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RESUMEN
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................ 4
TRATAMIENTOS TÉRMICOS....................................................................................................... 48
5-1 - Generalidades ..................................................................................................................... 48
5-2 - Recocido de latones ............................................................................................................. 49
Recocido de recristalización ................................................................................................. 49
Recocido de estabilización ................................................................................................... 54
5-3 - Atmósferas protectoras ........................................................................................................ 55
5-4 - Baños de sales .................................................................................................................... 56
EJECUCIÓN................................................................................................................................. 57
6-1 - Embutido ............................................................................................................................. 57
6-2 - Repujado ............................................................................................................................. 63
6-3 - Matrizado ............................................................................................................................. 64
6-4 - Soldadura ............................................................................................................................ 69
2
TRATAMIENTOS DE SUPERFICIE .............................................................................................. 79
7-1 - Decapado ............................................................................................................................ 79
7-2 - Abrillantado, pulido ............................................................................................................... 80
7-3 - Coloración, patines artificiales .............................................................................................. 84
7-4 - Revestimientos protectores .................................................................................................. 86
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................ 88
3
El propósito de este folleto es recopilar datos específicos con
respecto al uso de los utilizadores de semiproductos en latón.
1 - INTRODUCCIÓN
El origen del latón se remonta a más de 4.000 años. Las excelentes propiedades de esta
aleación, maleabilidad, color, resistencia a la corrosión, entre otras, hicieron que se lo utilizara
en un comienzo en adornos, joyas y monedas. Al parecer, los romanos llegaron a crear las
mejores adaptaciones de composiciones, para diferentes usos (1).
Con el tiempo, los latones han contribuido a la enseñanza de a práctica y, sobre todo desde
hace algunos decenios, en las investigaciones metalúrgicas que se han realizados
científicamente en los laboratorios especializados, en conjunto con la industria. Estos estudios,
relacionados con la influencia de las composiciones, con las condiciones de elaboraciones y los
consiguientes tratamientos permiten no sólo obtener productos con características precisas sino
que también utilizarlos de manera racional.
Según su composición, los latones pueden ser tipo molde, trabajados en calor o en frío. En el
estado recocido, pueden soportar con facilidad deformaciones importantes (embutidos
4
profundos), mientras que el martilleo les confiere resistencia contra las rupturas, elasticidad y
durabilidad significativas.
Algunos latones, en especial los rasgos en el plomo, poseen excelentes características para su
utilización en la industria y permiten grandes velocidades de trabajo, y causan un desgaste
mínimo de las herramientas.
Los latones pueden ensamblarse fácilmente por medio de soldadura suave o resistente,
teniendo en cuenta ciertas precauciones, ya sea por medio de soldadura eléctrica u
oxiacetilénica.
El tinte suave de los latones, que va desde el rosado al amarillo según el tipo, y su resistencia a
la corrosión en la mayoría de los medios, permiten producir objetos de bella presentación, larga
vida y de fácil utilización. Además, los latones pueden recibir cualquier tratamiento de
superficie, protectores o embellecedores, como barnices transparentes, distintas pátinas,
estañado, niquelado, cromado, dorado, etc.
Además de estas distintas propiedades, que serán analizadas en detalle en los siguientes
capítulos, los latones ofrecen la ventaja de dejar los desechos de fabricación que tienen pueden
ser utilizados nuevamente o que pueden tener una reventa alta.
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2- CONSTITUCIÓN Y
PROPIEDADES GENERALES
En la figura 1 se muestra la parte del diagrama de equilibrio cobre – zinc relacionado con los
latones.
En una temperatura normal, los latones están constituidos de una sola fase (α) hasta el 33% de
zinc y de una mezcla de dos fases (α + β) de 33 a 46%.
Punto A B C D E F G
C. 1083 902 902 902 834 834 454
Zn % 0 32-5 36-8 37-6 56-5 60-0 39-0
Punto H I J K L M N
C 454 468 468 150 200 200 200
Zn % 45-5 48-9 57-5 33-6 46-6 50-6 59-1
6
La fase α, la solución sólida de zinc en el cobre se cristaliza dentro del sistema cúbico en caras
centradas. Existe en todas las temperaturas que se encuentren por debajo del estado sólido.
Su proporción máxima en zinc crece de un 32,5% a 902ºC hasta un 39% a 454ºC, y luego
disminuye con la temperatura. La figura 2 muestra la estructura de recocido 70/30. El ataque
micrográfico muestra los granos con numerosas maclas.
La fase β’ que es estable al ambiente, está conformada por la fase β, estable a altas
temperaturas por una transformación de orden – desorden que se produce entre los 454ºC y los
468ºC, según la composición. La fase β, desordenada, se cristaliza dentro del sistema cúbico
de cuerpo centrado, es maleable, mientras que la fase β’ , ordenada, forma parte de la unión de
dos redes cúbicas simples, una de cobre y otra de zinc y es dura y frágil.
Las características mecánicas de la fase β’ no se conocen con demasiada precisión, dadas las
dificultades de preparación de las probetas. Sin embargo, la figura 4 destaca la diferencia en la
duración de las fases α y β’ en un latón de 60/40.
En temperatura ambiente, las propiedades de los latones bifásicos varían con las cantidades
relativas de las dos fases. La resistencia a la tracción presenta un máximo y la dureza aumenta
mientras el largo y la resistencia al choque del material disminuyen.
7
8
9
2-2 LATONES ESPECIALES
Con la excepción del plomo que se aísla en el estado puro en la forma de glóbulos
diseminados (Figura 4), los elementos de adición se agregan a los latones industriales en
cantidades lo suficientemente mínimas para que puedan disolverse completamente en las fases
α y β’. De hecho, los componentes que aparecen en las proporciones superiores a la
saturación de estas fases constituyen las fases intermedias o los compuestos que, por lo
general, han sido definidos como perjudiciales para las características mecánicas.
100
A' A
100 x( K 1)
De esta fórmula se desprende que los elementos cuyo coeficiente de equivalencia sea
mayor que 1 aumentan la proporción de β’, y, por lo tanto, mejoran las condiciones de fundido
en caliente, pero disminuyen la resistencia a choques y la elongación en frío; por otra parte, los
elementos cuyo coeficiente de equivalencia sea menor a 1 aumentan la proporción de α y
mejoran la maleabilidad en frío. El cuadro que se presenta a continuación entrega los
coeficientes de equivalencia de los principales elementos de adición:
K < 1 K > 1
<
Ni = -1,2 Sn = 2
Co = -1 Al = 6
Pb = 0 Si = 10
Mn = 0,5
Cd = 0,7
Fe = 0,9
10
3 - CARACTERISTICAS
Y APLICACIONES
3-1 DESIGNACION
Sin embargo, existen ciertos rasgos fuera de las normas, dado usos particulares o por
consideraciones de moldeado o de fabricación.
S s
es .100
s
S corresponde a la sección primitiva (siempre que la primera haya pasado a frío) y s
corresponde a la sección final, en mm 2.
11
En algunas publicaciones, la reducción de la sección está ligada a la sección inicial. El
martilleo se determina con la siguiente fórmula:
S s
eS .100
S
Se puede apreciar que por una misma deformación permanente, el martilleo puede
expresarse con dos números distintos. Por lo tanto, es muy importante precisar a cuál sección
está conectada la variación de la sección (inicial o final) que afecta la tasa de martillero de los
índices S ó s, por ejemplo.
100eS 100eS
eS eS
100 eS 100 eS
eS 100 eS 100
ss
eS 100 100 es
12
Cuadro I
ESTADOS DE DISTRIBUCIÓN DE LOS LATONES
Nota: Los productos distribuidos después del tratamiento térmico de estabilización han sido designados H3, seguidos de una
segunda cifra que corresponde al martilleo.
13
CUADRO II
PRINCIPALES LATONES COMERCIALES
Cu Pb Fe Impureza Zn Observaciones
LATONES DE PLOMO
Cu Zn40 Pb3 57 - 59 2,5 / 3,5 0,35 0,7 Resto Latones por
(Composición 1)
Cu Zn36 Pb3 60- - 62 2,5 a 3,5 0,35 0,50 Resto torneado
(Composición 2)
Latón por matrizado
Cu Zn39 Pb2 58 - 60 1,5 / 2,5 0,35 0,50 Resto
(Composición 3)
Latón por golpe en frío
Cu Zn35 Pb2 61 - 63 1,5 / 2,25 0,20 0,50 Resto
Latones para barras ahuecadas
Cu Zn38 Pb2 59 - 61 1,5 / 2,5 0,20 0,50 Resto
(*) Existen muchísimos latones especiales de alta resistencia, que incluyen adiciones muy variables.
(**) Los latones para los condensadores y los intercambiadores contienen por lo general arsénico como inhibidor contra el deszincado.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
CUADRO III
BARRAS
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CUADRO IV
TUBOS REDONDOS
CUADRO V
Productos laminados: chapas, bandas, discos, rodajas
Estado de entrega U-Z10 U-Z15 U-Z33 U-Z36 U-Z40 U-Z29 E1
Designación Martilleo en R A R A R A R A R A R A
frío min. min. min. min. min. min. min. min. min. min. min. min.
2 2 2 2 2 2
medio N/mm % N/mm % N/mm % N/mm % N/mm % N/mm %
%
Recocido 0 250 40 270 45 300 53 310 48 320 45 - -
¼ duro 10 320 20 330 25 340 35 350 32 39 20 - -
½ duro 20 360 15 380 18 400 20 420 16 440 12 - -
¾ duro 40 400 12 420 13 450 12 470 10 490 8 - -
4/4 duro 70 430 10 450 10 500 8 530 7 560 6 58 5
Resorte 150 - - - - 580 3 600 3 620 3 - -
CUADRO VI
Barras de latones con plomo para tronzado
Diámetro o espesor en Resistencia a la tracción Alargamiento por ciento
planos Rm mínima después de la ruptura
mm N/mm2 A mínimo %
Aleación Hasta 7 incluido 500 4
Cu Zn36 pb3 De 7 a 15 incluido 450 6
De 15 a 25 incluido 400 10
De 25 a 50 incluido 380 12
De 50 a 80 incluido 370 15
Aleación Hasta 7 incluido 450 6
Cu Zn40 Pb3 De 7 a 15 incluido 410 8
De 15 a 25 incluido 370 12
De 25 a 50 incluido 340 15
De 50 a 80 incluido 320 18
15
3-2 LATONES SIMPLES
CUADRO VII
PROPIEDADES FÍSICAS DE LOS LATONES
Propiedades físicas CuZn5 CuZn10 CuZn15 CuZn20 CuZn30 CuZn33 CuZn36 CuZn40 CuZn29 Cu Zn22
Sn1 AI2
Intervalo de solidificación ...................................................... ºC 1065 1045 1025 1000 955 935 930 905 935 970
a a a a a a a a a a
1050 1020 990 965 915 905 900 900 900 935
Densidad ..................................................................................... 8,86 8,80 8,75 8,67 8,53 8,50 8,45 8,39 8,53 8,33
Coeficiente de dilatación lineal de 20 a 300 ºC (que se 18,1 18,4 18,7 19,1 19,9 20 20,3 20,8 20,2 18,5
-6
multiplica por 10 )......................................................................
