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Dossier

La práctica lacaniana
en instituciones:
OTRA MANERA DE TRABAJAR CON NIÑOS Y JÓVENES

Textos: Vilma Coccoz


Imágenes: Máximo Parpagnoli, Roberto Falto
Texto original de la autora.

Lo verdadero es siempre nuevo - J. Lacan - tan por ideales. Habitualmente, la educación no consiste
sino en ir proponiendo la lenta y trabajosa aceptación del
imperio del discurso del amo en la regulación de nuestro
cuerpo y de nuestras relaciones a partir del sojuzgamien-
Una solución original al malestar to de las pulsiones, imperativas y antisociales.
Fue a partir de la consolidación de los estados democrá-
Desde que Freud inventó el psicoanálisis como una so- ticos y convertida la felicidad “en factor de la política”2 ,
lución original al malestar que padecemos los seres hu- cuando los poderes públicos se vieron en la necesidad
manos debido a nuestra condición de hablantes, se lle- de ofrecer alternativas institucionales (educativas y/o
varon a cabo muchos y diversos intentos destinados a terapéuticas) en todas aquellas circunstancias en que
aplicar el saber analítico al campo de la salud mental y la las dificultades de la incorporación de los menores “a la
pedagogía. Con justa razón, debido a la enorme riqueza marcha del mundo” por medio de la educación se vuel-
de “descubrimientos que el análisis nos procura sobre ven (a veces de forma transitoria, otras de manera defi-
aquello que más interesa al hombre sobre su propio ser y nitiva), inconciliables con la vida “normal”. En muchas
por las relaciones que señala entre sus más diversas acti- ocasiones, la labor que desde el inicio de la vida y hasta el
vidades”1 . El principio analítico “no hay sujeto sin Otro” final de la adolescencia tutelan los padres se interrumpe
traduce la formulación freudiana de que la psicología in- o, en casos extremos, ni siquiera llega a establecerse, y
dividual es, a la vez, social. El psicoanálisis surgió como los padres no consiguen realizar su función más elevada,
un nuevo discurso entendido como lazo social, como la de atemperar en sus hijos el desamparo consustancial
una nueva interpretación respecto a “aquello que más al ser humano. Que tiene dos aspectos: uno, “exterior”,
interesa al hombre”, su deseo y sus satisfacciones, a par- que determina la necesidad de alimento y cobijo; y otro,
tir de la consideración de la existencia del inconsciente y “interior”, vinculado a las angustias que produce el pará-
de las pulsiones. Lacan llegó a definirlo como el reverso sito del lenguaje en nuestra humana naturaleza, una ten-
del discurso del amo, cuya única meta radica en “que las dencia incomprensible a la destrucción que Freud llamó
cosas vayan bien” y por y para ello sus acciones se orien- pulsión de muerte, y que es inseparable de la vida. Res-

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imagen: Máximo Parpagnoli

pecto a esta fuerza, tan íntima como ignota, lo que los nuestras ideas sobre la educación, sobre las relaciones,
padres pueden hacer es, por estructura, limitado. Pero incluida la terapéutica. En definitiva, en nuestra manera
en la eficacia de dicha protección radica su fuerza moral, de hablar y de interpretar los síntomas, “lo que no va” en
cobran sentido los signos de amor, y se asientan los lo- la conducta de niños y jóvenes, se implica nuestra posi-
gros de la educación. ción ética, porque “no sólo el sentido de ese discurso ra-
dica en el que lo escucha, sino que es de su acogida de la
Los discursos sobre el síntoma que depende ‘quién’ lo dice”3 .
Existe una manera de hablar de los síntomas de la infancia
En la manera en que hablamos de los síntomas está com- y la adolescencia por la cual éstos son considerados “défi-
prometida la posición que tomamos a la hora de intentar cits”, anomalías, síndromes o trastornos. Esta manera de
ayudar a los pequeños y jóvenes y a sus familias a resol- concebirlos trae aparejada la hipótesis de una etiología
ver el impasse en el que pueden encontrarse en el trans- genética, neurológica, química, u otras. Son interpreta-
curso de su recorrido vital. En nuestro decir se implican ciones derivadas del paradigma cientificista, que propone

