Está en la página 1de 2

Tortugas acuáticas en el estanque

Así como a las tortugas terrestres les sienta genial pasar un tiempo al aire libre cuando el
clima lo permite, las tortugas acuáticas también se benefician de pasar la temporada de
calor en el exterior.

Las tortugas de orejas rojas, por ejemplo, son bastante rústicas y se adaptan fácilmente a
vivir fuera de la casa. Ellas pueden convertirse en una verdadera plaga y competir con las
especies nativas si se liberan en algún arroyo donde encuentren un ambiente propicio.
Antes de instalar a tu tortuga acuática en el jardín, tómate el trabajo de investigar acerca
del rango de temperatura del agua y el ambiente ideales para su especie.

Si has decidido dejar a tu mascota viviendo en el estanque, deberás cercar el perímetro


para evitar escapes. Tendrás que fabricar un cercado fuerte que mida al menos el doble
que el largo del caparazón y que además se prolongue unos 20-25 cm debajo de la tierra, así
no podrá salirse cavando. Deja dentro del cerco una franja de terreno seco para que la
tortuga pueda caminar. Este tipo de cerco evitará que la tortuga escape, pero no que se meta
algún depredador. En zonas rurales donde pueden acercarse mapaches, comadrejas o
algún otro animal, incluso un perro, será mejor hacer un cerramiento con techo para mayor
seguridad. Las tortugas pequeñas pueden ser presa fácil de cualquiera de estos animales,
por lo tanto solo se recomienda dejarlas afuera de a ratos y siempre bajo vigilancia.

Algunas tortugas prefieren nadar en aguas profundas y otras solo buscan las partes más
planas. Para eso lo ideal es ponerlas en un estanque que tenga distintas profundidades y
que ellas escojan lo que les venga mejor. Si vas a diseñar un estanque especialmente para tu
tortuga, procura investigar sobre su hábitat natural para hacerlo lo más parecido posible.
Busca un material muy resistente para el fondo, pues las garras pueden romper un nylon
que no sea muy grueso.

Es muy importante que las tortugas cuenten con una buena rampa, tronco o roca que les
permita entrar y salir fácilmente del agua. Esta misma superficie puede prolongarse fuera
del agua y servir como sitio para asolearse. Para esto debes ubicarla en una parte del
estanque donde le dé el sol varias horas al día. También es conveniente crear zonas al
reparo del sol, tanto dentro como fuera del agua. Puedes planificar que una parte del
estanque quede bajo la sombra de un árbol (que no pierda hojas) o de una planta grande.
También se pueden crear escondrijos en la orilla con rocas o troncos o armar una casita con
un tiesto, resina sintética, madera tratada u otro material que pueda quedar al aire libre.

Las plantas son un agregado genial para un estanque con tortugas, pero ten en cuenta que
ellas pueden ser bastante dañinas. Pueden romperlas al nadar e incluso suelen comer
algunas hojas, sobre todo cuando son adultas. Es por eso que se recomienda escoger plantas
rústicas o económicas, como las lechugas de agua, jacintos de agua, azolla y otras que
consigas en las tiendas donde vives.

Para mantener un buen nivel de oxígeno en el agua, se recomienda instalar una cascada,
una fuente, una bomba de circulación ubicada cerca de la superficie o un aireador para
exterior. Algunas tortugas tienen un fuerte instinto predatorio y pueden atacar a los peces
en el estanque, de modo que puedes escoger no poner ninguno o dejar algunos pequeños
para que ellas se alimenten y se entretengan cazando.

Las tortugas de orejas rojas adultas pueden hibernar en el estanque al aire libre. Para esto
debes estar seguro de que están totalmente sanas y fuertes antes de comenzar el invierno y
que el estanque tiene al menos 50 cm de profundidad para que el agua en el fondo
mantenga una temperatura apropiada para ellas.

También podría gustarte