autoritario del régimen el conflicto a escala po-
a la naturaleza. Por ello, en la escala local de mane- cas veces se plantea como una salida negociada o
ra preponderante se replicaron las relaciones auto- pactada.
ritarias. En ese sentido no es suficiente apelar a la Aquí es necesario introducir algunas considera-
escala local (ejido o comunidad) como sinónimo de ciones acerca del régimen autoritario en relación
relaciones democráticas. Por el contrario, puede ser con los núcleos ejidales. Una primera es la genera-
en esta escala en donde se concreta la relación au- ción de un reconocimiento a quien entregó la tierra
toritaria, porque ahí se conoce a la persona y a sus a los núcleos agrarios. Es decir, se establece una re-
necesidades. En consecuencia, donde la estructura lación de lealtad y agradecimiento a favor de quien
controla, define, orienta el uso y la apropiación de operó la dotación o la restitución de las tierras y no
las tierras, los bosques, las playas. Es también allí con base en el derecho a ello. Por tanto, se consti-
donde se genera el despojo y la apropiación. Nue- tuye un vínculo clientelar, ciudadano político, que
vamente la paradoja se hace presente, si tal vez se consolida el culto a la persona en detrimento de
buscaba un régimen de democracia participativa con la institución, al mismo tiempo que se debilita el
la asamblea del núcleo agrario como máxima instan- concepto de ciudadanía, el derecho y se fortalece la
cia de poder, con la presencia de asambleas mani- lógica clientelar. A ello se asocia la estigmatización
puladas el resultado fue la creación de un órgano de de aquellos que ven el reparto agrario como un de-
poder local en la escala más inmediata al ciudada- recho y, en ese sentido, una relación de ciudadanía
no. Al mismo tiempo, propició su articulación con Estado, de ciudadano-institución más allá del perso-
otras instancias de poder, la municipal y estatal in- naje en cuestión.
tegrándolas a una estructura altamente centraliza- De esta manera, el clientelismo político fue desa-
da, jerarquizada y autoritaria. rrollado y establecido de manera constante y siste-
Vale considerar que para este ejercicio de poder mática. Para ello, tenía actores de tiempo completo
autoritario el régimen demanda de un actor políti- en la estructura partidista a través de la CNC, pero
co que articulará estas escalas. El intermediario que concretada en cada uno de los lugares de acuerdo a
funja como la correa de transmisión del poder: el elementos específicos del espacio tiempo. Aunque
cacique fue un actor fundamental en este caso. És- operaba en la escala nacional, la efectividad de es-
te podía ser un líder del mismo núcleo agrario, un ta estructura de poder la identificamos en el control
ejidatario, un comunero o un ranchero encargado de local y regional.
ese espacio de poder. Existen ejemplos en cómo operó la estructura de
Así, la forma en que se constituyó el régimen poder nacional, estatal y local a favor de la trans-
autoritario no operó sólo en la escala nacional. Por ferencia de tierras, agua y playas destinadas a otros
el contrario, estableció un entramado de poder en usos, conforme al desarrollo del sistema urbano in-
los diversos espacios rurales y urbanos. Por ello es dustrial entre grupos de poder regional, a través del
común encontrar a este intermediario, cacique o sistema autoritario y en las voces de los ‘líderes’
ranchero, que relaciona y opera a favor de proce- agrarios para transferir tales recursos. Aquí encon-
sos económicos acordes con el modelo de desarrollo tramos la construcción del sistema Lerma, para sur-
capitalista. Al mantener la producción agraria ba- tir de agua a la industria y a los nacientes espacios
jo una lógica capitalista o convencer a los núcleos urbanos del Estado de México y del Distrito Fede-
agrarios de las bondades de un nuevo uso y cuando ral. Incluye el primer desarrollo turístico del país
éste no es aceptado, se recurre a métodos coerciti- de gran calado encabezado por el presidente Miguel

Cuestiones Contemporáneas 141


Alemán que comprendió el despojó y el desplazó de Evidentemente es una propuesta que pretende
ejidatarios de la franja costera del municipio de Aca- identificar las formas de dominación hegemónicas,
pulco.25 A esto se le puede denominar despojo.26 lo que no excluye resistencia o formas subordinadas
Es larga la lista de este proceso constante y casi de uso de la naturaleza, pero permite comprender a
imperceptible de la producción espacial bajo reglas grosso modo la forma de apropiación de la naturale-
no escritas del nuevo régimen político aún en cier- za. Esta manera de apropiación también se encuen-
nes pero que se observará con mayor nitidez después tra vinculada al desarrollo científico técnico, pero
de los años 40 del siglo XX. Ello se consolida porque consideramos que, en todo caso, se localiza en los
resulta un régimen patrimonialista en el que a ca- actores hegemónicos que tratan de impulsar estas
da intervención del gobierno en el uso y reapropia- innovaciones para obtener mayores ganancias.28
ción o transformación de la naturaleza, los actores Ahora bien, es pertinente considerar que aún en
oficiales se benefician al facilitar, agilizar, escon- el denominado bloque de poder hegemónico hay
der o perder expedientes, que casi siempre afectan contradicciones internas que con gran frecuencia
a los núcleos agrarios y favorecen a inversionistas son subsumidas.29 Generalmente se analizan en la
privados. Este proceso se ha desarrollado de manera escala nacional, pero tiene sus réplicas en escalas
constante a lo largo del siglo XX. Observamos una regionales y locales, lo que resulta necesario de
gran complejidad al combinar una estructura políti- identificar para evitar lecturas idílicas de las esfe-
ca autoritaria con modelos económicos acordes con ras locales.
el desarrollo del capital. En la escala internacional se establecen los cri-
Por ello se proponen cuatro27 espacios tiempos terios y lineamientos del campo económico. Por ello
para abordar la apropiación de la naturaleza de los simultáneamente en la lucha de poder político, los
bosques, bajo el régimen autoritario surgido de la espacios necesitan transformarse para incorporarlos
Revolución mexicana: a la lógica del capital mundial. Bajo esa perspectiva
• Autoritarismo agrarista (1917-1940). el espacio debe ser construido y reconstruido una y
• Autoritarismo urbano-industrial (1940-1970). otra vez. Se requiere de la estructura de poder que
• Autoritarismo populista (1970-1982). sólo el Estado, a través de un gobierno puede reali-
• Autoritarismo neoliberal (1982- 2012). zar. Aún no existe otra institución que realice tales

25
Entre los beneficiarios, Gómezjara, (op.cit.) identifica a Pascual Ortiz Rubio, Castrejón, Emilio Azcárraga y los ministros de Guerra y Obras
Públicas, Joaquín Amaro y Juan Andrew Almazán, respectivamente.
26
Es larga la lista de este proceso que permitió la consolidación de este modelo en términos espaciales, baste mencionar a Acapulco (1931-
1932) y a Ciudad Satélite (1956), así como a las grandes obras de irrigación para la agricultura comercial en detrimento de la agricultura
campesina y a las construcciones de grandes obras de infraestructura como presas para generar energía eléctrica para las ciudades, como es el
caso del sistema Ixtapatongo posterior Miguel Alemán (1946) o la presa Miguel Alemán en la Cuenca del Papaloapan (1951), ejemplos ambas del
impacto e influencia del político-empresario más prominente de los primeros años del régimen político posrevolucionario en México y maestro
de Carlos Hank y otros.
27
Leticia Merino (Conservación o deterioro. El impacto de las políticas públicas en las instituciones comunitarias y en los usos de los bosques en
México, México, SEMARNAT-INE-CCMSS, 2004) recurrió a cuatro temporalidades en las políticas forestales que yo recupero en mi propuesta. Exis-
ten, sin embargo, dos diferencias fundamentales entre nosotras: una de ellas es que yo asocio los modelos de política económica desarrolladas
por el gobierno mexicano además de que se le incorpora el régimen establecido, el autoritarismo. Por eso lo que ella define como un periodo de
impulso a la silvicultura comunitaria para mí forma parte del modelo neoliberal que se venía gestando desde el sexenio de Miguel de la Madrid,
en donde se pretendía el fortalecimiento de lo local porque pronto se establecería la globalización y la competencia, entonces, sería brutal.
28
Tanto las innovaciones tecnológicas como las políticas públicas serán abordadas de manera secundaria. Aunque se reconoce como la voz del
poder, se considera que estas responderán de manera general al modelo económico en cuestión, y va más por una vertiente administrativa mien-
tras que el interés principal es desarrollar la esfera de lo político. Otro elemento patente, pero que no es el foco de atención, es el elemento
indígena que, si bien está presente y se tendrá una lectura particular para identificar las especificidades dentro de la estructura de poder, no es
tampoco el objetivo de este trabajo.
29
Guillermo O’Donnell, Transiciones desde un gobierno autoritario, Buenos Aires, Paidós, 1994, p. 296.

142 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


actividades y funciones, el controlar, legalizar y le- dictorios y complejos a lo largo del tiempo, lo que
gitimar tales transformaciones. da un valor estratégico en ciertos periodos histó-
Por ello, el espacio no es un vacío (geométrico o ricos. En consecuencia, lo estratégico del espacio
euclidiano) que se construya desde la burocracia au- no es per se, no es esencialista, sino una produc-
toritaria (planeación, ordenamiento territorial). Por ción social bajo condiciones hegemónicas. Por ello
el contrario, el espacio manifiesta sus atributos (se- el espacio se construye y se reconstruye de manera
gunda naturaleza, políticos, económicos, culturales, constante.
científico técnicos), resultado de procesos contra-

Autoritarismo agrarista

Un breve ejercicio con estos supuestos lo encon- Simonian señala sobre el establecimiento de los
tramos en las zonas boscosas que fueron dotadas parques nacionales, bajo la administración de Cárdenas,
como núcleos agrarios en las décadas de los veinte con mayor frecuencia los criterios eran las vistas pano-
y los treinta del siglo XX. Para el caso de los bosques rámicas, el potencial recreativo y con menor frecuencia
se encuentran, por ejemplo, dotaciones en áreas fo- el valor ecológico. Los parques incluyeron en muy con-
restales y simultáneamente decretos de conserva- tadas ocasiones la totalidad de los ecosistemas, [...]
ción. El Cofre de Perote es uno de ellos. la tala de madera quedó excluida de los parques nacio-
Con este tipo de políticas de reparto agrario y nales. La pieza clave del sistema de parques eran los
conservación, se colocaba a los usufructuarios en un bosques de coníferas de las zonas altas de la meseta
gran dilema. En caso de cortar árboles, se les iden- central [...] En las reservas, ni las personas ni los gru-
tificaba como infractores de la ley, al mismo tiempo pos podían talar árboles sin autorización de la agencia
que al encarecer el recurso aumentaba su precio lo ambiental federal. Los mexicanos enfrentaron el desafío
cual redundaba en mayores presiones. Si bien al pa- de administrar los parques [en tanto que] generalmente
recer el daño sobre los bosques no fue significativo, incluían zonas cuya propiedad no era del gobierno.30
la experiencia pone en evidencia las contradicciones
del manejo forestal. Esto muestra una contradicción no resuelta. Lo
Fue a partir de los años cuarenta cuando se es- que se está manifestando en el uso y apropiación
tableció el modelo de desarrollo urbano industrial del recurso silvícola, resulta un caos de la que sa-
de sustitución de importaciones y es cuando la pre- can ventaja los rapamontes, como se les denomina-
sión sobre el recurso silvícola se convierte en un ba entonces, las autoridades corruptas y los dueños
verdadero problema. Lo que nos muestra una con- de los aserraderos entre otros. Por otro lado, debe
tradicción que sólo se explica con una lectura polí- considerarse seriamente el desconocimiento de uso
tica. Por un lado dar a los campesinos tierra y por y manejo de la naturaleza de algunos núcleos agra-
otro cumplir los planteamientos ecologistas. Son rios, en el sentido de que fueron trasladados duran-
tensiones entre usos diferentes, el de los deman- te el momento del reparto de tierras. No es un afán
dantes de suelo y el de los primeros grupos conser- conservacionista lo que se encuentra, es un desco-
vacionistas. nocimiento del manejo forestal.

30
Emmanuel Raufflet, Las paradojas del manejo forestal. La experiencia de Tlalmanalco, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapala-
pa, Plaza y Valdés, 2005, p. 86.

Cuestiones Contemporáneas 143


Autoritarismo urbano industrial

El gobierno impulsó una participación racional, tre campesinos e ingenieros eran altamente jerar-
científica y empresarial de los bosques bajo la égi- quizadas.
da del capitalismo de sustitución de importaciones. Así, se tiene que, aunque por ley los usufructua-
Modelo que inició con la llegada al poder del presi- rios son los ejidos y las comunidades, éstos no te-
dente Manuel Ávila Camacho (1940-1946) y se esta- nían derecho a su uso y quienes podrían aprovechar
bleció frente a lo que consideraba irracionalidad de este recurso eran las empresas creadas formalmen-
los usufructuarios. te por el gobierno en turno, por lo que coincidimos
La Ley Forestal de 1940, estableció concesiones plenamente con lo que sustenta Neil Smith respecto
a favor de grandes empresas denominadas Unida- a la naturaleza:
des Industriales de Explotación Forestal(UIEF). Cabe
mencionar, una vez más, la forma autoritaria en que El problema es que con el desarrollo de las clases so-
fue impuesta esta ley según la cual los usufructua- ciales, el acceso a la naturaleza se da de manera desigual
rios sólo debían vender la madera a estas empresas (tanto cualitativamente como cuantitativamente) de
concesionarias, al mismo tiempo que veían limitada acuerdo con la clase. La clase dominante, sea o no que
su participación en el sentido de sus recursos. Los controle directamente los medios de producción, induda-
pagos por el uso del bosque, en este caso el corte blemente controla el excedente apropiado de la naturale-
de madera, eran depositados en un fondo del Depar- za a través del trabajo humano de otros, mientras la clase
tamento Agrario. Por lo que se burocratizó y se cen- trabajadora utiliza los medios de producción. Con la pro-
tralizó el acceso a los recursos de los usufructuarios piedad de la tierra, el acceso desigual a la naturaleza se
formales que no reales. presenta en una forma aparente, y únicamente adquiere
Raufflet analizó el caso de la explotación en Tlal- una dimensión espacial lo suficientemente visible con la
manalco en este periodo, y sostiene que el gobierno separación entre la ciudad y campo.34
no despojó a los ejidos de las zonas forestales. Pero
“al establecer un régimen de colaboración forzada, Con ello se puede comprender por qué para anali-
restringió considerablemente el acceso del ejido a zar a veces la condición de la naturaleza en un lugar
los beneficios económicos de su manejo”.31 Al mis- determinado, está relacionado estrechamente con la
mo tiempo que con el decreto de 1947 32 se esta- demanda, las necesidades o la influencia de otras
bleció un monopolio oficial que formalmente obligó escalas. No resulta suficiente observar los factores
a los ejidos a vender su madera a la Compañía San locales para comprender las condiciones de la natu-
Rafael, exclusivamente, de acuerdo con los términos raleza. En este mismo sentido, al final de este perio-
establecidos por la Secretaría de Agricultura.33 De do también encontramos nuevos usos de la natura-
este modo se colocaba en la ilegalidad otros usos leza. El desarrollo científico técnico de las empresas
llevados a cabo por los usufructuarios. El mismo au- farmacéuticas les permitió generar medicamentos
tor sustenta que además los ingenieros forestales además de que el régimen autoritario facilitaba esa
nunca incorporaron a los campesinos a un sistema apropiación, Gomezjara en 1977 escribió sobre los
de enseñanza aprendizaje, porque las relaciones en- bosques de Guerrero:

31
Ibid., p. 91.
32
Durante el gobierno de Miguel Alemán Valdés.
33
E. Raufflet, op. cit.
34
N. Smith, Uneven Development… op.cit., p. 25.

