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EDMUNDO VÁSQUEZ MARTÍNEZ

b) Títulos reales, de tradición o representativos: carta de porte o conocimiento de embarque


(Artículo 589 C. de c.) y certificado fiduciario (Artículo 612 C. de c.).

Los títulos a la orden no pueden ser títulos personales, corporativos o de participación social,
ya que el Código de Comercio señala expresamente que las acciones de las sociedades anónimas sólo
pueden ser nominativas o al portador1 (Artículo 108).

C. Ejercicio del derecho incorporado

Para que el titular de un título de crédito a la orden pueda legitimarse a efecto de ejercitar el
derecho a él incorporado, se requiere poseer el documento y haberlo adquirido mediante una serie de
endosos no interrumpida (Artículo 430 C. de c.). Son dos las circunstancias que legitiman al tenedor:
la exhibición del documento y la cadena o serie ininterrumpida de endosos hasta llegar a él. El deudor
está en la obligación de realizar la prestación a quien cumpla con ambas circunstancias. La ley dispone
que “el que paga no está obligado a cerciorarse de la autenticidad de los endosos, ni tiene facultad de
exigir que aquélla se le compruebe; pero debe verificar la identidad de la persona que presente el título
como último tenedor, y la continuidad de los endosos” (Artículo 431 C. de c.).

D.Circulación

La ley de circulación de los títulos a la orden está integrada por el endoso y por la entrega o tradición
del título (Artículo 418 C. de c.). Es esta una forma de circulación menos fácil que la de los títulos al
portador y más sencilla que la de los títulos nominativos. El endoso es el medio característico de
circulación de los títulos a la orden, determina la circulación, con efecto de autonomía respecto de los
anteriores poseedores (9), a diferencia de “la circulación por cesión que, por el contrario, hace adquirir
al cesionario del título a la orden el mismo derecho madurado en la persona del cedente y, por
consiguiente, una situación derivada” (10). La ley dispone que “la transmisión de un título a la orden
por medio diverso del endoso, subroga al adquirente en todos los derechos que el título confiera; pero
lo sujeta a todas las excepciones que se habrían podido oponer a los tenedores anteriores” (Artículo 420
C. de c.). A continuación nos ocuparemos del endoso.

E.El Endoso

a) Concepto

El endoso es una declaración puesta en el título, por la que el tenedor transmite a otra persona
el derecho incorporado al mismo. Es, como acabamos de ver, la forma típica de la circulación de los
títulos a la orden.

Algunos consideran que el endoso está integrado tanto por la declaración de voluntad formal
escrita sobre el título como la tradición o entrega del mismo al endosatario ( 11); sin embargo, debe
distinguirse una y otra cosa ya que la ley claramente las considera como

1 Nota de actualización: El artículo 108 del Código de Comercio, que en su texto original permitía la emisión
de acciones tanto nominativas como al portador, fue modificado por el artículo 71 del decreto 55-2010 e Congreso de la
República, Ley de Extinción del Dominio; pudiendo, desde el momento de la vigencia e a dicha ley en junio de 2011, emitirse
únicamente acciones nominativas.

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diferentes al decir que los títulos a la orden “se transmiten mediante endoso y entrega del título”
(Artículo 418 C. de c.). De consiguiente, reservamos nuestro concepto de endoso únicamente a la
cláusula o declaración por virtud de la cual el tenedor del título pone a otra persona en su lugar ( 12).

b) Naturaleza jurídica
El endoso es una institución propia del Derecho Mercantil y más específicamente del Derecho
de los Títulos de Crédito, acerca de cuya naturaleza jurídica se han ideado numerosas teorías. “Se ha
afirmado que es un nuevo giro, una especie de venta o cesión a la que se une una fianza, una
subdelegación con caución, un contrato sui géneris, una cesión del título y una perfección mediante la
posesión de la obligación nacida al ser el título creado” (13). Nuestro Código Civil al regular la
transmisión de las obligaciones y dentro del capítulo de la “cesión de derechos”, se refiere al endoso al
decir que, “los títulos nominativos y los documentos y efectos a la orden se transfieren por endoso”
(Artículo 1446), lo que nos puede llevar a afirmar que considera al endoso como una cesión del título
que por tener incorporados a él determinados derechos, viene a ser una forma especial de cesión de
derechos. Sin embargo, a nuestro juicio resulta más sencillo y realista explicarse el endoso como un
negocio jurídico accesorio mediante el cual una persona (endosante) hace una declaración escrita y
suscrita en el título, transfiriéndolo, ya que la ley dispone que así se transfieren los derechos inherentes
a los títulos a la orden, convirtiendo al endosatario en nuevo titular. Es pues la ley la que inviste de
derechos al nuevo poseedor y la que fija las obligaciones del endosante” (14).

Como negocio jurídico complementario de la tradición del documento, el endoso constituye


un acto unilateral, sin atribución patrimonial alguna, ya que ésta deriva de la tradición (15).

c) Caracteres
Como notas características del endoso pueden señalarse:

a’) Es un acto unilateral, ya que no requiere más que la participación del endosante
(Artículo 421 inciso 4o. C. de c.).

b’) Es un acto escrito en el título o en hoja adherida a él (Artículo 421 párrafo primero, C.
de c.).

c’) Es un acto cambiado, propio de los títulos de crédito, regulado específicamente para los
títulos a la orden (Capítulo III, del Libro III del Código de Comercio).

d’) Es un acto accesorio puesto que sólo puede hacerse si previamente existe el título a
transmitir.

e’) Es un acto incondicionado, ya que la ley establece de manera expresa que “el endoso debe
ser puro y simple. Toda condición se tendrá por no puesta. El endoso parcial será nulo”
(Artículo 423 C. de c.).

f) Es un acto indivisible, desde luego que la ley dispone la nulidad del endoso parcial
(Artículo 423 C. de c.).
g’) Es un acto que para producir sus efectos requiere la entrega del título (Artículo 418 C. dec.).*

Requisitos

Para que el endoso produzca los efectos que le son propios debe reunir los requisitos que la
ley establece. La declaración de endoso “debe constar en el título mismo o en hoja adherida a él”
(Artículo 421 C. de c.); de ordinario se extiende al dorso del documento, y debe llenar los siguientes
requisitos: lo. El nombre del endosatario (o persona a la cual se transmite el título); 2o. La clase de
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endoso; 3o. El lugar y la fecha; y, 4o. La firma del endosante (persona que transmite el título) o de la
persona que firme a su ruego o en su nombre (Artículo 421 C. de c.).

El Código de Comercio prevé la posibilidad de que se omitan algunos de esos requisitos


(endoso irregular), sin que por ello se anule la declaración de endoso (16): si se omite el nombre del
endosatario, cualquier tenedor legítimo puede llenarlo antes de la presentación del título para su
aceptación o pago; si se omite la clase de endoso, se presume que el título se transmite en propiedad; si
se omite la expresión del lugar, se presume que el endoso se hizo en el domicilio del endosante; si se
omite la fecha, se considera que el endoso se hizo el día en que el endosante adquirió el título (Artículo
422 C. de .c.). El único requisito que no es subsanable es el de la firma del endosante o de la persona
que firme a su ruego o en su nombre, ya que su falta hace que el endoso se considere inexistente
(Artículo 422 C. dec.).

e) El endoso en blanco

La ley para facilitar la circulación de los títulos de crédito, permite que el endoso pueda hacerse
en blanco con la sola firma del endosante. Mediante el endoso en blanco, cualquier tenedor puede
llenarlo con su nombre o con el de un tercero o transmitir el título sin llenar el endoso. También puede
hacerse el endoso al portador, el cual produce efectos de endoso en blanco (Artículo 424 C. de c.).

El título endosado en blanco puede pasar de mano en mano por la simple tradición del
documento, con gran economía de tiempo y sin que los sucesivos tenedores, que no dejan huella en el
documento, queden obligados en virtud de la relación contenida en el título (17).
En esta forma se logra la máxima facilidad en la circulación del título, ya que el mismo se transmite
como si fuera un título al portador, pero sin convertirse en tal (18).

El hecho de que se admita por la ley el endoso en blanco, no quiere decir que los requisitos
del endoso no deban llenarse, únicamente difiere el momento de hacerlo. En todo caso, el firmante de
un endoso en blanco muestra su propósito de obligarse conforme a las menciones con que
posteriormente se extienda el endoso, y responde a tenor de ellas (19).

f) Efectos del endoso

El endoso produce los efectos jurídicos siguientes:


a’) Un efecto traslativo que consiste en la transmisión del título (Artículo 418 C. de c.). Es
importante señalar que la sola declaración de endoso no transmite al título si no es que
va acompañada de la entrega de éste. En virtud del efecto .

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traslativo del endoso, no hay sucesión sino “reencarnación” del derecho en un nuevo titular
como consecuencia de la transmisión real del título (20).

b’) Un efecto legitimatorio que permite al tenedor del título ejercitar el derecho incorporado, siempre
que exhiba el documento y justifique su carácter de endosatario en virtud de una cadena
ininterrumpida de endosos (Artículo 43o C. de c.).

c’) Un efecto de garantía, ya que como signatario que es de un título de crédito, el endosante queda
obligado como deudor principal (Artículos 393 y 621 C. de c.). El endoso produce la adición de un
nuevo deudor principal a los anteriores (21), de tal manera que el derecho incorporado se refuerza a
cada endoso y ello contribuye a la mejor y más segura circulación del título. La obligación que
contrae el endosante es una obligación autónoma frente a todos los tenedores posteriores a él
(Artículo 426 C. de c.). Ahora bien, esta función de garantía le es de esencia al endoso, ya que la ley
permite que el endosante se libere de su obligación mediante la cláusula “sin mi responsabilidad”, u
otra equivalente, agregada al endoso (Artículo 426 C. de c.). Por virtud de la cláusula “sin mi
responsabilidad”, el endosante se libera de toda responsabilidad frente a los sucesivos tenedores del
título. Los efectos de esta cláusula son personalismos: beneficia sólo al endosante que la ha escrito,
sin disminuir en nada la responsabilidad de los endosantes precedentes ni de los subsiguientes, los
cuales sólo mediante otra cláusula idéntica pueden excluir su responsabilidad • (22). La cláusula “sin
mi responsabilidad” no es muy frecuente, porque en vez de reforzar el derecho incorporado
desacredita el título.

g) Clases de endoso
Cabe distinguir las siguientes clases de endoso:

a’) Endoso regular, pleno o traslativo, que es el que transmite la propiedad del título.