Calor específico kcal/kg ºC, a 20ºC ......................................... 0,09 0,09 0,09 0,09 0,09 0,09 0,09 0,09 0,09 0,09
2
Conductividad térmica kcal m/m h ºC .................................... 201,6 162,0 136,8 118,8 104,4 100,8 100,8 104,4 93,6 86,4
Conductividad eléctrica en relación con el cobre puro 56 44 37 32 28 28 28 28 25 23
(estado recocido), % IACS........................................................
2
Resistencia eléctrica (estado recocido), Ω, cm /cm a 20ºC 3,1 3,9 4,7 5,4 6,2 6,2 6,2 6,2 6,9 7,5
Coeficiente de temperatura de la resistencia eléctrica por ºC 2,31 1,86 1,6 1,54 1,48
-3
(que se multiplica por 10 .........................................................
Cu Zn5
Este latón, menos rojo que el cobre puro, presenta una resistencia a la tracción
ligeramente más alta, aunque tiene la misma maleabilidad.
El latón CuZn5 se trabaja muy bien en frío con todos los procedimientos de deformación
plástica y muy caliente (entre 750 y 875ºC). La figura 12 muestra la evolución de las
características mecánicas de la banda en función del martilleo en frío.
16
Su temperatura de recristalización es del orden de 370ºC para un martilleo en frío (es) de
100%, como lo muestra la figura 13 para diámetros de granos de 15 a 70 micrones antes de la
deformación. La temperatura de recocido está comprendida entre 425 y 800º, según el grosor
del grano deseado.
La capacidad de elaboración del latón CuZn5 es la misma que la del cobre puro (si se
toma como base 100 la capacidad de las piezas de latón CuºZn30Pb2, la del Cu Zn5 es de 20).
Los métodos de ensamblado mejor adaptados a estos rasgos son los procedimientos de
la soldadura blanda y la soldadura. Se puede utilizar soldadura oxiacetilénica al igual que
soldadura al arco con gases protectores. No se recomiendan los otros métodos.
El latón Cu Zn5, que adquiere un bello brillo al ser pulido, se emplea en joyería de
fantasía. Su baja proporción de zinc lo hace particularmente apto para esmaltado; al realizar
esta operación a una alta temperatura la destilación del zinc se opondrá al uso de contenidos
muy altos de ese metal que “no toman el esmalte”. La confección de medallas e insignias es la
aplicación típica de este latón, que también se encuentra en aplicaciones de cartuchería
(cápsulas de detonadores).
Cu Zn10
El latón 90/10 se trabaja muy bien al frío. El martilleo en frío disminuye rápidamente los
alargamientos en la ruptura. Los diagramas de martilleo en frío y de recocido, figuras 14 y 15,
fueron extraídos de la memoria de Grard (7); este último, que trabajó en muestras de alam bre,
encontró que un martilleo en frío (es) de 20% hace el alargamiento más débil (5%).
El latón Cu Zn10 también se puede forjar en caliente, entre 750 y 875ºC. Sus aptitudes
para elaboración y para la soldadura son las mismas que las del Cu Zn5.
Las aplicaciones del latón Cu Zn10 son muy numerosas, especialmente en joyería de
fantasía, arquitectura, quincallería, cartuchería (“latón para balas”), etc.
17
18
Cu Zn15
Notable por su color muy cercano al del oro (“Similor”), este latón presenta una
maleabilidad superior a la del Cu Zn10.
El diagrama de martilleo en frío, figura 18, pone en evidencia la disminución más lenta
del porcentaje de alargamiento en la ruptura; por lo tanto es posible efectuar deformaciones en
frío más importantes (embutido relativamente profundo, repujado, plegado).
La figura 17, relativa a una chapa de 1 mm de espesor formada en frío (es) 100%,
muestra la evolución de las características mecánicas (R y A%) y del grosor del grano en
función de la temperatura, para permanencias de media hora. Se ve que el recocido se puede
realizar a partir de 425ºC hasta 725ºC; el trabajo en caliente se efectúa entre 800 y 900ºC.
19
Cu Zn20
Como lo muestran los diagramas de martilleo en frío y de recocido, figuras 19 y 20, los
latones Cu Zn15 y Cu Zn20 tienen propiedades generales muy similares; sin embargo, la
capacidad de deformación del segundo es más alta en frío y menor en caliente.
Entre las numerosas aplicaciones del latón Cu Zn20, se pueden citar, además de ciertos
artículos de decoración, los instrumentos musicales, fuelles y membranas manométricas, etc.
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Cu Zn30
El recocido clásico se efectúa entre 425 y 700 ºC, según el grosor del grano compatible
con las exigencias del acondicionamiento y el estado de superficie aceptable (efecto “piel de
naranja”) de los embutidos de granos grandes).
Estudios efectuados en el Cu Zn30, han demostrado que era posible obtener, por
“recocido cuidado”, una recristalización muy fina asociada a una ductilidad relativamente alta (9)
(10). Esta operación consiste en mantener el latón, necesariamente muy martilleado en frío (es
230%), a una temperatura constante entre 250 y 700ºC, durante un tiempo determinado que
depende principalmente de la deformación inicial. Así es posible realizar combinaciones de
dureza y de resistencia a la tracción equivalente a la que se obtienen por simple martilleo en frío
(¼ duro o ¾ duro), pero presentando alargamientos relativamente dobles (11).
Sus características mecánicas aumentadas, junto con una gran maleabilidad, ofrecen al
latón Cu Zn30 un campo de aplicación extremadamente vasto: radiadores de automóviles,
reflectores, soquetes de lámparas, instrumentos musicales, adornos de ropa, tornillos
enroscados y golpeados, etc.
21
Figura 20 – Cu Zn20 – Influencia de la temperatura de recocido sobre la carga de ruptura y el grosor del
grano (redondel de menos de 25 mm de espesor, formada en frío es=60%, grano inicial de 69 micrones).
Figura 21 – Cu Zn30 – Recristalizado – Influencia del grosor del grano sobre las características
mecánicas según (10).
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Figura 22 – Cu Zn30 – Influencia de la temperatura de recocido sobre la carga de ruptura y el grosor del
grano (redondel de menos de 25 mm de espesor, formada en frío es=100%, grano inicial de 45 micrones).
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Cu Zn33
Este latón posee una capacidad de martilleo en frío particularmente elevada que lo
designa para embutidos profundos y difíciles. En efecto, la maleabilidad máxima de los latones
se logra con 33% de zinc (Figura (8), aunque las otras características mecánicas siguen altas
(Figura 7, 9 y 10).
El martilleo en frío del latón Cu Zn33 ha sido estudiado por Grard (7) en bandas de latón
para cartuchos (probetas de 6 mm y 0,3 mm de espesor) y por Boniewski y Pelczynski (12) en
alambres de 5 mm de diámetro. La figura 24 muestra los resultados obtenidos por estos autores
en lo que respecta a la dureza, la carga de ruptura, el límite elástico y el alargamiento. Estas
características dependen, por otra parte, del grosor del grano antes de la deformación (13): para
una tasa determinada de martilleo en frío, la resistencia y la dureza son mucho más elevadas y
la maleabilidad mucho más débil mientras el grano inicial es más fino. La figura 25 indica la
importancia de este factor para martilleos en frío de 10 y de 100%.
24
Figura 25 – Cu Zn33 – Influencia del diámetro del grano inicial sobre las características
mecánicas después del martilleo en frío.
El latón Cu Zn33 se utiliza para los trabajos complicados de martilleo en frío, repujado y
embutido profundo: cartuchos, soquetes, instrumentos musicales, elementos de iluminación,
faroles, remaches.
25
Cu Zn36
De características generales muy similares a las del precedente, el Cu Zn36 se usa para
fabricaciones análogas, pero sin necesitar las propiedades particulares de embutido del Cu
Zn33.
Figura 27 – Cu Zn33 – Influencia de la temperatura de recocido sobre la dureza para diferentes tasas de
martilleo en frío (alambre de 5 mm de diámetro, permanencias de media hora).
26
Cu Zn40
Dado que la composición del Cu Zn40 está en el dominio de las dos fases ( + ’) del diagrama
cobre-zinc (Figura 1), estos dos constituyentes, con distintas características, confieren a la
aleación un conjunto de notables propiedades:
- A temperatura ambiente, ’, que es más duro y menos dúctil que la solución sólida , limita
la capacidad de deformación,. Esta, sin embargo, puede seguir utilizándose, pero mejora la
capacidad de elaboración provocando la ruptura de virutas;
El diagrama de martillado (figura 30) se refiere a alambres recocidos durante dos horas
a 550 ºC antes del estirado final en un diámetro de 5 mm (12).
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Figura 29 – Cu Zn40 – Diagrama de martilleo (alambre de 5 mm de diámetro)
Figura 30 – Cu Zn40 – Influencia de la temperatura del recocido sobre la dureza para las
diferentes tasas de martilleo en frío (alambres de 5 mm de diámetro).
28
realizar entre 425 y 600 ºC. El aumento de la dureza, para los recocidos realizados sobre 550
ºC, se debe a un enfriamiento posterior demasiado rápido que implica la retención de cierta de
cantidad de de exceso (12).
La apropiada interacción entre las propiedades del latón 60/40 en los distintos modos de
trabajo lo hace especialmente apto para productos que necesitan a la vez una deformación
plástica (en caliente o en frío) y un mecanizado*. Tiene también numerosas aplicaciones en
arquitectura, cerrajería, mobiliario, farolería, aparatos sanitarios (piezas estampadas y luego
ligeramente mecanizadas), etc.
