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En los países del llamado Tercer Mundo, para definir las alternativas para su
desarrollo, se ha discutido durante largo tiempo si primero es el desarrollo y
de allí se deriva la educación o si primero es la educación y de allí se deriva el
desarrollo.
Son los niños por excelencia sujetos del asombro, el sustrato básico para
que esta creatividad se exprese como meta de su desarrollo y como
instrumento para convertirse en verdaderos agentes de cambio.
Definición
Crear se refiere también a los elementos. Estos pueden ser bienes físicos
o bienes identificables por medio de símbolos. Entre estos últimos se pueden
enumerar algunos: la palabra, el amor, el tiempo, los propósitos, la libertad, la
fe.
Siendo estos bienes materia prima del producto conseguido por medio del
acto creador, es oportuno señalar que su existencia objetiva, real, no es
garantía de que puedan ser empleados con el propósito de crear. Vale decir
que los bienes solo son empleables por el creador en tanto estén disponibles
en su conciencia. En el fondo, los únicos bienes del universo con los cuales
cuenta son aquéllos cuya existencia y disponibilidad para sus fines ha asumido
en su conciencia.
Una vez preparado el bizcocho, este tiene un sabor que no puede ofrecer
por sí solo ninguno de los elementos utilizados. La adecuada combinación de
estos ingredientes lleva a un nuevo producto con cualidades nuevas y que en
este caso es para ser disfrutado.
Crear es de genios
Es muy fácil adquirir esta idea en la niñez y sacar la conclusión de que solo
pueden crear unos pocos. La idea opuesta y más real es: crear es posible y
hasta inevitable para toda persona con una inteligencia normal. Más que una
condición de genio, crear requiere que se repita el pensamiento (afirmación):
cualquiera puede crear. Todos se pueden permitir crear lo que quieran.
Pero lo que cuenta es el yo que antecede a tal acción afirmativa. Tiene que
ser un yo robusto y rico en reconocimiento y gratificaciones. La confianza en
sí mismo que surge naturalmente de allí lleva a pisar fuerte más lejos, a
tomar iniciativa y aun a soportar reveses y fracasos sin desmoronarse. El
crear y sus concomitancias suponen un yo sano, fuerte, autónomo.
Crear es de artistas
Esta idea hace referencia a que sería imposible para las personas
incrementar, en el transcurso de su vida, su habilidad para crear. Por el
contrario, es posible aprender a crear más y más, ilimitadamente; el primer
paso es tomar conciencia del poder creador y verse a sí mismo con el poder
para crear.
Desde el nacimiento del primer hijo, los padres, de una manera más o menos
consciente, viven la confrontación entre los recuerdos de lo que fue el
proceso de crecer en su familia de origen y las circunstancias concretas que
se viven en el momento presente en la familia que están formando. Es muy
poderosa su inclinación a reproducir las pautas de crianza experimentadas
por ellos en calidad de hijos. El motivo es que así tienen la garantía de usar
pautas con las cuales lograron crecer y sobrevivir en el ambiente familiar en
que se desarrollaron.
Por su parte, los hijos tienen siempre su propia idea del bienestar y los
padres están siempre expuestos a encontrarse con la experiencia de que a su
hijo no le interesa, no le gusta o piensa que no le conviene lo que los padres
consideran adecuado para él. En este punto los padres, como fuente de amor
significativa para su hijo, deben ser muy definidos en autogarantizarse como
tal fuente de amor aunque el joven vástago tenga criterios contrarios a los
suyos.
El amor de los padres es para los hijos. Los hijos nacen para ser cuidados
por los padres y no a la inversa. El amor de los padres, si de verdad le
reconoce a los hijos su derecho a crear por su cuenta, es un amor no posesivo
y en este aspecto los padres deben estar atentos a no dejarse llevar por la
inclinación a sabotear los esfuerzos de sus hijos para construirse una vida
propia.
La decisión de crear algo es de cada niño y cada joven, pero los padres, con
su manera de vivir, de disfrutar, de sentirse merecedores de lo mejor y con
derecho a triunfar (y todo esto apoyado con las actitudes correspondientes),
son una poderosa invitación para que sus hijos se permitan ir creando su
propia manera de vivir el bienestar.
Referencias bibliográficas
Bibliografía