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OBRAS
XII
NARRATIVA, 11
RELATOS
(1877-1894)
Notas
ALICIA BUSTOS TREJO
Índices
ANA ELENA DÍAZ ALEJO
13) JUANA1
Todas las comadres del pueblo habían salido a sus puertas y la veían
pasar con menosprecio; las muchachas la rodeaban, avanzando ha-
cia ella con embadurnados rostros en que se pintaba la curiosidad, y
los perros iban y venían olfateando sus vestidos, y dejando escapar, al
mismo tiempo, un gruñido amenazador.
Los hombres, indiferentes, decían:
-Mira, es la Juana.
El sol poniente teñía el cielo de un hermoso color purpúreo, y la
brisa, haciendo balancear los ramilletes de las lilas y los manzanos en
flor, pasaba tibia y perfumada.
1
Mr. Can-Can, [tercera p arte de] "Ecos de la se mana. Bric-a-brac (Indiscreción
dominguera)", en El Republicano, año 11, núm. 344 (22 de febrero de 1880) , p. 1
[La primera parte trata sobre los preparativos que -la Comisión designada por el
Honorable Ayuntamiento realiza en la casa que ocupará el presidente Ulises Grant
en su visita a México; la segunda, sobre notas sociales y teatrales del momento; la
cuarta define su propia columna "Bric-a-b rac", parte que recoge OBRAS IX. PERIO-
DISMO Y LITERATURA] . / / La tercera parte, que aquí publicamos, fue recogida como
'Juana", en CUENTOS COMPLETOS (MÉXICO, 1958), pp. 424-426, y como "La Jua na
(Adaptación)", en CUENTOS Y CUARESMAS (MÉXICO, 1963) , pp. 135-136. Conservamos
el título elegido por Mapes.
2
'. 'Al parece r, Nájcra quie re decir que leyó la historia en el periódico parisiense
Le Fzgaro" (E. K. Mapes, nota 2 a esta pieza en CUENTOS COMPLETOS, MÉXICO, 1958,
p. 424) · En efecto , así lo dice claramente Gutiérrez Náje ra e n la línea que inicia el
texto Yque Mapes no recogió.
MANUEL GUTfÉRREZ Nt\JERA
92
3
"El
3 a esta. ,n_
nor querrá decir el Bois d e Boulogne, parque de París" (E. K. Mapes. no ta
¡)1cza ,
- en CUENTOS COMPLETOS, MÉXICO, 1958, P· 426) .
94 MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA
- ¿Por qué haces llorar a mamá, cuando dicen ahí afuera que eres
mi abuelo?
El viejo abandonó a Juana y con los ojos muy abiertos miró al
niño, mudo, inmóvil, no dándose cuenta de aquel nuevo sentimien-
to que experimentaba. Quiso hablar y sólo pudo balbucear algunas
palabras. Las lágrimas acudieron a sus ojos, y para ocultarlas, abrió
los brazos, estrechando contra su pecho, en un solo grupo, a la
madre y al niño.