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EL CONTRATO

Es el acuerdo entre dos o más partes relacionado con un objeto de interés jurídico. Su finalidad es
crear, modificar, regular o extinguir relaciones obligatorias y constituye el acto jurídico plurilateral
por excelencia.

El contrato es indispensable para la vida en comunidad, cualquiera sea la estructura política


existente y no podemos privarnos de él, dada la función que le toca en la satisfacción de las
necesidades humanas, desde las más simples hasta las más complejas.

El jurista francés Toulemon dijo: en contrato está en la persona, como el esqueleto en la piel.
Arias parafraseando: el contrato está en la persona, como la sangre en las venas.

LA FUERZA VINCULATORIA DEL CONTRATO

El contrato tiene fuerza Vinculatoria, es decir, obliga a las partes a satisfacer las obligaciones
asumidas y, en caso de incumplimiento, el derecho contempla mecanismos encaminados a su
corrección o compensación.

No cabe confusión entre el contrato y la ley y se distinguen por su origen, sus alcances y otras
consideraciones. Loysel “se ata a los bueyes por los cuernos y a los hombres por las palabras.”

El contenido moral es una de las razones esgrimidas para explicar la fuerza vinculante del
contrato. La promesa no es obligatoria sino en la medida en que la ley lo establece, pero que esa
ley, por su parte, tiene su inspiración en la regla moral.

Kant hace notar que es el hombre quien dicta su propia ley y que a la coacción exterior se
sustituye la interior.

Pacta Sunt Servanda los pactos se han celebrado para cumplirse.

DERECHO PRIMITIVO

La contratación existió en forma rudimentaria (permuta, comodato). La aparición de la escritura es


un hecho que permitió dejar constancia de las primeras relaciones contractuales.

El contrato en su manifestación más antigua carece de connotación económica, pues, antes que
un vínculo de interés, es una alianza total y mística de los contratantes.

En esta fase del contrato juega un papel importante la forma, que se cumple mediante ceremonias
mágicas y religiosas.

DERECHO ROMANO

El vocablo contractus aparece en el derecho romano a partir del primer siglo de nuestra era.
Etimológicamente, contractus es el participio pasivo de contrahere (formar o completar un
negocio).

El vocablo contractus con el significado de una convención destinada a crear obligaciones la


encontramos en las compilaciones de Justiniano.

ELEMENTOS COMUNES A LOS CONTRATOS

1. Consentimiento de las partes: acuerdo de 2 o más personas para producir efectos jurídicos
determinados.
2. Capacidad de las partes: era la regla, la incapacidad fue la excepción.
3. El objeto: debe ser lícito, posible, procurar al acreedor una ventaja apreciable en dinero y
estar suficientemente determinado.

EL DERECHO ROMANO EN LA ÉPOCA CLÁSICA

Reconoció 4 fuentes de obligaciones: el delito, el contrato, el cuasicontrato y el cuasidelito.

El derecho romano admitió desde la época clásica al contrato como fuente de obligación.

El derecho romano clásico solo reconoció el contrato formal. De ninguna manera, el acuerdo de
voluntades desprovisto de forma podía dar lugar al surgimiento de una obligación civil.

El derecho romano reconoció al lado de los contratos, la existencia de convenciones y pactos:

1. Las convenciones: tiene un significado más amplio que el de contrato. La convención es el


género y el contrato es la especie. Estas convenciones fueron: doy para que des, hago para
que des, doy para que hagas.
2. Los pactos: son acuerdos de voluntades que no generan ningún efecto jurídico inmediato.
Los pactos eran una especie de convención que dependían de prestaciones previas, por los
cuales dos o más personas se ponían deacuerdo respecto de un mismo objeto.

Existieron los siguientes contratos:

1. Contratos verbis: formados con la ayuda de palabras solemnes.


2. Contratos re o reales: son los que se perfeccionan con la entrega de la cosa. (comodato, el
deposito, la prenda).
3. Contrato literis: se formaba mediante la inscripción en el codex. Su uso fue poco frecuente.
4. Contratos consensuales: se perfeccionaban por el solo consensus. (venta,
arrendamiento, mandato).

