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Medidas para Prevenir El Fraude en Las
Medidas para Prevenir El Fraude en Las
TEMA:
SEUDONIMO: “JABES”.
I N T R O D U C C I O N.
Las medidas que vamos a proponer son de naturaleza jurídica, toda vez que el
origen de la problemática es también de esta naturaleza, esperamos que sea de
utilidad tanto a las Instituciones de Seguros, como a la Comisión Nacional de Seguros
y Fianzas y asociaciones como la A.M.I.S.
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CAPITULO I.
Existe una gran diversidad de fraudes a los que deben enfrentarse las
compañías de seguros, tantos que hoy tal vez estén sufriendo uno y ni siquiera lo
sepan, ya que el fraude es como un cáncer, al que muchas veces cuando lo descubres
ya no tiene remedio.
El ramo de automóviles es el más golpeado por este ilícito, quizá sea por que es
el que tiene mayor siniestralidad que los otros, es por ello que las aseguradoras se
deben poner muy atentas tanto al momento de suscribir las pólizas, como al momento
de la reclamación del seguro.
Un fraude que es muy común, es cuando una persona que no tiene asegurado
su vehículo, sufre un siniestro, ya sean daños materiales o robo del mismo, y ve la
forma de que la aseguradora pague con el seguro de otro vehículo que sí esta
asegurado, declarando a la institución que el daño lo ocasionó con el vehículo
asegurado. Va a ser muy difícil probarlo porque ambos están de acuerdo, por lo que se
deben tratar de interrogarlos para tratar de encontrar contradicciones en sus
declaraciones, y buscar testigos en el lugar en donde dicen que ocurrió dicho supuesto
siniestro.
Otro caso que fue ha sido muy común en la zona fronteriza al norte de México,
es el robo de vehículos fronterizos (vehículos americanos usados importados para
circular en la franja fronteriza), toda vez que estos son mucho más baratos que los de
fabricación nacional, sin embargo tienden a depreciarse mucho más que los nacionales,
razón por la que existe demasiada oferta y muy poca demanda, entonces los
defraudadores aseguran los vehículos y se los “auto-roban”, con la finalidad de que la
aseguradora los indemnice. Esta indemnización es como de un 50% a un 100% mayor
al valor comercial de dichos vehículos en la frontera, lo que por supuesto es una
tentación muy grande para los asegurados inmorales.
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los llevan al lugar del siniestro, les tomaban fotos, llenan la declaración del siniestro, y
finalmente cobraban el seguro, haciendo esto en decenas de veces.
Otro tipo de fraude es por parte de los proveedores, o sea de los talleres
mecánicos, quienes muchas veces cuentan con la complicidad del supervisor de
siniestros, quienes al momento de reparar los vehículos siniestrados, en lugar de poner
piezas del fabricante originales, usan piezas de origen taiwanés, pero las cobran como
si fueran originales, obteniendo de esa forma un lucro indebido, engañando a la
aseguradora la cual de esta forma ve mermado su capital e incrementa su
siniestralidad.
En los seguros de vida se han dado los fraudes mas increíbles y hasta malévolos
que puedan existir, propios de una película de suspenso, porque para lograrloslos
asegurados y/o beneficiarios de la póliza, planearon con todo detalle los mas
espeluznantes homicidios, con la finalidad de obtener grandes sumas de dinero por
medio de contratos de seguros de vida.
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Los llamados “Muertos Vivos”, se ha conocido así a este tipo de fraude, en
donde el supuesto muerto es el que esta cobrando el seguro, y son aquellos fraudes en
los cuales una persona logra conseguir una póliza de un seguro de vida, con una o
varias compañías de seguro, y posteriormente un “beneficiario” hace las reclamaciones
a las instituciones, obteniendo en la gran mayoría de los casos las indemnizaciones
correspondientes, por medio del engaño a las compañías. Esta planeación empieza
primero con la designación de la persona a nombre de quién va a quedar el seguro de
vida individual, este es el asegurado y/o contratante, quien va a presentar datos
falsos sobre su identidad y ocupación. Generalmente presentan datos domiciliarios de
una casa lujosa en un buen fraccionamiento, y de ocupación empresario.
Por último, una vez que el defraudador ya cuenta con la póliza de seguro
debidamente expedida, es decir físicamente, planea el tiempo preciso para presentar
la reclamación de siniestro por parte del beneficiario por la muerte del contratante.