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clasificaciones universales y prescribe, por tanto, formas autistas y psicóticos que estaban a su cargo, para ellos
estandarizadas y protocolizadas de tratamiento. la palabra no producía un efecto benéfico y la estrategia
En la manera de hablar de los síntomas propia del dis- debía tenerlo en cuenta. Jacques-Alain Miller bautizó
curso psicoanalítico, y aun con muchas diferencias entre este dispositivo “práctica entre varios” y definió su fin:
autores, reconocemos una constante: los síntomas son “crear al sujeto”.
considerados “intentos de curación”, es decir que, aun- A partir de entonces se fundaron en el mundo muchas
que fallidos, están al servicio de un trabajo de “defensa” instituciones lacanianas que adoptan este principio
del sujeto frente a la angustia. La clínica psicoanalítica de funcionamiento. No sólo eso, también la inserción
toma en cuenta la “causalidad psíquica”, lo cual hace del de los psicoanalistas en las instituciones tradicionales
cambió radicalmente. Esta manera
de tratar, a la vez, el síntoma singu-
Los síntomas son considerados lar y su dimensión social en estado
de máxima dificultad o desorden
“intentos de curación” simbólico tiene como axioma que el
sujeto, incluso el autista, es efecto del
lenguaje. Sin embargo, está fuera del
discurso y se trata de “invitarle” a
“psicoanálisis una práctica subordinada por vocación a lo alojarse en él. El carácter “asocial” de los síntomas no
más particular del sujeto”4 , a su manera de afrontar la radica en la carencia de “habilidades sociales”, como
realidad insoslayable de la condición humana. Aunque pretende la psicología sino en la deslocalización 8 de la
tomen una forma muy precaria, como las llamadas eco- función simbólica del destinatario o incluso, en su ra-
lalias y estereotipias, los síntomas son el resultado de un dical ausencia. “No se trata sólo de hablar, sino de ha-
hallazgo que el niño ha realizado en un intento desespe- blarle a alguien” 9 . Cada vez que hablamos con alguien,
rado de reasegurarse ante traumas y angustias incon- invocamos, instauramos la función del destinatario
mensurables. y, así, hacemos existir la función simbólica que toma
la forma de un lazo social, de un discurso, gracias al
El síntoma particular y la institución que creemos compartir una interpretación del mundo
con los demás. Pero si esta función está deslocalizada
¿De qué manera hablar a aquéllos cuya defensa es ex- surgen, en la relación dual con los otros, fenómenos
trema, radical? ¿Cómo dialogar con los que no hablan, intrusivos, excesivos, carentes de regulación, a-nor-
o con aquéllos para quienes las palabras pueden desen- males. La función del Otro, del lenguaje y la palabra se
cadenar efectos desastrosos porque les despiertan agi- manifiestan desregulados; y aparece en primer plano
tación, violencia, mutismo? ¿Cómo dirigirse a aquéllos la vivencia del Otro del goce, persecutorio, capricho-
que no responden a la demanda o cuyas demandas son so, mortífero, que desaloja al sujeto, privándolo de su