EL DERECHO ROMANO EN LA ÉPOCA POSCLÁSICA O JUSTINIANEO

Se considera a la voluntad d las partes como origen de las obligaciones.

En el derecho romano existieron dos principios rectores: el individualismo y el formalismo. El


primero se entiendo como la independencia del sujeto a la sociedad, excluyendo al estado de toda
intervención en las relaciones privadas.

Entre los romanos, la forma tuvo su razón de ser en la tradición, en los cultos religiosos, etc.

DERECHO MEDIEVAL

Con la caída de roma, se dicta el primer código para los visigodos y cuya redacción se atribuye a
juristas romanos.

Las principales características del contrato en esta época fueron:

- La conservación de la diferencia entre contrato y pacto.


- El consentimiento por si solo sigue siendo insuficiente para originar una obligación.
- Es formalismo es importante en los contratos.

CONCEPTO CLÁSICO DE CONTRATO

La teoría clásica del contrato se basa en dos principios fundamentales: el de la libertad contractual
y el de la autonomía de la voluntad.

1. El derecho canónico: presenta como principal atributo, la regla moral. En esta época se
introduce el principio de la buena fe.
2. La escolástica tardía: surge como producto del desarrollo comercial, con el objeto de
flexibilizar las instituciones del tráfico mercantil.
3. Derecho natural: nace en los siglos XVII y XVIII concibiendo al hombre como una
personalidad abstracta. Pone en relieve la voluntad individual. Y la esencia del contrato es el
consentimiento y la libertad contractual.

Después de la revolución francesa, se redacto el CC francés de 1804 inspirado en el derecho


natural.

AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD: AUGE Y CRISIS

La ley debe abstenerse de intervenir en las relaciones de los particulares, ya que cada individuo
tiene la facultad de crear por voluntad propia, una determinada situación jurídica que el derecho
positivo debe respetar.

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA TEORÍA CLÁSICA DE CONTRATO.

a. El libre albedrio de las partes para celebrar contratos de cualquier contenido y atribuirles los
efectos que deseen.
Según de la Puente y Lavalle, la autonomía de la libertad importa dos clases de libertades:
libertad de contratar y libertad contractual.
b. La fuerza obligatoria del contrato se impone tanto a las partes intervinientes en eel, como al
juez.

Los dos principios básicos de la teoría clásica del contrato son: la libertad de las partes para
celebrar contratos atribuyéndoles los efectos que deseen y la fuerza obligatoria del contrato para
dichas partes. Frente a estos principios, surge el dirigismo contractual, por el cual, el estado
interviene en la etapa de formación del contrato, y la teoría de la revisión de los contratos, en
donde esa intervención se da en el curso de la ejecución contractual.

El dirigismo contractual puede tener la forma de intervencionismo judicial cuando se faculta al


juez para modificar las obligaciones de las partes en los casos concretos sometidos a su decisión.

El principio de libertad contractual como el de la fuerza obligatoria de los contratos deben subsistir,
pero restringidos por un dirigismo contractual no excesivo que permita, en casos excepcionales, la
revisión de los contratos de modo tal que se eviten situaciones de injusticia sobre la base de un
principio de equilibrio o de proporcionalidad de las prestaciones.

Lacordaire: entre el fuerte y el débil, es la libertad la que oprime y la ley la que libera.

Se admite el dirigismo contractual y el intervencionismo judicial en la medida que estén destinado


a impedir el abuso y con una dosificación adecuada para que no se destruya la autonomía de la
voluntad y la libertad de contratar.

POSICIÓN DEL CÓDIGO CIVIL DE 1984

Toda persona tiene derecho a contratar con fines lícitos.

En el CC vigente se han incorporado figuras que no existían en el CC derogado, tales como la


excesiva onerosidad de la prestación y la lesión genérica considerada.

