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Escrito de Humbolt
Escrito de Humbolt
El Ilustre explorador Alexander von Humboldt está considerado como el padre de la Geografía
Moderna Universal, contribuyó con varios aportes científicos gracias a sus amplios
una Descripción Física del Mundo, publicada en 1876, la cual acabó de escribir prácticamente
con su muerte acontecía en 1859. La obra sería impensable sin su viaje por América. En uno de
´´La región montañosa cercana al Ecuador es la zona más pequeña de la superficie de nuestro
contemplar al mismo tiempo todas las formas de las plantas´´. (Humboldt, 1876)
en Diciembre de 1801 rumbo a Quito, atravesando las fragosas montañas de Quindío y luego los
anchos valles de Popayán y Pasto. Caldas, que anhelaba la llegada de los sabios europeos,
escribió entusiasmado a su amigo Arroyo, en diciembre de 1801. Días después relata las
Barón de Humboldt, este joven prusiano, superior a cuantos elogios se puedan hacer! Me
transporté a Ibarra, como le anuncié a usted, por antelar el momento de conocerlo; salí algún
trecho de aquí, y le hallé el 31 de diciembre de 1801, a las once del día. ¡Qué momento tan
feliz para un amante de la ciencia! Yo fui el primero que me le presenté y sin detenerse un
instante me comenzó a tratar con una franqueza y liberalidad sin igual. ¡Qué noticias tan
Humboldt, al llegar a Quito, se alojó en casa de don Juan Pío Montúfar, Marqués de Selva
Alegre. La impresión que le causó el ambiente familiar fue tan acogedor que le escribió a su
hermano Guillermo. A la verdad, el ascendiente social del Marqués rodeó al ilustre huésped no
sólo de toda clase de atractivos, sino que su holgura económica facilitó los medios para las
excursiones y experimentos del sabio alemán. Además, el Marqués era amigo de Mutis, a quién
había proporcionado los pintores quiteños de la Flora de Bogotá, motivo éste que le unía en
afecto común con Humboldt y con Caldas. La formación aristocrática del Barón le hacía
investigadora: actitud que no podía comprender Caldas, tanto más cuanto que Humboldt
demostró sus preferencias por el joven Carlos Montúfar, en quién veía una esperanza promisoria
para la causa de la ciencia. El hecho es que Caldas sintió amortiguarse su entusiasmo por el
sabio prusiano, sobre todo cuando este declinó la compañía del severo payanés en su viaje a
Lima, México y Europa, prefiriendo la del hijo del Marqués. Este contraste de nacimiento y
Humboldt había escuchado al profesor Werner explicar la teoría neptunista, según la cual el
origen y causa de todas las formaciones geológicas se atribuían a la acción de las aguas. En los
Andes ecuatorianos pudo observar de cerca las hileras paralelas de volcanes, cuya disposición
geográfica no depende de la configuración superficial del globo, sino de condiciones que siguen
´´Los problemas que, por largo tiempo, parecieron enigmáticos a Geognosta en su tierra
nórdica, encuentran su solución en las regiones ecuatoriales. Aunque las zonas lejanas no nos
universalidad y las grandiosas leyes, idénticas en todas partes del mundo, según las cuales los
Antisana hasta la zona de las nieves. Recorrió el Antisanilla, cerca de Pinantura, y formuló la
opinión de que se trataba de una corriente de lava, que se había derramado a partir del zócalo del
proximidad estremecedora, el colosal volcán Cotopaxi, los picos titánicos de los Illinizas y el
nevado Quilindaña. Es una de las vistas más majestuosas e imponentes que me han ocurrido en
ambos hemisferios´´ (Humboldt, 1876). Con Bonpland subió a las faldas occidentales del
Desde el principio la lava derramada ha construido el edificio del cono, sobreponiendo las capas
de masa lávica, en alternación con capas de ceniza y arena, expulsadas por las erupciones
explosivas.
Javier de Azcázubi, conocedor de los picachos por sus excursiones de cacería. Esta vez le fue
dado observar el fondo del cráter con su aspecto caótico. De vuelta a la ciudad, en la tarde del 27
se sintieron en Quito unas vehementes sacudidas, que hicieron pensar en una erupción del
Pichincha. Humboldt no quiso perder la ocasión de observar de cerca el escenario del fenómeno.