144 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Alrededor de 1965-1966 llegaron unas gentes a tas para su procesamiento: Syntex y Proquina. Desde
comprarnos el barbasco, una especie de bejuco que cre- entonces se convierte en la principal materia prima
ce alrededor de los árboles, pero lo que interesa es el vegetal para la elaboración de hormonas sintéticas.
camote. Desde antes lo usábamos como veneno para ir A la vez que aumenta su producción, se multiplican
a pescar camarón o peces, y también las comadronas sus exportaciones e identifica a las seis empresas
los utilizaban para provocar abortos: le llamamos ma- que controlan el mercado: Syntes (EU/F), Proquina
chacuana. Llegaron a la asamblea de ejidatarios a pro- (Francia), Steromex (Italia), Searle de México, BEI-
poner explotar les vamos a pagar 30 centavos el kilo de SA (EU) y Diosynt-Organon (Holanda).36
barbasco molido en una plantita que instalaremos aquí Así se devela un espacio forestal apropiado y usa-
mismo nos dijeron...En efecto el barbasco es la fuente do por las empresas farmacéuticas. Los campesinos,
principal para extraer diosgenina, materia prima para eran quienes extraían este tubérculo, pero bajo con-
las hormonas esteroides, que comprenden más de 200 diciones del desarrollo de las fuerzas productivas y
productos comerciales activos: estrógenos, anarógenos, bajo un gobierno autoritario que no sólo facilitaba
progestágenos, mineralcorticoides, glucorticoides, ant- el proceso de extracción sino que también atemo-
inflamatorios, anabólicos anovulatorios (anticoncepti- rizaba para que no pidieran mejores precios por la
vos), y diuréticos antagónicos de la aldosterona. Todo extracción, además de mantener la permanente pre-
esto se fabrica en el mundo desde 1945, con predomi- sencia del ejército en la zona.37
nio de la diosgenina mexicana, que representa hasta el De manera simultánea se generaron problemas de
60 por ciento de la producción mundial.35 tipo ambiental en diversas regiones del país,38 pero
también se puede considerar que se estaba presen-
El autor va más allá y establece que, a partir de ciando las primeras fisuras del régimen político en
1944, el industrial Licio Lagos, en unión con el doc- combinación con el agotamiento del modelo desa-
tor Marker descubridor del vegetal, instaló dos plan- rrollista.

Autoritarismo de transición al neoliberalismo


Se ha llamado a esta etapa (1970-1982) de au- zonas sin agua, sin medios de comunicación para la
toritarismo de transición al neoliberalismo porque comercialización de la producción cuando la hay.
si bien mantiene un discurso antisistémico, no ali- Al mismo tiempo que el gobierno intervenía a tra-
neado ‘democrático’ y de solidaridad con las causas vés de instituciones paraestatales que cuentan con
populares también encontramos a un régimen re- inversión directa para fábricas productoras de pulpa y
presor que hecha mano de las fuerzas armadas para papel, aserraderos y fabricas de triplay, así como ac-
controlar los movimientos de resistencia, ya en los ceso garantizado a insumos y mercado, también ge-
espacios urbanos ya en los rurales, al mismo tiem- neraba asesoría técnica e infraestructura, generada
po que entrega 2 003, 293. 37 de hectáreas39 a los por la Secretaría de Agricultura, lo que demuestra la
demandantes de tierra, ya en zonas desérticas ya en gran intervención del gobierno en es este espacio.

35
F. Gómezjara, op.cit., p. 175.
36
Idem.
37
Idem.
38
Graciela Flores Lúa, Luisa Paré y Sergio Sarmiento, Las voces del campo movimiento campesino y política agraria. 1976-1984, México,
Siglo Veintiuno Editores, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Sociales, 1988.
39
Héctor Robles y Luciano Concheiro, Entre las fábulas y la realidad, los ejidos y las comunidades con población indígena, México, Universidad
Autónoma Metropolitana-Xochimilco, 2004.

Cuestiones Contemporáneas 145


Esto coincide con la conclusión de algunas con- Un elemento importante de considerar es la inter-
cesiones que se encontraban en manos de empresas, vención de presidentes municipales, diputados loca-
lo que por un lado, plantea la recuperación de los les y federales e inclusive militares en este proceso,
bosques por los ejidatarios o comuneros, pero tam- ya que bajo un régimen patrimonialista es frecuente
bién establece una clara intervención del gobierno, encontrar la intervención de burócratas como be-
a través de las estructuras de poder local, regional neficiarios de estos procesos. Lo que precisamente
de los bosques en México. será uno de los elementos ideológicos y políticos
En ocasiones existen enfrentamientos entre los de mayor peso en el siguiente modelo económico.
ejidatarios y comuneros con grupos antagónicos, por Así, en este periodo, se establecen elementos acor-
el uso del bosque. A los usufructuarios que podrán des con el modelo autoritario populista, retiro de
hacer uso de sus bosques con las empresas privadas y, las empresas privadas, recuperación de los bosques
en ocasiones, con los técnicos forestales, pero tam- por los locales, creación de empresas paraestatales,
bién con las estructuras de poder local-regional de posteriormente serán recuperadas estas acciones de
la explotación silvícola, en las que en ocasiones se manera impecable y funcional al modelo neoliberal
identifican a algunos políticos locales y regionales. como veremos más adelante.

El autoritarismo neoliberal
Esta etapa se inicia a partir de 1982; se impone turística, recreativa o de ocio, como abastecedores de
un discurso neoliberal, de competitividad, eficien- tierra, agua, e insumos para la industria farmacéutica
cia, productividad, flexibilidad, éxito, entre otros, y servicios ambientales, por ejemplo.
en que el Estado tiene por objetivo el abandono de Esta última etapa es de gran riqueza para el aná-
cierto sectores (social y económico) al mismo tiem- lisis, el discurso ecologista y ambientalista se en-
po que facilita la intervención del capital en aque- cuentra sólidamente incorporado a la sociedad civil,
llos espacios de la economía que tenían límites, tal las visiones catastrofistas de lo que el hombre ha
es el caso del ejido y los bienes comunales. Las mo- hecho con la naturaleza es conversación frecuente,
dificaciones al artículo 27 constitucional en 1992 se reparten culpas por igual.40 La naturaleza prísti-
responden a esta lógica, en donde la naturaleza ro- na regresa en algunos discursos, ya como horizonte
mántica no es ajena a ello, ya que puede ser inte- ya como objetivo científico, mercadotécnico o como
grada a circuitos económicos del capital sin grandes añoranza, así como en las campañas publicitarias,
transformaciones materiales, pero sí de sentido. las luchas por el sentido de la naturaleza son llama-
Es en este contexto que se debilitó aún más a los das ecologistas o ambientalistas, se les denomina
núcleos agrarios, en relación con otros actores del apolíticas, pareciera que lo político las contaminará,
espacio rural, los grandes empresarios que pretenden así se refuerza la antípoda sociedad (política)-natu-
una naturaleza de corte hegemónico, en donde una raleza. Aquí se puede asociar una visión humanista,
vez más la naturaleza debe ser producida bajo otras lo que refuerza la idea apolítica, de la naturaleza.
condiciones, pero con el mismo objetivo la ganancia. No obstante, se establecen políticas impulsadas
Ahora los bosques son estratégicos por su capacidad no sólo por el Estado sino por organismos interna-
40
Con el calentamiento global, pareciera que todas las sociedades fuéramos igualmente responsables de esta situación. Sólo una anotación al
margen: la explosión de la bomba atómica, además de matar a 90,000 personas en dos horas, elevó la temperatura 300 grados Celsius en una
millonésima de segundo y una onda expansiva de 6 mil grados de calor carbonizó los árboles a 120 kilómetros de distancia. Ni qué decir de la
bomba de nitrógeno arrojada por los mismos Estados Unidos en el archipiélago de las Islas Marshall el 1 de noviembre de 1952. Vid., José María
Pérez Gay, La supremacía de los abismos, México, La Jornada Ediciones, 2006.

146 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


cionales como el Banco Mundial, en las que la com- zando lo local, como escala de competencia y simul-
petitividad, el éxito y la participación desde los lo- táneamente liberalizando al Estado de su responsa-
cales resultan elementos fundamentales, además el bilidad (intervensionismo estatista), se impulsa una
Estado se debe retirar de este proceso (como de mu- ideología competitiva, exitosa, ejemplo a seguir.
chos otros), y se refuerza la libre competencia. Y esto se refuerza con los apoyos brindados desde
El espacio político nuevamente se evidencia no instituciones internacionales: Banco Mundial (BM),
solo por la presencia de estos actores formales, sino Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ONGs.
también por aquellos informales de los que ya se ha Así se nos muestra esta totalidad metodológica, que
hecho mención, mismos que cobran gran importan- incorpora escalas articuladas, de lo local a lo global
cia cuando fungen como correa de transmisión de pasando por lo regional y nacional, en donde el Es-
un actor más poderoso en la escala superior, jerár- tado sigue siendo altamente funcional al capital; no
quicamente establecida, bajo el régimen político en incorporarlo a los análisis, lleva al discurso local-
cuestión y que se vuelven actores hegemónicos una global, sin intermediación. Al mismo tiempo el dis-
vez que cambian el modelo de desarrollo a neolibe- curso empresarial, de competencia, productividad,
ral acorde con un discurso de la transición política, éxito, que excluye el discurso político, de derecho,
democracia, participación desde lo local, que tam- de ciudadanía y solidaridad.
bién encubre la competencia entre los locales, pre- Bajo este clima ‘apolítico’, es necesario generar
cisamente en un discurso de competitividad y éxito; cambios que se dan en un espacio real, no metafó-
no de solidaridad y comunitarismo. rico, sino en uno producto de relaciones sociales, de
El modelo neoliberal tiene un bien elaborado luchas políticas, de intereses económicos y bajo un
marco teórico que permite la integración, de los ac- desarrollo científico técnico, en donde estos buró-
tores hegemónicos con un discurso de éxito, com- cratas representa al poder hegemónico, por lo tanto
petitividad, participación local, modernización, ca- está incorporada a un régimen político y en ese sen-
pital humano que permite su reinserción al manejo tido encontramos con frecuencia, aunque no siempre,
forestal, al mismo tiempo que enfrenta a los núcleos lo que Ostrom41 define como la burocracia forestal de
agrarios, lo que genera una gran tensión que se evi- corte autoritario que en México está concatenada con
dencia en la presencia cada vez más frecuente de el régimen político autoritario, emanado construido y
movimientos denominados ecologistas o ambienta- durante la década de los veinte y treinta, pero refor-
listas en el territorio nacional. mulado, actualizado y de alta efectividad para incor-
Este tipo de movimientos sociales mantiene un porar a la naturaleza como lo demandan los actores
discurso apartidista, que no apolítico, de no inter- hegemónicos de escala mundial.
vención del gobierno (corrupto), lo que legitima Es esta una de las vertientes en las que locali-
el abandono de política públicas al mismo tiempo zamos conflictos que se manifiestan como ambien-
que facilita la competencia de los núcleos agrarios talistas o ecologistas, máxime en un régimen en el
(según su grado de competitividad) por recursos a que todo lo que suena a político está mal visto; por
través de políticas asistencialistas; en donde el go- el contrario, lo ambiental o ecológico parece remitir
bierno no da, los locales lo ganan. Para ello deben a lo apolítico, lo no corrupto, lo natural así se re-
demostrar su capacidad, sus habilidades organiza- fuerza nuevamente un alejamiento de lo político, la
cionales y empresariales. naturaleza es apolítica, porque es originaria, prísti-
Así, la política asistencialista abona un campo na, se cierra el círculo de lo natural, desde el discur-
fértil, ya preparado desde sexenios anteriores, refor- so oficial, desde el autoritarismo neoliberal.

41
Ostrom en L. Merino Pérez, op. cit.

Cuestiones Contempráneas 147


De las tensiones y los conflictos

No podemos dejar de considerar algunas situacio- del capital turístico, recreativo, farmacéutico y de
nes que se encuentran relacionadas estrechamente servicios ambientales que demanda mayores trans-
con esta esfera de lo político, el espacio y la natu- formaciones espaciales, muchas de ellas materiales
raleza, la tensión en su proceso de producción, pe- (construcción de megaproyectos: presas, aeropuer-
ro no como una perversión sino como un elemento tos, puertos, zonas turísticas, recreativas, comerciales,
constitutivo de la segunda naturaleza, cuando esta deportivas), otras de uso (agua profundas y super-
tensión se transforma en conflicto evidencia su atri- ficiales, playas, bosques, selvas, fondo submarino,
buto político, a pesar de denominarse ambientalis- espectro) y de propiedad (para turismo de aventura,
tas o ecologistas (vale decir que el discurso oficial ecológico, cultural, folklórico), entre otros. En todo
estigmatiza este atributo y alerta la politización del caso esto plantea desplazamientos, despojos espa-
problema). ciales y una alta fragmentación del territorio42 de
Siguiendo la línea argumental de la naturaleza ahí la importancia de la escala local, el lugar.
producida bajo relaciones de poder por diversos ac- De la segunda es necesario hacer algunas consi-
tores, observamos que el régimen político mexicano deraciones a pesar de la existencia de un régimen
ha presentado transformaciones, la más evidente ha autoritario. Siempre ha existido inconformidad en
sido la electoral, al ganar un partido diferente al el uso hegemónico de la naturaleza, aunque conta-
PRI; no obstante, esto no generó una transforma- ba con legitimidad en un principio ésta se fue ago-
ción sustantiva de la esfera política, sin negar algu- tando con la conducta asumida por los gobierno en
nos cambios. turno desde Manuel Ávila Camacho. Si bien lo que
Pero en términos generales, en el espacio rural no existía en términos más evidentes era una orga-
se ha mantenido la estructura de poder en términos nización, una alternativa a esa situación, como lo
muy similares, el clientelismo, el autoritarismo, el sugieren los estudios sobre la transición desde re-
presidencialismo, al mismo tiempo que se ha man- gímenes autoritarios43, es decir no sólo se deja de
tenido el discurso neoliberal ya instaurado desde los tener legitimidad también en necesarios construir
años ochenta. alternativas para dar el paso hacia la democracia.
Entonces, ¿qué es lo que ha cambiado en el es- Este es el largo camino recorrido al que han con-
pacio rural? Desde esta perspectiva dos elementos tribuido actores desde diversas esferas, no sólo lo
estructurales presentan la transformación: uno en electoral, como nos quieren hacer creer. También
la esfera de lo político y uno más en la esfera de lo pasa por los partidos, así como la poco analizada vi-
económico que se articulan y dan explicación a es- da cotidiana que parece no importante e intrascen-
tas movilizaciones: dente por inmediata en la producción del espacio, la
• La necesidad del capital de un uso diferente al de la naturaleza, el locus de la vida.
que se venía utilizando de la naturaleza, en una La incipiente democratización de un México que
lógica de compresión espacio-temporal. alza la voz, deja de intimidarse con el poder, sale y
• Una democratización real, participativa, auténti- reclama derechos, -algunos ‘apolíticos’ (ecologistas y
ca desde abajo, en las localidades. ambientalistas)- por el patrimonio intangible y el tan-
De la primera, ya se ha abordado la necesidad gible, es un desplazamiento hacia lo ‘apartidista’, que

42
David Harvey, El nuevo imperialismo, Madrid, Editorial Akal, 2003, pp. 111-140.
43
Adam Przeworski, “Algunos problemas en el estudio de la transición hacia la democracia”, en Guillermo O’Donnell, Philippe Schmitter y Lau-
rence Whitehead (coords), Transiciones desde un gobierno autoritario, Buenos Aires, Paidós, 1994, pp. 79-135.