El contrato no es ni debería ser un instrumento de explotación, sino de paz y desarrollo social.


Inspiradas en una concepción humanista, la libertad de contratar y la libertad contractual se
mantienen dentro del principio de la autonomía de la voluntad.
EL LLAMADO CONTRATO FORZADO

Manuel De La Puente Y Lavalle manifiesta que: no existe el querer forzado ni la voluntad


obligatoria, pues esta es una potencia del alma que tiene su razón de ser en el libre albedrio. El
contratante siempre mantendrá su voluntad omnímoda de celebrar el contrato en las condiciones
impuestas.

LAS PARTES CONTRATANTES

La relación obligacional creada por el contrato presupone la existencia de dos o mas partes, cuyos
intereses son distintos.

Parte contractual es un centro de intereses que, por regla general, resulta integrada por una sola
persona que persigue el interés determinado… y frente a la que existe otra con respecto a la cual
haya una relación y a la que se le denomina contraparte.

Lo fundamental es que los sujetos entren en relación reciproca respecto de un contrato, esto es,
que se produzca entre ellos el fenómeno que la ley llama “acuerdo”, es decir, el consentimiento.

CAPACIDAD PARA CONTRATAR

La capacidad es la medida de la personalidad, esto es, según palabras de Carnelutti, el índice de


la participación que se concede al ser humano dentro del ordenamiento jurídico.

Capacidad de goce o capacidad jurídica o de derecho: es la abstracta posibilidad de que goza


la persona de disfrutar de todas las situaciones jurídicas previstas por el ordenamiento jurídico.
Esta capacidad comienza con el nacimiento de la persona y que no existe ningún ser humano
privado de ella. La muerte civil y la esclavitud son instituciones del pasado.

Capacidad de ejercicio: es la aptitud de una persona para celebrar, por si misma, un acto jurídico
cualquiera y, en nuestro caso, un contrato.

Si estamos frente a contratos celebrados por absolutamente incapaces, esos contratos serán
nulos. Si son incapaces relativos, son contratos anulables y susceptibles de ser subsanados por
confirmación.

CONTRATACIÓN ENTRE CÓNYUGES

La contratación entre cónyuges es posible siempre que los esposos hayan establecido un régimen
de separación de bienes o tengan bienes propios. No cabe, en cambio, respecto de los que
integran la denominada sociedad de gananciales en calidad de bienes sociales y asi lo ha
dispuesto el art. 312.

CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

- Por su estructura: típicos y atípicos.


- Por su identificación: nominados e innominados.
- Por su área: comercial, civil y especiales.
- Por su autonomía: principales, accesorios y derivados.
- Por su complejidad: simples y complejos.
- Por su función: constitutivos, modificatorios, regulatorios, extintivos.
- Por la prestación: prestación de una parte, prestaciones reciprocas, prestaciones
plurilaterales autónomas.
- Por su valoración: onerosos y gratuitos.
- Por su riesgo: conmutativos y alternos.
- Por su forma: consensuales, reales, literales y libertad de forma.
- Por el tiempo: ejecución inmediata, ejecución diferida, ejecución instantánea, de tracto
sucesivo, a plazo fijo, a plazo indeterminado.
- Por el rol que desempeñan: cambio, goce, garantía, disponibilidad o crédito, previsión o
prevención, custodia o cautelares, restitución o devolución, preparatorios, cooperación o
colaboración, asociativos y liquidativos.
- Por la manera como se forma: negociación previa y por adhesión.

Por su estructura:

- Típicos: cuando está regido por una determinada disciplina legal. La contratación no está
sujeto al criterio del numerus clausus
- Atípicos: carecen de normatividad y prevalece la ley de las partes. (contrato de pensión, de
portería, de exposición, de estacionamiento).

Por su área:

- Civiles: están disciplinados por el CC.


- Mercantiles: están sujeto a normas del código de comercio y otras leyes. Tienen por
contenido los actos de comercio.
- Especiales: presentan características propias y limitadas a situaciones concretas.

