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v=ipRgDR2aXog

Anemia infantil en niños y bebés


Aproximadamente, un 50 por ciento de los niños menores de 3 años
padece anemia infantil, una enfermedad que generalmente se trata con una
dieta destinada a aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro, como la
carne, y a aumentar su absorción combinándola con frutas ricas en vitamina C,
ya que para que el hierro se absorba mejor, necesita vitamina C en la misma
digestión.

Los suplementos de hierro también están indicados, bajo supervisión médica,


cuando la anemia no sea de caracter leve.

¿Qué es la anemia infantil?


La anemia infantil se caracteriza por una disminución del número de glóbulos
rojos en la sangre, que son los encargados de trasladar el oxígeno a todos los
órganos del cuerpo, gracias a la hemoglobina que contienen.

La hemoglobina es una proteína muy importante para nuestro organismo, pues


es la encargada de transportar el oxígeno necesario para el buen
funcionamiento de todos los tejidos y órganos de nuestro cuerpo.

Cuando la cifra o el contenido de la hemoglobina se presenta más bajo de lo


esperado en un análisis de sangre, significa que el niño tiene anemia.

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Su causa más frecuente es la falta de hierro, un mineral necesario para la


formación de la hemoglobina de la sangre. Otra causa habitual suele ser la
dificultad para absorberlo.

Algunas enfermedades también pueden causar anemia en los niños. La anemia


infantil se reconoce por la palidez en el tono de la piel, el cansancio y la falta
de energía en los niños. Es posible que el niño tenga también la boca o la
lengua de un tono blanquecino.

Causas de la anemia en los niños

La anemia puede estar causada por distintos motivos:


1. La deficiencia de hierro es la principal causa de la anemia infantil. Una
alimentación pobre en alimentos ricos en hierro puede provocar la anemia.

2. Una enfermedad parasitaria intestinal también puede provocar pérdidas


de sangre, al consumida por los parásitos.

3. Algunas enfermedades o infecciones, como las infecciones urinarias,


la tuberculosis, el paludismo, los tumores, la fiebre tifoidea y la leucemia, entre
otras, pueden causar anemia.

4. Una ingestión de leche entera de vaca u otros animales en los menores de


1 año puede producir una pérdida de glóbulos rojos, lo que provocaría una
salida periódica de glóbulos rojos hacia la luz intestinal y con el tiempo,
anemia.

5. Una exposición diaria a la contaminación ambiental que producen las


fábricas de pinturas, tintes, baterías y talleres de metalmecánica. Esas
situaciones pueden llevar a una intoxicación progresiva por plomo del
organismo y ocasionar una anemia severa.

6. Algunos antibióticos pueden producir anemia cuando se usan por largos


periodos de tiempo. Por esta razón, cuando el pediatra recete
algún antibiótico al bebé, es importante seguir estrictamente sus instrucciones
en cuanto a la dosis y al tiempo de duración del tratamiento.

7. La deficiencia en vitamina B12 también puede ser una causa de anemia.

La anemia y el cerebro de los niños

Las últimas investigaciones han revelado la estrecha relación existente entre


las cifras de hemoglobina y el funcionamiento del cerebro de los niños.

El hierro es necesario para que se den las conexiones neuronales, así como
para el funcionamiento de los neurotrasmisores (sustancias químicas que se
encuentran en el cerebro y permiten la transmisión de la información y actividad
eléctrica).
En el caso de los niños que padecen anemia esta alteración o deficiencia
provoca bajo rendimiento intelectual, dificultades del aprendizaje, disminución
en su desempeño cognitivo y, en consecuencia, fracaso escolar.

Por otra parte, los niños que tienen anemia se muestran menos afectuosos,
menos adaptados al medio y presentan más trastornos de conducta.

Síntomas y tratamiento para la


anemia en los niños
Los síntomas de la anemia infantil varían según el nivel de severidad de la
enfermedad, o lo que es lo mismo, en función de la disminución de glóbulos
rojos en la sangre del niño, que son los encargados de trasladar el oxígeno a
los distintos órganos y células del cuerpo.