148 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


no apolítico. Serán cada vez más frecuentes las voces un espacio construido en un cruce de líderes ilus-
de protesta porque a esto se enfrenta el capital neoli- trados, políticas públicas, pugnas políticas, luchas
beral, que requiere espacio para su reproducción: electorales, alianzas partidistas (priístas), así como
• Tierra, suelo para construcción de mega obras: por el discurso de liberalización del campo mexica-
aeropuerto (Atenco), clubs de golf (Tepoztlán), no donde son altamente funcionales los logros de
puertos de gran altura. Industria de la construc- algunas comunidades como referentes de los éxitos
ción e inmobiliaria. en un mundo global, por cierto, neoliberal. El libro
• Agua para la agricultura comercial al mismo tiem- recupera el testimonio del dirigente indígena de la
po que se concesiona para su mejor administra- organización nación purhépecha y director del In-
ción; se desplazan el valor de uso y se consolida ternado Indígena de Paracho:
el valor de cambio.
• Agua para generación de energía eléctrica, San La angustia más importante que pasamos nosotros
Juan Tetelcingo, La Parota. al querer organizarnos fue cómo conseguir fuentes de
• Bosques como suministro de insumos, ya para dar financiamiento para la empresa forestal. Y aún buscán-
servicios ambientales ya para reservorio farma- dolo y solicitando distintos apoyos no llegaban. Tuvi-
céutico o como turismo en su vertiente ecologis- mos que analizar el caso de San Juan Nuevo y vimos que
ta, de aventura folklórico. para el gobierno era importante darle una imagen a la
• Playas (turismo en sus diversas modalidades). empresa de San Juan... ¿Por qué recibían aquellos apo-
A cada uno de ello podemos asignar movilizacio- yos? Porque en el momento de arranque del movimiento
nes populares o de la sociedad afectada en los úl- nacional que apoyó a Cárdenas en 1988, quienes eran
timos tiempos en México. Pueblos nahuas del Alto autoridades en San Juan se mantuvieron en las filas del
Balsas, Tepoztlán, Atenco, mujeres mazahuas, cam- partido oficial, aun sabiendo que no todos estaban de
pesinos ecologistas, Parota, entre otros, dan mues- acuerdo. Para nosotros era curioso ver hacia donde se
tra del aprendizaje que los ha acercado a la esfera encaminaban los interese de la empresa de San Juan.
de lo jurídico, antes casi impensable para los movi- Para nosotros esto fue un impacto y lo tomamos con
mientos sociales. En consecuencia, el tipo de régi- mucha prudencia.45
men político en el país va más allá de los procesos
electorales y se tiene en los movimientos por el sen- Para el caso mexicano, bajo el régimen priísta,
tido de la naturaleza, en un contexto de producción la estructura de poder rural se estableció a través
espacial que demanda el capital, una línea de estu- de los núcleos agrarios, articulados a una estructura
dio para conocer nuestro avance en una orientación corporativa relacionada a la Confederación Nacional
democrática. Campesina (CNC). La forma de articulación de es-
Por ello se considera que aún en los espacios fo- ta gran red de poder en clave espacial es entonces
restales de corte comunitario, las relaciones de po- un proceso que está por realizarse, pero podemos
der pueden ser autoritarias. La categoría comunita- plantear algunas consideraciones necesarias que nos
rio no excluye al poder, la tensión y al conflicto. En permitan avanzar sobre la propuesta:
ese sentido el trabajo sustentado por la antropóloga • Identificar la forma de acceso a la naturaleza.
Silvia Bofia,44 es un magnífico ejemplo de la comu- El acceso puede ser de forma consensuada o con-
nidad de San Juan Nuevo, Michoacán. Esta experien- flictiva.
cia describe como ejemplo a seguir por el manejo • Dar seguimiento a la instauración de la estructu-
forestal con amplios reconocimientos mundiales. Es ra corporativa.

44
S. Bofill, op.cit., pp. 263 – 264.
45
Idem.

Cuestiones Contempráneas 149


Puede tener grados de conflictividad, siempre es- Informales (coyotes, caciques, políticos, buró-
tá presente la tensión. cratas).
• Valorar el grado de consolidación de un régimen Empresarios (farmacéuticos, turísticos, madere-
político. ros, muebleros).
• Observar el uso de la naturaleza (valor de uso y Agroindustriales (floristas, comercializadoras de
valor de cambio). agua).
Técnicos forestales introductores de innovacio- Bancos.
nes (agrónomos, ingenieros forestales, etcétera). Rentistas.
• Analizar formas de negociación con actores polí- Con estos actores podemos empezar el análisis
ticos del régimen. del espacio forestal como espacio de poder, no sólo
Formales: burócratas, políticos, líderes de cen- porque ahí localizamos todos estos actores sino por-
trales campesinas, técnicos forestales dirigentes de que éstos están interesados en un tipo de naturale-
partidos. za, un uso de ella. Siempre en tensión, la producen
Informales: caciques, guardias blancas, asesores, y con ello recrean el espacio rural. En su conjunto
organizaciones ciudadanas. están relacionados con intereses, cultura, nexos a
• Formas de relación con actores económicos. otras escalas, bajo una estructura jurídica que per-
Formales (CONASUPO). mite, limita o prohíbe los usos de la naturaleza.

150 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Conclusiones

Es bien conocida la lectura neolmalthusiana de la tuales y futuros, así como las posibles salidas en un
presión de la población sobre los recursos; como lo régimen democrático o autoritario. La democracia
sostiene Escobar,46 cuando se menciona la “sobreex- es un concepto que también se vive. Traspasa las
plotación” de los recursos como una de sus causas, mínimas decisiones, la vida cotidiana, las relaciones
rara vez se explora en detalle qué la propicia y quién entre los hombres y mujeres reales en su espacio,
se beneficia con ella. incluida la naturaleza.
Siempre han existido conflictos por uso, apropia- Bajo el modelo capitalista observamos conflic-
ción, sentido de la naturaleza. Antes fueron guerras tos que son sustantivos a los modelos de acumula-
por recursos, generalmente entre Estados naciona- ción que establecen formas nuevas de apropiación
les. Ahora en un contexto de globalización, el neo- y uso de la naturaleza, lo que enfrenta usos ante-
liberalismo opera de manera espacial altamente se- riores. Ello plantea tensiones permanentes, pero las
lectiva sobre la naturaleza y la tensión se identifica formas como se resuelvan quedan enmarcadas bajo
entre los núcleos agrarios (que es la organización el régimen político en cuestión. Por lo tanto, la de-
agraria de México) y los actores hegemónicos casi mocracia, el autoritarismo o el totalitarismo, como
siempre representados por sectores del gobierno en regímenes políticos van más allá de lo electoral. La
cuestión. Estos actúan a favor del capitalismo glo- forma de apropiación de la naturaleza también nos
bal, constituido por empresas constructoras, turís- permite identificar el modo de dominación política
ticas, de entretenimiento y tiempo libre, de control en un determinado país y puede dar elementos con-
de agua, farmacéuticas, entre las más dinámicas. cretos de ejercicio ciudadano.
En ese sentido, si observamos a la naturaleza
como una producción social, constituyente de un
proceso de producción espacial bajo un capitalismo
neoliberal, tenemos más elementos para compren- Recibido el 1° de abril del 2008
der la condición de la naturaleza, los conflictos ac- Aceptado el 14 de junio del 2008

46
A. Escobar, op.cit.

Cuestiones Contempráneas 151


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Cuestiones Contemporáneas 155


Experiencias de acción colectiva frente a
la problemática ambiental en México
Lourdes Romero Navarrete*

Resumen Abstract

Con base en experiencias organizativas With base of the study of historical ex-
de trascendencia histórica, este artículo periences of collective action, this arti-
se propone hacer una aproximación a la cle makes an approach to the nature and
naturaleza y alcance de la movilización reaches of the citizen mobilization in
ciudadana frente a la problemática am- order to solve the environmental proble-
biental en México. Asimismo, alude a la ms. It alludes to the instrumentation of
instrumentación de vías alternativas de alternative routes of participation that
participación que buscan promover un they look for to promote a suitable and
uso ambientalmente adecuado y equita- environmentally equitable use of the
tivo de los recursos naturales y enfatiza natural resources, and emphasizes the
el aporte de un tipo específico de orga- contribution of a specific type of citizen
nización ciudadana frente a un escenario organization forehead to a scene of en-
de crisis ambiental y civilizatoria. Espe- vironmental and civilizatory crisis. Spe-
cíficamente, se hace referencia al Foro cifically it makes reference to the Forum
Internacional en Defensa del Agua, al Tri- International in Defense of the Water, to
bunal Latinoamericano del Agua y a las the Latin American Court of the Water and
Palabras clave: movimientos sociales, expresiones ambientalistas que tuvieron to the environmentalist expressions that
medio ambiente, recursos naturales y lugar durante La Otra Campaña, eventos took place during the Other Campaign,
democracia. ocurridos en el año 2006. events happened in 2006.

*
Centro de Investigaciones y Estudios Su-
periores en Antropología Social, Morelos Ote.
1031, Col. Centro, Monterrey, Nuevo León, CP
64000, TEL. 83 42 75 82

Cuestiones Contemporáneas 157


Introducción

C
uando se habla de la participación social en te- ros y consejos ciudadanos). No obstante, estos ca-
mas medioambientales, regularmente se remite nales han funcionado fundamentalmente para ava-
a las iniciativas oficiales que buscan promover en lar las medidas gubernamentales y para mantener la
los ciudadanos el cuidado de la naturaleza. No obs- gobernabilidad restringido la participación plural de
tante, a través de la incorporación activa de la so- intereses en las tomas de decisión.1
ciedad o sectores de ella, se ha trascendido hacia el Esta situación no es privativa de México. A ni-
logro de objetivos más amplios y de especial reper- vel global y bajo condiciones semejantes de repre-
cusión en términos sociales. Este es el caso de los sentatividad, se ha formado un amplio movimiento
derechos construidos históricamente en torno al uso cultural que paulatinamente ha conseguido definir-
y acceso de los recursos del medio ambiente, cuya se como uno de los principales agentes de la pre-
formalización no podría explicarse sin la interven- servación del hábitat. En virtud de la intervención
ción directa de la sociedad. Una situación semejan- activa de la sociedad sen han logrado avances sig-
te sucede en el debate acerca de los recursos tanto nificativos en la construcción de una nueva cultura
materiales como intangibles de apropiación colecti- ambiental. Es así que el ambientalismo que compro-
va (que la literatura de habla inglesa denomina the metía la presencia humana en aras de la preserva-
commons o bienes comunes), cuya reivindicación ha ción de la naturaleza está siendo desplazado por la
sido uno de los principales propósitos de gran parte común percepción de que el cuidado del hábitat es
de las acciones emprendidas por la ciudadanía. De una condición sine qua non de los procesos sociales
esta forma, derechos y reivindicaciones son algunos y, por ende, que el fin último de la preservación es
de los rasgos que caracterizan a parte del amplio el ser humano. Esta es, quizá, una de las principales
movimiento cultural que busca incidir en la solución transformaciones ocurridas en el seno de las políti-
de los problemas ambientales. cas ambientales y de las corrientes de pensamiento
En México, existen canales promotores de la par- promotoras de una racionalidad diferente en el uso
ticipación institucionalizada de la sociedad en las de los recursos naturales.2 Los movimientos socia-
decisiones de política pública, acotados fundamen- les y los lineamientos oficiales, fijados fundamental-
talmente en el Artículo 26 constitucional; en los li- mente por las Naciones Unidas en este rubro, parten
neamientos de política internacional a los que se ha de que el cuidado de la naturaleza es al mismo tiem-
sumado México, así como en las legislaciones nacio- po responsabilidad, derecho y condición de la propia
nales en las que se incluye la Ley General de Planea- preservación humana.
ción y la Ley General del Equilibrio Ecológico y Pro- En la construcción de esta percepción, ha contri-
tección al Ambiente, o bien a través de instancias ex buido la cada vez más amplia difusión de las condi-
profeso establecidas por la Secretaría de Medio Am- ciones por la que atraviesa el planeta en términos
biente y Recursos Naturales y sus dependencias (fo- ambientales. Pero, sobre todo, ha influido la valora-

1
Véanse las referencias a estos ordenamientos legales en la bibliografía.
2
La Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que emanó de la Primera Cumbre de la Tierra en 1992, proclamó como uno de sus
principios que “los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible [y] tienen derecho a
una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza”. A partir de ese momento los programas, balances y proyectos relacionados con
el medio ambiente a nivel mundial han modificado de manera sensible su discurso al aceptar plenamente la responsabilidad de los factores
antropogénicos en los procesos de degradación, pero también han centrado su objetivo en preservar las condiciones de habitabilidad humana
en el planeta. Vid. ECOSOC, Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, 2004, en <http://www.un.org/esa/sustdev/documents/agen-
da21/spanish/riodeclaration.htm>.

158 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


ción cada vez más extendida de que existe una inter- o el cuidado a través de la privatización de áreas
dependencia crítica y estrecha entre todos los com- naturales. Acciones que tienen una repercusión in-
ponentes de la realidad. Se abona así la idea de que negable en la salvaguarda del medio ambiente, pero
el mejoramiento de las condiciones en las que dicha que eventualmente mantienen una intervención li-
valoración se produce, tiene como premisa la existen- mitada respecto del movimiento cultural que busca
cia, aquí y ahora, de intereses comunes, lo que remi- confirmar los derechos (o libertades) sociales sobre
te a la conclusión de que la pertinencia de acciones los recursos naturales, o en ocasiones se encuentran
concertadas para asegurar la estabilidad del sistema en franca contradicción.
hombre-naturaleza es un problema que concierne a Como se propone mostrar aquí, las alternativas de
todos. Esta faceta del ambientalismo actual se confi- participación que emanan de organizaciones ‘de ba-
gura como el fundamento del cambio cultural que hoy se’ o de movimientos de resistencia enfrentan mayo-
se percibe como un instrumento irremplazable para res desafíos para constituirse y adquirir credibilidad.
enfrentar los problemas ambientales. Sin embargo, son ágiles promotoras de los princi-
A pesar de que en México estas convicciones han pios que han sustentado a las democracias, como el
penetrado, tanto implícita como explícitamente en caso de la equidad, donde este tipo de organizacio-
los lineamientos de la política pública, como fenó- nes han sido activas demandantes de transparencia
meno cultural está en proceso de consolidarse. A e información suficiente y objetiva respecto de pro-
ello contribuyen de manera fundamental las nume- blemáticas concretas. O bien, han incidido en los ór-
rosas iniciativas que desde muy distintos enfoques ganos jurisdiccionales al denunciar el incumplimien-
han emprendido los ciudadanos organizados. Sin to del marco normativo ambiental. Pero, quizá más
embargo, es preciso distinguir entre las acciones co- importante, contribuyen al cambio cultural que bus-
lectivas que tienen su origen en demandas reivindi- ca establecer una relación diferente entre el hombre
catorias, frente aquellas que pugnan por la conser- y su medio ambiente, pues al cuestionar el marco de
vación a partir de ángulos explícitamente acotados, valores predominante inciden en la reflexión colec-
como puede ser la promoción del turismo ecológico, tiva, paso previo y necesario de la acción.