b’) Endosos irregulares o limitados, que son aquellos que presentan una falla en alguno de los efectos
del endoso (transmisión, legitimación o garantía) o se limitan dichos efectos. Entre los endosos
irregulares o limitados están:

a”) El endoso en procuración o de apoderamiento, que es el que sólo autoriza al endosatario a realizar
actos de conservación y ejercicio del derecho en interés del endosante. Esta clase de endoso se
otorga incluyendo en la declaración las cláusulas: “en procuración”, “por poder”, “al cobro”, u
otra equivalente. El endoso en procuración confiere al endosatario las facultades de un
mandatario con representación para cobrar el título judicial o extrajudicial y para endosarlo a
su vez en procuración; el mandato implícito en el endoso en procuración no termina con la
muerte o incapacidad del endosante y su revocación no produce efectos frente a tercero, sino
desde el momento en que se anote la cancelación del endoso en el título o se tenga por revocado
judicialmente (Artículo 427 C. de c.).
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b”) El endoso en garantía es el que tiene por objeto dar el título en garantía prendaria de un crédito.
La relación de garantía se expresa en la declaración de endoso con las cláusulas: “en garantía”,
“en prenda”, u otra equivalente. La inclusión de tales cláusulas en el endoso tiene un efecto
constitutivo de un derecho prendario sobre el título, de tal manera que el endoso en garantía
confiere al endosatario, los derechos de acreedor prendario. Además, le confiere las facultades
necesarias para la conservación y el ejercicio del derecho incorporado al título pignorado. El
gravamen prendario de títulos de crédito no requiere inscripción en el Registro de la Propiedad.
Finalmente, debe señalarse que, como consecuencia de ser un derecho de prenda el que
adquiere el endosatario, no se pueden oponer a él las excepciones que se hubieran podido
oponer a tenedores anteriores (Artículo 428 C. de c.)2.

h) Endosos especiales
Existen algunos endosos que sin pertenecer a una de las clases de endoso a que anteriormente hemos
hecho referencia, presentan alguna nota especial. Dentro de esta categoría tenemos:

a’) El endoso posterior al vencimiento, el cual se admite por nuestra legislación concediéndole los
mismos efectos de un endoso anterior (Artículo 429 párrafo primero, C. de c.).

b’) El endoso posterior a un protesto por falta de pago o hecho después del plazo fijado para
efectuarlo, que “no produce más que los efectos de una cesión ordinaria” (Artículo 429 párrafo
segundo, C. de c.).

c’) El endoso entre bancos, que puede hacerse con el sello que para el efecto use el endosante
(Artículo 433 C. de c.).

i) Cláusula no a la orden
La circulación del título a la orden por medio del endoso puede prohibirse por cualquier tenedor. La
ley dice a este efecto que “cualquier tenedor de un título a la orden puede impedir su ulterior endoso mediante
cláusula expresa, que surtirá el efecto de que, a partir de su fecha, el título sólo pueda transmitirse con los
efectos de una cesión ordinaria” (Artículo 419 C. de c.).

F. Transmisión por recibo


Regula el Código de Comercio la posibilidad de transmisión de un título de crédito a alguno de los
obligados, por recibo del importe del título extendido en el mismo documento o en hoja adherida a él, y le
confiere a esta forma de transmisión los efectos de un endoso sin responsabilidad (Artículo 434 C. de c.).
G. Circulación por medio diverso del endoso
Los títulos a la orden pueden circular por medio diverso del endoso (con anexa entrega del título).
Esta forma de circulación subroga al adquirente en todos los derechos que el título confiera, pero lo sujeta a
todas las excepciones que se habrían podido oponer a los tenedores anteriores (Artículo 420 C. de c.). Como
se ve, se trata propiamente de una cesión, “que produce el efecto de atribuir al cesionario el mismo derecho
del cedente y no ya un derecho autónomo”.

Una consecuencia de la transmisión no por endoso o por cesión, es que el cedente sólo responde de

Nota de actualización: Para el efecto de la prenda de títulos de crédito se deben tener en cuenta las normas de la ley de Garantías
Mobiliarias, decreto 51-2007 del Congreso de la República; especialmente su capítulo V (artículos 31 al 33), que regulan la publicidad
de las garantías de mobiliarias sobre títulos de crédito o representativos de mercaderías; lo anterior ya que de acuerdo al tenor literal del
artículo 78, de dicha ley «En las disposiciones legales en las que se haga alusión a la prenda, debe entenderse que se trata de garantía
mobiliaria por lo tanto, en lo pertinente le serán aplicables las disposiciones de esta ley.»

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la legitimidad y existencia del derecho al tiempo de la cesión (Artículo 1451 C.C.).

H. Títulos para abono en cuenta


Hemos visto que para ejercitar el derecho incorporado a un título a la orden es indispensable la
legitimación activa: exhibición del título y justificación de la posición de tenedor a través de una cadena
ininterrumpida de endosos. Esta regla general tiene como excepción el caso de los bancos que reciban títulos
para abono en cuenta del tenedor que los entregue. La ley dice a ese respecto que los bancos “podrán cobrar
dichos títulos aun cuando no estén endosados a su favor”, debiendo “anotar en el título la calidad con que
actúan y firmar por recibo el propio título o en hoja adherida” (Artículo 432 C. de c.).

L. Pérdida
El extravío, robo o destrucción total de un título de crédito a la orden da derecho a solicitar
judicialmente en la vía voluntaria, la cancelación y reposición, en su caso, del título, de conformidad con el
procedimiento que vimos anteriormente (Artículo 634 y siguientes, C. de c.).

J. Reivindicación
Los títulos a la orden pueden ser reivindicados en los casos de extravío o robo, siguiendo la regla
general que establece la ley (Artículos 653 y 654 C. de c.).

5. LOS TÍTULOS NOMINATIVOS

A. Concepto
Los títulos nominativos, también llamados directos, son los que se crean a favor de persona
determinada tanto en el título como en el registro del creador, y que se transmiten y legitiman al titular por
endoso y entrega del documento e inscripción en el referido registro.

La forma de designación del titular es la primera característica fundamental de los títulos


nominativos; la ley dice a este efecto que “son títulos nominativos los creados a favor

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de persona determinada cuyo nombre se consigna, tanto en el propio texto del documento i como en el
registro del creador” (Artículo 415 C. de c.).

El régimen de transmisión constituye una segunda nota del concepto de los títulos nominativos,
ya que se requiere del endoso (similar en todo al de los títulos a la orden), de la entrega del documento y
de la inscripción en el registro del creador. La ley dispone que los títulos nominativos “son transmisibles
mediante endoso e inscripción en el registro” (Artículo 415 C. de c.).

La tercera nota que integra el concepto del título nominativo es la referente a la manera de
producir la legitimación del titular. El Código de Comercio establece que “ningún acto u operación
referente a esta clase de títulos, surtirá efectos contra el creador o contra terceros, sino se inscribe en el
título y en el registro” (Artículo 415). Es decir, se requiere del endoso, de la entrega del documento y de
la inscripción en el registro del creador.

Como consecuencia de las tres notas que hemos comentado, la circulación de los títulos
nominativos no es tan simple como la de los títulos al portador y a la orden y por lo mismo es más
restringida.

A. Clases
En razón del derecho incorporado, los títulos nominativos pueden ser:

a) Títulos personales, corporativos o de participación social: acciones de sociedades


(Artículo 108 C. de c.).
b) Títulos de crédito en sentido estricto, obligacionales o de pago: obligaciones de las
sociedades o debentures (Artículo 545 C. de c.); cédulas hipotecarias (Artículo 860 y
siguientes, C. C.).
c) Títulos reales, de tradición o representativos: certificados fiduciarios relativos a bien
inmueble (Artículo 612 C. de c.).

Por su forma de creación los títulos nominativos regularmente son títulos seriales o de masa.

B. Ejercicio del derecho incorporado


El pasaje del título nominativo de un poseedor a otro se cumple, según ya dijimos, “además de
la tradición indispensable, mediante una doble documentación: primero, la constancia del traspaso
(endoso) que debe ser puesta en el mismo título y segundo, la inscripción en el registro del creador” (23).
El endoso se rige por las disposiciones que regulan dicha institución para los títulos a la orden,
sin que sea factible el endoso en blanco “porque éste le quitaría el carácter de nominativo al título y
porque la obligación de inscribir cada transferencia en los registros del creador es incompatible con el
endoso en blanco” y por ser inútil tal clase de endoso puesto que el derecho sobre el título no se adquiere
sin la previa inscripción del nuevo adquirente én los libros del creador (24).
Para el ejercicio del derecho incorporado a un título nominativo, se requiere que el tenedor exhiba el
título debidamente endosado y registrado en los libros del creador, es en esta forma que se produce la
legitimación activa, máxime que la ley refuerza la literalidad del título nominativo al disponer que ningún acto
u operación referente a esta clase de títulos surtirá efectos contra el creador o contra terceros, si no se inscribe
en el título y en el registro (Artículo 415 C. de c.).
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D. Registro o inscripción

Como nota característica de los títulos nominativos está la inscripción del nombre de la persona a
cuyo favor se crean, tanto en el título como en el registro del creador y la necesidad de que se inscriba la
transferencia. Para la inscripción de la transferencia resulta indispensable la cooperación del creador, ya que
los libros de registro son suyos y el acto de inscripción es también obra suya (25).

Para poder pedir el registro de la transmisión, se requiere del previo endoso del título. Es pues el
endoso el que faculta al endosatario para pedir la inscripción de la transferencia, pudiendo el creador exigir que
la firma del endosante se legalice por notario (Artículo 416 C. de c.).

El creador, salvo justa causa, no podrá negar la inscripción en su registro de la transmisión de un título
nominativo (Artículo 417 C. de c.). La inscripción de la transferencia es, para el creador del título nominativo,
una obligación que deriva del hecho mismo de la creación y emisión del título y forma parte de los derechos
del poseedor legítimo (26). Si el creador se negare a la inscripción de la transmisión, el tenedor del título puede
recurrir a la vía judicial a efecto de que, “comprobada la identidad de las partes y con el sólo examen objetivo
del título, sin entrar a indagar acerca de la legitimidad de la posesión o de la transferencia” se ordene la
inscripción (27).

E. Circulación

La ley de circulación de los títulos nominativos es la más compleja ya que está formada por el endoso,
la tradición del documento y la inscripción de la transferencia en el registro del creador (Artículo 415 C. de c.).
El endoso, como ya dijimos, se rige por las mismas disposiciones aplicables a los títulos a la orden.

La transferencia del título nominativo sólo queda perfecta cuando se ha producido la entrega del título
con su correspondiente declaración de endoso y la inscripción en el registro del creador. La declaración de
endoso y la inscripción en el registro deben ser conformes en lo que hace al nombre del adquirente del título;
estas anotaciones son aplicación del principio de “literalidad”, de ellas se deriva la voluntad del enajenante de
transferir el título a la persona en éste indicada (28).

El título nominativo también puede transferirse mediante la creación de un nuevo título de igual
contenido, a nombre del nuevo titular previo retiro de la circulación y anulación del título transferido, operación
que debe hacerse constar en el registro del creador (29).
EDMUNDO VÁSQVEZ MARTÍNEZ

F.
Pérdida

En los eventos de extravío, robo, destrucción total o parcial de un título nominativo, la ley autoriza la
cancelación y, en su caso, la reposición, sin necesidad de intervención judicial; basta que el interesado haga su
solicitud al creador, el cual, si lo juzga necesario, puede exigir el otorgamiento previo de garantía (Artículo
632 C. de c.).

G. Reivindicación

Al igual que los otros títulos de crédito, los títulos nominativos son reivindicables en los casos de extravío o
robo, procediendo la acción reinvindicatoria con el primer adquirente y contra quienes hayan adquirido el título
conociendo o debiendo conocer los vicios de la posesión de quien se los transmitió y rigiéndose dicha acción
por las reglas generales (Artículos 653 y 654 C. de c.).

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Capítulo XVIII LA LETRA DE CAMBIO

1. CONCEPTO
La letra de cambio es un título de crédito a la orden, formal y completo, que incorpora la orden
incondicional de pagar una suma determinada de dinero, a su legítimo tenedor, en el lugar y tiempo en
él establecidos.

