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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS MEDICAS


CARRERA DE MEDICINA
CÁTEDRA DE PEDIATRÍA-NIÑO SANO

NOMBRE: Espinosa Guaranguay Daniela Liseth


FECHA: 24/06/2018
PARALELO: P2

TEMA: ALIMENTACIÓN DEL PREMATURO CON LECHE MATERNA


Uno de los factores fundamentales en el desarrollo físico y neurológico de un recién nacido es
la alimentación. La lactancia materna es el alimento ideal, tanto para el recién nacido a término
como para el prematuro. La nutrición ideal del prematuro tiene objetivos que deberían alcanzar

 Morbilidad neonatal: mejorar la tolerancia alimentaria, reducir la enterocolitis


necrotizante (ECN), minimizar las infecciones nosocomiales;
 Evolución a largo plazo: lograr un desarrollo psicomotor óptimo, reducir los índices de
atopia y alergia y reducir el posible impacto en las enfermedades del adulto como
hipertensión, enfermedades cardíacas e hipercolesterolemia.

La leche materna es el alimento mejor tolerado por el prematuro, con un vaciado gástrico más
rápido y menos retenciones que cuando es alimentado con fórmulas artificiales. La enterocolitis
necrotizante (ECN) es una de las enfermedades con mayor morbi-mortalidad entre los
prematuros y la alimentación enteral es uno de sus desencadenantes por lo tanto todo
prematuro con más de dos factores de riesgo de ECN (en general, factores causantes de una
hipoperfusión mesentérica), recibía nutrición materna exclusiva. Lucas y cols. describieron que
los prematuros alimentados con leche humana presentaban una incidencia de ECN
significativamente inferior a los que recibieron fórmulas artificiales. Posiblemente, la baja
osmolaridad de la leche materna, su especificidad de especie y sus cualidades defensivas hacen
posible que proteja a los prematuros frente a la ECN. Además, parece demostrado que los
prematuros alimentados con leche materna que están sometidos al Método de la Madre
Canguro (MMC) sufren menos infecciones nosocomiales. Son niños que permanecen en
contacto piel-a piel con su madre lo más pronto, de forma continua y prolongada posibles.

La madre segrega IgA específicas frente a los gérmenes de su piel y frente a los gérmenes del
área neonatal que ella ha ido incorporando y que son los responsables de las infecciones
nosocomiales. Así, amamantando a su hijo, le nutre y le protege. Se ha descrito que los
prematuros alimentados con leche humana o, aún mejor, con leche materna, alcanzan un
coeficiente intelectual ligera pero significativamente superior a los alimentados a base de
fórmulas. Parece también demostrado el efecto protector de la leche materna frente a la atopia
y la alergia en niños con antecedentes familiares de atopia. Se ha relacionado la alimentación
con lactancia materna a una menor incidencia de hipercolesterolemia. La presencia de colesterol
en la leche humana sería la responsable de que el sistema enzimático de los niños alimentados
de este modo esté habituado a su presencia y de que, ya adultos, sean capaces de disminuir el
nivel de colesterol si son sometidos a sobrecargas dietéticas.
APORTE CUANTITATIVO DE NUTRIENTES

La composición de la leche humana varía según sea


leche de madre de niño a término o leche de madre de
prematuro. Durante las primeras 24 semanas las
madres de los prematuros segregan una leche cuya
composición se adapta a los requerimientos estimados
de nutrientes de sus hijos (Tabla I). Sólo su contenido
en Ca y P resulta inferior. Muchos autores recomiendan
suplementar esta leche a partir de la 4ª-6ª semana, que
es cuando se vuelve “madura”, con preparados que
contengan proteínas y minerales. Otros suplementan
el Ca y el P para minimizar la baja densidad ósea y el
raquitismo bioquímico que se encuentra en las
primeras semanas de vida en prematuros alimentados
con leche de su propia madre. Sin embargo, de no hacerlo, ambos parámetros se normalizan
durante el segundo año de vida o incluso a las 44 semanas de edad postgestacional.

APORTE CUALITATIVO DE NUTRIENTES

La leche de madre de prematuro contiene una serie de


aminoácidos que son necesarios para el correcto desarrollo del
SNC del prematuro; su aporte en aminoácidos potencialmente
tóxicos que sobrecargarían a su inmadura función renal es
menor; contiene una serie de substancias que le han hecho
catalogar al pecho materno como un órgano inmunitario;
contiene ácidos grasos de cadena media y larga que se han
relacionado con el mayor coeficiente intelectual que antes
nombrábamos; más colesterol que la leche “madura” y mucho
más que las fórmulas artificiales; y otras substancias que hacen
que sea más fácil de digerir (carnitina, enzimas como las
lipasas) o que son más fácilmente absorbidas por el intestino
del prematuro (MCT, lactosa humana). (Tabla II)

Además, al alimentar a su hijo con su propia leche, la madre es consciente de que desempeña
un papel importante en los cuidados del niño y, cuando éste se coja al pecho, podrá relacionarse
mucho más íntimamente con él. La relación madre-hijo continuada y estrecha se considera tan
importante que, por sí sola, podría explicar el aumento del coeficiente intelectual descrito en
estos niños.

Según los resultados obtenidos en los estudios revisados, la leche materna es la mejor opción
de alimentación para el prematuro, por los beneficios clínicos que aporta tanto a corto plazo,
ofreciendo protección frente a la enterocolitis necrosante, la infección y buena tolerancia
digestiva, como a largo plazo, reduciendo la incidencia de la retinopatía del prematuro y el riesgo
de padecer aterosclerosis en la vida adulta, además de mejorar su desarrollo neurológico y la
evolución cognitiva. Más que un conjunto de nutrientes, la leche materna ha de considerarse
como un factor de defensa que consigue el desarrollo más apropiado para estos bebés.
BIBLIOGRAFÍA:

Libros:

1. Nelson. Tratado de pediatría, 20.ª ed., de Robert M. Kliegman, Bonita Stanton, Joseph
W. St Geme III, and Nina F. Schor. 2016 Elsevier España; 2016.
2. Martín Armentia S, Escribano García C. Características de la leche Materna. Composición
y tipos de leche. En: Sanmaniego Fernández CM, editor. Guía lactancia materna para
profesionales de salud. Área de salud Valladolid Oeste. 1ª ed. Valladolid; 2015. p. 79 –
84.
3. Macias S, Rodríguez S, Ronayne de Ferrer P. Leche materna: composición y factores
condicionantes de la lactancia. Arch Argent Pediatr 2006; 104(5): 423 – 430.

Web-Internet:

1. Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría. Recomendaciones


sobre lactancia materna [Internet]. Asociación Española de Pediatría; 2012 [consulta el
15 de febrero de 2015]. Disponible en:
http://www.aeped.es/sites/default/files/201202-recomendacioneslactancia-
materna.pdf
2. Lucchini Raies C, Márquez Doren F, Uribe Torres C. Efectos del contacto piel con piel del
recién nacido con su madre. Index Enferm [Internet]. 2012 [consulta el 13 de abril 2015];
21(4): 209 – 213. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-
12962012000300007&lng=es

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