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Constitucionalismo Nicaragüense
Constitucionalismo Nicaragüense
N
342.029
E 74 Escobar Fornos, Iván
El Constitucionalismo nicaragüense
/ Iván Escobar Fornos -- 1a ed. --
Managua: HISPAMER, 2000. 271 p.
ISBN: 99924-33-45-0
1. NICARAGUA-CONSTITUCION
2. HISTORIA CONSTITUCIONAL
Cuidado de edición
Lic. Alicia Casco Guido
Diseño de Portada
Reynaldo Silva Flores
Diseño y Diagramación
Reynaldo Silva Flores
Revisión de Texto
Aníbal Ruíz Armijo
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NOTA INTRODUCTORIA
En la portada aparece la efigie del Dios romano Jano, el cual tiene dos caras: una
que ve hacia el pasado y la otra hacia el futuro. Acertada forma de observar y
reflexionar: mirar el pasado para conocer lo bueno y lo malo y, después, cara
hacia el futuro, conservar lo útil, lo beneficioso y corregir los errores y pasos des-
acertados sin saltos revolucionarios, ni determinismos históricos, de izquierda o
de derecha, surgidos de leyes históricas. Es un poco aventurado hablar de fina-
les de historia donde los sistemas experimentan en buena medida el cumplimiento
de sus fines, principios, valores y hasta utopías: del final histórico del comunismo
(de origen marxista), que puesto a prueba terminó cayendo como un castillo de
naipes, y del final histórico exitoso del liberalismo (de origen hegeliano), cuando
no sabemos que sorpresas totalitarias pueden resurgir o aparecer otras nuevas
en el seno de la democracia liberal. Nos apuntamos a ésta democracia, pero
somos conscientes de la existencia de fuertes enemigos que la quieren destruir.
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4
A MANERA DE PROLOGO
Constitucionalismo y vida nacional
América Latina no es, sin embargo, una sola pieza. Tiene datos de unidad maciza:
el idioma y las creencias, por ejemplo, pero también el ingrato pretérito y el futuro
elusivo. En el cuerpo de un continente inmenso se despliega el cuerpo de nuestra
América, variado y generoso: llanuras, montañas, bosques, selvas, ríos; ese cuer-
po se desliza en medio de dos grandes océanos que alguna vez navegaron
esforzadas carabelas, primera estampa de nuestro enlace con el otro mundo co-
nocido. Y hay también un alma latinoamericana, que en ocasiones parece desva-
necerse, diluirse entre nuestras manos. Uno y otra son prenda de un sueño que
no hemos realizado: la unidad de nuestra América; la forja de una sola fuerza con
la unión de muchas fuerzas solitarias.
Para los mexicanos, América Latina tiene una estación inmediata. Argentina, Chi-
le, Uruguay son países entrañables; sin embargo, distantes y distintos. En cambio,
Centroamérica se halla al cabo de un breve trecho, que hemos practicado mu-
chas veces. Es nuestra estación inmediata. Hay venas muy profundas y arterias
superficiales que son los hilos poderosos de la cercanía y la afinidad entre México
y los países del Istmo. Estos, tan cercanos a nosotros, son como nosotros mismos.
Así los vemos y así los queremos. Creo que también ellos a nosotros.
*
Investigador en el Instituto de Investigaciones Jurídicas y profesor en la Facultad de Derecho de la
Universidad Nacional Autónoma de México. Exprocurador General de la República. Juez de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
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En un primer momento, México y los países centroamericanos acudieron juntos a
la Independencia. Fueron una sola emergencia. Los padres de nuestros padres
supieron de un proyecto de unidad que luego se distraería. Cada quien, libre de
hacerlo, tomó su camino. Se desvaneció la unidad política, pero persistió esa otra
unidad, más honda y definitiva, que no se deroga por decreto ni declina en los
debates de una asamblea legislativa. Y hasta ahora subsiste. Esos países hicie-
ron luego sus propios ensayos federativos. No han culminado. Quizás lo harán en
el futuro. Así lo deseamos, si ellos lo quieren y es para el bien de todos.
Entre esos países del Istmo que anuda norte y sur del continente, se halla Nicara-
gua, tierra —como México— de tempestades. Ha tenido una vida azarosa, tam-
bién como México. Y ahora, al igual que nosotros mismos y muchos otros, en este
final de siglo y principio de milenio, pugna por ir adelante. Para los mexicanos,
Nicaragua tiene diversas resonancias, que forman parte, en cierto modo, de nues-
tra propia intimidad. En mi país se ha sabido de los avatares del otro, de sus
venturas y adversidades, de sus luchas afanosas. Rubén Darío, un hombre lumi-
noso, es familiar para los mexicanos. Lo es Augusto C. Sandino, un luchador lati-
noamericano, de la misma estirpe de otros que revolucionaron esta porción de
América y la hicieron nuestra. Y ni siquiera ignoramos a las aves de rapiña; han
volado sobre cada nación de América Latina: en todas partes hubo algún William
Walker, con empeños y vocación de filibustero.
Por el contrario, creo que el ejercicio de la política —en el campo que cada quien
elija, a condición de que la democracia lo ilumine, la convicción lo anime y la probi-
dad lo caracterice— es una forma natural de llevar el conocimiento jurídico al
único terreno donde prospera con lozanía: la realidad estricta, una realidad ani-
mada y exigente. Ese es el crisol para reflexionar sobre el Derecho, construirlo,
aplicarlo, hacerlo razonable y fértil. El Derecho, objeto de ciencia, es sobre todo
materia prima de la vida: materia de experiencia. Si no se pone a prueba en ella,
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carece de sentido verdadero; queda como buen deseo, vago proyecto, artificio.
Pero no sirve a lo que sirve el Derecho.
El libro que el lector tiene en sus manos es el primer volumen de un trabajo más
amplio. Su título, El constitucionalismo nicaraguense, señala —como adelante
veremos— los dos personajes de esta obra: «la» Constitución, por una parte,
desplegada en la variedad de «las» constituciones que aquí desfilan; y Nicaragua,
por la otra, matriz de esas constituciones, que en ella adquieren explicación y
sentido.
Don Iván Escobar examina en este primer volumen varias constituciones históri-
cas de Nicaragua y algunos proyectos constitucionales. En cada caso tiene el
acierto —indispensable en una revisión de esta naturaleza— de proporcionar una
noticia de las circunstancias que rodearon, determinaron, limitaron, defendieron o
derribaron cada ordenamiento y cada proyecto. Efectivamente, la Constitución,
como el hombre gassetiano, es «ella y su circunstancia». Hay que descubrirla
desde esa perspectiva.
Sin la energía vital que hizo de la pequeña nación española una forjadora de la
inmensa nación hispanoamericana, el imperio se desmoronaba. Puestos los ojos
en Europa y la esperanza en su propia tierra, las colonias rumorosas aguardaban
el derrumbe final. A éste contribuyeron los vientos de insurgencia que soplaban
sobre nuestra América. En lo sucesivo, España debía encontrar su nueva identi-
7
dad en el enclave europeo, y las antiguas colonias debían hallar la suya —la de
cada quien, en el marco de una sola identidad latinoamericana— sobre su suelo y
bajo su cielo. Esta ha sido la mejor empresa de nuestra historia.
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La Constitución, en el sentido más riguroso de la palabra, es una criatura del siglo
XVIII, del que también son oriundas las primeras victorias de un personaje que
renacía, o mejor aún, que nacía bajo su nueva y estupenda condición: la humani-
dad. Antes hubo victorias imperiales o nacionales, particulares o colectivas, pero
sólo en el último tercio de aquel siglo entraron en la escena, por fin, las victorias de
la humanidad. Eso fueron la Independencia Americana y la Revolución Francesa,
porque se hicieron y ganaron en nombre de un viejo personaje que estrenaba
derechos: el ser humano - dato radical de la humanidad—, que asumía una exal-
tada condición jurídica y moral. El hombre que se irguió sobre sus plantas, ahora
se erguía sobre sus derechos. Es verdad que antes había tenido un papel central
en ciertas corrientes del pensamiento religioso o filosófico. Pero ahora lo tenía en
el orden jurídico, su espada y su escudo.
Una Constitución vale para el ser humano porque en ella se reconocen la libertad
y la igualdad, mucho más que porque en ella se distribuya el ejercicio del poder.
En todo caso, esta distribución es apenas un método político para afianzar
aquellos valores. Cuando la mujer y el hombre ordinarios —nosotros mismos, en
suma— se miran en la Constitución, como quien se contempla en un espejo, de-
sean hallar el catálogo de sus derechos, la relación de sus libertades, el seguro de
sus expectativas, y no apenas el catálogo de atribuciones de los órganos del
Estado. En fin de cuentas, si el propósito de toda organización política es la
preservación de los derechos naturales del hombre —como resolvió la Declara-
ción de 1789—, la misión de una ley fundamental, carta de esa organización polí-
tica, es acoger aquellos derechos y brindarles garantía. Sin esto no hay Constitu-
ción, o al menos, no hay Constitución que verdaderamente nos interese. Para
expresarlo gráficamente, diría que la palabra que se limita a designar el aparato
de órganos y atribuciones puede iniciarse con minúscula; la que incorpora la ratio
de esa estructura, y con ello le infunde sentido, merece la inicial mayúscula con la
que acostumbramos escribir Constitución.
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lítica —digamos ya, para exponer su rostro y definir sus compromisos: la finalidad
del Estado— es la preservación de la libertad, la seguridad y la propiedad. A estos
derechos de primera generación —derechos humanos germinales, pero nunca
exclusivos y excluyentes— se sumaron muchos otros, cuya realización pasó a ser,
igualmente, trabajo de Hércules del Estado moderno.
Eso, que ya dijeron las viejas constituciones y que dicen las nuevas, es infinita-
mente más que el rediseño de los órganos del Estado, el trasiego de sus atribucio-
nes y la incorporación de novedades parlamentarias o administrativas. En fin,
reformar el Estado no es modificar el aparato del poder público, sino generar
novedosas y mejores condiciones para que éste asegure a los seres humanos
libertad, igualdad, seguridad, trabajo, salario, educación, salud, vivienda....
Puesta la pica en Flandes, tras las grandes declaraciones del siglo XVIII —entre
ellas las primeras diez enmiendas de la Constitución estadounidense—, el
constitucionalismo se dispersaría en numerosas historias particulares. América
Latina —y más todavía; cada nación latinoamericana— tendría su propia historia
particular. El constitucionalismo del poderoso país del norte y el de los Estados
europeos seguiría sus propios caminos; el de los países de nuestra porción de
América se desarrollaría por otros. Este debió esmerarse en algunas tareas que
aquéllos tenían resueltas. Una de ellas fue la independencia de cada nación, que
sería la circunstancia propicia para la libertad de cada individuo, nacional de un
país sujeto a un largo proceso de advenimiento. Otra de ellas —al menos en
algunos países, como México y Nicaragua— fue la resolución, fuertemente influída
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por las condiciones de una realidad indócil, sobre la estructura final de la repúbli-
ca: si federal, si confederal, si central.
Coloquémonos en los años iniciales del siglo XIX, en un inmenso continente enca-
denado. La independencia de nuestros pueblos —simultáneas las de México y
sus hermanos de Centroamérica— nos lanzó, inmaduros y dispersos, a una vida
desconocida. Eramos colonia de una monarquía remota y exigente, eslabones de
una vasta sociedad de castas, mundo cerrado y sombrío, colmado de minuciosos
mandamientos, prohibiciones y reservas. Eso eramos, eso sabíamos y eso practi-
cábamos. Y en adelante seríamos, a partir de cierto día, lograda la independen-
cia, un haz de repúblicas emergentes, mundo abierto e iluminado, que debe hacer
sus leyes, tomar sus decisiones y sus propias responsabilidades. De la noche al
día. No teníamos esa costumbre. No había recibido esa enseñanza. Sustituimos
unos dogmas por otros; primero en las declaraciones normativas; luego en la
normalidad de cada etapa; entre aquéllos y éstos mediaba un abismo.
Había que mirar, en consecuencia, hacia otra parte. Lo hicimos. Tomamos nota de
Francia y de los Estados Unidos. Y con esos apuntes sobre sociedades distintas
de las nuestras y experiencias diferentes, iniciamos el camino del
constitucionalismo. Por supuesto, no se trataba de inventar un constitucionalismo
vernáculo, estrictamente nacional, que nos viniera como anillo al dedo. Lo que
nos venía de este modo era exactamente lo que deseábamos olvidar. Más bien se
trataba de tomar del arca universal lo que conviniera a la exigencia nacional. Em-
pero, a menudo fuimos más afortunados en la transcripción de normas que en el
traslado de éstas a nuestra severa realidad. Las constituciones del Continente
son una buena galería de rebeliones de la realidad contra las leyes. Nosotros nos
empeñábamos y los hechos se resistían.
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tradición hispánica —o queriéndose desasir— y anhelantes de imprimir un giro de
ciento ochenta grados a su vida civil.
Había que pensar, por lo tanto, en las instituciones surgidas de los movimientos
libertadores: Estados Unidos y Francia eran el ejemplo, que llegó con banderas
desplegadas a los nuevos republicanos del sur. En éstos ejerció una influencia
poderosa la Independencia americana, expuesta por los padres de la Constitu-
ción de Filadelfia en los papeles de El federalista y difundida, con enorme admira-
ción, por Alexis de Tocqueville, el francés que llegó a Norteamérica para estudiar
el sistema penitenciario celular y acabó por legar al mundo una versión impar de la
experiencia política norteamericana.
Las admirables cartas liberales escasamente llegaron más allá de sus palabras.
Los hechos, reticentes, las abrumaron. La formidable democracia de los textos no
se avenía con la vieja estructura social. Leer una Constitución americana proba-
blemente enseñaba mucho sobre el avanzado pensamiento y la buena voluntad
de sus autores, pero muy poco sobre la realidad de sus pueblos.
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El constitucionalismo social es un producto natural de la vida latinoamericana en
una etapa de intenso malestar, que tuvo, sin embargo, eficacia creadora. Respon-
de a las deficiencias de esa vida, más que a sus excelencias. Restablece la espe-
ranza y anima los sueños. En la antigua ruta de los evangelizadores, que había
entrado en receso, combatida y clausurada, propone un destino social fraterno.
Sugiere una república de equidad, y para ello retoma, implícitamente, la idea me-
nos atendida entre las que figuraron en la divisa de la distante revolución de 1789.
Puede ser angustiosa la carencia de libertad, pero lo es más la carencia del ali-
mento, de la tierra, del trabajo, de la educación que permitan el sosegado ejercicio
de esa libertad. Sin aquéllos, ésta es inútil o impracticable. Por eso el
constitucionalismo social incorpora nuevos términos en la compleja relación entre
el individuo, la sociedad y el Estado. El dilema individual entre ser o no ser tiene
relación con un dilema del Estado moderno: hacer o no hacer. Es posible que la
suerte del individuo quede sellada por la respuesta que suministre el poder políti-
co a este otro dilema hamletiano.
La judicial review norteamericana abrió la puerta del control que acabaría por
colocar al juzgador por encima del legislador. El control constitucional por la vía
judicial, ha dicho expresivamente Rubio Llorente, trajo consigo el «destronamien-
to» del legislador. El juez asume, como tarea natural, el juicio sobre la ley, ya no
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sólo sobre el caso concreto al que se aplica la ley. En esto reside su mayor potes-
tad, y por este camino la política aparece en el despacho de la jurisdicción. No me
refiero a la consideración partidaria, a la politiquería, a la subordinación de la
magistratura a otro poder, sino a la incorporación de criterios sustantivos en la
interpretación y valoración de la ley. Los valores constitucionales informan el que-
hacer del juzgador, obligado a reconocerlos y desarrollarlos en su función —como
lo están los restantes órganos del Estado—, y de esta suerte la jurisprudencia de
valores adquiere carta de naturalización.
Entre los rasgos del constitucionalismo contemporáneo figura la adopción del control
judicial de la constitucionalidad; no es unánime, sí mayoritario, sea por la vía del
control difuso, que caracteriza al modelo norteamericano, sea por la del concen-
trado, que proviene del europeo. Sin embargo, algunos tratadistas reinvindican
para América Latina la prioridad histórica en el control constitucional judicial. Esto
sostiene, por ejemplo, el jurista venezolano Allan R. Brewer Carías: América Lati-
na desarrolló su sistema de control constitucional de leyes «mucho antes de que
en Europa se redescubriera, a partir de los años 20 y sobre todo, después de la II
Guerra Mundial, el concepto normativo de Constitución y los efectos de su supre-
macía». El régimen de control concentrado supone la existencia de un tribunal
que lo asuma; generalmente, una corte constitucional o una sala constitucional
integrada en otro tribunal de máxima jerarquía y competencia más amplia.
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o dirigencias partidarias. Este es un error grave de la reforma constitucional mexi-
cana de 1994, que en más de una ocasión he criticado.
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El autor de esta obra se ocupa asimismo en el examen de la función presidencial
en las diversas constituciones nicaraguenses. En algunos casos tuvo caracterís-
ticas singulares: en la Constitución de 1826, dentro del marco federal, el Ejecutivo
estaba a cargo de un Jefe de Estado; en la de 1838, que afirmó la independencia
de Nicaragua, se depositaba en un Supremo Director del Estado.
Escobar subraya, como antes dije, que no han prosperado las sugerencias de
instituir un sistema parlamentario. Hay que encontrar, pues, el modelo presiden-
cial que convenga al progreso y a la democracia, al equilibrio y a la legalidad; el
modelo adecuado para un Estado de Derecho en concreto: el Estado de Derecho
nicaraguense o mexicano, que acoja las líneas generales de esta figura y la ilus-
tre, concrete, precise, con los trazos de la vida particular.
Esta cuestión tiene que ver con la democracia en América Latina. Es evidente que
hoy existe una tendencia enérgica y resuelta a marchar por este camino. Así ha
debido ser siempre, y ahora es así. Estamos construyendo nuevas formas de vida
política, asidos del ideal democrático, que implica libertad y pluralismo, prudencia
y tolerancia, madurez e ilustración. Muchas cualidades morales para establecer
un sistema político. Pero no es posible hacerlo con menos, si de veras lo quere-
mos hacer. Vocerío no es ya democracia; no lo es, por sí mismo, el estrépito. Por
ello hay que cuidar con infinita cautela el desarrollo de esta nueva planta, que en
nuestras tierras es casi flor de invernadero; cuidarla hasta que sea tronco macizo,
que nadie pueda extirpar.
El autor de la presente obra se muestra cauteloso, con razón. Sostiene que «el
juego democrático hay que ejercitarlo, pero ante las circunstancias actuales de
crisis económica, política y social, de desorden e impunidad, estos amplios cauces
democráticos pueden ser ocupados, de buena o mala fe, para reclamar y preten-
der cosas que el gobierno no está en condiciones de otorgar. Esto puede llevar a
la ingobernabilidad». He aquí el fantasma que ronda a la democracia, y que de
pronto encarna y sofoca. La gobernabilidad, señala Bobbio, tiene que ver con la
capacidad de resolver las demandas que el pueblo propone al gobierno. En una
democracia la gobernabilidad corre más riesgos, porque las demandas se formu-
lan con libertad y proliferan espontáneamente, cuando no por inducción. Y no
siempre es posible atenderlas con suficiencia y oportunidad.
Por supuesto, es necesario distinguir con cuidado entre las demandas razonables
y las excesivas, y para ello precisar qué es lo razonable y qué lo excesivo. A
menudo se califica de esta última forma a las persistentes, legítimas reclamacio-
nes de justicia que han acompañado la historia de nuestros pueblos. La resisten-
cia a atender la demanda justa, que ya no espera —y no tiene por qué esperar—
, constituye una injusticia de quienes resisten, que puede suscitar un exceso de
quienes reclaman. Esto conduciría al desorden, primero; luego, a la represión.
He aquí retos —como se suele decir— para la incipiente democracia latinoameri-
cana. No es posible exigir cambios y negarse a cambiar, y en todo caso esta
paradoja entraña peligros.
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Antes mencioné un asunto central en las preocupaciones constitucionales de
México y Centroamérica y, específicamente, de Nicaragua: la cuestión federal. En
este caso no se trata, por supuesto, sólo de una inquietud de técnica constitucio-
nal, sino de un asunto histórico de la más elevada importancia, más intenso, cier-
tamente, que el anhelo federal del conjunto de América Latina. El sueño bolivariano
ha quedado a la expectativa, adormecido. El proyecto centroaméricano tuvo di-
versos momentos de animación y aún hoy figura entre los propósitos acariciados
por la República de Nicaragua. Lo expresa su Constitución vigente. El artículo 9
de este ordenamiento se inicia con una afirmación rotunda: «Nicaragua defiende
firmemente la unidad centroamericana». No concluye ahí la admirable pretensión,
que a mi juicio forma parte —en este caso— de las decisiones políticas fundamen-
tales, sino avanza en el rumbo de otra aspiración: «unidad de los pueblos de
América Latina y el Caribe, inspirada en los ideales unitarios de Bolivar y Sandino».
Cuando nuestros países resolvieron sus primeros pasos insurgentes, en una hora
de entusiasmo y desconcierto, debieron optar por la forma de organización que
mejor conviniera a sus necesidades y expectativas; y también, por supuesto, a las
condiciones de su emergencia política. Eso pasó en las que fueran provincias de
la Capitanía de Guatemala y en el que fuese virrreinato de la Nueva España. Las
nuevas repúblicas —repúblicas en ciernes, que buscaban el signo de su más
deseable porvenir— debían optar entre el centralismo y el federalismo, por una
parte, o entre la federación y la independencia, por la otra. Su decisión habría de
considerar la realidad de cada país, sus posibilidades, sus circunstancias, sus
debilidades y fortalezas.
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Vino luego la Constitución Federal de 1824, y en el marco de esta organización, la
Constitución del Estado de Nicaragua, de 1826. Comenzaron los días difíciles
para el sistema federal. En el Capítulo VI de esta obra, el autor reseña sus avata-
res. «Según algunos historiadores se extendía en Centroamérica la idea de que la
causa de los males era el sistema federal». «Bajo la Federación, los estados
federados vivían en constante lucha y anarquía...». Al cabo, una Asamblea Cons-
tituyente sancionó la nueva Constitución el 12 de noviembre de 1838: Nicaragua
sería independiente, organizada como Estado unitario.
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CAPITULO I
PANORAMA CONSTITUCIONAL
I
LA CONSTITUCION Y SU ENTORNO
19
en la monarquía absoluta, la de las clases privilegiadas en la aristocracia, la del
pueblo y el rey en las monarquías constitucionales.
La doctrina distingue entre poder constituyente (el que hace la constitución) y los
poderes constituidos (poderes y órganos creados por el constituyente en la cons-
titución): el poder ejecutivo, el poder judicial, el poder legislativo, etc. El poder
constituyente se subdivide en originario y derivado (reformado, instituido, perma-
nente, etc.)1 .
1
La Corte Suprema de Justicia sostiene que la reforma la hace un poder constituido (la asamblea legisla-
tiva), el cual no ejerce poderes constituyentes. Este criterio no reconoce la existencia del poder cons-
tituyente derivado. Expresa que es preciso distinguir entre poder constituyente y poderes constituidos.
El primero reside en el pueblo, el cual se organiza políticamente por medio de una Constitución, la cual
crea los poderes constitucionales que gobernarán el país: el poder legislativo, el poder ejecutivo, el
poder judicial y el electoral. Estos poderes tienen las funciones y competencias que el poder constitu-
yente les concede en la Constitución. El poder constituyente puede ser primigenio cuando una sociedad
se organiza por primera vez en Estado. Algunos autores distinguen entre poder constituyente originario
y poder constituyente derivado o de continuidad. La simple reforma constitucional hecha según los
trámites establecidos en texto constitucional, no significa el ejercicio del poder constituyente, sino el
ejercicio del poder constituido, porque se realiza con sujeción al procedimiento constitucional ordinario
que permite una reforma parcial a la Constitución. La Constitución de 1987, confirió a la Asamblea
Nacional, como poder constituido, la facultad de reformarla parcialmente y de conocer y resolver sobre
la iniciativa total de la misma, y fijó requerimientos y procedimientos necesarios para tales efectos,
permitiendo ser reformada parcialmente por el órgano legislativo ordinario: la Asamblea Nacional (S. 9:20
a.m. del 8 de febrero de 1996, B.J., pág. 40; S. 9:45 a.m. del 28 de febrero de 1996, B.J., pág. 44).
2
La Corte Suprema sostiene que la Constitución no establece criterios para distinguir entre reforma parcial
o total, pero dicho tribunal señala un criterio cuantitativo (cantidad de artículos) y otro cualitativo (princi-
pios fundamentales) para hacerlo. Expresa que el art. 191 Cn., concede de manera expresa a la
Asamblea Nacional las facultades de reformar parcialmente la constitución y resolver sobre la iniciativa
de reforma total de la misma. La constitución no establece lo que debe entenderse por reforma total o
parcial, únicamente señala un procedimiento diferente para cada clase de reforma. Para establecer un
criterio de interpretación habría que analizar los conceptos desde dos puntos de vista: el del número de
artículos reformados y el de los principios fundamentales que afecte. Desde el primer punto de vista,
cuando el número de artículos reformados es menor del total de artículos de la constitución se señala
hacia una reforma parcial. Con relación a los principios fundamentales que afecta, para ser total debe
afectar la existencia misma del Estado por la forma de gobierno o su inspiración democrática. Un
reordenamiento de las atribuciones de los poderes del Estado en la constitución misma o las limitaciones
que se contengan en ella para el ejercicio de determinados cargos o para acceder a ellos, no son
violatorios de los derechos humanos o de principios constitucionales sino que constituyen normas
básicas que contribuyen a ordenar la función pública en beneficio de la colectividad (S. 9:30 a.m. del 8
de mayo de 1995, B.J., pág. 12). Este criterio lo formulé antes de que la Corte Suprema se pronunciara
sobre este asunto. (Política, Justicia y Constituyente, Managua. pag. 64)
20
Tanto el originario como el reformador tienen sus limitaciones, pero en mayor me-
dida las tiene el reformador3 .
Felipe Tena Ramírez señala cuatro sistemas constitucionales sobre las facultades
del poder constituyente revisor: a) Las constituciones que le conceden al constitu-
yente derivado facultades ilimitadas de reformarla en todo o en parte, pudiendo
sustituirla (Constituciones francesas de 1791, 1793 y 1848, y la suiza de 1947). b)
Las que excluyen la revisión de los principios fundamentales (Constitución griega
de 1927 y checoslovaca de 1948). c) Las que sin referirse a los principios funda-
mentales no permiten la reforma de determinados preceptos (las que prohiben
cambiar la forma federal de organización, la forma republicana de gobierno, etc.).
d) Las que sin hacer ningún pronunciamiento como las anteriores permiten su
adición o reforma, como la mexicana4 .
2. La constitución.
3
Para ampliar el tema consultar mi Manual de Derecho Constitucional. Editorial Hispamer. Managua,
Nicaragua. 1998, pag. 78 y sigts.
4
Derecho Constitucional Mexicano. Editorial Porrua, S.A. México, 1969, pag. 51 y sigts.
21
tribunales y la forma de aplicarse por otras autoridades, lo cual lleva nuevos ele-
mentos para su comprensión, integración y cumplimiento. d) Importante es la cul-
tura de los gobernantes y gobernados y el deseo de los mismos de cumplir con los
mandatos de la constitución. La democracia es un sistema que en libertad regula
las relaciones del Estado con los individuos y de éstos entre sí. Forma parte de la
cultura del pueblo y para su conservación y perfeccionamiento debe lucharse día
a día, siendo esta lucha el pan nuestro de cada día. En resumen, es un proceso
cultural permanente. No son pocas las constituciones que consagran un amplio
elenco de derechos humanos e instituciones políticas democráticas, pero en la
práctica el gobierno viola tales derechos y no actúa dentro del procedimiento de-
mocrático, con o contra la voluntad popular, revelando un divorcio entre la reali-
dad y el texto constitucional e) El sistema político influye mucho en el alcance y
observación de la constitución. Por ejemplo: en los extintos Estados comunistas,
toda la acción estatal y particular se supeditaba al partido y a su ideario político,
económico y social.
3. Funciones de la constitución
5
Derecho, Jueces y Control de la Administración. Editorial Civitas. España, 1996, pags. 126 y sigts.
22
4. Clasificación de las constituciones
Son rígidas aquellas que solamente pueden ser reformadas por el legislador ordi-
nario por un procedimiento diferente y más difícil (mayoría especial de dos tercios,
de tres cuartos, aprobación en dos legislaturas) que el empleado para hacer o
reformar las leyes ordinarias o por un órgano especial como es la asamblea cons-
tituyente y, finalmente, mediante la consulta directa popular. Algunos autores le
agregan como requisito de la rigidez el control de la constitucionalidad de las leyes
aprobadas por el legislador ordinario. Se pueden dar combinaciones de todos los
medios señalados.
Todas nuestras constituciones han sido rígidas. Fueron más rígidas, por ejemplo,
las Constituciones de 1893 y 1905, pues para su reforma parcial o total se exigía
la convocatoria a la elección popular a una asamblea constituyente.
Son codificadas aquellas que reúnen en un solo cuerpo legal escrito toda la mate-
ria constitucional aprobada a través de un procedimiento especial. Por ejemplo: la
de Estados Unidos, México, nuestras constituciones, etc.
Son escritas las que aparecen en un documento escrito. Por ejemplo: la de Esta-
dos Unidos, España, Italia, nuestras constituciones, etc.
6
Constituciones Flexibles y Rígidas. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid, 1988.
23
Israel, pero no exclusivamente consuetudinarios, sino más bien mixtas, formadas
con leyes y costumbres.
Son originarias aquellas que presentan principios, valores y reglas nuevas para
regular el poder político o la formación del Estado. Por ejemplo, la Constitución de
Estados Unidos que creo el sistema presidencial y el federalismo; la Constitución
británica que formuló el parlamentarismo; las constituciones francesas que esta-
blecieron el asambleismo. Son derivadas aquellas que no tienen originalidad y,
por el contrario, son copias o adecuaciones de las originarias. En este sentido
nuestras constituciones son derivadas.
Son ideológicas aquellas que tienen como finalidad establecer un régimen políti-
co, sea liberal, conservador o socialista. Ejemplos de liberales, nuestras constitu-
ciones de 1824, 1826, 1838, 1893 y 1905 y de conservadoras las constituciones
de 1854, 1858 y 1911.
7
Teoría General del Estado. Editorial Nacional. México, D.F. ,pág. 329 y sigts.
24
H. Constituciones normativas, nominales y semánticas
Son normativas aquellas que limitan el poder y aseguran el respeto de los dere-
chos humanos y en la vida real es efectivamente aplicada y respetada, pues res-
ponden a la realidad en que se desenvuelven. Por ejemplo: las constituciones de
Estados Unidos y de Gran Bretaña.
8
Teoría de la Constitución. Editorial Ariel. Barcelona, España 1986, pag. 216 y sigs.
9
Expresa Octavio Paz: “El resultado de ésta palpable contradicción entre la verdad legal y la verdad
verdadera ha sido la aclimatación de la mentira en nuestra vida pública. No menos grave que la natura-
lización de la mentira ha sido el eclipse de las ideas conservadoras: nadie las profesa y nadie las
defiende, ni siquiera los banqueros” (México en la Obra de Octavio Paz. ”Las ilusiones y las conviccio-
nes”. Fondo de Cultura Económica. México, D.F., 1987, pag. 112). Humberto Quiroga Lavie señala como
ejemplos de constituciones típicamente nominales: de derecha, la Constitución de Paraguay bajo el
régimen de Strossner y de izquierda, la nuestra de 1987 bajo el régimen de Daniel Ortega (Estudio
Preliminar. Las Constituciones Latinoamericanas. Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 1994, pags.
8 y 9).
10
Quiroga Lavie considera como semánticas las de Cuba y Chile (Estudio Preliminar. Ob. cit., p. 8).
25
I. Constituciones genéricas y analíticas
Son genéricas aquellas que consagran los principios, valores y líneas generales
de la organización del Estado, permitiendo al legislador ordinario su
complementación de acuerdo con las nuevas realidades, lo cual facilita su adapta-
ción y durabilidad. Ejemplo: la Constitución de los Estados Unidos.
Es definitiva aquella que consolida un proceso político y social. Por ejemplo, nues-
tras Constituciones de 1824, 1858, 1893 y 1987.
Es de transición aquella que se dicta en una etapa de tensión para lograr llegar a
una etapa de consolidación o definitiva, una etapa de síntesis.
5. Contenido de la constitución
Por todo lo expuesto, hoy se habla del Derecho Civil constitucional, de Derecho
Económico constitucional, de Derecho Penal constitucional, de Derecho Laboral
constitucional, etc.
26
6. Valor y autoridad de la Constitución
B. Eficacia directa.
La constitución es una norma jurídica superior, la cual debe ser obedecida por los
habitantes y los poderes públicos. Sus normas son, en su generalidad, aplicables
directa o indirectamente a través de sus principios. Tienen carácter informativo del
ordenamiento jurídico y si remiten a la ley para que puedan ser aplicadas, cuando
se produce la omisión del legislador, se puede aplicar directamente en el caso
concreto mientras dura dicha omisión, si hay peligro de violación de un derecho o
de la libertad.
Los derechos familiares, sociales y del trabajo normalmente tienen eficacia dero-
gatoria, invalidatoria, interpretativa y en el supuesto de omisión son aplicados
directamente al caso concreto si lo dispuesto en el contenido de la norma no es
una simple promesa o prestación imposible.
C. Eficacia derogatoria.
D. Eficacia invalidatoria.
El art. 182 Cn. expresamente dispone que son nulas todas las leyes, tratados, órdenes
o disposiciones que se opongan o alteren las disposiciones de la constitución.
E. Eficacia interpretativa.
27
La interpretación constitucional tiene varias reglas y normas propias.
F. Eficacia informadora.
Esta eficacia se extiende a todos los órganos o poderes que aplican la Constitución.
II
DESARROLLO, APLICACIÓN Y CAMBIO DE LA CONSTITUCIÓN
1. Desarrollo de la Constitución
Lo que será tratado bajo esta sección es en buena parte un desarrollo del texto
constitucional; pero por razones de método y de precisión nos limitaremos en este
número a las fuentes normativas directas de alimentación del Derecho Constitu-
cional. Estas fuentes son las leyes reglamentarias, las leyes interpretativas, las
convenciones políticas y la costumbre.
28
poder electoral, a través del Consejo Supremo Electoral y en asuntos privativos
de su competencia, interprete la constitución.
Otra corriente doctrinal española estima que el legislador puede dictar normas
meramente interpretativas, pues no existe nada en la Constitución que lo prohíba.
Tampoco esa voluntad está reservada exclusivamente al tribunal constitucional y
no existe una reserva constitucional que atribuya esta voluntad al poder constitu-
yente derivado.
29
En nuestro país, los arts. 138 inc. 1 Cn. y IV inc. 2 Tit. Prel. C. aceptan y regulan la
interpretación auténtica de la ley ordinaria, pero algunos juristas opinan que el
término ley empleado por ambas disposiciones debe entenderse con tal amplitud
que abarque aun a la constitución, la cual también es una ley, aunque de rango
superior.
Las leyes ordinarias meramente interpretativas son admisibles por las razones
siguientes:
30
cándolas o derogándolas, interpretando la Constitución a través del desarrollo
legislativo por leyes ordinarias; por último, otras constituciones se refieren única-
mente a la interpretación de las leyes ordinarias.
Las convenciones políticas son acuerdos que celebran los órganos constituciona-
les en el ejercicio de sus competencias y relaciones mutuas, generalmente para
regular vacíos legales o formas discrecionales de actuar señaladas en la ley. El
acuerdo puede ser verbal o escrito, expreso o tácito.
La doctrina cita como ejemplo de convenciones las que regulan en el Reino Unido
el nombramiento del Primer Ministro, la responsabilidad ante la Cámara de los
Comunes, la neutralidad del Speaker, la disolución de la Cámara de los Comunes
por el Primer Ministro, etc.; en los Estados Unidos la abstención de presentar la
candidatura presidencial para un tercer período antes de la Enmienda XXII, consi-
derada por un sector doctrinal como costumbre; en Italia la proposición de nom-
bramiento de los Ministros por los partidos coaligados para la formación del go-
bierno y la presunción de quórum en las Cámaras mientras no se solicite su com-
probación; en España la celebración del debate sobre el Estado de la Unión y la
consulta del Rey exclusivamente a los grupos políticos del Congreso de los Dipu-
tados antes de proponer candidatos a la Presidencia del gobierno.
D. La costumbre constitucional
31
tar la eficacia en un sentido u otro de una norma, y adaptar la Constitución a las
nuevas realidades.
La figura del juez y la jurisprudencia que produce, es muy apreciada por la doctri-
na y prácticas modernas, por, entre otras, las razones siguientes: las personas
han percibido que la ley ya no es, como originariamente se estimaba, la expresión
de la libertad, sino que es generalmente limitativa o represiva, lo cual le ha hecho
perder el prestigio que tenía; la organización de la justicia constitucional en manos
de los jueces, convierten a éstos en los máximos intérpretes de la Constitución y
hasta con el poder de eliminar y crear normas constitucionales en su caso; la
velocidad de los hechos y de la tecnología y la ciencia rebasan las previsiones del
Derecho positivo, sin que los órganos de su creación atiendan con prontitud estas
necesidades de adecuación y reforma, dejando vacíos, oscuridades e
imprecisiones que los tribunales tienen que resolver, creando una abundante ju-
risprudencia alrededor de los códigos y leyes, sin cuyo conocimiento es difícil
interpretarlos; la facultad de la justicia de conocer del recurso de inconstitucionalidad
por omisión del legislador obligado por la norma constitucional a dictar la ley.
32
La jurisprudencia es una fuente muy importante en nuestro sistema, pues obliga a
los jueces y magistrados a mantener la uniformidad de sus decisiones11 , salvo
explicación detallada y razonada, la sentencia objeto de casación en el fondo
pueden ser revocadas por violación de la jurisprudencia12 , las sentencias que
declaran la inconstitucionalidad de la ley, decreto o reglamento los anula y, como
consecuencia, las elimina del ordenamiento jurídico, convirtiendo al juez constitu-
cional un legislador negativo y las sentencias aditivas en legislador positivo; las
sentencias interpretativas en algunas ocasiones establecen el único criterio
conciliable de la ley impugnada con la constitución o señalan, al mismo tiempo, las
interpretaciones inconciliables y conciliables o válidas con la constitución; en otras
sentencias se sientan criterios innovadores o integrativos que le dan al artículo un
sentido que a simple vista o normalmente entendido no expresa.
2. Cambio de la constitución
A. Tipos de cambios
Es bueno advertir que también se producen falsos cambios cuando, por ejemplo,
para reelegir al Presidente de la República, se celebra una constituyente que con
ligeras modificaciones copia la anterior, tal como ha ocurrido en Nicaragua en
varias ocasiones.
11
Art. 13 inc. 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del 15 de Julio de 1998.
12
Art. 2057 inc. 2 Pr. Esta causal no contempla la infracción de la doctrina legal (jurisprudencia) y la
interpretación errónea, pero un buen sector doctrinal sostiene que ambas infracciones pueden ser
invocadas por medio de esta causal. Ni la ley ni la jurisprudencia han expresado cuantas sentencias
forman jurisprudencia. En una ocasión la Corte Suprema ha dicho que una sentencia no constituye
doctrina legal (S. 11:30 a.m. del 19 de noviembre de 1941, B.J., p. 11429). En otra dijo que para que exista
debe estar contenida en una serie razonable de fallos (S. 11 a.m. del 23 de julio de 1921, B.J., p. 3369).
En sentencia de las 9 a.m. del 8 de noviembre de 1962, B.J., p. 487, expresa que una consulta no
constituye jurisprudencia. Generalmente se considera que las consultas no forman jurisprudencia y que
tres sentencias en un mismo sentido constituyen jurisprudencia.
33
texto, advirtiendo que en los países de Derecho Consuetudinario pueden producir
la anulación de la disposición constitucional.
B. La reforma constitucional
III
34
de la antigüedad de Oriente, Grecia y Roma y de la edad moderna, cuya principal
fuente es la evolución política inglesa.
35
ción de Italia de 1947; la Constitución de Alemania de 1949; la Constitución de
Francia de 1958; la Constitución de Grecia de 1975; la Constitución de Portugal
de 1976 y la Constitución de España de 1978. En Latinoamérica la Constitución
de Venezuela de 1961, del Perú de 1979, de Chile de 1980, de Ecuador de 1984,
de Brasil de 1988, de Colombia de 1991, de Paraguay de 1992.
2. Bicameralismo
15
Art. 50
16
Art. 16 y sigts.
17
Art. 44 y sigts.
18
Art. 44 y sigts.
19
Art. 42 y sigts.
20
Art. 182 y sigts.
21
Art. 84 y sigts.
22
Art. 46 y sigts.
23
Art. 114 y sigts.
24
Art. 138 y sigts.
25
Art. 105 y sigts.
26
Art. 121 y sigts.
27
Art. 132 y sigts.
28
Art. 157 y sigts.
29
Art. 189 y sigts.
30
Art. 140 y sigts.
31
Art. 79 y sigts.
32
Art. 90 y sigts.
36
Nicaragua tiene una tradición bicameralista, excepto en las Constituciones de 1893,
1905, 1854 y la actual de 1987. El unicameralismo ha aparecido en épocas revo-
lucionarias (como en la liberal de 1893 y la sandinista de 1979), pues la rapidez y
amplitud con que actúa permiten hacer los cambios revolucionarios33 .
3. Estado laico
La Constitución de 1974 en su art. 110 Cn. abre las puertas a la enseñanza reli-
giosa en los centros oficiales, pero sin carácter obligatorio para recibirla.
33
Su desarrollo histórico es el siguiente: Sistema Bicameral: Cn. 1838 (art. 83 y sigts.); Proyecto de Cn.
1848 (art. 39 y sigts.); Cn. 1858 (art. 5); Cn. non nata de1911 (art.4); Cn. 1911 (art. 65); non nata 1913
(art. 70); Cn. 1939 (art. 138); Cn. 1948 (art.112); Cn. 1950 (art.127); Cn. 1974 (art. 127). Sistema
Unicameral: Federal de 1824 (art. 55 y sigts.); Cn. del Estado de Nicaragua 1826 (arts. 46, 70 y sigts.);
Cn. 1893 (art. 69); la Cn. de 1854 (art. 28 y sigts.); Cn. 1905 (art. 49); 1987 (art. 132). La Constitución
Federal de 1824, no incluye al Senado como parte del Poder legislativo, el cual es unicameral, compuesto
de representantes popularmente elegidos en razón de uno por cada treinta mil habitantes. El Senado
sanciona la ley, se encarga de sostener la Constitución, vela sobre el cumplimiento de las leyes y la
conducta de los funcionarios federales, aconseja en ciertos asuntos al ejecutivo, propone ternas al
ejecutivo para el nombramiento de diplomáticos y otros funcionarios, entre otras funciones. Está com-
puesto por miembros elegidos popularmente a razón de dos por cada Estado. En la reforma de 1835 de
esta Constitución , (que no entró en vigencia) se estableció el bicameralismo: un congreso integrado por
una cámara de diputados y otra de senadores. En la Constitución política de la República Federal de
Centroamérica de 1921, el sistema es también bicameral: una cámara de diputados y otra de senadores
(art. 70 y sigts.). También es conveniente advertir que la Constitución de 1854 habla de diputados y
senadores, pero ambos sesionaban conjuntamente, en una sola cámara. Por tal razón es unicameral.