En el caso de que la anemia sea leve o moderada, el niño puede presentar


síntomas como cansancio, palidez en la piel, en la parte interna de los
párpados y en la "raíz" de las uñas, sensación de frío, falta de apetito,
decaimiento, debilidad muscular, falta de energía y somnolencia.

La anemia en los niños

En los casos más severos de anemia, se puede observar una mayor


irritabilidad en el comportamiento del niño, un aumento de su frecuencia
cardiaca, y una pérdida total de apetito. Puede ser que tenga la boca o la
lengua de un tono blanquecino. Aparte de eso, también se podrá observar
un retardo en su crecimiento y en su desarrollo psicomotor, y así como la
repetición de infecciones.

En caso de observar algunos de esos síntomas en el niño, sin una causa


aparente, está indicado llevarlo al pediatra. Sólo el médico podrá evaluar y
diagnosticar cada caso en particular, y pedir, si necesario, una análisis de
sangre para ver el nivel de hemoglobina en la sangre del niño.

La anemia puede ser síntoma de otras enfermedades o problemas derivados


de alguna dificultad para sintetizar elementos importantes de la sangre, por eso
es importante llevar un control médico.

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Cómo tratar la anemia infantil

Cuando existe una sospecha de que el niño tiene anemia, la primera prueba
que debe hacerse es una análisis de sangre en la que se pide reflejado el nivel
de hemoglobina, hematocrito, etc. El medico también querrá conocer
los hábitos de alimentación del niño y de la familia, así como los de conducta y
comportamiento.

Si se confirma la sospecha de anemia, el pediatra determinará una dieta rica y


equilibrada como primer paso para asegurar una nutrición adecuada al
niño. El hierroy la vitamina B12 son dos elementos esenciales que no deben
faltar en la dieta del niño con anemia y que están presentes en las carnes rojas
y vísceras, así como en vegetales verdes crudos (ricos en ácido fólico).

El segundo paso consiste en complementar la dieta mediante preparados que


contengan hierro, y otras vitaminas, por vía oral. La dosis, así como el
suplemento vitamínico, deberán ser indicados solamente por el médico.

La duración del tratamiento dependerá de los resultados que se obtengan en


los posteriores exámenes de control. Normalmente, se administra un
suplemento durante tres meses o hasta se haya normalizado el valor de
hemoglobina. En los casos de anemia severa, y que esté agravada por
una neumonía, asma, insuficiencia respiratoria, u otro cuadro de riesgo, se
puede emplear una transfusión sanguínea, siempre recomendada por el
médico.

La transfusión sanguínea solo se emplea en determinados casos por los


riesgos que ésta implica: anemia severa, anemia más neumonía o asma con
insuficiencia respiratoria moderada o severa. Se emplea sangre completa o
paquete de glóbulos rojos.

http://www.minsa.gob.pe/portada/Especiales/2016/anemia/index.asp

Plan Nacional para la Reducción de la Anemia 2017-


2021
La anemia es una enfermedad que sufren muchos peruanos y se presenta cuando la
hemoglobina en la sangre ha disminuido por debajo de un límite debido a la deficiencia de
hierro en el organismo. Los más vulnerables son las gestantes, los niños menores de 2 años
y las mujeres en edad fértil.

¿Por qué la anemia es tan elevada entre los niños peruanos? Porque no consumen
alimentos ricos en hierro (y micronutrientes) desde los 6 meses, especialmente el de origen
animal como la sangrecita, el pescado y el hígado. Además, se ha reducido la lactancia
materna exclusiva, las mujeres embarazadas usualmente no tienen una alimentación
saludable, con lo cual corren el riesgo de contraer la anemia o de sufrir de hemorragias.
Como consecuencia, sus niños nacen prematuramente y con bajo peso. Otros factores que
intervienen son un saneamiento básico pobre, inadecuadas prácticas de higiene y un
limitado acceso al paquete completo de cuidado integral de la salud materno infantil.