La letra de cambio tal como hoy la conocemos y es regulada en las diversas legislaciones, se
formó evolutivamente, desde el documento notarial de reconocimiento de deuda complementado con
una carta privada dirigida por un banquero a su corresponsal, rogándole pagar determinada suma de
dinero a la persona en la misma indicada (littera cambialis), de donde se originó el nombre hasta la
unificación del Derecho cambiado (1).

Instrumento y prueba del contrato de cambio trayecticio con el requisito de la distancia loci,
en su función primitiva, la letra de cambio evoluciona al irse inventado instituciones como la aceptación,
el endoso, el aval, etc ; para concluir conformada con los principios de incorporación al título del
derecho, de literalidad, de autonomía y de abstracción. Y para culminar con la superación de los
regímenes nacionales al llegarse a los logros de la unificación del Derecho cambiario.

Hoy día la letra de cambio puede girarse no sólo de plaza aplaza, sino como pagadera en el
mismo lugar de su expedición y es un título que libre de cláusulas como la del “valor recibido” y de la
provisión de fondos, responde a los principios de incorporación, literalidad, autonomía y abstracción.

La evolución de la letra de cambio ha sido muy importante para la teoría general de los títulos
de crédito, ya que fue ella la que dio nacimiento a la mayoría de las instituciones que más tarde se
generalizaron.

Consecuencia de la generalización de instituciones que primeramente fueron propias de la letra


de cambio, es que la disciplina jurídica de ésta se haya reducido a los aspectos específicos. Al tratar
pues de la letra de cambio, lo haremos concretándonos únicamente a sus instituciones particulares,
remitiéndonos para lo demás a lo dicho en los dos capítulos anteriores.

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NATURALEZA JURIDICA
INSTITUCIONES DE DERECHO MERCANTIL

Para explicar la naturaleza jurídica de la letra de cambio se ha hecho uso de variadas figuras. Fuera de
2.lo complejo que resulta tener que considerar las diferentes relaciones que unen a las personas que
pueden vincularse cambiariamente, más difícil es encontrar la figura que pueda adecuarse a todas
esas relaciones y que merezca la aceptación general de la doctrina. Pero aparte de esta dificultad resulta
ocioso buscar una figura para adscribirla a la letra de cambio, cuando su remoto origen y su evolución,
nos hacen pensar en una figura jurídica sui generis, propia del Derecho Mercantil y ubicada dentro de
la categoría jurídica ya consagrada de los títulos de crédito.

De consiguiente, la letra de cambio tiene la naturaleza jurídica de un título de crédito y es


además el título de crédito de cuya naturaleza derivan las notas comunes a los demás y de los cuales se
distingue por sus características propias (2).

3. CARACTERES
Las notas características de la letra de cambio son:

a) Es un título a la orden, ya que se crea a favor de determinada persona, puesto que la ley
establece que “puede librarse a la orden o a cargo de un tercero o del mismo librador”
(Artículos 418 y 447 C. de c.).

b) Es un título formal, desde luego que para producir los efectos que le son propios debe
llenar los requisitos generales de los títulos de crédito y los que la ley establece para la
letra específicamente (Artículos386y 441 C. de c.). La observancia de la forma
determinada por la ley es condición esencial para la existencia de la letra (3).

c) Es un título completo, es decir, que es suficiente por sí mismo para producir todos sus
efectos, sin referencia ni necesidad de ningún otro documento.
d) Es un título abstracto, o sea, que el derecho que atribuye es independiente del negocio
jurídico que dio lugar a la creación de la letra, razón por la cual el derecho del tomador
no se ve afectado por las excepciones que deriven de los contratos que precedieron su
emisión (4).
e) Es un título incondicional cuyo cumplimiento no depende de ningún acontecimiento
futuro e incierto, ya que la ley dispone que debe contener “la orden incondicional de
pagar una suma determinada de dinero” (Artículo 441 inciso lo. C. de c).
f) Es un título que además de la obligación originaria del librador de hacer pagar la letra
puede recoger otras obligaciones cambiadas autónomas entre sí. (5).
g) Es un título revestido derigorcambiario,puestoqueestádisciplinado legalmente de tal
manera que obligados y beneficiario deben cumplir exactamente sus obligaciones y
cargas; los medios de defensa del deudor están limitados y tiene la calidad de título
ejecutivo (Artículos 619 y 630 C. de c.).

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3. ELEMENTOS PERSONALES

Los sujetos que intervienen normalmente en la letra de cambio son:

a) El librador, que es la persona que suscribe la declaración originaria o fundamental, es el


que da la orden de pagar una suma determinada de dinero. El librador es el creador del
título y por ello la ley exige su firma como requisito esencial e insubsanable (Artículo
386 inciso 5o„ C. de c.).

b) El girado o librado, que es quien recibe la orden de pagar o a quien se da dicha orden. La
ley impone como requisito esencial de la letra “el nombre del girado” (Artículo 441
inciso 2o. C. de c.). Girado o librado puede ser un tercero o el mismo librador (Artículo
447 C. de c.).

c) El aceptante, que es el girado o librado que admite mediante su firma la orden de pago
librada a su cargo, convirtiéndose así en principal obligado (Artículo 461 C. de c.).

d) El tenedor, tomador o beneficiario, que es el que tiene derecho al cobro de la suma de


dinero consignada en la letra, ya sea por haberse librado ésta a su orden o por haberla
adquirido por endoso, caso éste último en que estaríamos en presencia de un endosatario.

e) El portador, que es el actual propietario o el exhibidor de la letra.

f) El avalista, que es el que garantiza el pago de la letra como consecuencia de un aval, y el


avalado, que es la persona a cuyo favor se presta la garantía.

Librador, tomador y librado pueden ser personas distintas o bien reducirse a dos por la
confusión del librador con el tomador o con el librado. La posibilidad de confusión la admite la ley al
establecer que “la letra de cambio puede librarse a la orden o a cargo de un tercero o del mismo librador”
(Artículo 447 C. de c.), de donde pueden darse dos casos de confusión de los elementos personales de
la letra:

a) La letra girada a la propia orden, en la cual el librador reúne la doble cualidad de librador
y de tomador. “Esta forma de giro suele emplearse cuando el librador, por ser poco
conocido en la plaza donde la letra se crea, no le sea fácil encontrar una persona que se
avenga a ser tomador de la letra. Le será más fácil encontrar un tomador si gira la letra
a la propia orden y obtiene la aceptación del librado” (6) Jurídicamente no existe
diferencia alguna entre la letra girada a la propia orden y la letra girada a la orden de un
tercero.

b) La letra girada al propio cargo, o sea, aquella en que librador y girado o librado son la
misma persona. La ley dispone que en este caso “el librado quedará obligado como
aceptante, y si la letra fuere librada a cierto tiempo vista, su presentación sólo tendrá el
efecto de fijar la fecha de vencimiento”, respecto de la fecha de presentación ésta será a
más tardar el último día hábil anterior al vencimiento, comprobándose la presentación
por anotación.
4. FUNCIÓN ECONÓMICA

La letra de cambio es en la actualidad un instrumento jurídico de gran importancia que ha


coadyuvado y coadyuva de manera eficaz al desarrollo de la economía moderna ( 7)’ La importancia de
la letra radica en la múltiple función económica que es apta para realizar

a) Es medio de pago en sustitución del dinero. En este caso el deudor es quien libra la letra
y el acreedor el que la cobra (el primero actúa como librador y el segundo como
beneficiario o tomador). Cuando la letra se usa en esa función se pueden efectuar una o
muchas delegaciones de deuda que eviten otros tantos pagos en dinero. Unos ejemplos
EDMVNDo VÁSQUEZ MARTÍNEZ

ilustraran lo anterior. Caso de letra no endosada: “A tiene que pagar quinientos quetzales
a B y tiene que cobrar la misma cantidad a C”, para la cual A, (librador), libra la letra a
la orden de B (beneficiario o tomador) y a cargo de C (girado o librado). Caso de letra
endosada: “A, propietario de un hotel, entrega una letra de quinientos quetzales, con
vencimiento a noventa días, a B, representativa de una deuda contraída por A en el
suministro de pan; B, en posesión de la letra, necesita adquirir harina y para pagarla
endosa la letra a C, propietario de un molino; C, necesita trigo y lo compra a D,
comerciante en granos, endosándole la letra para pagar el precio de la compra; D,
necesita a su vez reponer sus existencias de trigo y adquiere una partida de este cereal al
agricultor E, abonando el importe de la compra mediante un nuevo endoso de la misma
letra. Si al llegar el vencimiento de la letra, A paga a E, como último endosatario de ella,
se pagarán cuatro deudas de una sola vez y se emplearán en el pago quinientos quetzales
en vez de dos mil (8).

La letra también es medio de pago en el tráfico internacional, evitando el transporte de


dinero. Esta función que históricamente se llamó cambio trayecticio, constituye hoy día
una rama de las operaciones bancarias conocido con el nombre de comercio de divisas
extranjeras (9).

b) Es medio de cobro. Para que la letra de cambio cumpla esta función, el acreedor la libra
y ordena al deudor que haga el pago (el acreedor figura como librador y el deudor como
librado).

c) Es medio de efectuar préstamo. En este caso, el que concede el préstamo actúa como
tomador o beneficiario de la letra y el prestatario como librador o como librado-aceptante
(10). La concesión de crédito que la letra significa es una concesión de crédito con
garantía y esta garantía no tiene los inconvenientes y las dificultades formales de otras
garantías (11). Es en esta función de concesión de crédito con garantía que la letra
cumple su papel de instrumento de la organización económica moderna (12). La
importancia y frecuencia de esta función de la letra de cambio la ilustran un par de
ejemplos: Una persona concede a otra un préstamo, cuyo importe debe reintegrarse seis
meses más tarde. Al recibir el capital el prestatario entrega al prestamista una letra
aceptada por su importe más los intereses, cuyo vencimiento coincide con la fecha de
restitución del préstamo; si el prestatario no paga la letra el día de su vencimiento, el
prestamista obtiene su importe ejecutándola judicialmente contra el patrimonio de su
deudor (13). Otro caso es el que a diario se realiza en el comercio: el vendedor que
encuentra un comprador de algún bien pero que no le puede pagar de inmediato, sino
que requiere de un plazo, podrá efectuar la operación mediante el giro de una letra que
el comprador acepta y cuyo vencimiento se fija para el momento convenido. Lo más
corriente en nuestro comercio es que se giren tantas letras como pagos mensuales se
hayan convenido, hasta cubrir la totalidad del precio del objeto vendido más los
intereses.

d) Es instrumento de la operación de descuento. Se llama descuento, la operación por


medio de la cual se convierte un crédito de dinero en dinero líquido (14). En esta
función, el tenedor de la letra puede convertirla en dinero efectivo antes de la fecha en
que es pagadera, endosándola a un Banco que se la abona en el acto, deduciéndole un
interés por el tiempo que falta para el pago y cobrándole una comisión por el servicio.
El Banco puede a su vez descontar la letra en otro Banco, operación que se llama
redescuento. El descuento de letras de cambio cumple un papel muy importante en el
financiamiento del comercio, ya que es la forma en que el comerciante que ha concedido
crédito a su clientela (según vimos en el literal c), puede convertir en dinero efectivo las
letras que tiene a su favor, pudiendo así financiarse para otros fines lucrativos sin tener
que estar esperando el vencimiento de las letras.
EDMVNDo VÁSQUEZ MARTÍNEZ

e) Es medio de garantía de alguna obligación, caso en el cual quien debe dar garantía
entrega la letra en depósito.

f) Es medio para la concesión de créditos de aceptación. Para abrir los “créditos de


aceptación”, el cliente gira contra el Banco una letra, éste la acepta, el cliente la
descuenta, y antes del vencimiento pone a disposición del Banco aceptante los fondos
necesarios para que la recoja y la pague. De esta manera el Banco concede crédito sin
disponer de sus propios fondos, corriendo únicamente el riesgo de que el cliente no le
entregue el importe de la letra antes del vencimiento (15).

