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Clase 3
Clase 3
En esta clase se aborda un estudio clásico de la ciencia política, “La clase política” de
Gaetano Mosca (1896) quien se inscribe en las denominada teoría de las elites, para la cual,
la política se limita a la detentación del poder de un grupo minoritario organizado sobre una
mayoría desorganizada y pasiva. Desde esta perspectiva, el dominio de los pocos sobre los
muchos se reproduce en todos los espacios sociales. El ámbito académico no está ajeno a
esa reproducción de poder de la clase política, precisamente porque allí se forman a los
dirigentes que heredan su posición privilegiada. Luego se trabaja con el estudio de Almond
y Genco (1977) quienes retoman la “metáfora de los relojes y las nubes” de Karl Popper,
para cuestionar los avances de la ciencia política a través de modelos rígidos en línea con el
positivismo y las ciencias naturales.
-En todo organismo político siempre hay uno que está a la cabeza de la jerarquía de toda
clase política y que dirige aquello que se llama el timón del Estado. Ni siquiera en el
ejemplo de la monarquía, necesariamente el que manda es el Rey, porque siempre hay uno
más poderoso, por ejemplo, un Primer Ministro. En el caso del presidente electo, siempre
gobernará el hombre político más influyente que procuró su elección. Y en circunstancias
especiales, podrá haber dos o tres personas que desempeñen las funciones de suprema
dirección.
-El segundo fenómeno social, es más perceptible que el primero: cualquiera sea el tipo de
organización social, las presiones del grupo mayoritario (masa) descontento, ejercen
influencia sobre la acción de la clase política. No obstante, quien esté a la cabeza de la
dirección del Estado, por un lado, no podrá gobernar sin el apoyo de un grupo mayoritario,
pero por otro lado, no podrá desplazar por completo ni destruir a la clase minoritaria, sin la
cual su acción está completamente paralizada. Aquí aparece lo que podemos denominar
como reproducción de la jerarquía minoritaria en el grupo mayoritario descontento. Mosca
sostiene que el único modo de desplazar a una minoría o clase política dominante, es si ese
desplazamiento surge en el seno mismo de la masa, sin embargo, para ello se precisa una
minoría organizada que desempeñe el rol de clase dirigente.
Desde la teoría de Mosca, la clase política es el objeto de estudio científico de toda
organización estatal. La supremacía de este objeto radica en la importancia de su
constitución variable al momento de determinar distintos tipos políticos y grados de
civilización de los pueblos que se seleccionen para analizar. En el momento en el que se
desarrollaba esta teoría, los tipos de gobiernos en boga eran: Monarquías absolutas
(Turquía y Rusia) Monarquías constitucionales (Inglaterra e Italia) y Repúblicas (Estados
Unidos y Francia). Sin embargo, la tipología se contradecía con el avance científico que
establecía otras formas de gobierno distintas o complementarias con las clásicas. No es el
objetivo de Mosca refutar los tipos de gobierno sino demostrar que en todos prevalece la
minoría organizada sobre la mayoría desorganizada y pasiva.
Si la Ciencia acepta que uno solo no puede gobernar a la masa sin el sostén de una
minoría, es más reacia a aceptar como “un hecho constante y natural” que la minoría
organizada siempre es la que prevalece frente a la mayoría. Según Mosca, esta negación- al
igual que en otras ciencias- es producto de que la primera impresión de las cosas es
contraria a lo que son en realidad. Vemos así que Mosca introduce una crítica al modo de
observar los fenómenos políticos. Ahora bien, el autor entiende que es fatal el hecho de que
unos pocos se organicen sobre muchos y los dirijan, pero la clase política se encuentra
organizada en razón de ser minoría. De allí se desprende que cuanto más grande es una
comunidad política, menor es la proporción de la minoría gobernante respecto a la mayoría
gobernada y más difícil es la organización de la segunda para reaccionar contra la primera.
Por otra parte, esa minoría, es legitimada por cualidades intelectuales, materiales y hasta
morales que son heredadas de otros individuos que las poseyeron primero y que los
distinguen del resto de la sociedad. La minoría entonces, posee algunos atributos
verdaderos o aparentes que son apreciados y valorados por la sociedad en la que viven. Por
ejemplo, en las sociedades primitivas, el valor militar es la cualidad que más rápidamente
permite acceder a la clase dirigente. Una distinción importante que hace Mosca, es que la
riqueza, la fuerza física, el saber religioso y el conocimiento científico, no son en sí mismos
poder, sino fuentes de poder. Y una vez que la clase política asume al poder, tiene que
aprender a conservarlo, de allí que, a diferencia de la masa desorganizada, la minoría
adquiere el aprendizaje de la política y la desarrolla como práctica.
•Históricamente todas las sociedades se dividen entre unos pocos que mandan y los
muchos que obedecen:
-La política se aprende en el seno de la clase política. Por ello, su práctica es restringida a la
minoría. El principio de herencia no es genético sino político, no se trata sólo de pertenecer
a la clase que detenta el poder sino de aprender a mantenerlo.
-La reproducción de las relaciones de poder de la clase política se aplica a la formación
científica, en la que se prioriza a los hijos de los clases minoritarias o poderosas.
- La mayoría gobernada cuando intente organizar una reacción contra la clase que gobierna,
no estará exenta de reproducir la formación de un grupo minoritario en su propio seno.
-Cuando mayor sea el número de la comunidad política, menor será el número de la clase
dirigente que detente poder sobre la primera.
- El sistema de elección democrática también reproduce la conformación de minorías
gobernantes en la constitución de listas de candidatos a la representación política.
En síntesis, desde la teoría de la clase política, el principal problema es el carácter
esencialmente inerte, es decir conservador, que enmarca la reproducción circular de la
dominación de la clase minoritaria, que se aplica a todos los campos de la sociedad. Allí
radica, para esta perspectiva, el principal objeto de estudio científico de la política moderna.
Podemos decir que desde esta teoría, la política no es un instrumento de transformación
sino de conservación de las relaciones de poder.
¿Con qué aspectos de la lectura de la clase 1, relacionarías la teoría de las élites de
Mosca?
Los autores plantean que la realidad social tiene propiedades distintivas que no se
reducen a simples modos deductivo-nomológicos de explicación, en especial, el caso de la
ciencia política que se enfoca en la persecución colectiva de objetivos y procesos
adaptativos, no puede centrarse en la búsqueda de regularidades que limiten la libertad de
elección. Si eso ocurre, se estaría dejando de lado la principal característica de la realidad
política: “el empeño de eliminar limitaciones y descubrir soluciones óptimas a problemas
inscritos en el contexto de las restricciones”. Un ensayo de solución, sin resultados
positivos, ha sido el intento de Duncan MacRae (1976) de instituir una disciplina de
análisis de políticas en la que se pueda combinar teorías y análisis sociales, con un discurso
ético disciplinado. Almond y Genco destacan que el esquema de las ciencias exactas para el
estudio de la realidad política, lejos de ser la “verdadera vía” del avance científico,
constituye una desviación histórica. Los autores sostienen que para avanzar, desde el punto
de vista científico, “las disciplinas sociales requieren una filosofía de la ciencia propia que
se sostenga en estrategias explicación, posibilidades y obligaciones adecuadas a la realidad
humana y social”.
¿En qué paradigma ubicarías esta propuesta?, ¿Los autores logran romper con
aquello que critican de los modelos analizados?