La perspectiva analítica

Desde el punto de vista analítico, la participa- Dentro la perspectiva sociológica hay dos ángu-
ción organizada de la sociedad está asociada a las los en los que el análisis de la participación social
múltiples facetas en las que se desarrolla la activi- concurre de manera sistemática. Por un lado, es-
dad humana, pues obedece precisamente a su carác- ta participación se origina en la producción huma-
ter gregario. Dada esta transversalidad, la participa- na de sentido, es decir, en el conocimiento como
ción social remite a una variedad de factores con- una construcción social por definición. Por otro, una
dicionantes y formas de expresión, que van desde parte de este conocimiento ha derivado en el ámbi-
los meramente subjetivos, como sería el perfil indi- to organizativo en arreglos sociales que, entre otras
vidual de quienes participan, cómo y porqué, hasta expresiones, se ha traducido en la estructuración ju-
los factores sociales e históricos, en los que están rídica y política propia de las democracias actuales,
involucrados los mecanismos organizacionales, for- las cuales constituyen el fenómeno político-organi-
males e informales que dan marco a la interacción zativo de más larga trayectoria dentro del proceso
individuo y sociedad. civilizatorio moderno.

Cuestiones Contemporáneas 159


Bajo el esquema de coordinación social que su- implicados en la construcción de fines compartidos,
ponen las democracias, que la participación social donde el conocimiento mismo procede de la necesa-
tiene una de sus connotaciones sustantivas, pues ria interacción social.
alude a los mecanismos instrumentales, es posible A Emile Durkheim se deben las primeras sistema-
la toma de decisiones en colectivo. De ahí que la tizaciones sociológicas en torno al origen social del
participación organizada de la sociedad debía cons- conocimiento y su expresión en el comportamiento
tituir el fundamento de las determinaciones toma- colectivo.3 Para Durkheim, la actividad humana se
das por el aparato de Estado. Efectivamente, según entiende como un proceso que parte de la existen-
los principios democráticos, las políticas públicas, cia de nexos intangibles de solidaridad entre el indi-
instituciones, marcos legales y acciones de gobier- viduo y su colectividad. Éstos son considerados in-
no, debían traducir la voluntad ciudadana al fijarse dispensables en la propuesta durkheimiana para dar
como resultado de mecanismos electorales de repre- seguridad y compromiso a sus miembros, a la vez
sentación popular procesada a través de plataformas que proveen de solidez a las instituciones. De igual
partidistas. Sin embargo, en las naciones regidas forma, puso la atención sobre la alienación que pro-
bajo este esquema, tal representatividad está lejos duce en los sujetos la presencia de instituciones do-
de provenir de una participación homogénea tanto minantes, las cuales socavan la voluntad e identidad
en proporción como en calidad. La construcción de individual. Asimismo, explicó la escalada de nece-
consensos se ha hecho viable a partir de otros es- sidades sociales originadas por la industrialización
pacios de participación los cuales operan para dar como germen de frustración, al mismo tiempo que
estabilidad al sistema, a la vez que tienen una inci- abordó la función del orden social como fuente de
dencia mayor en la adecuación de las instituciones a estabilidad emocional. A partir de las consideracio-
la dinámica histórica. En un sentido, la presencia de nes de Durkheim el análisis sociológico se ha ocupa-
mecanismos alternativos de participación son parte do permanentemente de explicar las determinantes
del principio democrático de libre expresión, por lo y condiciones de las interacciones sociales.
que, incluso, su prevalencia es un termómetro de las El interaccionismo simbólico ha dado una de las
tendencias autocráticas de los gobiernos. La movi- explicaciones más sólidas acerca de los nexos intan-
lización ciudadana es, de igual forma, un factor sin gibles que relacionan a los individuos bajo una iden-
el cual se explicarían las grandes transformaciones tidad común. Desde este enfoque, la formación de las
históricas. identidades individuales, como un acto de autoper-
Así, la participación social en las democracias cepción y proyección al ámbito de lo social, responde
puede definirse como un acto ciudadano, como una a sistemas de signos, entre los que el lenguaje verbal
acción intencional realizada de acuerdo a pautas o no verbal y la distribución del conocimiento, son
institucionales a la vez que un fenómeno individual componentes decisivos para objetivar las experien-
extremadamente complejo por su origen y sus resul- cias compartidas. Son acciones significativamente re-
tados, pero que converge en un momento dado en cíprocas entre el individuo y los otros miembros de la
un espacio público, configurando un escenario pro- colectividad, las que se encuentran en el origen de
picio para la toma de decisiones colectivas. Desde los impulsos que dan sentido a las acciones propias y
esta perspectiva, el móvil de la participación social a las que provienen de los demás. Proceso que inicia
tiene como premisa el interés común y su análisis en la vida cotidiana con “formas inevitables y pauta-
está relacionado con los factores organizacionales das” y dan origen a las instituciones.4

3
Aquí se da por sentada la riqueza del pensamiento antiguo griego, pues se hace referencia estrictamente a la perspectiva sociológica. Vid.
Emile Durkheim, El suicidio, Madrid, Ariel, 1989.
4
Alfred Schutz y Thomas Luckmann, Las estructuras del mundo de la vida, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1977, p. 72.

160 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


El tránsito de las internalizaciones subjetivas a los La movilización de recursos, las representaciones
comportamientos sociales constreñidos por hábitos y simbólicas y la acción comunicativa han permitido
costumbres (pautas), es el paso preliminar a la ins- identificar determinantes materiales de largo plazo,
titucionalización o a la normalización de prácticas a así como las condicionantes ideológicas que inter-
través de las cuales se definen roles y se finca la co- vienen en la acción colectiva. La distribución y des-
hesión social.5 Esta transición tiene una repercusión plazamiento de recursos vinculados a las relaciones
particularmente trascendente, pues significa el paso de propiedad y al uso de las representaciones del
del ámbito de lo privado al público y, por ende, al es- poder, son identificados como elementos que des-
pacio de acción interpersonal cuya organización de- empeñan un papel crucial en el origen y desarrollo
termina, al final de cuentas, quién y cómo se toman de las acciones colectivas. Lo mismo ocurre con el
las decisiones que afectarán a un grupo concreto de rol del lenguaje y de las nuevas tecnologías de la
individuos. Tal es el caso de las organizaciones polí- comunicación e información que actúan como pla-
ticas agrupadas bajo la figura de Estados nacionales taformas organizativas sobre las que se desarrollan
regidos por parámetros democráticos. las interacciones humanas actuales.6 De igual for-
El tránsito de las relaciones subjetivas y objeti- ma, para estas corrientes, la ruptura de los lazos de
vas (materiales) producido en la estructuración del confianza y la crisis de credibilidad asociada a una
mundo individual y privado con el social y público, redistribución inequitativa de recursos y beneficios
que en conjunto definen el orden social de un es- son condiciones que están sistemáticamente asocia-
quema político, despliega una serie de procesos in- das a la inestabilidad social.
dividuales y colectivos a los que la teoría ha dado A partir de estos enfoques se ha puesto en claro
variedad de respuestas difícilmente sintetizables, que la participación social en problemas de orden pú-
pero que coinciden en buena medida en un punto blico lejos está de producirse de manera mecánica en
focal: las acciones concertadas son expresión de un virtud de un origen étnico, grupo socioeconómico o
conocimiento adquirido y construido socialmente a algún otro rasgo específico. Por el contrario, obedece
partir de un mundo de significados que inician en el a determinantes contextuales mucho más complejas e
quehacer cotidiano. histórica y espacialmente condicionadas, tanto como
Enfoques como el interaccionismo simbólico y a parámetros de comportamiento individual eventual-
la movilización de recursos asociados a la acción mente volátiles. El rasgo común es que las acciones
colectiva, son corrientes de explicación que han colectivas tienen como propósito intervenir en el ám-
abonado al conocimiento del comportamiento co- bito de las tomas de decisión. Esta característica ha
lectivo proporcionando un marco suficientemente llevado a identificar a los movimientos sociales con el
amplio para involucrar el cúmulo de mediaciones desorden o, aún más, con la violencia, y no como un
que convergen en él. Acción y motivación, egoís- factor que en la crítica produce el movimiento histó-
mo o cooperación, legitimidad y conflicto, orden y rico. Sin embargo, hay perspectivas que permiten dar
desintegración, aparecen como dimensiones de un una dimensión más justa a los movimientos sociales.
mismo fenómeno. Examinadas en su complejidad o Este es el caso del análisis comparativo que efec-
como expresiones particulares registradas en hechos tuó Charles Tilly y otros colaboradores en El Siglo
situacionalmente acotados, la acción colectiva in- Rebelde, donde estudiaron las rebeliones ocurridas
volucra cada una de estas dimensiones e indefecti- entre 1830 y 1930 en Italia, Alemania y Francia y en
blemente acaba orientando el cambio institucional. el que concluyeron que:

5
Peter Berger y Thomas Luckmann, La construcción social de la realidad, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1998, p. 87.
6
Armando Cisneros Sosa, Crítica de los movimientos sociales; debate sobre la modernidad, la democracia y la igualdad social, México, Editorial
Porrúa, Universidad Autónoma Metropolitana, 2001, pp. 139-244.

Cuestiones Contemporáneas 161


1) Ninguna forma habitual de acción colectiva es in- bre el bienestar de cualquier segmento de éste, aunque
trínsecamente violenta. también sostenían que el bienestar general quedaba
2) En el caso de las formas de acción colectiva más co- servido con la persecución individual de los intereses
munes, la probabilidad de violencia está mucho más personales. Entre estos nacionalistas (que incluyen a
cerca de 0 que de 1. conservadores, liberales y socialistas) surgieron gran-
3) La mayor parte de la violencia colectiva surge de las des divisiones sobre cómo articular los intereses nacio-
corrientes mucho más amplias de acciones colecti- nales, sobre quién debería determinar cuál es el interés
vas esencialmente no violentas. nacional.9
4) Una parte sustancial de la violencia consiste en la
reacción vigorosa de un segundo grupo (a menudo Una de las conclusiones igualmente relevante fue
de las fuerzas represivas especializadas al servicio que el triunfo de quienes sobresalieron en las con-
de los gobiernos) a la acción colectiva no violenta tiendas dependió de tres factores: grado de organi-
del primero.7 zación; orientación a la igualdad de derechos y
obligaciones; y control colectivo de recursos polí-
Asimismo, señalaron que la participación en las ticamente significativos. En suma, la base sobre la
acciones colectivas no debía considerarse “impul- cual se cohesionaron los movimientos y se fijaron
siva, irreflexiva o improvisada”: la gente compro- las estrategias de acción, consistió en un esquema
metida en acciones colectivas “aparentemente tri- de valores compartido respecto de las relaciones so-
viales, ineficaces o egoístas, como son los motines ciales predominantes y una movilización de recursos a
antifiscales, realmente estaban participando en los favor de acciones que permitieran su consecución.
grandes debates sobre los derechos y obligaciones Desde esta perspectiva, la acción colectiva en
políticas”.8 Para los autores de El Siglo Rebelde, este México en torno a los problemas ambientales ha
debate confrontó diversas agrupaciones sociales, no surgido frente a la movilización de recursos tecno-
obstante, todas mantuvieron como plataforma ideo- lógicos, financieros y simbólicos. En este marco las
lógica la idea de nación: numerosas organizaciones civiles o ciudadanas han
logrado promover sus fines llevando a cabo acciones
La mayoría de la gente normal estaba agrupada en contundentes para colocar en la discusión nacional
torno a la teoría de que los pequeños grupos sociales propuestas concretas sobre la conservación a partir
como los grupos domésticos y las comunidades tenían de la reivindicación de derechos sociales con base
un derecho colectivo previo sobre los recursos que acu- en la exaltación de lo público y en la promoción de
mulaban y producían. Esto incluía la tierra, el trabajo, valores culturales asociados a la interdependencia
el dinero, la alimentación y también los objetos sim- de los componentes de la naturaleza. Todos ellos
bólicos. Luchaban contra aquellos que se agrupaban y son vistos como medios para enfrentar la crisis am-
actuaban en torno a la teoría de que el bienestar de biental asociada al mercado y al consumo innece-
un estado y/o su población debería tener prioridad so- sario.

7
Charles Tilly et al., El siglo rebelde, Zaragoza, Prensa Universitaria de Zaragoza, 1997, p. 325.
8
Ibid., p. 344.
9
Ibid., p. 345.

162 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Acciones colectivas y problemática ambiental en México

Aunque las acciones colectivas frente a los pro- Como ejemplo están las numerosas experiencias
blemas ambientales se ubican en la historia reciente en Internet que dan cuenta de la amplia importan-
del país, constituyen el resultado de un proceso de cia que han cobrado las redes de acción colectiva
maduración que inició décadas atrás y que está rela- emprendidas alrededor de los temas del medio am-
cionado con las alternativas de participación ciuda- biente. El sitio web denominado Redes verdes, cuya
dana en los años ochenta. A partir de este momento, organización, según lo indica la propia página, está
dio comienzo una nueva etapa en acción organizada dirigida a promover la comunicación, información,
de la ciudadanía en México. La sustitución del deno- vinculación y promoción de personas y organismos
minado Estado de bienestar por uno de orientación relacionados con el medio ambiente y la sustenta-
neoliberal, dirigido fundamentalmente a retirarle al bilidad en México (patrocinado, entre otros, por el
Estado su función como agente económico y regu- Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo),
lador de la economía, generó cambios organizativos registra alrededor de 1500 organizaciones.11 La red
de diversa índole. La creciente complejidad admi- incluye asociaciones civiles no lucrativas, asociacio-
nistrativa y la tendencia a reducir el aparato buro- nes de productores rurales, consultorías, empresas
crático, dieron lugar a la conformación de redes de turísticas, etc., las cuales actúan como mediadoras
colaboración horizontales que debieron constituirse de la gestión de los recursos o como promotoras de
en canales de intermediación necesarios para acce- actividades asociadas con el cuidado de la natura-
der a los apoyos financieros gubernamentales o de leza. Otra red que opera en México con plataforma
organismos internacionales. Con un propósito seme- en Internet es la Unión de Grupos Ambientalistas,
jante, se incrementó la participación de las orga- que registra alrededor de 33 organizaciones civiles,
nizaciones civiles o no gubernamentales.10 Pero, al además de miembros de diversos consejos ciudada-
mismo tiempo, empezaron a configurarse acciones nos del agua correspondientes a distintas entidades
colectivas de resistencia como expresión del des- federativas, así como de instituciones académicas.12
ajuste social que generaron los llamados cambios Organizaciones de esta índole se multiplican a lo
estructurales. largo y ancho del país formando grupos de redes.
En el ámbito de los recursos naturales, este pro- Una orientación específica proviene de un tipo de
ceso ha sido de una gran complejidad pues, a la vez organización ciudadana cuyos principios y estrate-
que se han conformado organizaciones de produc- gias de acción tienen por móvil principal la conser-
tores para acceder a programas de financiamiento vación mediante la eliminación de políticas econó-
público que apoyan la sustentabilidad, simultánea- micas neoliberales. Como se mencionó, estas agru-
mente pueden estar llevando a cabo luchas reivindica- paciones no excluyen entre sus fines los objetivos
torias relacionadas con la propiedad de los recursos referidos arriba, pero fundamentalmente provienen
naturales locales; o, en su caso, se han organizado de acciones colectivas de resistencia.
asociaciones civiles con el fin de promover la con- Este tipo de expresiones está relacionada con la
servación de la naturaleza o contribuir en su mane- movilización social detonada por las políticas neo-
jo, entre una diversidad de propósitos. liberales por una razón fundamental: la abierta con-
10
Dirk Messner, “Del Estado céntrico a la ´sociedad de redes´. Nuevas exigencias a la coordinación social”, en Nobert Lechner et al. (coords.),
Reforma del Estado y coordinación social, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Sociales, Plaza y Valdés Edi-
tores, 1999, pp. 77-121.
11
Vid. la página web de las Redes Verdes, en <http://www.redesverdes.com>
12
Vid. la página web de la Unión de Grupos Ambientalistas, en <http://www.union.org.mx/actividades/red_agua.html>