Esta propiedad, compleja, es difícil de medir, porque depende no sólo de la calidad del
material que se mecanice, sino también de la forma y de la calidad de la herramienta, al igual
que de las condiciones de corte; en la práctica se traduce en la posibilidad de un mecanizado
muy rápido con poco desgaste de las herramientas y por la calidad del estado de la superficie
obtenida.
Los latones con plomo, llamados también “latones de tronzado” son, entre las aleaciones
industriales, los que presentan la mejor “mecanizabilidad”; por esto, a menudo se los toma
como base de referencia para evaluar la capacidad de mecanizado de los otros materiales.
A título comparativo, el cuadro VIII, extraído de los trabajos del C t Denis (15), indica las
velocidades de menor desgaste para el fresado, el cilindrado y el taladrado de diferentes
aleaciones; el latón de tronzado siempre se ubica a la cabeza, y su posición no se modificaría si
la comparación se extendiera a aleaciones más recientes (cobre con telurio, aleaciones ligeras,
aceros al azufre y al plomo).
*
El coeficiente de mecanización es de 40; a pesar de su gran firmeza como herramienta de corte, el U-Z40 no se
adapta perfectamente a trabajos con máquinas automáticas, para las cuales es necesario añadirles algunos puntos
porcentuales de plomo.
29
CUADRO VIII
Velocidades de menor desgaste
para diferentes aleaciones
y diferentes modos de mecanizado
Condiciones de corte:
- En seco
Cilindrado - Avance para todo: 0,5 mm
- Ancho de corte: 5 mm
- Lubricante
- Avance por vuelta de fresa y por diente: 0,5 mm
Fresado - Suma de los anchos de corte y de pasada: 50 mm
La solubilidad del plomo en los latones, muy débil a alta temperatura (de 0,2 a 0,7% a
750ºC en Cu Zn40), es prácticamente nula en frío (0,01% como máximo). El plomo, por tanto,
conserva sus características propias aislándose bajo la forma de inclusiones que provocan la
fragmentación de virutas; también interviene como lubricante, debido a su bajo punto de fusión,
y así disminuye los coeficientes de roce entre la pieza y la herramienta.
Esta doble acción tiene por efecto, por una parte, favorecer el desprendimiento de las
virutas formadas, y por otra parte, reducir el desgaste y el calentamiento del filo de la
herramienta, evitando así en gran medida la formación de posibles aristas, perjudiciales al buen
estado de la superficie.
b) La distribución de las partículas de plomo: estas deben ser finas y diseminadas de manera
homogénea.
30
El estudio del latón 60/40 ha demostrado que la presencia de la fase ’ mejoraba
ostensiblemente la capacidad de mecanizado y, sobretodo, que la ampliación del campo
a alta temperatura, aumentaba la plasticidad en caliente como consecuencia de la
transformación más o menos completa de la fase .
Por lo tanto, los latones de plomo agregan a su alto uso en la industria una plasticidad
más o menos considerable en el calor o en el frío, siguiendo el título en cobre. Del mismo
modo, pueden asociarse o no a la elaboración propiamente dicha, el matrizado con calor o a
una deformación en frío.
Entre las variadas posibles composiciones de los latones de torneado, que han sido
adaptados para un uso en particular, es necesario soltar* un número restringido de fórmulas de
base que cubran el conjunto de las necesidades generales.
Diferentes rasgos de latones de plomo para las barras y los campos de usos
Cu Zn40 Pb3
Cu Zn36 Pb3
Este latón, a pesar de que tiene un contenido de zinc menor al anterior, puede
elaborarse muy bien gracias a la proporción elevada de plomo, pero soporta de igual manera
cierto rebordeo o una leve deformación en frío por su contenido de cobre.
31
Figura 31 – Influencia de la temperatura de recocido en las características mecánicas y en el grosor del
grano de una barra con Cu Zn 36 Pb 3 (Ø 20 mm, ¾ duro, durante una hora).
Cu Zn39 Pb2
Es el latón de matrizado por excelencia (750º C), gracias a su contenido menor de plomo
y a una apropiada proporción de cobre.
Su uso en fábrica, aunque levemente inferior al del Cu Zn40 Pb3, es de todas maneras
excelente y superior al resto de los materiales comunes.
Las características mecánicas de este latón son muy similares a las del Cu Zn40 Pb3.
Cu Zn35 Pb2
Cu Zn38 Pb2
Este latón está elaborado para la fabricación de barras cruzadas destinadas a la elaboración de
tuercas o de otras piezas industriales. Sus características son muy similares a las del latón Cu
Zn36 Pb3.
32
CUADRO IX
Recapitulación de los rasgos del latón de plomo
Latón “reloj”
Estos latones, que son aptos para soportar operaciones de recorte, perforación, fresado,
roscado, corresponden en la mayor parte de los casos al rasgo Cu – Zn39 Pb1.
Las características mecánicas son las siguientes para el estado de distribución H 14 (4/4
duro):
R ≥580 N /mm2 A≥ 5%
Tratamiento de estabilización
Tal como en todos los latones con contenido mínimo en cobre, los latones de plomo
martilleados de manera relativamente uniforme están predispuestos a un tipo particular de
corrosión intergranular bajo la acción de ciertos medios específicos. Esta corrosión, que se
manifiesta por medio de un fenómeno denominado “agrietamiento estacional” puede prevenirse
de manera eficaz por medio de un recocido de estabilización de aproximadamente media hora a
250 – 280ºC. Este recocido no modifica significativamente las características mecánicas
otorgadas por el martilleo. Además, el tratamiento termina por lo general la gama de fabricación
de los productos estirados en frío (principalmente seis caras, cuadradas, etc.) las que
enseguida son controladas por una prueba con nitrato de mercurio. De este modo, los
utilizadores están prácticamente seguros contra este tipo de corrosión.
33
3-4 LATONES ESPECIALES
La influencia en las propiedades de los latones de distintos elementos (ya sea tanto
impurezas como adiciones voluntarias) ha sido objeto de numerosas investigaciones que, sin
agotar el tema, han analizado en forma más o menos precisa la acción específica de dichos
elementos (18) (19). Estos trabajos han permitido determinar las concentraciones permitidas en
los cuerpos no deseables, seleccionar los cuerpos de mayor beneficio y precisar loas
proporciones óptimas para los usos específicos.
Los elementos de adición que se utilizan industrialmente son, además del plomo, cuyas
aplicaciones ya se han descrito en este documento, el estaño, el aluminio, el manganeso, el
níquel, el hierro, el silicio, y en dosis mínimas, el arsénico.
A excepción del plomo, que es insoluble en los latones, y del níquel que es
prácticamente soluble en todas las proporciones, los otros elementos tienen una solubilidad
limitada en los componentes normales α y β’ y, además de cierta concentración que depende
del elemento considerado y de la proporción de cobre, dan vida a componentes especiales.
Estos últimos, duros y excesivamente frágiles, provocan casi siempre la disminución rápida de
las características mecánicas (resistencia, alargamiento, resistencia al choque del material).
Asimismo, las proporciones usuales son, por lo general, menores que los límites de saturación
de los componentes normales salvo cuando se han investigado calidades especiales, com o las
propiedades ante frotes, por ejemplo.
La teoría del título ficticio, y de manera más precisa y más completa los diagramas de
equilibrio (cuando han sido determinados) permiten prever la influencia de las adiciones en la
constitución de los latones: modificación del número de las fases y sus proporciones relativas y
se puede deducir cualitativamente las repercusiones sobre las características mecánicas
ligadas a la constitución.
Por otra parte, las propiedades físicas y químicas de los componentes normales pueden
modificarse en mayor o menor grado por medio de la disolución de cuerpos agregados.
34
Cu Zn29 Sn1
Cobre ......................................................................70 %
Zinc ...................................................................... 28,3 %
Estaño ........................................................... 0,8 a 1,2 %
Con un total máximo de 0,5 en impurezas, de las cuales Pb ≤ 0,15, Fe ≤ 0,1 5 y Al ≤ 0,1 %.
Figura 34 – Cu Zn29 Sn1 (Cu 70,9 %; Sn 1,05; As 0,03%; Zn el resto. Estructura monofásica α.
Ataque en cloruro ferroso, G = 250)
Ya que la solubilidad mínima del estaño en los latones es del orden del 1% por un 36%
de zinc, el Cu Zn29 Sn1 está constituido sólo por cristales α, tal como lo confirma la micrografía
de la figura 34.
El recocido se efectúa entre los 425º y los 600ºC. Las figuras 32 y 33 muestran la
influencia de la temperatura de recocido en las características mecánicas y en el grosor del
grano, en un tubo de diámetro 20 x 22, martillado anteriormente en un 100%.
35
Figura 32 – Cu Zn29 Sn1 – Influencia de la temperatura de recocido en R, E y A /Tubo Ø 20 x 22,
martilleado al 100%. (Duración de recocido: 1 hora)
36
De la misma manera, la adición de estaño no tiene como propósito sacar las
características mecánicas, sino que mejorar la proporción de aguas ácidas o contaminadas, por
medio de la formación de una película protectora de óxido de sal básica de estaño.
Este latón también puede resistir la acción de aguas de ríos o de estuarios (que no
deben contener ni arena ni elementos abrasivos en suspensión) hasta velocidades de
circulación de 1 a 1,5 m/s. Del mismo modo presenta buenas condiciones con respecto a las
aguas ácidas, como por ejemplo, las aguas de minas. En todo caso, la salinidad total no debe
sobrepasar los 2,5 por 1000.
El latón Cu Zn29 Sn1 puede aplicarse principalmente en las placas y en los tubos
intercambiadores de calor, condensadores, evaporadores, refrigerantes y recalentadores en
contacto con aguas que responden a las condiciones indicadas anteriormente.
Cu Zn22 Al2
El diagrama ternario parcial del Cu Zn22 Al2 de la figura 35 muestra la gran influencia que tiene
el aluminio en la estructura de los latones.