Por su autonomía:

- Principales: es aquel que no depende de otro que le precede y por lo tanto, tiene vida
propia. Es inmune a las alternativas que puede sufrir el contrato accesorio.
- Accesorio: es aquel que depende lógica y jurídicamente de otro contrato. No tiene vida
propia.
- Derivado: cuando se desprende de otro contrato.

Por su complejidad:

- Simple: su contenido es uno solo y tanto la prestación como la contraprestación se


presentan con tersura.
- Complejos: presentan factores distintos y que pueden motivar diversas formas
obligacionales, pero dentro de un mismo acto.

Por su función:

- Constitutivos: crea una situación jurídica determinada.


- Modificativo: es el que se celebra sobre la base de otro preexistente, cambiando una o
varias estipulaciones.
- Regulatorios: cuando sin alterar la obligación, las partes incorporan o eliminan
determinados aspectos relacionados con su ejecución.
- Extintivos: cuando se pone término a uno existente.

Por la prestación:

- Con prestación de una parte o prestación unilateral: cuando esta última se encuentra a
cargo de uno solo de los contratantes. Toda la carga contractual se desplaza a una parte,
en tanto la contraparte es solo un elemento pasivo.
- Con prestaciones reciprocas: cada una de las partes esta sujeta al juego de la prestación y
contraprestación.
- Con prestaciones plurilaterales autónomas: las prestaciones no son reciprocas sino
autónomas dentro del mismo contrato.
Por su valoración:

- Onerosos: cada una de las partes sufre un sacrificio, que se compensa con una ventaja.
- Gratuitos: una de las partes recibe una ventaja o beneficio en tanto que la otra soporta un
sacrificio sin contrapartida.

Por su riesgo:

- Conmutativos: cuando cada una de las partes, al momento en que se celebra, es conciente
de un hecho cierto y concreto, pues estima anticipadamente el sacrificio y la ventaja que
puede correlativamente lograr.
- Aleatorios: los contratantes parten de un hecho incierto o incognito cuyo esclarecimiento se
producirá solo con posterioridad. Estos pueden ser naturales o por acuerdo de las partes.

Por su forma:

- Consensuales: cuando es suficiente el consentimiento de las partes para que se considere


perfeccionado, sin necesidad de formalidad o requisito.
- Real: la entrega constituye un factor esencial para el mismo y es a su manera un elemento
formal.
- Literal: es aquel que consta en un documento, que puede ser tanto un instrumento público
como privado.
- Libertad de forma: constituye un modo de comportamiento que siguen las partes cuando la
ley lo autoriza, para escoger el medio que tengan por conveniente.

Por el tiempo:

- De ejecución inmediata: cuando tiene eficacia desde que se celebra, y a partir de ese
instante los derechos y obligaciones que le son inherentes se ejercitan sin mas tramite.
- De ejecución diferida: su eficacia queda en suspenso hasta el momento en que resultan
exigibles tanto los derechos como las obligaciones convenidas, de acuerdo con lo
estipulado por las partes.
- De ejecución instantánea: aquel que se agota en el acto mismo en que se ejecuta.
- De tracto sucesivo: son contratos en los que existe reiteración de actos ejecutivos,
debidamente distribuidos o repetidos.
- A plazo fijo: cuando las partes así lo han establecido. Este plazo puede estar referido a
una fecha cierta.
- De duración indeterminada: aquel en la cual las partes no han fijado plazo determinado o
determinable. Tiene un inicio pero falta el término final.

CONTRATO, CONVENCIÓN Y PACTO

La convención es el género y el contrato es la especie. Esto supone que todo contrato es una
convención, pero no toda convención es un contrato.

La convención abarca la creación, modificación, regulación y extinción de cualquier relación


jurídica incluyendo los convenios de derecho internacional público.

