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XVI PREMIO DE INVESTIGACION SOBRE

SEGUROS Y FIANZAS 2007.

TEMA:

“MEDIDAS PARA PREVENIR EL FRAUDE EN LAS


COMPAÑIAS DE SEGUROS”.

SEUDONIMO: “JABES”.
I N T R O D U C C I O N.

Apreciable lector, el presente trabajo tiene como finalidad proponer medidas


que ayuden a disminuir los fraudes que con mayor frecuencia se comenten en contra
de las instituciones de seguros.

El fraude se ha convertido no solo en un dolor de cabeza para el sector, sino


que ha afectado negativamente al gremio, esto es debido a las pérdidas millonarias
que año con año sufren las aseguradoras, además de que esto estas en su afán por
detener esta bola de nieve, pierdan credibilidad en diversas áreas de la sociedad y del
gobierno, específicamente con el poder judicial.

El estudio se compone de tres capítulos. En el primero de ellos se van a


mencionar los fraudes que se comenten con mayor frecuencia a las aseguradoras,
dividiendo estos por ramos, con la finalidad de tener un panorama mas amplio y
apreciar de este modo la vulnerabilidad que hoy tienen estas instituciones.

En el segundo capítulo, se analizarán los dos elementos jurídicos que son la


base de este trabajo, por un lado el análisis del delito de fraude genérico, y por el otro
el contrato de seguro. Esto tiene por objeto que podamos llegar a la conclusión que
con las actuales figuras jurídicas analizadas, poco o nada podemos hacer para
disminuir este serio problema.

En el último capítulo, tomando como base el análisis de los capítulos


precedentes, vamos a proponer medidas concretas para reducir el fraude en el sector
asegurador mexicano, tales medidas son mayormente viables según la misma voluntad
de los afectados.

Las medidas que vamos a proponer son de naturaleza jurídica, toda vez que el
origen de la problemática es también de esta naturaleza, esperamos que sea de
utilidad tanto a las Instituciones de Seguros, como a la Comisión Nacional de Seguros
y Fianzas y asociaciones como la A.M.I.S.

Pues no esperemos mas distinguido amigo, y comencemos a dar lectura al


presente, y así mismo lo invito a que juntos hagamos la diferencia para luchar contra
este problema que no solo es sectorial, sino general como mexicanos.

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CAPITULO I.

DIVERSAS MODALIDADES DE FRAUDE COMETIDO A INSTITUCIONES DE


SEGUROS.

Existe una gran diversidad de fraudes a los que deben enfrentarse las
compañías de seguros, tantos que hoy tal vez estén sufriendo uno y ni siquiera lo
sepan, ya que el fraude es como un cáncer, al que muchas veces cuando lo descubres
ya no tiene remedio.

Vamos a ver en este capítulo algunos de los fraudes conocidos en las


aseguradoras, y los problemas que se dan no solo para detectarlos, sino que muchas
veces aún cuando se les detecta a tiempo, pero se inicia un procedimiento mercantil
para el cobro del seguro, y a pesar de contar con elementos para rechazar este, el
defraudador obtiene su cometido, toda vez que nuestras autoridades judiciales actúan
menos en “justicia”, y más de una forma “legalista”, ya que actualmente existen una
variedad de “jurisprudencias” de las cuales se agarran tanto los defraudadores como
los jueces, para dictar sentencias que calificaríamos de injustas en atento apego a las
normas de la materia. Veamos estos delitos:

A.) LOS FRAUDES EN EL SEGURO DE AUTOMOVILES.

El ramo de automóviles es el más golpeado por este ilícito, quizá sea por que es
el que tiene mayor siniestralidad que los otros, es por ello que las aseguradoras se
deben poner muy atentas tanto al momento de suscribir las pólizas, como al momento
de la reclamación del seguro.

Un fraude que es muy común, es cuando una persona que no tiene asegurado
su vehículo, sufre un siniestro, ya sean daños materiales o robo del mismo, y ve la
forma de que la aseguradora pague con el seguro de otro vehículo que sí esta
asegurado, declarando a la institución que el daño lo ocasionó con el vehículo
asegurado. Va a ser muy difícil probarlo porque ambos están de acuerdo, por lo que se
deben tratar de interrogarlos para tratar de encontrar contradicciones en sus
declaraciones, y buscar testigos en el lugar en donde dicen que ocurrió dicho supuesto
siniestro.

Otro caso que fue ha sido muy común en la zona fronteriza al norte de México,
es el robo de vehículos fronterizos (vehículos americanos usados importados para
circular en la franja fronteriza), toda vez que estos son mucho más baratos que los de
fabricación nacional, sin embargo tienden a depreciarse mucho más que los nacionales,
razón por la que existe demasiada oferta y muy poca demanda, entonces los
defraudadores aseguran los vehículos y se los “auto-roban”, con la finalidad de que la
aseguradora los indemnice. Esta indemnización es como de un 50% a un 100% mayor
al valor comercial de dichos vehículos en la frontera, lo que por supuesto es una
tentación muy grande para los asegurados inmorales.

En cuanto al fraude cometido por empleados, se ha dado el caso de que se


“ponen de acuerdo”, el supervisor de siniestros de automóviles, el gerente de la oficina
y el ajustador, quienes conseguían restos de vehículos con sus facturas, los aseguran,

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los llevan al lugar del siniestro, les tomaban fotos, llenan la declaración del siniestro, y
finalmente cobraban el seguro, haciendo esto en decenas de veces.

Otro tipo de fraude es por parte de los proveedores, o sea de los talleres
mecánicos, quienes muchas veces cuentan con la complicidad del supervisor de
siniestros, quienes al momento de reparar los vehículos siniestrados, en lugar de poner
piezas del fabricante originales, usan piezas de origen taiwanés, pero las cobran como
si fueran originales, obteniendo de esa forma un lucro indebido, engañando a la
aseguradora la cual de esta forma ve mermado su capital e incrementa su
siniestralidad.

Un último tipo de fraude en este ramo, es en donde se asegura “solo el papel”,


esto es que con una factura apócrifa aseguran el vehículo “inexistente”, y
posteriormente lo reclaman a la aseguradora. Aún se da el caso de que la compañía
obtiene pruebas de que la factura es falsa, con el testimonio de la Agencia de
automóviles que debió expedir la factura, pero aún así el asegurado demanda por la
vía ordinaria mercantil y obtiene el pago por medios “legalistas”, toda vez que existe
una jurisprudencia que la han aplicado con éxito para “ellos” en contra de las
aseguradoras, y lamentablemente les ha procedido, y dice así:

SEGURO DE DAÑO, CONTRATO DE. LEGITIMACION ACTIVA DEL


ASEGURADO PARA RECLAMAR LA INDEMNIZACION.
Aun cuando es verdad que el contrato de seguro se considera de buena fe, y
que conforme con las declaraciones del proponente, la aseguradora decide si
acepta o no la proposición; de ahí no se sigue que el asegurado carezca de
legitimación activa para reclamar la indemnización por robo de un vehículo
asegurado, por la circunstancia de que no haya exhibido la factura que le
acredite como propietario de dicho bien, ni existe texto legal que exima a la
compañía aseguradora del pago de esa indemnización por tal omisión. Por el
contrario, la póliza de seguro de vehículos legitima al enjuiciante, ya que en ella
aparece como asegurado. Esa omisión, en caso de que influyera en la
apreciación del riesgo o en las condiciones convenidas, daría derecho a la
empresa para pedir la rescisión del contrato en términos de lo dispuesto por el
artículo 47 de la Ley sobre Contrato de Seguro, pero no la releva de su
obligación consistente en el pago de la indemnización respectiva.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
T.C.
Amparo directo 1753/94. Seguros Monterrey, S.A. 14 de abril de 1994.
Unanimidad de votos. Ponente: José Becerra Santiago. Secretario: Marco
Antonio Rodríguez Barajas.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación, Octava Epoca. Tomo XIII, Junio de 1994. Pág. 668. Tesis Aislada.

B.) LOS FRAUDES EN EL SEGURO DE VIDA.

En los seguros de vida se han dado los fraudes mas increíbles y hasta malévolos
que puedan existir, propios de una película de suspenso, porque para lograrloslos
asegurados y/o beneficiarios de la póliza, planearon con todo detalle los mas
espeluznantes homicidios, con la finalidad de obtener grandes sumas de dinero por
medio de contratos de seguros de vida.

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Los llamados “Muertos Vivos”, se ha conocido así a este tipo de fraude, en
donde el supuesto muerto es el que esta cobrando el seguro, y son aquellos fraudes en
los cuales una persona logra conseguir una póliza de un seguro de vida, con una o
varias compañías de seguro, y posteriormente un “beneficiario” hace las reclamaciones
a las instituciones, obteniendo en la gran mayoría de los casos las indemnizaciones
correspondientes, por medio del engaño a las compañías. Esta planeación empieza
primero con la designación de la persona a nombre de quién va a quedar el seguro de
vida individual, este es el asegurado y/o contratante, quien va a presentar datos
falsos sobre su identidad y ocupación. Generalmente presentan datos domiciliarios de
una casa lujosa en un buen fraccionamiento, y de ocupación empresario.

Respecto a la póliza, contratan una suma asegurada intermedia a baja, o sea


que no se vea demasiado cuantiosa para no llamar mucho la atención del área de
suscripción, y no investigue de más en el proceso de la emisión de la póliza. La
mayoría de las aseguradoras tienen procesos de suscripción que deben ser ágiles en
las respuestas, por tanto no les dejan muchos días para investigar al contratante. Una
vez obtenido el contrato de seguro, inmediatamente proceden a pagarlo para evitar la
cancelación de este por falta de pago dentro del periodo de los 30 días siguientes a la
expedición del mismo, la mayoría de veces lo hacen en efectivo y hasta con dólares en
las zonas fronterizas, siempre y cuando no excedan de $10,000.00 dólares de prima,
para evitar el procedimiento contra el lavado de dinero de los bancos.

