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EL CASTIGO DE TÁNTALO

6. Tántalo, hijo de Zeus, es el primer antepasado conocido de los Atridas. Era invitado muy a
menudo por su padre a los banquetes de los dioses hasta que un día, no contento con su suerte,
decidió robar algunos de estos manjares; además de esto, cometió un crimen aún peor, para
comprobar si era verdad que los dioses lo conocían todo, les ofreció en una comida a su propio
hijo Pélope, guisado. Todos los dioses se dieron cuenta menos Deméter, que probó un trozo del
hombro del niño. Los dioses inmediatamente resucitaron a Pélope, y le regalaron un nuevo

7. Tántalo fue condenado a sufrir un castigo eterno: sumergido en un lago hasta la altura del
pecho jamás podía beber, puesto que cuando lo intentaba, las aguas bajaban de nivel; tampoco
podía alcanzar nunca las manzanas de un árbol cuyas ramas se extendían sobre él: en el
momento en que alargaba la mano, las ramas se alejaban. Además una piedra enorme
sobresalía por encima del árbol amenazando siempre con aplastar su cabeza.

8. PÉLOPE Y LA CARRERA DE CARROS

9. Pélope, después de ser resucitado, pasó un tiempo como copero de los dioses, fue expulsado
por robar néctar y ambrosía, como su padre, y marchó a Pise, donde reinaba por entonces el rey
Enómao. Este rey tenía una hermosa hija: Hipodamía, y no quería que ésta contrajese
matrimonio. Así que desafió a los pretendientes de Hipodamía en una carrera de carros
porturno. El premio era Hipodamía; pero si los pretendientes perdían, eran castigados con la
muerte. Y perdían siempre, porque Enómao hacía que su cochero limara las ruedas de los carros
para que se rompieran

10. Cuando se presentó Pélope, la princesa se enamoró de él y sobornó al cochero de su padre


para que le cambiase los ejes de madera de su carro por otros. Durante la carrera, se rompió el
carro del rey y éste murió arrastrado por sus propios caballos. Pélope se casó entonces con
Hiopodamía, pero el cochero Mírtilo, quiso cobrarse el favoren la persona de la princesa; Pélope
le dio muerte y Mírtilo, antes de morir, le maldijo a él y a toda su descendencia. Pélope tuvo
varios hijos, entre ellos Atreo y Tiestes, los continuadores de la maldición familiar.

11. ATREO YTIESTES

12. Estos dos hermanos, instigados por su madre, mataron a Crisipo, un hermanastro suyo.
Pélope, al enterarse, los maldijo y desterró. Ambos se refugiaron en Micenas en la corte de
Esténelo. Cuando murió el rey, Atreo y Tiestes se enfrentaron por el trono. Atreo sacrificó un
carnero de su rebaño que tenía el vellón de oro, pero rellenó y guardó orgulloso la piel del
animal. Tiestes, celoso, convenció a la mujer de Atreo, de que sería su amante si le entregaba el
vellocino de oro. Después del robo, propuso a Atreo que sería rey aquél queposeyera un vellón
de oro. Atreo aceptó, sin sospechar nada, y perdió sus derechos.

13. Atreo fue coronado y Tiestes desterrado ;después de cierto tiempo, Atreo descubrió la
infidelidad de su esposa con Tiestes, arrojó a su esposa al mar y, fingiendo perdonar a su
hermano Tiestes, lo invitó a un banquete. Allí, como ya había ocurrido con su abuelo Tántalo,
fueron despedazados y guisados los propios hijos de Tiestes. Al final de la comida, Tiestes
descubrió con horror las cabezas de sus hijos. Vomitando, maldijo para siempre a los
descendientes de Atreo.

14. El oráculo aconsejó a Tiestes que si tenía un hijo con su propia hija (Pelopia), ese hijo
mataría a Atreo. Tiestes así lo hizo y el hijo, Egisto, mató a Atreo. Sin embargo, cuando Egisto
nació,fue abandonado por su madre,avergonzada de su acto incestuoso. Un pastor lo encontró y
se lo dio a Atreo ,quien lo crio como su propio hijo. Sólo cuando alcanzó la madurez reveló
Tiestes la verdad a Egisto. Egisto mató entonces a Atreo.

15. ATREO:AGAMENÓN YMENELAO

16. Asesinado Atreo, sus dos hijos, Agamenón y Menelao huyeron a Esparta. Allí conocieron a
sus mujeres, las causantes de las desgraciasp osteriores, Clitemnestra y Helena. Clitenmestra
asesinaría a su esposo y Helena escaparía más adelante con el príncipe troyano Paris. La alianza
de jefes guerreros griegos para rescatarla dio origen a una guerra.