Cuestiones Contemporáneas 163


tradicción que tuvieron los cambios estructurales ciudadanos en los que se lleva a cabo una dinámica
con los principios sociales asentados en la Consti- interacción entre usuarios, sectores académicos, es-
tución de 1917. Hecho que impactó sobre manera a tudiantes, asociaciones y colectivos ambientalistas,
los sectores más pobres del país, pues derivaron en etc. Las acciones de estos actores se han traducido
la desestructuración de la propiedad social y en el des- en demandas judiciales, medidas de resistencia ci-
mantelamiento de los programas de financiamiento vil, plantones o marchas. Todas ellas encaminadas
al agro, con un consiguiente cambio sustancial en a reivindicar un genuino ejercicio de participación
las relaciones de propiedad.13 Efectivamente, la crecien- democrática en el uso de los recursos, o bien a plan-
te preeminencia de intereses privados, vía la compra tear la incongruencia entre los arreglos democráti-
formal e informal de derechos al uso del agua, la cos y la preservación del ambiente.
tierra, bosques, etc., minaron las antiguas formas de La escasa respuesta a la negociación por parte
propiedad y de organización tradicional en el campo. de las autoridades ha dado pie a la radicalización de
Al mismo tiempo, implicó la aparición de consorcios las posturas de algunos de los movimientos que, en
y empresas privadas dedicadas a la explotación in- algunos casos, han sido objeto de la violencia por
tensiva de los recursos. parte de grupos de interés o, en su caso, han sido
Esta situación marcó a un activismo ambienta- reprimidos por las fuerzas del orden.14 La propuesta
lista integrado por ciudadanos cuyo origen es su- de estas movilizaciones se estructura sobre la base de
mamente heterogéneo. Campesinos indígenas y no la incompatibilidad entre un patrón de acumulación
indígenas, amas de casa, usuarios de servicios ur- de tipo capitalista y el uso racional y justo de los
banos, líderes populares, académicos, jóvenes es- recursos naturales. Hecho que les ha llevado a señalar
tudiantes, todos ellos bajo el fin común de llevar al directamente la necesidad de replantear los funda-
centro del debate la relación: empleo de los recursos mentos mismos del sistema democrático identificado
naturales, mercado y pobreza y, como una conse- como un elemento organizacional funcional al mer-
cuencia, a la democracia. Una de las preguntas prin- cado y, consiguientemente, incapaz de procurar un
cipales de estas organizaciones cuestiona qué tanto uso sostenible de los recursos.
procuran las instituciones democráticas el uso am- Entre los factores que articulan a los asociacio-
bientalmente adecuado de los recursos y el reparto nes destacan: a) la certeza de que existe una ex-
equitativo de las ganancias que generan. plotación y uso de los recursos con un alto impacto
Las acciones colectivas emprendidas por este cri- ambiental, generalmente probado con información
sol de actores corresponden igualmente a una diver- científica o con pruebas empíricas; b) la demostra-
sidad de objetivos y orientaciones. Por una parte, ción de que la aprobación de proyectos carece de
están las demandas de acción pública frente a un consenso; c) la denuncia de autoridades omisas que
problema concreto como la construcción de una pre- actúan como soporte de los causantes de daños eco-
sa; por la otra, la conformación de una amplia red lógicos y consiguientemente que hay un incumpli-
de asociaciones que promueven los derechos colec- miento de la ley; d) que los proyectos están asocia-
tivos sobre los recursos tangibles e intangibles. De dos generalmente al despojo de bienes colectivos a
igual forma, estas acciones incluyen estrategias de favor de intereses particulares. Y dos más que cons-
comunicación electrónica y una variedad de accio- tituyen, sin duda, los principales ejes de la cohesión
nes directas entre las que se encuentran los foros que se produce al interior de estos grupos: la iden-

13
Vid. Hubert C. de Gramont, Neoliberalismo y organización en el campo mexicano, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Plaza y
Valdez, 1996.
14
Patricia Dávila Valero, “Represión a estudiantes que impugnaron a Minera San Xavier”, en Proceso, 3 de mayo de 2007, disponible en línea
en <www.proceso.com.mx/noticia.html?sec=2&nta=50301>

164 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


tificación de que el origen del problema está en las del 16 al 22 de marzo de 2006, se concretó la ma-
relaciones de propiedad y en el mercado, y la fuerte yor movilización ciudadana que haya ocurrido en el
convicción de la responsabilidad del colectivo fren- país en torno al agua. El evento alternativo que en
te a la sociedad. Premisa que generalmente sitúa su realidad se integró por diversos foros y actividades,
horizonte de actuación en el largo plazo. recibió el nombre de Foro Internacional en Defensa
El conocimiento especializado y la utilización de del Agua (en adelante FIDE) y en él convergieron
las nuevas tecnologías de la comunicación han sido numerosas organizaciones surgidas de la ciudadanía
factores sobre los que se funda gran parte de la acti- con el propósito fundamental de reivindicar el ca-
vidad de estas agrupaciones. La comunicación a tra- rácter público del agua.
vés de mails, sites y blogs, constituye una estrategia En palabras de Maud Barlow, ambientalista con
instrumental de primer orden. Aunque los contactos reconocimiento internacional, la organización de
cara a cara mediante foros y reuniones habituales este evento alternativo fue resultado de la “madu-
continúan siendo espacios de comunicación privile- rez, crecimiento y fuerza” adquiridos por el movi-
giados, la vía electrónica es ahora fundamental para miento social que se ha venido estructurando a nivel
intercambiar información, para construir objetivos y internacional desde tiempo atrás.15 En efecto, en el
llegar a acuerdos. Este tipo de plataformas ha per- ámbito internacional la movilización social a favor
mitido sumar esfuerzos con organizaciones en otras del uso racional y del concepto distinto de la apro-
partes del mundo dando a este movimiento social piación de este recurso vital, se remonta al debate
un carácter planetario. De importancia igualmente sobre las teorías del desarrollo de mediados del siglo
estratégica es el conocimiento, pues la presencia de pasado cuando empezó a cobrar forma un modelo de
académicos y profesionales de las más diversas ra- desarrollo alternativo, como el caso del Desarrollo
mas constituyen una masa crítica indispensable pa- Sustentable.16
ra fundamentar las razones de la movilización y en Aunque México ha tenido una presencia perma-
muchos casos desempeñan un papel protagónico. nente en la discusión internacional sobre el tema
Sobre estas condiciones tuvo lugar una de las de la sustentabilidad, no se había dado la oportu-
experiencias organizativas de mayor trascendencia nidad de que fuera de los marcos oficiales hubiera
histórica para los movimientos sociales relaciona- una participación ciudadana de la magnitud que se
dos con el medio ambiente en México: el Foro Inter- registró durante el FIDE y que logró contrastar la
nacional en Defensa del Agua, alternativo al IV Foro política que por cuatro ediciones consecutivas ha
Mundial del Agua, ocurrido en México en marzo de venido promoviendo el Foro Mundial del Agua, y que
2006 y la primera audiencia del Tribunal Latinoame- se ha centrado fundamentalmente en privilegiar la
ricano del Agua celebrado de forma simultánea. dimensión económica del vital recurso.17
El IV Foro Mundial del Agua fue patrocinado fun-
a) Foro Internacional en Defensa del Agua. damentalmente por empresas (Grupo Modelo, FEM-
En el marco de la reunión internacional sobre el SA-Coca Cola; Coca Cola Co.; Grupo Carso, Grupo
agua denominado Foro Mundial del Agua, cuya cuar- Soriana, grupo ICA, entre otras); organismos in-
ta edición se llevó a cabo en la ciudad de México ternacionales (Banco Mundial, Consejo Mundial del

15
COMDA, Conferencia de los organizadores del Foro Internacional del Agua, Ciudad de México, 17 de marzo de 2006, en <http://www.radiomun-
doreal.fm/rmr/?q=es/node/8939> Vid. también la página web de COMDA: <http://www.comda.org.mx/>
16
Enrique Provencio, Desarrollo sustentable, perspectiva conceptual, ponencia presentada en el Diplomado Medio Ambiente y Sociedad. Nuevos
desafíos para la Sustentabilidad llevada a cabo en Torreón, Coahuila, el 22 de septiembre de 2006.
17
Miguel Ángel Ferrari, “IV Foro Mundial del Agua, claro como el agua”, en Ecoportal.Net, 15 de febrero de 2006, disponible en línea en <http://
www.ecoportal.net/content/view/full/56622>

Cuestiones Contemporáneas 165


Agua, Asociación Mundial del Agua) y gobiernos na- como una acción conjunta emprendida con el exclu-
cionales (México, a través de la Comisión Nacional sivo fin de contrastar la visión del IV Foro Mundial
del Agua) En su organización participaron, además, del Agua, se remonta a la segunda mitad del año
instituciones académicas (El Colegio de México, Ins- 2005 cuando se puso en marcha una activa comuni-
tituto Politécnico Nacional, Instituto Tecnológico y cación a través de Internet buscando convocar a la
de Estudios Superiores de Monterrey, entre otras), organización de un evento alternativo al encuentro
así como por diversas organizaciones nacionales e oficial.
internacionales.18 Como resultado de estas acciones, en octubre de
Bajo el lema “acciones locales para un reto glo- 2005, se difundió en los medios noticiosos la for-
bal”, el IV Foro tuvo como tema central el “agua mación de la Coalición de Organizaciones Mexicanas
para el crecimiento y desarrollo”, y fijó las presen- por el Derecho al Agua (COMDA), organización clave
taciones alrededor de cinco temáticas: gestión in- para la realización del foro alternativo. Además de
tegrada de los recursos hídricos; innovaciones en el fijar las aristas más agudas del problema del agua a
manejo de riesgos en Europa; saneamiento; tecno- nivel mundial, se difundieron los objetivos y estra-
logías innovadoras y su implantación a nivel local e tegias de largo plazo que habría de seguir la movili-
Hidrosolidaridad.19 zación, entre los cuales destacan las siguientes:
De forma simultánea, con recursos que provinie- • Impacto social del esquema actual de utilización
ron de las propias organizaciones civiles y de los del agua; prevalencia de los intereses privados
ciudadanos, se llevó a cabo una gran movilización (maximización de beneficios) sobre los colecti-
ciudadana alterna al IV Foro. Las actividades fue- vos; creciente aumento de precios por el servicio;
ron inauguradas con una gran marcha por las calles deterioro, estrechamiento del abasto; insusten-
del centro histórico de la ciudad de México el 16 de tabilidad en el manejo e impacto sobre la salud
marzo de 2006. La marcha integró, según cifras de pública.
los propios organizadores, alrededor de 20 mil parti- • Propósito común: la reivindicación del derecho al
cipantes, aunque los medios noticiosos fijaron en 6 agua como un derecho humano.
mil aproximadamente.20 Es de resaltarse que el nú- • Estrategia: democratización de los servicios pú-
mero de participantes al foro oficial fue de 19,800 blicos. Gestión autónoma de los recursos del agua
durante la semana que duró el evento.21 En esta a nivel local y regional.
marcha participaron ciudadanos de 18 estados del • Estrategia de largo plazo: creación de Comités de
país, agrupados en colectivos o a título personal, Defensa Popular del Agua, a nivel local y comuni-
incluyó representantes de organismos nacionales e tario. Formación de un movimiento ambientalista
internacionales ambientalistas, de derechos huma- fuerte y un movimiento de consumo crítico dada
nos, equidad de género, etc. Tal magnitud de parti- la concentración del poder en manos de unas em-
cipantes provino de una acción colectiva que había presas.
iniciado meses atrás y cuyo origen, por supuesto, se • Entre las organizaciones firmantes: Movimiento
ubica en la propia formación de los colectivos, pero, Mexicano de Afectados por las Presas y en Defen-

18
CNA, El Proceso Regional del IV Foro Mundial del Agua, México, 2006, pp. 12-13, en <http://www.worldwaterforum4.org.mx/files/Proceso%2
0Regional%20061106.pdl>
19
Ibid., p. 38. En el caso de México, las participaciones fueron organizadas a través de la Comisión Nacional del Agua que aprobó la presentación
de acciones locales “exitosas” en el país, aunque no exclusivamente. En algunos casos, las oficinas de la propia Comisión organizaron el material
y dispusieron los mecanismos para la presentación de los casos.
20
COMDA, op. cit.
21
CNA. Resumen de actividades del IV Foro Mundial del Agua, México, 2006, p. 4, en <http://www.worldwaterforum4.org.mx/files/RESUMEN–
DE–ACTIVIDADESspa.pdf.>

166 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


sa de los Ríos; Consejo de Ejidos y Comunidades al agua fuera ocupando cada vez más la atención,
Opositores a la Presa de La Parota, Guerrero; Mo- aun cuando solo tres expositores de las 226 mesas
vimiento Urbano Popular; Coordinadora de Traba- lo incorporaron explícitamente en el título de sus
jadores en Defensa de Carácter Público del Agua; intervenciones.24 Como reporta el Informe Final del
Centro de Análisis Social, Información y Forma- IV Foro, el tema acabó ocupando el mayor rango de
ción Popular; Coalición Habitat; Centro de Ser- difusión de todos los que fueron tratados y así fue
vicios Municipales Heriberto Jara; Transnational incorporado en las declaraciones finales de diversos
Institute Corporate Europe Observatory; Amigos gobiernos nacionales, ministerios y autoridades lo-
de la Tierra Internacional; Consejo de los Cana- cales y municipales.25 El haber llevado a la agenda
dienses; World Development Movement.22 del IV Foro la reivindicación al derecho humano al
Del 17 al 19 de marzo, en distintas sedes, se lle- agua, se debió a otro evento alternativo igualmente
varon a cabo foros alternativos teniendo como eje importante, el Tribunal Latinoamericano del Agua.
temático: Por un modelo público del Agua, propuesta
alrededor de la cual los representantes de organiza- b) El Tribunal Latinoamericano del Agua.
ciones civiles realizaron debates, actividades cultu- Como parte de las actividades alternativas al IV
rales, performance, exposiciones, marchas, eventos Foro Mundial del Agua, se llevó a cabo la Primera Au-
musicales, etc. diencia del Tribunal Latinoamericano del Agua en la
El FIDE reunió a especialistas, activistas, orga- Ciudad de México del 13 al 20 de marzo de 2006.26
nizaciones, y ciudadanos con el objetivo de reivin- El tribunal no tiene carácter vinculante entre las par-
dicar el derecho humano al agua.23 Las sesiones del tes, es decir, sus resolutivos no causan acción judicial
FIDE estuvieron programadas inicialmente en el Mu- por los órganos jurisdiccionales, sin embargo, apela
seo Nacional de Antropología que, al revocar la au- a una de las fuentes históricas de la justicia: la ética.
torización, hubo de celebrarse en el auditorio del Como factor que precede al comportamiento colectivo
Sindicato Mexicano de Electricistas. En el Foro se teniendo como premisa el interés común, este ele-
expusieron desde casos exitosos del modelo público mento ha pasado a formar parte de la corriente jurídi-
del agua hasta denuncias de problemas de salud pú- ca internacional formada alrededor de los tribunales
blica; y del impacto de la privatización del agua en éticos. Su objetivo principal ha pretendido incidir en
el abasto y la equidad social se discutieron también la opinión pública para que la sociedad se movilice a
estrategias de acción conjunta a mediano y largo favor de acciones judiciales formales y que, a su vez,
plazo. los aparatos judiciales efectivamente actúen en con-
El FIDE tuvo un eco insoslayable en el foro ofi- secuencia. El siguiente cuadro resume la información
cial, las demandas que transcurrían extramuros hi- de los 13 casos examinados durante las audiencias del
cieron que en las mesas el tema del derecho humano Tribunal celebrado en México:

22
Véase: COMDA, Declaración conjunta de los movimientos en defensa del agua, 19 de marzo de 2006, en <http://www.comda.org.mx/fida/de-
claracion.htm>
23
Véase el Programa del Foro Internacional en Defensa del Agua, en ibid.
24
Vid. los programas temáticos desarrollados en cada uno de los cinco días que duró el IV Foro Mundial del Agua, en <http://www.worldwater-
forum4.org.mx/home/cuartowwf06.asp?lan=spa>
25
CNA, Informe Final del IV Foro Mundial del Agua, México, 2006, en <http://www.worldwaterforum4.org.mx/files/report/InformeFinal.pdf>
26
El Tribunal fue integrado por ocho expertos en materia jurídica y del agua: Augusto Willemsen (jurista, experto en derechos humanos y de-
rechos de los pueblos indígenas); Philippe Texier (magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Francia); Alexandre Camanho de Assis (asesor
del procurador general de la República de Brasil); Oscar González (ex presidente de la Asociación Mexicana de Derechos Humanos); Patricia Ávila
(Universidad Nacional Autónoma de México); Selma Díaz (Cuba); David Barkin (Universidad Autónoma Metropolitana, México) y Alfredo Valla-
dares (Argentina). Vid. Tribunal Latinoamericano del Agua, Veredictos de la Audiencia Pública México, 13-21 de marzo de 2006, en <ttp://www.
tragua.com/tla1.htm>

Cuestiones Contemporáneas 167


Cuadro 1 Resoluciones del Tribunal Latinoamericano del Agua, México, 13-21 de marzo de 2006

País Partes involucradas Demanda Resolución


(aspectos relevantes)

Bolivia Federación de Juntas Vecinales del Alto v.s. Agua del Demandan a empresa por incumplimiento de contrato Proceder al retiro de las acciones a empresas particulares sin
El Alto La Paz Illimani, S.A./Suez Lyonnaise de abasto de agua a la población de El Alto. indemnización, en correspondencia a la legislación Boliviana
que garantiza la el dominio del las aguas como patrimonio
del Estado.

Perú Comunidades Campesinas de Huambocancha Baja y Demanda por explotación minera a cielo abierto en Señalar a la empresa Minera de Yanacocha, como responsa-
Cajamarca Yanacanchilla Alta Cajamarca Cajamarca, que provoca impactos considerables a los ble de los daños ecológicos y llamar al Edo. Peruano a tomar
vs. Ministerio de Energía y Minas; Ministerio de Salud; recursos de la cuenca, reconocidos por la empresa medidas que detengan estos daños y a proceder a indemni-
Ministerio de Agricultura; Empresa Minera de Yanacocha minera. zar a los habitantes perjudicados.
S.R.L.
Defensoría da Agua vs Tribunal Supremo Federal; Secreta-
Brasil ría de Energía, Recursos Hídricos e Saneamiento; De- Demanda por afectación de la Laguna de Carapicuíba Detener de forma inmediata y definitiva el depósito prove-
Sao (Paulo) partamento de Águas e Esgoto do Goberno do Estado de por desechos tóxicos. Estado de Sao Paulo. niente del dragado del río Tiete en la Laguna de Caracpicuí-
Sao Paulo; Unidade Geral do Projeto de Rebaixamento da ba. Estudio independiente del impacto y solución técnica
Calha do Rio Tiete; gobierno del estado de Sao Paulo. del problema.

Chile Movimiento Ciudadano Acción por los cisnes, Consejo de Demanda por afectación del Santuario Río Cruces Señalar la responsabilidad de la empresa CELCO por contami-
(Valdivia) Lonko de Pikunwijimapu, Comunidad indígena del Tralcao “Carlos Andwandter” que ha causado mortandad nación y a las instituciones gubernamentales por incumpli-
y Asociación Gremial de los Armadores de Valdivia vs. masiva de fauna acuática. miento de sus funciones de cuidado del medio ambiente.
Empresa de Celulosa Arauco y Constitución S.A.

Ecuador Coordinadora en Defensa de la Vida y la Naturaleza en Demanda por violación de derechos humanos por Indemnizar a desplazados, así como iniciar acciones de
(Guayas) la Cuencia del Río Guayas (COORDENAGUA) y Food First construcción de embalses multipropósitos en la remediación ambiental y social.
International and Actino Network (FIAN International) cuenca del Río Guayas.
vs. gobierno de la República de. Ecuador; Ministerio de
Gobierno; Ministerio de Medio Ambiente; Ministerio de
Salud; Comisión Estatal de Estudios para el Desarrollo de
la Cuenca del Río Guayas.

México Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa Demanda por Proyecto Hidroeléctrico “La Parota” Suspender la construcción de la Presa por violar derechos
(Guerrero) La Parota vs. Comisión Federal de Electricidad; gobierno sobre el río Papagayo en estado de Guerrero. agrarios, carecer de beneficios a la población del lugar; por
del estado de Guerrero; Secretaría del Medio Ambiente y atentar contra la biodiversidad y alterar el funcionamiento
Recursos Naturales; Procuraduría Agraria. hidrológico y geológico de la cuenca.

México Centro Mexicano de Derecho Ambiental y pobladores de Demanda por derrame de petróleo en Río y Playa Señalar a PEMEX como responsable del manejo inadecuado
(Veracruz) Coatzacoalcos vs. Petróleos Mexicanos. Coatzacoalcos por parte de los complejos petroquími- de emergencias ambientales, ser omiso en el monitoreo de
cos de Lázaro Cárdenas, Morelos, Cangrejera, Cosoloa- descargas tóxicas en aire, suelo y agua.
caque, y Pajaritos.

Red de Organismos Ambientalistas de Zihuatanejo, Pes-


México cadores, Lancheros y Pequeños comerciantes, y Centro de Demanda por contaminación y Afectación costero/ Reconocer la notoria conducta omisiva y negligente de las
(Guerrero) Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez vs. marina en la Bahía de Zihuatanejo. autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Comisión Nacional del Agua, Comisión de Agua Potable Naturales, Comisión Nacional del Agua, Procuraduría Federal
de Zihuatanejo, Procuraduría Federal de Protección al de Protección al Ambiente.
Ambiente, Instituto Nacional de Ecología, Gobierno
Municipal, Gobierno del Estado de Guerrero, Inmobiliaria
Punta del Mar S.A. de C.V.

México Centro “Fray Julián Garcés” de Derechos Humanos, Demanda por contaminación industrial en los ríos Reconocer la responsabilidad de las industrias del “Corredor
(Tlaxcala y Puebla) Desarrollo Local A.C., Atocay-Zahuapan y Calidad de Vida, Atoyac y Xochiac. Industrial Quetzalcoatl” por la contaminación del río. Reco-
S.C y Coordinadora por un Atoyac con Vida vs. Comisión nocer la actitud omisa de las autoridades en el cumplimien-
Nacional del Agua, Coordinación General de Ecología to de las leyes ambientales y emprender acciones conjuntas
del Estado de Tlaxcala, Secretaría de Medio Ambiente y de remediación entre sociedad civil, empresas y gobierno.
Recursos Naturales de los Estados de Tlaxcala y Puebla,
Comisión Nacional del Agua, Tlaxcala y Puebla, y Empre-
sas Textiles KN de Oriente

México Movimiento Mexicano de Afectados y Afectadas por las Demanda por afectación de la Cuenca Lerma-Chapala- Suspender el proyecto de construcción de la Presa de Arce-
(México, Querétaro, presas y en defensa de los Ríos, Estado de Jalisco vs. Pacífico, por contaminación con aguas residuales, diano, implementar normas ambientales en el área, exhortar
Guanajuato, Aguascalien- Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, sobreexplotación, la amenaza ambiental que significa a la sociedad civil a participar en el cuidado y consumo
tes, Durango, Michoacán, Comisión Nacional del Agua, Procuraduría Federal de la construcción de la Presa de Arcediano en Jalisco. racional de agua, y crear mesas de negociación de para
Jalisco, Nayarit y Protección al Ambiente, Gerencia Regional del Agua facilitar la participación de los sectores en la solución de los
Zacatecas. para la Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico, Secretaría de problemas ambientales.
Salud. Estado de Jalisco, Comisión Estatal de Agua y
Saneamiento.

168 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


México Ecomunidades vs. gobierno del estado de México, gobier- Demanda por deterioro y agotamiento de los recursos Veredicto Ecomunidades:
(Zona Metropolitana del no del Distrito Federal, Banco Interamericano de Desarro- para las comunidades que residen en la cuenca del Señalar la inadecuación de la solución del agua en la Ciudad
Valle de México) llo, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Cutzamala, especialmente el pueblo mazahua, que de- de México a través de grandes obras de trasvase, con impor-
Comisión Nacional del Agua, Procuraduría Federal de manda la restitución de tierras y aguas, el desarrollo tación de agua de otros acuíferos lejanos, despojando a las
Protección al Ambiente. de un Plan Integral Sustentable para la región. poblaciones de estas zonas.
Veredicto Pueblo Mazahua:
Movimiento Mazahua por la defensa del Agua y los Dere- Declarar inviable el trasvase de agua hacia la ciudad de
chos Humanos vs. Gerencia Regional de Aguas del Valle México, desde otras cuencas, como una solución para aten-
de México, Comisión Federal de Electricidad, Comisión der los problemas de abastecimiento, por cuanto vulnera los
Nacional del Agua, y Secretaría de Medio Ambiente y derechos originales del pueblo mazahua en el control del
Recursos Naturales. territorio y sus recursos naturales y atenta contra su cultura.

Panamá Instancia de la Sociedad Civil para el Ambiente y or- Demanda por riesgo de contaminación radioactiva en Declarar responsable al gobierno de Panamá por impedir el
(Cd. de Panamá) ganizaciones civiles representadas vs. gobierno de la la ciudad de Panamá por el paso de embarcaciones paso de embarcaciones contaminantes, exhortar a la socie-
República de Panamá con material nuclear a través del Canal. dad civil a demandar acciones para revertir este proceso.

Centroamérica Asociaciones y entidades de El Salvador, Guatemala y Demanda por explotación minera con tecnología alta- Censurar moralmente a los gobiernos de los tres países por
Nicaragua vs. autoridades públicas y compañías mineras mente contaminante (cielo abierto, uso de cianuro). favorecer intereses de las mineras en detrimento de los dere-
en los mismos tres países centroamericanos chos e intereses de sus ciudadanos.
Censurar al Banco Mundial por financiar actividades conta-
minantes.

Fuente: Tribunal Latinoamericano del Agua, “Veredictos de la Audiencia Pública México”, 13-21 de marzo de 2006.

De esta forma, tanto el FIDE, como el Tribunal ráneos, no sólo por la trascendencia de las reivin-
Latinoamericano del Agua y las numerosas accio- dicaciones de este sector de la población, sino por-
nes emprendidas para contrastar los intereses con- que su construcción como movimiento social ha sido
gregados en torno al IV Foro Mundial del Agua, de una gran complejidad. De estar constituido por
lograron la mayor movilización social que se ha movilizaciones muy localizadas, con una base iden-
generado en México en aras de la reivindicación titaria territorial inmanentemente unida a la cos-
del agua como un bien colectivo. COMDA hizo una movisión indígena, ha transitado paulatinamente a
declaratoria final en la que resumió los argumentos aglutinar gran diversidad de actores que convergen
dirimidos durante el foro alternativo y demás acti- por sus reivindicaciones sociales contra la pobreza,
vidades que desde la ciudadanía fueron expresadas la exclusión y el anticapitalismo. Pero, a su vez, se
paralelamente al Foro Mundial. A pesar de no ser respaldan principalmente en la visión indígena del
consideradas en los medios de comunicación, las universo donde quizá no están incluidos términos
iniciativas que se aglutinaron en esta movilización como sustentabilidad aunque sus prácticas en buena
han seguido su curso. medida lo sean.
A mediados de 2006, bajo la denominación de
c) La Otra Campaña “La Otra Campaña”, el líder zapatista el Subcoman-
El movimiento zapatista que emergió del esce- dante Marcos o Delegado Cero, recorrió el país para
nario chiapaneco en enero de 1994, ha sido cali- interactuar con adherentes y ciudadanos que en su
ficado como el movimiento antisistémico más im- mayoría participan en acciones directas de resisten-
portante de los últimos tiempos a nivel internacio- cia. Los recursos naturales prácticamente atravesa-
nal, y sin duda lo es. Acotado por la marginalidad e ron de principio a fin las problemáticas planteadas.
independencia que le provee su propia radicalidad, A continuación se señalan los lugares, organizacio-
el levantamiento indígena zapatista ha marcado un nes y demandas de algunas de las problemáticas es-
parteaguas en la historia mexicana tanto como en pecíficamente relacionadas con el medio ambiente
la historia de los movimientos sociales contempo- que fueron expresadas durante el recorrido.

Cuestiones Contemporáneas 169


Cuadro 2.
Expresiones de grupos ambientalistas durante La Otra Campaña,
México, marzo- octubre de 2006.

Entidad Organizaciones Problemática Planteamientos


Federativa

Baja California Pueblos Cucapá y kiliwa. La comunidad indígena Cucapá, considerado en proceso de extinción Demandan a las autoridades atender la reco-
El Mayor, 20 de octubre. (UNESCO), demandan su derecho a realizar la pesca y que tras la veda mendación emitida por la Comisión Interame-
declarada con la formalización de la “Reserva de la Biosfera Alto Golfo ricana de Derechos Humanos respecto de su
de California y Delta del Colorado” en , han sido imposibilitados de derecho a llevar a cabo la pesca tradicional.
realizar.
Han recurrido a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos

Baja California Foro “El Capitalismo, la Tierra, el Agua y el Aire”, Diversos colectivos y ejidos costeros se oponen al Proyecto Mar de Promoción de un sistema anticapitalista y la
Sur Los Cabos, 13 de octubre. Cortés (antes “Escalera náutica”) que supone la incursión de capitales transformación radical de la sociedad.
extranjeros y nacionales para la explotación de recursos marinos y
proyectos turísticos con un alto impacto ambiental.
Reivindicación de la defensa del ambiente y del cuidado del Golfo de Contra formas “proto-conservacionistas” que
California, declarado patrimonio natural de la humanidad. implican la privatización de las áreas natura-
les protegidas.