Por último, una vez que el defraudador ya cuenta con la póliza de seguro
debidamente expedida, es decir físicamente, planea el tiempo preciso para presentar
la reclamación de siniestro por parte del beneficiario por la muerte del contratante.
Este paso es el más macabro, porque se ha dado el caso de que asesinan a una
persona a quien hacen pasar por el asegurado, con la única finalidad de cobrar los
seguros. En otros casos, solo consiguen por medio del soborno, un acta de defunción
falsa. En caso de la aseguradora se percate y rechace el siniestro, debido a la débil
legislación, van a demandar y la mayor parte de las veces ganan los juicios debido a
las ventajas legales que la ley y la jurisprudencia les otorga. Veamos como esta otra
jurisprudencia es usada para confundir hasta al mas conocedor de los jueces, y dice
así:

CONTRATO DE SEGURO. ARTICULO 70 DE LA LEY SOBRE EL, RIGE


CUANDO SE ACTUALIZA EL SINIESTRO, Y NO CUANDO SE CONTRATA.
Conforme con el artículo 70 de la Ley Sobre Contrato de Seguro, las
obligaciones de la empresa quedarán extinguidas si demuestra que el
asegurado, el beneficiario, o los representantes de ambos, con el fin de hacerla
incurrir en error, disimulan o declaran inexactamente hechos que excluían o
podrían restringir dichas obligaciones, artículo que se encuentra inmerso dentro
del capítulo IV que trata sobre el riesgo y la realización del siniestro, de donde
se sigue que ese numeral rige sólo cuando, al actualizarse el siniestro, el
asegurado disimula o declara inexactamente hechos que influyan en las
obligaciones pactadas; pero no cuando las inexactas declaraciones se producen
al momento de la contratación, ya que en esa hipótesis cobraría vigencia el
artículo 47 de la ley mencionada, conforme con el cual, cualquier omisión o
inexacta declaración de los hechos a que se refieren los artículos 8, 9 y 10 de la
presente ley, facultará a la empresa aseguradora para considerar rescindido de
pleno derecho el contrato, aunque no hayan influido en la realización del
siniestro.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

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T.C.
Amparo directo 291/93. Seguros de la República, S.A. 25 de febrero de
1993. Mayoría de votos. Ponente: José Becerra Santiago. Disidente:
Manuel Ernesto Saloma Vera. Secretario: Gustavo Sosa Ortiz.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación, Octava Epoca. Tomo XI, Junio de 1993. Pág. 244. Tesis Aislada.
Otro tipo de fraude que se da en los seguros de vida, es cuando el contratante
ya “sabe que se va a morir”, y por eso contrata la póliza de seguro. Aquí puede ser
que el contratante sepa médicamente que tiene una enfermedad en fase terminal, y no
quiere dejar desamparada a su familia. Entonces contrata el seguro de vida y omite
declarar que esta enfermo, y niega todo lo referente a su salud en el cuestionario
médico. Si el contratante muere antes de los dos años, entonces la beneficiaria va a
conseguir un acta de defunción donde niegue las verdaderas causas de la muerte, para
efectos de no ser descubierta por el área de siniestros de la aseguradora. Aún en el
caso de que la aseguradora obtenga la información por parte del médico que
diagnóstico la enfermedad terminal al asegurado, existen “Jurisprudencias” que apoyan
a los asegurados, ya que el criterio de la corte define que el asegurado no es perito
médico para conocer su enfermedad, y el beneficiario en un juicio siempre va a negar
que supiera que su cónyuge estaba enfermo, por lo tanto en la demanda ordinaria
mercantil el Juez va a condenar a la aseguradora al pago. Tendría la aseguradora que
demostrar, ya sea con testigos o con pruebas documentales públicas, que el
beneficiario también conocía la enfermedad del asegurado. Veamos la jurisprudencia,
que a la letra dice:

SEGURO DE VIDA, CONTRATO DE. DECLARACIONES DEL ASEGURADO


CUYA FALSEDAD NO SE PRUEBA.
Al no demostrarse por la aseguradora la causa que invocó para rescindir el
contrato de seguro, puesto que no se llegó a acreditar que resultaran falsas las
declaraciones del asegurado al celebrar dicho contrato y obtener la póliza de
seguro de vida respectiva, pues resultaron ineficaces los testimonios de los
médicos con los que se pretendió probar que al tiempo de concertarse el
seguro, aquél omitió declarar que padecía la enfermedad mencionada en el acta
de defunción, se justifica la condena impuesta.
TRIBUNAL COLEGIADO DEL CUARTO CIRCUITO.
T.C.
Amparo directo 237/75. Elvira de León viuda de Tamez y otros. 1º de
agosto de 1975. Unanimidad de votos. Ponente: Federico Taboada
Andraca.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación, Séptima Epoca. Volumen 80 Sexta Parte. Pág. 74. Tesis Aislada.

C.) LOS FRAUDES EN EL SEGURO DE GASTOS MEDICOS MAYORES.

Para los seguros de gastos médicos mayores, encontramos principalmente dos


tipos de fraudes, que son:

“El fraude del asegurado que ya estaba enfermo”, siendo este similar al del
seguro de vida, es cuando el asegurado ya tiene un diagnostico médico de una
enfermedad grave, que sabe que le va a costar mucho dinero y no cuenta con seguro
médico ni asistencia social, por lo que consigue el seguro, negando en el cuestionario

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médico todo lo referente a su enfermedad. La compañía sospecha y puede negar el
pago, pero aún teniendo pruebas médicas de que el asegurado ya conocía de su
enfermedad desde antes de la contratación de la póliza, es aplicable la jurisprudencia
citada en el seguro de vida, que establece que el asegurado debe conocer de la
enfermedad y además la aseguradora debe acreditar que el asegurado realizó gastos
médicos relacionados a esta enfermedad. Sobre el particular, en la actualidad se da el
caso de que el médico proteja a su paciente y se preste para dar fechas acordes a la
contratación del seguro, en este caso el médico también es sujeto activo en el delito de
fraude, pero por lo mismo va a ser doblemente difícil probarlo.

SEGUROS DE GASTOS MEDICOS. PADECIMIENTOS ANTERIORES. Cuando


en un contrato de Seguro de Gastos Médicos se estipula que la aseguradora no
esta obligada a pagar cualquier gasto que resulte del tratamiento medico
quirúrgico de padecimientos existentes en la fecha de la expedición de la póliza,
esto claramente significa que se están asegurando posibles riesgos futuros; es
decir, riesgos que puedan darse o no. Y cuando se trata de un padecimiento que
ya existía antes del contrato, es claro que se trata de un siniestro ya
actualizado y no de un riesgo aleatorio futuro. En consecuencia, no podría
aceptarse la interpretación que sostiene que sólo quedan excluidos del seguro
los padecimientos preexistentes que dolosamente ocultó el asegurado a la
aseguradora, pues no se trata aquí de sancionar ese posible dolo, si no de
establecer el contrato, por su esencia, sobre riesgos futuros aleatorios y no
sobre riesgos actualizados previamente. Es decir, lo aleatorio del contrato debe
depender de circunstancias objetivas, y no de conocimientos subjetivos de
aquellas circunstancias. Sin embargo, cabe decir que seria una interpretación
demasiado rigorista de la cláusula la que eliminase de cobertura cualquier
gasto ocasionado por un padecimiento que tuviera su origen con anterioridad a
la expedición de la póliza. Es posible que un padecimiento congénito permita a
quien lo padece vivir normalmente, sin crearle mayores problemas médicos o
quirúrgicos. Y es posible que un padecimiento de esa naturaleza, por cualquier
eventualidad posterior al contrato, adquiera características que hagan necesario
su tratamiento medico. Es decir, si bien es cierto que hay padecimientos
congénitos o anteriores al contrato que ya desde antes de su celebración
requerían intervención médica, también lo es que, en principio, es posible
pensar en padecimientos congénitos o en padecimientos surgidos, en forma
embrionaria, remota y potencial, con anterioridad al seguro, pero que ninguna
intervención medica requería o requirieron con anterioridad; y si estos
padecimientos, por cualquier causa, se recrudecen o manifiestan con
posterioridad a la expedición de la póliza, seria inicuo excluirlos de su
protección. Sería absurdo en opinión de este tribunal, exigir que las
enfermedades aseguradas hayan surgido en su absoluta totalidad de elementos
o causas posteriores a la póliza, sin influencia de elementos o debilidades, o
padecimientos orgánicos existentes con anterioridad. Luego, en esos casos
debe entenderse que son padecimientos existentes en la fecha de la expedición
de la póliza sólo aquellos que ya en esa fecha requerían atención médica o
quirúrgica, o la iban ya a requerir en forma inminente, independientemente de
que las partes lo supieran o no, e independientemente de que se hubieran
dejado de comunicar a la aseguradora dolosamente o no. Y el examen médico
que la aseguradora puede o debe hacer a los asegurados no tiene otro objeto
que determinar los posibles padecimientos futuros que aparecerán por las
condiciones físicas o de salud del asegurado. Y si la aseguradora no efectúa ese
examen tendrá que responder de todos los siniestros que se actualicen con
posterioridad en los términos señalados en el párrafo que antecede.

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AMPARO EN REVISION 517/76 ALVARO IAN RODRIGUEZ MANZIN. 19
DE OCTUBRE DE 1976, UNANIMIDAD DE VOTOS. PONENTE: GUILLERMO
GUZMAN OROZCO PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.
TRIBUNAL COLEGIADOS. SEPTIMOA EPOCA. VOL. SEMESTRAL 91- 96.
SEXTA PARTE, PAG. 197.

El otro fraude que se da en el seguro de Gastos Médicos Mayores, es cuando


una persona diferente al beneficiario se hace pasar por esta al requerir ser
hospitalizada, la atienden en el hospital, y cuando llega la gente del área médica de la
aseguradora le muestran alguna identificación de la asegurada para pasar por esta,
generalmente se da entre parientes, ya que debe existir algún parecido y conocer los
datos personales para que cuando le pregunten se los sepa con facilidad.

Hubo un caso de fraude que me llamó mucho la atención, fue cometido por un
médico de convenio con la aseguradora, quién cuando le llegaban pacientes, tenía el
descaro de sacar radiografías con el tobillo del pie vendados con clavos por fuera, de
modo que al imprimir la radiografía pareciera que los clavos estaban clavados al
hueso, y así enviaba los recibos a las aseguradoras como si hubiera practicado una
cirugía. Este médico tuvo el descaro de operar a una asegurada de la columna y
ponerle clavos reales cuando esta no los necesitaba, dejándola prácticamente invalida.
Todo esto con la finalidad de cobrar a la aseguradora sus honorarios profesionales.

D.) LOS FRAUDES EN EL SEGURO DE INCENDIO.-

Este tipo de fraudes también son muy interesantes, y se requiere de un equipo


de trabajo especializado y muy talentoso para poder descubrirlos y actuar penalmente
en contra de los sujetos activos del delito.

Un caso muy sonado ocurrió en el occidente de México, una participante del


fraude habló conmigo de todo lo referente al fraude, pero quería que la aseguradora le
pagara una cantidad muy fuerte de dinero para que testificara en contra del
asegurado, por lo que nunca se pudo probar y a la larga el asegurado ganó en el
arbitraje de estricto derecho.

Aquí el asegurado armó su equipo para defraudar a la aseguradora, uno fue a


esa ciudad a contratar una bodega en una zona despoblada. Otra persona se encargó
de comprar chiles de pésima calidad ya casi en estado de descomposición. Otra
persona se encargó de contratar la póliza de seguro para asegurar esa bodega y sobre
todo los contenidos, a valor venta, por supuesto ahí se manejó que los chiles eran de
primera calidad. La póliza fue contratada en Mexicali, y el negocio estaba en
Guadalajara. El asegurado se puso de acuerdo con sus cómplices para incendiar ese
lugar en un puente vacacional con la finalidad de que los bomberos no llegaran a
tiempo. Le prendieron fuego con toda clase de acelerantes.