Actualmente en el Perú el 43.5% de los niños, de 6 a 35 meses, sufre de anemia,


correspondiéndole a la zona rural el 51.1% y a la urbana el 40.5%. Estamos hablando de
620 mil niños menores de 3 años anémicos de 1.6 millones a nivel nacional y de 410 mil
niños menores de 5 años que presentan desnutrición crónica.

Esta situación alarmante exigía una intervención inmediata del gobierno, el cual se ha
impuesto como objetivo reducir al 19% este
mal silencioso entre niños menores de 3 años, y la desnutrición crónica, al 6.4%, entre niños
menores a 5 años, a través de un Plan Nacional de lucha contra la anemia, entre el presente
año hasta 2021.

Las estrategias del Plan Nacional de lucha contra la anemia están centradas en las personas
y en la familia con la concurrencia de diversos actores del sector público y la sociedad civil,
incluyendo la empresa privada. Se trata pues de una cruzada en la que todos tenemos un
compromiso para lograr desterrar a la anemia de nuestros hogares.

¿Cómo lo lograremos?
1. Tratando y previniendo la anemia con suplementos de hierro y fortificación casera a niños
menores de 24 meses y gestantes, como parte del control de la salud materno infantil.

2. Mejorando las prácticas de alimentación con alimentos ricos en hierro, variados, nutritivos,
locales y en cantidad adecuada.

3. Concretando la concurrencia de intervenciones entre los hogares con sectores como


Educación, Inclusión Social, Agua y Saneamiento, Agricultura, Pesquería, los gobiernos
regionales y municipios, para mejorar las oportunidades de contacto y el acceso a alimentos
de origen animal ricos en hierro en hogares rurales.

4. Contando con un mecanismo de medición y seguimiento a las intervenciones prioritarias.

5. Y promoviendo el desarrollo de productos fortificados ricos en hierro y micronutrientes


para la alimentación infantil y la población en general para zonas críticas.

Anemia en el embarazo
Por Lara A. Friel, MD, PhD, Associate Professor, Maternal-Fetal Medicine
Division, Department of Obstetrics, Gynecology, and Reproductive Sciences,
University of Texas Health Medical School at Houston, McGovern Medical School
INFORMACIÓN:
para pacientes

NOTA: Esta es la versión para profesionales. PÚBLICO


GENERAL: Hacer clic aquí para obtener la versión para público
general.

 Complicaciones no obstétricas durante el embarazo


 Introducción a las complicaciones no obstétricas durante el embarazo
 Anemia en el embarazo
 Asma en el embarazo
 Trastornos autoinmunitarios en el embarazo
 Cáncer en el embarazo
 Diabetes mellitus durante el embarazo (diabetes gestacional)
 Fiebre durante el embarazo
 Miomas durante el embarazo
 Trastornos cardíacos en el embarazo
 Hepatopatías en el embarazo
 Hipertensión en el embarazo
 Enfermedades infecciosas en el embarazo
 Insuficiencia renal en el embarazo
 Convulsiones en el embarazo
 Trastornos que requieren cirugía durante el embarazo
 Enfermedad tromboembólica en el embarazo
 Trastornos tiroideos en el embarazo
 Infecciones urinarias en el embarazo
Normalmente, durante el embarazo aparece una anemia hiperplasia eritroide, y la masa
eritrocítica aumenta. Sin embargo, un aumento desproporcionado en el volumen
plasmático produce hemodilución (hidremia del embarazo): el hematocrito disminuye
del 38 a 45% de las mujeres sanas no embarazadas al 34% en un embarazo único a
término y al 30% en un embarazo multifetal a término. Por lo tanto, durante el
embarazo se define la anemia como la presencia de una hemoglobina < 10 g/dL
(Hct < 30%). Si la hemoglobina (Hb) es < 11,5 g/dL al inicio del embarazo, la mujer
puede ser tratada profilácticamente, porque la hemodilución posterior reduce la Hb
a < 10 g/dL. A pesar de la hemodilución, la capacidad de transporte de O2 sigue siendo
normal durante todo el embarazo. El Hct normalmente aumenta de inmediato después
del nacimiento.

