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Fundació Càtedra Iberoamericana


Universitat de les Illes Balears

Empresas Barceló: De Felanitx al mundo


Gabriel Barceló

Conferencia pronunciada el 21 de abril de 2002, en la antigua Escuela


de Comercio, dentro del marco del ciclo Trajectòries Empresarials.
El conferenciante fue presentado por el Rector de la Universitat de les
Illes Balears: Excm i Magnífic Sr. Llorenç Huguet.

Muchas gracias, señor Rector, señores profesores, estudiantes. En primer


lugar quiero agradecer que me hayan invitado a dirigirles la palabra con esta
charla, con esta charla más que conferencia, porque la aproximación que
podamos tener con el Rector, el señor Huguet, es esta cosa tan antigua de ser
hijos de transportistas, pero nuestros aspectos científicos no tienen nada que
ver. Me alegra mucho, además, ver que hay tantos estudiantes a quien
interesa el mundo de la empresa, para mí un mundo apasionante, y siento
mucho que haya gente de pie allí detrás, lamento mucho que no haya más
espacio.

He visto en el programa que os ofrecen dos créditos por estas charlas, yo


espero que sea un premio suficiente, porque si os tienen que dar según que
tipo se rollos, como el que yo tal vez os daré, luego si que os compensará.
Esperemos que las cosas funcionen. Mi agradecimiento también por esta
presentación, que ha sido muy exhaustiva porque es todo lo que he hecho en
mi vida, no he hecho nada más, a parte de lo que han dicho: que tengo seis
hijos; también es una actividad importante. A parte de esto, no he hecho
demasiadas cosas más, por tanto, pasaré a explicarles un poquito lo que son
las empresas Barceló.

Os he preparado unas diapositivas para que veáis nuestra historia de setenta


años. Empezaremos en el año 1931, cuando mi padre fundó lo que llamó
Autocares Barceló, en Felanitx, de donde somos naturales mi hermano y yo,
que somos los dos hijos del fundador, con dos hermanas que tenemos. En el
1940 empezamos nuestro trabajo, en esta edad tan precoz porque, como
sabéis, en aquel momento las cosas estaban francamente mal, históricamente
acabábamos de salir de la guerra civil española y las cosas estaban muy
complicadas. En el año 1954 es cuando comenzamos realmente nuestra vida,
diríamos que mayor de edad empresarial y empezamos diversificando,
haciendo la primera acción de diversificación en nuestra actividad, poniendo
una agencia de viajes en aquel momento en que empezaban a venir los
primeros turistas. El año 1960 continuamos con la actividad, pero creamos
nuestra propia compañía. El año 1962 aprovechando ‐ porque no es que
supiéramos más que los otros, sino simplemente aprovechando ‐ una gran
demanda turística, nos atrevimos a empezar con los primeros hoteles, sin
tener ninguna idea sobre el particular. El año 1978, quiero recordar que en el
1973 había sucedido la primera guerra del petróleo y en el año 1978, la
segunda, se me plantea la idea de diversificar por primera vez y no sólo en el


sector turístico sino en otros aspectos, y entrando en un aspecto de
tecnología, del que años después, y después de perder bastante dinero, nos
dimos cuenta de que no sabíamos, y era mejor que nos dedicásemos a lo que
realmente sabíamos hacer, aunque no supiéramos demasiado.