5. REQUISITOS
La declaración cambiaria, o sea la que realiza la persona que libra la letra, debe tener una
determinada forma para que el documento produzca los efectos previstos por la ley. La esencia de esta
declaración es “la orden incondicional de pagar una suma determinada de dinero” dirigida por el librador
contra el librado a favor del tomador (Artículo 441 inciso lo, C. de c.). Esta es la declaración cambiaria
principal, junto a ella la letra puede recoger otras declaraciones cambiadas: aceptación, endoso, aval.
Todas las declaraciones cambiarías tienen la característica común de ser independientes o autónomas
unas con relación a otras, de tal manera que la circunstancia de que, por cualquier motivo, el título no
obligue a alguno de los signatarios, o a las personas que aparezcan como tales, no invalidan las
obligaciones de las demás personas que lo suscriban (Artículo 394) o sea que la nulidad de una de las
declaraciones cambiarías no afecta a la validez de las demás (16).

La eficacia de las declaraciones cambiarías depende de la reunión de determinados requisitos


o menciones que la ley establece. Dichos requisitos son, según ya vimos, generales
5. FUNCIÓN ECONÓMICA

La letra de cambio es en la actualidad un instrumento jurídico de gran importancia que ha


coadyuvado y coadyuva de manera eficaz al desarrollo de la economía moderna (7)’ La importancia de la letra
radica en la múltiple función económica que es apta para realizar

a) Es medio de pago en sustitución del dinero. En este caso el deudor es quien libra la letra y el
acreedor el que la cobra (el primero actúa como librador y el segundo como beneficiario o
tomador). Cuando la letra se usa en esa función se pueden efectuar una o muchas delegaciones
de deuda que eviten otros tantos pagos en dinero. Unos ejemplos ilustraran lo anterior. Caso
de letra no endosada: “A tiene que pagar quinientos quetzales a B y tiene que cobrar la misma
cantidad a C”, para la cual A, (librador), libra la letra a la orden de B (beneficiario o tomador)
y a cargo de C (girado o librado). Caso de letra endosada: “A, propietario de un hotel, entrega
una letra de quinientos quetzales, con vencimiento a noventa días, a B, representativa de una
deuda contraída por A en el suministro de pan; B, en posesión de la letra, necesita adquirir
harina y para pagarla endosa la letra a C, propietario de un molino; C, necesita trigo y lo
compra a D, comerciante en granos, endosándole la letra para pagar el precio de la compra;
D, necesita a su vez reponer sus existencias de trigo y adquiere una partida de este cereal al
agricultor E, abonando el importe de la compra mediante un nuevo endoso de la misma letra.
Si al llegar el vencimiento de la letra, A paga a E, como último endosatario de ella, se pagarán
cuatro deudas de una sola vez y se emplearán en el pago quinientos quetzales en vez de dos
mil (8).

La letra también es medio de pago en el tráfico internacional, evitando el transporte de dinero.


Esta función que históricamente se llamó cambio trayecticio, constituye hoy día una rama de
las operaciones bancarias conocido con el nombre de comercio de divisas extranjeras (9).

b) Es medio de cobro. Para que la letra de cambio cumpla esta función, el acreedor la libra y
ordena al deudor que haga el pago (el acreedor figura como librador y el deudor como librado).
EDMUNDO VÁSQUEZ MARTÍNEZ

c) Es medio de efectuar préstamo. En este caso, el que concede el préstamo actúa como tomador
o beneficiario de la letra y el prestatario como librador o como librado-aceptante (10). La
concesión de crédito que la letra significa es una concesión de crédito con garantía y esta
garantía no tiene los inconvenientes y las dificultades formales de otras garantías (11). Es en
esta función de concesión de crédito con garantía que la letra cumple su papel de instrumento
de la organización económica moderna (12). La importancia y frecuencia de esta función de
la letra de cambio la ilustran un par de ejemplos: Una persona concede a otra un préstamo,
cuyo importe debe reintegrarse seis meses más tarde. Al recibir el capital el prestatario entrega
al prestamista una letra aceptada por su importe más los intereses, cuyo vencimiento coincide
con la fecha de restitución del préstamo; si el prestatario no paga la letra el día de su
vencimiento, el prestamista obtiene su importe ejecutándola judicialmente
contra el patrimonio de su deudor (13). Otro caso es el que a diario se realiza ; en el
comercio: el vendedor que encuentra un comprador de algún bien pero que no le puede
pagar de inmediato, sino que requiere de un plazo, podrá efectuar la operación mediante el
giro de una letra que el comprador acepta y cuyo vencimiento se fija para el momento
convenido. Lo más corriente en nuestro comercio es que se giren tantas letras como pagos
mensuales se hayan convenido, hasta cubrir la totalidad del precio del objeto vendido más
los intereses.

d) Es instrumento de la operación de descuento. Se llama descuento, la operación


por medio de la cual se convierte un crédito de dinero en dinero líquido (14).
En esta función, el tenedor de la letra puede convertirla en dinero efectivo antes de la
fecha en que es pagadera, endosándola a un Banco que se la abona en el acto,
deduciéndole un interés por el tiempo que falta para el pago y cobrándole una comisión
por el servicio. El Banco puede a su vez descontar la letra en otro Banco, operación que
se llama redescuento. El descuento de letras de cambio cumple un papel muy importante
en el financiamiento del comercio, ya que es la forma en que el comerciante que ha
concedido crédito a su clientela (según vimos en el literal c), puede convertir en dinero
efectivo las letras que tiene a su favor, pudiendo así financiarse para otros fines
lucrativos sin tener que estar esperando el vencimiento de las letras.

e) Es medio de garantía de alguna obligación, caso en el cual quien debe dar garantía
entrega la letra en depósito.

f) Es medio para la concesión de créditos de aceptación. Para abrir los “créditos


de aceptación”, el cliente gira contra el Banco una letra, éste la acepta, el
cliente la descuenta, y antes del vencimiento pone a disposición del Banco aceptante
los fondos necesarios para que la recoja y la pague. De esta manera el Banco concede
crédito sin disponer de sus propios fondos, corriendo únicamente el riesgo de que el
cliente no le entregue el importe de la letra antes del vencimiento (15).

6. REQUISITOS

La declaración cambiada, o sea la que realiza la persona que libra la letra, debe tener una
determinada forma para que el documento produzca los efectos previstos por la ley. La esencia de esta
declaración es “la orden incondicional de pagar una suma determinada de dinero” dirigida por el librador
contra el librado a favor del tomador (Artículo 441 inciso lo, C. de c.). Esta es la declaración cambiaría
principal, junto a ella la letra puede recoger otras declaraciones cambiadas: aceptación, endoso, aval.
Todas las declaraciones cambiarías tienen la característica común de ser independientes o autónomas
unas con relación a otras, de tal manera que la circunstancia de que, por cualquier motivo, el título no
obligue a alguno de los signatarios, o a las personas que aparezcan como tales, no invalidan las
obligaciones de las demás personas que lo suscriban (Artículo 394) o sea que la nulidad de una de las
declaraciones cambiarías no afecta ala validez de
-321las demás (16).
-
EDMUNDO VÁSQUEZ MARTÍNEZ

La eficacia de las declaraciones cambiadas depende de la reunión de determinados requisitos


o menciones que la ley establece. Dichos requisitos son, según ya vimos, generales

- 322 -
INSTITUCIONES DE DERECHO MERCANTIL

para todos los títulos de crédito y especiales o propios de cada título en particular (Artículo 386 C. de c.).
Respecto de los requisitos generales que como título de crédito debe llenar la letra nos remitimos a lo dicho
en el capítulo dedicado a los Títulos de Crédito en General limitándonos aquí a tratar los requisitos que son
propios de la letra de cambio.

Los requisitos propios de la letra de cambio son:

a) El nombre o denominación de “letra de cambio” inserto en el texto del documento. Este


requisito es impuesto por la ley con carácter de obligatorio e insubsanable (Artículo 386 inciso
lo. C. de c.). El uso de expresiones tales como “giro”, “primera de cambio”, “documento
cambiario”, etc., no cumple con lo establecido por la ley, ya que la letra de cambio es un título
nominado o típico al cual se disciplina con el nombre único de “letra de cambio” (Artículos
441 y siguientes, capítulo V del libro III del Código de Comercio).

b) La orden incondicional de pagar una suma determinada de dinero (Artículo 441 inciso lo, C.
de c.). Este requisito es la parte medular de la letra de cambio. Comprende tres aspectos: la
incondicionalidad de la orden, lo que significa que no puede sujetarse a condición alguna ni
a contraprestación de parte del girado, debe ser pura y simple (17); el contenido de la orden
debe ser una suma de dinero, lo que implica que no puede recaer sobre ninguna otra cosa; la
suma de dinero debe ser determinada, razón por la cual no pueden insertarse cláusulas que
signifiquen indeterminación o simple posibilidad de determinación posterior, no puede
estipularse cláusula penal para el caso de incumplimiento y sólo se pueden pactar intereses en
las letras a la vista o a varios días vista (Artículo 442 C. de c.), ya que en este tipo de letras es
fácil determinar el monto exacto de los intereses debidos.

c) El nombre del girado (Artículo 441 inciso 2o. C. de c.). El girado o librado es la persona a
quien se dirige la orden de pago, no es ningún obligado cambiario entre tanto no haya aceptado
la letra. La identificación del girado o librado es de gran importancia ya que es a él a quien el
tomador se dirigirá para obtener el cumplimiento de la obligación incorporada a la letra. Este
es un requisito no subsanable, cabe eso si, que el librador sea al propio tiempo el girado
(Artículo 447 C. de c.). Regularmente se agrega, sin que ello sea obligatorio, el domicilio del
girado. La ley prevé la posibilidad de que el librador señale como lugar para el pago de la
letra cualquier domicilio determinado (letra domiciliada), que no sea el del girado (Artículo
448 C. de c.).

e) La forma de vencimiento (Artículo 441 C. de c.). La ley impone no sólo que la letra debe
contener como requisito la forma de vencimiento, sino que también establece los únicos tipos
de vencimiento que pueden utilizarse: a la vista, acierto tiempo vista, a cierto tiempo fecha y
a día fijo (Artículo 443 C. de c.). La letra de cambio con otras formas de vencimiento o cuyo
vencimiento no esté indicado se considerará pagadera a la vista.