34
Cns.1939, 1948, 1950, 1974 y 1987.
35
Art. 2 Cn. Argentina
36
Art. 75 Cn. Costa Rica y art. 3 Cn. Bolivia
37
Art. 35 Cn. Panamá
37
4. La pena de muerte
Es Césare Beccaria el que inicia el combate serio contra la pena de muerte, aun-
que ya antes se había planteado la no justificación de ésta pena. Este ilustre
personaje inicia una revolución en materia penal al publicar su famoso libro “De
los Delitos y de las Penas”38 , puesto en boga por Voltaire. Para Beccaria, la fina-
lidad de la pena es impedir que el reo realice nuevos delitos y desanimar a los
demás a cometerlos. Esto se logra no mediante la crueldad de la pena, sino me-
diante la certeza de que el delincuente va a ser castigado. Está de por medio la
eficiencia del sistema penal, lo que se denomina el pentágono penal: código pe-
nal, código de procedimiento penal, procuraduría penal, sistema penitenciario y
policía.
38
Universidad Centroamericana. Managua, Nicaragua, 1989.
39
En Inglaterra, a finales del siglo XIX, eran más de doscientos delitos los que merecían la pena de muerte,
entre ellos algunos que ahora son castigados con pocos años de prisión. Cfr. Michel Foucault. Vigilar y
38
como medida de atenuación los casos en que se suprime la obligación de ejecu-
tarla, la facultad otorgada al juez o jurado de imponerla o no imponerla, la prohibi-
ción de ejecutarla en presencia del pueblo, aunque en la realidad es imposible
eludir el escándalo de los medios publicitarios. Por otra parte, no todas las penas
son cumplidas, pues algunas son suspendidas, conmutadas o se concede indulto
al condenado.
Diez años antes de 1977, en los Estados Unidos no se había ejecutado a ninguna
persona. Pero en enero de ese mismo año se ejecutó a Gary Gilmore, lo cual
provocó una gran polémica y escándalo. Esta ejecución se apoya en una senten-
cia dictada por la Corte Suprema de Justicia en el año de 1976, en la que expresa-
ba que la pena de muerte no siempre viola la Constitución, cambiando la doctrina
que anteriormente había sentado en 1972, en la cual sostenía, con fundamento
en la Enmienda VIII, que es prohibido imponer penas crueles e inusitadas, y que
muchas de las circunstancias en la que la pena capital se aplicaba eran inconsti-
tucionales.
Castigar. Editorial Siglo XXI. España 1992, p. 80. En esta obra critica la dureza e infamia de las penas, los
procedimientos y el sistema penitenciario.
39
Son dos las teorías principales sobre la función de la pena: la retributiva y la
utilitaria o preventiva. La primera sirve de apoyo a los antiabolicionistas de la pena
de muerte y la segunda a los abolicionistas. Ambas se formulan a partir de las
funciones o tareas del Estado.
La teoría retributiva es apoyada por Kant y Hegel. Para Kant la función de la pena
no es preventiva. Su función es hacer justicia de modo que se de una correspon-
dencia entre el delito y la pena. Trata de establecedor la justicia como igualdad, la
cual era denominada por los antiguos justicia correctiva. Es un imperativo categó-
rico para el Estado aplicar la pena de muerte y no un imperativo hipotético. Por su
parte, Hegel piensa que la pena debe ser congruente con el delito y que el casti-
gado tiene derecho a ser castigado con la pena de muerte para redimirse y ser
reconocido como ser racional. Es de justicia que el que mata debe ser condenado
a muerte, es algo así como la ley del Talión, del trueque, etc.
La teoría preventiva o utilitaria parte del criterio de que la pena sirve para desalen-
tar las acciones tipificadas como delito40 .
40
Existen otras tres teorías: la pena como corrección, la pena como defensa social y la pena como
expiración. La primera es contraria a la pena de muerte, pues sostiene que el criminal más malo y
perverso puede ser corregido. La segunda generalmente es esgrimida por los abolicionistas, pero
también puede dar argumentos a los antiabolicionistas cuando sostienen que la mejor manera de
defenderse de los criminales peligrosos es matándolos. La tercera tiene como finalidad liberar el mal
realizado por medio del sufrimiento. Esta teoría es compatible con la pena de muerte porque para purificar
la culpa de la muerte debe pagarse con la muerte. Estas teorías se formulan atendiendo a los individuos
que deben sufrir las penas.
41
Estas dos teorías y éticas tienen sus antecedentes en las narraciones de las Historias de Tucíades.
Expresa que se trataba de juzgar a los rebeldes de Mitilenes. Cleone afirmaba que los rebeldes debían
ser condenados a muerte y los cómplices comprenderían que a quien se rebelaba se le aplicaba la pena
de muerte. Diodolo, por el contrario, sostenía que la pena de muerte no sirve para nada, porque la
naturaleza humana, cuando es impulsada a abruptas acciones, no tiene freno en la fuerza de las leyes
o de otra amenaza. La opinión de Cleone es el antecedente de la teoría de la pena retributiva y la Teodolo
de la teoría preventiva.
40
Otro gran tema es si el derecho de castigar del Estado se extiende a la pena de
muerte, aunque se haga como resultado de un proceso legal. Dos concepciones
se han formulado alrededor de esta discusión: la concepción orgánica del Estado
sacrifica la parte al todo y, por tal razón, si una persona es peligrosa para la socie-
dad puede ser sacrificada por el bienestar de todos; por el contrario, la tesis indi-
vidualista, parte del principio de que el Estado es creación de un contrato, en el
cual no se ha renunciado al derecho a la vida. La Iglesia Católica reconoce el
derecho y el deber del Estado para aplicar penas proporcionados a la gravedad
del delito, sin excluir, en casos de extrema de gravedad, el recurso de la pena de
muerte42 .
Debido a los duros ataques a la pena de muerte los Estados antiabolicionistas han
principiado a retroceder de diferentes formas: reducen el número de delitos que
merecen pena de muerte; dejan al arbitrio de los jueces y jurados imponerla o no
en los casos establecidos; no la aplican aunque esté contemplada; la suspenden
por largo tiempo mientras los condenados luchan por un indulto y algunos Esta-
dos la han suprimido.
El tema de la abolición de la pena de muerte está dentro del tema general del
derecho a la vida: no matar, no abortar, socorrer al que está en estado de peligro
y proveer al necesitado los medios mínimos para su sustento.
Pero en realidad el Estado cuenta con otros medios y penas diferentes a la pena
de muerte para combatir el delito. Tiene alternativas que, en cambio, no las tiene
la persona que se encuentra en esos trances de la legítima defensa y el estado de
necesidad. Por tal razón, lo que justifica la no punibilidad y la inimputabilidad de la
persona en tales casos no puede servir al Estado para justificar la pena de muer-
te. Estas excepciones del principio de no matar no las puede esgrimir el Estado.
También los organismos internacionales se han pronunciado sobre este tema. Por
ejemplo: el 28 de abril de 1983 fue suscrito el Protocolo Adicional a la Convención
Europea de los Derecho del Hombre, sobre la abolición de la pena de muerte, el
cual fue firmado por los Ministros de Relaciones Exteriores de Austria, Bélgica,
Dinamarca, República Federal de Alemania, Países Bajos, Noruega, Portugal y
Suecia.
42
Catecismo de la Iglesia católica No. 2266.
41
Veintiséis organizaciones no gubernamentales que trabajan por los derechos hu-
manos, incluyendo entre ellas Amnistía Internacional, presentaron una declara-
ción al V Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Trata-
miento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1975, en la cual piden que no se
aplique la pena de muerte por ser contraria al derecho a la vida, cruel e inhumana.
En América Latina algunos países la han abolido y otros han reducido los delitos
que la merecen, pero es rara su aplicación donde está contemplada. Lo mismo ha
sucedido en la historia constitucional y penal de nuestro país.
42
Los procedimientos de ejecución que registra la historia son muchos. Citamos los
siguientes: la guillotina, la horca, el garrote vil, la silla eléctrica, la cámara de gas,
el fusilamiento, la inyección letal y la inducción al suicidio (poner a disponibilidad
del reo sustancias y armas para que suicide)45 .
En el siglo pasado William Walker ordenó el fusilamiento del Ministro Mateo Mayorga
en represalia por la muerte de algunos comerciantes norteamericanos y después
en forma sumaria y parcial el fusilamiento de Gral. Ponciano Corral.
garantiza el derecho a la vida y en los delitos de asesinatos, parricidio y traición se impone la pena de
treinta años de presidio sin derecho a indulto. Art. 5 XLVII Cn. Brasil. No hay pena de muerte, salvo en
guerra declarada. Art. 11 Cn. Colombia. El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte. Art.
21 Cn. Costa Rica. La vida humana es inviolable. Art. 19 inc. 1 Cn. Chile. La ley puede establecer la pena
de muerte con quórum calificado. Art. 22 inc. 1 Cn. Ecuador. No hay pena de muerte. Art. 27 Cn. El
Salvador. Solo se impone pena de muerte por leyes militares durante la guerra internacional. Art. 18 Cn.
Guatemala. Establece la pena de muerte, pero no se puede imponer por presunciones, a las mujeres, a
los mayores de sesenta años, a los reos de delitos políticos o comunes conexos con las políticas y a los
reos cuya extradición haya sido concedida con esa condición. Art.a 66 Cn. Honduras. Se prohibe la
pena de muerte. Art. 22 inc. fine Cn. México. Se prohibe la pena de muerte por delitos políticos y sólo
puede imponerse al traidor en guerra extranjera, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación o
ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves del
orden militar. Art. 30 Cn. Panamá. No hay pena de muerte. Art. 4 Cn. Paraguay. Queda abolida la pena de
muerte. Art. 140 Cn. Perú. Solo puede aplicarse la pena de muerte en los delitos por traición a la patria en
casos de guerra y de terrorismo. Art. 8 inc. 1 Cn. República Dominicana. No hay pena de muerte. Art. 26
Cn. Uruguay. No han pena de muerte. Art. 58 Cn. Venezuela. No hay pena de muerte. En el Continente
Americano son diez y siete países los que contemplan la pena de muerte, por lo que a los anteriores debe
agregarse Belice y Estados Unidos, Antigua, Cuba, Santa Lucía, St. Kitts-Nevis, St. Vicent-Granad,
Jamaica, Trinidad Tobago, Grenada, Bahamas, Barbados y Guyana, en el ámbito mundial el 90% de
países aplica la pena de muerte. Según informes de Amnistía Internacional, tres mil ejecuciones anuales
se realizan a nivel mundial.
45
Cfr.Barberó Santos. Pena de Muerte. (El ocaso de un mito). Editorial Depalma. Buenos Aires. Argentina.
1985.
43
y ordenó la indemnización46 . b) A las diez de la mañana del día 16 de noviembre
de 1909 fueron fusilados los norteamericanos Lee Ray Cannon y Leonard Groce
en la fortaleza de El Castillo, acusados de pertenecer a las fuerzas rebeldes del
General Juan J. Estrada y de participar en la destrucción del vapor gubernamental
El Diamante, que navegaba sobre el Río San Juan y transportaba quinientos sol-
dados. El juicio fue sumario y Groce logró enviar cartas a su familia expresándole
que su condena era injusta. El fusilamiento provocó un ultimátum al gobierno de
Zelaya. El Secretario de Estado Knox envió una nota y Zelaya tuvo que abando-
nar el país y entregar el poder al Dr. José Madríz. c) En el año de 1920, durante el
gobierno del General Emiliano Chamorro, en virtud de sentencia de la Corte Su-
prema de Justicia47 , fue ejecutado en plaza pública en presencia de nutrida concu-
rrencia, el conocido criminal Hilario Silva apodado “Cachimbon” por haber asesi-
nado en forma atroz a un anciano. d) En el año de 1930, durante el gobierno de
General José María Moncada, fueron fusilados los asesinos de don Gustavo Pa-
sos48 . El fusilamiento se realizó en la mañana frente a la fachada del Cementerio
Occidental de Managua. Presenciaron la ejecución más de diez mil personas.
5. Presidencialismo.
Este sistema tiene su origen y desarrollo en los Estados Unidos y después fue
adoptado por otros países, principalmente en Latinoamérica. Se estima que se
promulgaron bajo su inspiración trescientas cincuenta constituciones en los pri-
meros sesenta años del siglo XIX. Descansa en la separación de los tres poderes
fundamentales: el ejecutivo, el judicial y el legislativo, dentro de un equilibrio y
control. Por el contrario, el parlamentarismo es un sistema de colaboración de
poderes.
46
S. 11 a.m. del 20 de octubre de 1920, B.J., pags. 3060, 3076, 3092 y 3108.
47
S. 12 m. del 13 de mayo de 1919, B.J., p. 1919. Hilario Silva presentó solicitud para que se le cambiara la
pena, pero no prosperó.
48
La sentencia de la Corte Suprema de Justicia condenó a muerte a los reos Julio Cuadra Montenegro,
Ramón Mayorga Figueroa y Francisco Caballero por asesinato atroz y robo (S. 12 m. del 22 de agosto de
1930, B.J., p. 7507. Se fundó en la Ley Reglamentaria de la Pena de Muerte del 2 de julio de 1912).
44
El ejecutivo lo encarna el Presidente de la República, el cual es Jefe de Estado, de
Gobierno y en algunos países, como el nuestro, del Ejército. Su elección es popu-
lar, directa o indirecta, y tiene una amplia legitimidad popular.
45
namentales), pero si su conducta lo amerita podría ser desaforado por el legisla-
tivo despojándolo de su inmunidad.
49
Cèsar A. Quintero. Cfr. Ciencia Política. Imprenta Nacional Panamá. 1951. p. 369. El sistema parlamentario
es el adoptado por las democracias europeas, como resultado de la lucha entre la Corona y el parlamen-
to por la titularidad del gobierno. Se le ha criticado por la inestabilidad que puede provocar, fenómeno que
se ha localizado en Francia e Italia. Las Constituciones actuales han pasado del parlamentarismo
costumbrista del siglo pasado al parlamentarismo racional, conservando las piezas fundamentales del
sistema, en virtud del cual los mencionados cuerpos legales regulan las relaciones entre el parlamento
y el gobierno, otorgándole cierta independencia a éste. Para tal efecto el voto de censura para que
renuncie el gobierno y la disolución anticipada del parlamento, deben reunir ciertos requisitos que no
permitan decisiones imprudentes o que provoquen la ingobernabilidad.
50
Cfr. Reforma Política y Consolidación Democrática. «¿Parlamentarismo como Alternativa?». Obra colec-
tiva. Editorial Nueva Sociedad. Caracas, Venezuela 1988. IV Parte. p. 273 y sigts. Presidencialismo
versus Parlamentarismo en América Latina. Obra colectiva. Editorial Nueva Sociedad. Caracas, Vene-
zuela 1990. Presidencialismo y Sistema Político. Fondo de Cultura Económico. México. 1994.
51
Art. 132 Cn.
52
Arts. 119, 121, 122, 125 y 126 Cn.
46
ninguno de ellos puede ser nombrado nuevamente ministro 53 . El Presidente del
Consejo de Ministros, en compañía de los otros ministros, concurre al Congreso
para exponer y debatir la política general del gobierno y las principales medidas
que requiere su gestión y plantea la cuestión de confianza 54 . Para algunos auto-
res la interpelación, la no confianza y la censura no son suficientes para moderar
el enorme poder del Presidente de la República, pues dirige la política general del
gobierno y el Presidente del Consejo de Ministros es una figura opaca. El Presi-
dente de la República promulga normativas legislativas, reglamenta las leyes y
adopta normativas extraordinarias en materia económica y financiera, de la que
únicamente debe informar al Congreso.
53
Arts. 132, 133, 134, 135 y 136 Cn.
54
Art. 130 Cn.
55
Art. 147 y sigts.
56
Art. 153 Cn.
57
Art. 135 inc. 9 Cn
58
Arts. 165 inc. j) y 167 Cn.
59
Art. 121 inc. 24 Cn. Costa Rica. 121 inc. 24. El Salvador. Art. 131 inc. 37 Cn. Honduras. Art. 205 inc. 22
Cn. Dominicana. Art. 37 inc. 22 Cn. Art. 205 inc. 22 Cn. Honduras. Art. 37 inc. 22 Cn. Dominicana.
47
En todo los anteriores sistemas existe más control, pero éste se reduce a los
ministros o Consejo de Ministros, porque no hay censura al Presidente de la Re-
pública.
El primero funciona bien en los países de origen y en otros que los han tomado
como modelo con ciertas particularidades. En los países latinoamericanos el par-
lamentarismo no ha tenido acogida legal y el presidencialismo adoptado ha sido
fuente de inestabilidad, como ha sucedido en Nicaragua. Costa Rica por su esta-
bilidad en la excepción de la regla.
En 1996 con la instalacion del nuevo gobierno, Nicaragua entró en un juego de-
mocrático no visto antes; a saber: un poder legislativo con amplios poderes, los
cuales podrían ser utilizados para obstaculizar al ejecutivo si el partido del gobier-
no no tiene la mayoría necesaria en la Asamblea Legislativa, lo que no se pudo
obtener en esas elecciones porque el sistema electoral promueve la atomización
de los partidos, pero mediante alianzas, mantenidas por el diálogo permanente,
ha permitido gobernar en forma estable a un ejecutivo debilitado, el cual perdió el
veto como arma de negociación al disminuir el porcentaje para que la Asamblea lo
pueda rechazar por los dos tercios establecidos en la Constitución de 1974 a la
mitad más uno del total de diputados exigidos en la actual60 , la administración
pública, universitaria y municipal estarán bajo el control del Procurador de Dere-
chos Humanos; en virtud del contencioso-administrativo, que tendrá que estable-
cerse, el poder judicial ejercerá un control sobre la administración pública; se po-
drán introducir iniciativas de leyes presentadas por ciudadanos; podrán celebrar-
se referéndums y plebiscitos decretados por la Asamblea Legislativa pedidos res-
60
Históricamente el veto se ha usado poco, pues normalmente el ejecutivo y el legislativo eran controlados
por el partido ganador dentro de un sistema bipartidista y electoral propiciatorio de esa situación. No
obstante, a partir de 1991 se han dado más de veinte. Fácilmente puede verse la escasa presión que el
veto ejerce sobre el legislativo por no exigirse una mayoría especial.
48
pectivamente por el Presidente o por el pueblo con el respaldo de cincuenta mil
firmas o a petición de un tercio de la Asamblea Legislativa; existe un poder judi-
cial, dentro del cual el nuevo gobierno no ha nombrado ningún magistrado o juez
y no sabemos que actitud podrá tomar frente a la nueva política del Estado cuan-
do le corresponda pronunciarse sobre casos sometidos a su decisión por medio
de los recursos correspondientes (amparo, inconstitucionalidad, etc.); un Contralor
nombrado con criterio político por el gobierno anterior; la atomización de los parti-
dos políticos y la elección de diputados con bajísimas cantidades de votos, sin
ninguna representatividad, lo cual impide la formación de una mayoría suficiente
que pueda respaldar el programa de gobierno; el sobregiro político del gobierno
anterior en el nombramiento de funcionarios que todavía permanecen en los car-
gos, instituciones estatales y democráticas muy débiles que ceden ante la presión
de la crisis (el poder judicial, la contraloría, etc.)
El juego democrático hay que ejercitarlo, pero ante las circunstancias actuales de
crisis económica, política y social, de desorden e impunidad, estos amplios cauces
democráticos pueden ser ocupados, de buena o mala fe, para reclamar y preten-
der asuntos que el gobierno no está en condiciones de otorgar. Esto puede llevar
a la ingobernabilidad. Una Constitución que no permita la estabilidad, no es una
buena constitución. La estabilidad es un criterio fundamental para clasificar las
constituciones en buenas o malas según promuevan o no dicha estabilidad.
Sin perjuicio de lo expuesto en otras partes de esta obra, nos adelantamos a decir
que nuestro constitucionalismo presenta las características siguientes:
49
el cual se caracteriza por la consagración de los derechos económicos, so-
ciales y culturales.
h) Se ha propiciado una participación cerrada de dos partidos en la disputa del
poder, pasando actualmente al pluralismo partidista, pero de tal manera
atomizado que pone en peligro el sistema.
i) La democracia representantiva es la que ha prevalecido, y hasta en la Cons-
titución vigente y su reforma es que se propicia la democracia participativa
por medio de los institutos de la democracia semidirecta (iniciativa popular de
leyes, plebiscito, referéndum, etc.), aunque no se han practicado.
El voto femenino aparece en 1950. El art. 33 inc. 2 Cn., disponía que el voto
femenino sería regulado por la ley aprobada por las terceras partes de los votos
de la totalidad de cada Cámara. Por la Ley Electoral del 21 de diciembre de 1950
se reguló el voto femenino, lo mismo que en su reforma el 25 de mayo de 1962. En
la reforma de la Constitución del 20 de abril de 1955 no se consagra el voto
femenino, pero en la mencionada reforma a la Ley Electoral del 25 de mayo de
1962 se regula dicho voto femenino. Pero en el art. 32 Cn., se reguló el voto
pasivo femenino, permitiéndole a las mujeres ser elegidas o nombradas para car-
gos públicos.
El sufragio universal es conquista general del siglo XX, aunque en algunos países
se estableció a fines del siglo XIX64 . En la Convención Mosquitia, aprobada por la
Asamblea Nacional y el Ejecutivo en Febrero de 1895, los pueblos mosquitos se
sujetaron a la obediencia de la Constitución y las leyes de Nicaragua. Además se
disputo en el art. 5 que el derecho al sufragio se haría extensivo a los varones y
mujeres mayores de dieciocho años.
61
Art. 24 Cn. 1893. Art. 18 Cn. 1905. La Cn. de 1950 calla, pero en los diagramas diseñados en la ley
Electoral de 1950 aparece regulado el voto secreto (art. 73). En la reforma a la Constitución de ese mismo
año se consagra expresamente el voto secreto (art. 11 Cn.). También en la reforma de esa Constitución
del 25 de mayo de 1962 (art. 18 Cn.). Art. 36 Cn.. 1974. Art. 2 Cn. 1987.
62
Art. 55 Cn. de los Estados Unidos de Centroamérica de 1898. Art. 109 Cn. Non nata de 1911. Art. 22 Cn.
de 1911.
63
Art. 74 y 112 Cn.
64
El reconocimiento del sufragio femenino en sus inicios: Wyoming, 1869. Australia del Sur, 1895. Utah y
Ohio, 1896. Australia del Oeste,1899. Nueva Gales del Sur,1902. Tasmania, 1903.Gueslandia, 1905.
Victoria, 1907. Washington, 1910. California, 1911.
50
La conquista del sufragio universal provocó una fuerte reacción con el objeto de
restringirlo. Primero se emplearon las vías de hecho como el fraude, el cohecho,
la presión, la falsificación, etc. En un principio fueron toleradas, pero después
reprimidas. Para combatirlas se tipificaron como delitos.
65
Art. 37 Cn. Argentina. Arts. 41 y 219. Bolivia. Art. 14 Cn. Brasil. Art. 93 Cn. Costa Rica. Art. 52 Cn.
Ecuador. Art. 78. El Salvador. Art. 44 Cn. Honduras. Art. 41 Cn. México. Art. 2 Cn. Nicaragua. Art. 129 Cn.
Panamá. Art. 118 Cn. Paraguay. Art. 31 Cn. Perú.
66
En Nicaragua ha tenido aceptación general: Constitución de 1893. Art. 23. El voto activo es irrenunciable
y obligatorio para los ciudadanos. Art. 54. El derecho de elegir es irrenunciable, y su ejercicio es
obligatorio. Constitución de 1905. Art. 167. El voto activo es irrenunciable y obligatorio para los ciudada-
nos. Constitución de 1911. Art. 19 inc. 1. Es un derecho. Art. 29, inc. 4 Cn. 1939. Un derecho y una
obligación. Art. 30, inc. 2 Cn. 1948. Obligatorio. Art. 33, inc. 2 Cn. 1950. Obligatorio. Art. 34, inc. 2 Cn.
1974. Obligatorio. Art. 57 Cn. 1987. Derecho. En Latinoamérica es aceptado por las constituciones que
el voto es obligatorio o un deber: Art. 37 Cn. Argentina. Obligatorio. Art. 219 Cn. Bolivia. Obligatorio. Art.
14 Cn. Brasil. Obligatorio para los mayores de diez y ocho años y facultativo los analfabetos, mayores
de setenta y mayores de diez y seis y menores de diez y ocho. Art. 258 Cn. Colombia. Es un deber
ciudadano. Art. 93 Cn. Costa Rica. Sufragio es una función cívica y obligatoria. Art. 52. Ecuador. Es
obligatorio para los que saben leer y escribir y facultativo para los analfabetos. Art. 73, inc. 1 Cn. El
Salvador. Es un deber público. Art. 136, inc. b), Cn. Guatemala. Es un deber y un derecho. Art. 44 Cn.
Honduras. Es un deber y una función pública. Es obligatorio. Art. 15 Cn. Chile. Es obligatorio. Art. 36 inc.
Cn. México. Obligación. Art. 129 Cn. Panamá. Es obligatorio. Art. 118 Cn. Paraguay. Es obligatorio. Art. 31
inc. 4 Cn. Perú. Es obligatorio. Art. 9 inc. d) Cn. República Dominicana. Es un deber. Art. 77 inc. 2 Cn.
Uruguay. Obligatorio. Art. 110 Cn. Venezuela. Derecho, función pública y obligatorio.
67
Arts. 63 y 191 Cn.
51
Los privilegios parlamentarios son colectivos o individuales. Es más apropiado
llamarlos garantías parlamentarias que privilegios.
Son colectivos los que se refieren al órgano legislativo para que cumpla sus fun-
ciones de manera independiente, eficiente e imparcial. Ejemplos: el poder de la
Asamblea de elaborar su reglamento y estatuto68 , conocer , admitir y decidir sobre
la falta definitiva de los diputados69 , desaforar a los diputados70 y conocer de las
faltas disciplinarias de los diputados71 y llamar a los funcionarios para que rindan
informes e interpelar a los ministros y otros funcionarios72 .
En algunos países existen dos procedimientos: la desaforación para que los fun-
cionarios que gozan de inmunidad puedan ser juzgado por los tribunales ordina-
rios en virtud de acusaciones penales y el juicio político del cual conoce el Congre-
so y tiene como finalidad la remoción del funcionario en el cargo, sin perjuicio de
la responsabilidad penal. Se juzga la responsabilidad política, el mal desempeño
en el cargo (atentar contra la división de poderes y los derechos humanos, des-
honrar al país o al cargo que ejerce, etc), los delitos cometidos en ejercicio de sus
funciones y los delitos comunes. Es una manera de revocarles el mandato a cier-
tos funcionarios: Presidente, Vicepresidente y Ministros. La Cámara de Diputados
acusa y la del Senado juzga para hacer efectiva la responsabilidad política.
En nuestro país dos sistemas se han establecido para juzgar a los funcionarios
públicos. La desaforación y juzgamiento por los tribunales ordinarios76 y el proce-
68
Art. 138 inc. 25 Cn.
69
Art. 138 inc. 3.
70
Arts. 130 inc. 4 y 138 inc. 24 Cn.
71
Art. 31 y sigts. del Estatuto
72
Art. 138 inc. 4 y 29 Cn.
73
Art. 139 Cn.
74
Art. 130 Cn.
75
Ibidem
76
Art. 130 Cn. 1987 Cn. Arts. 82 inc. 15 y 116 inc. 1. Cn. 1893. Art. 62 inc. 13 y 92 inc. 2 Cn. 1905, pero la
Suprema solo conoce de los delitos oficiales. Art. 154 y sigts. Cn. 1911. La Corte Suprema solo conoce
de los delitos oficiales. En la Cn. de 1838 por delitos comunes de los representantes, senadores, director
de Estado, secretarios y ministros de la Corte Suprema de Justicia, estos funcionarios eran desafora-
52
samiento por el Senado en virtud de acusación de la Cámara de Diputados con o
sin conocimiento de la Corte Suprema de Justicia77 .
El primer sistema es el establecido por nuestra Constitución vigente para todos los
funcionarios que tienen inmunidad, excepto para el Presidente y Vicepresidente
que son juzgados por la Corte Suprema de Justicia en pleno al ser desaforados.
Gozan de inmunidad sólo las personas a las cuales se las concede la Constitu-
ción. Estos funcionarios son: los diputados, de acuerdo con los arts. 139 y 148 de
la Constitución, los Ministros y Vice-Ministros de Estado, de acuerdo con el art.
151 Cn.; los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, de conformidad con el
art. 162 Cn.; los magistrados del Consejo Supremo Electoral, de conformidad con
el art. 172 Cn.; el Contralor y Subcontralor de la República, de conformidad con el
art. 156 Cn.
Existe una Ley de inmunidad del 21 de marzo de 1990, reformada por Ley del 21
de septiembre de 1990, anteriores ambas a la reforma constitucional de 1995.
A los funcionarios que gozan de inmunidad sólo se les puede privar de ella con el
voto favorable de la mayoría absoluta de la Asamblea (Plenario). Sin esta priva-
ción y previo los trámites y defensa del funcionario, éste no podrá ser detenido ni
procesado, excepto en causas relativas al Derecho de Familia y laborales. En
resumen, gozarán de inmunidad judicial, mientras no sean desaforados, tanto en
materia civil, penal y en general en todo lo contencioso judicial, menos en materia
de familia y laboral.
dos, suspendidos en sus funciones y procesados en los tribunales comunes; en los oficiales los
representantes y senadores eran juzgados por la cámara a que no pertenecen. Los magistrados y
ministros, en la cámara de representantes, el Director de Estado y sus secretarios por la Suprema Corte
y los magistrados de esta Corte por la cámara de representantes.
77
Arts. 172 y 179 Cn. 1939. Si el delito se cometiere en ejercicio de sus funciones o la acción fuere por
indignidad, por mala conducta, la cámara del Senado impondría la pena de destitución en el cargo y la
inhabilitación para obtener cargos públicos, sin perjuicio de seguir juicio criminal ante la Corte Suprema
si mereciere otra pena y si la acusación fuere por delitos comunes y la Cámara del Senado declara que
ha lugar a la formación de causa, se pondrá al acusado a disposición de la Corte Suprema para su
juzgamiento y si fuere absuelto volverá a desempeñar sus funciones. Arts. 125, 140 y 145 Cn 1948.
Igual a la anterior, pero no se refiere al juzgamiento por indignidad. Arts. 140, 153 y 156 Cn. 1974, igual
a las dos anteriores.
53
ciones o quejas presentadas en contra de los funcionarios que gozan de inmuni-
dad para conocer y resolver sobre los mismos.
Seguidamente la Junta Directiva nombrará una Comisión para que estudie y dicta-
mine sobre la acusación o queja, la cual le será comunicada al funcionario dentro
de las veinticuatro horas siguientes de haberse formado la Comisión. Se concede-
rá audiencia al acusado ante dicha Comisión dentro del sexto día de notificado
para que exprese lo que tenga a bien79 .
La Comisión abrirá a pruebas las diligencias por el término de veinte días prorro-
gables a solicitud de la Comisión o del interesado ante la Junta Directiva. Vencido
el término de prueba, la Comisión emitirá dictamen confirmando o rechazando la
acusación o queja81 .
78
Art. 8 LI.
79
Art. 9 LI.
80
Art. 10 LI.
81
Art. 11 LI.
82
Art. 12 LI.
83
Art. 14 LI.
84
Condena al Diputado suplente Don Porfirio Molina Rodríguez por homicidio en Romualdo Hernandez
Mercado a una pena de once años de reclusión y demás penas accesorias (S. 10 a.m. del 18 de enero
de 1955, B.J., p.17309). Condena al Exviceministro de Economía, Industria y Comercio, Dr. Jorge Ulises
Chevez, por el delito de homicidio en Antonio Espinoza Fierro a la pena de nueve años de reclusión y
demás penas accesorias (S. 9:45 a.m. del 1 de julio de 1971, B.J. p.99). El condenado posteriormente
interpuso ante la Corte Suprema el recurso de revisión, pero le fue rechazado (S. 8:30 a.m. del 18 de
diciembre de 1972, B.J. p. 309). Condena al General Emiliano Chamorro, senador vitalicio, al señor Abel
Gallard, senador suplente y al diputado Raúl Arana Montalván, a la pena de ocho años de relegación a
la ciudad de Bluefields y demás penas accesorias por el delito de rebelión que se cometió en los días 3
y 4 de abril de 1954. Existe voto disidente y razonado de dos magistrados (S. 10:30 a.m. del 14 de febrero
de 1955, B.J. p. 17332).
54
8. Control constitucional
85
Art. 268 y sigts. El Tribunal Constitucional no pertenece al poder judicial.
86
Arts. 116, 124 y sigts. Cn. El Tribunal Constitucional pertenece al poder judicial.
87
Art. 81 y sigts. El Tribunal Constitucional no pertenece al poder judicial.
88
Arts. 116, 239 y sigts. El Tribunal Constitucional no pertenece al poder judicial.
89
Art. 200Cn. y sigts. El Tribunal Constitucional no pertenece al poder judicial.
90
Art. 174 y sigts. El Tribunal Constitucional no pertenece al poder judicial.
91
Art. 163Cn.
92
Art. 174Cn.
55
Es en la Constitución de 1893 y la Ley de Amparo de 1894 donde se establecía el
control judicial de las leyes. Ya no es un auto control como en el sistema anterior,
hecho por la Asamblea Legislativa, sino un control por otro poder diferente al que
dictaba la ley.
Este control se ha hecho a través del amparo, la casación (en el fondo, en la forma
y en interés de la ley), la aplicación preferente de la Constitución por jueces y
magistrados (forma difusa) y mediante el sometimiento del conflicto a la Corte
Suprema cuando el ejecutivo veta de inconstitucionalidad un proyecto de ley (con-
trol preventivo). A excepción del último, la legislación actualmente vigente admite
los restantes medios de control.
La vigente Ley de Amparo señala tres vías para que se declare de inconstitucio-
nales esos cuerpos legales:
56
El vencimiento del plazo de los sesenta días establecido en el art. 10 LA. para
interponer el recurso directo de inconstitucionalidad no cierra las puertas para
que se pueda volver a plantear el tema por el perjudicado en cualquiera de las
vías señaladas en los literales b) y c). La única sanción que puede deducirse de
la no interposición del recurso dentro del término de ley es la extinción del derecho
de todos los ciudadanos de interponerlo por aplicación del principio general de
preclusión, porque no es una sanción expresamente impuesta.
Sería inconcebible que, por la decadencia de ese plazo, la ley, decreto o regla-
mento inconstitucional, viciado de nulidad, purgara su vicio, como si se hubiera
bañado en el Jordán. La Ley de Amparo no se pronuncia a favor del tal aberra-
ción; por el contrario, abre otras oportunidades para promover la
inconstitucionalidad.
9. Control de la legalidad
93
Art. 26 LA.
57
Nicaragua nunca ha tenido una jurisdicción contenciosa administrativa por la cual
se controle en sede judicial la legalidad de la actuación de la administración. Se
instituyó en los artículos 303 y 304 de la Constitución de 1974, pero nunca se
reglamentó. Nuestro constitucionalismo ha consagrado solamente el amparo como
el último recurso para impugnar las resoluciones surgidas en los procedimientos
administrativos, pero sólo cuando se viola la Constitución y no la normativa ordina-
ria. Pero no se puede negar, tomando en cuenta la amplitud de materias, de dis-
posiciones y la generalidad de la constitución, que casi cualquier violación de
la ley ordinaria conduce a una violación constitucional. De aquí la importancia
del amparo.
94
Aunque parezca paradógico, sostuve en tiempos del sandinismo que en Nicaragua necesitábamos de
una revolución, pero pacífica. Una revolución para exterminar el despilfarro y la corrupción administra-
tiva; para suprimir el ejército o reducirlo a las realidades económicas, creando en su lugar una policía
encargada de la seguridad de las personas y del Estado y una policía judicial adscrita al poder judicial;
para crear la carrera judicial; para establecer una verdadera carrera administrativa (servicio civil), para
hacer una reforma agraria integral, en el cual el sujeto agrario sea dueño de la tierra; para establecer una
moderna economía del mercado; para conceder la autonomía municipal; para modernizar el poder
judicial; para modernizar los códigos y leyes; para crear un órgano defensor de los pobres, de los
derechos humanos, del consumidor y del ambiente que desempeñe el papel de un verdadero Prometeo;
etc. Para crear un Estado libre, ágil y moderno, casi todo está por hacerse.
58
La administración tiene la obligación de asegurarle a los usuarios correctos y
eficientes servicios que están a su cargo. Con la finalidad de lograrlo le exige a
sus funcionarios el estricto cumplimiento de sus deberes y, si el caso lo ameritase,
impone sanciones a quien incurre en faltas en el cumplimiento de sus deberes.
Este es el fundamento y fin del poder disciplinario de la administración pública.
El funcionario, por sus actos, hecho u omisiones que trascienden el ámbito admi-
nistrativo, puede incurrir en responsabilidad penal. En este supuesto son las
sanciones penales las que deben imponerse.
Pero el funcionario también puede, por su conducta indebida, causar daño patri-
monial a terceros o a la administración. En estos casos es posible que el funciona-
rio o el titular tenga que responder por los daños y perjuicios causados. Es la
llamada responsabilidad civil.
59
Nuestra Corte Suprema de Justicia aceptó la responsabilidad de las empre-
sas del Estado por los daños y perjuicios ocasionados por sus empleados95 .
Pero con relación a la responsabilidad del Estado, nuestra Corte Suprema eludió el
problema al manifestar que la cuestión de la responsabilidad del Estado por culpa de
los funcionarios públicos o por las infracciones cometidas por ellos o sus agentes por
daños en los individuos es cuestión llena de dificultades, siendo más escabroso cuan-
do se contrae a determinar la responsabilidad por los daños ocasionados por militares,
o por fuerzas indisciplinadas, en tiempo de paz o de guerra96 .
95
S. 11 a.m. del 2 de mayo de 1960, B.J., pág. 19946: S. 9:45 a.m. del 12 de Enero de 1964, B.J., pág. 8.
96
S. 10:30 a.m. del 25 de febrero de 1930, B.J., pág. 7342.
97
Art. 131 párrafo 2 Cn.
98
Art. 131 párrafo 3 Cn.
99
Art. 131 inc. 4 Cn.
60
La Ley de Emergencia regula las modalidades de este estado de excepción. Es
una ley de rango constitucional promulgado el 19 de octubre de 1988.
De acuerdo con el art. 186 Cn., no podrá suspenderse los derechos y garantías
establecidas en los artículos 23, 24, 25 numeral 3); 26 numeral 3); 27, 29, 33
numeral 2.1) parte final y los numerales 3 y 5; 34, excepto los numerales 2 y 8); 35,
36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62,
63, 64, 65, 67, primer párrafo; 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 79, 80, 81, 82,
84, 85, 87, 89, 90 y 91.
100
Art. 23 Cn. Argentina, Art. 111 y sigts. Cn. Bolivia. Arts. 84 y 91 Cn. Brasil. Art. 212 y sigts. Colombia. Art.
121 incs. 6 y 7 Cn. Costa Rica. Art. 39 y sigts. Cn. Chile. Art. 103 inc. Cn. Ecuador. Art. 29 y sigts. El
Salvador. Art. 138 y sigts. Cn. Guatemala. Art. 187 y sigts. Cn. Honduras. Art. 29 Cn. México. Art. 51 Cn.
Panamá. Art. 288 y sigts. Cn. Paraguay. Art. 137. Cn. Perú. Art. 37 inc. 8 Cn. Dominicana. EL art. 168 inc.
17 Cn. de Uruguay autoriza al Presidente en casos graves e imprevistos de ataque exterior o conmoción
interna a tomar medidas de seguridad, dando cuenta al poder legislativo.
61
12. Democracia representativa
El plebiscito es la consulta directa que se hace sobre las decisiones que dentro de
sus facultades dicte el ejecutivo y cuya trascendencia incida en los intereses fun-
damentales de la nación, según lo establece el art. 139 de la Ley Electoral. La
Constitución no establece si es decisorio o meramente consultivo el problema
sometido al pueblo, pero de este artículo se deduce que es consultivo, que solo
proporciona un criterio de inspiración para el órgano competente que tomará la
decisión definitiva.
101
Arts. 2 y 173 inc.1 Cn.
102
Art. 140 inc. 2 Cn.
103
Art. 88 inc. g) Cn.
104
Arts. 14 y 61 Cn.
105
Arts. 103 y 155 Cn.
106
Arts. 31 y 107 Cn.
107
Art. 39 Cn.
108
Art. 51 Cn.
109
Arts. 123 y 203 Cn.
110
Art. 165 inc. 5 Cn.
111
Arts. 14, 48. XV.
112
Art. 40 Cn.
113
Art. 40 inc. 2 Cn.
114
Art. 119 Cn., en materia de reforma constitucional.
115
Art. 57 y sigts.
116
Art. 73 Cn.
117
Art. 280 Cn., en materia de reforma constitucional.
118
Art. 121 Cn.
119
Art. 32
120
Art. 331 Cn., en materia de reforma constitucional.
121
Art. 14 inc. 10 Cn.
122
Art. 145 Cn.
123
Art. 103 Cn.
124
Art. 18 Cn.
62
Le corresponde al Presidente de la República la iniciativa para que sea aprobado
el decreto legislativo en un plebiscito, o directamente al pueblo con un número no
menor de cincuenta mil firmas. La Asamblea Nacional aprueba o rechaza tal de-
creto por la mitad más uno de los diputados presentes, habiendo quórum.
A la anterior restricción hay que agregar dos: la Ley Anual del Presupuesto Gene-
ral de la República por ser su elaboración e iniciativa de la exclusiva competencia
del Presidente de la República, de conformidad con los artículos 113 y 150 inciso
1 de la Constitución Política; y las reformas parciales o totales de la Constitución,
las primeras porque son de la iniciativa exclusiva del Presidente de la República o
del tercio de los diputados, y las segundas porque la iniciativa le corresponde
63
exclusivamente a la mitad más uno de los diputados. Como toda iniciativa de ley
puede ser aprobada o rechazada por la Asamblea Nacional.
Por medio de la primera (la pasiva), los funcionarios informan a los ciudadanos de
los problemas y planes a resolver, con la finalidad de conocer su opinión.
Por la segunda (la activa), el pueblo tiene más iniciativa y participación directa.
Entre las instituciones más conocidas tenemos:
64
leyes constitutivas de los gobiernos locales. Nosotros la conocemos en la
doctrina como revocación del mandato126 .
vi) El referéndum, el cual puede ser de recomendación o decisorio. El primer
referéndum se realizó en 1640 en la Colonia de la Bahía de Massachusetts y
se usó para someter a los votantes la aprobación de las constituciones he-
chas por las asambleas constituyentes.