imperiosas, exigentes, perentorias? Si la mirada y la voz enunciación y de su sitio.
pueden llegar a tener un valor persecutorio, ¿cómo ma- La institución, en la medida en que ocupa el lugar del
niobrar con ellas? Estos interrogantes de la clínica se tor- Otro, del destinatario, debe tener en consideración esta
nan acuciantes cuando el psicoanálisis se intenta aplicar realidad clínica para evitar que tome consistencia la ver-
a la terapéutica en el marco institucional, porque la di- sión amenazante del Otro que padece el sujeto y que se
mensión “asocial” del síntoma se actualiza, se agudiza muestra en su síntoma. La operación colectiva orientada
ante el reclamo de la convivencia, del “estar-con-otros”, por el psicoanálisis consiste en un tratamiento del Otro,
que es el principio de la política según H. Arendt5 . Desde destinado a vaciarlo de goce, promoviendo a cada ins-
la época de Freud los psicoanalistas han contribuido al tante su regulación para otorgar, en el mismo movimien-
trabajo institucional en múltiples formas: en hospitales, to, un lugar al sujeto, hasta entonces víctima de la exclu-
servicios de psiquiatría, centros educativos y terapéuti- sión o la segregación. Este modo de hacer institución se
cos, residencias de acogida y un largo etcétera. También, caracteriza por un estilo de respuesta, por un modo de
en el curso de lo que Lacan llama las “variaciones del presencia que alivia al sujeto de tener que defenderse sin
movimiento analítico”, fueron gestándose diversas pro- respiro, pudiendo entonces encontrar la pacificación ne-
puestas comunitarias destinadas a plasmar las distintas cesaria para dedicarse a las actividades que suscitan su
teorías de diferentes autores. (A. Freud, Klein, Manno- interés y su creatividad.
ni, Laing, Balint, etc). Sin lugar a duda, loables intentos,
pero Lacan, en su célebre Alocución sobre las psicosis del El Ciclo madrileño acerca de la práctica
niño, declaró que, en ese momento, en 1967, la cuestión lacaniana en instituciones
estaba aún en el punto cero6. Justo en esos años Lacan
inventa el objeto “a”; consiguiendo así aislar un elemen- El Departamento de Psicoanálisis con Niños del Nucep
to real de la estructura subjetiva, volviéndolo operacio- en colaboración con el Espacio de Psicoanálisis con Ni-
nal por medio de la lógica. ños de la Sede de Madrid de la ELP ha organizado un
Era pues, necesario, “instituir” algo diferente, tenien- ciclo al que han sido invitados destacados psicoanalistas
do en cuenta dicha lógica, “establecer algo nuevo, dar lacanianos, directores y responsables terapéuticos de im-
principio a una cosa” con determinación y resolu- portantes instituciones europeas. Bruno de Halleux, Ber-
ción7. Antonio Di Ciaccia lo hizo. En el año 1973, fundó nard Seynhaeve, Daniel Roy y Philippe Lacadée fueron
L’Antenne 110. Según sus propias palabras, el dispositi- invitados a exponer el estado de la clínica institucional
vo original que allí cobró forma lo aprendió de los niños que toma en consideración la última enseñanza de Lacan.

