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Las personas tienen necesidades específicas que cubrir (alimentación, vestido, medicinas, vivienda) y existen múltiples
factores que influyen en la capacidad de generar recursos para satisfacer dichas necesidades, tales como trabajo,
materia prima o capital. El equilibrio y óptima distribución de estos recursos, es materia microeconómica.
Uno de los objetivos de la microeconomía es examinar el efecto de los cambios de precios en los consumidores
(demanda) y el efecto de los precios en los productores (oferta). Por lo que uno de sus principios básicos de análisis es la
ley de la oferta y la demanda. La microeconomía elabora modelos matemáticos para desarrollar supuestos
comportamientos de los individuos, por lo que estos modelos solo se cumplen cuando a la vez se cumplen esos
supuestos.
MACROECONOMIA
La macroeconomía estudia el funcionamiento global de la economía como conjunto integrado, para poder explicar la
evolución de los agregados económicos, como por ejemplo, el nivel de precios, el desempleo, la balanza de pagos o el
crecimiento económico.
Uno de los principales usos de la macroeconomía es analizar la mejor forma de conseguir los objetivos económicos de
un país. La política económica es la herramienta que tienen los gobiernos para alcanzar esos objetivos, como conseguir
la estabilidad en los precios, lograr el crecimiento económico, fomentar el empleo y mantener una balanza de pagos
sostenible y equilibrada.
Los datos utilizados para el análisis macroeconómico se derivan de la observación y de la estadística. De este modo, si
se quiere analizar el comportamiento de los precios desde un punto de vista macroeconómico, se realiza un promedio de
todos los precios de los bienes y servicios que conforman la economía de un país o región, obteniendo el nivel general
de los precios mencionados. Por otra parte, si se desea estudiar el desempleo, se tendrán que obtener aquellas
características comunes a las distintas industrias y definir las medidas que permitirán reducir la tasa de paro a lo largo del
conjunto de la economía.
La macroeconomía estudia la ley de oferta y demanda desde un punto de vista agregado, es decir, la oferta agregada de
bienes y servicios de un país y la demanda agregada, como el consumo total de un país.
METAECONOMIA
La metaeconomía introduce enfoques humanísticos que refuerzan el carácter de ciencia social de la economía
respecto de la dimensión humana en la que se desarrolla al analizar formalmente los valores potenciales
emergentes en términos más generales que la suma de las partes, como se describe a partir de las sinergias que
sobresalen de la interacción y retroalimentación entre impulsos egoístico-hedonistas y empatético-comprensivos, y
coincidiendo en línea con la teoría de los sentimientos morales descrita por Adam Smith (que también fue
catedrático de filosofía moral). Por ejemplo, considerando a los individuos como parte de la sociedad humana y del
medio de los que forman parte, y como resultado condicionando la búsqueda interna del interés individual, más
egoísta, con la conciencia pragmática de que esa búsqueda tiene un efecto sinergético sobre el desarrollo de los
intereses generales de la sociedad humana y del medio, que será la que redunde finalmente en la mayor riqueza
de las naciones propugnada por Adam Smith. De este modo, se formula como una especialidad reciente que
considera los equilibrios económicos en sinergia con los equilibrios sociales y medioambientales, considerando el
desarrollo de las herramientas de análisis que concretarán en cuerpo la metáfora de la mano invisible, y
permitiendo con esto evaluar mejor en la práctica la diferencia entre los elementos que enriquecen al conjunto del
sistema en el que se desenvuelven los seres humanos, de los que lo empobrecen como detonantes de crisis y de
inestabilidades sociales.
La metaeconomía se acerca a una herramienta científica de auditoría del sistema al analizar y evaluar los efectos
de los modelos de organización económica sobre la sociedad y el medio, de cuya suma resulta el conjunto global
que define la riqueza real de las naciones.
La metaeconomía es a la economía lo que la metafísica a la física. En este sentido estudia cuestiones relevantes
pero difíciles o imposibles de mesurar. Puntualmente su objeto de estudio radica en cómo las cuestiones culturales
afectan a la economía. Un ejemplo citado habitualmente, y estudiado por la metaeconomía, es cómo la tradicional
austeridad y frugalidad de los habitantes del sureste asiático colaboraron con el desarrollo económico de aquella
zona.
MESOECONOMIA
La Mesoeconomía, tal como su origen etimológico lo indica se desarrolla en un nivel intermedio entre
la microeconomía y la macroeconomía. Si la Macro tiene por unidades desde análisis a los Estados nacionales y la
Micro a las empresas, la Meso se focaliza en el juego de los mercados y las distintas actividades económicas.