Este paso es el más macabro, porque se ha dado el caso de que asesinan a una
persona a quien hacen pasar por el asegurado, con la única finalidad de cobrar los
seguros. En otros casos, solo consiguen por medio del soborno, un acta de defunción
falsa. En caso de la aseguradora se percate y rechace el siniestro, debido a la débil
legislación, van a demandar y la mayor parte de las veces ganan los juicios debido a
las ventajas legales que la ley y la jurisprudencia les otorga. Veamos como esta otra
jurisprudencia es usada para confundir hasta al mas conocedor de los jueces, y dice
así:
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T.C.
Amparo directo 291/93. Seguros de la República, S.A. 25 de febrero de
1993. Mayoría de votos. Ponente: José Becerra Santiago. Disidente:
Manuel Ernesto Saloma Vera. Secretario: Gustavo Sosa Ortiz.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación, Octava Epoca. Tomo XI, Junio de 1993. Pág. 244. Tesis Aislada.
Otro tipo de fraude que se da en los seguros de vida, es cuando el contratante
ya “sabe que se va a morir”, y por eso contrata la póliza de seguro. Aquí puede ser
que el contratante sepa médicamente que tiene una enfermedad en fase terminal, y no
quiere dejar desamparada a su familia. Entonces contrata el seguro de vida y omite
declarar que esta enfermo, y niega todo lo referente a su salud en el cuestionario
médico. Si el contratante muere antes de los dos años, entonces la beneficiaria va a
conseguir un acta de defunción donde niegue las verdaderas causas de la muerte, para
efectos de no ser descubierta por el área de siniestros de la aseguradora. Aún en el
caso de que la aseguradora obtenga la información por parte del médico que
diagnóstico la enfermedad terminal al asegurado, existen “Jurisprudencias” que apoyan
a los asegurados, ya que el criterio de la corte define que el asegurado no es perito
médico para conocer su enfermedad, y el beneficiario en un juicio siempre va a negar
que supiera que su cónyuge estaba enfermo, por lo tanto en la demanda ordinaria
mercantil el Juez va a condenar a la aseguradora al pago. Tendría la aseguradora que
demostrar, ya sea con testigos o con pruebas documentales públicas, que el
beneficiario también conocía la enfermedad del asegurado. Veamos la jurisprudencia,
que a la letra dice:
“El fraude del asegurado que ya estaba enfermo”, siendo este similar al del
seguro de vida, es cuando el asegurado ya tiene un diagnostico médico de una
enfermedad grave, que sabe que le va a costar mucho dinero y no cuenta con seguro
médico ni asistencia social, por lo que consigue el seguro, negando en el cuestionario
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médico todo lo referente a su enfermedad. La compañía sospecha y puede negar el
pago, pero aún teniendo pruebas médicas de que el asegurado ya conocía de su
enfermedad desde antes de la contratación de la póliza, es aplicable la jurisprudencia
citada en el seguro de vida, que establece que el asegurado debe conocer de la
enfermedad y además la aseguradora debe acreditar que el asegurado realizó gastos
médicos relacionados a esta enfermedad. Sobre el particular, en la actualidad se da el
caso de que el médico proteja a su paciente y se preste para dar fechas acordes a la
contratación del seguro, en este caso el médico también es sujeto activo en el delito de
fraude, pero por lo mismo va a ser doblemente difícil probarlo.
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AMPARO EN REVISION 517/76 ALVARO IAN RODRIGUEZ MANZIN. 19
DE OCTUBRE DE 1976, UNANIMIDAD DE VOTOS. PONENTE: GUILLERMO
GUZMAN OROZCO PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.
TRIBUNAL COLEGIADOS. SEPTIMOA EPOCA. VOL. SEMESTRAL 91- 96.
SEXTA PARTE, PAG. 197.
Hubo un caso de fraude que me llamó mucho la atención, fue cometido por un
médico de convenio con la aseguradora, quién cuando le llegaban pacientes, tenía el
descaro de sacar radiografías con el tobillo del pie vendados con clavos por fuera, de
modo que al imprimir la radiografía pareciera que los clavos estaban clavados al
hueso, y así enviaba los recibos a las aseguradoras como si hubiera practicado una
cirugía. Este médico tuvo el descaro de operar a una asegurada de la columna y
ponerle clavos reales cuando esta no los necesitaba, dejándola prácticamente invalida.