37
Figura 36 – Cu Zn22 Al2 – Influencia de la temperatura de recocido en la dureza y en el grosor
del grano (según 20)
La ventaja del latón Cu Zn22 Al2 por sobre el anterior reside en su mejor mantención
frente a la corrosión en condiciones más severas. En efecto, la película protectora en base a
aluminio que se forma es muy resistente a la corrosión y a la erosión. Su velocidad de
reconstitución es muy elevada y posee una excelente mantención frente a las aguas de ácidos
pantanosos, a las aguas de estuarios, a las aguas de ríos contaminados, a las aguas de mar y a
las aguas salobres, incluso en las velocidades de circulación cercanas a los 3 m / s.
38
Tal como el latón Cu29 Sn1, e incluso con las mismas dosis, el latón de aluminio puede
por lo general inhibir el deszincado con arsénico.
El latón Cu Zn22 Al2 se utiliza en forma de tubos en los intercambiadores de calor para
las centrales eléctricas, barcos a vapor, refinerías de petróleo, entre otros.
Dado que se forma una película de alúmina, es difícil que el latón de aluminio pueda
soldarse con una soldadura blanda. Los procedimientos más convenientes para ello son la
soldadura y la soldadura por resistencia- Se puede utilizar tanto la soldadura oxiacetilénica y al
arco de carbón. No se recomienda el uso de la soldadura al arco metálico.
La normalización de la AFNOR (NFA 51-106) señala dos latones de alta resistencia, sin
composición química impuesta.
39
CUADRO X
Las composiciones de los tipos de latón Cu Zn+, clase 1 y 2, deben estar comprendidas dentro
de los siguientes límites:
Cu Al Fe Mn Ni Pb Sn Suma de otros
elementos
52 a 70% O a 5% 0 a 3% O a 4% 0 a 5% 0 a 3% 0 a 2% 0a1%
Este cuadro destaca el hecho que los latones de alta resistencia permiten satisfacer
niveles de exigencia extremadamente variados de resistencia mecánica, de mantención frente a
los distintos modos de corrosión (corrosión – erosión, cavitación, corrosión seca, etc) de
resistencia al desgaste, de competencia en relación con el roce, moldeamiento, formación y
mecanizado.
40
CUADRO XI
Composición, características mecánicas y ejemplos de las aplicaciones de distintos latones
especiales industriales
41
4. RESISTENCIA A LA CORROSION
4-1 GENERALIDADES
Al igual que todas las aleaciones cupríferas, los latones presentan una resistencia a l a
corrosión relativamente elevada en un sinnúmero de condiciones.
a) Los latones simples, que contienen hasta un 15% de zinc, poseen una resistencia a la
corrosión similar a la del cobre puro. Mantienen una excelente condición en distintas
atmósferas, aguas naturales dulces o saladas (el Cu Zn15 es más resistente que el cobre en
aguas que contienen Co2 libre), a los ácidos no oxidantes (que no contienen ni oxígeno disuelto
ni otros agentes oxidantes), a las bases cáusticas (soda, potasio) en solución y también a la
mayoría de las soluciones salinas, con excepción de las salas férricas, cupríferas, estánnicas,
mercúricas y amoniacales principalmente. Además, estos latones son prácticamente
insensibles a la deszincado y al agrietamiento estacional (ver más adelante).
c) Los latones bifásicos α+β’ (Zn > 36%) , con o sin plomo, en los que los riesgos de
deszincado se adquieren, por una parte, debido a su alta proporción en zinc y, por otra, a la
ineficacia de los inhibidores para la fase β’.
d) Los latones especiales, en los que ciertos elementos de adición como el aluminio, el
estaño, el níquel mejoran la resistencia a la corrosión, ya sea al participar en la formación de
una película protectora o al modificar las características electroquímicas de la aleación.
42
De este modo, cada manifestación de corrosión es frecuente en un caso en el que las
circunstancias se repiten muy raramente de una manera idéntica. Por lo tanto, es por lo general
difícil formular de antemano las indicaciones precisas en relación con el comportamiento en
servicio de las aleaciones metálicas, por la complejidad del fenómeno de la corrosión y por los
múltiples factores que la afectan: naturaleza del medio, temperatura, aeración, composición
química completa (acción de elementos en proporciones menores y estado estructural de la
aleación, estado de la superficie, depósitos superficiales, velocidad de fluido, efectos
galvánicos, heterogeneidad, impurezas, etc.
De este modo, J. Tourret (22) realizó, a propósito de tubos de latón para condensadores
y refrigerantes, una nueva clasificación en 9 tipos de corrosión:
1º Corrosión uniforme, en la que, por los latones, intervienen principalmente en medios ácidos
o en presencia de productos sulfurosos;
2º Corrosión por picaduras, que se atribuye a distintas causas: efectos electrolíticos locales,
depósitos, fallas de la superficie,
3º Corrosión intergranular;
6º Agrietamiento estacional (season cracking) , caso particular del tipo anterior, en el que las
tensiones son internas;
8º Fatiga – corrosión: para los latones, el límite de fatiga disminuye por lo general cuando una
acción corrosiva es superpuesta a tensiones cíclicas;
Sin embargo, es necesario mencionar que la mayor parte de los casos mencionados
anteriormente son comunes (con intensidades variables) en la mayoría de las aleaciones
metálicas. Por lo tanto, nos limitaremos a realizar la descripción de los dos tipos de corrosión
específicos de los latones, la deszincado y el agrietamiento estacional, como también a los
medios para prevenirlos.
43
4-2 DESZINCADO
Este tipo de corrosión se manifiesta por medio de una porosidad más o menos
importante y por un cambio de color en la zona corroída que, desde el amarillo propio de los
latones, pasa hacia el rojo del cobre.
En los latones bifásicos, se ataca de preferencia la fase β’, rica en zinc (48%). El
deszincado sólo aparece después en los cristales α.
44
En los estudios efectuados con el latón Cu Zn30, Bengough y May (23) demostraron
que el hierro y el manganeso favorecen el deszincado, mientras que éste se ve dificultado por la
acción del aluminio, el níquel, el estaño y , sobretodo, el arsénico.
Este último elemento, que se utiliza en proporciones del orden del 0,04% es el inhibidor
de deszincado más eficaz y el que se utiliza en general.
45
Aún no se ha aclarado totalmente el mecanismo exacto de agrietamiento cristalino; sin
embargo, las condiciones en las que aparece han sido determinadas con precisión. Los
principales factores que favorecen este tipo de falla son los que se indican a continuación:
a) Composición química
Los valores de las tensiones límites para que aparezca el agrietamiento estacional no
han sido definidas con precisión (del orden de 10,5 a 17 kg7mm, según los autores). Sin
embargo, parece que se ha establecido adecuadamente que la coexistencia de las tensiones de
valores muy distintos en una misma pieza favorece más aun el agrietamiento estacional en vez
de una tensión repartida con uniformidad.
c) Ambiente corrosivo
Entre los agentes que ejercen una acción incuestionable en la formación del
agrietamiento estacional se cuentan: los vapores amoniacales, las soluciones de sal de
mercurio, el anhídrido sulfuroso húmedo, la condensación de vapores sulfúricos con humedad,
trazos desoxidantes, un número importante de aminas (metilamina, trimetilamina – etilamina,
etanolamina, anilina, etc), y ciertos metales fundidos (soldadura al estaño, por ejemplo).
La forma del producto interviene en la repartición de las tensiones internas que pueden
ser más o menos uniformes. Es el caso, por ejemplo, de una barra redonda en relación con una
barra de seis caras de la misma sección.
46
La protección más eficaz contra el agrietamiento estacional consiste en un tratamiento
térmico a baja temperatura (recocido de “estabilización”) entre los 50 y los 325ºC durante media
a dos horas. Este tratamiento debe realizarse de tal manera que todas las partes de las piezas
puedan mantenerse por suficiente tiempo a la misma temperatura para regularizar las tensiones
residuales. Por lo tanto, no se aconseje efectuar este recocido en un medio de calentamiento
sin control, como el recocido local con soplete.
La eficacia de tratamiento de estabilización puede verificarse con una prueba con nitrato
al mercurio (norma NFA 05-111).
47
5 – TRATAMIENTOS TÉRMICOS
5-1 GENERALIDADES
Recocido
Temple
En el caso de los latones (tipo 60/40 con dos fases α+β) el temple que se hace a partir
de los 700 – 850ºC permite aumentar la proporción de la fase β, que modifica importantemente
las características mecánicas de estas aleaciones (24). En relación con los valores obtenidos
después del enfriamiento al aire, la carga de ruptura aumenta de aproximadamente 50 N / mm 2,
el límite elástico de 40 a 50 N / mm2 y la durabilidad de 20 a 30 unidades de Brinell. Los
alargamientos disminuyen en alrededor de 10 puntos.
Este tratamiento puede utilizarse para eliminar las características de aquellas piezas que
no pueden ser martilladas (piezas formadas con matriz en caliente, por ejemplo). Se debe
efectuar el calentamiento lo más rápido posible y durante un tiempo breve para limitar el grosor
del grano y el deszincado seco.
Figura 41 – Cu Zn39Pb1. Recocido a 850ºC después de n temple. Estructura acicular α+β
G =400
(CENTRO DE INVESTIGACIONES – TREFIMETAUX)
Revenido
Son variados elementos que forman con el cobre aleaciones con endurecimiento
estructural; los más utilizados son el berilio, el cromo y, en conjunto, el níquel y el silicio. Estos
dos últimos elementos, además, permiten extender esta característica a los latones α (Cu >
63%) al endurecimiento estructural y una fórmula de latón especial del tipo 85/15 con adiciones
de Al, de Si y de Ni que alcancen cada una aproximadamente el 1% se hayan puesto a punto
para aplicaciones específicas (tuberías de altas presiones). Para esta aleación, la temperatura
de calentamiento con temple se encuentra entre los 725 y los 800ºC y el tratamiento de
maduración se efectúa entre los 450 y los 500ºc (25). Las características mecánicas de este
latón se indican en el cuadro XI, para los estados de temple y de temple endurecido.
Los tratamientos térmicos que se aplican comúnmente en los latones son los de
recocido de cristalización y de estabilización que se efectúan sobre los productos martilleados.
Recocidos de recristalización
49
La recristalización se origina de la formación y crecimiento de gérmenes de nuevos
cristales en las regiones más afectadas por la deformación en frío (conjuntos de granos, planos
de deslizamiento). Estos cristales sanos se desarrollan progresivamente a expensas de los
antiguos granos deformados. La recristalización propiamente tal termina cuando se completa
esta sustitución.