El año 1981 tenemos la primera compañía en el exterior de España,


internacional, cuando compramos Turavia, que era una compañía española
pero tenía actividad en cuatro o cinco países latinoamericanos. El año 1985
continuamos con esta diversificación, que podríamos llamar geográfica,
abriendo el primer hotel en el extranjero, en la República Dominicana, en la
que fuimos pioneros, en un área donde no había nada. Incluso nos sirvió para
demostrar a las autoridades del país, que nos querían llevar a otro sitio que
teníamos nuestra personalidad y construimos el hotel allí donde nos
interesaba. En el año 1989 me premian con la Medalla del Mérito Turístico,
que el año 1985 recibe mi hermano. En el año 1989 creamos la Fundació
Barceló, yo quería continuar haciendo alguna cosa, me había propuesto que a
los sesenta y cinco años, el año 1993, me retiraría, como hice, pero me creé
una especie de salida por si me aburría poder tener alguna cosa por hacer, y
afortunadamente puedo decir que ha sido una actividad muy enriquecedora,
que me entusiasma y en la que trabajamos mucho, por tanto allí estaré
mientras tenga voluntad para seguir trabajando. Y finalmente el año 1996 nos
dieron el premio de Excelencia Turística, el cual ya debe atribuirse a la
tercera generación, de la cual hablaremos un poco más tarde, porque en el 93
ya nos habían substituido. En el 1996 mi hermano me substituyó como
presidente, pero nuestros hijos, uno suyo y el otro mío, ya empezaron a llevar
la dirección de las empresas. Y finalmente os he puesto unos datos
cuantificables, como cual es la situación a finales del 2001, el último ejercicio
que tenemos completo: aquellos ocho o nueve empleados que teníamos el año
1954, cuando creamos la agencia de viajes, se han convertido en quince mil
cuatrocientos, estamos hoy en veintiocho países. Debo decir que cuando yo
me retiré estábamos en veintiuno o veintidós países, y esto es mérito de la
nueva generación.

Tenemos trescientas cincuenta y cinco agencias de viajes y ciento cinco


hoteles, con una capacidad de veintitrés mil seiscientos cuarenta y una
habitaciones.

Dicho esto, os explicaré como hemos intentado hacerlo a lo largo de esta vida
empresarial. En el año 1931 empieza la historia de mi padre, que era hermano
de nueve, y mi madre, hermana de seis hijos de campesinos, que vivían en
una casa de campo de Felanitx, cosa que quiere decir que no había ni un
duro. En aquel momento, Mallorca, además, era una tierra exportadora de
personas, era una tierra de emigrantes. Aquellos mallorquines más
ambiciosos, aquellos que intentaban situarse mejor se iban, y mis padres
tuvieron hermanos tanto el uno como el otro, que emigraron para intentar
vivir mejor. Bueno, en estas circunstancias, mi padre tuvo el valor de montar
una empresa de transportes: en aquellos tiempos como sabéis, solo había para
circular carros y caballos o mulas, y mucha gente iba caminando porque no
tenía nada más. Para mi fue un ejemplo toda la vida la capacidad de iniciativa
que tuvo un hombre sin ninguna formación, no tenía ningún precedente


familiar y tenía muy pocos recursos. Según me contaba él en una ocasión, el
servicio militar ‐ por eso no comparto el hablar mal del servicio militar
siempre les hago una reflexión a parte ‐ le permitió hacer los primeros ahorros
de su vida, porque trabajó como chófer con un general y éste le pagaba, y con
esto, más el crédito que fue capaz de conseguir para comprar el primer
autocar en el año 1931, fue capaz de montar la empresa. ¿Qué quiere decir
esto? Para mi, en primer lugar, que ahora se dice que es difícil la vida
empresarial, la vida profesional, y quiero decirles que yo no creo que sea, en
absoluto, más difícil de lo que era el año 1931, ni creo que ninguno de
vosotros ni ninguno de los estudiantes de las Baleares estén en general en
peores condiciones económicas y en todos los sentidos que las que tuvieron
nuestros padres o vuestros abuelos, en este caso.

Esto significa una capacidad de iniciativa, una capacidad de arriesgarse, de


ilusionarse, y sobre todo muchas horas de trabajo. Yo creo que lo más
destacable de la vida de un empresario es su capacidad de trabajo. Con estos
orígenes nosotros intentamos continuar el trabajo de mi padre. Durante su
vida, hasta el año 1958, también lo ayudamos, y a partir de ese momento mi
hermano y yo intentamos desarrollarnos. Y ¿cómo hicimos esto? Pues
intentado continuar con la idea de mi padre de emprender.