El problema para probar un incendio intencional es que el Ministerio público o el


Juez requieren que en el lugar de los hechos se constituya un notario publico y de fe
de la persona que esta prendiendo el fuego intencionalmente y que además sea el
asegurado. Como podemos ver eso es prácticamente imposible, por lo que meter a la
cárcel a un incendiario es también casi imposible. En virtud de lo anterior, la compañía
como dijimos antes debe tener un excelente equipo de trabajo, para que en el

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momento en que le reporten el siniestro, se trasladen al lugar de los hechos el perito
en incendios, el ajustador especializado en incendios, el investigador especializado y
un abogado, para que puedan recabar toda la evidencia que posteriormente les va a
servir para no pagar la indemnización. Fundamenta lo anterior la siguiente tesis de
jurisprudencia que dice:

SEGUROS CONTRA INCENDIO. PERICIAL. CASOS EN QUE NO ES


DESAHOGADA.
Aun cuando, en términos generales, la prueba pericial adquiere gran relevancia
como medio de conocimiento respecto de los daños causados por algún evento,
a tal grado que los artículos del 117 al 121 de la Ley sobre el Contrato de
Seguro permiten la evaluación sin demora de los daños ocurridos, tanto a
iniciativa de la aseguradora como del tenedor del seguro, tal elemento
probatorio no resulta indispensable en los casos en que se ha allegado al juicio
material probatorio suficiente que, mediante su análisis jurídico, permite formar
convicción. Además, en contratos de esta especie puede ocurrir que la acción
misma del fuego llegara a destruir los libros de contabilidad que, por disposición
de las leyes fiscales, deben conservarse en el negocio, así como a destruir o
modificar los demás elementos necesarios para el análisis por los expertos, por
lo que con tal genero de dificultades la prueba pericial podría no resultar, por si
sola, la idónea para sustentar convicción.
2a.
Amparo en revisión 4248/73. Compañía de Seguros Veracruzana, S. A. 23
de abril de 1975. 5 votos. Ponente: Pedro Guerrero Martínez.
Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación,
Séptima Epoca. Volumen 76 Tercera Parte. Pág. 49. Tesis Aislada.

El asegurado desleal, va a pretender cobrar lo máximo de la suma asegurado en


base a facturas de sus contenidos, entonces es muy importante que el equipo de la
aseguradora pueda determinar lo que había en esa bodega u oficina quemada. Muchas
veces esas facturas son falsas, o exageradas con la realidad, ya que pueden decir que
en un incendio de ropa por ejemplo, que había en inventario equis cantidad de
mercancía, pero al revisar el lugar se percatan de que esta bodega es demasiado
pequeña para albergar tanta cantidad de mercancía que sugiere que sea imposible que
hubiera existido esta en ese lugar, eso lo puede determinar el perito cubicando el
lugar. También el perito debe recoger toda la evidencia y contar, por ejemplo clavos,
tornillos, botones de fierro, u otros materiales que normalmente no se van a consumir
con el fuego. Las facturas se deben revisar muy bien, ya que muchas van a ser
apócrifas o las va a conseguir de otros negocios de los cuales es socio o muy amigo del
dueño. El ajustador debe ponerse muy atento y en compañía de un contador público,
determinar bien el inventario, ya que el asegurado va a pretender acreditar el
contenido en base a facturas de compra en un periodo determinado, pero también
debe restarle todo lo que ha vendido, por lo que se deben checar las notas de
remisión. El abogado debe estar atento para llevar un corredor público o un notario
público al lugar de los hechos, para dar fe de los restos, con el apoyo del perito. El
investigador debe checar todo lo relacionado al asegurado, si tenía deudas con la
S.H.C.P., o con algún otro acreedor, si el negocio llevaba años o poco tiempo,
antecedentes penales del asegurado, y lo demás que sea necesario. Es probable que
de esta forma se pueda evitar que la compañía sea defraudada, siempre y cuando el
asegurado no oponga las siguientes jurisprudencias, toda vez que los Magistrados
siempre están a favor de los asegurados, aún cuando traten de defraudar a la
aseguradora, al respecto tenemos las siguientes jurispruedencias:

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SEGURO, LEY SOBRE EL CONTRATO DE. ARTICULO 70, PRIMERA PARTE.
SU INTERPRETACION.
Lo que sanciona la primera parte del artículo 70 de la Ley sobre el Contrato de
Seguro con la decadencia o extinción de las obligaciones de la aseguradora, no
es la mera exageración de los daños sufridos por el asegurado con motivo del
siniestro ocurrido; sino la conducta fraudulenta mediante la cual se pretende
hacer incurrir en error a la empresa. Ciertamente, de acuerdo con una recta
interpretación de la primera parte de la disposición legal anteriormente
invocada, este precepto exclusivamente se refiere a las circunstancias o hechos
determinantes del siniestro; pero no al monto de los daños, cuya exageración,
de existir, obviamente puede moderarse a través del procedimiento arbitral o
judicial que en derecho deba seguirse. Sostener que la sola exageración del
daño asimismo conduce a la extinción o decadencia de las obligaciones de la
aseguradora, es desconocer el principio de justicia de que aquélla debe hacer de
buena fe el pago de los daños causados por el siniestro y de que, si
excepcionalmente se llegare a juicio, la aseguradora tiene a su alcance la
excepción de plus petitio, oponible sin salvedad alguna por el demandado en
todo proceso civil sobre pago de pesos, a través de la cual, de ser procedente y
probada adecuadamente, se llega a una justa determinación del cuantum de los
daños realmente causados; por lo que, en caso de que se haya opuesto tal
excepción, es problema diverso, controvertible y sujeto por esto a prueba,
determinar el monto del siniestro, o sea, el valor de los bienes asegurados y la
cuantía de los mismos, ya que, como se ha dicho, la mera exageración de los
daños no es en sí misma lo que sanciona la ley con la extinción de las
obligaciones pactadas. La interpretación contraria que pretende apoyarse en la
letra de expresiones aisladas de la norma, no es jurídicamente admisible por
estar en pugna con el espíritu de justicia que anima el ordenamiento de que
aquella forma parte y por que desnaturaliza la excepción de "plus petitio", al
transformar la reducción de lo demandado en extinción de la obligación
contraída.
2a.
Amparo en revisión 344/69. Roberto Reyes. 28 de febrero de 1972. 5
votos. Ponente: Jorge Saracho Alvarez.
Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación,
Séptima Epoca. Volumen 38 Tercera Parte. Pág. 103. Tesis Aislada.

CONTRATOS DE SEGUROS. LA INFORMACIÓN A QUE SE REFIEREN LOS


ARTÍCULOS 69 Y 70 DE LA LEY RELATIVA NO PUEDE SER ARBITRARIA,
DE MANERA TAL QUE CON ELLO LAS ASEGURADORAS ELUDAN SUS
OBLIGACIONES.
De la interpretación a los artículos 69 y 70 de la Ley sobre el Contrato de
Seguro se advierte la facultad que se otorga a las instituciones de seguros para
que en caso de siniestro, soliciten al asegurado la información necesaria,
relacionada con el evento dañoso y que en caso de que el referido asegurado o
beneficiario faltare a la obligación de proporcionar los datos derivados del
origen y las causas del evento aludido, libera a la aseguradora de las
obligaciones contraídas en el contrato; sin embargo, la información que
preceptúan los artículos invocados, no puede ser arbitraria con la finalidad de
que las instituciones aseguradoras eludan el cumplimiento de sus obligaciones,
consignadas en la póliza del contrato respectivo, soslayando con ello el diverso

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numeral 1194 del Código de Comercio, que dispone que el actor debe probar su
acción y el demandado sus excepciones; de tal manera que no es válido que la
aseguradora enjuiciada pretenda trasladar a la enjuiciante, la obligación de
acreditar sus excepciones, lo cual es insostenible jurídicamente, en términos de
la última disposición legal en cita, dado que la verdadera intención del legislador
en relación con las disposiciones legales invocadas de la Ley sobre el Contrato
de Seguro, no fue en manera alguna que las instituciones aseguradoras
eludieran el cumplimiento de sus obligaciones previstas en los contratos de
seguros.
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
I.6o.C.392 C
Amparo directo 3626/2005. Seguros Bital, S.A. de C.V., Grupo Financiero
Bital. 23 de junio de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: María Soledad
Hernández de Mosqueda. Secretario: Jorge Santiago Chong Gutiérrez.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo XXIII, Marzo de
2006. Pág. 1969. Tesis Aislada.

SEGURO. COMPROBACION DEL MONTO DEL DAÑO OCASIONADO.

Como el pago del seguro beneficia al asegurado, quien tiene en su poder las
cosas aseguradas, es evidente que una vez producido el siniestro, la
comprobación del monto del daño ocasionado, para ajustar el monto de la
reparación a cargo de la aseguradora, debe ser muy rigurosa y acuciosa, a fin
de evitar la sospecha de que el asegurado haya provocado deliberadamente el
siniestro, previa la sustracción de parte de la mercancía asegurada, para
obtener de ese modo un lucro indebido. De aquí que en esas circunstancias, sea
pertinente apreciar con recelo las pruebas documentales que aporte el propio
asegurado o bien los asientos de los libros de su contabilidad, que, por ser obra
suya, sólo podrán utilizarse en su perjuicio, más no en su beneficio, a menos de
que vengan acompañados por otras pruebas circunstanciales que no dejen lugar
a duda sobre el monto de los daños.
3a.
Amparo directo 7249/80. Gerardo Maysen Giacoman. 10 de septiembre de
1984. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón.
Sexta Epoca, Cuarta Parte:
Volumen CXXVIII, pág. 103. Amparo directo 3408/67. Jesús Antonio
Esteban Hiarmes. 14 de febrero de 1968. 5 votos. Ponente: Mariano
Azuela.
Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación,
Séptima Epoca. Volumen 187-192 Cuarta Parte. Pág. 181. Tesis Aislada.

E.) LOS FRAUDES EN EL SEGURO DE DIVERSOS.

El fraude conocido como “auto-robo”, se da en virtud de que el asegurado va a


simular que le robaron y posteriormente a reclamar el pago del seguro. Para esto debe
causar daños al inmueble que semejen lo que dejaría un ladrón, ya sea cerraduras
forzadas, candados rotos, vidrios rotos, etc. Aquí es importante un buen investigador,

11
ya que en base a preguntas que le formule, puede hacer caer en contradicción al
asegurado, logrando que se desista de su reclamación.

En los seguros de responsabilidad civil familiar, muchas veces reclaman daños a


la aseguradora que sus dependientes no cometieron, o sea se van a echar la culpa con
la finalidad de que la aseguradora cubra el daño a un tercero.

En el área de diversos la mayor parte de los fraudes se hacen con facturas


apócrifas, por lo que se debe cuidar esa parte. Son aplicables las jurisprudencias vistas
en el inciso anterior.

F.-) EL FRAUDE EN LOS SEGUROS DE AVIACION Y MARITIMO.

Este tipo de fraudes se llega a dar por lo poco común que son para la mayor
parte de la gente, el uso de aviones particulares o embarcaciones, incluso para
grandes aseguradoras, las cuales no tienen gente especializada para atender este tipo
de siniestros. Por lo que es fácil asegurar aparatos casi inservibles y siniestrarlos o
simular el accidente o la pérdida, y cobrar grandes sumas de dinero.

El siniestro es relativamente más fácil de llevar a cabo que otros, por lo


inmenso que es el océano y lo grande que es el país, ya que en cualquier punto se
puede dar o también simular. Aquí se recomienda tener gente entrenada para esto,
con conexiones en los puertos con las capitanías generales de los mismos, que estén
familiarizados con la documentación de las embarcaciones, al igual que con los
aeropuertos, que muchas veces son aeródromos cuando se trata de pequeñas
aeronaves, para seguir la secuencia de las mismas. Este conocimiento debe darse
desde la suscripción, porque es ahí cuando se va a fraguar el fraude, por lo que se
debe tener gente especializada ahí, y tratar de conocer físicamente la embarcación o
aeronave antes de asegurarla, sobre todo cuando se trata de un nuevo negocio. Viene
al caso la siguiente tesis de jusrisprudencia, que dice:

SEGURO MARITIMO. AVALUO DEL BIEN ASEGURADO.