Nuestras constituciones han sido rígidas, unas más que otras. La rigidez es un
principio fundamental y constante de nuestro constitucionalismo. Las Constitucio-
nes de 1893 y 1905 son las más rígidas, pues exigen, tanto para la reforma parcial
como para la total, la celebración de una asamblea constituyente.128 También en
algunas constituciones no se permite la reforma total sino después de cierto tiem-
po posterior de su vigencia 129 y en el constitucionalismo comparado encontramos
constituciones que no permiten la reforma de ciertas disposiciones por conside-
rarlas esenciales como las Constituciones de Francia e Italia que no permiten
cambiar la forma republicana de gobierno. También la de El Salvador que en el art.
248 dispone que no pueden ser reformados los artículos que se refieran a la
forma de gobierno, al territorio de la República y a la alternabilidad de la Presiden-
cia de la República. En parecidos términos se expresa la Constitución de Hondu-
ras en el art. 374. El art. 119 de la Constitución de Panamá no permite la reforma
de la forma de gobierno civil, republicana, democrática y representativa.
126
Entre otras, las Constituciones de Colombia (art. 40 inc. 4) y de Panamá (art. 145), como ya explicamos,
contempla la revocación del mandato. La panameña permite que los partidos políticos revoquen el
mandato de los diputados propietarios y suplentes entre otras causas por la renuncia del diputado
propietario y suplente por violación grave de sus estatutos o plataformas ideológicas, políticas o
programáticas.
127
Joseph F. Zimmerman. Democracia participativa. El resurgimiento del populismo, Limusa, S.A. México,
D.F. 1992.
128
Art. 157 Cn. 1893 y 119 Cn. 1905.
129
Art. 167 Cn. 1826. 3 años. Art. 196 Cn. 1838, 4 años. Art. 99 Cn. 1848. 4 años. Art. 108 Cn. 1854. 4 años.
Art. 156 Cn. 1893. 10 años. Art. 163 Cn. 10 años. Art. 347 Cn. 1939. 5 años para cualquier reforma. Art.
328 Cn. 1950. 10 años. Art. 336 Cn. 1974. 10 años.
65
Casi todas nuestras constituciones distinguen entre reforma parcial o total. 130 La
doctrina distingue entre reformas parciales y generales de la constitución. Las
primeras afectan a unos o varios artículos y las segundas a toda la constitución o
a partes sustanciales que conduzcan a un cambio radical del régimen político,
económico y social. En base a ella distingue entre poder constituyente reformador
y poder constituyente derivado de la constitución. El reformador es el encargado
de hacer las reformas parciales y el derivado las generales. En Latinoamérica
ciertas constituciones hablan de reforma parcial, 131 otras de reforma parcial o
total. 132
A. Concepto
C. Clases de iniciativa
De acuerdo con lo expuesto las iniciativas son de seis clases: iniciativa legislativa,
iniciativa gubernativa, iniciativa judicial, iniciativa electoral, iniciativa de los conse-
jos autónomos o municipales e iniciativa popular.
130
Art. 199 y sigts. Cn 1824. Art. 163 y sigts. Cn. 1826. Art. 193 y sigts. Cn. 1838. Art. 97 y sigts. Cn. 1848.
Art. 107 y 108 Cn. 1854. Art. 160 y sigts. 1911. Art. 324 y sigts. Cn. 1950. Art. 334 Cn. 1974. Art. 191 Cn.
y sigts. 1987. El art. 89 Cn. de Paraguay permite la reforma pasado 10 años.
131
Art. 230 Cn. Argentina.
132
Art. 195 y sigts. Cn. Costa Rica. Art. 331 y sigts. Cn. Uruguay.
66
Haremos un resumido análisis de cada una de ellas.
a) Iniciativa legislativa
Es la que tienen uno o más diputados para presentar proyectos de ley. La consa-
gra el art. 140 inc. Cn. y se extiende a decretos, resoluciones y declaraciones
legislativas.
b) Iniciativa gubernativa
c) Iniciativa judicial
133
Art. 191 párrafos 1 y 2 Cn.
134
Art. 140 inc. 2 Cn.
135
Art. 140 inc. 3 Cn.
67
La facultad de iniciativa que la Constitución otorga al poder judicial es amplia,
imprecisa y se presta a confusión, como sucede con la electoral, municipal y
regional.
d) Iniciativa electoral
Los Consejos regionales y municipales de acuerdo con el art. 140 inc. 3 Cn. tienen
iniciativa en materia propia de su competencia.
f) Iniciativa popular
D. Formalidades
Por tal razón, se admite que la iniciativa puede ser retirada, para unos antes de
pasar al Plenario (antes de entrar a Comisión o cuando todavía está en Comi-
sión), y para otros aun cuando ya se dictaminó el proyecto por la Comisión.
15. El veto
A. Su origen
El origen del veto se remota al Derecho romano. Los tribunos de la plebe podían
oponerse a los proyectos de ley que amenazaren la independencia de la nación o
lesionaren sus derechos e intereses. El constitucionalismo nicaragüense lo reco-
noce desde la Constitución de Cádiz. El veto es el poder que tiene el Presidente
de la República para rechazar todo o parte de un proyecto de ley, haciendo las
observaciones pertinentes 143 .
B. Naturaleza jurídica
Sobre su naturaleza jurídica se han formulado dos tesis. La primera sostiene que
el veto es un derecho de intervenir en el proceso de elaboración de la ley; la
segunda piensa que el veto es un acto político que carece de sustancia legislativa
y, como consecuencia, es discrecional y se asemeja a la iniciativa gubernativa de
la ley, porque ésta inicia el debate legislativo y el veto lo reabre.
Solamente pueden ser objeto del veto los proyectos de ley. Quedan excluidos los
decretos, resoluciones y acuerdos de la Asamblea Legislativa, incluidos el Estatu-
to y el Reglamento de la Asamblea , que no requieren sanción 144 . Tampoco pue-
den ser vetadas las reformas a la Constitución y leyes constitucionales 145 , porque
no necesitan sanción. Además el art. 194 Cn. expresamente dispone que las re-
formas parciales a la Constitución no pueden ser objeto de veto.
143
Arts. 142 y 150 inc. 3 Cn.
144
Arts. 142, 143 y 141 párrafo 8 Cn.
145
Ibidem
69
D. Motivos del veto
Nuestra Constitución no señala las causas por las cuales se pueden vetar una ley.
Estas pueden ser por motivos de inconstitucionalidad, oportunidad o conveniencia.
E. Tipos de vetos
El veto puede ser parcial o total. Es parcial cuando se veta una parte de la ley
(ciertos incisos o artículos, capítulos, etc.). Es total cuando se veta todo el
texto de la ley.
Esta mayoría debilita el poder del veto y se aparta de nuestra tradición constitucio-
nal y de la esencia del veto dentro del régimen presidencial. La capacidad de
negociación del Presidente se reduce y puede repercutir en la gobernabilidad, en
un sistema electoral como el nuestro de atomización de los partidos. En las consti-
tuciones de 1838, 1848, 1854, 1858, 1893, 1905, 1911, 1913, 1939, 1948, 1950 y
1974 se exigían dos tercios del total de diputados para aceptar o rechazar el veto.
146
Art. 142 inc. 2 Cn.
147
Art. 143 Cn.
148
Ibidem
70
En los Estados Unidos el veto es efectivo. Hasta 1988, los presidentes habían
hecho uso del veto 2469 veces. De éstos, 1050 eran vetos irrevocables no sujetos
a invalidación por parte del Congreso. Este apenas invalida el 7% (103 veces) de
los casos que tuvo oportunidad de votar, por lo que la amenaza de un veto en el
proceso legislativo otorga al Presidente una importante herramienta de negocia-
ción. Conviene aclarar que el veto irrevocable es un acto del Presidente cuando
se niega a dar su aprobación a un proyecto de ley después que el Congreso ha
dejado de sesionar.
16. El Ejército
En América Latina los golpes de estado militares se producían con mucha fre-
cuencia y las dictaduras, militares o no militares, encontraban en el sistema presi-
dencial el mejor instrumento para desarrollar su poder. Para contrarrestar esta
tendencia, las constituciones han consagrado disposiciones que tienden a asegu-
rar la supremacía del poder civil sobre el militar. Entre estas se encuentran el
otorgamiento al Presidente de la Jefatura de las Fuerzas Armadas y el nombra-
miento de los altos oficiales de acuerdo con el Poder Legislativo152 .
Con los acuerdos de paz de Esquipulas II, firmados el 7 de agosto de 1987, las
guerras civiles de la región centroamericana fueron desapareciendo y se logra la
pacificación con los acuerdos de 1996. Este proceso va acompañado con el sur-
gimiento del proceso democrático de sucesiones presidenciales por elección po-
pular y la no injerencia de los ejércitos en la política.
149
Para profundizar sobre el veto y el Derecho Parlamentario consúltese a María Ofelia Escobar Aguilar.
Teoría y Técnica Legislativa. Managua, 1996.
150
Art. 143 Cn.
151
Ibidem.
152
Art. 89 Cn. Argentina . Art. 168 Cn. Uruguay. Arts. 21 y 96 Cn. Bolivia. Arts. 120 y 92 Cn. Colombia. Art.
191 Cn. Cuba. Art. 55 Cn. Dominicana. Arts. 78 y 122 Cn. Ecuador. Art. 168 Cn. El Salvador. Arts. 183 y
246 Cn. Guatemala. Arts. 141 y 143 Cn. Haiti. Art. 245 Cn. Honduras. Art. 179 Cn. Panamá. Art. 180 Cn.
Paraguay. Arts. 211 y 275 Cn. Perú. Art. 90 Cn. Venezuela.
71
Aunque con antecedentes anteriores, el fenómeno de la intervención en los nego-
cios privados de los ejércitos de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala,
surge en la década del noventa como consecuencia de la conclusión de las gue-
rras civiles de Nicaragua y El Salvador, de la guerra fría y quedar así desprovistos
de sus justificaciones fundamentales como son la de defensa de la soberanía de
las agresiones externas y de la integridad territorial y la defensa de la democracia
de los agresores internos y externos, todo lo cual representa menos ayuda y pre-
supuesto a las instituciones armadas. Esto los lleva a buscar formas de obtener
fondos y nuevas ocupaciones fuera de las fuerzas armadas. En esta búsqueda
toman el camino de intervenir en la actividad económica a través de los institutos
de prevención militar, bancos militares, etc.
En nuestro país el Ejército y la Policía están sometidos al poder civil, sea directamente
por el Presidente de la República, o a través del ministerio correspondiente. Deben ser
apolíticos, profesionales, apartidistas, obedientes y no deliberantes 154 .
153
Cfr. Soldados como Empresarios. Los negocios de los militares en Centroamérica. Fundación Arias por
la Paz y el Progreso Humano. Costa Rica. 1998.
154
Arts. 93, 95 y 97 Cn.
155
Art. 92 párrafo 1) Cn
72
No se permite el servicio militar obligatorio ni el reclutamiento forzoso para el Ejér-
cito y la Policía 156 .
La Policía en general tiene que ser organizada de acuerdo con los principios de la
democracia y del Estado de Derecho. Policía y Ejército son dos instituciones com-
pletamente distintas y no hay que confundirlas.
156
Art. 96 Cn.
157
Art. 96 párrafo 2) Cn.
158
Art. 138 incs. 9 y 29 Cn.
73
El 10 de enero de 1996 se publicó la Ley No. 212, denominada Ley de la
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos. Desarrolla la disposi-
ción constitucional que creo la Procuraduría para la Defensa de los Derechos
Humanos. Dispone que es un órgano independiente, con personalidad jurídica y
patrimonio propios y autonomía funcional y administrativa, dirigida por un Procu-
rador y un Subprocurador.
Creo que en este informe debe haber una evaluación de la situación de los dere-
chos humanos y publicarlo. A su vez, la Asamblea debe hacer las recomendacio-
nes y tomar las medidas correspondientes, lo cual debe ser publicado.
A. La carrera judicial
159
Art. 86 Cn. Argentina. Art. 127 y sigts. Cn. Bolivia. Art. 281 y sigts. Cn. Colombia. Art. 273 y sigts. Cn.
Guatemala. Art. 276 y sigts. Cn. Paraguay. Art. 161 y sigts. Cn. Perú.
74
Permite que ocupen los cargos judiciales los poseedores de las cualidades mora-
les y académicas exigidas para la delicada y especializada función de administrar
justicia mediante una prueba pública.
Se le critica porque da lugar a la formación de una casta cerrada; pero para evitar
tal vicio se propone que un porcentaje de jueces y magistrados sea seleccionado
fuera de la carrera entre los abogados en ejercicio, académicos y escritores más
destacados.
C. Nuestro sistema
160
Art. 114 cn. Argentina. Art. 122 y 123 Cn. Bolivia. Art. 231 y 254 y sigts. Cn. Colombia. Art. 125 Cn.
Ecuador. Art. 262 y sigts. Paraguay. Art. 150 y sigts. Cn. Perú. Art. 217 Cn. Venezuela.
161
Art. 138 inc. 7 y 162 Cn.
75
Tribunales de Apelaciones son nombrados por la Corte Suprema de Justicia por
un período de cinco años162 . El nombramiento de jueces y magistrados por la
Corte Suprema, impide la independencia interna en todos sus grados jerárquicos
inferiores. Como este sistema de cooptación tiene años de funcionar, ya se escu-
chan quejas y crítica de los magistrados de los Tribunales de Apelaciones de los
litigantes y el pueblo en general, pidiendo su cambio por la carrera judicial.
20. La soberanía
Esta idea no deja de ser contradictora con el sistema electoral proporcional, esta-
blecido para las elecciones de la Asamblea Legislativa, el cual no logra la
gobernabilidad que se pretende con la elección presidencial. Es posible que el
Congreso esté integrado por mayoría de legisladores adversos al partido que
ganó la presidencia de la república, en cuyo caso el país puede entrar en
ingobernabilidad o se vean obligados los partidos políticos a constituir una coali-
ción para gobernar con estabilidad. Esta última solución goza de simpatía en la
doctrina y a ello se presta el sistema de representación proporcional en el poder
legislativo.
162
Arts. 164 inc. 5 Cn.
163
Arts. 138 inc. 7 y 159 Cn.
164
Preámbulo y art. 1 Cn. Argentina. Art. 2 Cn. Bolivia. Preámbulo y art. 1 Cn. Brasil. Preámbulo y art. 3 Cn.
Colombia. Preámbulo y art. Cn. 1 Ecuador. Preámbulo y art. 83 Cn. El Salvador. Preámbulo y art. 152 Cn.
Guatemala. Preámbulo y art. 2 Cn. Honduras. Art. 39 Cn. México. Art. 2 Cn. Panamá y art. 3 Cn. Paraguay.
Preámbulo y art. 45 Cn. Perú. Art. 2 Cn. Dominicana. Preámbulo y art. 4 Cn. Venezuela.
165
Art. 2 Cn. Costa Rica. Art. 5 Cn. Chile. Art. 4 Cn. Uruguay.
166
Art. 94 Cn. Argentina. Art. 77 Cn. Brasil. Art. 190 Cn. Colombia. Art. 138 Cn. Costa Rica. Art. 26 Cn. Chile.
Art. 80 Cn. El Salvador. Art. 184 Cn. Guatemala. Art. 111 Cn. Perú.
76
45% de los votos válidos y de no ser así se realizará una segunda elección entre
los que hubieren obtenido el primero y segundo lugar y será electo el que obtenga
el mayor número de votos.
167
Art. 14. Num. 3 V Cn.
168
Art. 223 Cn.
169
Art. 55 Cn.
170
Art. 18 Cn.
171
Art. 327
172
Art. 262
173
Art. 304
174
. Art. 174 Cn.
175
Art. 5 Cn. 1939. Art. 100 Cn. 1948. Art. 116 Cn. 1950. Arts. 74 y 314 Cn. 1974
176
Art. 100 Cn.
177
Art. 74 Cn.
178
Arts. 5, 55 y 168 Cn. y sigts. Cn.
179
Art.300 y sigts.
180
Art. 249 y sigts.
181
Art. 276 y sigts.
77
En la reforma de 1959 de la Constitución de 1950 se le concede representación
política a las minorías en las municipalidades y en la reforma de 1962 son electas
por votación popular mediante el sistema de representación proporcional.
24. La integración
En este número agrupo una serie de figuras que están en boga. Son muy
útiles y pertenecen al estudio del Derecho Parlamentario. Algunas constitucio-
nes las han acogido.
182
Art. 244 y sigts.
183
*Art. 175
184
Art. 12
185
Art. 4
186
Art. 3
187
Art. 3
188
Art. 121
189
Art. 100
190
Art. 6
191
Art. 150
192
Art. 9
193
Arts. 146 y 147
194
Art. 57
78
facultad para decidir o no el trámite de urgencia, caso sea aprobado, se evita
enviar el proyecto a Comisión pero es necesario que los diputados conozcan del
mismo con cuarenta y ocho horas de anticipación, concluido este término, la iniciativa
se someterá al plenario para su discusión en lo general y después en lo particular.
El veto es otro acto ejecutivo que de acuerdo con el art. 143 Cn. no puede recibir
reformas o modificaciones. Se aprueba o se rechaza en su totalidad.
195
Art. 71
196
Arts. 39 y 41
197
Art. 65
198
Art. 176
199
Art. 168
200
Art. 165
201
Art. 168
79
es la existencia de comisiones legislativas plenas que tiene la capacidad de tomar
decisiones y aprobar proyectos de ley. No tenemos este tipo de comisiones.
En algunos países (Italia, España y Costa Rica) se han creado las comisiones
legislativas plenas. El art. 72 párrafo 3 de la Constitución italiana dice: «Puede
asimismo el Reglamento de cada cámara establecer en cuáles casos y formas el
examen y la aprobación de los proyectos de ley son atribuidos a comisiones per-
manentes compuestas en forma que reflejen la proporción de los grupos parla-
mentarios. En tales casos y hasta el momento de la aprobación legislativa, el pro-
yecto de ley será remitido a la cámara (Plenario) si el Gobierno o un décimo de los
componentes de la cámara o un quinto de la Comisión requieren que sea someti-
do a su aprobación final con votación nominal. El reglamento determina las formas
de publicidad de las labores de las comisiones».
En Costa Rica las comisiones legislativas plenas fueron introducidas por la refor-
ma constitucional publicada el 20 de julio de 1993. Para desconcentrar la función
legislativa y agilizar su producción, se permite que la asamblea legislativa pueda
delegar en comisiones permanentes, el conocimiento y la aprobación de leyes;
pero conserva el derecho, en cualquier momento, de avocar el debate o la vota-
ción de los proyectos objeto de la delegación.
Las comisiones plenarias las nombra el plenario, de manera que refleja el princi-
pio de representación proporcional de los partidos políticos. La delegación debe
ser aprobada por mayoría de dos tercios de la totalidad de los miembros de la
Asamblea y la avocación por mayoría de los presentes. Se le deja al reglamento
de la Asamblea regular el número, las comisiones, las condiciones de la delega-
ción, la avocación y los procedimientos que se aplicarán en estos casos.
80
Se consagran estas comisiones plenarias para establecer un parlamento más
ágil, racional y flexible. Debe ir acompañada de una reforma administrativa, de un
programa de capacitación y de modernización de la documentación e información.
Todo esto para que el parlamento pueda dar repuesta rápida y no depender de la
iniciativa y capacidad del ejecutivo. Saber es poder. En una futura reforma a nues-
tra Constitución sería conveniente crearlas.
202
Art. 120 Cn. Uruguay. 155 inc. 6 Cn. Panamá. 197 Cn. Perú.
203
Art. 153
204
Art. 151 y sigt.
205
Art. 174
206
Art. 339 y sigt.
207
Art. 73 XXIXD.
81
legislativa. Las tiene regulada el Brasil 208 , relacionado con el planteamiento del
desenvolvimiento nacional equilibrado; y Colombia 209 con la finalidad de fijar las
bases para la eliminación, creación, modificación o fusión de entidades territoria-
les y establecer su competencia y también para señalar las normas generales, los
objetivos y criterios a los cuales debe sujetarse el gobierno para organizar el cré-
dito público, regular el comercio exterior y señalar el régimen de ámbito internacio-
nal, entre otras materias. e) Leyes complementarias. Son aquellas, según lo dis-
pone el art. 59 Cn. de Brasil, que disponen sobre la redacción, elaboración, alte-
ración y consolidación de leyes. En España existen leyes de refundición para re-
unir en un solo cuerpo las disposiciones dispersas y confusas. f) Leyes ordinarias,
son las que están sujetas a los trámites comunes de formación de la ley, sin mayo-
rías especiales. g) Leyes delegadas. Cuando el Estado principia a intervenir en la
actividad económica, fundamentalmente en el constitucionalismo social o desarro-
llado, se siente la necesidad de otorgarle mayores atribuciones al Ejecutivo, entre
ellas la de poder dictar leyes y reglamentos. Sus funciones son múltiple y tienen
que cumplirlas con agilidad. Es cuando surge la delegación legislativa. Esta puede
ser total o parcial y puede ser pedida por el Ejecutivo o el legislativo tiene que
hacerlo obligatoriamente . La delegación legislativa debilita o destruye la división
de poderes. Nuestras Constituciones establecen en principio la indelegabilidad de
la función legislativa, pero admite algunas excepciones. 210 h). Legislación de emer-
gencia. En casos de calamidades, desordenes y emergencia las constituciones
autorizan al ejecutivo a declarar la emergencia. Esta aumenta el poder del Ejecu-
tivo y restringe los derechos de los particulares. En algunos países existe una ley
de emergencia que regula la materia y en otros se autoriza al Ejecutivo para que
tomen medidas temporales, las cuales deben ser ratificados por el Congreso.
208
Art. 174. 1
209
Art. 150 inc. 4 y 19
210
Constituciones de 1858, 1905, 1939, 1948, 1950 y 1974. La vigente antes de la reforma permitia la
delegación total y la legislacion directa por parte del Ejecutivo. Con la reforma se suprimio la delegación
y la legislación directa.
82
y votaciones y por medio de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial; y somete al
legislativo al orden constitucional y a los poderes ejecutivo y judicial a la ley y al
derecho. Contra los actos que intenten destruir ese orden se les concede a todos
los alemanes el derecho a la resistencia cuando no fuere posible otro recurso.
Expresa Montesquieu: “En la República no se toman las armas sino para defender
las leyes y la patria; es precisamente por ser ciudadano por lo que uno se hace
temporalmente soldado. Si hubieran dos profesiones distintas se haría sentir a
aquel que, bajo las armas, se cree ciudadano, que no es más que un soldado212 .
211
Constitución Reformada. Fundación Centro de Estudios Políticos y Administrativos. Buenos Aires,
Argentina, 1994, pags. 108 y 102.
212
Del Espíritu lo de las leyes. Libro Libre. San José, Costa Rica. 1986, p. 107.
83
social, leyes violatorias de la constitución, falta de desarrollo o aplicación de algu-
nas disposiciones constitucionales, violación de leyes vigentes por las autorida-
des del Estado. g) Organización de los actos de desobediencia civil. h) Son subsi-
diarios del agotamiento de todos los recursos que otorguen las leyes para solucio-
nar el conflicto.
John Rawls define la desobediencia civil “como un acto público, no violento, con-
siente y político, contrario a la ley, cometido habitualmente con el propósito de
ocasionar un cambio en la ley o en los programas de gobierno213 .
Rawls expresa que los tribunales deben tener en cuenta la naturaleza civica del
acto del que protesta y el hecho de que sea justificable (o al menos lo parezca)
mediante los principios políticos subyacentes en la constitución y por tal motivo
reduzcan o en ciertos casos suspendan la sanción214 .
213
Teoría de la Justicia. Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 1995. P. 332.
214
Ob. cit., p. 351
215
Ensayos Jurídicos. Ediciones Península. Barcelona, España. 1997, p. 51
216
Ob. Cit., p. 348 y sigts.
84
CAPITULO II
LA CONSTITUCION DE BAYONA
DEL 6 DE JULIO DE 1808
El ejército francés ocupó Madrid y las principales plazas del norte de España. En
marzo de 1808 se produjo el motín de Aranjuez contra Godoy y el Rey Carlos IV,
impulsado por el partido cortesano dirigido por Fernando VII en oposición a Godoy.
Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII, y Napoleón percibió de inmediato que la
situación era propicia para hacerse con facilidad de la corona española. Para tal
fin, convocó a la familia real a Bayona con el pretexto de mediar en sus querellas
familiares.
85
Lejos de hacer tal cosa le reclamó a Fernando VII de fraguar con violencia la
abdicación de su padre y logró que le devolviera la corona a su padre. Después
Carlos IV se la devolvió a Napoleón y éste se la regala a su hermano José Bonaparte,
que era entonces Rey de Nápoles. José Bonaparte, reinó en España con el nom-
bre de José I hasta 1814.
El General Murat quedó defraudado porque había soñado ser rey de España;
pero a cambio le dió Napoleón la corona de Nápoles. Reinó en Nápoles de 1808 a
1815. Fue obligado a abandonar el trono y en el intento de recuperarlo fue cap-
turado y fusilado en Pizzo el 13 de octubre de 1815.
86
2. Tipo de Constitución
3. Principios
A. Liberalismo
B. Derechos
1
Art. 39 y sigts.
2
Art. 45 y sgts.
3
Art. 126 y sigts.
4
Arts. 88 y 89.
87
d) La supresión de los privilegios comerciales5.
e) La igualdad de las colonias con la metrópoli6.
f) La supresión de las aduanas internas.7.
g) La disminución de fideicomisos, mayorazgos y sustituciones8.
h) La igualdad en el sistema de contribuciones9.
i) La prohibición de exigir la calidad de nobleza para los empleos civiles, milita-
res y eclesiáticos10.
j) Queda abolido el tormento y todo rigor no autorizado por la ley en la deten-
ción y ejecución de un delito11.
k) El proceso criminal es público y se dispone que en las primeras Cortes se
tratará de si se establece o no el proceso por jurado12.
5
Art. 90.
6
Art. 87.
7
Art. 116.
8
Art. 135.
9
Art. 117 y 118.
10
Art. 140.
11
Art. 133.
12
Art. 106.
88
oficial o simplemente la protegen. Sin embargo, permiten una amplia libertad de
culto. También se les denomina Estados seculares. Ejemplos de Estados
confesionales católicos: Costa Rica, Colombia, España, Paraguay, Perú y Pana-
má. Ejemplos de Estados confesionales luteranos; Dinamarca, Finlandia, Norue-
ga, Islandia y Suecia. Ejemplo de Estado confesional anglicano: Inglaterra. Ejem-
plos de Estados confesionales musulmanes: Arabia Saudita, Argelia, Irak, Jordania,
Siria y Marruecos. Ejemplo de Estados confesionales budistas: Birmania y
Camboya. c) Estado laico, el cual aparece como neutral y garantiza una amplia
libertad. Ejemplos:
5. El Poder Ejecutivo.
El Rey es el titular del Poder Ejecutivo. Colaboran con él, los Ministros, el Senado
y el Consejo de Estado. Son nueve los Ministros y todos nombrados y separados
libremente por el Rey. El Secretario de Estado, con calidad de ministro, refrenda
los decretos expedidos por el Rey. El Senado era integrado por los Infantes de
España mayores de dieciocho años, y por veinticuatro personas mayores de cua-
renta años nombradas por el Rey. Tenían el carácter de vitalicios. Fundamental-
mente, sus funciones eran de control de la constitucionalidad referente a la con-
servación de la libertad individual y de imprenta; a la anulación, por ser inconstitu-
cionales, de ciertas decisiones de las juntas electorales; y a la suspensión de la
Constitución, a petición del Rey, en virtud de sublevaciones armadas o de amena-
za a la seguridad pública. El Rey presidía el Consejo de Estado, nombraba a todos
sus miembros y era un órgano que le servía de consulta. También participaba en la
función legislativa y servía de órgano de resolución de los conflictos de competencia.
6. El Poder Legislativo.
Los Cortes se reunirían al menos cada tres años14, y sus sesiones eran secretas;
las podía convocar el Rey, quien también tenía la facultad de disolverlas y prorro-
garlas15. Los diputados del pueblo se nombraban por tres años.
13
Arts. 61-64,67 y 71 y 74.
14
Art. 76.
15
Art. 80.
89
Ciertas materias debían ser objeto de ley, como el Presupuesto del Estado apro-
bado cada tres años y las variaciones de los códigos penal y civil y el sistema de
impuestos o moneda16.
7. El Poder Judicial.
Una Alta Corte Real conocerá especialmente de los delitos personales cometidos
por los individuos de la familia Real, los ministros, los senadores y los consejeros
de Estado21.
Esta es una Constitución de una mixtura muy especial: recoge del corporativismo
español; recibe considerable influencia del liberalismo; y manifiesta el pragmatismo
napoleónico.
16
Art. 82.
17
Art. 83.
18
Art. 98 y 99.
19
Art. 96 y 113.
20
Art. 101 y sigts.
21
Art. 108 y sigts.
90
der una representación de seis diputados, nombrados sin elección por la premura
del tiempo. Esta decisión aparece en la Gaceta de Madrid del 24 de mayo de
1808. Los nombrados son naturales de América: por Nueva España, Don José
del Moral; por La Habana, el marqués de San Felipe y Santiago; por el Perú, Don
Tadeo Bravo; por Buenos Aires, Don León Altolaguene; por Santa Fe, Don Ignacio
Sández de Tejada; y por Guatemala, Don Francisco Cea.
Los reinos y provincias españolas en América y Asia gozan de los mismos dere-
chos que la metrópoli. Serán libres en toda especie de cultivo e industria y no se
podrá conceder privilegio alguno de exportación o importación a particulares. Se
permite el comercio recíproco en los reinos y provincias entre sí con la metrópoli23.
22
Art. 91 y sigtes.
23
Art. 87 y sigts.
91
92
CAPITULO III
CONSTITUCION DE CADIZ
DE 1812
1. La Guerra de la Independencia.
1
. Estas juntas vuelven aparecer en la historia constitucional de España como manifestación revolucionaria,
lo mismo que en las colonias y hasta en nuestra independencia. La primera de las guerras civiles de
Nicaragua se llamó Guerra de las Juntas (1824) y en los últimos tiempos se crearon la Junta de Gobierno
Nacional de 1974 y la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de 1979.
93
Los sectores más importantes e influyentes se enfrentaban defendiendo sus ideas:
a) La mayoría del clero y la nobleza propugnaba el regreso al absolutismo español
bajo la monarquía de Fernando VII. b) Los liberales perseguían que sus ideas
fueran aceptadas. c) El pueblo propugnaba las reformas liberales, pero pedía el
regreso del Rey y el restablecimiento de la religión. Su ausencia de España le
valió el sobrenombre de El Deseado.
La Junta Central fracasa políticamente. Ante tal fracaso, nombra una Regencia
compuesta de cinco personas y después se disuelve a inicios de 1810.
2. El proceso constituyente.
Las Cortes de Cádiz se reunieron cuando casi todo el país estaba ocupado por las
tropas francesas. Mientras se redactaba por las Cortes la Constitución la plaza de
Cádiz estaba sitiada por el ejército francés. Se proclamaron representantes de la
soberanía nacional. Es el primer parlamento español de tipo moderno.
Las Cortes nombraron en diciembre una comisión redactora del proyecto de Cons-
titución. Tanto en la redacción de la Constitución como en la aprobación de leyes
y decretos, las Cortes se dividieron en dos grupos: los liberales y los absolutistas,
aunque a veces surgieron posiciones intermedias.
2
Discurso preliminar a la Constitución de 1812. Introducción de Luis Sánchez Agesta. Centro de Estudios
Constitucionales, Madrid, 1989, p. 33.
94
en sus primeros artículos. Por ejemplo, el principio de soberanía, aprobado por
las Cortes en esta primera sesión pasó a ser recogido por el art. 3.
Si Argüelles fue el redactor de la mayor parte del Discurso Preliminar, junto con
Espiga, el proyecto de Constitución fue obra del Presidente Don Diego Muñoz
Torreno y de Don Evaristo Pérez de Castro. Según Parece, también colaboró Don
Antonio Ranz Romanillos, autor de proyectos de Constitución y del catálogo de
leyes de los códigos nacionales que tratan de puntos constitucionales, quien tam-
bién había trabajado en la Constitución de Bayona.
3
Argüelles es ferviente liberal, orador brillante y Bachiller en Leyes, que junto con Muñoz Torreno y otros
defendieron el principio de la soberanía nacional, inspirados en la Revolución francesa y norteamericana.
4
Ob. cit., p. 63.
95
3. Tipo de Constitución.
4. Fuentes de la Constitución.
Expresa Luis Sánchez Agesta que en todo proceso constituyente existen influen-
cias ideológicas que modelan hechos consentidos o no resistidos. Por tal razón,
las Cortes recogieron el hecho real de que el pueblo español declaró su sobera-
nía y autogobierno. Los hechos prevalecen sobre las formas. Y agrega: «El
proceso constituyente fue después un proceso de racionalización de esos he-
chos, y en este acto reflexivo en que se da forma jurídica a una situación si inter-
vienen ya dos importantes factores: la técnica que aplica teorías y la limitación
que reproduce aquellas instituciones conocidas que responden ideológicamente
al proceso mismo que se quiere racionalizar. Por eso era perfectamente lógico y
nada sorprendente que los constituyentes de Cádiz buscaran aquellas teorías en
el pasado de la propia España o en el pensamiento del siglo XVIII, que daba res-
puesta a las necesidades de esa situación y que buscaran en los modelos fran-
cés, americano e inglés inclusive las fórmulas técnicas que podían expresar esos
hechos5.
5
Ob. cit.,p. 60
96
5. Principios y derechos fundamentales.
A. La soberanía nacional.
Este principio fue considerado como fundamental para toda la reforma y dio lugar
a interesantes y fuertes debates.
B. División de poderes
97
y criminales a los tribunales. Estos tres órganos son poderes constituidos, pues la
soberanía y el poder constituyente pertenecen a la nación.
El Discurso Preliminar expresa: «Para darle toda claridad y exactitud que requiere
la ley fundamental de un Estado, ha dividido la Constitución en cuatro partes, que
corresponden: Primera. La que corresponde a la nación como soberana e inde-
pendiente, bajo cuyo principio se reserva la autoridad legislativa. Segunda. La
que pertenece al Rey como participante de la misma autoridad y depositario de la
potestad ejecutiva en toda su extensión. Tercera. La autoridad judicial delegada
a los jueces y tribunales... Del examen de estas tres distintas operaciones, y no de
ninguna otra idea metafísica, ha nacido la distribución que han hecho los políticos
de la autoridad soberana de una nación, dividiendo su ejercicio en la potestad
legislativa, ejecutiva y judicial. La experiencia de todos los siglos ha demostrado la
evidencia que no puede haber libertad ni seguridad, y por lo mismo justicia ni
prosperidad, en un Estado en donde, el ejercicio de toda autoridad esté reunido
en una sola mano. Su separación es indispensable; más los límites que se deben
señalar particularmente entre la autoridad legislativa y ejecutiva para que formen
un justo y estable equilibrio son tan inciertos, que su establecimiento ha sido en
todos los tiempos la manzana de la discordia entre los autores más graves de la
ciencia del gobierno, y sobre cuyo importante punto se han multiplicado al infinito
los tratados y los sistemas».
a) La libertad de pensamiento.
98
can las leyes». No existe revisión previa, sino sólo responsabilidad posterior por
los hechos delictivos en que se incurriere en el ejercicio del derecho.
El artículo 306 establece que no podrá ser allanada la casa de ningún español,
sino en los casos que determina la ley, para el buen orden y seguridad del Estado.
Expresa el Discurso: «La reforma de las leyes criminales es sobre todo muy ur-
gente: porque teniendo como objeto las acciones en que pueden interesarse
inmediatamente la vida, la libertad y la buena reputación de las personas, toda
dilación en su mejora es de la más grave trascendencia, todo error puede aca-
rrear daños irreparables. De aquí se sigue que el arreglo de la potestad judicial
en toda la extensión que comprende la administración de justicia en lo civil y crimi-
nal exige mucha escrupulosidad y circunspección. No bastan leyes que arreglen
los derechos entre los particulares, que castiguen los delitos y protejan la inocen-
cia: es necesario que lo que disponen sea, según se ha dicho, ejecutado irremisi-
blemente con prontitud e imparcialidad» y agrega más adelante: «Si la adminis-
tración de justicia en lo civil necesita que la Constitución siente los principios que
han de ordenar los juicios civiles, ¿con cuánta más razón no exige esto en lo
criminal? La naturaleza de las causas criminales, como ha dicho ya la Comisión,
reclama con preferencia la atención y sabiduría del legislador. La primera diligen-
cia con que se anuncia un juicio criminal se dirige tal vez a privar a un ciudadano
de su libertad. La pérdida de la vida y de la reputación le sigue muy de cerca, y la
reparación de perjuicios en caso de error o delito de parte de los jueces no está
reservada al poder humano».
i) Nadie puede ser detenido sin información sumaria previa por delito que me-
rezca por la ley pena corporal y mandamiento escrito expedido por un juez6.
ii) El juicio debe ser breve y sin vicios7 .
iii) Al arrestado no se le puede exigir juramento para hacer su declaración8 .
Expresa el Discurso que la Comisión se regocija de encontrar de que en
Cataluña no existe el juramento con que procura arrancarse de la boca del
reo la confesión de su delito y agrega: «La sabiduría que supone esta cos-
tumbre hace el elogio del legislador o tribunal que la introdujo, y apenas se
concibe como haya dejado de generalizarse en un país católico la religiosa
práctica de redimir al reo de un conflicto en que tiene tal vez que optar entre
el patíbulo o el perjurio».
6
Art. 287.
7
Art. 286.
8
Art. 291.
99
iv) Se permite la excarcelación bajo fianza, salvo los casos prohibidos por la ley9
v) Las cárceles son para asegurar y no para molestar a los presos10.
vi) Al reo se le comunica dentro de veinticuatro horas las causas de la prisión y
el nombre del acusador si existiere. Cuando se le toma la confesión al dete-
nido se le leerán íntegramente todos los documentos y las declaraciones
testificales. De aquí en adelante el proceso es público11. El proceso, pues
era mixto: parte secreta y el resto público.
Expresa el Discurso: «La publicidad de los juicios, a lo menos desde la con-
clusión del sumario, la efectiva responsabilidad de los jueces y demás minis-
tros e individuos de justicia, leyes que arreglan con claridad y precisión los
trámites del proceso; he aquí los principios constitutivos del sistema criminal
cuya planta ofrece la Comisión».
vii) Se prohíben el tormento, los apremios y la confiscación de bienes12.
El Discurso expresa: «Por el mismo principio de no hacer trascendental al
inocente la pena de los delitos de otros se prohíbe para siempre la confisca-
ción de bienes».
viii) Se establece la posibilidad de regular el jurado13.
En el Discurso se manifiesta especial simpatía por el Jurado y lamenta su no
establecimiento inmediato, pero expresa la esperanza de que algún día se
aplique. En la Constitución de Bayona se estableció, pero no se aplicó.
9
Artos. 295y 296.
10
Art. 297.
11
Art. 301 y 302.
12
Arts. 303, 304 y 305.
13
Art. 307. Expresa Alcalá Zamora y Castillo: «En la Constitución de Cádiz de 18 de marzo de 1812
encontramos, por un lado, el artículo 278, a tenor del cual, «las leyes decidirán si ha de haber tribunales
especiales para conocer de determinados negocios». La norma copiada suscita dos dudas: una, la de
si el jurado podrá ser etiquetado entre esos «tribunales especiales» que autoriza o deja en pie , y otra,
la de si los procesos penales encajarían bajo la rúbrica de «negocios». Mayor relación con nuestro tema
guarda, desde luego, el artículo 307, comenzando porque figura en un capítulo que se ocupa de la
«administración de justicia en lo criminal» (o sea, en la esfera donde el jurado goza de mayor predica-
mento). A tenor suyo, «si con el tiempo creyeren las Cortes que conviene hacer distinción entre los
jueces del hecho (que serían, huelga casi aclararlo, los jurados) y del derecho, lo establecerán en la
forma que estimen conducente. El precepto concuerda (inclusive en el empleo por ambos del verbo
establecer), aun cuando sea menos explícito, con el antes transcrito artículo 106 de la Constitución de
Bayona». (Estudios Diversos de Derecho Procesal). Librería Bosch, Barcelo, España, 1987, pág. 68 y 69.
14
Art. 280.
15
Arts. 282, 283 y 284.
100
Expresa el Discurso: «Y el espíritu de concordia y liberalidad que hacen tan
respetable las instituciones de jueces árbitros persuade cuán convenientes
sea que los alcaldes de los pueblos ejerzan el oficio de conciliadores en los
asuntos civiles e injurias de menor momento para prevenir en cuanto sea
posible que los pleitos se originen o se multipliquen sin causa suficiente».
iii) En todo negocio no puede existir más de tres instancias16, pero la Corte Su-
prema puede conocer del recurso de nulidad si ésta se cometió en la tercera
instancia.
El Discurso expresa: Instaurándose, pues, la primera instancia de todas las
causas civiles y criminales sin distinción alguna en los juzgados ordinarios, es
adoptando el principio tan recomendado por nuestras leyes de que todos los
juicios se den por terminados con tres sentencias».
iv) Se suprimen los fueros, pero se conservan el eclesiástico y el militar17
Los fueros complicaban la administración de justicia y propiciaban la impuni-
dad. Expresa el Discurso que «la Comisión no necesita detenerse a demos-
trar que una de las principales causas de la mala administración de justicia
entre nosotros es el fatal abuso de los fueros privilegiados, introducido para
ruina de la libertad civil y oprobio de nuestra antigua y sabia constitución. El
conflicto de autoridades que llegó a establecerse en España en el último
reinado, de tal modo había anulado el imperio de las leyes, que casi parecía
un sistema planteado para asegurar la impunidad de los delitos. La Comisión
ha creído al mismo tiempo que no debía hacerse alteración en el fuero de los
clérigos hasta que las dos autoridades civil y eclesiástica arreglasen este
punto conforme el verdadero espíritu de la disciplina de la Iglesia española y
a lo que exige el bien general del Reino, no obstante que en el Fuero Juzgo
era desconocida la exención de litigar y ser reconvenidos o acusados los
eclesiásticos en los negocios comunes, civiles y criminales ante los jueces y
tribunales ordinarios. Del mismo modo ha creído indispensable dejar a los
militares aquella parte del fuero particular que sea necesario para conservar
la disciplina y subordinación de las tropas en el ejército y armada».
16
Art. 285.
17
Arts. 248, 249 y 250.
18
Arts. 25 inc. 6 y 366.
101
a manos mercenarias, a genios limitados imbuidos de ideas falsas o principios
equivocados, que tal vez establecerían una funesta lucha de opiniones y doc-
trinas».
Argüelles en el Discurso señala dos innovaciones: una, no requerir para ser nom-
brado diputado por una provincia la naturaleza material; y «la otra , es exigir para
diputado la condición de tener una renta anual proporcionada, procedente de
bienes propios».
g) Derecho de la propiedad20.
h) Principio de igualdad.
6. Estado confesional
19
Arts. 29 y sigts.
20
Art. 4.
21
Arts. 242, 243, 248 y 258.