Fuera de las menciones o requisitos expresamente exigidos por la ley, la letra de cambio puede
contener otras que se denominan cláusulas potestativas, que modifican alguna de las declaraciones cambiarías
normales en atención a intereses especiales de quienes intervienen en la relación- cambiada. Entre las letras
de cambio con cláusulas especiales están:
a) La letra domiciliada que es aquella en la cual el librador ha señalado como lugar de pago
cualquier domicilio determinado distinto del domicilio del girado. Los elementos de la letra
domiciliada son: que sea pagadera en lugar distinto del domicilio del girado y que la pueda
pagar un tercero (domiciliatario), que se entiende que lo hace por cuenta del principal
obligado (Artículo 448 C. de c.). La domiciliación sólo la puede hacer el librador.
b) La letra documentada, es la que mediante la inserción de las cláusulas “documentos contra
aceptación” o “documentos contra pago” o de las indicaciones “D/a.” o “D/p.” en el texto de
la letra a que se acompañen documentos, obliga al tenedor a no entregar los documentos sino
mediante la aceptación o el Epago o Vla
de
DMVND letra MdeARTÍNEZ
ÁSQUEZ cambio (Artículo 450 C. de c.). Esta clase de
letra es frecuente en las transacciones internacionales, por lo general se envía por medio de
los bancos que intervienen en las operaciones del comercio exterior.
c) La letra “con protesto”, que es la que al incluir en su anverso la cláusula “con protesto” puesta
por el creador de la letra, hace necesario el protesto (Artículo 469 C. de c.).

La letra de cambio puede también ser en blanco, si sólo tiene la firma del creador y se omiten
algunos de los otros requisitos, pudiendo cualquier tenedor legítimo llenarlos antes de presentarla para su
aceptación o para su cobro (Artículo 387 C. de c.).

5. VENCIMIENTO

Se entiende por vencimiento, la fecha u oportunidad en que la obligación contenida en la letra de


cambio será exigible.

El vencimiento es desde el punto de vista jurídico, la llegada de un término, ya que se trata de un


momento tempóral perfectamente individualizado (18), o sea, la llegada del acontecimiento futuro y de
realización cierta que suspende la exigibilidad del derecho. Además, el vencimiento es un requisito o mención
obligatoria de la letra de cambio, cuya falta se sanciona considerando a la letra en cuestión como pagadera a
la vista (Artículo 443 párrafo final, C. de c.).

La ley no se ha limitado a establecer el requisito del vencimiento, sino que además ofrece cuatro
maneras de determinar tal vencimiento, de las cuales no puede apartarse el librador (19).

Las formas de vencimiento que taxativamente establece la ley son (Artículo 443 C.
de c.):

a) A la vista, en el cual es el tenedor el que tiene la facultad de determinar el vencimiento, ya que


la letra es pagadera a su presentación. La ley establece que la presentación para el pago de la
letra a la vista deberá hacerse dentro del
INSTITUCIONES DE DERECHO MERCANTIL

año que siga a la fecha de la letra, pudiendo reducirse ese plazo si lo consigna así en la propia
letra cualquiera de los obligados; el librador puede ampliar el plazo y prohibir la presentación
antes de determinada época (Artículo 464 C de c.).
b) A cierto tiempo vista, que es un tipo de vencimiento en el que la presentación es precedida
de cierto tiempo (días o meses), que se cuentan desde la aceptación o desde el protesto. Las
letras de cambio pagaderas acierto tiempo vista deben presentarse para su aceptación dentro
del año que siga a su fecha, plazo que puede reducirse o ampliarse en igual forma que en las
letras a la vista (Artículo 451 C. de c.).
c) A cierto tiempo fecha. En este vencimiento se pueden utilizar diversas modalidades: a uno o
más días, a uno o varios meses fecha. Se entiende por fecha la de la creación de la letra y se
considera que si se libra a uno o varios meses fecha, vencerá el día que corresponda al de su
creación del mes en que debe de efectuarse el pago, si este mes no tiene día correspondiente
al de la fecha, la letra vence el día último del mes (Artículo 444 C. de c.).
d) A día fijo. Esta forma de vencimiento puede utilizarse señalando exactamente día, mes y año
o bien de otro modo indudable: principios, mediados o fines de mes. La ley establece que si
se señala el vencimiento para principios, mediados o fines de mes, se entiende por estos
términos los días primero, quince y último del mes correspondiente (Artículo 445 C. de c.).

Como requisitos del vencimiento pueden señalarse:

a) Debe ajustarse a una de las formas expresamente establecidas por la ley; el uso de otras
formas de vencimiento hace que la letra se considere pagadera a la vista (Artículo 443 párrafo
final, C. de c.).

b) Debe ser posible.

c) Debe ser cierto, ya que el acreedor cambiario tiene derecho a que el vencimiento no adolezca
de ninguna incertidumbre, de lo contrario la letra carecería de valor práctico.

d) Debe ser único, esto es, que el vencimiento de la letra ha de ocurrir en un solo día.

Las formas de vencimiento que la ley establece reúnen precisamente los requisitos de posibilidad,
certeza y unicidad.

La ley contiene algunas reglas para el cómputo de tiempo: los meses se computan de fecha a fecha,
si no hay día equivalente al de la fecha de creación de la letra, se entiende que vence el día último del mes
(Artículo 444 C. de c.); las expresiones principios, mediados o fines de mes, deben entenderse como primero,
quince y último del mes correspondiente (Artículo 445 C. de c.); ocho días, una semana, quince días, dos
semanas, una quincena o medio mes, se deben entender, “no como una o dos semanas enteras, sino como
plazo de

-324-
EDMUNDO VÁSQUEZ MARTÍNEZ

ocho o de quince días efectivos, respectivamente” (Artículo 446 C. de c.). Si el vencimiento ocurre
en día inhábil, el término se considera prorrogado hasta el primer día hábil siguiente (Artículo 396 C. de c.);
los días inhábiles intermedios se cuentan para el cómputo de los plazos; y no se comprende en ningún caso el
■ día que le sirva de partida a un término (Artículo 396 C. de c,).

Existen casos determinados por la ley, en que es posible exigir el cumplimiento de la obligación de
pago contenida en la letra de cambio, antes del vencimiento en ella consignado. Estos casos se conocen con
el nombre de vencimiento anticipado y son: cuando se ha rehusado la aceptación o éste es parcial y cuando
el librado o el aceptante fueren declarados en estado de quiebra, de liquidación judicial, de suspensión de
pagos, de concurso o de otra situación equivalente (Artículo 615 incisos lo. y 3o. C. de c.).

8.ACEPTACION

A. Concepto

La letra de cambio puede circular sin que el girado o librado tenga conocimiento de que se ha librado
una letra a su cargo. En este caso el girado permanece ajeno a la relación cambiaría; no es sujeto de obligación
alguna. En esta situación le letra circula ya que el librador es responsable de la aceptación y del pago de la
misma, sin que se pueda eximir de esta responsabilidad (Artículo 449 C. de c.). El girado no es pues obligado
cambiado ya que no ha hecho declaración, alguna. Si está dispuesto a obligarse deberá declarar en la propia
letra su voluntad de atender la orden de pago girada en su contra por el librador; esta declaración es lo que
se conoce con el nombre de aceptación.

La aceptación puede definirse como el acto por medio del cual el librado pone su firma en la letra
de cambio, manifestando así su voluntad de obligarse cambiariamente al pago de la misma.

B. Naturaleza jurídica

Jurídicamente la aceptación es una declaración unilateral de voluntad, sin contraprestación ni


expresión de causa, dirigida a exteriorizar y hacer conocer a los demás la aquiescencia del girado a la orden
incondicional de pagar una suma determinada de dinero (20).

La aceptación no es necesaria a la validez de la letra sino que es más bien una garantía suya (21). A
la responsabilidad del librador se agrega la del aceptante.

C. Caracteres

Como notas características de la aceptación se pueden señalar:

• a) Es un acto cambiario ya que aparece regulado expresamente para la letra de


INSTITUCIONES DE DERECHO MERCANTIL

cambio (Sección Segunda del Capítulo V, Título Primero del libro III d e] Código de
Comercio).

b) Es un acto escrito que debe constar en la letra misma. (Artículo 456 C. de c.) El principio de
literalidad impone esta característica.

c) Es un acto incondicional. La ley establece que “la aceptación deberá ser incondicional, pero
podrá limitarse a cantidad menor de la expresada en la letra de cambio” y que “cualquiera
otra modalidad introducida por el aceptante, equivaldrá a una negativa de aceptación, pero el
librado quedará obligado en los términos de la declaración que haya suscrito” (Artículo 459
C. de c.). El carácter incondicional de la aceptación descansa en el hecho mismo de la
finalidad de ésta: asegurar al tenedor que la letra será pagada a su vencimiento, ya que si los
efectos de la aceptación se hacen depender de un acontecimiento futuro e incierto, “la
aceptación ya no permite contar seguramente con el pago de la letra el día de su vencimiento
y pierde, por este motivo, su razón de ser” (22).

d) Es un acto accesorio, desde luego que para que pueda constar en la letra misma se requiere la
previa existencia de ésta; es la orden contenida en la letra la que se acepta.

e) Es un acto formal desde luego que la ley impone un modo para que la voluntad de aceptar se
manifieste (23). Ese modo es la escritura sobre la letra de cambio misma, por medio de la
palabra: acepto, u otra equivalente, y la firma del librado o la sola firma del librado, ya que
la ley considera a ésta como bastante para que la letra se tenga por aceptada (Artículo 446 C.
de c.).

D. Clases de aceptación
La aceptación puede ser:

a) Obligatoria o necesaria en los casos de letras de cambio pagaderas a cierto tiempo vista, ya
que el plazo se cuenta desde la fecha de la aceptación (Artículo 451 C. de c.), y si el librador,
indicándolo en la letra, convierte en obligatoria la aceptación potestativa (Artículo 452 C. de
c.).

b) Aceptación potestativa, es la que puede darse en los casos de letras de cambio libradas a día
fijo o a cierto plazo de su fecha (Artículo 452 C. de c.). El tenedor es quién decide si la letra
se acepta o no; si obtiene la aceptación incorpora una nueva obligación y si no, su derecho se
mantiene inalterable.

E. Presentación de la letra para la aceptación

Para obtener la aceptación de una letra de cambio, es necesario presentarla al girado. La presentación
es un acto del tenedor de la letra instrumentalmente indispensable para que las letras puedan ser aceptadas;
sin presentación no hay aceptación (24).

Las reglas que establece la ley en orden a la presentación a la aceptación pueden resumirse así:
En las letras a cierto tiempo vista, el tenedor tiene la facultad de determinar el momento del
vencimiento, dado que éste se principia a calcular por la fecha de la aceptación o del protesto
por falta de aceptación (25). Ahora bien, la ley obliga a la presentación a la aceptación de las
letras a cierto tiempo vista, dentro del año de su fecha y permite a cualquiera de los obligados
reducir dicho plazo consignándolo así en la letra; en la misma forma, el librador puede ampliar
el plazo y aún prohibir la presentación de la letra antes de determinada época (Artículo451 C.
dec.).
-326-
EDMUNDO VÁSQUEZ MARTÍNEZ

b) En las letras a día fijo o a cierto plazo fecha, en que la aceptación es potestativa, el librador
puede prohibir la presentación antes de una época determinada, si lo consigna así en la letra
(Artículo 452 C. de c.).

c) En las letras a día fijo o a cierto plazo fecha, el tenedor puede hacer la presentación a más tardar
el último día hábil anterior al del vencimiento (Artículo 452 párrafo segundo, C. de c.).

d) El lugar en que debe hacerse la presentación es el que aparece señalado en la letra y en la


dirección en ella designada, a falta de indicación del lugar, en el establecimiento o en la
residencia del librado y si se hubieren señalado varios lugares el tenedor podrá escoger
cualquiera de ellos (Artículo 453 C. de c.).