Colima Comunidad en Resistencia de la Yerbabuena. Denuncia de tala de montes. Demandan a la Comisión Federal de Electri-
Cómala, 29 de marzo. cidad las autoridades el cumplimiento de las
leyes ambientales.

Colima Vs. quema de combustóleo por termoeléctrica y contaminación de Denuncian omisión de autoridades locales y
Campos, 30 de marzo. suelo, aire y agua. estatales y se oponen a la destrucción de los
ecosistemas.

Frente por los Derechos Económicos, Socio-am- Vs. la construcción de la presa La Parota Reclaman la aplicación de las leyes ambien-
Guerrero bientales y Culturales de los Pueblos. tales y el cese de las violaciones hechas a la
ley agraria.

Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a


La Parota.

San Luis Potosí Frente Amplio Opositor a la Minera San Xavier Vs. Minera San Javier atenta vs patrimonio natural y cultural. El
Diversas organizaciones.27 símbolo de identidad que representa el sitio donde se localiza ha
logrado que el Frente sea apoyado por otras organizaciones sociales
y políticas.

Fuente: Piezas del Rompecabezas de La Otra. Audios, en http://piezasdelrompecabezasdelaotra.org

27
Frente Amplio Opositor a la Minera San Xavier, en http://www.angelfire.con/rebellion2/antimsx/inftecnica.htm.

170 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


En medio de la diversidad de actores, recursos or- la oposición a que los recursos naturales sean desti-
ganizativos y discursivos, naturaleza y nivel de las nados al mercado.
problemáticas expuestas durante este recorrido, se El movimiento articulado en torno al zapatismo,
crearon puentes de comunicación entre los diversos en cuyas reivindicaciones los recursos naturales son
colectivos que participaron en La Otra. La interlo- de vital importancia dado que se encuentran en el
cución logró que movimientos aparentemente ais- origen de prácticamente todos los conflictos, se pre-
lados interactuaran bajo una serie de convicciones senta a poco más de una década de su surgimiento,
que aparecen como una constante: la falta de cre- como un movimiento que ha logrado penetrar en
dibilidad en las instituciones democráticas; la orga- sectores muy diversos de la sociedad mexicana con-
nización desde las bases o desde los excluidos co- figurando una vía de participación alternativa en un
mo el único factor de cambio verdadero; la falta de horizonte de largo plazo, cuya trascendencia y mag-
concesiones hacia la industrialización capitalista y nitud aún está por evaluarse.

Conclusión

La magnitud de la participación ciudadana que se La movilización de recursos que ha conllevado es-


ha presentado en México a través de mecanismos no ta polarización ha repercutido de dos formas en los
institucionales para demandar una relación diferen- movimientos sociales. Por un lado, ha abierto cada
te respecto de los recursos naturales, tanto en tér- vez más la brecha de la desigualdad favoreciendo
minos de propiedad como de aprovechamiento, nos condiciones para que se generalice la inestabilidad
sitúa en un momento especialmente trascendente. social. Por otro, ha permitido ampliar la convocato-
Derivadas de formas asociativas que proceden de los ria a la participación mediante nuevas tecnologías
cambios estructurales, que desde principios de los de la información y la comunicación, así como del
años noventa han venido modificando en forma ra- conocimiento especializado cuyo papel es crucial,
dical la función del Estado, las alternativas de par- sobre todo en el tema ambiental.
ticipación social han conducido necesariamente a Aunque los cuestionamientos al sistema demo-
revisar los mecanismos institucionales que ofrecen crático están permanentemente presentes en los
las democracias para la toma de decisiones en colec- movimientos sociales actuales, como en los que se
tivo. Su incapacidad para atender coordinadamente han abordado aquí, persiste una situación que inva-
los intereses de una sociedad culturalmente plural y riablemente ha precedido a las revoluciones socia-
económicamente desigual no solamente ha propicia- les producidas en las democracias modernas: grupos
do acciones colectivas de manera sistemática, sino organizados bajo el interés común de reivindicar el
que ha dado origen a una amplia confrontación so- bien común.
cial respecto de los modelos de desarrollo económi-
co. Esta situación quedó ampliamente reflejada en
las demandas y contenidos de la movilización que
se produjo alrededor del IV Foro Mundial del Agua.
Asimismo, estuvo presente en las diversas manifes-
taciones que con este tema se produjeron a lo largo Recibido el 20 de junio del 2007
y ancho del país durante la Otra Campaña. Aceptado el 27 de junio del 2008

Cuestiones Contemporáneas 171


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Reseña
Los mitos de la maestra
Reseña sobre el libro de Ricardo Raphael de la Madrid,
Los socios de Elba Esther, México, Planeta, 2007, 337p.

Claudia Alaníz Hernández

C on un estilo fluido matizado por algunas situa-


ciones anecdóticas, Ricardo Raphael de la Madrid
presenta la historia política de Elba Esther Gordillo,
“favorables” para Gordillo: la influencia de la crisis
económica del sexenio delamadridista con la con-
secuente disminución de la inversión educativa, la
líder sindical que arribara a la cúpula de la orga- pérdida del valor adquisitivo de los salarios de los
nización magisterial gracias al impulso de Manuel docentes y el abandono de plazas escolares: según
Camacho Solís, cuando la corriente Vanguardia Re- datos de Fuentes Molinar, entre los años 1983-1989
volucionaria del Sindicato Nacional de Trabajadores disminuyó en 750 mil alumnos la matriculación es-
de la Educación (SNTE) perdiera el control sobre una colar, 16mil escuelas quedaron atendidas por un solo
desbordada disidencia que llevara a un paro nacio- profesor y los salarios de los profesores observaron
nal del magisterio en 1989 y, el entonces presidente una reducción del 50%, concluyendo que “la crisis
Salinas de Gortari, decidiera la caída del anterior lí- de los ochenta destruyó la posibilidad, ya no de am-
der magisterial, Carlos Jonguitud Barrios. pliar, sino de mantener el aparato educativo. En los
La obra expone cómo el SNTE surgió desde el pro- hechos, el sistema de educación básica se convirtió
pio Estado (y no desde la base magisterial) al ser en una poderosa máquina de analfabetismo” (pp.
creado por decreto presidencial en 1946. Explica 86-87).
porqué no se concibió como instrumento de interlo- Otro factor se relaciona con el hecho de que el
cución de los maestros sino como una herramienta SNTE dominaba la mitad de los cargos de adminis-
de control eficaz al servicio de los gobernantes. tración de educación pública a nivel nacional: “los
Por otro lado, más allá de las justificaciones de directores de oficinas de Servicios Coordinados de
Elba Esther sobre su paso de la pobreza a la opulen- Educación representaban las correas de mando de la
cia comentada en esta obra, o la construcción de su dependencia para gobernar este aparato en el ám-
mala fama,1 queremos destacar la evolución de su bito local. Gracias a las gestiones del sindicato, una
trayectoria pública hasta convertirse en el personaje proporción importante de estas direcciones estaban
de la política nacional que trascendió la esfera sin- ocupadas por personal del SNTE”. (p. 91)
dical, desde que se vinculara con esta actividad en Uno más, se refiere al pacto establecido a la firma
1971, cuando Jonguitud la colocara inicialmente al del Acuerdo de Modernización con Ernesto Zedillo al
frente de la Secretaría de Trabajo y Conflictos de la frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP),
Delegación Sindical de Ciudad Nezahualcóyotl y, en de apoyar la federalización a cambio de mantener
1977, como dirigente de la Sección 36 del SNTE. las condiciones privilegiadas de control y manejo de
El autor plantea una serie de factores externos a recursos de la organización sindical a nivel nacional
la organización sindical que propiciaron condiciones con lo que el autor considera que Zedillo renunció a

1
Si bien la disidencia magisterial agrupada en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) acusaba a la dirigencia de
Vanguardia de responsable de decenas de muertos y desaparecidos en la década de los años 80, Elba Esther fue señalada directamente como
autora intelectual del asesinato del profesor Misael Núñez Acosta, principal activista de la disidencia del SNTE en el Valle de México, con lo
que ganó la mala reputación que posee.

Reseña 177
la posibilidad de modernizar la educación. Del mis- Con ese fin construyó un discurso de pobre maes-
mo modo califica la instrumentación del Programa tra provinciana con poca educación interesada en
de Carrera Magisterial, al afirmar que: revolucionar al SNTE e introducir un pensamiento
crítico y nuevas posiciones ideológicas en los do-
…la reforma de Zedillo sirvió para asegurarle al sindica- centes.
to una negociación confortable de las posiciones dentro El autor sostiene que lo atractivo de la idea y el
del plantel escolar y también e el interior de las áreas flujo de los recursos económicos le permitió vincu-
administrativas del aparato educativo. Con esta simu- larse con intelectuales universitarios: Olac Fuentes
lación se incrementó el poder del SNTE sobre sus bases Molinar “la ayudó a desarrollar los principales argu-
gremiales y se marginaron, tanto a la SEP como a las mentos detrás de la posición del sindicato… mien-
Secretarías de Educación de los Estados. (p.128) tras echaba a andar la Fundación del SNTE para la
Cultura del Maestro Mexicano” (p.142) dirigida pos-
Un factor que supo capitalizar Gordillo fue el ma- teriormente por María de Ibarrola (del Instituto Po-
nejo de los medios, tanto por la oposición ante los litécnico Nacional, IPN). También se vinculó con Al-
nuevos libros de texto de la modernización, como fonso Zárate (profesor del Centro de Investigación y
para defender el carácter nacional de su organiza- Docencia Económicas, CIDE) a quien colocó al fren-
ción ante la amenaza de atomización del sindicato. te del Instituto de Estudios Sindicales para América
También los usó para mejorar la imagen de la orga- Latina (IESA)3. La ayuda de Castro Obregón y Jiménez
nización sindical, para posicionarse como una op- Cabrera (de la Universidad Iberoamericana, UIA) le
ción renovadora aún en los momentos de mayor di- permitió construir una red de relaciones con intelec-
ficultad que enfrentara para legitimarse después de tuales hacia el extranjero y editar una colección de
haber sido impuesta al frente del SNTE por el presi- libros para docentes lo que permitió a la dirigente
dente Salinas de Gortari en el congreso nacional de sindical la construcción de un discurso moderniza-
1990 o, por ejemplo, en la manera que enfrentó el dor y democrático creíble.4
último intento de Jonguitud por “recuperar” la or- Aunado a lo anterior, el autor nos presenta cómo
ganización sindical(que lo llevara finalmente a sa- se perpetuó al frente de la organización magisterial
lir del país por problemas de salud) y la reforma a primero violentando y posteriormente reformando
los estatutos de la organización para mantenerse al sus estatutos hasta llegar a ostentarse como pre-
frente de la organización al término de su periodo sidenta del SNTE, cargo por encima del secretario
formal a pesar de que el presidente Zedillo le “comu- general y del mismo Consejo Ejecutivo Nacional del
nicara” no estar dispuesto a apoyar el surgimiento sindicato.
de “otro Jonguitud”. 2 La segunda línea que se puede destacar a lo lar-
Raphael desarrolla dos líneas interesantes sobre go de esta obra, es la construcción de la aspiración
la trayectoria política de la Profesora Gordillo. La “electorera” de Gordillo con el consecuente abando-
primera se refiere a la construcción de una imagen no del proyecto educativo. Raphael ubica su inicio
de credibilidad para el SNTE al vincularse con un con el surgimiento del Ejército Zapatista de Libera-
grupo de intelectuales, renovando con ello tanto ción Nacional (EZLN) y la situación de incertidum-
el discurso como la vida académica de la organiza- bre generada previa a las elecciones presidenciales
ción. de 1994, después del asesinato del candidato priís-
2
Raphael destaca una relación “amistosa” de Elba Esther con los periodistas tanto por la vía del dinero como de su “afecto personal” como
parte de una vieja costumbre del sistema político mexicano (p.147).
3
Organización que tuvo por objeto expandir la presencia del SNTE en esta parte del continente.
4
En la Colección Diez para los Maestros, escribieron escritores mexicanos muy connotados como Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis, Federico Reyes
Heroles, Enrique Florescano, Héctor Aguilar Camín, Elena Poniatowska, Pablo Latapí y Jorge Castañeda.

178 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


ta Luis Donaldo Colosio, y derivada en la conforma- judicada como la principal promotora del proyecto
ción del Grupo San Ángel en junio del mismo año al foxista para tratar de sacar adelante las llamadas
que fuera invitada. Considera que el trabajo previo reformas estructurales. Pero, “a pesar de controlar
con intelectuales a favor del SNTE (en diversos fo- la comisión de Hacienda de la Cámara…, no tenía
ros nacionales e internacionales y en publicaciones) suficientes legisladores de su lado” para sacar ade-
le permitió ser incluida en este grupo: “gracias a la lante las reformas. Nos presenta su fracaso, así co-
estrategia de acercamiento con la inteligencia mexi- mo la ruptura6 y salida de su partido, no sin darse
cana, ahora la profesora podía sentirse cómoda y tiempo para la construcción de uno nuevo, el Nueva
aceptada. Ningún otro líder sindical participó en es- Alianza (PANAL), así como para estrechar relaciones
te esfuerzo” (p.159). con la entonces esposa del presidente, Martha Saha-
De dicho grupo, surgió el documento “20 com- gún, aventurándose en la edición de las cuestiona-
promisos por la democracia” con el propósito de das Guías para padres de familia en colaboración con
asegurar una contienda electoral veraz, equitativa y la Fundación Vamos México, célebremente conocida
creíble en 1994 que fuera avalada por el presidente por el aprovechamiento de la estructura guberna-
Salinas, su secretario de gobernación y los candi- mental para construir tráfico de influencias durante
datos presidenciales de los tres principales partidos el gobierno de Fox.
políticos (PRI, PAN Y PRD). En este documento se Cabe mencionar que, con respecto al tema de la
incluyó la propuesta de Gordillo de crear una red de evaluación, existen algunas imprecisiones en esta
observadores electorales (para la cual ella preparaba obra como cuando se afirma que “Al promulgarse por
una estructura de operación a nivel nacional) que decreto presidencial la creación y facultades del Ins-
contaron con un apoyo económico de 18 millones tituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), los
de pesos (p.161). legisladores quedaron excluidos de participar más
Este momento constituyó la posibilidad de posi- activamente en la discusión sobre esta materia”.
cionamiento en un nuevo nivel de interlocución con (p210). En realidad se observó una situación con-
otros actores de la sociedad para la líder del magis- traria.7
terio al ser la única dirigente sindical convocada.5 El gobierno de Fox mostró un interés especial por
En la segunda parte del libro, nuestro autor desa- la creación del organismo. El anteproyecto del INEE
rrolla la hipótesis de la red de movilización electo- fue presentado tanto a los secretarios de Educación
ral para incidir el día de las elecciones presidencia- o su equivalente en las entidades del país, como a
les de 2000 y 2006, así como de un doble apoyo a la Comisión de Educación del Senado y de la Cáma-
los candidatos punteros para posteriormente “cobrar ra de Diputados. La propuesta despertó gran interés
facturas” a cambio de votos. entre los legisladores de ambas cámaras, quienes de
Dentro del gobierno de la alternancia, esta obra manera conjunta organizaron un evento que contó
nos narra la incursión de la Secretaría General del con la participación de académicos y especialistas
PRI y en la coordinación de la fracción parlamen- mexicanos y extranjeros sobre evaluación educativa.
taria de su partido en la Cámara de Diputados. Ad- A pesar del consenso en la necesidad de contar con
5
Con ello fue creada la Organización Nacional de Observación Electoral Magisterial (ONOEM) que, por vez primera, contaba con recursos ajenos
al SNTE para participar en actividades electorales. A partir de este mayor activismo político, la organización sindical incrementó el número de
síndicos, presidentes municipales y diputados tanto en el plano local como federal.
6
En su diferendo con el presidente nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado, la profesora fue desconocida por 120 de los 222 legisladores
de su bancada, siendo sustituida por Emilio Chuayffet.
7
Esta propuesta formó parte de las recomendaciones que elaborara el equipo de transición: la creación del instituto contó con amplio res-
paldo del presidente Fox. En reiteradas ocasiones se pronunció a favor del llamado IFE académico, defendiendo la aparición del finalmente
denominado Instituto Nacional de Evaluación Educativa. Incluso en el 2001 destinó una partida especial de 100 millones de pesos para que
fueran realizados los estudios necesarios para su creación.