102
En su Examen Crítico Argüelles muestra su desacuerdo con la intolerancia religio-
sa que emanaba el artículo 12 y expresa: «..... y lo peor era que, por decirlo así,
a sabiendas de que muchos aprobaron el artículo 12 con el más profundo do-
lor....», pues establece lo contrario entrañaba «luchar frente a frente contra toda
la violencia y la furia teológica del clero»22.
7. Organos constitucionales
A. El Rey
22
Ob. cit. p. 32.
23
Art. 172.
103
Superior, el cual dictaba sentencia que no admitía ningún recurso. Esta responsa-
bilidad es penal y no política24.
El Rey tiene, además de sancionar y promulgar las leyes, entre otras, las funcio-
nes siguientes:
B. Las Cortes
a) Las Cortes
Los diputados son inviolables en sus opiniones y en los casos criminales serán
juzgados por el Tribunal de las Cortes, de acuerdo con lo establecido en el Regla-
mento de Gobierno de las Cortes.
Durante las sesiones y un mes después no podrán ser demandados civilmente ni
ejecutados por deudas31.
28
Art. 231 y sigts.
29
Art. 14.
30
Art. 108, 110, 128 y 129.
31
Art. 128.
105
y amados súbditos, como para dar majestad y grandeza a la reunión soberana de
la Nación y de su Monarca».
Las sesiones de las Cortes eran públicas, salvo en los casos que se exija reserva32
y no podrán deliberar en presencia del Rey33. Se reúnen anualmente sin convo-
catoria del Rey y sus sesiones duran tres meses consecutivos, prorrogable por un
mes a petición del Rey o cuando ellos lo creyeren necesario por el voto de las dos
terceras partes de los diputados34.
Expresa el Discurso: «Por último, la publicidad de las sesiones, al paso que pro-
porciona a los diputados dar un testimonio público de la rectitud, firmeza y acierto
de sus dictámenes, presenta a la Nación siempre abierto el santuario de la verdad
y de la sabiduría, en donde la ansiosa juventud pueda prepararse a desempeñar
algún día con utilidad el difícil cargo de procurar por el bienestar de su patria, y la
respetable ancianidad hallar ocasiones de bendecir el fruto de su prudencia y de
sus consejos: alejando de este modo la oscuridad y el misterio de un cuerpo
deliberativo, que por su instituto no debe ocuparse en negocios de gobierno, úni-
cos que piden reserva, a no ser en los pocos casos que, previa deliberación,
convenga el secreto al interés público».
Expresa el Discurso que al examinar la Comisión las leyes que protegían la liber-
tad política y civil, se dio cuenta que la principal causa de su lastimosa y fatal
inobservancia es el progresivo decaimiento de la celebración de las Cortes, por lo
que el remedio eficaz es la reunión de ellas anualmente. Agrega que «el juntar
Cortes cada año es el único medio legal de asegurar la observancia de la Consti-
tución sin convulsiones, sin desacatos a la autoridad, sin recurrir a medidas vio-
lentas, que son precisas y aún inevitables cuando los males y vicios en la adminis-
tración llegan a tomar cuerpo y envejecerse».
Se organizó la Diputación Permanente de las Cortes para llenar el vacío entre una
celebración de Cortes y otra. Estaba compuesta de siete titulares con sus respec-
32
Art. 126.
33
Art. 124.
34
Arts. 106 y 107.
106
tivos suplentes nombrados por las Cortes antes de separarse. Las funciones
principales eran velar por el cumplimiento de la Constitución y las leyes y dar
cuenta de sus infracciones a las Cortes; preparar la reunión siguiente de las Cor-
tes y convocar a sesiones extraordinarias cuando fuera procedente de acuer-
do a la Constitución35.
Las Cortes pueden celebrar sesiones extraordinarias para casos específicos como
la vacancia de la Corona, la imposibilidad del Rey para gobernar, su abdicación,
cuando se dieren circunstancias críticas y lo solicita el Rey a la Diputación perma-
nente, etc. Solo conocerán de los puntos para que fueron convocadas. Esta
materia está regulada por los artículos 161-167.
Expresa el Discurso: «Como en el curso ordinario del gobierno del Reino pueden
sobrevenir acontecimientos imprevistos que con urgencia exijan pronto remedio,
mientras se hallen de vacante o estén ya disueltas las Cortes ordinarias, ha pare-
cido necesario proveer a estos casos por medio de la reunión de Cortes extraor-
dinarias, que no entenderán sino en el negocio para que fueren convocadas ni
menos estorbarán la elección de nuevos diputados o la instalación de las Cortes
ordinarias en las épocas en que uno y otro corresponda».
35
Art. 157 y sigts.
36
Art. 372 y sigts. El Capítulo Unico del Título X se dedicaba al control y reforma de la Constitución.
37
Art. 131 incs. 12 y 13 y 338 y sigts.
107
imprescriptible de otorgar libremente a sus reyes las contribuciones. Una
revolución espantosa los ha restituido, como por milagro, a su antigua liber-
tad. No permita Vuestra Majestad que la ignorancia, la depravación y la vile-
za los sumerja de nuevo en la odiosa esclavitud con que todavía se les ame-
naza. El esplendor y dignidad del trono y el servicio público en todas sus
partes exigen dispendios considerables, que la nación está obligada a pagar.
Mas esta debe ser libre en determinar la cuota y la naturaleza de las contribu-
ciones, de donde han de provenir los fondos destinados a ambos objetos.
Para que esta obligación se cumpla por parte de los pueblos, de tal modo
que pueda combinarse el desempeño con el progreso de su prosperidad, y
para que la nación tenga siempre en su mano el medio de evitar que se
convierta en daño suyo lo que sólo debe emplearse en promover su felicidad,
y proteger su libertad e independencia»... y agrega» ... se dispone que la
Cortes establecerán o confirmarán anualmente todo género de impuestos y
contribuciones. Su repartimiento se hará entre todos los españoles sin dis-
tinción ni privilegio alguno con proporción a sus facultades, pues que todos
están igualmente interesados en la conservación del Estado».
iii) Recibir el juramento al Rey38.
iv) Proponer y decretar las leyes, e interpretarlas y derogarlas39.
v) Tomar caudales a préstamos en casos de necesidad sobre el crédito de la
Nación40.
vi) Vigilar la libertad política de imprenta41.
vii) Disponer lo conveniente para la administración, conservación y enajenación
de los bienes nacionales42.
viii) Promover y fomentar toda especie de industria y remover los obstáculos que
la entorpezcan43.
Expresa el Discurso: «Las facultades de las Cortes se han expresado con
individualidad, para que en ningún caso pueda haber ocasión de disputa o
competencia entre la autoridad de las Cortes y la del Rey, que no esté fácil-
mente resuelta con el simple recuerdo de la Constitución. La lectura de estas
facultades anuncia por sí misma cuáles hayan sido las razones en que las
funda la Comisión. Cada una de ellas pertenece por su naturaleza de tal
modo a la potestad legislativa, que las Cortes no podrán desprenderse de
ellas sin comprometer muy pronto la libertad de la nación».
Las Cortes, al cesar sus sesiones, nombran una diputación permanente, com-
puesta de siete miembros de su seno: tres de las provincias de Europa, tres de
las de Ultramar y uno seleccionado por suerte entre un diputado de Europa y otro
38
Art. 131 inc. 2.
39
Art. 131 inc.1.
40
Art. 131 inc. 14.
41
Art. 131 inc. 24.
42
Art. 131 inc. 18.
43
Art. 131 inc. 21.
108
de Ultramar. Se nombran también dos suplentes, uno por Europa y otro de
Ultramar.
La diputación dura entre unas Cortes ordinarias y otras. Tiene las facultades
siguientes: velar sobre la observación de la Constitución y las leyes para dar
cuenta a las próximas Cortes de las infracciones que hayan notado; convocar a
las Cortes extraordinarias en los casos señalados en la Constitución; registrar a
los Diputados en la Secretaría de las Cortes y participar en las primeras juntas
preparatorias de organización de las Cortes en su carácter de Presidente; avisar
a los diputados suplentes para que concurran en lugar de los propietarios y en
caso de fallecimiento o de imposibilidad absoluta del propietario o suplente de una
provincia; comunicar las órdenes a la misma para que se celebre una nueva elección.
8. Procedimiento legislativo
Cuatro días después, a lo menos, de admitido a discusión, se leerá por tercera vez
y se señalará día para abrir el debate46.
La discusión se da sobre la totalidad del proyecto y sobre cada uno de sus artícu-
los. Declarado suficientemente discutido, se procede a la votación47.
El quórum se constituye con la mitad más uno de la totalidad de los diputados. Las
decisiones se toman a pluralidad de votos absolutos49.
109
El Discurso expresa que «los trámites de la discusión en los proyectos de ley y en
materia graves van señalados con toda individualidad para que en ningún caso, ni
bajo de ningún pretexto puedan ser las leyes y decretos de las Cortes obras de
espíritu de fracción o parcialidad».
9. Administración de justicia
Por otra parte, insiste en que la potestad de administrar justicia puede convertirse
en tiranía si se junta con la potestad legislativa o ejecutiva. Expresa: «Para que la
potestad de aplicar las leyes a los casos particulares no pueda convertirse jamás
en instrumento de tiranía, se separan de tal modo las funciones de juez de cual-
quiera otro acto de la autoridad soberana, que nunca podrán ni las Cortes ni el
Rey ejercerlas bajo ningún pretexto. Tal vez podrá convenir en circunstancias de
grande apuro reunir por tiempo limitado la potestad legislativa y ejecutiva; pero en
el momento que ambas autoridades o alguna de ellas reasumiese la autoridad
judicial, desaparecería para siempre no sólo la libertad política y civil, sino hasta
aquella sombra de seguridad personal que no pueden menos de establecer los
mismos tiranos si quieren conservarse en sus Estados. Por eso se prohíbe expre-
samente que pueda separarse de los tribunales el conocimiento de las causas, y ni las
Cortes ni el Rey podrán avocarlas, ni mandar abrir nuevamente los juicios ejecutados».
110
narios, con excepción de los fueros militares y eclesiásticos y los jueces no
podían ejercer otras funciones que las de juzgar y hacer ejecutar lo juzga-
do52.
b) Los tribunales no pueden suspender la ejecución de las leyes ni hacer regla-
mentos para la administración de justicia53.
c) Se prohíben los juicios por comisiones especiales. El juez del juzgamiento
debe ser el competente determinado por la ley con anterioridad54.
Expresa el Discurso: «Como la libertad civil desaparece en el momento en
que nace la desconfianza, es preciso apartar del ánimo de lo súbditos de un
Estado la idea de que el gobierno puede convertir la justicia en instrumento de
venganza o persecución; así se prohíbe que nadie puede ser juzgado por comi-
siones especiales, sino por el tribunal establecido con anterioridad a la ley».
d) Los jueces y magistrados, sean temporales o perpetuos, son inamovibles55.
e) Los jueces son responsables de la falta de observación de las leyes que
regulan el procedimiento y de los delitos de soborno, cohecho y prevaricato,
contra los cuales se concede acción popular para perseguirlos56.
f) Se crea el Supremo Tribunal de Justicia57.
Para el Discurso, la Corte Suprema es el lugar de encuentro de todas las
ramificaciones de la potestad judicial y principalmente tiene la función de ins-
peccionar toda la administración de justicia y además conoce del recurso de
nulidad y sobre este expresa: «El principio que ha guiado a la Comisión a
establecer este sistema exige que el Tribunal Supremo de Justicia conozca
de los juicios y causas instauradas en las provincias en el solo caso de nuli-
dad cometida en la primera instancia. Su conocimiento ha de limitarse a sí se
han observado o no las leyes que arreglan el proceso, debiendo abstenerse
de intervenir en lo sustancial de la causa, que habrá de remitirse al tribunal
competente para que ejecute lo que haya lugar».
En España existían varios recursos que no tenían ninguna relación con la casa-
ción, tales como la «Segunda Suplicación» y el «Recurso de Injusticia Notoria»,
de las Leyes Recopiladas. No obstante, aparecen otros relacionados con la casa-
ción como el Recurso de Injusticia Notoria establecido por el Código de Comercio
de 1829 y la Ley de Enjuiciamiento Mercantil de 1830, el cual se concedía por
violación manifiesta de las formas sustanciales del juicio o cuando la sentencia era
contraria a la ley y terminante, y el Recurso de Fuerza en el Modo de Proceder,
especie de quebrantamiento de forma para que la jurisdicción secular obligaran a
la eclesiástica a observar la ley procesal.
52
Arts. 242, 249 y 250.
53
Art. 246.
54
Art. 247.
55
Art. 252.
56
Art. 254 y 255.
57
Arts. 259 y sigts.
111
cia de casación se pretende anular la resolución recurrrida. Al inicio, la casación
se contrae a la legislación civil y en la Ley de 17 de julio de 1813 se excluyó de las
causas criminales para suavizar la dureza de la legislación penal aún no codifica-
da, pues los tribunales la infringían a sabiendas para obtener fallos menos seve-
ros, y de haber existido casación en lo criminal, la Corte Suprema se habría visto
forzada a anularlos si querían cumplir con su misión de velar por la observación de
la ley. Después se generaliza en lo penal y civil, bajo el nombre de casación.
El Doctor Ignacio Miranda H., sostiene que el recurso de nulidad tiene cierta simi-
litud con la casación en el fondo, porque cuando se fallaba con infracción de ley se
anulaba la sentencia y a su vez se dictaba la que en Derecho correspondía; a
pesar de que en el artículo 1011 del Código de Procedimientos Civiles de 1871 se
disponía de que si la nulidad consistía en haberse fallado contra ley expresa y
terminante, se anulaba la sentencia sin dictar la conveniente. Existen diferencias
fundamentales entre el recurso de casasión y el de nulidad, pero podría aparecer
como un antecedente del recurso de casación en la forma. El recurso de nulidad
fue posteriormente suprimido por el artículo 8 de la Ley del 6 de marzo de 1882.
58
Art. 309 y sigts.
112
En el Discurso se expresa que «la Comisión cree que generalizando los Ayunta-
mientos en toda la extensión de la Monarquía bajo reglas fijas y uniformes en que
sirva de base principal la libre elección de los pueblos se dará a esta saludable
institución toda la perfección que puede desearse».
i) Se prohíbe que durante los primeros ocho años de vigencia se puede hacer
cualquier alteración, adición o reforma a la Constitución.
ii) La proposición de reforma debe ser hecha por escrito y firmada por veinte
diputados. La proposición de reforma se hace tres veces con el intervalo de
seis días de una a otra lectura y después se decidirá si se admite o no a
discusión. Admitida a discusión, se procederá de acuerdo con el procedi-
miento para la formación de la ley. Al final se someterá a votación si ha de
tratarse de nuevo en la siguiente diputación general. Para que sea tratado
debe ser aprobado por las dos terceras partes de los votos.
La diputación general siguiente, podrá declarar en cualquiera de los dos
años de sus sesiones por las dos terceras partes de votos, que ha lugar al
otorgamiento de poderes especiales para hacer reforma. Se publica esta
declaración y las Cortes determinarán si la diputación inmediata o la si-
guiente a ésta es la que ha de tener los poderes especiales para decretar
la reforma.
Los poderes para decretar la reforma a la diputación que le toca hacerla se otor-
gan por las juntas electorales de provincia.
La reforma se discutirá de nuevo y si fuere aprobada por las dos terceras partes
de diputados, pasará a ser ley constitucional.
59
Art. 324.
60
Art. 325 y sigts.
113
Se necesitan tres o cuatro diputaciones o congresos diferentes para aprobar la
reforma. Se exige además que la diputación o congreso que lo hace tenga auto-
rización por las juntas electorales provinciales. Es un procedimiento muy rígido.
Fernando VII, según parece, no tenía una clara decisión de terminar con el régi-
men constitucional. Pero varias circunstancias lo llevan a ello: el jubiloso recibi-
miento del pueblo a su regreso; el reconocimiento que el General Elio en Valencia
le hace como monarca absoluto; la predisposición de la Iglesia y la nobleza a
restaurar el absolutismo; la carta (Manifiesto de los Persas) de 69 diputados de las
Cortes ordinarias para derogar el régimen constitucional.
Por Real Decreto del 4 de mayo de 1814 disuelve las Cortes y declara nula y de
ningún valor ni efecto la Constitución, ahora ni en tiempo alguno. El Decreto
invoca el origen divino de su poder, acusaba a las Cortes de haberle despojado
de su soberanía absoluta y de usurpación por haberse reunido sin respetar las
normas tradicionales. La Constitución de Cádiz tuvo poca vigencia por la guerra y
ausencia del Rey. Las Cortes constituyentes terminaron y principiaron las ordinarias.
61
Entre las causas de la expulsión de los franceses se citan: la alianza con Inglaterra, el esfuerzo del
Ejército español, el éxito de la guerra de guerrillas y la derrota de Napoleón en Rusia.
62
Pero la lucha por el poder dio pie para la aparición del Ejército permanente como árbitro de la política
española hasta 1975.
114
Comenzó el encarcelamiento de los diputados y liberales más destacados, se
restablece el Santo Oficio (Inquisición), se forman comisiones militares para per-
seguir a los liberales y se prohíben los periódicos y asociaciones. Se dictan de-
cretos para restablecer el Antiguo Régimen con la finalidad de satisfacer a la
Iglesia y a la nobleza que deseaban las antiguas condiciones sociales y económicas.
Fernando VII gobierna como un Rey absoluto y no convoca Cortes. Pero la situa-
ción no era la misma de antes de la invasión napoleónica, e incluso se sintió la
necesidad de la burguesía para reconstruir a España dándosele algunas conce-
siones en materia comercial, y en 1816 cesan las persecuciones políticas.
España estaba destruida y había perdido las colonias. Dentro del orden del Anti-
guo Régimen no podía reconstruir el país y obtener un crecimiento económico.
63
Se expresa que en la Audiencia de Barcelona, hasta octubre de 1825, se tramitaron un mil ochocientas
veintiocho sentencias de muerte.
115
Ejército. Se inició, al igual que en 1814, un régimen de corte absolutista y de
regreso al pasado.
Con el nuevo matrimonio de Fernando VII surge un problema sucesorio, con con-
secuencias políticas graves, la legislación tradicional española permitía el reinado
de las mujeres. Pero en 1713, Felipe V, las eliminó al poner en vigencia la france-
sa Ley Sálica que excluye de la línea de sucesión a las mujeres. Carlos IV dispuso
por la Pragmática Sanción regresar a las Partidas y derogó la Ley Sálica, pero
esta disposición no se promulgó. Fernando VII promulga la Pragmática Sanción
de Carlos IV.
El nacimiento de dos hijos a Fernando VII, entre ellos la princesa Isabel, elimina a
Carlos, hermano del Rey, como heredero al Trono. En la Corte se había formado
un grupo denominado «carlista» porque defendían los derechos al Trono del her-
mano del Rey don Carlos María Isidoro de Borbón. En 1832 Fernando VII cayó
gravemente enfermo, lo cual fue aprovechado por los carlistas para convencer al
Ministro Francisco Tadeo Calomarde para que lograra del Rey la derogación de la
Pragmática y la renovación de la vigencia de la Ley Sálica, lo cual consiguió. Pero
con la mejoría del Rey y la destitución de Calomarde del gobierno, dirigida por
Francisco Cea Bermúdez, puso nuevamente en vigor la Prágmatica, por lo que al
morir Fernando VII el 29 de septiembre de 1833 queda como heredera su primo-
génita Isabel II. La muerte de Fernando VII deja pendiente el restablecimiento de
la constitucionalidad, la cual ya no se dará bajo el régimen de Cádiz, y el problema
carlista que dura todo el siglo y produce tres guerras civiles.
Como expresamos, tiene destacada actuación Manuel del Llano, quien dejó oír
sus opiniones sobre libertad de prensa y organización militar, pero la proposición
más importante fue la que hizo el 14 de diciembre de 1810 sobre la elaboración de
una Ley de Habeas Corpus. Es el antecedente más antiguo en el Derecho Cons-
titucional centroamericano y según otros en el hispanoamericano y español.
Larrazábal defendió las instrucciones que llevaba del Ayuntamiento de Guatema-
la en la que se establecía que el gobierno es obra del hombre, para la conserva-
ción y tranquilidad de sus derechos naturales e imprescriptibles: la igualdad, la
64
Cfr. para profundizar sobre el tema de donde hemos tomado datos: María Teresa Berruezo: Participación
Americana en las Cortes de Cádiz (1810-1814). Centro de Estudios Constitucionales. Madrid, 1986.
Jorge María García Laguardia. Centroamérica en las Cortes de Cádiz. Fondo de Cultura Económica.
México, D.F. 1994.
117
propiedad, la seguridad y la libertad. Otro nicaragüense que participó en las se-
gundas jornadas de las Cortes de Cádiz fue don José Sacasa, hijo del Comandan-
te de Armas de Granada, Don Crisanto Sacasa. Su principal participación se
relaciona con el reclamo por la pequeña cantidad de representantes asignados a
las colonias. Pedían mayor representatividad. Esta petición no fue bien recibida y,
como consecuencia, se le negó el derecho de presentarlo por escrito; además, se le
negó el uso de la palabra.
118
CAPITULO IV
LA CONSTITUCION FEDERAL
DE 1824
A. Independencia
1
Para la Independencia de Centroamérica no se llegó a la guerra, pero sí se dieron algunos motines,
disturbios y sublevaciones, contra las autoridades reales: a) El cinco de noviembre de 1811 en San
Salvador se destituye al intendente Gutiérrez Ullóa y se organiza una nueva Junta de Gobierno a la que
se incorporan criollos. Iniciaron este movimiento Don Vicente Aguilar y Don José Matías Delgado, junto
con algunos criollos. b) El 13 de noviembre de 1811 el Gobernador Intendente de la Capital de la Provincia
de Nicaragua, renuncia a causa de una manifestación de protesta en su contra. También se formó una
nueva Junta de Gobierno a sugerencia del Obispo, compuesta de criollos. Los manifestantes pedían un
nuevo gobierno, el fin del monopolio del aguardiente, disminución del precio del tabaco y del papel
sellado, y la derogación de los impuestos de carretas y ventas. c) Se dieron otras protestas en
Granada, León, Rivas y Masaya. El pueblo de Granada, en cabildo abierto del 22 de diciembre de 1811,
presidido por el Alcalde, Don Juan Argüello y el Regidor Don Manuel Antonio de la Cerda, exigieron la
renuncia de los empleados españoles. Estos rechazan la petición de renuncia y se retiran a Masaya. Se
enviaron soldados de Guatemala y atacaron Granada, pero fracasaron. No obstante, se logró un
convenio de paz en virtud del cual se mantuvieron a los empleados españoles y al Ayuntamiento. No fue
aceptado por el Capitán General de Guatemala, Don José de Bustamante, y, por el contrario, ordenó un
juzgamiento de los dirigentes y participantes, los cuales pasaban el número de los doscientos. Los
sublevados fueron procesados y condenados unos a la pena de muerte y otros al destierro perpetuo o
prisión. Los presos fueron trasladados a Guatemala y ahí se les conmutó la pena de muerte a los
condenados a ella, entre ellos a Argüello y Cerda, después a La Habana y por último a España. En
diciembre de 1811 en la ciudad de León un grupo de rebeldes recorrieron las calles pidiendo un nuevo
gobierno y nuevos jueces, el fin del monopolio del aguardiente, la rebaja del precio del tabaco, la
derogación de la alcabala (impuestos sobre ventas) y los impuestos sobre carretas y ganados y la
liberación de los precios. Depusieron al Intendente, al Coronel de Milicias, al Sargento Mayor y al
Administrador de Rentas del Tabaco. En Masaya los indígenas se dirigieron al Ayuntamiento de Granada
quejándose de los malos tratos de los Alcaldes instigados por los funcionarios reales. También pidieron
la aclaración de la prisión de José Gabriel O’Hara acusados de levantar a los indígenas. El obispo de
León tuvo que nombrar como pacificador de Masaya al sacerdote Benito Soto, quien ordenó la captura
de las autoridades indígenas y de sus principales dirigentes, para lo cual pidió ayuda de Granada, pero
ésta le fue negada. En Masaya existía una seria pugna entre ladinos (mestizos) e indígenas, pidiendo
éstos últimos la liquidación de los ladinos. Los indígenas, desconociendo la autoridad de Soto, chocan
con sus soldados, los cuales mataron a nueve indígenas e hirieron a otros. Los indígenas de Masatepe
119
independencia fue sangrienta, lucha militar, en la cual se distinguieron militares
como Bolívar, San Martín, Sucre, etc. En Centroamérica el movimiento era de
terratenientes, criollos. ilustrados, burócratas y mestizos que dominaban y tenían
el control social.
se unen a los de Masaya y amenazan con tomarse la ciudad, acabar con los ladinos y destituir a los
funcionarios. Soto pidió de nuevo ayuda a Granada, pero ésta fue negada. Ante esta negativa, se
dirigió a Bustamante solicitándole ayuda, la cual le fue concedida mediante el envío de una fuerza de mil
negros caribeños y parte del Batallón Olancho. Los granadinos se prepararon para el ataque y el 28 de
abril de 1812 Granada fue ocupada. Los principales protagonistas del levantamiento fueron capturados
y juzgados, como expresamos anteriormente, en un proceso que duró dos años y medio. Entre las
penas, que se les impusieron estaba la de muerte, prisión, destierro y la confiscación. En la Villa de Rivas
se dio otro levantamiento el 23 de diciembre de 1811. Cinco mil personas recorrieron las calles de Rivas,
pidiendo a gritos un nuevo gobierno y el cambio de los funcionarios reales. Cambiaron al Alcalde, al
Comandante y a otras autoridades. Entre sus peticiones encontramos una gran cantidad de concesio-
nes económicas y sociales. Le solicitaron al Párroco de la Villa que nombrara una Junta de Gobierno,
cuyos miembros serán designados por los alzados. El Párroco resultó ser el Presidente del Gobierno y
les concedió las peticiones a los alzados en nombre del Rey. c) En Guatemala el Capitán General del
Reino ordenó la captura de los conspiradores secretos que se reunieron en el Convento de Belén. Entre
los presos se encontraba el indio chinandegano, doctor Tomás Ruíz.
2
Ricardo Gallardo expresa que «son seis, conforme el criterio sustentado por los congresistas del Primer
Congreso Hispanoamericano de Historia celebrado en Madrid en 1949, las causas fundamentales de la
Independencia de América, las cuales están en estrecha relación una de otra: a) difusión de las teorías
enciclopedistas francesas; b) hegemonía de mando de los españoles penisulares, que dió lugar al odio
de los criollos; c) graves errores de la política seguida por la Penísula y la decadencia de ésta en el marco
de la política mundial; d) la agitación hábilmente sostenida en América hispánica por Inglaterra y Francia;
e) el recio individualismo de la raza hispánica; y f) la reacción de los pueblos precolombinos. (Las
Constituciones de la República Federal Centroamericana. Instituto de Estudios Políticos. Madrid. 1958.
Tomo I, págs. 51 y 52).
120
Lo sustituye un viejo Oidor de Santo Domingo, el licenciado Don Carlos Urrutia,
muy amigo de los Aycinena.
B. Anexión a México
121
Se sostiene que el virrey Apodaca recibió carta confidencial de Fernando VII, en la
cual expresaba su deseo de gobernar a Nueva España como Estado indepen-
diente con la esperanza de convertirse en un monarca absoluto en ese nuevo
Estado, al margen de la Constitución de Cádiz que limitaba su poder. Sugirió
como bases políticas que ese nuevo gobierno se fundara en la unión de mexica-
nos y penisulares y que el Estado adoptara la religión católica.
a) La Independencia fue declarada por una Junta de Notables apoyada por las
autoridades españolas de la provincia, aunque no estaban presentes Nica-
ragua y Costa Rica; pero fue ratificada en los dos meses siguientes por las
provincias, las cuales proclamaron su emancipación de España.
b) El Acta de Independencia dejó al Congreso Constituyente la facultad de de-
cidir sobre la Independencia absoluta y lo mismo que fijar la forma de gobier-
no y aprobar la Constitución. Todo esto lo hizo posteriormente el Congreso
Constituyente.
c) Dispuso sobre un sistema electoral. Expresó que las mismas Juntas Electo-
rales de Provincia que hicieron las elecciones para las Cortes de Cádiz, rea-
lizaran las elecciones de diputados para el Congreso Constituyente en una
proporción de un diputado por cada 15,000 individuos; sin excluir a los africa-
nos, lo que representa un adelanto político con relación a otros pueblos.
Señaló la fecha del primero de marzo de 1822 para que se reunieran las
Cortes.
d) Declaró que la religión católica debe conservarse pura e inalterable prote-
giendo a los que la integran y sus propiedades.
e) La forma pacífica de realizar la Independencia es un ejemplo cívico y con
energía para forzarla, pues el ímpetu y deseo de lucha estaba en el espíritu
de los centroamericanos, como lo demostraron en las guerras civiles que se
desataron en varias provincias.
123
Independencia es estimada como justa conforme los derechos sagrados de
la naturaleza, que demandaban imperiosamente las luces del siglo.
b) Las provincias no podían vivir bajo la tutela de un coloniaje, lo cual es incom-
patible con la felicidad de América.
c) El gobierno colonial usurpó los derechos del pueblo. La anexión al imperio
mexicano fue una medida violenta y que la unión y todo lo actuado fueron
nulos. Declara que las provincias son libres e independientes de España y
de México y de cualquier otra potencia, las cuales son soberanas.
3. El proceso constituyente.
124
La Asamblea Constituyente dicta otros decretos, cito algunos de ellos: por Decre-
to del 21 de agosto de 1823, como consecuencia del decreto del 21 de julio de
1823, se declaran nulo todos los actos del Imperio Mexicano; por Decreto del
primero de octubre de 1823 se ratifica la Declaración de Independencia del 15 de
septiembre de 1821, ya con la presencia de los diputados de la provincias de
Honduras, Nicaragua y la aceptación presunta de Costa Rica, que no estaban
presentes al hacerse la Declaración de Independencia; por Decreto de 17 de abril
de 1824, invocando los principios de igualdad, libertad, justicia y beneficiencia y la
voluntad del gobierno liberal que obliga a devolverle la dignidad y libertad a los
esclavos, declaró abolida la esclavitud y reguló la manera de indemnizar a los
propietarios, adelantándose así cuarentidós años a los Estados Unidos que la
abolió por la enmienda XIII del 18 de diciembre de 1865; por decreto del 23 de julio
de 1823 suprimió los títulos y dignidades, declarando así abolida los tratamientos
de Majestad, Alteza, Señoría y Don; por Decreto del 21 de agosto de 1823 abolió
el uso de los hábitos talares que en los actos públicos vestían los abogados y
magistrados; por Decreto del 31 de enero de 1821 derogó toda disposición que
exigía haber nacido de legítimo matrimonio, para poder servir en algunos empleos
civiles y obtener ciertos oficios, beneficios, dignidades y prelacías eclesiásticas;
por Decreto del 8 de agosto de 1823 se establecen las tertulias patrióticas para
difundir la ilustración.
4. Tipo de Constitución
5. Principios fundamentales
3
Art. 152 y sigts.
4
Art. 175 y sigts.
5
Expresa el Préambulo «.... congregados en asamblea nacional constituyente, nosotros los representan-
tes del pueblo de Centro América, cumpliendo con sus deseos y en uso de sus soberanos derechos,
decretamos la siguiente Constitución para promover su felicidad; sostenerla en el mayor goce posible de
sus facultades; afianzar los derechos del hombre y del ciudadano sobre los principios inalterables de
libertad, igualdad, seguridad y propiedad; establecer el orden público y formar una perfecta federación».
125
b) Los principios de libertad, igualdad, seguridad y propiedad. Expresa la Constitu-
ción que es prioritario y esencial para el soberano conservar estos principios6.
c) Aceptación de la democracia y el mandato representativos. Se estableció
una democracia indirecta y sus gobernantes eran considerados como sus
mandatarios. No reconoce el mandato imperativo. El artículo 8 dispone que
«El gobierno de la República es: ... representativo...».
d) Reconoce la existencia de los derechos del hombre y los ciudadanos. Para
tal efecto la Constitución consagra una serie de derechos y garantías indivi-
duales.
e) El federalismo como forma de unión de los Estados centroamericanos. El
artículo 8 dispone que «El gobierno de la República es ... federal», y el artícu-
lo 9 dice que «La República se denomina: Federación de Centro América».
Por otra parte, el resto de su articulado regula el gobierno de la federación y
de los estados federados.
f) División de poderes. Tanto a nivel federal como estatal existe una repartición
de competentencias en los poderes ejecutivo, judicial y legislativo.
6
Art. 2.
7
Art. 175.
8
Art. 175.
9
Art. 168.
126
lidad para allanar el domicilio, registrar la correspondencia y detener, en caso
de tumulto, rebelión o ataque con fuerza armada a la autoridad10.
d) Se reconoce el derecho de reuniones populares que tengan por objeto un
placer honesto, discutir sobre política y examinar la conducta pública de los
funcionarios. Se pueden impedir solo en caso de tumulto, rebelión o ataque
con fuerza armada a las autoridades11.
e) Se establece la conciliación como requisito previo en los juicios civiles y por
injurias12.
f) Se establece la facultad de nombrar árbitro en cualquier estado del juicio.
Las sentencias de éstos son inapelables, salvo reserva del recurso13.
g) También se establecen derechos y garantías en el proceso penal, a saber:
i) No podrá imponerse pena de muerte, salvo en los delitos contra el orden
público, y en el de asesinato, homicidio premeditado o seguro14.
ii) Se establece el sistema de jurado15.
iii) Nadie podrá ser detenido sino por orden escrita expedida por las autoridades
competentes16.
iv) Para decretar la detención, de previo debe justificarse que se ha cometido un
delito que merezca pena más que correccional y que deponga al menos de
un testigo sobre quién es el delincuente17.
h) Pueden ser detenidos el delincuente cuya fuga se teme y al que se encuen-
tre en el acto de delinquir y en este caso cualquiera puede detenerlo para ser
llevado al juez18. Esta detención solo dura cuarenta y ocho horas, dentro de
las cuales se debe practicar lo prevenido en la letra d) y librar la orden de
prisión, o poner en libertad al detenido19.
i) Los reos deben ser interrogados dentro de las cuarenta y ocho horas y el
juez está obligado a decretar la prisión o libertad dentro de las veinticuatro
horas siguientes, según el mérito de lo actuado20.
j) Se permite la fianza para no ser llevados a la cárcel, salvo en los casos que
no la permite la ley21.
k) No se permite formar comisiones o tribunales especiales para juzgar determi-
nados delitos o para alguna clase de ciudadanos o habitantes, salvo en caso
de tumulto, rebelión o ataque con fuerza armada a la autoridad22.
l) Como garantía general a todos los juicios se establece que todos los ciuda-
danos y habitantes estan sometidos al mismo orden de procedimiento y de
juicios que determinen las leyes23.
10
Art. 176 inc. 3.
11
Art. 176 inc. 2.
12
Art. 171.
13
Art. 172.
14
Art. 152.
15
Art. 154.
16
Art. 155.
17
Art. 156.
18
Art. 157.
19
Art. 158.
20
Art. 160.
21
Art. 166.
22
Art. 176, inc. 4°.
23
Art. 153.
127
En el artículo 174 se dispone que ninguna ley del Congreso ni de las asambleas
estatales pueden contrariar las garantías contenidas en el Título X, pero sí am-
pliarlas y dar otras nuevas.
7. Estado confesional
A. El Poder legislativo
a) Su organización
Los diputados se renovaban por mitad cada año y los mismos podían ser reelegi-
dos una vez sin intervalo alguno25. Su período, pues, podía ser de dos años para
unos diputados y de un año para otros. La primera legislatura decidía por suerte
a los representantes que debían renovarse el año siguiente. En lo sucesivo la
renovación se hacía con los de más antiguo nombramiento26.
Las calidades para ser representante son las siguientes: la edad de veintitrés
años; tener cinco años de ser ciudadanos (para ser ciudadano se requiere, entre
otros requisitos, tener alguna profesión útil o medios conocidos de subsistencia27),
del estado seglar o del eclesiástico secular y encontrarse en el ejercicio de sus
derechos28, los cuales se suspenden, entre otros casos, por ser sirviente domés-
tico cerca de la persona29.
24
Art. 55 y 56. Los suplentes eran llamados por la falta de los propietarios en caso de muerte o imposibilidad
(art. 57).
25
Art. 58
26
Art. 59.
27
Art. 14.
28
Art. 61
29
Art. 21 inc. 5.
128
la Federación o en las Asambleas de los Estados federados; a su vez los repre-
sentantes no pueden ser empleados de tales gobiernos durante sus funciones, ni
obtener ascensos que no sea de rigurosa escala30.
30
Art. 62.
31
Art. 63.
32
Art. 64 y 65.
33
Art. 66.
34
Art. 68.
35
Art. 69.
129
xii) Declarar la nulidad de toda disposición legislativa contraria al carácter católi-
co y exclusivo del Estado, a la libertad e independencia de los gobiernos y
administración interior de los gobiernos estatales y al principio de que el po-
der por la Constitución no estuviere conferido a las autoridades federales le
corresponde a los Estados Federados. Este es un control político sobre la
constitucionalidad de la ley.
B. El Senado.
a) Organización
36
Art. 89.
37
Art. 90.
38
Art. 92.
39
Art. 91.
40
Art. 94.
41
Art. 97.
42
Art. 99.
43
Art. 98.
130
tencias extranjeras; en los asuntos del Gobierno interior de la República y en
las de guerra e insurrección44.
iv) Ejercer el derecho al veto45.
c) Su naturaleza jurídica.
C. El Poder Ejecutivo
44
Art. 100.
45
Art. 81.
46
Art. 102.
47
Art. 103.
131
El Poder Ejecutivo lo ejercía un Presidente y en su defecto el Vice-Presidente, los
dos nombrados por el pueblo en elecciones indirectas48.
El período de ambos es de cuatro años y podían ser reelectos una vez sin interva-
lo alguno49. Para ser Presidente y Vice-Presidente se requiere naturaleza en la
República, tener treinta años cumplidos, habiendo sido siete ciudadano, del esta-
do seglar y encontrarse en el actual ejercicio de sus derechos50.
a) Publica las leyes, cuidando de que sean observadas, y del orden público52.
b) Propone amnistías e indultos al Congreso53.
c) Dirige las fuerzas armadas de la Federación54.
d) Nombrar, a propuesta del Senado, los ministros diplomáticos, al comandante
de armas de la Federación, a todos los oficiales superiores del Ejército, a los
comandantes de puertos y fronteras, a los ministros de la Tesorería General
y de los jefes de rentas generales55.
e) Nombra, de las ternas presentadas por la Corte Suprema, los tribunales infe-
riores de los asuntos federales56.
f) Podrá separar libremente, trasladar de acuerdo a las leyes a todos los fun-
cionarios del Poder Ejecutivo Federal, suspenderlos por seis meses y depo-
nerlos con prueba de ineptitud o desobediencia, y con acuerdo de las dos
terceras partes del Senado57.
g) Presentará al Congreso los gastos hechos y un presupuesto de los venide-
ros y medios para cubrirlos58.
48
Art. 106 y 107.
49
Art. 111.
50
Art. 110.
51
Art. 112.
52
Art. 113.
53
Art. 118.
54
Art. 119.
55
Art. 102.
56
Arts. 69 inc. 25, y 139.
57
Art. 122.
58
Art. 123.
59
Art. 129.
132
D. El Poder Judicial
Tenían que ser americanos de origen con siete años de residencia no interrumpi-
da e inmediata a las elecciones, en el ejercicio de sus derechos, del estado seglar
y mayor de treinta años61. No se exigía preparación jurídica, lo cual dio lugar a
críticas. Se dijo en tono irónico que el poder de la soberanía popular era tal que
eligiendo a un hombre lo hace un magistrado y legista.
9. Sistema electoral
60
Art. 132.
61
Art. 133.
62
Art. 136.
63
Art. 137.
64
Art. 138.
65
Art. 140.
66
Esta Constitución le dedica el Título III, integrado por cinco secciones con un total de 32 artículos.
133
La elección es de tercer grado: las Juntas Populares reunían a todos los ciudada-
nos y elegían electores primarios67. Los electores primarios se reunían en Juntas
de Distrito y elegían a los electores de distrito en Junta Departamental que elegían
a los funcionarios antes indicados68. El Congreso Federal hacía el escrutinio69.
A. Formación de la ley.
Las resoluciones del Congreso tenían que ser sancionadas por el Senado como
condición de validez, excepto las relacionadas con su régimen interior, lugar y
prórroga de sus sesiones, sobre calificación de elecciones y renuncia de los elegi-
dos; sobre concesión de cartas de naturaleza; y sobre declaratoria de haber
lugar a formación de causa contra cualquier funcionario74.
El Senado puede dar o negar (vetar) la sanción, para la cual tomará informes del
Poder Ejecutivo. Tiene diez días para dar o negar la sanción. Si no se pronuncia
dentro de éste término la resolución favorable se obtiene por ese mismo hecho75.
67
Art. 33, 34 y 35.
68
Art. 36 y sigts.
69
Art. 45 y sigts.
70
En el Título V, Sección Primera, Segunda y Tercera se trata de la la formación, sanción y promulgación de la ley.
71
Art. 73.
72
Art. 75.
73
Art. 76.
74
Art. 77.
75
Art. 80.
134
El Senado debe negar la sanción cuando la resolución sea de cualquier manera
contraria a la Constitución, o cuando juzgare que su observancia no es conve-
niente a la República. El veto no es optativo en las causas señaladas76.
En el caso de veto se devolverá uno de los originales, dando la razón del veto. El
Congreso examinará el veto y lo discutirá nuevamente. Si el Congreso ratifica su
resolución y rechaza el veto por dos terceras partes de votos, la sanción se tendrá
dada. Si no se logra esa mayoría el proyecto queda rechazado y solamente se
puede proponer hasta el año siguiente77.
C. Promulgación.
A. La Asamblea Legislativa
Cada Estado tiene una Asamblea que se constituye en Poder Legislativo, integra-
da por representantes elegidos por el pueblo, los que no pueden ser menos de
once ni más de veintiuno80.
76
Art. 81.
77
Art. 81.
78
Art. 82.
79
Art. 87 y 88.
80
Art. 177.
135
e) Elegir periódicamente la fuerza de línea si se necesita en tiempos de paz.
B. El Poder Ejecutivo
Cuando falte el jefe del Estado hará sus veces un segundo jefe igualmente nom-
brado por el pueblo. Este segundo jefe será el Presidente del Consejo y solo
votará en caso de empate82.
C. El Consejo Representativo.
D. El Poder Judicial.
E. Disposiciones Generales
81
Art. 182.
82
Art. 183 y 184.
83
Art. 189 y 190.
84
Art. 195.
136
12. Reformas a la Constitución.
Los que no fueren acordados a discusión necesitan para ser aprobados las dos
terceras partes de los votos. Acordada la reforma o adición, para ser válida y ser
tenida por constitucional, debe aceptarse por la mayoría absoluta de los Estados,
con las dos terceras partes de la votación de sus Asambleas87.
85
Art. 199.
86
Art. 200.
87
Arts. 201 y 202.