El avalúo previo del navío, es la base para determinar el interés asegurado y
por ello es necesario establecer hasta qué grado la estimación de su valor, pudo
afectarse por circunstancias que le hubieran originado un demérito, y hasta qué
punto tales circunstancias influyen en el seguro. Habiéndose asegurado el
buque como unidad, en nada afecta al seguro el hecho de que se hubiera
cambiado antes de tomarlo, la máquina, los ejes y la propela, sobre todo si esto
se hizo para incrementar su valor. El valor consignado en la póliza es
convencional, si el avalúo se hizo encontrándose las partes de acuerdo con el
mismo y habiendo intervenido ambas al formularse. Ahora bien; la póliza es un
título causal, de donde derivan las obligaciones asumidas por las partes, la del
asegurado de pagar la correspondiente prima y la de la aseguradora de cubrir el
importe del seguro al actualizarse el riesgo; el avalúo de los bienes asegurados
constituye un elemento integrante del contrato, en virtud del cual se precisa la
cuantía del riesgo por asegurar; el asegurado tiene obligación, de acuerdo con
lo ordenado en el artículo 8o. de la Ley del Contrato de Seguro que rige en la
materia de seguro Marítimo en lo que no sea incompatible con las disposiciones
relativas del Código de Comercio, de declarar todos los hechos importantes para
la apreciación del riesgo, tales como los conozca o deba conocer en el momento
de la celebración del contrato; cualquiera omisión o inexacta declaración de los

12
hechos anteriores sería causa de rescisión del contrato atendiendo al
mandamiento del artículo 47 de la ley en consulta.
3a.
Amparo directo 5451/60/1ra. "Seguros Progreso", S. A. 12 de enero de
1962. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Mariano Azuela.
Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Sexta
Epoca. Volumen LV, Cuarta Parte. Pág. 55. Tesis Aislada.

G.-) EL FRAUDE EN EL SEGURO AGROPECUARIO.

Este tipo de fraude es muy fácil de darse por ejemplo cuando se aseguran
sementales bovinos, toda vez que es muy difícil distinguir entre un animal y otro, por
eso debe de hacerse una muy buena suscripción para poder distinguir los animales que
se van a asegurar y también para saber la edad y sobre todo la salud de los mismos.

Aquí me ha tocado saber que la aseguradora paga por la muerte del semental,
muchas veces sin siquiera ir al rancho a ver físicamente el mismo, el cual por supuesto
que no se ha muerto o enfermado, obteniendo el asegurado un lucro indebido en
perjuicio de la aseguradora.

Algo similar sucede con las cosechas, la gente de siniestros no sabe distinguir
entre una parcela y otra, y se ha dado el caso de que reclaman una que ni siquiera es
del asegurado ni mucho menos estuvo asegurada, y le pagan por una quemazón.

Una vez que ya vimos el panorama general del fraude, el cual puede ser como
localizar una balsa en medio del océano, vamos a pasar en el capítulo siguiente, a
analizar algo que hace que la aseguradora sienta frustración, que es cuando ya se
descubrió el fraude, y se tiene la expectativa de contar con todos los elementos para
no pagar y además para meter a la cárcel al asegurado infiel, pero al final en infinidad
de veces se obtiene lo contrario, veamos porque.

13
CAPITULO II.

EL FRAUDE Y EL CONTRATO DE SEGURO.

I.- EL FRAUDE.-

Como vimos en el capítulo anterior, hay infinidad de fraudes que se dan en las
aseguradoras, que además de ninguna manera se establece que son todos, ya que eso
lo determina el mismo defraudador, quien tratará de obtener el lucro de diversas
formas, por lo que se debe ir delante de ellos, tratando de pensar de que forma van a
intentar el ilícito, para frenarlo y evitar así que se lleve a cabo.

En este capítulo, vamos a estudiar el delito de fraude y el contrato de seguro,


con la finalidad de tratar de determinar si son compatibles jurídicamente, es decir, si
cabe el segundo dentro del primero, jurídicamente hablando.

1.-) DEFINICIÓN DEL DELITO DE FRAUDE.

El derecho positivo mexicano, contempla en los diversos Códigos Penales la


definición del delito de Fraude, siendo similares estas, veamos que nos dice el Código
Penal para el Distrito Federal.

Artículo 230.- Al que por medio del engaño o aprovechando el error en


que otro se halle, se haga ilícitamente de alguna cosa u obtenga un lucro
indebido en beneficio propio o de un tercero, se le impondrán:
I. De veinticinco a setenta y cinco días multa, cuando el valor de
lo defraudado no exceda de cincuenta veces el salario mínimo, o no sea posible
determinar su valor;
II. Prisión de cuatro meses a dos años seis meses y de setenta y
cinco a doscientos días multa, cuando el valor de lo defraudado exceda de
cincuenta pero no de quinientas veces el salario mínimo;
III. Prisión de dos años seis meses a cuatro años y de doscientos
a quinientos días multa, cuando el valor de lo defraudado exceda de quinientas
pero no de cinco mil veces el salario mínimo;
IV. Prisión de cuatro a seis años y de quinientos a ochocientos
días multa, cuando el valor de lo defraudado exceda de cinco mil pero no de
diez mil veces el salario mínimo; y
V. Prisión de seis a once años y de ochocientos a mil doscientos
días multa, cuando el valor de lo defraudado exceda de diez mil veces el salario
mínimo.
Cuando el delito se cometa en contra de dos o más personas, se
impondrá además las dos terceras partes de las penas previstas en las
fracciones anteriores.

Artículo 231.- Se impondrán las penas previstas en el artículo


anterior, a quien:
VI. Provoque deliberadamente cualquier acontecimiento, haciéndolo
aparecer como caso fortuito o fuerza mayor, para liberarse de obligaciones o
cobrar fianzas o seguros;

14
El diccionario Bufete Jurídico define de la siguiente forma al fraude:

Fraude
{Derecho}Sustraerse maliciosamente a las normas de la ley o del contrato en perjuicio
de alguien. Es una de las causas de nulidad de los actos jurídicos. || (del lat. fraus,
fraudis.) m. Engaño o inexactitud consciente que produce o prepara un daño
generalmente material. || Acción del deudor que enajena bienes y así perjudica a sus
acreedores.
[sust. masc.]Engaño, acción contraria a la verdad o a la rectitud.
•{Derecho}Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos
públicos, y aun de algunos privados confabulándose con la representación de los
intereses opuestos.
•{Derecho}Acción encaminada a eludir cualquier disposición legal, ya sea esta fiscal,
penal o civil, siempre que con ello se produzca perjuicio contra el Estado o contra
terceros. En general es circunstancia agravante.
•En fraude de acreedores. {Derecho}Se dice de los actos del deudor, generalmente
simulados y rescindibles, que dejan al acreedor sin medio de cobrar lo que se le debe.

2.-) ELEMENTOS DEL DELITO DE FRAUDE.

El Lic. Jesús Zamora-Pierce en su obra “El Fraude”, destaca los siguientes


elementos en el delito del fraude:

1)Cualquier conducta engañosa,


2) Que produzca en el engañado un estado subjetivo de error,
3) O bien, alternativamente, cualquier conducta de aprovechamiento del error en el
que el paciente del delito se halla,
4) Provocando así un acto de disposición patrimonial,
5) Que permite al activo hacerse ilícitamente de alguna cosa o alcanzar un lucro
indebido,
6) Una relación causal entre los elementos anteriores y, por último un elemento
subjetivo consistente en,
7) El ánimo de lucro, o sea la intención de obtener, para sí o para un tercero, una
ventaja patrimonial.

3.-) JURISPRUDENCIA RELATIVA A LOS ELEMENTOS DEL FRAUDE.-

Al respecto nuestros más altos tribunales de justicia de la Nación, tienen el


criterio de los elementos en el delito de fraude que lo definen claramente en las
siguientes dos tesis de jurisprudencia, que a la letra dicen:

FRAUDE, ELEMENTOS DEL DELITO DE. (LEGISLACION DEL ESTADO DE


BAJA CALIFORNIA).
La definición del delito de fraude contenida en los párrafos primero y último del
artículo 368 fracción III, del Código Penal de Baja California, pone en relieve
que sus elementos constitutivos son: a). una conducta falaz; b). hacerse
ilícitamente de una cosa; y, c). una relación de causalidad entre el engaño y la
obtención de la cosa. Así pues, una conducta falaz es el punto de partida del
proceso ejecutivo en el delito de fraude; en otros términos, el engaño consiste
en llevar a determinado sujeto a una concepción falaz de la realidad, en que el

15
sujeto pasivo, creyendo que existe algo que no existe, realiza determinada
actividad en provecho del individuo que lo lleva a la concepción falaz; en tanto
que el elemento aprovechamiento de error, no lleva a una concepción falaz de
la realidad, sino que la tiene el sujeto pasivo y la aprovecha el sujeto activo
para lograr un lucro indebido. Así pues, el aprovechamiento de error en que
pueda hallarse el sujeto pasivo conforme a nuestra legislación, es ya suficiente
para integrar la conducta ejecutiva del delito de fraude.
1a.
Amparo directo 5309/66. Casandra Guadalupe Martínez Martínez. 20 de
enero de 1967. 5 votos. Ponente: Agustín Mercado Alarcón.
Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Sexta
Epoca. Volumen CXV, Segunda Parte. Pág. 41. Tesis Aislada.

FRAUDE, CONFIGURACIÓN DEL DELITO DE, EN PERJUICIO DE


EMPRESAS ASEGURADORAS.
Cuando en una causa penal se encuentra acreditado que uno de los empleados
de una institución aseguradora proporcionó a ésta información falsa sobre los
bienes objeto del aseguramiento, y de los siniestros que sufren los mismos, con
el propósito de recibir un provecho económico de los beneficiarios de los
seguros respectivos, una vez que éstos reciban el pago de las indemnizaciones
correspondientes, es evidente que en dicha hipótesis se configura el delito de
fraude, pues el sujeto activo engañó a la empresa aseguradora obteniendo
como consecuencia un lucro indebido; máxime si los sujetos asegurados
coinciden en señalar al referido empleado como aquel que les propuso
desplegar las conductas tendientes a engañar a la negociación aseguradora,
pues en ese supuesto es claro que el inculpado efectuó la maquinación del ilícito
aludido. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
VI.2o.223 P
Amparo directo 322/98.-Ignacio Bahena López.-6 de noviembre de 1998.-
Unanimidad de votos.-Ponente: Carlos Loranca Muñoz.-Secretaria: Hilda
Tame Flores.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo IX, Enero de 1999. Pág. 858.
Tesis Aislada.

De lo anterior podemos afirmar que para que se dé el delito de fraude en


seguros, se debe tener como elemento el engaño a la aseguradora, de donde se
desprende la problemática de quién es la aseguradora, si un empleado, el
representante legal o el dueño de la empresa.