La anemia aparece en hasta un tercio de las mujeres durante el tercer trimestre. Las
causas más comunes son

 Deficiencia de hierro
 Deficiencia de ácido fólico

Los obstetras, en consulta con un perinatólogo, deben evaluar la anemia en pacientes


embarazadas que son testigos de Jehová (quienes probablemente rechazarán las
transfusiones de sangre) tan pronto como sea posible.

Signos y síntomas
En general, los síntomas tempranos son leves o inespecíficos (p. ej., cansancio, debilidad, mareos,
disnea leve durante el ejercicio). Otros signos y síntomas pueden incluir palidez y, si la anemia es
grave, taquicardia o hipotensión.

La anemia aumenta el riesgo de parto pretérmino e infecciones maternas posparto.

Diagnóstico
 Hemograma completo, seguido de pruebas basadas en el valor del volumen corpuscular
medio (VCM)

El diagnóstico comienza con un hemograma completo; en general, si la mujer tiene anemia, los
estudios posteriores se basan en si el volumen corpuscular medio es bajo (< 79 fL) o alto (> 100 fL):

 Para las anemias microcíticas: la evaluación incluye búsqueda de deficiencia de hierro


(ferritina sérica) y de homoglobinopatías (electroforesis de hemoglobina). Si estos estudios
no son diagnósticos y no hay respuesta al tratamiento empírico, en general se justifica una
consulta con un hematólogo.
 Para las anemias macrocíticas: la evaluación incluye los niveles de folato sérico y de B12.
 Para la anemia con causas mixtas: se requiere evaluación para ambos tipos.

Tratamiento
 Tratamiento para revertir la anemia
 Transfusión si se considera necesaria por síntomas severos

El tratamiento está dirigido hacia la reversión de la anemia (véase abajo).


Con frecuencia, la transfusión está indicada para cualquier anemia si hay síntomas generales (p. ej.,
mareos, debilidad, cansancio) o signos y síntomas cardiopulmonares (p. ej., dispnea, taquicardia,
taquipnea); la desición no se basa en el Hct.

La leche materna humana es el alimento natural producido por la madre para alimentar al
recién nacido. Se recomienda como alimento exclusivo para el lactante hasta 1 año de edad,
y con alimentación complementaria hasta los 2 años de edad, ya que contiene todos
los nutrientes necesarios para su correcto crecimiento y desarrollo. Además
contiene inmunoglobulinas y otras sustancias que protegen al bebé frente a infecciones y
contribuye a estrechar el vínculo madre-hijo, favoreciendo un adecuado desarrollo
psicomotor. Además se recomienda extender la lactancia hasta los dos años o más según
recomendaciones de la OMS. Las infecciones y alergias son más raras en los niños criados
a pecho que en los alimentados con biberón. Si bien es cierto que el niño viene al mundo
protegido con anticuerpos, esta protección desaparece al nacer y las inmunoglobulinas o
anticuerpos presentes en la leche materna ocupan su lugar y le protegen hasta que su propio
cuerpo los genera. El bebé recibe la primera leche durante los primeros días de vida, esta
leche, también llamada calostro es muy nutritiva, espesa y amarillenta, proporciona
anticuerpos importantes que fortalecen su sistema inmunológico y revisten la pared
intestinal.

ntolerancia a la lactosa
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa significa que usted tiene problemas para digerir la lactosa. La
lactosa es el azúcar que se encuentra en la leche y en los productos lácteos. El intestino
delgado necesita la enzima lactasa para descomponer la lactosa. En la intolerancia a la
lactosa, usted puede sentir malestar cuando come o bebe algo que contiene lactosa debido a
que usted no tiene suficiente enzima lactasa.

¿Quiénes desarrollan intolerancia a la lactosa?