Alguien definió lo que es un emprendedor y decía que es aquella persona


capaz de ver la oportunidad donde otros ven los problemas. Y no sé si esto es
cierto o no, pero la realidad es que un emprendedor debe tener alguna cosa
de esto, debe ser un soñador, debe de ser capaz de ver un poco lejos, pero
sobre todo tener una gran capacidad de compromiso. Para mi las condiciones
que debe tener un empresario son: en primer lugar debe de ser un líder, en el
buen sentido de la palabra, además, yo no soy un Mario Conde, o un Felipe
González, o un astro de Hollywood, pero lo que está claro es que ha de tener
una cierta capacidad de motivar la gente, de formar equipo, ser un señor que
lidera, que estira. Como he dicho antes, para mi ha de ser básicamente
trabajador. Es verdad que hay algún genio, probablemente Bill Gates es uno
de ellos, pero seguramente algunos que lo parecían no lo eran y han
terminado como han terminado, como otras personas que hemos conocido a lo
largo de la historia. Por tanto, yo confío mucho más en el empresario
emprendedor y trabajador que en el empresario genio.

Debe de ser una persona capaz de adquirir compromisos. Debe de ser una
persona con capacidad para dirigir, si has de dirigir un equipo humano, mejor
o peor, debes de hacer que te crean cuando tienes un proyecto, porque si
mandas que hagan una cosa, evidentemente, si lo sabes mandar bien, lo harán
bien, si no eres capaz de hacerlo bien, lo harán mal; se debe saber formar un
equipo y que el grupo funcione, elegir sublíderes, porque una empresa, sobre
todo a medida que va volviéndose más grande, necesita muchos jefes, aunque
siempre llega al final al líder, sobre todo por lo que se refiere a los problemas
básicos y a los aspectos importantes. Debe de ser una persona con sentido
común, quizá sea la característica más importante. También debe saber
discernir muchas veces aspectos fantasmagóricos, aspectos de sueños. Muchas
veces nos ofrecen cosas que, si uno creyera todo lo que le dicen... Ha de ser


capaz de ver donde esta la trampa, saber definir los aspectos que realmente
son relevantes y los que no lo son.

Para mí un empresario, como generalmente las otras personas,


particularmente ha de ser una persona honesta, porqué no se puede ir
engañando a la gente, de hecho, en tiempos pasados se hacían pactos de
palabra, darse la mano tenia la misma validez de un contrato, que debías
cumplir porque sino quedabas muy mal, y no solo eso, la imagen de la
empresa que representases en ese momento habría sido francamente pobre.

Ha de tener capacidad de predecir el futuro, nadie tiene una bola de cristal, a


veces se dice que el futuro se ve a través de un embudo, la parte cercana es
muy amplia y la parte final es muy estrecha. Efectivamente es así, debe de
tenerse la capacidad de ver a dos o tres años. Los técnicos dicen que debemos
hacer planes a cinco o diez años, yo os puedo decir por experiencia que es
francamente muy difícil pasar de dos o tres años en un mundo tan cambiante
como el que nos ha tocado vivir a nosotros, sobretodo estos últimos
veinticinco años, más o menos la edad que vosotros tenéis, porque es verdad
que los años treinta, los sesenta, las cosas no iban tan deprisa. Los últimos
treinta o cuarenta años el mundo se ha disparado y es difícil seguirlo. Debe
tenerse una capacidad para asumir riesgos, pero balancear prudentemente
estos riesgos, porqué no siempre todos los riesgos valen, no siempre sale todo
bien, al contrario, nosotros hemos tenido mucha suerte, y muchas cosas,
desde el punto de vista económico, nos ha ido bien, pero también hemos
tenido cosas que nos han ido mal, que nos han costado centenares de miles de
pesetas y, afortunadamente nos hemos arriesgado en momentos que pudimos
hacerlo, en que pudimos soportar estas pérdida, pero si hubiéramos tomado
estas decisiones hace cuarenta años, no lo hubiéramos podido sostener y
habríamos ido hacia abajo.

También es necesario ser muy realista en cada momento, y sobre todo cuando
tienes éxito. Una de las cosas que no aprendí solo, sino que me enseñaron en
el IESE en un curso que realicé hace treinta años, es que en algunas ocasiones
las empresas son víctimas de su propio éxito. Yo os puedo decir que, en mi
historia, tuvimos problemas de este tipo en un momento de éxito, y lo
pasamos muy mal porque aunque habíamos intentado proyectar con orden,
por culpa de la guerra del petróleo que he mencionado antes, del año 1978,
todos los bancos cerraron los créditos y nos dejaron ahogados. Y finalmente,
dentro de este catálogo del que debe ser un empresario quiero decir que ha
de tener una predisposición de aprendizaje. Para mi ha sido, de una parte, un
estímulo toda la vida, y de otra, una pesadilla ser consciente que toda la vida,
desde que empecé hasta ahora, ha sido un curso de aprendizaje. Por tanto, no
debéis ser demasiado optimistas, porque cuando hayáis terminado la carrera
deberéis continuar estudiando y aprendiendo porque la vida da mucha vueltas
y , si uno quiere progresar ‐ supongo que ninguno de vosotros quiere quedar
parado ‐, es necesario hacer un aprendizaje toda la vida.