La dimensión del grano tiene influencia relativamente significativa en las propiedades del
latón y constituye en particular un factor de calidad importante para los semiproductos
(planchas, chapas, bandas) destinadas a producirse en frío. En efecto, la capacidad de
deformación aumenta a medida que el grano sea más grande; sin embargo, un tamaño
excesivo de los granos puede originar una rugosidad más o menos significativa (“piel de
50
naranja”), que es perjudicial para la apariencia de las piezas y cuya eliminación con pulido es, a
la vez, difícil y extremadamente cara.
Para los latones de moldeamiento (con un 30 a 36% de zinc) se pueden distinguir, por
ejemplo, en función del grosor del grano, varios rasgos de recocido adaptados a distintos usos
específicos, como lo indica el cuadro XII.
CUADRO XII
Dimensiones del
Diámetro nominal Durabilidad Brinell
grano promedio en Aplicaciones
del grano en mm aproximada
micrones
0,015 25 64 a 82 Formación ligera, pequeño martilleo, pulido.
La dimensión de los granos puede estar determinada por variados métodos. La que se
utiliza con mayor frecuencia consiste en comparar el aspecto microscópico de una muestra
pulida y atacada con tipos de micrografías (figura 43)
Figura 43 (a, b y c). Aspectos micrográfico del latón Cu Zn30 recocido. Diferentes grosores de
granos.
51
Se han indicado previamente los dominios usuales de las temperaturas de recocido en
la descripción de cada rasgo de latón. Están relativamente extendidos y en los intervalos de
temperaturas mencionadas (e incluso fuera de ellos) es posible obtener las características
determinadas modificando los parámetros del recocido (martilleo, temperatura, tiempo), según
los resultados investigados.
Esta figura hace asimismo recalcar que para los latones α, el crecimiento del grano
comienza con temperaturas relativamente bajas y que prosigue de una manera continua hasta
convertirse en sólido, cuando la temperatura aumenta. Por el contrario, en los latones
polifásicos (latones α + β, ciertos latones especiales), el crecimiento del grano se encuentra
limitado por lo general hasta las temperaturas en las que no existe más sólo una fase. Por
ejemplo, para un latón 60/40, el grosor del grano no es importante sino debajo de los 750ºC.
Las curvas de la figura 43 no pueden prolongarse, por lo tanto, en los dominios α + β y α + β’.
52
gruesos. Para los latones, el martilleo crítico es por lo general mínimo, en el orden del 2% para
el latón Cu Zn33, por lo que el dominio anterior no aparece en la figura 45.
Figura 45 _ latón Cu Zn 33. Variación del grosor del grano en función de la tasa de martilleo y de la
temperatura de recocido, en mantención durante 6 horas.
53
Recocidos parciales o “aprovechados” – Las investigaciones (9) (10) (11) han
demostrado que para las tasas de martilleo muy elevadas (> 230%), la evolución de la
estructura en función del tiempo de mantenimiento a una temperatura constante pasa por tres
fases o estadios: primero, la recristalización en granos muy finos; luego, la formación de granos
más gruesos que, al crecer, sustituyen progresivamente a los primeros y, por último, el
crecimiento homogéneo de los cristales.
Las diferentes etapas son lo suficientemente distintas en la escala de los tiempo para
permitir la obtención de estructuras parcial o completamente recristalizadas en granos muy
finos, lo que limita la duración del recocido.
Los latones que han sido tratados de esta manera se denominan “parcialmente
recristalizados” o “restaurados”. Ofrecen una maleabilidad mayor, que está asociada a una
gran fineza del grano, lo que los hace particularmente interesantes para el martilleo, ya que no
presentan el fenómeno de la “piel de naranja”.
Los recocidos “aprovechados” pueden efectuarse entre los 250 y los 750ºC. La duración
del mantenimiento se encuentra en función de la tasa de martilleo inicial y de la temperatura de
recocido. Dada la precisión relativamente elevada de las condiciones de operación, la
realización de estos tratamientos se efectúa con mayor comodidad en hornos con pasillo, en los
que la temperatura de trabajo y el tiempo de permanencia se controlan rigurosamente.
Recocido de estabilización
Este tipo de recocido se utiliza principalmente para eliminar las tensiones internas que
sensibilizan los latones a un tipo particular de corrosión denominada “agrietamiento estacional”.
La eficacia del recocido de estabilización puede verificarse mediante una prueba con
nitrato de mercurio: se sumerge una probeta durante 15 minutos en una solución de nitrato de
mercurio a 100 g/l agregados de 15 cm 3/l de ácido nítrico de densidad 1,42 (norma NF A 05-
111). Las muestras sensibles al agrietamiento estacionario se agrietan de manera más o
menos rápida.
54
5-3 ATMÓSFERAS PROTECTORAS
La formación del óxido de zinc es difícil de evitar, sobre todo cuando la proporción de
cobre es menor al 85%. Para el recocido brillante en especial, las atmósferas deben estar
rigurosamente sin gases oxidantes, que actúan incluso en concentraciones mínimas. Por
ejemplo, a 725ºC en hidrógeno, los trazos de vapor de agua son suficientes para provocar una
ligera oxidación (27).
La volatilización del zinc es considerable a partir de los 450 – 500ºC; aumenta con el
transcurrir del tiempo, la temperatura y la proporción de zinc. La presencia de una capa de
óxido de zinc que sea suficientemente gruesa para ser estancarse limita la volatilización; sin
embargo, en atmósferas reductoras o neutras (gas amoniacal agrietado, gas amoniacal
agrietado parcialmente quemado y perfectamente seco) la volatilización prosigue en teoría
hasta que haya un equilibrio entre el vapor de zinc y el zinc en estado sólido. No obstante, este
equilibrio estático nunca se alcanza y aumenta el deszincado.
Figura 46 – Tensión de vapor de zinc en los latones, en función de la temperatura (según 28).
55
Independientemente de las condiciones señaladas anteriormente, para obtener los
recocidos apropiados es necesario desengrasar el latón previamente. De esta manera, se evita
la formación de manchas por los depósitos de carbono o de compuestos sulfurosos que
provoquen la descomposición del lubricante.
La eliminación del ligero tiente gris que empaña el latón después del recocido en una
atmósfera controlada se logra por medio de una desoxidación rápida (ácido sulfúrico a 10-15%,
en 35 a 40ºC).
El recocido de los latones se puede efectuar del mismo modo en baños de sal disueltos.
Estas sales, cuyas zonas de utilización varían entre los 150-550ºC a los 400-750ºC, sólo
producen una leve modificación del aspecto de las piezas, mucho menor y, sobretodo, más
regular que en atmósferas. Se elimina fácilmente por medio de una desoxidación ácida.
56
6. EJECUCIÓN
Entre los diversos métodos, los que proceden por deformaciones plásticas (embutido,
repujado, matrizado, etc.) se adaptan especialmente bien al trabajo de los latones, tanto desde
el punto de vista económico como desde el punto de vista tecnológico. En efecto, los latones
presentan una maleabilidad extraordinariamente elevada, en frío o calor según su composición,
lo cual permite deformaciones importantes entre pasadas, un mínimo de recocidos intermedios,
grandes velocidades de trabajo y la ejecución relativamente sencilla de formas complejas.
Además, las potencias necesarias son de dos a tres veces más bajas que para las aleaciones
ferrosas. En fin, estas operaciones se efectúan a partir de semi-productos (enrolladas, bandas
derechas o enrolladas, tubos, alambres, barras llenas o huecas, perfiles varios) que se obtienen
con tolerancias dimensionales estrechas y que se prestan perfectamente a trabajos de serie en
la prensa.
6.1. EMBUTIDO
La pieza de partida, denominada flan, se recorta primero según un trazo impuesto por la
forma de la pieza que se hará, luego se deforma en una prensa entre un punzón y una matriz
(fig. 47). Cuando el flan corre el riesgo de plisarse en su área bajo la acción de fuerzas
tangenciales de compresión que se desarrollan allí en el curso del embutido, se mantiene entre
la matriz y un cierra-flan, ejercido por dispositivos mecánicos, neumáticos o hidráulicos según
los tipos de prensas, debe ser suficiente para evitar la formación de pliegues, sin frenar
demasiado el vaciado y aumentar de manera prohibitiva el esfuerzo del punzón; para los
latones, es del orden de 20 kg/cm 2. La necesidad de un cierra-flan se impone por el espesor
de la chapa y por la reducción del diámetro del flan. La figura 48 indica los límites de
necesidad de un cierra-flan en función de estos parámetros para embutidos cilíndricos.
Como consecuencia de diversos factores, entre los cuales están la deformación del
punzón, los límites de la carrera y la potencia de las prensas y, sobre todo, el martilleo del metal
57
bajo la acción de deformaciones permanentes que éste sufre, el embutido de piezas profundas
o de formas complicadas generalmente se realiza en varias operaciones sucesivas o pasadas.
La primera pasada, que transforma el flan plano en una pieza hueca, denominada pasada de
embutido; en tanto que las siguientes, que modifican progresivamente la forma de este primer
embutido se denominan pasadas de estiramiento. Entre las pasadas, los embutidos
intermediarios son recocidos para dar al metal su maleabilidad primitiva.
Sin embargo, la profundidad máxima que es posible obtener por embutido es limitada,
porque las dificultades de fabricación crecen rápidamente con la relación altura/diámetro de las
piezas. De todas las aleaciones industriales, los latones son los que permiten alcanzar los
valores más elevados de esta relación, con profundidades iguales a siete u ocho veces el
diámetro.
Ya se indicó que en el capítulo “Tratamientos Térmicos” la influencia del grosor del grano
en estado de superficie de los productos embutidos, en particular la rugosidad (efecto de “piel
de naranja”) provocado por estructuras gruesas. Por otra parte, la maleabilidad y, en
consecuencia, la profundidad de embutido aumentan generalmente con el tamaño del grano
(por lo menos, hasta cierto punto).