17. Agamenón tuvo un hijo varón, Orestes, y tres hijas: Electra, Ifigenia, Crisótemis... Abandonó a
su esposa, durante los diez años que duró la guerra de Troya. La expedición no podía llevarse a
cabo porque una calma total impedía la navegación; el único remedio, según el oráculo, era que
Agamenón sacrificase lo más preciado: su hija Ifigenia; este sacrificio le costó el odio eterno de
Clitemnestra.

18. A la vuelta de la guerra, le esperaba un destino funesto: Clitemnestra lea guardaba con un
amante: Egisto. Irritada por el sacrificio de su hija, por la concubina que su esposo traía de Troya,
Casandra, y por la muerte de su primer esposo, Tántalo, hijo de Tiestes, asesinado por
Agamenón, lo recibió fingiendo alegría, y una vez dentro del hogar, lo mato.

19. LA VENGANZA DE ORESTES

20. Tras la muerte de Agamenón, Electra envió a su hermano Orestes fuera de la ciudad,
temiendo que el amante de su madre quisiera acabar también con la vida de un posible
heredero. Electra vivía en una pobreza deshonrosa, deseando siempre que regresara Orestes.
Cuando el niño fue mayor, visitó el oráculo de Delfos. Allí se le informó de que era necesario que
vengar a su padre Agamenón. Se encaminó a su patria y ofrendó un mechón de su cabello en la
tumba de su padre. Electra encontró el mechón y, llena de alegría, supuso que su hermano habia
vuelto

21. Clitemnestra estaba inquieta; había soñado que daba a luz una serpiente y sospechaba algo
malo. En efecto, su propio hijo, Orestes, sin hacer caso de sus súplicas, la mató y también a su
amante Egisto. Orestes se había vengado, pero también había cometido el horrible crimen del
matricidio. Las Erinias, espíritus vengadores, con cabellos de serpientes, cabezas de perro y alas
de murciélago, lo persiguieron por toda Grecia hasta hacerle
22. EL JUICIO DE ORESTES

23. Sólo un dios o un tribunal humano, con la suficiente categoría, podría deshacer esta
maldición. De hecho, según la tradición, este mito del juicio de Orestes sirve para dar validez a
lan ueva institución del tribunal del Areópago.

24. Orestes fue acusado en Atenas. Apolo lo defendió, alegando que la madre es sólo una
ccidente biológico y que es mucho más importante un vínculo paterno. Orestes se salvó por el
voto de Atenea, a su favor, puesto que todos los demás votos se dividieron en partes iguales.

Prólogo (vv. 1-39): El monólogo del centinela apostado en el techo de la casa de los Atrídas
espera la señal de la caída de Troya y el retorno de Agamenón. Se lamenta de las fatigas que
soporta. Ha permanecido allí agachado "como un perro" durante años, "siguiendo las
instrucciones de una mujer con corazón varonil". Lamenta los destinos de la casa, pero promete
mantenerse en silencio: "Un gran buey ha pisado mi lengua". Avista la señal y sale para avisar a
lareina.

35. Párodos (vv. 40-257): entra el coro, formado por los viejos de Argos, que confía en que
Agamenón regrese verdaderamente de Troya y evoca los antecedentes de la expedición. Se
cuenta el prodigio nefasto de las dos águilas (los Átridas Menelao y Agamenón) que matan a una
liebre preñada (Troya). Le sigue el llamado "himno a Zeus" (vv. 160-183). Continúa la narración
con la descripción de la flota aquea bloqueada en Áulide, de la lucha interna de Agamenón que
después se decide a sacrificar a su hija y del penoso sacrificio.

36. Primer episodio (vv. 258-354): Clitemnestra entra en escena, el coro inicia un diálogo con ella
preguntándole si es cierto que Troya ha caído o si es sólo un sueño de la reina. Clitemnestra
explica todo el curso de las señales luminosas de Troya a Argos.

37. Primer Estásimo (vv. 355-488): el coro entona un himno a Zeus que es alabado como aquel
que castiga al que infringe la justicia, se habla del rapto de Helena, del castigo que golpeará a los
troyanos y de los muertos de la guerra, y al final el coro pone en duda si la noticia del regreso es
verdadera.