II.- EL CONTRATO DE SEGURO.-

1.- DEFINICION.

Nuestra Ley Sobre el Contrato de Seguro, define este en su primer artículo,


señalando “Por el contrato de seguro, la empresa aseguradora se obliga, mediante una
prima, a resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al verificarse la eventualidad
prevista en el contrato”.

2.- ELEMENTOS DE EXISTENCIA DEL CONTRATO DE SEGURO.

16
a) Consentimiento.- Es el acuerdo de voluntades que tienen por objeto la
creación o transmisión de derechos y obligaciones. Para que exista una
declaración de voluntad en materia de seguros, es necesario que ésta contenga
todos los elementos esenciales del contrato de seguro que se requiera celebrar.
La sola declaración hecha ante una compañía de seguros de querer celebrar un
contrato no basta, sino que es necesario formular una propuesta y ponerla en
manos del asegurador para su análisis y de esta forma aceptar o rechazar la
propuesta.

b) Objeto Directo.- El objeto directo del contrato de seguro, es el interés


jurídico asegurable que pueda tenerse en relación con determinados objetos o
personas.

3.- ELEMENTOS DE VALIDEZ DEL CONTRATO DE SEGURO.

a) Capacidad Legal.- El asegurado, quién casi por regla general se


compromete a pagar determinadas cantidades de dinero, la prima, debe tener
capacidad tanto de goce como de ejercicio para celebrar válidamente actos
jurídicos.

b) Ausencia de Vicios en el Consentimiento.- La doctrina, desde el derecho


romano ha considerado como vicios del consentimiento al: error, violencia, dolo
y la lesión.

En relación al dolo, este acto existe tanto en el derecho civil, como en el


derecho penal, veamos sus significados:

dolo (en derecho civil)


{Derecho}(del lat. dolus, engaño y éste del gr. dolos, trampa.) m. Engaño,
mentira. || Intención de dañar. || Intención deliberada y consciente de no
cumplir una obligación.

dolo (en derecho penal)


{Derecho}(del lat. dolus, engaño; del gr. dolos, trampa.) m. Presupone, de
parte de su autor, la conciencia de la criminalidad del acto. Voluntad intencional
de cometer un delito (conciencia del acto).

La Ley Sobre el contrato del seguro, contiene algunas disposiciones que


regulan situaciones en las que pueden manifestarse vicios al consentimiento, en
donde además podemos apreciar que se habla en varios casos del “dolo”,
siendo este típicamente “civil”. Los que señalaremos a continuación por su
importancia para este estudio:

Art. 8.- El proponente estará obligado a declarar por escrito a la empresa


aseguradora, de acuerdo con el cuestionario relativo, todos los hechos
importantes para la apreciación del riesgo que puedan influir en las condiciones
convenidas, tales como los conozca o deba conocer en el momento de la
celebración del contrato.

Art. 45.- El contrato de seguro será nulo si en el momento de su celebración el


riesgo hubiere desaparecido o el siniestro se hubiere ya realizado. Sin embargo,
los efectos del contrato podrán hacerse retroactivos por convenio expreso de
las partes contratantes. En caso de retroactividad, la empresa aseguradora que

17
conozca la inexistencia del riesgo, no tendrá derecho a las primas ni al
reembolso de sus gastos; el contratante que conozca esa circunstancia perderá
el derecho a la restitución de las primas y estará obligado al pago de los gastos.

Art. 47.- Cualquiera omisión o inexacta declaración de los hechos a que se


refieren los artículos 8, 9 y 10 de la presente Ley, facultará a la empresa
aseguradora para considerar rescindido de pleno derecho el contrato, aunque
no haya influido en la realización del siniestro.

Art. 52.- El asegurado deberá comunicar a la empresa aseguradora las


agravaciones esenciales que tenga el riesgo durante el curso del seguro, dentro
de las veinticuatro horas siguientes al momento en que las conozca. Si el
asegurado omitiere el aviso o si él provoca una agravación esencial del riesgo,
cesarán de pleno derecho las obligaciones de la empresa en lo sucesivo.

Art. 60.- En los casos de dolo o mala fe en la agravación del riesgo, el


asegurado perderá las primas anticipadas.

Art. 66.- Tan pronto como el asegurado o el beneficiario, en su caso, tengan


conocimiento de la realización del siniestro y del derecho constituido a su favor
por el contrato de seguro, deberán ponerlo en conocimiento de la empresa
aseguradora. Salvo disposición en contrario de la presente Ley, el asegurado o
el beneficiario gozarán de un plazo máximo de cinco días para el aviso, que
deberá ser escrito, si en el contrato no se estipula otra cosa.

Art. 68.- La empresa quedará desligada de todas las obligaciones del contrato.
si el asegurado o el beneficiario omiten el aviso inmediato con la intención de
impedir que se comprueben oportunamente las circunstancias del siniestro.

Art. 69.- La empresa aseguradora tendrá el derecho de exigir del asegurado o


beneficiario toda clase de informaciones sobre los hechos relacionados con el
siniestro y por los cuales puedan determinarse las circunstancias de su
realización y las consecuencias del mismo.

Art. 70.- Las obligaciones de la empresa quedarán extinguidas si demuestra


que el asegurado, el beneficiario o los representantes de ambos, con el fin de
hacerla incurrir en error, disimulan o declaran inexactamente hechos que
excluían o podrían restringir dichas obligaciones. Lo mismo se observará en
caso de que, con igual propósito, no le remitan en tiempo la documentación de
que trata el artículo anterior.

Art. 77.- En ningún caso quedará obligada la empresa, si probase que el


siniestro se causó por dolo o mala fe del asegurado, del beneficiario o de sus
respectivos causahabientes.

Art. 88.- El contrato será nulo si en el momento de su celebración la cosa


asegurada ha perecido o no puede seguir ya expuesta a los riesgos. Las primas
pagadas serán restituidas al asegurado con deducción de los gastos hechos por
la empresa. El dolo o mala fe de alguna de las partes, le impondrá la obligación
de pagar a la otra una cantidad igual al duplo de la prima de un año.

Art. 95.- Cuando se celebre un contrato de seguro por una suma superior al
valor real de la cosa asegurada y ha existido dolo o mala fe de una de las

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partes, la otra tendrá derecho para demandar u oponer la nulidad y exigir la
indemnización que corresponda por daños y perjuicios. Si no hubo dolo o mala
fe, el contrato será válido; pero únicamente hasta la concurrencia del valor real
de la cosa asegurada, teniendo ambas partes la facultad de pedir la reducción
de la suma asegurada. La empresa aseguradora no tendrá derecho a las primas
por el excedente; pero le pertenecerán las primas vencidas y la prima por el
período en curso, en el momento del aviso del asegurado.

Art. 101.- Si el asegurado omite intencionalmente el aviso de que trata el


artículo anterior o si contrata los diversos seguros para obtener un provecho
ilícito, los aseguradores quedarán liberados de sus obligaciones.

Art. 111.- La empresa aseguradora que pague la indemnización se subrogará


hasta la cantidad pagada, en todos los derechos y acciones contra terceros que
por causa del daño sufrido correspondan al asegurado. La empresa podrá
liberarse en todo o en parte de sus obligaciones, si la subrogación es impedida
por hechos u omisiones que provengan del asegurado.
Si el daño fue indemnizado sólo en parte, el asegurado y la empresa
aseguradora concurrirán a hacer valer sus derechos, en la proporción
correspondiente.
El derecho a la subrogación no procederá en el caso de que el asegurado tenga
relación conyugal o de parentesco por consanguinidad o afinidad hasta el
segundo grado o civil, con la persona que le haya causado el daño, o bien si es
civilmente responsable de la misma.

Art. 115.- Si el asegurado viola la obligación de evitar o disminuir el daño o de


conservar la invariabilidad de las cosas, la empresa aseguradora tendrá el
derecho de reducir la indemnización hasta el valor a que ascendería si dicha
obligación se hubiere cumplido. Si dicha obligación es violada por el asegurado
con intención fraudulenta, éste quedará privado de sus derechos contra la
empresa.

Art. 150 bis.- Los seguros de responsabilidad que por disposición legal tengan
el carácter de obligatorios, no podrán cesar en sus efectos, rescindirse, ni darse
por terminados con anterioridad a la fecha de terminación de su vigencia.
Cuando la empresa pague por cuenta del asegurado la indemnización que éste
deba a un tercero a causa de un daño previsto en el contrato y compruebe que
el contratante incurrió en omisiones o inexactas declaraciones de los hechos a
que se refieren los artículos 8o., 9o., 10 y 70 de la presente Ley, o en
agravación esencial del riesgo en los términos de los artículos 52 y 53 de la
misma, estará facultada para exigir directamente al contratante el reembolso
de lo pagado.

c) Licitud en el Objeto, Motivo o Fin.- Para la validez del contrato de seguro,


es necesario que tanto la obligación del asegurado como del asegurador, y el
porqué de su obligación sean lícitos. Es por esto que las cláusulas de toda
póliza, es decir, las condiciones generales de todo contrato de seguro deben
respetar las normas legales y sustentarse en un orden jurídico.

d) Forma.- No se requiere ninguna formalidad para celebrar un contrato de


seguro, ya que la constancia de un documento escrito sólo sirve como medio de
prueba. Lo anterior se fundamenta en el artículo 19 de la Ley Sobre el contrato

19
de Seguro, que dice: “Para fines de prueba, el contrato de seguro así como sus
adiciones y reformas se hará constar por escrito”.

4.- CARACTERISTICAS DEL CONTRATO DE SEGURO.

a) Contrato Bilateral.- Toda vez que engendra obligaciones recíprocas. En la


Ley Sobre el Contrato del Seguro, art. 1º. Señala que la obligación del
asegurado es el pago de la prima, y la de la aseguradora, resarcir el daño o
pagar una suma de dinero.

b) Contrato Oneroso.- El contrato de seguro es oneroso, ya que existen para


ambas partes provechos y gravámenes.

c) Contrato Nominado.- El contrato de seguro es un contrato nominado, ya


que tiene un régimen jurídico propio, contenido principalmente en el Ley Sobre
el Contrato de Seguro por lo que respecta a los seguros de daños y de
personas.

d) Contrato de Adhesión.- El contrato de seguro es un contrato típico de


adhesión, ya que es la empresa la que establece las condiciones generales del
contrato. Sin embargo, esta confección del contrato de seguro no esta sujeta a
la libre voluntad del asegurador, ya que requiere ineludiblemente de la
intervención del estado (C.N.S.F.) para regular la elaboración del contrato.

e) Contrato de Empresa.- Es un contrato de empresa, toda vez que la Ley


General de Instituciones Y Sociedades Mutualistas de Seguros, establecen que
solo las empresas legalmente constituidas pueden ejercer la actividad
aseguradora.

f) Contrato Principal.- El contrato de seguro es un contrato principal, ya que


no necesita para su existencia la elaboración de otro contrato.

g) Contrato de Tracto sucesivo.- El contrato de seguro tiene la característica


de ser de ejecución sucesiva, ya que en relación a la prima, ésta puede ser
satisfecha en forma fraccionada. En cuanto a la prestación del asegurador,
también puede ser satisfecha en períodos determinados y sucesivos.

h).- Contrato Consensual.- El contrato de seguro es consensual, ya que para


su perfeccionamiento es suficiente el simple consentimiento de las partes.

i) Contrato Aleatorio.- El contrato de seguro es un contrato aleatorio, ya que


en el momento de su celebración no es posible determinar cuanto ganará o
perderá tanto el asegurado como el asegurador, y mucho menos cuál de los dos
obtendrá ventaja.

j) Contrato de Buena Fe.- En el contrato de seguro la buena fe significa, que


para aceptar la propuesta y perfeccionar con ello el contrato, el asegurador
tiene que confiar en la buena fe del proponente al describir el riesgo y las
circunstancias del mismo, ya que la exactitud de tal descripción constituirá el
motivo determinante de la voluntad del asegurador para perfeccionar el
contrato.