Todo esto con la finalidad de cobrar a la aseguradora sus honorarios profesionales.
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momento en que le reporten el siniestro, se trasladen al lugar de los hechos el perito
en incendios, el ajustador especializado en incendios, el investigador especializado y
un abogado, para que puedan recabar toda la evidencia que posteriormente les va a
servir para no pagar la indemnización. Fundamenta lo anterior la siguiente tesis de
jurisprudencia que dice:
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SEGURO, LEY SOBRE EL CONTRATO DE. ARTICULO 70, PRIMERA PARTE.
SU INTERPRETACION.
Lo que sanciona la primera parte del artículo 70 de la Ley sobre el Contrato de
Seguro con la decadencia o extinción de las obligaciones de la aseguradora, no
es la mera exageración de los daños sufridos por el asegurado con motivo del
siniestro ocurrido; sino la conducta fraudulenta mediante la cual se pretende
hacer incurrir en error a la empresa. Ciertamente, de acuerdo con una recta
interpretación de la primera parte de la disposición legal anteriormente
invocada, este precepto exclusivamente se refiere a las circunstancias o hechos
determinantes del siniestro; pero no al monto de los daños, cuya exageración,
de existir, obviamente puede moderarse a través del procedimiento arbitral o
judicial que en derecho deba seguirse. Sostener que la sola exageración del
daño asimismo conduce a la extinción o decadencia de las obligaciones de la
aseguradora, es desconocer el principio de justicia de que aquélla debe hacer de
buena fe el pago de los daños causados por el siniestro y de que, si
excepcionalmente se llegare a juicio, la aseguradora tiene a su alcance la
excepción de plus petitio, oponible sin salvedad alguna por el demandado en
todo proceso civil sobre pago de pesos, a través de la cual, de ser procedente y
probada adecuadamente, se llega a una justa determinación del cuantum de los
daños realmente causados; por lo que, en caso de que se haya opuesto tal
excepción, es problema diverso, controvertible y sujeto por esto a prueba,
determinar el monto del siniestro, o sea, el valor de los bienes asegurados y la
cuantía de los mismos, ya que, como se ha dicho, la mera exageración de los
daños no es en sí misma lo que sanciona la ley con la extinción de las
obligaciones pactadas. La interpretación contraria que pretende apoyarse en la
letra de expresiones aisladas de la norma, no es jurídicamente admisible por
estar en pugna con el espíritu de justicia que anima el ordenamiento de que
aquella forma parte y por que desnaturaliza la excepción de "plus petitio", al
transformar la reducción de lo demandado en extinción de la obligación
contraída.
2a.
Amparo en revisión 344/69. Roberto Reyes. 28 de febrero de 1972. 5
votos. Ponente: Jorge Saracho Alvarez.
Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación,
Séptima Epoca. Volumen 38 Tercera Parte. Pág. 103. Tesis Aislada.
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numeral 1194 del Código de Comercio, que dispone que el actor debe probar su
acción y el demandado sus excepciones; de tal manera que no es válido que la
aseguradora enjuiciada pretenda trasladar a la enjuiciante, la obligación de
acreditar sus excepciones, lo cual es insostenible jurídicamente, en términos de
la última disposición legal en cita, dado que la verdadera intención del legislador
en relación con las disposiciones legales invocadas de la Ley sobre el Contrato
de Seguro, no fue en manera alguna que las instituciones aseguradoras
eludieran el cumplimiento de sus obligaciones previstas en los contratos de
seguros.
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
I.6o.C.392 C
Amparo directo 3626/2005. Seguros Bital, S.A. de C.V., Grupo Financiero
Bital. 23 de junio de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: María Soledad
Hernández de Mosqueda. Secretario: Jorge Santiago Chong Gutiérrez.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo XXIII, Marzo de
2006. Pág. 1969. Tesis Aislada.
Como el pago del seguro beneficia al asegurado, quien tiene en su poder las
cosas aseguradas, es evidente que una vez producido el siniestro, la
comprobación del monto del daño ocasionado, para ajustar el monto de la
reparación a cargo de la aseguradora, debe ser muy rigurosa y acuciosa, a fin
de evitar la sospecha de que el asegurado haya provocado deliberadamente el
siniestro, previa la sustracción de parte de la mercancía asegurada, para
obtener de ese modo un lucro indebido. De aquí que en esas circunstancias, sea
pertinente apreciar con recelo las pruebas documentales que aporte el propio
asegurado o bien los asientos de los libros de su contabilidad, que, por ser obra
suya, sólo podrán utilizarse en su perjuicio, más no en su beneficio, a menos de
que vengan acompañados por otras pruebas circunstanciales que no dejen lugar
a duda sobre el monto de los daños.