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imagen: Roberto Falto

- La Antena 110 tantas instituciones como sujetos la habitan”13 . Uno de


El Otro es “la atmósfera del sujeto, tan vital como el aire”. los principios básicos de esta operación, decía B. Seyn-
Así lo concibió Di Ciaccia al formular los principios de haeve, consiste en garantizar que “la ley no es la regla, es
una práctica que dice “sí” al síntoma del niño autista, a decir, implica descompletar al Otro, hasta agujerearlo”14
fin de concederle la seguridad que necesita para afianzar- en las vertientes del poder y del saber. En el momento en
se en la palabra y para encontrar la solución inédita que que los organismos tutelares solicitaron su reglamento
traiga consigo la regulación de su mundo subjetivo. Para interno advirtieron que nunca lo habían establecido, y
llegar a ello es preciso tener en cuenta que, según Bru- esto por la razón de que una regla requiere tener en cuen-
no de Halleux, con estos niños, se trata de “una clínica ta el caso por caso y se apoya, por tanto, en indicaciones
del objeto, una clínica donde el objeto reina soberano”10. clínicas. Así se consigue evitar la instancia del amo com-
Esto supone tomar en consideración los diferentes valo- pleto, porque se resguarda el no-todo que permite alo-
res y significados que los objetos adquieren para el niño jar lo nuevo. Y con ello no sólo se preserva el espacio de
que se defiende de la angustia causada por la palabra. elaboración de los jóvenes sino que también se consigue
Este trabajo “entre varios” se soporta en cuatro ejes que mantener en los educadores la llama del deseo, del de-
se anudan en un mismo abrochamiento. 1) Los miem- seo de saber y de constituir una comunidad de trabajo
bros del equipo, partenaires del sufriente; una “cadena viva, que no caiga en la rutina. Siempre con la idea de
humana” en la que cada operador es intercambiable que la herramienta hace la política y no a la inversa; si no
pero, en cada situación, responsable de su acto. 2) La funciona, hay que cambiarla, no puede verse frenada por
“reunión de equipo” en la que el saber se mantiene en obstáculos burocráticos ni arquitectónicos.
suspenso, permeable a las sorpresas. Cada uno aporta su
contribución a la espera de constatarlo con la producción - El taller “Crecer sin padres” de Bulgaria15 . Una de
del niño mismo. 3) La función del “director terapéutico”. las experiencias colectivas más emocionantes que se
No dirige los tratamientos ni al equipo, no es el sujeto han llevado a cabo en el marco de nuestra red “tejida con
supuesto saber. Vela porque en el trabajo institucional se el hilo del deseo”, como decía Freud, es, sin lugar a du-
respete el vacío central en el que las invenciones podrán das, el trabajo con bebés y sus cuidadores en los orfana-
inscribirse. 4) “El punto de referencia teórico-clínico”. tos de Bulgaria. Su fundador y responsable durante años,
Las enseñanzas de Freud y Lacan, con la orientación de Daniel Roy, ordenaba el surgimiento de esta experiencia
Jacques-Alain Miller11 . como un encuentro en el que pueden distinguirse: 1) Las
coordenadas imaginarias, otorgadas por la presencia de
- Le Courtil12 los cuerpos y los deseos que allí circulan. 2) Las coorde-
Hacía falta, afirma su fundador Alexander Stevens, nadas simbólicas, los significantes que enmarcan el en-
“producir una institución que albergara en su interior cuentro, o los que son llamados por dicho encuentro. 3)

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Las coordenadas reales, es decir, las fuerzas presentes, Notas