20
5.- ELEMENTOS REALES DEL CONTRATO DE SEGURO.

a) El Interés Jurídico Económico Asegurable.- A través del artículo 85 de la


Ley Sobre el Contrato de Seguro nuestra legislación define el interés jurídico
económico asegurable, cuando nos dice que “todo interés económico que una
persona tenga en que no se produzca un siniestro, podrá ser objeto del contrato
del seguro contra los daños. De donde se deduce, que todo individuo que tenga
necesidad de protegerse contra cualquier acontecimiento dañino que amenace
su integridad física o patrimonial, tiene indudablemente un interés jurídico
económico de que dicho acontecimiento no se realice.

b) El Riesgo.- La Ley Sobre el Contrato de Seguro, en su artículo 1º,


desprende su existencia cuando habla de la eventualidad prevista en el contrato
y cuando esta eventualidad la relaciona con el pago de la indemnización, del
resarcimiento del daño o pago de la suma asegurada. Es aplicable la siguiente
tesis de jurisprudencia:

SEGURO, CONTRATO DE (EXAMENES MEDICOS).


El contrato de seguro ha sido considerado como "uberimae bonae fide", por lo
cual la Ley obliga al asegurado a declarar el riesgo al asegurador, puesto que la
determinación de dicho riesgo constituye para el asegurador la consideración
esencial del contrato, toda vez que en presencia de la proposición del
asegurado, la compañía estará en posibilidad de apreciar el riesgo y saber si
puede o no asumirlo, siendo por esto por lo que los tratadistas sostienen que la
visita médica, que se lleva al cabo para protección de la compañía aseguradora,
no exonera al asegurado de la obligación de declarar todas las circunstancias
que puedan influir en el riesgo y tampoco puede favorecerle el error del médico
que lo hubiere considerado como un riesgo aceptable.
2a.
Amparo en revisión 3577/57. José Manuel Longi Martínez y coags. 12 de
mayo de 1958. 5 votos. Ponente: José Rivera Pérez Campos
Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación, Sexta Epoca. Volumen XI, Tercera Parte. Pág. 45.
Tesis Aislada.

c) La Prima.- La prima se puede definir como la contraprestación que el


asegurado debe de proporcionar a la empresa aseguradora a cambio del
servicio que ésta le proporciona. Por lo tanto, la prima no es otra cosa que el
precio del seguro. Por aprobación estatal, la prima es fijada con base en los
cálculos actuariales y no puede ser reducida ni aumentada por convenio entre
asegurador y asegurado, ya que ella representa la porción que, dentro del
volumen global de los riesgos, corresponde al beneficiario expuesto a ellos. Se
puede aplicar esta jurisprudencia:

SEGURO, LA RECEPCION DE LA PRIMA EXHIBIDA EN FORMA


EXTEMPORANEA NO REVOCA LA CESACION DE LOS EFECTOS DEL
CONTRATO DE.
Es incorrecta la apreciación del tribunal de alzada consistente en que la vigencia
del contrato de seguro se reanudó al recibir la aseguradora el primero de los
pagos semestrales de la prima, que hizo en forma extemporánea el solicitante
del seguro; porque la circunstancia de que la aseguradora haya recibido el pago
extemporáneo de la prima, o sea, después de haber transcurrido los treinta días
naturales siguientes a la fecha de su vencimiento, en modo alguno implica la

21
revocación de la extinción del contrato de seguro y que el propio contrato
volviera a surtir efectos jurídicos, en virtud de que éstos, debido a la falta
oportuna del pago de la prima, cesaron automáticamente, por así disponerlo el
artículo 40 de la Ley Sobre el Contrato de Seguro, sin que las partes pudieran
celebrar convenio alguno en contrario, por prohibirlo expresamente el numeral
41 de la ley de la materia, régimen imperativo éste cuya base de la resolución
automática, tiene plena justificación, de acuerdo con lo que señala el tratadista
Luis Ruiz Rueda, en su libro "El Contrato de Seguro", en la técnica de la
empresa aseguradora y para la defensa misma de la masa de los asegurados,
pues su debida protección depende no tanto de la honorabilidad del asegurador
y de su seriedad en el cumplimiento de sus obligaciones, sino más bien del
cumplimiento exacto de las obligaciones de todos los asegurados que son
verdaderos mutualizados, de ahí que no se permita que las reservas técnicas
estén invertidas o representadas por saldos deudores de agentes ni por los
adeudos provenientes de operaciones propias del objeto de las instituciones de
seguros, y sólo limitadamente se permite que el capital y las reservas estén
representadas por esos renglones.
QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
I.5o.C.45 C
Amparo directo 3735/96. Química Omega, S.A de C.V. 4 de julio de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: Efraín Ochoa Ochoa. Secretario: Eduardo
Francisco Núñez Gaytán.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo IV,
Septiembre de 1996. Pág. 723. Tesis Aislada.

6.-) CONDICIONES GENERALES DE LA POLIZA EN RELACIÓN AL FRAUDE.- Al


respecto analicé diversas condiciones generales de diferentes tipos de seguros
(automóviles, vida, gastos médicos mayores, responsabilidad civil, marítimos,
transporte, etc.), y me encontré con que son similares las cláusulas referentes al
fraude, siendo estas:

a.-) EXCLUSIONES GENERALES APLICABLES A TODAS LAS COBERTURAS EN


EL SEGURO:

 Dolo o mala fe por parte del asegurado(Art. 60 de la Ley Sobre el contrato del
Seguros) o agravación del riesgo (art. 52 de la Ley Sobre el Contrato del
Seguro).
 Cuando los hechos que den lugar al siniestro tengan su origen en los delitos de
Abuso de Confianza, Fraude o Robo, y cualquiera de estos derive de lo
siguiente:
 Que el ilícito sea cometido por familiares del asegurado.
 Que sea cometido por alguna de las personas que aparecen como aseguradas
en la carátula de la póliza.
 Que tenga su origen o sea consecuencia de cualquier tipo de transacción,
contrato o convenio mercantil, relacionado con la compra y/o venta,
arrendamiento, crédito o financiamiento del vehículo asegurado.

b.- CLAUSULA PERDIDA DEL DERECHO A SER INDEMNIZADO.

Las obligaciones de la compañía quedarán extinguidas en los siguientes


casos:

22
- Cualquier omisión o declaración inexacta de los hechos importantes a que se
refieren los artículos 8, 9 y 10 de la Ley Sobre el Contrato del Seguro, facultará
a la compañía para considerar rescindido de pleno derecho el contrato, aunque
no hayan influido en la realización del siniestro. (Art. 47 de la Ley Sobre el
Contrato del Seguro).
- Si hubiere dolo o mala fe del asegurado, del beneficiario, del conductor o de sus
respectivos causahabientes.
- Si se demuestra que el asegurado, el beneficiario, el conductor o sus
representantes, con el fin de hacerla incurrir en error, no proporcionan
oportunamente la información que la compañía solicite sobre hechos
relacionados con el siniestro y por los cuales puedan determinarse las
circunstancias de su realización y las consecuencias del mismo.

III.- COMENTARIOS RELATIVOS AL DELITO DE FRAUDE Y AL CONTRATO DEL


SEGURO.

El objetivo de haber estudiado en este capitulo los elementos del delito de


fraude y los elementos y características del contrato de seguro, fue para darnos cuenta
que además de que su naturaleza es diferente, ya que uno es de naturaleza penal el
fraude, y el otro es mercantil el contrato de seguro, también podemos apreciar de que
no son compatibles, toda vez que por sus características es muy difícil que se pueda
tipificar una conducta fraudulenta en los seguros como fraude genérico.

La situación es que debería existir mayor compatibilidad de la que ahora tienen,


toda vez que el contrato de seguro tiene muchos elementos o características que son
de índole civil o mercantil, pero que esos mismos pueden traspasar ese ámbito para
llegar a lo penal, al delito de fraude o a algún otro especial federal.

Veamos, el consentimiento en el contrato de seguro, este puede ser de tal


forma manipulado por el asegurado, que la institución de seguros crea haber celebrado
el contrato con una persona y realmente sea otra totalmente diferente, violentando la
existencia del contrato, e incurriendo en el delito de fraude por medio del engaño si se
hizo con dicha finalidad, pero también se da el dolo civil, que a la vez es sustentado
por diversas jurisprudencias lo que va a imperar.

Dentro de los elementos de validez nos encontramos el referido a la ausencia de


vicios en el consentimiento, que son el error, violencia y dolo. Este último va desde
una serie de sugestiones, persuasiones, maquinaciones, etc., para disimular al error,
supuesto que se da en el ámbito civil mercantil, pero cuando esa conducta se convierte
en una voluntad maliciosa para cobrar un seguro a sabiendas de que no le
corresponde, nos encontramos con el dolo penal, que es fraude, pero que va a ser muy
difícil de encuadrar por el elemento del engaño.

En las características del contrato de seguro, una de ellas es que es un contrato


de buena fe, entendiendo este en que cada una de las partes se entregará a la
conducta leal de la otra, fía y confía en que ésta no lo engañará, pero si la conducta
del contratante del seguro va encaminada a aprovecharse de esta circunstancia, va a
manipular la reclamación del seguro para obtener un lucro indebido en perjuicio de la
aseguradora, siendo también una omisión civil.

Por último, en los elementos reales del seguro, tenemos al riesgo, el cual se da
cuando sucede la eventualidad prevista en el contrato para obtener el resarcimiento

23
del daño, siendo que el contratante ocasionó el mismo o este ya había ocurrido, por lo
que su conducta es punible penalmente, pero aún en este vemos que hay
jurisprudencia negativa en ese sentido.

Podemos ver en estos y muchos ejemplos más que hace falta que la Ley Penal
contenga específicamente el delito de fraude en los seguros, de tal forma que las
aseguradoras puedan rediseñar los textos de sus pólizas, para protegerse de este mal
que acontece muy seguido en perjuicio de las instituciones de seguros.

24
CAPITULO III.

MEDIDAS PARA DISMINUIR EL FRAUDE A LAS COMPAÑIAS DE SEGUROS.

La razón de haber expuesto los temas en los capítulos precedentes, es con la


finalidad de sacar conclusiones y reconocer la problemática que hoy están viviendo las
aseguradoras y que afecta al sector, por lo que en este capítulo expondremos las
medidas con las cuales se pueden reducir estos ilícitos de una manera sensible.