Muchas personas tienen problemas para digerir la lactosa. Algunas personas tienen
intolerancia a la lactosa desde la niñez. En otras, los problemas comienzan durante la
adolescencia o adultez. La intolerancia a la lactosa es poco común en los bebés. Los bebés
prematuros pueden ser intolerantes a la lactosa por un tiempo corto después de haber
nacido.
La intolerancia a la lactosa es común en ciertas partes del mundo. Ciertos grupos raciales
son más propensos a ser intolerantes a la lactosa:

 los asiáticoamericanos
 los africanoamericanos
 los nativoamericanos
 los hispanos/latinos
 las personas con ascendencia del sur de Europa

Las personas con ascendencia del norte de Europa son menos propensas a ser intolerantes
a la lactosa.

Si hay daño en el intestino delgado, éste puede producir menos enzima lactasa, lo que
ocasiona intolerancia a la lactosa. Puede haber daño en el intestino delgado por

 enfermedades como la enfermedad celíaca y la enfermedad de Crohn


 infecciones
 cirugía
 lesiones

¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia a la


lactosa?
Si usted tiene intolerancia a la lactosa, podría sentir malestar después de comer o beber
leche y productos lácteos.

También podría tener

 cólico o dolor abdominal, la zona entre el pecho y las caderas


 hinchazón o distensión en el abdomen
 gases
 diarrea
 náuseas

Ciertas afecciones pueden causar los mismos síntomas. Si usted presenta estos síntomas
después de haber comido o bebido leche o productos lácteos, consulte a su médico.
¿Cómo se diagnostica la intolerancia a la
lactosa?
Para saber si usted tiene intolerancia a la lactosa, su médico le hará preguntas sobre los
síntomas que presenta. El médico puede pedirle que deje de comer o beber leche o
productos lácteos para ver si los síntomas mejoran.

El médico puede realizar las siguientes pruebas para confirmar el diagnóstico:

 Pruebas de aliento. Usted tomará una bebida dulce que contenga lactosa.
Luego examinarán su aliento para ver si usted digirió la lactosa.
 Prueba de heces. Se pueden examinar sus heces para ver si usted digiere la
lactosa. Las heces son los desechos que pasan a través del recto como una
evacuación intestinal. La prueba de heces por lo general se usa en los bebés para
saber si tienen intolerancia a la lactosa.

¿Qué debo hacer si creo que mi hijo es


intolerante a la lactosa?
Antes de hacer cualquier cambio en la dieta de su hijo, consulte con el médico. Aunque la
intolerancia a la lactosa es más común en adultos, los niños pueden ser intolerantes a la
lactosa.

¿Cómo puedo controlar la intolerancia a la


lactosa?
Usted puede hacer cambios en la dieta para controlar sus síntomas. La mayoría de las
personas con intolerancia a la lactosa no tienen que dejar de comer o beber leche o
productos lácteos. Es posible que usted pueda tolerar la leche y los productos lácteos si

 bebe pequeñas cantidades de leche—4 onzas o menos—a la vez


 bebe pequeñas cantidades de leche con las comidas
 añade pequeñas cantidades de leche y productos lácteos a su dieta y ve cómo se
siente
 come productos lácteos que son más fáciles de digerir para las personas con
intolerancia a la lactosa, como el yogur y los quesos duros, como el cheddar y el
suizo

También puede usar productos de venta libre que pueden ayudarle a digerir la leche y los
productos lácteos. Usted puede

 tomar una pastilla que contiene la enzima lactasa, cuando coma alimentos que
contienen lactosa
 poner gotas de lactasa líquida en los productos lácteos líquidos

También puede comprar leche y productos lácteos sin lactosa y bajos en lactosa en el
supermercado. Estos productos tienen los mismos nutrientes y ventajas que la leche
normal.