Algunos puntos del que yo considero que es una empresa. Una empresa, sea
grande o pequeña, tiene unas características que podríamos decir básicas.


Una es que una empresa tiene justificación de existir si aporta un valor a la
sociedad a la que sirve.

Dicho en otras palabras, una empresa sólo se puede mantener si los productos
que fabrica, que sirve, que vende, prestan un servicio a la sociedad, la
sociedad los compra y con esta compra se hace la empresa. Si no, pasa que no
es una empresa, y los políticos tienen la oportunidad de hacer demagogia
intentando salvar una empresa que seria mejor que cerrara, porqué
normalmente estos lugares que se pierden los cubrirá otra empresa, que
creará otro tipo de actividad o que, dentro de la misma actividad sabrá más
que la otra.

Si la empresa no cumple su función, se elimina y no pasa nada. Si la empresa


tiene quince o veinte empleados, de éstas mueren cada día y no nos damos
cuenta.

Cuando las empresas son grandes y tienen una imagen como Majorica, una
empresa que tiene miles de empleados, luego evidentemente el drama es más
grande y se deben intentar otras opciones, pero si no puede vivir porque se ha
convertido en una empresa obsoleta, no queda más remedio que cerrar y se
debe reconvertir.

Para mí una empresa la constituye un trípode: por un lado, los recursos


humanos, los directivos, los empleados; por otra parte, los recursos
instrumentales; y, finalmente, los recursos económicos. Los recursos humanos
son un aspecto muy importante, nunca deben perderse de vista que esta
formación que vosotros hacéis es una base sólida para que podáis tener éxito
en vuestra carrera profesional.

Los recursos instrumentales son igualmente importantes porqué una idea y un


dinero, si no producen un producto, no son suficientes. Y estos recursos son
unos ordenadores en una empresa de consultores o unos hoteles en nuestro
caso, o unas oficinas en el caso de las agencias de viajes, u otros instrumentos
en otros tipos de empresas. Y los recursos económicos ‐ y ahora quiero hacer
una afirmación que puede ser un poco antipopular, pero yo debo decirlo
porque lo he experimentado‐ los recursos económicos son lo más importante,
porqué si no hay recursos económicos, la empresa es inviable.

El líder de una empresa ha de ser un hombre o una mujer, como ocurre


actualmente, porque la costumbre nos hace decir hombres, pero debe ser una
persona que arrastre, que lidere, que vaya una paso por delante de las cosas
habituales que vayan pasando, una persona con visión de futuro, aunque no
sea de un futuro muy lejano, y una persona dispuesta a hacer un esfuerzo
constante a lo largo de su vida con una especie de reapreciación constante. El
líder, el directivo, es una persona que está constantemente haciendo y
deshaciendo empresas, en el sentido que cada día has de aprender alguna
cosa, que cada día hay alguna cosa que debes cambiar, que cada día debes
hacer las cosas de manera distinta, en caso contrario, la empresa muere, la
empresa es, además, una unidad para crear valor añadido, que quiere decir
que entre el precio de venta de un artículo, de un servicio, etc., y el coste de


la venta de este artículo quede un margen de provecho para cubrir lo que no
cubren los costes directos del producto o del servicio. Y con esto quiero
destacar lo que es un aspecto vital para mi, y que se ha de diferenciar de
otros tipos de instituciones que tienen otros objetivos finales.

La empresa por naturaleza ha de crear beneficios, si no, no cumple su


función.