3a.
Amparo directo 7249/80. Gerardo Maysen Giacoman. 10 de septiembre de
1984. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón.
Sexta Epoca, Cuarta Parte:
Volumen CXXVIII, pág. 103. Amparo directo 3408/67. Jesús Antonio
Esteban Hiarmes. 14 de febrero de 1968. 5 votos. Ponente: Mariano
Azuela.
Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación,
Séptima Epoca. Volumen 187-192 Cuarta Parte. Pág. 181. Tesis Aislada.
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ya que en base a preguntas que le formule, puede hacer caer en contradicción al
asegurado, logrando que se desista de su reclamación.
Este tipo de fraudes se llega a dar por lo poco común que son para la mayor
parte de la gente, el uso de aviones particulares o embarcaciones, incluso para
grandes aseguradoras, las cuales no tienen gente especializada para atender este tipo
de siniestros. Por lo que es fácil asegurar aparatos casi inservibles y siniestrarlos o
simular el accidente o la pérdida, y cobrar grandes sumas de dinero.
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hechos anteriores sería causa de rescisión del contrato atendiendo al
mandamiento del artículo 47 de la ley en consulta.
3a.
Amparo directo 5451/60/1ra. "Seguros Progreso", S. A. 12 de enero de
1962. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Mariano Azuela.
Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Sexta
Epoca. Volumen LV, Cuarta Parte. Pág. 55. Tesis Aislada.
Este tipo de fraude es muy fácil de darse por ejemplo cuando se aseguran
sementales bovinos, toda vez que es muy difícil distinguir entre un animal y otro, por
eso debe de hacerse una muy buena suscripción para poder distinguir los animales que
se van a asegurar y también para saber la edad y sobre todo la salud de los mismos.
Aquí me ha tocado saber que la aseguradora paga por la muerte del semental,
muchas veces sin siquiera ir al rancho a ver físicamente el mismo, el cual por supuesto
que no se ha muerto o enfermado, obteniendo el asegurado un lucro indebido en
perjuicio de la aseguradora.
Algo similar sucede con las cosechas, la gente de siniestros no sabe distinguir
entre una parcela y otra, y se ha dado el caso de que reclaman una que ni siquiera es
del asegurado ni mucho menos estuvo asegurada, y le pagan por una quemazón.
Una vez que ya vimos el panorama general del fraude, el cual puede ser como
localizar una balsa en medio del océano, vamos a pasar en el capítulo siguiente, a
analizar algo que hace que la aseguradora sienta frustración, que es cuando ya se
descubrió el fraude, y se tiene la expectativa de contar con todos los elementos para
no pagar y además para meter a la cárcel al asegurado infiel, pero al final en infinidad
de veces se obtiene lo contrario, veamos porque.
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CAPITULO II.
I.- EL FRAUDE.-
Como vimos en el capítulo anterior, hay infinidad de fraudes que se dan en las
aseguradoras, que además de ninguna manera se establece que son todos, ya que eso
lo determina el mismo defraudador, quien tratará de obtener el lucro de diversas
formas, por lo que se debe ir delante de ellos, tratando de pensar de que forma van a
intentar el ilícito, para frenarlo y evitar así que se lleve a cabo.
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El diccionario Bufete Jurídico define de la siguiente forma al fraude:
Fraude
{Derecho}Sustraerse maliciosamente a las normas de la ley o del contrato en perjuicio
de alguien. Es una de las causas de nulidad de los actos jurídicos. || (del lat. fraus,
fraudis.) m. Engaño o inexactitud consciente que produce o prepara un daño
generalmente material. || Acción del deudor que enajena bienes y así perjudica a sus
acreedores.
[sust. masc.]Engaño, acción contraria a la verdad o a la rectitud.
•{Derecho}Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos
públicos, y aun de algunos privados confabulándose con la representación de los
intereses opuestos.
•{Derecho}Acción encaminada a eludir cualquier disposición legal, ya sea esta fiscal,
penal o civil, siempre que con ello se produzca perjuicio contra el Estado o contra
terceros. En general es circunstancia agravante.