F. Efectos de la aceptación
El efecto primordial de la aceptación es constituir al girado o librado en principal obligado cambiado;
el aceptante queda obligado cambiariamente aún con el librador y carece de acción cambiada contra éste y
contra los demás signatarios de la letra de cambio (Artículo 461 C, dec.).

La obligación del aceptante es abstracta, totalmente desligada de su causa, dicho en otras palabras,
deriva sólo de la letra y no de los motivos que hayan determinado al girado a aceptar (26). La ley para
corroborar la abstracción de la obligación del aceptante, establece que la aceptación no supone respecto del
librador la provisión de fondos, y el aceptante podrá exigirle la entrega de ellos aún después de aceptada la
letra de cambio (Artículo 457 C. de c.).

La aceptación, al convertir al girado en principal obligado cambiario, lo hace también sujeto de la


acción cambiaría directa (Artículos 616 y 621 C. de c.), pero con la diferencia respecto de los demás deudores
principales, de que carece de acción cambiaría contra el librador y contra los demás signatarios de la letra
(Artículo 461 C. de c.).

Otro efecto de la aceptación es fijar la obligación del aceptante de tal manera que se hace inalterable.
La ley dispone que la obligación del aceptante no se alterará por quiebra, interdicción o muerte del librador,
aúnen el caso de que haya acontecido antes de la aceptación (Artículo 462 C. dec.).

G. Falta de aceptación

El girado o librado no está obligado a aceptar la letra, puede rehusarse a ello. La negativa del girado
a la aceptación trae como consecuencia principal la de dejarlo fuera

327 -
INSTITUCIONES DE DERECHO MERCANTIL

del círculo cambiarlo (27). El hecho de la no aceptación de la letra de cambio no afecta la conservación de
los derechos cambiados frente a los signatarios de la misma, siempre que ei tenedor haya cumplido con la
presentación en tiempo.

Si la letra es “con protesto”, la presentación y la falta de aceptación deben comprobarse únicamente


por medio del protesto, el cual no podrá ser suplido por ningún otro acto (Artículo 471 C. de c.). Si por el
contrario la letra no tiene la referida cláusula el protesto no será necesario, lo cual no dispensa al tenedor de
la letra de la obligación de presentarla, ni en su caso, de dar aviso de la falta de aceptación a los obligados en
vía de regreso, pero la prueba de la falta de presentación oportuna corre a cargo de quien la invoque en contra
del tenedor (Artículo 470 C. de c.).

La falta de aceptación produce el vencimiento anticipado de la letra de cambio y da derecho al


ejercicio de la acción cambiaría contra cualquiera de los signatarios de la misma (Artículos 615 inciso lo. y
621 C. de c.).

Otra forma de rehusar la aceptación es tachándola; a este efecto dispone la ley que “se considera
rehusada la aceptación que el librado tache, antes de devolver la letra de cambio al tenedor (Artículo 460 C.
de c.).

9.PAGO

A. Concepto
Se entiende por pago, el cumplimiento efectivo de la obligación. La letra de cambio incorpora la
obligación de pagar una suma determinada de dinero a su vencimiento, obligación que se cumple mediante
la entrega al tenedor de la letra, de la referida suma de dinero.

El valor económico de la letra de cambio, descansa sencillamente en la posibilidad de obtener en su


día, el cumplimiento de la orden incondicional de pagar la suma de dinero en ella consignada (28). De ahí la
importancia de las disposiciones que regulan el pago.

El pago de la letra de cambio puede definirse como el exacto cumplimiento, por parte del
cambiariamente obligado, de la prestación dineraria contenida en la letra.

B. Naturaleza jurídica
El pago es jurídicamente uno de los modos de cumplimiento de las obligaciones (Capítulo VI,
párrafo I, Título II, Libro V, primera parte, del Código Civil). Es precisamente el cumplimiento voluntario
de la obligación que tiene por objeto una suma de dinero.

Se considera que el cumplimiento es un acto real de extinción que libera al deudor porque así
convierte en realidad la prestación debida (29). Es un acto jurídico con el cual queda inmediatamente actuada
la voluntad de cumplir.

C. Presentación de la letra al pago


Si el pago de la letra de cambio es el exacto cumplimiento de la prestación dineraria en ella
contenida, el obligado a tal cumplimiento se encuentra, a diferencia de lo que

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EDMUNDO VÁSQUEZ MARTÍNEZ

normalmente ocurre en el Derecho Civil, con que el acreedor (tenedor de la letra) debe presentarla
para su pago el día de su vencimiento o dentro de los dos días hábiles siguientes (Artículo 463 C. de c.). El
pago de la letra no puede ser realizado sin la cooperación del acreedor (30).

El tenedor de la letra tiene, de conformidad con lo dicho, la carga de presentar la letra para su pago,
ya que tiene aplicación aquí la regla general de los títulos de crédito, según la cual, “el tenedor de un título
de crédito, para ejercer el derecho que en él se consigna, tiene la obligación de exhibirlo y entregarlo en el
momento de ser pagado” (Artículo 389 C. de c.). Al tenedor compete una carga y al obligado un derecho, los
cuales dan a la letra de cambio la naturaleza de un documento de presentación.

La presentación de la letra al pago puede definirse como el acto jurídico del acreedor cambiario
(tenedor), que consiste en la exhibición material de la letra de cambio, hecha al deudor en el tiempo y lugar
en ella o en la ley establecidos, a efecto de obtener su pago.

La presentación al pago es un acto jurídico, ya que se trata de un acontecimiento voluntario,


realizado por el acreedor cambiario (tenedor o portador), con la finalidad de determinar un resultado (el
pago), resultado que se toma en consideración por el derecho (se cumple la obligación)

El acto de presentación no puede ser suplido por ningún otro, debe hacerse como ya se dijo, el día
del vencimiento de la letra o dentro de los dos días hábiles siguientes. Presentar la letra a una Cámara de
Compensación, equivale a presentarla al pago (Artículo 463 C. de c.). Si se trata de letras a la vista, la
presentación para el pago, ya que vencen en el acto de la presentación, debe hacerse dentro del año que siga
a la fecha de la letra, pudiendo cualquiera de los obligados reducir el plazo si lo consigna así en la letra; el
librador, puede, en la misma forma, ampliar el plazo o prohibir la presentación antes de determinada época
(Artículo 464
C. de c.).

El lugar de presentación es regularmente el domicilio del librado el cual viene consignado en la


propia letra (Artículo 386 inciso 4o, C. de c.). La ley autoriza al librador a señalar como lugar de pago
cualquier domicilio determinado, en cuyo caso será lugar de presentación el domicilio señalado (letras
domiciliadas) (Artículo 448 C. de c.).

La presentación de la letra al pago produce los siguientes efectos:

a) Determina con respecto del librado a su acreedor cambiario;

b) Coloca al aceptante en aptitud de pagar la letra; y


c) Origina, en caso de incumplimiento y de letra con cláusula con protesto, la necesidad de
protestarla.

A. Clases de pago
Hay diferentes clases de pago: La clasificación fundamental es la que distingue entre pago ordinario,
que es el que hace el librado en atención a la orden del librador; y pago extraordinario, que es el que se realiza
por cualquiera de los demás firmantes de la letra o por un tercero (31).
INSTITUCIONES DE DERECHO MERCANTIL

También se puede distinguir entre pago normal, que es el que se hace por el librado —aceptante o
no—, al ser requerido por el tenedor al vencimiento delaletra; ypago anormal que es el que se hace por persona
distinta del librado, el que se realiza después del vencimiento y el que se hace a persona distinta del tenedor
legítimo.

Formas especiales de pago son: el pago por consignación o depósito, que es el que puede hacer el
obligado cambiado cuando la letra no sea presentada al cobro después de tres días del vencimiento,
depositando el importe de la letra en un banco, a expensas y riesgos del tenedor y sin obligación de dar aviso
a éste (Artículo 468 C. de c.). Este depósito, dispone la ley, produce efecto de pago. El pago parcial, que es
el que no cubre la totalidad del importe de la letra. La ley establece que el tenedor no puede rechazar un pago
parcial, que en tal caso deberá conservar la letra en su poder haciendo mención de dicho pago en el título y
dando recibo por separado (Artículos 389 y 465 C. de c.).

E. Efectos del pago


El pago de la letra de cambio produce como efecto general liberar a los obligados cambiarios. Este
efecto liberatorio varía según quien haya efectuado el pago:

a) Si paga el librado, el pago es plenamente liberatorio, extingue definitivamente la obligación


cambiaría fundamental y “libera, en consecuencia, a todas las personas obligadas en la letra,
es decir, a todos los firmantes del documento (aceptante, librador, endosante, avalista)” (32).
Es indiferente la forma en que se haya realizado el pago: voluntariamente a la presentación
de la letra o judicialmente mediante acción cambiaría.

b) Si paga un endosante, el pago es liberatorio solamente para los endosantes posteriores y no


para los precedentes ni para el librador, ya que la ley le concede el derecho de ejercitar la
acción cambiaría en contra de los signatarios anteriores (Artículo 621 C. de c.).

c) Si paga un avalista, los efectos que se producen son los mismos que si pagara la persona a la
que avaló y él tiene derecho a proceder contra el avalado o su avalistas (Artículo 405 C. de
c.).

d) Si paga uno de los signatarios solidarios —firmantes de un mismo acto de un título—, el


pago no confiere a quién paga, respecto de los demás firmantes del mismo acto, sino los
derechos y acciones que competen al deudor solidario contra los demás coobligados, pero
deja expeditas las acciones cambiarías contra los obligados cambiarios que corresponda
(Artículo 398 C. de c.).

e) Si paga un domiciliatario, se entiende que lo hace por cuenta del principal obligado,
produciéndose en consecuencia efectos liberatorios plenos (Artículo 448 C. de c.).

F. Pago anticipado
Se entiende por pago anticipado el que se hace antes del vencimiento de la letra de cambio. Las
reglas que establece la ley respecto del pago anticipado, parten del principio

-330 -
Hi EDMUNDO VÁSQUEZ MARTÍNEZ

de que el tenedor no puede ser obligado a recibir el pago antes del vencimiento de la letra (Artículo 466 C.
de c.) y de que el librado que paga antes del vencimiento será responsable la validez del pago (Artículo 467
C. de c.). Esto quiere decir que sí puede haber un pago anticipado si el tenedor y el librado están de
acuerdo, pero el íibrado conserva su responsabilidad por la validez del pago.

10. PROTESTO

M Cuestiones generales
En la parte dedicada a los títulos de crédito en general, nos hemos ocupado ya del protesto, desde
luego que es una institución que no es exclusiva de la letra de cambio sino común a los títulos. Nos remitimos
a lo ya dicho en lo que respecta al concepto, naturaleza, caracteres, funciones y efectos del protesto; y nos
concretaremos aquí a tratar de aspectos complementarios regulados por el Código de Comercio dentro del
articulado de la letra de cambio, pero que no por ello resultan exclusivos, sino que por el contrario, son en
gran parte de aplicación general.