58
Fig. 48 - Límites de empleo de un cierra-flan, para los embutidos cilíndricos de latón (según 29). Un cierra-flan es
necesario en las zonas situadas sobre las curvas
a) matrices planas
b) Latón recocido, matrices cónicas (reducciones posibles sin cierra-flan son más importantes que con matrices
planas)
59
La orientación cristalina interviene en la formación de “cuernos de embutido” que
aparecen con ciertos metales cuyos cristales toman las direcciones privilegiadas en el curso de
las operaciones de laminado en frío. Los latones se revelan, felizmente, en forma poco
sensible a esta orientación preferencial; en tanto que unos estudios en el Cu Zn30 demostraron
que los cuernos no estaban presentes o eran demasiado poco pronunciados. En este último
caso, éstos se presentan en 45º (cuatro), 55º y 125º (cuatro) y 0º, 60º y 120º (seis) en relación a
la dirección de laminado (32).
Para el cálculo del número de pasadas, se considera que el trabajo se reparte bien entre
las diferentes operaciones cuando cada una de ellas produce el mismo martilleo del metal, el
cual puede llegar al 90 % en el caso del latón.
Ya sea:
- s la sección final.
- N el número de pasadas
- e3 el martilleo promedio.
Según la definición misma de martilleo, la relación de las secciones en cada pasada es igual a:
e3
1
100
Para las n pasadas, la relación de la sección inicial con la sección final es:
S F
e3
G IJ
s
= 1 +
H
100
n
K
60
De donde se saca el número de pasadas:
log S - log s
n =
F
G e3 IJ
H
log 1 +
100 K
Sin embargo, la experiencia muestra que no es necesario conservar el mismo martilleo durante
cada pasada y, en la práctica, se tiene interés en ejecutar, para los latones, la primera pasada
con un martilleo de 60 a 90 % y las pasadas siguientes con un martilleo de 30 a 50 %.
61
Para tener en cuenta el cizallado de la parte
superior del último embutido, se aumenta la altura en
aproximadamente 10 %.
D = d2 + 4 d (h + 0,57 r) = 87 mm
s1 = 76 mm2
Si
2,5
Sf
Para los latones, el juego entre el punzón y la matriz es del orden de 1,2 e (según 35).
Asimismo, aquél se puede determinar con ayuda de la siguiente fórmula (33):
W = e + 0,04 10 e
62
Los radios de los contornos redondeados, a la entrada de la matriz y en la nariz del
punzón, pueden calcularse con las siguientes fórmulas (siempre según 33):
RM1 = 0,8 D - e
- Matrices de estiramiento:
RMn =
dn-1 - dn
2
en donde n es el numero de la pasada considerada, d n el diámetro del embutido respectivo y d n-
1 el diámetro del embutido obtenido en la pasada precedente:
- Punzones:
dn - dn + 1
Rdn =
2
También se emplean punzones achaflanados de 45º; el diámetro en la base del chaflán
es igual al diámetro del embutido realizado en la pasada siguiente (es decir, d n+1).
Los punzones y las matrices empleadas para el embutido del latón generalmente son de
acero templado en aceite. En ciertos casos, las matrices son vaciadas.
Los lubricantes de embutido son muy variados. Deben estar adaptados a la intensidad
del trabajo y a la naturaleza del metal y, además, deben poder ser eliminados fácilmente de las
piezas embutidas para no producir manchas durante los recocidos.
Trabajo liviano:
1º Solución de jabón (0,03 a 2 % de jabón de grado elevado);
2º Emulsión de cuerpos grasos o de aceite con un jabón;
3º Mezclas de aceite de tocino (10 a 20%) con un aceite mineral.
Trabajo intermedio:
1º Solución de jabón (0,03 a 1 %). El jabón debe tener un grado elevado (39 a 42 %). Los
ácidos grasos y los alcalis libres deben ser inferiores a 0,07 %.
2º Emulsión de cuerpos grasos o de aceite con un jabón. El contenido de ácidos grasos
libres, en la pasta de base diluida en su peso de agua, debe ser por lo menos de 2 %.
63
3º Mezclas de aceite de tocino (75 a 100 %) en un aceite mineral. El contenido de ácidos
grasos libres debe ser de 1,5 a 5 %.
Trabajo difícil:
1º Solución de jabón (0,3 a 1 %).
2º Solución de jabón (1 a 2 %) que contiene 1 a 2 % de sebo o 0,25 % de ácido esteárico.
3º Mezclas de aceite de tocino (75 a 100 %) en un aceite mineral.
4º Jabón seco.
6 – 2 REPUJADO
Las dimensiones de las piezas realizables por medio de repujado se limitan sólo por la
capacidad del giro; y sus diámetros pueden variar de algunos centímetros a algunos metros.
Por otro lado, el repujado puede complementar en forma económica el embutido para
realizar ciertos detalles complejos (ángulos entrantes, ribeteados, etc.) en piezas realizadas en
la prensa.
64
Las velocidades de rotación deben adaptarse al espesor de la chapa y al diámetro de la
pieza.
CUADRO XIII
Velocidad de rotación del flan, según (36)
6 – 3 MATRIZADO
Las composiciones más adaptadas al matrizado son aquéllas cuyo título de cobre (real
para los latones simples, ficticio para los latones especiales) es inferior a 62 %. A alta
temperatura (de 600 a 750-800 ºC), estos matices están efectivamente formados, en su
totalidad o en su mayor parte, por la fase , más maleable que los componentes normales en
frío ( y ).
65
La forma de los bosquejos de matrizado es impuesta por la pieza que se fabricará y por
el tipo de matrices empleado.
Con frecuencia los bosquejos se preparan por trozado de barras cilíndricas o perfiles
cuya sección es parecida al contorno de la pieza. Este procedimiento es especialmente
ventajoso con los latones, debido a la aptitud extraordinaria de éstos en el formado en la
prensa, lo cual permite obtener con una precisión y una constancia de calidad elevadas perfiles
de secciones muy variadas, adaptados a la mayoría de los casos.
Para las piezas de formas más complejas, es necesario proceder en varias pasadas, por
deformación progresiva del bosquejo inicial en los estampados sucesivos. Estos estampados
algunas veces se agrupan en el mismo juego de matrices.
66
La “rebaba” así formada, que se corta durante una operación posterior, llena dos
funciones fundamentales: por un lado, actúa como amortiguador entre las matrices y, por otro
lado, ayuda a consolidar y a retener el metal en la impresión.
2º Matrices de “hilado”
Este procedimiento tiene que ver con el hilado en la prensa: la matriz inferior presenta
un “contenedor” seguido por la impresión de la pieza. La parte superior está formada por un
punzón o aguja que se engancha en el contenedor. Con frecuencia, la impresión inferior no es
cerrada; sino que deja que el metal escape libremente.
3º Matrices semi-cerradas
Con las matrices de estos tres grupos, para facilitar el levantamiento de la pieza, es
necesario realizar un corte sesgado (pendiente de 0,5 a 1 %) en las paredes de la impresión
perpendiculares al plano de unión.
El fluido del metal es favorecido a la vez por el pulido de los grabados y por los grupos
de de empalme, con un mínimo de 1,5 a 3 mm de radio, entre las diversas secciones de la
impresión. Estos grupos limitan el desgaste de las matrices y refuerzan las piezas matrizadas.
67
Este grupo de herramienta se distingue de los anteriores por dos características: por una
parte, permite elaborar piezas que no podrían desmoldarse en matrices abiertas; por otro lado,
la rebaba, que no se puede evitar completamente, no constituye un elemento fundamental del
procedimiento.
A pesar que las matrices cerradas son más complicadas y más costosas que las
matrices abiertas, aquéllas tienen la ventaja de permitir la elaboración de piezas con las formas
más variadas, con vaciados muy cóncavos.
El volumen del bosquejo es, en principio, igual al de la pieza final. De ahí que una
ejecución es relativamente débil (101 a 105 %). Ciertas obras preconizan incluso un bosquejo
con un volumen preferentemente inferior al de la impresión (38). Pero las herramientas
soportan presiones elevadas que pueden alcanzar de 80 a 100 kg/mm 2 y se desgastan
rápidamente.
Con las matrices cerradas, no es necesario prever el corte sesgado y los rayos de los
vaciados pueden ser un poco más pequeños. Además, por el hecho de la ausencia de rebaba,
la precisión mejora y las tolerancias se reducen a + 0,12 mm.
68
Las matrices son de aceros especiales tratados. Las composiciones más utilizadas son
las siguientes:
Las prensas empleadas generalmente para el matrizado de latones son ya sea del tipo
de fricción (o balancín) o del tipo de cigüeñal.
Las prensas de fricción con más convenientes para el matrizado de las piezas delgadas
de gran superficie o de paredes débiles. Su potencia debe adaptarse a la masa de metal
matrizado y a la intensidad del trabajo:
Las prensas de cigüeñal más rápidas (250 a 500 piezas/hora) requieren de una gran
regularidad en la temperatura y en las dimensiones de los bosquejos, como consecuencia de la
carrera determinada por la articulación.
Se debe proceder a lubricar, sin exceso, las matrices para conservar el estado de
superficie de las impresiones, permitir un mejor deslizamiento del metal y evitar la adherencia
de las piezas matrizadas. Los mejores resultados se obtienen con grasas animales grafitadas
(20 % de grafito). También se emplea sebo y fuel-oil. También se ha propuesto el empleo de
bisulfuro de molibdeno diluído en su peso de alcohol.
Al principio de cada puesto de trabajo, las matrices son precalentadas por medio de
rampas de gas o de coronas calientes eléctricas, lo que reduce los choques térmicos así como
el enfriamiento de las primeras piezas enganchadas. Para el matrizado de los latones, la
temperatura de precalentado es aproximadamente de 350 ºC para las matrices superiores y de
300 ºC para las matrices inferiores.
La eliminación de las rebabas se realiza por corte entre una matriz y un punzón, cuyo
trazo corresponde al contorno de la pieza, en pequeñas prensas de cigüeñal de 25 a 100 t que
permiten una producción de 600 a 800 piezas/hora.
Las piezas matrizadas y sin rebabas algunas veces son golpeadas o calibradas en frío
en herramientas similares a las empleadas para el matrizaje, pero que no producen una unión
de rebaba. Asimismo, es posible obtener tolerancias inferiores a 0,025 mm aproximadamente,
y evitar ciertas operaciones de maquinado.
69
Las piezas terminadas generalmente son decapadas, operación que tiene por efecto
eliminar la oxidación y los residuos de lubricantes. Usualmente se emplean los siguientes
baños de decapado brillante:
o:
Para evitar que las piezas se manchen, se recomienda emplear una solución acuosa al 3
% en peso de bicromato de potasio o de sodio (o bien de 2 % en volumen de ácido crómico) y 5
% de ácido sulfúrico.