Desde el momento que decidí participar con este trabajo, no he dejado de


buscar en mi pensamiento una forma para erradicar el fraude a las aseguradoras,
llegando siempre a la conclusión de que eso es imposible para el hombre, ya que solo
Dios en su infinito poder podría hacerlo por ser nuestro creador, pero como él nos dio
libre albedrío, esto es la facultad que todos tenemos para decidir si hacemos el bien o
mal, por lo tanto esto significa que siempre va ha haber alguien que quiera defraudar,
sin importar lo que nos dice Dios en su palabra: “Sabe bien el pan que se consigue
estafando a los demás, pero después será como llenarse la boca de arena” (Proverbios
20:17). También lo podemos decir de otra forma mas practica, cuando lleguemos a la
presencia de Dios, ahí él nos va a juzgar por todos nuestros actos buenos o malos,
pero en tanto estamos aquí en la tierra, Dios nos ha dado leyes para que nosotros
hagamos justicia.

Es por ello que después de largos pensamientos buscando la forma de erradicar


estos ilícitos, y después de analizar a detalle el contrato de seguro, llego a otra
conclusión, de que este por sus características y elementos reales, no es posible
cambiarlo de tal forma que deje de ser vulnerable (suprimir la buena fe por ejemplo),
porque si así fuera este ya no sería un contrato de seguro, por lo tanto no podemos
variar su forma, ¿entonces cual es la solución?

También medité sobre la idiosincrasia de nosotros como mexicanos, porque


lamentablemente somos un país que en determinada circunstancia no vemos mal el
mal mismo, tan es así que aceptamos la corrupción como una forma de vida, y
aceptamos lo que hace la gente para no perder un bien, o su patrimonio, aun cuando
esto sea por medio de un fraude a una aseguradora. ¿Quién que haya trabajado en
una aseguradora no ha sido inquirido por algún pariente, amigo o conocido, para
conseguir un seguro para un automóvil siniestrado? Te lo llegan a preguntar de una
manera tan natural, como si no estuvieran proponiendo un fraude. Ya depende de uno
si quiere exponerse para ayudarlo, o si le llamas a las cosas por su nombre y le
contestas que eso que te está proponiendo no es una travesura sino que es un fraude
y que podría ir a la cárcel, como me pasó con el hermano de un amigo, quién se
ofendió tanto que hasta dejó de hablarme por un tiempo cuando le respondí de esa
manera. Así es, los mexicanos no vamos a dejar de ser como en las películas de Pedro
Infante, parranderos, mentirosos, etc., mientras no nos propongamos a cambiar
nuestra manera de pensar.

Es por esta razón que decidí buscar la respuesta a esta interrogante en mi


campo, que es el derecho, y recordar lo que un investigador en seguros y buen amigo
dice con respecto al modo de actuar de la gente: “El ser humano tiene dos miedos,
miedo a Dios y miedo a ir a la cárcel, pero como a Dios no se le ve solo hasta que uno
muere, por lo que los pecados se le pagan hasta que uno esta en el cielo, entonces
solo nos queda verdaderamente un temor, y este es el miedo de ser encarcelado”.

25
Entonces me senté a reflexionar cuál es la razón por la que tan poco éxito
tenemos los abogados que trabajamos en un jurídico de una aseguradora, o los
despachos externos de estás, ya que se pierden la mayoría de los casos, tanto en
materia penal como en la civil mercantil. ¿Es que acaso somos tan malos los
abogados? La respuesta es que si se pudieran haber perdido algunos casos por
descuidos totalmente imputables al litigante, pero esto no es el factor común.

El verdadero problema es que por décadas se dejó que las lagunas en la ley
fueran llenadas por una cantidad enorme de jurisprudencias con las cuales los jueces
le otorgan la razón en casi la mayoría de los casos a los asegurados, y las
aseguradoras se han quedado con los brazos cruzados viendo como son descalificados
en la mayoría de los asuntos.

Lo invito a que busque en la ley penal, o sea en los diferentes Códigos Penales
del país el delito de “fraude en seguros” y le aseguro que no lo va a encontrar porque
yo ya lo hice y no obtuve nada, eso nos da la respuesta que buscamos, y esta es que
debemos hacer que exista jurídicamente “el delito de fraude en seguros”, con la
finalidad de que este se encuadre al tipo penal específico, así también dejarán de tener
vigencia todas esas jurisprudencias que nos han afectado, y no incurriríamos
constantemente en la violación al precepto contenido en el artículo 14 de nuestra
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dice:

Artículo 14.- A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de


persona alguna.
Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades,
posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.
En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por
simple analogía, y aun por mayoría de razón, pena alguna que no esté
decretada por una ley exactamente aplicable al delito que se trata.
En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser
conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se
fundará en los principios generales del derecho.

Vemos como sí es necesario legislar específicamente, toda vez que “si no hay
delito, no hay delincuente”, por lo mismo es anticonstitucional juzgar a alguién de esta
manera, y ya no veríamos lo que ocurre cotidianamente, que si un defraudador en
seguros, realiza todos los actos para engañar a la aseguradora y obtener un lucro
indebido, y en el caso de que llegara a ser descubierto, en vez de ser encarcelado
como consecuencia de sus actos, lo que pasa como consecuencia a la legislación
actual, es que la aseguradora únicamente le podría responder de la manera siguiente:
“Señor, Su contrato esta rescindido porque intentó defraudar a la aseguradora, lo
sentimos mucho, mejor suerte para la próxima”; o que, “lo sentimos mucho, pero es
improcedente el pago porque desafortunadamente descubrimos que las facturas son
apócrifas”; etcétera, dando pie a que el asegurado deshonesto se indigne, decida
demanda y hasta gane el juicio en contra de la aseguradora.

Es por ello que propongo las siguientes medidas concretas, las cuales considero
fehacientemente de que sí van a reducir el fraude en las compañías de seguros,
haciendo esta pequeña reflexión: ”Si el Contrato de Seguro y el delito de fraude son
dos entes netamente jurídicos, luego entonces la solución al problema que nos

26
planteamos al inicio de este trabajo, también tiene que darse dentro de este ámbito
legal”.

MEDIDAS PARA PREVENIR EL FRAUDE EN SEGUROS.

1.- PROVOCAR QUE SE LEGISLE EN LA LEY SOBRE EL CONTRATO DE SEGURO.-


Como hemos analizado en los puntos precedentes, es necesario que en la Ley se
contemple el delito específico de fraude en los seguros, ya que como hemos analizado,
el delito de fraude genérico no contempla todos los elementos que se dan cuando un
asegurado o beneficiario con la intención de cobrar una póliza de seguro en sus
distintas facetas, realiza una serie de acciones u omisiones dolosas para lograr su
cometido. Es por ello que surge la necesidad de modificar los artículos que prevé esta
ley referentes al dolo, omisión o engaño de los asegurados, para que las acepciones de
estos no se queden únicamente en el ámbito civil, sino que lleguen más allá hasta el
punto penal, pero para esto es necesario adicionar la Ley Sobre el Contrato de Seguro,
con un capítulo referente a los delitos especiales de fraude en las compañías de
seguro.

Al respecto, el Lic. Miguel Ángel García Domínguez, en su obra titulada: “L OS


DELITOS ESPECIALES FEDERALES”, NOS COMENTA EN RELACION A ESTE TIPO DE DELITOS : “El
Código Penal no agota todo el contenido del derecho penal; en el sistema jurídico
mexicano existe un enorme número de normas extravagantes en relación con el
Código Penal, los cuales constituyen un complejo heterogéneo al cual se suele
denominar delitos especiales o derecho penal especial”.

Por lo que, si se han contemplado delitos específicos en diversas Leyes


Federales, no vemos porque no se pueda hacer lo propio en la Ley Sobre el Contrato
de Seguro, y añadir un capítulo de delitos y penas, con la finalidad de que sean
específicos para nuestra materia, ya que como hemos visto, no tenemos ese delito que
se encuadre en el tipo contemplado por los Códigos Penales del distrito Federal y de
los Estados de la República, esto también sería otra ventaja, ya que se aplicaría una
sola Ley dentro de un mismo procedimiento aplicable en todo el País.

Esto lo visualizo como una figura jurídica necesaria, reiterando un poco con
insistencia, que ni el Código penal, ni la Ley Sobre el Contrato de Seguro, ni las
Condiciones Generales del Seguro, definen o tipifican en toda su dimensión al Delito de
Fraude de Seguros, razón por la que si se incluye en nuestra Ley, este se definiría con
todos los elementos que lo constituyen y que son específicos y además diferentes al
tipo de fraude genérico. Por otra parte, también se dejarían asentados los
procedimientos a seguir para la integración de la averiguación previa, que tendría que
seguirse ante la Procuraduría General de la República, ya que sería un delito de índole
federal.

En virtud de lo anterior, reconociendo que el suscrito no tiene experiencia en


legislar, nos vamos a animar ha hacer una propuesta de los artículos mínimos
necesarios, aclarando que una vez todos estemos de acuerdo y decidamos trabajar en
implementar lo anterior, dichos artículos son en todos sentidos perfectibles, ya que lo
único que pretendo es proponer la base para que a partir de esta se trabaje sobre algo
en concreto, ya que no quiero ser como las personas que se la pasan criticando lo que
tenemos, pero que no proponen nada para mejorarlo. Por lo anterior, la redacción de

27
los artículos se sugiere se agreguen en la parte final de la Ley Sobre el Contrato de
Seguro, son los siguientes:

Artículo 197.- “Comete el delito de Fraude en seguros, el asegurado,


y/o contratante de la póliza, y/o beneficiario, que con la finalidad de obtener el
pago de la suma asegurada, o la indemnización prevista en la póliza de seguro,
llámese el servicio médico, o la reparación de daños, o cualquier otro beneficio
derivado del contrato de seguro, por el cual la compañía aseguradora deba
desembolsar un pago por el mismo, aun cuando no lo hubiera efectuado
todavía, basta con la sola reclamación del pago presentada por escrito por sí o a
nombre del asegurado o beneficiario, realice para obtener este, dolo, engaño,
omisión, simulación, u otra causa análoga, se le impondrá la pena de prisión de
cinco a once años, y además la condena a la reparación del daño
correspondiente al pago del 20% de la reclamación.