•En fraude de acreedores. {Derecho}Se dice de los actos del deudor, generalmente
simulados y rescindibles, que dejan al acreedor sin medio de cobrar lo que se le debe.
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sujeto pasivo, creyendo que existe algo que no existe, realiza determinada
actividad en provecho del individuo que lo lleva a la concepción falaz; en tanto
que el elemento aprovechamiento de error, no lleva a una concepción falaz de
la realidad, sino que la tiene el sujeto pasivo y la aprovecha el sujeto activo
para lograr un lucro indebido. Así pues, el aprovechamiento de error en que
pueda hallarse el sujeto pasivo conforme a nuestra legislación, es ya suficiente
para integrar la conducta ejecutiva del delito de fraude.
1a.
Amparo directo 5309/66. Casandra Guadalupe Martínez Martínez. 20 de
enero de 1967. 5 votos. Ponente: Agustín Mercado Alarcón.
Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Sexta
Epoca. Volumen CXV, Segunda Parte. Pág. 41. Tesis Aislada.
1.- DEFINICION.
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a) Consentimiento.- Es el acuerdo de voluntades que tienen por objeto la
creación o transmisión de derechos y obligaciones. Para que exista una
declaración de voluntad en materia de seguros, es necesario que ésta contenga
todos los elementos esenciales del contrato de seguro que se requiera celebrar.
La sola declaración hecha ante una compañía de seguros de querer celebrar un
contrato no basta, sino que es necesario formular una propuesta y ponerla en
manos del asegurador para su análisis y de esta forma aceptar o rechazar la
propuesta.
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conozca la inexistencia del riesgo, no tendrá derecho a las primas ni al
reembolso de sus gastos; el contratante que conozca esa circunstancia perderá
el derecho a la restitución de las primas y estará obligado al pago de los gastos.
Art. 68.- La empresa quedará desligada de todas las obligaciones del contrato.
si el asegurado o el beneficiario omiten el aviso inmediato con la intención de
impedir que se comprueben oportunamente las circunstancias del siniestro.
Art. 95.- Cuando se celebre un contrato de seguro por una suma superior al
valor real de la cosa asegurada y ha existido dolo o mala fe de una de las
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partes, la otra tendrá derecho para demandar u oponer la nulidad y exigir la
indemnización que corresponda por daños y perjuicios. Si no hubo dolo o mala
fe, el contrato será válido; pero únicamente hasta la concurrencia del valor real
de la cosa asegurada, teniendo ambas partes la facultad de pedir la reducción
de la suma asegurada. La empresa aseguradora no tendrá derecho a las primas
por el excedente; pero le pertenecerán las primas vencidas y la prima por el
período en curso, en el momento del aviso del asegurado.
Art. 150 bis.- Los seguros de responsabilidad que por disposición legal tengan
el carácter de obligatorios, no podrán cesar en sus efectos, rescindirse, ni darse
por terminados con anterioridad a la fecha de terminación de su vigencia.
Cuando la empresa pague por cuenta del asegurado la indemnización que éste
deba a un tercero a causa de un daño previsto en el contrato y compruebe que
el contratante incurrió en omisiones o inexactas declaraciones de los hechos a
que se refieren los artículos 8o., 9o., 10 y 70 de la presente Ley, o en
agravación esencial del riesgo en los términos de los artículos 52 y 53 de la
misma, estará facultada para exigir directamente al contratante el reembolso
de lo pagado.
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de Seguro, que dice: “Para fines de prueba, el contrato de seguro así como sus
adiciones y reformas se hará constar por escrito”.
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5.- ELEMENTOS REALES DEL CONTRATO DE SEGURO.
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revocación de la extinción del contrato de seguro y que el propio contrato
volviera a surtir efectos jurídicos, en virtud de que éstos, debido a la falta
oportuna del pago de la prima, cesaron automáticamente, por así disponerlo el
artículo 40 de la Ley Sobre el Contrato de Seguro, sin que las partes pudieran
celebrar convenio alguno en contrario, por prohibirlo expresamente el numeral
41 de la ley de la materia, régimen imperativo éste cuya base de la resolución
automática, tiene plena justificación, de acuerdo con lo que señala el tratadista
Luis Ruiz Rueda, en su libro "El Contrato de Seguro", en la técnica de la
empresa aseguradora y para la defensa misma de la masa de los asegurados,
pues su debida protección depende no tanto de la honorabilidad del asegurador
y de su seriedad en el cumplimiento de sus obligaciones, sino más bien del
cumplimiento exacto de las obligaciones de todos los asegurados que son
verdaderos mutualizados, de ahí que no se permita que las reservas técnicas
estén invertidas o representadas por saldos deudores de agentes ni por los
adeudos provenientes de operaciones propias del objeto de las instituciones de
seguros, y sólo limitadamente se permite que el capital y las reservas estén
representadas por esos renglones.
QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
I.5o.C.45 C
Amparo directo 3735/96. Química Omega, S.A de C.V. 4 de julio de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: Efraín Ochoa Ochoa. Secretario: Eduardo
Francisco Núñez Gaytán.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo IV,
Septiembre de 1996. Pág. 723. Tesis Aislada.
Dolo o mala fe por parte del asegurado(Art. 60 de la Ley Sobre el contrato del
Seguros) o agravación del riesgo (art. 52 de la Ley Sobre el Contrato del
Seguro).
Cuando los hechos que den lugar al siniestro tengan su origen en los delitos de
Abuso de Confianza, Fraude o Robo, y cualquiera de estos derive de lo
siguiente:
Que el ilícito sea cometido por familiares del asegurado.
Que sea cometido por alguna de las personas que aparecen como aseguradas
en la carátula de la póliza.
Que tenga su origen o sea consecuencia de cualquier tipo de transacción,
contrato o convenio mercantil, relacionado con la compra y/o venta,
arrendamiento, crédito o financiamiento del vehículo asegurado.
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- Cualquier omisión o declaración inexacta de los hechos importantes a que se
refieren los artículos 8, 9 y 10 de la Ley Sobre el Contrato del Seguro, facultará
a la compañía para considerar rescindido de pleno derecho el contrato, aunque
no hayan influido en la realización del siniestro. (Art. 47 de la Ley Sobre el
Contrato del Seguro).
- Si hubiere dolo o mala fe del asegurado, del beneficiario, del conductor o de sus
respectivos causahabientes.
- Si se demuestra que el asegurado, el beneficiario, el conductor o sus
representantes, con el fin de hacerla incurrir en error, no proporcionan
oportunamente la información que la compañía solicite sobre hechos
relacionados con el siniestro y por los cuales puedan determinarse las
circunstancias de su realización y las consecuencias del mismo.
Por último, en los elementos reales del seguro, tenemos al riesgo, el cual se da
cuando sucede la eventualidad prevista en el contrato para obtener el resarcimiento
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del daño, siendo que el contratante ocasionó el mismo o este ya había ocurrido, por lo
que su conducta es punible penalmente, pero aún en este vemos que hay
jurisprudencia negativa en ese sentido.
Podemos ver en estos y muchos ejemplos más que hace falta que la Ley Penal
contenga específicamente el delito de fraude en los seguros, de tal forma que las
aseguradoras puedan rediseñar los textos de sus pólizas, para protegerse de este mal
que acontece muy seguido en perjuicio de las instituciones de seguros.
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CAPITULO III.
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Entonces me senté a reflexionar cuál es la razón por la que tan poco éxito
tenemos los abogados que trabajamos en un jurídico de una aseguradora, o los
despachos externos de estás, ya que se pierden la mayoría de los casos, tanto en
materia penal como en la civil mercantil. ¿Es que acaso somos tan malos los
abogados? La respuesta es que si se pudieran haber perdido algunos casos por
descuidos totalmente imputables al litigante, pero esto no es el factor común.
El verdadero problema es que por décadas se dejó que las lagunas en la ley
fueran llenadas por una cantidad enorme de jurisprudencias con las cuales los jueces
le otorgan la razón en casi la mayoría de los casos a los asegurados, y las
aseguradoras se han quedado con los brazos cruzados viendo como son descalificados
en la mayoría de los asuntos.