Así estudia como afecta la situación coyuntural a las relaciones entre los agentes económicos y al
desenvolvimiento económico global.
Algunos de los factores mesoeconómicos relevantes que se pueden estudiar son: la dinámica de los sectores
productivos,el transporte, las comunicaciones, las reglamentaciones en torno al comercio, la provisión de energía o
las políticas en el ámbito provincial y regional.
Con el avance de las comunicaciones los agentes económicos interactúan en mayor medida y los aspectos
mesoeconómicos se han vuelto más relevantes.
CRECIMIENTO ECONÓMICO
El Crecimiento económico es entendido como la evolución positiva de los estándares de vida de un territorio,
habitualmente países, medidos en términos de la capacidad productiva de su economía y de su renta dentro de un
periodo de tiempo concreto. La definición más estricta de crecimiento económico que se produce un aumento en
términos de renta o de los bienes y servicios que la economía de un territorio produce en un tiempo determinado
generalmente medido en años.
El concepto de renta puede englobar dentro de esta definición otros muchos indicadores económicos de bienestar de un
país o región cualquiera. Aspectos como el nivel de ahorro o de inversión de sus ciudadanos y su balanza comercial son
algunos que comúnmente se tienen en cuenta a la hora de estudiar el crecimiento económico. Dicho lo cual, el medidor
más utilizado para medir la evolución económica suele ser las fluctuaciones del PIB(Producto interior bruto) del país
analizado.
Los estudios económicos que han tratado de definir este fenómeno se engloban en la Teoría del crecimiento económico
y se centran en el estudio de las mejorías que experimentan las economías en un número de años determinado, que
normalmente suele extenderse al largo plazo. Para el corto plazo existe la teoría del ciclo económico. Mediante el
estudio del crecimiento económico son observados otros muchos aspectos de la vida productiva de una economía,
poniendo el foco en su nivel productivo, la calidad de la educación impartida a sus ciudadanos, sus índices de mortalidad
y natalidad o la esperanza de vida en su región .Por otro lado, habitualmente se suele identificar este tipo de
crecimiento con éxito o no, como en el caso de las Recesiones económicas (donde se produce un decrecimiento de la
actividad económica durante un periodo de tiempo) y de las políticas económicas que practican los países del mundo,
partiendo de la base de que si la renta de un país aumenta también lo hará el bienestar de sus ciudadanos.
No obstante, la distribución de la riqueza de un país o las características específicas de su sistema productivo pueden
esconder aspectos que la medición en términos de renta no logra explicar con detalle. El empleo del PIB como medidor
ayuda a simplificar la realidad a la hora de analizar el crecimiento, aunque no logre explicar con total claridad la
verdadera mejora de las condiciones de vida.
INFLACIÓN
La inflación es un aumento generalizado en los precios de los bienes y servicios de una economía durante un periodo de
tiempo. Cuando oímos que ha habido inflación significa que los precios han subido o se han “inflado”, de ahí su nombre.
Flecha y barras hacia arriba, incremento, inflación Existe inflación cuando aumentan de forma sostenida los precios del
conjunto de bienes y servicios de una economía, es decir, cuando la media de los precios de todos los bienes y servicios
de un país sube. La subida de precios provoca la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos, o dicho de otra
manera, si hay inflación significa que con el mismo dinero podremos comprar menos cosas que antes. Por ejemplo, si el
precio de las naranjas es de 2€ el kilo, una persona con 10 € puede comprar 5 kilos, pero si el precio sube a 2,5 € ya sólo
podrá comprar 4 kilos.
Es un fenómeno que ocurre en casi todos los países, de hecho, los bancos centrales siempre tratan de que en su país
haya algo de inflación, normalmente entre el dos o tres por ciento. Porque si no hubiera inflación, los precios bajarían
(deflación), que es el temor de cualquier responsable económico de un país, porque ralentiza el consumo y el
crecimiento, pudiendo derivar en una espiral deflacionista con terribles consecuencias para la economía del país. La
inflación es uno de los aspectos más importantes en el estudio de la macroeconomía y en la política monetaria de los
bancos centrales. Por ejemplo, el principal objetivo del Banco Central Europeo (BCE) es conseguir la estabilidad de
precios, manteniendo una tasa de inflación del 2% anual.
Una de las funciones de los precios es permitir a los compradores indicar la cantidad de producto que desean comprar
según el precio del mercado y a los empresarios determinar la cantidad de producto que desean vender a cada precio.