¿Cómo puedo saber si un alimento contiene


lactosa?
La lactosa se encuentra en la leche y en todos los productos lácteos, como

 helado (nieve)
 crema
 mantequilla
 queso
 requesón
 yogur
Las personas con intolerancia a la lactosa casi nunca tienen molestias con cantidades
pequeñas de lactosa. Algunos alimentos en caja, enlatados, congelados, empacados y
preparados pueden tener cantidades pequeñas de lactosa. Estos alimentos incluyen

 panes y otros productos horneados


 waffles, panqueques, bizcochos, galletas y las mezclas para prepararlos
 alimentos preparados o congelados tales como rosquillas, waffles y panqueques
congelados, pasteles de tostadora y pastelitos
 cereales en caja
 papas, sopas instantáneas y bebidas para el desayuno
 papitas fritas, totopos o tortillas de maíz y otros refrigerios empacados
 carnes preparadas, como tocino, chorizo, perros calientes y fiambres
 margarina
 aderezo para las ensaladas
 sustitutos de leche en líquido y en polvo
 proteínas en polvo y en barra
 caramelos (dulces)
 crema para el café sin lácteos en polvo o líquido
 cremas batidas sin lactosa

Cuando lea las etiquetas de los alimentos, busque las palabras de la lista a continuación que
indican que el alimento contiene lactosa:

 leche (milk)
 lactosa (lactose)
 suero (whey)
 requesón (curd)
 productos lacteos (milk by-products)
 sólidos de leche (dry milk solids)
 leche en polvo desnatada (nonfat dry milk powder)
¿Cómo puedo obtener el calcio que necesita mi
cuerpo?
La leche y los productos lácteos son las fuentes más comunes de calcio. El calcio es un
mineral que el cuerpo necesita para tener huesos y dientes fuertes. Si usted es intolerante a
la lactosa, asegúrese de recibir suficiente calcio todos los días.

Otros alimentos que contienen calcio son

 el salmón enlatado o las sardinas con huesos


 el brócoli y otras hortalizas de hojas verdes
 las naranjas
 las almendras, la nuez del Brasil y los frijoles secos
 la leche de soya y el tofu
 productos con calcio añadido, como el jugo de naranja

Para absorber el calcio, su cuerpo necesita vitamina D. Asegúrese de comer alimentos que
contengan vitamina D, como los huevos, el hígado y ciertos tipos de pescado como el
salmón y el atún. Además, recibir suficiente sol ayuda al cuerpo a producir vitamina D.

La vitamina D se añade a ciertas leches y productos lácteos. Si usted puede beber


cantidades pequeñas de leche o comer yogur, elija las variedades que contienen vitamina D
añadida.

Es difícil recibir la cantidad suficiente de vitamina D aun cuando coma o beba leche o
productos lácteos. Hable con su médico sobre cómo obtener suficiente calcio y vitamina D
en su dieta. También pregúntele si debe tomar un suplemento para recibir suficiente calcio,
vitamina D, u otros nutrientes.

Puntos para recordar


 La intolerancia a la lactosa significa que usted tiene problemas para digerir la
lactosa.
 Si usted tiene intolerancia a la lactosa, podría sentir malestar después de comer
o beber leche y productos lácteos.
 Muchas personas con intolerancia a la lactosa pueden tolerar pequeñas
cantidades de leche— 4 onzas o menos—a la vez, especialmente a la hora de
comer.
 Es posible que usted pueda añadir gradualmente pequeñas cantidades de leche y
productos lácteos a su dieta.
 Usted puede usar productos de venta libre que pueden ayudar a digerir la leche y
los productos lácteos.
 Si usted es intolerante a la lactosa, asegúrese de recibir suficiente calcio todos los
días. Hable con su médico sobre cómo obtener suficiente calcio en su dieta.
Pregúntele si debe tomar un suplemento de calcio.

Ensayos Clínicos
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK por sus
siglas en inglés) y otras organizaciones del Instituto Nacional de Salud (NIH) conducen y
ayudan en la investigación de muchas enfermedades y condiciones médicas.

Que son ensayos clínicos, y serian una buena opción para usted?
Los ensayos clínicos son parte de la investigación clínica y a la raíz de todos avances
médicos. Los ensayos clínicos buscan maneras nuevas de prevenir, detectar o tratar
enfermedades. Los investigadores también usan los ensayos clínicos para estudiar otros
aspectos de la atención clínica, como la manera de mejorar la calidad de vida de las
personas con enfermedades crónicas. Averigüe si los ensayos clínicos son adecuados para
usted.