Otro aspecto fundamental es la reinversión de los resultados obtenidos. Ha


habido en Mallorca bastantes casos de empresarios que han tenido un éxito
momentáneo, y que enseguida se han comprado el Mercedes, la barca, la
finca, y después ha resultado que eso ha sido tan sólido como pensaban y han
fracasado. Para mí esto es la última cosa de la que se debe pensar. Hombre,
yo comprendo que haya gente que tiene más ganas de vivir bien, de disfrutar
de la vida. ... A mi un día mi mujer me hizo ver, cuando ya teníamos seis
hijos, que necesitábamos algún lugar para ir a veranear, porque yo solo había
trabajado y hecho seis hijos, y no había pensado que tal vez estaría bien
disfrutar de las vacaciones al lado del mar. Y recuerdo que nos metimos diez
personas en una caseta de ochenta metros cuadrados, fue lo único que
encontré.
Esto me parece un poco exagerado, yo me di cuenta tarde, pero me di
cuenta. Quiero decir que no es lo primero en que uno tiene que pensar, el
confort personal, ni tener ciertos lujos, dignos y lógicos, pero para mi lo
primero es la empresa, porqué "si nos cargamos el artista, no hay
espectáculo". Por tanto, reinversión de los resultados.

Por otra parte, los recursos de la empresa deben manejarse con austeridad,
con mano de hierro, y deben distribuirse equitativamente: "Dadle al Cesar
aquello que es del Cesar", a cada uno lo que le corresponda. Se debe procurar
ir con cuidado con según que tipo de alegrías porque la empresa no admite, la
empresa, como la vida, está sujeta a ciclos. Yo ya tengo bastantes años y he
estado enfermo un par de veces, he tenido mis ciclos, y en el trabajo a veces
he estado más brillante y otras veces menos. Hemos de procurar manejar bien
los recursos de que disponemos de manera que siempre haya una especie de
capa, de reserva de subsistencia para cuando vienen malos tiempos, hasta
cuando menos te lo esperas. Por ejemplo, lo que pasó el 11 de septiembre...
era inimaginable que pudiese suceder un drama como aquel. Y a nosotros nos
ha costado cientos de millones de pesetas, y nos ha cogido en un estadio
ordenado, pero aún tienen mucho trabajo para terminar de ordenarlo.

Y, finalmente, la empresa es para mí un sector muy importante para un país,


para una región. El mundo empresarial es un mundo no siempre reconocido,
muchas veces vilipendiado, objeto de abusos, pero los que pensáis en
dedicarse a esto en un futuro próximo habéis de ser conscientes que tenemos
una participación muy importante en la sociedad, somos el mayor
contribuyente económico de la sociedad civil, nadie nos aporta tantos
recursos como el sector empresarial: los impuestos más altos, los socios más
importantes. Me lo decía el profesor Aguiló, me parece que decía: " el Estado
sin poner un duro, se lleva la mitad, como mínimo, de los recursos que genera
una empresa, como mínimo, muchas veces, bastante más", el estado no


pierde nunca, la empresa pierde, pero él no pierde nunca, deja de cobrar en
todo caso. Y, además, quiero decirles que la empresa exitosa es el resultado
de una actividad de años. Hace falta paciencia, tener reposo, tener años de
trabajo, y rearmarse constantemente para hacer frente a las dificultades.
Básicamente, esto es lo que yo os puedo decir respecto al empresario, de la
empresa, esto es lo fundamental que nosotros hemos ido aprendiendo. No lo
aprendimos en los libros, en este sentido sois muy afortunados porque tenéis
la oportunidad de formase, de estudiar, más que nosotros, tenéis una ocasión
magnífica para demostrar a vosotros mismos y a los otros que sois capaces de
hacer alguna cosa importante en vuestra vida.

Otra cosa importante en las empresas familiares es el relevo generacional.


Hace poco más de ocho años, en el año 1993 me jubilé, mi hermano me
sucedió, al cabo de unos años se jubiló él, y nuestros hijos cogieron el
liderazgo de las empresas. Un hijo mío y uno suyo. Este es otro reto muy
importante. Para darles un dato, hay estudios en el IESE donde hay evidencias
que en la tercera generación desaparecen el 85% de las empresas familiares,
una barbaridad, y ¿por qué pasa eso? Porque los padres no han sabido
bastante, los hijos tampoco no saben, pero los máximos responsables son, sin
ninguna duda, los padres, porque han tenido una vida por delante para
intentar hacerlo bien. Y esto ¿Qué significa? Significa que debe prepararse
esta situación con antelación.