Los precios garantizan que los recursos se repartan de manera eficiente para alcanzar un equilibrio de mercado y así, los
recursos se pueden asignar de manera eficiente. No obstante, lo más común es que los precios aumenten, provocando
lo que se llama inflación.
EMPLEO
Se denomina empleo a la generación de valor a partir de la actividad producida por una persona. Es decir, el empleado
contribuye con su trabajo y conocimientos en favor del empleador, a cambio de una compensación económica conocida
como salario.
La relación de las sociedades con respecto al empleo es uno de los índices principales que mide su desarrollo. Así, los
países más desarrollados tienden al pleno empleo o, lo que es lo mismo, a que la oferta y la demanda laboral lleguen al
punto de equilibrio; mientras que en naciones no tan desarrolladas abunda el desempleo, donde los trabajadores no
consiguen un puesto laboral, y el subempleo, con el que personas capacitadas deben realizar trabajos de menor
cualificación, o trabajar menos horas que las que necesitan o desean.
DESARROLLO ECONÓMICO
El desarrollo económico se puede definir como la capacidad de países o regiones para crear riqueza a fin de
mantener la prosperidad o bienestar económico y social de sus habitantes.
El crecimiento económico es un objetivo deseable para cualquier nación o región. El desarrollo económica ideal sería
aquel que es sostenido en el tiempo, equitativo, eficiente, respetuoso con las personas y al mismo tiempo beneficioso
para el mayor número posible de individuos.
El crecimiento económico de una nación depende de factores económicos, políticos, sociales y culturales. Las materias
primas y las fuentes de energía de un país son esenciales para que haya un crecimiento. Desde el punto de vista político
es necesario que un país sea estable políticamente y que la administración participe en la actividad económica con
programas orientados a la innovación, al I+D o apoyando a los emprendedores. Los factores sociales y culturales son
igualmente significativos y una prueba de ello es la relación entre la mentalidad de los protestantes y el capitalismo.
Para entender la relación entre empleo e inflación hay que primero comprender el funcionamiento de una
empresa. Ésta proporciona a los consumidores los bienes que demandan al precio que exigen. Al consumidor le
resultan indiferentes los costes en que incurra la empresa a la hora de obtener un producto, ya que tiene una idea
mental de cuál es el valor máximo que tiene ese bien, sin que en dicho cálculo entren a formar parte los
balances y las cuentas de pérdidas y ganancias del oferente. Es, por tanto, el productor quien debe ajustar sus
costes al precio máximo que el consumidor está dispuesto a pagar, o de lo contrario quebrará. El precio máximo
que se podrá pagar al trabajador será el importe cobrado por la producción menos el resto de costes en que
incurra la empresa. Por encima de dicho precio la empresa quebrará. Para aumentar la retribución sería
necesario que la productividad aumentase, lo que es posible mediante la realización de nuevas inversiones (en
maquinaria, formación, etc.).
Si aumentase la cantidad de dinero en circulación en el entorno de dicha empresa, al principio, recibiría un
mayor número de pedidos al haberse incrementado la renta de sus potenciales compradores y a un mayor precio.
Esto le podría llevar a necesitar un mayor número de trabajadores. A priori parecería que todos son ventajas
para empresa y trabajadores. Sin embargo al aumentar el dinero en circulación y envilecerse la moneda, los
trabajadores de la empresa se estarían empobreciendo de dos formas. De un lado el salario que reciben, aunque
nominalmente sea el mismo, les sirve para adquirir menos bienes, al haberse depreciado la moneda. Por otro
lado, los ahorros de los trabajadores han sufrido una merma, al padecer también el mismo proceso de
envilecimiento.
Esta situación de empobrecimiento por parte de los trabajadores les llevaría a solicitar subidas de salario que
anulen los efectos perjudiciales de la inflación. Si fuesen atendidas, puesto que su salario no podría ser mayor a
su productividad marginal, el anterior aumento de plantilla no podría producirse, por lo que en un segundo
momento bajaría el número de trabajadores contratados por la empresa. No obstante aunque se hubiesen
recuperado los trabajadores del envilecimiento de su salario, no sucedería lo mismo con sus ahorros, que se
habrían depreciado. Y el aumento inicial de empleo habría desaparecido.