Que ensayos clínicos están disponibles?


Para más información sobre los ensayos clínicos que están disponibles y están reclutando
visite: www.ClinicalTrials.gov

l hierro (Fe) es un micromineral importante para la vida, aunque se


encuentre en muy poca proporción en el cuerpo humano. Es
primordial en el transporte de oxígeno, junto con el proceso de
respiración celular. Es uno de los minerales que mayores carencias
provoca, especialmente entre mujeres en edad fértil, por ello, las
necesidades son mayores en mujeres, y es que la carencia de hierro
provoca un tipo de anemia concreto.

Existen dos formas químicas de encontrar el hierro en los


alimentos: hierro hemo y hierro no hemo. La absorción de hierro hemo
es de, aproximadamente, la cuarta parte y este hierro es el que se
encuentra en los alimentos de origen animal. La forma no hemo,
presente en los alimentos vegetales, se absorbe en muy baja cantidad
(3-8%). Este es el principal motivo por el que el consumo de lentejas
para mejorar el contenido en hierro no es especialmente adecuado.

La biodisponibilidad del hierro es muy variable según los elementos


presentes durante su absorción.
Función del hierro
 Interviene en el transporte de oxígeno y dióxido de carbono en
sangre.

 Participa en la producción de elementos de la sangre como por


ejemplo la hemoglobina.

 Forma parte en el proceso de respiración celular y es parte


integrante de la mioglobina, almacén de oxígeno en el músculo.

 Tiene un papel fundamental en la síntesis de ADN, y en la


formación de colágeno.

 Aumenta la resistencia a las enfermedades.

 Colabora en muchas reacciones químicas.

Fuentes de hierro
 Hígado.

 Carnes rojas.

 Pollo

 Riñón.

 Morcilla.

 Pescado.

 Huevos

 Mejillones.

 Cereales, germen de trigo.

 Legumbres.

La absorción de hierro por parte del organismo se facilita si se toma


conjuntamente con la vitamina C, B6, B12, ácido fólico, cobre, fósforo,
calcio.

La absorción de este mineral disminuye con sustancias como el café,


el vino (taninos) o la fibra, y con la presencia de diarrea.
Consecuencias del déficit de hierro
En mujeres es bastante frecuente su déficit, debido a las hemorragias
mensuales por la menstruación, además, en el embarazo la madre le
pasa hierro al bebé, disminuyendo así su nivel en el cuerpo. Estas
situaciones pueden desembocar en una anemia ferropénica. Los
síntomas más habituales de esta patología son:

 Cansancio, fatiga.

 Palidez.

 Bajo nivel de rendimiento.

 Aumento de probabilidad de partos prematuros.

Toxicidad del hierro


Pueden darse depósitos de hierro en diversos órganos, especialmente
el hígado, lo que produce diversos daños y una enfermedad conocida
como hemocromatosis. Una ingesta excesiva de suplementos de
hierro puede provocar un envenenamiento por este mineral.

Hemocromatosis
La hemocromatosis se debe a una acumulación de hierro en el organismo
y, si no se diagnostica y trata correctamente, puede tener consecuencias
fatales sobre el hígado, e incrementar el riesgo de muerte por
miocardiopatía.

La hemocromatosis es un trastorno producido por la alteración del


metabolismo del hierro. El hierro es un elemento esencial para el
organismo que, en concentraciones fisiológicas normales, se encuentra
en el cuerpo en una cantidad que ronda los 4 o 5 gramos, distribuidos
en la hemoglobina, el sistema retículo endotelial y el hígado, la
mioglobina, y en diversos sistemas enzimáticas. Sin embargo, resulta
muy perjudicial cuando se encuentra en cantidades mayores, ya que
genera radicales libres que provocan un daño orgánico.

En la hemocromatosis se produce una absorción excesiva e


inadecuada del hierro en el tubo digestivo, que tiene como
consecuencia que el metal se acumule en los órganos y sistemas del
paciente. Este depósito llega a ocasionar lesiones a los órganos, en
especial al hígado.

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