88
Art. 203.
89
La comisión redactora de la Constitución Federal declaró que le sirvió de modelo la Constitución de
Estados Unidos de América.
137
15. Su vigencia.
Se eligieron los primeros jefes y Vice-Jefes de Estado. Ellos fueron: por Nicaragua
Don Manuel Antonio de la Cerda y don Juan Argüello; por Guatemala don Juan
Barrundia y Cirilo Flores; por El Salvador don Juan Vicente Villacorta y don Mariano
Prado; por Honduras don Dionisio de Herrera y don Justo Milla; y por Costa Rica,
don José Mora y don Mariano Montealegre. Todos eran provisionales. Debían
ser sustituidos por los que eligiera el pueblo después de promulgadas las Consti-
tuciones de los Estados. Esto dio lugar a una lucha contra los gobernantes que
no querían abandonar el poder y los que pedían el cumplimiento de la ley.
90
A todas las provincias les correspondían 82 votos, pero en el decreto de convocatoria no se dijo si la
mayoría absoluta debía calcularse sobre estos 82 votos o sobre los depositados y válidos. En el primer
escrutinio Valle obtuvo 41 y Arce 34. En un segundo escrutinio, después de eliminar votos y favorecer
a Valle, el total de votos computados los redujo a 75 repartidos así: 41 a Valle y 34 a Arce. El Congreso
declaró que la mayoría absoluta se calculaba sobre 82 y no sobre 79, en cuyo caso podía elegir
Presidente y escogió a Arce.
138
estas reformas se fortalecía al Ejecutivo, se establecía la libertad del culto, modifi-
caba el sistema electoral reduciendo a dos grados la elección; el congreso se
convertiría en bicameral; el senado estaría compuesto de veinte individuos nom-
brados por las Asambleas de cada Estado, el cual era precedido por el Vice-
Presidente de la República, quien vota solamente en caso de empate; a ambas
cámaras le correspondería dar las leyes; el veto se le quitaba al Senado y pasaba
al Poder Ejecutivo; el Poder Ejecutivo tenía más facultades porque le correspon-
día nombrar a los ministros, diplomáticos y cónsules, al Comandante de las Armas
de la Federación, a los Jefes de las Rentas Generales, estos nombramientos
tenían que ser confirmados por el Senado; el Presidente mandaría todas sus
fuerzas armadas de la República y las milicias de los Estados; la duración del
período presidencial sería de dos años sin permitirse la reelección; los represen-
tantes debían elegir a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia a diferen-
cia de la Constitución original que la hacía el pueblo. Esta reforma no fue aproba-
da por los Estados para que pudiera entrar en vigencia de acuerdo con el artículo
202. En realidad, era una reforma total y no parcial.
139
nas muy fuertes. f) Debilidad del Ejército federal. g) Las guerras civiles. La
primera de 1826 a 1829 y la segunda de 1830 a 1842.
Arce había hecho compromiso con los comerciantes, encabezados por Manuel
Aycinena y José Cecilio del Valle. Esta circunstancia inspiró desconfianza y ene-
mistad entre quienes los había llevado al poder. Arce dispuso ejercer el poder
federal desde Guatemala, lo cual también provocó que sus aliados de los otros
Estados le retiraran su confianza. El hecho principal que desata la lucha se da
cuando Arce manifestó su intención de formar el Ejército Federal con las milicias
de los Estados, pero controlado por el Poder Federal.
140
El General Francisco Morazán comandando las tropas de Tegucigalpa, San Sal-
vador y Nicaragua termina con la guerra en 1829. Se principian a hacer desma-
nes: las haciendas de los guatemaltecos y El Salvador son saqueadas y otras
expropiadas; el Ejército se apodera de las propiedades de los Aycinena, quienes
salieron al exilio, etc.
91
Art. 111 de la Constitución autorizaba la reelección una vez sin intervalo alguno.
141
El general Morazán pierde el apoyo de Guatemala y comienza a controlar a la
Iglesia y al clero y a afectar sus intereses. En julio de 1829 Morazán envía tropas
a Honduras y Nicaragua para pacificar las guerras civiles que destruían ambos
países. Personalmente penetró a Honduras con 500 guatemaltecos y hondure-
ños y aplastó la rebelión y nombró a su cuñado gobernador de Honduras. Mandó
a su tío Dionisio Herrera a Nicaragua, quien se desempeñó como Jefe de Estado.
Ambos países pagaron los gastos de guerra.
Un campesino mestizo, caudillo y con visión política y militar, llamado Rafael Carre-
ra, levantó una rebelión campesina contra los gobiernos de Gálvez y Morazán. El
31 de enero de 1838 Carrera entra a la capital, y Gálvez renuncia depositando el
poder en el Gobernador Pedro Valenzuela. Pedro Molina ocupa la presidencia de
la Asamblea y Carrera es designado Teniente Coronel.
Carrera vuelve a la guerra en marzo de 1838 y Morazán lanza una ofensiva contra
los rebeldes. Morazán vuelve a asumir el control del poder de la capital
guatemalteca, mientras tanto la Federación se está desintegrándo,
independizándose los Estados que la conforman. En febrero de 1839 Carrera
entra sin oposición a la ciudad de Guatemala, al frente de un ejército grande y
ordenado, dedicándose a apoyar las fuerzas enemigas de Morazán. En marzo de
1840 Morazán retoma la ciudad de Guatemala, pero las fuerzas de Carrera la vuel-
ven a recuperar. Morazán escapa.
142
CAPITULO V
CONSTITUCION DEL ESTADO
DE NICARAGUA DE 1826
1. Situación política
La Anexión a México provocó las primeras luchas armadas. León se adhirió al Plan
de Iguala en acta del 2 de octubre apoyado por el gobernador González Saravia,
la Diputación provisional y el obispo Nicolás García Jerez, como gran impulsor.
Por el contrario Granada se suma a la independencia absoluta.
143
pues, a una Asamblea Constituyente que aprueba la Constitución Federal de 1824,
cuyo estudio ya lo hemos hecho en el Capitulo anterior.
144
El Comandante Crisanto Sacasa escapa de la prisión de San Carlos y se presenta
en Managua, lugar donde se encontraban muchos de sus partidarios, quienes
inmediatamente lo nombraron Comandante General de las armas. También orga-
nizaron una Junta Gubernativa, independiente de la de León y Granada. La presi-
dencia de esta Junta estaba a cargo del cura Policarpo Irigoyen. Managua era un
santuario de los enemigos de León.
Las Juntas de León y Granada atacaron Managua, pero fueron rechazados. Esta
a su vez, sitió Granada y casi la toma, pero debió levantar el sitio porque fuerzas
de León venían sobre Managua. Las fuerzas de León fueron derrotadas.
Sacasa se une a la Junta de El Viejo a invitación de ésta. Logran reunir mil tres-
cientos hombres dirigidos por Salas como primer Jefe y a Sacasa como segundo.
Marcharon sobre León, la sitiaron durante 14 días hasta capturarla. La lucha fue
sangrienta y cruel.
La situación de Nicaragua era muy delicada: muchos muertos, barrios totalmente des-
truidos, crueldades contra hombres y mujeres, etc. Por tal razón, el Gobierno Federal
decidió enviar al coronel Manuel Arzú con la misión de pacificar Nicaragua.
Pero las tropas granadinas, al mando del coronel Raimundo Tiffer, habían acam-
pado cerca de León previendo alguna traición. Al tener conocimiento del nuevo
ataque regresan a León y se unen con las fuerzas que la defendían. Arzú, pues,
termina uniéndose a las fuerzas liberales.
El nuevo sitio duró más de cuarenta días y también fue sangriento. En el combate
muere Sacasa y el español Don Manuel Ubieda.
Llega al país Don Manuel José Arce con quinientos soldados salvadoreños y se
presenta en León el 9 de enero de 1825. La presencia de Arce y la muerte de
145
Sacasa provoca la huida de Salas, la disolución de la Junta de El Viejo y el retiro
de las tropas que combatieron contra León.
Junto con las fuerzas granadinas, Arce marcha a Managua, consigue que se rin-
da. Pacifica Nicaragua y expulsa del país a los líderes más importantes. Envió a
Guatemala al obispo García Jerez y al coronel Ordóñez.
Terminada la guerra, Arzú gobernó en Nicaragua hasta la elección del primer jefe
de Estado, don Manuel Antonio de la Cerda.
Estos dos personajes guardaban una estrecha amistad, ambos fueron líderes en
los primeros intentos de independencia de 1812. Al fracasar, fueron juzgados y
sentenciados a la pena de muerte, y conmutada esta en cadena perpetua por las
autoridades españolas y enviados a Cádiz para guardar prisión. Pero esta amis-
tad no duró mucho1.
La elección entre Cerda y Argüello fue muy reñida. Se creía que Argüello sería el
vencedor, pero Cleto Ordóñez le concedió sus votos a Manuel Antonio de la Cer-
da, dando a éste la victoria la Asamblea Constituyente el 10 de abril de 1825.
Don Manuel Antonio de la Cerda era muy religioso y de carácter muy fuerte. Tras
asumir inmediatamente el cargo, dio decretos que ya no compaginaban con la
historia. Suprimió la libertad religiosa y la de reunión, se exigió el pasaporte para el
tránsito interior, se prohibieron los piropos callejeros y se estableció la pena de
muerte contra los violadores del decreto que sancionaba la cooperación con los
rebeldes republicanos. Esto le valió la antipatía del pueblo nicaragüense y la Asam-
blea Constituyente lo destituyó en noviembre de 1825. Sólo siete meses duró en
el cargo. Fue sustituído por Argüello, quien le acusó ante la Asamblea y logró su
destitución.
1
Se expresan varias causas para esta funesta enemistad: el endurecimiento que ambos sufrieron en las
cárceles; problemas relacionados con un dinero que sus familiares les enviaron.
146
Manuel Antonio de la Cerda se retiró a la vida privada del campo, pero las fuerzas
políticas contrarias a don Juan Argüello lo obligaron a luchar en contra de éstas,
aduciendo las irregularidades y violaciones constitucionales, ya que había sido
elegido para un período de cuatro años.
Juan Argüello carecía de legitimidad por la forma en que llegó a sustituir a Manuel
Antonio de la Cerda. Terminaría el período de cuatro años de la Cerda. Por tal
razón dio por cumplido el período y convocó a nuevas elecciones.
Las elecciones fueron reñidas. Los candidatos eran Don Juan Argüello y el licen-
ciado Don José Sacasa, quien había sido diputado ante las Cortes de Cádiz.
Cerda asume nuevamente las Jefaturas del Estado en febrero de 1827 ante las
autoridades municipales de Managua, las que junto a las de Rivas se lo habían
pedido.
147
ciones estalla la guerra civil, la cual según nuestros historiadores es más cruel que
la de 18242.
Cerda fue detenido y fusilado en Rivas el 27 de noviembre de 1828. Con esto cae
uno de los principales comandantes y promotores de la guerra.
2. Tipo de constitución.
3. Principios fundamentales.
a) La soberanía y el federalismo
2
Don J. Dolores Gámez relata los horrores y pasiones de ésta guerra. Transcribimos un pasaje: « Estalló
entonces la guerra civil con mayor lujo de barbarie y crueldad que en 1824. Los jefes militares de Cerda
parecían competir con los de Argüello, dando espectáculos sangrientos de verdadero vandalismo, que
sembraba el terror por todas partes y llevaba la consternación al seno de las familias. Uno de los jefes
de Cerda acostumbraba presentar a este, ensartados en su espada, las orejas de los infelices prisione-
ros de guerra y de las personas que creían enemigos; mientras los de Argüello mutilaban las narices de
muchos de aquellos a quienes perdonaba la vida» (Historia de Nicaragua, Colección Cultural del Banic.
Managua, 1993, p. 268).
3
Título I, Capítulo II
4
Título III, Capítulo Unico
148
El federalismo se reafirma en el Preámbulo y en el artículo 1 al establecer
que»El Estado conservará la denominación de Estado de Nicaragua: se compo-
ne de todos sus habitantes, y corresponde a la Federación Centroamericana».
c) Libertad, igualdad, seguridad y propiedad.
El artículo 25 califica a estos principios de derechos y en el Préambulo afirma
que la ley fundamental se aprueba para asegurar la felicidad y prosperidad
del Estado, que consisten en el perfecto goce de los derechos del hombre y
del ciudadano, que son: la libertad, la igualdad, la seguridad y la propiedad.
d) Se aceptó el gobierno fundado en el mandato representativo5.
En el Capítulo Unico del Título III se consagran los derechos y libertades del hom-
bre y los ciudadanos, como también sus deberes.
Son tres los poderes del Estado de Nicaragua: el poder legislativo, que reside en
una asamblea legislativa compuesta de diputados electos popularmente, y que lo
ejercen con la sanción del Cuerpo moderador (El Consejo Representativo), electo
del mismo modo6; el poder ejecutivo, reside en un Jefe nombrado por el pueblo7; y
el poder judicial, reside en los jueces y tribunales8.
5
El pequeño Preámbulo expresa: «Nosotros los Representantes del Pueblo de Nicaragua, congregado en
Asamblea Constituyente autorizados plena y legalmente por nuestros comitentes y por el pacto federa-
tivo de la República...»
6
Art. 42
7
Art. 43
8
Art. 44
9
Art. 26.
10
Art. 27
11
Art. 28
149
cepción de la libertad en sentido negativo, uno de los fundamentos del Esta-
do de Derecho liberal burgués.
d) Se estima como uno de los primeros y más sagrados derechos de los nicara-
güenses es la libertad de palabra, escritura e imprenta. La ley no puede
prohibirlos, ni ser sujeto de censura previa, por causa ni pretexto alguno12.
e) Se establece el derecho de petición en la forma que la ley lo regule13.
f) Se consagra el derecho de la libre circulación dentro del país y el de salir y de
volver a entrar a él cuando convenga14.
g) Los ciudadanos pueden optar a empleos públicos. No existe entre ellos dis-
tinciones sociales, sino los que el bien general exige, no reconocen autori-
dad, ni otra distinción que la virtud y los talentos15.
Pero para ser ciudadano es necesario, entre otros requisitos, tener una pro-
piedad o ejercer algún oficio o profesión de que subsistan16, por lo que el voto
pasivo es censatario.
h) El domicilio es inviolable y el artículo 33 declara que la casa de cualquier
habitante es un asilo sagrado y no puede ser violado sin cometer crimen,
fuera de los casos contemplados en la Constitución y con las formalidades
señaladas en ella.
i) Nadie puede ser preso sino en los casos determinados y en la forma estable-
cida en la Constitución17.
12
Art. 29
13
Art. 30
14
Art. 31
15
Art. 32
16
Art. 18
17
Art. 34
18
Art. 35
19
Art. 36
20
Art. 37
21
Art. 39
150
Los habitantes del Estado tiene las obligaciones siguientes: respetar las leyes,
igual para todas, ya premie o castigue; servir a la patria; defenderla con las armas;
y contribuir a los gastos del Estado y la Federación en proporción a sus haberes,
sin excepciones, ni privilegio alguno para mantener su integridad, independencia
y seguridad22.
22
Art. 38
23
Art. 4
24
Art. 5
25
Art. 6
26
Art. 7
27
Art. 8
28
Art. 9
29
Art. 10
30
Art. 11. La venalidad consiste en la compra del cargo, las vinculaciones consisten en la sujeción del
cargo a una determinada familia.
151
i) El Estado se reserva la potestad de reclamar contra las leyes, órdenes o
disposiciones en virtud de las cuales los Poderes de la Federación traspasen
los límites fijados en la Constitución Federal, o de cualquier manera se ata-
que la independencia o felicidad del Estado31.
j) El pueblo no puede ser desarmado, salvo casos de tumulto, rebelión, o ata-
que con fuerzas armadas a las autoridades constituidas32.
k) Se permiten las reuniones populares que tengan por objeto placeres hones-
tos, discutir sobre política o examinar la conducta pública de los funcionarios.
Podrán impedirse las celebraciones de esas reuniones populares en los ca-
sos de violencia anteriormente indicados33.
l) Establece una apertura a los inmigrantes al expresar que el Estado ofrece su
territorio como asilo sagrado a todo extranjero y que será patria del que quie-
ra radicarse en él conforme las leyes34.
m) El Estado se obliga a observar religiosamente el pacto federativo y a aportar
proporcionalmente para los gastos de la Administración federal y la defensa
de la República35.
6. Estado confesional.
7. Poderes y órganos.
A. El poder legislativo.
a) Su elección y organización
El poder legislativo del Estado federado de Nicaragua está atribuido a una Asam-
blea Legislativa unicameral de diputados popularmente elegidos36. Su número no
podrá ser más de veinte y uno ni menos de once. Por cada dos diputados se
nombra un suplente, por cada tres dos y así sucesivamente y concurrirán, a juicio
de la Asamblea, en caso de muerte, imposibilidad o por falta del propietario37. La
Asamblea es renovada por mitad cada año y los diputados podrán ser reelectos
una vez sin intervalo alguno38. La primera Asamblea Legislativa decidirá por suer-
31
Art. 12.
32
Art. 13
33
Art. 14
34
Art. 15
35
Art. 16
36
Art. 42.
37
Art. 70 y 71
38
Art. 75
152
te los representantes que deben renovarse al año siguiente. Las siguientes reno-
vaciones se harán por orden de antigüedad39. Su período, pues, podría ser de
dos años para unos diputados y de un año para otros.
Los diputados son inviolables por sus opiniones, sean escritas o de palabras,
emitidas en la Asamblea o fuera de ella, en los asuntos relativos a su encargo.
Durante las sesiones y un mes después no pueden ser demandados civilmente, ni
ejecutados por deudas43.
La Asamblea se reunirá todos los años el día quince de enero y durarán sus
sesiones ordinarias tres meses. La primera legislatura podrá prorrogarse por
otros cuatro meses, pero las siguientes solo lo podrán hacer por un mes44. Cuan-
do se reúna extraordinariamente sus sesiones se contraerán al objeto para que fuere
convocado45.
Para toda resolución se necesita la concurrencia de las dos terceras partes de los
diputados y el acuerdo de la mitad más uno de los presentes. Pero un número
menor puede hacer concurrir a los ausentes del modo y bajo las penas que esta-
blece la ley46.
b) Sus atribuciones
39
Art. 76
40
Art. 72
41
Art. 73
42
Ibidem
43
Art. 74
44
Art. 78
45
Art. 79
46
Art. 80
153
rrespondientes a la Administración Federal; repartir de las contribuciones directas
entre los departamentos, según su población y riqueza; decretar la creación y
suspensión de oficio y empleos públicos y designar sus dotaciones, disminuirlas o
aumentarlas; establecer la forma de los juicios y crear el jurado cuando lo permi-
tan las circunstancias de los pueblos; erigir los establecimientos, corporaciones o
tribunales necesarios para el mejor orden en justicia, economía, instrucción públi-
ca y en todas las ramas de la Administración; aprobar en casos extraordinarios
préstamos e impuestos y contraer deuda sobre el crédito del Estado sin compro-
meter las resoluciones externas de la República; conceder amnistía e indulto por
dos terceras partes de votos cuando así lo exija la tranquilidad y seguridad del
Estado y lo solicite el Ejecutivo; conceder la rehabilitación a los que hayan perdido
la ciudadanía; calificar las elecciones de los Diputados, primero y segundo Jefe,
individuos del Consejo, de la Corte Superior de Justicia y Senadores del Estado, lo
mismo que el nombramiento de dichos funcionarios cuando éste no resulte de la
votación popular y señalar el sueldo que deben gozar, con excepción de los Sena-
dores; declara la formación de causa contra los diputados, Jefe, segundo Jefe,
individuos del Consejo y de la Corte Suprema.
B. El Consejo representativo
a) Su organización
Para ser consejero se requiere tener treinta años de edad, ser ciudadano en el
ejercicio de sus derechos y del estado seglar. No pueden ser los empleados del
Gobierno Federal, del Gobierno del Estado, por el Departamento en que ejerce
su empleo cuando sus funciones se extiendan a todo el territorio del mismo Depar-
tamento48. El segundo Jefe de Estado es el Presidente del Consejo y no tiene voto
más que en caso de empate49.
Las sesiones del Consejo duran todo el año en la forma que lo disponga su regla-
mento50.
b) Sus atribuciones
47
Arts. 47 y sigts. 93 y 94
48
Arts. 95 y 96
49
Art. 97
50
Art. 98
154
conducta de los funcionarios del Estado, dando cuenta a la Asamblea de las in-
fracciones que en el receso se notaren51; aconsejar al Ejecutivo52; convocar a la
Asamblea en casos extraordinarios53; proponer al Ejecutivo el nombramiento del
Intendente, de los Jefes Departamentales, del Comandante General y Jefes Milita-
res, de Teniente Coronel arriba54; declara la formación de causa por delitos come-
tidos en el ejercicio de sus cargos contra los Secretarios del Despacho55; nombrar
el tribunal que conocerá en apelación de la sentencia de la Corte Superior en la
causa que se sigue en contra del jefe del Estado y el segundo jefe en su caso, el
cual está integrada de cinco miembros entre sus suplentes y los de la Asamblea
que no hayan funcionado en ella56.
C. El poder ejecutivo
El poder ejecutivo estaba a cargo de un Jefe de Estado electo por votación popu-
lar de tercer grado. También se elige un Vice Jefe que ejercerá sus funciones
cuando faltare el Jefe de Estado57.
51
Art. 99 inc. 2. Se puede deducir un control político constitucional de la ley por la Asamblea legislativa la
cual podía anular o derogar la ley inconstitucional. Cfr. supra 4. in fine. Un ejemplo de este sistema es la
resolución de la Asamblea Legislativa del 18 de abril de 1836 que declara nula por inconstitucional la
resolución del 27 de mayo de 1830 que dice: «La Asamblea ordinaria del Estado de Nicaragua, en sesión
de 18 del presente, resolvió: que la disposición del 27 de mayo de 1830 es nula y de ningún valor, por ser
contraria al artículo 32 de la Constitución, y que aún suponiendo de que fuera adicional o reformatoria,
no guarda el orden que establece la regla 5ta. del artículo 165».
52
Art. 99 inc. 3
53
Art. 99 inc. 4
54
Art. 99 inc. 5
55
Art. 99 inc. 6
56
Art. 99 inc. 7
57
Art. 100
58
Arts. 101-104
59
Art. 105
155
En defecto temporal de ambos jefes sucederá el Presidente del Consejo Repre-
sentativo. Pero si el impedimento fuera temporal y faltare más de un año para el
vencimiento del período, los nombrará la Asamblea en sesión extraordinaria. Si
faltaren más de dos años, de nuevo las Juntas Departamentales votaran para
llenar la vacante por el tiempo que falta de período60.
El poder ejecutivo tiene, de acuerdo con el artículo 109, entre otras, las funciones
siguiente: la publicación y ejecución de las leyes, lo mismo que cuidar que sean
observadas y hacer conservar el orden público; consultar a la Asamblea sobre la
inteligencia de la ley y al Consejo las dudas y dificultades de su ejecución; nom-
brar a los funcionarios que señala la Constitución en los arts. 99 y 145; dirigir las
fuerzas armadas y reunir la fuerza cívica en caso de insurrección o invasión re-
pentina; para mandar por sí mismo las fuerzas armadas necesita del consenti-
miento del Consejo, recayendo el gobierno en el segundo Jefe; arrestar hasta tres
días cuando lo exija el bien y la seguridad pública, pudiendo interrogar, rendir
cuentas sobre la administración y estado de la nación cada año al abrir sus sesio-
nes la Asamblea y presentar el presupuesto de gastos del año próximo y el modo
de cubrirlo; nombrar y separar libremente a los Secretarios del Despacho; cuidar
de que se cumplan las sentencias de los jueces; dar al Consejo y a la Asamblea
los informes que le pidieren.
A. El poder judicial
a) Su organización y principios
60
Art. 106 y 107
61
Art. 110
62
Art. 111
63
Art. 112
64
Art. 113
65
Art. 114
156
los juicios (códigos o leyes procesales), de manera tal que se tramiten y ejecuten
con brevedad y sin vicios66 (principio de celeridad); iv) Todos los habitantes son
iguales en el proceso67. v) Todo habitante tiene que ser juzgado por el tribunal
competente establecido con anterioridad por la ley y, como consecuencia, se prohíbe
la formación de comisiones y tribunales especiales para conocer determinados
delitos, salvo en los casos de tumulto, rebelión, o ataque con fuerza armada a las
autoridades constitucionales68; vi) En los negocios comunes, civiles y criminales,
existe un solo fuero común a toda clase de personas69; vii) Los eclesiásticos y
militares conservan su fuero70; viii) Los juicios son públicos y los mismos jueces no
pueden conocer en distintas instancias71. Sin embargo, en lo penal, como veremos
más adelante, el proceso es mixto, la primera parte secreta y la siguiente pública
de acuerdo con el art. 137.
66
Art. 115
67
Ibidem
68
Art. 116
69
Art. 117
70
Art. 118
71
Art. 119
72
Art. 139
73
Art. 140
74
Art. 142
157
También corresponde a la Corte Suprema de Justicia proponer ternas al Poder
Ejecutivo para el nombramiento de auditores o asesores militares y de los Jueces
letrados de primer instancia cuando estos se establezcan75.
158
puede incomunicar con persona alguna, a menos que la orden de prisión así lo
disponga, lo cual no puede continuar después de tomada la confesión al preso89;
son reos de prisión arbitraria los que contravienen las disposiciones precedentes
y todo aquel que no estando autorizado por la ley expediere, firmare, ejecutare o
hiciere ejecutar la prisión o detención90 ; se permite la fianza para no ser llevado ni
detenido en la cárcel, salvo en las causas que lo permita la ley91; se protege el
domicilio por lo que ninguna casa puede ser registrada sino por mandato escrito
de autoridad competente, salvo por las declaraciones de un testigo que presten
motivo para el allanamiento, el cual deberá efectuarse de día, pero puede hacer-
se en cualquier hora en virtud de la persecución actual de un delincuente, por un
desorden escandaloso que requiera de pronto remedio, o reclamación hecha en
el interior de la casa92; no se permite juramento sobre hecho propio y al tomarse la
confesión al reo, se le dará conocimiento de lo declarado por dos testigos y de
todos los documentos que obran contra él, de allí en adelante el proceso es públi-
co93, el proceso era mixto, al inicio secreto y de la declaración del reo en adelante
público.
El número de personas que debe componer este gobierno municipal, los pueblos
que deben tenerlo, sus atribuciones y el modo de ser nombrados también serán
arreglados por una ley particular95.
Todos los funcionarios antes de tomar posesión de los cargos jurarán sostener y
defender la Constitución Federal y la del Estado de Nicaragua. Son responsables
con arreglos de las leyes en el ejercicio de sus funciones96.
89
Art. 132
90
Art. 133
91
Art. 134
92
Art. 135
93
Art. 137
94
Art. 149
95
Arts. 150 y 151
96
Arts. 152 y 153
159
9. De la formación, sanción y promulgación de la ley
A. Formación de la ley
Solo tienen iniciativa para presentar la ley a la Asamblea Nacional los diputados y
el Poder Ejecutivo. Debe presentarse por escrito97.
Una vez que se desecha el proyecto no puede proponerse otra vez en el mismo año99.
El Consejo puede dar o negar (veto) la sanción por mayoría absoluta de votos.
Tiene quince días para dar o negar la sanción, pasado los cuales sin haberla dado
o negado, se entiende dada por el mismo hecho101.
97
Art. 82
98
Art. 83
99
Art. 84
100
Arts. 85 y 86
101
Arts. 87 y 88
102
Art. 89
103
Arts. 90 y 92
160
10. Sistema electoral
Las reformas de la Constitución, según los artículos 165 a 167, pueden ser parcial
o total. La reforma parcial está sujeta al procedimiento siguiente: i) Tienen inicia-
tiva para presentar el proyecto de reformas al menos tres diputados y se leerá dos
veces con el intervalo de ocho días; ii) Si se admite a discusión se pasará a una
comisión, la que dictaminará después de doce días, el cual se leerá por dos veces
con el mismo espacio de tiempo del proyecto. iii) La reforma o adición requiere
para su aprobación dos tercios de votos de los diputados que se hallaren presen-
tes, luego requiere de una nueva aprobación de la siguiente legislatura; si el pro-
yecto no fuere admitido no puede proponerse nuevamente en el mismo año.
104
Arts. 47 y sigts.
105
Art. 163
106
Art. 167
107
Art. 110
161
162
CAPITULO VI
CONSTITUCION DEL ESTADO INDEPENDIENTE DE 1838
1. Antecedentes históricos
Don Dionisio Herrera, de origen hondureño, era líder liberal e ilustrado. Luego de
pacificar el país tras la guerra de las juntas entre Argüello y Cerda, hizo un buen
gobierno, lo cual fue reconocido por la generalidad del pueblo. Pero tenía mu-
chos enemigos adentro y afuera de Nicaragua, principalmente del clero.
Esta actitud negativa le crea dificultades a Herrera, quien vio surgir una fuerte
oposición a su gobierno que lo obliga a renunciar ante la Asamblea que convoca
para tal propósito, la cual le fue admitida en virtud del Decreto del primero de mayo
de 1833, que al llegar al conocimiento del pueblo de la capital se pronunció nue-
vamente anunciando la lucha. Ante este levantamiento, la Asamblea le pidió a
Herrera que reasumiera el cargo, dándole facultades extraordinarias para mante-
ner la paz y el orden.
Esta situación provoca otra lucha armada. Managua, Masaya, Metapa, Matagalpa,
Nandaime, Rivas y San Jorge adversaban a Herrera y, ante la noticia de que este
reasumía el poder, se adhirieron a la insurrección.
Herrera era un hombre prudente y con el deseo de que volviera la paz pública
publicó un manifiesto explicando la desastrosa situación del país, llamando al or-
1
Cfr. decreto en las Constituciones Políticas y sus reformas en la Historia de Nicaragua, recopilación, introducción
y notas de Antonio Esgueva Gómez, Editorial Parlamento. Managua, 1994. T.I. págs. 279 y 280.
163
den y a la cordura, ofreció elecciones para que el país escogiera a sus gobernan-
tes y prometió que se harían las reformas pedidas.
Herrera insistió nuevamente en la paz, para lo cual ofrecía indultos y les pedía a
los líderes revolucionarios el fin de la guerra; todo fue inútil. Ante tal estado de
cosas, Herrera ordenó atacar Managua, foco principal de la revolución, con las
tropas de León y Granada, al mando de los coroneles José Zepeda y Cándido
Flores respectivamente, Managua fue atacada el 30 de junio de 1833 y cayó en
manos de las tropas de Herrera.
Al país ingresaron unos comisionados federales, pero uno era de Granada y el otro de
León. Los dos se dividieron, el de Granada se sumó a la revolución y el de León al
gobierno y en lugar de lograr la pacificación, incrementaron la intensidad de la guerra.
164
dico oficial denominado Telégrafo Nicaragüense. Todo esto con ayuda de la Asam-
blea. Zepeda, conociendo que la reforma constitucional era una aspiración de los
nicaragüenses y arma de los revolucionarios, insistió ante el general Morazán
para que se llevara a cabo, pero éste manifestó que se haría más tarde.
El Alcalde de la capital Don Vicente Jerez le pidió al Vice Jefe de Estado Don José
Núñez que asumiera el Poder Ejecutivo y restableciera el orden. Así lo hizo y le
ordenó al Alcalde que capturara a Braulio Mendiola y lo fusilara en el acto. Fue
capturado en el cuartel y ejecutado.
2
Cfr. decreto en Las Constituciones Políticas y sus reformas en la Historia de Nicaragua. Ob. cit. T.I., págs.
284, 285 y 286.
165
Villa de Chinandega y después decretaría el lugar de su residencia. No se hicie-
ron esperar las protestas: unos decían que la Constituyente no podía rever la
totalidad de la Constitución porque eso sería alterar el Pacto Federal y sólo admi-
tían una reforma parcial; otros opinaban que la Constituyente no se constituiría
legalmente porque la forma en que se practicaría la elección de los diputados no
estaba de acuerdo con la Constitución.
Por Decreto del 30 de abril de 1838, la Asamblea Constituyente asume las funcio-
nes de la Asamblea Legislativa hasta que aquella sea disuelta y, como conse-
cuencia, la declara en perpetuo receso. Aduce que resulta muy gravoso para el
exhausto erario una nueva reunión de la Asamblea Legislativa e innecesaria por-
que sus funciones las puede asumir la Asamblea Constituyente, la que no debe
disolverse hasta que apruebe la nueva Constitución. Se expresa que conviene
distinguir entre actos legislativos que la Asamblea Constituyente en asociación del
Consejo Representativo aprueba y los que nacen del Poder Constituyente, el cual
se ejerce sin la intervención de ninguna otra autoridad o poder. En los actos
legislativos el Poder Constituyente sólo legisla sobre los objetos necesarios para
la conservación del Estado4.
3
Cfr. el decreto en las Constituciones Políticas y sus reformas en la Historia de Nicaragua. Ob. cit., págs.
291 y 292.
4
Cfr. el decreto en Las Constituciones Políticas y sus reformas en la Historia de Nicaragua Oc. cit. T.I., págs.
293 y 294.
166
tados para la revisión de la Constitución bajo un gobierno popular representativo,
la salvaguarda de la soberanía del Estado y de los derechos naturales e
imprescriptibles del hombre. Las mismas Juntas Electorales daban instrucciones
por separado sobre las variaciones o reformas que la Constitución demanda para
la prosperidad del Estado55. Es una clara aceptación de la teoría del mandato
representativo documentado por escrito ante los jueces y también directamente
por las autoridades electorales.
2. Tipo de Constitución
3. Principios fundamentales
5
Cfr. el decreto en Las Constituciones Políticas y sus reformas en la Historia de Nicaragua, T.I., págs. 286,
287, 288, 289 y 290.
6
Cfr. el decreto en Las Constituciones y sus reformas en la Historia de Nicaragua, Ob. cit. T.I, págs. 291 y 292.
7
Arts. 1, 12 y 16.
8
Art. 4
9
Arts. 6 y 25
167
otra parte, el artículo 49 establece que el gobierno del Estado es republica-
no, popular, representativo, cuyo objeto es la felicidad de los individuos que
componen el mismo Estado.
Esta representación no es perpetua, sino temporal, pues el artículo 52 esta-
blece que ningún funcionario de los altos poderes es perpetuo. La Constitu-
ción señala las épocas en que deben renovarse.
e) Se consagran los derechos y libertades del hombre y el ciudadano. El Capí-
tulo IV está dedicado a los derechos de los nicaragüenses y ciudadanos,
estableciendo también los deberes.
f) Se establece la división de poderes. La soberanía del Estado se divide para
su ejercicio en los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. El legislativo reside
en las dos cámaras: la de diputados y la del Senado. El poder ejecutivo en
un Supremo Director y el judicial en la Suprema Corte de Justicia10.
10
Arts. 50 y 51
11
Arts. 25 y 26. Se mantiene la prohibición de la Constitución Federal y la del Estado de Nicaragua de 1826.
12
Art. 27
13
Art. 28
14
Art. 29
15
Art. 30
16
Art. 31
17
Art. 32
168
h) La inviolabilidad del domicilio es considerado de gran importancia. El artículo
33 declara que la casa de cualquier habitante del Estado es un asilo sagrado
que no puede ser violado sin cometer crimen, fuera de los casos prevenidos
en la Constitución y las formalidades que ella prescribe18.
i) Nadie puede ser detenido, ni preso, sino en la forma que se establece en la
Constitución y que veremos más adelante19.
j) No se pueden ocupar los papeles de los habitantes, salvo en los delitos de
traición a la patria por autoridad competente para averiguar la verdad y en
presencia del interesado, al que deben regresarse sino tiene relación con lo
que se indaga20.
El secreto de las cartas es inviolable y las substraídas de las oficinas de
correo, de sus conductores o de cualquier otro lugar, no tienen efecto legal,
ni presentarse como prueba contra ninguna persona21.
k) La ley ex post facto o retroactiva se estima de tiránicas e injusta y cualquiera
tiene derecho en todo tiempo de reclamar la ley anterior aplicable. Como
consecuencia, ninguna autoridad puede anular ningún acto público o priva-
do ejecutado conforme la ley anterior vigente al tiempo de su verificación, o
sin la prohibición de una ley preexistente22.
l) El juicio y la pena deben ser obra de autoridad judicial competente de acuer-
do a los procedimientos establecidos por la ley, ni el legislativo y ejecutivo
pueden juzgar ni imponer pena23.
m) Se considera la proscripción como un acto inhumano contrario al objeto de la
sociedad. Por tal razón, se prohíbe la pena de excluir de la protección y
seguridad de la ley a los habitantes del Estado24.
n) Ya vimos que la propiedad es un derecho fundamental protegido por el Estado.
Por tal razón se ha dispuesto que la confiscación, definida como la apropia-
ción del fisco de los bienes de alguna persona, no puede imponerse por
ningún delito, cualquiera que fuere su naturaleza o enormidad, ni so pretexto
de indemnizar a los fondos públicos25. La propiedad de los habitantes y cor-
poraciones son garantizados por la Constitución, por lo que ninguna autori-
dad puede tomarlas, ni perturbar su libre uso y solo pueden ocuparlas
(expropiarlas) por interés público calificado por la ley y previa indemniza-
ción26.
La confiscación difiere de la expropiación en que tiene carácter punitivo, con-
sistente en que el despojado de sus bienes no recibe nada a cambio, y en
que es una pena que trasciende a la familia del condenado. Por tal razón la
prohibición de las confiscaciones todavía persiste. La historia registra las
atrocidades de la confiscación.
18
Art. 33
19
Art. 34
20
Art. 35
21
Art. 36
22
Arts. 37 y 44
23
Art. 38
24
Art. 39
25
Art. 40
26
Art. 41
169
o) La Constitución garantiza la protección de la vida, la reputación, la libertad y
la seguridad de todos los habitantes. Nadie puede ser privado de tan sagra-
dos derechos, sino con las formalidades y en los casos prevenidos por ley27.
Esta última parte del artículo 42 daba lugar a que la ley ordinaria pudiera
establecer penas privativas de la libertad y la pena de muerte.
p) Sólo el poder legislativo puede imponer impuestos y en justa proporción a las
facultades de cada contribuyente.
Ninguna contribución debe recaer sobre determinadas personas28.
q) Las garantías consignadas en la Constitución no pueden ser anuladas en la
sustancia y sus efectos por ningún Poder, el cual carece de facultad para
ello. Como consecuencia, cualquier determinación, sea en forma de ley, de-
creto, providencia, sentencia, auto u orden que
los contraríe, es por el mismo hecho nulo y ninguno tiene obligación de aca-
tarla ni obedecerla29.
Se consagra el derecho a la desobediencia civil, que sirvió de argumento,
entre otros, para pedir la derogación de la Constitución.
r) Los ciudadanos tienen derecho a optar a cargos públicos del Estado. Entre ellos
no existen distinciones sociales, sino los que dan las virtudes y el talento30.
Sin embargo, el sufragio activo y pasivo es restringido, pues es preciso tener
alguna propiedad, oficio o profesión de qué subsistir31 y solo los ciudadanos
en ejercicio pueden obtener y ejercer oficios públicos y sufragar en las elec-
ciones populares32.
Los ciudadanos de los otros Estados pueden ser electos para destinos que
no requieren vecindad en el Estado33.
Los habitantes del Estado, sin excepción ni privilegio alguno, tienen las obli-
gaciones siguientes: obedecer y respetar la ley, la cual es igual para todos,
ya premie o castigue; obedecer a las autoridades; defender a la patria con
las armas de acuerdo a la ley; contribuir con los gastos públicos legalmente
decretados en proporción a sus haberes34.
Los ciudadanos también están obligados a servir los cargos públicos de acuer-
do a lo establecido por la ley35.
Como la Constitución de 1826, ésta regula los derechos y deberes del Estado,
cuando en realidad el Estado solo tiene competencias, potestades y deberes.
27
Art. 42. El Código Penal de 1839 establecía la cárcel por deuda. El deudor ejecutado por sus deudores
que no puede pagar a sus acreedores era declarado deudor fraudulento y penado con dos o cuatro
años de prisión y suspensión de sus derechos civiles y políticos, a menos que demuestre que su
insolvencia la ha ocasionado una casualidad que no la pudo evitar y que su conducta es honrada y
laboriosa. (arts. 309 y 310).
28
Art. 43
29
Art. 45
30
Art. 46
31
Art. 18
32
Art. 23
33
Art. 24
34
Art. 48
35
Art. 47
170
Haré una enumeración de las competencias, deberes y obligaciones del Estado, a
saber:
6. Estado confesional
36
Art. 6
37
Art. 7
38
Art. 8
39
Art. 9
40
Art. 10
41
Art. 11
42
Art. 13. En los Estados Unidos de América, el derecho de tener y portar armas fue establecido en la
Enmienda del 11 de diciembre de 1791.
43
Art. 14
44
Art. 16
171
culto de las otras religiones, lo que estaba vedado en las anteriores Constitucio-
nes. Penetra un poco más el liberalismo en la libertad religiosa, a pesar de que el
Estado adopta la católica.
7. El Poder Legislativo
A) Su elección y organización
Para las dos Cámaras rigen las disposiciones siguientes: sus sesiones se cele-
braran sin necesidad de convocatoria el día primero de febrero de cada año y
duran tres meses, pudiendo prorrogarse un mes más por el acuerdo de ambas
cámaras48; también cerrarán las sesiones al mismo tiempo y ninguna de ellas po-
drá suspenderla o prorrogarla por más de tres días sin el consentido de la otra, lo
mismo que su traslado a otro lugar49; para aprobar cualquier resolución se necesi-
ta la concurrencia de las dos terceras partes o más de los miembros que integran
cada Cámara (quórum legal) y el acuerdo de más de la mitad de los presentes,
excepto cuando la Constitución exige mayor número (mayoría especial), pero una
minoría podrá obligar a los ausentes a concurrir de acuerdo al modo y bajo las
penas establecidas en el reglamento50, los representantes y senadores no podrán
tener empleo de provisión del gobierno, ni ascenso que no sea de rigurosa esca-
la51; no son responsables por las proposiciones, discurso o debate, de palabra o
por escrito, emitido dentro o fuera de las cámaras, en asuntos relativos a su des-
tino y en el período de sesiones y un mes después no pueden ser demandados
civilmente, ni ejecutados por deudas52.
45
Arts. 54 y 69
46
Arts. 54 y 74
47
Arts. 84
48
Art. 85
49
Art. 86
50
Art. 87
51
Art. 88
52
Art. 89
53
Arts. 69, 91 y 92
54
Art. 93
172
sus derechos ciudadanos55, pero no debemos olvidar que el voto pasivo es res-
tringido por razones de fortuna u oficio. Los funcionarios que ejerzan mando o
jurisdicción en el distrito no podrán ser representantes donde los ejercen, como
tampoco el empleado del gobierno en actual ejercicio al tiempo de la elección56. El
gobierno de la cámara de representantes está integrada por un Presidente y los
secretarios que el reglamento designe57.