B. Necesidad del protesto


El protesto sólo será necesario en el caso de que el creador de la letra inserte en su anverso y con
caracteres visibles, la cláusula: “con protesto” (Artículo 469 C. de c.). Es esta una particularidad de la letra
de cambio que, en ausencia de la referida cláusula, no requiere del protesto.

La cláusula “con protesto” sólo puede emanar del creador de la letra. Inscrita por cualquier otra
persona, se tendrá por no puesta (Artículo 469 C. de c.).

La letra de cambio que no contenga la cláusula “con protesto” puesta por el creador o librador, no
requiere pues del protesto como acto para requerir la aceptación o el pago, comprobar el hecho de la
presentación y la actitud del requerido Esta no necesidad del protesto no implica prohibición de levantarlo;
.su la ley a este efecto dispone que “si a pesar de no ser necesario el protesto el tenedor lo levanta, los gastos
serán por su cuenta” (Artículo 469 C. de c.).

Ahora bien, el hecho de no ser necesario el protesto no dispensa al tenedor de la letra de la obligación
de presentarla, en el tiempo y lugar correspondientes, ni en su caso, de dar aviso de la falta de aceptación o
de pago de los obligados en vía de regreso; pero si en contra del tenedor se invoca la falta de presentación
oportuna la carga de la prueba estará a cargo de quien la alegue (Artículo 470 C. de c.).

Si se estipuló el protesto por el creador de la letra, éste no podrá ser suplido por ningún otro acto y
tendrá por finalidad probar la presentación de la letra y la negativa de su aceptación o de su pago (Artículo
471 C. de c.). El protesto será en este caso, un acto necesario y funcionará como presupuesto legal del
ejercicio de las acciones cambiarías y como acto indispensable para evitar la caducidad de las mismas
(Artículos 472 y 623 inciso 2o, C. de c.).

331 -
INSTITUCIONES DE DERECHO MERCANTIL

Requisitos del protesto


Para que el protesto sea eficaz y produzca consecuentemente sus efectos y cumpla sus funciones,
debe cumplir determinados requisitos en orden a los sujetos que en él intervienen a su objeto, y al lugar,
tiempo y forma de la actividad en que se desenvuelve.

Requisitos subjetivos:
a’) Es el tenedor de la letra el que tiene la carga de levantar el protesto para conservar los derechos
incorporados a la misma. La ley no exige la comparecencia del tenedor al acto del protesto.

b’) Debe hacerse el protesto al girado o aceptante, pero si la persona contra quien haya de levantarse
no se encuentra presente, así se hace constar y la diligencia se lleva a cabo. (Artículos 474 y
480 inciso 4o, C. de c.). La persona con quien se entienda el protesto firmará el acta y si no
puede hacerlo o se niega, se indica tal cosa.

c’) El protesto debe hacerse por Notario (Artículo 472 C. de c.).

a) Requisitos objetivos:
El objeto del protesto es presentar la letra de cambio a su aceptación o a su pago, requerir al girado
o aceptante para aceptar o pagar la letra y hacer constar los motivos de la negativa para la aceptación o el
pago, de todo lo cual debe dejarse razón en el acta correspondiente (Artículos 399 y 480 incisos 2o. y 3o. C.
de c.).

b) Requisitos de la actividad
a’) El protesto debe levantarse en los lugares señalados para el cumplimiento de las obligaciones o
del ejercicio de los derechos consignados en el título (Artículo 473 C. de c.). La ley exige que
en el acta de protesto se consigne el lugar en que se practicó (Artículo 480 inciso 5o, C. de
c.). Regularmente el lugar será el domicilio del obligado o el lugar señalado en el título. Si se
desconoce el domicilio de la persona contra la cual deba levantarse el protesto, éste se practica
en el lugar que elija el Notario (Artículo 475 C. de c.).

b’) Respecto del tiempo en que debe hacerse el protesto, la ley dispone: si es por falta de aceptación
deberá levantarse dentro de los dos días hábiles que sigan al de la presentación, pero siempre
antes de la fecha del vencimiento (Artículo 476 C. de c.); si es por falta de pago se levantará
dentro de dos días hábiles siguientes al dd vencimiento (Artículo 477 C. de c.); en el acta de
protesto debe expresarse la fecha y hora en que se practique la diligencia (Artículo 480 inciso
5o, C. dec.).

c’) Por lo que hace a la forma, hay que distinguir entre la razón de protesto y el acta de protesto.
Respecto de la primera el Código de Comercio se limita a indicar que “el protesto se hará
constar por razón puesta en el cuerpo de la
letra o en hoja adherida a ella” (Artículo 480); ello quiere decir que es un acto escrito
de constancia en la letra o en hoja adherida y que basta con que indique que se trata de
un protesto, su lugar, fecha y hora y la firma del Notario que es quien pone la referida
razón. Por lo que hace al acta de protesto, la ley dispone que “además —de la razón de
protesto—, el Notario que lo practique levantará acta en la que se asiente (Artículo 480
C. de c.):

lo. La reproducción literal de todo cuanto conste en la letra.

2o. El requerimiento al girado o aceptante para aceptar o pagar la letra, con la indicación
de si esa persona estuvo o no presente.
-332-
3o. Los motivos de la negativa para la aceptación o el pago.
EDMUNDO VÁSQUEZ MARTÍNEZ
4o. La firma de la persona con quien se entienda la diligencia, o la indicación de la
imposibilidad para firmar o de su negativa.

5o. La expresión del lugar, fecha y hora en que se practique el protesto, y la firma del
funcionario autorizante

Además, el Notario debe protocolizar el acta de protesto (Artículo 480 inciso 6o. C. de c.),
cumpliendo para el efecto las formalidades que establece el Código de Notariado.

Levantado el protesto, el Notario debe retener la letra el día de la diligencia y el siguiente,


lapso durante el cual “la letra podrá ser aceptada o en su caso cualquiera tendrá el derecho de pagar su
importe más los accesorios, incluyendo los gastos del protesto”; quien aceptare después del protesto
debe cubrir igualmente dichos gastos (Artículo 481 C. de c.).

a) Aviso de protesto:
La ley impone la obligación de dar aviso del protesto. El aviso debe darlo el Notario que
levantó el protesto o el tenedor del título cuya aceptación o pago se hubieren rehusado y debe darse a
todos los signatarios del título cuya dirección conste en el mismo. El aviso debe darse dentro de los dos
días hábiles siguientes a la fecha del protesto o a la presentación para la aceptación o el pago. La omisión
del aviso se sanciona haciendo responsable a la persona que haya incurrido en ella, “hasta por una suma
igual al importe de la letra de cambio” por los daños y perjuicios que se causen por su negligencia
(Artículo 482 C. de c.).

B. Presentación por un banco


El Código de Comercio establece que “si la letra se presentare por conducto de un banco, la
anotación de éste respecto de la negativa de la aceptación o del pago, valdrá como protesto” (Artículo
483 G. de c.). Es este un caso de sustitución del protesto necesario, que tiende a facilitar las operaciones
bancarias en que se utilicen letras de cambio, ya que el banco que tenga en su poder letras “con
protesto”, llegado el momento de la presentación para la aceptación ó el pago y ante la negativa, se
limita a anotar esta circunstancia.
La anotación de la negativa de la aceptación o del pago hecha por el banco que presentare la
letra, vale como protesto y, consecuentemente, produce los efectos jurídicos de éste: probatorio de la
presentación en tiempo y de la actitud del requerido; conservativo de las acciones cambiadas; y
constitutivo de la mora del obligado y del derecho a cobrar, de parte del acreedor, los intereses
moratorios.

11. PLURALIDAD DE EJEMPLARES Y COPIAS

Cuando la letra de cambio no contenga la cláusula única, el tomador tiene derecho a que el
librador le expida uno o más ejemplares idénticos, si paga todos los gastos que causen. Esos ejemplares
deben contener en su texto la indicación: primera, segunda y así sucesivamente, según el orden de su
expedición (Artículo 484 C. de c.).

Confiere también la ley al tenedor de una letra de cambio el derecho a hacer copias de la
misma, las cuales deben reproducir exactamente el original, con los endosos y todas las enunciaciones
que contenga e indicación de dónde termina lo copiado (Artículo 488 C. de c.).

La función de los ejemplares y de las copias es prever la pérdida eventual de la letra de cambio
y mantenerla en la circulación sin intermitencias (33). La utilidad de estas dos instituciones ha
disminuido a tal grado que la doctrina se inclina por su desaparición de la ley (34).

El Código de Comercio regula esta materia estableciendo el derecho del tenedor a la


expedición de ejemplares y a hacer copias (Artículos 484 y 489 C. de c.); disponiendo que el Pago
hecho sobre uno de los ejemplares, liberará del pago de todos los otros, pero el librado quedará obligado
por el ejemplar que acepte y que el endosante que hubiere endosado los ejemplares a personas distintas,
I NSTITUCIONES D E D ERECHO M ERCANTIL

así como los endosantes posteriores, quedarán obligados por sus endosos, como si constaren en letras
de cambio distintas (Artículo 485 C. de c.); imponiendo a la persona que haya remitido uno de los
ejemplares para su aceptación, la obligación de mencionar en los demás el nombre y domicilio de quien
lo tiene en su poder, a efecto de que el tenedor de otro ejemplar pueda solicitar la entrega del enviado a
la aceptación, y si no la obtiene, levante un protesto para acreditar que aquel ejemplar no le ha sido
entregado, y, en su caso, otro para acreditar que no ha podido obtener la aceptación o el pago con el
ejemplar que posee (Artículo 486 C. de c.); determinando que cuando a la persona que tenga en su poder
el ejemplar enviado para la aceptación, se le presenten dos o más tenedores de los demás ejemplares, o
de copias, lo entregará al primero que lo solicite, y si se presentaren varios simultáneamente, dará
preferencia al tenedor del ejemplar marcado con el número ordinal más bajo (Artículo 487 C. de c.);
prescribiendo que las firmas autógrafas del aceptante, de los endosantes-y de los avalistas, hechas en
una copia, obligan a los signatarios como si constaren en el original (Artículo 488 C. de c.); obligando
a la persona que haya remitido el original para su aceptación o que lo haya depositado, a mencionar en
las copias el nombre y domicilio de la persona en cuyo poder se encuentre dicho original, sin que la
falta de esta indicación invalide los endosos originales sobre las copias, y a que la persona en cuyo
poder se encuentre el original lo entregue al tenedor de la copia, ya que éste último si quiere ejercitar
sus derechos sin tener el original, debe probar con el protesto, que el original no le fue entregado a su
petición (Artículo 489 C. de c.).
Capítulo XIX
EL PAGARÉ Y EL VALE

1. CUESTIONES GENERALES
La doctrina ha discutido si el pagaré y el vale constituyen un solo título o si por el contrario
son títulos diferentes entre sí (1). El Código de Comercio Guatemalteco resuelve la duda al dedicar un
capítulo separado a cada uno de estos títulos: el capítulo VI del título I del libro III, al pagaré y el
capítulo XIII al vale. Es decir, que tanto el pagaré como el vale son títulos nominados o típicos, ya que
ambos se encuentran regulados en forma expresa por la ley.