Los sucesores en ocasiones pueden no ser un hijo; el directivo que sale ha de


preparar el directivo entrante con el tiempo, le ha de dar la oportunidad,
darle un plazo de tiempo porque vayan conociendo el tema, se vayan
formando y se vayan equivocando, porque todos nos equivocamos. Os quiero
decir que nosotros hemos tenido suerte, y este cuadro que veíamos antes del
año 2001 es mucho más importante que lo que yo, el año 1993, y mi hermano,
al 1996, dejamos, cosa que significa que la nueva generación lo hace mejor
que el que nosotros hicimos, pero claro, esto nos ha costado muchas horas de
trabajo.

En el caso de las empresas familiares esto tiene problemas añadidos, cuando


son muchos hijos hay muchos intereses, cuando los hijos se casan, que es
nuestro caso, hay más intereses, porque son más, y así sucesivamente, quiero
decir que es una complicación constante y has de tener capacidad de
aprender par que las cosas funcionen.

A parte de esto, quería contarles la experiencia personal que he tenido en


estos años de vida profesional, 54 años de trabajo ejecutivo y ahora ya casi 9
años en la fundación, en un trabajo no ejecutivo pero igualmente exigente,
porqué si quieres hacer cosas es importante que te dediques a ello. Yo he
pasado de manejar presupuestos de 50.000 millones, de 80.000 millones de
pesetas el año a, ahora, uno de 100 millones de pesetas el año, pero si quiero
hacer cundir estos recursos tan escasos, es a base de muchas horas, de
ilusión, pensando el que uno es capaz de hacer.

Otro aspecto que a veces la juventud rechaza es la salud. Y yo os


recomendaría que fuerais atletas, estudiantes atletas, no necesariamente que


corrierais 5.000 metros, pero si que os cuidéis, la vida os exigirá mucho, y si
queréis conseguir metas importantes debéis estar sanos. Estos desastres que
vemos los fines de semana pienso que no son buenos. Me parece bien que
salgáis, pero con cuidado, pero ahora no os lo creéis, y os reís, pero cuando se
han pasado lo cincuenta y los setenta, después salen las cosas.

Otro aspecto que os quiero explicar es la diversificación, que he intentado


imponer en mi vida profesional. En primer lugar una diversificación dentro del
propio sector del turismo, nosotros empezamos transportando con los
autocares los turistas que venían a Mallorca. Sobretodo los años 1954‐55 en
Mallorca venían parejas de novios catalanes, era todo el turismo que había, y
los años 1956‐58 venía un barco de Marsella que traía matrimonios de
franceses en viaje de novios. Los llevábamos de excursión a Valldemossa, a
Formentor, a las cuevas del Drac. En el año 1954, cuando pusimos la primera
agencia de viajes, hicimos la primera diversificación: además de tener un
transporte, intentar tener clientes por nosotros mismos, en Barcelona en
Marsella, o en Londres, para tenerlos como clientes en nuestros autocares. Y
el año 1962 abrimos el primer hotel: en primer lugar, porque no había hoteles
suficientes. Era relativamente fácil tener demanda en aquel momento y, en
segundo lugar, nos atrevimos porque no teníamos ni un duro, porque de esta
manera tendríamos nuestros propios clientes.

Después empezamos la diversificación geográfica, en el año 1954 empezamos


en Mallorca y en el año 1956 ponemos la primera oficina en Ibiza. En Menoría
después, en la Península un poco más tarde y en las Canarias en los años
sesenta. Lo mismo que después haríamos en el campo de los hoteles. Y en
esta diversificación geográfica ya nos internacionalizan, ya vamos a Europa, y
lo que no se dice aquí, por ejemplo, es que con estos veintiocho países
estamos en cuatro continentes: en África, en Asia, en América y en Europa, y
que somos la primera empresa hotelera española en los Estados Unidos o en la
República Dominicana, o en Costa Rica, y todo esto es una diversificación de
categoría. Nuestra historia empieza con unos hoteles de una estrella, ya
intentamos ser innovadores, hacemos el hotel El Pueblo, que yo os
recomendaría que cualquier día vayáis a ver, ya que, aunque no es un ejemplo
de arquitectura, que no lo es, fue el primer hotel que, el año 1965, se
construyó en Mallorca en horizontal. En aquel momento, entre el poco dinero
que tenían los hoteleros y que los solares eran muy caros, todos construían en
altura, y nosotros hicimos la primera innovación construyendo en horizontal
edificios de dos plantas con un gran jardín. Posteriormente nos fuimos
diversificando con hoteles de dos, de tres, de cuatro estrellas, y los últimos
años tenemos básicamente hoteles de tres a cinco estrellas, y ya no hay
ningún hotel de una estrella.