el goce de los “combatientes”. Nuestra clínica es flexi- 1 S. Freud. Nuevas Lecciones de Introducción al Psicoa-
ble, no requiere un encuadre previo, por eso no sólo es nálisis. O.C. Biblioteca Nueva. Tomo III. Madrid. 1973.
resistente a los choques sino que también los acoge. El Pág. 3190
“choque del encuentro” va a crear la institución misma. 2 J. Lacan. Seminario La ética del psicoanálisis. Paidós.
No hay que olvidar que una institución se edifica sobre el Buenos Aires. 1992.Pág. 348
agujero del encuentro. Gracias al cual es posible la aco- 3 J. Lacan. Variantes de la cura-tipo. En Obras Escogidas.
gida del sujeto, sostenida por las leyes de la hospitalidad RBA. Barcelona.2006. Pág 318
analíticas, las que vuelven caducos los llamados “crite- 4 J. Lacan, Variantes de la cura-tipo. Pág. 344
rios de admisión”16. 5 V. Coccoz. Acerca de la política. Analítica del Litoral Nº 9.
Este “lugar alfa”17 fue instituido a partir del principio Santa Fe. Argentina. 2005. Pág.64
ético, derivado de la realidad sobre la que se trabajaba, 6 A. Di Ciaccia. Inventer la psychanalyse dans l’institution.
se trataba, para estos niños, de “crecer sin padres pero En VVAA: Pertinentes de la psychanalyse appliquée. Ed
no sin Otro”. Seuil. París. 2003. Pág.83
7 Según el Diccionario RAE.
- La Demi-Lune 8 Según lo ha desarrollado Alfredo Zenoni en L’autre
Este hospital de día para adolescentes psicóticos puso en pratique clinique. Editions érès. 2009 Toulouse. Pág. 200
práctica una versión particular de la “práctica entre va- 9 J. Lacan: Seminario IV La relación de objeto y las estruc-
rios”. Una vez reconocida la necesidad de un marco, según turas freudianas. Ed. Paidós. Argentina 1994. Pág. 344
lo expone Philippe Lacadée18 , se debía contemplar la rela- 10 B.de Halleux. “Qualcosa da dire” al bambino autistico.
ción singular de cada uno con el lenguaje para resguardar Ed.Michèle. Roma. 20011. Pág. 55
el encuentro con el sujeto, favorecer su invención y auten- 11 M. Egge. El tratamiento del niño autista. Gredos. Ma-
tificar la dimensión de su acto. El “cuadro” se organiza a drid. 2008. Pág. 154-56
partir del lugar del “Consejo”, una reunión quincenal a la 12 Le Courtil es una de las instituciones fundadoras de
que son invitados tanto adultos como adolescentes. Esta RI3. Fue fundada en el año 1983. Inicialmente recibía
reunión encarna el lugar del no-saber, funciona como una niños psicóticos y, desde 1992, también se ocupa de jó-
conversación “entre varios” a partir de los distintos temas venes adultos. Le Courtil está constituido por seis sub-
registrados en el “cuaderno de bitácora”. En este cuader- conjuntos en los cuales son acogidos más de 200 niños
no cada uno puede dejar sus huellas, las de su dificultad o y jóvenes. Cada subconjunto ajusta, permanentemen-
las de su invención. El Consejo funciona como Otro barra- te, la enseñanza que extrae de su experiencia clínica
do, que permite inscribir la producción del sujeto, el men- y de la de los demás. Internado completo, internado
saje de una enunciación inédita. El “Colegio de orienta- semanal, piso comunitario, piso individual, internado
ción” funciona como el punto éxtimo que permite tratar parcial, centro de talleres, centro de día: se modulan
lo particular de cada uno más allá del Consejo gracias al las actividades según diferentes dispositivos que per-
anudamiento de la estructura triple del dispositivo. miten precisar la formas particulares de su acogida. La
primera entrevista es mantenida con el Director, Ber-
Vemos que el trabajo incansable de los psicoanalistas nard Seynhaeve que orienta al niño o al joven hacia el
en los dispositivos institucionales destinados a socorrer lugar que le conviene.
al sujeto desprotegido de la función simbólica cumple 13 A.Stevens. L’institution: pratique de l’acte. VVAA. Per-
con uno de los designios de Lacan al fundar su Escuela; tinences de la psychanalyse appliquée. Seuil. París. 2002.
el de devolver al psicoanálisis el lugar que le correspon- Pág. 91
de en nuestro mundo. 14 B.Seynhaeve. Extraído de su conferencia de Madrid
Las subjetividades del siglo XXI, conmovidas por las 15 En el marco del programa subvencionado por Médicos
sustanciales transformaciones que trae consigo una nue- del Mundo para la atención de niños y adolescentes en
va configuración de los discursos, y una vez perimido el orfanatos y otras instituciones del estado de Bulgaria.
régimen edípico, necesitan de las aportaciones de un La- 16 D. Roy. Extraído de su conferencia de Madrid
can hipermoderno19 que orientan una clínica vigorosa y 17 Según lo explicaba D. Roy, así definió J. A. Miller los
plena de sorpresas. lugares que instituye una práctica “portátil” del psi-
coanálisis: en ellos la conversación se convierte en pre-
gunta y la pregunta, en respuesta.
LA AUTORA 18 P. Lacadée: La psychanalyse impliquée dans un centre
Vilma Coccoz. A.M.E. Psicoanalista en Madrid. Miem- pour adolescents. En Pertinences de la psychanalyse
bro de la ELP y la AMP. Docente del Instituto del Campo apliquée. Seuil. París.2002. Pág. 215-16
Freudiano-NUCEP. 19 P. Lasagna. Lacan hypermoderne. La Cause Freudienne
Email: vilmacoccoz@gmail.com nº 79. Navarin Ed. París. 2011.Pág. 187

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