Una vez decapadas, las piezas son enjuagadas primero en agua fría, después en agua
caliente, y secadas (con ayuda de aserrín de madera, por ejemplo). Se puede evitar el
empañado del latón durante el secado añadiendo tartratos en el agua de enjuague.
6-4 SOLDADURA
Generalidades
Los latones pueden ensamblarse por medio de la mayoría de los métodos habituales de
soldadura, a pesar que la volatilización del zinc a temperaturas elevadas hace un poco delicada
la aplicación de ciertos procedimientos autógenos.
Los latones especiales de alta resistencia cuyas composiciones son muy variadas,
constituyen casos especiales para los cuales es preferible tomar las recomendaciones del
fabricante o realizar ensayos previos. En efecto, si las adiciones débiles de hierro, manganeso,
fósforo, silicio y estaño no tienen una acción notable en la aptitud de la soldadura, la presencia
de ciertos elementos como el aluminio, níquel, cromo, que forman óxidos refractarios, requiere
el empleo de decapantes especiales. Por otro lado, estos latones tienen con frecuencia
estructuras complejas más o menos sensibles a la calefacción (precipitación o solución de
ciertos componentes, agrandamiento del grano) y sus características eventualmente pueden
modificarse.
Del cuadro XIV se desprende que, de una manera general, los procedimientos que se
adaptan mejor al ensamblado de latones son las soldaduras, suaves o fuertes, que se realizan a
temperaturas moderadas y, sobre todo, sin fusión del metal de base. Esto proviene del hecho
que la volatilización del zinc es ínfima a temperaturas de soldadura debido a la breve duración
de las operaciones; pero resulta importante en estado líquido, ya que la temperatura de
70
ebullición del zinc bajo presión atmosférica (906 ºC) es del mismo orden que las temperaturas
de fusión de los latones (900 – 1 050 ºC).
Sin embargo, los procedimientos autógenos pueden producir soldaduras sanas, bajo la
condición de observar algunas precauciones indicadas más abajo; pero su ejecución requiere
una cierta experiencia de parte del soldador y, cada vez que las condiciones de operación y
siempre que las propiedades investigadas en la juntura lo permitan, existe la ventaja de soldar
los latones.
CUADRO XIV
Aptitud para soldar por fusión latones para los principales procedimientos industriales (según
39)
Cu Cu Cu Cu Cu Cu Cu Latones Cu CuZn2
Zn5 Zn10 Zn15 Zn20 Zn30 Zn36 Zn40 al plomo Zn29 2
Sn1 AI2
Soldadura de aleación blanda (con E E E E E E E E E M
estaño)
Soldadura de aleación fuerte (con E E E E E E E B E B
plata)
Soldadura exiacetilénica B B B B B B B N B M
Soldadura al arco con electrodo de M M M M M M M N M M
carbono
Soldadura al arco bajo gas B B B B M M M N M M
protector
Soldadura al arco con electrodos N N N N N N N N N N
recubierto
Soldadura por resistencia:
- Por puntos N N M M B B B N B B
- Con ruleta estriada N N N N N N N N N M
- Punta a punta B B B B B B B M B B
E = excelente B = bueno M = mediano N = procedimiento no recomendado
71
La fórmula siguiente se adapta mejor a las aleaciones de aporte a un punto de fusión
más bajo:
Para los latones que contienen aluminio (Cu Zn22 AI2 y ciertos latones HR), se necesita
un fundente muy activo que contenga de preferencia alcohol metílico, cloruro de zinc, cloruro de
amonio y ácido clorhídrico libre.
La soldadura de aleación blanda de latones se realiza fácilmente con fierro para soldar
(para las piezas de masa débil), por templado o con la mayoría de los medios industriales de
calefacción: soplete, hornos, resistencia eléctrica, inducción, etc.; es facilitado por la gran
aptitud de los latones al estañado, tratamiento que puede realizarse por templado, con ayuda
de pastas especiales compuestas de aleación de estaño en polvo y de pasta decapante (fig.
56).
Se debe recordar que los latones tensionados pueden fisurarse bajo la acción del metal
de aporte líquido (fisura estacional) y que se debe evitar soldar por aleación piezas bajo
tensiones de ensamblado. Para los latones perforados, se debe realizar un tratamiento de
distensión a 250-325ºC durante una media hora a una hora.
72
Soldadura de aleación fuerte
Las aleaciones de aporte para soldadura de aleación fuerte contienen casi siempre
plata, de donde viene el término “soldadura de aleación con plata”, por el cual se conoce con
frecuencia este procedimiento. El cuadro XV indica las composiciones de algunas aleaciones
utilizadas para la soldadura de aleación fuerte de latones.
*
Procedimiento Gasflux
73
decapa y protege el exterior de la juntura contra la oxidación durante el calentamiento de la
pieza. Este procedimiento, que se adapta en particular a la soldadura-soldadura de aleación,
debe complementarse para la soldadura de aleación empleando una past a decapante que
facilita la penetración capilar de la aleación de aporte en la juntura.
Con excepción de los fundentes gaseosos, los decapantes habituales dejan residuos
más o menos vitrificados los cuales deben eliminarse de todas maneras después de la
soldadura de aleación, ya sea por lavado con agua caliente o con ácido sulfúrico (10 a 15 %),
seguido por un enjuague abundante, o por procedimientos mecánicos (cepillado, picado, etc.).
CUADRO XV
Composición de algunas aleaciones de aporte
para la soldadura de aleación fuerte de latones
Cu Ag Zn Cd P Intervalo de fusión
% % % % %
15 50 16 19 - 620-640
28 62 10 - - 690-735
37 43 20 - - 700-775
50 17 33 - - 790-830
43 24 33 - - 740-780
*33,3 33,3 33,3 - - 700-740
**16 80 4 - - 740-795
80 15 - - 5 625-705
*Decoración
**Alta conductividad eléctrica
Soldadura oxiacetilénica
El exceso de oxígeno evidentemente es en función del título del latón. El ajuste óptimo
puede obtenerse fácilmente operando sobre una pequeña muestra del latón que se va a soldar,
que se hace fundir en una llama ajustada primero normalmente. Esta fusión es acompañada
por hervor del metal fundido y por desprendimiento de metales blancos, fuentes de porosidades
y debilitamiento de las soldaduras. De esta manera se reduce el caudal de acetileno hasta que
el baño de fusión esté tranquilo y el desprendimiento de los vapores sea mínimo. Un exceso
de oxígeno demasiado importante formaría una corteza de óxido que dañaría la realización de
la soldadura (necesidad de calentar primero, aspecto malo del cordón).
Las aleaciones de aporte pueden ser de la misma composición que el metal de base;
pero en la práctica tiene ventajas usar un latón ligeramente más rico en zinc (2 a 3 %) que el
latón que se soldará para compensar la pérdida de zinc durante la soldadura.
74
Al igual que para la mayoría de las aleaciones de cobre, se emplea el método “a la
izquierda”.
Para los latones con aluminio, la presencia de alúmina requiere de fundentes a base de
fluoruros alcalinos y se opera con una llama normal.
Después de la soldadura, se retira el exceso de fundente por medio de lavado con agua
caliente y escobillado. El cordón puede martillarse en frío (latones a menos de 37 % de zinc) a
fin de mejorar el aspecto y la resistencia mecánica.
Soldadura al arco
Los electrodos de latón no son convenientes (volatilización intensa del zinc). Los
mejores resultados se obtienen con electrodos de bronce al 5 % de estaño. Se recomienda un
calentamiento previo moderado (200 a 400 ºC, según el espesor y la conductividad térmica).
La intensidad de la corriente debe ser muy elevada.
Como aplicación de la soldadura al arco con electrodos de tungsteno bajo gas inerte
(argón), se puede citar la soldadura de punta a punta de las áreas de laminado en frío para
constituir bandas de gran longitud.
75
Se trata de un método de soldadura autógena, sin metal de aporte, que de una manera
general se aplica con mayor razón de modo que las resistencias eléctricas (masa y contacto) de
los elementos que se ensamblarán son de mayor tamaño y que su conductividad térmica es
más débil. Para los latones, las condiciones favorables se juntan prácticamente sólo para los
matices a más de 20 % de zinc, con las cuales no obstante es necesario utilizar intensidades
relativamente elevadas.
76
a) Soldadura por puntos
Esta técnica produce buenos resultados a nivel industrial con los latones, sobre todo
cuando su contenido de zinc es elevado; pero es indispensable operar muy rápidamente para
evitar la formación de porosidades por la volatilización del zinc.
La duración de la soldadura debe limitarse sólo a unos períodos, lo que requiere una
regulación muy precisa (interruptores termoiónicos).
Según J. Nègre (42), el cuadro XVI muestra las condiciones óptimas de soldadura por
puntos de los latones. Cuando la máquina no puede entregar las intensidades muy elevadas
indicadas en este cuadro, sin embargo se puede obtener el efecto de calentamiento necesario
reduciendo la presión; pero este procedimiento, que a pesar de ser utilizado habitualmente, no
entrega la mejor calidad de soldadura posible.
CUADRO XVI
El cuadro XVII entrega los parámetros más particulares en el latón Cu Zn40, a excepción
del plomo, que es el matiz que se presta mejor a la soladura por punto. Estos valores se
obtuvieron en máquinas a aire comprimido, con una potencia de 75 kVA, con electrodos de
cobre de alta conductividad, con puntas de 50 mm de radio.
77
CUADRO XVII
Condiciones tipo para soldadura por puntos de chapas de latón Cu Zn40 exento de plomo
También se puede aplicar soldadura de latones con ruleta; pero las presiones e
intensidades necesarias son aún más elevadas que para la soldadura por puntos y su empleo
se limita por la potencia de las máquinas disponibles.
Para chapas de 0,4 mm de espesor, por ejemplo, la presión debe ser del orden de 250
kg y la intensidad secundaria de 60 000 A.
La débil resistencia óhmica de los latones limita, sin embargo, las secciones de piezas
que se pueden ensamblar por medio de este procedimiento. En trefilería, por ejemplo,
usualmente se aplica la soldadura de punta a punta de los bosquejos de alambre.