Esta fue un poco mi aportación personal, intentar llevar un equipo, formar un


grupo humano, formar en nuestra propia empresa. De hecho, hay muchas
personas que han empezado en posiciones de auxiliar y han llegado a
posiciones de dirección de unidad, dirección regional, dirección general. Se
debe intentar conservar la salud para continuar trabajando, porque es lo más
importante, y suponiendo un cierto tiempo en las actividades, porque no te
sobrepasen, porque en muchas ocasiones había este riesgo.


Esta ha sido nuestra historia, que es lo que me pidieron que os explicara, y no
me puedo ir sin invitarlos, como estudiantes de Empresariales que sois, a
participar en el mundo de la empresa como empresarios, o en el mundo
empresarial como trabajadores, como directivos, como investigadores. Estoy
seguro que os dará muchas satisfacciones porque es un mundo rico, tiene,
frente a las exigencias, unas compensaciones extraordinarias, frente a los
grandes problemas graves tiene unas compensaciones maravillosas, y en
definitiva es capaz de llenar una vida. A mi lo que más me conforta es que, al
llegar a este momento de la vida, me siento muy lleno. Toda la vida ‐y no
creo que sea modesto‐ creo que ha sido una vida plena, de conocer gente,
países, mucho mundo, conocer personas, culturas. Es una oportunidad
impresionante, no tiene nada que ver con otro tipo de actividad, que no
quiero comparar en absoluto porque no creo que sea eso. Ahora bien, si
decidís aceptar esta invitación, os debo decir que debéis trabajar duro, que
puede que tengáis vacaciones, pero incluso durante estas tendréis problemas
y habréis de cortarlas o combinar trabajo y vacaciones.

Y, no puedo marcharme sin invitarlos a trabajar en el turismo, es un mundo


extraordinario. Si el mundo de la empresa ya tiene esta consideración, el
mundo del turismo en particular aún más, porque tiene una cobertura
mundial, tiene un crecimiento exponencial, no hay nada que haya crecido
tanto como el turismo en los últimos cincuenta años, en la historia económica
del mundo. Si alguien se decide a venir al mundo empresarial del turismo, y
no es propaganda para que vengáis a can Barceló, podéis estar seguros, os
gustará trabajar en un tipo de actividad enriquecedora, conocer paisajes,
personas, culturas, gastronomía, todo.

Os debo explicar una preocupación que tengo: es algo que debéis hacer
aunque no sea de forma inmediata. En el futuro no sólo habéis de trabajar en
una empresa, debéis trabajar en alguna cosa de tipo comunitario. En nuestra
sociedad mallorquina tenemos déficit de participación comunitaria, somos
muy individualistas, somos muy poco participativos. Yo, a pesar de mis pocas
luces, y os aseguro que no es un dicho de fanfarrón, he dedicado mucho
tiempo a este tipo de actividades, participando en asociaciones sectoriales
como agencias de viajes o hoteles, después fundando la CAEB –está
demostrado en mi currículum–, la gente de empresarios baleares que en época
de crisis me hicieron pintadas por el Pueblo Español, una vez que fuimos a
hacer un mitin, y creando la empresa recíproca de actividades ISBA‐ fue la
primera vez que se constituyó en España. Porque era un mundo nuevo donde
no había participantes hasta ahora, me introduje en el Club Náutico , porque
siempre he sentido esta inquietud y es muy importante dedicarse primero a
nosotros, a nuestra familia, que es lo primero, después dedicar una parte del
tiempo de nuestra actividad, quitándolo del descanso o de la familia, a
aspectos comunitarios.

Yo espero que no haya sido demasiado aburrido y haya explicado lo que me


pedían, y os doy las gracias por vuestra asistencia. Muchas gracias.

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