De inmediato resolvió una nueva excursión, en compañía de Bonpland, Caldas y Montúfar. A las
bordes del cráter. Luces azuladas se entrecruzaban en el espacio, causadas por la deflagración del
Después de cada sacudida aumentaba el olor de ácido sulfúrico. A principios de junio dejó
Humboldt la hospitalaria mansión del Marqués de Selva Alegre y con Bonpland y Carlos
altura, que pudieron precisar por la presión barométrica y los demás instrumentos de medición.
Comprobaron luego que la altitud en que comienzan las nieves perpetuas era de 4815 metros,
continuando la ascensión llegaron a la altura de 5610 metros. Humboldt dedujo, de este modo,
´´Es una característica propia de todas las excursiones por las cadenas de los Andes que
encima del límite de las nieves perpetuas los hombres blancos se encuentran en las situaciones
más arriesgadas, sin guía siempre y aún sin conocimientos del lugar. Allí está uno siempre en el
exentas de cráteres que comunican el interior del globo con la atmósfera, protuberancias que
fueron agalladas por la fuerza elástica de los ardientes gases subterráneos´´. (Humboldt, 1876).
Humboldt midió también las alturas del Tungurahua, Carihuairazo y los Altares. Luego siguió su
viaje al sur para examinar las plantas de la quina en Loja y el curso superior del Amazonas y
avanzar a Lima con el fin de observar el pase de Mercurio por el disco solar, que debía realizarse
propaganda científica. Aparte de los problemas vulcanológicos y mineralógicos dio a conocer los
y ponderó la belleza de su paisaje. En sentir de Humboldt, ´´la provincia de Quito es una de las
regiones más admirables, preciosas y pintorescas del mundo´´ (Humboldt, 1876). Mientras
Caldas trataba con Humboldt y Bonpland, escribió una Memoria sobre el origen del sistema de
medir las montañas y sobre el proyecto de una expedición científica. En ella certifica,
refiriéndose a la Botánica, que «nada iguala a las diversas formas y a las plantas caprichosas de
la parte alta de Quito». Bonpland, en un viaje rápido al Antinsana, halló más de cincuenta
plantas, entre ellas géneros nuevos. Caldas proyectaba recorrer despacio la zona de Quito para
descubrir nuevas especies. Sin ser un especialista confiaba en su habilidad para el dibujo y
requería de Mutis papel apropiado para desecar. Los hallazgos irían a enriquecer la Flora de
Bogotá.
Más optimista se manifestaba Caldas sobre su descubrimiento de medir las alturas mediante el
Humboldt sobre el asunto le llevó a examinar los resultados a que había llegado Sucio. Este no
descubrimiento.
Sin salir del Ecuador redujo a su territorio el escenario de sus observaciones. En abril de 1803
escribió su Memoria de la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del Ecuador.
Pretendió elevar a categoría de ciencia el resultado de sus observaciones, cuya ventaja y utilidad
Entre julio y agosto de ese mismo año hizo el recorrido de Quito a las costas del Pacífico, por
Malbucho, a instancias de Carondelet. Era una nueva tentativa de la vieja idea de hallar una
salida breve de Quito al mar Pacífico. En mayo de 1804 realizó un viaje de observaciones de
Quito a Cuenca y luego a Loja, llevando un diario en que consignó todos sus experimentos de
anteriores. Como fruto de este viaje escribió la Memoria sobre el estado de las quinas en general
Finalmente regresa a Cuba para tomar rumbo a Filadelfia, Estados Unidos, donde lo recibe
Thomas Jefferson. Se despide de América el 9 de julio de 1804 cargado de más de sesenta mil
plantas, bocetos de mapas y paisajes, muestras geológicas y folios repletos de datos geográficos
que le servirán para la elaboración de mapas que sin duda son un gran escalón en la historia de la
cartografía americana.
Referencias Bibliografícas
Humboldt, A. v. (1876). Cosmo. Bélgica : E. Perié.