Lo invito a que busque en la ley penal, o sea en los diferentes Códigos Penales
del país el delito de “fraude en seguros” y le aseguro que no lo va a encontrar porque
yo ya lo hice y no obtuve nada, eso nos da la respuesta que buscamos, y esta es que
debemos hacer que exista jurídicamente “el delito de fraude en seguros”, con la
finalidad de que este se encuadre al tipo penal específico, así también dejarán de tener
vigencia todas esas jurisprudencias que nos han afectado, y no incurriríamos
constantemente en la violación al precepto contenido en el artículo 14 de nuestra
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dice:
Vemos como sí es necesario legislar específicamente, toda vez que “si no hay
delito, no hay delincuente”, por lo mismo es anticonstitucional juzgar a alguién de esta
manera, y ya no veríamos lo que ocurre cotidianamente, que si un defraudador en
seguros, realiza todos los actos para engañar a la aseguradora y obtener un lucro
indebido, y en el caso de que llegara a ser descubierto, en vez de ser encarcelado
como consecuencia de sus actos, lo que pasa como consecuencia a la legislación
actual, es que la aseguradora únicamente le podría responder de la manera siguiente:
“Señor, Su contrato esta rescindido porque intentó defraudar a la aseguradora, lo
sentimos mucho, mejor suerte para la próxima”; o que, “lo sentimos mucho, pero es
improcedente el pago porque desafortunadamente descubrimos que las facturas son
apócrifas”; etcétera, dando pie a que el asegurado deshonesto se indigne, decida
demanda y hasta gane el juicio en contra de la aseguradora.
Es por ello que propongo las siguientes medidas concretas, las cuales considero
fehacientemente de que sí van a reducir el fraude en las compañías de seguros,
haciendo esta pequeña reflexión: ”Si el Contrato de Seguro y el delito de fraude son
dos entes netamente jurídicos, luego entonces la solución al problema que nos
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planteamos al inicio de este trabajo, también tiene que darse dentro de este ámbito
legal”.
Esto lo visualizo como una figura jurídica necesaria, reiterando un poco con
insistencia, que ni el Código penal, ni la Ley Sobre el Contrato de Seguro, ni las
Condiciones Generales del Seguro, definen o tipifican en toda su dimensión al Delito de
Fraude de Seguros, razón por la que si se incluye en nuestra Ley, este se definiría con
todos los elementos que lo constituyen y que son específicos y además diferentes al
tipo de fraude genérico. Por otra parte, también se dejarían asentados los
procedimientos a seguir para la integración de la averiguación previa, que tendría que
seguirse ante la Procuraduría General de la República, ya que sería un delito de índole
federal.
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los artículos se sugiere se agreguen en la parte final de la Ley Sobre el Contrato de
Seguro, son los siguientes:
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finalidad de que no se comprueben las causas del siniestro y se pierdan
evidencias. Se presume que hay dolo del asegurado en virtud de que se
presentó la reclamación de cobro a la aseguradora posterior a la desaparición
de las evidencias”.
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pues el asegurado se debe poder basar en el principio de que lo que no está
claramente excluido, está comprendido en el seguro.
3a.
Amparo directo 5801/86. Surgimex, S.A. 5 de marzo de 1987. Unanimidad
de 4 votos. Ponente: José Manuel Villagordoa Lozano.
Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Séptima
Epoca. Volumen 217-228 Cuarta Parte. Pág. 298. Tesis Aislada.
3.- SUSCRIBIR LAS POLIZAS CON MAYOR CUIDADO.- Sabemos que hoy en día es
suscribir las pólizas con mayor prontitud es una fortaleza para una aseguradora, y que
es también una exigencia de la fuerza productora que la suscripción se haga lo más
pronto posible, si es de un día para otro es mejor. Pero esto también es aprovechado
por el defraudador, ya que va a presionar para que la póliza se expida para poder
realizar su plan indebido. Por lo que, no obstante que el contrato de seguro es de
buena fe como ya vimos antes, sí es importante que la aseguradora tome en cuenta
que al defraudador poco o nada le va a importar que la aseguradora pierda la
confianza en él, sobre todo si ya cobró el seguro, razón por la que se deben tomar en
cuenta detalles para cada tipo de seguro, por ejemplo en el seguro de automóviles ver
físicamente el vehículo en lo posible, en los seguros de vida y gastos médicos mayores
realizar un cuestionario médico acorde a estos tiempos y cuando se tenga dudas
realizar exámenes médicos a los posibles contratantes, y en los seguros de daños
tratar de cerciorarse de la mercancía y contenidos que se van ha asegurar. Creo que
una buena suscripción no esta peleada con la emisión pronta de la póliza, y el área de
ventas debe apoyar en lo posible para suscribir sanamente.
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así como de los investigadores que proporcionan los elementos para proceder
jurídicamente.
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B I B L I O G R A F I A.
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