78
7 – TRATAMIENTOS DE SUPERFICIE
Los tratamientos superficiales aplicados a los latones tienen por objeto principalmente
eliminar los óxidos superficiales producidos por el calentamiento durante el trabajo y que
obstaculizan la continuación de las operaciones (decapado); o bien dar a los productos
terminados un aspecto agradable (abrillantado, pulido) o una presentación particular
(coloraciones, patines); o bien protegerlos contra una eventual oxidación posterior en servicio
(depósitos electrolíticos, barnices transparentes).
7-1 DECAPADO
Para los productos recocidos, cuya capa de óxido es relativamente débil y regular, la
duración del decapado generalmente no sobrepasa de algunos minutos. Por el contrario, para
las piezas matrizadas, más fuertemente oxidadas por las temperaturas más elevadas de
calentamiento y condiciones menos precisas de mantenimiento y de atmósferas, el decapado
puede requerir varias horas y necesitar una acción mecánica complementaria (rascado,
cepillado, agua a presión).
Para las piezas vaciadas en arena, algunas veces se añade hasta 10 % de ácido
fluorhídrico para eliminar los restos de arena incrustada, particularmente no deseables en las
partes que deben maquinarse.
Este fórmula, sin embargo, no siempre es eficaz con los latones a menos de 63 % de
cobre (segundo título, latones de matrizado). Entonces será necesario recurrir al ácido cítrico
diluido (40 % de ácido nítrico a 40ºBé en agua) o al baño de abrillantado siguiente:
Finalmente, se debe señalar que las manchas rojas pueden producirse igualmente en el
baño sulfúrico cuando el latón está en contacto con el fierro, frente al cual es catódico. Las
cubas no deben contener ninguna pieza de fierro. Lo mismo es válido para las pinzas y
ganchos de mantenimiento.
Por otro lado, en las piezas insuficientemente lavadas después del decapado, los
residuos ácidos pueden implicar la formación de manchas rojas por deszincado local.
Abrillantado
Los “baños de blanco” utilizados más comúnmente están formados por agua adicionada
con hollín calcinado que desempeña un papel de acelerador y, principalmente, de igualador *.
*
Ciertas fórmulas implican la indicación “hollín preparado”. Esta preparación se obtiene por disolución de hollín
calcinado y cloruro de sodio en una cantidad de ácido sulfúrico suficiente para dar por agitación un hervor bastante
80
El ácido clorhídrico algunas veces es reemplazado por cloruro de sodio. Se aplican las
siguientes fórmulas:
Para los valores elevados de esta relación (> 1 en peso), el color de los latones brillantes
tiende hacia el amarillo, en tanto que el color tiende hacia el rojo para los valores más débiles
(44).
fluido. Después del enfriamiento y decantación, esta preparación es más fácil de dispersarse en los baños que en el
hollín calcinado.
81
Cuando el abrillantado se torna defectuoso, es necesario corregir la composición del
baño basándose en las siguientes indicaciones:
a) Falta de cloruro: el brillante es débil y las piezas toman un aspecto amarillo pálido (el
zinc no ha sido atacado de manera adecuada).
b) Exceso de cloruro: las piezas salen del baño, con jaspeados marrones localizados;
después del enjuague, presentan zonas opacas y zonas brillantes (el zinc ha sido atacado con
demasiada fuerza).
d) Exceso de ácido nítrico: las piezas conservan un color café después del enjuague.
Bajo la lupa muestran picaduras que atenúan su brillo.
e) Falta de ácido sulfúrico: las piezas permanecen opacas y algunas veces presentan
manchas blancas después del enjuague.
f) Exceso de ácido sulfúrico: mismas características que por falta de ácido nítrico. Diluir
el baño o añadir ácido nítrico.
Aspecto mate
El aspecto es tanto más mate cuando el contenido de sulfato de zinc es más elevado.
82
Pulido químico
Porcentaje en volumen
- Acido nítrico humeante (43ºBé) 10 50 50 10
- Ácido acético cristalizable (7ºBé) 10 10 40 80
- Ácido ortofosfórico (60ºBé) 80 40 10 10
Pulido electrolítico
Los dos baños siguientes se emplean para el pulido electrolítico industrial de los latones:
a) (46) Baño:
Tensión: 5 a 10 V.
Densidad de corriente: 22 a 65 A/dm 2
Duración: 10 a 15 minutos
Temperatura: 60 a 65 ºC
b) (47) Baño:
83
7-3 COLORACIÓN, PATINES ARTIFICIALES
El principio consiste en formar en las piezas, por medio de reacciones químicas en las
que participa el metal de base, óxidos o sales insolubles que presentan el tinte deseado.
Las piezas deben limpiarse y desengrasarse con cuidado antes del tratamiento de
coloración. Para las fórmulas indicadas más abajo (48), se recomienda el siguiente ciclo:
desgrasado alcalino, enjuague con agua caliente, inmersión en una solución diluida de cianuro
de sodio, de ácido sulfúrico o ácido clorhídrico para eliminar un leve deslustramiento, enjuague
con agua fría. Las películas coloreads, fáciles de quitar cuando están húmedas, se vuelven
adherentes en seco. Sin embargo, es necesario protegerlas con una cera o un barniz
transparente.
Coloración negra
Las piezas, abrillantadas, son sumergidas en una primera solución caliente de soda
cáustica a 60 g/l durante algunos minutos. Posteriormente son tratadas durante 10 minutos en
una segunda solución, hirviente, a 60 g/l de soda cáustica y 7,5 g/l de persulfato de potasio,
luego enjuagadas cuidadosamente con agua fría y agua caliente, y secadas con aire
comprimido. La película negra aterciopelada luego es lustrada con un paño suave.
Enjuagar con agua fría. Por inmersión se obtiene un tinte marrón durante algunos
segundos en una solución diluida de ácido sulfúrico (15 cm 3/l). Enjuagar cuidadosamente con
agua fría, secar con aire comprimido, uniformizar el tinte frotando con un paño suave o con
aserrín de madera limpio.
84
Enjuagar con agua fría y agua caliente y secar con aire comprimido.
Coloración azul-negra
Para obtener un aspecto brillante, las piezas son previamente pulidas mecánicamente.
Para tener un aspecto mate, son abrillantadas.
Después del ciclo de desengrase indicado más arriba, son sumergidas durante unos 10
segundos en la solución siguiente, a 80-90 ºC:
Enjuagar con agua fría y hacer un lavado alcalino, enjuagar nuevamente con agua fría y
después con alcohol. Secar con aserrín adecuado.
Coloración dorada
Enjuagar con agua fría y agua caliente y secar con aire comprimido.
Coloración marrón
En las mismas condiciones, se emplea la solución arriba indicada; pero sin ácido
sulfúrico.
85
7-4 REVESTIMIENTOS PROTECTORES
Depósitos electrolíticos
La principal precaución que se debe tomar es evitar latones bajo tensiones (internas o
externas) en baños que contienen sales de amonio, para prevenir los riesgos de fisuración
intercristalina (fisura estacional).
Estañado en caliente
Barnices transparentes
La aplicación de este barniz puede hacerse con brocha, por humectación o por sellado,
así como con pistola (en este último caso, debe diluirse con 25% de tolueno). Evidentemente
que las superficies que se barnizarán deben estar correctamente limpias, sin restos de óxido,
grasas o recubrimientos anteriores.
- Transparencia perfecta
- Buena resistencia al envejecimiento
- Suavidad suficiente para soportar las dilataciones y contracciones del metal.
86
- Resistencia elevada a los choques, abrasión, a la mayoría de los agentes químicos,
humedad y rayos ultravioleta.
Los ensayos han demostrado que este barniz podía dar una protección eficaz durante un
mínimo de cinco años a la exposición exterior, y mucho más al interior de las habitaciones.
87
BIBLIOGRAFÍA
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ANEXO I
RECUPERACIÓN DE RESIDUOS
Virutas, desechos y mermas de fabricación
En el caso de los latones, estos últimos presentan un valor intrínseco elevado, porque
pueden servir para rehacer una aleación nueva cuyas características seguirán siendo
exactamente las mismas.
Por ejemplo, cerca del 50 % de los desechos de diversos orígenes como virutas,
desechos y mermas de transformación de la fábrica productora, entran en las áreas de latones
de torneado.
Hemos visto que existían títulos de latón muy variados que responden a operaciones
determinadas. Sin embargo, es muy difícil reconocer a simple vista el título del latón.
Por otro lado, se concibe que apenas es posible analizar con precisión un lote de
diversos desechos en donde se pueden deslizar aleaciones que contienen estaño, aluminio o
níquel (el fierro es relativamente fácil de eliminar por clasificación magnética).
Como en general los usuarios trabajan un latón de composición bien definida, éstos
tienen interés en recoger cuidadosamente los desechos y en devolverlos a su proveedores que
conoce perfectamente la composición y que los refundirá.
Por su propio interés, los usuarios de latón deberán respetar un cierto número de
principios de base.
1) Cada categoría de aleación debe almacenarse por separado para evitar cualquier mezcla.
4) Cada recipiente deberá identificarse claramente por medio de una etiqueta metálica.
5) Se deberán separar automáticamente todos los desechos que puedan contener fierro o
aceros, inoxidables o no.
6) Se deberá conservar aparte los desechos de piezas soldadas, soldadas con aleación,
estañadas, niqueladas, cromadas, etc.
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7) Antes de trabajar con una aleación diferente, se deberá limpiar cuidadosamente las partes
de la máquina-herramienta.
Se deben evitar los armazones metálicos cuyas aberturas no son completas, ya que son
difíciles de vaciar. Las cajas de madera y los sacos son poco recomendables, debido a su falta
de solidez.
Para las empresas que producen importantes cantidades de mermas, los contenedores
de ruedas o la caja de traspaleta cerrada de 800 x 1 200 constituyen una buena solución.
b) Barras perfiladas
Estos desechos se subdividen en dos categorías: los extremos de barras masisas que
se almacenan en cajas metálicas y las virutas de torneado, los cuales se almacenarán después
del secado en recipientes o cajas de traspaleta.
c) Alambres
d) Tubos
Se cortan con un largo aproximado de 400 mm. Sin embargo, es raro que los usuarios
tengan mermas de este largo. Es una pregunta que no se plantea más que en las fábricas de
transformación.
90
ANEXO II
COMPORTAMIENTO DEL COBRE Y DE SUS PRINCIPALES ALEACIONES
respecto a los cuerpos químicos y atmósferas usuales
91
92