Otro efecto perjudicial, de esta política de abundancia del dinero barato, es la dificultad existente para evaluar la
rentabilidad de los proyectos de inversión. Así, una empresa animada por el aumento de la demanda inicial, que
se produce por la abundancia de dinero barato, podría evaluar la rentabilidad de un proyecto de inversión y
acometerlo. No obstante, esta demanda adicional, pasada la euforia inicial, desaparece, tan pronto los
consumidores se adaptan al escenario inflacionista, con lo que la empresa se encuentra con el coste de dicha
inversión sin una demanda que la respalde. Por tanto dichos costes adicionales reducen la cantidad máxima que
la empresa puede pagar a sus trabajadores sin incurrir en quiebra.
Por tanto, un aumento de inflación únicamente puede traer consigo un aumento inicial de empleo
empobreciendo salarios y ahorros. Conforme avance el tiempo, las malas inversiones que ha provocado la
abundancia de dinero barato y la consiguiente inflación, traerá un escenario de quiebras y crisis que provocará
el efecto contrario, es decir, aumentando el desempleo.
La mejor protección que pueden recibir los trabajadores es la confianza en el valor de su moneda, algo que no
puede producirse si ésta se envilece y pierde valor. Esta seguridad servirá como base para el ahorro que a su vez
incrementará la acumulación de capital necesaria para que aumente por un lado la productividad, y en
consecuencia los futuros salarios de los trabajadores y, por otro, el empleo.
De todo lo expuesto se desprende que en este sistema lo prioritario es el cumplimiento de los objetivos y no la forma de
conseguirlos. Es decir, no se considera primordial la selección de los procesos productivos más eficientes que logren
minimizar los costes. Al contrario, con la finalidad de cumplir los objetivos fijados por el plan, se intenta acumular la
mayor cantidad posible de recursos, generalmente muy por encima de las necesidades
Este sistema se caracteriza por el escaso papel que tiene el estado en la actividad económica, siendo el mercado el
protagonista mediante la Ley de la oferta y la demanda. En este tipo de sistema, las economías domésticas (familias),
con sus decisiones de compra orientan a las empresas sobre qué productos deben producir. Una vez conocida la
demanda, las empresas tendrán que decidir qué técnica y factores deben aplicar a la producción de esos bienes para
que les permitan obtener el máximo beneficio posible. Indudablemente, en las sociedades que se aplican este tipo de
sistema la producción irá dirigida a aquellos que puedan y estén dispuestos a pagar el precio de esos bienes
De esta forma, las tres cuestiones a resolver (Qué, Cómo y para Quién producir), lo determinará el sistema de precios; es
decir, la ley de la oferta y la demanda:
Su funcionamiento provoca la siguiente mecánica en el mercado de bienes y servicios: si los consumidores demandan
mayor cantidad de un bien o un servicio, los productores elevarán su precio para así racionalizar la oferta e
incrementarán su producción. En el caso de que exista un excedente de producción, las empresas intentarán deshacerse
de estos productos bajando los precios, restableciéndose así el equilibrio (Ver "Cómo funciona la economía de
mercado").
Como consecuencia de este funcionamiento, en el sistema de economía de mercado, si un consumidor está dispuesto a
pagar un determinado precio por un producto y una empresa es capaz de fabricarlo a ese precio, y además obtener
beneficio, dicho producto será fabricado
Por el contrario, si el precio al que esté dispuesto a pagar el consumidor no coincide con el precio al que es capaz de
ponerlo en el mercado el productor, dicho producto dejará de ser fabricado, siendo éste una de los inconvenientes de
este sistema.
Sistema económico en el que el mercado se encarga de asignar los recursos, pero el estado interviene, en mayor o
menor medida, para regular su funcionamiento.
El Sistema de Economía Mixta afronta los problemas económicos básicos de la siguiente forma:
Como ocurre en el sistema de economía de mercado, los agentes económicos privados son los encargados de asignar la
mayoría de los recursos, pero el Estado participa aportando bienes y servicios de interés social (educación, la sanidad,
etc.)
Asimismo, como una economía de mercado, prima la eficiencia en la producción, pero el estado colabora en la
consecución de objetivos de interés social. y aunque el mercado de factores determine para quién producir, el Estado, a
través de impuestos, transferencias sociales, prestaciones por desempleo, pensiones, etc., interviene en la distribución
de la renta .
Los ingenieros, que representan a gran parte del aparato productivo de una nación, están llamados a conocer y entender
los temas económicos. Solo así generarán más soluciones a la luz de las necesidades de su entorno .
Más allá de los conceptos teóricos, existen sólidas razones por las que vale la pena que los profesionales de la ingeniería
le apuesten al estudio o dominio de una ciencia humanística como es la economía. Un campo del conocimiento que
facilita las herramientas para realizar aportes más significativos, enfocados al beneficio de las organizaciones y de la
sociedad.