38. Segundo episodio (vv. 503-680): entra en escena el heraldo que después de haber invocado a
la tierra patria y a los dioses da la noticia de que Troya ha caído y que Agamenón está
regresando. Es interrogado por el coro y habla de los desastres de la guerra que, sin embargo, ha
acabado con la victoria aquea. Hay una breve intervención de Clitemnestra, que entra y sale
rápidamente (vv. 587-614): afirma haber tenido razón sobre las señales y de querer esperar al
marido al que en este tiempo ha servido con lealtad. El coro quiere entonces noticias de
Menelao y el heraldo afirma que la flota al regreso

39. Segundo estásimo (vv.681-781): el coro reflexiona sobre el nombre de Helena


(como"destructora de navíos"), la compara con un león criado en una casa y que crecido causa el
desastre (la llegada de Helena a Troya) y reflexiona sobre la dike (justicia) y sobre la ate (la furia,
el enojo, el orgullo).

40. Tercer episodio (vv. 782-975): entran en un carro Agamenón y Casandra como esclava y
concubina. Esto, por supuesto, sólo sirve para enfurecer más a Clitemnestra. El coro se vuelve
hacia el rey, diciéndole que sabrá reconocer a los súbditos que le han sido leales. Agamenón
agradece a los dioses la feliz empresa. Entra Clitemnestra, que se presenta como una esposa fiel
que ha sufrido duramente la ausencia del marido. La acción principal de la obra es el agón
(contienda, desafío, disputa) entre Clitemnestra y Agamenón. Ella intenta convencerle para que
pise una alfombra púrpura. Este ceremonial que ella pretende molesta a Agamenón, porque
indicaría hibrys (soberbia) por su parte. Al final, Clitemnestra convence con palabras ambiguas

41. En la mitología griega, Casandra (en griegoantiguo, "la que enreda a los hombres”), era hija
de Hécuba y Príamo, reyes de Troya. Fue sacerdotisa de Apolo, con quien pactó, a cambio de un
encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo, cuando accedió a los arcanos
(misterios) de la adivinación, rechazó el amor del dios; éste, viéndose traicionado, la maldijo
escupiéndole en la boca: seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus profecías.
Tiempo después, ante su anuncio repetido de la inminente caída de Troya, ningún ciudadano dio
crédito a sus profesias

42. Tercer estásimo (vv. 976-1034): el coro tiene un presentimiento de muerte.

43. Cuarto episodio (vv. 1035-1330): Clitemnestra entra para convencer a Casandra de que entre,
pero esta no responde y la deja. Casandra baja del carro y comienza a lanzar gritos a Apolo,
lamentando sus desgracias y las de su ciudad. Discute con el coro si ella debe entrar o no en el
palacio, sabiendo que ella también será asesinada. Presagia un nuevo dolor que golpeará a la ya
delictiva casa de Atreo: Agamenón será asesinado por Clitemnestra en la bañera. El coro al
principio no lo entiende, interviniendo esporádicamente, después empieza a comprender. En su
discurso, describe muchas imágenes espantosas de la historia de la casa de Atreo, y, además de
anunciar el delito que cometerá Clitemnestra, profetiza la venganza de Orestes.

44. Toda la muerte deAgamenón ocurre fuera de escena. Se supone quecuando Agamenón se
está bañando en su bañera, Clitemnestra lo enreda con una ropa, tela o red, y mientras él lucha
por liberarse, ella lo apuñala repetidas veces con un pelekus. Esta muerte esmuy parecida a la de
unanimal sacrificado con tres golpes, acompañando el último con una oración a un

45. Cuarto estásimo (vv.1331-1371): el coro siente provenir de dentro de la casa los gritos de
Agamenón golpeado hasta la muerte y varios corifeos se preguntan qué hacer, cuando sale
Clitemnestra junto a los cadáveres de sumarido y de Casandra.

46. Éxodo (vv. 1371-1673): Clitemnestra entra triunfal declarando su homicidio y la justicia que
ella misma ha llevado a cabo,vengando la muerte de Ifigenia y el ultraje que Agamenón le ha
inferido llevando a casa a Casandra. El coro desea morir, maldice a Helena y a Clitemnestra, se
lamenta del destino que le hacorrespondido al rey
47. Entra Egisto con algunos guardias que está exultante por el fin del rey y por haber así
vengado los ultrajes de su padre Tieste. El coro lo maldice y Egisto lo amenaza con la prisión,
siendo él el nuevo señor de Argos. El coro invoca el retorno de Orestes, que con toda
probabilidad regresará para vengarse.

48. Egisto ordena a sus matones que intervengan, pero Clitemnestra los detiene, pues no quiere
más derramamiento de sangre: "Ya hay suficiente sufrimiento. Permitámonos ahora no ser
sangrientos". Clitemnestra y Egisto quedan con los cadáveres, felices de su victoria, mientras que
el coro sale de la escena. Antes de que lo haga le reprocha a Egisto su cobardía al no haber sido
él quién haya matado a Agamenón para vengar a Tiestes, su padre, y persuadido a Clitemnestra
de que lo haga.

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