Reseña 179
un organismo de evaluación, la iniciativa del Ejecu- prestaciones a nivel estatal, pues sólo menciona que
tivo para su creación fue discutida en tres ocasiones existen diferencias, o con el asunto de los salarios
en la Cámara (dos veces presentada por el PAN y una al expresar: “nunca ha sido fácil saber exactamente
por el PVEM) sin que en ninguna de ellas se alcan- cuánto ganan los maestros mexicanos que laboran
zara el consenso necesario para que fuera aprobada, en el sistema de educación pública” (p.130). Dicha
por lo que Fox optó por crearlo a través de un decre- situación se repite con el tema electoral: Raphael
to presidencial. se aventura a hacer algunos cálculos sobre la “po-
Otro error del texto es la afirmación que Felipe sible influencia” de la red magisterial en las elec-
Martínez Rizo, director general del INEE, “… no du- ciones presidenciales a partir de su participación en
ró mucho en el puesto” (p.210) cuando hasta el mo- casillas clasificadas como conflictivas en las deno-
mento de elaboración del presente escrito continúa minadas Secciones Electorales de Atención Especial
al frente de dicha dependencia.8 (SAEs) por el IFE,9 aún cuando señala que “el nú-
Una omisión sin duda en esta obra es la falta de mero de casillas consideradas para este análisis no
información confiable pues en desarrollo del libro permite hacer otras conjeturas…Los hallazgos aquí
informa de entrevistas y notas periodísticas, pero descritos desafortunadamente no sirven para despe-
no en todos los casos cita con precisión la fuente jar dudas a propósito de los resultados que obtuvie-
y parte de “supuestos hipotéticos” para argumentar ra el PANAL en aquellos comicios (2006)” (pp.294
su obra. Con respecto al tema del dinero del sindica- y 297).
to no hay fuentes o datos exactos sobre los recursos Quizá en el fondo esta sea una de las aportacio-
directos (aportaciones federales y estatales) como nes de esta obra pues plantea varias líneas que po-
indirectos (fideicomisos, inversiones y donaciones) drían ser investigadas con mayor rigor para conocer
que recibe, pero a partir de algunos datos generales con certeza más sobre este organismo y su dirigen-
el autor de este libro se aventura a realizar algu- cia, que tiene una amplia influencia sobre el funesto
nos cálculos. Lo mismo ocurre con el manejo de las destino educativo de millones de mexicanos.

8
Felipe Martínez Rizo continúa siendo el director general del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, de acuerdo al portal elec-
trónico de la institución http:www.inee.edu.mx/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=114&Itemid=456. N.E.
9
Las Saes Son Zonas Identificadas Por El Ife Por Su Alto Grado De conflictividad ya sea por problemas religiosos, étnicos o sociales para el
establecimiento de casillas electorales.

180 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Colaboradores
Julio Amador Bech
julioabc@prodigy.net.mx

Antropólogo. Doctor en antropología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia,


ENAH, y maestro en ciencias de la comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de donde es profesor de
tiempo completo, adscrito al Centro de Estudios de la Comunicación. Sus principales líneas
de investigación son la antropología del arte, la antropología cultural, la hermenéutica del
arte y el mito. Es Investigador Nacional, Nivel I, del Sistema Nacional de Investigadores del
CONACYT y autor de los libros: Mito y cultura, Tradiciones míticas de los o’odham, Cosmovisión y
cultura (en prensa); El significado de la obra de arte, Conceptos básicos para la interpretación
de las artes visuales, (2008); Las raíces mitológicas del imaginario político (2004); Al filo del
milenio, nihilismo, escepticismo y religiosidad (1994) y Ensayo de una historia política del Islam
Chiíta (1983).

Edson Alves de Souza Filho


edsouzafilho@gmail.com

Psicólogo social. Doctor en psicosociología por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias


Sociales, París, Francia. Es profesor de tiempo completo de esta disciplina en el programa de
posgraduados en psicología de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Ha realizado inves-
tigaciones y publicado trabajos en los campos de las relaciones étnicas, política, educación,
salud, arte, religión, entre otros. Es editor asociado de la Revista Arquivos Brasileiros de Psico-
logia y autor de diversos libros y artículos, entre los que destacan: “Auto-apresentação, prá-
tica de bem-estar e ruptura social entre universitários usuários e não-usuários de maconha”
(2008); “Percepções Sociais de pacientes sobre profissionais de saúde e outros considerados
como estressores no ambiente de UTI (2008); .Representações sociais da sala de aula através
de desenhos de estudantes do ensino fundamental, público e privado do Rio de Janeiro (2007);
Estudos de representações sociais da sala de aula por meio de desenho, segundo o grupo étnico
no Rio de Janeiro (2006)y Representações sociais da epilepsia e intergrupalidade (2003).

Gerardo Torres Salcido


tsalcido@servidor.unam.mx

Sociólogo. Doctor en sociología por la UNAM. Es investigador titular de su Centro de Inves-


tigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de donde fue secretario
académico. Es también tutor de los Programas de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales y
de Estudios Latinoamericanos de esta misma universidad y miembro del Sistema Nacional de
Investigadores. Ha sido responsable de diversos proyectos, entre ellos un CONACYT y otro PA-

Colaboradores 183
PIIT. Fue subdirector de Apoyo a la Docencia en la Dirección General de Asuntos del Personal
Académico de la UNAM así como miembro de comisiones dictaminadoras y evaluadoras del
personal académicos dentro y fuera de ella. Ha publicado libros y artículos especializados en
revistas científicas sobre problemas de cultura política, pobreza y distribución de alimentos
en México. Actualmente coordina la investigación El debate sobre el desarrollo. Las políticas
alimentarias en América Latina.

Héctor Alejandro Ramos Chávez


alexharch@gmail.com

Administrador Público. Maestro en administración pública por el Instituto Universitario Or-


tega y Gasset en Madrid, España, y maestro en gobierno y asuntos públicos por el Programa
de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha realizado investigaciones referen-
tes a la pobreza y a los mecanismos para generar políticas sociales, con especial énfasis en
procesos de democratización política e integración económica regional. Desarrolló la investi-
gación La cooperación oficial al desarrollo en Bolivia para la Agencia Española de Cooperación
Internacional. Actualmente participa en la investigación El debate sobre el desarrollo. Las
políticas alimentarias en América Latina.

Javier Ulises Oliva Posada


javierolivaposada@gmail.com

Politólogo. Doctor en ciencia política por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la


UNAM, de donde es profesor titular de tiempo completo, adscrito al Centro de Estudios Políti-
cos, además de coordinador académico del Diplomado en Seguridad Nacional. tiene también
estudios de doctorado en sociología del derecho por la Universitá degli Studi di Lecce, en
Italia, así como una residencia de investigación en el Sciences Po - Institut d’Études Politi-
ques de Paris en Paris. Es conferencista en el Colegio de Defensa Nacional de la Secretaría de
la Defensa Nacional, en el Centro de Estudios Superiores Navales de la Secretaría de Marina de
México, en el Intitute des Hautes Études en Défénse Nationale de Francia y en la Universidad
Nacional de la Defensa en los Estados Unidos.

184 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Verónica Ibarra
veroibar@servidor.unam.mx

Geógrafa. Doctora en geografía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM de donde es


profesora de tiempo completo en el Colegio de Geografía. También posee un posdoctorado
en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de esta misma universidad y cuenta con di-
plomados en geografía humana y feminismo y democracia y ciudadanía por el Centro de In-
vestigaciones en Ciencias y Humanidades. Su línea de investigación es la geografía política,
dentro de la corriente crítica, con especial énfasis en la producción de espacios de poder y
apropiación de recursos, agua y bosques. Fue ganadora de la Medalla Alfonso Caso por haber
sido la graduada más distinguida en 2004 del programa de doctorado en geografía con la tesis
Los espacios de poder del grupo Atlacomulco. Es autora de diversos artículos sobre geografía
electoral y apropiación de agua.

Lourdes Romero Navarrete


lunavarrete@yahoo.com.mx

Historiadora. Doctora en historia por la Universidad Nacional Autónoma de México,


Maestra en estudios regionales por el Instituto Dr. José María Luis Mora y miembro del
Sistema Nacional de Investigadores. Entre sus varias publicaciones, se cuentan: El Río Nazas y
los derechos de Agua en México: conflicto y negociación en torno a la democracia, 1878-1939
(2007); “Conflicto y negociación por el agua del Nazas, 1938-1936, del dominio público a la
propiedad nacional” (2006) y “Gestión hidráulica y concertación social: las presas en el río
Aguanaval” (2006).

Claudia Alaníz Hernández


ahclau@hotmail.com

Pedagoga. Doctora en Educación. Es profesora de tiempo completo de la Universidad Peda-


gógica Nacional y de asignatura en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Tiene en su haber el “Reconocimiento PROMEP para Profesores de Tiempo Completo 2007”.
Desarrolla como línea de investigación la Política Educativa en México, tema con el que ha
participado en congresos y publicaciones. Actualmente colabora en un proyecto sobre la Po-
lítica Educativa en el Distrito Federal.

Colaboradores 185
Instrucciones
para los colaboradores
1. Exclusividad.
Los trabajos enviados a la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales
(RMCPyS) deberán ser inéditos y sus autores se comprometen a no some-
terlos simultáneamente a la consideración de otras publicaciones.

2. Naturaleza de los trabajos.


Deberán ser preferentemente resultado o avances de investigaciones ori-
ginales o de alto nivel sobre cuestiones relacionadas con las ciencias po-
líticas y sociales. En su calidad de revista multidiciplinaria, abarca estos
grandes campos del conocimiento.
• Instituciones, órdenes de gobierno y procesos políticos.
• Administración y gestión de lo público.
• Políticas públicas.
• Estado, instituciones y procesos políticos.
• Actores, movimientos y procesos sociales.
• Cultura política y opinión pública.
• Comunicación y cultura.
• Comunicación e innovaciones tecnológicas.
• Sociedad internacional, actores y estructuras.
• Regiones, instituciones y diversidad.
• México, política exterior y contexto internacional.
• Relaciones México-Estados Unidos.

3. Características de los trabajos.


• Deberán tener la forma y presentación de artículos.
• Deberán ser escritos usando letras mayúsculas y minúsculas claramente
diferenciadas y no tener errores mecanográficos.
• Deberán tener una extensión de entre 15 y 33 cuartillas, tamaño carta, y
deberán ser trabajados en el formato Word para Windows, letra Times New
Roman, tamaño 12 párrafo de 1.5.
• Deberán incluirse las notas a pie de página así como las referencias bi-
bliográficas que contenga el texto al final de la página correspondiente.
Éstas deberán estar debidamente redactadas, elaboradas y numeradas.

4. Resumen y abstract.
Se requiere incluir un resumen del artículo con una extensión de 12 a 15
renglones tanto en español como en inglés. Debe comprender todos los
conceptos importantes del trabajo y sus correlaciones, al igual que plan-
tear las principales conclusiones. El resumen y el abstract serán colocados
al principio del artículo.
Así también, éstos deberán incluir las «palabras clave» que se consideren
pertinentes e irán colocados inmediatamente después del resumen y abs-
tract.

Instrucciones para los colaboradores 189


5. Corrección y Edición.
La Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales se reserva el derecho de incor-
porar los cambios editoriales y las correcciones de estilo que considere pertinen-
tes de conformidad con los criterios del editor y de su consejo de redacción.

6. Difusión.
Los autores otorgan su permiso para que su artículo se difunda por los me-
dios que se consideren pertinentes, ya sean éstos impresos, electrónicos o
cualesquiera otros.

7. Formas de entrega y número de ejemplares.


• Se entregarán tres ejemplares impresos: un original y dos fotocopias de
buena calidad.
• Los autores deberán entregar sus trabajos en disco de computadora de 3
1/2 utilizando el formato de Word para Windows. El material gráfico deberá
estar en Excel.

8. Identificación.
• En la carátula del trabajo se indicará el título, así como la fecha de ela-
boración, se deberá omitir el nombre del autor para guardar su anonimato
durante el proceso de dictaminación.
• En cada colaboración se deberá entregar una hoja separada con los si-
guientes datos:
– Título del trabajo.
– El nombre del autor o de los autores.
– Un breve resumen currilcular (12 a 15 renglones) del autor o autores.
– Indicación del domicilio, lugar de trabajo, teléfonos y cualquier otro
dato que permita la rápida localización del o los autores.
– Dirección de la institución de adscripción del o los autores.

9. Envío.
Las colaboraciones deberán enviarse a:
Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Au-
tónoma de México, División de Estudios de Posgrado de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, edificio F, planta baja, Circuito Mario de la
Cueva, s/n, Ciudad Universitaria, Copilco Coyoacán, c. p. 01045 o bien,
entregarlas al licenciado Felipe Pozo, responsable de la RMCPyS, en esta
misma dirección o a los siguientes correos electrónicos:
infopep@correo.posgrado.unam.mx pozoblock@yahoo.com

10. Envío de originales.


La RMCPyS no se hace responsable por la devolución de originales no so-
licitados.

190 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales


Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, núm. 203,
editada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM
se terminó de imprimir en agosto de 2008, en
Toma y Lee Editorial, S.A. de C.V.,
Tuxpan 70, Col. Roma Sur,
Deleg. Cuauhtémoc, 06760, México D.F.,
Tel. 5427 5586 tomaylee@lapalabra.com

La composición se hizo en tipo ITC Oficina Sans Book


La edición consta de 1,000 ejemplares.
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

Rector
José Narro Robles

Secretario General
Sergio M. Alcocer Martínez de Castro

Secretario Administrativo
Juan José Pérez Castañeda

Secretaria de Desarrollo Institucional


Rosaura Ruiz Gutiérrez

Abogado General
Luis Raúl González Pérez

Director General de Publicaciones y Fomento Editorial


David F. Turner Barragán

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

Director
Fernando Castañeda Sabido

Secretario General
Roberto Peña Guerrero

Jefa de la Division de Estudios de Posgrado


Judit Bokser Misses

Secretario Administrativo
Aureliano Morales Vargas

Coordinador de Extensión Universitaria


David Mendoza Santillán

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