Cada Junta Electoral Departamental elegirá por primera vez dos senadores y dos
suplentes58. La cámara del senado se renovará por cuartas partes cada año,
saliendo los tres primeros años los que designe la suerte entre los primeros nom-
brados59. Se permite la reelección una vez sin intervalo alguno60. Para ser Sena-
dor se necesita ser natural de la República, tener treinta años de edad, siete años
de ser ciudadano, estar en actual ejercicio de sus derechos y poseer un capital
libre de mil pesos61. Este último requisito especial es una aplicación del principio
general del sufragio restringido. No se les permite ser senadores a los eclesiásti-
cos, ni a los que no pueden ser representantes62. El gobierno del senado estará
a cargo de un Presidente y los secretarios que el reglamento indique63.
Existen funciones que son realizadas igualmente por ambas cámaras, pero sin
que una intervenga en la otra para su realización. Tanto en la Cámara de Repre-
sentantes como en la del Senado se realizan las funciones siguientes: calificar las
elecciones de sus miembros; llamar a los suplentes en caso de muerte, imposibi-
lidad o falta temporal del propietario; conocer y admitir las renuncias que por cau-
sa graves o justificadas hagan sus miembros, para lo cual se necesita el voto de
las dos terceras partes, como una consecuencia del deber que tienen los funcio-
narios publicos de ejercer su función de acuerdo con el artículo 47; arreglar el
orden de sus sesiones y debates; pedir informe al gobierno sobre cualquier ramo
de la administración lo mismo que el estado de los ingresos y egresos o de algu-
nas de las rentas; invitar a la otra
Se podrán celebrar sesiones extraordinarias, pero solo podrán tratarse los nego-
cios que se expresen en el decreto de convocatoria. No obstante, podrán ocupar-
55
Art. 95
56
Art. 96
57
Art. 97
58
Art. 99
59
Art. 100
60
Art. 101
61
Art. 103
62
Art. 104
63
Art. 105
64
Art. 106
173
se de otro asunto que no esté en el decreto y que surja imprevistamente con tal
que sea muy urgente y de interés común a juicio de la mayoría de las Cámaras y
que preceda la iniciativa del gobierno. También pueden conocer de las acusacio-
nes contra los funcionarios, de los asuntos puramente económicos o del gobierno
interior de las Cámaras65.
Estas atribuciones, entre otras, son las siguientes: aprobar las leyes, interpretar-
las y derogarlas en caso necesario; decretar los gastos de la administración del
Estado y las contribuciones para cubrirlos; repartir las contribuciones directas con
proporción a la población y riqueza de cada departamento; decretar, en casos
extraordinarios, préstamos, pedidos e impuestos y contraer deudas sobre el cré-
dito del Estado; reconocer la deuda pública y destinar los fondos para amortizarla;
crear la milicia y levantar la que sea necesaria en tiempo de guerra, y fijando cada
año la fuerza permanente necesaria para tiempos de paz; disponer sobre la admi-
nistración, conservación y enajenación de los bienes del Estado; crear y suprimir
empleos públicos y designar, aumentar o disminuir sus dotaciones; asignar las
rentas del Obispo y Cabildo eclesiástico y autorizar al ejecutivo para promover la
provisión del Obispo y demás piezas eclesiásticas; crear los establecimientos o
corporaciones que fueren necesarias para el mayor orden de la justicia, econo-
mía, instituciones de caridad y beneficencia pública y señalarle los fondos y arre-
glar su administración; regular la forma y solemnidades de los juicios, adoptando
el jurado del modo más adecuado a las circunstancias del Estado, pero conviene
advertir que ya se había promulgado el 20 de mayo de 1835 la primera ley esta-
bleciendo el procedimiento por jurado; conceder amnistía o indulto cuando lo exija
la tranquilidad y seguridad pública u otra causa grave y lo proponga el ejecutivo,
decretándose por las dos terceras partes de votos en ambos casos, evitando así
el abuso de esas instituciones; dirigir la educación, creando los establecimientos
necesarios para toda clase de enseñanza y proveerlas de los recursos necesa-
rios; velar sobre la observancia de la Constitución y la ley, haciendo que se lleve a
efecto la responsabilidad de los funcionarios que las hayan violado bajo un siste-
ma de control político mediante la derogación de la ley inconstitucional67.
Aquí las Cámaras se fusionan y como un solo cuerpo tienen las atribuciones si-
guientes: arreglar el orden de sus sesiones; usar el veto de las resoluciones
65
Arts. 107 y 108
66
Art. 114
67
Art. 109
174
emanadas del poder federal y de la iniciativa de ella en su caso; calificar las elec-
ciones del Director del Estado y nombrarlo cuando no resulte popularmente elec-
to; declarar por dos tercios de votos la formación de la causa contra los represen-
tantes, senadores y Directores; admitir la renuncia del Director por dos tercios de
votos; nombrar a los funcionarios federales que conforme el convenio le corres-
ponda al Estado; examinar la cuenta de la distribución de los caudales públicos
que presenta anualmente el ejecutivo68.
Una vez aprobado el proyecto de ley por una Cámara, lo pasará a la otra para que
tomándola a consideración lo apruebe, lo deseche o reforme. En el caso de
reformas el proyecto se tendrá como iniciativa de la Cámara revisora73.
68
Art. 110
69
Art. 111
70
Art. 112
71
Art. 114
72
Ibidem.
73
Art. 116
175
Aprobado el proyecto por ambas Cámaras, pasará al ejecutivo para su sanción y
publicación. El ejecutivo puede sancionarlo y publicarlo, pero también puede ve-
tarlo, devolviendo el proyecto a la cámara de origen puntualizando los fundamen-
tos de su negativa dentro de diez días, el que puede prorrogarse por la cámara
por las dos terceras partes de sus votos. Si transcurre los diez días o la prórroga
en su caso, sin que el Ejecutivo haya vetado el proyecto, éste se entenderá san-
cionado por el mismo hecho74.
El proyecto vetado será examinado de nuevo por las dos cámaras sucesivamente.
Podrá ratificarse por los dos tercios de votos de cada una de las cámaras en cuyo
caso pasará al Ejecutivo para que se publique como ley75.
Las resoluciones también necesitan sanción del Ejecutivo, salvo las tomadas den-
tro de las facultades comunes a ambas Cámaras, las que resulten de las tomadas
por las Cámaras reunidas en un solo cuerpo y las que toman en forma exclusiva la
cámara representante y la cámara del Senado77.
H) Promulgación de la ley
Sancionada la ley será publicada, para lo cual el Director de Estado deberá circularla
dentro de quince días. Los prefectos departamentales y demás autoridades
subalternas la publicarán en los lugares de su residencia dentro de tercero día de
recibida79.
8. El Poder Ejecutivo
74
Art. 117
75
Art. 118
76
Art. 119
77
Art. 120
78
Art. 121
79
Art. 122
176
decidirá la suerte, y si no hubiere elección popular se elegirá por mayoría absoluta
de votos el que tenga más de ciento ochenta votos; si no existe esta cantidad se
nombrará entre los que tienen más de noventa votos, sino existe ninguna de las
mencionadas cantidades también nombrarán por mayoría absoluta de votos a
cualquier candidato que obtenga cualquier número de votos80.
Para ser Supremo Director se requiere ser natural de Nicaragua, (los originarios
de los otros Estados tener cinco años de vecindario en Nicaragua), treinta años
de edad, y haber sido ciudadano durante siete años y estar en goce actual de sus
derechos81.
No podrán ser Supremo Director de Estado los jefes militares, de Teniente Coronel
arriba, que estén en actual servicio82.
La duración del Director será de dos años y no se permite la reelección sino hasta
pasado dos años83.
En el artículo 135 se enumeran las atribuciones del Director del Estado. Señala-
remos algunas de ellas: publicar la ley y cuidar de su ejecución y del orden públi-
co; tiene iniciativa de ley sobre las materias que juzgue conveniente, pero no la
tiene para contribuciones e impuestos, asimismo tiene iniciativa para las adicio-
nes, aclaraciones y reformas que a su juicio necesitaren las leyes anteriores; re-
glamentar las leyes para facilitar y asegurar la ejecución; nombrar el comandante
de armas, los prefectos departamentales, el intendente y ministro de tesorería
general, poniendo estos nombramientos en noticia del Senado para su confirma-
ción; nombrar, sin intervención del Senado, el Secretario y Vicesecretario del des-
pacho, Jefes y oficiales militares; nombrar los jueces de primera instancia de ternas
de la sección de la Corte Suprema de Justicia a quien corresponda; proponer a las
Cámaras la amnistía o indulto, cuando la tranquilidad pública u otra grave causa lo
exijan; dirigir las fuerzas armadas, reunir la milicia en caso de insurrección o de
invasión y usar de ellas dando cuenta de ello a las Cámaras; separar libremente y
sin causa al Secretario o secretarios del despacho, lo mismo que removerlos o
suspenderlos o trasladarlos, excepto los jefes cuyo nombramiento exija la aproba-
ción del Senado; informar a cada una de las cámaras al abrir sus sesiones sobre
el estado de todas los ramos de la administración pública y una cuenta de todos
los gastos hechos, con el presupuesto de los venideros; cuidar que se cumplan y
ejecuten las sentencias de los tribunales y jueces; convocar a las reuniones ex-
traordinarias a las Cámaras en caso de amenaza de invasión, trastornos conside-
rables del orden público, o en cualquier otro caso extraordinario en que se juzgue
80
Arts. 70, 75 y 76
81
Art. 130
82
Art. 131
83
Art. 132
177
indispensable la reunión, fijando los asuntos que exclusivamente han de conocer
las cámaras.
El Poder Ejecutivo tiene los Secretarios del despacho que la ley señale, tomando
en cuenta las diferentes ramos de la administración84.
Todas las órdenes y comunicaciones del Poder Ejecutivo se harán por conducto
del Secretario, las que no se hicieren así no deben ser obedecidas ni respeta-
das85. El Secretario es responsable cuando autorice decretos o providencias del
Poder Ejecutivo contraria a la constitución o a las leyes86.
9. El Poder Judicial
A. Su organización y ejercicio
Cada una de las secciones de la Suprema Corte estará integrada por lo menos de
tres individuos nombrados por un plazo de cuatro años, pudiendo ser reelectos.
Habrá un número igual de suplentes que tendrán las mismas calidades de los
propietarios. Propietarios y suplentes son nombrados en forma exclusiva por la
Cámara de Representantes89.
C. La justicia civil
92
Art. 148
93
Art. 149
94
Art. 151 y 152
95
Art. 153
96
Art. 154
97
Art. 155
98
Art. 158
99
Art. 159
100
Art. 160
179
D. Justicia penal.
101
Art. 161
102
Art. 162
103
Art. 163
104
Art. 165
105
Art. 166
106
Art. 167
107
Art. 170
108
Art. 172
109
Art. 173
110
Art. 174
111
Art. 175
112
Art. 176
113
Arts. 177 y 178
180
El Capítulo se dedica fundamentalmente a regular el juzgamiento de los funciona-
rios públicos.
La reforma total no puede hacerse sino pasados cuatro años. Primero se declara
que ha lugar a la revisión total de acuerdo con lo prevenido anteriormente para la
reforma parcial y luego se convoca a una Constituyente para que haga la Consti-
tución, y los diputados a la Constituyente traerán de sus comitentes poderes bas-
tantes y especiales119.
114
Art. 190
115
Art. 191
116
Art. 192
117
Art. 193
118
Art. 195
119
Art. 196
181
182
CAPITULO VII
CONSTITUCIONES DE 1842, 1848 Y 1854
SECCION I
SECCION I
ANTECEDENTES HISTORICOS
La lucha por el poder era protagonizada por León y Granada. Los liberales y una
parte del pueblo apoyaba a León, mientras el partido conservador y la otra parte
del pueblo a Granada. Pero, salvo contadas excepciones, todos coincidían en
terminar con la Federación. Deseaban ambos bandos, sin los obstáculos de la
Federación, apoderarse del gobierno de Nicaragua1.
1
Gámez expresa que por más de treinta años consecutivos, León y Granada celebraron la ruptura del
Pacto Federal decretada del 30 de abril de 1838, con la misma solemnidad que el quince de septiembre,
fecha de la emancipación de España. Ob. cit., pág. 320.
183
mismas autoridades, que residían en San Salvador. En 1834 Morazán y Gálvez
habían trasladado la capital federal a El Salvador, sin el consentimiento de los
gobernantes salvadoreños. El 6 de febrero de 1849 se instaló el Poder Ejecutivo
Federal en Sonsonate y después fue trasladado a San Salvador.
Luego Nicaragua firmó un tratado de alianza ofensiva con Guatemala para invadir
El Salvador, pero nuevamente Morazán venció a las fuerzas invasoras. Se hicie-
ron negociaciones de paz, pidiendo el gobierno de Nicaragua la mediación al Cón-
sul inglés Míster Frederick Chatfield, pero dicho Cónsul se negó a ello. Agotada
estas negociaciones de paz, los gobiernos de Nicaragua y de Honduras volvieron
a invadir El Salvador.
184
2. Período de los seis Directores de Estado (1838-1853).
El período del Director Don Pablo Buitrago terminó el primero de abril de 1843,
sucediéndole en forma interina el Senador designado Don Juan de Dios Orozco.
2
Los representantes eran don Francisco Castellón, don Gregorio Juárez, don Benito Rosales, don José
Núñez y don Hermenegildo Zepeda.
3
Fue nombrado Supremo Delegado Provisional don José Antonio Cañas.
185
Nicaragua para concertar la paz, fue enviada al encuentro del ejército invasor,
pero las condiciones que proponía el invasor eran inaceptables para el gobierno.
El sitio de León duraba ya varios días, por tal razón Malespín decide aprovechar-
se de las rivalidades entre León y Granada. Pide a las municipalidades que se
sumen al ejército invasor y de inmediato Granada y Rivas comisionan a don José
del Montenegro para hacer el arreglo con Malespín. Se pacta organizar un nuevo
gobierno presidido por don Silvestre Selva, el cual se instaló el 16 de diciembre de
1844 en Masaya. Este nombró Ministro General a don José María Estrada. El
nuevo gobierno granadino le suministró a Malespín pertrechos, comida y solda-
dos. Malespín era un hombre cruel, sanguinario y alcohólico.
Tras resistir en forma heroica por cincuenta y nueve días, León se rindió el 24 de
enero de 1845, después de sufrir crímenes horribles, saqueos e incendios. Pere-
cieron un buen número de dirigentes, entre ellos el Gran Mariscal Casto Fonseca.
El nuevo gobierno rompe lo pactado con Malespín, se declara neutral en las cues-
tiones de los otros Estados de Centroamérica y se reserva el derecho de recla-
marle a Malespín los excesos cometidos en León.
Don José León Sandoval era honrado, pero sin preparación, Fue presa del odio
de los vencedores sobre los vencidos. Empezó a crear contribuciones forzosas,
cargas sobre los enemigos, aplicó la pena de muerte, favoreció a Granada, sus-
pendió el juicio por jurado, trasladó la residencia del gobierno a Granada, persi-
guió a los morazanistas, etc.
186
Fue un período de intensas luchas y agitación política: los movimientos revolucio-
narios de don José María Valle, de Bernabé Somoza, de Trinidad Gallardo, los
ataques de los indios de Matagalpa, etc. Aquellos movimientos revolucionarios
llevaban la bandera de la defensa del pueblo pobre contra la aristocracia granadi-
na y la lucha a favor de León.
En el período de Sandoval se introdujo el cultivo del café, el cual antes era adorno
de jardín. Comenzó el 1845 en las Sierras de Managua con los caficultores Leandro
Zelaya, el presbítero don Gordino Zelaya y don José Dolores Gámez.
Se celebraron elecciones, resultando electo por el pueblo don José Guerrero como
Director del Estado, quien tomó posesión el 6 de abril de 1847.
Su simpatía era para el pueblo de León, de donde era originario. Político hábil,
hizo creer a los granadinos que era enemigo de Trinidad Muñoz, no querido por
aquéllos y por eso le dieron su voto.
Durante la administración anterior de don José León Sandoval fue convocada una
Constituyente para reformar la Constitución de 1838, pero se instaló hasta el 3 de
septiembre de 1847, ya en el período de Guerrero. El Presidente de la Asamblea
Constituyente era don Pío J. Bolaños.
Ante esa petición, un diputado propuso que fuera publicado para que el Poder
Ejecutivo y las municipalidades revisaran el proyecto y luego se convocara a una
Constituyente para su aprobación, como se había hecho en otros países y espe-
cialmente en Guatemala. Pero fue refutada esta tesis. Se sometió a votación el
4
Gámez dice que en Managua se fundó un periódico cuyo objeto era publicar los trabajos de la Asamblea
bajo el título de El Regenerador Nicaragüense. Ob. cit. pág. 356.
187
proyecto de Constitución a la Asamblea que tenía 17 miembros; pero los diputa-
dos opuestos al proyecto abandonaron la sesión y se suspendió por falta de quórum.
Para luchar contra Somoza se unieron legitimistas y demócratas. Los ejércitos era
jefeados respectivamente por Fruto Chamorro y José Trinidad Muñoz, represen-
tantes de Granada y León respectivamente. Muñoz se trasladó a Rivas y trata de
retrasar el ataque. Pero éste se dio y Somoza fue derrotado y hecho prisionero.
Se le condenó a muerte, fue fusilado y colgado su cadáver de un poste.
Fallece el obispo de León, doctor Jorge Viteri y Ungo, aliado de Chamorro, y éste
sospechando que se trata de una conspiración producto de la oposición, ordena
una investigación, pero no se averigua nada que comprometa a los sospechosos.
Sin embargo, posteriormente, el gobierno declara que había descubierto una cons-
piración en el mes de noviembre de 1853 y ordena la captura de varios diputados
y de otras personas. Varios lograron huir, menos los diputados Jerez y Díaz Zapa-
ta, quienes pidieron ser oídos, pero se les negó tal derecho y, juzgados y senten-
ciados en forma secreta, se decretó su expatriación. Chamorro declaró expresa-
mente que manejaban archivos secretos en base a los cuales se comprobó que
se habían cometido los delitos imputados, lo cual provocó horror en el pueblo.
190
Era absolutista, lo cual provocó ira y temor entre la oposición. La derogación de la
Constitución de 1838 y la aprobación de la de 1854, fue uno de los principales
motivos y bandera de la revolución.
El general Fruto Chamorro era amigo personal del gobernante hondureño gene-
ral Trinidad Cabañas, pero su amistad y alianza con el gobernante guatemalteco,
general Carrera, provocó el incumplimiento del tratado de alianza con el gobierno
hondureño, en base al cual le pedía tropas a Chamorro y que Honduras en cum-
plimiento del mismo le envió al Director Pineda, lo distanció de él. Por esta causa
permitió la entrada y le ayudó a los emigrados nicaragüenses para ejecutar una
invasión.
SECCION II
BREVE ESTUDIO DE LA CONSTITUCION DE LA CONFEDERACION
CENTROAMERICANA DEL 17 DE JULIO DE 1842
1. La Confederación Centroamericana.
191
otros estados centroamericanos, siempre que garantizaran la forma de gobierno
popular representativa5.
2. El gobierno de la Confederación.
El poder judicial residía en un Tribunal integrado por personas electas por las
legislaturas13;
El Supremo Delegado tiene, entre otros, las atribuciones siguientes: hará circular
en los Estados las leyes, ordenanzas, reglamentos y demás disposiciones gene-
rales que acuerden la mayoría de las legislaturas para su publicación y cuidará de
su observancia15; en los negocios a su cargo consultará al Consejo Consultivo en
5
Arts. 1 y 3
6
Art. 2
7
Art. 4
8
Art. 6
9
Art. 7
10
Art. 8
11
Art. 10
12
Art. 15
13
Art. 16
14
Art. 19, 20 y 24
15
Art. 28
192
caso de duda16; establecerá y mantendrá las relaciones exteriores y cuidará de la
integridad y seguridad del territorio exigiendo de los Estados las fuerzas y recur-
sos necesarios en el supuesto de invasión17; si los Estados tuvieren choques ar-
mados procurará evitarlos y le pedirá al Consejo Consultivo que sirva de media-
dor, pero si aún así continúa el conflicto usará la fuerza de los otros Estados,
asumiendo el Estado culpable los gastos y perjuicios causados a los demás Esta-
dos de la Confederación18; reclamar a los Estados la inobservación del Pacto, en
la segunda reclamación se le fijará un plazo al Estado infractor para que corrija su
actuación, si no lo hiciere informará a los otros Estados y el Estado más inmediato
de acuerdo al informe reclamará nuevamente la infracción, por último el Supremo
Delegado le comunicará que hará uso de la fuerza y después reducirá por la
fuerza al Estado infractor, el que tendrá a su cargo los gastos y perjuicios19; tiene
el mando supremo cuando así se hubiere convenido, de la Marina y del Ejército20,
nombrará, cuando fuere necesario, Comandante General del Ejército y Almirante
de la Marina y demás subalternos que fueren necesarios21; celebrará tratados
comerciales, amistad y alianza, con otras naciones, previo informe del Consejo
Consultivo, sometiéndolos a los legislatarios para su aprobación22; nombrar pleni-
potenciarios, agentes y cónsules, confiriéndoles instrucciones, después de oír al
Consejo Consultivo23; intervenir en los contratos sobre canales y grandes caminos
de comunicación y puede dar garantía hipotecaria para responder al capital e
intereses, comprometiendo las rentas de los otros Estados24; mientras tanto los
legislatarios acuerdan el arancel de aduanas y tarifas generales y leyes que regu-
len el comercio de cabotaje e interior entre los Estados, previa consulta con exper-
tos y aprobación del Consejo, decretará lo que debe observarse uniformemente25;
podrá separar a los Secretarios del Despacho26.
Entre otras atribuciones, tiene las siguientes: designar en su caso a las legislatu-
ras la parte del Ejército y Marina que cada Estado debe poner a las órdenes
inmediatas del Poder Ejecutivo27; preparar las preliminares para declarar la guerra
o hacer la paz, informando a las legislaturas para su resolución28; velar sobre la
inversión de los caudales públicos destinados a los gastos generales29; iniciar y
proponer a las legislaturas por sí o a petición del Poder Ejecutivo, las disposicio-
16
Art. 29
17
Art. 30
18
Art. 31
19
Art. 32
20
Art. 33
21
Art. 34
22
Art. 35
23
Art. 37
24
Art. 36
25
Art. 42
26
Art. 48
27
Art. 53, inc. 2
28
Art. 53, inc. 4
29
Art. 53, inc. 5
193
nes generales relativas al comercio extranjero y al de los Estados entre sí, el valor,
ley, peso y tipo de moneda de la Confederación y aprecio de la extranjera, a las
armas y reglamentos de justicia, a las armas, escudo y sellos de la Confedera-
ción30.
Se estableció una Corte Suprema de Justicia integrada por tres magistrados. Cada
uno de las legislaturas nombraba un magistrado y su suplente31. Duraran mien-
tras observen buena conducta32.
Tiene las atribuciones siguientes: en las iniciativas legislativas del Consejo a que
se refiere el art. 53 intervendrá en las discusiones, pero su presencia no es abso-
lutamente necesaria33; conocerá en última instancia de acuerdo con la ley en los
casos de competencia de jurisdicción o controversia de ciudadanos o habitantes
de diferentes Estados, en los que resulten de tratados hechos por la Confedera-
ción, en los conflictos de uno o más Estados entre sí, o con naturales o extranje-
ros, para lo cual hará en todos estos casos que se nombren árbitros para la prime-
ra instancia y ella conocerá en apelación34.
30
Art. 53, inc. 8
31
Art. 54 y 55
32
Art. 58
33
Art. 59
34
Art. 62
35
Art. 65, 66 y 67
36
Art. 69
37
Art. 70
194
SECCION III
BREVE ESTUDIO DEL PROYECTO DE CONSTITUCION
POLITICA DEL 1 DE JULIO DE 1848
1. Tipo de Constitución
2. Principios fundamentales
38
Arts. 1 y 2
39
Art. 2
40
Art. 13
195
la cárcel en los casos que lo permita la ley; someter a árbitros sus conflictos en
cualquier estado del juicio; ser juzgados por los jueces y en la forma que la ley
determine y sentenciado conforme a la ley vigente en el tiempo del hecho o delitos
sobre que se juzga, prohibiendo en esta forma la ley retroactiva41.
Son derechos de los ciudadanos, entre otros: reunirse pacíficamente para tratar
sobre política o examinar la conducta pública de los funcionarios; el sufragio activo
y pasivo, el cual como ya vimos es restringido por razones económicas y cultura-
les42. El artículo 66 exige como requisito para ser Secretario poseer un capital
productible de quinientos pesos.
Los ciudadanos tienen el deber de servir los cargos y destinos públicos que le
sean conferidos y velar sobre la conservación de las libertades públicas y garan-
tías individuales43.
4. Las elecciones
La elección del Presidente se hará por las juntas de distrito y serán verificadas por
el Congreso. Se elegirá por elección popular al candidato que obtenga mayoría
absoluta de votos. Si dos candidatos obtuvieren diferentes números de votos la
elección se hará a favor del que tenga mayor, si fuere igual al número decidirá la
41
Art. 6
42
Art. 9
43
Art. 10
44
Art. 24
196
suerte. No habiendo elección popular, elegirá el Congreso por mayoría absolu-
ta de votos de acuerdo con los números de votos señalados en el artículo 26.
5. El Poder Legislativo
Las Cámaras son independientes entre sí, pero abrirán a un mismo tiempo sus
sesiones el primero de febrero de cada año, aunque no sean convocadas. Dura-
rán en sus sesiones tres meses y podrán prorrogarlas uno o más de común acuerdo.
También cierran al mismo tiempo. Residirán siempre en el mismo punto48. Existen
potestades que son comunes a ambas Cámaras y cada una de ellas puede cono-
cer sobre el asunto sin intervención de la otra. Entre otras tenemos: llamar a los
suplentes cuando los propietarios estén impedidos; conocer de las renuncias de
los respectivos miembros; arreglar el orden de sus sesiones y todo lo concernien-
45
Art. 32, inc. 2
46
Art. 32
47
Art. 35
48
Art. 36
197
te a su régimen interior, incitar a la otra Cámara para deliberar reunidas en con-
greso; iniciar las leyes y aprobar las que vengan de la otra Cámara cuando las
hagan constitucionales y convenientes49.
Las dos Cámaras pueden sesionar unidas formando un solo cuerpo. Se necesita
para ello las dos terceras partes de la Cámara de Representantes y las tres cuar-
tas partes de la Cámara de Senadores. Sus facultades, entre otras, son las si-
guientes: arreglar el orden de sus sesiones; calificar las elecciones de Presidente
y nombrar a éste cuando no resulte popularmente electo; declarar con las dos
terceras partes de votos cuando ha lugar a formación de causa contra los Repre-
sentantes, Senadores, Presidentes, Secretarios del Despacho, Ministros Diplo-
máticos de Estado y Cónsules50.
i) Son deberes del poder legislativo entre otros: decretar anualmente el presu-
puesto de los gastos de la administración y proveer los fondos necesarios
para cubrir con vistas al Presupuesto que presentará el gobierno52.
ii) Son facultades del poder legislativo, entre otras: crear y supervisar toda cla-
se de empleos y señalar sus actuaciones; crear impuestos y contribuciones
directas cuando sea necesario y pagarlas en proporción a la riqueza de cada
uno de los departamentos; declarar la guerra y hacer la paz conforme a los
fundamentos que presenta el Ejecutivo; aprobar o no los tratados que cele-
bre el poder ejecutivo; decretar todas las leyes necesarias para la buena
administración del Estado; interpretar, reformar y derogar las establecidas;
declarar suspenso el régimen constitucional y examinar la necesidad y moti-
vo cuando el ejecutivo haya suspendido dicho régimen53.
49
Art. 37
50
Art. 38
51
Art. 39
52
Art. 40
53
Art. 41
198
asesinato premeditado o seguro, asalto que produzca muerte o robo si acontece
en despoblado, en los casos y circunstancias que la ley determine;
g) Formación de la ley
Las disposiciones legislativas pueden tener origen en cualquiera de las dos Cá-
maras. Tienen iniciativa los Representantes y Senadores en sus respectivas Cá-
maras y los Secretarios del Despacho a nombre del poder ejecutivo en cualquiera
de las Cámaras para proponer los proyectos de ley, ordenanza u orden que juz-
guen conveniente. Unicamente los Diputados y Senadores tienen iniciativa para
proponer contribuciones directas55.
Aprobadas las disposiciones por ambas Cámaras pasará al ejecutivo para su san-
ción y publicación. El ejecutivo podrá vetarlas dentro de diez días prorrogables,
transcurrido este plazo sin que vete la ley el proyecto se entiende sancionado.
Examinado de nuevo el proyecto por las dos cámaras podrían rechazar el veto las
dos terceras partes de votos de cada una de ellas. En tal caso el ejecutivo publi-
cará la ley. Si las disposiciones fueren calificadas de urgentes por ambas Cáma-
ras, el plazo del veto se reduce a tres días59.
6. El Poder Ejecutivo
54
Art. 43
55
Art. 45 y 46
56
Art. 47
57
Art. 50
58
Art. 53 y sigts.
59
Arts. 48 y 49
199
Congreso elige al sustituto entre candidatos que tuvieren votos en las últimas
elecciones60.
El período del Presidente es de dos años y puede ser reelecto, pero solo una vez
puede ser obligado a continuar61.
Son deberes del Ejecutivo, entre otros, sancionar las disposiciones aprobadas
por el poder legislativo o vetarlas si no las considera convenientes o constitucio-
nales; lo mismo que publicarlas y ejecutarlas; dar los informes que las Cámaras le
pidan y presentar el informe anual; cuidar la buena administración de los caudales
públicos y su legal inversión; convocar a las Cámaras a sesiones
ordinarias y obligar a representantes y senadores cuando llegando el término no
se hayan reunido en Junta64.
Son facultades del Ejecutivo, entre otras: hacer iniciativas de ley sobre lo que
juzguen conveniente para la administración; decretar reglamentos y órdenes para
ejecutar las leyes; nombrar todos los empleados civiles y los jefes y oficiales milita-
res que por ley no corresponda a otra autoridad; trasladarlos, suspenderlos, mul-
tarlos y removerlos; nombrar a los jueces de primera instancia de ternas propues-
tas por la sección de la Suprema Corte de Justicia; proponer amnistía a las Cáma-
ras cuando lo exija la tranquilidad pública o darla en casos urgentes al no estar
reunido el Congreso; dirigir las fuerzas armadas, levantar las milicias y Guardia
Nacional en caso de insurrección o invasión repentina; celebrar tratados o conve-
nios con otros Estados y presentarlos al Poder Legislativo para su ratificación;
arrestar e interrogar a los que se presuman partes de alguna conspiración o trai-
ción al Estado por un plazo de noventa y seis horas; conceder patentes de corso
en casos de guerra; nombrar ministros, cónsules y diplomáticos y admitir a los que
vengan de otras naciones; decretar el estado de suspensión del régimen constitucio-
nal cuando se atente contra la autoridad y no se encuentre reunido el Congreso65.
60
Art. 23 y 56
61
Arts. 59 y 60
62
Art. 66 y 67
63
Art. 62
64
Art. 63
65
Art. 64
200
El ejecutivo tiene restricciones y en virtud de ellas, no podrá: ausentarse del lugar
de residencia del poder legislativo sin su licencia cuando éste reunido; dictar dis-
posiciones en oposición a las leyes y ejercer otras funciones legislativas que las
que la Constitución le permitan; intervenir directa o indirectamente en las eleccio-
nes populares66.
7. El Poder Judicial
A. Organización
66
Art. 65
67
Arts. 64 inc. 4 y 72
68
Art. 69
69
Art. 32 inc. 2
70
Art. 70
71
Ibidem
72
Art. 71
73
Art. 73
201
para su aplicación (oscuridad, contradicciones, etc.); indicarle al Poder Legislativo
las providencias que en forma de ley, ordenanza, orden o resolución haya aproba-
do contra la Constitución y las que el Ejecutivo decrete sin facultades o en oposi-
ción a las leyes y cuando pasado nueve meses de recibida las observaciones, las
secciones se pongan de acuerdo con la inconstitucionalidad o ilegalidad, preven-
drán a los jueces que no las apliquen, hasta que la inmediata legislatura resuelva
lo conveniente (derogación de la inconstitucional, revocación de la orden, etc.),
instituyendo así un sistema de control constitucional y administrativo de carácter
legislativo con la intervención preventiva de la Corte Suprema de Justicia; orde-
nando la inaplicación de la ley o resolución inconstitucional mientras el Congreso
la deroga, pero en el art. 75 inc. 2, prohíbe de manera general a los jueces y
tribunales aplicar leyes no vigentes y los que no estén conforme a la Constitución,
estableciendo aparentemente un sistema difuso de control judicial de la
constitucionalidad, lo que no debe entenderse así, ya que la no aplicabilidad de
las leyes constitucionales debe darse después del pronunciamiento de las sus-
pensiones de la Corte Suprema de Justicia en la forma y alcance autónomamente
indicado; hacer su reglamento interno; hacer el recibimiento de abogado y escri-
banos74;
El poder judicial tiene, entre otras, las restricciones siguientes: ejercer otros fines
diferentes a los atribuidos por la Constitución y las leyes, pero no puede juzgar y
ejecutar lo juzgado; avocarse causa pendiente; ni abrir juicios fenecidos; aprobar
reglamentos para la ejecución y aplicación de las leyes75.
8. Estado confesional
9. La administración interior
Las fuerzas públicas del Estado están integradas por la fuerza permanente que el
poder legislativo designe en cada período y las milicias disciplinadas y la guardia
74
Art. 74
75
Art. 75
76
Art. 89
202
nacional, las que serán organizadas por ley, en la cual también se señalarán los
individuos que gocen de fuero. Las fuerzas armadas son esencialmente obedientes77.
La reforma total puede hacerse pasado cuatro años. Este sufre los tres primeros
trámites anteriormente señalados a la reforma parcial. Si las tres cuartas partes
del número total de cada una de las Cámaras declara haber lugar a la revisión
total, se convocará a una Constituyente80.
El artículo 100 deja en libertad al Estado para pactar con los otros de Centroamérica
la Constitución de un gobierno general con todas las facultades que bien tenga
conferirle.
77
Arts. 90 y 92
78
Arts. 95 y 96
79
Arts. 97 y 98
80
Art. 99
81
Art. 1 y sigts. de la Ley Constitutiva de Suspensión del Régimen Constitucional
203
SECCION IV
BREVE ESTUDIO DEL PROYECTO DE CONSTITUCION
POLITICA DEL 30 DE ABRIL DE 1854
1. Tipo de Constitución
2. Principios fundamentales
82
Arts. 1 y 2
83
Art. 5
84
Art. 5
85
Arts. 7, 8 y 9
204
Son ciudadanos los nicaragüenses varones de buena conducta y mayor de vein-
tiún años o de dieciocho que tengan algún grado científico o sean casados, pose-
yendo además una propiedad de cien a trescientos pesos, según lo determine la
ley, o una industria, profesión u oficio que al año produzca lo equivalente. La
calidad de ciudadano con todos sus requisitos es calificada (verificada) y aproba-
da para poder ejercer el voto activo y pasivo86.
Son deberes de los ciudadanos: elegir a las autoridades (sufragio activo) y optar
a los cargos públicos (sufragio pasivo); tener armas; acusar en los delitos que
produzcan acción popular.
Se establecían una serie de causas por los cuales suspendían o se perdían los
derechos del ciudadano. El respeto a la familia era muy profundo y una de las
causas por las cuales se perdía los derechos de ciudadano era por ingratitud de
los padres o por injusto abandono de su mujer o de su hijo legítimo, faltando
notoriamente a las obligaciones de familia87.
4. Las elecciones
86
Art. 12
87
Art. 15, inc. 6°
88
Art. 26
205
5. El poder legislativo.
El Congreso se reunía cada dos años aún sin necesidad de convocatoria. Sus
sesiones duraban treinta días, prorrogables treinta días más92. Sus disposiciones
se tomaban por mayoría absoluta de sus miembros presentes, fuera de los casos
en que la Constitución exigía un mayor número de votos93.
Son deberes del Congreso, entre otros: reunirse cada dos años; conocer de las
renuncias de sus miembros; regular y calificar la elección del Presidente de la
República y nombrarlos en su caso; conocer de la renuncia del Presidente de la
República; declarar con dos tercios de votos si hay lugar a la formación de causa
contra el Presidente, Senadores, Representantes, Magistrados, Ministros y Agen-
tes Diplomáticos de la República; fijar en cada período los gastos públicos en vista
del presupuesto que el Ejecutivo presente; examinar las cuentas de inversión de
89
Expresa don Jerónimo Pérez: «La nueva Constitución consta de 104 artículos, restringía la ciudadanía, exigien-
do para ser ciudadano un capital de dos a cuatrocientos pesos a diferencia de la anterior que solo fijó
doscientos; creaba una sola Cámara o Congreso compuesto por igual número de Senadores y Representan-
tes» (Obras históricas completas). Colección Cultural del Banco Nicaragüense. Managua, 1993, P. 36.
90
Arts. 12, 28, 29 y 30
91
Art. 32
92
Art. 33
93
Art. 35
206
los caudales públicos que el Ejecutivo presente; tomar en consideración las inicia-
tivas que haga el gobierno94.
Puede celebrar sesiones extraordinarias para tratar solamente de los temas ex-
presados en decreto de convocatoria, de la iniciativa que el gobierno haga, de las
declaraciones de haber lugar a la formación de causa y de los asuntos puramente
económicos y de su gobierno interior.
94
Art. 36
95
Art. 37
96
Art. 39
97
Arts. 40 y 41
98
Art. 42
99
Art. 43
100
Art. 44
101
Arts. 45 y 46
207
8. El Poder Ejecutivo.
Son facultades del Ejecutivo: dictar reglamentos y órdenes para facilitar y asegu-
rar la ejecución de las leyes; nombrar a los ministros del despacho, a todos los
empleados del ramo ejecutivo, a los jefes y oficiales del ejército y marina, a los
ministros y cónsules, a los jueces de primera instancia y a los demás empleados
que por ley no está reservada a otra autoridad; mandar personalmente al ejército
cuando lo estime conveniente, en cuyo caso depositará el Ejecutivo en el Senador
que designe; celebrar tratados, convenios, contratos y empréstitos y después pre-
sentarlos al Congreso para su aprobación; contraer deudas voluntarias o forzo-
sas en caso de invasión o trastorno interno; conocer al Congreso extraordinaria-
mente cuando lo juzgue conveniente; conceder patentes de corso y letras de
represalia en caso de guerra; proponer al Congreso indultos y amnistías cuando
lo exija el bien público y concederlos en casos de urgencia y no estuviera reunido
el Congreso; vigilar que los tribunales supremos administren pronta justicia, ha-
ciendo en su caso las indicaciones para exigirles responsabilidad102.
Preparatoria del Congreso103. Las providencias del Poder Ejecutivo deberá llevar
para su validez la firma del Ministro del ramo104.
9. El Poder Judicial.
A. Su organización
El poder judicial está atribuido a la Corte Suprema y a los tribunales y jueces que
establezca la ley (reserva de la ley). La Suprema Corte se divide en dos seccio-
nes con residencia en departamentos distintos y con la comprensión jurisdiccional
que establezca la ley. Cada sección está integrada por cuatro magistrados pro-
102
Art. 54
103
Art. 56 y 58
104
Art. 59
208
pietarios y sus suplentes, los cuales tenían un período de cuatro años, permitién-
dose la reelección, pero no se les puede obligar a continuar105.
105
Art. 61, 62, 63 y 64
106
Art. 66
107
Arts. 74 y 75
108
Art. 77 y 79
109
Art. 78
110
Art. 80
111
Art. 82
112
Art. 83
209
la ley113; el secreto de las cartas es inviolable y las substraídas no hacen fe contra
nadie114; solo en caso de traición, invasión, en materia civil en los casos que deter-
mine la ley, podrán ocuparse los papeles de los habitantes115; no se reconoce y
protege la esclavitud116; los jueces juzgan y ejecutan lo juzgado; no pueden abrir
juicios fenecidos, avocarse causa pendiente, aplicar leyes contrarias a la Consti-
tución, ni permitir reglamentos para la ejecución y aplicación de las leyes117; solo
pueden juzgar los jueces naturales en la forma que la ley prescribe, y sentenciar
conforme a la ley preexistente al hecho que se juzga, ni pueden crearse comisio-
nes ni tribunales especiales para conocer de delitos anteriormente cometidos o
sobre determinadas personas118; no pueden existir más de tres instancias y el juez
que conoce en una no puede conocer en otra119; puede ser detenido el presunto
delincuente y ponerlo a la orden del juez120; la detención por inquirir no puede
pasar de veinte días121; el reo puede negarse a contestar cargos, pero su silencio
produce indicio en su contra122; el juicio es público después de la confesión y no se
puede incomunicar al reo123; se prohíbe el tormento, las penas crueles, la confis-
cación y la proscripción, solo se admite la pena de muerte en los delitos de asesi-
nato, homicidio premeditado o seguro, incendio con causa agravante calificada
por la ley, en el asalto en poblado seguido de muerte, o en despoblado si resultare
robo, al ladrón famoso y en los delitos de disciplina de acuerdo a la ley124; la pena
no trasciende del reo125; los delitos de imprenta son calificados por un jurado126; los
senadores y representantes no podrán ser demandados por deudas durante las
sesiones del Congreso, ni ejecutados un mes después127.
113
Art. 84
114
Art. 85
115
Art. 86
116
Art. 88
117
Art. 89
118
Art. 90
119
Art. 91
120
Art. 93
121
Art. 94
122
Art. 99
123
Art. 100
124
Art. 102
125
Art. 103
126
Art. 104
127
Art. 106
210
publica por la imprenta y tendrá vigencia hasta que la apruebe otra legislatura por
mayoría de votos, previo los trámites ordinarios128.
La reforma total se podrá hacer después de los cuatro años. Se seguirán los
trámites anteriores para declarar la reforma parcial de la Constitución y después
se convoca a una Asamblea Constituyente que haría la nueva Constitución129.
128
Art. 107
129
Art. 108
211
212
CAPITULO VIII
CONSTITUCION POLITICA DEL 19 DE AGOSTO DE 1858
1. Antecedentes históricos
El sitio de Granada fue sangriento. Máximo Jerez se apoderó del barrio de Jalteva
y sitió la ciudad durante ocho meses y catorce días, o sea, hasta el 9 de febrero de
1855. Fue herido en la rótula y regresó a León.
Acto seguido, se insacularon los pliegos cerrados de los designados para suceder
ante la falta repentina del Presidente; pero se hizo con diputados y no con Sena-
dores como ordenaba la Constitución, la que evidentemente fue violada.
Muere Muñoz en combate y Walker aumenta su poder porque aquél hombre po-
deroso le adversaba.
Sin el consentimiento de Jerez, Walker salió rumbo a Rivas y derrotó a las tropas
legitimistas comandados por Santos Guardiola. Muere Castellón y le sucede en el
Gobierno Provisional de León don Nazario Escoto, con lo cual Walker adquiere
mayor importancia y poder. Aprovecha las circunstancias y se toma Granada, sin
resistencia, en la madrugada del 13 de octubre de 1855.