El pacto supone una noción mas restringida que el contrato y es accesorio o secundario a este. El
pacto es, en cuanto a su fuerza o eficacia, lo mismo que el contrato, y su diferencia tan solo
consiste en que el primero es una parte del segundo, llamándose así las condiciones que el
contrato tiene o se adjuntan.

El matrimonio no es un contrato, aunque si entra en el concepto mas amplio de la convención. En


cuanto a los esposables tampoco constituye un contrato propiamente dicho. Si bien se trata de
una promesa mutuamente aceptada, ella no genera la obligación legal de contraer el matrimonio.
La naturaleza jurídica de los esposables es sui generis.
INTERPRETACIÓN DEL CONTRATO

Diez Picazo y Gullon: Constituye una actividad dirigida a indagar y reconstruir el sentido de una
declaración negocial o de un determinado comportamiento. Es una operación indispensable para
conseguir los efecto pretendidos por el sujetos o los sujetos declarantes, y debe ser entendida
primariamente como el medio de colegir la voluntad a través de los signos empleados para
expresarnos.

Dos sistemas clásicos existentes:

- El de la voluntad, subjetivo o francés: el interprete esta en el deber de indagar cual ha sido


la voluntad interna y real y esta debe primar sobre la manifestación o acto externo
- De la declaración, objetivo o germano: lo que cuenta es la manifestación y en ella se
encontrara la voluntad real del declarante(s). Danz: no han de tomarse las palabras en su
sentido ordinario, si no que el juez a de fijarse en cada caso en las circunstancias en la que
se exteriorizan, en su contexto, con el resultado económico perseguido.

Artículo 1351.- El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear, regular, modificar o
extinguir una relación jurídica patrimonial.

*El matrimonio no es un contrato, ya que la definición contenida en el art. 1351, lo excluye


tajantemente de esta área, pues en nuestra legislación civil, la relación contractual es
exclusivamente patrimonial, en tanto que el matrimonio es extrapatrimonial por excelencia y solo
ofrece aspectos de orden material, importantes pero secundarios frente a la institución
integralmente considerada.

 El contrato es un acto jurídico plurilateral, referente a una relación jurídica obligacional de


carácter patrimonial

Artículo 1352.- Los contratos se perfeccionan por el consentimiento de las partes, excepto
aquellos que, además, deben observar la forma señalada por la ley bajo sanción de nulidad.

Artículo 1353.- Todos los contratos de derecho privado, inclusive los innominados, quedan
sometidos a las reglas generales contenidas en esta sección, salvo en cuanto resulten
incompatibles con las reglas particulares de cada contrato.

Artículo 1354.- Las partes pueden determinar libremente el contenido del contrato, siempre que no
sea contrario a norma legal de carácter imperativo.

Artículo 1355.- La ley, por consideraciones de interés social, público o ético puede imponer reglas
o establecer limitaciones al contenido de los contratos.

Artículo 1356.- Las disposiciones de la ley sobre contratos son supletorias de la voluntad de las
partes, salvo que sean imperativas.

Artículo 1357.- Por ley, sustentada en razones de interés social, nacional o público, pueden
establecerse garantías y seguridades otorgadas por el Estado mediante contrato.

Artículo 1358.- Los incapaces no privados de discernimiento pueden celebrar contratos


relacionados con las necesidades ordinarias de su vida diaria.

Artículo 1359.- No hay contrato mientras las partes no estén conformes sobre todas sus
estipulaciones, aunque la discrepancia sea secundaria.

Artículo 1360.- Es válido el contrato cuando las partes han resuelto reservar alguna estipulación,
siempre que con posterioridad la reserva quede satisfecha, en cuyo caso opera retroactivamente.
Artículo 1361.- Los contratos son obligatorios en cuanto se haya expresado en ellos. Se presume
que la declaración expresada en el contrato responde a la voluntad común de las partes y quien
niegue esa coincidencia debe probarla.

Artículo 1362.- Los contratos deben negociarse, celebrarse y ejecutarse según las reglas de la
buena fe y común intención de las partes.