Artículo 198. – “Se equipara al delito de fraude en seguros, y se


sanciona con las mismas penas previstas en el artículo anterior, al asegurado
y/o beneficiario y/o contratante del seguro, que con la finalidad de cobrar una
póliza de seguro o beneficiarse del servicio previsto por esta, realice alguna de
las siguientes conductas:
- Exhiba para la comprobación de la reclamación del siniestro,
documentos apócrifos, facturas de propiedad falsas, facturas alteradas, o
cualquier otro tipo de alteración en la documentación comprobatoria. Se
presume que tenía conocimiento de que dichas facturas son apócrifas en virtud
de que debía haberlas llevado a la Procuraduría de Justicia para cerciorarse de
su legitimación al adquirir el bien mueble que ampara dicho documento, previo
a presentarlas a la aseguradora.
- Que omita datos importantes en la apreciación del riesgo en la contratación de
la póliza, que de haberlos conocido la aseguradora no habría celebrado el
contrato de seguro. Se presume que hay dolo en la omisión toda vez que el
asegurado conocía el daño.
- Que en los seguros de vida o gastos médicos mayores, el asegurado ya
conociera de su enfermedad y no la hubiera declarado a la aseguradora. Se
presume que el beneficiario conocía de la enfermedad del asegurado sí vivían
juntos.
- Que el automóvil asegurado ya estuviera siniestrado antes de la contratación
de la póliza del seguro. Se presume que hay engaño a la aseguradora en virtud
de que ya conocía que estaba siniestrado porque el siniestro fue antes de la
contratación del seguro.
- Que en la reclamación de daños por incendio se encuentren evidencias de que
el mismo fue intencional, provocado con algún tipo de acelerantes. Se presume
que el asegurado participó en el siniestro en virtud de que es beneficiario de la
póliza.
- Que en la reclamación de daños, el asegurado omita entregar la contabilidad
completa, que solo exhiba los activos y no así los pasivos. Se presume que
hay dolo por querer obtener un lucro indebido al omitir esta información.
- Que suplante a la persona asegurada, para hacer creer a la aseguradora que
el asegurado murió, o sufrió un accidente o enfermedad en los seguros de vida
o gastos médicos mayores. Se presume el dolo y participación del asegurado en
virtud de que se presentó la reclamación de cobro a la aseguradora y es
beneficiario de la misma.
- Que con la finalidad de que no se comprueben las causas del siniestro, omita
dar aviso a la aseguradora inmediatamente que conozca de este, con la

28
finalidad de que no se comprueben las causas del siniestro y se pierdan
evidencias. Se presume que hay dolo del asegurado en virtud de que se
presentó la reclamación de cobro a la aseguradora posterior a la desaparición
de las evidencias”.

2.- MODIFICAR LAS CONDICIONES GENERALES DE LA PÓLIZA.- Es necesario


para la aseguradora modificar las cláusulas relativas al fraude, debiendo especificar lo
que para la compañía es un fraude, acorde a los delitos especiales en la Ley Sobre el
Contrato de Seguro, que se pretende modificar. Se deben incluir sanciones de tipo
penal, y excluir el pago específicamente en cada caso de fraude conocido.

La aseguradora debe contar con un Dictaminador Jurídico en Seguros,


debidamente Registrado ante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, con amplia
experiencia en el litigio penal, con la finalidad de que redacte las cláusulas del fraude
en todas las pólizas de la aseguradora, para que sean aprobadas por la C.N.S.F.

Un punto muy importante que me voy atrever a mencionar con el debido


respeto, es que las aseguradoras así como todo el sector, han descuidado mucho la
proliferación de las jurisprudencias que van contra el sentido de la Ley Sobre el
Contrato de Seguro, ya que como hemos visto a lo largo del presente trabajo, hay
muchas tesis de jurisprudencia que afectan a las aseguradoras en casi todas sus áreas,
razón por demás necesaria para que las condiciones generales de las pólizas prevean
las cláusulas y exclusiones necesarias para contrarrestar la influencia negativa de
estas, para no dar lugar a que los asegurados sigan obteniendo los pagos con apoyo y
fundamento a estos criterios de nuestros más altos tribunales por medio de demandas
ordinarias mercantiles, esto en virtud de las grandes lagunas que hay en la ley, pero
buena parte de ellas se pueden prevenir si se trabaja con un Dictaminador Jurídico
especialista en la materia.

También de igual forma, es muy importante que además de que se modifiquen


las cláusulas y definiciones, también se deben modificar las exclusiones generales y las
específicas, toda vez que el criterio de los Jueces es que “la aseguradora deberá cubrir
todo lo que no esté excluido”, de tal forma que si la empresa pensó que al no incluir un
tipo de cobertura significaba que no tendría porque cubrirla, pero nuestra justicia
indica lo contrario, como podemos ver en estas jurisprudencias que dicen:

SEGURO, CONTRATO DE. LO QUE NO ESTA CLARAMENTE EXCLUIDO,


DEBE CONSIDERARSE CUBIERTO.
Si en una parte del contrato referido se dice de manera expresa que cubre los
bienes propiedad del asegurado o que el mismo tenga bajo su cuidado por
cuenta ajena y por los cuales sea legalmente responsable y en otra parte al
hacer referencia a un edificio añade la expresión "propiedad del asegurado" no
puede decirse que en un edificio que no era de su propiedad pero del que sí era
legalmente responsable al grado de que fue condenado en un juicio anterior con
motivo de un siniestro, no hubiera quedado cubierto por el seguro, puesto que
el artículo 59 de la Ley del Contrato de Seguro exige que cualquier exclusión
debe ser formulada de manera precisa lo que coincide con la doctrina que, al
respecto, establece que la exclusión para que tenga valor jurídico, debe ser
formulada en términos precisos y no equívocos y que cuando hay duda, como
ocurre en la hipótesis examinada, el caso debe ser considerado como cubierto

29
pues el asegurado se debe poder basar en el principio de que lo que no está
claramente excluido, está comprendido en el seguro.
3a.
Amparo directo 5801/86. Surgimex, S.A. 5 de marzo de 1987. Unanimidad
de 4 votos. Ponente: José Manuel Villagordoa Lozano.
Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Séptima
Epoca. Volumen 217-228 Cuarta Parte. Pág. 298. Tesis Aislada.

SEGURO, CONTRATO DE. LA EXCLUSION DE RIESGOS DEBE HACERSE


CONSTAR EXPRESAMENTE.
Conforme al artículo 59 de la Ley del Contrato de Seguros, la empresa
aseguradora responderá de todos los riesgos cuyas consecuencias se hubiesen
asegurado "a menos que el contrato excluya, de una manera precisa,
determinados acontecimientos". Este precepto legal exige que en los contratos
de seguros, en caso de que se pacte la exclusión para la aseguradora con
respecto a determinados riesgos, es necesario que se establezcan
expresamente, no tácitamente, y con toda precisión, los acontecimientos
excluidos.
5a.
Amparo directo 1790/67. "La Libertad", Cía. General de Seguros, S. A. 28
de julio de 1970. Mayoría de 3 votos. Disidente: Salvador Mondragón
Guerra.
Instancia: Sala auxiliar. Fuente: Semanario Judicial de la Federación,
Séptima Epoca. Volumen 19 Séptima Parte. Pág. 59. Tesis Aislada.

3.- SUSCRIBIR LAS POLIZAS CON MAYOR CUIDADO.- Sabemos que hoy en día es
suscribir las pólizas con mayor prontitud es una fortaleza para una aseguradora, y que
es también una exigencia de la fuerza productora que la suscripción se haga lo más
pronto posible, si es de un día para otro es mejor. Pero esto también es aprovechado
por el defraudador, ya que va a presionar para que la póliza se expida para poder
realizar su plan indebido. Por lo que, no obstante que el contrato de seguro es de
buena fe como ya vimos antes, sí es importante que la aseguradora tome en cuenta
que al defraudador poco o nada le va a importar que la aseguradora pierda la
confianza en él, sobre todo si ya cobró el seguro, razón por la que se deben tomar en
cuenta detalles para cada tipo de seguro, por ejemplo en el seguro de automóviles ver
físicamente el vehículo en lo posible, en los seguros de vida y gastos médicos mayores
realizar un cuestionario médico acorde a estos tiempos y cuando se tenga dudas
realizar exámenes médicos a los posibles contratantes, y en los seguros de daños
tratar de cerciorarse de la mercancía y contenidos que se van ha asegurar. Creo que
una buena suscripción no esta peleada con la emisión pronta de la póliza, y el área de
ventas debe apoyar en lo posible para suscribir sanamente.

4.- ACTUAR ENÉRGICAMENTE EN CADA FRAUDE DETECTADO.- Una vez que ya


se tiene la certeza de que la aseguradora fue o pretende ser defraudada, se tiene que
actuar en consecuencia y denunciar el fraude, con la finalidad de comenzar a crear
precedentes para que estos estafadores piensen dos veces antes de planear el ilícito.
También hay que pugnar porque se imponga al asegurado infiel, el pago del 20% de
la suma asegurada como penalización por daños y perjuicios (incluirlo en las
modificaciones a la Ley y a las condiciones generales), para que con dicha cantidad se
puedan cubrir los honorarios de los abogados que van a proceder penal y civilmente,

30
así como de los investigadores que proporcionan los elementos para proceder
jurídicamente.

5.- CAPACITAR UN EQUIPO EN LA ASEGURADORA PARA HACER FRENTE A LOS


FRAUDES.- Las aseguradoras deben contar con un equipo para hacer frente a los
fraudes, integrado por: un abogado especialista en seguros y el procedimiento penal
específico, un investigador en seguros que conozca de derecho para conseguir los
elementos necesarios para proceder, peritos especializados según sea la materia (en:
incendio, grafoscopía, documentoscopía, criminalistica, etc.), ajustadores
especializados en el ramo, médicos dictaminadores. El equipo debe trabajar en
coordinación con las áreas de siniestros de las aseguradoras.

6.- LA RETROALIMENTACIÓN DEBE SER OBLIGATORIA.- La C.N.S.F. debe


ordenar a las instituciones que informen inmediatamente después de tener
conocimiento de un fraude, con la finalidad de crear una base de datos para que esta
información esté disponible para todas las aseguradoras y evitar que esta misma
persona defraude a mas compañías. Además es importante conocer el modus operandi
del defraudador, con la finalidad de crear estrategias para casos futuros.

7.- REALIZAR UNA CAMPAÑA EN MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN.- Es


importante realizar una campaña publicitaria, por varios motivos. Uno de ellos es para
dar a conocer a los jueces y al público en general que las aseguradoras sí pagan sus
siniestros. Otro punto importante es para enviar un mensaje a los defraudadores
haciéndoles ver que existe unión en el sector y que ya no están dispuestos a dejar que
continúen afectando al sector por medio de sus fraudes, y que estos se van a perseguir
hasta sus últimas consecuencias.

31
B I B L I O G R A F I A.

- DICCIONARIO DEL BUFETE JURIDICO.

- TESIS PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADO EN DERECHO: “LA


PROBLEMATICA DE LOS DELITOS PATRIMONIALES COMETIDOS POR
LOS AGENTES DE VENTAS EN LAS COMPAÑIAS DE SEGUROS”. Pedro
Augusto Vázquez Domínguez.

- EL CONTRATO DEL SEGURO. Luis Ruiz Rueda.

- LOS DELITOS ESPECIALES FEDERALES. Miguel Ángel García Domínguez.

- EL FRAUDE. Jesús Zamora- Pierce.

- COMPILACION DE TESIS DE JURISPRUDENCIA EN MATERIA DE


SEGUROS. Reaseguradota Alianza.

- LA INSTITUCION DEL SEGURO EN MEXICO. Octavio Guillermo de Jesús


Sánchez Flores.

- MANUAL TEORICO Y PRACTICO DE SEGUROS. José de Jesús Martínez Gil.

- CONDICIONES GENERALES DE AUTOMOVILES. Seguros Inbursa.

- LEY SOBRE EL CONTRATO DEL SEGURO.

- CODIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL.

- CODIGO PENAL FEDERAL.

- JURISPRUDENCIAS DE LA SUPERMA CORTE DE JUSTICIA DE LA


NACION.

- COMPENDIO JURISPRUDENCIAL Y MARCO LEGAL EN MATERIA DE


SEGUROS. Swiss Re.

- LA SANTA BIBLIA. La palabra de Dios para todos.

- CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

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