Walker le ofreció como arreglo a Corral hacerlo Presidente a cambio que él fuera
Comandante General de las armas. Corral conversa en Masaya con Estrada y
otros líderes legitimistas y se rechaza la propuesta de Walker. En Masaya los
legitimistas llamaban a la guerra, entre ellos, Pedro Joaquín Chamorro.
214
los Ministros nombrados por Rivas, las tropas legitimistas y democráticas se de-
bían de reducir a ciento cincuenta hombres divididos en dos partes, una coman-
dada por el coronel Tomás Martínez en Managua y otra por el coronel Florencio
Xatruch en Rivas, los gobiernos de León y Granada cesarían, Corral debía de
entregar el armamento a Walker y tendrían una sola división: «Nicaragua Indepen-
diente».
El Jefe legitimista, Corral, se sintió aislado y principió a conspirar; pero fue descu-
bierto. Fue juzgado sumariamente por un Consejo de Guerra integrado por norte-
americanos y sin prueba testifical, se le condenó a la pena de muerte por los
delitos de traición y sedición. El propio Walker era el juez instructor, acusador y
testigo. Fue ejecutado el 8 de noviembre de 1855 y le sucedió en el Ministerio de
la Guerra el licenciado Buenaventura Selva.
Don Patricio Rivas, cuyo gobierno se había trasladado a León, declaró nulo el
decreto que convocaba a elecciones por presión de Walker. Después trasladó el
gobierno a Chinandega y declaró traidor a Walker.
215
104. Bajo esta Constitución gobernaron los presidentes del período de los treinta
años conservadores.
2. Tipo de Constitución.
216
conservadas las siguientes: la descentralización que respeta las unidades meno-
res del Estado y la sociedad; la independencia de los tribunales de justicia; las
elecciones indirectas, rechazando las instituciones de la democracia semi-repre-
sentativa (referéndum, plebiscito, etc); la Constitución de los EEUU, estimada como
una obra muy conservadora; la división de poderes. e) Incompatibilidad entre li-
bertad e igualdad, pues persiguen valores diferentes. La primera consiste en de-
fender la propiedad individual y familiar, tanto en lo material como en lo inmaterial.
La igualdad consiste en redistribuir o nivelar la desigualdad. La igualdad puede
lesionar a la libertad, tanto del grupo como del individuo. En el pensamiento con-
servador son esenciales las diferencias sociales, la jerarquía y el consenso
funcional(no mecanico). Burke decía que «aquellos que intentan niverlar, nunca
igualan». Para Burke la Revolución norteamericana propugnaba por la libertad,
libertad que se traducían en la libertad de las colonias y del pueblo de un gobierno
que podía intentar imponer su voluntad sobre los derechos inherentes de los indi-
viduos. Por el contrario, la Revolución francesa propugna por la igualdad y la
nación como valores fundamentales, posibles instrumentos de tiranía. Pensaba
que se trasladaba libertad del individuo a la nación, al pueblo como comunidad
nacional absoluta, como podría deducirse del pensamiento Rousseau. La verda-
dera libertad consistiría en el sometimiento del individuo con todos sus derechos y
posesiones a la comunidad. Esta interpretación colectivista de la libertad es com-
partida por Lenin. Para los conservadores el gobierno popular es potencialmente
despótico. Por el aumento popular de la base del poder no se disminuye su uso,
por el contrario podría conducir al despotismo del todo el pueblo o de una mayoría
sobre la minoría. Se cita una famosa frase conservadora, burlándose de la pers-
pectiva rousseauniana-Jacobina sobre la libertad. «todas las mañanas el ciuda-
dano podría mirarse al espejo mientras se rasura, y ver el rostro de la diezmillonésima
parte de un tirano y la cara de un esclavo completo». f) El respeto absoluto de la
propiedad tanto la privada como a la corporativa. La propiedad es tan importante
o más que la vida. La propiedad está ligada estrechamente a la familia, institución
que, además de ayudar a conservarla y mantenerla, busca por todos los medios
protección a los hijos y al reto de las personas que la integran. Los pensadores
conservadores ven en el Derecho, el potencial de tratar a los individuos como
iguales y a igualar sus condiciones. Es más destructor que creador de la costum-
bre. g) La religión y la moralidad judeo-cristiana. Son valores muy apreciados por
el conservatismo. El Estado conservador es confesional o cuando menos protec-
tor de la religión.
217
Iglesia nacionalista en relación al gobierno de la política Burke decía: La política y
el púlpito son términos que no concuerdan. “No se debe escuchar en la Iglesia
ningún otro sonido que no sea la voz consoladora de la caridad”.
El conservatismo tuvo un gran auge en los últimos tiempos durante los gobiernos
de Reagan y de Margaret Tatcher. Sus ideas han dejado muchas huellas y seguiran
viviendo junto a las liberales y socialistas, aunque éste sufre de un desprestigio de
gran envergadura. Para el equilibrio político, económico y social es muy importan-
te que estas tres ideas ideologicas entren en el juego democrático. En Nicaragua
están representadas por el Partido Liberal, el Partido Conservador y el Frente
Sandinista (de izquierda)
3. Sus principios
a) La soberanía
b) La República es soberana, libre e independiente. La soberanía reside en la
nación. Nadie puede atribuírsela y los empleados públicos la ejercen cuando
les fuere delegado de acuerdo a su Constitución y las leyes1 .
c) La democracia es representativa y se ejerce a través de las elecciones popu-
lares indirectas2 .
d) El poder se obtiene solamente por los medios constitucionales y si no se
asciende en la forma legal indicada se incurre en el crimen de usurpación y
los actos de las autoridades usurpadoras son nulos3 .
e) Aceptar los principios de la libertad, igualdad, seguridad y propiedad. El obje-
to del gobierno de la República es procurar la conservación de dichos princi-
pios4 .
f) División de poderes
1
Arts. 2, 4 y 94
2
Arts. 4 , 15 y sigts.
3
Art. 94
4
Art. 4
218
El gobierno de la República para su ejercicio se divide en tres poderes: el
legislativo, el ejecutivo y el judicial. Sus competencias las reparte la Constitu-
ción y las leyes. Son nulos los actos ejecutados fuera de su legal intervención
y competencia5 .
g) Principio de legalidad
El Estado y todos los nicaragüenses están obligados a respetar la ley y a las
autoridades6 .
h) Consagra en tres capítulos los derechos de los ciudadanos y los nicara-
güenses: capítulos III, VI y XXII. También aparecen diseminados en el articula-
do de la Constitución.
i) Es una República unitaria. Pero de acuerdo con el artículo 104 se permite
convenir con los otros estados de Centroamérica un gobierno nacional o un
pacto federativo.
El convenio o pacto que se celebre será ratificado por dos tercios de votos
del Congreso y por este hecho se tendrá por reformada la Constitución.
5
Ibidem
6
Art. 12
7
Art. 8
8
Arts. 6 y 9
9
Arts. 13 y 15
219
titución; se establece la pena de muerte solo para los delitos de asesinato, homi-
cidio premeditado o seguro, incendio con circunstancias agravantes calificadas
por la ley, asalto en poblado seguido de muerte o en despoblado si resultare
herida o robo, pero podrá la ley no aplicarla en todos los casos expresados y
aplicarla solo en los tiempos que lo exija la necesidad social y en los delitos de la
disciplina señalar cuáles merecen esa pena10 ; la propiedad es inviolable y nadie
puede ser privada de ella, sino por sentencia judicial o por expropiación por utili-
dad pública calificada por la ley que exija su uso o enajenación, previa indemniza-
ción11 , en aplicación de la irretroactividad se dispone que ningún poder tiene la
facultad de anular los actos públicos o privados ejecutados de acuerdo con la ley
vigente al tiempo de su verificación, lo mismo que anular los no prohibidos12 ; nadie
puede ser extrañada de su domicilio, ni detenido o preso sino en los casos seña-
lados en la Constitución y las leyes13 ; se garantiza la inviolabilidad del domicilio y
se establecen los casos en que puede ser allanado14 ; las cartas son inviolables y
no pueden ser sustraídas del correo o cualquier otro lugar, solo en caso de trai-
ción o alteración del orden, y en los casos civiles que la ley determine podrán
ocuparse los papeles de los habitantes15 ; nadie puede ser privado de la vida,
propiedad, honor y libertad sin previo juicio de acuerdo con el procedimiento esta-
blecido, ni ser juzgado por tribunales o comisiones especiales, sino por los jueces
que la ley designe con anterioridad al hecho que se juzga16 ; los jueces solo pue-
den juzgar y ejecutar lo juzgado, no pueden abrir juicio fenecido, avocarse causa
pendiente, ni emitir reglamentos para la aplicación de la ley17 ; los jueces que
conocieren en una instancia no pueden conocer en otra y sólo se permiten tres
instancias18 ; la detención para inquirir no puede pasar de diez días19 ; el auto de
prisión sólo puede dictarse cuando exista plena prueba de haberse cometido un
hecho punible que merezca pena más que correccional y presunción grave de
que el procesado sea el autor del delito20 ; en las setenta y dos horas posteriores
de dictado el auto de prisión se le toma confesión al reo y después el juicio es
público, por lo que se le da conocimiento de los testigos, declaraciones y docu-
mentos que obran en su contra y termina cualquier incomunicación21 ; al procesa-
do no se le puede obligar a que confiese, pero su silencio induce presunción de
derecho en su contra22 ; las garantías anteriormente enumeradas no pueden ser
alteradas, restringidas o variadas por ningún poder (legislativo y ejecutivo) ni por
los tribunales (poder judicial).
10
Art. 74
11
Art. 78
12
Art. 79
13
Art. 80
14
Art. 81
15
Art. 82
16
Art. 83
17
Art. 84
18
Art. 85
19
Art. 86
20
Art. 87
21
Arts. 90 y 91
22
Art. 90
220
5. El Estado confesional
6. El poder legislativo
Los senadores son elegidos en elección popular indirecta de tercer grado a través
de las Juntas Populares de Distrito por un período de seis años y renovables por
terceras partes23 . Los diputados se eligen en elección popular de segundo grado
a través de Juntas Populares y de Distrito por un período de cuatro años, pudiendo ser
reelectos, aunque no obligado a aceptar. Se renovarán por mitad cada dos años24 .
B. Su funcionamiento y cierre
23
Arts. 22, 23 y 33
24
Arts. 19 y sigts.
25
Arts. 36, 37 y 38
221
y credenciales de sus miembros; hacerlos concurrir y conocer de sus renuncias
que sólo se admite por dos tercios de votos y fundada en causa grave y justifica-
da; reponer la elección del que faltare por muerte, renuncia o inhabilitación; pro-
rrogarle al ejecutivo el plazo que tiene el para sancionar o vetar la ley; pedirle al
ejecutivo los ingresos y egresos de todos o algunas de las rentas y cualquier otro
informe; llamar a la otra para sesionar reunidas26 .
26
Art. 39
27
Art. 40
28
Art. 41
222
caminos y empréstitos que el gobierno celebre; delegar al ejecutivo diez faculta-
des que le son propias expresamente señaladas en la Constitución, lo cual es
duramente criticado porque rompe el principio de la división de poderes, aunque
defendida actualmente por los partidarios del Estado interventor en la vida social,
política y económica del país. Esta delegación aparece por primera vez en nuestro
constitucionalismo en esta Constitución29 .
7. Formación de la ley
8. El Poder Ejecutivo
223
Congreso si estuviere reunido. Cuando la falta fuere absoluta antes de la mitad
del período se celebrarán nuevas elecciones para nombrar al que debe concluir el
período y si es después de ese plazo el Congreso elegirá al Senador que debe
ejercer el ejecutivo hasta la finalización del período36 .
9. El Poder Judicial
36
Arts. 17 y 32
37
Art. 51
38
Art. 55
39
Art. 56
40
Arts. 97 y 98
224
tamentos distintos, integrada cada sección por lo menos de cuatro magistrados
propietarios y dos suplentes41 .
41
Arts. 62, 63 y 64
42
Art. 65
43
Art. 16
44
Arts. 17, 18, 19 y 22
45
Art. 17, 18, 19, 20, 21, 22 y 23
225
que tiene mayoría de votos. Si es igual, elige el Congreso y si en dos votaciones
hay empate decide la suerte. Si no hay elección popular el Congreso elige de
acuerdo a las reglas establecidas en el artículo 2746 .
La reforma absoluta sólo puede hacerse después de ocho años. Para declararse
que ha lugar a la reforma total se seguirá las reglas anteriores y se convocará a
una Asamblea Constituyente49
46
Art. 26
47
Art. 66
48
Art. 102
49
Art. 103
226
CAPITULO IX
LA CONSTITUCION POLITICA DE 1893
SU REFORMA DE 1896 Y LA CONSTITUCION
DE LOS ESTADOS UNIDOS DE CENTROAMERICA DE 1898
1. Antecedentes históricos.
Desde el 24 de junio de 1857, comienza a dirigir los destinos del país el gobierno
binario de los generales Tomás Martínez y Máximo Jerez, el cual apenas duró
cinco meses. Prevaleció la voluntad de Martínez.
227
ción. El período constitucional debía comenzar después de marzo de 1859 y termi-
nar el primero de marzo de 1863, por lo que el período presidencial de Tomás
Martínez fue provisional hasta el primero de marzo de 1859. En consecuencia,
nunca fue Presidente dentro del período legal que el artículo 32 señala como
causa para no poder ser reelegido en el período siguiente. Expresa: «Por el de-
creto de la Junta de Gobierno, que hemos referido, sancionado por la Asamblea
Constituyente, el Presidente electo debía servir el primer período que señalarse la
nueva Carta Constitutiva. El Presidente electo fue el General Martínez, quien tomó
posesión del mando en noviembre de 1857. La Asamblea Nacional emitió la nueva
Constitución en agosto de 1858, en la cual el período presidencial comienza y
acaba el día 1ro. de marzo, y como la ley no puede tener un efecto retroactivo, el
primer período se contó del 1ro. de marzo de 1859 al de 1863. Por consiguiente,
aquel espacio que el General Martínez estuvo en el poder, desde la disolución de
la Junta de Gobierno hasta el 1ro. de marzo de 1859, se consideró como un
gobernante provisorio; y en efecto se hizo constar en el Congreso del referido año
esta circunstancia para evitar las objeciones que más tarde podían hacerse”. 1
En el gobierno de los treinta años fue oligárquico, unas pocas familias goberna-
ban al país de acuerdo con sus ideas conservadoras; se vivió una época de paz y
alternabilidad en el poder, lo que permitió cierta prosperidad. Se promulgaron
varios códigos y leyes. En la época de Tomás Martínez se formaron comisiones
para reformar o crear Códigos. Se contrató al doctor Jesús de la Rocha para
realizar la recopilación de leyes desde 1821, que enriqueció la legislación y la
historia del Derecho nicaragüense.
1
Ob. cit., págs. 593 y 594
228
inspirado en el español de 1829 y redactado por los doctores Máximo Jerez y
Francisco Zamora.
La verdad es que este articulo no lo permitía cualquiera que haya sido el origen de
la llegada al poder. Enrique Belli Cortés opina en contra de la reelección: “Los
partidarios de Sacasa que apoyaban la reelección sostenían que el artículo 32 de
la Constitución no podía ser aplicado en este caso, porque el Dr. Sacasa subió a
la presidencia a través de la desinsaculación y la suerte, y no como resultado de
la elección popular. En 1862 los partidarios del General Martínez, cuando se lanzó
a la reelección contra la Constitución, esgrimían los mismos argumentos de Sacasa.
Cuadra Pasos dice que: “Sacasa jurídicamente tiene razón, porque él nunca ha-
bía sido electo por el pueblo”. Dudoso argumento a favor de Sacasa el de Cuadra
Pasos porque el artículo 32 de la Constitución de 1858 no hace distinción alguna
entre aquel que llegó a la presidencia por elección popular, nominado, designado
por una Constituyente o desinsaculado. Simplemente dice lo siguiente: “Artículo
32 – El período del Presidente de la República es de cuatro años. Comienza y
termina el primero de marzo. EL CIUDADANO QUE LE HAYA SERVIDO NO PUEDE
SER REELECTO PARA EL INMEDIATO. En ningún momento afirma que es requi-
sito llegar a la presidencia por votación popular, por lo tanto este artículo es de
una claridad meridiana en lo que se refiere a la prohibición de la reelección2
Roberto Sacasa era un médico que había nacido en Chinandega, pero su resi-
dencia la tenía en León y permaneció un tiempo estudiando medicina en Europa.
Aunque tenía relaciones amistosas y familiares en Granada, los granadinos pen-
saban que representaba los intereses de Occidente. En su gabinete habían tres
leoneses y uno de Managua. El gobierno de Sacasa provocó en León alegría y en
Granada disgustos y sospechas. Sacasa ordenó el traslado de Granada a León
de cuatro mil rifles Remington, lo cual provocó fuerte oposición de los granadinos.
Desde tiempos del Presidente Guzmán se encontraban depositadas en Granada
las armas del gobierno.
2
(50 años de Vida Repúblicana, Managua, 1998, págs. 147 y 148)
229
Los liberales, en su gran convención, postularon a J. Santos Zelaya y al doctor
Francisco Baca hijo; pero éstos se unieron a los conservadores orientales en
contra de Sacasa.
Sacasa firmó un convenio de paz con la Junta Revolucionaria integrada por Eduardo
Montiel, Joaquín Zavala y el coronel José Santos Zelaya. En virtud de este pacto,
Sacasa depositó el poder en el senador Salvador Machado, quien procedió a
nombrar a sus ministros.
230
Originalmente se había pensado que el doctor Francisco Baca h. fuera el Presi-
dente, pero Zelaya se impuso. Esto dio pábulo para que se reflexionara sobre la
idea de que debía ser el pueblo, a través de elecciones directas, el que eligiera al
Presidente y Vicepresidente y no la Constituyente; pero ésta decidió que ella tenía
facultades para hacerlo. Se argumentaba también que la ley Electoral no contem-
plaba la elección de Presidente y Vicepresidente y que la Constitución de 1858,
que regía provisionalmente como ley de garantía, no regulaba la designación de
Presidente sin elección popular. Las protestas fueron numerosas.
Por tal razón se le encargó al diputado doctor Policarpo Bonilla que elaborara un
proyecto, el cual, a pesar de ser hondureño, podía ser diputado de acuerdo con la
Ley Electoral. El proyecto fue sometido al estudio de la Comisión creada para su
corrección y revisión. Miembro de la Comisión era el doctor José Madriz, cuyo
aporte y revisión garantizó el apego de la Constitución al ideario liberal. Luego de
esta revisión, pasó al plenario para su discusión. Nicaragua estaba bajo los efec-
tos del Estado de sitio al entrar a la discusión.
231
La Constitución fue aprobada el 19 de agosto de 1894, la cual deroga a la Cons-
titución de 1858.
Ante la presión del doctor Policarpo Bonilla de recibir la ayuda del gobierno liberal
de Managua para invadir Honduras, el Presidente de éste país le pidió al Congre-
so que lo autorizara para declarar la guerra al Gobierno de Nicaragua en cuanto
se tuviera conocimiento de preparativos para invadir Honduras. El Congreso
hondureño aprobó el 30 de octubre la autorización. Por su parte, el Congreso de
Nicaragua, a petición de Zelaya, lo autoriza a agotar la vía diplomática y en su
caso usar las fuerzas vivas de la nación para defender el país.
2. Tipo de Constitución.
232
3. Sus principios.
3
Art. 2
4
Art. 4
5
Arts. 24, 68, 81, 95, 108 y 139
6
Art. 26
7
Art. 68
8
Art. 4, 100 inc. 2., 116 inc. 3.
9
Art. 1
233
do a la ley10 . El sufragio activo es directo, secreto, irrenunciable y obligatorio; y el
pasivo requiere de veintiún años. Se remite a la ley la materia electoral, en la cual
debe dársele representación a las minorías11 . Esta ley es la Ley Electoral.
10
Arts. 20 y 21
11
Arts. 23, 24 y 25
12
Art. 9
13
Art. 10
14
Art. 11
15
Art. 12
16
Art. 15
17
Art. 16
18
Art. 17
19
Art.18
20
Art. 19
21
Art. 26
22
Art. 27
23
Arts. 28, 29 y 117
24
Art. 30
25
Art. 31
26
Art. 32
27
Art. 33
234
término que disponga la ley28 ; solamente pueden juzgar los jueces designados
por la ley con anterioridad al hecho que origina el proceso y no comisiones espe-
ciales29 ; se prohíbe en materia criminal el juramento sobre hecho propio30 ; nadie
puede ser privado del derecho de defensa y se prohíbe la aplicación de penas
perpetuas, la fustigación y toda especie de tormento31 ; se prohíbe la prisión por
deuda, aun por las de agricultura32 ; no se puede incomunicar al detenido, salvo
por orden escrita de la autoridad respectiva por un término que no pase de tres
días y solo por motivos graves33 ;la detención debe hacerse en los lugares deter-
minados por la ley34 ; se establece la inviolabilidad del domicilio, convirtiendo en
asilo sagrado que no puede allanarse por la autoridad sino en los casos que
establece la misma Constitución, lo cual no puede verificarse desde la siete de la
noche a la seis de la mañana, durante los cuales ni el delincuente infraganti y
perseguido por la autoridad podrá ser extraído de un domicilio que no sea el suyo,
y siempre que el domicilio no sea del reo que se persigue, de previo debe solicitarse
permiso al morador35 ; el poder ejecutivo no puede sustraer, abrir y retener la co-
rrespondencia epistolar o telegráfica y la que sea sustraída de las estafetas o de
cualquier otro lugar no hace fe contra ninguno36 ; los papeles privados solo podían
ser ocupados en virtud de providencia de juez competente en los asuntos crimina-
les y civiles que la ley determine y en presencia de su dueño y en su defecto de
dos testigos y regresarle los que no tengan relación con lo que se investiga37 ; se
asegura la libertad de opinar y nadie puede ser perseguido o molestado por el
ejercicio de este derecho38 ; las acciones privadas que no alteren el orden público,
la moral o dañen a tercero están fuera de la acción de la ley39 ; no se pueden dictar
leyes proscriptivas, confiscatorias, retroactivas o que consignen penas infamantes40 ;
la emisión del pensamiento de palabra o escrita es libre y la ley no podrá restringir-
la, tampoco puede impedirse la circulación de los impresos nacionales o extranje-
ros, pero se debe responder por los delitos de injurias y calumnias cometidos por
la persona, previamente calificados por un jurado41 ; se garantiza la libertad de
enseñanza y la pagada con fondos públicos será laica y la primaria será además
gratuita y obligatoria, todo lo cual será reglamentado por la ley sin restringir su
libertad ni la independencia de los profesores42 ; se declara libre el ejercicio de
toda industria, oficio o profesión, sin título previo y sin sujeción a aranceles43 ; se
28
Art. 34
29
Art. 35
30
Art. 36
31
Art. 37
32
Art. 38
33
Art. 39
34
Art. 40
35
Art. 41 y 42
36
Art. 43
37
Art. 44
38
Art. 45
39
Idem.
40
Art. 46
41
Art. 49
42
Art. 50
43
Art. 51
235
garantiza la libertad de reunión sin armas y la de asociación para cualquier objeto
lícito, sea religioso, moral o científico, pero no aceptan las asociaciones que cons-
tituyan un poder que obligue a una obediencia ciega contraria a los derechos
individuales o que impongan votos morales de clausura perpetua44 ; se consagra
la libertad de disponer de la propiedad sin restricción alguna por venta, donación,
testamento o cualquier otro título legal45 ; pero se prohíben las vinculaciones y
toda institución a favor de manos muertas46 ; se establece el derecho de petición
dirigido a las autoridades legalmente establecidas para que resuelvan sus peticio-
nes y se les haga saber lo resuelto47 ; se reconoce la libertad de entrar y salir del
país, de permanecer en éste y transitar en su territorio48 ; no se permite exigir
servicios personales sin la debida retribución49 ; no se reconocen privilegios per-
sonales50 ; los impuestos tienen como base la proporcionalidad51 ; no se puede
privar a nadie de su propiedad sino en virtud de ley o de sentencia fundada en
ésta por expropiación por causa de utilidad pública debidamente calificada por ley
o por sentencia firme fundada en ella y al hacerse debe indemnizarse de previo52 ;
los autores o inventores gozan de la propiedad exclusiva de su obra o descubri-
miento por el tiempo que determine la ley53 ; es imprescriptible el derecho de rei-
vindicar los bienes confiscados54 ; se establece el jurado para imponer penas más
que correccional55 ; se prohíbe el monopolio que ataque la industria agrícola56 ; se
contempla el estado de sitio en virtud el cual se suspenden temporalmente las
garantías anteriormente expresadas, menos la inviolabilidad de la vida humana y
la prohibición de dictar leyes confiscatorias57 ; las leyes que reglamenten las ga-
rantías expresadas serán ineficaces en cuanto las disminuyan, restituyan o adul-
teren58 ; el funcionario que restrinja las anteriores garantías está obligado a una
indemnización proporcional al daño causado, la cual será regulada por el juez y
nunca será menor de cincuenta pesos59 .
5. Estado laico.
44
Art. 52
45
Art. 53
46
Art. 54
47
Art. 55
48
Art. 56
49
Art. 57
50
Art. 58
51
Art. 59
52
Art. 60
53
Art. 61
54
Art. 62
55
Art. 63
56
Art. 64
57
Art. 65
58
Art. 66
59
Art. 67
236
El Estado se separa de la Iglesia y se declara laico. Como consecuencia no puede
legislar estableciendo o protegiendo ninguna religión ni prohibir su libre ejerci-
cio60 . Tampoco puede someterse el estado civil de las personas a una creencia
religiosa determinada61 .
Por otra parte, se dictó la Ley de los Cementerios Laicos del 19 de julio de 1894,
en la que se declaran laicos todos los cementerios de la República y atribuye su
dirección y administración a las municipalidades, las cuales estaban autorizadas a
vender lotes para panteones. Prohíbe entierros en templos o cualquier otro lugar,
bajo penas pecunarias. También se estableció el divorcio, la celebración previa
del matrimonio civil, se abolieron los “manos muertas”, se suprimieron las cofra-
días, logrando apropiarse de los bienes de la Iglesia Católica.
Todo esto provocó una relación muy tensa con la Iglesia, y muchas protestas del
partido conservador y los católicos.
6. El Poder Legislativo.
A. Su organización
60
Art. 47
61
Art. 48
62
Arts. 69, 76 y 81
63
Arts. 69 y 70
64
Art. 71
65
Art. 75
66
Art. 74
67
Art. 77
68
Art. 78 y 79
237
Representante diplomático y Profesor de Universidades y Colegios y si aceptaren
dejan de ser diputados69 .
B. Sus atribuciones.
El Congreso tiene, entre otras, las atribuciones siguientes: abrir y cerrar sus se-
siones, calificar las elecciones de sus miembros, aprobar o rechazar sus creden-
ciales y recibirles la promesa de ley; admitir la renuncia de sus miembros por
causas legales debidamente comprobadas y por dos tercios de votos; hacer su
reglamento; dictar, interpretar, reformar y derogar las leyes; crear y suprimir los
empleos, establecer pensiones, decretar honores y conceder amnistías; disponer
lo conveniente sobre la seguridad y defensa interior de la República; hacer el
escrutinio para Presidente, Vice-presidente y Magistrados de la Corte Suprema y
proclamar electos a los ciudadanos que hubieren obtenido mayoría absoluta, (si
no hubiere esta mayoría declarar electos para dichos cargos a los ciudadanos
que hayan obtenido mayoría numérica de votos y en caso de empate, decidir
quienes son los electos); nombrar a los miembros del Tribunal de Cuentas; desig-
nar a tres de sus miembros para ejercer por el orden de su elección, el Poder
Ejecutivo en los casos de falta del Presidente y Vice-presidente de la República,
previstos en la Constitución; cambiar la residencia de los Supremos Poderes por
causas graves; decretar subsidios para promover nuevas industrias o mejorar las
existentes; aprobar o improvar la conducta del Ejecutivo; aprobar, modificar o
improvar los tratados celebrados con las naciones extranjeras; reglamentar el co-
mercio marítimo y terrestre; aprobar o improvar el gasto público y fijar anualmente
el presupuesto de gastos; imponer contribuciones; decretar la enajenación de los
bienes nacionales o su aplicación a usos públicos; decretar impuestos y regular el
pago de la deuda nacional; declarar la guerra y la paz; declarar el estado de sitio;
conferir los grados de General de Brigada y de División70 .
69
Art. 80
70
Art. 82
71
Arts. 83 y 84
72
Art. 85
238
El proyecto necesita de dos deliberaciones en días diferentes para ser aprobado
por la Asamblea. Una vez aprobada pasa al Ejecutivo para que lo sancione y
promulgue. El Presidente, de acuerdo con el Consejo de Ministros, lo puede vetar
dentro de diez días, pasado los cuales sin que se haya vetado, se tendrá por
sancionado y lo promulgará como ley. Vetado el proyecto pasará a la Asamblea y
se someterá a nueva deliberación y si es ratificado el proyecto original (rechazado
el veto), la pasará de nuevo al Ejecutivo con la fórmula: «Ratificado constitucional-
mente», en cuyo caso se publicará sin demora73 .
Existen ciertos actos y resoluciones que no necesitan sanción del Ejecutivo, como
la declaratoria de haber lugar a formación de causa, el reglamento interior de la
Asamblea Legislativa, la ley de presupuesto, entre otros76 .
8. El Poder Ejecutivo
73
Art. 87 y 88
74
Art. 89
75
Art. 90
76
Art. 91
77
Art. 92
78
Art. 93 y 94
79
Arts. 95, 96 y 97
239
El escrutinio y declaración de la elección del Presidente y Vicepresidente las hace
la Asamblea Legislativa80 .
Ley Marcial del 10 de Agosto de 1894 y la Ley Reglamentaria de los Jefes Políti-
cos del 11 de octubre de 1894 crean y regulan el cargo de Jefe Político. Es el
primer Jefe del departamento en el orden gubernativo que representa en cada
departamento y obra como un delegado de éste. Su nombramiento corresponde
al Poder Ejecutivo por un período de dos años, permitiendo la reelección por una
80
Art. 82 inc. 8
81
Art. 105
82
Art. 100
83
Art. 138
240
sola vez. Tiene amplias atribuciones de carácter gubernativo, de justicia, de fo-
mento, de instrucción pública, de economía y de policía.
El gobierno local de los pueblos se encargaba a una municipalidad electa por voto
popular y directo84 de comprensión. El número de miembros era determinado por
la ley, tomando en cuenta su población. Esta es la Ley Orgánica de Municipalida-
des del 15 de junio de 1894 y su reforma.
Todos las funciones de legislar anteriormente expuestas son atribuidas por la Ley
a la Junta de Regidores, a quien se le faculta, entre otras funciones, para decretar
el presupuesto de gastos, expedir acuerdos o reglamentos para la buena admi-
nistración de la localidad; establecer oficinas encargadas del registro civil, el em-
padronamiento de la población y del estado de la riqueza pública; organizar y
reglamentar el servicio del alumbrado público.
84
Arts. 139 y 140
85
Arts. 141, 143 y 145
241
El tesoro de la municipalidad era administrado por un Tesorero, nombrado por la
Junta de Regidores. Los Síndicos son los representantes de la municipalidad en
los asuntos judiciales y ejercen el cargo de fiscales de la Hacienda Pública.
Este Consejo, tenía entre otras, las atribuciones siguientes: la aprobación, refor-
ma o anulación de los acuerdos de las municipalidades de su jurisdicción que
tengan carácter de ley; y la gestión, gobierno y dirección de los intereses propios
de los departamentos que no correspondan según la Constitución a las municipa-
lidades; cuidar que los Alcaldes ejecuten las leyes y acuerdos locales.
Los pueblos o valles con menos de quinientos habitantes eran gobernados por la
municipalidad más inmediata del departamento. El Consejo municipal podía acordar
que esas localidades tuvieron competencia para elegir Juntas Locales y Alcalde.
10. El Presupuesto
11. El Ejército
86
Arts. 54 y sigts- Ley Orgánica de Municipalidad 147 Cn.
87
Arts. 124, 125 y 126
88
Art. 127
89
Art. 134
90
Art. 135 y 137
91
Art. 136
242
12. El poder judicial
El poder judicial lo componen los jueces locales, los jueces de distrito, los jueces
de agricultura, los tribunales de apelaciones y la Corte Suprema de Justicia.
La Corte Suprema tiene las facultades siguientes: conocer de los delitos oficiales
y comunes de los altos funcionarios; dictar su reglamento; aplicar la ley y negarle
su cumplimiento cuando es contraria a la Constitución; autorizar a los abogados y
escribanos, suspenderlos o retirarle sus títulos; conocer de apelaciones admitidas
por el Tribunal de Cuentas; conocer de las leyes expedidas por las municipalida-
des y consejos departamentales cuando fueren contrarios a la Constitución o a
las leyes; conocer de las causas de las presas marítimas; del recurso de
inconstitucionalidad y demás asuntos que les someta la ley96 .
92
Arts. 108, 109, 112 Cn. y 110 Ley Orgánica de Tribunales
93
Arts. 29 y 43 Ley Orgánica de Tribunales
94
Art. 110
95
Art. 115. El Código de Procedimiento Civil de 1904 regula el modo de proceder en el juicio por jurado en
material civil y le dedicó el Título XIV del Libro III, pero se encuentra en desuso porque las personas no
recurren a él para resolver sus asuntos.
96
Arts. 116 y 117. El Código de Procedimiento Civil de 1904 regula la casación.( Libro III, Títulos XXXIV)
243
plan sus resoluciones y en caso de negativa o no hubiere fuerza disponible, podrá
exigirlo de la ciudadanía97 .
El tesoro público se forma por los bienes muebles, inmuebles, créditos, impuestos
y contribuciones y es administrado por una Tesorería General de recaudación. El
Tesorero General era nombrado por el Ejecutivo. Para la fiscalización del Tesorero
Nacional se creó una Contaduría Mayor o Tribunal de Cuentas para examinar y
finiquitar las cuentas de los que administran los intereses públicos98 .
97
Arts. 118, 120, 121 y 122
98
Arts. 128 y sigts.
99
Art. 155
244
C. Ley Electoral del 16 de octubre de 1894.
Es amplia la lista de funcionarios que son objeto de elección popular directa: Con-
cejo Departamental, Alcalde, Síndicos, Jueces Locales, Junta de Regidores, Jue-
ces de Agricultura, Juntas Locales, Presidente y Vicepresidente de la República,
Diputados y Directores Electorales.
Esta Ley contemplaba las nulidades, las penalidades electorales y los recursos
correspondientes.
245
15. Reformas a la Constitución
La reforma puede ser parcial o total. Esta solo puede decretarse diez años des-
pués de entrar en vigencia. Por otra parte, se declara como irreformables los
artículos constitucionales que prohiben la reelección del Presidente o de quien lo
sustituya y que establecen la duración presidencial para que produzca sus efec-
tos en el período en curso o en el siguiente100 . Toda reforma lo decreta el Congre-
so en sus sesiones ordinarias por dos tercios de votos y verifica la reforma una
Asamblea Constituyente que se convoca para ello. La Asamblea ordinaria, al de-
clarar la reforma, cierra sus sesiones y queda disuelta101 .
La situación de Zelaya con los liberales leoneses no era buena por el predominio
que quería tener Occidente en el gobierno. El 24 de febrero de 1896 se levantó el
cuartel de León y comienza la lucha contrarrevolucionaria. Los alzados acusaban
a Zelaya de tirano y traidor a los ideales de la revolución.
Ante la agitación política que vivía el país a causa del levantamiento del 22 de
febrero de 1896, se suspenden las elecciones que debían celebrarse en 1898.
Por tal razón el 11 de Septiembre de 1896 la Asamblea Nacional constituyente
declara electo por segunda vez como Presidente de la República al General J.
Santos Zelaya, para un período que comenzaría el primero de febrero de 1898 y
concluíría el 31 de enero de 1902102 . La Constituyente era un remanente de la
Asamblea ordinaria que quedó después del levantamiento de febrero, convertida
en Constituyente por órdenes de Zelaya.
100
Arts. 156 y 159
101
Arts. 157 y 160
102
Tres veces fue electo Zelaya por una Asamblea y no por elección popular directa. La primera elección
de Zelaya fue hecha por la Asamblea Constituyente el 15 de septiembre de 1893, según lo dispuesto por
decreto de la Asamblea Constituyente que terminó de elaborar la Constitución en Diciembre de 1893. En
tal decreto de nombramiento se declaraba que no había lugar a la reelección. La segunda el 1 de febrero
de 1894 y la tercera el 27 de agosto de 1896.
246
Para poder hacerlo, suspendió la aplicación de los artículos 95, 96 y 159 hasta el
primero de febrero de 1902 en adelante. El 95 establece la elección del Presiden-
te y Vicepresidente por el pueblo y en forma directa, el 96 prohíbe la reelección, el
159 que prohíbe la reforma de los artículos constitucionales que prohiben la re-
elección del Presidente o del que lo sustituya, y del que establece el período
presidencial para que produzca efecto en el período en curso o en el siguiente.
Posteriormente, el 15 de octubre de 1896 reformó, adicionó y suprimió varios
artículos de la Constitución, la cual tenía apenas tres años de vigencia. Se refor-
maron los arts. 14, 28, 42, 46, 51, 56, 57, 63, 69, 73, 80, los incisos. 8, 9, 10, 11,
12, 14, 15, 18, 19, 21, 27, 28, 29, 32, 33 y 35 del artículo 82, 93, 94, 95; el inciso.
15 del artículo 100, 106, 108, 114, los incisos. 2, 3, 6 y 7 del artículo 116, 119, 124,
135, 136, 141 y 151.
Adicionó los incisos 37, 38 y 39 del artículo 82 y los incisos 24 al 31 del artículo
100. Suprimió los artículos 29, 38 los incisos 11, 12, 21 y 37 del artículo 82, el
inciso 8 del artículo 100, y los artículos 109, 110, 111, 112, 123, 125, 144, 145,
147, 148, 149, 152 y 155. Las reformas le concedieron mayor fortaleza al ejecuti-
vo y se restituyeron algunos derechos.
247
viii) La reforma al artículo 63 excluye del jurado a los delitos políticos. Solo se
somete a su procedimiento los comunes.
ix) Se suprimen los incisos 11 y 12 del artículo 82, que atribuían al Congreso la
facultad de nombrar a los miembros del Tribunal de Cuentas y al Fiscal de
Hacienda.
x) Se suprime el inciso 21 del artículo 82 que atribuía al Congreso proveer a la
seguridad y defensa exterior del país.
xi) La reforma al inciso 27 del artículo 82 atribuye al legislativo la faculta de
decretar la enajenación de bienes nacionales o su aplicación a usos políticos
o autorizar al Ejecutivo para hacerlo sobre bases convenientes.
xii) La reforma al inciso 28 del artículo 82 le atribuye al Congreso decretar em-
préstitos extranjeros y reglamentar el pago de la deuda nacional, o dar las
bases para que lo haga el Ejecutivo.
xiii) El inciso 29 del artículo 82 original le permite al Congreso habilitar puestos,
crear y suprimir aduanas. Con la reforma se le atribuye la misma facultad y
aún la de trasladar aduanas, pero también le permite dictar las reglas con
que deba hacerlo el Ejecutivo.
xiv) El inciso 31 del artículo 82 oiriginal le atribuye exclusivamente al Congreso
declarar la guerra y hacer la paz, pero en la reforma se le permite autorizar al
Ejecutivo para que lo haga.
xv) En la reforma al inciso 33 del artículo 82 se le autoriza al Ejecutivo en estado
de guerra permitir o negar el tránsito de tropas de otro país por el territorio
nacional o la salida de tropas nacionales fuera del territorio, lo que en tiem-
pos de paz corresponde al Congreso en forma exclusiva.
xvi) En el inciso 35 del artículo 82 original se le autoriza al Congreso conferir los
grados de General de Brigada y División; en la reforma debe ser a iniciativa
del Ejecutivo, y éste podrá conferirlos en campaña.
xvii) Al suprimir el inciso 37 del arículo 82, se le quita la competencia al Congreso
de conceder cartas de naturalización a los extranjeros.
xviii) Al artículo 82 de le agregan tres incisos, en uno de ellos se le atribuye al
Congreso decretar indultos y conmutaciones de penas; pero a iniciativa del
Ejecutivo e informe favorable del Poder Judicial.
xix) De los artículos 93 y 94 se suprime la Vicepresidencia, y los designados, y se
aumenta la edad para ser Presidente a treinta años.
xx) Los incisos que se le agregan al artículo 100 le conceden más atribuciones al
Ejecutivo, algunos de ellas originalmente en manos del Congreso.
xxi) La reforma del artículo 108 termina con el sistema de elección popular de la
Corte Suprema y con el sistema de coaptación, en virtud del cual la Corte
Suprema nombra a los magistrados de las Salas de Apelaciones, pues le
atribuye a la Asamblea Legislativa la potestad de nombrar a todos los magis-
trados de la Corte Suprema y de los tribunales de apelaciones por un perío-
do de cuatro años, igual al del Presidente.
xxii) La reforma del inciso 3 del artículo 116 le atribuye a la Corte Suprema inter-
pretar las leyes conforme al espíritu de la Constitución y rechazar su aplica-
ción cuando fueren contrarios a ella. La interpretación judicial de las leyes
conforme a la Constitución es un tema muy importante, de actualidad y de
248
aceptación general, por lo que la reforma constitucional de 1896 se adelantó
a su época y representó una innovación en materia de interpretación.
xxiii) Con la derogación de los artículos 123 y 125, y la reforma del 124, sólo el
Ejecutivo presenta el Presupuesto de la República, quitándole a la Corte
Suprema la facultad de presentar el suyo.
xxiv) Por la derogación de los artículos 144, 145, 147, 148 y 149 se le suprime una serie
de competencias y potestades importantes a los gobiernos municipales.
103
Los representantes de los Estados de Guatemala, El Salvador y Honduras, reunidos en Asamblea
Nacional Constituyente en Honduras, aprobaron la Constitución Política de la República de Centroamérica
del 9 de septiembre de 1921, en la cual, entre otras disposiciones, se suprimen aduanas e impuestos
entre los Estados y se le asigna al Poder Legislativo unificar la legislación civil, comercial, penal y
procesal, decretando, al efecto, Códigos que deben regir en los Estados Unidos y en el Distrito Federal.
Algo similar pretende hacer actualmente y en forma voluntaria el Foro de Presidentes de Poderes
Legislativos de Centroamérica (FOPREL), el cual tiene su sede en Nicaragua y hasta el día de hoy ha
creado seis Comisiones Centroamericanas para elaborar estudios y formular proyectos de ley. Tiene
varias funciones y trabaja con eficacia.
249
250
CAPITULO X
CONSTITUCION DE 1905
1. Antecedentes históricos.
2. Tipo de Constitución.
3. Principios fundamentales.
A. Soberanía Nacional
1
Art. 2
251
Nicaragua es una nación libre, soberana e independiente, pero es una disgrega-
ción de la República Centroamericana; por lo tanto se declara como primordial
volver a la unión.2
Los funcionarios públicos sólo tienen las competencias y facultades que les otor-
gue expresamente la ley. Como consecuencia, todo acto ejecutado por ellos al
margen de la ley es nulo. 3
B. La democracia representativa.
C. División de poderes
D. El principio de legalidad.
F. Es un Estado unitario
2
Art. 1
3
Art. 3
4
Art. 48
5
Arts. 57, 61, 74 y 111
6
Arts. 17, 18
7
Art. 48
8
Arts. 3, 80 inc. 3 y 92 inc. 3
9
Art. 1
252
ya no se faculta al Poder Ejecutivo para ratificar definitivamente los tratados que
tiendan a realizar la unión con uno o más Estados de la antigua federación.