2. CONCEPTO DEL PAGARÉ


El pagaré es un título de crédito a la orden, formal y completo, que incorpora la promesa
incondicional de pagar una suma determinada de dinero, a su legítimo tenedor, en el lugar, modo y
tiempo en él establecidos.

El pagaré no contiene como la letra de cambio una orden de pago, sino una obligación propia
de pago, a cargo de la persona que lo firma; implica pues, una obligación directa del suscriptor hacia el
tomador del documento (2), esto hace que no pueda existir la “aceptación”. La ley dispone a este efecto
que “el signatario del pagaré se considerará como aceptante de una letra de cambio, salvo para lo relativo
a las acciones causales y de enriquecimiento, en cuyos casos se equiparará al librador” (Artículo 492 C.
de c.).

Debe distinguirse entre el pagaré cambiario o a la orden, que es el que tiene la naturaleza de
título de crédito y se regula por las disposiciones del Código de Comercio y el pagaré simple, que es un

335-
reconocimiento de deuda y un ofrecimiento de pago sujeto a variadas condiciones. El primero es siempre
incondicional, no así el segundo. El pagaré simple es de uso muy generalizado, tanto en el tráfico común
como en el bancario, pero no debe confundirse con el pagaré a la orden o el pagaré título de crédito; el
pagaré simple no es más que un documento privado, frecuentemente con legalización de las firmas, pero
cuyo régimen jurídico es el propio de tales documentos; el pagaré cambiario, el pagaré título de
crédito, tiene las características de los títulos decrédito y se disciplina por las disposiciones
del Código de Comercio.
NATURALEZA JURIDICA

El pagaré tiene la naturaleza jurídica de un título de crédito típico, es decir, que pertenece a
dicha categoría jurídica y por ese solo hecho tiene la condición de mercantil. El Código de Comercio al
establecer su ámbito de aplicación, dispone que se rigen por sus normas las cosas mercantiles y dentro
de éstas incluye expresamente los “títulos de crédito” (Artículo lo y 4o inciso lo,). De consiguiente, el
pagaré por ser un título de crédito, es una cosa mercantil y está sujeto a las disposiciones del Código de
Comercio.

4. CARACTERES DEL PAGARÉ


Como notas características del pagaré pueden mencionarse:

a) Es un título de crédito a la orden, ya que debe contener “el nombre de la persona a quien
debe hacerse el pago” (Artículo 490 inciso 2o, C. de c.), es decir, que es un título creado
a favor de determinada persona; de consiguiente, se presume a la orden y se transmite
por endoso y entrega del título (Artículo 418 C. de c.).

b) Es un título formal, puesto que para producir sus efectos propios debe contener los
requisitos establecidos por la ley, tanto para los títulos de crédito en general (Artículo
386 C. de c.), como para el pagaré en especial (Artículo 490 C. de c.).

c) Es un título completo, desde luego que para surtir sus efectos se basta a sí mismo sin
referencia a ningún otro documento.

d) Es un título abstracto, aislado de la causa a que deba su origen o por la cual se negocie
(3), lo que implica que el derecho del tomador no se afecta por las excepciones derivadas
del negocio que le dio origen. Es por esta misma razón que no conviene que en su texto
figuren referencias a la causa (4).

e) Es un título incondicional (Artículo 490 inciso lo, C. de c.), de consiguiente, su


cumplimiento no puede depender de ningún suceso futuro o incierto.

f) Es un título apto para recoger otras obligaciones cartulares autónomas entre sí (avales,
endoses).

g) Es un título revestido de rigor cambiado, no sólo por estar regulado de tal manera que le
son aplicables en lo conducente las disposiciones relativas a la letra de cambio, sino
porque como título de crédito típico es de su esencia que obligados y beneficiados
cumplan a cabalidad las obligaciones y cargas que les corresponden, que estén limitadas
las defensas que puede oponer el deudor y que tenga la calidad de título ejecutivo
(Artículos 619 y 630 C. de c.).

Dadas las características que hemos enumerado, se ve la semejanza entre el pagaré y la letra de
cambio; semejanza que se acrecienta si se toma en consideración que da lugar a las mismas acciones
cambiarías. De ahí que sea necesario establecer sus diferencias.

-339-
EDMUNDO VÁSQVEZ MARTÍNEZ

Las principales diferencias entre el pagaré y la letra de cambio pueden concretarse a ios
elementos personales y a la obligación fundamental que incorpora cada uno de dichos títulos. Respecto
de los elementos personales: en la letra de cambio básicamente son tres (girador o librador, tomador y
beneficiario), en cambio en el pagaré se reducen a dos (suscriptor y beneficiario). El suscriptor de un
pagaré se equipara al aceptante de una letra de cambio (Artículo 492 C. de c.), “porque es un obligado
directo en la promesa de pago, y se equipara al librador sólo en lo que respecta a las acciones causales
y de enriquecimiento, porque el suscriptor es el creador del título” (5). Por lo que hace a la obligación
fundamental que incorpora cada uno de los títulos, la de la letra de cambio es una “orden incondicional
de pagar una suma determinada de dinero”, en tanto que la del pagaré es una “promesa” de pago; la
primera implica una acción de regreso para el girador, creador de la letra; la segunda es una obligación
directa para el suscrito (6). Además, en la letra de cambio no puede haber pago por amortizaciones
sucesivas ya que no puede tener vencimientos sucesivos, en cambio en el pagaré puede “estipularse que
el pago se haga mediante amortizaciones sucesivas” (Artículo 491 párrafo 2o, C. de c.).

5. ELEMENTOS PERSONALES DEL PAGARE


En el pagaré, según acabamos de decir, los elementos personales son básicamente dos: el creador,
signatario o suscriptor y el beneficiario; además puede haber también endosantes, endosatarios,
avalistas y avalados. Nos referiremos únicamente al creador o signatario y al beneficiario, ya que para
los demás nos remitimos a lo ya dicho para la letra de cambio.

a) El creador o signatario, es la persona que suscribe la declaración fundamental, esto es,


“la promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero”. La ley exige su
firma como un requisito esencial e insubsanable (Artículo 386 inciso 5o, C. de c.) y lo
considera como aceptante de una letra de cambio, salvo para lo relativo a las acciones
causales y de enriquecimiento, en cuyos casos se equipara al librador (Artículo 492 C.
de c.). El creador o signatario del pagaré es obligado principal y, consecuentemente,
contra él puede ejercitarse acción cambiaría directa (Artículos 616 y 621 C. de c.).

b) El beneficiario, que es la persona a quién debe hacerse el pago prometido. El Código


de Comercio establece como uno de los requisitos propios del pagaré que contenga” el
nombre de la persona a quien deba hacerse el pago” (Artículo 490 inciso 2o, C. de c.).

6. FUNCION ECONOMICA DEL PAGARE

La función económica principal del pagaré es la documentación de créditos o préstamos directos.

Además de dicha función, lo mismo que la letra de cambio, los pagarés pueden ser: medios de
pago en sustitución de dinero, instrumentos en la operación de descuento y, medios de garantía de una
obligación.

- 341 -
INSTITUCIONES DE DERECHO MERCANTIL

Se ha señalado que “el pagaré es un título de gran importancia práctica, porque es el


documento que más acostumbran usar los bancos en el manejo de los créditos directos” (7), y que “debe
hacerse notar que en la práctica los bancos acostumbran redactar pagarés kilométricos, que contienen
condiciones y elementos innecesarios o intrascendentes”. Ahora bien, tales pagarés al incluir
“condiciones” asumen el carácter de pagarés simples, figura jurídica distinta del pagaré título de crédito
que regula el Código de Comercio.

7. REQUISITOS DEL PAGARÉ

Por tratarse de un título de carácter formal, la declaración contenida en un pagaré debe reunir
determinados requisitos para que éste produzca los efectos de tal. La declaración principal es “la
promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero” (Artículo 490 inciso lo, C. de c.),
pero el pagaré es apto para recoger otras declaraciones tales como el endoso y el aval. Característica
común de las declaraciones contenidas en el pagaré es su autonomía unas de otras, de tal manera que
encuentra aplicación el principio general conforme al cual la nulidad de una de las declaraciones no
afecta a la validez de las demás o, dicho en forma más amplia, que las anomalías de una declaración no
invalidan a las otras (Artículo 394 C. de c.).

Los requisitos generales y específicos que el pagaré debe contener son los siguientes:

lo. El nombre de “pagaré (Artículo 386 inciso lo, C. de c.).


2o. La fecha y lugar de creación (Artículo 386 inciso 2o, C. de c.).
3o. La promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero. Este requisito
comprende los derechos que el título incorpora y constituye de consiguiente la parte
más importante del pagaré (Artículos 386 inciso 3o. y 490 inciso lo, C. de c.). Tres
son los aspectos que debe cumplir este requisito: la incondicionalidad de la promesa,
su referencia a una suma de dinero y la exacta determinación de ésta. Pueden
establecerse también intereses convencionales y estipularse que el pago se haga
mediante amortizaciones sucesivas (Artículo 491 C. de c.).

4o. La época de pago y el lugar en que deberá hacerse, ya que éstos son “el lugar y la fecha
de cumplimiento o ejercicio de los derechos incorporados” (Artículo 386 inciso 4o,
C. de c.).

5o. El nombre de la persona a quien deba hacerse el pago (Artículo 490 inciso 2o, C. de
c.).

6o. La firma del creador o signatario (Articulo 386 inciso 5o, C. de c.).

8. RÉGIMEN JURÍDICO DEL PAGARÉ

El régimen jurídico del pagaré se integra con las disposiciones generales de los títulos de
crédito, las que específicamente establece para él el capítulo VI, del Título Primero, del Libro III, del
Código de Comercio, y las que en lo conducente le sean aplicables de las relativas a la letra de cambio
(Artículo 493 C. de c.).

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EDMUNDO VÁSQUEZ MARTÍNEZ

Conforme a dicho régimen, las disposiciones de la letra de cambio que rigen para el pagaré son.

a) Las relativas al vencimiento.


b) Las que se refieren al pago.
c) Las que contienen los requisitos del protesto.
d) Las que regulan la pluralidad de ejemplares y las copias (8).

EL VALE
El vale, tiene en la legislación guatemalteca la naturaleza de un título de crédito típico y
nominado, que no puede asimilarse al pagaré.

El Código de Comercio define al vale como “un título de crédito, por el cual la persona que lo
firma se reconoce deudora de otra, por el valor de bienes entregados o servicios prestados y se obliga a
pagarlos” (Artículo 607 C. de c.).

El régimen jurídico del vale lo constituye el artículo definitorio mencionado y las disposiciones
generales de los títulos de crédito, por lo cual nos remitimos a lo dicho anteriormente. Sólo debe
consignarse, como nota específica, que dentro de los requisitos que debe llenar para su eficacia como
título de crédito, debe llevar el nombre de “vale” (Artículo 386 C. de c.).

El vale es un título de crédito de frecuente uso en el comercio al menudeo y cumple la función


económica de conceder crédito. Puede decirse que al consagrarlo legislativamente, el Código de
Comercio no hizo otra cosa que recoger un título de crédito de raigambre y tradición populares, cuya
regulación se hace necesaria por su gran utilización práctica.

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