Artículo 1363.- Los contratos sólo producen efectos entre las partes que los otorgan y sus
herederos, salvo en cuanto a éstos si se trata de derechos y obligaciones no trasmisibles.

Artículo 1364.- Los gastos y tributos que origine la celebración de un contrato se dividen por igual
entre las partes, salvo disposición legal o pacto distinto.

Artículo 1365.- En los contratos de ejecución continuada que no tengan plazo convencional o legal
determinado, cualquiera de las partes puede ponerle fin mediante aviso previo remitido por la vía
notarial con una anticipación no menor de treinta días. Transcurrido el plazo correspondiente el
contrato queda resuelto de pleno derecho

Artículo 1366.- No pueden adquirir derechos reales por contrato, legado o subasta pública, directa
o indirectamente o por persona interpuesta:
1.- El Presidente y los Vicepresidentes de la República, los Senadores y Diputados, los Ministros
de Estado y funcionarios de la misma jerarquía, los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y
los del Tribunal de Garantías Constitucionales, el Fiscal de la Nación y los Fiscales ante la Corte
Suprema de Justicia, los miembros del Jurado Nacional de Elecciones, el Contralor General de la
República, el Presidente y Directores del Banco Central de Reserva del Perú y el Superintendente
de Banca y Seguros, los bienes nacionales.
2.- Los Prefectos y demás autoridades políticas, los bienes de que trata el inciso anterior, situados
en el territorio de su jurisdicción.
3.- Los funcionarios y servidores del Sector Público, los bienes del organismo al que pertenecen y
los confiados a su administración o custodia o los que para ser transferidos requieren su
intervención.
4.- Los Magistrados judiciales, los árbitros y los auxiliares de justicia, los bienes que estén o hayan
estado en litigio ante el juzgado o el tribunal en cuya jurisdicción ejercen o han ejercido sus
funciones.
5.- Los miembros del Ministerio Público, los bienes comprendidos en los procesos en que
intervengan o hayan intervenido por razón de su función.
6.- Los abogados, los bienes que son objeto de un juicio en que intervengan o hayan intervenido
por razón de su profesión, hasta después de un año de concluido en todas sus instancias. Se
exceptúa el pacto de cuota litis.
7.- Los albaceas, los bienes que administran.
8.- Quienes por ley o acto de autoridad pública administren bienes ajenos, respecto de dichos
bienes.
9.- Los agentes mediadores de comercio, los martilleros y los peritos, los bienes cuya venta o
evaluación les ha sido confiada, hasta después de un año de su intervención en la operación.

Artículo 1367.- Las prohibiciones establecidas en el artículo 1366 se aplican también a los
parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad de las personas
impedidas.

Artículo 1368.- Las prohibiciones de que tratan los incisos 1, 2, 3, 7 y 8 del artículo 1366 rigen
hasta seis meses después de que las personas impedidas cesen en sus respectivos cargos.

Artículo 1369.- No rigen las prohibiciones de los incisos 6 y 7 del artículo 1366 cuando se trate del
derecho de copropiedad o de la dación en pago.
Artículo 1370.- La rescisión deja sin efecto un contrato por causal existente al momento de
celebrarlo.

Artículo 1371.- La resolución deja sin efecto un contrato válido por causal sobreviniente a su
celebración.

Artículo 1372.- La rescisión de un contrato tiene efecto desde el momento de su celebración, en


tanto que la resolución no opera retroactivamente, salvo disposición o pacto en contrario.

La resolución se invoca judicial o extrajudicialmente. En ambos casos, los efectos de la sentencia


se retrotraen al momento en que se produce la causal que la motiva.

Por razón de la resolución, las partes deben restituirse las prestaciones en el estado en que se
encontraran al momento indicado en el párrafo anterior, y si ello no fuera posible deben
rembolsarse en dinero el valor que tenían en dicho momento.

En los casos previstos en los dos primeros párrafos de este Artículo, cabe pacto en contrario. No
se perjudican los derechos adquiridos de buena fe.

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