Los extranjeros tienen los derechos siguientes: gozan de todos los derechos civi-
les de los nicaragüenses;11 Nicaragua no tiene para los extranjeros otras obliga-
ciones y responsabilidades que las que tiene a favor de los nicaragüenses de
acuerdo con la Constitución y las leyes12 ; deben respetar las leyes y las autorida-
des de la República13 ; pueden adquirir toda clase de bienes, pero sobre ellos
están sujetas a todos los cargos ordinarios y extraordinarios de los nicaragüen-
ses14 ; no pueden recurrir a la vía diplomática, salvo denegación de justicia y los
que reclaman indebidamente pierden el derecho de habitar el país15 ; no se permi-
te la extradición por delitos políticos aunque se deriven delitos comunes16 .
10
Arts. 14 y 15
11
Art. 7
12
Art. 8
13
Art. 9
14
Art. 10
15
Art. 11
16
Art. 12
17
Art. 19
18
Art. 20
19
Art.21
20
Art. 22
21
Art. 23
22
Art. 24
23
Art. 25
24
Art.26
253
misma Constitución25 ; no se le permite al Ejecutivo sustraer, abrir ni detener co-
rrespondencia epistolar o telegráfica y las sustraídas de las estafetas o de cual-
quier otro lugar no hacen fe contra nadie26 ; no se dan leyes prescriptivas,
confiscatorias, retroactivas o que establezcan penas infarmantes27 ; se prohibe la
prisión por deudas, aun las de agricultura28 ; la ley no puede restringir el pensa-
miento manifestado de palabra o escrito, pues es libre29 ; la enseñanza es laica, la
primaria obligatoria y gratuita la pagada por el Estado30 ; toda persona capaz pue-
de disponer libremente de su propiedad por venta, donación, testamento (libre
testamentificación activa) o cualquier otro título legal, pero se prohiben las vincu-
laciones y toda institución a favor de manos muertas31 ; se establece el derecho de
petición ante las autoridades, las cuales deben atenderlo y resolverlo en el térmi-
no que establezca la ley32 ; no se puede privar de la propiedad a ninguna persona
sino por sentencia fundada en la ley o por causa de utilidad pública, y cuando se
expropie por ésta causa debe indemnizarse previamente conforme a la ley, salvo
en caso de guerra que no es indispensable la indemnización previa 33 ; el derecho
de reivindicar los bienes confiscados es imprescriptible34 ; en los delitos comunes
no se puede imponer pena más que correccional, sin que preceda la declaración
de un jurado sobre la culpabilidad del delincuente35 ; se prohiben los monopolios36 ;
se garantiza e libre tránsito en el país y el derecho de permanecer en él, con las
restricciones que establezca la ley37 ; todas las garantías expresadas, menos la
prohibición de dar leyes confiscatorias y las que consagran la inviolabilidad de la
vida humana, pueden suspenderse temporalmente cuando se declare el estado
de sitio38 ; las leyes que reglamenten el ejercicio de las garantías y derechos ante-
riormente señalados, serán ineficaces en cuanto las disminuyan, restrinjan o adul-
teren, y el funcionario que las restrinja sin tener facultad legal, debe indemnizar al
perjudicado, sin perjuicio de las otras responsabilidades39 ; se permite la libertad
de reunión con fines lícitos40 .
5. Estado laico.
Es un Estado laico. No tiene ni protege ninguna religión y permite todos los cultos
restringiendo su ejercicio al interior de los templos. Se prohiben los establecimien-
25
Arts. 27 y 28
26
Art. 29
27
Art. 30
28
Art. 31
29
Art. 33
30
Art. 34
31
Arts. 37 y 38
32
Art. 39
33
Art. 40
34
Art. 41
35
Art. 42
36
Art. 43
37
Art. 44
38
Art. 45
39
Arts. 46 y 47
40
Art. 35
254
tos conventuales y toda especie de instituciones monásticas. La enseñanza es
laica y se prohiben las “manos muertas” 41 .
Las relaciones con la Iglesia eran tensas, pero no se puede calificar como un
Estado antirreligios, pero con definido énfasis anticlerical.
6. El poder legislativo.
A. Organización
Se reúne cada dos años sin necesidad de convocatoria y celebra cuarenta sesio-
nes en cada reunión ordinaria, las cuales podrán aumentarse hasta sesenta, a
juicio de la Asamblea. También podrán celebrar sesiones extraordinarias a peti-
ción del Ejecutivo y solo tratará de los puntos que éste le someta44 . Cuando el
Ejecutivo impida las sesiones o disuelva la Asamblea, diez diputados pueden pedir
sesión de Asamblea Extraordinaria en cualquier parte de la República45 .
Para ser diputado se requiere ser ciudadano en ejercicio de sus derechos, del
estado seglar y haber sido electo popularmente. Se señalan impedimentos, pre-
rrogativas y prohibiciones46 .
Entre otras atribuciones tenemos las siguientes: calificar la elección de sus miem-
bros; admitir sus renuncias fundadas en causas legales, emitir el reglamento inter-
no; decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes; crear y suprimir empleos;
decretar pensiones y honores, y conceder amnistía; disponer lo conveniente so-
bre seguridad y defensa de la República; hacer el escrutinio de votos en la elec-
ción del Presidente de la República y proclamar electo al ciudadano que hubiese
obtenido mayoría absoluta y si no hubiere mayoría absoluta declara electo al que
hubiere obtenido mayoría relativa, y resultando empate escogerá la Asamblea
41
Arts. 32, 34, 36 y 38
42
Arts. 49 y 56
43
Art. 61
44
Arts. 49, 50 y 51
45
Art. 55
46
Arts. 57, 58, 59 y 60
47
Art. 54
255
entre los que tuvieren igual número de votos; nombrar a tres de sus miembros
como designados para reponer al Presidente de la República en caso de falta
absoluta o temporal; declarar con formación de causa al Presidente de la Repúbli-
ca, Secretarios de Estado, Diputados, Agentes Diplomáticos y Magistrados de la
Corte Suprema de Justicia y las Cortes de Apelaciones; decretar el cambio de
residencia de los Supremos Poderes por causas graves; acordar subvenciones
para objeto de utilidad pública y subsidios para promover nuevas industrias o
mejorar las existentes, lo mismo que premios y privilegios temporales a los auto-
res, inventores o fundadores de industrias nuevas de utilidad general o que hayan
perfeccionado las existentes; aprobar o improbar la conducta del Ejecutivo; apro-
bar, modificar o improbar los tratados celebrados con otros Estados; aprobar o
improbar las cuentas de los gastos públicos y fijar cada dos años el Presupuesto
de Gastos; decretar contribuciones; decretar la enajenación o arrendamiento de
los bienes nacionales y su aplicación a usos públicos o autorizar al ejecutivo para
hacerlo sobre bases convenientes a la República; decretar empréstitos extranje-
ros y reglamentar el pago de la deuda nacional o acordar las bases para que lo
haga el Poder Ejecutivo; habilitar puestos, crear, trasladar o suprimir aduanas, o
dictar las reglas para que lo haga el Ejecutivo; declarar la guerra y hacer la paz, o
autorizar para que lo pueda hacer el Ejecutivo; declarar el Estado de sitio en toda
la República o en parte de ella; autorizar el grado de General de División o de
Brigada a petición del Ejecutivo; delegar, cuando vaya a receso, en el Poder Eje-
cutivo la facultad de legislar en los ramos de Hacienda, Guerra, Policía, Fomento
y Marina, sin oponerse al espíritu de la Constitución y las leyes48 .
Las leyes se aprueban en dos debates celebrados en días distintos, salvo las de
urgencia calificadas por cuatro quintos de votos de la Asamblea, en los que se
dará un solo debate50 .
48
Art. 62
49
Art. 64
50
Art. 65
51
Art. 66
256
pasará de nuevo al Ejecutivo con la fórmula: “Ratificado constitucionalmente” y el
Ejecutivo lo debe publicar sin demora52 .
Los proyectos aprobados en los últimos cinco días de sesiones, podrán ser vetados y
devueltos por el ejecutivo, en los diez primeros días de las sesiones inmediatas53 .
7. El poder ejecutivo
Los deberes y atribuciones del Presidente de la República, entre otros, son los
siguientes: el Presidente de la República es el Jefe Supremo de la Nación, Coman-
dante en jefe de las fuerzas de tierra y mar y administrador general del país;
ratifica definitivamente los tratados que tengan por objeto la unión de Nicaragua
con los Estados de Centro América; ejecuta y hace cumplir las leyes, dando los
52
Art. 67
53
Art. 68
54
Art. 69
55
Art. 7
56
Art. 71
57
Arts. 72, 74 y 75
58
Art. 73
59
Art. 76
60
Art. 84
257
decretos y órdenes conducentes sin alterar el espíritu de aquellos; nombra a los
Secretarios y Subsecretarios de Estado y demás empleados del Ejecutivo de acuerdo
a la ley; defiende el honor, independencia e integridad del país; conserva la paz y
seguridad interior; vela por la pronta y cumplida administración de justicia para lo
cual debe apoyar al Poder Judicial con la fuerza para que se cumplan sus resolu-
ciones; revoca los nombramientos de los empleados de su libre nombramiento;
conceder amnistía en receso de la Asamblea cuando lo exija la conveniencia pú-
blica, y conmuta la pena de muerte a los condenados por delitos militares; concu-
rre a la Asamblea a sesiones extraordinarias; presenta a la Asamblea por medio
de los Secretarios de Estado, un informe de todos los ramos de la administración;
celebra tratados y cualquier otra negociación diplomáticas y los somete a la ratifi-
cación de la Asamblea en la próxima legislatura; dirigi las relaciones exteriores y
nombra agentes diplomáticos y consulares; señala las rentas y reglamenta su
inversión de acuerdo con la ley; cuando se produzca invasión o rebelión y los
recursos no fueren suficientes, decreta empréstitos generales, voluntarios o for-
zosos, de todo lo cual se dará conocimiento a la Asamblea; otorga los grados
militares hasta Coronel en tiempo de paz y los de generales de División y de
Brigada en campaña, y presenta la iniciativa en tiempo de paz; manda las fuerzas
militares, las organiza y distribuye de acuerdo a la ley; en receso de la Asamblea,
declara el Estado de sitio, en casos de agresión extraña o rebelión; concede car-
tas de naturalización; fomenta la instrucción pública y difunde la enseñanza popu-
lar; sanciona y promulgar la ley y la veta; atiende la seguridad interior y defensa
exterior del país; celebra contratos y somete a ratificación de la Asamblea Legisla-
tiva los que tengan por objeto empréstitos extranjeros, colonización, navegación y
demás obras de utilidad, cuando concedan privilegios temporales o comprometan
las rentas públicas y propiedades del Estado, o cuando se dispongan de sumas
no votadas en el presupuesto; con autorización de la Asamblea declara la guerra
y hace la paz; dirige las operaciones de guerra como Jefe Supremo del ejercito y la
marina; concede las patentes, por tiempo determinado, para garantizar la propie-
dad literaria y las invenciones útiles aplicables a nuevas operaciones industriales
o perfeccionamiento de las existentes; establece un régimen especial para gober-
nar temporalmente regiones despobladas o habitadas por indígenas no civiliza-
dos; enajenar las propiedades nacionales o arrendarlas61
8. El presupuesto.
61
Art. 80
62
Arts. 97, 98 y 99
258
9. Tesoro público
Son parte del tesoro público los bienes muebles y raíces, los créditos activos y los
derechos, impuestos y contribuciones. La Tesorería General administra los fon-
dos públicos y el Tesorero es nombrado por el Poder Ejecutivo. La fiscalización de
la administración del tesoro nacional estaba a cargo de una Contaduría Mayor o
Tribunal la que examina y finiquita las cuentas de los que administren intereses
públicos. Su organización, número y atribuciones será objeto de una ley63 .
10. El Ejército
Se crea el fuero militar para los delitos puramente militares, cometidos en actual
servicio, los que serán juzgados por tribunales militares, con sujeción al Código de
la materia65 .
Los funcionarios públicos son responsables de sus actos y los miembros de los
Supremos Poderes, magistrados de las Cortes de Apelaciones, Secretarios de
Estado y Ministros Diplomáticos responderán por los delitos que se les imputan
ante la Asamblea Nacional, la cual dicta si hay lugar o no a formación de causa. Si
hay lugar el funcionario será juzgado ante los tribunales competentes y si fuere
absuelto volverá al ejercicio de sus funciones68 .
63
Arts. 100, 101, 102, 103, 104 y 105
64
Art. 106
65
Art. 109
66
Art. 110
67
Arts. 111, 112, 113 y 114
68
Arts. 116, 117 y 118
259
14. El poder judicial
En los juicios civiles las partes son libre de someter a un jurado la calificación y
decisión de los hechos y después del veredicto el juez se limita a aplicar la ley72 .
Se regulan, pues, al jurado civil y penal en esta Constitución, como en la anterior.
69
Arts. 85 y 86
70
Art. 88
71
Art. 89, El recurso de revisión en lo criminal se integró al sistema por Ley del primero de diciembre de
1911, y se interponía ante la Corte Suprema; pero el gobierno sandinista, que no concedía amnistía ni
indulto a sus adversarios políticos, lo eliminó para cerrar todas las puertas de la defensa contra las
resoluciones arbitrarias de sus dacronianos tribunales. Por ejemplo en Sentencia de las 9:30 a.m. del 6
de julio de 1988, B.J, p. y Sentencia del 18 de noviembre de 1988, B.J, p. 355, expresa que el Recurso
de Revisión estaba reglamentado en una ley que se basaba en las Constituciones Políticas que regían
anteriormente en diversas épocas, a partir de 1912, fecha en que fue dictada. Pero que ni en la
Constitución vigente ni el Estatuto sobre Derechos y Garantías de los nicaragüenses se contempla ese
recurso el cual debe ser declarado improcedente cada vez que sea entablado. Todo a pesar de lo
establecido en los artículos 46, 164 inciso 7 y 198 de la Constitución de 1988 los artículos 10 y 13
respectivamente del Pacto de San José y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las
Naciones Unidas, que permite la revisión. Posteriormente el Recurso de Revisión fue restablecido por la
Ley No. 164 de 1993, y por la Ley Orgánica del Poder Judicial recién puesta en vigor, y se interpone ante
la Sala de lo Criminal del Tribunal de Apelaciones correspondientes.
72
Art. 90
73
Art. 92
74
Art. 91
260
La administración de justicia es gratuita en todo juicio y en todas las instancias y
los funcionarios de justicia pueden requerir el auxilio de la fuerza armada o de los
ciudadanos para el cumplimiento de sus resoluciones75 .
No pueden existir más de tres instancias y el juez que conoció en una instancia no
puede conocer en cualquiera de las otras76 .
La reforma parcial o total debe ser decretada por la Asamblea Legislativa en sus
sesiones ordinarias por dos tercios de votos y se realizará por una Asamblea
Constituyente convocada para tal efecto. Pero la reforma total no podrá hacer
sino pasado diez años.77 La elección de los diputados a la Constituyente se hacía
en la misma forma que la de los Diputados a la Asamblea Legislativa y en igual
número.78
75
Art. 96
76
Art. 95
77
Art.119
78
Art. 120
79
Art.121
261
HISTORIA CONSTITUCIONAL
INDICE ONOMASTICO
A
Alonso Rubén 232
Altolaguene, León 77
Alemán, Gustavo
Alcaine, Manuel 200
Altamirano, Adolfo 217, 232
Apodaca 108
Arce, Manuel José 117, 124, 125, 126, 127, 131, 132
Argüello , Juan 105, 124, 130, 132, 133, 134, 149
Argüello, Toribio 123
Arzú, Manuel 131, 132
Arguelles, Agustín de 80, 81, 82, 88
Avilés, Agustin 216
Aycinena, Mariano de 106, 107, 127
Aycinena, Manuel 126, 127
Ayón ,Thomás 214
Alfaro, José de Jesús 175
Aristóteles 20
Azanza, José Miguel de 72
Avila, José Ignacio 103
Aguilar, Vicente 105
Adams, John 202
B
Bustamante y Guerra, José 105, 106
Bravo, Tadeo 77
Borbón, Luis Antonio de (Duque de Angulema) 101
Borbón, Carlos María Isidoro de 102
Bonaparte, Napoleón 71, 72, 73, 79, 100, 101
Bonaparte, José 72, 73
Barrundia, José Francisco 124
Barrundia, Juan 124
Buitrago, Pablo 152, 171
Beltranena Mariano 107, 124
Bolaños, Pío J. 173
Bolaños, Mariano 215
Bacah, Francisco 216, 217, 232
Belli Cortés, Enrique 215
Balladares, Pedro 216
Bonilla, Policarpo
262
Bryce, James 9
Beccaria, Césare 9
Busch, George W. 25
Barberó Santos 29
Berruezo, María Teresa 102
Bolívar, Simón 106
Barberena, Manuel 123
Benavente, Filadelfo 123
Barrios 172
Burke, Edmund 202, 203
Bonald, Louis de 202, 203
Bonilla, Policarpo 217, 218
C
Castillo, Florencio del 103
Carrera, Rafael 128, 177
Cea Bermúdez, Francisco 77, 102
Calomarde, Francisco Tadeo 102
Cerda, Manuel Antonio de la 105, 124, 132, 133, 134, 149
Cuadra, Miguel de la 133
Cósio, Joaquín de 151, 171
Castellón, Francisco 175, 176, 199, 200
Corral, Ponciano 29, 199, 200, 201
Carlos IV 71, 72, 102
Cabañas, Trinidad 177
Cole, Byron 199
Cuadra, Vicente 214
Cárdenas, Adán 214
Carazo, Evaristo 214, 215
Cuadra Pasos 215
Carrillo, Basilio 130
Carrillo, Braulio 128, 170
Cortez, Rosalío 175, 176
Coronel Matus, Manuel 217
Cleone 26
Castro, Filiberto 29
Cannon, Lee Ray 30
Cuadra Montenegro, Julio 30
Caballero, Francisco 30
Cabañas 172
Ch
Chamorro, Dionisio 200
Chavarría, Benito 216
263
Chatfield, Frederick 170
Chamorro, Fruto 152, 171, 174, 175, 176, 177, 199
Chamorro, Emiliano 30, 40
Chévez, Jorge Ulises 40
Chamorro, Pedro Joaquín 200, 214
Churchill, Winston 202
D
Díaz Zapata 176
Diodolo 26
Delgado, Matías 105
E
Estrada, José María 172, 177, 199, 200
Estrada, Juan José 30
Espiga 81
Elio, Francisco Javier 100
Esmenard 72
Escoto, Nazario 200
Escobar, Gustavo 217
Espinoza Fierro, Antonio 40
Esgueva Gómez, Antonio 149
F
Fernando VII 71m 72m 100, 101, 102, 106, 108
Flores, Cirilo 124
Flores, Cándido 150
Ferrer, Fermín 201
Filísola, Vicente 107, 129
Fernández, Venancio 130
Fonseca, Casto 151, 170, 172
Ferrara, Francisco 170
Felipe V 101
Foucault, Michel 24
Faulder, Stanley 25
G
Guardiola, Santos 171, 200
Guerrero, José 173, 176
Godoy, Manuel 74
Gaínza, Gabino 107, 129
264
Guzmán, Fernando 214, 215
Guzmán, Gustavo 217
Godoy, Paulino 216, 232
García Jerez, Nicolás 109, 129, 132
González Saravia, Miguel 109, 129, 130
Gálvez, Mariano 127, 128, 169
Galarza, Domingo 130
Gallardo, Trinidad 173
Gallardo, Ricardo 106
Gámez, José Dolores 134, 169, 173
Gilmore, Gary 25
Guandique, Anacleto 29
Groce, Leonard 30
Gallard, Abel 40
García Laguardia Jorge María
Gierker, Otto Vou 202
H
Herrera, Justo 171
Herrera, Dionisio 124, 128, 134, 149, 150
Hegel, Federico 24, 26
Hernández Mercado, Romualdo 40
Halleer, Karl Ludwig 202
Habermas, Jürgens 70
Hernández, Juan Modesto 123
Hamilton, Alexander 202
Humbolt, Wilhelm Von 202
I
Isabel II 102
Irías, Julián 217
Iturbide, Agustín de 107, 108, 129
Irigoyen, Policarpo 131
J
Jerez, Máximo 176, 177, 199, 200, 201, 213, 214
Jiménez Rubio, Francisco 151
Jerez, Vicente 151
Jesús 24
Jonvenel, Bertrand de 202
265
K
Kelsen, Hans 10
Kant, Emmanuel 24, 25
Knox 30
L
Lindo, Juan 171
Larrazabal, Antonio 103
López de la Plata, José Antonio 103
Larreynaga, Miguel 107
Loewenstein, Karl 11
Locke, John 20
López Juan 200
Lenin, Vladimir 203
Ll
Llano y Najera, Manuel del 103
Llano y Najera, Andrés del 103
M
Méndez, Bernardo 151, 170
Malespín, Francisco 171, 172
Meléndez, Pablo 130
Montenegro, José del 172, 175
Morelos 108
Madriz, Emiliano 172
Madriz, José 30, 217, 232
Muñoz, José Trinidad 171, 172, 173, 174, 175, 199, 200
Morejón, José Francisco 103
Muñoz, Tomás 123
Muñoz Torreno, Diego 80, 81
Miranda H., Ignacio 98
Murat 72, 76
Montiel, Bernabé 130
Montiel, Eduardo 216
Milla, Justo José 124, 130
Mora, José 124
Montealegre, Mariano 124
Morazán, Francisco 126, 127, 128, 151, 169, 170
Mendiola, Braulio 151
Martínez, Tomás 23, 201, 213, 214
266
Molina, Pedro 107, 128
Molina, Antonio 107
Moral, José del 77
Morales, Benito 150
Montesquieu 20, 69, 71
Mayorga, Mateo 29, 200
Matus, Ramón Ignacio 29
Moncada, José María 30
Mayorga Figueroa, Ramón 30
Molina Rodríguez, Porfirio 40
Montalván, Raúl 40
Mendoza, Manuel 123
Méndez, Mariano 200
Maistre, Joseph de 202
Machado, Salvador 216
N
Núñez, José 150, 151, 153
Novella, Francisco 108
O
Orozco, Juan de Dios 171
Ordóñez, Cleto 109, 130, 132, 134
Oviedo, Pedro 134
O’Hara, José Gabriel 105
Ortiz, Anastacio J. 216, 232
O’Donojú, Juan 108
Ortega, Daniel 11
P
Platón 24
Pérez, Manuel 171, 172
Pineda, Laureano 175, 177
Pérez de Castro, Evaristo 81
Prado, Mariano 124, 127
Pineda, Pedro B. 133
Pérez, Jerónimo 192, 213
Paz, Octavio 11
Pasos Gustavo 30
267
Q
Quiroga Lavie, Humberto 11
Quintero, César A. 32
R
Ramírez, Norberto 174
Robles, Mariano 103
Ranz Romanillos, Antonio 72, 81
Raoul, Nicolás 126
Rivas, Patricio 171, 200, 201
Rocha, Jesús de la 214
Rivas, Heliodoro 215
Rocha, Nicolás de la 130
Ruiz, Juan J. 175
Ruiz , Tomás 106
Rousseau, Juan Jacobo 20. 71, 203
Robespierce, Maximiliano 24
Rawls, John 69, 70
Riego 101
Rosales, Benito 123
Rodas, Justo 175
Reagan, Ronald 204
S
Selva, Silvestre 172
Sandoval, José León 172, 173
Sández de Tejada, Ignacio 77
Sacasa, José 103, 133, 175
Sacasa, Crisanto 103, 109, 129, 131, 132
Salas, Juan 131, 132
Salazar, José Gregorio 127
Salazar, Carmen 130
San Martín, José de 106
Sucre 106
Selva, Buenaventura 201
Somoza, Bernabé 173, 174
Sacasa, Roberto 214, 215, 216
Sánchez Agestas, Luis 80,81, 82
San Felipe y Santiago, Marqués de 77
Salinas, Sebastián 176
Silva, Hilario 30
Soto, Benito 105
268
Solís, Pedro 152
Sáenz, Blas Antonio 172
San Martín, José María 200
T
Tiffer, Raimundo 131
Tena Ramírez Felipe 7
Tucíades 26
Teodolo 26
Tatcher, Margaret 204
U
Urrutia, Carlos 107
Ulloa, Hilario 171
Ubieda, Manuel 131
Urguizo, Mario Luis de 72
V
Voltaire 24
Valladares, Tomás 171
Villacorta, Vicente 124
Valle, José Cecilio del 107, 124, 126, 127
Viteri y Ungo, Jorge 176
Vigil, Diego 170
Vásquez, Domingo 217, 218
Velazco, José Antonio 130
Valenzuela, Pedro 128
Valle, José María 172
W
Walker, William 29, 199, 200, 201
X
Xatruch, Florencio 201
Z
Zepeda, José 150, 151
Zelaya, José Santos 29, 30, 216, 217, 218, 232, 237
269
Zavala, Joaquín 214, 216
Zepeda, Hermenegildo 152, 176
Zelaya, Leandro 173
Zelaya, Gordino 173
Zimmerman, Joseph F. 51
Zamora y Castillo, Alcalá 86
Zamora, Francisco 215
INDICE ANALITICO
-A-
Actuación en Cámaras separadas 184
Administración:
Interior 188
Interna 195
De Justicia 96, 98
Local 98
Atribuciones en cámaras reunidas 160
Atribuciones en cámaras separadas 160, 161
Atribuciones del congreso 192, 193
Atribuciones del Consejo Consultivo 179, 180
Atribuciones de la Corte Suprema de Justicia 187, 188, 195
Atribuciones del Poder Ejecutivo 163, 226
Atribuciones del Poder Legislativo 241, 242, 223, 224
Atribuciones del Supremo Delegado 178, 179
Amparo, Ley 231
Analíticas, Constituciones 12
Aplicación de la Constitución 18, 19
Aportes de la Independencia al Derecho Constitucional 109, 110
Anexión a México 107, 109, 129, 130
Antecedentes Históricos 71, 72, 79, 81, 105, 109, 129, 134, 149, 153,
169, 178, 199, 201, 213, 218, 232, 235, 237
Aranjuez, Motin de 71
Argentina:
-Constitución 6
-Asamblea:
-Constituyente: 5, 6
-Legislativa: 6, 121, 241, 242
-Nacional 6
Autonomía municipal 63, 64
Autoridad de la Constitución 13, 14
270
-B-
Bicameralismo 22, 23, 160, 162, 183, 185, 185, 193, 207, 208
Burguesía 71
-C-
Costitución:
-Funciones de 8
-Clasificación de las:
Rígidas y flexibles 9
Dispersas y codificadas 9
Escritas y Consurtudinarias 9
Materiales y formales 10
Pétreas absolutas y parciales 10
Originarias y derivadas 10
Ideológicas y utilitarias 10
Normativas, nominales y semánticas 10, 11
Genéricas y analíticas 12
Definitivas y de transición 12
Contenido de la 12
Valor y autoridad de la
Como norma 13
Eficacia directa 13
Eficacia derogatoria 13
Eficacia invalidatoria 13
Eficacia interpretativa 13
Eficacia informadora 14
Desarrollo de la:
Leyes reglamentarias 14
-Leyes interpretativas 14-17
-Convenciones políticas 17
-Costumbres 17, 18
-Aplicación (interpretación judicial) 18, 19
Cambio de la:
Tipos de cambio 19
Reforma Constitucional 20
Constitucionalismo:
-Etapas 20, 22
Bicameralismo 22, 23
Estado Laico 23
Pena de muerte 23, 30
271
Presidencialismo 30, 36
Características 35, 36
Sufragio Universal y elecciones directas 36, 37
Privilegios parlamentarios y procesamiento de ciertos funcionarios públicos 37,
40
Control constitucional 40, 43
Control de la legalidad 43, 46
Estado de Emergencia 46, 47
Estado unitario 47
Democracia representativa 47, 51
Rigidez Constitucional 51, 52
Iniciativa legislativa
Concepto 52
Historia 52
Clases 52, 54
Formalidades 54
Retiro 54, 55
-Veto:
-Origen 55
-Naturaleza jurídica 55
-Objeto 55
-Motivos 55
-Tipos 56
-Trámite 56, 57
Ejército 57, 59
Interpretación de las leyes 59
Procuraduría de Derechos Humanos 59
Selección de Jueces
Carrera judicial 60
Selección por órgano especial 61
Nuestro sistema 61, 62
Soberanía 62
Doble vuelta presidencial 62
Partidos políticos 62, 63
Autonomía Municipal 63, 64
Integración 64
Trámite urgente 64
Comisiones plenas legislativas 65, 66
Comisiones de Investigación 66, 67
Diferentes tipos de leyes 67, 68
Derecho a la resistencia 68, 69
Desobediencia civil 69, 70
Constituciones de Bayona
Convocatoria y principales actores 71, 72
Tipo de Constitución 73
272
Principios:
-Liberalismo 73
-Derechos 73, 74
-Carácter confesional 74, 75
-Poder Ejecutivo 75
-Poder Legislativo 75, 76
-Poder Judicial 76
Impacto de la participación de provincias 76, 77
Constitución de Cádiz
-Guerra de Independencia 79, 80
-Proceso Constituyente 80, 81
-Tipo de Constitución 82
-Fuentes de la Constitución 82
-Principios y derechos fundamentales
Soberanía Nacional 83
División de poderes 83, 84
Derechos y libertades 84, 88
-Estado confesional 88
-Organos Constitucionales
El Rey 89, 91
Las Cortes 91, 95
-Procedimiento Legislativo 95, 96
Administración de Justicia 96, 98
Administración local 98
Gobierno de las Provincias 99
Cumplimiento y Reforma 99, 100
Vigencia 100, 102
Participación de C.A. en las Cortes de Cádiz 102, 103
Constitución Federal
Independencia de 1821 105, 107
Anexión a México 107, 109
Aportes de la Independencia al Derecho Constitucional 109, 110
Proceso Constituyente 110
Tipo de Constitución 111
Principios fundamentales 111, 113
Derechos y libertades fundamentales 112, 113
Estado Confesional 114
Poder Legislativo 114, 116
El Senado 116, 117
-Poder Ejecutivo 117, 118
-Poder Judicial 118- 119
-Sistema Electoral 119
-Formación de la ley 120
-Sanción y veto de la ley 120, 121
-Promulgación de la ley 121
273
Organización de los Estados Federados
Asamblea Legislativa 121
Poder Ejecutivo 121, 122
Consejo Representativo 122
Poder Judicial 122
Reformas a la Constitución 122, 123
Modelo en que se inspiró 123
Vigencia 123, 125
Fin de la federación 125, 128
274
Atribuciones del Poder Ejecutivo 163
Secretarios del Despacho 164
Poder Judicial
Organización y Ejercicio 164, 165
Principios generales 165
Justicia civil 165
Justicia penal 166
Responsabilidad de las supremas autoridades 166, 167
Gobierno de departamentos y pueblos 167
Cumplimiento de la Constitución y las leyes y reformas 167
275
Proyecto de Constitución de 1854
-Tipo de Constitución 190
Principios fundamentales 190
Deberes y derechos fundamentales 190, 191, 195, 196
Sistema electoral 191
Poder Legislativo 192
Deberes y atribuciones del Congrego 192, 193
Formación y promulgación de la ley 193
-Poder Ejecutivo 194
-Poder Judicial
Organización 194, 195
Atribuciones de la Corte Suprema 195
Administración interna 195
Estado confesional 195
Constitución de 1858
Antecedentes históricos 199, 201
Tipo de Constitución 202, 204
Principios fundamentales 205, 206
Derechos fundamentales 206, 207
Estado confesional 206, 207
Poder legislativo
Elección y período de diputados y senadores 207
Funcionamiento y cierre 207
Facultades del congreso en cámaras separadas 207, 208
Facultades del congreso en cámaras unidas 208
Facultades exclusivas de la cámara de senadores 208
Formación de la ley 209
-Poder Ejecutivo 209, 210
-Poder Judicial 211
Sistema electoral 211
Sistema electoral 211
Responsabilidad de los funcionarios públicos 212
Reformas a la Constitución 212
Constitución de 1893
-Antecedentes históricos 213, 218
276
Tipo de Constitución 218
Principios fundamentales 204, 205
Derechos fundamentales 205, 206
Estado confesional 206, 207
Poder Legislativo
Elección y período de diputado y senadores 207
Funcionamiento y cierre 207
Facultades del congreso en cámaras separadas 207, 208
Facultades del congreso en cámaras unidas 208
Facultades exclusivas de la cámara de senadores 208
Formación de la ley 209
Poder Ejecutivo 209, 210
Poder Judicial 211
Sistema Electoral 211
Responsabilidad de los funcionarios públicos 212
Reformas a la Constitución 212
Constitución de 1893
-Antecedentes históricos 213, 218
Tipo de constitución 218
Principios fundamentales 219
Derechos y libertades fundamentales 219, 222
Estado laico 222, 223
Poder Legislativo
Organización 223, 224
Atribuciones 224
Formación, sanción y promulgación de la ley 222, 225
-Poder Ejecutivo 225, 226
Atribuciones 226
Gobierno departamentales y municipales 226, 227
Presupuesto 228
Ejército 228
Poder Judicial 229, 230
Tesoro público 230
Leyes constitutivas
Ley de imprenta 230
Ley marcial 230
Ley electoral 231
Ley de amparo 231
277
Estado laico 240, 241
Poder Legislativo 240, 241
-Organización 241
-Atribuciones de la Asamblea legislativa 241, 242
-Formación, sanción y promulgación de la ley 242, 243
Poder Ejecutivo 243, 244
Presupuesto 244
Tesoro público 245
Ejército 245
Gobierno departamental y municipal 245
Responsabilidad de los empleados públicos 245
Poder Judicial 246, 247
Reformas a la Constitución 247
-D-
Definitivas, Constituciones 12
Democracia representativa 47, 51
Departamentos y pueblos, Gobierno de 145, 167, 226, 227, 245
Derecho
-Administrativo 7
-Económico 7
-Laboral 7
-Penal 7
-Procesal 7
Derechos 6, 7, 73
-Civiles 7
-Políticos 7
-Sociales 7
278
Derechos Humanos, Procuraduría de los 59
Derechos y libertades fundamentales 73, 74, 84, 88, 112, 13, 135, 137,
154, 156, 205, 206, 219, 222, 239, 240
Derechos y deberes del Estado 137, 138, 156, 157
Derivadas, Constituciones 10
Derogatoria, eficacia 13
Desarrollo de la Constitución 14, 19
Desobediencia civil 69, 70
Diferentes tipos de leyes 67, 68
Derecho a la resistencia 68, 69
Directa, eficacia 13
Dispersas, Constituciones 9
Directas, elecciones 36, 37
Director del Estado 162, 163, 171, 177
Doble vuelta presidencial 62
-E-
Eficacia de la Constitución
Derogatoria 13
Directa 13
Informadora 14
Interpretativa 13
Invalidatoria 13
279
-F-
Facultades de las Cámaras:
-Comunes a ambas 159, 183, 184
-Exclusivas de la Cámara de Representantes 161, 183
-Exclusivas de la Cámara del Senado 161, 162, 183, 208
-De las cámaras unidas 184, 208
-En cámaras separadas 207, 209
Fin de la Federación 125, 128
Flexibles, Constituciones 9
Formación de la ley 120, 146, 185, 193, 209, 224, 225, 242, 243
Formalidades en la iniciativa legislativa 54
Formales, Constituciones 10
Funcionarios públicos 37, 40, 166, 167, 180, 212, 245
Funciones de la Constitución 8
Fundamentales, Principios y Derechos 83, 88, 111, 113, 134, 137,
154, 156, 181, 182, 190, 191,
195, 196, 204, 206, 219, 222, 237, 240
Fuentes de la Constitución 82
Fuerzas Públicas 188
-G-
Genéricas, Constituciones 12
Gobierno de la Confederación 178
Gobierno de las provincias 99
Gobierno de los departamentos y municipios 145, 167, 226, 227, 245
Guerra civil entre Cerda y Argüello 132, 134
Guerra civil de las juntas 130, 132
Guerra de Independencia 79, 80
-I-
Ideológicas, Constituciones 10
Impacto de la Constitución de Bayona 76
Imprenta, Ley 230
Independencia, Guerra de 79, 80
Independencia de 1821 105, 107, 129, 130
Informadora, Eficacia 13
Interna, Administración 195
Interior, Administración 188
Interpretación judicial 18, 19
Interpretación de las leyes 59
-Integración 64
-Investigación, Comisiones de 66, 67
Interpretativa, Eficacia 13
280
Interpretativas, Leyes 14, 17
Invalidatoria, Eficacia 13
Iniciativa legislativa 52, 55
-J-
Judicial, Interpretación 18, 19
Judicial, Poder 76, 118, 119, 122, 142, 164, 166, 187, 188,
194, 195, 211, 229, 230, 246, 247
Judicial Carrera 60
Jueces, Selección de 60, 62
Justicia, administración 96, 98
Justicia civil 165
Justicia penal 166
-L-
Liberalismo 73
Leyes
-Reglamentarias 14
-Interpretativas 14, 17
Legislativas, Comisiones plenas 65, 66
Legislativa, Iniciativa 52, 55
Leyes, Interpretación de las 59
Leyes, Tipos de 67, 68
Legalidad, Control de la 43, 46
Laico, Estado 23, 222, 223, 240, 241
Legislativo, Poder 75, 76, 114, 116, 139, 140, 158, 162, 183, 185,
192, 193, 207, 208, 223, 224, 241, 242
Legislativo, Procedimiento 95, 96
Libertades y Derechos fundamentales 73, 74, 84, 88, 112, 113, 135, 137,
154, 156, 205, 206, 219, 222, 239, 240
Ley, Formación de la 120, 146, 185, 193, 209, 224, 225, 242, 243
Legislativa, Asamblea 6, 121, 2241, 242
Leyes Constitutivas:
-De Imprenta 230
-Marcial 230
-Electoral 231
-De Amparo 231
-M-
Monarquía 79
Absoluta 6
Constitucional 6
Bordónica 71
281
Materiales, Constituciones 10
Motivos del veto 55
Municipal, autonomía 63, 64
Modelo de la Constitución Federal 123
Marcial, Ley 230
Municipales y Departamentales, Gobierno 145, 167, 226, 227, 245
Muerte, Pena de 23, 30
-N-
Normativas, Constitucionales 10
Nominales, Constitucionales 10, 11
Norma, Valor y autoridad de la Constitución como 13
Naturaleza Jurídica del veto 55
-O-
Organo
-Legislativo ordinario 6
-Constitucionales 89, 95
Objeción de conciencia 70
Originarias, Constituciones 10
Origen del Veto 55
Objeto del veto 55
Organización de los Estados Federados 121, 122
Organización y ejercicio del Poder Judicial 164, 165, 187, 194, 195
Organización del Poder Legislativo 223, 224, 241
-P-
Poder Constituyente 5, 6
Originario 6, 7
Derivado 6
Reformado 6, 7
Permanente 6
Fundacional 6
Genuino 6
De Continuidaad 6
Poderes estamentales 71
Poder legislativo 75, 76, 114, 116, 139, 140, 158, 162, 183,
185, 192, 193, 207, 208, 223, 224, 241, 242
Poder Ejecutivo 75, 117, 118, 141, 142, 185, 187, 194, 209,
210, 225, 226, 243, 244
Poder Judicial 76, 118, 119, 122, 142, 145, 164, 165, 187, 188,
194, 195, 211, 229, 230, 246, 247
282
Poderes Constitucionales 6
Pétreas, Constituciones
-Absolutas 10
-Parciales 10
Pena de Muerte 23, 30
Presidencialismo 30, 36
Privilegios parlamentarios 37, 40
Procesamiento de funcionarios públicos 37, 40
Procuraduría de Derechos Humanos 59
Partidos Políticos 62, 63
Principios Constitucionales 73, 75, 83, 84, 111, 112, 134, 135, 153,
154, 181, 190, 204, 205, 219, 237, 239
Procedimiento legislativo 95, 96
Polarización de los partidos y de Granada y León 169
Período de los seis Directores del Estado 171, 175
Presupuesto 228, 244
-R-
Rey 5, 6
Revisión 6
Reforma Constitucional 20, 122, 123, 147, 167, 189, 196, 197,
212, 232, 235, 247
-Total 6
-Parcial 6
Rígidas, Constituciones 9
Reglamentarias, Leyes 24
Rigidez Constitucional 51, 52
Retiro de Iniciativa legislativa 54, 55
Resistencia, Derecho a la 68, 69
Representativo, Consejo 140, 141
Responsabilidad de Funcionarios 166, 167, 180, 212, 245
Representantes, Cámara 183, 185
-S-
Soberanía 5, 62, 83
Semánticas, Constituciones 11
Sufragio Universal 36, 37
Selección de Jueces 60, 62
Sistemas Constitucionales 7
Senado 116, 117, 161, 162, 160, 161, 183, 184, 207, 208
Sistema Electoral 36, 37, 62, 119, 147, 182, 183, 207, 211
Sanción de la Ley 120, 224, 242
Sesiones extraordinarios de ambas cámaras 159, 160
Suspensión de la Constitución 189
283
-T-
Titularidad
-Tipos 5
Del Rey 5
De las clases Privilegiadas 6
Del pueblo y el Rey 6
Teoría del Poder Constituyente 7
Tratado de Fontainebleu 71
Tipos de Constitución 73, 82, 111, 134, 153, 181, 190, 202, 204, 218, 237
Tipos de cambio constitucional 19
Tipos de veto 56
Tipos de leyes 67, 68
Trámite del veto 56, 57
Trámite urgente 64
Tesoro Público 230, 245
-U-
Utilitarias, Constituciones 10
Universal, Sufragio 36, 37
Unitario, Estado 47
-V-
Veto 120, 121, 146
-Origen 55
-Naturaleza jurídica 55
-Objeto 55
-Motivos 55
-Tipos 56
-Trámite 56, 57
Vigencia 100, 102, 123, 125
Valor de la Constitución 13, 14
284
INDICE
Capítulo I
Panorama Constitucional 5
Capítulo II
La Constitución de Bayona del 6 de julio de 1808 71
Capítulo III
Constitución de Cádiz de 1812 79
Capítulo IV
La Constitución Federal de 1824 105
Capítulo V
Constitución del Estado de Nicaragua de 1826 129
Capítulo VI
Constitución del Estado Independiente de 1838 149
Capítulo VII
Constituciones de 1842, 1848 y 1854 169
Capítulo VIII
Constitución Política del 19 de Agosto de 1858 199
Capítulo IX
La Constitución Política de 1893, Su Reforma de 1896 y la
Constitución de los Estados Unidos de Centroamérica de 1898 213
Capítulo X
Constitución de 1905 237
Indices 248
285